TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER COMPRENSIÓN, PRÁCTICA Y APLICACIÓN DE SUS DESTREZAS UNIVERSALES Y ESPECÍFICAS TOMO I PREMISAS TÉCNICAS Y EXPRESIONES FUNDAMENTALES DE LA ESGRIMA LÁSER, QUE USA EL DAITO COMO CAUSA INSTRUMENTAL, PONDERADA Y GENERALISTA ACADEMIA DE ESGRIMA LÁSER Marcelino Miguel Castro Maestro en la disciplina de la Esgrima Láser Kigen de la Academia de Esgrima Láser Linares, 2022 Desarrollado, redactado, diseñado, ilustrado, maquetado y editado por: Marcelino Jesús Miguel Castro Maestro en la disciplina de la Esgrima Láser Kigen de la Academia de Esgrima Láser, a fecha de la publicación de la primera edición. - Queda terminantemente prohibida la copia o reproducción, parcial o total, del contenido de este volumen, sin consentimiento expreso del autor: Marcelino Jesús Miguel Castro. Si el permiso de difusión o copia de este libro fuese concedido, se habrá de nombrar este como fuente, así como el autor del mismo. - Todos los derechos reservados - - Primera edición - NRA: AELMM20220909001 - LUZ - INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓNTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 5 - Preámbulo: Resulta coherente y eficiente, para el correcto crecimiento y formación personal, así como la ajena, pretender presentar la mejor oposición humanamente posible a aquellos que se nos enfrentan, siendo indiferente la naturaleza del contexto en que tenga lugar este acto. Por un lado, se facilitará así el autoconocimiento y el aumento de la perspectiva propia. Por otro, se otorgará a nuestra oposición, una oportunidad para entender sus debilidades, lagunas de conocimiento o errores en la estimación de la situación, ya venga ese antagonismo por parte de un Furasshu en duelo, o de una caterva dando asalto a un Maestro y su montante. Da fe de entendimiento, por ende, el atender a los requerimientos de la obra armada con la mayor de las prudencias, diligencia, respeto y entrega, no quedando así duda particular que pueda herir la conciencia a posteriori, a causa de no haber obrado con la mayor de las convicciones, o de no haber dedicado el tiempo preciso a la preparación y resolución de la situación. Se hará cuanto esté al alcance para evitar la ignición del arma, mas si esta ha de ser desensayada, que nuestro opositor obtenga, por él y nosotros, la mayor luz posible. Se justifica así el empleo de esfuerzo y tiempo en el aprendizaje de las armas, en la comprensión de la filosofía que da sentido a la existencia de estas, y en las disciplinas que ayudan a magnificar y en ocasiones a sustituir su uso. Es un valor a tener en cuenta, la dirección ociosa que puede llegar a tomar esta actividad con un origen tan crudo e instintivo. Entendiendo que refinar aquellos impulsos que ya posee el ser humano, nos hace seguir disfrutando de ellos de una forma distinta y sin necesidad de que nos controlen. Este conjunto de consideraciones, aquí albergadas, ganan sentido al no existir anteriormente tratado, expresión de destreza verdadera o conjunto de reglas algunas, asociadas o directamente dirigidas al uso y control del arma láser y su filosofía. Señalando que es preciso comprender que las armas láser están regidas igualmente en su literalidad por las leyes de la física, y que por ello son propensas a la excelencia en manos de un diestro, conocedor de la ciencia de la esgrima, de su destreza y método. No obstante, su fundamental naturaleza figurada, las opone a gran parte de los conceptos técnicos encontrados en la tratadística histórica. Siendo necesaria la intervención de este humilde servidor para elevar la anécdota a categoría, y así regir la consolidación de una metodología de estudio y conjugación basada en la verdadera destreza española, la kunst des fechten y el kenjutsu japonés. Algo que con el tiempo, práctica, análisis y comprensión, ha dado lugar a una esgrima propia adaptada a la causa instrumental que nos atañe, y que puede ser, y es por otros considerada, una destreza. Una que, siempre basada en la ciencia, hace del receptor, un individuo capaz de salir airoso de un conflicto armado con armas láser, así como de evitarlo. De lo aquí expuesto: Para la concepción y puesta en práctica de las distintas ideas recogidas en este volumen se habrá de tener en cuenta la naturaleza y geometría particular de las armas láser. Así pues se generan unas premisas para el correcto entendimiento de lo aquí expuesto: En primer lugar cabe mención a que las líneas que continuarán a estas aclaraciones no pertenecen a manual alguno, si no a una expresión más sólida y fundamental: un tratado. Se expondrán aquí los conceptos que, por su probada eficiencia, deben ser compartidos y entendidos de igual manera por todos los tiradores laserinos con pretensión de alcanzar la plena operatividad técnica. Si se pretende ahondar y llevar a cabo el ejercicio académico de la Esgrima Láser, habrá de confiarse a un Maestro, pues será él quien estará capacitado para la docencia de esta disciplina y para la correcta conjugación de los conceptos a las particularidades del estudiante, dado que este último no será capaz de entender sus propias limitaciones y posibilidades, en base a una perspectiva subjetiva de sí mismo, TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERINTRODUCCIÓN- 6 - que a su vez, se debe al desconocimiento de la disciplina en consonancia con sus adyacencias. Será así, de vital importancia en el ejercicio docente, entender que los condicionantes de cada tirador sesgarán la forma y validez de cada recuso usado. El grueso de estas acotaciones y apuntes universales, se centran en optimizar la operatividad en el contexto concreto en que dos tiradores están inmersos en un asalto que contiene simetría de armas, con posibles diferencias dentro de sus márgenes tipológicos, siendo así la causa instrumental usada, el daito. Pese a ello, de esta generalidad destinada principalmente al asalto simétrico, pueden extraerse conclusiones, parcial o totalmente extrapolables y perfectamente válidas, para la comprensión de otras tipologías de duelo, enfrentamiento o asalto, así como otros conjuntos y anatomías de armas láser, e incluso más allá de esta disciplina concreta conformada como la Esgrima Láser. Este contenido resulta ser una recopilación de conceptos destinados a favorecer la mayoría estadística de las situaciones que potencialmente sobrevengan dentro de un asalto, sea de estudio o pertenezca a un duelo. No obstante, siempre existe la necesidad inherente a la entropía del conflicto, de ignorar estos puntos, conjugarlos, modificarlos o adaptarlos a la situación que acontezca. Desde un modo docente, que aplica a contextos externos a la esgrima e igualmente marciales, se puede entender que existen tres intervenciones armadas coexistentes en una misma, y pertenecientes a los tres momentos donde se puede reparar sobre ella. Estas son: el antes o preparación, el desarrollo o acción y el análisis o conclusión. Estos tres tiempos de una misma intervención, se pueden resumir, sintetizar y nombrar como la obra la pretendida, la realizada y la comprendida o percibida. Esto responde a la imposibilidad de atender y preveer circunstancias propias de la acción previamente a que surjan como producto del caos entrópico implícito en el transcurso de la práctica. Luego, podemos observar como los eventos ocurridos contrastan con la percepción sesgada de cada uno de los actores involucrados, y es por ello, que de manera habitual se confrontan las versiones y conclusiones sacadas del análisis de lo acontecido. Dicho y matizado esto, en el presente volumen nos centraremos en recoger la información contenida dentro de la obra pretendida, pues siempre habrá de ser esta la que marcará la meta objetivo de las acciones y obras, además de guiar el trabajo previo al asalto, tanto de automatización e interiorización de conceptos sintácticos y semánticos, como de crecimiento y adquisición del repertorio de herramientas idiomáticas técnicas que faciliten la resolución de aquello imprevisto. Habrá de entenderse que el mensaje de este tratado responde a la profundización y conjugación de elementos separados ya estudiados y/o expuestos en los primeros volúmenes de la Esgrima Láser. Así pues, la utilización de términos específicos y jerga propia será habitual, siendo óptimo el previo conocimiento y comprensión de todo el grueso anteriormente publicado. De igual manera, será ideal la lectura e inmersión en el contenido posterior a esta obra, pues será producto del desarrollo de las ideas aquí expuestas, con potencial de complementar y ampliar los horizontes del conocimiento. Será precisa y eficiente la comprensión del total del volumen para comprender la profundidad y verdadera naturaleza de lo contenido en él, pues desde su mero principio, se usarán términos y conceptos explicados más adelante, en apartados subsiguientes. Igualmente, se necesitará la relectura, donde una vez se comprenda la totalidad de los aspectos, se puedan encontrar nuevos matices y texturas en lo ya leído. Así mismo, se requerirá de la profunda reflexión acerca del contexto y forma de lo expresado, pues la palabra no será lo único de lo que me valdré como autor para dar sentido a estas líneas. En adición, es tal el dinamismo que subyace en la esgrima emergente de esta causa instrumental, que no se hará un uso extensivo y generalizado de conceptos previamente configurados o estándares sin detallarlos, como podrían ser las referencias a guardias, afirmaciones o rectitudes, pues habría potencia de resultar objeto de desorientación por los matices necesarios en cada uno de los casos estudiados. Esto se debe a la necesidad de pormenorizar, precisar y atender a cada uno de los INTRODUCCIÓNTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 7 - aspectos necesarios para la configuración del movimiento y de las geometrías, ya sean aplicadas a la biomecánica o al plano estrictamente analítico. No obstante, hay que decir y reforzar que la referencia sintetizada a complejas descripciones y disposiciones tienen un valor que reside en la facilitación de la comunicación de ideas generales. Además de ello, siempre resultará más compleja la transmisión escrita de aspectos técnicos esenciales que la propia demostración presencial, dando lugar a grandes bultos de información para plasmar conceptos que, en la práctica, serían sencillos de entender, mas en los que se encierran conceptos implícitos que no han de ser expresados de forma explícita, por no pertenecer al territorio de lo óptimo, contrastado o universal. En ciertos contextos, y reiterando lo anterior sin caer en la tautología, tanto en el plano físico como literario, resulta ser más enredada la transmisión de una idea que la comprensión de esta misma, siempre que se pretenda generar una referencia válida y funcional. Por ello, se dará el eventual caso de la redundancia de ideas en distintas entradas, que facilitarán su lectura aislada, su comprensión y contextualización de las mismas en entornos independientes y carentes de conexión aparente, sea esta temporal o literariamente estructural. Debido a ello, este volumen presenta una edición original basada en una tipografía con serifas, ligera y tradicionalmente ornamentada. Esto está asentado en la estrecha relación con el ámbito científico y formal, que a su vez, orienta la predisposición del lector a la contextualización académica que se pretende. Así mismo, existe evidencia de la implicación que tiene en el aprendizaje, el ralentizar ligeramente la lectura, aludiendo al esfuerzo cognitivo del lector y focalizando la atención en aspectos implícitos en lo escrito, asistiendo con ello a la reflexión y comprensión, evitando dar por entendidos conceptos por el mero hecho de sentir familiaridad con ellos. Esto eleva su importancia al existir en el texto una gran saturación de tecnicismos y términos específicos, sobre los que se habrá de reparar para obtener una perspectiva amplia y fiel de lo expresado. Es digno de mencionar y destacar la inexistencia de grafismo ilustrativo en este volumen. Esto está concebido así para obtener y facilitar una abstracción plena, así como la universalización y dilatación en la aplicación de los conceptos, que ilustrados, podrían lastrar la total comprensión, debido en parte, a los sesgos propios de la ejemplificación, esquematización y prejuicio que aporta una imagen. Hay recordar que la expresión óptima de la Esgrima Láser no consiste sencillamente en la lectura de este y otros volúmenes de la tratadística laserina. Será la obtención, reflexión, conjugación y adaptación de estos conocimientos, junto a la experiencia y condiciones propias, lo que permitirá su correcta aplicación, siendo estos párrafos objeto de análisis perpetuo. Si por alguna causa, ajena a la intención de este humilde servidor, el éxito no está del lado del tirador usuario de la técnica aquí contenida, será compromiso y responsabilidad de él mismo revisar los conceptos aplicados y elaborar una dinámica de estudio destinada a suturar y pulir los aspectos no consistentes en su desempeño técnico. Por último, se insta a la lectura de este tratado con espíritu crítico, además de invitar a hacer un ejercicio hermenéutico, entendiendo que, pese a pertenecer al mismo contexto temporal de este humilde servidor que escribe, no siempre es posible percibir con claridad lo expresado, ya sea por límites lingüísticos, contextos sociales o simple perspectiva personal. ———— PREMISAS TÉCNICAS Para facilitar la comprensión, conceptualización y diferenciación de la naturaleza y rasgos particulares de la Esgrima Láser, así como de su puesta en práctica. DE LOS MEDIOS DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 13 - Definición universal y sintetizada de los medios: “El medio es el conjunto de circunstancias particulares que determinan la naturaleza de lo posible.” Esgrimísticamente, un medio es la unión de todos los elementos implícitos en el asalto, que tengan potencial relevancia en lo acontecido, sean estos conocidos por los tiradores o no. Cada una de las posibles combinaciones dará lugar a un medio entendido como diferente, lo que puede tener denominaciones distintas según los elementos comprendidos y la naturaleza de los mismos. De esta síntesis mínima, se puede y debe destilar una explicación más extensa, que dará lugar a encabezar toda una disección para la comprensión del concepto de los medios. “Los medios son un recurso fundamental de análisis, con el cual un individuo adquiere control sobre la situación en la que se encuentra inmerso, haciendo plausible la eficiente elección de obra y acción, mediante el entendimiento de sus circunstancias y posibilidades, así como de la distancia y la dimensión que condiciona a esta.” Se podrá entender, por tanto: “Que los medios, en el entorno técnico esgrimístico, resultan ser la conjunción de la distancia existente entre los implicados y los aspectos que interfieren en determinar las posibilidades que estos poseen.” Los medios, por tanto, son el elemento básico sobre el que se tiene que organizar la obra completa, tanto para determinar la exposición del agente en dichos medios como para dar sentido y viabilidad a la obra misma. “Los medios son un concepto universal, que aplicados a cualquier conflicto, facilitarán su comprensión y resolución.” Un tirador deberá hacer uso constante de los medios, consciente o inconscientemente, para entender la situación en la que se encuentra y las posibilidades que esta ofrece. Los medios serán concebidos y tenidos en cuenta de manera sostenida, siendo siempre necesaria la interpretación de estos para justificar y fundamentar la obra propia, así como para comprender, prever, hacer frente y aprovechar la obra opositora. “La comprensión del medio será aquello que proveerá al agente de mayor posibilidad de éxito ante el paciente.” El axioma del diámetro común: “El diámetro común es la línea recta, proyectada sobre el plano inferior, que une los centros de masas proyectados de ambos tiradores.” El diámetro común, se proyectará sobre el plano inferior para su concepción inicial. No obstante, también podrá quedar expresado en el espacio tridimensional, como la línea recta que une las líneas verticales de ambos tiradores, de manera perpendicular a cada una de ellas. Para ello, en caso de no existir un plano inferior común, el diámetro común unirá los centros de masas de los tiradores. El diámetro común se expresará como “Φ”, independientemente el medio al que pertenezca. Teniendo clara la definición del diámetro común, habrá de entenderse su interacción con la geometría particular del tirador, que facilitará la obra y éxito de este. “El agente habrá de tener su línea recta coincidente con el diámetro común, pretendiendo que la línea recta del paciente quede desfasada de este.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 14 - En palabras más llanas, salidas de la síntesis humilde de un eminente alumno: “El agente ha de tener foco en el paciente mientras que este no lo tiene en el agente.” Según la geometría euclidiana y su análisis bidimensional fundamental, la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Así pues, el diámetro común será la distancia más corta que unirá los cuerpos de los tiradores, al menos los puntos desde el que se generará su movimiento. Adicionalmente, cada tirador tendrá una anatomía que podrá reubicar en el espacio, sin necesidad de variar su centro de masas y por tanto, un individuo podrá mantener un diámetro común con distintas configuraciones corporales, adaptando la masa de las distintas partes de su cuerpo. Al ser el diámetro común la línea más corta entre tiradores, lo más eficiente geométricamente será pretender por él la ejecución y/o la adquisición del medio proporcionado. Adicionalmente, el diámetro común sin obstáculos, también será la vía abierta más eficiente para el posicionamiento de la hoja agente, así como para la agregación de esta y la vectorización de su trazada, maximizando su potencia de obra y oclusión. Por ende, se puede entender que el agente deberá dejar la hoja del paciente opositor lo más lejos posible del diámetro común, para hacer que únicamente la hoja agente tenga posibilidad y seguridad de transitar por él. “La hoja del agente deberá estar cerca del diámetro común, mientras que la del paciente deberá de quedar alejada.” Idealmente, por geometría, cualquier tirador deberá aprovechar el diámetro común para pretender la obra ejecutiva. No obstante, por la naturaleza propia de la técnica y para asegurar el éxito, el agente habrá de ser el único en poder aprovechar dicho diámetro, haciéndolo coincidir con su línea recta, necesitando para conseguir un medio proporcionado que el paciente no tenga posibilidad de ocupar el diámetro común, con su línea recta. En caso de que el paciente tenga ocupado el diámetro común, el agente habrá de reubicarse para generar el desplazamiento del diámetro común y hacer que el paciente no pueda ocupar esta nueva línea, quedando dicho paciente orientado a otro lugar, por tanto, desfasado. “La obra ejecutiva más eficiente geométricamente tendrá lugar por el diámetro común.” No obstante, el hecho de que la mano armada del tirador sea un punto vulnerable de este, hará que la orientación de los implicados esté ligeramente orientada a esta. Pese a ello, será la orientación de la línea recta sobre el diámetro común aquella que arrojará mayor eficiencia geométrica, para encontrar o generar la obra ejecutiva. Un tirador pretenderá extender su rectitud y rumbo de la hoja sobre el diámetro común, para aumentar la posibilidad de alcanzar al opositor, minimizando la exposición en ello. Así pues, entendiendo la naturaleza del arma láser, podemos deducir que un tirador experimentado, pretendiendo la máxima eficiencia en su obra, intentará ejecutar desde distancias operativas exactamente coincidentes con la extensión posible de su rectitud y arma, que sumando eventualmente la acción de su torso, permitirá el éxito de la ejecución con la mínima exposición. “La distancia desde la que la obra ejecutiva es viable es igual al potencial radio del extremo.” Teniendo en cuenta que el arma láser será entendida como un segmento en un espacio tridimensional, los medios posean dimensiones ampliadas respecto a la técnica de otras disciplinas históricas, pertenecientes a una esgrima ligada a una concepción bidimensional del arma, con la mano protegida, así como al método de tajo por fricción de un filo contra un cuerpo, o del estoque por presión. A ello se suma la falta de necesidad de generar presión con las armas láser, para que la acción ejecutiva tenga éxito, pues su naturaleza figurada las hace ejecutivas con el mero contacto. Igualmente, da lugar a la exposición de la mano armada de los tiradores, pues no existirá nada capaz de detener o minimizar el potencial ejecutivo figurado de las armas aquí tratadas. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 15 - Se concluye que: “Los medios, en cualquiera de sus naturalezas posibles, estarán ligados a la línea recta sobre el diámetro común, como vía óptima para su concepción ejecutiva, dispositiva y defensiva, así como para determinar la exposición y potencial amenaza.” La ejecución sobre el punto más próximo: “El objetivo ejecutivo más eficiente será aquel en que el agente pueda ejecutar manteniendo la mayor distancia con el paciente.” La necesidad de optimizar la obra y, por ende, de ejecutar de la forma más eficiente y rápida posible, al sumergirse en un medio proporcional o al reaccionar a la entrada en el propio por parte del paciente, da lugar a un concepto crucial: intentar hacer el tocado en la parte funcional opositora más proximal al agente (A), normalmente la más distal desde la perspectiva paciente (B), o sea, la mano armada o la guarnición del opositor. Esto determina la extensión, en distancia y dimensión, de los medios y la presenta como considerablemente mayor de la entendida históricamente en las disciplinas de las que bebe la Esgrima Láser. “Normalmente, el objetivo ejecutivo del agente será la mano armada paciente.” Será entonces, por ende, que la mano armada habrá de ser protegida por medio del control posicional de la sencillez, el uso de la hoja propia como elemento de interacción y control, así como por la previsión de la hoja opositora. Añadido a esto, siempre existe la posibilidad y posible pretensión de decidir la ejecución acral, solar o capital, considerablemente más profundas en el medio. No obstante, la exposición a la intención paciente y el compromiso técnico serán muy elevados, alzando la dificultad para obrar sin mostrarse y percibirse expuesto de forma considerable. “El agente tendrá mayor exposición y menor posibilidad de éxito, en la obra ejecutiva, cuanto más cercano al centro de masas paciente esté su objetivo ejecutivo.” Interacción entre foco y diámetro común: “El foco de un tirador resulta ser, en síntesis, la orientación de su propósito, sea este destinado a mantener la defensa, disponer en desventaja al paciente o procurarse un medio proporcionado.” Siempre y cuando el paciente mantenga la hoja dispuesta en el medio, para ofrecer una oposición activa, se podrá tener en cuenta que su mano armada será la parte vulnerable más próxima al agente. Por ende, la dirección del foco de dicho agente, en una determinada acción, estará orientada a trazar y ejecutar en un diámetro particular, entre el punto del que emerge la hoja agente y la mano paciente, que se llamará diámetro común de la sencillez. Igualmente, podrá obrarse hacia otro objetivo ejecutivo, que no sea la mano del paciente, llamándose diámetro del objetivo ejecutivo la línea por donde sucederá esto. Por tanto, el agente quedará orientado, normalmente, con la línea de su foco sobre la línea del diámetro común, o pretendiendo hacerlas coincidir gracias a intentar posicionar el objetivo ejecutivo sobre el diámetro común. “El foco idealmente quedará orientado al objetivo ejecutivo.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 16 - La parcial o total orientación del foco, en dirección a la mano armada del paciente, se debe a que con un arma láser no es crucial ejecutar sobre la vertical del centro de masas del paciente, como tampoco lo es alcanzar su torax o su abdomen, pues el éxito ejecutivo sobre la mano armada inhabilitará al paciente con mayor seguridad. Para orientar eficientemente el foco, resulta elemental tanto buscar el éxito ejecutivo como pretender suprimir la amenaza del paciente, aprovechando el potencial lesivo figurado del arma láser que se esgrime y ejecutando desde la distancia óptima y sobre la parte más distal. “La orientación del foco estará justificada tanto por la intención ejecutiva como por la dispositiva, pues será crucial asegurar el éxito en la inhabilitación paciente así como es necesario dar lugar a su constante desventaja.” Así pues: - Si se pretende la obra sobre el diámetro común de la sencillez, se orientará el foco a la posición prevista de la mano del opositor, atendiendo al momento en que esta esté expuesta y lo más cercana posible al diámetro común, pues será ahí cuando la obra ejecutiva sea más eficiente. - Si no es la mano armada del opositor, el foco se orientará a dicho objetivo, buscando el control del arma opositora, hasta que quede abierta una línea de entrada a dicho punto, mientras se mantiene seguro el agente. No obstante, la reubicación y el trabajo con la rectitud de un tirador experimentado, en su constante movimiento del arma y su intento por ocupar líneas, hará que el foco se mantenga en un leve y constante cambio de dirección, para calcular y propiciar la acción ejecutiva sobre el límite del medio particular del opositor. “El foco se mantendrá en movimiento, adaptándose y reorientándose, puesto que el objetivo ejecutivo se moverá y cambiará.” Normalmente, desde el punto de vista estadístico y en un asalto regular, dadas las limitaciones biomecánicas y la habitual disposición de medio perfil, la línea del diámetro común quedará ligeramente desfasada al lado hábil, cuando no coincida con la línea del foco. O sea, que un tirador agente estará con su foco orientado ligeramente al lado hábil y/o armado de su opositor, pretendiendo que su línea recta coincida parcialmente con la posición habitual de la sencillez del paciente. “El foco, quedará, ligera y sutilmente, desfasado del diámetro común, orientado a la sencillez del opositor, siendo esto natural dada la naturaleza de la anatomía humana.” Esto determina la existencia de vías o líneas abiertas y cerradas, pues no poseerán un paralelismo claro y acentuado con la línea recta y su ángulo quedará ligeramente perpendicular en todos los planos. “Habrá siempre de pretenderse la obra ejecutiva desde cierto desfase transversal, horizontal o verticalmente, quedando la línea recta del agente sobre el diámetro común, mientras la línea recta del paciente está desfasada de este. Será este el más eficiente método de éxito ante la previsión y obviedad de la obra sobre la línea recta y el diámetro común.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 17 - Concepción de los medios: Derivado directamente de la configuración anatómica y geométrica del daito, los medios adquirirán una importancia superlativa en la capacidad y forma de obrar de los tiradores implicados en un asalto, condicionando no solo su éxito ejecutivo, sino la total existencia de lo posible. “Los medios son el producto de la distancia física entre tiradores, la geometría de sus armas, la disposición a la obra por parte del agente y la posibilidad de respuesta del paciente, que dan como resultado un contexto que marca la naturaleza de lo posible.” Los medios, en su dimensión y su interpretación, estarán sujetos y totalmente condicionados por la geometría y naturaleza de las armas agentes y pacientes involucradas en el asalto, y serán de ellas de las que partirán las conjeturas para la configuración virtual de estos en la mente de los tiradores, así como de las geometrías implícitas en ellos y explicitas en las obras que busquen su control y propiedad. “Los medios serán concebidos en base a la causa instrumental implícita en ellos.” En la Esgrima Láser, los medios tienen una naturaleza espacial y dimensional particular, debido a la naturaleza figurada de su causa instrumental. Con ello se aborda, a priori, la problemática de no ser posible el reparo y/o atajo sencillo y seguro, no disponiéndose de geometrías bidimensionales, teniendo en cuenta la inexistencia de gavilanes o arriaz, así como la dificultad de no existir forma alguna de maniobrar con sujeción la hoja opositora. “En la Esgrima Láser los medios siempre tendrán en cuenta la naturaleza figurada del arma láser, así como su geometría emergente.” Dará esto lugar a la precisa y crucial medición de las distancias, así como a la necesaria consideración pormenorizada de la dimensiones de los medios, con el objetivo de evitar cintas, empomadas y fondos, que pese a ser relativamente inertes a tras tiempo de su obra, son potencialmente ejecutivos en caso de ser actuados con certeza. Es digno de mención, para comprender la problemática implícita en la percepción y cognición de los elementos que configuran nuestro control del entorno, que la capacidad humana para la concepción de distancias está ligada al efecto Weber-Fechner. Este no es otro que aquel que establece una relación entre la magnitud de un estímulo físico y su percepción humana. De esta forma, podemos llegar a comprender que cuanto mayor sean los valores medidos en un aspecto, menor será la estimación de contraste que se observará, pese a existir una proporción distinta y mesurable. Esto es aplicable a este contexto, pues las hojas reales de las armas usadas, concretamente de las del daito (75cm - 93cm), tienen una posible y notable variación. Por tanto, los medios percibidos marcados por la geometría de un daito de dimensiones acortadas, serán más fieles a la distancia y dimensiones reales que los emergentes de un arma de dimensiones extensas. Igualmente se aplica al movimiento del arma, siendo aquel de mayor amplitud el más complejo de determinar con detalle. Así pues, desde la perspectiva de su concepción subjetiva, tanto el medio de proporción, que resulta ser el más afectado por la magnitud de sus valores, como el medio proporcional, quedan objetiva y subjetivamente determinados en su percepción como: Medio real: El medio real será aquel que esté sujeto, en su concepción, distancia y dimensión, a la proporción matemática en la configuración geométrica ideal para su medida, o a aquella exactamente acorde a los modificadores del medio aplicados fielmente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 18 - El medio real será un recurso usado para el cálculo preciso de la obra. No obstante, la dificultad para determinar un medio real será superlativa, dejando el medio real relativamente centrado en el estudio y comprensión de las obras en el ámbito del estudio hipotético, fuera del asalto formal. Para la comprensión de un medio real se habrá de tener en cuenta absolutamente todos los condicionantes que intervienen en la concepción de dicho medio. Eso arrojará un resultado totalmente acertado sobre la situación y posibilidad de ambos tiradores. Es por ello, que en un entorno doméstico y controlado, se usará el medio real para determinar las circunstancias exactas donde resultará eficiente obrar, así como la manera de hacerlo. Medio aparente: El medio aparente será aquel que está sujeto a la percepción subjetiva del tirador que lo conciba. Luego, para ser útil, no será medido, sino intuido, previsto y/o asumido. En su concepción será usada la geometría emergente de las condiciones existentes, que no la de una configuración optima para su medición. El medio aparente está sujeto, no solo a la percepción, sino a la posibilidad de obra, que es determinada a su vez por el tiempo empleado en la reubicación para el uso de la hoja propia, así como la apreciación subjetiva de las posibilidades de ello. De esta forma, y para poder tener una mesura mínimamente generalizada, acertada y tangible con la que trabajar, el medio aparente está estudiado desde la disposición de la hoja real en el momento de la medición, que sin ser paralela al diámetro común o tener ángulo recto, arrojará una medida en la proyección cenital sobre el plano inferior, llamada longitud proyectada, y expresada como “ΓP”. Así pues, se obtendrá una longitud del tirador y de su arma, proyectada desde arriba en un plano bidimensional que determinará en gran medida la percepción propia del medio en un instante, o la dimensión y naturaleza de este en el momento de ser medido. Igualmente, el medio aparente será idealmente concebido teniendo en cuenta la línea recta que une ambos ejes de la sencillez, lo que se llamará diámetro común de la sencillez. Esto determinará la obra posible, y por tanto, será un rasgo a tener en cuenta adicionalmente a la distancia que hay entre ambos centros de masas proyectados. Este diámetro común de la sencillez será usado como otro elemento para determinar el medio en que se encuentra agente o paciente, pues la distancia entre su sencillez y la sencillez del opositor marcará directamente la posibilidad de obra del uno sobre el otro. Asumir el medio: Se hablará de asumir el medio cuando un tirador actúe de manera coherente con un medio aparente, en que se crea inmerso o pretenda la inmersión. Los medios serán posiblemente concebidos según el momento en que se tenga consciencia de ellos, en la dimensión temporal. Siendo así posible que un medio sea pretérito, presente o futuro, dependiendo de si aquello que lo conforma ha sucedido en el pasado, está sucediendo en el momento o está por suceder. Haciendo esta distinción se facilitará el control de los medios y su configuración, así como se tendrá un discernimiento claro de la potencialidad de un contexto concreto, sea pretendido o emergente. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 19 - “Un medio podrá ser pretérito, presente o futuro, según si las circunstancias que lo definen han tenido, tienen o tendrán lugar, respectivamente.” Adicionalmente, un medio podrá ser potencial, haciendo referencia esto a que podrá emerger si en un momento en el tiempo suceden una serie de eventos concretos. “El medio se considerará potencial cuando exista posibilidad de que aparezcan las circunstancias que lo definen.” Todos los medios tendrán unas premisas que los definirán pudiendo ser estas geométricas, dinámicas o intencionales. Estas premisas determinarán los aspectos elementales que un tirador deberá tener en cuenta para obrar en un medio o desde él. En caso de llevarse a cabo una obra en una situación que no cumpla las premisas del medio requerido para dicha obra, se caerá en la falacia técnica, aumentando dramáticamente las posibilidades de fracaso del agente. “Todo medio tendrá unas premisas que lo definirán, y que deberán ser tenidas en cuenta para entender la naturaleza de lo posible.” Símbolos de expresión recurrentes: A = Símbolo de expresión para el agente. B = Símbolo de expresión para el paciente. Φ = Símbolo de expresión para el diámetro común. θ = Símbolo de expresión para la envergadura de un tirador estándar. Γ = Símbolo de expresión para la longitud total de la hoja real. Ξ = Símbolo de expresión para el segmento del arma. Σ = Símbolo de expresión para la cuerda o longitud total de un arma láser. ψ = Símbolo de expresión para el emisor lucido. ω = Símbolo de expresión para el cabo del arma. L = Símbolo de expresión para el medio proporcional. N = Símbolo de expresión para el medio de proporción. O = Símbolo de expresión para el medio proporcionado. H = Símbolo de expresión para el medio de común herida. Θ = Símbolo de expresión para un ángulo. R = Símbolo de expresión para el medio particular. ΦH = Símbolo de expresión para el diámetro común del medio de común herida. ΦL = Símbolo de expresión para el diámetro común del medio proporcional. ΦN = Símbolo de expresión para el diámetro común del medio de proporción. [Mod] = Símbolo de expresión para el modificador del medio. VM = Símbolo de expresión para la ventaja de medio. ΦDN = Longitud del diámetro común en la dimensión del medio de proporción. AΦDL = Longitud del diámetro común en que el agente adquiere la dimensión del medio proporcional. BΦDL = Longitud del diámetro común en que el paciente adquiere la dimensión del medio proporcional. AΦDR = Longitud del diámetro común de la dimensión del medio particular agente. BΦDR = Longitud del diámetro común de la dimensión del medio particular paciente. [Mod] = Símbolo de expresión para el modificador de medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 20 - Distancias de los medios: La “distancia del medio” será igual a la geometría implícita del arma en su disposición, más la geometría que aporte las dimensiones anatómicas del tirador o tiradores, dependiendo del medio estudiado. Esto tendrá lugar estrictamente en la dimensión espacial y de forma estática. “La distancia de los medios hace referencia al diámetro común en que lo posible tiene lugar.” La distancia de un medio hace referencia a la separación entre los centros de masas proyectados de ambos tiradores, en el momento en que el medio es observado o estudiado. Por tanto, se ha de entender que la distancia de los medios se mide en la amplitud del diámetro común. No obstante, de manera alternativa y estrictamente destinada al análisis de la dimensión del medio, será posible determinar la distancia de un medio teniendo en cuenta el diámetro común de la sencillez, cuando ambos tiradores tengan como objetivo ejecutivo la sencillez del opositor. Esta distancia de un medio concreto será el factor primario desde el que entender las circunstancias en las que se haya un agente, aquello a lo que se expone y las posibilidades de obrar que tiene. En una misma distancia de un medio, las posibilidades de los tiradores podrán ser distintas, pues dependerán de factores diversos. Estos factores, llamados modificadores serán: la previsión, la reacción, el movimiento y la faz. Así pues, la distancia tan solo tendrá en cuenta la geometría y la posición de los tiradores, siendo necesario entender sus intenciones, reacciones, dinámicas y expresiones para determinar la verdadera naturaleza del medio. “La distancia del medio será el elemento central por el que obtener una primera impresión sobre el contexto presente y lo posible, habiendo de ser conjugada con los modificadores, para entender plenamente aquello que es posible.” De esta manera, un agente tendrá siempre que atender a la distancia entre él y su paciente opositor, siendo consciente de que: A mayor distancia, mayor seguridad. A menor distancia, mayor exposición. Los medios estarán parcialmente sujetos a la concepción subjetiva del usuario, y para ser medidos, estudiados y posteriormente concebidos y usados, partirán de la geometría residente en las armas, así como su disposición, a la que le sumarán las proporciones anatómicas del agente en cuestión. “Se podrá entender y estimar la distancia de un medio determinado, estudiando los eventos emergentes de ubicar paralelos: el diámetro común, el diámetro común de la sencillez, así como los segmentos de las armas y las rectitudes de ambos tiradores.” Sabiendo esto, se habrá de conocer las distancias espaciales aparejadas a dichos medios, que resultan ser distintas a lo entendido y transmitido por la tradición de la Verdadera Destreza española y otras escuelas esgrimísticas académicas, pues la naturaleza de la causa instrumental es sustancialmente diferente en posibilidad, naturaleza e intención de obra. Las líneas que separan los medios, en su dimensionalidad espacial, no deberán ser entendidas como límites nítidos, sino como gradientes sobre los que medios se funden, dependiendo de la percepción, las posibilidades y el contexto, aumentando la dimensión o disminuyéndola dependiendo de los aspectos en los que se centre la atención del usuario que los concibe. Este gradiente puede entenderse como una nube de probabilidad donde se entremezclan las posibilidades y circunstancias particulares de dos medios concretos. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 21 - El gradiente entre medios se genera al no poder definir exactamente los límites espaciales de lo posible, pues el número de variables es superlativo. Para hacer un acercamiento y ejercicio de simplificación, en los medios laserinos podría entenderse un paralelismo dimensional con los medios tradicionales de la destreza. La concordancia en distancias estaría entre cierto estrato del medio proporcional laserino, que sería igual, solo en distancia, al medio de proporción aportado por Pacheco, acorde cada cual a la naturaleza de sus causas instrumentales. En esa distancia, con las armas reducidas al recto, y llegando con la punta a la guarnición del arma opuesta, en la Esgrima Láser, ya se estaría generando la herida mutua. Por esto, los medios crecen en dimensiones y apelan al sentido de su existencia semántica, que coincide en parte con los tradicionales, en sentido y significado, mas no en dimensión del diámetro común. En conclusión: “La distancia de un medio es el elemento principal desde el que medir la naturaleza de lo posible.” Dimensión de los medios: La “dimensión del medio” es aquella que delimita a cada uno de ellos en el espacio tridimensional, a través del estudio de la distancia entre tiradores óptima para la consecución de su intención, teniendo en cuenta la totalidad de aspectos que intervienen en ello y su repercusión en el tiempo. La dimensión de un medio será expresada como “D”. Cuando hablamos de la dimensión de un medio, no existirá la necesidad de hacer mención específica a su diámetro común, pese a ser un recurso fundamental a la hora de especificar en su extensión. Por tanto: “La dimensión de un determinado medio es la conjugación de la distancia con aquellos aspectos particulares de los implicados y su contexto, que la modifican. Será esta dimensión resultante aquello con lo que se entienden las posibilidades reales que existen en dicho medio.” Para entender la verdadera naturaleza dimensional de un medio y para tener una idea total de su extensión, llamada “dimensión del medio”, habrá que sumar los factores que intervienen en la conceptualización de la dimensión verdadera de los medios (modificadores del medio [Mod]) a la distancia arrojada por la geometría propia de las armas y de la anatomía del tirador (distancia del medio). Serán estos modificadores los culpables de no deber concebir los límites de los medios como líneas definidas, sino, como gradientes o nubes de probabilidad sobre los que no se tiene el control absoluto en su percepción, en los que la obra habrá de ser siempre defendida por una consistente concepción de alternativas ante las eventualidades emergentes. “Las dimensiones de los medios quedarán definidas como nubes de probabilidad, donde no quedarán claramente definidos los límites espaciales de cada medio.” Para la correcta conceptualización de los modificadores, habrá de hacerse la conversión de estos a distancia, ya sea de forma precisa o aproximada. Ha de quedar claro que la obtención de distancias precisas tendrá una dificultad inabarcable, en el momento de la escritura de estas líneas, pues no tenemos recursos funcionales que permitan la medición exacta de valores absolutos en algunos aspectos TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 22 - fisiológicos, psicológicos y contextuales. De esta manera, se entenderá y justificará la existencia de los gradientes, que podrán tener una mayor definición o contraste, entre los medios entendidos por los tiradores. Esta conversión a distancia se hará por medio de traducir los modificadores a tiempo, y tras esto, entender cuanto tiempo se emplea en recorrer un determinado espacio a una velocidad factible y coherente con el usuario y su contexto. Cada medio tendrá su dimensión concreta, no obstante esta podrá tener o dar lugar a ciertas varianzas, y por tanto, comprender otras dimensiones, ya sean de otros medio o de particularidades del mismo. Así mismo, una dimensión concreta de un medio poseerá extremos y un centro dimensional, donde se diluirán o concentrarán las posibilidades de lo posible, respectivamente. “Un medio, en su misma dimensión o distancia, podrá contener otros medios o distintos estratos, en los que por ciertos matices, cambie la naturaleza de lo posible.” Conclusiones sobre la dimensión de los medios: “Que la dimensión de los medios es igual a la distancia de estos más los modificadores implicados, dispuestos en un campo de ámbito tridimensional y dirigido.” Dimensión aproximada del medio de proporción común: ΦDN = [[(Aθ/2) + (Bθ/2)] + [(± 2Σ) - (±2ω)]] + [Mod] Dimensión aproximada del medio proporcional agente: AΦDL = ± [Aθ/2 +Γ+ ψ] + [Mod] Dimensión aproximada del medio de común herida: ΦH ≤ ΦL - VM Dimensión potencial del medio proporcionado: La dimensión potencial del medio proporcionado comenzará, por la parte más extensa, en el límite más amplio del medio proporcional, y terminará siendo igual al diámetro determinado por la distancia mínima operativa. Dimensión básica potencial del medio particular: AΦDR = 2 (θ + [Mod]) Modificador de predicción: “El modificador de predicción de un medio es la capacidad agente de prever, advertir o reaccionar de forma temprana a las intenciones de obra del paciente.” La predicción dotará al agente de ventaja a la hora de obrar a favor de sus intereses, gracias a poder anticipar aquello que potencialmente acontezca, ya sea por parte del paciente o en el contexto. Por ende, el medio de proporción concebido por un agente previsor podrá seguir siendo seguro, en una distancia menor. Por otro lado, para el agente que entienda a su paciente como previsor, el medio de proporción habrá de mantenerse en igual distancia, sin necesariamente resultar este hecho un modificador. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 23 - “Cuanto mayor sea la capacidad de extraer información de un opositor, mayor será el modificador de predicción.” La capacidad de predecir al opositor hará disminuir considerablemente el medio proporcional paciente, además extenderá sutilmente la distancia del medio proporcional agente. Esto sucede, esencialmente, por la capacidad del agente previsor de entender el tiempo y modo en que un paciente obrará. Igualmente, por poder prever si el paciente aumentará o ceñirá el diámetro común, pudiendo reaccionar a ello con un mayor margen temporal. Además, el agente previsor tenderá a cambiar de medio con más fluidez, entre el medio de proporción y los distintos estratos del proporcional, gracias a disminuir la exposición durante el proceso, por entender previamente la reacción posible del paciente. La capacidad de predicción de un sujeto será difícilmente medida, pues dependerá de aspectos subjetivos, como la intuición, experiencia, destreza y conocimiento profundo de la etología del opositor. No obstante, se podrá hacer una relación entre la percepción sensorial y la capacidad predictiva, pues a mayor capacidad de extraer información, mayor será la posibilidad de usarla para obtener conclusiones sobre los eventos futuros. “El modificador de predicción dependerá de la percecpción sensorial del individuo.” La predicción, por tanto, habrá de entenderse como un valor temporal que, normalmente, será aproximado y tendrá un margen de tolerancia muy alto, pues la obtención del dato preciso será imposible debido a la subjetividad. Así pues, la predicción agente de un evento paciente concreto, que potencialmente genere diferencia en el medio, modificará la naturaleza de este, haciendo que la dimensión se dilate para el agente y se estreche para el paciente. Serán tomados los valores como tiempo, que teniendo en cuenta el modificador de velocidad máxima de un tirador, se convertirán a espacio. “A mayor predicción agente, menor diámetro común tendrá la dimensión del medio proporcional del paciente, así como menor será la incidencia de la faz sobre el medio.” Modificador de reacción: “El modificador de reacción de un medio es la capacidad agente de reaccionar de forma instintiva y funcional a la obra no prevista de su paciente.” El modificador de reacción se tendrá en cuenta como la diferencia entre la capacidad de reacción del agente y la del paciente. Así pues, si un agente, en caso hipotético, reacciona correctamente ante un estímulo en 200 milisegundos, y su paciente en 240 milisegundos, la ventaja agente será de 40 milisegundos. Esto resultará útil para entender cuál será la distancia en la que se extenderá o se reducirán cada uno de los medios, teniendo en cuenta la capacidad de imprimir velocidad a la masa, tanto corporal como del arma, por parte de un tirador. Esto hará que un agente con gran una gran capacidad de reacción pueda generar unos medios de proporción y proporcional más cortos en su distancia, siendo capaz de reaccionar a los eventos con algo de ventaja en la dimensión temporal, que será traducida a la espacial. “A mayor modificador de reacción agente, menor distancia de medio es necesaria para mantener la seguridad de dicho agente.” El efecto Clever Hans describe como un individuo actúa condicionando a su interlocutor, concretamente en el caso que nos concierne, a su opositor, mediante el uso de expresiones, gestos, u otro tipo de testigos involuntarios de su intención. Esto determinará que un tirador experimentado, estudie los patrones de comportamientos irracionales e involuntarios de su contrario, incluso de los presentes como testigos TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 24 - o público, optimizando la previsión de las acciones de su paciente, y que además pueda obtener esos datos de forma totalmente instintiva, lo que potencialmente reducirá temporalmente su respuesta sin ser consciente de ello. No obstante, ese aspecto del modificador de la reacción habrá de no tenerse en cuenta a la hora de hacer los cálculos, pues no será estable, estándar ni universal, por lo que no arrojará luz sobre el resultado del cálculo de la dimensión del medio. “A mayor reacción agente, menor diámetro común tendrá la dimensión del medio proporcional del paciente.” Modificador de la faz: “El modificador de la faz de un medio resulta ser la capacidad de un agente para expresar, fingir o disimular la intención de obra.” Este factor hará imprevisible la intención agente y con ello se creará una ventaja, pues podrá incluso inhabilitar la predicción paciente teniendo tan solo a su favor la posible reacción. La faz tendrá el poder de extender o contraer cualquier medio, poniendo así la dimensión de estos a merced y servicio del agente. Será este último quien habrá de discernir la faz a presentar para acomodar la dimensión del medio de proporción exactamente a su envergadura. También, sobre el medio proporcional, se podrá trabajar para asistir la ganancia o perdida de medio, dando lugar a poder estar seguro en la distancia de un medio de común herida, tan solo con una faz que haga creer al paciente que el agente aún está fuera del medio proporcional. “La incidencia del modificador de la faz del agente en la dimensión del medio dependerá de la percepción del paciente.” Este modificador de faz tendrá una muy subjetiva relevancia en la concepción absoluta de la dimensión de los medios. En parte, la influencia del modificador en el paciente dependerá de su sensibilidad ante lo expresado por el agente. “La faz tendrá una mayor incidencia en el diámetro común de la dimensión del medio de proporción y proporcional del paciente, cuanto mayor sea la eficiencia agente en la expresión y actuación de su faz, así como más sensible sea el paciente ante ello.” Modificador de movimiento: “El modificador de movimiento de un medio es la capacidad que tiene un determinado agente de desplazar por el espacio su masa o la de su arma, en un tiempo determinado, de forma eficiente y precisa, acorde a la intención.” Cuando se habla del modificador de movimiento, podría entenderse que nos referimos a la velocidad con la que se obra, mas no es totalmente así. Pueden existir ocasiones en las que sea preciso obrar con precisión, sin importar la fuerza, respetando una determinada trazada, y por ello, el movimiento habrá de ser entendido como la habilidad para actuar en perfecta concordancia con lo pretendido sin interferencia de eventos ajenos. Esto dará lugar a ventajas claras, pues los medios y su dimensión estarán sujetos a la velocidad con la que un tirador es capaz de desplazarse espacialmente por ellos. También serán condicionados por la soltura y acierto con el que obrará independientemente de la distancia a la que se encuentre. “El modificador de movimiento influirá en la dimensión del medio de manera directamente proporcional.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 25 - Entenderemos así, que el modificador de movimiento tendrá la posibilidad de relacionar directamente la capacidad y soltura de movimiento de un tirador o su arma con la distancia en el medio en que se obre. “Cuanto mayor sea la capacidad de movimiento de un agente, mayor el diámetro común, o sea, la distancia a la que comenzarán a concebirse los medios.” Este modificador de movimiento, en su máximo exponente, estudiará la velocidad y amplitud máxima de desplazamiento de un tirador entre dos puntos, ya sea de todo su conjunto o de una parte de su geometría particular. Valiéndose de este dato, el resto de los modificadores serán condicionados para entender la pérdida o ganancia en la longitud total del diámetro común sobre el que se concebirán las dimensiones de los medios. El medio dificultado será un condicionante a sumar a este modificador, dando nombre a la existencia de un firme o espacio que merme la capacidad de desplazamiento o tránsito de un individuo, de forma eventual y/o localizada. “A mayor potencial de movimiento agente, mayores medios propios y menor diámetro común tendrá la dimensión del medio proporcional del paciente.” El medio de proporción: El medio de proporción, ha sido descrito, en su concepción más fundamental, como el medio de mayor diámetro común, dentro de la distancia operativa y coincidente con los límites de esta. Medio de proporción: “El medio de proporción es conjunto de circunstancias que dan lugar a que dos tiradores posean potencial ejecutivo recíproco, teniendo plena posibilidad de reacción ante la intención opositora.” De manera práctica, el medio de proporción es: “Hablaremos de medio de proporción cuando estemos a una distancia en la que, únicamente con ayuda de un compás completo, podamos llevar a buen fin una obra ejecutiva.” Por tanto: “El medio de proporción podrá ser entendido como aquel medio que determina que será posible actuar con solvencia ante la obra del opositor, pese a estar interaccionando con este activamente.” Para que esto sea posible, se precisa de un valor orientativo sobre el que basar las modificaciones necesarias para determinar su dimensión. Dicho valor será la distancia del medio de proporción, o lo que es lo mismo: el diámetro común que ha de existir para que el medio de proporción se cumpla. La distancia espacial optima del medio de proporción (ΦN), al margen de la intención y obra de los individuos, será igual a la suma de la mitad de la envergadura de estos (θ/2), sumada a cada una de las cuerdas totales de las armas (Σ) y restadas las fracciones de estas que vayan de los pomos a la pinza de los asimentos de la mano más distal y armada de cada uno, llamadas cabos (ω), quedando las puntas de las hojas justo en contacto con la hoja opuesta. ΦN = [[(Aθ/2) + (Bθ/2)] + [(± 2Σ) - (±2ω)]] TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 26 - También puede entenderse de forma más elegante, como: “La distancia del medio de proporción será, aproximadamente, la suma de la mitad de las envergaduras, los emisores lucidos y las hojas reales”. ΦN = (Aθ/2) + (Bθ/2) + Aψ + Bψ + AΓ + BΓ La distancia resultante determinará la proporción necesaria para entender en el límite de un medio típico de proporción. De esta forma, siempre dispondremos de una distancia perfectamente acorde a la causa instrumental o arma propia y opositora, así como coherente con la anatomía de los tiradores involucrados. “El medio de proporción quedará estimado según las armas y anatomías de los tiradores.” La geometría entregada por el paciente es un aspecto crucial que se habrá de tener en cuenta en este medio, pues dependerá del conocimiento dimensional del arma ajena que podemos posicionar en un espacio virtual la punta de esta. Si esto fallase, el medio podría quedar extendido, dejando al agente fuera de su distancia operativa y a merced de la segunda intención paciente. O por otro lado, podría quedar un medio de proporción, que sin llegar a ser un medio de común herida por la distancia, se entendería como inseguro por la imposibilidad de reaccionar a la acción paciente en causa libre, más si cabe, si esta es obrada desde un conocimiento y concepción acertada de la proporción en la que se encuentra. - Con una distancia mayor a la de proporción, la distancia no es operativa. - Con una distancia menor a la de proporción, se da lugar a un medio proporcional.” En el medio de proporción, la interacción entre hojas no será posible de manera funcional, pues la longitud proyectada máxima de ambos tiradores tan solo conseguirá que las puntas agreguen eventualmente, sin tacto ni control alguno. No obstante, debido a la disparidad y potencial número de contextos que pueden condicionar este medio y su distancia dimensional, podemos entender, como ya apuntaba el Maestro Pacheco, que será con “la mucha práctica” que la estimación del medio se perfeccionará. “El medio de proporción será el comienzo de la potencia operativa del asalto, y por tanto, la distancia de medio más amplia en la que la interacción esgrimística es posible.” Distancia del medio real de proporción: La distancia real del medio de proporción es aquella distancia y condiciones en la que el contacto entre puntas de las hojas, con el extremo distal del tercio débil, tan solo es posible a la máxima extensión de la rectitud adelante, recta con rumbo recto. El medio real está determinado por la geometría implícita en las posibilidades de obra con un arma láser. O sea, que el medio real de proporción será aquel en que las condiciones propias de este se cumplan, con cierta independencia de la medida del diámetro común. El medio real de proporción es el punto de partida del asalto, contexto en el que ambos tiradores comenzarán a estar comprometidos por su oposición. Se puede entender por tanto, que la distancia del medio real de proporción es la aquella en la que los tiradores comienzan a interaccionar con sus armas, de una manera mínimamente funcional, quedando seguros frente a la obra opositora. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 27 - Con el medio real, estamos refiriéndonos, al medio que se entiende derivado de la geometría real y potencial dentro del diámetro común, ajustando este a los parámetros absolutos que definen un medio. Por ende, hacemos uso de la geometría emergente de la verdadera dimensión de la hoja real (Γ) y de la envergadura del agente (Aθ/2) La distancia del medio real de proporción será idealmente derivada del paralelismo entre el diámetro común y el diámetro común de la sencillez. De esta manera la posibilidad de llevar al máximo el extremo se tendrá en cuenta en el cálculo del medio. Distancia del medio aparente de proporción: La distancia aproximada aparente será la en que la agregación con el extremo distal del tercio débil es posible con la máxima extensión de la rectitud, sea cual sea la sencillez y rumbo de esta. El medio aparente de proporción puede definirse por ser aquel medio que solo posibilita la obra ejecutiva de un agente sobre un paciente mediante la obra de un compás completo. En el medio de proporción aparente, aquel que lo conciba tendrá la sensación de estar inmerso en las condiciones propias del medio de proporción, pese a no ser necesariamente así. Por tanto, la distancia del medio de proporción aparente no aportará la seguridad del medio de proporción real. Hablaríamos pues, de un medio que es percibido, como de proporción o proporcionado, sin necesidad de ajustarse a los parámetros que lo configurarían como tal simplemente teniendo en cuenta la geometría de la anatomía y las armas. Existirán unas premisas generales para establecer la existencia del medio de proporción, dando lugar con ello a la diferenciación clara entre dicho medio y cualquier otro. Premisas del medio de proporción: Primera premisa del medio de proporción: Que el radio ejecutivo de cada uno de los tiradores sea mayor que la que la extensión del segmento del arma, más el segmento de la rectitud, más la mitad de la envergadura, de uno de ellos, más la extensión máxima del medio compás de avance que pueda obrar este. Segunda premisa del medio de proporción: Que la interactuación de los segmentos de las armas no dará como resultado la potencial agregación sostenida, siendo el diámetro común de la sencillez, con ambas armas rectas, igual o mayor que la suma de ambos segmentos de las armas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 28 - El medio proporcional: “El medio proporcional es aquel conjunto de circunstancias que dan lugar a que un agente pueda alcanzar a herir a un paciente, si este no actúa ante ello.” Teniendo en cuenta la descripción fundamental del medio proporcional, se podrá entender geométricamente la distancia que interviene en su concepción, concretamente para la aplicación del concepto a la Esgrima Láser. Medio proporcional: “El medio proporcional emerge en el espacio de tránsito entre el medio de proporción, donde no hay acción ejecutiva funcional, y el medio proporcionado, donde si la hay asegurada.” Desde el punto de vista funcional, se puede entender que el medio proporcional se dará en aquella distancia en que sea posible el tocado, sin necesidad de obrar un compás completo por parte del agente. Esto es debido a que en la distancia menor al radio potencial del extremo agente, el paciente quedará expuesto, de no obrar en coherencia con la intención del agente. Será así pues sin obrar un compás completo, el cuerpo del agente tendrá un movimiento considerablemente rápido, que creará la posibilidad de que el paciente no pueda contravenir aquello que pretenda el agente. “El medio de proporcional se genera en una distancia en la que el agente tiene potencia dinámica y geométrica de alcanzar a tocar al paciente, sin obrar un compás completo.” La distancia del medio proporcional no será única, sino que será un intervalo entre la mínima y la máxima, que marcará donde las circunstancias que definen al medio se cumplen. “El medio proporcional de un tirador se podrá entender geométricamente como un intervalo espacial, con límites difusos.” Será en el medio proporcional donde surgirá el debate esgrimístico, pues al menos uno de los tiradores habrá de tener la posibilidad de obrar con suficiente solvencia como para que, si tenemos en cuenta únicamente la distancia física y diámetro común, quede en potencia de herir, y por tanto, poder considerar a su opositor dentro de su medio proporcional. “El agente deberá de disponer su objetivo ejecutivo dentro de su medio proporcional, evitando quedar él dentro del medio proporcional del paciente.” Para el agente, su medio proporcional, en su dimensión espacial mínima (ΦL), es igual a la distancia total del diámetro común en que las hojas quedan superpuestas y la punta de las hojas tocan la guarnición del opositor, presentando ambos una guardia recta con una rectitud adelante, totalmente extendida, sobre el plano superior y con la hoja paralela al plano horizontal. Y en su dimensión espacial máxima es igual a la mitad de la envergadura, la longitud total de la hoja real y el emisor lucido del agente, sumada a la mitad de la envergadura del paciente más dos tercios de la longitud total de su hoja, presentando ambos una guardia recta con una rectitud adelante, totalmente extendida, sobre el plano superior y con la hoja paralela al plano horizontal. No obstante, se ha de entender que esa proporción no ha de ser tomada como valor absoluto, sino, como orientación para delimitar la extensión del gradiente de fusión entre el medio de proporción, proporcional y de común herida. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 29 - Puede entenderse que: “La distancia menor que define la extensión del diámetro común en un medio proporcional es igual la mitad de la envergadura, la longitud total de la hoja real y el emisor lucido del agente, más la mitad de la envergadura y el emisor lucido del paciente.” AΦL = ± [Aθ/2 + Γ + ψ] + [Bθ/2 + ψ] Que también podría ser, entendiéndose la suma de la hoja real y el emisor lucido como la longitud del segmento del arma (Ξ): AΦL = ± [Aθ/2 + Ξ] + [Bθ/2 + ψ] “La distancia mayor que define la extensión del diámetro común en un medio proporcional será igual a la mitad de la envergadura, la longitud total de la hoja real y el emisor lucido del agente sumada a la mitad de la envergadura del paciente más dos tercios de la longitud total de su hoja.” [Aθ/2 + AΓ + ψ] + [Bθ/2 + 2(BΓ/3)] Por tanto: Que la distancia del medio proporcional estará comprendida entre: ± [Aθ/2 + Γ + ψ] + [Bθ/2 + ψ] y [Aθ/2 + AΓ + ψ] + [Bθ/2 + 2(BΓ/3)] Existirán unas premisas generales para establecer la existencia del medio proporcional, dando lugar con ello a la diferenciación clara entre dicho medio y cualquier otro. Premisas del medio proporcional: Primera premisa del medio proporcional: Que los segmentos de las armas tendrán posible interactuación, existiendo la potencial agregación. Segunda premisa del medio proporcional: Que el radio ejecutivo del agente, dueño del medio proporcional observado, tenga una longitud igual o menor que la extensión de su segmento del arma, más su segmento de la rectitud, más la mitad de su segmento superior, más la extensión máxima del medio compás de avance que pueda obrar. Es al estar implícita la geometría arrojada por el arma propia, el medio proporcional no es un valor absoluto aplicable de la misma manera para todos los tiradores implicados, puesto que existe la posibilidad de que ambas armas no presenten la misma cuerda o dimensiones en la hoja real, e igualmente, que existan condicionantes anatómicos en los tiradores que los diferencien entre sí. Este medio queda mesurado así, dado que habitualmente la parte más distal vulnerable de un tirador en guardia activa, será el emisor lucido de la guarnición, que por no estar protegido, es el primer elemento ejecutable que encuentra una hoja al estrechar el medio de proporción. “El emisor lucido del paciente será habitualmente lo que antes se introducirá en el medio proporcional agente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 30 - Para el eficiente tránsito y control por el proporcional, así como para la obra desde su sostenimiento, el agente usará la combinación de la rectitud y la posición de su torso, habilitándose así la posibilidad de introducirse en el medio o salir de él, sin la restricción o necesidad de obrar compases obligados y/o inestables, que comprometan un establecido control de la hoja paciente. Para optimizar esto, el agente habrá de situarse en el límite del medio proporcional paciente, en la zona de sombra, manteniéndose seguro a la par que potencialmente amenazante para su paciente, teniendo a este dentro del medio proporcional agente. Una vez el agente tenga la oportunidad geométrica, podrá introducirse más en el medio proporcional de su paciente, extendiendo su extremo por medio de la extensión de la rectitud y/o acción del torso, para facilitarse un diámetro particular y obtener el medio proporcionado. Esto deberá tener lugar desde un diámetro común que provea una distancia mínima, en la que la obra agente no deje a este expuesto a su paciente ni a la común herida, debiendo siempre de haber control del arma opositora. “El agente deberá situar su objetivo ejecutivo, normalmente la sencillez del paciente, en el límite máximo de su medio proporcional, estrechando y ampliando el medio gracias a la extensión del rumbo, a la acción de la rectitud y con la posición del cuerpo.” El radio del extremo potencial, estará asociado a la distancia del medio proporcional agente. Será así el punto más distal en que resulta o podrá resultará ejecutivo, por tanto, de manera estrictamente geométrica, marcará el límite del medio proporcional de dicho agente. No obstante, esto marcará tan solo la distancia, que habrá de ser conjugada con los modificadores de medio para entender la dimensión real del medio, y de esa manera comprender las posibilidades reales de que el paciente quede inmerso en el medio proporcional agente. “El medio proporcional agente quedará marcado, en su disposición más distal, por el radio del extremo que potencialmente pueda alcanzar dicho agente.” De esta manera, únicamente teniendo en cuenta la planta de un sujeto, se puede entender la potencialidad de su extremo, y con ello, la distancia aproximada de de su medio proporcional. - La distancia mínima del medio proporcional agente tenderá a darse cuando este disponga su segmento de planta perpendicular al diámetro común. - La distancia máxima del medio proporcional agente tenderá a darse cuando este disponga su segmento de planta paralelo al diámetro común y sobre este, con su hombro del lado armado adelantado. En la conjugación de la disposición entre agente y paciente, se podrá entender la extensión del diámetro común máxima del medio proporcional, que quedará marcada por la conjunción entre las posibilidades agentes y pacientes. De esa manera, cuando agente y paciente tengan el máximo extremo potencial, el diámetro común del medio proporcional de cada uno será el más largo posible. - La mínima distancia de los medios proporcionales de ambos implicados se dará cuando los segmentos de planta estén paralelos al diámetro común y sobre este. - La máxima distancia de los medios proporcionales de ambos implicados se dará cuando los segmentos de planta estén perpendiculares al diámetro común y paralelos entre sí. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 31 - Estratos del medio proporcional real: El medio proporcional tendrá una denominación particular dependiendo de la potencia de herir, obrar y sostenerlo en la que se encuentre aquel propietario del medio, sobre aquel que esté inmerso en él. Los estratos del medio proporcional: “Los estratos del medio proporcional real son cada una de las distancias y dimensiones posibles dentro de dicho medio, en la que cambiará la potencia de obra y naturaleza de la herida posible, tanto por la extensión del diámetro común como por las circunstancias particulares entre el agente, propietario del medio, y el objetivo ejecutivo ligado sobre el paciente que esté inmerso.” Es merecido señalar que los estratos del medio proporcional, en su distancia, han de ser entendidos como orientativos, pues serán los modificadores del medio aquello que darán verdadera dimensión a cada uno de estos. Dichos estratos, únicamente cuando sean entendidos como orientativos, estarán fuertemente ligados a la concepción aparente del medio. Así pues, será necesario un estudio profundo y un conocimiento pleno del opositor para la correcta y precisa ubicación en cada uno de los estratos. Existirán cuatro estratos del medio proporcional, que ordenados me mayor a menor por el diámetro común implícito en su dimensión, serán: Zona de Hawking o medio proporcional extendido: La zona de Hawking es el estrato de mayor distancia del medio proporcional. En este, la potencia de herir existe, únicamente y eventualmente, cuando la extensión del extremo de agente y paciente ocurre al unísono y de manera muy acentuada o total. No obstante, no existirá motivación alguna por parte de ninguno para obrar, pues pos sí solo, no tendrá posibilidad de alcanzar al contrario. En tal caso, de que agente y paciente obren la ejecutiva al unísono, se generará un muy posible medio de común herida. La premisa geométrica del medio proporcional, en la zona de Hawking, es que la distancia del medio proporcional sea igual a la suma de las mitades de las envergaduras de ambos tiradores, más su emisor lucido, más la hoja más corta implicada, más la extensión del medio compás más amplio que puedan obrar y la ganancia de recta que pueda generar el tumbado y/o perfilado de los cuerpos. De manera práctica, se puede entender que la zona de Hawking del medio proporcional puede coincidir, en su diámetro común, con la distancia del medio de proporción. Pese a ello, no debe confundirse la zona de Hawking con el medio de proporción, pues en este último se precisaría un compás completo de un tirador para la potencia de herir sobre su paciente. Por ello, la zona de Hawking resulta pertenecer al medio proporcional, puesto que de existir potencia de herir, se dará en la obra al unísono de agente o paciente, sin necesidad de que exista un compás completo por parte de ninguno. La causa de las armas será libre, pues no existirá posibilidad de sostener agregación o atajo en el principio. No obstante, en el particular del daito, el asimento más eficiente pasará a ser el simple, pues se magnificará el extremo, y con ello, la posibilidad remota y anecdótica de aprovechar el unísono de la acción paciente. “El objetivo ejecutivo más eficiente, desde el medio proporcional en la zona de Hawking, será el emisor lucido o la parte más distal de la sencillez paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 32 - La extensión del diámetro común en la zona de Hawking del medio proporcional estará comprendida aproximadamente: Desde: [Aθ/2 + AΓ] + [Bθ/2 + BΓ] Hasta: [Aθ/2 + AΓ] + [Bθ/2 + 2(BΓ/3)] La distancia del medio proporcional en la zona de Hawking queda condicionada a la obra y mutación de la afirmación, que con el movimiento de cabeceo, posibilitará la asistencia necesaria a la rectitud para entrar y salir del medio proporcional del opositor, y que sin ella, no será posible la acción, obra o éxito agente sobre el paciente que se mantenga dinámico. Esto puede dar lugar a que en la zona de Hawking se cree un medio de proporción aparente, entendiendo uno de los implicados que está ubicado en dicho medio, sin entender que su opositor tiene potencia de herir sobre él, si obra al unísono. Es importante, para comprender el estrato o zona en cuestión, que el medio de Hawking será un evento emergente de una obra inerte de ambos tiradores al unísono, lo que le da un carácter fugaz. Así pues, se habrá de concebir la zona de Hawking, del medio proporcional, como un punto desde el que comenzar a condicionar claramente la obra agente a la naturaleza de la posible obra paciente. Pese a su diámetro común extenso, nunca se usará este estrato como el punto del diámetro común en que comenzará un grado, pues la exposición a la obra ineficiente y comprometida del paciente estará implícita ya desde la dimensión del medio de proporción. Esto hará que un agente se vea constantemente amenazado por la obra de su paciente, si no está prevenido ante ella, desde el diámetro común de la zona de Hawking y desde aquel que sea ligeramente mayor. La ejecución desde este medio proporcional tan amplio generará un escaso ángulo y paso de ataque, y con ello, una exposición máxima a una coincidencia temporal entre la ejecutiva agente y paciente, por tanto, la común herida. Concretamente, en el diámetro común más extenso de la zona de Hawking, el ángulo de ataque de los segmentos de las armas, agente y paciente, será nulo, siendo determinante la ventaja de medio para la posibilidad de ejecución segura. Es posible estadísticamente que el intento ejecutivo de agente y paciente ocurra al unísono desde la distancia máxima del medio de Hawking, pese a no tener ninguno la certeza de alcanzar su objetivo. Si esto ocurre, y se diese el caso del éxito ejecutivo, ambos tiradores estarían con las cuerdas de sus armas totalmente paralelas, en un medio emergente de común herida. A esto se le llamaría: conclusión de túnel. Dicho nombre se debe a la existencia de una conclusión, en la que ninguno de los tiradores ha tenido que transitar por el medio proporcional. Algo que conecta directamente, como si de un túnel se tratase, a la dimensión del medio de proporción y del proporcionado. Se concluye que: “La zona de Hawking es el estrato más amplio posible de la dimensión del medio proporcional, donde la ejecución únicamente es posible cuando los extremos de agente y paciente se extiendan al unísono, y desde donde no existirá una exposición notable para aquel que obre de manera dispositiva.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 33 - Zona de sombra del medio proporcional: La zona de sombra del medio proporcional es el que de manera informal se entiende como el medio proporcional propiamente dicho. Es nombrado así debido a que el arma del agente, dueño del medio proporcional, puede generar una guardia cónica funcional ante el foco del paciente. El nombre resulta otra referencia astrofísica clara, con un paralelismo conveniente y evidente. Igualmente, por comodidad, se puede apelar a la zona de sombra como medio de sombra o estrato de sombra del medio proporcional. “La premisa geométrica, del medio proporcional en el estrato sombra, es que la distancia entre tiradores sea igual a la suma de la mitad de sus segmentos superiores, más los segmentos de la rectitudes, más la suma los segmentos de las armas, menos un tercio de la hoja más larga implicada. Siendo necesario que el diámetro común de la sencillez sea igual a la suma de los segmentos de las armas, menos un tercio de la hoja más larga de las implicadas.” En la zona de sombra, ya se está en la distancia con potencia de herir y sobre la que podrá aparecer la común herida, así pues se manifiesta geométricamente la necesidad de mantener el control pleno de la hoja paciente por medio de la agregación o atajo real o virtual. De lo contrario, la causa libre tendría potencia de herir y alcanzaría la sencillez de aquel paciente que esté inmerso en esta zona del medio proporcional agente. En este estrato, la tratativa y el antagonismo de intención comienzan a perder utilidad, siendo la geometría el principal recurso a usar para una obra eficiente. No obstante, la faz usada como recurso para extender la dimensión del medio, podrá facilitar la obra segura y minimizar la exposición durante la obra. Así mismo, la obra eficiente y elegante en la zona de sombra habrá de tener una intención dispositiva, pues será esta zona la que mantendrá habitualmente la amplitud necesaria para la obra de la oclusión dinámica radial y paralela, del atajo y de obras más complejas que necesiten de estas. Concretamente, de la zona de sombra y sus circunstancias emerge el concepto de atajo funcional. El atajo funcional tendrá lugar con las hojas agente y paciente parcialmente obtusas, con sus segmentos relativamente perpendiculares, y en contacto con el tercio débil, lo que dará como resultado que los tiradores puedan operar y actuar con el arma opositora controlada y agregada sin llegar a exponerse. Así pues, el diámetro común de la sencillez, en una agregación y atajo funcional den la zona de sombra, será igual o ligeramente menor a la suma de los segmentos de las armas, menos un tercio de la hoja más larga agregada. El objetivo ejecutivo natural de este estrato será la sencillez o guarnición paciente, siendo viable la supresión sin una exposición adicional. Lo anteriormente mencionado lleva a entender que la zona de sombra del medio proporcional es el medio desde el que más eficiente resultará obrar con intención dispositiva, donde el control del arma paciente es posible y necesario. La extensión del diámetro común en la zona de sombra del medio proporcional estará comprendida aproximadamente: Desde: [Aθ/2 + AΓ + ψ] + [Bθ/2 + 2(BΓ/3)] Hasta: [Aθ/2 + AΓ + ψ] + [Bθ/2 + ψ] TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 34 - Se concluye que: “La zona de sombra es el estrato más funcional del medio proporcional, desde donde obrar con cualquier intención se hace viable y en el que el debate alcanza su máxima relevancia.” Horizonte de sucesos o eventos del medio proporcional: El horizonte de sucesos del medio proporcional es aquella dimensión, del medio proporcional, por la que un agente puede transitar para alcanzar un medio proporcionado, donde se genera una geometría en la que de no obtenerse el éxito, el paciente podrá ejecutar sobre el agente. El agente, en el horizonte de sucesos o eventos del medio proporcional, estará claramente en un constante medio de potencial común herida, dependiendo esto de la geometría de su causa instrumental. Para poder ser sostenido, habrá de tener constante control de la hoja paciente, con un atajo en su fase disposición o de sujeción, configurado para mantener un medio proporcional del que apropiarse. La lógica geométrica apunta a que el medio de común herida, en el horizonte de eventos del medio proporcional, se dará cuando las hojas estén paralelas o puedan estarlo dentro de esa distancia de medio. Por tanto, dado que en el horizonte de sucesos existen muchas partes vulnerables del agente dentro del medio proporcional paciente, este último podrá ligar su intención a otro objetivo ejecutivo distinto a la sencillez del paciente, generando con ello que las hojas puedan quedar paralelas, que el agente no tenga el control del la hoja paciente, y que tanto uno como otro, obren en causa libre. En el horizonte de eventos, el diámetro común de la sencillez no puede ser ampliado lo suficiente para salir de la común herida mediante las rectitudes radiales opuestas al paciente. Por tanto, por mucho que se aleje la sencillez agente de la paciente, siempre se estará en común herida, ya sea con objetivo a la sencillez o al cuerpo del contrario. La potencia de herida y el posible ligamento del objetivo ejecutivo alcanzan al torso y cabeza del paciente, pues ya no será viable geométricamente la retirada de los medios o la ruptura de cualquiera de los implicados. Esta posibilidad de retirarse del medio resultará altamente ineficiente, generando inevitablemente una exposición superlativa. Se debe a la constante necesidad de control de la hoja paciente, en su fase de sujeción, para la estancia y sostenimiento del medio en su horizonte de sucesos. Esto hará que el error o cese del el atajo, una demora, o la falta de extensión en la obra de los compases extraños deje al agente durante su ruptura a merced del paciente. La distancia del diámetro común en el horizonte de eventos del medio proporcional (diámetro de Schwarzschild) estará comprendida aproximadamente: Desde: [Aθ/2 + AΓ + ψ] + [Bθ/2 + ψ] Hasta: [Aθ/2 + (AΓ/3)] + [Bθ/2 + ψ] Por la dimensión del medio en esta distancia, el encordado se hará sumamente sencillo para el paciente, así como la supresión o ejecución guiada por el atajo. Además, el reparo obrado únicamente con intención dispositiva, ganará desde este estrato una considerable carga ejecutiva exclusivamente por su disposición geométrica del rumbo. En esencia, en el diámetro común típico del horizonte de sucesos del medio proporcional, no será posible reparar con seguridad, como tampoco lo será atajar en disposición sin constante acción del arma y sencillez agente. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 35 - “La premisa geométrica del medio proporcional, en el estrato del horizonte de sucesos, es que la distancia entre los tiradores sea menor que la suma de la mitad de sus envergaduras, más el segmento del arma del agente, más el emisor lucido paciente.” Diámetro de Schwarzschild: El diámetro de Schwarzschild es la medida del diámetro común en el momento en que tiene lugar la génesis de un horizonte de eventos, según la configuración general del medio proporcional. El horizonte de eventos será un estrato, de la dimensión del medio proporcional, que deberá de usarse únicamente como tránsito entre la zona de sombra y el medio proporcionado, lo que implicará la acometida de ejecución obligatoria para asegurar la viabilidad de la frase de armas. Se concluye que: “El horizonte de eventos será aquel estrato del medio proporcional del que no será posible retirarse y el único capaz de hacer viable la ejecución capital o solar.” Singularidad del medio proporcional: “La singularidad del medio proporcional será ese estrato en que la técnica esgrimística deja de ser funcional, puesto que las dimensiones geométricas y/o dinámicas del medio están fuera de las proporciones coherentes con la causa instrumental.” En la singularidad del medio proporcional, la obra será altamente ineficiente, resultando este, única e indiscutiblemente, un estrato a evitar, o como mucho, por el que transitar hasta obtener un medio proporcionado. Además, cualquier objetivo ejecutivo posible es perfectamente alcanzable desde el horizonte de eventos, lo que convertirá a la estancia o tránsito por la singularidad en un ejercicio irreflexivo, ineficiente e inerte. “La premisa geométrica del medio proporcional, en su singularidad, es que la distancia entre los tiradores no haga viable y/o segura la obra con los segmentos de las armas de ninguno de ellos.” Una vez esté un agente inmerso en la singularidad, no tendrá control alguno sobre las circunstancias que acontecerán. Así pues, no habrá manera de alcanzar la singularidad sin extremar la exposición y compromiso técnico, dado que no existirá manera geométricamente viable para transitar desde el horizonte de eventos hasta ella, pues la mera existencia de un arma ignita, independientemente de su ubicación o propiedad, ya hace superlativa la exposición a la ejecución o autolisis. La distancia del diámetro común en la singularidad del medio proporcional estará comprendida: Desde: [Aθ/2 + (AΓ/3)] + [Bθ/2 + ψ] Hasta: [Aθ/2 + ψ)] + [Bθ/2 + ψ] TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 36 - Se concluye que: “La singularidad del medio proporcional es el estrato más estrecho de su dimensión posible, en el que no se tendrá control alguno de la obra o de la entropía, por el que no será viable transitar y donde no se podrá obrar sostenimiento o retirada alguna sin la ejecución propia y/u opositora.” Aclaración sobre la singularidad esgrimística: “La singularidad esgrimística es aquel conjunto de circunstancias donde la técnica, estrictamente esgrimística, no puede aportar una resolución a lo acontecido haciendo uso de su causa instrumental.” El medio de común herida: “El medio de común herida es aquella situación geométrica y dinámica en que emerge la potencia o hecho de que agente y paciente se hieran mutuamente.” Teniendo en cuenta únicamente el diámetro común, el medio de común herida responde a una distancia igual o menor al diámetro común implícito en el medio proporcional, salvo que en este caso, ambos tiradores han de tener potencia de herir. El medio de común herida (H), desde el punto de vista espacial, concretamente en su diámetro (ΦH), es igual a la distancia total del diámetro común, cuando ambas hojas implicadas tienen la posibilidad de hacer contacto con la parte más distal posible de su oposición, estando los implicados presentando una guardia recta con una rectitud adelante, totalmente extendida, sobre el plano superior y con la hoja paralela al plano inferior u horizontal. Premisas del medio de común herida: Primera premisa del medio de común herida: “Que ambas armas implicadas queden en potencia de estar en el diámetro del objetivo ejecutivo de su usuario.” Segunda premisa del medio de común herida: “Que ambos segmentos de las armas sean o puedan ser mayores que los diámetros de los objetivos ejecutivos.” En una síntesis práctica: “El medio de común herida emergerá comúnmente cuando los segmentos de las armas queden o puedan quedar paralelos, con la sencillez de ambos tiradores a una distancia potencialmente menor a la longitud del segmento del arma del opositor.” El diámetro de común herida será aquel en que ambos tiradores estén a la vez dentro del medio proporcional de su opositor, y por tanto, en potencia de herir y ser heridos. Diámetro común y distancia del medio de la potencial común herida: ΦH ≤ ΦL - VM DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 37 - Se puede entender que este medio de común herida es el momento y circunstancias en que ambos medios proporcionales, de agente y paciente, se superponen quedando en igual potencia de medio proporcionado. “El medio de común herida surgirá en un diámetro común, de extensión reducida a una distancia donde la acción ejecutiva es posible para agente y paciente, manteniendo ambos el foco en el contrario.” Esta particular medida del medio de “potencial” herida común, hace que se vuelva a tener en cuenta al medio en cuestión como un concepto común e idéntico para ambos tiradores, pues parte de él representa un diámetro espacial concreto y mesurable en un momento del tiempo. “El medio de común herida puede tener lugar como potencia de herida mutua o como el hecho de que ambos tiradores se hieran a la vez.” Tal y como ya se ha mencionado, desde el punto de vista geométrico, el medio de común herida emerge de aquella configuración del medio proporcional en las que los segmentos de las armas, de similares dimensiones, están o pueden estar paralelos, pues agente y paciente quedan amenazados, en su sencillez u otra parte del cuerpo, por la hoja del opositor. Así pues, la peligrosidad y exposición implícita en un debate, dentro del medio de común herida o en el horizonte de eventos del proporcional, se debe a la dificultad de extender un medio ya ceñido, así como a la imposibilidad de prever la posición del arma opositora que ya está en potencia de herir. Además, en caso de ser el poseedor de la ventaja de medio, el agente que llegue a un medio de común herida, denota la ineficiencia de haber transitado por el medio proporcional paciente, sin haber ejecutado desde la mayor distancia posible y disponible para dicho agente, y por ende, haber obviado la premisa de refugiarse en el potencial dispositivo de la hoja propia, para mantener el medio proporcionado lo más amplio posible. “Cuando se alcanza un medio de común herida, no se ha tenido o se ha perdido el control del paciente o su arma.” Por ello será necesaria la constante contraposición antagónica geométrica en la disposición del arma agente respecto a la de su paciente, pues será esta acción la que permitirá al tirador mantenerse ajeno a la voluntad ejecutiva de su opositor. Dicho antagonismo se centrará en la disposición secante o relativamente perpendicular de las hojas, generando con ello un medio desde el que poder obrar proactivamente y responder reactivamente al intento ejecutivo del paciente. Para ello, la agregación será fundamental, aumentando la reacción de los tiradores, haciendo que el medio de común herida sea más estrecho en su dimensión. Igualmente se precisará que esta agregación esté generada desde el estrato de sombra del medio proporcional, de lo contrario, ya se estará en el medio de común herida. “Para sortear el medio de común herida habrá de tenerse en cuenta tanto la potencia propia de herir, evitando la del opositor.” La ventaja real dará al agente que la posea la posibilidad geométrica de quedar con su arma paralela a la paciente, sin que aparezca el medio de común herida. Esto será así al tener el agente la hoja real más larga que la paciente, lo que hará que cuando las armas se encuentren paralelas, sea el agente el que posea una mayor posibilidad de herir al paciente, o en todo caso, generar la ejecutiva en primer lugar. “Si la ventaja real es suficiente, el medio de común herida no surgirá al quedar las hojas paralelas, sino que aparecerá el medio proporcionado para aquel que posea la mayor ventaja real.” No se entenderá la ventaja de medio como un recurso que justifique el uso del medio de común herida como un elemento para facilitar la disposición del paciente o defensa propia del agente, pues será constante la necesidad de control dinámico del arma paciente para atribuir utilidad a la obra desde el medio de común herida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 38 - Así pues, se puede entender: “Que un agente entre dentro de la distancia del medio de común herida ha de ser justificado por la necesidad de culminar de la obra ejecutiva y siempre con el pleno control de la hoja paciente, evitando que las hojas queden paralelas entre sí.” De la misma forma que: “Que la ventaja de medio será tenida en cuenta para la concepción de la dimensión del medio, y nunca para justificar el sostenimiento de un medio de común herida.” El medio particular: El medio particular (R), exclusivamente en su dimensión espacial, es aquel espacio por el cual resulta factible el tránsito de alguna parte vulnerable del tirador durante el transcurso de su obra. “En un entorno tridimensional, la extensión del medio particular se puede entender como un esferoide en el que puede ser posible que esté ubicada alguna parte del agente.” Los límites del medio proporcional no estarán claramente definidos, dada la imposibilidad de predecir la ubicación exacta de la anatomía del sujeto del que se está midiendo dicho medio. “El medio particular será una nube de probabilidad alrededor del agente, en la que podrá estar situada una parte vulnerable de este, reduciéndose la posibilidad de esto en proporción a la distancia desde el centro de masas.” En el centro del medio particular siempre habrá partes vulnerables del agente, mientras que en la periferia disminuirán las probabilidades de que se ubiquen esas partes vulnerables. La mayor probabilidad de hallar partes vulnerables se centrarán en la parte anterior del plano vertical, concretamente en el cono formado desde el extremo hábil del segmento superior. Mientras que la menor probabilidad estará localizada en la parte posterior del plano vertical, por encima del plano coronal. “El medio particular es considerablemente dinámico y, por ende, se ha de entender como una expresión espacial de la vulnerabilidad potencial del usuario.” El radio del esferoide del medio particular, en su paralelismo con el diámetro común, será igual al medio proporcional menos la hoja agente. Este radio partirá del centro de masas del tirador. Extensión del radio del medio particular: AR/2 = AL – AΓ El diámetro del medio particular será la amplitud total del esferoide en que una parte vulnerable del agente puede estar ubicada, siempre con circuncentro en su centro de masas. Extensión total del medio particular: AR = 2[AL – AΓ] DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 39 - “La extensión del medio particular, será un esferoide con diámetro igual a dos veces la diferencia entre el diámetro del medio proporcional agente y la hoja de este, estando el circuncentro generado sobre el centro de masas.” Haciendo referencia al medio particular del agente, su geometría proyectada sobre el plano inferior puede ser entendida como la circunferencia, con diámetro paralelo al diámetro común o sobre él, con centro en el punto medio entre la posición más próxima al paciente y más alejada de él de cualquier parte vulnerable del agente. Normalmente, al presentar una planta estable, el centro de la proyección del medio particular coincidirá con el centro de masas, y a su vez, con la mediatriz de planta. Una hoja se puede considerar con potencial ejecutivo una vez que esté dentro del espacio de un medio particular, sea este medio del agente o del paciente. Es debido esto a que solo quedaría para la culminación y éxito de la ejecución, que el opositor obre transitando y coincidiendo en espacio y tiempo con la trazada de la hoja o cuerpo agente, o que la hoja de este mismo toque a su propio usuario. Habrá de tener en cuenta, por tanto, el potencial autoejecutivo del arma portada. “Una hoja comenzará a tener potencial ejecutivo cuando se encuentre dentro de un medio particular.” Esta condición del medio particular, que refleja el potencial autolítico además de la posibilidad ejecutiva paciente, determinará la viabilidad de la disposición distal de la hoja en el medio y justificará parte de los antagonismos geométricos y de intención, así como la geometría de las guardias. “La hoja deberá de quedar separada del cuerpo, evitando el peligro de herir a su usuario o exponerlo a los efectos termodinámicos.” Cuando el medio proporcional agente está dentro del medio particular paciente, dicho paciente estará amenazado. Por tanto, un tirador agente deberá de mantener su medio proporcional al límite del medio particular de su opositor paciente, siendo el agente aquel que decida la inmersión de manera consciente y proactiva, dando lugar a una obra con coherencia y seguridad. “La hoja agente deberá de quedar fuera de su medio particular y pretender la inmersión en el medio particular del paciente, ganando con ello la potencia de herir.” El medio proporcionado: El medio proporcionado es aquel conjunto de circunstancias que determinan que únicamente el agente tiene la potencia de herir, por tanto, posee la propiedad del medio, mientras el paciente ha perdido totalmente el control de dicho contexto, quedando a merced de la intención ejecutiva agente. “Un medio será proporcionado para el agente cuando únicamente este tenga la potencia de herir.” Adicionalmente, un medio proporcionado también se entenderá como el momento y circunstancias en que el agente pueda obrar sobre el paciente sin que este pueda evitar de ninguna manera dicha obra. No obstante, en tal caso, la obra debería de tener carácter ejecutivo, pues si no puede evitarse por parte del paciente, será la manera más eficiente técnicamente de dar conclusión al asalto. “El medio proporcionado tendrá lugar cuando el agente tenga el control de las circunstancias que intervienen, dando lugar a que únicamente él esté en potencia de herir y/u obrar con absoluta seguridad.” Se entenderá, por imposición geométrica, que el medio proporcionado agente emergerá siempre dentro de la dimensión del medio proporcional de dicho agente, por ser un conjunto de circunstancias donde ya es seguro el éxito de la obra ejecutiva, sin compás completo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 40 - Para que el agente pueda tener pleno control sobre el paciente, el medio proporcionado habrá de cumplir dos premisas, con las que se dará lugar a él de la manera más segura y eficiente: Premisas del medio proporcionado: Primera premisa del medio proporcionado: “Que el foco del paciente quede desfasado del diámetro común, mientras que el foco del agente queda sobre él.” Esto tendrá lugar mediante la triangulación sobre el plano inferior. Segunda premisa del medio proporcionado: “Que la hoja del agente esté o quede en potencia de estar sobre el diámetro común de la sencillez o del objetivo ejecutivo, siendo o pudiendo ser este menor que el segmento del arma agente, mientras que la hoja del paciente ni está, ni queda en potencia de estar sobre el diámetro común de la sencillez o del objetivo ejecutivo.” Esto tendrá lugar mediante la triangulación ejecutiva. A la forma geométrica y dinámicamente más eficiente de generar un medio proporcionado, se le llamará medio proporcionado exterior. Esto se debe a que el medio proporcionado exterior tendrá como objetivo ejecutivo la sencillez del paciente, que normalmente estará situada en la periferia del medio particular de dicho paciente. Medio proporcionado exterior: “El medio proporcionado más eficiente será el exterior, siendo aquel en que el agente quede con su foco sobre el diámetro común y con el rumbo de su arma sobre el diámetro común de la sencillez, siendo este menor que su segmento del arma, mientras el paciente está con su foco desfasado del diámetro común y con su arma desfasada y sin potencia de estar sobre el diámetro común de la sencillez.” Será ideal que el medio proporcionado sea generado por el agente complementando la triangulación sobre el plano inferior y la triangulación ejecutiva, pues la preparación de la obra, así como su continuación, serán más eficientes, aumentando el potencial de éxito. No obstante, el medio proporcionado propio o transferido podrá generarse únicamente con el tránsito del centro de masas del agente, mediante la triangulación sobre el plano inferior. Igualmente, podrá ser producto único de la triangulación ejecutiva, con la única acción y obra de la rectitud. La distancia del medio proporcionado, ya sea propio, apropiado o transferido, no puede ser determinada con exactitud por la extensión espacial del diámetro particular, por estar este sujeto y condicionado a la naturaleza y objetivo de la acción ejecutiva con la que se obtenga o pretenda. “El diámetro común en que surgirá el medio proporcionado será siempre dependiente de lo acontecido.” No obstante, sí se puede entender que el diámetro particular óptimo será siempre el que permita ejecutar con la menor exposición y compromiso técnico propio, por tanto, el más amplio posible. O sea, que se ganará eficiencia en la obra conforme se incremente la medida del radio del extremo del agente en el momento de pretender u obtener el medio proporcionado. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 41 - “Cuando mayor sea el diámetro común en un medio proporcionado, mayor posibilidad de mantener la integridad tendrá el agente.” La distancia del medio proporcionado, en su máxima distancia, será igual a la longitud total de la cuerda del arma, más la mitad de la envergadura del agente, más la mitad de la envergadura del paciente. Φop máximo (Diámetro común del medio proporcionado propio máximo) Φoa máximo (Diámetro común del medio proporcionado apropiado máximo) Φot máximo (Diámetro común del medio proporcionado transferido máximo) = ± [Aθ/2 + Σ] + [Bθ/2 + ψ] La distancia del medio proporcionado en su mínima distancia será igual a la longitud total de la longitud proyectada del arma agente. Φop mínimo (Diámetro común del medio proporcionado propio mínimo) Φoa mínimo (Diámetro común del medio proporcionado apropiado mínimo) Φot mínimo (Diámetro común del medio proporcionado transferido mínimo) = ± AΓP Es importante aclarar, para facilitar la comprensión de los gradientes de fusión entre medios, que la medida de la longitud máxima que podría tener el diámetro común, en un medio proporcionado, será igual al diámetro común del medio de proporcional real. El objetivo ejecutivo no tiene que ser obligadamente la sencillez del paciente, por tanto, existe una variante de medio proporcionado, llamada medio proporcionado interior, que pese a ser funcional, resultará menos eficiente. Esto se debe a que el objetivo ejecutivo del agente será distinto que la sencillez del paciente, lo que complicará sustancialmente la obra, tanto por las implicaciones geométricas como dinámicas. Medio proporcionado interior: “En el medio proporcionado interior, el agente queda con su foco sobre el diámetro común y con su arma sobre un diámetro del objetivo ejecutivo, que sea distinto a la sencillez del paciente, mientras que el paciente está con su foco desfasado del diámetro común y su arma desfasada y sin potencia de quedar ni sobre el diámetro común de la sencillez ni sobre el diámetro del objetivo ejecutivo del agente.” Estratos del medio proporcionado: El medio proporcionado dispondrá de estratos basados en la distancia entre medios particulares en el momento del éxito ejecutivo, así como en matices implícitos en la geometría propia de dicho medio. No obstante, a priori, no será posible hacer una distinción clara y universalizada entre ellos, más allá de su enlace con los estratos del medio proporcional. Será el estrato del medio proporcional, desde el que se obtenga el éxito ejecutivo, aquello que dará nombre al estrato del medio proporcionado que exista. Se concluye que: “Los estratos del medio proporcionado son codependientes de la dimensión del medio proporcional y la extensión del diámetro común en el momento del éxito de la ejecutiva.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 42 - Cuando un medio proporcionado propio, apropiado o transferido, se obtiene desde un medio proporcional en su zona de sombra, será coherente con la lógica ejecutiva. Por tanto, quedará determinado que dicho medio es un medio proporcionado natural. Medio proporcionado natural: “El medio proporcionado natural es aquel que tiene lugar desde un medio proporcional, en una distancia y/o dimensión del medio de sombra, con un tránsito por el horizonte de sucesos exitoso y sin que emerja el fenómeno de Damocles.” Existirá la posibilidad de que un medio proporcionado tenga lugar en una dimensión en que el agente quede expuesto, en el momento del éxito de su ejecutiva o tras ello. Esto dependerá del fenómeno de Damocles, siendo necesario proteger al agente de las potenciales consecuencias de su éxito en la obra, haciendo que este siempre deba obrar sin exposición técnica, o con la mínima posible. Con esto emergerá el medio proporcionado de Damocles, que será aquel medio del que el agente obtiene la propiedad quedando comprometido. Medio proporcionado de Damocles: “El medio proporcionado de Damocles será aquel que exista dejando comprometido al agente que ha adquirido su propiedad.” Premisa del medio proporcionado de Damocles: “El agente estará en un medio de Damocles cuando, una vez se proporciona el medio, queda expuesto a la ejecutiva por parte del arma opositora, tanto por acción como por defecto de esta por parte del paciente.” Si se obtiene el medio proporcionado, desde la singularidad de un medio proporcional, se entiende que se ha obrado más allá de las posibilidades estrictamente geométricas y dependientes del ejercicio exclusivo de la esgrima. A este fenómeno posible y poco probable se le llama conclusión de Alcubierre. Conclusión de Alcubierre: “Obra o acción ejecutiva exitosa desde la singularidad de un medio proporcional.” Así mismo, desde el estrato más extenso de los medios, también existirá la posibilidad ejecutiva, condicionada a la obra y acción ejecutiva mutua, en un mismo momento del tiempo, sobre un rumbo coincidente, con los planos de ítalo y planos primarios coincidentes. Efecto túnel o conclusión de túnel: “Se llamará conclusión de túnel o efecto túnel a la ejecución eventual, desde el medio de proporción en su zona de Hawking, de la que han de participar ambos tiradores implicados en el diámetro común, al unísono, con su acción ejecutiva proactiva e ineficiente.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 43 - El medio proporcionado según la sintaxis y eventos de la frase de armas: Un medio proporcionado puede ser concebido y/o catalogado según el orden de los eventos que den lugar a él. Para ello se tendrán en cuenta las obras dentro de la frase de armas de la que emergerá el medio proporcionado en cuestión. Medio proporcionado propio: “El medio proporcionado resultará ser propio cuando es el agente propietario quién con su obra dispositiva y/o ejecutiva obtiene la propiedad, de manera directa y proactiva.” El medio proporcionado propio tendrá lugar de manera directa, sin dar oportunidad y/o posibilidad al paciente a obrar en contra del agente, y con ello, evitar que este que apodere del medio. Una formulación sintáctica típica de una frase de armas con resultado de un medio proporcionado propio, será: Obra dispositiva agente - Lance agente. Medio proporcionado apropiado: “El medio proporcionado apropiado es el resultado de un error por parte del paciente, que en su contra, ha entrado en el medio proporcional y/o proporcionado del agente.” Será complejo establecer exactamente el punto del espacio y las condiciones geométricas en que un individuo entrará en el medio proporcional de su opositor, dado que la distancia y el límite del medio proporcional habrá de ser sobrentendido de la correcta concepción de su dimensión. Por ello, existe la posibilidad de que un paciente se posicione en una distancia o dimensión de medio en la que se crea seguro, entendiendo que está en un medio de proporción. También puede entender que está en posesión de la propiedad del medio en un momento concreto del tiempo. Así pues, el agente, ante el error paciente obrará la ejecutiva sobre el paciente, aprovechando el error de cálculo de este último. Por norma, el agente se apropiará el medio ante el fracaso de una obra ejecutiva paciente, en el que este último pierde la posibilidad de transferir el medio. Una fórmula sintáctica de frase de armas típica con resultado de un medio proporcionado apropiado, será: Obra dispositiva agente - Obra ejecutiva paciente - Lance agente. Medio proporcionado transferido: “El medio proporcional transferido tiene lugar en el intercambio de la propiedad del medio, concretamente cuando un paciente propietario pierde la propiedad del medio por efecto de una obra dispositiva del agente.” El medio transferido tiene su génesis en el cambio de la propiedad de este, alternando e invirtiendo las posibilidades de herir sin ser herido. Normalmente, cuando un medio está siendo potencial propiedad de un paciente, este tenderá a obrar una ejecutiva, pretendiendo, entendiendo y asumiendo haber puesto al TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 44 - agente en desventaja previa. Será ese el momento en que el agente, con una obra dispositiva, cambiará la propiedad del medio, transfiriéndola, proporcionándoselo o quedando en clara ventaja geométrica, dinámica o intencional. Las oclusiones dinámicas radiales serán una obra típicamente ligada a la transferencia del medio, pues poseerán un potencial ejecutivo basado en la respuesta agente ante obra de un paciente que pretende la ejecutiva. Una formula sintáctica típica de una frase de armas con resultado de un medio proporcionado transferido será: Obra dispositiva paciente - Lance paciente -Obra dispositiva agente -Lance agente. Ventaja de medio y ventaja real: Para el correcto cálculo del medio de común herida y la dimensión de cualquier otro medio, ya sea en el plano teórico como práctico, se habrá de tener en cuenta la diferencia entre la amplitud radial de los medios proporcionales, tanto agente como paciente. Este resto de la diferencia radial tendrá dos comprensiones distintas, pudiendo ser llamado ventaja de medio (VM) o ventaja real (VR), dependiendo de los aspectos tenidos en cuenta. De manera generar cualquier ventaja será entendida y aplicadas de modo positivo para aquel que posea el medio proporcional más extenso. Ventaja de medio: “La ventaja de medio es la diferencia entre la suma de la mitad del segmento superior, el segmento de la rectitud y el segmento del arma, de agente y paciente.” Ventaja de medio: VM = (Aθ/2 + AΓ + Aψ) - (Bθ/2 + BΓ + Bψ) Que también podrá entenderse como la diferencia entre la suma de la mitad de la envergadura, la hoja real y el emisor lucido de agente y paciente. O sea, la diferencia entre los radios del extremo cuando los ángulos de extensión de la rectitud agente y paciente sean llanos. La ventaja de medio dicta que: “Un agente en ventaja de medio podrá ejecutar sobre la anatomía del paciente, desde una distancia mayor de la que el paciente podrá ejecutar sobre la anatomía del agente.” Adicionalmente existirá la ventaja real, que será aquella diferencia entre la longitud de la hoja real del agente y la hoja real del paciente, haciendo que el que mayor hoja posea, mayor facilidad real tendrá para ejecutar sobre cualquier punto vulnerable de su opositor, incluyendo la guarnición. Ventaja real: “La ventaja real es la diferencia entre la longitud de la hoja real de agente y paciente.” Ventaja real: VR = (AΓ) – (BΓ) DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 45 - La ventaja real dicta que: “Un agente en ventaja real podrá ejecutar sobre la anatomía y guarnición del paciente, desde una distancia mayor de la que el paciente podrá ejecutar sobre cualquier parte vulnerable del agente.” La ventaja real tendrá una mayor incidencia en la propiedad del medio, pues será un elemento que facilitará la obra para aquel que esté en dicha ventaja. No obstante, la ventaja de medio hará que sea mayor el extremo de aquel que se encuentre en ella, y por tanto, que posea mayor radio potencial del extremo, lo que facilitará la ubicación del arma en un punto más distal, cosa que le atribuirá un mayor medio particular. “La ventaja real tendrá una mayor importancia en la propiedad del medio, mientras que la ventaja de medio dará lugar a un mayor medio particular y potencia de extremo.” Modificadores adversarios del medio: De manera natural, cada una de los modificadores del medio actuará como antagonista de otro modificador, pues los aspectos implicados en su creación serán los mismos presentes en la concepción de su modificador adversario. Modificador adversario: “Modificador de medio que influye directamente en la concepción, funcionalidad y dimensión arrojada por otro modificador.” Esto quiere decir que cuando un paciente hace gala de un modificador de medio, y el agente es consciente de ello, este último tendrá la opción de enfatizar y centrar su esfuerzo en un modificador adversario para contrarrestar a su paciente y modificar la dimensión de su medio. También existirá influencia adversaria sin la consciencia del individuo usuario, pues habrá estímulos que serán espontáneamente contrarrestados por el opositor. Se entenderá, por tanto, que existirán dos grupos adversarios: el de la predicción y la faz, de índole psicológica, y el de la reacción y movimiento, de índole física y/o fisiológica. Esto no elimina la posibilidad de que otros modificadores interaccionen entre sí opositándose, pues dependerá en gran medida del recurso usado y del contexto en que tenga lugar el evento. Predicción - Faz: Cuando se haga uso de la predicción, y con ella se pretenda la modificación consciente o inconsciente del medio, será la faz aquella que dificultará dicha predicción. Por tanto, esta última tendrá la posibilidad de anular o minimizar la modificación del medio que pueda generar dicha predicción. De esta manera, será por la adopción y expresión de una faz concreta, por parte del agente, que el paciente tendrá una dificultad añadida para prevenir su obra e intención. Esto mismo puede suceder de modo inverso, siendo la previsión agente aquella que inhabilite o minimice la faz que pueda expresar el paciente. La adversidad entre el modificador de predicción y el de la faz estará sustentada en factores psicológicos conscientes y subconscientes, siendo la observación, cognición y la capacidad de aplicar esta al asalto, aquello que condicionará la funcionalidad de los modificadores. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 46 - Reacción - Movimiento: En el caso del modificador de reacción, su antagonista será el movimiento, pues la presteza con la que se obre disminuirá el tiempo en que una respuesta será efectiva. Esto marcará que cuanto mayor sea la capacidad y velocidad de reacción de un agente y, por ende, mayor la dimensión de su medio basado en ello, mayor habrá de ser la velocidad y precisión del movimiento paciente para poder contrarrestar dicha reacción. De la misma manera, cuanta más capacidad de movimiento tenga un agente, mayor será la necesidad de reacción que deberá poseer un paciente para mantener la dimensión del medio. Este fenómeno adversario entre los modificadores de reacción y movimiento tendrá un origen plenamente físico y fisiológico, al estar sujeto a los reflejos y a la capacidad fisiológica psicomotriz, neuromuscular y locomotora de los tiradores, que posibilitará el desplazamiento de las masas en el espacio. Inmersión en el medio: “La inmersión en un medio consiste en realizar una entrada segura y decidida en una determinada distancia o dimensión menor del medio, así como transitar de igual forma a un medio de menor diámetro común.” Será necesario remarcar que un medio no es solo una distancia física, sino un conjunto de circunstancias y posibilidades, donde la distancia será la principal, mas no la única. “La inmersión en un medio es dar lugar y agenciar de manera segura las circunstancias que determinan la naturaleza de dicho medio.” Para sumergirse en un medio de forma segura habrá de ostentarse la propiedad del medio en el momento del tránsito. Será necesario diferenciar la inmersión de una entrada en el medio. La inmersión es la pretensión de introducirse en un medio teniendo el control de este, mientras se produce el tránsito. Por otro lado, la entrada es tan solo el tránsito y posicionamiento en la distancia o dimensión de un medio, de manera consciente o inconsciente, sin plena seguridad, con total o parcial exposición y sin necesariamente ser plenamente consciente de ello. “Sumergirse en un medio ha de ser un acto consciente y coherente con la intención y propósito agente.” Teniendo en cuenta que la naturaleza de lo posible tiene aspectos diferenciadores en cada uno de los medios, habrá que hacer una distinción entre los aspectos necesarios más relevantes para la inmersión en cada uno de los medios posibles. La inmersión en el medio de proporción: Precisará de la ventaja antagónica del agente sobre el paciente, que dará lugar a que el paciente, en su obra potencial, quede expuesto o dificultado en su respuesta. Resultará, por tanto, necesaria la presencia del arma en el medio y la presentación de una guardia. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 47 - No obstante, al tratarse de la expresión más amplia de la distancia operativa, la inmersión tan solo precisará la eficiente y coherente presentación de una guardia antagónica en el punto del espacio que realmente sea útil enfrentando una posible intención ejecutiva sorpresiva del paciente. Cosa que puede no coincidir en la dimensión con la distancia del medio de proporción, quedando dentro del gradiente. La inmersión en el medio proporcional del paciente: Esta inmersión se dará cuando un agente introduzca su medio particular en el medio proporcional paciente, de manera permanente o eventual. Esta inmersión, al estar marcada por ser la entrada a un espacio donde el paciente tiene potencia de herir, habrá de estar realizada manteniendo el control de la hoja paciente, preferiblemente agregado con tendencia a esto. Para ello, desde la zona de Hawking, el agente tenderá a la extensión de la rectitud y a la preparación de la obra de los compases necesarios para la inmersión en estratos interiores de este mismo medio. Una opción dispositiva para la preparación de la inmersión será el uso de un extremo propincuo con una extensión plena de la rectitud, que amplíe la sombra sobre el agente y que genere la posibilidad de agregar la hoja paciente desde el diámetro común más amplio posible. Será crucial, para la inmersión plenamente segura y decidida, asegurar la posibilidad de transitar sobre el diámetro común resultante de la inmersión, tanto en sentido recto como extraño. Por ello, se necesitará cerciorarse que no existe un medio dificultado, inmediato o adyacente, ni en sentido anterior ni posterior de la línea recta. Una vez en la zona de Hawking, la inmersión en la zona de sombra tendrá lugar siempre con el control del arma paciente, independientemente de si existe agregación o no, siendo preferible esta. Para ello, la disposición preventiva de una rectitud que provea la potencia de ocluir será una opción suficientemente elegante, por tanto, lo ideal será quedar en la rectitud de adelante. Idealmente, el agente precisará mantener la agregación, y al ser posible, que esta le proporcione la privación de la hoja paciente, haciendo más sencilla la previsión de esta. Adicionalmente, la constante observación del diámetro común de la sencillez hará que este se presente paralelo al diámetro común, de manera voluntaria por el agente, lo que ceñirá el medio. Al estar realizando la inmersión en el medio proporcional del paciente, el agente estará amenazado por su opositor, por lo que dicho agente necesitará tener la iniciativa y pleno control del diámetro común de la sencillez. Cuando un agente esté justo en el límite del medio proporcional paciente, debido a que el diámetro común de la sencillez está extendido, por una posición radial de la rectitud agente, podrá ser posible la inmersión en el medio proporcional paciente por medio de la reducción a delante de la rectitud. Esto ceñirá el diámetro común de la sencillez, introduciendo dicha sencillez el medio proporcional del paciente, consiguiendo una inmersión parcial y controlada, por ser posible la vuelta a la posición radial de la sencillez y la extensión del diámetro común de la sencillez. Hay que tener en cuenta que cuando esto pase, para que la inmersión sea segura, la hoja deberá quedar con su punta sobre el diámetro común o cercana a este. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 48 - Una vez en el diámetro común más ceñido de la zona de sombra, la obra de una inmersión en el horizonte de sucesos habrá de estar condicionada obligatoriamente a la existencia de una intención ejecutiva, pues más allá, no existirá posibilidad de asegurar la integridad del agente que se sumerja, haciendo que esta zona sea usada únicamente como tránsito al medio proporcionado. La inmersión en un potencial medio de común herida: La inmersión en el medio de común herida se producirá cuando este medio sea claramente amenazante para ambos tiradores. Por tanto, la inmersión en su distancia y dimensión deberá ser estudiada para evitar tal situación. Así pues, para sumergirse en la distancia del medio de común herida, sin que este tenga lugar, se precisará de una ventaja adquirida a través de haber situado el diámetro común en una orientación distinta al foco del paciente. Será con ello que se posibilitará o facilitará al agente la obra segura y una posible respuesta ante una intención paciente que, de coincidir foco con diámetro común, no habría modificador de reacción agente posible. Habrá de tenerse en cuenta que la inmersión en el medio de común herida es una obra ceñida a la intención ejecutiva, pues su mera expresión y nombre ya indica la capacidad recíproca de herir. Por tanto, se genera la exposición del agente para obtener una ventaja que podría haber adquirido tan solo introduciendo al paciente en su propio medio proporcional agente, mientras se mantiene alejado del medio proporcional paciente. Por tanto, la inmersión segura en el medio de común herida, habrá de tener lugar bajo el total control y/o atajo del arma paciente, ya sea en privación, disposición o sujeción. La inmersión en el medio proporcionado, está carente de un diámetro común concreto aparejado, pues para sumergirse en dicho medio tan solo habrán de cumplirse con sus premisas. Se debe a que dicho medio es producto de la obra desde un punto determinado del espacio, que en la extensión del diámetro común no resulta particular, sino que responde a la de otro medio. Normalmente, al medio proporcionado se llegará desde el proporcional, no obstante se podrá llegar como máximo desde un medio de proporción y como mínimo desde el horizonte de sucesos del proporcional, o un potencial medio de común herida, entendiendo que este último admite un diámetro común tan estrecho como sea necesario, sin ser óptimo. “La inmersión en el medio proporcionado tendrá como preparación previa la búsqueda del cumplimiento de sus premisas, no necesariamente un diámetro común concreto.” De manera excepcional, se puede entender como inmersión cuando un agente da lugar a las condiciones de un medio de mayor diámetro común al que está, sin exposición alguna y sin retirarse de dicho medio. En el sentido estricto de la inmersión, dicho agente está dando lugar a las circunstancias particulares de un medio, y por tanto, sumergiéndose en él. No obstante, esto se contrapone considerablemente a lo eficiente, pues según la obra de moción constante, el agente deberá transitar firmemente y con seguridad entre medios, sin necesidad de aumentar el diámetro común, dejando esto tan solo como una obra de emergencia ante lo imprevisto. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 49 - Actitud previa a la inmersión en el medio de proporción: En una distancia no operativa con un diámetro común mayor al medio de proporción, la interacción entre tiradores estará basada únicamente en la tratativa, o sea, en distintos recursos para poder generar cierta ventaja en un medio, estando fuera de este. Esto es así pues será ineficiente cualquier expresión o pretensión de interacción física entre ellos o sus armas, dado que no habrá posibilidad geométrica. “La tratativa será el proceso con el que se debate la propiedad de un medio estando fuera de su distancia.” Sin embargo, existen factores psicológicos, sumados a la faz, que determinan la forma en la que agente y paciente ceñirán su diámetro común para dar lugar al medio de proporción, de manera segura y, en ocasiones, obteniendo cierta ventaja táctica que facilitará la inmersión y debate posterior. La faz como elemento disuasorio: Será eficiente mostrar una determinada actitud y signos corporales que den a entender un determinado mensaje coherente con la intención del agente y que antagonice la intención paciente. Idealmente, la faz deberá ser fiel al propósito del agente, no obstante podrá ser usada como elemento que esconda la intención genuina de su usuario. Este método condicionará la manera en la que el paciente atiende a la distancia y dimensión del posterior medio de proporción y con ello se dificultará su correcta orientación en la medición. Así mismo, la faz agente podrá dar lugar a que el paciente genere y quede a merced de una preparación ante una amenaza de naturaleza irreal, que no coincidirá con la existente, haciendo incoherentes los elementos geométricos, dinámicos y semánticos de lo preparado. En esencia, el agente con su faz hará al paciente prepararse para un medio de proporción, siendo dicha preparación necesariamente utilizada a favor del agente y/o en detrimento de la operatividad paciente. La guardia pasiva que pretenderá el mantenimiento y reserva de la energía y posibilidades fisiológicas del usuario: La presentación de guardias pasivas o aquellas relajadas, en las que la hoja no esté plenamente dispuesta en el medio, permiten la distensión muscular, cediendo a cambio la mayor parte de la operatividad. No obstante, al estar más allá de la distancia operativa, es mayor el beneficio de no gastar energía y resistencia muscular que la resta producida por la apertura de líneas sobre las que no hay luz. Será así como una coherente presentación y relajación del agente, antes de entrar en el medio de proporción, aumentará la posterior dimensión de este medio gracias a la magnificación del modificador de movimiento. La orientación del diámetro común, que buscará la mayor ventaja táctica: Será necesario para el agente, desplazar los medios previamente a la inmersión en el medio de proporción, concretamente buscando la órbita sobre el paciente. Será así que se podrá disponer al paciente para que se dificulte su obra o incluso se inhabilite su intención. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 50 - Esto tendrá que llevarse a cabo fuera de la consciencia del paciente, pues de lo contrario y al estar fuera de la distancia operativa, no habrá herramientas de interacción con el que forzar la rotación u órbita. Lo ideal es que el agente consiga la contraposición de aspectos, o sea, posicionar su foco sobre el paciente, quedando el foco de este orientado en el mismo sentido del foco agente. De manera física, se conseguirá que el agente esté orientado a la espalda de este, justo en el ángulo menos operativo posible del paciente. Será con esto que la ventaja táctica será la mayor posible, por el aprovechamiento de la flaqueza del foco atendido, de intención y anatómico del paciente. Además, el diámetro común será idealmente dispuesto en una orientación en la que queden sobre él elementos del contexto físico que dificulten la obra del paciente sin interferir en la misma medida sobre la obra del agente. Estos podrán ser desde volúmenes y objetos del área, hasta relieves concretos del firme. La medición y análisis del paciente: En la reacción paciente a cada uno de los eventos, por ejemplo en qué distancia se afirma y/o en qué momento entiende que está inmerso en el medio de proporción, residirán testigos de su capacidad y solvencia para prever o resistir una inmersión del agente en el medio de proporción. Así pues, el agente deberá mantener la constante observación del paciente, pretendiendo obtener el mayor volumen de información directa y deducir su futura conducta Mantener el medio ahuecado: Ahuecar el medio hace referencia a la reubicación o retirada del objetivo ejecutivo, fijado o posible, que pretende un paciente sobre un agente. Así pues, el medio puede quedar hueco tras la reubicación o ser hueco desde un inicio, al estar presente tan solo una porción del total vulnerable del agente en el medio proporcional paciente. Así se dicta que lo más eficiente será que un agente, que no pretenda la inmersión, se mantenga ahuecando el medio justo en el límite de la distancia no operativa con el medio de proporción. Siendo ahí donde mayor información se obtendrá pues las reacciones pacientes serán más genuinas. Tránsito entre medios: La tratativa es el hecho de debatir un medio sin necesidad de estar inmerso en él. De esta forma podemos entender que la disposición de distintas guardias que otorguen ventajas antagónicas de intención o geométricas, las faces, o el hacer uso de técnicas de lectura paciente para entender sus intenciones, nos darán un amplio espectro de posibilidades para realizar la inmersión en el medio de proporción o proporcional y de ser capaces de sostenerlos, con el menor riesgo posible. “La tratativa es el debate de un medio sin estar necesariamente inmerso en él.” Los antagonismos adquieren su pico de utilidad en el diámetro propio del medio de proporción, al facilitar el tránsito a un medio más estrecho, dando pie a ceñir esa distancia entre tiradores. En este medio resultante, que no es otro que el proporcional, tendrá lugar un debate más intenso y explícito por su propiedad, en el que la dinámica jugará un papel relevante. “Los antagonismos geométricos tiene su principal utilidad en facilitar el tránsito del medio de proporción al proporcional, donde la dinámica comienza a aumentar en importancia respecto a la geometría.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 51 - La esgrima tiene como objetivo técnico central, aplicado al asalto, el otorgar herramientas al usuario para salir del enfrentamiento conservando su integridad. Por ende, la tendencia inconsciente de los tiradores experimentados será la de establecer un contacto seguro en el medio de proporción, y tras esto, interaccionar y medir al opositor para entender la forma más eficiente de ceñir dicho medio. Todo esto para, por último, transitar de forma fluida y sin pausas hacia un medio proporcional, donde impedir o debatir al paciente su acción ejecutiva y facilitarse la propia, con la subsiguiente adquisición de un medio proporcionado en el más eficiente diámetro particular posible. Será aquí donde se concentrarán las acciones más técnicas y necesariamente coherentes respecto a la oposición. Este proceso de tránsito al medio proporcional se debe a la incertidumbre y descontrol que existe en el medio de proporción, pues, pese al apoyo de la distancia, no se puede predecir a ciencia cierta, la intención del opositor, ni controlar la ubicación de su hoja de forma física, y por ende, se ha de esperar y prever un sorpresivo intento ejecutivo en causa libre, que pese a ser muy comprometido, podría sobrevenir de mano de un paciente que no valore su propia seguridad. Se justifica así la intención de un rápido tránsito y ceñido del diámetro común en ganancia hacia un medio proporcional ligeramente extendido, por ende, la inmersión eficiente. “Tras la inmersión, el debate esgrimístico surgirá de manera más clara en el medio proporcional.” No obstante, ceñir el medio más de la distancia de herida mutua, es un acto incoherente y temerario, pues se aumenta el tamaño relativo de las vías abiertas y se inhabilita el posible control del paciente, en cualquiera de sus facetas y de forma recíproca, al quedar cualquier control reducido a un atajo disfuncional y al estar implícita la geometría del medio particular. En síntesis: - El medio de proporción estará ligado a la tratativa con disposición de antagonismos, para procurarse la inmersión con una ganancia segura del medio hasta el opositor, controlando sus posibilidades. - La inmersión en el medio proporcional tendrá lugar poseyendo el control del medio de proporción, siempre con plena consciencia del arma paciente. - El medio proporcional será debatido y siempre predispuesto a la ruptura y vuelta en pérdida segura al medio de proporción, donde la tratativa propia podrá dar lugar a un nuevo grado. - Será en el medio proporcional donde los tiradores experimentados asumirán el ejercicio de la esgrima. - Será en el medio de proporción donde los tiradores menos experimentados pretenderán comenzar sus frases de armas al no ser capaces de entender las implicaciones de compromiso técnico que esto conlleva. - Se evitará la estancia y permanencia en el medio de común herida, pues será igual y superlativa la exposición entre los tiradores. - El medio proporcionado será tenido en cuenta desde el momento y dimensión en que se esté en potencia de herir, en coherencia con los modificadores e independientemente de la distancia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 52 - Ganancia y pérdida de medio: “La ganancia de medio es aquella obra que se lleva a cabo para reducir el diámetro común, el diámetro común de la sencillez u organizar el medio en una mayor ventaja para el agente.” En un enfrentamiento entre tiradores armados con armas láser, la ganancia de medio y reducción del diámetro común o común de la sencillez, entregada por el desplazamiento sobre el plano inferior, estará fuertemente marcada y limitada por la notable dificultad de mantener un debate y obra coherente, plenamente segura, dentro del medio proporcional. Con el arma láser, no existe la posibilidad de engavilanar el arma paciente, así como es complejo obtener su control y atajo con los tercios fuertes, siendo el atajo funcional en su estado de privación o disposición, el control estable y seguro máximo posible. Aclárese que este atajo funcional es aquel generado en la agregación de tercio débil con débil, o al menos, un tercio débil sobre uno medio, que impide el libre tránsito del arma o que la reubica en el sentido pretendido por el atajador. De esta forma, para generar la ganancia, siempre se deberá tener control posicional e inercial de la hoja del opositor, siendo necesaria la previsión de que esta no actuará ejecutivamente contra el agente, y que en caso de hacerlo, el agente posee una obra preparada con la que transferirá el medio o se apropiará de él. Igualmente, pasará con la hoja propia, pues será necesario su pleno gobierno para evitar que esta pueda generar la autoejecución sobre una parte del cuerpo del mismo usuario. “La ganancia de medio tendrá lugar siempre con pleno control de las hojas implícitas.” De acuerdo con esto, los desplazamientos en ganancia o marcha, pese a ser posible realizarlos con solvencia y determinación cuando estén abiertas las líneas por ocupar, podrán resultar en una exposición excesiva a la ejecutiva paciente. De esa forma los compases se polarizan y adaptan, haciendo que la extensión de estos deba ser relajada, para resultar más eficiente. Comúnmente, el compás con el que se pretenda la ganancia tendrá una extensión comedida, acompañando la pretensión de aquel que obra, de ganar pequeñas porciones de espacio para poder proporcionarse un medio seguro, sobre el que ejecutar u obrar dispositivamente. Compás en ganancia: “Se habla de compás en ganancia cuando, con la obra de este, se pretende acortar la dimensión del medio, acortando el diámetro común o diámetro común de la sencillez.” El compás en ganancia es el que lleva a un estado más ceñido del medio o a un medio más interno. Compás en marcha: “Se hace referencia al compás en marcha como aquel compás que está obrado en sentido al opositor, concretamente ajustando la dimensión del medio, independientemente de la dirección, línea o aspecto seguido.” Básicamente, explicado de una manera llana, el compás en marcha es el que acerca al usuario a su opositor o la posición de este, sin necesidad de que esto dé lugar a un medio más ceñido. Compás en pérdida: “El compás en pérdida será aquel que pretende dilatar el diámetro común o diámetro común de la sencillez.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 53 - En esencia, el compás en pérdida es el que dilata la geometría común del medio, haciendo mayor la distancia entre tiradores, de una u otra forma. Compás en ruptura: “El compás en ruptura hace referencia a aquel que extiende conscientemente la dimensión del medio, perdiéndose las características y circunstancias propias que definen dicho medio.” En síntesis, un compás es en ruptura cuando hace salir al usuario de un medio, llevándolo a otro más amplio. La obra de medios compases gana una relevancia muy a tener en cuenta en la ganancia de medio, pues ofrecen la oportunidad de mantener plantas estables, siempre y cuando sea capaz el usuario de calcular la reacción de su opositor a su desplazamiento sobre el medio. Se tendrá en cuenta siempre, que la obra de un medio compás, desde una planta idealmente proyectada de maniobra o acometida, dará lugar a una planta que no será tan eficiente, por lo que se tendrá que obrar ese medio compás previniendo aquello que potencialmente acontezca. Obrar medio compás desde una planta estable y funcional, dará como resultado una deformación de esta, únicamente eficiente para la el propósito con el que se ha generado dicho medio compás, quedando la plana ineficiente para reaccionar ante cualquier otro evento. Será por ello que los medios compases deberán de auxiliar obras proactivas, que no tengan la posibilidad de ser interrumpidas por obras opositoras. “Obrar medio compás dejará a la planta ordenada para obrar proactivamente, quedando parcialmente indispuesta para la reacción ante la obra paciente.” Se entenderá que los medios compases o compases completos, que pretendan dar ganancia de medio, deberán de hacerlo dando lugar a una planta que esté perfectamente en concordancia con la obra que se pretenda llevar a cabo o que permita la más amplia posibilidad de reaccionar ante la obra opositora. “La ganancia de medio se generará con la pretensión de desplazar la posición del tirador agente, sin que este pierda distancia y/o dimensión de su medio proporcional, pues eso le facilitará introducir en él al opositor paciente a voluntad.” Para la ganancia de medio, tendrá gran importancia el movimiento del torso. Este, tumbando y huyendo, ofrecerá la entrada y salida del medio proporcional paciente, sin perder la proyección de una planta que sea coherente con la intención agente. Con la acción única del torso, se evitará que la mutación obligada de la planta obstruya, deforme o retrase la obra pretendida, que ha debido previamente de ser conjugada para contravenir la acción u obra opositora. Adicionalmente, la ganancia de medio podrá tener lugar con la acción de la sencillez y rectitud, dado que esta podrá ceñir el medio generando mayor cercanía entre las posibilidades de obra del agente de cara al paciente. Ganancia sin compás: “La ganancia sin compás será aquella acción u obra que desplace el centro de masas y/o sencillez del usuario, sin generar compás alguno, dando lugar al ceñido de un medio o a la inmersión en uno más estrecho.” Se puede decir que la ganancia sin compás se generará con el tumbado de cuerpo o el desplazamiento accidental de la sencillez, pues serán los elementos más funcionales para ubicar al agente en una dimensión de medio más cerrada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 54 - Pérdida sin compás: “La pérdida sin compás es aquella acción u obra en la que un agente aumenta la dimensión del medio respecto a su paciente, sin hacer uso de compás alguno.” Normalmente, la pérdida sin compás tendrá lugar con la huida del cuerpo o la acción tanto remisa como extraña de la sencillez. Así pues, la ganancia en los compases habrá de ser conjugada con la ganancia del torso y de la rectitud, que obradas en un orden coherente, facilitarán el cierre de líneas, la defensa, la organización del medio, el desplazamiento y la inmersión segura en el medio pretendido. En esta reducción a la mínima expresión de las figuras relativas a la ganancia de medio, encontramos la posible extensión de la rectitud, un cognado y axioma universal que potenciará la dimensión del medio y la ocupación de líneas con la más elegante forma de disponer la hoja sobre el medio. “Será la extensión de la rectitud la más primordial herramienta para la ganancia del medio.” “Será el tumbado de cuerpo la acción que aumentará la amplitud de la extensión de la rectitud, y por tanto, un complemento de ella en la ganancia de medio, siendo más lenta que la extensión de la rectitud y más rápida que la obra de los compases.” “Será la obra de compases, completos y medios, aquel recurso que desplazará la base desde la que se actuará el tumbado del cuerpo y la extensión de la rectitud, acomodando al centro de masas del usuario para aumentar la dimensión de su medio.” El arma en el tránsito entre medios: Cuando hablamos la relación entre compases y la disposición de la hoja dentro del contexto de la ganancia o pérdida de medio, se ha de hacer una aclaración fundamental en la forma óptima de proceder, pues pese a tratarse de compases completos simples, medios, pulsados o abortados, en el gradiente entre el medio de proporción y proporcional, la geometría emergente de la interacción entre planta y rectitud entrega una lógica biomecánica: - Al medio compás del pie relativo a la mano armada, el arma se obtusará o tenderá a ello. - Al medio compás de pie relativo a la mano no armada, el arma tenderá a agudar su ángulo e ir a primera en su sencillez. (Se hace mención al uso de la mano armada y no de la hábil, pues la relación entre compases y rectitud será emergente del uso del arma.) Cuando se obtusa el arma, se están cerrando u ocluyendo las líneas superiores, pues serán las amenazadas si se decide introducir el pie relativo a la mano armada en el medio al que se transite, de lo contrario, sería incoherente obrar un compás que deje en potencia de herir al arma paciente. Además, se reducirá el medio aparente y se dispondrá el arma en la previsión de un atajo por parte del paciente, así como se preparará el atajo agente. “En el movimiento del pie adelantado, la sencillez avanzará más veloz que en el movimiento del pié atrasado, por tanto, habrá de quedar cubierta dicha sencillez ante la entrada de la sencillez agente en el medio proporcional paciente.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 55 - Las líneas de abajo quedarán cerradas u ocluidas, con el ángulo agudo de la hoja, cuando se transite con medio compás de pie no armado. Esto tendrá lugar pues el cuerpo, para facilitar el trabajo a la planta, se balanceará sobre ese mismo punto, dejando el hueco en las líneas anteriormente ocupadas, y por tanto, solo exponiendo el pie de ganancia, que quedará cubierto por la angulación de la hoja dado que este estará, habitualmente, en el lado hábil del paciente, y por ende, expuesto a un extremo propincuo con sus respectivo aumento diametral potencial. Adicionalmente, el arma y la sencillez armada podrán ir a la rectitud radial de primera asegurando el cierre de las líneas centrales, ocluyendo al opositor, y dejando la mano fuera del medio proporcional paciente, gracias a extender el diámetro común de la sencillez. “El movimiento del pie atrasado erguirá al agente usuario, dando lugar a una geometría de mayor exposición en las líneas de abajo, quedando expuesto este en la entrada al medio proporcional del opositor.” Estas reglas estarán ligadas a situaciones virtualmente ideales, tanto para la concepción de los medios como para el tránsito entre ellos. Esto quiere decir que no serán universalmente aplicables sin tener en cuenta el resto de factores que intervendrán en la correcta elección. No obstante, su uso elevará la eficiencia en el mantenimiento de las líneas y la seguridad en tránsitos, tanto sobre un medio de proporción ceñido como de un proporcional amplio. En definitiva: “La hoja agente tendrá la finalidad de ocluir al paciente y su arma durante el desplazamiento, evitando con ello exponer la sencillez y las extremidades inferiores, que de forma natural y potencial entrarían en el medio proporcional, o profundizarán en este durante el tránsito agente en ganancia.” El asimento óptimo en los medios: El asimento representa y establece la configuración geométrica con la que se le aplica y transmite la fuerza al arma, dando lugar a la existencia de dos principales configuraciones, teniendo en cuenta si son una o dos manos las implicadas en ello. “El asimento a una o dos manos tendrá funciones diferenciadas y su eficiencia será dependiente de la coherencia con el medio en que sea asida el arma.” El asimento a dos manos del daito estará especialmente indicado para los contextos donde la distancia ofrecida por el medio sea mayor a la dimensión del medio proporcional y menor de la máxima distancia operativa. En este caso, podemos hablar y justificar su coherencia y cohesión con el medio de proporción. El emparejado de manos, que da lugar al asimento doble, es usado para facilitar la aplicación de fuerza par sobre la extensión total de la guarnición, aumentando la palanca y momento angular de la misma, y así, dar rigor y fuerza par a la rectitud y rumbo, que son posiblemente expuestos en estas amplitudes del medio, a ser remisados o controlados de forma brusca por el opositor. Aparte de esto, el asimento doble permitirá al usuario aplicar una mayor presión a la trazada, siendo esto optimo para evitar el reparo o rectificación de un vector propio por parte de la hoja de su paciente, teniendo en cuenta la amplitud de las acciones ejecutivas en un diámetro de proporción. “El asimento a dos manos será usado en el medio de proporción, previniendo un intento de atajo, repentino y contundente, por parte del opositor.” El asimento a una mano, por otro lado, se justifica en la necesidad de constante reubicación de la mano, límite del medio particular y extremo de la distancia operativa en el medio proporcional. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 56 - Se convierte así en una herramienta fundamental para poder debatir con fluidez la propiedad de dicho medio. Se facilitará con esto, la mutación de la rectitud, la oclusión, la diversión de la presión ejercida por el paciente y la obra de atajos con precisión y dinámica muy elevadas. “El asimento a una mano será usado para facilitar el debate en el medio proporcional, para aumentar el extremo y mantener la máxima amplitud del movimiento posible de la sencillez.” Existe la posibilidad de encontrar frases de armas perfectamente útiles, eficaces, y en ocasiones eficientes, mutando el asimento de una y dos manos, adaptándolo a un medio distinto al inicialmente indicado. Mas lo ideal es analizar el contexto donde dicha mutación de simple a doble tiene lugar, y así determinar la idoneidad de la adaptación, pues esta tomará un tiempo en realizarse o condicionará la biomecánica de manera que pueda influir en la idoneidad de la geometría de la obra. Estará presente la potencia de hallar variaciones en las que, aplicando las premisas anteriormente expuestas y entendiendo el resto de contexto técnico llevado a cabo por el usuario, se consigna un mayor grado de éxito potencial, virtual y/o práctico, asistiendo a la obra con una dualidad y mezcolanza en los asimentos, dándose lugar con ello, a acciones obradas con ambos asimentos, que generarán trazadas de índole particular. “Existirán obras en las que será eficiente generar asimentos a una y dos manos, mutando de uno a otro, formando parte indispensable esto de la viabilidad de la obra.” Ajustando la perspectiva a la presentación estándar de las guardias y a su configuración geométrica, pensada para facilitar una obra segura en la mayoría estadística de situaciones, se habrá de tener en cuenta la posibilidad de disponer la hoja en el medio asiéndola tanto con una mano como con dos, posibilitando la adaptación de todas y cada una de las guardias a un contexto y/o medio que en que resulte coherente y eficiente recurrir a ello. Haciendo uso de un daito, un asimento simple no generará una carencia notable en la eficiencia general del tirador, desde la dimensión del medio de proporción. Por tanto, se convertirá en el asimento más versátil, pues podrá facilitar el debate en el medio proporcional así como asistir la obra o la resistencia a esta desde el medio de proporción. “El asimento a una mano será el más eficiente para dar uso al daito.” El asimento a una mano será necesario ante un paciente diestro que demuestra una tendencia dispositiva, tanto en la preparación de su obra como en las obras previas llevadas a cabo, ya sea por su disposición anatómica o por el estudio realizado sobre él, que le muestra con escasa o nula intención ejecutiva. “El asimento a una mano dará lugar y facilidad a una obra dispositiva más funcional y dinámica.” El asimento emparejado puede dar paso al asimento a una mano, por no denotarse una apremiante necesidad de resistir los intentos pacientes de reubicar el arma del agente más allá de la disposición y privación del atajo. De esa misma manera, el asalto entre diestros laserinos, se mostrará comedido y dispositivo, arrojando luz sobre la geometría aplicada y no tanta sobre la dinámica, o sea, la aplicación de la fuerza. El asimento a dos manos tendrá una mayor potencia ejecutiva y estrictamente defensiva, poseyendo una potencial mayor dinámica, lo que hará de la obra dispositiva en causa sujeta un recurso complejo entre dos tiradores asiendo a dos manos. En definitiva, el asimento a una mano permitirá una más rápida adaptación al contexto emergente, lo que lo hará ideal para el debate en el medio proporcional y para el tránsito entre medios. Por el contrario, el asimento a dos manos tendrá un potencial estático, basado en la presentación de guardias sólidas y antagónicas en causa libre, que le atribuirá una mayor masa al medio del usuario. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 57 - Disposición de la hoja propia en el medio: Será preciso que el extremo del medio particular, sea propincuo o remoto, esté presidido por la hoja agente para mantener el medio en causa sujeta. De lo contrario, el paciente podría ganar distancia operativa y apropiarse de un medio sin defender, reparando o atajando cualquier intento agente por reducir la hoja a una disposición operativa. “La hoja del agente habrá de estar dispuesta aledaña al diámetro común, con una angulación que permita la interacción con la hoja paciente, manteniendo con ello el extremo y la potencia de obra en la parte más distal del extremo.” Se pretenderá siempre obtener la ventaja al disponer la hoja sobre el diámetro común, siendo este la posición donde se dibuja una rectitud desde la perspectiva vertical, y así pues, contendrá el máximo poder ofensivo, dispositivo y defensivo. Junto a esto, si el rumbo de la hoja es recto, o sea, paralelo al plano inferior, se apoyará la ventaja geométrica de extremo arrojada, pese a dificultarse la agregación, al no interaccionar secantes las hojas. No obstante, al mantenerse la hoja agente totalmente extendida, el medio quedará expuesto y perfectamente percibido por el paciente, cosa que condicionará el uso de esta disposición total recta, y que le hará ser contenida y no presentada. “La rectitud recta deberá ser ligeramente aguda, con una hoja ligeramente obtusa, para adaptarse a la condición anatómica agente y aumentar la interacción potencial con la hoja del paciente.” Cuando la rectitud esté presentada ligeramente aguda, sosteniendo el arma parcialmente obtusa, el agente quedará predispuesto a la reducción a una rectitud totalmente recta de modo reactivo, como medida ante una situación donde no quepa debate en ventaja dentro del medio proporcional. Esto último se debe a la dificultad de reubicación de la hoja agente ante una extensión total de la rectitud, siendo para ello necesario la re-reducción a la extensión relajada, cosa que pone de manifiesto la utilización estrictamente ofensiva de la rectitud totalmente recta. “La rectitud y arma quedarán con un ángulo ligeramente distinto al recto para posibilitar la obra reactiva de la reducción a este.” Teniendo como base el control del centro del medio, tanto en su proyección vertical como horizontal, se ha de entender que no siempre se ha de dominar de forma física con la disposición y ocupación de la línea, sino que podrá tenerse el control de manera potencial. Esto dará como resultado la utilización de rectitudes, afirmaciones y guardias que predispongan al usuario para dominar el centro con su hoja cuando sea posible, y que sin embargo, no generen la entrega total de su hoja al control del paciente. “El control del centro del medio habrá de poseerse, siendo ineficiente la demostración constante de ello.” Este punto difiere en gran medida de la aplicación clásica, que instan a mantener el brazo extendido y evitar librar un atajo embebiendo la rectitud. La diferencia con lo expresado aquí, no se debe a la imposibilidad de sostener el ángulo recto durante asaltos largos, reconocida por autores clásicos, sino a favorecer la ocupación de líneas abiertas sin revelar la intención de ello en medios de mayor extensión que los históricos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 58 - Para maximizar la respuesta y trabajo de obtención de un medio coherente se usarán unas sencillas premisas geométricas: - Si la hoja se dispone obtusa, la guarnición se mantendrá por debajo del plano trazado en horizontal sobre el punto de equilibrio del arma (plano de equilibrio), intentando siempre que este último plano no coincida ni con el plano superior ni con el medio. “Punta alta, guarnición baja.” - Si por el contrario, la hoja se dispone aguda, la guarnición habrá de acompañar desde arriba del plano de equilibrio trazado, quedando siempre por encima del ítalo paciente. “Punta baja, guarnición alta.” - Siempre se preverá la posible reubicación al remiso de la hoja propia por parte del paciente, quedando el agente preparado para una diversión dispositiva, y/o una transferencia del medio con respuesta ejecutiva y/o conclusiva. “Punta al centro, guarnición remisa.” Durante la frase de armas, el medio cambiará de naturaleza según la obra agente y paciente, por tanto, la hoja deberá de ser actuada y posicionada en coherencia con ello. De esta manera, se puede entender que el medio proporcional será debatido desde la agregación de las hojas. Para ello, el arma deberá idealmente quedar obtusa, pues será la angulación más sencilla de mantener por parte del agente, facilitando el sostenimiento de la agregación, gracias a generar normalmente cierta perpendicularidad entre los segmentos de las armas, quedando secantes. Una vez el agente pretenda el lance para culminar y finalmente apropiarse del medio, la hoja deberá recorrer la menor distancia posible, agilizando la obra ejecutiva y optimizándola. Para ello será necesario que normalmente el arma actúe en sentido accidental, quedando al final de dicha obra, con una angulación recta. “La hoja agregará obtusa y culminará recta su ejecutiva.” Control y propiedad del medio: Debido a las posibilidades geométricas que arroja el daito como la causa instrumental, estudiada y usada, podemos entender que los medios serán más o menos favorables a la intención ejecutiva del agente o del paciente. Así pues, tanto agente como paciente, debatirán de forma coherente con el medio en que se encuentren, sobre el control y propiedad de este, siendo este objetivo el sentido de toda acción u obra dispositiva, y desde donde partirá la acción u obra ejecutiva. “Obtener la propiedad del medio será apoderarse de la mayoría de las posibilidades de obra y herida existentes en él, siendo esto fundamental para el éxito ejecutivo o la defensa de la integridad propia.” El control del medio: El control del medio será aquella condición posible en que un tirador tiene una posición favorable sobre un medio, estando dispuesto para la obra con un mayor número de posibilidades y/o facilidades para ella, sin estar amenazado por el opositor, sin que ello signifique tener asegurada la acción ejecutiva. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 59 - La propiedad del medio: Será llamada así a la condición en la que un tirador está en una disposición en la que tiene posibilidad de ejecutar sobre su paciente de una o varias formas. Será mayor la autoridad o propiedad del medio conforme el repertorio de acciones posibles crece, gracias a la geometría de la situación concreta. Se puede concluir que en un asalto, la finalidad más eficiente a conseguir será la de obtener la propiedad del medio, pues esta otorgará al propietario la posibilidad de decidir sobre la resolución del enfrentamiento. Por ende, en un contexto donde el asalto tenga repercusiones literales, no domésticas, lo ideal será obtener la propiedad del medio a la mayor brevedad posible, quedando así en mano del agente propietario la salvaguarda de su integridad y la de su opositor. Será en el momento de poseer el agente la propiedad del medio cuando se podrá comprobar la voluntad de este sobre su paciente, pues tendrá libre elección sobre la resolución del conflicto. Una vez obtenida la propiedad del medio por parte del agente, será ideal hacerlo de manera explícita, haciendo que el paciente se percate de su situación desventajosa y haciendo que el cese de las hostilidades tenga como origen la desesperanza de dicho paciente, minimizando con ello las implicaciones que la obra ejecutiva tiene tanto para el paciente como para el agente ejecutor. “Cuando la propiedad del medio es clara, la tensión intencional del asalto tenderá a disiparse, facilitando la conclusión de este con las mínimas implicaciones posibles.” Transferencia de medio: Hablamos de transferencia cuando el control y/o la propiedad del medio es intercambiada entre agente y paciente. Esto se determinará por la configuración geométrica y dinámica de cada una de los momentos en los que se haga la debida medición, que normalmente tendrá lugar tras obrar cada una de las acciones implicadas en una frase de armas, y que dará una perspectiva clara del tirador que está en ventaja sobre el otro. “Cada una de las acciones y obras, de un agente que no posea la propiedad del medio, deberán tener la transferencia del medio como principal pretensión intencional, conservando el carácter dispositivo y la iniciativa.” Un tirador siempre deberá pretender transferir el medio del que no posea control o propiedad. Será de esa forma, en la que de manera dispositiva y poniendo en desventaja geométrica o dinámica al opositor, intentará mantener la iniciativa para el éxito de una posterior intención ejecutiva en la que no quedará expuesto. En una parte amplia de los contextos posibles, hablaremos de transferir el medio cuando se pretenda reducir la hoja agente a una posición más cercana al diámetro común que la de la hoja paciente, y en la que se encuentre sin amenaza directa. “El agente siempre deberá disponer su hoja y/o la punta de esta lo más cercana al diámetro común posible, al menos, en una mayoría de las situaciones posibles.” Para que la transferencia con reducción de la hoja agente sea eficiente, se habrá de quedar agregado y privando, dejando a la hoja paciente en el flanco alejado del diámetro común. Será esto lo que aportará una ventaja considerable en el medio, dado que se poseerá la posibilidad geométrica de obrar con ventaja TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 60 - sobre el diámetro común, donde el opositor tenderá a tener una mayor parte de su medio particular, y por tanto, por donde será más eficiente ejecutar sobre él. Este tipo de organización del medio permitirá la obra con notable privilegio del encordado, de la línea en cruz y de cualquier otro recurso que pretenda la invasión del diámetro común o del diámetro común de la sencillez. Habitualmente, por herencia histórica, se entiende como transferencia de medio cuando un agente libera la presión a la que está sometida su hoja, por parte de un atajo paciente. La transferencia del medio podría llevarse a cabo de varias formas, cuando un arma agente es sometida a la privación o disposición de un atajo, por parte del paciente, cada una de ella dependiente de una partícula concreta del movimiento posible: Respecto al rumbo de la hoja: Por la liberación del atajo por librar, formar, secar o envolver la hoja. Respecto a la extensión de la rectitud: Por el libramiento extraño, constituido o apoyado por la contracción de la extensión rectitud y pérdida de la agregación, al retirar la hoja del medio manteniendo su rumbo. Con el libramiento extraño de la hoja, se perderá parte de la ventaja dinámica, pues al extrañar, el vector de movimiento aumentará el diámetro común de la sencillez, retrasando la plena transferencia. Respecto al torso: Por la huida del cuerpo, que permitirá la retirada de la hoja del medio manteniendo la rectitud y rumbo de esta. Respecto al desplazamiento del plano inferior: Con la obra de un compás extraño, que permita posicionar el centro de masas proyectado agente en otro punto más distante del diámetro común. Esto habilitará el mantenimiento de rumbo, extensión de la rectitud y afirmación del torso, para el libramiento de la hoja agente. Sin embargo, esto no siempre generará la transferencia del medio, pues el medio habrá perdido su configuración al extenderse el diámetro común, y por tanto, al variar su distancia que lo definía. La obra de una transferencia segura y coherente habrá de ser adaptada a la situación sobre la que se llevará a cabo. Por ello, será la conjugación de los anteriores factores la que dará lugar a una obra ajustada a la necesidad, que con la conjugación y justa medida en la aplicación de estos conceptos, se maximizará la continuación de obra y la preparación de la subsiguiente, sea proactiva o reactiva. Por ende, será con el uso de todos los medios para librar, dispuestos por agente o paciente, que se podrá ajustar la transferencia a las necesidades. Es importante entender que la transferencia del medio podrá tener lugar por medio de la obra del agente, así como por la inducción y/o aprovechamiento por parte de este de una obra o acción paciente. “Con la transferencia del medio, se podrá dar lugar a una inmersión en la dimensión de un medio más ceñido, sin necesidad de obrar compás alguno o reubicar el centro de masas del agente.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 61 - Factores de control y propiedad: Los factores de control y propiedad son el conjunto de elementos aislados que dan lugar a que un medio pueda entenderse como controlado o en propiedad de un tirador concreto. También estos, arrojan luz sobre la ventaja que pueda tener un tirador frente a su opositor, ya sea de origen geométrico, dinámico o intencional. La disposición de la hoja: Cuando hablamos de la disposición de la hoja, hemos de referirnos a la forma en la que esta está situada en el espacio, teniendo en cuenta la hoja opositora y el medio en que se observa. Esto dará lugar a que una hoja pueda estar en potencia de obrar, de herir o fuera de vía. - En potencia de obrar: Que la hoja puede actuar dispositivamente sin estar totalmente controlada por el opositor. - En potencia de herir: Que la hoja estará dispuesta en un lugar del espacio y con un rumbo que le permitirá la acción ejecutiva, sin quedar el usuario expuesto o a merced de la hoja opositora. Una hoja que esté ocluyendo, gracias al fenómeno de la oclusión, estará en potencia de herir. - Fuera de vía y/o sujeta: Que la hoja está total o parcialmente controlada por la hoja opositora, sin tener recursos posibles que posibiliten una obra coherente, práctica o elegante. Se entenderá que una hoja controlará el medio cuando esté en potencia de herir, y estará en ventaja frente a una que esté en potencia de obrar, y la que esté en potencia de obrar, en ventaja sobre la que esté fuera de vía. La distancia del medio: Si la distancia en la que un agente se encuentra en un medio real, es igual o menor a la distancia en la que un paciente está aún en un medio mayor aparente, se entenderá que existe un control del medio por poseer una ventaja sobre el diámetro, ya sea como ventaja de medio o como resultado de la manipulación psicológica sobre el paciente y su perspectiva. Quiere decir esto, que un agente poseerá el control y posible propiedad del medio, si consigue posicionarse de forma segura en un medio proporcional mientras el paciente está aún entendiendo que se encuentra en un medio de proporción. La inercia en los elementos implicados: Atendiendo a la inherente dinámica fluida de la obra, la ventaja del medio que proveerá a un agente del control o la propiedad, dependerá del sentido y dirección que sigan los elementos en movimiento dentro del medio estudiado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 62 - Así pues, si una hoja en un punto del espacio está controlando el medio, y la trazada que sigue no es coherente con ello, el control podrá verse afectado hasta el punto de perderse. De esta forma, la trazada y vectores de inercia habrán de acompañar en magnitud, dirección y sentido a la disposición de la hoja, pues una trazada que no cierre las líneas a su paso, no tendrá control sobre la hoja opositora ni proporcionará ventaja a su usuario. Por el contrario, si una hoja agente sigue una trazada en la que controle la posición y disposición de la hoja paciente, estará atajando virtualmente a esta, y por consiguiente teniendo el control del medio. Soberanía de medio: Existe la posibilidad de que las dimensiones de los medios proporcionales sean totalmente asimétricas y opuestas en sus posibilidades diametrales. Esto se dará cuando exista una diferencia, que provoque que un tirador genere un medio proporcional real con una dimensión máxima fuera de la distancia operativa de alguno de los tiradores involucrados, sea esto por causa de la geometría propia del arma, de la anatomía del tirador o por la aplicación de los modificadores dimensionales del medio. Así pues, el tirador agente con una dimensión proporcional tan aventajada obtendrá la soberanía del medio. Lo que se traduce en la ventaja geométrica total sobre las posibilidades de obra de su paciente. Soberanía de medio: La soberanía de medio se dará cuando el tirador paciente quede matemáticamente en la dimensión de un medio de proporción, mientras que está dentro de la dimensión del medio proporcional o proporcionado del agente. Soberanía de medio: ADL ≥ BDN Existirán factores ajenos a la geometría que pueden favorecer la posibilidad de contravenir a un tirador soberano, como pueden ser las acciones dedicadas a controlar su intención, a la lectura de esta o dar lugar a su sesgo sensorial. “Ante el soberano en el medio, la oposición será compleja, pues este poseerá una experiencia superlativa, sobre la que estará basada su ventaja.” Extrapolando a un plano informal el término de soberanía, también se podrá decir que un tirador agente es soberano en el medio, cuando este tenga un constante y sólido control y propiedad de los medios, de la tratativa implícita en ellos y de las intenciones de su paciente, consiguiendo que este último no alcance la posibilidad de una acción u obra ejecutiva, haciéndolo parecer imposible. “Aquel que sea soberano en el medio, poseerá una diferencia de experiencia tan notable con su opositor, que virtualmente tendrá el control total del asalto, quedando expuesto únicamente por su propio error.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 63 - Sostenimiento de los medios: “Sostener el medio es la acción y consecución de un individuo de mantenerse en un determinado medio, independientemente del método que use para ello y la duración de su estancia.” Se entiende el sostenimiento de los medios como la duración de la permanencia de un individuo dentro de un medio determinado. Así pues, podemos entender que cada medio y su naturaleza particular posibilitan una permanencia máxima y marcan la permanencia mínima. Sostenimiento del medio de proporción: El sostenimiento del medio de proporción estará marcado por la dimensión de este, que teniendo en cuenta que es la mayor dentro de la distancia operativa, posibilitará la reacción del agente ante la acción paciente. Por ello se entenderá que un agente podrá sostener el medio de proporción tanto como necesite, sin tener que estar debatiéndolo mientras no pretenda la inmersión en el medio proporcional. “El medio de proporción será el más sostenible dentro de la distancia operativa.” Para el sostenimiento de un medio de proporción habrá de adoptarse una guardia activa, que para magnificar la eficiencia de su presentación, habrá de contener un componente antagónico de intención o geométrico. De lo contrario, el medio quedará expuesto a la apropiación del paciente, por no existir desventaja geométrica explícita en la obra ejecutiva en causa libre, desde su posición en el diámetro común. Esto estará limitado por la intención del paciente que marcará la necesidad de reubicación del agente, la posibilidad de mantenerse estático o la oportunidad de recurrir a una tratativa antagonística o debate para sumergirse en un medio proporcional. Así pues, de verse precisado a adaptarse a una intención ejecutiva del paciente, el sostenimiento del medio de proporción quedará condicionado por: - La naturaleza y viabilidad de desplazamiento de medios sobre el área. - La posibilidad de reaccionar a la acción paciente. - La integridad del arma y su energía restante. - La resistencia física del que pretende sostener el medio. Sostenimiento del medio proporcional: El sostenimiento del medio proporcional estará fuertemente condicionado a la propiedad del medio y la capacidad del agente de mantener esta. Será así que el debate habrá de comenzar a tener lugar justo en el momento en que un tirador se sumerja en el medio proporcional en el estrato de sombra del opositor, sin dar tiempo a dicho opositor a que disponga su arma en potencia de herir, y por tanto, este agente tendrá que estar supeditado a mantener el control del arma paciente, durante el tránsito del ceñido del medio, para no verse comprometido en esa distancia o dimensión. El medio proporcional, en una obra plenamente eficiente de moción constante, deberá representar tan solo un tránsito seguro para la obtención de un medio proporcionado, no necesariamente será un medio desde el que buscar la vía ejecutiva. Esto será la mínima expresión del sostenimiento del medio proporcional, no obstante, para obtener ese tránsito, en unas condiciones prácticas en las que la oposición sea plenamente operativa, deberá de existir un debate que garantice la acción y obra ejecutiva segura. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 64 - Para ello, se necesitará el control de la hoja paciente, y por ende, se deberá sostener el medio hasta que esto tenga lugar de forma plena, acorde a la triangulación o triangulaciones pretendidas sobre el objetivo ejecutivo ligado. De forma dramática, el sostenimiento del medio proporcional estará marcado por la ubicación precisa del agente en un punto en que su medio proporcional entre en contacto con el medio particular del paciente, y que dé lugar a una entrada de este último en el medio proporcional agente, donde este aprovechará la condición de la propiedad del medio para la ejecución. “Para mantener el paciente en el medio proporcional agente se deberá mantener la superposición del medio proporcional agente sobre el medio particular paciente.” El tiempo que un agente pueda estar sosteniendo una ubicación dentro del medio proporcional de su paciente estará limitado por: - La resistencia física del que pretende sostener el medio. - La integridad del arma y su energía restante. - La naturaleza y viabilidad de desplazamiento de medios sobre el área. - La posibilidad de mantener la iniciativa en las obras dispuestas. - La capacidad de debatir y mantener la propiedad del medio. - La posibilidad de extender el medio al de proporción. - La posibilidad de retirarse del medio. El sostenimiento del medio proporcional habrá de tener lugar para asegurar la propiedad del medio antes de proceder a la obtención de un proporcionado, pues no será eficiente mantenerse en este medio más allá de lo estrictamente necesario, independientemente del estrato, debido a la peligrosidad subyacente de carecer de la distancia y, por ende, de la capacidad de reaccionar a la intención paciente de manera plenamente segura. Movimiento de los medios: Los límites del área no solo estarán basados en los marcados por el pacto entre tiradores y Juez, sino también por los accidentes encontrados en su interior. Esto se muestra sensible a ser usado a favor propio y contra de la oposición, mas para ello, habrá de ser el agente capaz de disponer a su paciente en el lugar donde genere una ventaja táctica particular acorde a sus pretensiones, sean estas el expelido o el entorpecimiento de la acción contraria. Por todo esto, un tirador diestro habrá de tener una mesura de las dimensiones, estratos y gradientes de los medios, así como la capacidad de generar movimiento de estos sobre el espacio, no solo en su escala, sino también en su posición. Esto le proveerá de la posibilidad de encajonar o expeler a su opositor a discreción, ya sea usando los límites del área o los accidentes que se puedan encontrar dentro de ella, así como los recursos contextuales que puedan existir, preverse o aparecer espontáneamente. Para el movimiento de los medios se deberá modificar la geometría implicada en estos, haciendo que la configuración emergente inste a agente y paciente a variar su posición u organización, y con ello, la ubicación, dimensión y orientación de la naturaleza de lo posible, en espacio y tiempo. Se puede entender por tanto, que al permutar el orden y posición de lo que interviene en la concepción de un medio, cambiará la ubicación de este. DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 65 - “Los medios tendrán una ubicación en el espacio y tiempo, que podrá ser variada por el agente por medio del control de las circunstancias y geométrica implícita en el asalto.” Para generar los cambios y consiguiente movimiento de los medios, existirá una metodología específica, dependiente de ciertos recursos sintácticos y semánticos de las obras del agente. El medio de comienzo del asalto: Será crucial entender que el medio de proporción existe como tal por la necesidad de concretar una dimensión en la que ambos tiradores concebirán el medio como seguro, ante la intención y obra ejecutiva de su opositor. Esto marcará el punto de comienzo de cualquier asalto en que los tiradores estén conscientes de las propiedades de los medios. El punto de comienzo del asalto habrá de estar generado en un espacio y tiempo en que sea posible la obra proactiva y reactiva, asegurando el éxito de esta última. Esto estará marcado en gran medida por las condiciones del área, que podrá no permitir una extensión del diámetro común capaz de alojar un medio de proporción. “El asalto comenzará en el medio de proporción.” Existirá la posibilidad, no eficiente, de comenzar con el asalto en una distancia donde uno de los tiradores se vea verdaderamente amenazado por el otro, y sea capaz de discernir que su opositor tiene, o tendrá en breves instantes, medio proporcional. Esto ocurrirá cuando uno o ambos tiradores no hayan tenido consciencia de su posición en los medios, y por ende, de las posibilidades que su opositor tenía sobre él. “El asalto puede comenzar en un medio más interno que el de proporción, cuando al menos uno de los tiradores no haya sido consciente de su situación.” Si el tirador más experimentado es capaz de leer la intención ejecutiva de su paciente, y concluir acertadamente sobre su voluntad de obra, podrá resistir en una guardia pasiva hasta el límite donde dicho paciente pueda tener capacidad de ejecutar sobre él. Será en ese punto donde tendrán lugar las conclusiones de anciano, con o sin iai. Cabe también la posibilidad de experimentar una herrada sensación de familiaridad con el elemento opositor en un asalto de sparring. Dado que la mayor saturación de acciones suceden en el medio proporcional, se puede entender que es más importante lo que suceda en él que lo que le precede, menospreciando equivocadamente la parte del asalto que está implícita en el medio de proporción y la importancia de su mantenimiento y control. “No se deberá de obviar que la peligrosidad del opositor comienza en el medio de proporción, pese a no haberse notado intención de obra por su parte.” Dicho medio de proporción juega un papel fundamental en el asalto, teniendo los tiradores, habitualmente, posibilidad de obra desde él, y quizás potencia de herir si el medio se ciñe velozmente, no sin las dificultades propias de un diámetro común tan amplio. Además, en el medio de proporción, la tratativa y los antagonismos propios, juegan un papel fundamental para configurar la forma en que un tirador entra, se dispone, se proyecta y se presenta en el medio proporcional. Algo que, indudable e ineludiblemente, determinarán la posta, la operatividad del debate y la semántica de las frases de armas dentro de ese medio proporcional, condicionando su dimensión más amplia. Por ende, el paso por el medio de proporción determinará la forma en la que se entrará en el medio proporcional, siendo así necesario que la estancia en el medio de proporción se ajuste a lo pretendido en diámetros comunes más estrechos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LOS MEDIOS- 66 - “La configuración del tirador en el medio de proporción determinará la manera en la que se entrará en el medio proporcional.” Se concluye que: “El asalto, siempre que sea físicamente posible, comenzará en un medio de proporción, quedando el tirador asegurado y previsto para la reacción.” Retirada de los medios: “Tras el lance de la frase de armas, el agente romperá el medio, extendiendo el diámetro común para recobrar la seguridad desde la que admirar su éxito o continuar tras su fracaso.” Tras una determinada obra con intención ejecutiva, se tenga éxito o no, y pese a su continuación más eficiente, existirá la necesidad de recobrar la seguridad ofrecida por un mayor diámetro común, llegando a ser este incluso mayor del implícito en un medio proporcional o de proporción, lo que podrá dejar al agente totalmente fuera de la distancia operativa del paciente y prevenido ante una subsiguiente reacción de este. Retirada del medio: “Obra en la que el agente pretende extender el diámetro común más allá del medio proporcional de un paciente al que ha suprimido o sobre el que ha ejecutado.” La retirada de los medios habrá de obrarse de forma inmediata y de manera estable, manteniendo siempre la máxima potencia dispositiva y, de forma coherente, la geometría más eficiente para tal empresa. Tras una ejecución sobre el opositor, es crucial la salida del medio manteniendo la proactividad y guardia activa, pues será la incertidumbre ante el éxito de la obra, o la correcta percepción de esta por parte del Juez, la que marcará la necesidad de mantener la operatividad. Desde un punto de vista general, el tránsito extraño y la reducción a la guardia española o breve, será una opción de muy alta eficiencia. No obstante, habrá de tenerse en cuenta la particular geometría y distancia implícita en el medio proporcionado del que se pretende la retirada. Tras la supresión, dada la sutileza de esta, la retirada o salida del medio será totalmente imprescindible. Esto es debido a la escasa sensación de contacto y tacto que produce una supresión correcta y elegantemente ejecutada, que podrá dejar ajeno al paciente y/o Juez del éxito ejecutivo agente, concretamente al poder no ser claro y notable el contacto de la hoja con el emisor o cabo de la guarnición, lo que podría dar lugar a que el paciente continúe el asalto sin sentirse inhabilitado. “Con la retirada efectiva del medio se reducirá la posibilidad de que emerja el fenómeno de Damocles condicional.” Los compases obrados, igualmente, serán siempre adaptados a la naturaleza del plano inferior. No obstante, será eficiente y práctica la elección de compases de escasa extensión, que generarán plantas estables en intervalos temporales más cortos, lo que magnificará la respuesta ante una sorpresiva obra paciente. Los compases de más larga extensión, ceden operatividad frente a una más rápida extensión del diámetro común. Idealmente, justo al comienzo de la retirada, los compases habrán de ser de la mayor extensión posible que permita la oclusión estática del agente sobre el opositor. “En el primer momento de la retirada, los compases serán de mayor amplitud, ajustada esta a la potencia dispositiva del agente.” DE LOS MEDIOSTRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 67 - Para facilitar la necesaria retirada de un medio, la obra deberá ser preparada acorde a ello, es así que el desplazamiento del centro de masas proyectado deberá tener lugar en dirección coherente con el foco, lo que impedirá o minimizará el error en el compás o el tropiezo, y/o posibilitará la corrección precisa para un tránsito por un medio dificultado. O sea, que la obra ejecutiva se preparará sobre una planta que facilite tanto la obra en sí como la posterior retirada del medio. De esta manera queda claro que será la planta en línea la que mayor capacidad tendrá de asistir a la obra ejecutiva proactiva, tanto por ofrecer mayor amplitud en el extremo de la obra como por hacer más elegante el control de las inercias en la retirada del medio. “Se deberá preparar la obra para facilitar su éxito y hacer más eficiente la retirada del medio.” Es posible que sea necesario no permitir que el paciente extienda el medio, en distancia o dimensión. Para ello, el agente habrá de mantener la distancia del medio, siguiendo el movimiento del medio paciente por el área. No obstante, no se seguirá a un paciente que pretenda retirarse del medio proporcional hasta que se alcance un medio de proporción, de lo contrario el paciente podrá detener repentinamente su tránsito en ruptura, dejando al agente dentro del medio proporcional paciente y obligándole a obrar de fortuna y a tras tiempo. ———— DE LA GEOMETRÍA APLICADA - 71 - Conceptos generales de la geometría aplicada TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER DE LA GEOMETRÍA APLICADA- 73 - La importancia de la geometría: La geometría es una herramienta fundamental para la comprensión de las posibilidades de un tirador inmerso en un asalto. Así mismo, resulta ser un elemento fundamental para la parametrización y abstracción que permitirán la hipótesis, previsión y análisis de las obras pretéritas o futuras. “Todos los elementos implícitos en un asalto son potencialmente representados de manera geométrica, pertenezcan a la dimensión espacial o temporal, siendo así que se reducirán a razón matemática.” La Esgrima Láser asignará elementos geométricos a conceptos fundamentales, presentes en el mundo físico y en conceptos virtuales, tanto de la anatomía agente y paciente como del contexto y medios emergentes. Con ello se conseguirá disponer de datos, información y posterior conocimiento con el que observar lo acontecido, obrar o prever lo que acontecerá. Como herramienta, se contará con una geometría unidimensional, que dará lugar a puntos, líneas y segmentos asociados a elementos propios de la anatomía y del arma. Estas líneas estarán concebidas desde referencias estáticas, en el cuerpo del individuo analizado o medido, dando así lugar a una virtualización de su disposición en el espacio tridimensional. Entre estos segmentos se generarán intersecciones y ángulos, que aportarán magnitudes de las que se destilará información potencialmente crucial. También existirán unos planos bidimensionales, comunes o dependientes de cada uno de los sujetos, que facilitarán el análisis de cómo interactúan los tiradores con su contexto, entre sí y consigo mismos, desde una perspectiva asociada a la eficiencia de movimiento, acción y obra. Sobre estos planos se podrán generar proyecciones de la geometría unidimensional, propiciando perspectivas euclidianas de análisis, que harán más certero y sencillo el ejercicio de la comprensión. Entre los elementos de análisis se encontrarán los planos de proyección cartesiana, donde plasmar una reducción bidimensional de lo acontecido, que aportará distintas perspectivas para ello. “La concepción geométrica de los elementos implícitos en el asalto, permitirá el análisis y aplicación de los conceptos esgrimísticos de manera universal e independientemente de la naturaleza o geometría particular de las armas involucradas.” Sin la geometría, no sería posible el análisis y la consciencia de gran parte de los elementos presentes en la concepción de un medio. Sin dicha geometría, se daría lugar a una expresión esgrimística vulgar, que pese a ser posiblemente funcional, no sería eficiente. “La geometría será la disciplina de las matemáticas que permitirá la conceptualización y cálculo de los elementos presentes en asalto, y con ello, se posibilitará el análisis de lo concerniente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 74 - Ejes y planos de proyección cartesiana: Los planos de proyección horizontal, vertical y lateral, podrán ser entendidos como superficies bidimensionales, cartesianas, virtuales y paralelas a los ejes de las dimensiones espaciales (X,Y,Z) donde se ven plasmadas las distintas perspectivas de lo sucedido en un asalto. Esto dará lugar a un análisis de la geometría implícita en la esgrima, desde un punto de vista más avanzado al euclídeo, aplicando ideas profundas de la geometría analítica de Descartes. Las paredes figuradas a las que llamamos planos de proyección, rodean todo cuanto acontece y definen tridimensionalmente su posición en el espacio, en un instante determinado. Es así que hacen a estos planos pertenecer a la geometría común para los implicados en un asalto. Los planos y geometría tridimensional virtual de la proyección cartesiana estarán asociada al foco del tirador agente, usuario y/o medido, pues serán dependientes de la orientación de la atención de este y no de la existencia, presencia o presentación de un paciente. No obstante, se podrá entender el diámetro común como eje Z, en caso de ser necesaria la medición común de dos tiradores implicados. Para la existencia de los planos, será necesaria la concepción de los ejes que los conforman, siendo estos coincidentes con las tres dimensiones espaciales y nombrados según ellas. Ejes: Eje X: También llamado eje de anchura, será aquel eje, paralelo a la línea de infinito, que determine la dimensión sobre la que un tirador trepidará. El movimiento del arma sobre este eje será considerado como remiso o de reducción, siendo el mismo el encargado tanto de la angulación de la hoja en este eje como del posicionamiento de la sencillez en cada uno de los flancos. El movimiento radial del arma sobre este eje, manteniendo la posición de la sencillez, dará lugar a un crecimiento o decrecimiento de la posición de la punta de la hoja sobre el eje Z. El torso del usuario se moverá en este eje cuando sea balanceado. Sobre la geometría proyectada en el plano inferior, este eje interviene en la dirección de la línea de infinito y participa de las transversales junto al eje Z. En la triangulación sobre el plano inferior, el eje X participará y dará lugar a la desviación de recta. Eje Y: También llamado eje de altura, será aquel que determinará la altura en dirección del plano inferior al superior. Dará lugar este eje al posicionamiento en mayor o menor altura, tanto de la afirmación, rectitud e ítalo. Los movimientos del arma estrictamente sobre este eje serán el natural y el violento, por tanto, serán aquellos que determinen la graduación aguda u obtusa del arma, siendo el recto la posición perpendicular a este del rumbo de la misma. Será al tumbar o huir cuando el torso del usuario obre sobre la geometría implícita en este eje. Así mismo, será sobre este eje que tendrá lugar la guiñada del torso. Igualmente, la flotación será tenida en cuenta sobre dicho eje Y. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 75 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Este eje no tiene relevancia alguna sobre la geometría proyectada en el plano inferior, no obstante, cada uno de los movimientos realizados sobre este eje, influirán de forma dramática sobre las posibilidades, amplitudes y garantías de aquellos pretendidos sobre los otros dos ejes. No obstante la posible inclinación de del plano inferior respecto a la línea de horizonte de un tirador, tendrá su medida sobre este eje, que no condicionará la forma en se proyectará la geometría sobre el plano inclinado emergente. Eje Z: Eje que determinará la profundidad, de donde obtendrá su nombre común, y será paralelo a la línea de recto. El movimiento del arma estrictamente sobre el eje Z dará lugar a obrar con movimiento accidental o extraño. Además, habrá de tenerse en cuenta que, el aumento o decrecimiento de la graduación del arma sobre el eje Y, también implicará una modificación de esta en su posición sobre el eje Z. Se dará lugar a un posicionamiento más distal o proximal de la punta del arma, quedando esta más arriba o abajo sobre el eje Y. Al tumbar o huir el cuerpo, el usuario avanzará su centro de masas sobre este eje, adelantando o atrasando, así como extendiendo o contrayendo su extremo y su medio. Respecto a la proyección de la geometría sobre el plano inferior, este eje da dimensión a la línea recta y diámetro común, definiendo las transversales con participio del eje X. Igualmente, el eje Z participará de la ganancia de recta. Así pues, en la confluencia y unión por pares de estos ejes, existirán tres planos de proyección. Dichos planos de proyección darán lugar a perspectivas de proyección esquemáticas y distintas, desde donde poder realizar el análisis de lo acontecido, que serán usadas siempre desde la definición de un agente que determine el sentido de la escala en las coordenadas, quedando la confluencia de ejes, y por tanto, su punto inicial, en la proyección de su centro de masas sobre el plano inferior. Planos: El plano de proyección horizontal: “El plano horizontal será aquel formado por las coordenadas “X” - “Z”, donde tendrá lugar la proyección cenital.” Expresado de manera informal, sería la perspectiva que tendría un observador desde arriba, con perspectiva cenital. De este plano, en sus distintas posiciones sobre el eje “Y” aparecen los planos fundamentales: inferior, medio, superior e ítalo agente. Sobre este plano se medirá la angulación de la rectitud cuando esta participe a primera o tercera, quedando a uno de los flancos del usuario. El plano de proyección vertical: “El plano vertical será aquel formado por las coordenadas “X” - “Y”, y en él tendrá lugar la proyección vertical.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 76 - De modo informal, se puede entender que este plano es aquel que se conforma a partir de la perspectiva bidimensional y subjetiva del agente para con el paciente. El plano vertical relativo a la división teórica del paciente, tendrá lugar del posicionamiento en el eje Z de este plano sobre el centro de masas de un tirador opositor presentado en foco. Igualmente el plano límite de la sencillez agente será siempre paralelo a la proyección vertical. Sobre este plano se medirá la posición de la sencillez y/o rectitud respecto a una posición radial. El plano de proyección lateral: “El plano formado por las coordenadas de los ejes “Z” - “Y”, que sobre él tendrá lugar la proyección lateral.” Se puede hablar de él, a modo informal, como la perspectiva que tendría un sujeto situado al flanco de la línea del diámetro común del asalto, que daría lugar a ver la acción desde el lado. La posición de toma de perspectiva del plano lateral será cualquiera sobre el eje “X”. Este plano será siempre paralelo a la línea recta del agente, y a su plano primario, y en ciertos casos, al diámetro común. Sobre este plano se medirá la angulación obtusa, recta o aguda del arma o rectitud. Será la unión de los tres planos lo que configurará el entorno tridimensional sobre el que tendrá lugar el contacto, y sobre el que se concebirá y medirá la geometría asociada a él. Existirán dos puntos en el espacio donde se crearán referencias en un individuo: El centro de masas proyectado: El centro de masas proyectado será una coordenada en que confluirán el plano inferior, el plano vertical y el diámetro común. Este representará geométricamente una hipotética proyección sobre el firme del centro de masas del individuo medido. El centro de masas proyectado dará lugar al posicionamiento absoluto del sujeto y será complementario al eje de la sencillez. El eje de la sencillez: El eje de la sencillez será una coordenada en que confluirán el plano del ítalo, el plano límite y el plano primario de la sencillez y representa geométricamente el punto en el espacio desde el que parte el segmento del arma del individuo medido. Por tanto, los planos de proyección cartesiana serán la herramienta que dará lugar al análisis y la compresión geométrica de lo acontecido en el asalto. “La Esgrima Láser tendrá su análisis en una proyección cartesiana, que facilitará la preparación de lo futuro, la comprensión de la obra misma y la previsión de lo acontecido.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 77 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Geometría particular y común: “La geometría es el mecanismo abstracto y matemático por el cual se parametrizarán y discretizarán los elementos físicos implicados en el medio.” Los elementos físicos intervinientes en la interacción entre agente y paciente, potencialmente estudiados por medio de la geometría, podrán ser aquellos que sean dependientes del foco o la disposición anatómica de los implicados y aquellos pertenecientes al área y entorno de esta, que afectarán a la concepción dimensional de los medios de la misma manera. Dependiendo de la dependencia o independencia de la geometría, respecto al foco de un sujeto, existirán dos formas parcialmente distintas de concebir la geometría: Geometría particular: “Toda aquella geometría con origen en la medición sobre un único individuo, y que parte de él como referente, será entendida como geometría particular.” Esta geometría también será usada para analizar y comprender la configuración del contexto de intervención y de los participantes desde el punto de vista subjetivo de agente o paciente. La geometría particular estará dividida en dos grupos de elementos: aquellos pertenecientes a la parametrización del cuerpo del tirador y aquellos que harán lo propio con la sencillez de este y sus elementos directamente asociados. Geometría común: “La geometría común es aquella que es ubicada en el espacio en el mismo lugar tanto para agente como para paciente, pues la regencia a partir de la cual existe es un valor absoluto.” La geometría común hace referencia a aquellos planos y recursos que son usados igualmente para entender la distribución del agente y del paciente, sin tener estos que compartir posición en el espacio. Esta geometría será una reducción práctica de la posible confluencia entre las geometrías particulares, que posiblemente sean coincidentes o queden aledañas en su ubicación espacial. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 78 - Diferenciación entre la geometría particular del cuerpo y de la sencillez: Atendiendo a las particularidades y naturaleza del arma láser, es preciso hacer la distinción entre el cuerpo del tirador y la sencillez y elementos directamente asociados a ella, teniendo siempre en cuenta que serán ambos necesarios para la obra de eficiente. Dada la natural vulnerabilidad de la sencillez en agente y paciente, existe la necesidad de entender a esta como un objetivo ejecutivo esencial, que ha de disponer de independencia sobre el resto del cuerpo del tirador, para permitir una obra eficiente y segura. De este modo, será la sencillez del tirador la encargada de auxiliar en la defensa y generar toda la obra dispositiva y ejecutiva, siendo asistida por la geometría del cuerpo, que le proveerá su ubicación espacial y una base estable desde la que moverse, magnificando la eficiencia de la obra. Por tanto, la geometría particular quedará totalmente diferenciada en dos grandes volúmenes: la geometría fundamental del cuerpo y la geometría fundamental de la sencillez. Desde la perspectiva estrictamente geométrica, el tirador quedará divido en estos dos entes conectados, dependientes e indivisibles, que habrán de obrar de manera separada y complementaria para obtener el máximo potencial de la obra, así como posibilitar la más elegante expresión esgrimística posible. Ahondando más en ello, cabe aclarar que la sencillez y la geometría a la que esta da lugar en la obra, es aquella que protegerá tanto al cuerpo del tirador como a sí misma, pues será el elemento de mayor movilidad, con mayor amplitud y desde el que se tendrá control directo de la hoja como única parte no vulnerable de un individuo. Por tanto, se puede entender que la obra podrá tener una naturaleza basada en la acción única del cuerpo del tirador o de su sencillez. No obstante, será necesaria la conjugación de esto para conseguir dar lugar a una obra en la que cada elemento intervenga con el menor esfuerzo por parte de su usuario. La geometría particular del cuerpo actuará siempre como un punto de referencia, que creará una base sobre la que el centro de masas proyectado podrá reubicarse, dando soporte al movimiento de la sencillez. La sencillez de un individuo será el elemento que aporte operatividad a la obra, con la que se modificará la posición del arma en el espacio, estando siempre limitada por la base y estabilidad ofrecida por la geometría particular del cuerpo. Por ende: “El cuerpo y la sencillez serán entes diferenciados, dependientes y complementarios, que dispondrán de elementos de análisis particulares capaces de parametrizar su posición y acción en el espacio, para así entender su participación individual en la obra.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 79 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Planos: “Los planos son una extensión virtual de una determinada coordenada o conjunto de ellas, en cualquiera de los ejes cartesianos, que facilitan el entendimiento matemático de lo acontecido en el asalto y proporcionan la posibilidad de analizarlo.” Estos elementos geométricos tendrán la función de poder cuantizar y permitir la observación de parámetros observados en la configuración anatómica e instrumental de los implicados. Harán posible, para aquel que los conciba, entender la coincidencia en determinadas dimensiones de elementos funcionales. Con ello se facilitará la obtención de una correcta percepción del medio. De igual manera, los planos ofrecen unas superficies bidimensionales sobre las que reducir y proyectar cálculos, que usados a favor del agente, posibilitarán la óptima interacción con el paciente y su arma, elevando la eficiencia de la obra. Pueden existir varios tipos de planos: Planos estáticos: Serán aquellos planos que agente y paciente no podrán cambiar su paralelismo, pues dependen de la posición absoluta en el espacio del agente, paciente, o ambos. Estos planos son aquellos que siempre tendrán una extensión bidimensional, interaccionando únicamente con dos ejes cartesianos. Planos dinámicos: Serán aquellos planos que pueden ser cambiados en su paralelismo por el agente o paciente de forma consciente. Esto podrá dar lugar a su extensión tridimensional e interacción entre los tres ejes cartesianos. ———— - 81 - Geometría fundamental del cuerpo y la sencillez TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 83 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Geometría fundamental particular: La geometría fundamental particular, es un conjunto de líneas y segmentos trazados virtualmente sobre distintos planos y en un entorno tridimensional, con la finalidad de comprender y visualizar la posición, movimiento y desplazamiento de un individuo y su arma. Serán este conjunto de elementos básicos aquellos que permitirán la medición de ángulos y posibilitarán las proyecciones sobre distintos planos, que serán las extensiones bidimensionales de algunos de estos puntos o segmentos. Esta geometría da lugar a una red de puntos conectados por segmentos, que conforman y representan al individuo y su obra en un entorno virtual. “La geometría será siempre parte elemental de una obra.” Esta geometría unidimensional particular aportará la posibilidad de comprender los ángulos generados por distintas partes del cuerpo de un individuo, una vez quede dicha geometría proyectada sobre un plano cartesiano. De esta manera: “La reducción de un individuo a un conjunto de puntos y segmentos determinados simplifica y facilita el análisis.” Geometría fundamental del cuerpo: La geometría fundamental del cuerpo hace referencia a aquel conjunto de elementos virtuales que permiten la medición de la planta y afirmación de un individuo, dejando al margen su sencillez y los elementos directamente asociados a ella, que será entendida como un elemento operativo parcialmente independiente. Centro de masas proyectado: “El centro de masas proyectado es el punto, determinado y proyectado sobre el plano inferior, en que se encuentra el centro de masas de un tirador si se reduce a cero su valor en el eje Y.” O sea, que el centro de masas proyectado es la representación del centro de masas sobre el plano inferior. Este centro de masas será el nexo más básico entre el tirador, su foco y la geometría proyectada sobre el plano inferior resultante, siendo también de donde partirá la línea vertical del sujeto y los cálculos de distancias y dimensiones de los medios. Este será el elemento más eficiente con el que se determinará la amplitud posible del potencial de obra de un individuo, pues marcará sobre el plano inferior el punto desde donde las masas podrán generar movimiento, y por ende, el lugar desde el que partirá la geometría de la anatomía del tirador y su arma. El foco: “El foco, en su proyección sobre el plano inferior, es la dirección y sentido hacia donde está enfrentado un individuo, así como hacia donde está prevenido, protegido y dispuesto.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 84 - Será de la línea resultante del estudio del foco desde donde partirá la configuración y parametrización de la geometría particular. Geométricamente hablando, el foco se resumirá en una línea proyectada, llamada línea del foco. Será necesario reducir a una línea el foco, pues este será un concepto difuso y complejo de concretar, pues estarán implícitos elementos psicológicos del usuario, imposibles de determinar. Diámetro común: “El diámetro común es la línea recta que une los centros de masas proyectados de agente y paciente.” Esto hace referencia a aquella línea recta, finita y dinámica, que une a dos tiradores cruzando sus centros de masas proyectados. Será la orientación de esta línea la que determinará la orientación del medio en que sea medida. Este diámetro común puede ser parte de la geometría particular pues no está sujeto a la acción o conocimiento de ambos individuos implicados en su medición. No obstante, como concepto universal, deberá ser entendido dentro de la geometría común. El diámetro común será habitualmente la línea más eficiente para la obra ejecutiva, al ser aquella que une de manera más directa a la parte central del volumen de los medios particulares de los tiradores, donde es más probable que esté presente una parte vulnerable de su anatomía o arma. Mediatriz del medio: “Punto central del diámetro común en un medio determinado.” La mediatriz del medio permitirá analizar y entender el movimiento de los medios, pues el baricentro de estos podrá coincidir con dicha mediatriz o no, dando lugar a distintos productos. Cabe destacar que la mediatriz del medio hace referencia a un punto espacial definido por la extensión, también espacial, del diámetro común. O sea, que la mediatriz del medio interactúa con la distancia del medio, no con su dimensión. Línea recta: “La línea recta será aquella línea recta que se extiende en dirección al foco anatómico del usuario pasando por su centro de masas proyectado.” Esta línea es aquella que, siendo recta, se extiende en dirección al foco del agente desde la proyección de su centro de masas sobre el plano inferior, en sentido a donde quede orientada su anatomía en coherencia con su intención de obra. Así pues, se puede entender que normalmente coincidirá o quedará paralela con la dirección del foco agente, pues será de esta de la que partirá. Cabe destacar que esta línea puede o no coincidir con el diámetro común, dependiendo de si este coincide o no coincide con el foco del agente, por estar desfasado, sobre el eje horizontal o vertical. La línea recta coincidirá con el eje Z subjetivo del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 85 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Línea de infinito: Será aquella línea totalmente perpendicular a la línea recta, cortándola justo en la proyección sobre el plano inferior del centro de masas agente, que se extenderá indefinidamente a ambos flancos de este. La línea de infinito coincidirá con el eje X subjetivo del agente. Líneas transversales: Una línea transversal es aquella que pasa por la bisectriz del ángulo formado entre la línea recta y la línea de infinito, y a su vez, por el centro de masas del usuario. También puede ser explicado entendiendo que son aquellas líneas rectas que cruzarán la confluencia entre la línea de recto y de infinito con una angulación de 45º, dejando la subdivisión del plano inferior conformando octavos. Estas líneas son dos, que serán nombradas con cualquier denominación posible para diferenciar los lados del tirador usuario. Por tanto, quedarán nombradas como pertenecientes al mismo lado, la mitad anterior de una y la mitad posterior de otra. A modo ilustrativo: se hablará de transversal de un lado concreto tanto para aquella que vaya adelante del usuario, como la del mismo lado que vaya atrás de este, pese a inicialmente ser líneas contrarias. A la parte de una línea transversal que se extiende desde el centro de masas en dirección contraria al foco, se le llamará transversal extraña, y se hablará de ella dando el lado al que pertenezca. Así pues, la transversal diestra será aquella que se extienda al lado derecho y adelante del usuario, quedando como transversal diestra extraña aquella que se extienda al lado derecho y atrás. La línea vertical: La línea vertical es aquella línea perpendicular al plano inferior, siendo siempre el vector normal de este, que se extiende verticalmente desde el centro de masas de un sujeto. El contacto de la línea vertical con el plano inferior marcará la posición del centro de masas proyectado. Este elemento geométrico virtual marcará, para un observador, la posición que seguirá la recta vertical de blossen, y por tanto, el punto de partida del plano sagital, una vez que el sujeto medido quede erguido. Con ello se facilitará considerablemente la previsión de la posición anatómica, que podrá optimizar la obra del observador en oposición al sujeto medido. Segmento de planta: Línea recta finita que une la proyección la planta de un sujeto sobre el plano inferior. Esto será una herramienta geométrica para determinar la potencia de obrar compases, en su amplitud y dirección. Igualmente, será usada para determinar TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 86 - la base de la planta del sujeto medido, con lo que se podrán entender los límites de la acción de la afirmación. Diámetro raíz: “El diámetro raíz es la línea recta finita que se extiende desde uno de los pies del agente hasta el centro de masas paciente.” Un tirador tendrá dos diámetros raíz, uno con origen en cada pie. Así pues, un diámetro raíz puede partir del pie hábil, del no hábil, del adelantado o del atrasado. Este elemento será crucial para optimizar la planta recta y/o de acometida, siendo la línea en la que más eficiente resultará posicionar el pié adelantado cuando se pretenda la extensión del extremo en dirección al paciente. Segmento de flotación: El segmento de flotación es la línea recta finita que existe entre el centro de masas y el centro de masas proyectado de un tirador. En esencia, el segmento de flotación es la línea que mide la distancia que separa el centro de masas del plano inferior. Segmento genual: Segmento generado a partir de la unión de los extremos distales, o distos, de ambas velas de los segmentos de tracción de un tirador. Mediatriz de planta: Punto en central del segmento de planta, que divide a este en dos partes iguales, y sobre el que será más eficiente posicionar la proyección del centro de masas en el plano inferior. Bisectriz de planta: Línea infinita que parte en dos partes iguales el ángulo generado por los pies de un tirador. Esta bisectriz de planta es una línea recta, no semirrecta, pues se tendrá en cuenta en ambos sentidos. Radio de potencial del centro de masas: El radio potencial del centro de masas será aquella línea recta que una el centro de masas proyectado con el punto más distal en que puede quedar proyectado sin la mutación de la planta presente. El radio potencial del centro de masas deberá quedar orientado en la dirección por la que se pretenda el tránsito de la hoja, haciendo más amplio el radio potencial del extremo. Base de la tracción: La base de la tracción es el punto en que confluyen el segmento de la tracción y el segmento medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 87 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Segmento de tracción: Línea finita e imaginaria creada entre un límite del segmento medio y el límite del segmento de planta del mismo lado del sujeto medido. Este segmento marcará la orientación de las piernas del sujeto medido, así como la extensión de dichas extremidades. Vela del segmento de la tracción: Segmento que se extiende, perfectamente perpendicular a uno de los dos posibles segmentos de la planta, que une dicho segmento con el punto más alejado a este de su extremidad correspondiente. Normalmente, en una anatomía humana regular, la vela de un segmento de la tracción se extenderá desde la zona medial de este hasta la rodilla. Segmento femoral: El segmento humeral es aquella línea recta que une la base de la tracción con el disto de la vela de la tracción, de la misma extremidad. Geométricamente, este segmento representa el fémur de un sujeto humano estándar. Segmento tibial: El segmento tibial es aquella línea recta que une el disto de la vela de la tracción con el cimiento de planta, de la misma extremidad. Geométricamente, este segmento representa la longitud la tibia de un sujeto humano estándar. Base de la vela la tracción: La base de la vela de la tracción es el punto del segmento de la tracción donde se interseca este con la vela del segmento de la tracción. Disto de la vela de la tracción: El disto de la vela de la tracción es el punto de la vela de la tracción más lejano al segmento de la tracción, vértice del ángulo de la rectitud. Línea de las caderas: Línea recta virtual que une ambas caderas del sujeto estudiado, de la que partirá el plano medio y que coincidirá teóricamente con la línea horizontal de blossen y segmento medio. Segmento medio: El segmento medio es un recurso de abstracción geométrica, resultante de la porción finita de la línea de las caderas, que queda definida en su extensión por la distancia existente entre los puntos verticalmente mediales y más horizontalmente distantes de ambas crestas iliacas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 88 - Mediatriz media: La mediatriz media es el punto medio del segmento medio, que divide a este en dos partes iguales. Este punto de la anatomía del sujeto quedará coincidente con el eje de blossen donde intersecarán la recta vertical y la horizontal de blossen. Será posible usar la mediatriz media para la ubicación del centro de masas original que presentaría un sujeto erguido cuando ya no se encuentre en dicha afirmación. De la mediatriz media partirá el plano medio. Centro de masas medio: Proyección sobre el plano medio del centro de masas original del sujeto medido. Centro de masas original: Punto estático y definido de la anatomía de un individuo donde se encuentra situado su centro de masas, mientras este esté en pie, erguido, severo, en reposo y sin hacer uso del arma. Segmento cordal: Segmento que une la mediatriz media y la mediatriz superior. Fundamental para la medición de la severidad de la afirmación. Línea de los hombros: La línea de los hombros resulta ser la línea que une ambos hombros del sujeto estudiado, concretamente uniendo los acromios derecho e izquierdo. Segmento superior: El segmento superior es la porción finita de la línea de los hombros que queda definida en su extensión por la distancia existente entre los acromios del sujeto estudiado. Este segmento será virtualmente coincidente con la línea de los hombros. Mediatriz superior: La mediatriz superior es el punto medio del segmento superior, que divide a este en dos partes iguales. De este punto partirá el plano superior. Segmento capital: El segmento capital es aquel segmento que une la mediatriz superior con el punto coronal. Punto coronal: El punto coronal es aquel punto de un agente más distante del plano inferior, sin tener en cuenta la rectitud o el segmento del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 89 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Geometría fundamental de la sencillez: La geometría de fundamental de la sencillez hace referencia a aquellos elementos virtuales con los que se define, determina y parametriza la posición en el espacio del eje de la sencillez, el arma, el asimento y los elementos directamente ligados a él. Eje de la sencillez o sencillez: El eje de la sencillez será una coordenada en que confluirán el plano del ítalo, el plano límite y el plano primario de la sencillez y representa geométricamente el punto en el espacio desde el que parte el segmento del arma del individuo medido. Será en el eje de la sencillez donde confluirán el segmento del arma con el segmento de la rectitud armada de un individuo. El eje de la sencillez dará lugar al posicionamiento absoluto de la sencillez del sujeto, siendo complementario en la obra al centro de masas proyectado. El eje de la sencillez podrá quedar proyectado en el plano inferior, llamándose sencillez proyectada. El eje de la sencillez será el vértice del ángulo de la sencillez, siendo este el resultante entre el segmento del arma y el de la rectitud armada de un mismo tirador. “El centro de masas proyectado y el eje de la sencillez serán los dos elementos básicos con los que medir la posición y disposición de un sujeto en el espacio.” Base de la rectitud: La base de la rectitud es el punto en que confluyen el segmento superior y el segmento de la rectitud, ubicado en el acromio relativo a la extremidad a la que se haga referencia. La base de la rectitud será el vértice del ángulo base de la rectitud, desde donde se podrá hacer la previsión del esferoide que podrá generar el rumbo de la rectitud. Segmento de la rectitud: El segmento de la rectitud es la línea finita e imaginaria creada entre el límite del segmento superior relativo a la extremidad armada y el eje de la sencillez. Existirá la posibilidad de asignar un segmento de rectitud a la mano no armada, quedando con ello concretada en el espacio para su posterior estudio. Vela del segmento de la rectitud: Segmento que se extiende perfectamente perpendicular al segmento de la rectitud, que une dicho segmento con el punto más alejado a este de la extremidad, normalmente el codo del brazo correspondiente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 90 - Segmento humeral: El segmento humeral es aquella línea recta que une la base de la rectitud con el disto de la vela de la rectitud, de la misma extremidad. Geométricamente, este segmento representa el humero de un sujeto humano estándar. Segmento cúbito-radial: El segmento cúbito-radial es aquella línea recta que une el disto de la vela de la rectitud con la sencillez. Geométricamente, este segmento representa la longitud del antebrazo de un sujeto humano estándar. Base de la vela de la rectitud: La base de la vela de la rectitud es el punto del segmento de la rectitud donde se interseca este con la vela del segmento de la rectitud. Disto de la vela de la rectitud: El disto de la vela de la rectitud es el punto de la vela de la rectitud más lejano al segmento de la rectitud, vértice del ángulo de la rectitud. En el disto de la rectitud confluyen los segmentos humerales y cúbito-radiales. Segmento del arma: El segmento del arma es la línea finita creada por la síntesis y concepción geométrica del arma en el espacio. Este tendrá su límite distal en la punta de la hoja y proximal en el eje de la sencillez. Este segmento forma parte de la geometría fundamental de la sencillez, pues dependerá de ella en su límite proximal. El segmento del arma será siempre vulnerable en su límite proximal, pues contendrá inevitablemente una parte del arma y/o de la anatomía del usuario, siendo esto variable en extensión. Dentro del segmento del arma se encontrará la hoja real y el emisor lucido. Este segmento del arma tendrá una importancia superlativa, pues determinará el punto desde el que dicho arma será operativa, el lugar en el que se calculará la aplicación de energía al instrumento y el punto más móvil de la anatomía del usuario. Ángulo de la sencillez: El ángulo de la sencillez será aquel formado entre el segmento de la rectitud y el segmento del arma, cuyo vértice coincidirá en el eje de la sencillez. Hoja real (Γ): La hoja real es la medida de la hoja desde el punto más distal del emisor hasta la punta de la hoja. Desde el punto de vista geométrico, la hoja real será el segmento del arma menos el emisor lucido. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 91 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Hoja potencial (ΓL): La hoja potencial es la medida del total del cilindro de la hoja, sin estar inserta en el ánima del emisor. Desde el punto de vista geométrico, la hoja potencial será igual a la hoja real más la hoja inserta. La hoja potencial será aquella que deberá ser medida para establecer la tipología de la longitud de la hoja. El emisor lucido (ψ): El emisor lucido es la parte del arma que va desde el eje de la sencillez al límite distal de la guarnición. Concretamente, su extensión será el total del segmento del arma menos la hoja real. Se llama emisor lucido por quedar más allá del plano límite del usuario, y por tanto, expuesto. El cabo (ω): El cabo del arma es la parte de la guarnición que queda proximal desde el eje de la sencillez, en dirección contraria a la extensión de la hoja. Será el resultado de restar el segmento del arma a la cuerda total de esta. Cuerda del arma (Σ): La cuerda es la longitud total del conjunto del arma, sumando la guarnición y la hoja real. Fundamento: El fundamento es el punto en que las longitudes de dos hojas se tocan, físicamente o en su extensión virtual. La agregación hará que los segmentos de las hojas tengan contacto, así pues, el punto del espacio donde coinciden, será llamado fundamento. En el plano físico, el fundamento será el punto en el que se genere contacto entre dos hojas, independientemente de la propiedad de dichas hojas. Segmento del saya: El segmento del saya es la línea finita creada por la concepción geométrica del saya, cuando este sea aprestado o manipulado por su usuario, y/o cuando el saya represente un objetivo ejecutivo vulnerable. Quedará definido entre la sencillez que apresta y la parte más distal del saya, llamada shiri. Diámetro común de la sencillez: El diámetro común de la sencillez (ΦZ) es aquella línea finita imaginaria que une los ejes de la sencillez del agente y paciente. Esta se extiende sobre un entorno tridimensional, adaptándose a la posición espacial de ambos ejes de la sencillez. Diámetro particular de la sencillez: El diámetro particular de la sencillez (Φp) es aquella línea recta que une la sencillez de la mano hábil y no hábil de un mismo individuo. Este elemento geométrico, que podría ser entendido como un segmento, resulta ser un diámetro, pues es necesario que el centro del círculo del que parte quede TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 92 - concéntrico al medio particular, concretamente cuando la mano armada está extendiendo al máximo el radio del límite y la no armada queda contrapuesta. Diámetro del objetivo ejecutivo: Línea recta existente entre la sencillez del agente y su objetivo ejecutivo. Será en esta línea del paciente en la que más eficiente resultará la disposición de la punta del arma agente en la obra de una oclusión radial por parte de este último. El diámetro del objetivo ejecutivo coincidirá en extensión con el diámetro común de la sencillez cuando ambos tiradores tengan como objetivo ejecutivo la sencillez del opositor. Diámetro del objetivo virtual: El diámetro del objetivo virtual es la línea recta que une la sencillez del agente con un punto del espacio donde no se haya aún ninguna parte vulnerable del paciente. Esto podrá ser un recurso para generar una trazada a un lugar concreto del espacio, sin que en el presente haya un parte vulnerable del paciente en dicho espacio, o sea, hacia un objetivo virtual. Esto será un recurso para posicionar el arma en un punto del espacio donde se prevea que habrá una parte vulnerable del paciente en un futuro o donde el arma apoye a una obra agente. Ángulo de las hojas: El ángulo de las hojas es aquel creado sobre el plano de la cruz por la confluencia de los segmentos de las armas o de su extensión, siendo el fundamento el vértice. Radio del límite: El radio del límite es aquella línea recta, siempre paralela al plano inferior, que une la línea vertical de un tirador con su sencillez. El radio del límite podrá ser proyectado en el plano inferior, como herramienta para entender la posición de la sencillez respecto a la línea recta y/o diámetro común. Igualmente, el radio del límite marcará la extensión presente del medio particular en la dirección de dicho radio. Adicionalmente podrá ser un radio potencial, marcando la distancia en la que la sencillez podrá quedar tras la acción. Radio del extremo: El radio del extremo es aquella línea recta, siempre paralela al plano inferior, que une la línea vertical de un tirador con el punto más distal de su arma, normalmente la punta. El radio del extremo dará lugar al concepto de extremo, mesurándolo de manera específica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 93 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA De manera estrictamente geométrica, la distancia del medio proporcional de un agente, quedará marcada por el potencial radio del extremo que dicho agente pueda alcanzar. No obstante, esto marcará tan solo la distancia, que habrá de ser conjugada para entender la dimensión del medio y, por tanto, las posibilidades reales de que el paciente esté en el medio proporcional agente. El radio del extremo máximo de un tirador será la distancia máxima en la que un tirador podrá resultar ejecutivo. Este radio del extremo tendrá lugar sobre el radio potencial del centro de masas. Así pues, el radio del extremo podrá ser presente, si se mide en un momento concreto, o potencial si se miden sus posibilidades futuras. Radio ejecutivo: El radio del extremo es aquella línea recta, siempre paralela al plano inferior, que une la línea vertical de un tirador con la parte vulnerable más próxima del paciente. Para que exista la posibilidad de herir al paciente sin obrarse compás alguno, el radio ejecutivo agente habrá de ser igual a su radio del extremo. El radio ejecutivo más corto del agente emergerá sobre el diámetro común. Por ello, se deberá pretender ubicar el objetivo ejecutivo sobre dicho diámetro común, haciendo la potencial obra agente más eficiente. Segmento difuso: El segmento difuso es esa línea recta hipotética que une la sencillez de un tirador con su mediatriz superior. Segmento del límite: El segmento del límite será aquella línea recta que une el centro de masas proyectado de un tirador con su sencillez. El segmento del límite generará un ángulo, respecto al plano inferior, que será llamado ángulo del límite. Segmento del extremo: El segmento del extremo será aquella línea recta que une el centro de masas proyectado de un tirador con el punto más distal de su arma, normalmente la punta de esta. El segmento del límite generará un ángulo, respecto al plano inferior, llamado ángulo del extremo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 94 - Diámetro común de la sencillez: “El diámetro común de la sencillez (ΦZ) es aquella línea recta, finita e imaginaria que une los ejes de la sencillez agente y paciente.” El diámetro común de la sencillez será el elemento con el cual se discernirá la potencial obra sobre la sencillez del agente o paciente por parte de su opositor. Para ello, se unirán los dos ejes de la sencillez de los implicados mediante un segmento variable en su extensión. “El diámetro común de la sencillez más corto será el que se genere sobre el diámetro común y paralelo a él.” Desde el punto de vista geométrico, para que un medio pueda ser proporcionado, en el que el agente esté plenamente seguro, la hoja de este tendrá que estar en el diámetro común de la sencillez o en potencia de ello, mientras que la hoja paciente está fuera de dicho diámetro y sin potencia de estarlo. “En la obra ejecutiva más eficiente, la potencia de herir de una hoja será proporcional a su potencia de estar en la línea del diámetro común de la sencillez.” Cuando exista agregación, el diámetro común de la sencillez condicionará el ángulo de las armas para que se pueda dar con seguridad, e igualmente pasará con el atajo funcional, o sea, que se pueda agregar en los tercios débiles o débil contra medio. “A menor diámetro común de la sencillez, mayor angulación de las armas será necesaria para mantener la agregación segura y el atajo funcional.” De esta manera su puede entender que: “Cuando no se pretenda la inmediata obra ejecutiva, la medida del diámetro común de la sencillez habrá de mantenerse ligeramente inferior a la suma de las hojas reales de agente y paciente, siempre mayor a la suma de las hojas reales menos dos tercios.” A efectos prácticos, se deberá entender que el diámetro común de la sencillez más eficiente tenderá a ser la suma de las hojas reales de agente y paciente menos un tercio de la hoja agente. Con esto se conseguirá que el ángulo de las hojas pueda generar la perpendicularidad necesaria entre los segmentos del arma, que al quedar secantes, den lugar a la interacción de las hojas y la agregación, y además, que exista la distancia necesaria entre agente y paciente como para conservar la seguridad ante la obra opositora. Diámetro común de la sencillez, sin ejecutiva inmediata pretendida: ΦZ = ± (AΓ + BΓ) – (1/3 AΓ) La concordancia del diámetro común de la sencillez con el diámetro común tendrá una especial relevancia a la hora de discernir la dimensión del medio en que tenga lugar la obra. De esta manera se podrá entender que en un mismo diámetro común, el hecho de que el diámetro común de la sencillez esté más o menos paralelo afectará a la concepción de la dimensión del medio. - Si el diámetro común de la sencillez está paralelo al diámetro común, la dimensión del medio será más ceñido que de otra forma. Esto es debido a que la distancia es menor entre la sencillez agente, de la que parte la hoja ejecutiva, y la sencillez paciente como objetivo ejecutivo. - Si el diámetro común de la sencillez no está paralelo al diámetro común, quedando transversal en mayor o menor medida, la dimensión del medio se verá extendido. Esto se debe a la mayor distancia entre la sencillez agente, base de la hoja ejecutiva, y la sencillez paciente como objetivo ejecutivo potencial. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 95 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA El diámetro común de la sencillez tendrá su mínima extensión posible cuando quede totalmente paralelo al diámetro común, sobre este y a la altura del plano superior. Esto dejará el extremo del arma coincidente con el hombro del usuario y con el diámetro común, generándose una potencial esfera que coincidirá en gran medida en dimensiones con la esfera potencialmente generada por el opositor. No obstante, será complejo que ambos tiradores estén con el plano límite y su ítalo coincidentes y, a la vez, sobre su plano superior. Por ende, haciendo una síntesis funcional, se entenderá de manera estrictamente práctica que: “El diámetro común de la sencillez más corto se dará con la sencillez sobre el diámetro común.” Con ello se determinará que la dimensión del medio podrá ser aumentada y reducida sin necesidad de tránsito sobre el plano inferior. De esta manera, será considerablemente más rápido y eficiente modificar el medio con la acción de reubicación de la sencillez que por medio de la obra de compases, lo que da lugar a ceñir o dilatar el medio sin aumentar o reducir el diámetro común. “Cuando el diámetro común de la sencillez esté paralelo al diámetro común y se muta la rectitud para dejarlo transversal, siempre decrecerá la exposición del agente, pues se extenderá el diámetro común de la sencillez, extendiendo la dimensión del medio en que se encuentren.” Desde una rectitud adelante del agente y frente a una afirmación con la rectitud adelante del paciente, que tenga la misma mano armada, el agente podrá dilatar el medio actuando la mutación a una posición radial de la rectitud. Como respuesta, el paciente podrá mantener el medio parcialmente estable, actuando la mutación de su rectitud al mismo lado, volviendo el diámetro de la rectitud a estar paralelo. Por el contrario y adicionalmente, dicho paciente podrá dilatar aún más el medio posicionando la rectitud en la misma posición radial que el agente, aumentando al máximo el diámetro común de la sencillez. “La reducción ceñirá el medio, el remiso lo extenderá.” El diámetro común de la sencillez podrá ser un recurso usado en la preparación de la obra, por medio de su posicionamiento transversal al diámetro común, pues esto permitirá ceñir el medio, esperando que el paciente deje de nuevo el diámetro común de la sencillez paralelo, momento en que el agente tendrá medio para ejecutar sobre la sencillez agente. La manera más eficiente de disponer la hoja propia, con intención ejecutiva, será disponer el diámetro común de la sencillez sobre el diámetro común. No obstante, por la paradoja de la estocada recta, esto hará la obra ejecutiva previsible para el opositor. Por tanto, el diámetro común de la sencillez deberá coincidir con el diámetro común justo en el momento de la ejecutiva, pretendiendo que el paralelismo sea generado involuntariamente por el paciente. “El agente deberá mantener el diámetro común de la sencillez transversal al diámetro común, en mayor o menor medida, aprovechando para la obra ejecutiva el error paciente de dejarlo paralelo sobre el diámetro común.” ———— - 97 - Geometría de los planos asociados al cuerpo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 99 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Plano inferior: “Se llama plano inferior a la línea que cruza horizontalmente y genera un escenario virtual en el suelo.” Este plano particular y/o común, así como normalmente estático, se extiende infinita y bidimensionalmente en los ejes X e Z de forma horizontal sobre el punto en que este situado el pie más distal respecto al centro de masas del agente usuario. Por tanto, de estar los segmentos de la tracción claramente diferenciados en extensión, siempre será el que presente la mayor aquel que será la referencia, y por tanto, dando lugar a un plano inferior estándar donde proyectar la geometría necesaria. Será posible entender el plano inferior de dos maneras distintas y complementarias: El planto inferior particular: “El plano inferior particular será aquel plano que se extienda desde el pié más distal al centro de masas de un usuario, totalmente perpendicular a la línea vertical de este.” Será este plano inferior particular el comúnmente usado para la concepción, descripción y disposición de la geometría particular. Esto lo convierte en la acepción estándar cuando se hace mención al plano inferior. Si los planos inferiores particulares de ambos tiradores son coincidentes, la superficie del firme será plana, y por tanto, no tendrá dificultades añadidas a la concepción y obra del desplazamiento. El plano inferior común: “El plano inferior común será aquel plano que se extienda desde el pié más distal al centro de masas de un usuario hasta el pie de la misma condición de su opositor.” Esto dará lugar a que la inclinación de dicho plano no siempre sea perpendicular a la línea vertical de uno varios tiradores, pudiéndose desplazar su posición sobre un entorno tridimensional, interaccionando con los tres ejes cartesianos. El plano inferior común tendrá una especial relevancia en el análisis de la geometría particular y la anatomía del tirador. Condicionará el entendimiento de la configuración de cada uno de los implicados, pues estará ligada a la interacción entre opositores, que podrán no coincidir en el plano inferior particular, dando lugar a que tenga que modificar su anatomía para dar lugar a los mismos fenómenos geométricos. La interacción de dos tiradores en un área con distintas alturas dará lugar a un plano inferior común inclinado, por tanto, con la concepción de este plano se podrá comprender la ventaja o desventaja táctica de la que dispondrá cada uno. Para facilitar su estudio, el plano inferior puede extenderse y tener su génesis en la línea que une los puntos de mayor presión de los pies, más distales al centro de masas de agente y paciente. Esto dará como resultado un plano inferior común. Sobre este plano se genera la geometría básica en la que se disponen las líneas sobre las que se determinarán los desplazamientos de agente y paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 100 - Este plano tendrá la función de definir el rumbo del arma respecto a su varianza vertical, siendo recto cuando coincida en paralelismo. El plano inferior, habitualmente será común para agente y paciente, pues lo más común estadísticamente es que el plano coincida en mayor o menor medida con el horizonte, cosa que a efectos prácticos será más útil entenderlo como un plano único, dando margen para la ligera varianza. Plano medio: “Se llama plano medio a la línea que cruza por la cintura al paciente y sobre la que, normalmente, se va a generar el juego de cintura, tracción y flexión para las guardias activas.” Dicho plano estático es una extensión bidimensional, infinita, paralela al plano inferior, sobre los ejes X y Z, de la mediatriz media, teniendo en cuenta que esta es el punto medio del segmento medio, también coincidente con la línea de las caderas. Mientras esté erigido aquel que sea medido, justo a la altura del centro de la cresta iliaca, concretamente a la altura de la conjunción entre la quinta lumbar y el sacro. Para facilitar la concepción y hacer una síntesis: “Se puede generar este plano a través de la extensión del centro de masas del usuario sobre estos mismos ejes, X y Z.” La ubicación precisa del plano en altura está centrada en disponer un eje sobre el que se creará el movimiento de torsión de la confluencia entre tracción y afirmación, o sea, la cintura del sujeto medido. Desde el punto de vista físico y práctico, el plano medio coincidirá verticalmente con el centro de masas del sujeto cuando se presente una guardia activa, en la que esté erguido o tumbe ligeramente el cuerpo. Esta confluencia teórica, de la masa con la geometría, determinará que sea sobre este plano medio sobre el que se encontrará proyectado el centro de masas medio, y con ello, se usará este último para determinar el centro dimensional de este plano. Además, su coincidencia con el la ultima vértebra lumbar y el sacro se debe a permitir facilitar la localización desde una perspectiva distante, tanto del plano medio como del centro de masas. Siendo la natural lordosis lumbar un aspecto anatómico evidente, que independientemente de la indumentaria portada, quedará marcado y claro para su identificación. Este plano, por ser medido de una manera particular para cada uno de los implicados, será por consiguiente un plano particular. Además será considerado como estático parcialmente, pues el sujeto medio tendrá control sobre su posición absoluta, pese a poseer una extensión bidimensional siempre paralela al plano inferior. El acercamiento entre el plano medio y el superior dará lugar a los movimientos de la afirmación y la varianza de la guardia erigida. Así pues, cuando el plano medio esté lo más cercano al superior posible, la afirmación estará plegada, en uno u otro sentido. Esto dará lugar a que el plano superior, idealmente, deba quedar lo más cercano al plano medio durante la obra ejecutiva, pues se dará lugar al extremo más amplio del tirador. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 101 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Plano superior: “Línea que cruza horizontalmente al paciente por los hombros y que indica la altura a la que es más eficiente disponer la guardia cónica proporcionada por un arma.” El plano superior es la extensión bidimensional e infinita de la mediatriz superior, que es el punto medio de la línea que cruza los hombros de aquel que sea medido, concretamente uniendo las partes más distales de ambos acromios. Desde la estricta geometría, el plano superior es dependiente del segmento superior, pues tendrá en él su génesis y condicionamiento. No obstante, este plano será siempre paralelo al plano inferior, por tanto, estático. En consecuencia y en la síntesis más absoluta, este plano parte de la mediatriz superior, dando lugar a una extensión bidimensional de este sobre los ejes X y Z. El acromio es una parte del hombro que queda aledaña al punto de rotación de este sobre una afirmación ligeramente tumbada. Además, en cuerpos humanos regulares, genera una protuberancia marcada y/o fácilmente localizable, que puede facilitar la localización para ser usada en la configuración e hipotetización precisa de la geometría. El plano superior, por ser el punto del que parte la extensión de la rectitud, coincide con la altura a la que es más eficiente la disposición del arma y/o sencillez, pues se obtendrá sobre él la máxima longitud del radio del límite. Esto dará lugar a justificar la coincidencia del ítalo y el plano superior con la sencillez y plano superior del paciente. Por tanto, será de la máxima eficiencia que en el momento justo del contacto de la hoja con el objetivo ejecutivo, el plano superior quede coincidente con el ítalo y que el rumbo del arma sea totalmente paralelo a estos. “El plano superior dará coherencia a la alineación de los elementos intervinientes en la rectitud, generando la más amplia extensión del extremo.” Cuando el plano superior de dos individuos coincida presentándose erigidos, se entenderá que estos tienen la misma estatura, pese a la extensión o posición del segmento capital. De esta manera, se podrá presuponer y aproximar la envergadura de un individuo opositor, dando con ello mayor precisión a la concepción de los medios. Para prever las posibilidades de obra y/o aumentar la eficiencia de esta, se podrá proyectar sobre el plano superior las posiciones posibles de la rectitud en las que se pretenda tener la máxima amplitud posible, mientras que una obra es preparada o concebida. Esto facilitará la previsión más acertada del extremo agente y hará patente la posición en la que se ha de quedar el plano superior respecto a la anatomía del paciente al objetivo ejecutivo ligado sobre ella. Plano coronal: “El plano coronal, que será estático y particular, es el resultante de la extensión bidimensional sobre los ejes X y Z del aquel punto coronal, más distal del plano inferior del sujeto medido.” Este plano estático marcará el punto más alto de un individuo y condicionará con ello el blossen capital, atribuyendo una limitación por arriba a este. Ninguna parte del arma agente deberá de superar en altura su propio plano coronal ni el del paciente, pues el arma perderá la funcionalidad oclusiva cuando se encuentre más arriba de esta plano, e igualmente retrasará la acción natural. “El arma conservará el potencial de oclusión cuando esté por debajo del plano coronal paciente, y mantendrá su potencial de obra cuando esté por debajo del plano coronal agente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 102 - El plano coronal marcará el límite geométrico sobre el que será eficiente disponer la parte más proximal de la hoja propia o el eje de la sencillez, cuando esta esté aguda. Esto será debido a que será el punto máximo, en distancia hasta el plano inferior en que la cobertura de la hoja al usuario será útil y eficiente. Por encima del plano coronal, la pérdida de eficiencia geométrica hará desaprovechar el segmento del arma como elemento ejecutivo o defensivo. De manera adicional, el plano coronal del paciente, también será el límite para la ubicación eficiente de la punta de la hoja agente, pues si esta se ubica más arriba, la geometría del segmento del arma será ineficiente, pues no amenazará u ocluirá ninguna parte vulnerable del paciente. La intención o faz del agente podría justificar el posicionamiento del arma por encima del plano coronal de dicho agente. Para la obra más segura, el plano coronal agente habrá de quedar con la mayor parte de su superficie en sombra respecto al opositor, protegiendo así la acción en natural de la hoja paciente. Plano vertical: “El plano vertical es la pantalla bidimensional, en los ejes X e Y, que, partiendo de la línea vertical y paralelo a la línea de infinito, divide hipotéticamente al paciente en dos mitades, la anterior y la posterior.” Será este plano estático el resultado de la división en dos partes del sujeto medido, concretamente en los ejes X e Y, dando lugar a la parte anterior y posterior. Este plano se generará a partir de la extensión bidimensional de la línea infinita y/o la línea vertical, que quedará siempre perpendicular al plano inferior y al diámetro común. Este plano se tendrá en cuenta para generar una imagen bidimensional, a partir de la proyección sobre él, de la silueta del un tirador en su proyección vertical. Por tanto, con este plano se podrá entender que puntos de la anatomía del usuario quedan iluminados o en sombra de la proyección lumínica del opositor. El plano vertical dividirá al sujeto medido y su geometría en dos mitades: la mitad anterior en la que quedará su anatomía que apunta y está sobre el diámetro común, y la mitad posterior, que será la parte más alejada del diámetro común. Plano sagital: “Plano, resultante de la extensión bidimensional en los ejes Z e Y de la recta vertical de blossen, que pasará por dicha recta adaptándose a ella.” Este plano, será dinámico y estará sujeto a la verticalidad de la columna vertebral, segmento cordal, afirmación, disposición y proyección del sujeto medio. Concretamente se extenderá siempre paralelo al foco del sujeto medido, y dejará a la anatomía de este virtualmente partida de dos mitades, en la que se podrán distinguir la diestra y siniestra, hábil o no hábil y armado o no armado. Adicionalmente, dicha división podrá ser también se entenderá como dentro o fuera, siendo este matiz dependiente de la posición de la sencillez. Con una afirmación erguida con la rectitud totalmente adelante, el plano sagital coincidirá, en paralelismo, con el plano primario y la línea vertical. No obstante, no se han de confundir estos elementos, pues el plano sagital acompañará siempre a la posición y forma tomada por la planta, torso y cabeza, se adaptará a ello, y por tanto, se desfasará, total o parcialmente, de la línea recta, foco, segmento cordal y/o plano primario, según la configuración de la anatomía del tirador, manteniéndose al margen de cualquier acción de la rectitud. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 103 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA En su proyección sobre el cuerpo del sujeto, el plano sagital coincidirá con la extensión de la línea vertical de los blossen, siendo estos elementos codependientes. Por tanto, se deberá de tener en cuenta que quedará sujeta esta línea a la deformación de la columna vertebral y otros elementos del sujeto medido, haciendo posible así la deformación de los blossen y la adaptación de la geometría a la posición corporal adoptada por el medido. Así pues: “El plano sagital será aquel que partirá de la recta vertical de blossen y/o del segmento cordal, en dirección del foco, y que dividirá a un sujeto en dos mitades, diestra y siniestra, sea cual sea la posición de su cuerpo. Plano de segmentación de planta: “El plano de la segmentación de planta es aquel plano dinámico resultante de la extensión sobre el eje Y del segmento de planta.” Este plano dinámico cortará en dos, de forma vertical, al sujeto medido, quedando en cada parte una similar repartición de masa. Idealmente, en la proyección de una guardia estable y con una eficiente disposición anatómica, el plano de segmentación de planta quedará desfasado alrededor de 45º del plano sagital. Este plano marcará la concordancia entre la planta y el plano superior, entregando la disposición óptima de la línea de los hombros sobre la que obrar la extensión del extremo. “La máxima extensión potencial del extremo tendrá lugar cuando el segmento superior sea coincidente con el plano de segmentación de la planta.” Cuando el plano de segmentación de planta coincida con el plano sagital se dará la guardia en la que mayor movilidad se le presupondrá a un sujeto, siempre que la acción de movimiento se genere sobre estos planos. Esto dará lugar a que, si el plano primario es también coincidente, se generará la potencia de máxima amplitud del extremo posible. Cuando el plano de segmentación de planta quede totalmente perpendicular al plano sagital y/o paralelo al plano vertical, la acción de movimiento del torso del sujeto se verá disminuida al mínimo en dirección a su foco. La disposición del arma sobre el plano de segmentación de planta, independientemente de la angulación de esta, dará lugar a la máxima cobertura posible del hombro armado, por efecto de la oclusión. Plano genual: “Plano dinámico que está generado a partir de la extensión bidimensional sobre el espacio de la recta genual.” Desde el punto de vista estrictamente geométrico, el plano genual partirá del segmento genual. Este plano, pese a ser una superficie bidimensional, tendrá una extensión tridimensional en los tres ejes posibles, pues habrá de unir ambas rodillas del sujeto medido, no existiendo la necesidad de concebirlo paralelo a ningún otro plano. No obstante, será posible su concepción dinámica y bidimensional paralela al plano inferior, pues esto aportará aspectos geométricos cruciales en el cálculo de ciertas acciones y desplazamientos, tanto agentes como pacientes. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 104 - Este plano interactuará con la dimensión espacial por medio de la tracción en las extremidades inferiores, así pues, será la obra del desplazamiento y la adaptación de la planta que configuraran y condicionarán su existencia y naturaleza. “La mayor eficiencia anatómica para la obra se dará cuando el plano genual esté paralelo al plano inferior.” Planos laterales y colaterales: “Los planos laterales y colaterales son la extensión en los ejes Y - Z de las líneas homónimas.” Estos planos son usados para la concepción tridimensional de área de los blossen, y con ello, del volumen en que se contienen los órganos del sujeto estudiado, así como la posición de sus extremidades. Siempre serán planos orientados paralelos al foco, lo que dará lugar a que el sujeto quede perfectamente subdividido cuando esté enfocado anatómicamente a su opositor. Adicionalmente, estos planos laterales y colaterales pueden facilitar la ligadura a objetivos ejecutivos y el cálculo de la obra para la ejecutiva sobre ellos. Cabe apuntar que los planos laterales no deberán ser confundidos con el plano de proyección cartesiana lateral, pues son conceptos diferenciados, que no tendrán por qué coincidir en espacio o dimensión. Plano de la vista: “El plano de la vista es aquel plano dinámico, extendido desde la línea interpupilar de ambos ojos de un individuo, que se orientará tridimensionalmente en la dirección en la que esté orientada la mirada.” Este plano marcará la zona de la fóvea de un sujeto, y por ello, será el plano en el que mayor implicación sensorial tendrá aquello que acontezca. Planos triangulares: “Los planos triangulares son planos finitos formados por la interacción de tres segmentos.” La geometría de la sencillez, al interaccionar con la geometría del cuerpo, dará lugar a geometría adicional, que facilitará la comprensión y síntesis de la biomecánica, así como de lo ocurrido en el asalto. Triángulo del límite: El triángulo del límite será aquel triángulo hipotético, siempre rectángulo, formado por el radio del extremo, la línea vertical y el segmento del extremo. Triángulo del extremo: El triángulo del límite será aquel triángulo hipotético, siempre rectángulo, formado por el radio del extremo, la línea vertical y el segmento del extremo. Triángulo raíz: El triángulo raíz será aquel triángulo hipotético, formado por los diámetros raíz de un tirador y su segmento de la planta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 105 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Triángulo rectángulo de la raíz: El triángulo rectángulo de la raíz es aquel triángulo hipotético generado entre el diámetro común, el diámetro raíz del lado tratado y la línea, siempre perpendicular al diámetro común que lleva de este al cimiento de planta del pie relativo. Triángulo de la rectitud: El triángulo de la rectitud será aquel triángulo hipotético, formado por el segmento de la rectitud armada, el segmento difuso y la mitad del segmento superior, del mismo lado de la mano armada. Para que el arma quede dispuesta en el medio, de manera eficiente, la hipotenusa del triángulo de la rectitud deberá ser segmento difuso. De cualquier otro modo, el arma no estará cumpliendo plenamente su función operativa, desde el punto de vista geométrico. Triángulo o área de la vela de la rectitud: El triángulo de la vela de la rectitud es aquel triángulo hipotético formado por el segmento humeral, el segmento cúbito-radial y el segmento de la rectitud. Triángulo o área de la vela de la tracción: El triángulo de la vela de la rectitud es aquel triángulo hipotético formado por el segmento femoral, el segmento tibial y el segmento de la tracción. La triangulación ejecutiva dará lugar a triángulos, que igualmente resultarán planos triangulares. No obstante, estos estarán sujetos a la conjetura, potencia y pretensión de la obra, teniendo únicamente definidas algunas de sus referencias, quedando otras dependientes de la acción de los sujetos. ———— TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 107 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Geometría de los planos asociados a la sencillez TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 109 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Ítalo o plano del ítalo: El plano de la sencillez llamado ítalo, es un plano que surge del eje de la sencillez de un tirador y que siempre es paralelo al plano inferior. Se concibe para posibilitar un estudio y desarrollo, tanto teórico como práctico, basado en la acción dispositiva elegante y eficiente sobre el punto vulnerable del paciente más próximo al agente, que normalmente será la sencillez. Ítalo: “Aquel plano de la sencillez generado desde el eje de la sencillez y que se extiende de forma horizontal, bidimensional y paralelo al plano inferior.” Desde el punto de vista preciso y estrictamente geométrico, el plano del ítalo tiene su punto de partida exactamente en el eje de la sencillez. Por ende, el ítalo será medido justo desde el punto exacto del circuncentro de la circunferencia generada por la pinza del asimento en su potencial aplicación de fuerzas, que será la confluencia entre el segmento de la sencillez y el segmento del arma. Este plano pertenece a la geometría fundamental de la sencillez, diferenciándose e independizándose de la geometría fundamental del cuerpo del tirador. El plano del ítalo posibilita entender la coincidencia de la sencillez agente y paciente en su altura. Esto facilitará la comprensión de las posibilidades y de la orientación del diámetro común de la sencillez. El hecho de que el plano del ítalo agente y paciente coincidan hará entender que la potencia de obra tendrá una igual proporción de la extensión del extremo. Esto quiere decir que agente y paciente que hagan coincidir sus planos del ítalo tendrán que extender en la misma proporción su extremo para posibilitar una misma obra. Dada la naturaleza del plano del ítalo, este puede coincidir con distintos elementos geométricos particulares, de agente usuario y su paciente. Será por ello que será necesaria la descripción y estudio de tal fenómeno, llamado italar. Italar: “Disponer conscientemente el plano del ítalo a la altura del plano de cualquier otro elemento geométrico, anatómico o del objetivo ejecutivo.” Este concepto, acorde al teorema de Bolzano, posibilitará una herramienta funcional que pretenderá hacer entender al usuario la disposición, más eficiente respecto a la dimensión vertical, para la extensión recta de su rectitud y hoja sobre su plano superior, que si este queda “italado”, o sea, a la misma altura que el plano horizontal que traza la guarnición de su paciente, obtendrá la distancia optima o cateto real. Ítalo recto: “Disposición del plano del ítalo a la misma altura vertical que el plano superior propio, independientemente de la planta proyectada o afirmación presentada.” En esencia, estar italado recto podrá dar lugar a la mayor extensión posible de la rectitud, quedando el segmento de esta, recto. Por tanto, se estará en potencia de extender el extremo al máximo. Ítalo en trío: “Disposición del ítalo en recto a la misma altura vertical de la sencillez de la rectitud paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 110 - Se habla de italar en trío por estar tres elementos superpuestos a la misma altura: el plano del ítalo agente, el plano superior agente y el objetivo ejecutivo del agente. Esto hará que el ítalo coincida con el diámetro común de la sencillez y/o el diámetro del objetivo ejecutivo estando la rectitud agente en potencia de su máxima extensión, lo que hará más eficiente la obra ejecutiva, pues se estará en potencia de ocupar con la hoja la línea más eficiente. En síntesis, esto hará que el extremo sea el máximo posible y la vía la más corta, dando como resultado la obra geométricamente más eficiente posible. Italado general: “Disposición de los ítalos rectos de agente y paciente en el mismo plano y a la misma altura vertical.” Para ello, si el plano inferior no es plano, el ángulo formado por los segmentos de las rectitudes en la proyección lateral habrá de ser perfectamente suplementario. El italado general dará lugar a que las dos hojas queden paralelas en un plano horizontal, o al menos en clara potencia de estarlo, si alguno de los dos tiradores busca el objetivo ejecutivo sobre la sencillez del opositor. Por tanto, se deberá evitar continuar una frase de armas en la que haya surgido el italado general, para evitar la común herida. Esto es usado para generar la mesura de los medios en su distancia. Además, puede ser un recurso consciente de dos tiradores que en intención y voluntad pretenden mantenerse ajenos al contacto, pues mostrará la distancia máxima y el conocimiento del medio de proporción. El italado general, como evento puntual y espontáneo, podrá suceder durante un asalto como resultado de la búsqueda al unísono del ítalo. No obstante, dos tiradores que encuentren un ítalo general lo reducirán al recto sobre una afirmación erguida y/o erigida, pues la concordancia agente-paciente de dos ítalos rectos sobre el mismo plano será igual, y ambos ganarán operatividad, por tanto, se obrará en consecuencia de pretender la sumisión o dominancia. Así pues, la propia eficiencia geométrica y la constante búsqueda de una obra elegante, dan como resultado una tendencia eventual a adaptar el cuerpo de para encontrar la concordancia planar entre la rectitud agente y la guarnición paciente, dándose lugar así a la manifestación y potencia más directa de ejecución. “Para la obra ejecutiva eficiente se buscará la concordancia entre el plano superior, sencillez agente y objetivo ejecutivo.” Esto deja entrever que si la angulación de la hoja paciente es aguda u obtusa, la extensión de la rectitud agente y disposición recta de su hoja sobre el ítalo obtendrá el cateto real, en un medio coherente. “El agente obtendrá ventaja táctica en el fin de la obra ejecutiva conforme disponga su sencillez, plano superior y hoja sobre el ítalo del paciente que no esté italado recto.” Se habrá de tener en cuenta que para el correcto italado o ítalo recto, se podrá reposicionar tanto la sencillez de la rectitud como la afirmación agente, que de igual forma obtendrá la máxima extensión posible sobre el plano superior, y que no obstante se adaptará al plano del ítalo paciente. Como aclaración, cabe señalar que no tendrá la misma función el hecho de mutar la rectitud que mutar la afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 111 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA La mutación de la rectitud buscando el ítalo recto, hará que la altura del plano del ítalo cambie. La mutación de la afirmación en búsqueda del ítalo recto mantendrá la altura del plano del ítalo y variará el centro de masas o extensión de la planta del tirador de una forma notable. Además, la distancia del medio necesaria para alcanzar el objetivo ejecutivo será la mayor en la que se pueda obrar, pues no existirá angulación alguna en la rectitud o rumbo de la hoja, cumpliéndose así con la optimización de la distancia precisa para la acción eficiente, y posibilitando una mayor respuesta ante la reacción paciente. “Se mutará sencillez o afirmación para italar, dando lugar a la posibilidad de obrar ejecutivamente desde la mayor distancia posible, lo que aumentará la seguridad del agente que obra.” Resulta y resultará evidente entender que existen otros factores que intervienen de forma dramática en la concepción y éxito de una frase de armas, y que el uso del ítalo tan solo supone una ventaja a la hora de plantear un plan de contingencia, que de cara a obtener una ventaja espacial y geométrica, conseguirá dejar al agente en una posición más eficiente para la descripción de un cateto real. El ítalo, en concordancia con el plano primario y el plano límite, generará el eje de la sencillez, que determinará la posición en el espacio del punto en que partirá el rumbo del arma. El uso del ítalo como plano sobre el que disponer y alinear toda la rectitud agente justificará la tendencia anatómica a presentar una guardia de Fabris al final de la obra ejecutiva del encordado. Plano primario: “El plano primario será aquel plano de la sencillez que se extenderá desde el eje de la sencillez, de manera vertical, sobre los ejes Z e Y, siempre paralelo a la línea recta y perpendicular al plano inferior.” Al igual que en el plano del ítalo, el punto exacto de partida de este plano será el circuncentro de la circunferencia generada por la pinza del asimento en su potencial aplicación de fuerzas. Desde el punto de vista preciso y estrictamente geométrico, el plano del ítalo tiene su punto de partida exactamente en el eje de la sencillez. El plano en cuestión pertenece a la geometría fundamental de la sencillez, diferenciándose e independizándose de la geometría fundamental del cuerpo del tirador. Este plano tendrá la función de definir la posición del arma respecto a su varianza horizontal. Esto hará que cuando el plano primario sea coincidente con el plano sagital la sencillez esté sobre el diámetro común. En la rectitud adelante, este plano coincidirá, en mayor o menor medida, con el plano sagital, a lo que hay que sumar la cercanía entre plano del ítalo y plano superior. Definiendo con esto dicha sencillez de la rectitud y la posición más eficiente en la disposición del arma para la concordancia con el foco y/o el diámetro común. El plano primario, junto al plano del ítalo y límite, generarán el eje de la sencillez, que otorgarán la posibilidad de entender el punto de partida del rumbo del arma y su segmento, desde la geometría analítica, convirtiéndose en una herramienta fundamental para la concepción del arma en el espacio, así como para la obra absoluta. Al disponer un elemento del opositor o propio en el plano primario, se hablará de haber primado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 112 - Primar: “Primar apela a disponer conscientemente el plano primario coincidente con cualquier otro elemento geométrico, anatómico o del objetivo ejecutivo.” Cuando se esté primando la punta del arma, siempre se extenderá el rumbo horizontalmente, pues quedará dicha punta justo en el plano primario del usuario. Primar la punta del arma hará que se disponga paralela al diámetro común, en la vía más eficiente para su uso ejecutivo, que será sobre el diámetro común o aledaño a ello. Por esto, la sencillez deberá estar cercana al diámetro común, ofreciendo la mayor potencia de oclusión posible. Primar al sagital: “Primar el arma hace referencia a la disposición del plano primario coincidente con el plano sagital, independientemente de la planta proyectada o afirmación presentada.” Primar el arma será la acción de reducir el arma y hacer coincidir el plano primario de la sencillez con el plano sagital del cuerpo, lo que hará al arma disponerse sobre la línea recta, el diámetro común o aledaña a ellos. Esto dará lugar a una rectitud adelante, que podrá ser variada a segunda o cuarta. Para generar el rumbo más eficiente del arma horizontalmente posible, habrá de hacer coincidir la sencillez en su plano primario con el plano sagital del usuario, y a su vez, todo ello ha de quedar coincidente con el objetivo ejecutivo. Primar en trío: “Se habla de primar en trío cuando el arma se dispone sobre el plano sagital, y a su vez, este sobre el objetivo ejecutivo.” Al primar en trío se consigue que el foco anatómico de un tirador quede orientado a su objetivo ejecutivo, maximizando la potencia de obra. Además, si el objetivo ejecutivo resulta ser la sencillez del paciente, el agente primado en trío estará en ventaja ante la necesidad de obrar una posible oclusión. Cuando un arma queda italada trío y a la vez primada en trío, esta estará encarada desde la rectitud de adelante, con el rumbo totalmente extendido y sobre el diámetro del objetivo ejecutivo, sin tener en cuenta la ubicación del plano límite. Esto arrojará la máxima potencia de oclusión posible, siempre teniendo en cuenta la posición anatómica, que podrá ser más eficiente o menos dependiendo de la severidad o flexión del torso. “Primar en trío e italar en trío dan lugar a la mayor potencia de oclusión posible.” Para que la anatomía de un individuo posibilite la misma amplitud a primera y a tercera en el movimiento de su rectitud, habrá este de estar perfilado. Concretamente tendrá que disponer el plano primario sobre el diámetro común y, a su vez, paralelo al segmento superior. No obstante, la musculatura humana hará más eficiente la aplicación de fuerzas al arma cuando se esté de medio perfil, por tanto, el segmento superior deberá de quedar ligeramente transversal al plano primario, dando lugar a una mayor dinámica en la extensión de la rectitud y en su reubicación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 113 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Plano límite: “El plano límite será aquel plano de la sencillez que se extenderá desde la pinza del asimento, de manera vertical, sobre los ejes X e Y, siempre perpendicular a la línea recta y al plano inferior.” El plano límite resultará un elemento clave para la concepción totalmente tridimensional del eje de de la sencillez, y por tanto, para el correcto análisis de la rectitud y geometría general del asalto. Este plano tendrá la función de marcar bidimensionalmente el límite geométrico del sujeto medido, dando lugar a poder obtener información acerca de conicidad de la guardia y sombra de generada por la hoja, así como otorgando herramientas geométricas para la medición precisa de la silueta ofrecida en su proyección concordante con el plano vertical. El plano límite pertenece a la geometría fundamental de la sencillez, diferenciándose e independizándose de la geometría fundamental del cuerpo del tirador. Adicionalmente, el plano límite marcará el fondo presente del medio particular de un individuo. Igualmente, dada la naturaleza del arma láser y una vez esté está dispuesta en el medio, este plano marcará el límite desde donde la protección del arma será posible o imposible. A esto, se le llamará fondo presente cuando se sea medido y observado, o fondo futuro cuando sea previsto. “El paciente estará dentro de la distancia del medio proporcional del agente cuando exista la posibilidad de que la hoja del agente esté sobre el plano primario del paciente, o lo cruce.” Será por ello que el plano límite marcará dinámica y geométricamente el punto en que una hoja comenzará a tener potencial ejecutivo, pues la hoja agente será potencialmente ejecutiva cuando esté en el plano límite del paciente o lo sobrepase. “Una hoja comenzará a tener potencial ejecutivo cuando esté más cercana al centro de masas que el plano límite.” Teniendo en cuenta esto último, se justifica la extensión de las guardias, pues aparte de propiciar la agregación, mantendrán al usuario a salvo de su propia hoja y de sus efectos termodinámicos figurados. La presentación de una guardia será notablemente inestable cuando el plano límite esté a una mayor distancia del centro de masas que el punto más distal del segmento de la rectitud más paralelo al plano inferior. En la mutación de la orientación del foco anatómico, la contracción y/o embebido de plano límite hará que se acelere o decelere, respectivamente, la reorientación del cuerpo del usuario, gracias al momento angular. Será por ello que para favorecer la rotación de un sujeto, será conveniente reducir la distancia entre el plano límite y el vertical en el momento de la acción del movimiento. Eje de la sencillez: “El eje de la sencillez es el punto en el espacio en que confluyen la el plano del ítalo, el plano primario y el plano límite, y que define el punto sobre el que se generará el rumbo del arma y del segmento de esta.” Este eje determina la unidad por la que la sencillez adquiere coherencia geométrica al margen del resto de elementos físicos de la sencillez, como la guarnición, la mano, o la protección de esta. Asimismo, en el eje de la sencillez confluirá el límite distal del segmento de la rectitud con el límite proximal del segmento del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA GEOMETRÍA APLICADA- 114 - “El eje de la sencillez será la confluencia entre los planos primario, ítalo y límite.” Debido a ser la confluencia entre los tres planos posibles que partirán de la sencillez, este eje pertenecerá y dará coherencia a la geometría fundamental propia de la sencillez. La sencillez propiamente dicha, será la responsable de la ubicación absoluta del eje de la sencillez en el espacio. La extensión de la rectitud tendrá la función de disponer este eje en el espacio respecto a la distancia con el centro de masas del usuario. Así mismo, el rumbo será medido desde este punto, haciendo al eje de la sencillez el lugar del espacio desde el que se medirá este respecto a la geometría analítica. “El eje de la sencillez será el punto mínimo desde el que se medirá la posición absoluta del arma y asimento del usuario.” En un asimento a una mano, el eje de la sencillez quedará físicamente ubicado justo en el centro de la sección del cilindro de la guarnición, en el lugar donde se esté generando la pinza del asimento. Esto hará que el eje sea un punto virtual justo donde se generará el par de las fuerzas aplicadas por la sencillez y asimento del arma. Por tanto, siempre será necesario tener en cuenta donde se halla la pinza del asimento pues justo en ese punto se generará la sección transversal hipotética que permitirá localizar geométricamente el eje de la sencillez. De esta manera, si la mano y/o la pinza del asimento cambian de posición o de ubicación en la guarnición, se moverá la geometría del eje de la sencillez. “El eje de la sencillez se tendrá en cuenta según la posición del asimento en la guarnición, variando por la cuerda del arma con ella.” En un asimento a dos manos, el eje de la sencillez será medido en la mano más distal. Pese a que la fuerza par se pueda generar en un punto del cabo intermedio de las manos. “En un asimento a dos manos el eje de la sencillez no será el punto en que se generen las fuerzas par para toda el arma, sino el punto en que la mano adelantada las genera.” Plano de la cruz: “El plano de la cruz es aquel resultante de la extensión bidimensional del fundamento entre dos hojas, siempre en el mayor paralelismo a la sencillez de las mismas.” El plano de la cruz se formará en base al fundamento, unido a los ejes de la sencillez implicados en la agregación. El plano de la cruz será tenido en cuenta para entender la geometría implícita en la agregación, de manera independiente a la posición de las armas respecto al plano inferior. Esto facilitará la comprensión de los ángulos y cardinales generados entre los dos segmentos de las armas. Este plano puede ser generado por las armas de agente y paciente, o únicamente por las armas de un mismo tirador, cuando este use arma mein y shinja. Será gracias al plano de la cruz que las oclusiones y atajos podrán ser entendidos universalmente. El control del arma opositora será tenido en cuenta siempre como un elemento que precisará de la reubicación espacial de este plano de la cruz. Esto dará lugar a que las obras dispositivas generen obras ejecutivas de manera segura, al necesitar estas de pleno control del plano de la cruz, para su obra segura y eficiente. “Para dar lugar a un medio proporcionado seguro para el agente, la punta del arma paciente deberá estar lo más alejada posible del plano de la cruz, justo en el momento de la culminación de la ejecutiva.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 115 -DE LA GEOMETRÍA APLICADA Plano del horizontal del fundamento: “El plano horizontal del fundamento es el plano que se extiende desde el fundamento de la agregación entre las armas, siempre paralelo al plano inferior.” Para que una rectitud genere la angulación natural de las armas, que facilite la agregación de estas, los ejes de la sencillez de ambos tiradores tenderán a estar por debajo de este plano. El plano horizontal del fundamento facilitará la comprensión de la potencia de oclusión, dado que dará a entender la relación entre el fundamento de la agregación, el ítalo y los planos superiores de ambos tiradores. El lugar geométricamente ideal para ubicar el plano horizontal del fundamento, al margen de la intención, será el punto central entre los planos superiores de ambos tiradores. “La agregación perderá funcionalidad conforme el plano horizontal del fundamento se aleje del punto medio entre los planos superiores de ambos tiradores.” Plano vertical del fundamento: “El plano vertical del fundamento es el plano que se extiende desde el fundamento de la agregación entre las armas, siempre perpendicular al plano inferior y paralelo al diámetro común.” El plano vertical del fundamento arrojará la validez de la agregación, de manera inversamente proporcional a la distancia entre dicho plano y el diámetro común. “Cuanta más distancia entre el plano vertical del fundamento y diámetro común, menor potencial y función tendrá la agregación.” Plano del extremo: “El plano del extremo es aquel plano, siempre perpendicular al plano inferior y paralelo al límite exterior del medio particular del usuario, que tendrá su génesis en el extremo del arma.” El plano del extremo seguirá la forma del medio particular del tirador usuario, de esta manera se podrá entender la silueta que este plano tendrá, pues será parcialmente esférico, curvado en las tres dimensiones, alrededor de la ubicación aproximada de la base de la rectitud. ———— DE LA CAUSA TÉCNICA - 119 - Guardia TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 121 -DE LA C AUSA TÉCNICA Función de la guardia: La guardia tiene como fin preparar y configurar el cuerpo del agente para la optimización de la obra, sea proactiva o reactiva. Eso se llevará a cabo con una adaptación de los miembros y articulaciones al contexto, que proveerán de mayor eficiencia al movimiento pretendido o respondido. “La guardia será aquella disposición anatómica que asegurará la integridad propia y optimizará la obra pretendida o respondida.” En consecuencia, la guardia tendrá la responsabilidad de disponer el arma en el medio en una rectitud concreta, o mantenerla fuera de él, sin comprometer al usuario agente y exponiendo la flaqueza del paciente. Esto dará lugar a que la disposición de una guardia habrá de estar en perfecta comunión con el movimiento del arma y la trazada pretendida, pues de otra forma, será imposible la acción precisa de esta y aparecerá el peligro de autosupresión. En primera intención, la presentación de una guardia involucra, de forma implícita, la transmisión de información al paciente acerca de la intención agente, quedando las guardias condicionadas por esto, algo que el agente habrá de usar en su favor, presentando la guardia apropiada justo antes de que esta desarrolle su función, esté destinada al antagonismo intencional, geométrico o a la configuración óptima del cuerpo agente. De mantenerse una guardia presentada, el paciente dispondrá de tiempo para determinar la más eficiente táctica a llevar a cabo, en contra del agente. Una disposición anatómica concreta, para considerarse como una guardia, habrá de tener aplicación y valor universal, estando en coherencia con la intención agente, la naturaleza del paciente y adaptándose a la causa instrumental de ambos. Adicionalmente, una guardia tiene que constar de una configuración anatómica acorde con la higiene postural, que prevea lesiones en el agente usuario, debidas a la presentación de dicha guardia o a la implementación de movimiento desde ella. De esta forma: “La guardia ha de ser un elemento defensivo de asistencia y auxilio al potencial de la obra, en particular, a su potencia dispositiva y ejecutiva.” La guardia y su composición: “La guardia, en términos analíticos, es la disposición geométrica básica que un tirador presenta para hacer frente a una amenaza localizada y prevista.” Habrá guardias que en su presentación sean más eficientes en una mayoría estadística de las situaciones, estas serán entendidas como guardias óptimas, por adaptarse con mayor facilidad a lo potencialmente acontecido. Guardia óptima: Aquella guardia que es configurada, en geometría y biomecánica, de forma ajena a un contexto y que es eficiente en una mayoría estadística de situaciones previstas, dando lugar a un alto potencial de obra. Una guardia estará compuesta por la planta y la afirmación. Siendo así, describirá todo la configuración corporal presentada por un tirador que pretenda reaccionar de forma consciente ante un evento dentro de un asalto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 122 - A su vez, la planta está compuesta por: Proyección: Configuración geométrica del contacto del tirador con el plano inferior. La proyección creará la base en la que el resto de la guardia se sostiene. Tracción: Extensión y fuerza implicada en la elevación del cuerpo por parte de las extremidades inferiores. Esta será la encargada de desplazar el centro de masas y acomodarlo, haciéndolo posible sin precisarse la mutación o acción del torso. Por otro lado, la afirmación está compuesta por: Afirmación, postura o torso: Posición del torso del agente. En la afirmación, desde un punto de vista de su estudio profundo, también puede estar incluida la posición de la cabeza. Rectitud: Disposición del arma y extremidad armada en el espacio, respecto al agente usuario. Según la relevancia y/o profundización en el estudio de esta, puede ser tratada como un elemento independiente a la afirmación. Será desde esta rectitud que estará configurado el rumbo y posición absoluta del arma, para generar un antagonismo de origen estrictamente geométrico, siendo la oclusión el elemento fundamental de esto. Las guardias, por su función, han de estar preparadas para la reorganización de sus elementos, pues por su propia naturaleza habrán de estar listas para ser mutadas y adaptadas a los eventos emergentes. Así pues, se da lugar a la posibilidad de obtener patrones geométricos de unas guardias y variar determinadas partes de ella, sin cambiar sustancialmente su biomecánica, y dando lugar a una nueva configuración llamada variante o guardia variante. Guardia variante: Aquella guardia que es conformada a partir de la mutación selectiva de algunas partículas usadas en ella, y que mantiene el potencial de obra. Los factores que intervendrán en dar lugar a una variación podrán ser cada uno de aquellos aspectos que influya en la presentación de la guardia, desde la angulación de los pies, hasta la rectitud sencilla o sencillez. Uno de los factores más importantes y determinantes en una variación es el asimento, pues es necesario para su adaptación a los distintos medios, lo que hará de una determinada guardia óptima, una herramienta polivalente sobre la que sustentar la defensa activa y pasiva del agente, la guardia cónica, así como su potencial dispositivo y ejecutivo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 123 -DE LA C AUSA TÉCNICA Ya sea una guardia u otra la presentada por el usuario, el hecho de disponer la anatomía en la posición pretendida, cuando la hoja se ubique en el centro geométrico del medio recibirá el nombre de extender la guardia. Esto podrá tener un objetivo estrictamente antagónico y/o pertenecer a la preparación de una obra concreta. Extender la guardia: Forma tradicional de hacer referencia a presentar una guardia en la que la hoja esté dispuesta en el medio, con rumbo adelante y una rectitud relativamente extendida. Existirá también la posibilidad entender como guardia cualquier posición de un cuerpo en un punto del tiempo. Desde el punto de vista estrictamente táctico y práctico, dicha guardia será considerada como una guardia pulsada y/o inestable. En dichas guardias pulsadas, la coherencia anatómica respecto a la intención y obra llevada a cabo, habrá de ser tenida en cuenta, estudiada e interpretada de la misma forma que en la presentación de cualquier guardia estable. Antagonismos: “El antagonismo es el efecto derivado de la presentación de una guardia agente, que atiende a la inhabilitación o complicación de la obra del paciente, por las características encontradas en las guardias de ambos, que podrán tener una relación directa o indirecta entre sí.” Un antagonismo resulta ser el efecto emergente de la ventaja generada por la guardia agente frente a la paciente. Esto se producirá al generar una presentación agente que interacciona con la paciente haciendo esta última menos efectiva o dando lugar a una vulnerabilidad. Desde otra perspectiva, cada antagonismo se puede definir como la síntesis y uso de elementos de una guardia agente para la inhabilitación de la guardia paciente. Los antagonismos alcanzan su máxima eficiencia en la tratativa del medio de proporción, pues son un fenómeno que afecta a la presentación de las guardias sin precisar de la exposición al medio proporcional no medido o controlado, o a la interacción instrumental entre opositores. Así pues, demuestran el potencial de una obra, la intención del agente o la superioridad o inferioridad de este. No obstante, el uso de los antagonismos puede también ser eficiente en un medio proporcional con agregación, donde las hojas estén privadas y sea necesaria una configuración geométrica concreta para magnificar la obra potencial o la preparación de esta. Este fenómeno del antagonismo estará siempre ligado a la intención del usuario, pues el efecto que tendrá una guardia en su opositor podrá ser de distinta índole, y de igual manera, queda dependiente de la configuración geométrica de cada una de las guardias. Así se entiende que pese a estudiarse separadamente, intención y geometría son complementarias en la consecución de un eficiente antagonismo y, por tanto, componentes del fenómeno. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 124 - Antagonismos de intención: El antagonismo de intención es aquel usado voluntariamente por el agente y centrado en su componente de intencional, que transmite un mensaje concreto al paciente por medio de la presentación de la guardia. Esta comunicación puede estar destinada a confrontar a la guardia paciente de distintas formas: Antagonismo de intimidación: “Tipo de antagonismo de intención basado en atemorizar al paciente.” Hará al paciente temer por las intenciones del agente de forma instintiva e irracional, al presentar este una guardia de clara concordancia dominante. El agente usará guardias que dispongan una apariencia ofensiva y marcadamente ejecutiva, que muestre un claro convencimiento del potencial de su obra pretendida. Esto hará que el antagonismo en sí, disponga al agente en una posición de concordancia dominante, lo que facilitará el alargamiento del diámetro común. Antagonismo de igualdad: “Tipo de antagonismo de intención basado en demostrar que entre agente y paciente están en igualdad de posibilidades.” Será presentada por el agente la misma guardia que la presentada por el paciente, o una variante de concordancia igual que claramente muestre igualdad de potencial en la obra de ambos. Antagonismo de sumisión: “Tipo de antagonismo de intención basado en demostrar que el agente está en desventaja ante el paciente.” Muestra de una faz en la que la hoja está fuera del medio o claramente lejos de su potencia de obrar o herir. Normalmente esto se llevará a cabo por medio de una concordancia de sumisión del agente que presenta la guardia ante el paciente que la percibe. Esto relajará y ceñirá el medio por la confianza transmitida al paciente. Antagonismo temporal: “Tipo de antagonismo de intención que prepara al agente para obrar en el momento que pretende respecto al tiempo de la obra paciente, haciendo que este paciente entienda que la intención es otra.” El antagonismo temporal hacer referencia a aquel componente, de una determinada guardia, que dispone al tirador usuario para actuar antes de tiempo, a tiempo o a tras tiempo, determinando y condicionando la obra de su opositor en referencia al antagonismo presentado. El antagonismo temporal se basa en crear la sensación en el paciente de que el agente no está prevenido, que ha entendido otra obra o que ya ha terminado su obra. De esta manera, el agente hace que el paciente espere, obre o termine su obra, quedando el agente dispuesto para obrar al tiempo que él haya preparado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 125 -DE LA C AUSA TÉCNICA Antagonismos geométricos: Serán aquellos antagonismos, estudiados por su componente geométrico, destinados a disponer la hoja, o cualquier elemento integrado en su posterior obra, en una disposición que muestre una clara pretensión dispositiva, que puede ser tendente a la sumisión o a la dominancia, lo que hará reaccionar en consecuencia al paciente. En otras palabras, un antagonismo geométrico pretende la configuración de la guardia agente de manera que la geometría esté a su favor. El principal antagonismo geométrico será disponer la hoja agente más cercana al diámetro común que la del paciente, con principal interés en la punta. No obstante, esto no será un concepto universal, pues el paciente entenderá también la necesidad de esto y se dará lugar a la paradoja de la estocada recta. Por tanto, existirán distintos antagonismos geométricos con los que obtener ventaja sobre el paciente. Antagonismo a la bisectriz: La hoja agente, en su rumbo y sencillez, se dispondrá sobre la bisectriz de un ángulo formado por la angulación de la hoja paciente y su reflejo usando el diámetro común como eje. Será así como la hoja paciente estará ubicada en una potencial trazada que pasará por el punto más alejado de la acción y del posible reparo, oclusión o atajo por parte del paciente, dando lugar a la vía más directa para el lance. Antagonismo de paralelo: El antagonismo geométrico de oposición se centra en la disposición de la hoja en un rumbo que haga coincidir las hojas de manera que su cuerda quede paralela, quedando exactamente enfrentadas sus extensiones proximo- distales. O sea, que los segmentos del arma estarán contenidos en la misma línea recta y/o paralelos. Esto será utilizado para la invalidación de una guardia o rectitud paciente que esté ocluyendo una presente disposición agente, llevando a ambos a un potencial medio de común herida. Este antagonismo habrá de estar ceñido al control del plegado del rumbo de la hoja, dando así lugar a la cobertura de partes vulnerables más próximas al agente que su sencillez, así como se habrá de obrar desde una rectitud y/o extensión que deje fuera del medio proporcional paciente a la sencillez agente. Desde este antagonismo, el agente usuario ha de preparar siempre la oclusión radial, pues podrá verse ejecutado por el rumbo del arma. Antagonismo a la perpendicular: La hoja agente se dispondrá en potencia de obrar un reparo perpendicular al rumbo de la hoja paciente presentado en la guardia de este último. La perpendicularidad no habrá de ser total, pues bastará con que los segmentos de las hojas queden secantes, pues existirá un margen de tolerancia relativo al ángulo de ataque paciente previsto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 126 - Antagonismo de intercambio planar: La hoja agente se dispondrá, italando en trío, en rumbo a la parte más distal y vulnerable del paciente. Esto provocará que una guardia aumente la distancia del medio, pese a la probable reducción de su dimensión, que se deberá a la mutación de la afirmación, lo que condicionará la elegancia de la obra que se pueda llevar a cabo desde esa guardia. Será la conjugación de estos antagonismos lo que permitirá hacer más eficiente una obra que tenga base en la intención dispositiva, dejando al error paciente la oportunidad ejecutiva del agente. Guardia cónica: “Se llamará guardia cónica defensiva al efecto tridimensional e hipotético de sombra producido por la disposición de un objeto entre una emisión de luz paciente y su potencial objetivo o proyección en el agente.” La luz a la que se hace referencia puede ser de índole literal, haciendo referencia a la emisión lumínica de la hoja, o de índole hipotética, generada por la potencia de obra y herida a la apertura de líneas, en referencia a las posibilidades que tiene un sujeto de transitar y trazar por el espacio hasta su objetivo ejecutivo. “Habrá sombra en toda parte del paciente que no haya línea directa para la ejecutiva, al ser ligada como objetivo ejecutivo.” Este fenómeno está destinado a entender como, por interacción física y el fenómeno de la oclusión, un elemento impide la libre posición del arma, opuesta o propia, y amenaza el medio particular del opositor desde un punto concreto, restringiendo las posibilidades de obra o herida y generando un cono de sombra en relación al espacio en torno a él. “La sombra es producida al disponerse un elemento oclusor en el diámetro del objetivo ejecutivo.” También se puede extrapolar el concepto para permitir la oclusión de la radiación lumínica literal de un arma en dirección y sentido a un punto. Esto dará lugar a la posible obra de evitar el deslumbramiento, por medio del dominio de la cobertura y la sombra. Buscando una aplicación para favorecer el entendimiento de la potencia de obra de agente o paciente, se podrá usar para generar un símil con la luz proyectada por la potencia de herir u obrar de un sujeto frente a otro. Siendo así las partes del agente o paciente bañadas por la luz del opositor, aquellas que son susceptibles de ser alcanzadas en una acción ejecutiva directa, quedando expuestas. Intervinientes: Emisión de la luz: Será aquel punto desde el que se pretenda un tránsito, trazada, apertura de líneas o radiación en dirección y sentido a un punto. Por tanto, en el caso de tratarse de la búsqueda de la apertura de líneas por parte de un tirador, la luz procederá de la sencillez de su rectitud en el momento del tiempo en que se plantea la obra. Objeto oclusor: Será llamado así aquel obstáculo que impida el libre tránsito de la luz en dirección y sentido al objetivo ejecutivo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 127 -DE LA C AUSA TÉCNICA Esto podrá tener lugar por la interacción física o por el fenómeno de la oclusión. En el caso de la emisión lumínica literal, un objeto oclusor será cualquier cosa que pueda impedir la radiación de la luz, y por ende, que genere una sombra física. Por otro lado, desde el punto de vista de la apertura de líneas, el objeto oclusor será la hoja del arma de aquel sobre el que se proyecte la luz. Esto será así por ser la única parte no vulnerable del sujeto, que además, tiene potencial ejecutivo. Sombra: Área de un plano o superficie, de un tirador u objeto a la que no alcanza la luz de su opositor por la interposición de un objeto oclusor. Gracias a la comprensión de la geometría, se entiende que cuanto menor sea la distancia del objeto oclusor a la emisión, mayor será el área de la sombra. Así pues, cuanto mayor sea la distancia, el cono de sombra producido será menor, y por tanto, el área a resguardo, también se verá reducido. “La punta agente habrá de quedar distal, pues aumentará el potencial de oclusión y la guardia cónica.” La oclusión potencial y presente en una hoja recta es producto de la posición de la hoja agente en un punto del espacio junto a la distancia al opositor. Por tanto, cuando un rumbo está extendido, tendrá la mayor guardia cónica posible y la mayor potencia de oclusión, estática o dinámica. “La sombra generada por una oclusión tiene su génesis en la disposición de la punta o tercio débil de la hoja en el diámetro del objetivo ejecutivo.” Así pues, se entiende que la disposición recta del arma, con total extensión de la rectitud, en la rectitud de adelante y en el plano superior, es la más eficiente rectitud para obtener el máximo de la sombra posible. Si a esto se le suma el perfilado de la afirmación, la silueta mostrada fuera de la sombra será la menor posible y, por ende, la sombra ocupará más superficie vulnerable del tirador, asumiendo este la respectiva constricción de la dimensión del medio a causa de la reducción del modificador de movimiento. Esta lógica destila la justificación para mantener como coherentes y eficientes las rectitudes de disposición adelante, sobre el plano superior y extendidas. Serán con estas y su mera presentación, que el agente podrá obtener la máxima sombra posible sobre sí, y por tanto, verse protegido sin necesidad de debate. A esto habrá de sumarse una medición precisa de la dimensión del medio proporcional paciente y la ubicación agente en su límite. “La agregación quedará justificada por la necesidad mutua de generar sombra de la luz del opositor, quedando el arma propia siempre en potencia de ocluir.” Esto mismo podrá verse aplicado al sostenimiento del medio de proporción, aunque se verá afectado en cierta medida por la disposición de la hoja, pues será mayor la distancia de esta como objeto oclusor agente, hasta la emisión de luz paciente, y por tanto, existirá una sombra menor. Esto se verá contrarrestado por una dimensión mayor, que por distancia y reacción, posibilitarán la obra agente contra la paciente en dicho medio de proporción. De este modo: “Que el único objeto oclusor posible será la hoja del arma, paciente y agente, que con longitud en la extensión del segmento del arma y anchura de la sección de la hoja, generará un cuerpo cilíndrico físico con el que obrar y protegerse.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 128 - El extremo: “El extremo hace referencia específicamente a la distancia máxima a la que está o puede estar el punto más distal de un arma.” El extremo se centra en definir el límite más distal del medio proporcional, que surgirá del medio particular sumándole el segmento de la hoja, en dirección y sentido del foco. O sea, que con el extremo quedará definida la posición potencial del arma, en sentido al paciente. Para su precisa medida, se tendrá en cuenta el radio del extremo, definiendo este la distancia presente entre la línea vertical de un agente y el punto más distal de su arma. Esto podrá ser usado como elemento para medir una posición o prever la potencia de obra de un sujeto. El radio del extremo: “El radio del extremo es aquella línea recta, siempre paralela al plano inferior, que une la línea vertical de un tirador con el punto más distal de su arma, normalmente la punta.” El concepto de extremo está asociado al segmento del extremo, que resulta ser una línea que marcará la extensión total de la distancia entre el centro de masas y el límite al que puede alcanzar un tirador. Segmento del extremo: “El segmento del extremo es aquella línea recta, siempre paralela al plano inferior, que une la línea vertical de un tirador con el punto más distal de su arma, normalmente la punta.” De esta manera, el extremo al que potencialmente podrá llegar un tirador dependerá de su configuración anatómica y geométrica, en el momento de ser medido. Adicionalmente, el extremo dará lugar a un plano llamado plano del extremo: Plano del extremo: “El plano del extremo es aquel plano, siempre perpendicular al plano inferior y paralelo al límite exterior del medio particular del usuario, que tendrá su génesis en el extremo del arma.” El plano del extremo servirá para entender el momento en que un elemento paciente comienza a ser amenazado por el arma agente, o viceversa, pues será un elemento sencillo de visualizar, y por tanto, de tener en cuenta. “Cuando un agente tenga su plano del extremo más cerca del plano límite del paciente que del suyo propio, estará en ventaja geométrica sobre dicho paciente.” “Si una parte vulnerable del paciente está más cercana al agente que su propio plano del extremo, el agente podrá físicamente alcanzar con su hoja al paciente, sin oclusión alguna.” “Si los planos del extremo y del límite de un mismo tirador confluyen, la hoja estará totalmente perpendicular al diámetro común, horizontal o verticalmente.” “Si el plano del extremo de un tirador está más cerca de su línea vertical que el plano límite, la hoja estará indispuesta, con un alto potencial de autoejecución.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 129 -DE LA C AUSA TÉCNICA “Si los planos del extremo de dos tiradores coinciden, la agregación no será posible.” “Si el plano del extremo del paciente supera el plano límite del agente, este agente tiene potencia de oclusión.” El extremo, dependiendo de la posición del segmento de la rectitud respecto al resto de la anatomía, puede tener dos orígenes: El extremo propincuo: “Se llama propincuo al extremo que se reconoce en la distancia máxima marcada por una rectitud acorde a la planta y a la afirmación.” Desde el punto de vista funcional y práctico, que no universal, el extremo quedará propincuo cuando la planta sea acorde y la afirmación sea de hombro coherente a la mano armada. Por otro lado, desde el punto de vista formal y geométrico, la propincuidad a dicho extremo será en parte atribuida por la graduación obtusa del ángulo base de la rectitud. Por tanto, con todos los elementos anatómicos a favor de la extensión del rumbo y de la rectitud, la distancia será la mayor posible, y con ello, se marcará un extremo claramente propincuo. No obstante, el hecho de que algún elemento no esté en la posición que otorgue la máxima asistencia al extremo, no convierte a este en remoto, pues será un factor relativo a la obra pretendida. El extremo remoto: “Dícese del extremo que se reconoce en la distancia máxima marcada por una rectitud contraria a la planta y la afirmación.” En un entorno práctico, el extremo remoto será aquel que se presente desde una afirmación de hombro armado opuesto a la planta, o desde una planta contraria a la mano armada. Esto no condicionará anatómicamente a la posibilidad de extender el rumbo y la extensión de la rectitud, mas si lo hará con la guiñada de la afirmación. Desde una perspectiva formal y estrictamente geométrica, la propincuidad a dicho extremo será parcialmente atribuida por la angulación aguda del ángulo base de la rectitud. Para el correcto entendimiento de los extremos, se ha de comprender la direccionalidad de estos. Proximal: Resulta proximal aquello que está cercano al centro de masas del usuario del concepto descrito. Distal: Que está relativamente más alejado del centro de masas del usuario. Será el extremo, aquello que marque el punto más distal de la dimensión del medio proporcional real del usuario. Será por ello, que tendrá una relevancia crucial el hecho de que este sea propincuo o remoto, condicionando con ello el potencial de la obra, y por tanto, obligando a la concienzuda preparación de ella. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 130 - No se ha de entender que el extremo será marcado exclusivamente por la concordancia entre la mano hábil y la planta, pues existirán otros factores como la orientación del segmento superior, la propincuidad del ángulo base de la rectitud, la línea de las caderas, la angulación de los pies, la bisectriz de planta y la dirección del foco, que influirán hasta el punto de definirlo como propincuo o remoto, independientemente de que la planta sea acorde o contraria. El extremo propincuo otorgará una más evidente ventaja en el sostenimiento del medio, pues dejará al arma dispuesta más distal, y por tanto, con una reacción temprana a la inmersión del opositor. Esto le proporciona un claro potencial dispositivo al ofrecer una proporción de tiempo menor entre la acción paciente y la reacción agente, pudiendo ser dilata esta con la obra una extensión en el diámetro común. Por otro lado, el extremo remoto proporcionará una posición en el medio con la que será posible la preparación de aquella obra ejecutiva y se facilitará la actitud conservadora y defensiva. No obstante, no se debe confundir el extremo remoto con una mayor distancia de medio, pues un tirador puede presentar un extremo remoto con seguridad en los límites del medio proporcional. Durante la órbita de un agente a un paciente que esté de medio perfil o de cuadrado, si este último no muta su planta o afirmación, cambiará la organización anatómica del paciente respecto al agente. O sea, que si un agente reubica el diámetro común en torno al paciente, este tendrá que reubicar su rectitud y tumbo, y por tanto, la propincuidad que presentará será mayor al lado armado, haciendo mayor su medio proporcional. Será por ello que: - Para disminuir el extremo de un paciente estático, habrá de orbitársele a su lado no armado, ganando grados de perfil, potencialmente encrucijando. - Para aumentar el extremo de un paciente estático, habrá de orbitársele a su lado armado, ganando grados de postura, potencialmente desplegando. El extremo remoto como vía de prevención y reacción: Ligado a la geometría de marcada escala diametral propia de esta disciplina, en contraposición a la perspectiva concreta y formal propia de armas clásicas, existirá una tendencia en la obra dispositiva a mantener el extremo remoto sobre asimentos de una mano y con planta de pie no hábil adelantado, pues esta ofrecerá una mayor amplitud de compás en caso de ser necesario el tránsito por las distintas angulaciones de las líneas transversales del lado armado. Esta particularidad no responde a una generalidad de las situaciones, sino a una observación hecha a través de la experiencia y lectura de las intenciones de apropiación del medio, por parte de agentes que se encuentran en medios de proporción muy extendidos. Es en estos donde cabe destacar, que ese evento de planta y asimento, aumenta de frecuencia cuando se ciñe el medio de proporción hasta encontrar el límite con el proporcional, quedando dispuestos los tiradores con el pié no hábil adelantado, asiendo a una mano e inmersos en un fluido, y difícilmente sostenible, debate entre atajos, libramientos y oclusiones, pretendiendo evitar la reubicación de la hoja propia, la previsión de su trazada y la obra ejecutiva opositora. Al usarse guardias como la española o sus variantes, así como otras variaciones en la afirmación, el extremo se mantendrá propincuo, pues la conjunción entre esa planta de pie hábil adelantado y la afirmación parcialmente perfilada con una disposición recta de la hoja, pretende aumentar el extremo y el límite del medio particular, mas no la invasión frontal y apropiación del medio paciente. Resulta una obra más dispositiva y eficiente el mantener el extremo propincuo cuando se tenga la propiedad del medio, o se conserven argumentos técnicos suficientes para mantenerla. Sin embargo, mantener el extremo remoto instará al paciente a sumergirse en el medio proporcional agente, facilitando la transferencia y apropiación del medio de manera proactiva, reaccionando a la obra paciente que pretenda ceñir el medio en su distancia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 131 -DE LA C AUSA TÉCNICA Adicionalmente el extremo remoto facilitará y aumentará la potencia de obrar una empomada de cinta, lo que le atribuirá la posibilidad de comunicar al paciente la intención agente de obrar ejecutivamente. Para un paciente experimentado, un extremo remoto en que sea posible la cinta del arma agente, será un motivo para extender el medio, pues tendrá conocimiento de su exposición al agente. ———— - 133 - Planta en proyección TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 135 -DE LA C AUSA TÉCNICA Proyección de la planta: “La planta resulta ser la reducción y proyección bidimensional cenital del contacto que tiene un tirador con el plano inferior.” Así pues, será estudiada el área del cuerpo del tirador en contacto con la superficie del firme, tanto en su superficie como en su configuración. Esto se hará con la intención de dar fundamento, concordancia y coherencia al resto de la configuración anatómica presentada, pues tendrá que estar siempre ligada y en concordancia con la planta, dado que esta atribuye y condiciona el equilibrio, y por ende, la posibilidad de movimiento absoluto. Por tanto: “La planta será el elemento fundamental desde el que partirá la configuración anatómica, que condicionará y limitará la naturaleza de la obra, así como la disposición anatómica del usuario.” La planta constituye el aspecto más fundamental de una guardia, pues será a través de esta que se podrá realizar un uso factible del arma sosteniendo el equilibrio, y se podrá generar el desplazamiento sobre el plano inferior. La proyección de la planta se entenderá como los cimientos de toda la guardia. Acorde a esto, la concepción de la planta habrá de adquirir un uso centrado en maximizar la estabilidad del usuario, o por el contrario, de ofrecer la potencia de movimiento estando acorde la proyección con la intención de la reubicación. “La planta habrá de facilitar la reubicación del usuario, intentando no restringir su movimiento o amplitud de este.” La planta de un humano estándar será entendida como dos puntos de apoyo sobre un plano, y por ende, se compone de cuatro conceptos básicos, que están ligados inherentemente a la anatomía del usuario y a la geometría del plano inferior sobre el que se sostiene: disposición de la planta proyectada, orden relativo de los puntos de apoyo, angulación y distancia entre ellos. Cabe destacar que una planta, con pretensión de ser funcional y asistir a la obra reactiva, no deberá de presentarse en una configuración en la que los pies impidan el tránsito y la obra de compases, sea cual sea la naturaleza de estos, pese a poder condicionarla en extensión. La planta tendrá que asistir a la obra pretendida, ofreciendo una base sólida y coherente desde la que llevarla a cabo. Así mismo, la planta tendrá que ser compatible con la obra reaccionada, que sea necesaria ante el evento emergente, ya sea mientras el agente está estático o mientras se genera un tránsito de este. “La planta eficientemente proyectada habrá de asistir a la obra pretendida, a la respondida y/o a la reaccionada.” Geometría de la planta proyectada: La planta puede responder a una estructura básica centrada en dos puntos de apoyo, con una superficie parcialmente oval por donde se podrá desplazar dicho punto de apoyo al reubicar las masas. Será la distancia entre estos puntos lo que determinará el segmento de planta. El segmento de planta: “El segmento de planta es una línea finita virtual trazada en el plano inferior que une los puntos de mayor presión de la proyección de los pies de un individuo sobre el plano inferior.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 136 - El segmento de plata tendrá su linealidad aparejada al punto de los pies donde mayor peso recaiga, llamado cimiento de planta. Cimiento de planta: “El cimiento de planta es el punto del pie donde mayor peso se tiene proyectado.” El cimiento de planta, geométricamente, es el punto donde la línea metatarsiana del pie confluye con el segmento de la tracción de dicha extremidad. Haciendo un ejercicio de síntesis, se puede decir que, en un individuo estadísticamente promedio a pie desnudo, el peso del cuerpo erguido quedará repartido entre dos superficies de contacto por cada uno de los pies, concretamente el calcáneo y el conjunto de la parte distal de los metatarsianos. El coeficiente en que se genera la repartición de masas hará que siempre, por la ley de palanca acorde a la anatomía, exista más algo más de peso sobre el talón que sobre la parte distal del pie. Será por ello, que el segmento de planta quedará descrito, de manera estrictamente biomecánica con el pie desnudo, entre la proyección sobre el plano inferior de las partes ligeramente más proximales del arco del pie, concretamente entre la proyección de ambos cuboides. “El cimiento de la planta se encontrará cercano al centro del pie, cuando el reparto del peso sea similar a la de un pie descalzo.” Cuando un individuo se calza, repartirá el peso de una forma más uniforme, no obstante, para hacer un uso práctico del análisis y facilitar su universalización, serán la parte más distal y baja de los cuboides la que marcará el inicio y final del segmento de planta. El centro de masas de un tirador, estará ubicado aledaño a su plano medio y vertical, será así que se mantendrá dinámico al ser posible la reubicación de estos planos. Por ende, se entiende la necesidad de reducir su localización tridimensional y proyectarla sobre el plano inferior. Ahí se encontrará lo que se llama el centro de masas proyectado. El centro de masas proyectado: “El centro de masas proyectado será un punto en el plano inferior donde se verá reflejada la ubicación del centro de masas de un usuario sobre el plano X - Z.” Será expresado como “U”. Este punto, normalmente y mientras se presente una guardia estable, estará posicionado y localizado en algún punto del segmento de planta. El centro de masas proyectado ofrecerá la ubicación absoluta del sujeto medido, pues sobre él confluirán el plano inferior, el vertical y el diámetro común. Esto dará lugar a que exista una posición donde ubicar el centro de masas proyectado adquirirá su máxima eficiencia. Esta se llamará mediatriz del segmento de planta, o en síntesis: mediatriz de planta. La mediatriz de planta: “La mediatriz de planta será el punto central del segmento de planta, donde alcanzará la máxima eficiencia la ubicación estática del centro de masas proyectado.” Gracias a este segmento de planta y su mediatriz se puede entender la dirección en la que un sujeto puede obrar gracias a su tracción. La obra más eficiente, teniendo esto en cuenta, será la de mover el centro de masas proyectado sobre el segmento, adelantándolo o atrasándolo, haciendo con ello un ejercicio seguro y plenamente ordenado de la reubicación del peso corporal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 137 -DE LA C AUSA TÉCNICA “Cuando más estable sea la planta y la guardia, mayor será la cercanía del centro de masas proyectado a la mediatriz de planta.” Según esté el centro de masas proyectado, en relación al segmento de planta, se podrá entender si este está adelantado, centrado o atrasado, siendo este cuando esté cercano al pie adelantado, a la mediatriz de planta o al pie atrasado, respectivamente. Esto dará lugar a que el cuerpo y su masa estén predispuestos para su desplazamiento, en la dirección en la que está orientado y con una magnitud proporcional a la separación entre el centro de masas proyectado y la mediatriz de planta. “El centro de masas proyectado se desplazará por el segmento de planta de manera proporcional al movimiento potencial del usuario.” La superficie de los pies que queda en contacto con el plano inferior, la forma de esta y el punto del pie al que pertenece, tendrá una relevancia superlativa en la obtención de datos sobre la tracción posible y particularidades de la afirmación resultante. Así pues, se dará lugar a los conceptos del área de planta. Área individual de planta: “El área de planta responde a la superficie total de un pie o calzado que está en contacto con el plano inferior.” Esta será estudiada de manera independiente por cada uno de los pies en contacto. Será el área individual de planta aquel elemento que facilitará la comprensión de la resistencia de un segmento de planta a contraerse o extenderse sin la acción consciente del sujeto usuario. Por tanto, cuanto mayor área individual de planta exista en un pie, mayor será el contacto con el firme, y por tanto, mayor la resistencia a la escurrida o desplazamiento involuntario del pie. Área total de planta: “El área total de planta será la suma del total de la superficie de un individuo que esté en contacto con el plano inferior.” Será dicha área aquella resultante de la zona de sus pies que está en contacto físico con el firme. El área total de planta marcará la resistencia de la planta de un individuo a las fuerzas aplicadas sobre ella, ya sean propias del usuario o impuestas por un paciente. Será por ello, que a un mayor área total de planta, mayor contacto con el firme, y por tanto, mayor resistencia al desplazamiento involuntario sobre el plano inferior. Área total virtual de planta: “El área total virtual de planta es la superficie total del plano inferior sobre la que se puede proyectar el centro de masas de un sujeto, sin que este precise de mutar dicha planta para mantener el equilibrio vertical.” La forma en la que los pies de un sujeto tienen contacto con el plano inferior genera una forma geométrica virtual definida con la que será posible determinar la zona exacta sobre la que su centro de masas podrá quedar proyectado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 138 - Desde un modo estrictamente analítico, el área total virtual de la planta tendrá en cuenta toda el área sobre la que se podrá desplazar el centro de masas proyectado, siempre y cuando el usuario no tenga que mutar la proyección para ser estable. Esto facilitará el análisis propio y del opositor, entendiendo los límites de la afirmación y de la distribución de pesos, y con ello el medio y/o extremo que puede tener, sin que le sea necesario mutar su planta u obrar compases de ningún tipo. El área total virtual de planta siempre tendrá el área total de planta como límite perimetral. Adicionalmente se generará una superficie sobre la que se podrá proyectar el centro de masas en la que no tendrán contacto físico los pies, que será resultado de unir ambas áreas individuales con líneas rectas paralelas al segmento de planta. La mayor área total virtual de planta se dará cuando la línea de ambos pies se encuentre perpendicular al segmento de planta. Esto generará un área con forma aproximadamente rectangular. La menor área total virtual de planta se dará cuando la línea de ambos pies se encuentre paralela al segmento de planta. Se generará área rectangular con unas proporciones más acentuadas en su longitud respecto a su anchura. El área total virtual de planta, para que asista a la obra según la intención, deberá estar generada de manera que: - Para una planta de maniobra: El área total virtual de planta tendrá la mayor superficie posible, dispuesta en su parte más estrecha sobre una la línea del plano inferior perpendicular a la que se pretenda usar para transitar. Esto aumentará las posibilidades y amplitud de movimientos sin que la planta sea mutada. - Para una planta de acometida: El área total virtual de planta tendrá una disposición de su parte más cercana al paciente lo más ceñida posible al diámetro común, y su parte alejada del paciente, lo más ceñida al ancho de la proyección sobre el plano inferior del segmento superior. Esto aumentará el extremo y dimensión del medio del agente usuario en sentido a su opositor paciente. Posiciones del pie en la distribución de masas: Según el interés y la pretensión del individuo, este posicionará el pie de una u otra forma, haciendo que la distribución de masas cambie, y con ello, se modifique la física que aplica en su interrelación con el suelo. De esta manera, la planta proyectada se verá alterada en su naturaleza y figura. Cuando una parte del pie no esté en contacto con el plano inferior, no pertenecerá a la planta, y por tanto, se tomará la corrección precisa para adaptar el segmento de planta a esto. Posición neutra del pie: Será la posición en la que un pie, en su contacto, esté plenamente en contacto con el suelo o totalmente paralelo a él. Es la posición natural para la que la anatomía está diseñada, y por tanto, será la que se tomará como referencia. No obstante, se podrá entender que no será la forma más recurrente en la que se encontrará un pie dentro de un asalto, pues el calzado y sus efectos será algo habitual y preferible. DE LA CAUSA TÉCNICATRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER - 139 I - Esto dará como resultado una planta oval que resultará ser natural. La repartición de pesos será cercana a un 56% sobre el calcáneo y el 44% restante recaerá en la parte distal de los tarsos. El área total y total virtual de planta será la mayor posible cuando se use la posición neutra del pie, pues habrá más superficie de contacto proyectando con el plano inferior, y por tanto, una mayor posibilidad de reubicar el centro de masas sin que el usuario pierda la estabilidad. Posición en talo: Esta posición se basa en generar la planta únicamente con el contacto entre el talón o tacón del calzado y el plano inferior. La distribución de pesos quedará reducida totalmente a un punto único de contacto con el talón. Esto hará de la posición de talo la planta más puntual y reducida respecto a su área individual de planta. Esta posición no será eficiente para ser sostenida, no obstante, su uso se centrará en generar un punto de apoyo cuando el tirador marche con un compás de avance sobre la línea recta o transversales, maximizando la amplitud posible de dicho compás. En equino: Esta posición del pie se basa en, por medio de la extensión, ubicar el peso sobre la parte distal de los metatarsos y falanges del usuario. Tendrá una distribución de pesos totalmente situada en la parte distal del pie, y con ello, generará un área individual de planta en la que el peso oscilará en dirección distal, en sentido próximo-distal al marchar y disto proximal al romper. La posición en equino tendrá una eficiente utilización para efectuar compases en los que el centro de masas proyectado esté rendido al mismo sentido del compás pretendido. Esto se magnificará cuando se obren compases de escurrida. Esta forma de tomar contacto con el plano inferior, hará que en la obra de medio compás que se lleve a cabo con esta extensión del pie, se facilite la adquisición de la estabilidad. Así mismo, e inmediatamente después de la estabilización, permitirá la corrección del ángulo de los pies sin perder o comprometer esta. La posición en equino se convierte en un recurso que facilita la reubicación del foco tras o durante la obra de un compás, auxiliando al tirador usuario a obtener un control óptimo del posicionamiento y orientación de los extremos del segmento de planta. Por ello, un compás que finalice con medio compas curvo, el pie adelantado se actuará de equino, permitiendo que en el compás curvo el cuerpo se perfile con facilitad. Por otro lado, hacer uso constante de la posición de equino en los pies estará lejos de ser lo más eficiente, pues será más eficiente su conjugación con otras posiciones, asistiendo a la obra absoluta elegante y adaptándola al contexto. Dicha posición de equino tendrá una espacial aplicación en el ámbito domestico del sparring ligero de estudio, donde la tracción pueda ser perfectamente mesurada, llevándose a cabo el ejercicio en firmes estables y regulares. Por otro lado, sobre superficies irregulares o inestables, la posición de equino generará un incremento de las posibilidades de perder el control consciente de la disposición de la planta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 140 - Con tacón: El calzado, como pieza valiosa de la indumentaria, habrá de arrojar facilidad al desplazamiento, proyección de planta y presentación de la guardia. Esto lo tendrá que hacer, entre otras, con la aportación de un ligero tacón. El tacón, levantará el talón, y distribuirá el peso uniformemente sobre el área individual de la planta. Esto evitará la fatiga y exposición a la lesión de los pies y piernas por esfuerzos más allá de su resistencia. La mezcolanza entre las posiciones de los pies condicionará la orientación del segmento de planta, ayudando esto a la adaptación eventual de la tracción para el sostenimiento de una determinada posición del centro de masas medio. Se habrá de tener en cuenta la corrección anatómica natural de cada individuo, tanto de pie pronador como supinador para el correcto y preciso posicionamiento del segmento de planta. Orden de planta: El orden de planta es el factor que indica que pie de un individuo queda adelantado o atrasado respecto a su línea de foco o diámetro común con el opositor. Este factor es indispensable para la concepción de la dimensión del medio, pues el extremo dependerá del pie adelantado, y por tanto, la distancia total que un tirador puede abarcar con su acción del arma sin necesidad de obrar compás alguno. El orden de los pies, será nombrado según dos factores: Según el pie hábil: Hábil adelantado: Que el pie perteneciente al lado hábil está más distal respecto a la línea de foco o diámetro común. Este pie adelantado, idóneamente, marcará la dirección y sentido del foco, pues la tracción y afirmación del torso será profundamente condicionada en su orientación por este, dando lugar con ello a la orientación de la obra e intención. Será con el pié hábil adelantado, que la angulación del pie atrasado marcará el perfilado de la afirmación, pues acomodará las caderas del tirador usuario. El pie adelantado, con una configuración coherente del resto de la anatomía, dará lugar al extremo propincuo. Se hace referencia al pie hábil, pudiendo apelarse también al pie del lado armado. Hábil atrasado: Que el pie perteneciente al lado hábil está más proximal respecto a la línea de foco o diámetro común. Será con el pie hábil atrasado con el que se marcará la guiñada del torso, habiendo de quedar recto en una empomada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 141 -DE LA C AUSA TÉCNICA Según la concordancia con la mano armada y/o hábil: Acorde o coherente: Que el píe adelantado pertenece al mismo lado que la mano armada y/o hábil. Contraria u opuesta: Que el pie adelantado pertenece al lado opuesto que la mano armada y/o hábil. Será esto que condicionará al pie hábil a mantenerse de medio recto para resultar plenamente eficiente en la mutación necesaria para un sostenimiento e inmersión en un determinado medio. Disposición de planta, concordancia con el plano inferior: La disposición de planta: “La disposición de la planta será la distribución de los pies según el paralelismo del segmento de planta con a las líneas de geometría del plano inferior.” Esta concordancia está centrada en disponer a cada uno de los pies sobre una de las líneas de la geometría. Con el coherente posicionado, se posibilitará la obra de compases, que a su vez, habrán de estar en comunión con la planta proyectada, pues la posición de los pies podrá permitir o negar la posibilidad de su propio tránsito libre. Esto se dará cuando un pie se posicione sobre la línea de geometría sobre la que otro pie tendrá que transitar en primer lugar. Recta, sobre la línea recta o en línea: La planta estará en línea cuando el segmento de planta entre ambos pies está sobre la línea recta o claramente paralela a esta. Habilita un marcado perfilado y con ello, estrecha la silueta mostrada a la luz del opositor. Además, se permite el tránsito por zonas del área estrechas en el eje X. El área total virtual de planta tendrá una orientación longitudinal sobre la línea recta. Por tanto, la planta recta facilitará el control del peso en la acción de cabeceo del cuerpo, predisponiendo al usuario a tumbar o huir con una mayor amplitud que en cualquier otra disposición. De esta manera, la planta recta será usada eficientemente para preparar una obra ejecutiva, predisponiendo a la anatomía del usuario a la extensión del extremo. Esto hará que su uso se centre, aparte de sustentar obras concretas, en dar soporte a aquellos asaltos por la circunstancia que sea, se desarrollen sobre el eje Z sin mucha potencia de obra sobre el infinito o transversal. Cuando la planta esté en línea, habrá de evitarse que quede contraída, pues esto entorpecería e inhabilitaría la obra de compases de alcance o cruce, además de reducir drásticamente el área total de la planta, quedando el usuario reducido y sin amplitud posible en la acción de su torso. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 142 - La planta en línea dará lugar a un menor ángulo raíz, lo que hará que el agente usuario tenga una menor respuesta al movimiento trepidante y transversal del paciente. Sobre la línea de infinito o infinita: La planta será infinita cuando el segmento de planta está ubicado sobre la línea de infinito o notablemente paralela a ella. Facilita y predispone la afirmación de cuadrado adaptando la línea de las caderas y permitiendo el firme. Se posibilita la obra totalmente libre de compases rectos, tanto en marcha como ruptura. Adicionalmente, se optimiza la obra de dichos compases cuando se obren de manera natural o relajada, con la acción normal de caminar. Se limitará, como contrapartida, la elegante obra de compases trepidantes, más allá de la extensión de alcance. El área total virtual de planta tendrá una orientación transversal y/o perpendicular a la línea recta. Cuando la planta infinita queda considerablemente extendida, la amplitud de los compases rectos se verá reducida, y por tanto, se estará entorpeciendo la obra del usuario, Lo mismo ocurrirá con la obra de compases trepidantes, que desde una planta infinita muy extendida, se retrasará temporalmente hasta el punto de no ser funcional su puesta en marcha. Para auxiliar la obra que precise de la ubicación del segmento de la rectitud sobre el diámetro común o aledaño a este, la planta infinita precisará de mutar su proyección de planta, cambiando la dirección de la bisectriz de planta y/o el ángulo de los pies. Se facilitará así el extremo propincuo, y con ello, la extensión del radio del extremo. Esto será recurrente en obras ejecutivas que se lleven a cabo durante un compás trepidante o transversal contenido, donde será necesario reorientar la bisectriz de planta al lado al que se actúe el arma, para poder organizar la anatomía acorde a las necesidades geométricas de la obra en cuestión. La planta infinita será la que mayor amplitud del ángulo raíz tendrá, con un mismo segmento de planta. O sea, que si no se altera la extensión de la planta, el ángulo raíz quedará ampliado al máximo cuando se esté en una planta infinita. Esto dará lugar a que con una planta infinita se maximice la respuesta ante el movimiento del centro de masas del opositor. Sobre la transversal o transversal: En la planta transversal, la disposición del segmento de planta queda parcial o totalmente paralelo a la línea transversal. Es la expresión más eficiente de la proyección de la planta. Su eficiencia radica en la posibilidad de obrar cualquier compás, con cualquier amplitud sin entorpecer el paso de un pie por la posición de otro. La única excepción a esto será el compás de cruce a la transversal hábil, desde una planta transversal hábil, que quedará ligeramente condicionado por la amplitud del segmento de planta y la angulación de los pies, dando lugar a un desplazamiento potencial parcialmente reducido, que deberá de ser sobre la transversal de acometida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 143 -DE LA C AUSA TÉCNICA Se da lugar así, con una planta transversal, a una presentación de afirmaciones, que de forma natural quedan de medio perfil. Esta disposición de planta dará lugar a que se permita una acción del torso muy amplia, sin necesidad de mutar la planta y sin llegar a ser la máxima posible. La planta transversal posibilitará una amplia mutación de la orientación de las líneas de los pies, permitiendo la reorientación de esta y, con ello, la reubicación de la bisectriz de planta, haciendo posible y sencilla la preparación de la obra de las oclusiones dinámicas. La planta transversal dará lugar a un ángulo raíz intermedio en amplitud, respecto a la planta en línea o infinita. Esto será un síntoma adicional de la eficiencia de la planta transversal. El centro de masas proyectado será el encargado de marcar el punto en que se cortan las líneas de la geometría del plano inferior, siendo esto fundamental para entender cómo se desplaza el usuario por el medio. Esto hará que la línea recta de un individuo esté directamente relacionada con la dirección del foco, y siendo así, que esta cambie su orientación junto al mismo. Será así que una planta recta, al reubicarse el foco en otro ángulo, pueda quedar como transversal o incluso infinita. Dará esto lugar a su entendimiento y posterior acondicionamiento de la angulación de los pies, que permitirá, sin recurrir a la obra de compases, preparar la obra de forma coherente. Será el paralelismo con el segmento de planta el que marcará la línea de la geometría del plano inferior sobre la que se entenderá proyectada la planta, resultando acertado expresar que un tirador se encuentra sobre aquella línea más cercada al total paralelismo. Cada una de las posiciones y distribución de masas de uno o ambos pies, podrá ser adoptada de forma independiente, haciendo que el segmento de planta cambie su orientación al reubicarse el punto del área del cual parte, en cada una de las áreas individuales. Se posibilitará así, por medio de la mutación en la tracción, la reubicación de la concordancia entre el segmento de planta y la geometría con el plano inferior. De esta manera, se puede decir que: - La línea de recto será marcada por la dirección del foco. - El centro de masas proyectado marcará de forma dinámica la confluencia entre línea recta, infinita y transversales. - La orientación del segmento de planta marcará la línea sobre la que estará proyectada la planta teniendo en cuenta la cercanía al paralelismo con esta. La planta, según su función deberá tener una disposición concreta, permitiendo el auxilio a la obra y la correcta disposición de la anatomía para la misma. Esto, conjugado con la intención del agente usuario, dará lugar a una clasificación de las plantas por su función. Planta de acometida: Normalmente, planta de acometida será llamada la planta que quede dispuesta recta y de pie relativo al lado armado, que esté preparando la obra ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 144 - Esta planta de acometida, habrá de orientar el segmento de planta al objetivo ejecutivo, cuando sea usada para sostener la obra ejecutiva justo a tiempo de una acción u obra del paciente. Con esto se dará lugar a que el área total virtual de planta quede preparada para el desplazamiento del centro de masas proyectado en sentido al foco. En esencia, una planta de acometida será aquella capaz de auxiliar a la obra ejecutiva, proporcionando una base estable desde la que obrar, disponiendo la anatomía para aumentar la eficiencia de la obra ejecutiva y aumentando el extremo del agente. Será por ello, que una planta de acometida no tendrá obligatoriamente una disposición concreta, pese a ser la recta la más común. La planta de maniobra: Generalmente, la planta transversal de pie armado adelantado será llamada planta de maniobra, cuando se esté preparando una obra dispositiva, pues será esta disposición de los pies aquella que facilitará la mayor movilidad proactiva y reacción ante la obra del opositor. Dicha planta de maniobra estará proyectada con un ángulo variable, siendo la de medio recto la más eficiente en una mayoría estadística de los casos posibles. No obstante, se habrá de entender que una planta de maniobra será aquella que se proyecte con la intención de auxiliar la obra dispositiva. Por tanto, una planta de maniobra podrá tener cualquier disposición, siempre que tenga como intención maximizar la operatividad dispositiva del usuario y lo consiga geométricamente. Ángulo de planta o ángulo de los pies: “El ángulo de planta es aquel formado por la extensión próximo-distal de las líneas metatarsianas de los pies de un sujeto.” Será por ello importante entender que: Línea metatarsiana del pie: “La línea metatarsiana del pie es aquella línea recta que virtualmente cruza cada uno de los pies de un sujeto, pasando por el talón y por la bisectriz del ángulo generado entre el metatarsiano pulgar e índice de los pies de un sujeto.” Para obrar con una posición de cadera acorde a las circunstancias, la susodicha cadera habrá de sostenerse en una correcta posición de los pies. Será la angulación de estos un matiz clave para el posicionamiento de la vela de la tracción y la guiñada general del cuerpo, no solo en la presentación estática de una guardia sino para la obra y movimiento eficiente de cada una de las acciones y obras con el arma. “La angulación en el pie adelantado habrá de estar orientada al foco, cuando la planta sea proyectada y no se precise un compás o acción del torso que implique lo contrario.” Será la orientación del pie adelantado la que marcará el punto cero en la cuenta de los ángulos. Además, definirá de forma orientativa el foco en un análisis en que se pretenda intuir. La salvedad a esto será la planta infinita, en la que habrá de coincidir la bisectriz de planta con el foco para ser entendida TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 145 -DE LA C AUSA TÉCNICA como coherente además de geométrica y plenamente funcional. Se ha de matizar, que el pie adelantado habrá de quedar concretamente orientado al objetivo ejecutivo, pues será donde habitualmente estará orientado el foco. Por tanto: “Que el pie adelantado habrá de quedar orientado en dirección y sentido al foco, maximizando la potencia de obra y el extremo posible.” La rotación sobre el plano inferior de cada uno de los pies determinará en gran medida la orientación de la vela del segmento de la tracción y del segmento medio, lo que dará lugar a un control más preciso de la tracción y asistencia a la afirmación. “A mayor ángulo de los pies, mayor tendencia al paralelismo del segmento medio con la línea recta.” “A menor ángulo de los pies, mayor tendencia a la transversalidad del segmento medio con la línea recta.” La angulación de los pies será, por tanto: Paralela: La angulación paralela será, precisamente, aquella en la que los pies estén orientados exactamente sobre dos líneas que nunca se toquen en su extensión. Esto puede dar lugar a que cada pie esté trazando una línea distinta o que ambos estén orientados al mismo sentido sobre la misma. Esta planta hará que los fémures estén coartados de movimiento, y por tanto, no tendrá una función práctica más allá de su uso eventual y comprensión para la guardia pulsada. Ambas velas de los segmentos de planta estarán paralelas o tenderán a ello. De medio recto: Será aquella angulación en la que la línea del pie atrasado esté a 45º, de la del pie adelantado, en dirección a su lado. Esta será la angulación de planta más común y se centrará en dar soporte a una afirmación de medio perfil. Además, esta planta facilitará la naturalización de cada una de las disposiciones de los pies en concordancia con las líneas del plano inferior. El pie atrasado quedará en medio recto en potencia de angularse al recto, y con ello, de perfilar al tirador usuario, necesario para la guardia base de tercera. Igualmente, el pie atrasado quedará en potencia de angularse paralelo a la línea recta, necesario para la guardia base de primera. Las velas de los segmentos de tracción, con las caderas relajadas, quedarán anguladas cercanas al ángulo mostrado en los pies. De recto: Será aquella planta en la que la angulación de los pies esté a 90º, concretamente estará angulado el pie atrasado respecto al adelantado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 146 - Esta angulación de planta, por la disposición del fémur que fuerza, será ideal para ser usada en una planta sobre la línea recta que pretenda la extensión máxima del fondo, pues forzará el perfilado, aumentando el extremo y la energía impuesta al arma en estocada. Quedará el pie en recto en potencia de angularse al medio recto y abrirse a la transversal, permitiendo el cuadrado o medio perfil del tirador usuario. Los segmentos de tracción tendrán sus velas anguladas 90º entre sí. Obtusa: Será aquella planta en la que la angulación de los pies sea superior a 90º, concretamente estará angulado el pie atrasado respecto al adelantado. Esta angulación, facilitará el total perfilado de la afirmación, asó como la obra y movimientos del centro de masas perfectamente centrado sobre el segmento de planta. En el contexto de la Esgrima Láser, este ángulo de los pies no asistirá de manera plenamente funcional al tirador. No obstante, será un recurso a tener en cuenta, pues la adaptación al contexto será la primera necesidad de un diestro laserino. Opuesta o de oposición: Aquella planta que dejará a los pies formando un ángulo cercano al de 180º sin necesidad de llegar a ello. Esta angulación de planta no tendrá aplicación funcional, a priori. Adicionalmente se entenderá que esta planta será un recurso ineficiente para una mayoría estadística de las situaciones posibles. Será un testigo de profanía en la aplicación biomecánica eficiente de la Esgrima Láser. Bisectriz de planta: La orientación de los pies y su angulación tiene una implicación geométrica absoluta en las posibilidades ofrecidas a la anatomía y la biomecánica. Para su estudio en la influencia respecto al plano inferior y su geometría, se usa la bisectriz de planta. “La bisectriz de planta es la línea que divide en dos partes iguales el ángulo de planta y extendiéndose de manera indefinida en ambos sentidos.” Siendo así, para cada planta existirá una determinada bisectriz que podrá estar desfasada con el foco en una angulación concreta y relativa a la del segmento de planta: Orientación geométricamente ideal de la bisectriz de planta: En una planta infinita, coincidirá con la dirección del foco. En una planta transversal, quedará de manera estándar a 22,5º del foco en sentido contrario a lado del pie adelantado. En una planta recta, quedará de manera estándar a 45º del foco en sentido contrario al lado del pie adelantado, coincidiendo con la transversal contraria al lado del pie adelantado. En una planta de oposición, esta bisectriz quedará en torno a los 90º del foco coincidiendo con la línea de infinito. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 147 -DE LA C AUSA TÉCNICA Estas orientaciones son valores absolutos obtenidos por el estudio geométrico que han de ser alteradas y condicionadas por las necesidades e intención del usuario. Concretamente, será la corrección del ángulo del pie atrasado aquello que dará lugar al control de la orientación de la bisectriz de planta. Pese a ello, el pie adelantado también podrá participar del control de la angulación de planta, y con ello, de la reorientación de la bisectriz de planta. No obstante, el cambio de la angulación de este pie adelantado será más evidente para el opositor pese a ser más eficiente en la reorientación de la bisectriz de planta. La acción del torso sobre la bisectriz de planta será la vía menos eficiente para ello, ofreciendo la menor amplitud posible, pues el centro de masas saldrá del área total virtual de planta con mayor facilidad, rompiendo con facilidad el equilibrio del usuario. Esto será lo que justifica la eficiencia de los compases por la bisectriz de planta, pues será la vía más óptima para generar la configuración de masas necesarias para que los compases puedan desplazar y acomodar el cuerpo del usuario. O sea que la orientación de la bisectriz de planta, en asociación con la biomecánica particular de los pies del usuario y en sentido próximo-distal, marcará la dirección y sentido en que será geométricamente más eficiente el movimiento y desplazamiento sobre el planto inferior. “La bisectriz de planta marcará la orientación más eficiente para el tránsito del sujeto.” La bisectriz de planta marcará la dirección sobre la que será menos eficiente el movimiento de cabeceo del cuerpo, en tumbado y huido, por existir una menor amplitud del área virtual de planta en esa orientación, que pueda sostener el desplazamiento de las masas. “La bisectriz de planta marcará la orientación menos eficiente para el tumbado y huido del cuerpo.” La bisectriz de planta será la línea que marcará la dirección en la que existirá tendencia del cuerpo a quedar perpendicular a la línea recta, ten la línea de las caderas y de los hombros, de no existir modificadores notable que puedan complementar la configuración anatómica del sujeto. “Caderas y hombros tenderán a quedar perpendiculares a la bisectriz de planta.” Como resultado de la confluencia entre todos los aspectos biomecánicos y dinámicos implícitos, existirá una línea de desplazamiento eficiente, que será derivada de la bisectriz de planta, que puede o no coincidir con esta. Línea de desplazamiento eficiente: “Línea sobre el plano inferior sobre la que resulta necesaria menos energía, esfuerzo, cognición o exposición para el tránsito por ella.” Esta línea de desplazamiento eficiente será el resultado de la bisectriz de planta conjugada con los elementos que eventualmente la pueden modificar, que serán: - La inercia - La textura y agarre del suelo - El calzado - La anatomía propia del sujeto usuario u su cofiguración La bisectriz de planta posibilitará el máximo punto de continuación de una obra al estar desfasada 22,5º del foco, arrojando la mayor potencia para obrar compases, permitiendo la extensión y contracción de la planta, a la vez que permitiendo la mayor área total y la más dilatada distribución del peso del sujeto. Esto hará que: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 148 - La planta infinita, independientemente de la angulación de los pies: Será usada para la preparación y previsión del desplazamiento sobre la línea recta, en marcha o ruptura, ciñendo o extendiendo el medio. La planta sobre la transversal en paralelo: Dispondrá las caderas y torso del usuario para la obra inmediata de tránsitos rectos en marcha. Quedará así restringido su uso para la preparación de obras proactivas en las que sea necesario la inmersión en el medio con medio compás. Siendo la angulación mayor del pie atrasado necesaria para la obra de compases de fondo eficientes. La planta sobre la transversal en medio recto: Orientará las caderas del usuario, y por tanto, el torso, facilitando el medio perfil. Además, se posibilitará el tránsito de compás por una línea aledaña a la transversal con una notable ganancia de medio. Tanto así que la línea sobre la que se transitará será la bisectriz entre la línea transversal y la de recto, o sea, desfasada a 22,5º del foco. Esta línea facilitará la inmersión en el medio y la triangulación cuando exista subyacente una intención ejecutiva. Esta orientación de la bisectriz, proporcionada por la planta de medio recto, será la más eficiente para una mayoría estadísticas de las situaciones emergentes de una esgrima elegante y estrictamente técnica, al margen de factores psicológicos. La planta sobre la transversal en recto: Esta orientación en la bisectriz resultante facilitará el desplazamiento sobre la transversal y el perfilado de la afirmación. Además, será usada para extender el extremo y fondar, dado que el pie atrasado quedará en una angulación óptima para ello. La planta en línea en paralelo: No tiene aplicación eficiente alguna, quedando restringido su uso eficiente al tránsito por un medio dificultado que lo pueda precisar. La planta en línea de medio recto: Esta bisectriz orientará al cuerpo y lo preparará para un mayor perfilado. Esto aportará una ligera ventaja en compases de avance transversal al lado no armado, dando lugar a una extensión de la dimensión del medio proporcional que sea sostenido por dicha obra. La planta en línea de recto: Se puede sintetizar en que la orientación a 45º de la bisectriz, sobre una planta en línea, afectará al potencial desplazamiento aumentando la posibilidad de obrar compases transversales, de avance al lado armado y cruce al lado no armado, que estén aparejados por una necesidad de mantener el perfil del tirador. Esto tendrá lugar reduciendo la dinámica máxima posible en la amplitud de dichos compases. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 149 -DE LA C AUSA TÉCNICA La bisectriz de planta tiene como condicionante de su orientación, además de la angulación de los pies, la disposición del segmento de planta, pues podrá pasar por su mediatriz marcando así el intervalo de angulación óptimo de los pies. No obstante, esto no será un requerimiento indispensable, pues siempre habrá de adaptarse la planta a la obra pretendida. La bisectriz que marque la más eficiente línea de desplazamiento, estará condicionada en su orientación por la anatomía de los pies del usuario. Esto dará lugar a un desfase en la línea de movimiento respecto a la bisectriz de planta. Pie neutro: La línea del desplazamiento más eficiente coincidirá con la bisectriz de planta. Pie pronador: La línea del desplazamiento más eficiente tendrá mayor angulación que la bisectriz de planta, produciendo divergencia. Pie supinador: La línea del desplazamiento más eficiente tendrá menor angulación que la bisectriz de planta, generando convergencia. Esto dará lugar a que el pie adelantado esté ligeramente angulado respecto al foco, quedando el pie pronador orientado hacia el lado de fuera y el supinador hacia dentro. Por otro lado, existe una corrección de la línea más eficiente para el desplazamiento en relación a la disposición del centro de masas proyectado sobre el segmento de planta, cuando este último no está en perfecta concordancia con la mediatriz de planta. Esto hará que la línea de mayor eficiencia para el desplazamiento sea desplazada en sentido al pie al que más cercano esté el centro de masas proyectado. Esto tendrá lugar en una proporción igual a la cercanía entre el pie que esté sosteniendo más peso y el centro de masas proyectado. De esta manera, aumentará o disminuirá la angulación respecto a la bisectriz de planta original. Corrección del peso centrado: La línea sobre la que el desplazamiento será más eficiente coincidirá en angulación con la bisectriz de planta. Corrección del peso adelantado: La línea sobre la que el desplazamiento será más eficiente se corregirá en sentido al pie adelantado. Corrección del peso atrasado: La línea sobre la que el desplazamiento será más eficiente se corregirá en sentido al pie atrasado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 150 - Extensión del segmento de planta: Dependiendo del segmento de planta, la estabilidad se verá acrecentada sobre al eje marcado por el propio segmento y en concordancia con el segmento superior. Así pues, será determinante la extensión de este segmento de planta, pues la física dicta que a mayor superficie, mayor estabilidad de un mismo volumen. Por otro lado hay que conocer que cuando mayor sea la extensión de planta, mayor será el esfuerzo para corregir su proyección. Por tanto, cuando la extensión sea marcada, se aumentará la estabilidad en dirección al segmento de planta, disminuyendo ligeramente en dirección perpendicular a dicho segmento. Planta relajada: “La planta relajada será aquella en la que el segmento de planta, en su medida lineal, coincida con la dimensión de hombros del tirador, o sea, con la extensión de su segmento superior.” Esta será la planta más habitual en guardias presentadas de manera estática. Se deberá al obtenerse la potencia de obrar cómoda y rápidamente una mutación a una planta más contraída o extendida, según la necesidad. Esta planta queda comprendida como la extensión más versátil, pues ofrecerá una base suficientemente sólida para obrar proactiva y reactivamente. Planta contraída o corta: “La planta contraída será aquella en la que el segmento de planta se extienda en menor medida que la dimensión del segmento superior del tirador.” Esta planta podrá ser llamada reducida. Esto hará referencia al momento en que un tirador se reduce al recto, que adoptará una planta contraída para aumentar la altura de su ítalo recto y/o su plano superior. Podrá ser usada a discreción para el control positivo de la flotación y la altura tanto del plano superior como del cetro de masas. Una planta contraída siempre habrá de presentar la posibilidad de mover libremente los pies en la dirección y sentido pretendido, y posibilitar una obra ligeramente menos elegante, mas aún posible en otras direcciones. Si por el contrario, la contracción del segmento de planta interrumpe la libre disposición de los pies, la planta será altamente ineficiente. Así pues, se entiende que los pies nunca podrán quedar juntos o en contacto, pues su reubicación inmediata en algunas direcciones quedará interrumpida. La planta, cuando presenta una escasa extensión del segmento de planta, en cualquier otra disposición que no sea infinita, asistirá al ahuecado del medio restando estabilidad y posibilidad de continuar la obra. La planta contraída posibilita la más rápida respuesta de la planta a la mutación de la afirmación. Esto quiere decir, que con la plana contraída es con aquella que más rápido se pueden obrar compases de avance desde ella. Esto está motivado por la escasa base que ofrece dicha planta contraída, haciéndola más sensible al desplazamiento del centro de masas del usuario. Por tanto, cuando este centro de masas se reubique, el equilibrio tenderá a la misma posición de la manera más veloz posible. Así pues, con la planta contraída, un tirador quedará en la más eficiente prevenga para obrar compases de escasa amplitud, respondiendo esto a la reubicación de su afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 151 -DE LA C AUSA TÉCNICA Planta extendida o larga: “La planta extendida será aquella en la que el segmento de planta se extienda notablemente más allá de la dimensión del segmento superior.” La extensión de la planta ayudará a la obtención de un ítalo más bajo, y con ello, queda parcialmente unida a aquellas afirmaciones que presenten un torso muy tumbado o que de alguna otra forma dejen el centro de masas muy alejado de la mediatriz de planta. Así mismo, la planta extendida será un recurso cuando se tenga que insistir en el lance de la frase de armas, repitiendo una obra ejecutiva. Cuando la extensión es superlativa, el embebido de la planta resulta lento para posibilitar una reubicación de los pies, y por tanto, la estabilidad se ajusta únicamente al eje marcado por el segmento de planta. Cuando el segmento de planta supere en extensión a la flotación, la reubicación absoluta del tirador será tan lenta que se podrá considerar virtualmente estático sobre el plano inferior. Respecto a la extensión del segmento de planta, se considerará que un sujeto estará impedido en su movimiento sobre el plano inferior, cuando haya mayor distancia entre un extremo del segmento de planta y su bisectriz que entre el centro de masas original al centro de masas proyectado. Por tanto, con esta síntesis biomecánica queda reflejado como afecta la amplitud del segmento de planta a que un individuo pueda tener una respuesta operativa. Será, por tanto, una situación propicia para ser usada a favor de un agente, que prepare en tal configuración al paciente, previamente a la obra sobre él. “Un sujeto estará virtualmente inmóvil, por estar inhabilitado para una eficiente obra de compases, cuando la mitad del segmento de planta sea mayor que la distancia entre el centro de masas original y su proyección sobre el plano inferior. Se concluye que: La planta que más versatilidad ofrecerá será aquella aledaña a su extensión de relajada, ofreciendo esta la posibilidad de contraerse o extenderse con esfuerzo contenido, así como una mayor amplitud potencial para sostener los movimientos del torso y rectitud en la afirmación. La planta más reactiva será aquella que quede contraída. La planta más estable será la extendida. Interacciones de la geometría de la planta: Responderá la geometría de la planta a una configuración para dar soporte y estabilidad al resto de la guarda, haciendo posible la mutación de esta y por ende, generando los mecanismos estructurales que posibilitarán su uso. Será por esto que la planta se verá afectada, en su proyección geométrica original, por la distribución de cada uno de los elementos de la afirmación y rectitud, haciendo necesario la mutación de la geometría sobre el plano inferior para concordar con los intereses del tirador usuario. Caso de esto será aquel en que la disposición del arma desplaza el centro de gravedad, y con ello el centro de masas proyectado, por tanto, inevitablemente, este se reubicará en dirección a la sencillez con participio del rumbo de la hoja. Por eso mismo es necesario y de suma utilidad que se presente el segmento de planta en torno a 45º de la rectitud, y esta a su vez, total o considerablemente paralela al foco. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 152 - La aplicación de fuerzas al arma, generarán por la tercera ley de Newton, una reacción en un vector con sentido opuesto al seguido por la energía generada. Esto hará que, de manera eventual, el centro de masas proyectado se vea desplazado sobre el plano inferior en sentido opuesto de aquel en que se proyecte, sobre el mismo plano, el vector de inercia del arma. Así pues: “La planta habrá de estar proyectada para resistir la reubicación del centro de masas proyectado y posibilitar la mutación, con el objetivo de ofrecer estabilidad ante la aplicación de fuerza al arma y su interacción con el arma opositora.” Cada uno de los movimientos posibles del torso, tendrán una implicación distinta sobre la planta dependiendo de la angulación del segmento de planta, la bisectriz de planta y la ubicación del centro de masas proyectado. Se dará lugar a movimientos que no reubicarán el centro de masas proyectado de manera notable y otros que forzarán a la mutación de la planta para poder ser llevados a cabo. Esto dependerá, en gran parte, de si el movimiento está realizado sobre el plano de segmentación de plana, que hará que el centro de masas del tirador se desplaze sobre él, y por tanto, que siempre esté contenido en el segmento de planta, magnificando la posibilidad de movimiento. Cabe mencionar que si el centro de masas proyectado no está aledaño a la mediatriz de planta, los movimientos del torso serán sesgados en su posibilidad y amplitud. Plano de segmentación de planta: “El plano de la segmentación de planta es aquel resultante de la extensión sobre el eje Y del segmento de planta.” Todo lo apuntado anteriormente hará que la manera estadísticamente más eficiente y versátil de generar concordancia de geometría con el plano inferior sea la proyección de una planta transversal, de medio recto y con una extensión relajada. Se obtendrá un producto en que la estabilidad del usuario se verá acrecentada por la ubicación estable del centro de masas proyectado, aportando modificador de movimiento a la dimensión del medio. Así mismo, dada la bisectriz resultante, se facilitará la obra de compases sobre la línea transversal, ligeramente orientada a la recta, con una angulación que permita la ganancia de medio y la inmersión con mayor componente ofensivo y ejecutivo. “La planta más eficiente para una mayoría estadística de situaciones no ejecutivas será la planta transversal de medio recto, relajada.” La planta infinita de medio recto, como expresión coherente con una planta relajada y relativamente pasiva, resultará especialmente útil para magnificar el potencial de la obra reactiva sobre la línea recta. Esto será posible por su bisectriz orientada sobre la línea recta. Así pues, se proveerá al usuario de una eficiencia superlativa tanto en marcha para facilitar la ejecución reactiva sobre medio compás o estática, como en ruptura para ofrecer la máxima estabilidad tras medio compás extraño, que sustentará firmemente una mutación de la afirmación acorde con la obra. Cabe destacar, que la planta infinita extendida, limitará considerablemente la extensión de compases rectos, tanto en amplitud como en el tiempo de su obra. Por tanto, será una planta a evitar en la previsión de la obra ejecutiva del opositor. De este modo, el agente preparará su obra intentando que el paciente quede en una planta perpendicular al diámetro común, haciendo así que esté limitado en su respuesta. La planta en línea de recto, facilitará el perfilado propincuo y la obra de compases transversales exactamente sobre la línea transversal. Esto hará que la interacción de la planta con la afirmación facilite el posicionamiento de las caderas y magnifique la potencia de obra cuando esta requiera el tumbado o huido de cuerpo. Cuando la planta esté dispuesta en línea y la angulación de los pies esté en medio recto, se orientará su potencial al desarrollo de la obra en marcha sobre la línea recta, posibilitando con ello una afirmación TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 153 -DE LA C AUSA TÉCNICA perfilada que asistirá a ofrecer una menor silueta y exposición de los blossen. Además, esta última planta ofrecerá una bisectriz de planta orientada con una notable menor angulación, y por ende, una disposición más ofensiva, centrada en la presión frontal y en una transversalidad más cómoda para la obra ejecutiva y la rápida invasión del medio. El agente deberá evitar la planta en la que el segmento quede paralelo al diámetro común, con una extensión contraída. De esta manera, deberá pretender que el paciente quede en esta, pues se limitará la obra de compases rectos y rectos extraños, y además el área total virtual de planta será mínima, afectando esto a su estabilidad. Geometría raíz de la planta: Para generar una interacción entre la planta agente y la ubicación del paciente, exisitirá una geometría llamada geometría raíz. Esta estará asociada a la interacción de los pies del agente con el centro de masas del paciente. Este conjunto de elementos se llamará raíz o geometría raíz. Geometría raíz: “La geometría raíz es aquel conjunto de líneas y ángulos generados a partir de la interacción entre la disposición de la planta del agente y el centro de masas proyectado del paciente.” La geometría raíz hará interaccionar al agente y su planta con la ubicación espacial del centro de masas proyectado del paciente. Es por esto que será diferenciada de la geometría particular, pues es resultado de la interacción entre dos tiradores. La geometría raíz cuenta con unos elementos de los que parte y a los que da lugar, siendo la génesis de esta los pies del agente y su interacción con el centro de masas proyectado del paciente, que darán lugar al diámetro raíz y el ángulo raíz. Diámetro raíz: Cada diámetro raíz es una línea finita y recta que une el punto de mayor peso de un pie con el centro de masas del paciente. En una anatomía humana estándar, existirán dos diámetros raíz, uno por cada pie del agente. Ángulo raíz: El ángulo raíz es el ángulo formado por los dos diámetros raíz del agente al confluir en el centro de masas agente. La geometría raíz dará lugar a la medición precisa y objetiva de la disposición de la planta agente. Esto facilitará notablemente el control de la planta y proveerá de una herramienta para hacer más eficiente la preparación de la obra. Cada diámetro raíz es relativo a un círculo hipotético, llamado círculo raíz. Estos círculos deberán ser concéntricos y coincidir con sus centros en el diámetro común, para asegurar la máxima eficiencia de la planta en su asistencia a la obra ejecutiva sobre el diámetro común. “Para que la planta sea plenamente funcional y auxilie con solvencia a la obra ejecutiva, los círculos raíz de un tirador habrán de ser concéntricos y quedar con su centro sobre el diámetro común.” El paralelismo entre los dos diámetros raíz dará lugar a que la planta pueda ser considerada como en línea. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 154 - Por tanto: - Cuando los diámetros raíz de ambos pies del agente queden paralelos, estará la planta recta. - Cuando los diámetros raíz de ambos pies del agente queden transversales, en mayor o menor medida, la planta no estará plenamente recta. La amplitud del ángulo raíz será determinada por la extensión del segmento de planta, por la orientación de este y por la amplitud del diámetro común. “Para un mismo segmento de planta, a mayor distancia de medio, menor amplitud del ángulo raíz.” La amplitud del ángulo raíz condicionará algunos elementos de la guardia y de la obra: - Cuanto mayor sea la amplitud del ángulo raíz, mayor será la amplitud del compás necesario para obtener una planta recta. - Cuanto menor sea la amplitud del ángulo raíz, mayor será la potencia de extensión del extremo agente en dirección al paciente. Para obtener una planta recta, eficientemente dispuesta y preparada para cumplir una función de acometida de hombro coherente, el medio compás del pie que vaya a quedar adelantado habrá de quedar sobre el diámetro raíz del pie que vaya a quedar atrasado. Será ese el momento en el que ambos diámetros quedarán totalmente paralelos y el ángulo raíz reducido a la mínima expresión, sinónimo de la mayor eficiencia de la planta en relación a la obra ejecutiva sobre el diámetro común. “Para la máxima eficiencia en la obra ejecutiva sobre el diámetro común, el ángulo raíz deberá ser el mínimo posible.” “El ángulo raíz deberá mantenerse relativamente abierto para permitir la maniobra, y cerrarse para hacer más eficiente la obra ejecutiva.” El diámetro raíz de cada uno de los pies determina la orientación más eficiente sobre la que deberá de quedar dicho pie en caso de que quede adelantado de hombro coherente. “La orientación del pie adelantado será plenamente eficiente cuando coincida y quede paralela su línea con el diámetro raíz.” No obstante, para que la planta gane estabilidad, la línea del pie atrasado deberá quedar transversal a su diámetro raíz, en mayor o menor medida. Esto hará que la máxima estabilidad ante el balanceo en una planta tendrá lugar cuando el pie atrasado tenga su línea perpendicular a su diámetro raíz. A mayor perpendicularidad, mayor estabilidad. “La máxima estabilidad ante el balanceo se dará con el pie atrasado perpendicular a su propio diámetro raíz.” Es por esto que la planta más eficiente, respecto a la angulación de los pies, será la de medio recto, quedando intermedia entre cualquier posición a la que sea preciso mutar la proyección de planta y adaptándose con ello a una mayoría estadística de posibilidades. ———— - 155 - Tracción TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER DE LA CAUSA TÉCNICA- 157 / - Conceptos generales de la tracción: “La tracción hace referencia a la posición de las piernas respecto a su flexión.” Será la tracción aquel elemento fundamental que llevará a la proyección de la planta a interaccionar y condicionar la afirmación, así como a proporcionar una flotación a los planos por encima del genual, quedando este ligado a la configuración de la tracción. La tracción tendrá su punto más bajo en la línea de cada uno de los pies, justo en el punto donde haya un mayor peso dentro de la superficie de apoyo de estos. Ese punto será el cimiento de planta. Cimiento de planta: “El cimiento de planta es el punto de la línea de un pie donde está el mayor peso proyectado, que será el punto más cercano al plano inferior del segmento de la tracción.” Se puede entender que, debido a la naturaleza de las extremidades inferiores humanas, solo existen dos elementos posibles para dar lugar al control de la tracción. - Por un lado existirá la tracción como tal, que podrá ser generada por una o ambas extremidades, de manera positiva o negativa. - Por otro lado existirá la combinación de las posibilidades individuales de cada una de las piernas, dará lugar al movimiento de rodillas, caderas y torso. Desde la perspectiva geométrica, existirá el segmento de tracción, para otorgar una medición de la distancia total existente entre un límite del segmento medio hasta el límite coherente del segmento de planta más cercano al plano inferior, o sea, desde la base de la tracción hasta el cimiento de planta. Segmento de tracción: “El segmento de tracción es la línea finita e imaginaria creada entre un límite del segmento medio y el límite del segmento de planta del mismo lado del sujeto medido.” El segmento de tracción será el encargado de dar coherencia a la extensión de la tracción, pues será esta la que, con su efecto, pretenderá aumentar o disminuir la extensión de la tracción. Este segmento podrá hacer referencia a cualquiera de las dos extremidades intervinientes en la proyección y tracción de la planta. Quedará, por tanto, reflejado a cuál de ellas se refiere cualquier descripción posible. Extensión de la tracción: “La extensión de la tracción hace referencia a la longitud total de un segmento de tracción, siendo la interacción entre estos la que creará una determinada flotación.” Teniendo en cuenta que el segmento de la tracción incluye a la articulación de la rodilla, habrá de entenderse esta, junto a su acción, como un elemento a tener en cuenta para entender completamente la extensión espacial de dicho segmento. Así pues, la vela de la tracción dará sentido y coherencia geométrica a la direccionalidad de la rodilla, y con ello, al segmento de tracción. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 158 - Vela del segmento de la tracción: “La vela de la tracción es el segmento que se extiende perfectamente perpendicular a uno de los dos posibles segmentos de la planta, que une dicho segmento con el punto más alejado a este de dicha extremidad.” El segmento de la tracción tendrá un límite en el cimiento de planta y el otro en la base de la tracción. Base de la tracción: “La base de la tracción es el punto en que confluyen el segmento de la tracción y el segmento medio.” La base de la tracción será el vértice del ángulo base de la tracción. Orientación de la tracción: Existirá un ángulo encargado de medir la orientación del segmento de la tracción respecto a la línea de las caderas y/o segmento medio, y será llamado ángulo base de la tracción. Esto será teniendo en cuenta la proyección sobre el plano inferior de la geometría, que dará lugar a una perspectiva bidimensional en la que será sencillo apreciar la angulación. Ángulo base de la tracción: “El ángulo base de la tracción es aquel formado, en la proyección sobre el plano inferior, entre el segmento medio y el segmento de la tracción, siendo la intersección entre dichas líneas el límite del segmento medio propio del lado de la tracción en cuestión.” Teniendo en cuenta los conceptos anteriores, el segmento de la tracción, podrá estar orientado de distintas maneras, siendo estas nombradas según la amplitud del ángulo base de la tracción o de la orientación de la vela del segmento, teniendo cada una de ellas unas propiedades implícitas que asistirán al usuario en distintos contextos de uso. En dicha orientación, tiene un papel fundamental la orientación del pie relativo del mismo lado del segmento medido en que se mide el ángulo base. Por tanto, será la angulación de este pie la que definirá en gran medida el ángulo base de la tracción. Además, la vela de la tracción se verá naturalmente condicionada por la orientación del pie. Esto dará lugar a que en un estado relajado, la orientación del pie haga que la vela tienda a orientarse en la dirección del pie, siempre de una manera relativa y parcial. Ángulo base de la tracción en escuadra: “El segmento de la tracción, estará en escuadra cuando el ángulo base de la tracción sea de 90º o esté aledaño a ello.” El ángulo base de la tracción quedará en escuadra en anatomías regulares, tanto en el segmento el lado armado como en el del lado no armado, el pie adelantado o atrasado, cuando la afirmación esté de cuadrado y los pies queden angulados paralelos a la línea recta, con una planta relajada o contraída. Por lo tanto, se puede entender que el segmento de la tracción, al estar en escuadra, condiciona que si se mantiene el pie adelantado orientado al foco, el segmento medio quede paralelo a la línea de infinito. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 159 -DE LA C AUSA TÉCNICA La orientación frontal del segmento de la tracción del pie adelantado posibilitará la mayor estabilidad para la afirmación de cuadrado, con las repercusiones anatómicas para el resto de la guardia que esto tendrá asociadas. El ángulo base de la tracción será anatómicamente entendido como el estado natural de las caderas de un individuo respecto a la orientación de su fémur, condicionado en gran medida por la orientación del pie relativo. Por tanto, cualquier otro ángulo base quedará en potencia de ser reducido a un ángulo en escuadra. Esto dará lugar a que las caderas o la extremidades en cuestión queden predispuestas para un concreto movimiento efecto de la relajación de la musculatura. Normalmente, cuando el ángulo base de la tracción está en escuadra, la vela de la tracción de la extremidad medida estará orientada al foco, asistiendo con ello a que el pie y rodilla magnifiquen la amplitud del potencial movimiento del torso y planta. Con el ángulo base de la tracción en escuadra y el pie del lado armado adelantado, se preparará la acción de guiñada del cuerpo que genere propincuidad, con la sola ayuda de la extensión de la tracción del pie atrasado. Ángulo base de la tracción plegado: “El segmento de la tracción, estará plegado cuando el ángulo base de la tracción sea claramente menor a 90º.” Esto surgirá en el segmento de la tracción del pié atrasado de plantas transversales que naturalmente mantengan sostenidas las caderas dando lugar a una afirmación de medio perfil. A modo ilustrativo se puede decir, que también podrá encontrarse en el segmento del pie atrasado de plantas de disposición recta, con el pie adelantado orientado al foco, que mantengan una afirmación de cuadrado. Este ángulo base de la tracción, cuando esté plegado, facilitará que la cadera sea reubicada y reorientada, ampliando el ángulo, para obtener un ángulo en escuadra o desplegado. Cuando el ángulo base de la tracción esté plegado, la vela de la tracción estará orientada en dirección contraria a la extremidad a la que pertenezca. Esto favorecerá la acción de rotar el medio, llevando el foco, igualmente, en el mismo sentido de la vela. Con el ángulo base de la tracción del lado armado plegado se tenderá perder propincuidad de la rectitud, y por tanto, se facilitará la obra en la que sea necesario extraer la sencillez del medio, así como la obra en la que se precise de cinta a la mano no hábil. Ángulo base de la tracción desplegado: “El segmento de la tracción, estará desplegado cuando el ángulo base de la tracción sea mayor a 90º o esté aledaño a ello.” Ha de apreciarse que en el desplegado del segmento de la tracción tiene una gran relevancia la orientación del pie relativo a la extremidad en cuestión, más que en otras orientaciones de dicho segmento. Por tanto, este fenómeno emergerá de manera clara cuando un pie tenga una angulación mayor de TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 160 - noventa grados respecto al segmento medio, siempre que la musculatura de la cadera no esté generando fuerza para contraponerse a la relajación de la articulación femoral. Este desplegado ofrece a las caderas, por tanto,al segmento medio, la posibilidad de reubicarse y reorientarse en la misma dirección que el pie. Por tanto, será la aplicación al pie adelantado una manera de organizar la afirmación para la obra a un foco cambiante al mismo lado del pie en cuestión. Aplicado al pie atrasado, tendrá la posibilidad de orientar al segmento medio ganando paralelismo con la línea recta, lo que propiciará la obra dispositiva de perfil. No obstante, dificultará la obra ejecutiva al anular la implicación de la tracción posible de dicha pierna atrasada. La vela de la rectitud, cuando el ángulo base de la tracción quede desplegado, estará orientada a la misma dirección que la extremidad a la que pertenezca. Será esto un factor que favorecerá la acción de guiñada del torso, así como la obra de compases de cruce, si la pierna a la que hacemos referencia es la adelantada. En los compases curvos el segmento de la tracción de la pierna que quede atrasada se desplegará. Idealmente, de manera independiente al ángulo base de la tracción, el segmento de esta habrá de estar en relativa concordancia con el ángulo de su pie. De manera práctica, lo anterior dará lugar a que la rodilla y la vela de la tracción se encuentren siempre en línea con su límite relativo del segmento medio y del segmento de planta. Esto magnificará la tracción negativa, acomodará las caderas a la obra pretendida, y con ello, aumentará la amplitud del movimiento de la flotación y afirmación sobre el segmento de planta, dando lugar a la extensión del medio proporcional del sujeto usuario. Además, se reducirá la posibilidad de una lesión de la articulación de dicha rodilla. A modo estrictamente orientativo, se podría sintetizar que: “En una mayoría estadística de las situaciones emergentes posibles, la vela de la tracción adelantada habrá de estar orientada al foco, tal y como lo estará el pie adelantado, para magnificar la amplitud del medio y extremo del usuario, asistiendo el cabeceo de la afirmación, evitando la lesión” Es necesario precisar, que el segmento de la tracción no deberá de estar geométricamente dispuesto en una posición prevista para la trazada del eje de la sencillez, evitando también la coincidencia con el cabo del arma. Esto será así por la interferencia notable con el cabo del arma que podrá tener lugar, privando a la sencillez y arma de su libre disposición o tránsito, así como propiciando el fracaso de ciertas acciones del arma en las que el plano del ítalo esté por debajo del segmento medio. Adicionalmente, la orientación de la tracción también podrá estar medida por la direccionalidad de la vela de la tracción. Esto hará que la rodilla marque una dirección y sentido, independiente del segmento, hacia donde será sencillo mantener el foco y la operatividad de la obra reactiva. De un modo práctico, se entenderá que la vela de la tracción de la pierna adelantada marcará la orientación más eficiente sobre la que obrar con intención ejecutiva, generando la mayor amplitud del extremo y la mayor capacidad de acción de torso y rectitud posible. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 161 -DE LA C AUSA TÉCNICA Tracción positiva: “La tracción positiva es igual a la resistencia que la musculatura de las piernas ejerce contra la aceleración gravitacional.” Entendiendo su naturaleza fundamental y elemental, la tracción positiva tan solo podrá ser variada en fuerza. No obstante, quedará condicionada por la acción rotacional, interna o externa, de la cadera, así como de las posibilidades rotacionales del tobillo. A la tracción, se le podrá sumar la fuerza ejercida por la musculatura distal de la pierna que actuará en la posición de talo, regular o de equino del pie. Será de esta manera que la posición de equino del pie será aquella que asistirá de manera positiva a la tracción. Cuando la tracción es positiva, la vela de la tracción en la extremidad medida tenderá a decrecer, mientras que el segmento de la tracción tenderá a aumentar. En síntesis: “Será esta tracción positiva aquella fuerza responsable de la extensión del segmento de la tracción.” Tracción negativa: “La tracción negativa será aquella energía aplicada a las piernas que facilite su contracción.” La tracción negativa, tendrá dos variantes y formas de ser aplicada, dado que se podrá restar resistencia de la ejercida por la gravedad o complementar esta con la aplicación de fuerza muscular. Por cesión: La tracción negativa por cesión hace referencia a la flexión de las piernas producida al restringir la fuerza aplicada por los grupos musculares que las mantienen extendidas. Esta tracción negativa será usada para la obra proactiva, para su preparación y para la respuesta natural biomecánica. La aceleración máxima generada por cesión sobre la afirmación será igual a la aceleración gravitacional, que en el campo terrestre será de 9.8m2. Por contracción: La tracción negativa por contracción se refiere al embebido de la extensión de las piernas por la aplicación de fuerza de los músculos que están destinados para ello. Esta tracción negativa será tenida en cuenta cuando se pretenda reposicionar la extremidad que esté proyectando planta sin que participe el centro de masas y sin ser de escurrida. De esta manera se aplicará una fuerza de contracción mayor a la ejercida por la gravedad, y con ello, se conseguirá el embebido y el cese del contacto de la extremidad con el plano inferior. La aceleración máxima para generar tracción negativa sin romper el contacto de la extremidad con el plano inferior será de 9.8m2. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 162 - En ambas posibles aplicaciones de la tracción negativa podrá estar la posición del pie contraída o de talo, así como extendida o de equino. Cada una de estas posiciones tendrá una función asistencial y auxiliar a la tracción total posible de la pierna, quedando la posición de talo como el recurso que más facilitará la tracción negativa por tracción. Cuando la tracción es negativa, en cualquiera de sus formas, dará lugar a que la vela de la tracción en la extremidad medida tienda a aumentar y el segmento de la tracción tienda a acortarse. Tracción para la reubicación del diámetro común: La tracción, en conjunción con la proyección de planta, aportará al usuario la posibilidad de ubicar el centro de masas proyectado alrededor de la mediatriz de planta, siempre dentro de los límites del área virtual de planta. “La planta, con su proyección y tracción, podrán desplazar el centro de masas proyectado del usuario, y con ello, el diámetro común.” El movimiento del centro de masas proyectado tendrá lugar por la cesión y aplicación de tracción en una u otra extremidad, sobre una u otra configuración de la planta, que será la encargada tanto de crear el área virtual de planta que marcará los límites, como de disponer las velas de la tracción, quedando condicionado el movimiento posible generado por la aplicación o cesión de la tracción. “La proyección de planta condicionará la orientación y el límite del movimiento del centro de masas proyectado.” Gracias al movimiento del centro de masas proyectado mediante la tracción, a un usuario le será posible reorientar el centro de masas proyectado, y con ello, podrá controlar la posición del diámetro común, dentro de los límites marcados por su área virtual de planta. Así pues, dependiendo de la planta proyectada, el diámetro común podrá reorientarse a un lado u otro de aquel que desplace su centro de masas. Así pues, el diámetro común, al desplazar el agente su centro de masas, se reorientará como si fuese el radio de una circunferencia con circuncentro en el centro de masas del paciente. “El diámetro común solo se moverá del lado de aquel agente que desplace el centro de masas, quedando estático en el lado paciente, si este no se mueve.” Esta modificación del diámetro común dará lugar a poder incluir, en dicha línea, una parte del paciente que resulte ser el objetivo ejecutivo del agente. De esta manera, se podrá acercar al diámetro común la trazada que habrá de realizar el arma agente para un éxito ejecutivo, dejando preparada la obra por dicha línea, siendo esta la más eficiente. Se facilitará la inclusión sobre el diámetro común de una sencillez paciente que quede al lado armado del agente: Con una planta transversal, de medio recto, con la bisectriz de planta sobre la transversal armada de acometida del agente, cediendo tracción en la pierna adelantada y generándola en la atrasada. Esta configuración anatómica, concretamente la planta, estará presente en la guardia base de primera. Esta configuración anatómica dejará al agente usuario predispuesto para obrar medio compás de avance, sobre su transversal armada, posibilitando el ceñido del medio, atribuyendo un mayor potencial ejecutivo tras una transferencia del medio, generada con la obra de cualquier oclusión radial obrada a su primera o a los participios de esta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 163 -DE LA C AUSA TÉCNICA Se facilitará la inclusión sobre el diámetro común de una sencillez paciente que quede al lado no armado del agente: Con una planta transversal no hábil, de medio recto, con la bisectriz de planta sobre la transversal no armada conservada del agente, quedando el pie no hábil tendente al paralelo con la línea de infinito, cediendo tracción en la pierna del lado no armado e imponiéndola en la del lado armado. Esta configuración anatómica, concretamente la planta, estará presente en la guardia base de tercera. Esta configuración anatómica dejará al agente usuario predispuesto para obrar medio compás, de alcance o cruce, sobre su transversal no armada, obteniendo una planta de acometida sobre el diámetro común al que se da lugar, posibilitando el ceñido del medio, atribuyendo un mayor potencial ejecutivo tras una transferencia del medio, generada con la obra de cualquier oclusión radial obrada a su tercera o a los participios de esta. Una vez el centro de masas quede reubicado, a efectos prácticos, el agente se habrá desplazado sobre el plano inferior, poseyendo un diámetro común con una nueva configuración, quedando posicionado en una ubicación alternativa desde la que generar la triangulación ejecutiva, pues ya podrá haber dado lugar a una triangulación sobre el plano inferior, dejando al paciente desfasado del foco. El desplazamiento del diámetro común, gracias a la proyección y tracción de la planta, deberá ser complementado con la acción del torso, aumentando la amplitud y potencia de obra. Para ello, se tendrá que tener en cuenta que la planta habrá de sostener la configuración anatómica, a lo que habrá que sumar la acción y posición final del torso. En el momento en que se reubica el diámetro común, por acción de la tracción y proyección de planta, será eficiente mantener la anatomía erguida, con el centro de masas proyectado coincidente con la mediatriz de planta, esperando en dicha configuración hasta la acción del torso o rectitud, siendo entonces cuando se desplazará el centro de masas proyectado a los límites del área virtual de la planta, generando un movimiento adicional del diámetro común. Esto será ideal para complementar la obra de las oclusiones dinámicas radiales. “La reubicación del diámetro común, por medio de la planta, facilitará la preparación de la obra agente y la reacción a la obra paciente.” Tracción para reubicar el torso: El uso consciente de la tracción permite la disposición del torso y, por ende, del resto de la afirmación, en torno al centro de masas. De esta manera, mediante la aplicación de la tracción en la medida necesaria, el centro de masas original y medio se ubicarán en el espacio a voluntad y quedará asociada la posible rectificación o complementación de la afirmación. Tomando como referencia una afirmación erguida sobre una planta en la transversal hábil, de medio recto, se generarán unas premisas extrapolables a cualquier configuración de planta, siendo el resto de la afirmación el condicionante que marcará los máximos coherentes en la aplicación de tracción, positiva o negativa. Movimiento sobre el eje Z: Para adelantar la posición del centro de masas proyectado: Se generará tracción negativa sobre la pierna adelantada y auxiliarmente positiva sobre la atrasada, quedando esta en mayor o menor flexión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 164 - La presión muscular requerida, conforme el centro de masas se adelante, irá pasando del recto femoral y vastos, al tibial anterior y al extensor común de los dedos del pie. La disposición más eficiente será disponer la vela de la tracción, de la pierna adelantada, totalmente paralela al segmento de planta. Esto hará que el trabajo de la extremidad tenga el mismo sentido que la acción del torso, magnificándose la amplitud potencial de la afirmación, mientras se centra el esfuerzo muscular en los elementos motores con mayor capacidad de tracción y resistencia. Para centrar la posición del centro de masas proyectado: Se generará tracción por igual en ambas extremidades inferiores, quedando el eje Y como el eje de movimiento sobre el que transitará el torso. Cuando es tumbando el cuerpo y para mantener centrado el centro de masas proyectado, será complementado con tracción con la pierna adelantada en equino y tracción negativa con la pierna atrasada en talo. Cuando es huido el cuerpo y para mantener centrado el centro de masas proyectado, será complementado con tracción negativa en la pierna adelantada y positiva en la pierna atrasada. Para atrasar la posición del centro de masas proyectado: Se generará tracción sobre la pierna adelantada y auxiliarmente negativa sobre la atrasada, quedando esta en mayor o menor flexión. Al igual que al adelantar el cuerpo, lo más eficiente será disponer la vela de la tracción del pie adelantado, totalmente paralela al segmento de la planta. En la mayoría de los escenarios posibles, esto aumentará considerablemente la amplitud posible de la acción del torso, pues dejará las masas del tirador en un balance óptimo. La vela de la tracción de la pierna atrasada quedará parcial o totalmente perpendicular a la línea recta, para aumentar la amplitud del atraso del centro de masas y la huida de cuerpo. Movimiento sobre el eje Y, flotación: Para alejar del plano inferior la posición del centro de masas original: Para distanciar el centro de masas medio del plano inferior, o sea, para aumentar la flotación, se aplicará tracción. Esto generará dicho distanciamiento en mayor o menor medida. La manera más directa de levantar el centro de masas medio será la de aplicar tracción a ambas extremidades inferiores en igual medida, pues se dividirá el esfuerzo y se mantendrá organizada la anatomía respecto a las masas. La tracción también puede destinarse a contraer la planta y, con ello, a facilitar el posicionamiento de la proyección del centro de masas medio sobre el centro de masas proyectado, dándose lugar así al erguido sobre la máxima extensión posible de las piernas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 165 -DE LA C AUSA TÉCNICA Para acercar al plano inferior la posición del centro de masas original: Para acercar el centro original y/o medio al plano inferior, se aplicará tracción negativa, sea esta de cesión o contracción, con la que se reducirá la flotación. Esto generará siempre el acercamiento en mayor o menor medida. La manera más directa de bajar el centro de masas original será la de aplicar tracción negativa al máximo de la aceleración posible a ambas extremidades inferiores, al mismo tiempo y en igual medida. Para no cambiar la posición del centro de masas, la tracción negativa aplicada habrá de conservar la neutralidad y mismo valor de cesión en ambas articulaciones, y así mantener el centro de masas medio y original justo encima del centro de masas proyectado. Asistencia de la tracción a la guiñada: Para proceder a asistir e incluso obrar en totalidad la guiñada del cuerpo, manteniendo el centro de masas proyectado en un mismo punto del plano inferior, será necesaria la aplicación de tracción así como el mantenimiento estático de la planta y del centro de masas medio. Así pues, será necesario el reposicionamiento del torso para que esto se cumpla, haciendo que la fuerza muscular que se imponga en la guiñada tenga como base la tracción de las piernas. Para asistir la guiñada, se podrá usar la vela de la tracción de ambas piernas. Se dará con ello lugar a que aumente la amplitud de la guiñada. Esto se llevará a cabo disponiendo la vela de la tracción en sentido al movimiento de guiñada previsto de cualquiera de las extremidades o en ambas al unísono. La tracción como elemento auxiliar para el movimiento del arma: La tracción, al ser responsable de la afirmación del torso y, con ello, de la flotación de este, ganará un papel relevante en la aplicación de fuerzas al arma. Esto dotará a la rectitud de un auxilio significativo para la obra y la acción, posibilitando una optimización de esta, tanto energética como geométricamente. Movimiento vertical: Cuando se pretende el movimiento natural de la sencillez y la extensión del rumbo de la hoja, se puede acelerar su trazada con la retirada de tracción sobre la pierna que quede más próxima al paciente y objetivo ejecutivo. Esto, además, hará que se extienda la longitud proyectada, el extremo y se disminuya la flotación del torso, facilitando el italado. Por el contrario, cuando se pretenda el movimiento violento del arma, la aplicación de tracción positiva de esa misma pierna será un mecanismo que maximizará la energía implícita en dicho movimiento. Se habrá de tener en cuenta, no obstante, que la longitud proyectada se verá reducida, aumentando la flotación. Cuando el arma pretenda un movimiento natural o violento, la disposición paralela, de la vela de la tracción, a la trazada de la hoja, aumentará considerablemente la amplitud potencial del extremo y la continuación de la obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 166 - Movimiento horizontal: En la reducción, en la que se pretenda llevar a la hoja en sentido al plano sagital desde el flanco del pie adelantado, se podrá acelerar la velocidad de la trazada al aplicar tracción a la pierna del pie en cuestión. Esto será debido a la optimización de la anatomía para modificar el momento angular, lo que facilitará el reposicionamiento del arma en el espacio. Por contrapartida, no se podrá evitar el aumento de la flotación y la contracción de la longitud proyectada y extremo. Si la reducción se produce desde el flanco de la pierna perteneciente al pie atrasado, la retirada de tracción en la pierna adelantada funcionará de la misma forma. Adicionalmente, cuando se aplique tracción sobre la pierna atrasada, se maximizará la amplitud posible de movimiento remiso del arma en sentido al lado de la pierna adelantada. En este contexto de aplicación concreto, se puede entender el movimiento remiso como una extensión del movimiento de reducción, pues la física implícita tiene el mismo funcionamiento. En general, la reorientación de la vela de la tracción en sentido al movimiento del arma auxiliará a este a través del torso. Movimiento en profundidad: Para el movimiento sobre el eje Z del arma, ya sea como accidental o extraño, la tracción deberá dirigir el centro de masas proyectado en la misma dirección que se pretenda el movimiento, asistiendo a la rectitud y torso a la imposición de fuerzas y extendiendo el extremo. ———— - 167 - Afirmación TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 169 -DE LA C AUSA TÉCNICA Afirmación: “Se entenderá la afirmación como la posición del torso de un individuo, condicionado por la planta y tracción, que dará soporte y auxilio a la rectitud.” Teniendo en cuenta la prevalencia y eficiencia del movimiento natural del arma, esta habrá de estar posicionada, en altura, sobre su objetivo ejecutivo, y así poder realizar la acción en una más eficiente trazada. Para ello es preciso que la rectitud esté, generalmente, sostenida sobre una afirmación erguida, que permita el peso centrado, y siempre adaptada a la proporción escalar del paciente. Habrá también de posibilitar el máximo rango de movimiento en torno al centro de masas agente con la menor implicación de fuerza muscular por parte de abdominales y lumbares, y la mayor implicación posible de otros músculos que produzcan la descarga de trabajo de estos principales. Esto permitirá la considerable extensión de la dimensión del medio además de una más rápida y sólida reacción ante eventos sorpresivos. Afirmación erguida: “Posición de un tirador cuando su cuerpo esté en una disposición que permita la coincidencia en la proyección sobre el plano inferior de su centro de masas y la mediatriz de su planta.” La afirmación, para ser considerara erguida desde el punto de vista físico, no tendrá en cuenta la perpendicularidad o paralelismo de la columna vertebral con el plano inferior, sino que tendrá en cuenta la coincidencia en la proyección sobre el plano inferior del centro de masas medio con el centro de masas proyectado. Esto será así ya que la afirmación erguida persigue el equilibrio de las numerosas masas que intervienen en ella. En estas intervendrán la rectitud, el arma, la indumentaria, las inercias implícitas en la obra, las fuerzas pacientes aplicadas al arma, y un número indeterminado de otras fuerzas externas y variables. Esta afirmación erguida y neutral, será la base sobre la que se matizarán el resto de posiciones del torso. En particular, la posición erguida del cuerpo, será la óptima para mantener el medio proporcional ahuecado. Así mismo, con la proyección de una planta contraída, el ahuecado ofrecido por la afirmación será superlativo, siendo la geometría anatómica más eficiente para extraer del medio las extremidades inferiores, de ser posible esto. Presentarse erguido será un método de control del extremo propio, que evitará su extensión innecesaria y facilitará su extensión voluntaria. Así pues se convertirá en la configuración más eficiente de la afirmación para el debata. De esta manera, se predispone al tirador a la máxima eficiencia en la acción de torso y en el movimiento del la posición del centro de masas. Con ello se estrechará y comprimirá la dimensión del estrato del horizonte de sucesos del medio proporcional, cuando se obre desde ella durante un debate en el límite de este estrato con el de sombra. “Cuando un agente obre desde la afirmación erguida, el horizonte de sucesos de su medio proporcional se verá comprimido, en distancia y dimensión. En base a la configuración del cuerpo erguido, se facilitará el control de la energía impuesta al arma, pues esta se verá afectada de una manera más consciente por la imposición de fuerzas del torso. Igualmente, se facilitará el control de la geometría del resto del cuerpo, pues la posición erguida será un punto de partida natural para la medición del resto de la anatomía. Es digno de mención el hecho de que la presentación del torso erguido tiene un efecto psicológico sobre el usuario. Le predispondrá y condicionará a mantenerse expectante, dispositivo y desligado de las implicaciones emocionales, pues de manera natural se percibe y autopercibe el sujeto erguido como TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 170 - distante y observador. Por tanto, al decrecer las implicaciones viscerales y subconscientes, se aplicará durante el asalto un mayor volumen de procesos cognitivos técnicos previamente adquiridos, que de forma consciente o inconsciente, resultarán considerablemente más eficientes. Posiciones y acciones de la afirmación: La coherencia con la intención agente condicionará de forma dramática la afirmación de este, dando lugar así, a otras posibles configuraciones posturales, independientemente de la planta y rectitud. Cosa que en ningún caso podrá exponer técnicamente al agente, pues en ese caso, la afirmación no será coherente con una guardia, lo que la inhabilitará de formar parte de ella, y la convertirá en una simple postura adoptada sin uso funcional. La afirmación tiene su base geométrica en la línea de los hombros y su consiguiente segmento superior, que aportará una referencia sobre el plano superior, para otorgar coherencia a este respecto al resto de los planos y para marcar la coincidencia de la afirmación con cada una de las líneas del plano inferior. Acción del cuerpo en cabeceo: “Se considera cabeceo a aquella flexión del torso sobre la línea ventral- caudal, o dicho de otra manera, la inclinación hacia delante o hacia detrás.” Será la planta sobre la línea recta, o su participio, la que maximizará la amplitud del movimiento sobre este eje de cabeceo. Cuerpo tumbado: “Que el cuerpo está plegado sobre la línea ventral-caudal en sentido al foco y sobre el plano sagital.” La flexión, actuada por el conjunto muscular abdominal, habrá de ser sostenida por la contraposición de la musculatura lumbar, que sostendrá el tórax relajado en su posición centrando la curvatura en el abdomen. Esto facilitará la rápida reducción a una afirmación erguida y/o la adopción de una afirmación huida. Una afirmación ligeramente tumbada ofrecerá un extra de distancia de medio, usable ante la potencial necesidad de romper, habilitando la posibilidad de salir del medio o extenderlo sin necesidad de pasar la angulación del cuerpo del punto de erguido. Cabe la diferenciación entre tumbar el cuerpo y fondar. Esto se debe a que son conceptos complementarios que pueden coincidir en intención o no. Así pues, la intención de tumbar será la de asistir al tirador usuario a llevar a cabo su intención, mientras que la de fondar, será una acción con intención ejecutiva, que podrá valerse del tumbado para magnificar su extremo. El movimiento de tumbado será, de entre los movimientos posibles del torso, el más rápido de obrar. Esto lo definirá como un recurso fundamental para la ejecución desde los límites del medio proporcional opositor, al permitir asistir a la rectitud en la intención ejecutiva. “Tumbar será la acción del torso más veloz y con mayor amplitud.” Igualmente, tumbar el cuerpo asistirá a la aplicación de fuerzas a la rectitud, a la extensión del rumbo y al movimiento accidental del arma. Para ello, se deberá establecer resistencia ante el embebido de la rectitud que provocará la presión aplicada sobre ella. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 171 -DE LA C AUSA TÉCNICA Presentar guardia con el cuerpo tumbado condicionará a la psicología del usuario haciendo que se predisponga para la acción y obra proactiva. De la misma manera, el opositor entenderá eso mismo del usuario de manera instintiva y/o consciente, posibilitando el uso de la afirmación para expresar voluntariamente la intención de ceñir el medio o de ofender. Cuerpo huido: “Que el cuerpo está plegado sobre la línea ventral-caudal, reposando sobre la sujeción lumbar, en sentido contrario al foco y sobre el plano sagital.” La flexión, actuada por la musculatura lumbar, habrá de ser generada junto a la relajación de la sección abdominal y dorsal, que dotará al movimiento de una más rápida, versátil y concreta acción, lo que determinará en gran medida la reducción de esfuerzo muscular realizado. Además, la huida habrá de ser sostenida con una muy leve torsión del abdomen al lado no armado, que adjuntará a los músculos oblicuos y transversos al esfuerzo de los abdominales rectos, lo que maximizará la capacidad motora. La huida de cuerpo, geométricamente, tendrá un sentido inverso al movimiento de tumbar, sin embargo, no tendrá la misma magnitud. Desde una posición erguida, la huida tendrá una amplitud de movimiento considerablemente menor a la obtenida por medio del tumbado. Esto será debido a la disposición del peso sobre la planta y a que los tarsos de los pies estarán, inicial y presumiblemente, orientados en sentido al foco o parte anterior del plano vertical. Así pues, la amplitud máxima de la huida de cuerpo quedará dependiente de la anatomía del usuario, siendo siempre menor que la amplitud del movimiento de tumbar. Es por eso, que una huida de cuerpo, actuado como obra de respuesta, se acompañará de un compás avance o de cruce recto extraño, que pueda acomodar y volver a reducir al erguido a la afirmación y/o guardia. El huido, o la huida de cuerpo, generará dificultad en la aplicación de energía al arma para pretender actuar o disponerla en sentido accidental. No obstante, la reducción del arma al recto se facilitará considerablemente, pues la inercia de esta en sentido extraño, aplicada por la huida de cuerpo, disminuirá la inercia estática del arma y facilitará la angulación recta de esta mientras se pretenda o actúe el movimiento extraño de la hoja. La presentación de cuerpo huido condicionará a la psicología del usuario a obrar sus recursos con intención defensiva. Adicionalmente el paciente también quedará condicionado al entender la reticencia del agente a exponerse al medio. No obstante, el potencial de una guardia, variada con una huida de cuerpo, no necesariamente ha de ser defensivo, pues se podrá usar como elemento de asistencia al sostenimiento del medio, segunda intención y respuesta ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 172 - Acción del cuerpo en balanceo: “Se entiende por balanceo a la inclinación del torso sobre la línea que une ambos hombros del tirador.” Será importante mantener la cabeza erguida con la musculatura cervical, pues esto relajará considerablemente la fuerza total que han de resistir los músculos del lado del cuerpo contrario al que se realiza la flexión. Este hecho mantiene la orientación del tirador, pues no cambiará el eje del horizonte y por ello no será necesario un esfuerzo cognitivo adicional para la orientación espacial y propiocepción. La planta sobre la línea de infinito, o su participio, será la que maximizará la amplitud del movimiento sobre este eje. La mano no hábil habrá de asistir al balanceo para magnificar la amplitud de este movimiento sin la mutación de la planta. El movimiento de balanceo del cuerpo posibilitará la reubicación de la sencillez, respecto al centro de masas del usuario, manteniendo esta estática en el espacio. Por tanto, el balanceo aumentará la posibilidad de obrar oclusiones más allá del límite de la rectitud, auxiliando a reubicar la sencillez para que esta recupere todas las posiciones radiales posibles. Se convertirá así en un recurso fundamental para la obra absoluta y la triangulación ejecutiva. El balanceo del cuerpo impondrá fuerza adicional a la rectitud, haciendo que se pueda auxiliar el atajo en disposición con la acción del torso. Balanceo al hábil: El sujeto, relajando la musculatura del abdomen y torax del lado no hábil y contrayendo la del lado hábil, se inclinará al lado hábil. Para asistir al movimiento y a la rectitud, se adjuntará un participio discreto de guiñada al no hábil, que facilitará que la hoja no se retraiga de su posición en el medio. Así mismo, será la contraposición de la mano no hábil, en caso del asimento simple, la que proporcionará un contrapeso para permitir la máxima expresión y rango de movimiento posible sin necesidad de reubicar el centro de masas mutando la planta. El movimiento de balanceo al lado armado, cuando coincida con el lado hábil, establecerá una tendencia al remoto del extremo, así como un cierre del ángulo base de la rectitud. Balanceo al no hábil: El sujeto, relajando la musculatura del abdomen y torax del lado hábil y contrayendo la del lado no hábil, se inclinará al lado no hábil. De la misma manera que al lado hábil, para asistir al movimiento y a la rectitud, se adjuntará un participio discreto de guiñada, en este caso, al hábil, que facilitará que la hoja no se retraiga de su posición en el medio y se aplique la fuerza lineal del hombro de manera más eficiente. La mano no hábil se contraerá al pecho del tirador, en caso de asimento simple. Esto se llevará a cabo para disponer el centro de masas proyectado lo más contenido posible y ayudar a la ampliación del movimiento máximo posible en dirección no hábil. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 173 -DE LA C AUSA TÉCNICA Cuando este balanceo esté generado al lado no hábil, coincidente con el lado no armado, se establecerá una tendencia a la propincuidad del extremo, así como una apertura del ángulo base de la rectitud. Por ende, será idóneo el balanceo al lado no hábil para la extensión del extremo, maximizando esto cuando exista una geometría simétrica en el diámetro común. Acción del cuerpo en guiñada: “Este movimiento de guiñada resulta ser la torsión del torso, en parte asistido por la tracción, concretamente del abdomen que sostiene al tórax, sobre el eje vertical, permitiendo la rotación de este en torno al segmento cordal, o sea, la línea que traza su columna vertebral.” Será importante, asistir con la tracción, por medio de la contracción del glúteo contrario al sentido del movimiento, y en según qué casos, la extensión pasiva del bíceps femoral generada por la contracción de los vastos, lo que aumentará la energía impuesta a la torsión. Cuando el lado armado sea el lado al que se guiña el cuerpo, el brazo no armado habrá de optimizar el perfilado posicionando el húmero paralelo al plano inferior, en dirección igual al diámetro común y en sentido al lado contrario al foco. Esto disminuirá la el momento de inercia. Para auxiliar a la trazada rectilínea de un fondo con intención ejecutiva de estocada, el resto del brazo se extenderá en la misma dirección y sentido al húmero, será así que se manifestará más sencillo el control del momento angular implícito en la guiñada y que ha de ser dominado para la correcta puntería. La guiñada, sin participio de otro eje de movimiento, no afectará de manera representativa a la proyección del centro de masas. Será por ello que no habrá una planta que habilite más o menos eficiencia respecto a la amplitud máxima de la guiñada. No obstante, la máxima amplitud eficiente y coherente con la obra del brazo armado hábil, vendrá dada por la disposición de una planta transversal hábil de medio recto, propincua. Esta facilitará la guiñada al lado no hábil extendiendo la dimensión del medio, respecto a cualquier otra planta. La guiñada al lado no armado, será un recurso óptimo para la asistencia del cabeceo tumbado en la obra ejecutiva, pues permitirá la extensión del extremo y con ello, facilitará la inmersión en el medio proporcionado. No obstante, la guiñada dejará abiertas las líneas del flanco contrario al que se actúe. Así pues, la guiñada al lado no armado, dejará abiertas las líneas de ese lado en mayor medida que la guiñada al lado no armado, pues en este último caso el arma estará dispuesta de manera más distal, dando lugar a una mayor guardia cónica. Esa guiñada al lado no armado decrecerá la potencia de obra sobre el mismo flanco no armado, al restringir considerablemente la fuerza implícita en un eventual movimiento remiso del arma. La guiñada tendrá una repercusión crucial en la apertura o cierre del ángulo base de la rectitud cuando la sencillez se mantenga en su posición, siendo este movimiento del torso el que por su eje en mayor medida afecta a la posición adelantada o atrasada del hombro armado. Guiñado al hábil: El sujeto contraerá la musculatura abdominal oblicua del lado no hábil, manteniendo una parcial contracción de la sección de abdominales rectos referentes a ese mismo lado, junto a una relajación total, o máxima permitida por el contexto, de toda la musculatura antagonista. Al guiñar al no hábil, en caso de ser el lado no armado, se ganará propincuidad, y con ello, se acrecentará el alcance del extremo de la rectitud. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 174 - Guiñado al no hábil: El sujeto contraerá la musculatura abdominal oblicua del lado no hábil, manteniendo una parcial contracción de la sección de abdominales rectos referentes a ese mismo lado, junto a una relajación total, o máxima permitida por el contexto, de toda la musculatura antagonista. La guiñada al lado hábil, armado, aumentará la posibilidad de embeber la rectitud sin contraer su extensión, tendiendo al remoto. Lo que facilitará la respuesta dinámica y aumentará el margen para la obra de atajos funcionales o agregaciones similares. En conclusión: Como puede observarse, el movimiento del torso habrá de estar generado por la mayor cantidad de músculos posible, en comunión con la total relajación de la musculatura antagonista del movimiento pretendido. De esta manera se optimizará la energía empleada y se permitirá, con la práctica, una más precisa percepción de la amplitud de los movimientos. Jerarquía de la mutación de la afirmación: Existe, dentro de la afirmación, una jerarquización de los movimientos a obrar, permitiendo su uso coherente una maximización de la obra reactiva y proactiva que pretenda incluirlos. Primero, en caso de precisarse, se habrá de obrar el movimiento de cabeceo, por ser el que mayor musculatura dedicará a su acción. Por ende, será el movimiento más rápido, y que además tendrá una repercusión directa sobre la distancia del medio aparente, en su longitud proyectada. Esto facilitará la inmersión o retirada del medio, por tanto, tendrá un contenido y potencia ejecutivo, dispositivo y/o defensivo directo, lo que habilita al tumbado o huido a ser la extensión natural de la rectitud. Por último, su repercusión directa en la reubicación del centro de masas en dirección de la línea recta ayudará a una más eficiente y rápida obra de compases rectos. Segundo, en caso de precisarse, se habrá de obrar el balanceo. Este asistirá por sí solo al desplazamiento trepidante, y asistiendo al cabeceo, facilitará y optimizará la obra de compases transversales. No obstante, precisará habitualmente de un participio de cabeceo o guiñada para proporcionar una estabilidad lógica a la guardia. Por último, en caso de necesitarse, se obrará el movimiento de guiñada. Este asistirá a la extensión total del fondo y facilitará la extensión de la dimensión del medio. No obstante, en una mayoría estadística de las situaciones, su obra será la última en realizarse, pues expondrá al usuario a una apertura de líneas muy marcada sobre el flanco contrario a la guiñada. Esta guiñada, se obrará en segundo lugar si está asistiendo a la oclusión. Podrá llegar incluso a ser obrada en primer lugar, en caso de precisarse una rápida respuesta de oclusión sin obrar sin más movimiento que el de a afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 175 -DE LA C AUSA TÉCNICA Línea de los hombros y segmento superior: La línea de los hombros: “La línea de los hombros resulta ser la línea que une ambos hombros del sujeto estudiado, concretamente uniendo los acromios derecho e izquierdo.” Esta línea tendrá una extensión infinita y será reubicable en el espacio en coherencia con los puntos de la anatomía que la definen. El segmento superior: “El segmento superior es la porción finita de la línea de los hombros que queda definida en su extensión por la distancia existente entre los acromios del sujeto estudiado.” Será el segmento superior, el que marcará la confluencia entre la planta y la afirmación, llamándose esto torsión. Así pues, quedarán definidas las posiciones del torso respecto a su torsión como: Firme: Afirmación de en la que la torsión del cuerpo deja el segmento superior con coincidencia en paralelismo con el segmento de planta. Será la afirmación natural para la que la anatomía estándar está configurada originalmente. Una afirmación firme será aquella que maximice obra de la reubicación del centro de masas proyectado sobre el segmento de planta, siendo para ello necesario el balanceo del cuerpo. Entornada: Afirmación entornada es en la que la torsión del cuerpo deja el segmento superior está desfasado aproximadamente 45º respecto al segmento de planta. En una afirmación entornada, el desplazamiento del centro de masas proyectado sobre el segmento de planta se hará por medio de un cabeceo con participio de balanceo. Eso justificará, en parte, el uso de la afirmación entornada, pues el conjunto muscular implicado en la acción del torso será mayor, y con ello, estará el esfuerzo más racionado. Por las características geométricas emergentes de esta afirmación, y sus posibilidades de obra, la entornada será un recurso habitual para aumentar el extremo o reducir el medio particular, extrayendo del medio la sencillez del usuario. La afirmación entornada será un recurso eficiente sobre una planta en línea, pues dará como resultado la más funcional acción de torso y una rectitud con la mayor potencia de obrar. Cerrada: Afirmación en la que la torsión del cuerpo deja el segmento superior está perpendicular al segmento de planta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 176 - Es posible que la afirmación cerrada, o cerrar la afirmación, tenga lugar cuando sea preciso obrar de fortuna o no haya dado tiempo a preparar la obra. Esto se debe a la ineficiencia implícita en guiñar el cuerpo hasta este punto, pues se minimiza la posibilidad de actuar el tumbado o huido de cuerpo conservando la estabilidad. No obstante, se tendrá que dar el caso de cerrar la afirmación cuando se necesite cambiar el extremo de remoto a propincuo o viceversa sin mutar la planta. Cabe destacar que la torsión de la afirmación, cuando se pretenda generar únicamente con el segmento superior, será producto de una reubicación de los hombros, con la protracción y retracción clavicular, y no será la posición original de la mediatriz del segmento superior el eje sobre el que el movimiento del segmento superior se produzca, sino que tendrá un desplazamiento parcial, que hará ganar o perder extremo cuando se pretenda la acción única del segmento superior. Así mismo, la posición natural del segmento superior en su orientación, será coincidente con la del segmento medio, mientras este a su vez, lo será con el segmento de planta. Por tanto, el segmento superior, para no precisar del mantenimiento de la torsión y conservar la coherencia con la línea de foco, habrá de coincidir considerablemente con la disposición y orientación del segmento de planta. El segmento superior tendrá, a su vez, un punto medio, que será entendido como mediatriz superior, que proporcionará una referencia para facilitar la concordancia entre la geometría y la anatomía. La mediatriz superior: “La mediatriz superior es el punto medio del segmento superior, que divide a este en dos partes iguales.” La mediatriz superior será el punto desde el que se generará el plano superior, extendiéndola sobre los ejes X y Z. Será cuando la mediatriz superior se mantenga estática, que la torsión de la afirmación estará siendo perfecta y por tanto, no afectará a significativamente a la proyección del centro de masas. La torsión del cuerpo es un elemento independiente a cualquier otro aspecto de los posibles mostrados por el torso. Así pues, puede darse cualquier torsión del torso mientras este se presente erguido o en cualquier otra posición en la que no coincidan centro de masas medio y centro de masas proyectado. Afirmaciones según la orientación de la línea de los hombros: La encargada de determinar la cuadratura o perfil de la afirmación será la torsión en el eje de la guiñada y su repercusión en el paralelismo de la línea de los hombros con la geometría del foco, disponiendo el hombro hábil o no hábil en una posición más o menos adelantada sobre la línea del diámetro común. Afirmación de cuadrado: Posición del torso con la línea de los hombros o segmento superior perpendicular al diámetro común y normalmente paralelo a la línea de infinito. Esto predispondrá en una potencial igualdad de acción a la musculatura del abdomen y sección lumbar. En caso del conjunto locomotor del tórax, quedará a merced de la disposición de la rectitud, lo que potencialmente variará su configuración. La afirmación de cuadrado reducirá la dimensión del estrato de sombra, del medio proporcional del usuario, por la menor envergadura mostrada desde esa posición, pues habrá que angular el brazo para alcanzar a disponer la rectitud de adelante sobre la línea del diámetro común, siempre que se pretenda mantener dicha afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 177 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por otro lado, quedará dispuesto el tirador para la respuesta ante el tránsito transversal y trepidante de su paciente, siendo este último aquel que menos implicaciones tendría para la afirmación de cuadrado del agente. Aquel que se afirme de cuadrado mostrará una debilidad geométrica ante la obra dispositiva o ejecutiva con trazada sobre el diámetro común, pues el medio estará reducido en distancia y dimensión. De esta manera, la afirmación de cuadrado será especialmente coherente cuando la intención de obra sea defensiva y pretenda sostener una distancia de medio cercana al de proporción, pues la musculatura implícita en el sostenimiento del arma será la mayor, y por ende, se extenderá considerablemente la resistencia del usuario. La afirmación de cuadrado dispondrá el esternón perpendicular al diámetro común, protegiendo con su integridad el contenido del torax. Además, el torax presenta los huecos intercostales más estrechos aledaños al esternón, lo que protegería en una ligera mayor medida de la acción sobre el plano solar. No obstante, dada la naturaleza figurada del arma láser, esto no tendrá relevancia, pues solo podrá ser tenido en cuenta frente a causas instrumentales de índole tradicional, de tajo y estocada. Afirmación de perfil: Posición del torso con la línea de los hombros o segmento superior paralelo al diámetro común y normalmente a la línea de recto. Afirmación que maximizará la extensión de la envergadura, pues el punto de partida de la extensión de la rectitud coincidirá con el hombro sobre la línea recta, extendiéndose por ella. Se dará lugar así al espontáneo paralelismo y superposición de la extensión de la rectitud sobre el diámetro común, y con ello la más eficiente trazada de la hoja por el espacio. Así pues, será una afirmación con flaqueza ante la obra transversal o trepidante del paciente, pues la guiñada no aporta estabilidad a la guardia y la mutación de la planta a tras tiempo estará condicionada por una reubicación del torso necesaria para su estabilidad. Debido a la musculatura implicada en el sostenimiento del arma, se deberá tener en cuenta que el uso de potencial máximo de la afirmación de perfil será el de la obra ejecutiva, pues el mantenimiento de la rectitud extendida supondrá un esfuerzo considerable desde esta afirmación. La afirmación de perfil dará lugar a la mínima silueta del torso del agente frente al paciente. Esto hará más compleja la herida en el torax agente, no obstante dificultará la obra libre del arma en mayor medida, teniendo en cuenta que el objetivo ejecutivo tenderá a ser la mano. Afirmación de medio perfil: Posición del torso con la línea de los hombros o segmento superior transversal al diámetro común y normalmente también paralelo a una línea transversal. Esta será la expresión más eficiente de afirmación en la mayoría de los escenarios posibles, que se podrá ver magnificada si se encuentra firme respecto a una planta transversal de pie armado adelantado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 178 - La afirmación de medio perfil tendrá su uso óptimo en el contexto de la obra dispositiva. Esto se puede entender teniendo en cuenta la geometría que emerge de esta configuración anatómica, así como la musculatura implicada para el sostenimiento del arma. El hecho de presentar un segmento superior a cercano tanto al paralelismo con la línea recta como a la línea infinita, proporciona la más amplia posibilidad de ubicar la rectitud mientras esta es plenamente funcional. La mutación a esta afirmación será normalmente ideal y necesaria para preparar la obra que tenga lugar la inmersión en el medio proporcional del paciente, al ser este medio el más proclive de precisar el constante antagonismo y obra dispositiva del agente contra el paciente. La afirmación de medio perfil reducirá en cierta medida la silueta del torso, a la vez que posiciona el esternón en el lado no armado del usuario, manteniendo ligeramente cerrados los huecos intercostales de la parte dorsal, lo que protegerá parcialmente la caja torácica del tirador. Pese a ello, ante el potencial lesivo del arma láser, esta protección sería hipotéticamente escasa o nula, siendo tenida en cuenta únicamente en contextos donde las causas instrumentales sean de índole tradicional, de tajo y estocada. Según el orden, existirán dos posibilidades en la que los hombros podrán estar dispuestos. Hombro coherente o de hombro armado adelantado: Será aquella afirmación, de perfil o medio perfil, en la que el hombro del brazo armado estará adelantado respecto a la línea del diámetro común. Esta configuración tendrá una relevancia absoluta en la presentación del medio propincuo, pues reducirá la torsión del torso y aumentará la dimensión del medio, maximizando el potencial de la obra. Hombro opuesto o de hombro no armado adelantado: Será aquella afirmación, de perfil o medio perfil, en la que el hombro del brazo no armado estará adelantado respecto a la línea del diámetro común. Será la configuración de hombro opuesto la encargada de definir la geometría en la presentación de una guardia estable de medio remoto, pues su principal función será la relajación muscular de la rectitud armada, además de configurar a la zona abdominal y lumbar para la respuesta y adquisición de inercia de asistencia al fondo o cinta del arma. Centro de masas: El conjunto de la anatomía y resto de elementos que porte un tirador generará un punto común donde sus masas interaccionarán, eso será el centro de masas. Centro de masas: “El centro de masas es el punto del espacio donde se encuentra el equilibrio del conjunto de las masas e inercias que componen a un individuo.” El centro de masas quedará proyectado sobre el plano inferior con la intención de aportar una perspectiva cenital desde la que poder analizar la geometría implícita en el asalto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 179 -DE LA C AUSA TÉCNICA Centro de masas proyectado: “Punto de las coordenadas cartesianas sobre el plano inferior donde se encuentra el centro de masas de un individuo si el valor de la altura se reduce a cero y se proyecta sobre el plano inferior.” Adicionalmente, el centro de masas de un individuo podrá ser entendido como un punto de su anatomía, sobre el que se entenderán que están asociadas las masas sin que la configuración anatómica o dinámica del contexto afecte. Esto será entendido como el centro de masas original, que será estático y coincidirá en una anatomía regular con la mediatriz media. El centro de masas original se mantendrá siempre en la misma posición en la anatomía del tirador, independientemente de la postura de este o disposición anatómica, consiguiendo entregar un punto de referencia desde el que poder medir con precisión el movimiento de su torso respecto a una referencia estática. Centro de masas original: “Punto estático y definido de la anatomía de un individuo donde se encuentra situado su centro de masas, mientras este esté en pie, erguido, severo, en reposo y sin hacer uso del arma.” El centro de masas, en su proyección sobre el plano inferior, dará lugar a que un tirador esté posicionado como: Erguido: Que el centro de masas es coincidente en proyección con la mediatriz de planta. Lo que determinará que la afirmación está erguida respecto a las masas intervinientes. No erguido: Que el centro de masas no coincidente en proyección con la mediatriz de planta. Esto determinará que la afirmación está distinta a erguida respecto a las masas intervinientes. Centro de masas medio: La proyección del centro de masas original sobre el plano medio se llamará centro de masas medio, y asistirá a la comprensión de cuál es la variación del centro de masas original de su posición inicial erguida. Centro de masas medio: “Punto del plano medio donde se encuentra ubicada la proyección del centro de masas original sobre este, que marcará el punto central de dicho plano.” El centro de masas medio es la posición del centro de masas original en su proyección sobre el plano medio. De manera habitual, coincidirá el centro de masas original con la altura del planto medio, no obstante, existe la posibilidad teórica de que la anatomía de un sujeto distancie verticalmente, el centro de masas original del plano medio. Este centro de masas medio tendrá una función crucial para entender la variación de las masas y su repercusión en la configuración anatómica del tirador. Esto se debe a que el centro de masas original y medio se distanciará del centro de masas cuando la afirmación no sea erguida y/o severa. El centro de masas medio marcará la independencia de la afirmación respecto a la planta, siendo posible por medio de su movimiento, el mantenimiento del una planta y un centro de masas proyectado permitiendo el cambio total o parcial de una afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 180 - Por tanto: “El centro de masas original podrá ser proyectado tanto en el plano medio como en el inferior, dando lugar al centro de masas medio y al centro de masas original proyectado sobre el plano inferior, respectivamente.” El centro de masas podrá estar proyectado sobre el plano medio en un punto más allá de la anatomía del sujeto medido. Esto dará lugar a que cuanto más difieran las proyecciones sobre el plano inferior del segmento medio y de planta, más posible será que el centro de masas esté situado fuera de la anatomía del sujeto. El centro de masas medio, en relación a la mediatriz de planta, dará lugar a la comprensión de la afirmación como erguida o no, dejando de lado la total verticalidad de la recta vertical de blossen, o lo que viene a ser lo mismo, la perpendicularidad del torso respecto al plano inferior. Esto será así pues la disposición de la anatomía, las masas del cuerpo y del arma podrán propiciar que el centro de masas quede centrado o descentrado de la mediatriz de planta. Severidad de la afirmación: “La severidad de la afirmación hace referencia a la disposición vertical del cuerpo a favor de aquel punto en que se encuentra proyectado el centro de masas, coincida este o no con la mediatriz de planta.” “A más severidad, mayor verticalidad del cuerpo.” Un agente, con la observación y control del centro de masas original, tendrá la posibilidad de entender la energía impuesta al arma paciente procedente de la tracción y torso de su usuario, así como la coherencia y asistencia de su torso respecto a su extremo. Por tanto, la coherencia en la disposición del centro de masas proyectado con el centro de masas original, dará lugar a que un tirador esté poniendo más o menos peso en una extremidad concreta, lo que afectará a la obra que podrá llevar a cabo desde esa configuración anatómica concreta. Será por tanto,necesario el estudio del torso agente y paciente en su verticalidad, lo que se hará por medio de la severidad, pues con esto se facilitará la preparación de la obra agente y la previsión de la obra paciente. Se estará afirmado severo: Se estará aseverado o severo cuando se conserve la verticalidad del torso, concretamente del segmento cordal, con el centro de masas original coincidente verticalmente con el centro de masas proyectado, coincida este o no con la mediatriz de planta. La severidad en una afirmación dará lugar a que el torso del tirador usuario quede perpendicular al plano inferior, independientemente de la proyección de su centro de masas. Será la coincidencia entre estar erguido y severo lo que dará lugar a una guardia totalmente erigida. Se estará afirmado doblado: Se dirá que un tirador está doblado cuando el centro de masas original no coincida verticalmente con el centro de masas proyectado. Se entenderá que se podrá estar doblado tumbado, huido y/o balanceado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 181 -DE LA C AUSA TÉCNICA Se estará apoyado: Se habrá de estar apoyado cuando se está severo y el centro de masas proyectado no coincide con la mediatriz de planta. O sea, que se está severo y no erguido. Se estará erigido: Se hablará de estar erigido cuando un individuo esté erguido y severo. El hecho de estar aseverado, dotará al usuario de una mayor dimensión del medio, en dirección al foco, por el incremento del modificador de movimiento. Esto viene a traducirse como que cuando un tirador está severo y apoyado en una de sus extremidades, queda predispuesto para el movimiento en dicho sentido, pues su peso está conservando una energía potencial que no será necesaria de aplicar en el movimiento, tránsito o compás que realice. Por el contrario, la reacción en contra del sentido en que se esté apoyado, se retardará por necesitar una mayor energía para comenzar el movimiento. Por otro lado, cuando un agente esté doblado, o ligeramente doblado, dispondrá de una configuración anatómica propicia para asistir de igual manera a la afirmación en su conjunto, sin denotarse una ventaja de en un sentido concreto. No obstante, al estar doblado, el tirador pierde profundidad en su extremo, y además, la expone. Por tanto, existe la posibilidad de estar aseverado o severo sin estar erguido, que será estar apoyado en una extremidad mientras son coincidentes el centro de masas proyectado y medio y se mantiene la recta vertical de blossen totalmente perpendicular al plano inferior. La severidad de la afirmación aporta a esta una faz de predisposición y arrojo, que hará al agente usuario transmitir decisión y calma a su opositor paciente. Además, por la ubicación de las masas, en una afirmación apoyada y severa, el agente usuario dispondrá de toda la amplitud de movimientos de su torso solo limitados por la planta proyectada. Estar severo maximizará una obra dispositiva de oclusiones y atajo, con potencial ejecutivo, pues el torso se presenta preparado para la obra en cualquier dirección. Por otro lado al representar una faz de estar doblado se ayudará a que el paciente entienda la intención reactiva y defensiva de un agente, quedando minimizada la obra potencial de oclusiones. La severidad será lo primero que deberá perder una afirmación cuando esta última esté asistiendo al lance de una frase de armas, pues el tumbado de cuerpo tendrá la prioridad en la jerarquía de los movimientos del torso en la ejecutiva. Línea de las caderas: “La línea de las caderas es la línea recta virtual que une ambas caderas del sujeto estudiado, que de su centro partirá el plano medio y que coincidirá teóricamente con la línea horizontal de blossen.” En concreto, está línea unirá horizontalmente los dos centros de la cresta iliaca, pasando en una anatomía regular, por la unión entre la quinta vértebra lumbar y el sacro. Esta línea será aquella que marque la angulación de las caderas respecto al plano horizontal y vertical, por ello que se considera una partícula fundamental para entender la afirmación y su congruencia con la planta y tracción. La línea de las caderas, en condiciones teóricas ideales, sobre un plano inferior estable, paralelo al plano medio y perpendicular a la aceleración gravitacional, se inclinará en dirección a la pierna en que exista menor tracción, independientemente de que la verticalidad de la columna vertebral se conserve o ceda graduación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 182 - Está línea, al concebirla de manera finita y plenamente ajustada a la anatomía del sujeto medido, dará como resultado un segmento medio, con una determinada dimensión. Segmento medio: “El segmento medio es la porción finita de la línea de las caderas que queda definida en su extensión por la distancia existente entre los puntos verticalmente mediales y horizontalmente más distantes de ambas crestas iliacas.” Dicho segmento hará a la geometría parcialmente dependiente de la configuración anatómica del sujeto medido. Por tanto, permitirá la concreción y ajuste preciso de las mediciones a la anatomía de este. La orientación del segmento medio sobre el plano medio, tendrá como condicionante fundamental a la planta. Esta, con el uso de la angulación de los pies, dictará la disposición de las caderas a mantener una orientación u otra, haciendo que la articulación coxofemoral rote de su posición natural, y con ello genere la predisposición de foco y obra. Será el pie adelantado, con su orientación, la que determinará que la línea de las caderas quede en la dirección pretendida. Así pues: “La planta, condicionará la disposición del segmento medio, y este a su vez, el segmento superior, siendo coincidente la posición natural de estos.” Este segmento medio, dispondrá en su perfecto centro de un punto llamado mediatriz media, que dividirá al segmento en dos partes iguales y estará dispuesta sobre el centro de masas del sujeto erguido. Mediatriz media: “La mediatriz media es el punto exactamente central del segmento medio, que divide a este en dos partes iguales.” La mediatriz media es el punto desde el que, con su extensión sobre los ejes X y Z, se genera el plano medio. ———— - 183 - Rectitud TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 185 -DE LA C AUSA TÉCNICA Conceptos comunes de la rectitud: Rectitud: “Con de rectitud se apela a la posición que tiene el arma de un agente respecto al centro de masas de este, en un momento concreto del tiempo.” Teniendo en cuenta esta definición podemos entender que, la posición del arma será dependiente de todos los matices implicados en ella, que serán la rectitud sencilla, el rumbo de la hoja y la extensión y posición de las extremidades implicadas. “La rectitud, en general, tendrá la función explícita de disponer el arma en el medio y de orientarla para su uso.” Parte de la función básica implícita en la rectitud será convertir al arma en la causa instrumental por la que se podrá interaccionar con la hoja paciente, con contacto o sin él, con agregación o sin ella. “La rectitud tendrá la responsabilidad de mantener seguro al agente, frente a los efectos termodinámicos figurados de la hoja.” Por tanto, no será coherente el uso de una rectitud en la que el arma quede inmediatamente bajo una parte vulnerable del agente, pues la convección generaría una sustancial exposición a la autolesión. La rectitud tendrá la función de dar lugar a establecer y mantener una agregación, con libertad para el agente de ubicar el fundamento de esta, impidiendo la libre y absoluta obra del paciente. “La agregación el producto del interés mutuo de de dominar el centro del medio, por donde es más eficiente ejecutar.” Gracias a la rectitud, la geometría del arma se convertirá en el medio defensivo del agente ante la acción paciente, destilado de la disposición coherente de la hoja en el medio, y la presentación de una rectitud adaptada a su dimensión. Como contrapartida, la rectitud en su zona más alejada del centro de masas de usuario, normalmente coincidente con la sencillez, tenderá a ser el punto vulnerable de la anatomía agente más expuesto a la ejecutiva paciente. En la síntesis geométrica de la rectitud, se usará el segmento de la rectitud para determinar y expresar la posición de la extremidad en el espacio, así como el segmento del arma para determinar la dimensión del instrumento que representa y la orientación espacial de este. El segmento de la rectitud: “El segmento de la rectitud es la línea finita e imaginaria creada entre el límite del segmento superior relativo a la extremidad armada y el eje de la sencillez.” El segmento del arma: “El segmento del arma es la línea finita creada por la síntesis y concepción geométrica del arma en el espacio. Este tendrá su límite distal en la punta de la hoja y el proximal en el eje de la sencillez.” Será la unión de las propiedades de estos dos segmentos, de la rectitud y el arma, los que crearán la rectitud desde el punto de vista geométrico. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 186 - El cambio en la rectitud o en la disposición de la hoja asociada a esta se llamará mutación, siendo así posible la mutación de la sencillez, del rumbo, del la extensión y del asimento, afectando esto a la orientación, extensión y función de los segmentos de la rectitud y del arma. Cuando en una guardia variante se requiera el cambio de asimento, de dos manos a una mano o viceversa, se habrá de mutar la rectitud de la mano armada, pues habrá de dar lugar a la misma geometría que la inicialmente usada por la guardia óptima. Esto argumenta la imposibilidad de generar variantes de asimento simple en guardias concretas. Cuando hablamos de rectitud, se apela al conjunto de elementos que soportan y disponen al arma más allá del torso. Será por ello, que se habrán de estudiar esos elementos por separado, permitiéndose una síntesis nominal para la asistencia a la comunicación, que se basará en definir a la rectitud por su sencillez. Habrá posibilidad de asignar un segmento de rectitud a la extremidad no armada, dando así lugar al segmento de la rectitud no armada. Con ello se facilitará el análisis de esta en su posición espacial. Orientación de la rectitud: Como conjunto, el segmento de la rectitud de la extremidad armada que genere la pinza del asimento tendrá una orientación concreta, que será entendida y expresada con los mismos términos y parámetros usados para describir el movimiento, posición y rumbo del arma. “Se llamará rumbo de la rectitud a la orientación del segmento de la rectitud en el espacio.” Por lo tanto, la rectitud podrá estar angulada en mayor o menor medida respecto al ángulo recto, en vertical u horizontal, dando lugar a una posición concreta de la sencillez. De una forma práctica, se hará referencia a la orientación de la rectitud apelando a la posición de la sencillez, pues son elementos inseparables y agregados. Ángulo base de la rectitud: “El ángulo base de la rectitud será aquel formado, en la proyección sobre el plano inferior, entre el segmento superior y el segmento de la rectitud.” Dicho ángulo podrá ser medido de manera vertical u horizontal, dando como resultado conceptos distintos: - Por un lado, cuando el ángulo de la base de la rectitud es medido verticalmente, dará lugar a la angulación aguda u obtusa del segmento de la rectitud, por tanto, de la rectitud en sí misma. - Por otro lado, cuando el ángulo de la base de la rectitud sea medido horizontalmente, dará lugar la base geométrica del concepto de propincuidad de la rectitud. Propincuidad de la rectitud: “Se hablará de propincuidad de la rectitud como aquel fenómeno derivado del valor del ángulo base de la rectitud, que dará lugar al posicionamiento distal o proximal del arma en el medio, independientemente de la extensión de la rectitud u orientación del segmento del arma.” Los ángulos de la rectitud tomarán como referencia vertical la línea vertical, siendo esta el ángulo de 0º. Como referencia horizontal se tomará la línea de los hombros del usuario, siendo el paralelismo con ella en sentido del lado hábil al no hábil, el ángulo de 0º. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 187 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por tanto: - Una rectitud será más propincua cuando el ángulo base de esta sea obtuso en su medición horizontal. - Una rectitud será frontal cuando el ángulo base de esta sea recto en su medición horizontal. - Una rectitud será remota cuando el ángulo base de esta sea agudo en su medición horizontal. - Una rectitud será recta cuando el ángulo base de la rectitud sea recto en su medición vertical. - Una rectitud será aguda cuando el ángulo base de la rectitud sea agudo en su medición vertical. - Una rectitud será obtusa cuando el ángulo base de la rectitud sea obtuso en su medición vertical. Por medio de la propincuidad de la rectitud, se determinará la influencia de la rectitud y su segmento para que un extremo sea propincuo o remoto, sin necesidad de determinar por completo esto, pues influirán otros elementos. Por medio de la angulación vertical de la rectitud se determinará la más eficiente orientación del rumbo de la hoja: - Al agudo de la rectitud, el obtuso de la hoja. - Al recto de la rectitud, el recto de la hoja. - Al obtuso de la rectitud, el agudo de la hoja. Adicionalmente, en la rectitud existirá el concepto de la vela de la rectitud. Vela del segmento de la rectitud: “La vela de la rectitud será un segmento que se extiende perfectamente perpendicular a uno de los dos posibles segmentos de la rectitud, que une dicho segmento con el punto más alejado a este de dicha extremidad, normalmente el codo.” Esta vela, en conjunción al segmento de la rectitud, dará lugar a un plano sobre el que se dispone la extremidad medida. Esto tendrá un valor geométrico crucial, pues se determinará la posición del brazo en el espacio, permitiendo entender las implicaciones de esto. A mayor extensión de la rectitud, menor será la vela de esta. Por el contrario, a menor extensión de la rectitud, mayor vela de la misma. De esta manera, la rectitud gana la posibilidad de ser estudiada en la orientación de su flexión, que será determinante para el análisis de la exposición del brazo, antebrazo o codo del tirador, así como para la posición de las uñas del asimento. Dichas uñas podrán ser coincidentes o no con la vela, y por tanto, determinar los movimientos posibles de una rectitud y la orientación de estos. No obstante, lo habitual será que la vela quede a 45º de la posición de las uñas, o cercana a ese ángulo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 188 - Sostenimiento del arma y musculatura implícita: Teniendo en cuenta la naturaleza del arma y su masa, la rectitud en su conjunto será la encargada de sostener dispuesto y operar al instrumento, luchando contra la aceleración gravitacional y las inercias propias de su movimiento. No obstante esta habrá de ser siempre asistida por el resto de la afirmación, otorgando la posibilidad de implementar unos músculos u otros en el mantenimiento del arma y su movimiento. Se hará así un uso más eficiente del arma, imponiendo fuerzas sobre ella de una manera dosificada entre un mayor número de músculos, evitando y/o retardando la fatiga así como magnificando la energía total disponible. Para ello, habrá de tenerse en cuenta que la proyección de planta tendrá un papel fundamental, como elemento esencial en la configuración anatómica, asumiendo el control y acomodo de la posición del torso, ajustando el ángulo base de la rectitud y permitiendo la aplicación de fuerza con los músculos deltoides, pectorales, trapecios, romboides, dorsales y abdominales. Por tanto: - La planta recta de pie hábil adelantado, en cualquiera de sus angulaciones, facilitará el perfilado de la afirmación y con ello la propincuidad, por tanto, centrará el sostenimiento general del arma en los músculos deltoides anterior, medial o lateral y posterior, trapecio y supraespinoso. - La planta transversal de pie hábil adelantado, que facilita de manera natural el medio perfil, centrará el uso muscular de sostener el arma moderando la propincuidad. Por ende, la responsabilidad de mantener la rectitud recaerá en el deltoides en todo su conjunto, trapecio, supraespinoso y pectoral mayor en su sección clavicular que facilita la orientación. - La planta infinita, con la bisectriz de planta orientada aledaña al foco, favorece notablemente la afirmación de cuadrado. Será esto lo que implicará en la rectitud al mayor número de músculos y fibras disponibles. Estos músculos serán el trapecio, deltoides en su sección anterior, pectoral mayor en su sección clavicular y coracobraquial. Habrá de entenderse que según la posición de uñas usada en cada sencillez, la inferencia de cada paquete muscular variará notablemente, siendo los anteriores casos aquellos en los que la posición de uñas es abajo con participio de adentro. A todo ello hay que sumarse la acción de ajuste de algunos músculos y la de fijación de otros, que en conjunto consiguen que la acción de los músculos ejecutores sea precisa y segura. Se insta a usar el perfilado de mayor propincuidad en obras de índole ejecutiva, siendo esta afirmación la que menor volumen muscular implica, y por tanto, aquella que mayor fatiga genera. Así pues: - A mayor propincuidad, mayor responsabilidad del conjunto del deltoides para sostener la rectitud. - A menor propincuidad, mayor repartición entre músculos para el sostenimiento del instrumento, siempre que no supere la rectitud frontal. - El mayor número de fibras musculares estarán implicadas en la acción del arma cuando el ángulo base de la rectitud alcance los 90º o sea, la rectitud sea frontal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 189 -DE LA C AUSA TÉCNICA - En el extremo remoto, el esfuerzo será el mayor por parte de cada músculo implicado. - A mayor extensión de la rectitud, mayor esfuerzo muscular generado y viceversa. Igualmente, la orientación de la bisectriz de planta tendrá una interferencia notable con la musculatura implícita en el sostenimiento del arma. No obstante, no será de forma directa, sino actuando sobre la disposición de la afirmación disponiéndola para la acción en una u otra dirección y sentido. ———— - 191 - Sencillez TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 193 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rectitud sencilla o sencillez: “La sencillez es el punto del espacio, comprendido en la pinza del asimento, en que se generan las fuerzas que este transmiten a la guarnición, que coincidirá con el punto en que confluyen el segmento de la rectitud y el segmento del arma.” De un modo simplificado y desde el punto de vista posicional general, la sencillez hará referencia al punto en que se encuentra la mano armada de un sujeto, facilitando la localización de dicho punto alrededor del agente. “La rectitud sencilla o sencillez aportará la posición de la mano armada entorno al agente, independientemente de la distancia a este y del rumbo del arma” Adicional e informalmente, la sencillez también hace referencia común al conjunto de elementos geométricos y anatómicos implícitos en la mano, asimento y pinza del asimento del tirador. Siendo así posible hablar de la mano armada de un tirador como la sencillez de este, facilitándose así la comunicación. O sea, que la sencillez hará referencia a la mano armada del tirador y a toda la geometría asociada a ella, tanto en posición como en configuración. Explicado de una manera más profunda: “Se usará el nombre de sencillez de manera formal para apelar al eje de la sencillez, a su confluencia con el segmento del arma, el segmento de la rectitud y al conjunto anatómico asociado al sostenimiento y control del asimento y de la pinza de este. Esto es debido a que existe una diferenciación geométrica explicita y necesaria entre eje de la sencillez, la pinza del asimento y el límite distal del segmento de la rectitud.” Con la síntesis al nombre de sencillez, se dará lugar a una más fácil identificación del punto y volumen de la anatomía del usuario que está haciendo contacto con el arma, permitiendo una simplificación y parametrización general, que podrá ser más detallada por medio del estudio independiente de las partículas geométricas que la componen. La sencillez, no solo es el punto en que parte el segmento del arma, sino que está ligada al resto de la rectitud, y con ello, es geométricamente dependiente del segmento de la rectitud, de su extensión, orientación y ángulo base, pues será a partir de este que la sencillez podrá ser ubicada en el espacio. “La sencillez tendrá la función de dar vértice a la rectitud, dando lugar al ángulo de la sencillez formado entre el segmento del arma y el segmento de la rectitud.” La sencillez agente, como común y principal objetivo ejecutivo de un diestro laserino, tendrá la labor adicional de atraer la atención del paciente, haciendo que por su ubicación en el espacio sea ligada como el susodicho objetivo ejecutivo. Por tanto, se entenderá que dispondrá del potencial de instar al opositor y tentarlo para la obra ejecutiva sobre dicha sencillez. Esto deberá ser tenido en cuenta para justificar su ubicación y rectitud asociada. Así mismo, será necesario en todo momento entender las posibilidades de reubicación de la sencillez agente y tenerlas previstas, tanto para evitar el éxito de la ejecutiva paciente sobre ella como para obrar reactivamente ante dicha obra. “La sencillez podrá y deberá ser usada como elemento sobre el que atraer la atención paciente, quedando siempre el agente preparado para obrar en consecuencia.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 194 - “La sencillez agente será el elemento que, al ser expuesto, determinará y promoverá la intención ejecutiva del paciente.” Para que el agente tiente al paciente a obrar ejecutivamente sobre la sencillez agente, deberá disponer la sencillez sobre el diámetro común. Esto hará que el paciente tenga que poner su sencillez también sobre el diámetro común, pretendiendo asegurar la obra de un encordado o línea en cruz. De esta manera, el agente, al quedar con su sencillez adelante, se posibilitará la más eficiente obra de la oclusión dinámica radial, haciendo que la sencillez paciente transite por el diámetro común, donde será un objetivo ejecutivo sencillo. El asimento y la pinza de este: El asimento será el encargado de establecer contacto entre el arma y el cuerpo del usuario. Concretamente, estará generado por medio de las manos y en contacto con la guarnición, siendo esta la única parte no ejecutiva del conjunto del arma. Será así, que en el asimento no solo tendrá repercusión la configuración anatómica de este, que proveerá de particularidades a la aplicación de fuerzas al arma, sino que también tendrá relevancia la disposición geométrica que este asimento genere sobre el arma. “El asimento tendrá la función de conectar la biomecánica del cuerpo con la disposición espacial del segmento del arma.” El asimento, según el número de manos que impongan fuerza al arma, será: Asimento a una mano: El asimento a una mano es aquel en que solo existe una mano en contacto con la guarnición del arma, siendo esta el único contacto entre el cuerpo del tirador y su instrumento. Asimento a dos manos o emparejado: El asimento emparejado es aquel en que ambas manos del tirador están ubicadas sobre la guarnición del arma, siendo el trabajo conjunto de estas lo que impone la fuerza al instrumento. “Dadas las necesidades geométricas y dinámicas del daito así como los aspectos literales y figurados de este arma, el asimento será normalmente a una mano, pudiendo existir viabilidad eventual en obras que se lleven a cabo desde un asimento emparejado.” Habrá de entenderse que el asimento hace referencia a la posición de una o dos manos que estén sobre la guarnición, distinguiéndose esto del concepto particular de la pinza del asimento. Pinza del asimento: “Recibe el nombre de pinza el punto exacto del asimento donde quedará, reposará y se manejará el peso del arma.” El asimento, por medio de la pinza y sus dedos auxiliares, será el encargado de generar la fuerza par y aplicarla al arma, mediante el contacto del usuario con ella. Será por ello crucial el total y constante control de este, así como la naturalización en su disposición anatómica y ergonómica. Se justifica con esto último el pleno conocimiento del arma asida, pues la anatomía del tirador y de la guarnición marcarán de manera dramática la articulación y adaptación necesaria en la imposición de fuerzas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 195 -DE LA C AUSA TÉCNICA El asimento, concretamente su pinza, tendrá una representación y expresión geométrica, que se llamará sencillez o eje de la sencillez, y que será creada por la confluencia de los dos planos que se generan a partir de la extensión del punto central donde se concentran las fuerzas en la pinza del asimento. Eje de la sencillez: “El eje de la sencillez es el punto en el espacio en que confluyen el plano del ítalo, el plano primario, el segmento de la rectitud, y define el punto sobre el que se generará el segmento del arma y su rumbo.” Por tanto: “El centro geométrico de la pinza del asimento será el punto de donde partirá el eje de la sencillez.” Atendiendo a la posición de la pinza sobre la extensión de la cuerda del arma, concretamente en su guarnición, dará lugar a su clasificación geométrica, que facilitará el entendimiento de las particularidades y varianzas generadas por las distintas posibilidades del contacto entre usuario y herramienta. La pinza del asimento, desde el punto de vista geométrico, podrá quedar: Al emisor: Que la pinza del asimento está generada sobre el emisor. Para hacer referencia a que el arma está asida por el emisor, se podrá decir que el arma está emisa. Teniendo en cuenta una guarnición promedio así como la intención estándar del usuario, este asimento será el que más facilidad aporte para la disposición del arma, tanto en rumbo como en su movimiento absoluto con la sencillez. Por tanto, este asimento el más común y eficiente en una mayoría estadística de las situaciones posibles. Esta disposición será la que menor emisor lucido generará, y con ello, la que más distal posicionará el eje de la sencillez respecto al conjunto del arma. Así mismo, dará lugar a un mayor cabo del arma, con sus respectivas implicaciones físicas y geométricas. A la botonería: Que la pinza del asimento está situada sobre la sección de la botonería del arma, cosa que se podrá denominar como que el arma está botonada. Esta posición del asimento se centrará mayormente en facilitar la operación del arma, de su botonería y las funciones que puedan aportar. Al hilt: Que la pinza del asimento está generada sobre el hilt. Se podrá hacer referencia como que el arma está empuñada cuando la pinza del asimento esté en el hilt del arma. Sabiendo que la posición del hilt será centrada, relativamente al resto de la anatomía de la guarnición, se podrá concluir que el asimento dispuesto sobre TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 196 - este punto no tendrá una eficiencia clara, ni desde la geometría ni desde la potencia de extender el extremo del usuario. No obstante, por la cercanía probable con la botonería, proporcionará el potencial control de los parámetros necesarios para la operación del arma, de existir esa necesidad durante su ignición, desensayo y disposición en el medio. Empomada: Si la pinza del asimento está generada sobre el pomo o aledaña a este, se podrá decir que el arma está empomada. Esto tendrá lugar cuando el asimento esté orientado a magnificar el potencial extremo del usuario, al maximizar la extensión del emisor lucido. La exposición a la supresión será mayor a cambio de ganar una directamente proporcional ventaja de medio. Esta opción de disponer la pinza del asimento sobre el pomo o en sus cercanías aportará una menor capacidad para el control de la ubicación del arma en el espacio, tanto en su rumbo como en su movimiento absoluto, perdiendo parcialmente la capacidad para la acción, decreciendo considerablemente el potencial de obra del arma. No obstante, la extensión del extremo hace de empomar el arma un recurso sencillo para cambiar la dimensión del medio agente sin evidencias, ante un opositor paciente inconsciente de la guarnición y asimento agente. Se facilitará con ello la sorpresa en una acción ejecutiva desde diámetros comunes mayores a los entendidos por el paciente como proporcionales. Así mismo, será un recurso recurrente para la obra de empomadas en las que sea necesario y óptimo la cinta con el cambio del asimento entre la mano hábil a la no hábil. Dando así lugar a la obra llamada propiamente y en coincidencia: empomada. Para la correcta concepción y estudio del asiento, habrá de tenerse en cuenta la tornada de la misma manera que se entenderá la pinza y su disposición como un elemento fundamental para la construcción de la rectitud. Tornada: “Posición del asimento respecto a la botonería de una guarnición.” Concretamente este término hace referencia a la posición de dicho asimento teniendo en cuenta la orientación de la botonería, respecto a la orientación rotacional de los botones, en torno a la circunferencia de la sección perpendicular de la cuerda del arma. Será un recurso fundamental y un elemento a tener en cuenta cuando se pretenda la operación de las funcionalidades de ignición del arma, así como otros parámetros que necesiten de la botonería. La configuración de la tornada y su optimización para la aplicación de fuerzas al arma, dependerá directamente de la anatomía de la guarnición, en particular, de su geometría y ergonomía. El asimento podrá ser estático o dinámico, siendo esta última la configuración que más versatilidad y eficiencia aporta a la imposición de fuerzas al arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 197 -DE LA C AUSA TÉCNICA Asimento estático: El asimento estático hará que todos los dedos de la mano permanezcan unidos y formen parte indivisible de la pinza del asimento. Este asimento estático posibilitará y facilitará al agente la resistencia de las fuerzas par impuestas al arma por agentes externos, al quedar la musculatura del antebrazo completamente implicada. No obstante, en estático diminuirá considerablemente la potencia de obra agente y la capacidad de diversión de la hoja paciente. El asimento estático dejará el segmento del arma tendente a una angulación recta respecto al segmento de la rectitud, concretamente en una posición ligeramente obtusa. Asimento dinámico: El asimento dinámico proveerá de la separación entre pinza del asimento y dedos auxiliares, lo que dará lugar a una mayor amplitud de movimiento. “El asimento dinámico será aquel que diferencie funcionalmente los dedos de la pinza de los dedos auxiliares.” El asimento dinámico es un elemento que no solo tendrá en cuenta los dedos que generen la pinza, por consiguiente un contacto constante con la guarnición, sino que tendrá que ser estudiado como el conjunto entre la pinza y sus dedos y los dedos de apoyo, pese a tener funciones diferenciadas ambos conjuntos. Dedos de pinza: “Se llamará dedos de pinza a aquellos dedos que están ejerciendo la mayor parte de la fuerza que sostiene el arma en la mano del usuario, y que sin los cuales, el control de esta sería imposible.” Los dedos de la pinza son el punto donde se genera el fulcro de la palanca que representa el asimento y el cabo del arma, que permiten la aplicación de fuerzas al segmento del arma. Dedos de apoyo: “Se llamará dedos de apoyo a aquellos que generan contacto eventual con la guarnición, y que sin ser necesarios para la sujeción del arma, generan una asistencia a la imposición de fuerzas sobre esta. Los dedos de apoyo son la potencia de la palanca, siendo necesario para ello que estén dispuestos para hacer presión sobre el cabo del arma de ser preciso. Esto dará lugar a que el asimento pueda tener dos configuraciones según los dedos implicados: Asimento libre: “El asimento libre será aquel que deje el arma únicamente sostenida por los dedos de la pinza.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 198 - Asimento opresor: “El asimento opresor será aquel que sostenga el arma con los dedos de la pinza junto a los de apoyo, en mayor o menor medida.” Esto dará lugar a las acciones en la que se generará un contacto de los dedos de apoyo o en la que se retiren dichos dedos de la guarnición, aumentando o disminuyendo la superficie del asimento. Esto será llamado liberar u oprimir el asimento, lo que generará la posibilidad de mutar este y adaptarlo a la necesidad emergente, tanto de aplicación de fuerzas lineales o par, como en la resistencia o diversión de la fuerza aplicada a la hoja propia por parte de la opositora. Liberar el asimento: “Se producirá la liberación del asimento cuando sean retirados los dedos de apoyo o parte de ellos del contacto con la guarnición.” Esto tendrá una dramática repercusión en la potencial imposición de fuerzas al arma, que maximizará la diversión y penalizará la aplicación de movimiento par y la resistencia de las fuerzas impuestas por el paciente. En un asimento dinámico, liberar el asimento dará lugar a la posibilidad de generar perpendicularidad entre la hoja y la línea del antebrazo del usuario. Oprimir el asimento: “Se oprimirá el asimento cuando sean agregados a la guarnición dedos de apoyo o parte de ellos.” Se dará lugar con esto a facilitar la aplicación de fuerza par y penalizará considerablemente la libre disposición y diversión del rumbo del arma. Con el asimento totalmente oprimido, se dará lugar al asimento estático, poco eficiente. Siendo este asimento estático el que dará lugar a la total perpendicularidad del arma respecto a la línea del antebrazo del usuario. Posiciones del asimento dinámico: El asimento dinámico será aquel que deje a los metacarpianos de la mano armada tendentes al paralelismo con el segmento del arma, con una ligera opresión por parte de los dedos auxiliares. Este tenderá a mantener siempre una separación entre los dedos de la pinza del asimento y los dedos auxiliares. El asimento dinámico podrá estar en tres posiciones distintas teniendo en cuenta el cabo del arma y su posición relativa respecto a la palma de la mano del tirador. Cada una de estas posiciones es la confluencia de todos los elementos que componen el asimento. Adicionalmente estas posiciones responden a la necesidad de generar paralelismos o perpendicularidad de la cuerda del arma respecto al segmento de la rectitud y/o a cúbito y radio del usuario. Cada una de estas tres posiciones del asimento provee al usuario de la óptima configuración para llevar la energía de su mano al arma, en un determinado contexto y para unas determinadas acciones. Asimento interior o recto: Este asimento, oprimido, dejará el cabo del arma en la posición interior de la mano, quedando los dedos de la pinza relativamente extendidos, y los de apoyo en total contacto con la guarnición. Esto dará lugar a que el cabo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 199 -DE LA C AUSA TÉCNICA del arma quede totalmente paralelo al segundo metacarpiano, del dedo índice, mientras la palma de la mano está en total contacto con el hilt y trigger de la guarnición. La cuerda del arma quedará paralela a la línea seguida por el antebrazo del tirador usuario. Los dedos de la pinza pierden importancia en el movimiento del arma, y el eje de la sencillez se retrae en sentido proximal. Esta configuración obtiene la mayor congruencia entre la disposición cubital del brazo y el rumbo del arma. Es por ello, que se usa para mantener el arma italada recta o en la rectitud de adelante con rumbo recto. En esencia, permitirá dejar llano el ángulo de la sencillez. La hoja quedará naturalmente recta o cercana a ello cuando las uñas estén adentro, y tenderá a quedar escasamente angulada en cualquier otra posición de uñas. Su uso es el de permitir la máxima extensión del rumbo. Esto puede ser tenido en cuenta para facilitar la acción de estocada cuando el ítalo esté cercano a las líneas solares o superiores del opositor. Es necesario entender que, cuanto más se extienda y adelante el dedo índice de la pinza, y más se separe de los dedos auxiliares, mayor será la facilidad para dejar el arma alineada con el segmento de la rectitud. Asimento regular: El asimento regular es aquel que deja al cabo del arma bajo la mano, en una angulación aguda, desde la pinza al pomo. La cuerda del arma quedará con una ligera y variable perpendicularidad respecto a la línea seguida por el antebrazo del tirador usuario. Los dedos de apoyo estarán relajados y mantendrán el contacto con la guarnición para auxiliar la acción de mutar la rectitud, el asimento y extender el rumbo. Tanto el asimento regular como el exterior dejarán al dedo pulgar haciendo la pinza con la parte interna de su última falange, permitiendo que el emisor quede alojado y que pivote sobre dicho punto del pulgar. La hoja quedará naturalmente obtusa cuando se esté de uñas adentro. Por la configuración y propia naturaleza del asimento regular, este quedará limitado y no permitirá la disposición recta y adelante del rumbo del arma sobre el diámetro común y el plano superior. Para obtener esto, habrá de mutarse a un asimento interior. Este asimento regular es usado para permitir la perpendicularidad entre hojas, relajar la musculatura de la mano y facilitar la obra de las oclusiones. Asimento exterior: El asimento exterior es el que deja el pomo, total o parcialmente, en la parte exterior de la mano. Habrá de actuarse teniendo en cuenta que el dedo pulgar habrá de posicionarse adelantado para distribuir la pinza de manera más distal, permitiendo a los dedos de apoyo su relajación, y con ello, que el cabo del arma quede liberado afuera. El dedo pulgar quedará paralelo al dedo índice. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 200 - La cuerda del arma quedará con una marcada y variable perpendicularidad, incluso superando los noventa grados respecto a la línea seguida por el antebrazo del tirador usuario. O sea, que se posibilitará que el ángulo de la sencillez pueda quedar agudo de manera biomecánica funcional. Este asimento deja casi totalmente sobre la pinza la presión necesaria para el sostenimiento del arma. Es por ello, que la sencillez gana mucha contundencia, al estar implicados los músculos flexores más grandes de los dedos en el asido. Por el contrario, pierde mucha rigidez, pues la superficie del contacto del asimento es mínima, exponiéndose al desasido. La hoja quedará naturalmente sobre la transversal no armada cuando la posición de uñas quede abajo. No obstante, por la extensión de los dedos, las uñas no quedarán enfrentadas abajo, sino arriba. Este asimento es usado para facilitar la acción desde las rectitudes radiales de primera, tercera y cuarta. Esto es así gracias a la facilidad para sostener una angulación de la hoja, variable a la par que sólida. Igualmente, en la rectitud totalmente aguda de segunda, que prenda el obtuso total de la hoja, también será necesario este asimento exterior. Este asimento será un recurso necesario para la obra del iai, siendo crucial su dominio para el desensayo en contextos y entornos confinados espacialmente. Del asimento regular, existirán tres variaciones, dependientes de la configuración de los dedos índice y corazón, que permitirán al tirador ajustar el ángulo de la hoja con precisión, únicamente adaptando su asimento, sin necesidad de cambiar la posición del antebrazo. Asimento regular español: El asimento regular español es aquel asimento regular que mantiene adelantados el dedo índice y corazón, recayendo en ellos la presión contrapuesta al pulgar en la pinza, quedando considerablemente separados de los dedos de apoyo. El asimento regular español será el asimento que permitirá un cómodo ángulo recto del arma, haciéndolo ideal para posiciones donde el ángulo obtuso del arma sea sutil, desde la rectitud de adelante. Geométricamente, el asimento español favorece la amplitud del ángulo de la sencillez, haciendo posible que quede llano. De esta manera, será ideal para aquellas acciones del arma que tengan como objetivo llegar al italado en trío, pues se facilitará notablemente que queden alineados el segmento del arma y el de la rectitud. Asimento regular italiano: El asimento regular italiano es aquel asimento regular que mantiene adelantado el dedo índice, siendo el único dedo de la pinza que queda separado del los dedos de apoyo. En el asimento regular italiano, la pinza será generada en su mayor parte por los dedos corazón y pulgar, siendo asistidos por el índice y los dedos auxiliares. El asimento regular italiano hará que naturalmente el arma quede en un ángulo obtuso, cuando se esté de uñas adentro. Este asimento hará que el ángulo de la sencillez quede naturalmente menor que con el asimento español. O sea, que el segmento del arma y el segmento de la rectitud, configurarán un TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 201 -DE LA C AUSA TÉCNICA ángulo obtuso por la biomecánica humana. Esto lo hará ideal para mantener un ángulo de la sencillez menor al llano, dificultando en cierta medida que se alineen el segmento del arma y el de la rectitud. Cualquiera de los asimentos posibles otorgarán la potencia de herir, dada la naturaleza del arma y puesto que no es necesaria aplicación de presión alguna sobre el objetivo ejecutivo del arma. No obstante será la configuración geométrica del arma la que marcará la viabilidad de esto, quedando el asimento como una herramienta para facilitar la ubicación del segmento del arma en el espacio, en concordancia con la biomecánica del usuario. Adicionalmente, existirá la posibilidad de asir el arma de manera contraria respecto al segmento del arma, en referencia a la posición del emisor y dedos de la pinza. Con ello se dará lugar al asimento invertido. Cabe aclarar que asir el arma de manera invertida resultará poco eficiente, en una mayoría estadística de las situaciones posibles dentro de un asalto de índole regular, dado que la hoja quedará naturalmente dentro del medio particular del agente usuario, existiendo una exposición superlativa a la autoejecución. Asimento invertido: Asimento con la pinza de este más cercana al pomo que los dedos auxiliares. Esto dará lugar a la inversión del asimento, haciendo que el segmento del arma quede orientado en sentido contrario al tradicional, o sea, enfrentado al segmento de la rectitud y a la extensión de esta. El asimento invertido hará perder potencia de obra y herida al usuario, al quedar la hoja propia naturalmente alejada del diámetro común y/o del diámetro común de la sencillez, y dado que no será posible aprovechar la biomecánica humana a favor de la extensión del rumbo del arma. Además, se creará la constante exposición a la autoejecución, puesto que el segmento del arma quedará orientado de manera constante en sentido al usuario del asimento invertido. Este asimento invertido, dada la naturaleza del arma láser, no posee una aplicación general coherente con al geometría, quedando su aplicación restringida a situaciones muy concretas, normalmente derivadas de la acción de ensayar o desensayar el arma, en determinados contextos y con aplicaciones muy específicas. Tipología de las posibles posiciones de la sencillez: Dependiendo de donde esté la mano armada del agente respecto a él, la sencillez tendrá un nombre u otro, asumiendo así con la denominación particular, la facilidad asociada para orientarse en la descripción y análisis de las obras. Según la disposición respecto al plano vertical, las rectitudes pueden estar situadas: Anterior: Que la rectitud y hoja está dispuesta en la parte anterior del plano vertical, independientemente de la radialidad de la sencillez. Posterior: Que la rectitud y hoja está dispuesta en la parte posterior plano vertical, independientemente de la radialidad de la sencillez. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 202 - Las rectitudes pueden estar situadas en el espacio justo al frente del agente o en torno a la posición central de la rectitud, por ende, existirán: Sencillez centrada: Será aquella que esté dispuesta o indispuesta en la altura comprendida entre el plano medio y el superior, sobre la línea del diámetro común y/o foco del usuario. Dicha sencillez dispondrá el arma alineada con el plano sagital del tirador usuario o con respecto a su foco. No obstante, la geometría emergente, que resultará simétrica, no tendrá igual potencial de obra en ambos flancos, pues la disposición del hombro respecto a la sencillez no será concordante en el plano vertical, lo que dará mayor potencia de obra en la mutación al flanco hábil. Sencillez radial o rectitud radial: Aquellas que son dispuestas o indispuestas en torno al espacio adyacente hipotéticamente ocupable por la rectitud adelante centrada, o cualquier otra que se tome como circuncentro. Estas pueden ser nombradas como sencillez o rectitud pues hacen alusión al conjunto entre la posición de la sencillez, las uñas, sumándole a ello una extensión de la rectitud normalmente amplia. Cada espacio posiblemente ocupable adyacente a la sencillez presentada será llamado como posición radial, y dependerá su existencia de la posibilidad biomecánica del tirador para posicionar la sencillez en dicho lugar, únicamente con la mutación de esta, sin necesidad de reubicar el cuerpo. La sencillez radial será siempre nombrada a partir del lado normalmente armado y/o hábil del tirador. Por tanto: “El sistema de denominación radial de la rectitud o sencillez tiene la función de simplificar y cuantizar la descripción de la posición de dicha sencillez, dejando implícitas ciertas particularidades como la posición de las uñas y la extensión considerable de la rectitud.” Posiciones de la sencillez o la rectitud: La ubicación del eje de la sencillez y la rectitud, así como la sencillez en todo su conjunto condicionarán la obra posible, gracias a la geometría emergente y a la psicología asociada de agente y paciente. Desde la perspectiva figurada, cualquier ubicación de la sencillez y su rectitud asociada tienen que ser compatibles con los efectos termodinámicos y físicos figurados de la hoja. Será así que habrá posibles posiciones que no tengan función práctica, pues será considerable la posibilidad de autolesión, ya sea por efectos convectivos, por la radiación calórica del arma o por la implicación geométrica de su posición. Las posibles posiciones que podrá ocupar la sencillez en torno al agente, serán: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 203 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rectitud adelante o dispuesta: Cuando el arma del agente está en el espacio comprendido entre el plano medio y superior, así como en la parte anterior del plano vertical, o sea, justo al frente del usuario, sin superar los límites de los hombros respecto a la dimensión lateral. La rectitud adelante, con angulación recta, estará limitada por el cabo del arma y el asimento interior, que en la disposición de uñas dentro, imposibilitará el correcto rumbo de la hoja de un daito. No obstante, las uñas podrán estar abajo, arriba y fuera. Esta sencillez, en su disposición centrada, es la más eficiente geométricamente, en una mayoría estadística de los casos posibles, pues la disposición del arma en el medio convierte a esta en una medida preventiva, que estando extendida sobre el plano superior e italada recta, aporta la mayor distancia operativa, distancia de medio y dimensión de este. Modificando la rectitud adelante, posicionando la sencillez en el plano de la visión del agente usuario, haciendo coincidir este con la sencillez del paciente y llevando el rumbo a una extensión sobre este mismo plano de visión, se podrá dar lugar a una rectitud que ocluya totalmente la radiación lumínica procedente de las armas, tanto agente como paciente. Será, por tanto, un recurso fundamental para controlar la exposición de la visión agente a dicha radiación. Esta rectitud adelante dará lugar a la rectitud recta, que desde el punto de vista estrictamente geométrico, tendrá lugar cuando el plano primario coincida con el plano sagital, y el ítalo esté entre los planos solar y superior. De perfecto recto o italada recta: Se denominará así a la sencillez que esté ubicada justo en el mismo plano superior, aludiendo su nombre a la coincidencia de los planos del ítalo y superior. Esto será tomado así siempre que la afirmación del cuerpo sea erguida y provea de una medida clara, pues de lo contrario, al estar tumbado, la sencillez será adelante, dada su coincidencia en el espacio con la así llamada adelante, lo que permitirá una conjugación más sencilla con la obra potencial. La sencillez italada recta, desde el punto de vista general de la rectitud de la que forma parte, tendrá una extensión extendida sin llegar al máximo, será conformada de uñas adentro con un ligero participio de abajo, con la hoja recta, con asimento interior, con la hoja ligeramente transversal al lado no armado y con la punta aledaña a la línea del diámetro común. Recta de primera o de Fabris: Será llamada así a aquella en la que una rectitud italada recta, se rectifica en su sencillez ligeramente abajo y notablemente al flanco hábil, sin llegar a primera, cambiando las uñas abajo, quedando la punta del arma sobre el diámetro común, generando con ello cierta transversalidad en el rumbo de la hoja al lado no armado. Se dejará el cabo del arma en el lado de fuera del usuario, con asimento regular, debido a que la extensión de esta parte del arma entorpecerá la obra eficiente y la mutación libre del rumbo. Así pues, con guarniciones de mano, o con un emisor lucido proporcionalmente muy grande, se podrá realizar la rectitud de Fabris dejando el cabo del arma dentro, con asimento interior, pese a no ser lo más eficiente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 204 - En la recta de primera o de Fabris se habrá de garantizar la plena operatividad del arma manteniendo una notable extensión de la rectitud, pues si la extensión queda embebida, el rumbo se verá obligado a orientarse al lado no armado en mayor medida de lo eficiente. Esta sencillez representa la perfecta coherencia entre la disposición recta adelante y primera o primera alta, cediendo eficiencia en su geometría explícita y ganándola en la adaptación anatómica a la respuesta de triangulación. Remarcable resulta que esta expresión de la sencillez, como parte fundamental de toda una rectitud asociada, está configurada para tener la máxima eficiencia geométrica implícita y subyacente, al proveer al tirador agente usuario de una transversalidad ligera en el rumbo y en la disposición de la sencillez, que evitará el encordado, la remisión, la humillada y cornada de la hoja agente y que además magnificará la respuesta de oclusión, siempre y cuando el paciente haga uso de su lado hábil como armado y que sea, diestro o siniestro, tal y como el agente. Al hábil o radial en primera: Se entiende como rectitud hábil o en primera cuando la guarnición del arma se encuentra en el flanco hábil de la línea de foco del agente, independientemente de que sea concordante con el lado armado. Normalmente, se asumirá que el lado hábil será el lado normalmente armado, en caso de no especificarse como tal. Para el mantenimiento de la hoja dispuesta eficientemente en el medio, las uñas estarán abajo. Si la rectitud es radial, la punta del arma agente estará sobre la línea del diámetro común o aledaña a esta, en el plano del ítalo. Abajo o radial en segunda: La rectitud abajo es esa en la que el segmento de la rectitud se encuentra agudo y con la sencillez por debajo del plano solar, o de su nivel. No será necesario exagerar la amplitud de esta posición de la rectitud, pues acercarla mucho al plano inferior se convertirá en una desventaja geométrica clara, al retrasarse cualquier respuesta de oclusión y perderse dimensión del medio proporcional. Para el mantenimiento de la hoja dispuesta eficientemente en el medio, las uñas estarán adentro. Si la rectitud es radial, la punta del arma agente estará sobre la línea del diámetro común o aledaña a esta, en el plano del ítalo. Al no hábil o radial en tercera: Se habla de rectitud no hábil cuando la guarnición del arma se encuentra en el flanco no hábil de la línea de foco del agente, independientemente de que sea concordante con el lado armado. Igualmente que con la sencillez al hábil, corrientemente se asumirá que el lado hábil será el lado armado en caso de no especificarse como tal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 205 -DE LA C AUSA TÉCNICA Esta sencillez deja el segmento de la rectitud armada delante del cuerpo del agente, quedando más cercano al paciente, lo que dificultará el ahuecado del medio. El asimento de tercera será regular o exterior, dependiendo del paralelismo con la transversal hábil del usuario y/o de la extensión del rumbo. Cuanto más extendido quede el rumbo, el asimento será regular, mientras que cuanto más plegado quede, mayor será la tendencia exterior del asimento. Para el mantenimiento de la hoja dispuesta eficientemente en el medio, las uñas estarán arriba. Si la rectitud es radial, la punta del arma agente estará sobre la línea del diámetro común o aledaña a esta, en el plano del ítalo. Arriba o radial en cuarta: La rectitud arriba es aquella que mantiene la mano que sostiene el arma por encima del plano superior, con el segmento de la rectitud obtuso. Para el mantenimiento de la hoja dispuesta eficientemente en el medio, generalmente, las uñas estarán afuera, con asimento regular, generando con ello un mayor rango de movimiento de la muñeca. Adicionalmente, la posición que los dedos de apoyo tienen en el asimento de cuarta hará más complejo el desasido por la imposición de fuerzas del paciente sobre el arma agente Aparejado a esto, al disponer la sencillez en cuarta de uñas fuera, se maximizará la posibilidad de extender o embeber la rectitud, y por tanto, de tener un mayor control sobre la extensión del segmento de la rectitud. Por tanto, la sencillez en cuarta de uñas fuera será la opción más eficiente para garantizar un control pleno del arma en una mayoría estadística de las situaciones emergentes. No obstante, se podrá usar la posición de uñas arriba para hacer frente a la necesidad de disponer el rumbo notablemente obtuso desde la rectitud de arriba sin quedar dependiente de una reducción en la extensión de la rectitud. Si la rectitud es radial, la punta del arma agente estará sobre la línea del diámetro común o aledaña a esta, en el plano del ítalo. Particularidad de la rectitud radial en cuarta de la breve: Sobre un asimento a dos manos, la posición de la mano hábil en la rectitud radial en cuarta, quedará de uñas fuera, siendo la mano no hábil con su ubicación la encargada de proporcionar la orientación ligeramente aguda al rumbo, con la extensión de su segmento de la rectitud. Atrás o indispuesta: Cuando el agente mantiene o posiciona la guarnición del arma en un punto del espacio en la parte posterior del plano vertical. La hoja puede estar indispuesta en todas las posibilidades radiales que le sean permitidas por su anatomía, lo que convierte a la sencillez atrás en un rasgo más que en una posición espacial definida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 206 - Estas rectitudes sencillas tienen como finalidad la de mantener la hoja fuera del medio, in extremis, ya sea para evitar su reubicación por parte del paciente o para generar una faz que no haga posible la lectura del agente o de su intención, así como conseguir una intimidación. De oposición al medio: El hecho de que la sencillez esté en la parte posterior, hará que el rumbo potencial esté mayoritariamente concentrado en la parte posterior del plano vertical, y por ende, que la mayor parte de la hoja se encuentre también en la parte posterior, a lo que se llamará de oposición al medio. Esto será así pues si la hoja extiende su rumbo en sentido al paciente teniendo la sencillez tras el agente, se genera una exposición y compromiso superlativo para este último. Estas definiciones de las rectitudes sencillas implicarán cierta elasticidad en su ubicación, pues habrá de disfrutar el usuario de márgenes sobre los que adaptar la disposición de cada una, para resultar coherente con la disposición geométrica del paciente o del contexto de acción. Por ello, las rectitudes pueden estar ligeramente agudas u obtusas, adaptándose a la naturaleza de la obra y a la geometría presente. Esto significará que la línea seguida en sentido próximo-distal por sus brazos, estará en una angulación menor o mayor del recto, respectivamente, así como ligeramente desviadas de su posición geométricamente ideal. Estas rectitudes pueden tener participios, que serán denominados así cuando la sencillez no se encuentre en un lugar claramente definido con estos cardinales. La sencillez, idealmente, habrá de estar aledaña al plano sagital del tirador, dando lugar a que una obra reactiva sea eficiente en sostener el medio y mantener la plena capacidad de respuesta del tirador. Esto será así por ser la configuración geométrica en la que la guardia cónica y la oclusión al paciente tendrá una mayor repercusión defensiva. No obstante, siempre existirá excepción posible, pues la sencillez responderá la obra pretendida, adaptándose a ella en posición, facilitando con ello el desplazamiento del foco paciente y optimizando la geometría de la oclusión. Participios de la sencillez y de la rectitud: Las rectitudes podrán estar en su posición alta o baja, lo que significa que estarán presentadas haciendo participio de arriba o abajo. Esto será nombrado como alta o baja. Alta: Que la rectitud presentada está en participio de arriba. Este participio hace referencia a la posición de la sencillez más distante del plano inferior, con el segmento de la rectitud obtuso. Así pues, no tiene concordancia con la posición de la sencillez en un lugar distinto de la radialidad. Será así que el movimiento necesario para la mutación a alta de una sencillez será paralelo a la línea vertical. Baja: Que la rectitud presentada está en participio de abajo. Este participio hace referencia a la posición de la sencillez más cercana del plano inferior, con el segmento de la rectitud agudo. Así pues, no tiene concordancia con la posición de la sencillez en un lugar distinto de la radialidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 207 -DE LA C AUSA TÉCNICA Será así que el movimiento necesario para la mutación a baja de una sencillez será paralelo a la línea vertical. Rectitudes sencillas con participio: Adelante alta o para cuarta: Que compartirá posición espacial con la sencillez en cuarta, mas no necesariamente uñas y/o asimento. Adelante baja o para segunda: Que compartirá posición espacial con la sencillez en segunda, mas no necesariamente uñas y/o asimento. Primera alta o en cuarta para primera: Que será una rectitud en primera con participio de arriba. Primera baja o en primera para segunda: Que será una rectitud en primera con participio de abajo. Tercera alta en tercera para cuarta: Que será una rectitud en tercera con participio de arriba. Tercera baja en segunda para tercera: Que será una rectitud en tercera con participio de abajo. Para la descripción más detallada de la rectitud, será posible usar otro gran volumen de términos, que en un entorno estrictamente técnico, habrán de ser conocidos y comprendidos, pues su uso agilizará la comprensión de las obras desde el plano teórico. La mutación de la sencillez en el espacio: La sencillez armada se verá necesariamente sujeta a su eventual reposicionamiento, y por ello, existe una nomenclatura que da nombre a ese movimiento del arma en el espacio. Estos nombres será usados también para la sencillez no armada, esté gobernando el saya o no. Para el correcto funcionamiento biomecánico, la mutación de la sencillez asida a una o dos manos habrá de obrarse teniendo en cuenta la mano hábil y el rumbo que adquirirá la hoja en la sencillez destino. Esto tendrá el potencial de disponer el arma en la orientación que facilite la acción pretendida, pues podrá predisponerse a estocar, tajar, ocluir, atajar, reparar y demás posibilidades de acción agente, así como de este sobre el paciente. Será con la correcta administración de las uñas y asimentos, y su mutación entre las rectitudes, que se facilitará la plena movilidad y predisposición biomecánica del cuerpo para la continuación de la obra pretendida, que aumentará así el potencial de la obra, basándose en la eficiencia en el movimiento del arma y la coherencia acción-reacción. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 208 - Movimientos de la sencillez y/o del arma: Natural: Aquel movimiento de la sencillez y/o del arma que es realizado desde arriba a abajo, o cualquiera en sentido al plano inferior. Violento: El movimiento que aleja la sencillez y/o el arma del plano inferior. Remiso: El movimiento que lleva la sencillez y/o el arma en sentido a uno de los flancos. Reducción: Aquel movimiento que lleva a la sencillez y/o el arma a posicionarse sobre la rectitud de adelante, normalmente usado cuando esto ocurra desde uno de los flancos. Accidental: El movimiento que aleja la sencillez y/o el arma del agente, en sentido al paciente, manteniendo el paralelismo con el plano inferior y la línea del foco. Será accidental aquel movimiento del arma que se genere con la hoja más distal que la guarnición respecto al sentido y dirección seguido. Extraño: El movimiento de la sencillez y/o el arma del agente, que sigue el sentido opuesto al foco o a la ubicación del paciente, manteniendo el paralelismo con el plano inferior y la línea del foco. Será extraño aquel movimiento del arma que se genere con la hoja más proximal que la guarnición respecto al sentido y dirección seguido. Los movimientos o mutaciones de la sencillez y/o el arma estarán sujetos a la posibilidad de obrarse en participio, quedando por tanto, en potencia de realizarse siguiendo una línea recta desde cualquier rectitud sencilla hasta su destino. “Será posible la inmersión o retirada de un medio con la sola acción y mutación de la sencillez, concretamente pasando del medio de proporción al proporcional y viceversa.” La mutación de la sencillez de adelante para cualquier rectitud radial dará lugar a una ampliación del diámetro común de la sencillez, y del mismo modo, la reducción una rectitud radial a la posición de adelante, estrechará el diámetro común de la sencillez. Así pues, será posible dar lugar a un medio u otro con la acción de la sencillez en el espacio. - En la rectitud adelante en un medio proporcional en el estrato de sombra, se pasará a un medio de proporción al mutar la rectitud a una posición radial. - En una rectitud radial en un medio de proporción, se pasará a un medio proporcional en el estrato de sombra con la reducción delante de la sencillez. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 209 -DE LA C AUSA TÉCNICA Sencillez y rectitud ligeramente desviada al lado armado: “Dada la experiencia del usuario y su adaptación biomecánica, se tenderá a entender que la posición adelante de la sencillez y rectitud queda ligeramente variada de la posición adelante geométricamente ideal.” Este concepto de variar ligeramente la rectitud y sencillez, es un matiz que emerge de la relajación causada por la experiencia e implementación de conceptos ajenos a la estricta conceptualización espacial de la geometría. La reacción y lectura paciente posibilitan relajar la ventaja geométrica que otorgan las guardias adelante perfectamente presentadas, asumiendo el participio del lado hábil en la rectitud y transversalidad de la hoja al no hábil, y sin embargo mantener el control sobre el centro del medio donde se esté afirmado. “Al conjugar las ventajas de la previsión y la reacción con las necesidades de la biomecánica humana, la rectitud recta adelante se tenderá a relajar, quedando ligeramente aguda, parcialmente a primera y con la hoja obtusa.” Esta ligera variación de la rectitud, que da lugar a la recta de primera y/o a primera, habitualmente al lado armado, se debe a la necesidad de ceñir el medio y ser la mano aquello que se ha de proteger, que no el cuerpo, pues este no será objetivo primario sobre el que ejecutar, debido entre otras, a la exposición superlativa que genera un tránsito por un medio de común herida para conseguir un tocado capital o solar. Para que este matiz al lado armado de la rectitud tenga una plena implementación, habrá de conservarse o pretender conservar la punta de la hoja del usuario sobre el diámetro común, así como un ángulo de la hoja que permita que la distancia entre la punta de la hoja agente y el cuerpo de este sea mayor que el segmento del arma paciente. Así pues, el extremo, más concretamente la mano/os armada/as, al no tener posibilidad de proteger nada más allá de la disposición de la hoja, se desplaza ligeramente al lado hábil, y de esa forma se gana geometría para permitir una obra dispositiva más fluida y polivalente dentro de un entorno tridimensional, así como aumentar las posibilidades de triangulación al sumar el plano horizontal a la habitual proyección lateral o cenital. Esta posición, ligeramente desviada de estar sobre el diámetro común, puede posibilitar a los tiradores de escasa envergadura a tentar a su paciente. Se conseguirá con ello que sea preciso orientar el foco paciente sobre la sencillez del agente con poca envergadura, quedando el paciente ligeramente desfasado del foco y geométricamente más cercano al agente. Esto compensaría en cierto modo la ventaja de medio del paciente sobre el agente de escasa envergadura. Adicionalmente, esta variación a primera hará que el diámetro común de la sencillez se extienda notablemente pese a estar en un mismo diámetro común, por tanto, se posibilitará con ello la inmersión o la salida de un medio de proporción o proporcional del paciente, así como sumergir al paciente en el propio del agente. Todo ello con una sencilla mutación de la rectitud de un flanco a adelante. ———— - 211 - Rumbo del arma TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 213 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rumbo del arma: El rumbo quedará definido como: “La dirección y ángulo seguido por la cuerda y segmento del arma, en sentido próximo-distal.” En sentido general, el rumbo del arma hace referencia a la angulación y dirección que tiene un arma en un momento determinado. Esto, desde el punto de vista geométrico, convierte a la cuerda del arma en un segmento, que se toma como uno de los lados de un ángulo formado junto al eje de la altura “Y”. Siendo esto lo que determina que se llame “recto” al rumbo cuando el arma mantenga su rumbo paralelo al eje de profundidad “Z”, o línea de recto. Además de ser esta la medida por la que el ángulo del rumbo se aguda u obtusa. En particular, desde la configuración de una guardia, este factor de la rectitud tendrá el potencial de convertir una línea unidimensional, como es la hoja del arma, en una herramienta interaccionar con la hoja paciente, ya sea para ocluir, atajar o reparar la trazada de esta. Desde el punto de vista estrictamente geométrico y como punto de partida de las mediciones, el rumbo recto, tendrá su aparición al presentarse el arma totalmente perpendicular al vector normal del plano inferior común. Se dará así lugar al entendimiento del rumbo como un factor relativo a la naturaleza del plano inferior y la disposición de los tiradores sobre este, pues podrán no coincidir sus planos inferiores particulares, quedando cada tirador a distinta altura, y por consiguiente, con la necesidad de adaptarse geométrica y anatómicamente. Con ello, se unificarán las geometrías particulares de los implicados, permitiendo un análisis coherente e independiente de la interacción de las armas, así como la compresión de las configuraciones anatómicas particulares que las sostienen. El rumbo, como ya habrá estudiado cualquier académico de la Esgrima Láser, podrá tener distintas formas de ser medido, cada una de ellas para dar nombre a la posible linealidad seguida por la hoja sobre un plano tridimensional. Estas podrán ser relativas al paralelismo de la hoja respecto a la geometría particular o desde un punto de vista estrictamente direccional. No obstante, siempre tendrá como punto de partida la sencillez de la rectitud, lo que dará lugar a una esfera en la que será posible posicionar la hoja sin mutar la sencillez. Esta esfera teórica no podrá ser completamente ocupada, tendrá zonas del espacio donde no podrá estar posicionada la hoja, pues haría contacto con el agente. Al resto del espacio descrito dentro de esta esfera se le llama rumbo potencial. Rumbo potencial: Describe los lugares donde podrá estar posicionada una hoja, sin cambiar la sencillez de la rectitud o la extensión de esta. El rumbo potencial será mayor cuanto más distal esté el eje de la sencillez en el medio particular. El rumbo potencial estará limitado por: - El espacio ocupado por el agente. - El espacio imposible de transitar por estar ocluido, obstruido o privado por la hoja paciente. - El espacio al que no es posible acceder por las limitadas posibilidades de imprimir fuerza al arma únicamente con la mutación del asimento y desde una rectitud estática. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 214 - Por la necesidad de cubrir con la máxima elegancia y eficiente la distancia entre el agente y su objetivo ejecutivo, se deberá entender que será necesario alinear la rectitud, y el rumbo del arma agente. Esto dará lugar a una línea recta que será la vía más directa y sencilla de alcanzar el objetivo ejecutivo. Esto está basado en la existencia de un cateto real, sobre el que el agente deberá trazar para obtener la ejecución elegante sobre el paciente. Alinear: Alinear un rumbo hace referencia a la obra consciente de hacer coincidir, sobre una misma línea, el segmento de la rectitud, el segmento del arma y el objetivo ejecutivo. Cuando esto se dé de manera totalmente paralela al plano inferior, se entenderá que se ha alineado el rumbo e italado en trío. No obstante, esto puede suceder en cualquier orientación, sin necesidad de respetar paralelismo alguno. Cuando el rumbo agente queda alineado con la sencillez del paciente, el segmento del arma agente estará ocupando el diámetro común de la sencillez. De esta manera será posible generar la alineación de los elementos intervinientes en el rumbo de la hoja con el objetivo ejecutivo, haciendo posible la línea más corta entre el punto proximal de la rectitud y el objetivo ejecutivo, que unirá de la manera más eficiente geométricamente la hoja del agente con el punto vulnerable del paciente. Para el total alineado será preciso mutar el asimento al interior. El alineado dará lugar a la ejecución sobre el mayor diámetro común posible, pues la extensión de los elementos geométricos que dan lugar a la acción del arma, pondrán la punta de esta en el extremo más distal posible. “En la obra ejecutiva, el agente deberá buscar quedar alineado mientras pretende que su paciente tenga su rectitud angulada respecto a su propio rumbo, y que este quede plegado.” El rumbo podrá ser mutado, en la dimensión temporal y al margen del movimiento del arma como acción ejecutiva. Esto tendrá que estar sostenido en una intención de ocluir, privar, disponer o antagonizar al paciente. Por tanto: “Siempre que se mute el rumbo, dicha acción deberá tener una justificación geométrica o inercial, idealmente buscando la agregación, ya sea para ocluir al paciente, privar su hoja o buscar la vía por la que se ejecutará a este.” La mutación del rumbo en angulación: Extender: El rumbo del arma se extiende cuando aumenta el paralelismo del segmento del arma con el diámetro común y/o el plano inferior. Serán la extensión del pulgar, en su sentido y dirección próximo-distal, la encargada de disponer el arma paralela a la extensión cúbito-radial, siendo auxiliado esto por la contracción de los dedos auxiliares, aumentando la potencia de la palanca generada en el cabo del arma. Esto hará que el arma esté totalmente extendida en rumbo, el cual coincidirá con el que demuestren los antebrazos del usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 215 -DE LA C AUSA TÉCNICA Cuando un rumbo está plenamente extendido sobre el plano del ítalo, se puede hablar de rumbo de ítalo. Por norma, la extensión del rumbo se generará condicionada de la opresión del asimento con los dedos de apoyo, que magnificará la velocidad de esto. Será por ello que el asimento interior tendrá menor posibilidad de acción del arma, siendo necesario que se actúe totalmente con el segmento de la rectitud para la extender el rumbo. Por otro lado, tanto el asimento regular como el exterior tendrán la capacidad de extender el rumbo con mayor fluidez, siendo el regular el que más facilidad mostrará. Para facilitar la extensión del rumbo, se podrá asistir al arma con una ligera acción de movimiento extraño del arma, ya sea por medio de la acción de la sencillez o del torso. Igualmente, la extensión del rumbo se podrá auxiliar con la extensión de la articulación del codo, imponiéndole fuerza lineal al arma, generando un vector inercial en sentido accidental que facilitará la acción del arma. La extensión del rumbo será la principal y más elemental acción ejecutiva, independientemente de la energía contenida en el movimiento del arma, así como, desde cualquier rectitud o sencillez, y sobre presentación de guardia. Plegar: El rumbo del arma se pliega cuando aumenta la perpendicularidad con respecto a la linealidad del diámetro común, o sea, cuando se aleja de la disposición recta. Será la realización de un movimiento, dentro de los posibles por la circunducción de la articulación de la muñeca y adaptado al eje preciso, lo que aumentará la perpendicularidad de la cuerda del arma con respecto a la extensión y rumbo cúbito-radial, y por tanto, obtendrá el plegado del rumbo. Habitualmente, si no existen fuerzas externas al usuario, el plegado del rumbo tendrá lugar por medio de la liberación del asimento precedido de una aplicación de fuerzas par. A esto se le puede ayudar llevando la sencillez al lado contrario al que se pretende el rumbo, generando una inercia en el arma que haga que se oriente y se pliegue. Durante este proceso el asimento deberá liberar los dedos auxiliares, quedando como regular o exterior, dependiendo del plegado del rumbo necesario. De manera práctica, se puede hablar de que la hoja está indispuesta cuando el rumbo de esta está plegado, quedando marcadamente perpendicular al diámetro común o al diámetro común de la sencillez, y que por tanto, no está generando una oclusión estática o cualquier otro antagonismo geométrico. De esta manera, un agente puede indisponer el arma del paciente con el atajo en disposición, remesándola, sin necesidad de llevarla a la parte posterior del plano vertical de este último. De esta forma: “La extensión del rumbo del arma, aparejada y en concordancia a la potencia de oclusión, es la expresión fundamental y más eficiente de actuar en orden ejecutivo sin exposición agente.” Será así, que podrá obrarse la extensión del rumbo en concordancia con una acción de oclusión, atajo o reparo, y se dará lugar a un encordado simple que llevará a la hoja del agente, agregada a la paciente, a una ejecución sobre la sencillez de este último. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 216 - Rumbos naturales de la sencillez: Siendo la sencillez condicionada por la anatomía propia, hará que su posición y/o mutación de las uñas, sin una acción específica que lo contravenga, dé lugar a una natural posición del rumbo del arma. Esto podrá ser usado para la reubicación del rumbo, así como para la acción del atajo par, debido a la fuerza par que será aplicada para tal efecto. Esto tendrá lugar dejando estático el eje de la sencillez, generando la reubicación del rumbo de manera naturalmente coherente a ello. Según el asimento, el rumbo quedará naturalmente más o menos plegado, siendo el asimento interior el que mayor extensión del rumbo genera y el asimento exterior el que más plegará dicho segmento del arma. De uñas abajo: El rumbo natural será tendente al paralelismo sobre la transversal no hábil. El cabo del arma, quedará en la parte de fuera del tirador. Usado en la rectitud radial de primera. De uñas adentro: El rumbo natural será ligeramente tendente al obtuso. Con un asimento regular, el cabo del arma quedará agudo bajo el antebrazo del tirador. Usado en la rectitud radial de segunda. Con un asimento interior el rumbo quedará totalmente extendido, con el cabo del arma en el interior del brazo del usuario. Usado en la rectitud de delante de rumbo recto. De uñas arriba: El rumbo natural será tendente al paralelismo sobre la transversal hábil, con un asimento regular. Con un asimento regular, el cabo del arma quedará en la cara interna del antebrazo del tirador. Con un asimento interior, el rumbo quedará extendido, con el cabo del arma sobre el brazo del usuario. Usado en la rectitud radial de tercera. De uñas afuera: El rumbo natural será tendente al agudo. Con un asimento exterior, el cabo del arma quedará obtuso sobre el antebrazo del tirador. Con un asimento regular, el rumbo quedará tendente al recto. Usado en la rectitud radial de cuarta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 217 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rectitudes radiales y paralelas: Rectitudes radiales: “Se hablará de rectitud radial cuando desde una ubicación distinta a adelante, el arma quede con su punta sobre el diámetro común y aledaña al plano solar del agente usuario o del ítalo del paciente.” El rumbo de la hoja, desde las rectitudes radiales de los lados del paciente, habrá de ser dispuesto con el tercio débil de la hoja sobre la línea del diámetro común, y en caso de tratarse de las rectitudes de arriba o abajo, agudo u obtuso, quedando en todas las rectitudes radiales, preferiblemente, el tercio débil aledaño a la altura del ítalo paciente. Esto resultará ser un recurso geométrico que permitirá una correcta disposición de la hoja en el medio y otorgará al tirador la mayor capacidad posible de obrar dispositivamente, ayudando a la posterior oclusión radial, que partirá de la configuración presente de la rectitud. En primera radial: Rumbo paralelo al plano inferior, sobre la transversal no hábil con la punta sobre la línea del diámetro común. En segunda radial: Rumbo obtuso sobre la línea del diámetro común. En tercera radial: Rumbo paralelo al plano inferior, sobre la transversal hábil con la punta sobre la línea del diámetro común. En cuarta radial: Rumbo agudo sobre la línea del diámetro común. Rectitudes paralelas: “Se hablará de rectitud paralela cuando desde una ubicación distinta a adelante, el arma quede con su rumbo paralelo al diámetro común y al plano inferior.” El uso de las rectitudes radiales con su rumbo particular, quedará a discreción del tirador, teniendo en cuenta su necesaria adaptación al contexto geométrico emergente. Así pues, podrá hacer uso de los rumbos rectos, paralelos a la línea del diámetro común y al plano inferior. Estos rumbos paralelos permitirán la oclusión paralela de la anatomía del paciente más allá de la sencillez, dando lugar a la amenaza a las extremidades y torso del susodicho. Además, darán lugar a la privación y disposición de la hoja paciente que se encuentre en el mismo lado de la rectitud agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 218 - Rumbos de las rectitudes paralelas: En primera paralela: Desde primera, recto desde la sencillez y paralela a la línea del diámetro común. En segunda paralela: Desde segunda, recto desde la sencillez, o sea, paralelo al plano inferior y línea de recto. En tercera paralela: Desde tercera, recto desde la sencillez y paralela a la línea del diámetro común. En cuarta paralela: Desde cuarta, recto desde la sencillez, o sea, paralelo al plano inferior y línea de recto. Rumbo del ítalo: Desde cualquier sencillez o posición del ítalo, recto y totalmente extendido, coincidiendo con la extensión del plano. Rumbo a la cara: Rumbo destinado a disponer la extensión próximo-distal del arma, desde cualquier rectitud, en dirección a la cara del paciente. Cuando el agente usa este rumbo, se dispone de una reducción notable de la silueta de la hoja proyectada hacia la visión del paciente. Esto dificultará el posicionamiento y la correcta medición de la hoja agente por parte del paciente. Además, se puede disponer la visión del paciente en el hole de la hoja agente, lo que magnificará el rango dinámico y podrá dificultar más aún la percepción de la hoja agente por el paciente, así como la medición de la dimensión de la profundidad o eje Z. Este rumbo está configurado en base a la intención agente, y por ende, expone su geometría a la intención paciente, debido a la posible apertura de líneas producida por la orientación necesaria del arma dentro del rumbo potencial. ———— - 219 - Extensión de la rectitud TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 221 -DE LA C AUSA TÉCNICA Común de las extensiones: La extensión de la rectitud es el factor encargado de posicionar a la sencillez más o menor lejos del agente, manteniendo la orientación del segmento de la rectitud mientras se varía su longitud. Esto tendrá lugar con la flexión o extensión de las extremidades armadas, lo que dará lugar a la separación o acercamiento de la sencillez al cuerpo del usuario. La extensión de la rectitud hará uso del segmento de la rectitud para ser conceptualizada geométricamente. No obstante, para el correcto entendimiento práctico de la extensión de la rectitud, será necesario comprender que la extremidad o extremidades a las que se apele, tendrán un determinado ángulo en su articulación, que dará lugar a la extensión de la rectitud y su vela. Este ángulo será llamado ángulo de extensión de la rectitud, o ángulo de la rectitud. Ángulo de extensión de la rectitud: “El ángulo de extensión de la rectitud será aquel formado entre la línea que se extiende desde el extremo relativo del segmento superior y el límite distal de la vela; y la línea que lleva de este límite hasta el eje de la sencillez.” El ángulo de extensión de la rectitud también puede ser nombrado como ángulo de la rectitud. Explicado de otro modo, el ángulo de extensión de la rectitud es el ángulo formado entre el segmento humeral y el segmento cúbito-radial, con vértice en el disto de la vela de la rectitud. Este ángulo facilitará la compresión y síntesis práctica de la extensión de la rectitud, pese a ser este un concepto ya presente en el análisis del segmento de la rectitud y la vela de este. Este ángulo podrá ser agudo o recto cuando la rectitud esté embebida, quedando obtuso o llano cuando la rectitud quede parcialmente o totalmente extendida, respectivamente. La extensión de la rectitud, respecto a su ángulo, dará lugar a distintas posibles tipologías de la afirmación en general y de la rectitud en particular: - Rectitud embebida: Que el ángulo de extensión de la rectitud queda agudo, presentando una extensión notablemente menor de 90º. - Rectitud relajada: Que el ángulo de extensión de la rectitud queda tendente al recto, presentando una extensión aledaña a 90º, posiblemente algo mayor. - Rectitud extendida: Que el ángulo de extensión de la rectitud queda obtuso tendiendo a llano, presentando una extensión notablemente superior a los 90º, que tenderá a quedar más cerca de los 180º: - Rectitud totalmente extendida: Que el ángulo de extensión de la rectitud queda llano, aledaño a los 180º. - Rectitud contraída: Que el ángulo de extensión de la rectitud y la orientación de esta hará que la sencillez quede en contacto con el cuerpo del usuario, o en una posición notablemente cercana a ello. Estos términos y valores son orientativos, pues la anatomía de cada uno de los tiradores podrá variar ligeramente la graduación de la extensión de la rectitud y mantener la denominación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 222 - Rectitud embebida: Una rectitud, en su extensión, estará embebida cuando la angulación de la extremidad hábil, involucrada en su sostenimiento, se encuentre en un ángulo menor que el recto. El segmento de la rectitud quedará contraído a sus valores mínimos, generando con ello una vela muy pronunciada. Esta tendrá una mayor capacidad de aplicar fuerza al arma por tener a disposición el torso con una menor incidencia de la extensión. La rectitud embebida habrá de tener siempre en cuenta la posición del codo, que podrá estar afuera o contraído. La rectitud embebida obligará al asimento exterior o regular, pues será necesario para que el cabo del arma pueda ocupar el espacio aledaño al plano sagital, e igualmente hará al rumbo tendente a su plegado. Codo afuera en la extensión embebida: La posición afuera del codo facilitará las uñas abajo y adentro siempre que se pretenda un rumbo transversal al lado no armado. El codo afuera, significará que la vela de la extremidad estará orientada relativamente paralela al plano inferior. Ello, hará aumentar la silueta del tirador, y por tanto, expondrá la extremidad armada a la ejecutiva opositora. Codo contraído en la extensión embebida: Por otro lado, la posición contraída del codo lo posicionará cercano o pegado al torso del usuario. Este caso se dará cuando la vela de la extremidad esté relativamente paralela al plano sagital del tirador. Hará esto posible disponer de toda la amplitud del rumbo posible, siempre que se esté restringiendo el plano del ítalo al mismo plano horizontal del codo, o sea, que ítalo y vela estén paralelos o aledaños a ello. El rumbo que quiera mantenerse con un asimento cómodo y práctico, quedará restringido a continuar el sentido próximo-distal del conjunto cúbito-radial del brazo, de pretenderse contraer el codo y no hacerlo coincidir con el plano del ítalo. El acto de embeber una extensión tendrá diferentes funciones: Función preparatoria de la extensión embebida: Será aquella acción de embebido que se destinará a disponer la musculatura acral para su posterior extensión, posibilitándole un mayor recorrido, y por consiguiente un mayor potencial dinámico. Función de ahuecado de la extensión embebida: Tendrá lugar el ahuecado con la extensión cuando se destine la acción de embeber a atraer para uno mismo la sencillez con la intención de evitar el éxito ejecutivo paciente. Función de empomar la mano armada sin cinta o adelgada de cadera: La contracción del codo al segmento medio mediante el embebido de la rectitud dará lugar a la posibilidad de empomar el arma con la mano armada, de manera rápida y sorpresiva, permitiendo el cambio en el asimento agente sin testigos claros para el paciente. Esto tendrá lugar mediante la presión sobre el pomo contra la cadera del tirador, la cesión de presión en la pinza del asimento y la reducción repentina del cabo del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 223 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rectitud relajada: La rectitud relajada será aquella que sea posicionada con el ángulo de la extremidad armada en los aledaños del recto. Por tanto, el segmento de la rectitud quedara en sus valores regulares. Normalmente los valores de angulación presentados serán superiores al recto, de entre los 90º y 120º, y con objeto de proporcionar dinámica a la respuesta o acción proactiva. Su principal función general será la de asegurar el sostenimiento de la afirmación así como otorgar la posibilidad de embeber o extender la rectitud, y con ello, dar un mayor abanico de posibilidades a la obra reactiva. “La rectitud más eficiente será aquella que se encuentre relajada, pues permitirá la extensión y la contracción de esta, y por tanto, una mayor adaptación al medio presente y emergente.” Cabe mencionar que la interacción con el cabo del arma será más sencilla con la rectitud relajada. De esta manera, el cabo del arma podrá estar aparejado y en contacto con la sección cúbito-radial del brazo, sin que esta obstaculice su libre movimiento, permitiendo la mayor amplitud posible al movimiento del arma generado desde el asimento. Añadido a esto, la rectitud relajada permitirá el tránsito desde cualquier radialidad a cualquier otra sin precisar de variar el rumbo del arma, posibilitando que el plano límite no varíe. Todo esto hace que la rectitud relajada sea la más eficiente extensión para la obra de oclusiones, tanto pretendidas como reaccionadas. Rectitud extendida: La rectitud extendida es considerada como la posición de la angulación de la extremidad armada considerablemente más allá de los 90º, aledaña a los 180º. Esto hará que el segmento de la rectitud quede aledaño a sus valores máximos, presentando una vela de dicha rectitud en sus valores mínimos, siendo poca la incidencia e interacción posible de esta en la geometría con la anatomía del usuario. Esto tendrá una función eminentemente dispositiva, pues la extensión de la rectitud aumentará considerablemente la distancia de la sencillez respecto al cuerpo del agente, y con ello, aumentará la guardia cónica y sombra generada por su disposición adelantada en el medio. Además, se obtendrá una mayor dimensión del medio por aumentar su modificador de reacción en base a la ventaja espacial que se le otorga. Aparte, la extensión extendida, siempre que no sea total, dispone al arma para ser usada eficientemente en la oclusión, que con cualquier otro rango de extensión quedaría expuesta a no se actuada dentro de los óptimos valores de la dimensión temporal. Esto no hace que tener la rectitud extendida sea lo más óptimo, sino lo más funcional en un contexto concreto, como es el de necesitar de la máxima amplitud radial en la oclusión. Por último, cabe destacar que la disposición extendida del brazo genera una aparejada extensión de la palanca generada sobre el hombro del que parte. Por tanto, se perderá la posibilidad de aplicar fuerza en la sencillez en directa proporción con dicha extensión. Adicionalmente, con la rectitud totalmente extendida, el asimento se ve limitado en su mutación. El asimento quedará exterior cuando se pretenda la total extensión de cualquier rectitud radial. Cuando se pretenda la rectitud de adelante totalmente extendida, el asimento será obligatoriamente interior. “La rectitud extendida deberá ser entendida como una herramienta para alcanzar con la sencillez un punto del espacio, perdiendo eficiencia una vez cumpla su función.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 224 - Rectitud contraída: Esta tipología de la rectitud dicta que la extensión llevará a que la sencillez mantenga contacto con el cuerpo del usuario, o quedará marcadamente cercana ello. La rectitud contraída entregará un valor preparatorio y de ahuecado similar a la extensión embebida. No obstante, se diferenciará de esta en la magnificación de de la cercanía de la sencillez al cuerpo, que dará lugar a que normalmente se embeba la rectitud, aumentando el potencial preparatorio y ahuecado, que se elevarán al máximo exponente. Además, la contracción al tener implícito el contacto con el cuerpo, proveerá a sencillez y rumbo de una sostenibilidad mayor, tanto para resistir como para aplicar energía a la hoja opositora, así como para descansar o relajar la musculatura. Esta extensión, dará lugar a dos tipologías de afirmaciones contraídas, que darán base técnica y nombre a guardias concretas, centradas en la maximización del aprovechamiento de la geometría que entregan. Flux: Rectitud contraída que parte de una sencillez en primera para segunda o de una en segunda para tercera, que manteniéndose contraída, se apoyará en la cadera del usuario para magnificar el ahuecado del medio y el valor preparatorio para lanzar la hoja en accidental. Será usada únicamente en el medio de proporción como recurso antagónico. Tag: Rectitud que parte de una sencillez en primera contraída a la zona del pectoral y hombro armado del usuario, para magnificar el ahuecado del medio y el valor preparatorio y para lanzar la hoja en accidental con participio de natural. También puede tener su variante en una rectitud radial de tercera contraída a la zona pectoral no armada del tirador usuario. Esta segregación está centrada en atribuir una diferencia a la dimensión del medio en el que participe la afirmación, y por ende, tendrán una repercusión dramática en la forma en la que se configura la geometría asociada a la disposición de la hoja. El cambio de la extensión facilitará también la disposición de un rumbo concreto del arma. Por ello, se habrá de mutar la extensión relajando el asimento, pues la inercia estática del arma permitirá su reubicación sin aplicar fuerza par sobre ella, y por ende, usando grupos musculares mucho mayores, como son los de los brazos en comparación con los encargados de mover únicamente las manos. Alba: Rectitud que parte de una sencillez abajo, totalmente relajada, contraída al segmento de tracción armado del agente, o sea, el muslo. Esta rectitud contraída está pensada para transmitir serenidad o impasibilidad al opositor paciente. No obstante conserva la potencia de obra al estar la hoja dispuesta para la rápida extensión de una guarda con rectitud adelante y la oclusión de segunda. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 225 -DE LA C AUSA TÉCNICA Asistencia a la reubicación del rumbo: La extensión de la rectitud y su acción podrán ser un recurso que asistirá y auxiliará el movimiento del arma, generando sobre ella una fuerza mediante unos grupos musculares que, a priori, no están específicamente destinados a ello. El auxilio de la extensión de la rectitud hará más eficiente el uso y movimiento del arma en determinados contextos. Asistencia de la rectitud para la extensión del rumbo: Se habrá de embeber la extensión de la rectitud, haciendo que la inercia estática de la hoja ubique el segmento del arma longitudinal al vector seguido por el embebido. Para la acción rápida, habrá de obrarse un movimiento extraño de la rectitud, dependiente de la velocidad necesaria en la extensión, que facilitará el posicionamiento de la hoja, seguido de un reparo o inicio de un vector de inercia en la dirección y sentido en la que se desea proyectar el arma de rumbo extendido. La asistencia de la extensión de la rectitud a la extensión del rumbo es usado para la disposición de la hoja en potencia de herir de estocada, pues evita la exposición de la hoja agente al control paciente y además hace más eficiente la acción ejecutiva, ya que predispone para la impresión de fuerza en sentido al paciente, acelerando la trazada del arma. Esto será un recurso que el agente deberá de adaptar al contexto emergente, pues hará más eficiente la acción del arma retrasando ligeramente esta. Asistencia de la rectitud para el plegado del rumbo: Se habrá de extender la extensión de la rectitud, haciendo que la inercia estática de la hoja deje al segmento del arma perpendicular al vector seguido por la extensión de la rectitud. Para la acción rápida, habrá de obrarse un movimiento recto de la rectitud, dependiente de la velocidad necesaria en la extensión, que facilitará el posicionamiento plegado de la hoja. De esta forma el rumbo del arma quedará plegado, mas la rectitud quedará extendida. Será por ello que la extensión de la rectitud deberá tener lugar en sentido a una radialidad, concretamente la contraria al sentido en que se pretenda dejar el rumbo del arma. Este método de asistencia es usado para facilitar la disposición de la hoja en una geometría concordante con el tajo de uñas a favor. ———— - 227 - Fuerzas implícitas TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 229 -DE LA C AUSA TÉCNICA Imposición de fuerzas al arma: La aplicación de fuerzas, habrá de estudiarse y llevarse a cabo haciendo intervenir el máximo de músculos posibles, que resulten naturalmente complementarios y que repartan el esfuerzo entre distintos elementos motores. Esto aplicará tanto al arma como a otros campos del ejercicio esgrimístico en que se pretenda la optimización. Se dará así lugar a una eficiencia energética mayor y a la ampliación de los límites de desgaste y cansancio por parte del tirador. “La fuerza impuesta al arma será generada y distribuida entre tantos músculos como sea posible.” Es por esto que será preciso transmitir al arma la energía justa para su correcto y preciso posicionamiento en el espacio, teniendo también en cuenta el tiempo que se pretenda usar para ello. Así pues, el acto observable que a su vez resultará más preciso para la correcta operación del arma, será el de la mutación del asimento y sencillez. La psicomitricidad humana está circunscrita al movimiento natural del cuerpo, en el que en su repertorio emergente de acciones intervienen conjuntos de músculos. El acto de aislar un solo músculo, es un acto ajeno a lo inicialmente instintivo o entrenado y resulta un ejercicio sintético. Si es menester reubicar el arma propia con brío, en clara intención dispositiva, se distribuirá la presión de la pinza sobre el asimento de forma distal en la mano y del arma, dejando transversal la dirección lineal de los carpos respecto al arma. Así pues, sin necesidad de generar par, se minimiza la fuerza en aplicación y se extiende la posibilidad de obra, al poseerse mayor control del arma por estar asida más cerca del centro de masas. Si al contrario, el movimiento está obrado con intención ejecutiva, sea la primera intención u obra la de reparar, ocluir o ejecutar, será crucial el control en aplicación de la fuerza par, tanto generada como recibida, para no perder el asimento o atajar con una aplicación de fuerza acorde a la graduación. Situación en la que el asimento mutará y se observará una casi instintiva extensión de la pinza en contacto con el arma, en sentido disto - proximal paralelando la angulación de los carpos respecto a la cuerda. De esa forma, se distribuirá de manera más eficiente el impacto futuro y/o la presión generara en la ejecución, además de proveer al usuario de una palanca extra para generar par y vectores más cerrados y bruscos, en los cuales se aprovechará de la rigidez ofrecida por la presión de los epicondileos y por la implementación de los músculos deltoides, si la extensión de la rectitud y de su rumbo necesaria lo permite. Las obras con asimento simple estarán marcadas por el uso de las uñas en el sentido relatico al que tendrá lugar el movimiento de la hoja o en su sentido opuesto. Esta posición podrá ser variada ligeramente respecto al eje de la tornada para adaptarse al vector de inercia que se prevea. No obstante, este movimiento del arma siempre será precedido por la guarnición para aumentar la eficiencia del esfuerzo, ayudando a esto con la contracción de los dedos de apoyo que no pertenezcan funcionalmente a la pinza. Cada una de estas posibilidades será denominada como de haz verdadero o de haz falso, respectivamente del sentido seguido en la dirección de la trazada. De haz verdadero asiendo a una mano, uñas a favor: Natural: uñas con participio de abajo y dentro. Violento: de uñas fuera. Remiso adentro: de uñas adentro con participio de arriba. Remiso afuera: de uñas abajo. Reducción desde dentro: de uñas abajo. Reducción desde fuera: de uñas adentro con participio de arriba. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 230 - De haz falso asiendo a una mano, uñas en contra: Natural: de uñas fuera. Violento: de uñas adentro. Remiso adentro: de uñas abajo con participio de adentro. Remiso afuera: de uñas arriba con participio de adentro. Reducción desde dentro: de uñas arriba con participio de dentro. Reducción desde fuera: de uñas abajo con participio de adentro Con el asimento a dos manos o emparejado, también existirá la necesidad de aplicar fuerza adaptando la biomecánica al vector pretendido de la trazada. En este caso no será crucial el soportar la presión ejercida en la pinza por medio de la contraposición de las uñas y el posicionamiento del pulgar hábil en el lado sobre el plano de la trazada pretendida, ya sea a favor o en contra del movimiento. La posición de las uñas quedará un cuarto de vuelta desfasada respecto a la usadas en el asimento simple. Así pues, la nomenclatura usada para la asignación de posición de uñas respecto a la trazada y sentido del arma cambiará ligeramente para facilitar el reconocimiento de la acción del arma en su asimento. En el asimento a dos manos, se hablará como de cúbito o de radio. Esto será un modo más académico e igualmente funcional, por medio la coherencia del cúbito y el radio del antebrazo hábil adelantado respecto al sentido de la trazada. Así pues, se usará “de cúbito” o “de radio” para designar el haz verdadero o falso respectivamente. En el caso de haz verdadero o de cúbito, el pulgar quedará en el lado contrario de la guarnición de aquel hacia el que avanza la trazada. Siendo ejemplo de esto que en sentido natural, quedará el pulgar en la parte de la guarnición que esté orientada arriba. Por otro lado, en el caso de haz falso o de radio, el dedo pulgar quedará posicionado exactamente en el lado de la guarnición en que avanza el arma. Un ejemplo de esto será el movimiento violento del arma de haz falso, en que el pulgar estará posicionado en la parte de la guarnición que esté orientada arriba. Haz verdadero asiendo a dos manos o de cúbito: Natural, de uñas adentro pulgar arriba. Violento: de uñas fuera pulgar abajo. El remiso al hábil, de uñas abajo, pulgar al no hábil. El remiso al no hábil, de uñas arriba, pulgar al hábil. La reducción al hábil, de uñas abajo, pulgar al no hábil. La reducción al no hábil, de uñas arriba, pulgar al hábil. Haz falso asiendo a dos manos o de radio: Natural, de uñas fuera pulgar abajo. Violento: de uñas adentro pulgar arriba. El remiso al hábil, de uñas arriba, pulgar al hábil. El remiso al no hábil, de uñas abajo, pulgar al no hábil. La reducción al hábil, de uñas arriba, pulgar al hábil. La reducción al no hábil, de uñas abajo, pulgar al no hábil. Como base y sustento necesario para la correcta aplicación biomecánica, existirá la necesidad de poner al servicio de la obra el máximo potencial ofrecido por la anatomía del diestro. El nombre de haz verdadero y haz falso procede de la herencia cultural clásica e histórica de la esgrima. En ella, las hojas tenían dos posibles filos. Así pues, para su diferenciación y organización, estos tenían nombres de filo verdadero y filo falso. Hacían así referencia a la orientación de la hoja y sus filos respecto al asido de la misma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 231 -DE LA C AUSA TÉCNICA El filo verdadero era aquel que, en su función de corte, quedaba acorde a la posición cubital del brazo del esgrimidor. Por el contrario, el filo falso quedaba en concordancia con la posición radial. Así pues, por ser la acción natural de corte la descendiente, el filo coherente con el sentido del arma, y por lo tanto, con el cúbito, se llamaría filo verdadero. Será esto la fuente desde donde se acuñan los términos específicos de “de cúbito” y “de radio”. El arma láser, por su naturaleza fundamental, figurada y literal, carece de filos, teniendo un potencial lesivo en la totalidad de su perímetro de sección. De esa manera, el uso del haz verdadero o falso, solo hace referencia a sentido de la fuerza impuesta respecto al arma y posición de las manos. El asimento, al estar centrado en el control del arma, tanto en su movimiento absoluto como en el control de su angulación y/o rumbo, ha de prestar la posibilidad de generar fuerza en dos variantes: La fuerza lineal: “La fuerza lineal es aquella que da lugar al movimiento uniforme y absoluto del conjunto del arma, sin pretensión de cambiar la dirección y rumbo de esta.” La fuerza par: “La fuerza par es aquella impuesta, que gracias a la contraposición de dos fuerzas opuestas, dan lugar al movimiento de giro de un cuerpo, en este caso, el conjunto del arma, para dar lugar al cambio de su dirección y rumbo.” Para la obtención de cada una de las posibles imposiciones de fuerza, que generarán movimientos distintos y complementarios, habrá de usarse una parte de la mano y/o extremidad en su conjunto. La fuerza impuesta, en un contexto duelístico formal, habrá de estar generada siempre conforme a las posibilidades del tirador, pasadas, presentes y futuras. La fuerza impuesta estará: - Basada en la geometría presente. - Condicionada por la obra pretendida. - Controlada para la continuación de la obra. Por ende: “La fuerza impuesta al arma quedará a merced de la intención y nunca condicionada por la contención injustificada.” Es necesario hacer mención a que la velocidad generada en el arma por la imposición de la fuerza, será una ventaja menor. Esto radica a que es más eficiente la optimización de la geometría implícita en el medio y residente en la obra, que pretender modificarla con una dinámica más rápida. Así pues, se pueden dar lugar a obras que precisen un menor movimiento de los elementos geométricos intervinientes. “La eficiencia radica en la optimización de la trazada, no en la celeridad de esta.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 232 - Imposición de la fuerza lineal: Los ejes de movimiento absoluto del arma, son tres, y por ende, la presión habrá de ser ofrecida por distintas partes de la mano, así como por distintos grupos musculares. En primer lugar, centraremos la atención en la disposición del arma en el espacio por medio de la imposición de fuerza lineal. Para el movimiento en el eje vertical, en natural o violento: Habrá de usarse la firme sujeción de la pinza, que con una distribución de masas y equilibrio del arma sobre ella, no precisará de aplicación par para el mantenimiento del rumbo. De existir un punto de equilibrio adelantado o más proximal que la pinza, de uñas a favor o en contra, será necesaria la contraposición y limitación de la base palmar, preferiblemente en su sección más proximal. Y en sentido contrario de la misma dirección vertical, será necesario sostener y aplicar el par por la contraposición de los dedos anular y meñique, por ser los más lejanos al punto de la pinza, y con ello, lo más eficientes para la aplicación o resistencia al par. Para el movimiento en el eje horizontal en remiso o reducción: Será precisa una consistente y segura sujeción de la pinza. Si se da el caso de existir en el arma una distribución de masas y equilibrio sobre la pinza, no precisará de aplicación de fuerza par para el mantenimiento del rumbo. Por otro lado, para el movimiento horizontal, tanto de uñas a favor o en contra, y si el punto de equilibrio está adelantado o más proximal que la pinza, será igualmente necesaria la contraposición y limitación de la base palmar, preferiblemente en su sección más proximal. En sentido contrario de la misma dirección horizontal, será necesario controlar y aplicar el par por la contraposición de los dedos anular y meñique, por ser los más lejanos al punto de la pinza, lo que los convierte en los más eficientes para la aplicación o resistencia al par. Para el movimiento en el eje de la profundidad en accidental o extraño: Para el movimiento accidental, únicamente impuesto por la fuerza lineal, será necesaria la mutación previa del asimento a uno interior. Esto será aplicable al movimiento extraño, pese a que este movimiento tenderá a extender el rumbo de la hoja espontáneamente, gracias a la inercia de la hoja, concretamente de su tercio débil. Siempre que el rumbo de la hoja esté ligeramente plegado o no esté paralelo al plano inferior y a la línea recta, el movimiento accidental y extraño del arma precisará inevitablemente de la aplicación de fuerza par para mantener dicho rumbo, pues se deberá contrarrestar la inercia generada en la punta del arma. Cuando el rumbo esté plegado con la punta de la hoja aledaña al diámetro común, el movimiento accidental únicamente generado por fuerza lineal, plegará el rumbo, mientras que el movimiento extraño generado únicamente por la fuerza lineal siempre extenderá el rumbo, dando lugar a una fuerza par residual. La imposición de fuerza lineal al arma se verá acrecentada conforme se reduzca la extensión de la rectitud. Esto será producto de la implicación de más músculos en la acción y la reducción del radio TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 233 -DE LA C AUSA TÉCNICA del brazo, lo que hará más eficiente la palanca con los músculos del torso. Además, desde el punto de vista geométrico, la cercanía del arma al cuerpo, la dispone inevitablemente perpendicular a la anatomía de las extremidades, lo que hace que la presión ejercida por estas sea sobre una superficie de la guarnición, mayor y más estable. También hay que entender que el momento angular de una rectitud embebida hará más sencilla y rápida la acción horizontal del arma, perdiendo amplitud en su movimiento. Así pues: Cuando el arma esté cercana al plano sagital, se facilitará la fuerza aplicada sobre el eje horizontal. Cuando el arma esté cercana a cualquiera de los planos laterales verticales, se facilitará la aplicación de fuerza en el eje vertical. Cuando el arma esté en el lado armado, se facilitará la general aplicación de fuerzas. Cuando el arma esté en el lado no armado, se dificultará la general aplicación de fuerzas, siendo necesaria la asistencia del la afirmación. Imposición de la fuerza par: La imposición de la fuerza par será la destinada a cambiar el rumbo de la hoja, y por tanto, la orientación del segmento y la dirección del vector que la representa en el plano teórico. Esta imposición de fuerzas, entendida y aplicada de una forma eficiente, está sujeta a un asimento dinámico que aplique fuerza con muñeca y dedos, a la inercia contenida en el arma y a valerse de esta por medio de la cesión a la fuerza par residual generada espontáneamente, al generar el conjunto del arma una resistencia al cambio inercial estático del instrumento. Axioma asimento - par: Para la optimización de la reubicación y mutación de la rectitud y sencillez, será óptimo el asimento a una mano, dinámico y regular. Para la aplicación de fuerza par al arma, será óptimo el emparejado de las manos, y por tanto,un asimento a dos manos, dinámico y regular. No obstante, existen tres fuerzas par posiblemente ofrecidas al arma, que tienen el potencial de aplicar energía al conjunto para hacer que varíe en su dirección: Fuerza par aplicada: Es aquella fuerza par generada por la tensión muscular del agente, que estará aplicada de forma consciente o inconsciente, mas siempre por medio de la presión. La fuerza par aplicada será necesaria para el movimiento del arma sin la reubicación de la sencillez o mutación de la extensión de la rectitud. La fuerza par aplicada eficientemente tendrá como origen la circunducción de la muñeca, que será asistida por la relajación y abducción de los dedos contrapuestos, o en sentido contrario, la contracción del asimento mediante la flexión de los dedos contrapuestos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 234 - Fuerza par residual: Aquella fuerza par que resulta del movimiento del arma al aplicársele una fuerza lineal, y gracias a la tendencia de un cuerpo móvil a mantener su posición en el espacio. La fuerza par residual, por tanto, será aquella obtenida por medio de la reubicación de la sencillez o de la extensión de la rectitud. La manera en que la fuerza par residual puede ser aprovechada depende de la capacidad del usuario de relajar la presión del asimento en la zona más lejana a la pinza, teniendo en cuenta la proporción necesaria para el desarrollo angular del movimiento deseado. Para ello, habrá de ceder fuerza mediante la libre actuación de la articulación de la muñeca, así como la extensión y aducción de los dedos inicialmente contrapuestos al par presente, que deberán mantenerse como límite para controlar la amplitud máxima del arco angular generado por la trazada del arma. Fuerza par cedida: Aquella con origen en el intercambio de fuerzas con el arma contraria. Esta fuerza par será aquella que se deberá aplicar para la ruptura de la inercia estática en una diversión de la hoja paciente, pues auxiliará a la hoja agente a magnificar la ruptura de la inercia estática. Al igual que en la fuerza residual, habrá de actuarse mediante la relajación eventual de la muñeca, y la relajación de la contraposición inicialmente ofrecida por los dedos más lejanos a la pinza, que en extensión y aducción se situarán o resistirán en el límite deseado para el control del arma. Así pues, en la mayoría de los escenarios posibles, siempre que no exista una restricción del medio proporcional o de común herida, se puede optar por no ejercer la fuerza par, sino usar la residual generada tras la imposición de una fuerza lineal, que inicialmente buscaba la disposición y mutación de una rectitud concreta Si la obra es prevista y coherentemente actuada, la mutación de la rectitud por fuerza lineal y la aplicación de la fuerza par, serán complementarias y se auxiliarán mutuamente para obtener una obra eficiente y perfectamente conjugada con la intención del agente usuario. Eficiencia en el movimiento del arma: Para el óptimo movimiento del arma, se ejercerá la presión sobre ella pretendiendo dejar lo más estático posible el centro de masas de esta. De esa forma la fuerza par aplicada se reducirá, y con ello, aumentará la capacidad de control del arma. “Se pretenderá siempre que la trazada del arma sea lo más directa posible en dirección a su objetivo ejecutivo o a su rumbo.” En la más eficiente imposición de fuerzas, el segmento del arma deberá quedar paralelo al vector de la fuerza que se le aplica. Esto hará que el arma se mueva con la menor aplicación de implicación de la musculatura del antebrazo. Si resultase imposible disponer el arma propia paralela al vector de la fuerza que se le va a aplicar, se deberá entender que la imposición de fuerzas será más eficiente cuanto más paralelos sean los vectores de movimiento de la punta de la hoja y de la sencillez. Se dará lugar así la posibilidad de disponer el arma propia sin necesidad de aplicar fuerza par, ni para extender o contraer su rumbo, ni para resistir la inercia de la hoja, pudiendo mantener el ángulo del segmento del arma sin esfuerzo alguno. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 235 -DE LA C AUSA TÉCNICA Aplicado a un arma con un punto de equilibrio que facilite el brío del usuario, este concepto, podrá ser sintetizado en la necesidad de: “Mover la guarnición que no la hoja” Se permitirá así al usuario aplicar par al conjunto y continuar siendo dueño de la rectitud mientras cambia el rumbo de la hoja y viceversa. En el movimiento natural, desde un ángulo recto u obtuso de la hoja: La punta del arma se moverá primero. Esto será producto de la cesión de fuerza par, de la muñeca, ante el tirón gravitacional de la hoja, tras lo cual se moverá la guarnición en la dirección y sentido necesario. De precisarse, para la posición pretendida del segmento del arma, la posición de las uñas mutará a la vez que se cede, sin ser necesario acompañar el movimiento de la hoja nada más que para aumentar la velocidad de esta, como recurso adicional y si es estrictamente necesario. En el movimiento violento, desde un ángulo recto o agudo de la hoja: La sencillez se moverá primero, pues se evitará hacer fuerza par para desplazar la hoja, siendo el movimiento de esta resultado del desplazamiento lineal de todo el arma, ya sea como fuerza par residual o como un movimiento asistido por fuerza par sutilmente aplicada. Si la rectitud está en una posición de primera o tercera, o algún participio de estas, se precisará la mutación de las uñas para posibilitar el eficiente movimiento de la hoja. En movimiento remiso, desde adelante, con intención de dejar la punta de la hoja sobre el diámetro común: Antes de comenzar el movimiento, para hacerlo más eficiente, la punta de la hoja ya deberá estar previamente sobre el diámetro común, sin inercia implícita. Así pues, se moverá la sencillez del arma, pretendiendo que la punta quede estática gracias a la fuerza par residual, siendo necesaria la mutación de las uñas, abajo si es al lado armado y dentro con participio de arroba si es al lado no armado. En movimiento de reducción: El movimiento más eficiente para que la hoja se reduzca al centro, respecto a la fuerza impuesta al arma, será aquel en que se actuará sobre la guarnición, haciendo que su acción de reducción transmita el movimiento lineal a la hoja, siendo esta auxiliada por la imposición de fuerza par para asegurar que se ubica la punta exactamente donde se pretende. En el movimiento accidental y extraño: El movimiento accidental o extraño se deberá producir por la imposición de fuerza lineal a la guarnición, en dichos sentidos, que deberá mantener en equilibrio la punta, ubicándola exactamente en el vector de movimiento pretendido, habiendo de hacer la corrección necesaria sobre la fuerza guarnición a tal efecto, pretendiendo no imponer fuerza par o hacerlo de una manera sutil. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 236 - Motivada por la causa libre, la aplicación de fuerzas a la hoja puede ser sumamente intensa para asegurar la ubicación de esta en el tiempo requerido, o para transmitir fuerzas a la hoja contraria. Esto hace que sea crucial el control de estos vectores de inercia. Así pues, es de suma utilidad extender la trazada generada en la guarnición por la hoja para facilitar la retención o su rápido posicionamiento, ya sea generando un vector que le haga reducirse a la posición inicial o llevarla a una nueva. Proveniente de esta necesidad, se genera el corte a tierra, que no es otra cosa que el cambio de dirección del vector de fuerzas inerciales implícitas a la trayectoria accidental o extraña, pudiendo detener la hoja en la reducción recta sin necesidad de aplicar una fuerza opuesta y enfrentada a la inercia acarreada, además de tener esto lugar en una disposición en reducción recta de la hoja. En una mayoría de las situaciones emergentes en el uso del encordado simple, se deberá pretender que la trazada de la hoja agente genere una línea recta con su objetivo ejecutivo. Esto deberá tener lugar por la extensión del rumbo, conjugando la fuerza lineal con la par, haciendo que la primera de estas oriente la trazada del arma y la segunda implemente el movimiento justo que hará llegar la hoja recta a su objetivo. Una vez la hoja esté fuera de su disposición óptima, ya sea para la obra o para servir a la geometría de una guardia, y se pretenda su reducción desde la remisión, la forma más eficiente de hacer esto será generar una trazada de reducción elegante. Reducción elegante: Definición: “Trazada más eficiente con la que volver a posicionar una hoja en el medio.” Explicación: “Cuando la hoja no esté cumpliendo su función defensiva, dispositiva o ejecutiva, habrá de reducirse a una posición en la que esté en potencia de herir u obrar, siempre con una trazada mínima sobre el vector más directo posible.” En el momento que en el transcurso del debate la inercia del arma agente se vea detenida, se deberá obrar una retirada del medio, dando final a una frase de armas o cediendo así el grado. Esto es debido a que la energía necesaria para la puesta en movimiento del arma, al retomar cualquier acción que no sea una oclusión, será un factor que retrasará la posible respuesta agente ante la intención ejecutiva paciente. Como resultado del entendimiento de la óptima afirmación y la aplicación eficiente de fuerzas al arma, el agente habrá de ser capaz de minimizar el movimiento de su torso necesario para la imposición de fuerza al conjunto del arma. Esto dará lugar a que el movimiento del torso quede reservado para su acción consciente o coherente con la obra, mas no como resultado de la contención de un exceso de fuerza aplicada al instrumento. El resultado de esto será una obra contenida, perfectamente coordinada y claramente intencional. ———— - 237 - La mano no hábil y/o desarmada TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 239 -DE LA C AUSA TÉCNICA Concepto de la mano no hábil: Dependiendo de los intereses del tirador, ya sea de su intención o de su faz, la mano no hábil resultará un recurso que facilitará la adaptación a la obra, agilizando las acciones, proporcionando una elegante puesta en marcha de estas o permitiendo al tirador adaptarse para su obra subsiguiente. Definición de la mano no hábil: “La mano no hábil será aquella que un tirador use para asir y obrar con su arma en una minoría estadística de las ocasiones.” Sabiendo esto, ningún tirador tendrá posibilidad alguna de poseer un ambidiestrismo pleno, basado en la igualdad cuantitativa de entrenamiento con una y otra mano, pues será virtualmente imposible un uso igualitario de ambas. De forma coherente con esto, el tirador que busque la eficiencia habrá de centrar su crecimiento y sostenimiento de las funciones psicomotrices en la especialización y compensación de las propiedades motoras de cada uno de sus flancos. Evitará poner el foco y esfuerzo en una única función de cada miembro, haciendo con esto un posible, aunque ineficiente, intercambio especular de su asimento y presentación, que mantenga su potencial de obra o, al menos, no lo merme de forma dramática. “Cualquier tirador ha de ser capaz de esgrimir con su mano no hábil manteniendo un alto grado de operatividad.” No obstante, cada una de las manos usadas en el ejercicio de la esgrima cumple su función específica, que está ligada a una forma distinta y complementaria de transmitir fuerzas al arma o de asistir al usuario a la culminación de su obra, asiendo a dos o una mano respectivamente. Cosa que se enfrenta al concepto de mano hábil o no hábil, solo apto para su denominación. “La mano no hábil será eficientemente usada para dar lugar a obras en la que el cambio de asimento a la mano contraria sea necesario y conveniente.” La mano no hábil, en su disposición natural y dentro del asalto, podrá ser objetivo ejecutivo consciente o inconciente del paciente y parte potencialmente vulnerable a una autoejecución. Es por esto que se precisa de una constante atención a la propiocepción que ayudará al tirador a monitorizar la ubicación de su mano. La rectitud de la mano no hábil y, por ende, del brazo que la sostiene, será igualmente medida y tenida en cuenta, tal y como la hábil. Será argumento para atribuir potencial a una obra, aludiendo a su papel en la presentación de la guardia, así como a su función física para asistir al movimiento, aumentando o disminuyendo la dimensión de un medio. Así pues: “La mano no hábil habrá de estar siempre en disposición de de auxiliar a la obra, ya sea en equilibrio, inercia o asimento.” Generalidades de la posición de la mano no hábil: La mano no hábil podrá tener distintas posiciones, más allá de la simple rectitud. Serán estas formalmente denominadas haciendo una alusión conjunta a la rectitud, ubicación y destino de la mano en cuestión. Aparte de esto, tendrá un aspecto particular y único, que será generado por la posibilidad de estar con los dedos extendidos. Esta partícula será la palma: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 240 - De palma adelante: “Posición de la mano no hábil en la que la flexión de los dedos se genera en sentido al foco o diámetro común.” De palma atrás: “Posición de la mano no hábil en la que la flexión de los dedos se genera en sentido contrario al foco o diámetro común.” Cada una de las posiciones tendrá un conjunto de cualidades que aportarán factores diferenciadores por los que, dependiendo del contexto, harán más o menos eficiente su uso y posición. Es necesario entender que la mano no hábil está sujeta a un constante intercambio dinámico y adaptativo de su función, dependiente de la intención, de la obra y acción a llevar a cabo. Además, su ubicación en el espacio será constantemente reposicionada, adaptándose al contexto y física implícita en él. Cuando la mano hábil se encuentre en la parte posterior del plano vertical, el extremo del usuario se verá aumentado. Por el contrario, cuando la mano no hábil se encuentre en la parte anterior del plano vertical, el extremo será ligeramente más corto, pues la masa de la mano hará que tanto el centro de masas y el peso quede más adelantado. La mano no hábil, en ningún momento deberá estar sujeta a una función de manipulación del arma opositora, sea en su hoja o en su guarnición, pues esta acción tendrá una exposición superlativa que la hará inviable dada la naturaleza figurada de las armas láser. Mano no hábil contraída: Al mentón: La contracción al mentón de la mano no hábil se basa en la ubicación de la misma en la parte anterior del rostro del usuario, aledaña al maxilar inferior, con los dedos relajados, dejando la palma adelante orientada al foco, con la rectitud totalmente embebida y con el codo, por ende, su vela de la rectitud, orientados al plano inferior. Su función está centrada en la optimización de la presentación de guardias variantes de la española, que precisen de un puntual o general reubicación y centralización del centro de masas. Es por ello que esta posición está presente en la variante de Fabris. Concretamente consigue estabilizar la presentación y reducir el momento angular generado en la reubicación del foco, haciéndola más rápida, precisa y eficiente. Otro aspecto importante, es el aumento de la amplitud del rumbo potencial que otorga a la hoja, pues al estar contraída la mano, está fuera del espacio ocupable del flanco no hábil. Esto aporta la posibilidad de divertir, ocluir y obrar de spin en ambos flancos, minimizando la exposición a la autosupresión. Este aspecto resulta sumamente importante al pretender u obrar una mutación de la planta dejando el extremo remoto, lo que dejará a la hoja una mayor amplitud de la mutación radial de la sencillez. Teniendo en cuenta la proyección lumínica del arma, la posición de la mano permitirá ocluir de forma física la luz procedente de la hoja agente y paciente. Se encontrará así un medio para manejar la radiación proyectada a los ojos del usuario quedando esto como un recurso de defensa ante el deslumbramiento voluntario o involuntario. Será a partir de este posicionamiento de la mano, que se dispondrá de la posibilidad de entregarla, en mayor o menor medida, y disponerla en extensión de la rectitud adelante, ligeramente más cercana al TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 241 -DE LA C AUSA TÉCNICA opositor por la línea del foco, aumentando con ello la oclusión cónica de la luz radiada por el paciente, generando así una sombra literal. A esto último se le llamará tapar. La ubicación de la mano no hábil aledaña al centro de masas del tirador usuario, ofrecerá una rápida mutación del asimento entre una y dos manos, permitiendo la previsión y obra desde medios dimensionalmente más extensos, cediendo menos modificador de movimiento. También, desde esta misma posición al mentón, se proporciona el rápido intercambio entre el aprestado del saya y el asido al pomo, concretamente, sin exponer la mano en el tránsito. No obstante, por último, cabe destacar el paralelismo exclusivamente estético con la aportación histórica del autor italiano citado, que puede coincidir en según qué aspectos si tomamos la referencia clásica como objeto de estudio en su ámbito funcional. Contraída al pecho: La contracción de la mano no hábil al pecho, concretamente aledaña a la recta solar, proporciona un centro de masas más bajo respecto a la contracción al maxilar, perdiendo la ventaja de tapar la radiación lumínica del arma opositora. El límite distal de la vela de la rectitud, o sea el codo, atrasará su posición, y posibilitará un sutil aumento de la contracción, y con ello, la maximización en la reducción de la silueta, que permitirá una custodia máxima del codo de la extremidad no hábil manteniéndolo en la zona abdominal. Igualmente existirá la posibilidad de llevar el codo a la zona posterior del plano vertical, orientando allí la vela de la rectitud, y obtener con ello una magnificación de la imposición de fuerzas en sentido accidental, magnificando el extremo potencial y asistiendo a la ubicación de la mano opuesta en un fondo. Desde los aledaños de la recta solar, la mano no hábil estará en una posición altamente eficiente para un posible asimento al pomo y consiguiente emparejado. Esto se deberá a la cercanía entre la mano y el pomo del arma, cuando esta esté en una rectitud típica de las guardias a una mano. Asimismo, y debido a esto último, la contracción al pecho facilitará y auxiliará con diligencia la obra de empomadas y su requerida cinta. Contraída a la cadera: La contracción de la mano a la cadera puede estar condicionada por distintos aspectos de la geometría o del equilibrio. Respecto a la geometría, dicha contracción facilitará la retirada del medio de la mano, permitiendo con ello la obra de spins y de trazadas amplias en las que sea preciso trabajar con el segmento del arma en el lado no hábil. Para evitar la exposición del codo no hábil a la autoejecución, será preciso complementar la contracción de la mano con la contracción del codo, dejándolo tras el plano vertical, quedando el segmento de la rectitud de la mano no armada, muy cercano al total paralelo con la vertical de blossen, con la vela de esta rectitud orientada a la parte posterior del plano vertical. La contracción de la mano a la cadera, al ser apoyada, permitirá cierta relajación de la musculatura del deltoides y triceps. No obstante, esto no es un valor a tener en cuenta por el comedido uso y fatiga que tendrá dicha extremidad. La contracción podrá ser de puño o de palma. Esto hará que el contacto entre la mano y la cadera cambie notablemente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 242 - Contracción a la cadera, de puño: La contracción de puño permitirá al usuario apoyar las falanges en su cadera. Dependiendo de las falanges apoyadas, se generará una configuración de la extremidad u otra. - Con las falanges proximales apoyadas: Cuando las falanges proximales estén apoyadas, el codo del usuario quedará inevitablemente separado del usuario, abriendo la vela, exponiéndolo a la autoejecución. Adicionalmente, esta posición generará una mutación levemente más lenta que la variante de falanges distales. - Con las falanges distales apoyadas: Cuando son las falanges distales aquellas que quedan en contacto con la cadera, el codo queda naturalmente tras el plano vertical. Por tanto, se puede entender que será esta la posición idónea a adoptar en una mayoría estadística de las situaciones. Además, la mano y la rectitud no hábil quedará en una posición geométricamente similar a cuando esta se encuentre aprestando y gobernando el saya. Por consiguiente, apoyar las falanges distales en la cadera será el recurso que permitirá reproducir el apresto cuando no se cuente con el saya ceñido. Idealmente, esto facilitará la obra siguiendo la técnica adquirida cuando el saya esté presente. Contracción de palma a la cadera: La contracción de palma a la cadera hace referencia a disponer la cadera en la cavidad entre los dedos índice y pulgar, dejando el índice en sentido al foco de palma abajo. Esto facilitará ligeramente ubicar el codo algo más abajo y reducir ligeramente su exposición, al reducir su vela. Además, facilitará notablemente la movilidad de la rectitud sin mover la mano contraída. Por tanto, permitirá un mayor trabajo en el equilibrio que ninguna otra contracción, que podrá asemejarse en ese aspecto al hecho de tener el saya aprestado. Hay que tener en cuenta, que indistintamente de la forma en la que contraiga la mano a la cadera, se dificultará la cinta, y por ende, la obra eficiente de la empomada. Mano no hábil aprestada: La mano no hábil aprestada hace referencia a tener asido el saya por un punto concreto, normalmente el beru. La función de estar la mano aprestada es la de dar gobierno al saya. Esto permitirá su total y absoluto control, haciendo que este esté siempre potencialmente libre de ser ligado como objetivo ejecutivo y o de entorpecer la obra del agente. Además, un tirador experto, podrá hacer uso del saya para hacer tacto en límites y/u objetos del área, permitiendo esto una mayor consciencia posicional sin necesidad de retirar del opositor algún aspecto del foco. Gobernar el saya: “Gobernar el saya hace referencia a aprestar el saya, tener control sobre él y valerse de todo cuanto pueda aportar para asistir la obra propia.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 243 -DE LA C AUSA TÉCNICA En el momento en que la mano no hábil esté aprestada al saya y se tenga gobierno sobre él, se creará el segmento del saya, que será una concepción geométrica de este elemento que facilitará su posicionamiento, medición y función. Segmento del saya: “El segmento del saya es la línea finita creada por la concepción geométrica del saya, cuando este sea aprestado o manipulado por su usuario, y/o cuando el saya represente un objetivo ejecutivo vulnerable.” La mano aprestada, por eficiencia geométrica y física, estará situada sobre el beru del saya o aledaña a él, quedando contraída, mientras el saya permanece ceñido. Por tanto, desde el punto de vista geométrico y cinético, mantener la mano aprestada tendrá unas propiedades muy cercanas a mantener la mano contraída a la cadera, añadiendo el potencial gobierno del saya. Por ende, la mano aprestada acercará, centrará y contraerá el centro de masas al centro de masas original, permitiendo una acción más precisa de la afirmación. “Mantener la mano aprestada y contraída será la expresión más eficiente en la mayoría de los escenarios posibles.” Pese a su eficiencia y polivalencia, la mano aprestada y contraída no podrá asistir a ampliar el rango de acción de la afirmación, dada su estaticidad relativa al torso del usuario. Por ello, el gobierno del saya podrá generar la asistencia a la acción de la afirmación por medio de la reubicación del segmento del saya, que dependiendo de la naturaleza y construcción de este, tendrá mayor o menor incidencia. Esto será entendido como desplegar el saya, dado que el segmento de este quedará notablemente paralelo a la línea de infinito y tendente al recto, con la rectitud de la mano aprestada contraída o extendida, en mayor o menor medida. Desplegar el saya: “Desplegar el saya será una acción que permitirá el equilibrio del cuerpo, valiéndose de la reubicación con la mano aprestada del saya ceñido.” Al desplegar el saya se podrá auxiliar al balanceo y cabeceo con el reposicionamiento del segmento del saya al lado hábil y no hábil, tal y como si la mano no estuviese aprestada y sumándole la masa del saya, haciendo que este se mueva ceñido por acción de su mano aprestada. Para que ello tenga efecto, se precisará que la masa del saya se posicione al lado contrario del que se pretenda mover el torso. Habrá tiradores que tenderán a mantener el saya desplegado cuando presenten una guardia española, reposando sobre el beru su extremidad no armada extendida, mientras el segmento del saya queda tendente al infinito y recto, extendido al lado no armado. Esto se llamará presentarse alado o afirmarse alado. Biomecánicamente, presentarse y mantenerse alado con el saya desplegado será geométrica y biomecánicamente similar a mantener la mano largada, no obstante se tendrá menos disponibilidad del movimiento de la mano aprestada que de una largada. Sin embargo, cuando un agente se presenta alado podrá ampliar el campo focal de su paciente, así como presentar una faz elegante, que pueda contribuir a la expresión de seguridad y confianza. “Presentarse alado será un recurso que afectará en mayor medida a la faz que a la eficiencia biomecánica.” El hecho de disponer la mano no hábil aprestada, hará que la musculatura del hombro no hábil se relaje, permitiendo su recuperación en caso e ser necesario. Añadido a esto, hará que la cavidad torácica y su musculatura se distiendan, facilitando la labor del diafragma y aumentando, por consiguiente, la capacidad pulmonar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 244 - Será posible hacer que el saya sea gobernado sin estar ceñido, con la mano no hábil aprestada a él, generando con ello la potencia de total disposición del saya gobernado, y por consiguiente, la posibilidad de usarlo libremente en el medio. A esto se le llamará sostener el saya. Sostener el saya: “Sostener el saya hace referencia a tener el saya sujeto, con la mano no hábil mientras es gobernado sin estar ceñido.” En dicho caso, la mano no hábil no se considerará aprestada desde el punto de vista geométrico, a menos que permanezca contraída a la cadera. Así, se puede entender que el saya podrá estar contraído a la cadera, aparentemente en el mismo lugar, tanto si está ceñido como si está sostenido. Mano no hábil opuesta o contrapuesta: La mano opuesta será aquella que se presente totalmente contraria, en su rectitud, a la extensión de la mano armada. Por tanto, el segmento de la rectitud armada quedará totalmente paralelo en dirección y opuesto en sentido al segmento de la rectitud de la mano no hábil. Se pretenderá, con la mano y rectitud opuesta, la adhesión de estas al vector de inercia seguido por la mano hábil. Esto dará lugar a que la dirección y sentido de este sea más preciso, permitiendo un mayor acierto y éxito en el contacto con objetivos ejecutivos distantes. De la misma manera, será mayor la masa incluida en la acción en sentido accidental del arma, dando lugar a una mayor estabilidad y resistencia frente a la pretensión paciente de controlar el arma del agente usuario de la mano opuesta. “Normalmente esta mano opuesta quedará en la parte posterior del plano vertical, lo que hará que la masa del tirador quede equilibrada y sea posible la máxima extensión del extremo.” Debido a la disposición distal de la masa de la mano, que quedará contrapuesta a la masa de la mano armada, se generará el equilibrado de la afirmación. Esto facilitará la libre disposición del torso del usuario, que podrá ver aumentada la posibilidad de continuación de su obra, por estar estable. Asimismo, se acrecentará la amplitud del movimiento de la afirmación sobre el mismo eje sobre el que queden posicionados los segmentos de la rectitud, normalmente tumbando o huyendo el cuerpo. Tan solo será posible la plena oposición cuando el cuerpo esté perfilado, pues la línea de los hombros habrá de quedar paralela a la línea recta. La oposición de la mano no hábil será usada en el momento de fondar y/o de aumentar el extremo cuando esté implícito el guiñado del cuerpo. Por tanto, esta posición de la mano no hábil tendrá lugar en un momento concreto y de manera plenamente eventual, tras lo que se deberá de embeber la rectitud y reducirla a una posición más polivalente. Mano no hábil largada: La mano largada será aquella que quede naturalmente dispuesta por la gravedad, con la pretensión consciente del usuario de alejarla ligeramente de su cuerpo, quedando su segmento de la rectitud no hábil con cierta perpendicularidad al plano inferior. Concretamente, la posición habitual de la mano largada será en la que se encuentra en la rectitud de su mismo flanco, levemente aguda o recta, de uñas arriba o atrás, y que permite la maniobra así como el control del equilibrio. Normalmente, será la angulación aguda de la rectitud la que tendrá una mayor función y uso. El principal aprovechamiento de la mano no hábil largada será la de posibilitar un punto de partida desde el que mover libremente la mano hacia cualquier posición. Esto dará lugar a una mayor posibilidad de disponer de la extremidad para auxiliar al control de la masa corporal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 245 -DE LA C AUSA TÉCNICA “La mano largada facilitará el movimiento de la afirmación, permitiendo equilibrar cualquier disposición de esta.” Dicha posición de la mano no armada, valdrá para mantener la mano fuera del medio proporcional del paciente, alejándola claramente del peligro que ello conlleva. En adición a esto, su alta disponibilidad de movimiento y potencial reubicación permitirá evitar una autoejecución, adaptándose al rumbo potencial y trazada del arma. La mano largada, para optimizar su función, tenderá a actuar su movimiento tras el de la afirmación. Con ello, se magnificará la amplitud del movimiento posible de la afirmación, quedando esta plenamente equilibrada y preparando la posible acción de la mano armada. Además, facilitará la afirmación severa. Cuando el cuerpo del tirador usuario se mueva a su sentido hábil: La mano largada quedará en su lugar brevemente, habiendo el usuario de mantenerla proactivamente realizando una extensión, extendiendo la masa del tirador y facilitando la preparación de la obra subsiguiente y ampliando la posibilidad de movimiento de su centro de masas. Cuando el cuerpo del usuario se mueva a su sentido no hábil: La mano largada tenderá a quedar en su lugar, contrayéndose, y por tanto, cerrando la masa del tirador. Eso permitirá una mayor amplitud de balanceo al lado no hábil de este así como la protección de la extremidad ante una potencial acción de spin del propio tirador. Igualmente esto tendrá un efecto en el guiñado al lado no hábil, que será acelerado por el cambio en el momento angular generado en la contracción, contrarrestando una posible extensión de la rectitud hábil. Cuando el cuerpo del usuario se mueva ciñendo el medio: La mano largada quedará en su lugar brevemente, preparando la obra en sentido accidental de la mano armada. Quedará preparada una posible oposición, previniendo un fondo, una extensión de extremo o la subsiguiente obra de compases de marcha o ruptura. Cuando el cuerpo del usuario se mueva extendiendo el medio, en ruptura: En este caso, la mano no armada actuará al mismo tiempo que el cuerpo. Esto será debido a la necesidad de sacar la mano del medio y evitar que esta quede expuesta a la ejecutiva paciente. No obstante, podrá existir la salvedad de mover la mano a tras el cuerpo, concretamente cuando se pretenda un intercambio lateral o una reducción del extremo de propincuo a remoto. Adicionalmente la mano no armada podrá quedar dentro del medio como un recurso de faz, tentando al opositor a un lance previsto por el agente. Será ineficiente el hecho de usar la mano largada sin ser consciente o conocedor de su uso específico en la Esgrima Láser o sin tener una plena consciencia de su ubicación y función. Y lo será por no permitir una aplicación óptima a la causa instrumental laserina, peligrando la mano ante una posible autoejecución, pues su movimiento y acción no sigue las mismas premisas ni función que en disciplinas clásicas. Por tanto, el hecho de largar la mano ha de ser un recurso consciente y coherente con la causa instrumental, huyendo de una simple expresión estilística o estética. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 246 - Mano no hábil tirada: La mano tirada es aquella posición de la mano no hábil en la que esta queda totalmente relajada, con el segmento de su rectitud perpendicular al plano inferior y carente de imposición de fuera relevante. Dicha forma de disponer la mano no hábil facilitara la ubicación del centro de masas del usuario en una posición más contraída. Así mismo, quedará dispuesta la extremidad para quedar largada, consiguiendo una rápida acción sobre el centro de masas y su proyección. Debido a la naturalidad anatómica de la extremidad que se disponga tirada, esta posición adquiere un interés especial al poder hacer que la extremidad quede totalmente carente de la imposición de fuerzas por parte de su usuario. Esto dará lugar a ser la posición de la mano no hábil ideal cuando se tenga una lesión del hombro o brazo no hábil, quedando el brazo idealmente extendido. Con ello se conservará la posibilidad de llevar a la extremidad a largada sin necesidad de aplicar fuerza con el conjunto muscular del hombro, pues el usuario se podrá valer de la inercia generada por la acción de la afirmación y/o por el tránsito sobre el plano inferior. La mano tirada quedará naturalmente perpendicular al plano inferior, por ello, anatómica y geométricamente, obrando de manera consciente, será la posición más eficiente para reducir la silueta del usuario. Será así que el medio particular del agente quedará reducido notablemente, pudiendo adoptar afirmaciones de cuadrado en entornos muy ceñidos a la anchura de su segmento superior. Igualmente ocurrirá con el rumbo potencial, que con la mano tirada será naturalmente considerablemente amplio.Igualmente, al tirar la mano, se compensarán las inercias que amortiguarán brusquedades de ciertas acciones del torso. La mano tirada, por no necesitar de aplicación de fuerza alguna para su sostenimiento, será un recurso ideal para esconder la intención propia frente al opositor, haciendo más complejo el análisis de esta. Esto dará lugar a ser la posición de la mano no hábil usada en la guardia impasible cuando no se esté gobernando el saya. Además, podrá ser usada conscientemente como faz para impedir telegrafiar una pretendida cinta a la mano no hábil. Mano no hábil en bandera: La mano no hábil estará en bandera cuando sea posicionada en el plano superior o por encima de este, con la rectitud relajada o extendida y la previsión de quedar opuesta. Esta posición eleva el centro de masas del tirador, lo que aporta una mayor capacidad de tumbar el cuerpo auxiliando esto con la oposición y extensión de la rectitud no hábil. Es por ello, que se puede entender cuando se pretenda una extensión del extremo o la obra de fondos con intención ejecutiva, será la mano en bandera un recurso preparatorio ideal. No obstante, la posición en bandera resulta obvia y evidente para cualquier tirador, que incluso sin experiencia, podrá atribuir a tal posición, y por tanto, denotar una intención agresiva por parte del usuario de la bandera. Así pues, resulta un recurso ineficiente en caso de pretender generar una faz serena y/o dispositiva. La manera más eficiente de disponer la mano en bandera será la de mantener la palma adelante, pues será coherente con la posición relajada del brazo, eliminando la necesidad de la pronación o supinación de este. Igualmente, esto tendrá lugar como parte de la preparación de la extensión de la extremidad y su oposición a la mano armada, que podrá ser llevada a cabo con la acción única del hombro y la extensión del codo. Por otro lado, se contempla la posibilidad de dejar la palma afuera o adentro, que permitirá prevenir el uso de la mano para el movimiento y control del contexto. La mano no hábil, cuando sea dispuesta en bandera, podrá tener tensión o no, no significando una diferencia notable en la obra. No obstante, la tensión podrá ser un testigo el nerviosismo del tirador usuario, pues es una posición en la que hay muchos grupos musculares implicados en su sostenimiento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 247 -DE LA C AUSA TÉCNICA La mano no hábil en bandera dará lugar a una reducción considerable del rumbo potencial, quedando expuesto el usuario a la autoejecución durante la acción de spin interior. Mano no hábil entregada: La mano entregada será aquella, que estando no armada, esté dispuesta en la parte anterior del plano vertical, con una rectitud tendiente al recto y relativamente extendida. Esta disposición de la mano no armada está basada y nombrada por su concepción intencional, pues será necesario que el tirador usuario sea consciente de las implicaciones de tal posición. La mano quedará en una disposición que será fácilmente introducida en el medio proporcional del paciente, y con ello, será objeto de tentar a dicho tirador a ligar su objetivo ejecutivo sobre ella. Por tanto, será usada para tentar al paciente. Igualmente, será un recurso fundamental para la presentación de guardias basadas en la necesidad de que el paciente obre de una determinada manera, quedando así la mano entregada, en su posición, a merced de las necesidades del agente. Geométricamente será interesante que la mano entregada quede dispuesta en una posición no coincidente con el diámetro común, plano sagital del paciente o diámetro común de la sencillez previsto por el agente. De esta forma se condicionará al paciente sin posibilitarle la obra ejecutiva realmente eficiente sobre dicha mano, pues entregar la mano no será un concepto literal, siendo necesario defenderla por medio de la geometría, generando una faz de vulnerabilidad y siempre poseyendo la mayor ventaja táctica posible. Esta ventaja táctica radicará en ser capaz de obrar a tiempo sobre el paciente, cuando este intente la ejecutiva sobre la mano entregada, o en retirar la mano del medio proporcional del paciente para obrar a tras tiempo. Las posiciones de la mano entregada serán nombradas de la misma manera en la que se definen las de la sencillez armada. Mano no hábil al puño: La mano no hábil al puño hace referencia a que esta está asiendo la guarnición sobre el hilt. Esto carece de potencial práctico, más allá de la necesidad puntual de transitar por dicho punto para facilitar la empomada. Geométricamente, será un recurso disfuncional. El fulcro de la palanca generada por el asimento de dos manos quedará en la mano adelantada, en la zona del emisor. Por tanto, que la mano no hábil quede en el puño de la guarnición disminuirá el brazo de la palanca, y con ello, la utilidad y agilidad del arma en su movimiento par. Igualmente, no aportará ventaja alguna en el movimiento lineal del arma. El hecho de que una mano sea posicionada y quede asiendo en el puño de la guarnición será un claro signo de profanía, pues no tendrá aplicación práctica alguna. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 248 - Mano no hábil al pomo: Que la mano no hábil esté al pomo hace referencia a que dicha mano está dispuesta sobre la parte más proximal de la guarnición del arma. El asimento óptimo para ello será aquel que quede el pomo justo sobre la base palmar de la mano no hábil, concretamente en la sección medial del hueco entre el tercer y cuarto metacarpiano, corazón y anular. Se asirá cerrando los dedos sobre la guarnición, en su pomo y parte proximal del hilt, generando una variación del asimento dinámico regular. Esto permitirá el rápido pivote de la mano no hábil sobre toda la superficie del pomo, y con ello, la aplicación de la fuerza y la reubicación rápida y precisa del vector de inercia del arma. Que la mano no hábil esté al pomo, en un asimento a dos manos, será la expresión de control más eficiente geométricamente para el control consciente del arma. Esto hará que la mano adelantada quede convertida en el fulcro de una palanca de brazo igual al paso entre las dos manos. Será por ello que la mano al pomo hará que la palanca tenga el brazo más extenso posible, y por tanto, que facilite el mayor control posible de la hoja. Adicionalmente, mantener la mano no hábil al pomo, permitirá la rápida obra de una cinta de empomada, pues la mano estará ya en su lugar. No obstante, será necesario asegurar la presión en los dedos que queden más distales, que estén haciendo la pinza de la mano no hábil, pues serán los encargados de la totalidad del control una vez que la mano hábil distal quede desasida. Como contrapartida, la mano asida al pomo hará que en cualquier guardia que no esté la hoja dispuesta en el medio, y esté en la parte posterior del plano vertical, quede el brazo no hábil relativamente expuesto a la intención del opositor, pues se necesitará la flexión de este. Será por esto que la mano no hábil al pomo será un recurso ligado al medio en que se precise el asimento a dos manos, normalmente el de proporción. Mano no hábil aprestada al shinja: Que la mano esté apresatada al shinja hace referencia a que está esta asiendo dicho arma sin haber sido desensayada, para facilitar su gobierno y control. Pese a estar haciéndose uso exclusivamente del daito, el shinja podrá ser portado en duelo absoluto, y por ende, habrá de tener un pleno control de él cuando esté ensayado e indispuesto, mientras no se pretenda su descarte. Es por ello, que se necesita entender y estudiar la geometría emergente de tal hecho para valerse de ella. Geométricamente se entenderá el shinja como un segmento comparable y complementario al del saya. El apresto al shinja tendrá su motivación principal en mantener el shinja ensayado en su lugar y evitar el libre desplazamiento de este, que al ser más masivo que un saya desprovisto del arma, se verá mucho más afectado por la inercia. No obstante, al tratarse este shinja de un shoto natural, en el caso más amplio, el segmento resultante del saya en cuestión no aportará las ventajas tácticas que sí aportará el saya de un daito, al ser naturalmente más extenso. Mano no hábil tentando: Se habla de que la mano no hábil está tentando cuando esta sea usada para llamar la atención del opositor, concretamente pretendiendo que este la ligue como objetivo ejecutivo o desfasando el foco del paciente. Para ello, la extremidad tenderá a estar extendida, dejando separada su mano del resto del cuerpo, e incluso de la sencillez armada. Con ello, se puede forzar la acción u obra con intención ejecutiva del opositor en dirección a la mano no hábil. Por ello, al igual que con la mano entregada, la no hábil habrá TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 249 -DE LA C AUSA TÉCNICA de quedar alejada del diámetro común my del diámetro común de la sencillez, para ganar transversalidad del foco del paciente que ligue dicha mano como objetivo ejecutivo. Una mano que esté claramente tentando al opositor, quedará notablemente dentro de su medio proporcional, haciéndole entender al paciente que la obra ejecutiva es viable. No obstante, la disposición anatómica de la extremidad que tienta habrá de quedar en potencia de ser extraída de dicho medio, previniendo la trazada ejecutiva del paciente, y evitando coincidir en dicha extracción. La acción u obra de tentar con la mano no hábil, también puede tener la función de reubicar el foco atendido del paciente, sin pretender realmente que este ligue su objetivo ejecutivo sobre la mano del agente. Esto puede hacerse de una manera segura haciendo que la mano que tienta entre y salga velozmente del medio proporcional del paciente, intentando que, si se repite, sea por distintas posiciones de la rectitud, evitando con ello la previsión de la posición de la mano agente. Cuando la mano esté tentando, lo hará con movimientos claros y obvios, pues se precisará la plena atención del opositor para que la mano adquiera la función de tentar. De lo contrario, el agente que tienta no será plenamente consciente de cuando el paciente ha ligado el objetivo ejecutivo a la mano que tienta, ignorando el agente si está siendo efectiva su obra. Movimiento y reubicación de la mano no hábil en los desplazamientos y acciones del torso: Se estudiarán los movimientos de la mano no hábil pretendiendo el auxilio esta a la acción del torso y obra de compases del tirador. Este estudio será útil para las posiciones en la que la mano no hábil pueda moverse libremente, como cuando esté largada, tirada o en bandera. Cuando el movimiento pretendido sea en sentido contrario a la ubicación de la mano no hábil, esta se moverá al sentido contrario del desplazamiento. Se dará así lugar al uso de la inercia estática de la mano no hábil como soporte para magnificar la aceleración del cuerpo del tirador. La rectitud de la mano no hábil, se extenderá cuando el cuerpo se mueva en contra de la dirección en la que está posicionada, quedando, por tanto, extendida y haciendo contrapeso para equilibrar las masas, facilitando y maximizando la amplitud de la posición del torso y controlando el centro de masas en cualquiera de sus proyecciones. La aplicación más elemental de esto es la oposición de la mano no hábil cuando se pretenda aumentar el extremo en la obra de un fondo. La mano se embeberá o contraerá cuando el cuerpo, en acción del torso u obra de compases, se mueva en la dirección en la que esta está posicionada. Esto hará que el centro de masas proyectado se acerque a la mediatriz de planta, y con ello, aportará estabilidad al tirador usuario. Desde el punto de vista cinético, esta acción auxiliará el movimiento del cuerpo y tránsito del tirador por medio de la transmisión del momento inercial al embeber o contraer el segmento de la rectitud. La mano no hábil, de estar gobernando el saya, será usada para facilitar la consciencia posicional con él, haciendo tacto con paredes u objetos que marquen distintos puntos del área, adquiriendo conocimiento de elementos que puedan entorpecer la ruptura del medio. Igualmente, el saya y su masa pueden ser usados para la redistribución de pesos y con ello auxiliar al tirador usuario a maximizar la amplitud de su movimiento. ———— - 251 - El foco TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 253 -DE LA C AUSA TÉCNICA Foco: “El foco es la línea imaginaria en la que estará orientado el propósito agente, su atención y su obra.” Será sobre este foco, en la proyección sobre el plano inferior de su orientación, desde donde se creará la línea recta, siendo así el elemento fundamental del que se creará y conjugará el resto de geometría de los planos. El foco: “El foco es la proyección hipotética que marca en el espacio la dirección y sentido donde se concentrará la atención, el potencial, la obra y la intención del agente, siendo entendido como la orientación en la que irá dirigida la mayor parte de las actuaciones y percepciones de este.” El foco, aúna conceptos psicológicos, perceptivos, biomecánicos e intencionales, dando lugar a un elemento con el que poder trabajar y entender la disposición de un individuo, y por tanto, facilitando la comprensión de su entorno y dando una referencia particular en la que sustentar sus mediciones. Así mismo, la comprensión del concepto del foco, otorgará la posibilidad de aumentar la predicción, reacción, faz y movimiento, maximizando las posibilidades de éxito de la obra pretendida y aumentando la dimensión del medio proporcional propio. Por tanto: “El foco es un nexo entre la geometría y los aspectos psicológicos y anatómicos que intervienen en la orientación de un tirador, que da lugar a un concepto común del que emerge la posibilidad de parametrizar y cuantizar el medio.” El foco, desde un punto de vista virtual, hace referencia a la orientación en que la luz del agente es proyectada en dirección al paciente. Es por ello, que el foco se entiende como el vector seguido por la luz resultante de la intención, disposición anatómica y percepción del agente en sentido al paciente, generando con ello un cono hipotético difuso en el espacio. De esta forma: El cono del foco: “El cono del foco queda definido como un cono de luz hipotético que se proyecta desde el agente en sentido a su objetivo ejecutivo, abarcando todo en lo que sea preciso mantener la atención para la viabilidad y éxito de su intención y obra.” Desde el prisma de la geometría, el foco tiene la responsabilidad de orientar y dar direccionalidad al agente, creando con ello la expresión más básica de geometría, desde la que partirá toda la geometría particular. “Geométricamente, el foco es un cono hipotético definido en posición, dirección y sentido, quedando difuso en sus límites.” Línea de foco: “La línea de foco, es el eje del cono de este. Concretamente es aquel vector, generado en el espacio tridimensional, que parte desde el ápice del cono y pasa por el circuncentro de la base del mismo, dando coherencia a su orientación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 254 - La proyección de la línea del foco sobre el plano inferior será la encargada de dar coherencia posicional y direccional a la geometría propia de dicho plano, así como definirá la fase de la geometría de otros planos proyectada sobre el inferior. Línea de foco proyectada: “Proyección bidimensional sobre el plano inferior de la línea del foco.” En la práctica, se usará simplemente como línea del foco para hacer apelar a la línea de foco proyectada. Al total de las cosas contenidas en la dirección del foco, y tendidas en cuenta por el agente usuario, se les llamará campo focal. Esto será un conveniente paralelismo con el concepto fotográfico del mismo nombre, que define aquellas cosas que están nítidas en una fotografía, dentro del área enfocada, destacándolas y definiéndolas sobre aquellas cosas, que por estar por delante o por detrás de lo enfocado, quedan difusas, desenfocadas, fuera de foco o simplemente fuera del plano, restándole importancia o presencia. Elementos que componen, orientan y definen el foco del agente: Existen distintos elementos que intervienen en la concepción del foco. Será necesaria el conocimiento de su existencia y su comprensión para poder determinar la orientación del potencial propio y del opositor, y con ello optimizar la obra. Atención: La atención, que compondrá el foco, podrá ser entendida como la dirección en la que un usuario pretende recopilar información. Esta, normalmente, estará orientada al opositor, haciendo que el foco se oriente sobre el diámetro común. No obstante, puede estar la atención puesta sobre otros elementos contextuales, quedando el foco parcial o totalmente desviado del diámetro común. La atención y la capacidad de ser mantenida por parte de un tirador será el elemento con mayor incidencia en la orientación focal, e igualmente definirá la amplitud del campo focal. Para maximizar el éxito de la intención, la atención habrá de estar orientada al opositor inmediatamente paciente, y distribuida entre otros opositores posibles, así como entre los elementos contextuales que puedan, directa o indirectamente, incidir en la obra. La atención podrá ser desviada de la línea del foco por medio de la acción intencional de recursos que orienten expectación y sentidos del paciente a lugares distintos a su línea de foco. Estos recursos podrán ser fantasmas, guías de mirada o la interacción agente con elementos contextuales u otros individuos, opositores o no. Percepción: La percepción definirá el foco, pues será aquello que es capaz un usuario de observar, escuchar o sentir al tacto. En menor medida influirán otros sentidos como la nocicepción, el equilibrio, la termocepción o la interocepción. Por tanto, la percepción aumentará o disminuirá la nitidez con la que el foco es definido, quedando así en una orientación más o menos clara. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 255 -DE LA C AUSA TÉCNICA La percepción de los estímulos ajenos al tirador, habrá de ser contenida en los elementos de mayor relevancia para la consecución de la obra, pretendida, actuada o continuada. Por tanto, la percepción ocular deberá ser obtenida de manera directa, poniendo la mirada del agente sobre los ojos del paciente, asumiendo que será suficiente con la y visión periférica para la identificación de aquello necesario. Esto garantizará que el foco se mantenga sobre el diámetro común, pues será habitualmente la línea que llevará y comunicará el contacto visual de los tiradores. Por otro lado, la audición y los estímulos sonoros, facilitarán la orientación del tirador en los medios y sobre el área de manera inconsciente. La percepción auditiva aportará una menor definición sobre el foco, no obstante, posibilitará la atención periférica, que complementará y asistirá, a este para aumentar la amplitud del campo focal. Será la supresión de la recepción sensorial del paciente aquello que inhabilitará su orientación perceptiva. Esos recursos pondrán ser desde la creación de ruido en los estímulos sensoriales hasta el entorpecimiento de algunos o todos los sentidos, llegando desde la molestia a la total supresión perceptiva. A modo ilustrativo, la contraestrella, fundirse, el hambre o el frío serán elementos que permitirán hacer a un paciente perder la orientación perceptiva del foco. Configuración anatómica: La configuración anatómica de un tirador orientará el foco en una dirección concreta, en la que será más eficiente obrar la obra que este pretenda. Por tanto, será esto un elemento del foco que lo orientará. La configuración anatómica de un agente orientará el foco de manera relativa a su obra pretendida, pues la configuración presentada tendrá que estar en concordancia con las necesidades motoras y geométricas que la obra precise. O sea, que cuando un agente presenta una guardia de perfil para una obra que la necesite, la configuración anatómica estará orientada al foco. De igual manera, si se presenta de cuadrado, y es por la necesidad de obrar de esa forma. Por tanto, no existirá una configuración anatómica concreta en la que el tirador tenga que presentarse, sino que tendrá que coincidir dicha presentación con la intención de obra. La configuración anatómica tendrá una repercusión clave en la percepción, pues dependiendo de la posición de rectitud y cabeza del usuario, se posibilitará una mayor o menor percepción de los elementos en los que se tenga la atención puesta. En la configuración anatómica tendrán una especial relevancia la orientación del segmento de la rectitud, la orientación del segmento superior o línea de hombros, la orientación del segmento medio o línea de las caderas, y todo ello será condicionado de manera superlativa por la proyección de planta y la bisectriz de esta. La configuración anatómica de un paciente será potencialmente inhabilitada de su foco al usar antagonismos geométricos o de intención contra su guardia presentada. Esto dará lugar a que aquella disposición anatómica del paciente quede necesariamente pendiente de reconfigurarse, generando la pérdida del foco anatómico durante la mutación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 256 - Objetivo ejecutivo ligado: El objetivo ejecutivo ligado, definirá el foco, concretando su dirección y posibilitando determinar la dirección y sentido seguido por la obra. Según el objetivo ejecutivo, un foco que esté orientado en una dirección concreta, variará ligeramente según las correcciones necesarias en las obras para acceder al objetivo ligado. Será así que un objetivo inicialmente orientado a la recta vertical de blossen del opositor, como punto más versátil, será ligeramente reorientado para centrar la obra sobre cualquier otro elemento anatómico vulnerable del paciente, como puede ser su sencillez o elementos de planta. El objetivo ejecutivo ligado por el paciente sobre el agente, al ser lógicamente tenido en cuenta por el ligamento con sus argumentos y cualidades, podrá ser localizado por el agente sobre sí mismo manejando la exposición generada en ciertas partes de su anatomía. Por tanto, el agente conseguirá desplazar levemente la línea de foco del paciente por medio de la manipulación del objetivo ejecutivo de su opositor. Esto hará ideal que el objetivo ejecutivo ligado por un paciente sea la sencillez del agente, pues será esta la parte vulnerable con mayor versatilidad en su movimiento, así como la más sencilla de defender por ser la base del segmento del arma. Intención de obra: La intención de obra del foco será aquello que defina el foco por el sentido que tiene la obra pretendida de un tirador. Esta intención puede coincidir o no coincidir con la configuración anatómica. En caso de coincidir dichos elementos, la obra ganará un potencial considerable. Según la intención de obra, el foco se puede desviar en mayor o menor medida del diámetro común. El foco, en su elemento de intención de obra, podrá ser desfasado voluntariamente por el agente, de la línea del foco de un paciente haciéndole entender a este que la acción y obra agente será llevada a cabo en una dirección distinta a la realmente pretendida, dando lugar con ello a los antagonismos de intención. Tensión intencional: La tensión intencional creará un efecto contrario a la definición del foco, haciéndolo difuso e indefinido. El usuario y su foco estará condicionado por la tensión intencional de manera inversamente proporcional, siendo esto que, a mayor tensión intencional, menor definición del foco. Será así que la tensión intencional habrá de ser controlada por el agente para posibilitar la obra precisa y el sostenimiento de un foco definido, que será crucial para hacer que la obra e intención sea óptimamente coherente con la geometría. Entre todos estos elementos se dará lugar a una dirección concreta del foco, que será llamada línea de foco, en sentido próximo-distal y con una mayor o menor amplitud y definición de este, que será llamada amplitud del campo focal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 257 -DE LA C AUSA TÉCNICA Aspectos del foco: El foco, para ser fácilmente manejable y calculado, habrá de ser entendido como la unión de tres grupos de elementos condicionantes que son llamados aspectos. Aspecto de foco: “Un aspecto del foco es un conjunto de elementos que dan lugar a una concepción, manifestación y/o expresión concreta del foco de un individuo.” El foco puede ser divido en tres aspectos de foco diferenciados, dependientes cada uno por los elementos implícitos en él, y que dan lugar a la expresión y concepción de dicho foco. Aspecto del foco atendido: El foco atendido será aquel que estará definido por la atención y percepción del tirador. Este aspecto tendrá su mayor expresión en la dirección de la mirada del usuario del foco. El foco atendido podrá ser el elemento que menor representación tenga en la faz del tirador, pues no habrá de ser necesariamente expresado o manifestado por un individuo. El foco atendido será lo que favorecerá la fase de observación del ciclo OODA, siendo el responsable de la adquisición de la información, tanto del contexto como del opositor. Aspecto del foco anatómico: El foco anatómico será aquel que esté definido por la posición de la anatomía del tirador usuario y su arma. Este aspecto quedará mayormente marcado por la orientación del pié hábil o adelantado del usuario del foco, la consecuente posición de las caderas y la orientación de la rectitud. El juicio de la orientación de la anatomía y arma de un tirador será dependiente de la intención que este tenga. Será por ello que el foco anatómico podrá entenderse únicamente cuando se conozca la intención del usuario, y se sepa si la presentación del cuerpo de dicho tirador está en concordancia con el foco intencional. Aspecto del foco intencional o de obra: El foco intencional, o de obra, será aquel definido por el objetivo ejecutivo ligado y la intención de la obra pretendida. Este aspecto del foco podrá ser entendido por la geometría implícita en la obra del usuario. No obstante, este aspecto hace referencia a una serie de eventos que tendrán lugar en un momento del tiempo, y por ende, no será necesariamente percibido en una actitud estática del usuario del foco. Por otro lado, dentro de la dinámica de la obra, este aspecto si podrá ser identificado en su dirección y sentido. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 258 - Este aspecto del foco será aquel que tenga una relevancia mayor en la orientación del foco. Esto se debe a que toda obra será actuada en una dirección y sentido concreto, pese a no hacerse de la manera más eficiente. Por ello, esté o no la atención puesta en el objetivo ejecutivo, así como el tirador se presente en cualquier disposición anatómica, siempre será la intención de obrar aquello que orientará el foco con más facilidad. Es esto mismo, aquello que hace que cualquier presentación de la anatomía de un agente pueda ser entendida como válida, pues será la intención de la obra y la orientación de esta la que la validará y hará más o menos eficiente. La confluencia de los tres focos posibles, hará que el tirador esté idóneamente orientado según su intención de hacer frente a su opositor. Pese a resultar óptima la confluencia de todos los aspectos, cada uno de ellos, por separado y con independencia de otros, podrán dar lugar a una faz que haga entender al opositor paciente que el foco está en una orientación distinta a la realmente pretendida y configurada por el agente. Orientación direccional del foco: El foco habrá de tener una orientación clara para el usuario, con lo que permitirá la preparación de las obras, la acción de estas y la previsión certera de lo que acontecerá. No obstante, el foco quedará inevitablemente marcado y claro para el paciente opositor, lo que hará que la previsión de la obra agente y la defensa de esta puedan tener lugar. Por ello, la orientación del foco será una herramienta funcional por sí misma, con la que el agente pretenderá disponerse para obrar. “La orientación del foco será entendida como la dirección y sentido en la que se dispone la anatomía, la intención de obra y la atención de obra de un agente.” De forma estrictamente práctica y funcional, en unas condiciones virtualmente ideales, el foco será marcado y relativamente coincidente con la dirección del pie adelantado, o hábil en su defecto. Adicionalmente, foco y pie adelantado quedarán orientados al centro de masas del paciente y/o al objetivo ejecutivo del agente sobre el paciente. De esta manera, se obtendrá la coincidencia de la anatomía con la posibilidad de atender y obrar sobre un opositor. Será así que, desde un punto de vista práctico: “El foco determina la línea más eficiente en la que obrar e interaccionar con el opositor, que estará determinada y condicionada por la direccionalidad y sentido de la intención y por la configuración anatómica del agente, entre otros factores condicionantes.” El foco quedará fuertemente definido por la dirección del pie adelantado. Esto condicionará a las caderas, las orientará a para la obra y dará sentido y forma a la afirmación. Igualmente, si el usuario está dispuesto coherentemente, se acomodará el resto de la anatomía de este, potenciando la obra del arma en un sentido concreto, y estableciendo las líneas más eficientes para el desplazamiento sobre el plano inferior. Geométricamente, el cuerpo agente quedará preparado para la obra sobre el diámetro común y/o sobre el diámetro del objetivo ejecutivo, siendo estos las dos líneas más eficientes para ser tomadas como cateto real. Será por ello que cuando la rectitud y sencillez de un paciente quede adelante, el agente pondrá el foco sobre ella, coincidiendo la línea del foco agente con el diámetro común y con el diámetro común de la sencillez en una ejecutiva sobre la recta agente. “El foco agente deberá quedar orientado al paciente, por la vía en la que más eficiente sea la obra ejecutiva agente, que será donde la obra dispositiva estará justificada.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 259 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por otro lado, al poder orientarse el foco al objetivo ejecutivo, cabe la posibilidad de ser tentado y tentar con la posición de la sencillez. Esto se debe a que dicha sencillez será un objetivo ejecutivo recurrente. Será por ello que: - Cuando la sencillez agente esté adelante, el foco del paciente tenderá a coincidir con el centro de masas agente. - Cuando la sencillez agente esté a uno de los flancos, el foco del paciente tenderá a orientarse a dicho lado, permitiendo al agente triangular y obrar sin necesidad de desplazar su centro de masas. Así mismo, si el pie que esté orientado al foco no es el adelantado, se condicionará la obra subsiguiente en dirección y trazada, pues el cuerpo estará configurado en una orientación distinta a la óptima, no coincidente esta con el foco. Esto se podrá usar para preparar la obra o generar la obra consciente de medios compases, que potencien la guardia o proporcionen una mutación antagónica de mayor utilidad respecto a la intención. Por todo esto, el foco es el elemento del cual parte la medición y disposición de la geometría particular, pues toda ella habrá de estar orientada de manera coherente con la intención del individuo usuario. Esto también ayudará a hacer más sencilla la comprensión de la geometría y hace coincidir los nombres usados en su descripción con los parámetros observados y el léxico matemático. La orientación del foco y su jerarquía: Para maximizar la efectividad al orientar y reorientar el foco, habrá de seguir un orden lógico, pues será el método usado para obtener una rápida orientación del mismo, a la vez que se minimizan la expresión de dicha reorientación. Esto se llamará jerarquía de la orientación del foco. Jerarquía de la orientación del foco: “Orden óptimo en que los distintos elementos del foco se orientarán a donde se pretenda disponer el foco.” Será necesaria la orientación del foco únicamente con aquellos elementos o aspectos de este que faciliten el éxito de la obra, sin telegrafiar o dejar evidencia de las intenciones agentes. Por ello, la jerarquía ofrecerá una consecución de elementos a tener en cuenta ordenadamente, tanto psicológica como físicamente. Primero se orientarán los elementos del aspecto atendido del foco, concretamente será la atención aquello que se ubique en los puntos que se pretendan atender. De esta forma, será tan solo la discriminación psicológica del agente aquello que actuará, dejando así libre de cualquier expresión a la reorientación del foco. Igualmente, la orientación de la atención será el elemento más elemental para la orientación del foco, pues facilitará la adquisición de información del contexto, que será necesaria previamente a cualquier decisión y/o acción. Tras esto, será la percepción lo que se dirigirá al foco que se pretenda atender. El oído precisará de la correcta percepción del relieve acústico, y para ello, será necesaria la audición simultánea de ambos oídos. Esto facilitará la triangulación acústica y, por tanto, optimizará la medición y posicionamiento espacial. Para ello será necesaria la orientación de la cabeza al foco atendido, lo que será un testigo del susodicho aspecto del foco. Por otro lado, y como sentido más relevante en la percepción e interactuación humana, será necesaria la reorientación de la visión. Gracias a las escleróticas del ojo humano, la dirección del foco quedará muy clara en su aspecto atendido. No obstante, esto será un elemento susceptible de ser usado en contra del paciente, pues podrá dar lugar al engaño. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 260 - Una vez mutado y reorientado el aspecto atendido del foco, se reconfigurará el aspecto anatómico del mismo. Esto podrá tener distintas naturalezas, dada la disparidad y variedad posible en la guardia y antagonismo generada por un agente ante su paciente. No obstante, será la orientación del pie adelantado uno de los elementos más claros en la gestión del foco anatómico. Igualmente, la bisectriz de planta marcará una clara tendencia anatómica a la obra, concretamente en el desplazamiento generado o potencialmente generado en ella. Teniendo en cuenta todos los elementos del foco anteriormente mencionados, llega el momento de la orientación del objetivo ligado. Este elemento queda sujeto, en el subconsciente, a la atención y percepción. Se necesitará, por tanto, que no exista expresión alguna en la mirada al intercambiar el objetivo ejecutivo, pues será una clara señal de la intención de obra del agente hacia su oponente. Por último, será la dirección de la obra pretendida aquella que se orientará o reorientará al nuevo foco, quedando a merced de los elementos anteriores para magnificar su potencial de obra y su probabilidad de éxito. Este elemento último del foco, sin tener en cuenta la tensión intencional, no presentará ninguna expresión estrictamente necesaria. No obstante, será la óptima preparación de la obra la que tendrá implícitos todos los elementos del foco, que conseguirán engrandecer el potencial de dicha obra, y sin embargo, la harán ligeramente más predecible en su orientación y foco. Igualmente, la orientación del foco, y la reorientación de este, será notable en la continuación de una obra, pues quedará evidente cual es la línea seguida por este. Además un agente diestro y experto incluso podrá entrever la amplitud focal del paciente. Amplitud del campo focal: La orientación del foco, llamada orientación focal, tendrá una mayor o menor amplitud de campo focal dependiendo de la atención que tenga puesta el agente a elementos distintos a su objetivo ejecutivo. Esto determinará el ángulo con el que el foco se genera desde el paciente. “La amplitud focal será la anchura total del cono del foco, determinada por los elementos contenidos en la atención.” - A menor amplitud del campo focal, mayor precisión en la orientación del foco y menor atención al contexto. - A mayor amplitud del campo focal, mayor ambigüedad en la orientación del foco y mayor atención al contexto. Será por ello que: Amplitud mínima de campo focal: La amplitud de campo focal será mínima, cuando el agente solo tendrá su atención y disposición de obra orientada a su objetivo ejecutivo. En este caso, el tirador estará ajeno a aquello que le acontezca fuera de su percepción. Por ello, será necesario evitar la atención plena al objetivo ejecutivo, pues no tendrá utilidad dicha atención si se omiten los aspectos adyacentes que lo condicionan y conforman. Esta amplitud tan estrecha, será posiblemente advertida al ver a un tirador centrarse, con mirada y cuerpo, en un punto concreto de la anatomía de su opositor. Se podrá observar como sus ojos, cabeza y afirmación mutan siguiendo el movimiento de un punto concreto de la anatomía de su opositor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 261 -DE LA C AUSA TÉCNICA Igualmente, la amplitud de movimiento de la sencillez y de sus posiciones radiales irán disminuyendo conforme disminuye la amplitud del campo focal. En foco o enfocado: Se llamará estar en foco, foco nítido o enfocado, cuando la amplitud de campo focal esté exactamente ceñida a aquello que tendrá relevancia en la obra, tanto en su fase de preparación, de acción o continuación. Cuando el agente esté enfocado querrá decir que está plenamente orientado, espacial e intencionalmente, en sentido a su objetivo ejecutivo, teniendo en cuenta aquellos aspectos que influirán en la obra y en el éxito de esta. Dependiendo de la intención del agente, que podrá ser defensiva, dispositiva o ejecutiva, se podrá entender que el foco tendrá mayor o menor amplitud. Esto dará lugar a entender que: - La intención u obra ejecutiva podrá estar generada y sostenida en un foco de menor amplitud, pues la ejecución podrá ser proactiva para tener total control del medio en el momento de tener lugar. - La intención u obra dispositiva habrá de estar generada sobre un foco con una amplitud de campo mayor a la ejecutiva, en foco, pues tendrá una mayor relevancia el contexto y todos los aspectos condicionantes de agente y paciente. - La intención u obra defensiva será la que mayor amplitud de campo focal precisará, pues tendrá lugar en un momento en que cualquier elemento contextual, así como geométrico o anatómico será relevante para salvaguardar la integridad del agente defensor. Será por tanto, necesario, adaptar a la intención la amplitud de campo focal, y por tanto, del cono del foco, siendo inversamente proporcional dicha amplitud a la intención ejecutiva. Amplitud máxima de campo focal: Cuando la amplitud del campo focal sea máxima, el agente estará obrando con atención al total de los elementos que influyen en el asalto, en todo su perímetro y prevenido ante cualquier amenaza. Esto será un recurso esencial en el asalto en que intervengan potencialmente más de un opositor. Siendo así, se puede entender que ni la amplitud focal mínima ni máxima serán recursos operativos, pues decrecerán de forma dramática el potencial de obra del agente usuario. Por ello, la amplitud de campo focal habrá de usarse quedando adaptada para proporcionar atención a los elementos básicos que requieran la atención del agente y sobre los que no se pueda predecir, determinar su posición o actuar sin estar orientado a ellos. Para que el foco se mantenga en una dirección concreta, permitiendo la preparación de la obra, el usuario deberá inhibir los estímulos periféricos y/o externos. Esta capacidad será llamada inhibición lateral y reflejará la capacidad de un tirador para concentrar su atención en un punto, dirección u objeto concreto. ———— - 263 - Subdivisión teórica de la anatomía TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 265 -DE LA C AUSA TÉCNICA Blossen: Para la correcta concepción y uso teórico de la geometría, es preciso hacer una división de agente y paciente con la que entender la disposición de sus anatomías en el espacio, según las circunstancias. Además, deberá permitir conjugar los datos obtenidos para dar lugar a una obra agente coherente con la intención, así como con la disposición y forma adoptada de la anatomía de cada uno. Esto dotará al usuario de una serie de reglas con las que elegir la ubicación más optima de sus objetivos ejecutivos, teniendo en cuenta su intención, así como de poder conjugarlos con la geometría que le aplicará a su propio cuerpo. Para el cumplimiento de la función de distinción anatómica y para comprender la posición del conjunto anatómico de un tirador, existirán los blossen: Blossen: “Un blossen es cada uno de los cuartos resultantes de la subdivisión del cuerpo, sobre el plano de proyección vertical, por medio la disposición de un eje de coordenadas sobre el centro de masas del individuo medido.” Los blossen tienen función de universalizar la percepción geométrica y anatómica de un sujeto, dejando al margen puntualizaciones confusas o equivocas, haciendo independiente la subdivisión de cualquier percepción particular y parcial, como diestra, siniestra, arriba o abajo. “El concepto de blossen será la unión entre la geometría y la anatomía, que permitirá la localización precisa de órganos determinados en el entorno virtual geométrico.” Será de esta forma que un individuo quedará subdivido en cuatro partes, bidimensionalmente y sobre la proyección vertical, respondiendo cada una de ellas a una sección del plano vertical. Las líneas rectas que dividen teóricamente al paciente se cortarán en total perpendicularidad justo en el centro de masas original de este. Rectas de blossen: “Las rectas de blossen son dos líneas rectas perpendiculares entre sí que cruzan al individuo por los ejes X e Y, teniendo como intersección y configurando el centro de masas de este.” Recta vertical de blossen: “Línea recta que cruza al individuo por el eje Y pasando por su centro de masas.” La recta vertical habrá de ser diferenciada de la línea vertical, pues la recta de blossen seguirá la anatomía del cuerpo adaptándose a ella. Concretamente, la recta de blossen pasará por todas la mediatrices de los segmentos, por el punto coronal y por el eje de la sencillez, moldeando con ello el plano sagital emergente del blossen y adaptándolo a su organización real en el espacio que es dependiente de la disposición anatómica del sujeto medido. Su extensión virtual en el eje Z dará lugar al plano sagital. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 266 - Recta horizontal de blossen: “Línea recta que cruza al individuo por el eje X pasando por su centro de masas.” Su extensión virtual en el eje Z dará lugar al plano medio, siempre que no esté el centro de masas situado fuera de la anatomía del sujeto medido. Esta recta de blossen podrá ser llamada línea de las caderas y delimitará la unión de estas, de forma virtual, para generar las lógicas de estudio de la tracción y afirmación, así como para facilitar la adaptación de la configuración de los blossen a la postura del sujeto medido. Esta recta horizontal, será variada en su orientación en relación a la posición de las caderas del sujeto medido, por ello, no podrá ser comprendida como similar al plano medio, pues este será estático en el espacio partiendo del centro de masas, mientras que la recta horizontal se adaptará a la ubicación del segmento de las caderas. Eje de blossen: “Confluencia entre la recta vertical y horizontal de blossen.” Este elemento geométrico con base en los blossen, coincidirá en condiciones naturales con la mediatriz media, y por tanto, configurará una imagen estática de la posición del centro de masas, para ser usada cuando el individuo esté en una configuración anatómica distinta a la natural. El centro de masas, en una afirmación erigida y sobre una guardia impasible, quedará muy ligeramente por encima del plano medio, concretamente a la altura de la fosa iliaca y ligeramente desplazado en dirección al frente del individuo medido, coincidiendo con el punto medio de la espina iliaca anteroinferior. Por ello, normalmente, en la presentación de una guardia activa con una afirmación adaptada a un contexto operativo, el centro de masas coincidirá plenamente con el plano medio y con la mediatriz media, y por tanto, será fácilmente identificable el punto de confluencia entre blossen. Se podrá entender, en un contexto estrictamente funcional, que las rectas de blossen coincidirán con la extensión cartesiana del plano sagital y el plano medio. “Los blossen tenderán a coincidir con la subdivisión estrictamente geométrica del individuo, pese a tener la posibilidad de adaptarse a la anatomía de este.” Este fenómeno, hará que el centro del blossen sea dinámico, adaptándose a la diferencia en la ubicación del centro de masas causada por la configuración de estas por parte del medio y como producto de su movimiento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 267 -DE LA C AUSA TÉCNICA División cartesiana de los blossen: Blossen 1: Toda la parte del sujeto cubierta por las coordenadas “-X” e “Y”. Estará delimitado por el plano superior, la recta vertical de blossen y la recta horizontal de blossen del lado diestro del sujeto medido. Del blossen 1 parte la musculatura de acción directa del arma y la rectitud normalmente hábil. Blossen 2: Toda la parte del sujeto cubierta por las coordenadas “X” e “Y”. Estará delimitado por el plano superior, la recta vertical de blossen y la recta horizontal de blossen del lado siniestro del sujeto. Blossen 3: Toda la parte del sujeto cubierta por las coordenadas “-X” y “-Y”. Estará delimitado por la recta vertical de blossen, la recta genual y la recta horizontal de blossen del lado diestro del sujeto medido. Blossen 4: Toda la parte del sujeto cubierta por las coordenadas “X” y “-Y”. Estará delimitado por la recta vertical de blossen, la recta genual y la recta horizontal de blossen del lado siniestro del sujeto medido. Los blossen serán medidos idealmente sobre la coincidencia del diámetro común y el foco del sujeto medido. Así pues, serán independientes del lado hábil del individuo que se mida, pues son geometría asociada a la distribución anatómica que facilita la identificación de objetivos ejecutivos por su valor respecto al potencial de obra. “Los blossen son medidos de manera universal, sin apelar a la lateralidad hábil o armada, pues tendrán la función de concretar la anatomía que no la geometría del asalto.” Los blossen tan serán más eficientemente aplicados a los objetivos ejecutivos sobre cabeza y torso, pues en cualquier otra distancia de medio, los blossen se deformarán adaptándose al volumen del individuo y perdiendo su estricta función geométrica. “Los blossen serán usados para la subdivisión de la anatomía del cuerpo del sujeto, pues la sencillez de este, en la práctica, será un elemento independiente.” Así pues, los blossen 3 y 4 perderán importancia frente al 1 y 2, que poseerán mayor superficie corporal y una mayor importancia para el soporte vital del sujeto por su contenido anatómico. Se concluye que: “Los blossen son un sistema de subdivisión del sujeto que se adapta a la anatomía y configuración dinámica de esta.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 268 - Subdivisión de los blossen: La subdivisión de los blossen se llevará a cabo por la aplicación dinámica sobre las rectas de blossen de las rectas laterales, colaterales, solar, genual y mesofemoral. Esta subdivisión será siempre orientativa, pues las referencias estáticas darán resultados dinámicos, condicionados a la anatomía y a la configuración motora y anatómica del sujeto medido. Rectas laterales: Serán aquellas líneas verticales, a diestra y siniestra, extendidas por el eje Y, paralelas en toda su extensión a la recta vertical de blossen, que dividirán al sujeto verticalmente desde los hombros. Coincidirán perpendicularmente con el plano superior justo en el acromio. Estas líneas están dispuestas de forma que dividen al individuo, independientemente de su anatomía, y con ello delimitan objetivamente la extensión inicialmente infinita del blossen al que pertenezcan. Las rectas laterales tomarán su nombre del lado hábil o no hábil en que existan. Las rectas laterales de un paciente, en su proyección sobre el plano vertical conformarán la referencia más clara del ancho de la silueta de un tirador medido. Así mismo, marcarán el límite del que la punta hoja agente no deberá salir, pues serán una referencia para entender a partir de donde el arma agente pierde funcionalidad. Esto ha de entenderse como un recurso virtual para comprender hasta donde será funcional alejar del diámetro común la punta del arma propia. Rectas colaterales: Las rectas colaterales son unas líneas verticales que, extendidas por el eje Y, dividen al sujeto verticalmente, pasando justo por el punto central entre la recta vertical de blossen y la recta lateral del mismo lado, quedando paralelas a ellas, a diestra y siniestra. Anatómicamente, la posición de estas rectas no tendrá una referencia absoluta, pues la división será estrictamente teórica y no podría coincidir con la disparidad de los sujetos a los que puede ser aplicada. No obstante, el punto natural en que se generaría el corte perpendicular de una recta colateral con el plano superior sería el comienzo proximal del surco subclavio de la clavícula, teniendo en cuenta la proporción de un cuerpo humano estándar. Sobre las rectas colaterales será donde se pueda ligar el objetivo ejecutivo más eficiente del torax de un opositor, pues los efectos figurados del arma láser generarán un gran valor en la ejecutiva, en caso del éxito de esta. Recta de los hombros: La recta de los hombros será aquella denominación dada a la línea de los hombros, para dar lugar a su entendimiento, así como apelar a ella, desde el punto de vista de la subdivisión anatómica. Por ende, al igual que la línea de los hombros, resulta ser la línea que une ambos hombros del sujeto estudiado, concretamente uniendo los acromios derecho e izquierdo, de la que con su extensión sobre los ejes X y Z se genera el plano superior. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 269 -DE LA C AUSA TÉCNICA Recta solar: Línea recta que en su extensión sobre el eje X divide al sujeto horizontalemente justo por el centro entre el plano superior y la recta horizontal de blossen, quedando paralela a estas y dividiendo los blossen 1 y 2 en partes superiores e inferiores. El punto de la anatomía por el que cruzará la recta solar sobre la recta vertical de blossen será ligeramente distinto en cada sujeto medido. Esto se deberá a la altura variable de los individuos y a la proporción anatómica cambiante. Se puede hacer un cálculo orientativo y presumir el cruce de la recta solar con la vertical de blossen aledaño y ligeramente inferior al apéndice xifoides, quedando así marcado el centro vertical de los blossen 1 y 2. Recta genual: Línea recta que en su extensión por el eje X, inicialmente paralela a la recta horizontal de blossen, divide al sujeto horizontalmente pasando por ambas rodillas de este, concretamente por su rótula. Esto dejará limitados los blossen 3 y 4 en su extensión hacia el plano inferior. La recta genual se obtendrá de unir ambas rótulas de un individuo. Es por ello que el paralelismo con la recta horizontal de blossen será teórico y partiendo de una disposición totalmente simétrica del cuerpo del sujeto medido. Esta recta genual se puede tener en cuenta como la unión de las velas de la tracción. Recta mesofemoral: Línea recta, inicialmente paralela a la recta horizontal, que dividirá virtualmente al sujeto pasando por ambos límites proximales de los tercios mediales femorales de este. Esto dará lugar a la sección y división de los blossen 3 y 4. La herida generada sobre la recta mesofemoral, en la que se tengan en cuenta los efectos figurados del arma láser, generará una lesión de considerable gravedad, pues se verá afectada inevitablemente la arteria femoral profunda del paciente. Cuadrantes de blossen: La subdivisión de cada uno de los blossen dará lugar a unos cuadrantes interiores, partiendo cada blossen en cuatro. Esto dará lugar a unos rectángulos con un área aproximada de un cuarto del área del blossen en su proyección vertical. “Cada cuadrante de blossen será la sección concreta de este que facilitará la localización precisa de órganos y potenciales objetivos ejecutivos.” Cada uno de los cuadrantes recibirá su nombre haciendo mención al blossen al que pertenezcan y a una letra que hará referencia de su posición dentro de él. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 270 - La denominación específica de los cuadrantes de blossen será: A: Que hará mención al cuadrante superior diestro de un blossen concreto, respecto a la perspectiva subjetiva del sujeto medido. B: Que hará mención al cuadrante superior siniestro de un blossen concreto, respecto a la perspectiva subjetiva del sujeto medido. C: Que hará mención al cuadrante inferior diestro de un blossen concreto, respecto a la perspectiva subjetiva del sujeto medido. D: Que hará mención al cuadrante inferior siniestro de un blossen concreto, respecto a la perspectiva subjetiva del sujeto medido. De esta forma se podrá nombrar el “blossen 1, cuadrante B”, que sintetizado quedará como “blossen 1B”, que en caso del capital será “CB”, siendo “C” la denominación propia de dicho blossen capital. La existencia de estos cuadrantes estará justificada por la necesidad de estudiar pormenorizadamente la geometría necesaria para la obra eficiente con un objetivo ejecutivo más allá en el medio de la sencillez paciente, así como para comprender las implicaciones y aplicaciones de las líneas de entrada al blossen, en cada una de sus posibilidades. Atendiendo a la distribución próximo-distal de los cuadrantes, estos generarán una categorización distinta a la original ofrecida por sus blossen. Cuadrantes centrales: Aquellos proximales al centro de masas del sujeto medido. Cuadrantes perimetrales: Aquellos que están distales al centro de masas del sujeto medido. Serán los cuadrantes centrales aquellos que ganarán potencial de obra respecto a la importancia de la lesión posible. Y, por tanto, serán aquellos blossen perimetrales los que ostentarán un menor potencial de obra, al albergar anatomía distal que tiene una relevancia menor en el sostenimiento de las constantes vitales. Caso aparte será el blossen capital, que independientemente del cuadrante donde se efectúe la ejecución, esta será considerada como letal. No obstante, si el contacto con la hoja se genera en primer lugar en el cuadrante CA y/o CB, la ejecución ganará la denominación de capital. Por otro lado, cuando el contacto se genera inicialmente en el cuadrante CC y/o CD, será considerado como una ejecución de detroncación, debido a la clara y obvia posibilidad de que seccionar la zona cervical de la médula espinal y el resto de los elementos funcionales encontrados en el cuello. Blossen capital: “El blossen capital es aquel que tiene como fin albergar la extremidad cefálica del sujeto medido, proporcionando una geometría adicional y complementaria a la de los blossen naturales que se centran en la medición del torso.” Estará descrito, desde el plano superior hasta el plano coronal, mientras que por los lados quedará limitado por la extensión recta en sentido capital de las líneas colaterales. Su subdivisión se hará por medio del plano sagital y el plano de la visión del sujeto medido, concretamente en el punto en que se genera el origen de este, la línea de unión interpupilar de los ojos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 271 -DE LA C AUSA TÉCNICA La anatomía de los blossen: Cada uno de los blossen alberga un área distinta del cuerpo del sujeto medido, que da lugar a un volumen definido por sus límites. Esto facilita que puedan quedar sobreentendidos los órganos y partes del cuerpo que están contenidas en la concepción más básica de la subdivisión, ligada a su descripción sobre una afirmación erguida y/o erigida, pues en otra disposición del cuerpo, la geometría y anatomía interna puede ser alterada, en mayor o menor medida, y con ello, la parte del individuo perteneciente a cada blossen. De esta manera, los blossen han de ser estudiados con detenimiento, pues la importancia de cada uno de ellos y su valor como objetivo ejecutivo dependerá de la intención del agente que pretenda la acción y obra sobre ellos. “Dado el potencial lesivo figurado de un arma láser, la herida a cualquier blossen adquirirá una relevancia superlativa, siendo posible la hipotética inhabilitación total del paciente debido a los efectos termodinámicos derivados del contacto entre hoja y cuerpo.” En consecuencia, el potencial de una obra dirigida a un blossen concreto se verá elevado o disminuido por la gravedad de la lesión figurada generada sobre el individuo medido, y tendrá naturaleza distinta dependiendo de la zona donde conecte la hoja con el cuerpo. En el plano literal, el conocimiento y aplicación de los conocimientos anatómicos asociados a la geometría dotarán al tirador de la posibilidad de castigar a un paciente, lesionándolo y/o reduciendo su operatividad de manera puntual o perpetua. Por ende, será sujeto de estudio la anatomía contenida en cada uno de los blossen, así como la geometría ofrecida por ellos y sus subdivisiones, guiando al usuario hasta una comprensión más profunda de la obra pretendida, tanto en el plano figurado como en el literal. Cada uno de los blossen estará siempre, en su dimensión y ubicación, sujeto a la configuración anatómica del sujeto medido. Por ende, el área cubierta por cada uno de estos puede ser variable en amplitud y forma. Además de esto, en un estado fundamental y sobre un sujeto anatómicamente estándar, los blossen no tendrán igual dimensión entre ellos, teniendo ligeras diferencias para su correcta adaptación a la anatomía contenida. Anatomía de alta importancia ejecutiva, figurada y literal, contenida en cada uno de los cuadrantes de blossen, en orden desde el exterior al interior: Blossen 1, cuadrante A: - Deltoides diestro. - Mamas. - Costillas I, II, III, IV, V y VI en su parte dorsal. - Inserción humeral del pectoral mayor. - Volumen distal del pectoral mayor. - Pectoral menor. - Parte medial y proximal del húmero. - Articulación del hombro. - Vena y arterias axilares. Blossen 1, cuadrante B: - Volumen principal del pectoral mayor - Musculatura intercostal - Costillas I, II, III, IV, V y VI en su parte ventral - Cartílago costal - Esternón - Sección dorsal de la columna vertebral - Tráquea - Vena braquiocefálica - Vena cava superior - Aurícula derecha del corazón - Pulmón diestro - Timo - Esófago Blossen 1, cuadrante C: - Abdominales oblicuos, externos e internos - Abdominales transversos - Costilla VII, VIII, IX y X en su parte dorsal - Extensión inferior de la pleura - Hígado en su parte más distal - Colon ascendente Blossen 1, cuadrante D: - Abdominales rectos - Abdominales transversos - Diafragma - Sección lumbar de la columna vertebral - Extensión inferior de la pleura - Hígado - Páncreas - Estomago pilórico - Vena cava - Colon transverso - Íleon - Riñón TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 272 - Blossen 2, cuadrante A: - Volumen principal del pectoral mayor - Musculatura intercostal - Costillas I, II, III, IV, V y VI en su parte ventral - Cartílago costal - Esternón - Sección dorsal de la columna vertebral - Tráquea - Arteria aorta, en su sección ascendiente y descendiente - Vena braquiocefálica - Arteria subclavia - Volumen principal del corazón - Pulmón siniestro - Timo - Esófago Blossen 2, cuadrante B: - Deltoides siniestro - Mamas - Costillas I, II, III, IV, V y VI en su parte dorsal - Inserción humeral del pectoral mayor - Volumen distal del pectoral mayor - Pectoral menor - Parte medial y proximal del húmero - Articulación del hombro - Vena y arterias axilares Blossen 2, cuadrante C: - Abdominales rectos - Abdominales transversos - Diafragma - Sección lumbar de la columna vertebral - Extensión inferior de la pleura - Hígado - Páncreas - Volumen principal del estómago - Vena cava - Arteria aorta en su sección abdominal. - Colon transverso - Íleon - Riñón Blossen 2, cuadrante D: - Abdominales oblicuos, externos e internos - Abdominales transversos - Costillas VII, VIII, IX y X en su parte dorsal - Extensión inferior de la pleura - Hígado en su parte más distal - Colon descendiente - Yeyuno - Bazo Blossen 3, cuadrante A: - Tensor de la fascia lata - Glúteos - Tercio proximal del fémur - Vasto lateral - Bíceps femoral - Recto femoral - Iliaco - Cresta iliaca Blossen 3, cuadrante B: - Abdominales rectos - Abdominales transversales - Abdominales internos oblicuos - Piramidal - Abductor largo - Psoas mayor y menor - Fémur - Articulación de la cadera - Pelvis - Genitales - Recto - Artería y vena iliacas - Plexo nervioso sacral - Nervio ciático Blossen 3, cuadrante C: - Parte distal del cuadriceps femoral - Bíceps femoral Blossen 3, cuadrante D: - Sartorio - Arteria y vena femoral - Tercio distal del fermur Blossen 4, cuadrante A: - Abdominales rectos - Abdominales transversales - Abdominales internos oblicuos - Piramidal - Abductor largo - Psoas mayor y menor - Fémur - Articulación de la cadera - Pelvis - Genitales - Recto - Artería y vena iliacas - Plexo nervioso sacral - Nervio ciático TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 273 -DE LA C AUSA TÉCNICA Blossen 4, cuadrante B: - Tensor de la fascia lata - Glúteos - Tercio proximal del fémur - Vasto lateral - Bíceps femoral - Recto femoral - Iliaco - Cresta iliaca Blossen 4, cuadrante C: - Sartorio - Arteria y vena femoral - Tercio distal del fermur Blossen 4, cuadrante D: - Parte distal del cuadriceps femoral - Bíceps femoral El blossen Capital, será único y estará subdividido de la misma manera que cada uno de los blossen del torso: Blossen capital, cuadrante A: - Hemisferio derecho del cerebro Blossen capital, cuadrante B: - Hemisferio izquierdo del cerebro Blossen capital, cuadrante C: - Zona maxilofacial derecha - Sección derecha del cuello Blossen capital, cuadrante D: - Zona maxilofacial izquierda - Sección izquierda del cuello Punto de parada solar. El máximo potencial figurado de una obra, al margen de la ejecución capital y supresión total, será el obtenido con la acción ejecutiva que incluya en la trazada la conjunción entre el blossen 1B y 2A como objetivo ejecutivo, directo o indirecto. Esto es debido a ser el punto de la geometría de un individuo, donde confluyen puntos clave para el mantenimiento de las constantes de un ser humano como son el corazón, la tráquea, el esófago, la columna vertebral a una altura clave y el resto de tejidos asociados a el correcto funcionamiento del sistema nervioso, cardiovascular y respiratorio. Esto recibe su nombre y determinación por ser el punto de la anatomía del tronco donde mayor capacidad tiene una lesión figurada de un arma láser de inhabilitar y hacer baja a un individuo, así como de llevarse a cabo en el menor tiempo posible. Gracias a una estocada suficientemente profunda se interrumpiría la continuidad nerviosa de la médula espinal. No solamente se vería malograda la capacidad de mantener las constantes, sino la propia acción refleja cardiaca y motora más elemental, a partir de la cuarta vértebra dorsal. ———— - 275 - Subdivisión de los eventos TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 277 -DE LA C AUSA TÉCNICA El tiempo como elemento de ventaja: La Esgrima Láser, para aumentar su eficiencia, pone el foco en la obra a tiempo. Esto da lugar a una ventaja táctica agente notable sobre la vulnerabilidad implícita en la acción paciente que se está llevando a cabo. Al ser pretendida una acción agente sobre la obra del paciente, se conseguirá la imposibilidad de este de evitar el desenlace, quizás ejecutivo, de la frase de armas agente formulada. “El agente teniendo estando prevenido, idealmente obrará a tiempo del paciente, impidiendo que este pueda tener alternativa a lo acontecido.” Para ello, se precisa tener un pleno control previo sobre la intención paciente, así como la lectura de sus intenciones. Si esto es posible, se podrá prever su acción y obra, entender sus implicaciones y obrar en el mismo instante en que él está inmerso en una fracción temporal donde no existe alteración posible, y de existir, podrá fácilmente ser prevista. “Al obrar a tiempo el agente, el paciente no podrá transferir el medio, pues ya estará inmerso en las fuerzas implícitas de su propia obra.” La obra a tiempo se basará y sustentará en la constante obra dispositiva, para así mantener al paciente en desventaja, haciendo que cuando obre sus posibilidades de éxito sobre el agente sean mínimas. “Mantener una intención dispositiva hará que el paciente esté en constante desventaja, impidiendo que su obra tenga más posibilidades de éxito que la obra y respuesta a tiempo del agente.” Pese a ser la láser una esgrima que aprovecha las implicaciones temporales del unísono, no excluye la obra antes y a tras tiempo, pues cada una de estos momentos tienen su aplicación más allá del control pleno de la frase de armas. - Se obrará antes de tiempo aquello que sea ofensivo y proactivo. - Se obrará a tiempo aquello que pretenda transferir el medio. - Se obrará a trastiempo aquello que pretenda aprovechar el error geométrico del paciente. Por otro lado, la necesidad de aplicar la dimensión temporal a todo cuando ocurra y la obligatoria aplicación de la dinámica a cada uno de los factores intervinientes, debido a la inexistencia de sujeción estática de la hoja opositora, dará lugar a que los tiempos se desdibujen y se entremezclen, hasta resultar eventualmente difícilmente diferenciables, llegando a destilarse una entropía característica de la esgrima emergente de las armas láser. Es preciso aclarar que: - Antes de tiempo no se tiene control preciso de la obra paciente. - A tras tiempo, queda expuesto el medio a la apropiación del paciente. - Será, de esta forma, la obra a tiempo aquella que esté actuada justo en el momento en que el control sea máximo y la exposición mínima. Por ende: “La obra de mayor eficiencia será aquella que tenga lugar en el tiempo óptimo, que coincidirá justo con la acción paciente que se pretenda tener como referencia.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 278 - Por ello, ante la vulnerabilidad de la mano armada, el tiempo actuará como una dimensión más sobre la que obrar, haciendo que cada acción sea dependiente de las condiciones exactas del paciente, que con el tiempo cambiarán y sobre las que habrá que responder de manera constante para salvaguardar la intención propia, dentro de un medio proporcional. De esta manera: “El tiempo se presenta como un elemento capaz de generar ventaja, siempre y cuando sea más rápida la reacción agente que la acción paciente.” Es preciso entender que hay ciertas obras, que para que tengan éxito, resulta crucial obrar en un momento concreto de la obra o acción paciente. Esto es así gracias a que la hoja agente tendrá que estar en una configuración concreta respecto a la paciente, o que las fuerzas implícitas deberán estar desarrolladas hasta un punto concreto. De esa manera, como ejemplo ilustrativo, una oclusión dinámica radial no podrá obrarse justo en el momento en que el paciente comienza a encordar, ni tampoco cuando el encordado ya esté muy desarrollado. En el primer caso, al obrar justo a tiempo, la oclusión hará que el encordado paciente se aborte. En el segundo, ocluyendo tarde pese a seguir siendo a tiempo, o no se impedirá que la punta de la hoja paciente llegue a la sencillez del agente. “Dentro de cada posibilidad temporal se podrá obrar de manera prematura u obsoleta, haciendo que una obra agente pierda potencial por no estar en perfecta conjugación temporal con la obra del opositor paciente.” Igualmente y de manera paralela, resulta indispensable para el esgrimista, reconocer su posición, no solo en el espacio, también sobre la dimensión temporal. Es por esto que todo lo acontecido entre que un individuo conoce de la intención antagonista de otro y que el conflicto ha alcanzado su fin, está subdividido en partículas temporales. Estas hacen referencia a porciones mayores o menores de tiempo donde tienen lugar los eventos, respondiendo las circunstancias posibles a la misma escala que la partícula en la que tendrían lugar. Iniciativa: La iniciativa es el factor que dispone a la intención para determinar el momento en que obrar, y con la que se dará comienzo al asalto, al grado y a la propia frase, ya sea por parte del agente, del paciente o por ambos al unísono. Esta iniciativa habrá de ser sostenida, participando esto del control y propiedad del medio, haciendo más sencillo ser quién configura la naturaleza de este, que ser quién se adapta a estos patrones ya impuestos. “La iniciativa será un factor a mantener por el agente, permitiendo la sorpresa, la obra proactiva, la respuesta a tiempo o, incluso ser cedida la posibilidad de obra buscando el error en la obra paciente.” Así pues, se asocian una serie elementos a la preparación de la obra, dependiendo de la intención, para mantener la iniciativa: Con intención ejecutiva: La iniciativa, en la intención ejecutiva, será sostenida en la pretensión de herir antes de tiempo. Con intención dispositiva: La iniciativa, en la intención dispositiva, será mantenida al de obrar antes de tiempo una disposición de la hoja propia, que anule la potencia de TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 279 -DE LA C AUSA TÉCNICA herir u obrar del opositor, quedando este expuesto en caso de insistir en su empeño. Esto dará lugar a que se mantenga una cadencia de obra que siempre responda dispositivamente a cada una de las pretensiones del paciente. Con intención defensiva: La iniciativa, en la intención defensiva, será mantenida al obrar antes de tiempo o a tiempo para impedir obra alguna sobre uno mismo. De esta forma, cada uno de los tiempos en los que poder obrar, dentro de una frase de armas, quedarán definidos por unas condiciones concretas, que dictarán la viabilidad y potencial añadido a la obra por la optimización del tiempo en que se lleva a cabo. Antes de tiempo: “La obra antes de tiempo del agente, será aquella llevada a cabo previamente a existir una obra paciente que condicione directamente lo pretendido.” Antes de tiempo, será necesario obrar proactivamente sin esperar a la reacción del opositor, mas previniéndola, de forma aparentemente sorpresiva, para que la obra resulte inesperada. Cosa que determinará la viabilidad o inviabilidad de la respuesta paciente. Será importante no mostrar preparación de obra alguna más allá del antagonismo de la guardia presentada, esencial para poder mantener la seguridad propia. Así pues, resultará interesante sobre algunas guardias, obrar y actuar el arma desde ubicaciones que no sea del todo evidentes en dicha presentación de guardia. No obstante, cabe remarcar que al obrar con el arma posicionada en lugares no eficientes, se retrasará la acción y hará que pierda elegancia. Para mantener la iniciativa antes de tiempo, resultará crucial no automimponerse límite alguno en la energía impuesta al arma, pues la velocidad con la que la hoja transitará por el espacio será determinante para obtener el éxito de la ejecución. De lo contrario, la limitación voluntaria de la fuerza podrá significar la dilatación temporal de la ejecutiva, y con ello, abrir la potencia de obrar a tiempo o tras tiempo del paciente. La obra antes de tiempo habrá de ser capaz de sostener una continuación de la obra, haciendo necesaria la preservación de la energía y la optimización geométrica, que permitan la seguridad ante el fracaso de la acción y obra agente. A tiempo: “La obra a tiempo del agente será aquella llevada a cabo durante la obra paciente, asumiendo que esta podrá ser más temprana o tardía, existiendo diferencias en el resultado.” La obra a tiempo tendrá que ser generada por la predicción paciente, así pues, precisará de la observación de este y la posterior reacción precisa de agente ante los testigos de intención de la obra opositora. Así mismo, hasta el momento de obrar, será óptimo mostrar una faz débil y sumisa ante el paciente, pues esto le inducirá inconscientemente a establecer unos límites que marcarán su obra, ajustándola a un contexto en el que no percibe una amenaza determinante. Facilitará esto la obra a tiempo, la previsión de esta y el total control de la hoja paciente por una hoja agente muy superior en su fuerza implícita. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 280 - Siempre se ha de tener prevista una respuesta a la obra paciente, que contenga una intención ejecutiva, que facilitará tanto el éxito y fin del asalto, como la continuación de la obra en una clara ventaja táctica. A tras tiempo: “La obra a tras tiempo del agente será aquella que esté actuada una vez sea finalizada la obra paciente sobre la que tiene lugar, ya sea habiendo culminado la geometría pretendida paciente, estando cercana dicha culminación o tras el fracaso la obra paciente.” Se necesitará más fuerza implícita en la acción del arma para poder trabajar con la inercia propia y aquella contenida en la hoja paciente, que de obrar según a las premisas óptimas de la obra antes de tiempo, tendrá una energía superlativa. Si la obra paciente es prevista, se obrará con calma, sin precipitarse, pues de lo contrario se expondrá la obra propia pretendida y se facilitará la respuesta o rectificación del paciente. No obstante, se minimizará en lo posible la evolución de la obra del paciente, reparando esta en las primeras acciones que lleve a cabo, manteniendo el control agente e impidiendo que se alcance un estado de la obra paciente en la que le sea posible su rectificación y aborto. Si la obra paciente es imprevista, se obrará a tras tiempo de la manera más ejecutiva posible, pues habrá un lapso de tiempo entre la obra antes de tiempo del paciente y la obra a tras tiempo del agente, que posibilitará una reacción paciente y una nueva obra ejecutiva. Cuando se pretende la obra ejecutiva a trastiempo hay que entender que ha de ser única, entendiéndose como un lance que dará fin a la frase de armas, tenga éxito o no, impidiendo que el paciente pueda aprovechar la iniciativa que la situación comprometida del agente le cederá. Cuando una obra ejecutiva agente fracase, dicho agente quedará expuesto, en mayor o menor medida, cediendo la iniciativa al paciente. La guardia del agente que ha obrado así como su disposición quedarán comprometidas, pues no tendrán función óptima, perdiendo la potencia de obra y aumentando la eficiencia de la posible respuesta del paciente. Es por ello que la obra ejecutiva que se lleve a cabo tendrá que prevenir su posible fracaso, dando lugar a una configuración anatómica y geométrica del agente y del medio que permitan mantener la seguridad para dicho agente a trastiempo. Contacto: “El contacto resulta ser la mayor de las partículas temporales, aquella que engloba todo lo ocurrido durante un encuentro entre dos tiradores.” El contacto es el momento que engloba todo lo que sucede mientras dos o más individuos son conscientes de la oposición, potencial o tangible, de otros que estén dentro de un medio que les habilite a la interacción. El contacto se extenderá desde el momento en que se conoce de la oposición armada y acabará en el momento en que todos los implicados cesen en su intención ejecutiva. “El contacto es la partícula temporal que recoge todo lo ocurrido mientras la oposición es posible.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 281 -DE LA C AUSA TÉCNICA En el contacto estará compuesto aquello previo a los asaltos, que de manera estratégica, táctica, esgrimística o dialéctica, configurarán la totalidad y resultado de dicho encuentro. Durante esta partícula de tiempo, tendrán lugar acontecimientos previos al desarrollo esgrimístico del conflicto y/o asalto, así pues, serán estos de extrema utilidad para el estudio psicológico de la intención del opositor o antagonista. El contacto se podrá dilatar tanto como sea conveniente, por medio de las herramientas oportunas, retrasando el momento del asalto, haciendo así posible una profundización en el estudio del paciente, y por ende, preparando y acomodando el modus operandi táctico dentro del asalto, maximizando con ello las posibilidades de éxito dentro de él. “En el contacto sucederán cosas ajenas al asalto y previas a él, que podrán ser usadas para hacer un estudio del contexto y de la oposición.” Por todo ello, antes de llegar al asalto, el contacto habrá de extenderse tanto como el agente precise, pues esto ofrecerá tiempo para que el agente pueda obtener información del opositor, maximizando la adquisición del conocimiento en un proceso y contexto que insta al agente a focalizar su esfuerzo en su desarrollo. “El agente deberá de extender tanto como estime necesario el contacto, previamente al asalto, aumentando la información que potencialmente podrá obtener de su oposición.” Así pues, para el dominio del contacto en su totalidad, y particularmente de los elementos encontrados en él que son ajenos a la esgrima, habrá de poseerse un conocimiento y control profundo de las disciplinas adyacentes, pues será ahí que tendrán una mayor relevancia directa. Por ende: “El contacto, al englobar todo lo posiblemente acontecido, es la escala de tiempo donde mayor posibilidad de maniobra se tiene para evitar el conflicto y/o su resolución armada. Así mismo, circunscribirá el conjunto de elementos sobre los que reparar para realizar un aprendizaje eficiente e integral.” Asalto: “El asalto es la partícula temporal usada en duelo en la que está contenido todo aquello que acontece entre que un tirador desensaya y el último recibe un tocado. También y de un modo informal se puede dominar así, dentro de un sparring, a un conjunto de frases de armas entre el comienzo de las mismas y el tocado.” El asalto se extenderá desde el momento en que las armas son usadas por uno de los implicados y hasta que el último de ellos es inhabilitado o tocado. “El asalto comienza con la introducción de la primera hoja en el medio y concluye al quedar la oposición suprimida, inhabilitada o abatida.” El asalto responde a describir aquello que tiene lugar en el intervalo de tiempo en que las armas están presentes dentro de la intención y obra de uno de los tiradores. Así pues, el asalto tendrá lugar y dará fin de maneras distintas, dependiendo del contexto de intervención: Asalto de duelo: Aquel asalto formal, contenido dentro de una sucesión de estos que conformarán el duelo, que está comprendido entre que el Juez da luz y una hoja tiene contacto con el cuerpo de uno de los implicados. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 282 - Asalto de sparring: Este asalto será totalmente informal y tendrá valor únicamente como recurso docente, pedagógico e instruccional. Por ello, el comienzo de este quedará solo definido por la intención de los implicados, de usar las armas en oposición. El final, por su parte, quedará configurado por lo estipulado entre los usuarios, y por tanto, quedará a priori indefinido. Será su elasticidad temporal y la permisividad respecto a la reglamentación del duelo, aquello que lo convertirá en una partícula temporal útil para la profundización en diversos ámbitos adyacentes y particulares de la técnica esgrimística. Asalto figurado: Aquel que, sujeto a la naturaleza figurada del arma, está comprendido entre que la intención de uno de los implicados es la de usar las armas en contra de otro y que uno de ellos cesa en su intención operativa ejecutiva. Concretamente, el asalto figurado, al estar sujeto a la naturaleza figurada del arma, dará su fin cuando tan solo quede figuradamente operativo un individuo y/o la actitud e intención de todos los implicados, coincida en la disolución del conflicto, retirada total de los medios y área. Este asalto no estará contemplado en un duelo académico, pues este último contará con tantos asaltos de duelo como sea preciso para la obtención de los treinta puntos. Por otro lado, la comprensión del asalto figurado resultará una herramienta útil para entender las implicaciones figuradas que un contacto podría tener, cuando las repercusiones de una lesión tuviesen una consecuencia acorde a la naturaleza figurada del arma láser. Cada uno de estos tipos de asaltos, responden a la misma partícula temporal, que se ciñe a dar cobertura a todos esos recursos usados en el sostenimiento de la intención. Será de esta manera que el asalto deberá de ser estudiado desde el punto de vista técnico, y entendido como una consecución de intenciones, temporalmente hablando, que darán lugar a una estructura lógica y semántica, en la que el sentido de todo será mantener la integridad propia y defender la opositora restando la máxima operatividad posible. Se dará así lugar a las distintas intenciones. Para esto último, en el asalto, se habrá de hacer uso de todo el conocimiento obtenido en el tiempo del contacto previo a él. Será optimizado esto, cuando se comparen las actitudes, intenciones y obras del opositor, con las previstas y concluidas tras el estudio previo dentro del contacto. “Todo lo observado antes del asalto habrá de ser conjugado y usado durante el trascurso de este, pues aumentará el potencial éxito del agente que observa frente al paciente observado.” El momento en que tiene lugar el final del asalto se llama conclusión, independientemente de la naturaleza de aquello que haya dado lugar a esta. El agente deberá de pretender la mínima extensión posible del asalto, pues estará expuesto mientras su oposición mantenga la operatividad y/o intención ejecutiva sobre él. “El asalto habrá de durar lo menos posible, siendo necesaria la más eficiente resolución de este a favor del paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 283 -DE LA C AUSA TÉCNICA Intención o envite: “La intención temporal hace referencia a aquel envite de un agente en que se genera un conjunto de elaboraciones, mentales y físicas, en oposición a su paciente.” La intención, también entendida como envite, tendrá una extensión temporal variable, teniendo su inicio en el momento en que un tirador decide adoptar una actitud concreta frente a su opositor, y hasta que tiene éxito en ello o decide un cambio en su línea semántica, y con ello, en su papel dentro del asalto. De una forma más concreta, la intención o envite puede ser entendida como: “Conjunto de grados y frases de armas de un individuo marcados por una misma semántica e intención defensiva, dispositiva o ejecutiva, destinados a afrentar al opositor.” El envite será la partícula de tiempo sobre la que concibe la semántica. Esto se debe a ser la escala de tiempo en que ocurre aquello que el usuario pretende en el asalto, que puede ser velar por su integridad y protegerse, generar una constante respuesta a la obra paciente que deje a este en una situación de desventaja, o pretender la ejecutiva sobre él. Todo esto tendrá lugar en porciones considerablemente amplias del asalto, que podrán llegar a ser el asalto completo. Así pues, cada intención circunscribe específicamente todo aquello que sucede mientras un tirador pretende sostener un papel concreto dentro del asalto. “La intención o envite podrá tener una extensión variable en la dimensión temporal, pues será la semántica general de las obras del agente la que marcará su inicio y final.” Semántica general de la intención: “La semántica general de la intención será una estimación media de la pretensión de un sujeto extraída de la observación de sus obras durante un envite.” La semántica general de la intención dará como resultado el poder entender como un grado o frase de armas, pese a estar compuesto por obras defensivas, dispositivas o ejecutivas, tiende a perseguir un objetivo concreto, que será igualmente defensivo, dispositivo o ejecutivo. En esencia, la semántica general de la intención será aquello que marque la naturaleza de la intención que se esté analizando. La intención temporal o envite, tendrá un paralelismo fundamental con la intención semántica, y será con su carácter, la que marcará la duración potencial de la intención. Esto será estimado gracias a la semántica general de la intención. La intención defensiva: “Aquella que engloba todo lo ocurrido mientras un tirador pretende mantenerse a salvo de una amenaza en el asalto.” La intención defensiva tendrá una duración natural mayor que la dispositiva o que la ejecutiva. Lo habitual será que un esgrimista en tono defensivo dificulte considerablemente las obras ejecutivas sobre él, evitándose activamente una conclusión del asalto, tanto por estar protegido como por no tener intención TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 284 - ejecutiva. Por ello se extenderá el asalto considerablemente mientras la intención no cambie. No obstante, existirán limitaciones de distinta índole que impedirán sostener esa intención defensiva de manera indefinida. La intención dispositiva: “Todo lo acontecido mientras un tirador agente pretende reaccionar a la obra de su paciente, de manera en que este último quede en desventaja con su obra ejecutiva o defensiva.” No obstante, no habrá de existir intención ejecutiva alguna por parte del agente, pues la única intención implícita aquí será la de mantenerse seguro y amenazante a la par. Esta intención dispositiva resultará una partícula temporal con una considerable varianza en su extensión. Pues un tirador diestro podrá mostrar una intención dispositiva y ser capaz de sostenerla con facilidad, mientras que un tirador menos experimentado, no poseerá la capacidad de generar el antagonismo, la disposición o la tensión suficiente para evitar la obra ejecutiva de su opositor, así como hacerle entender que está en desventaja. La intención ejecutiva: “La intención ejecutiva tiene su génesis en el momento en que un tirador, agente, pretende la ejecución sobre su paciente, independientemente de la actitud de este último.” Por ende, un gran volumen de las frases de armas y obras irán destinadas al éxito en esta empresa, en la que se deberá enfrentar a la intención del paciente, que en un principio y de manera coherente con su supervivencia e intereses, quedará opuesto. La intención ejecutiva será la intención de menor duración, estadísticamente hablando, pues la determinación a dar herida o supresión, generará un desenlace apresurado, a favor o en contra del usuario agente. No obstante, en la intención ejecutiva puede estar implícita la obra sosegada, contemplativa y serena, que pretenda encontrar el momento óptimo para la ejecución. Esto hará que se pueda extender la intención de manera considerable ante la búsqueda, sin alterar la semántica general de la intención. Por tanto, la intención reflejará lo que un sujeto pretende, y serán las partículas temporales inferiores durante las cuales se desarrollará el modo en que se llevará a cabo. “La intención o envite estará marcada por lo que un individuo pretende, siendo menor en duración cuanto mayor pretensión ejecutiva contenga.” El conocimiento y concepción del envite, por parte del agente, hará que este tenga una perspectiva de los testigos de intención con los que está comunicando sus pretensiones a su paciente, y por tanto, podrá tener control sobre ello. Igualmente, el agente podrá concretizar los momentos en los que su paciente decide obrar en su contra con determinadas finalidades y propósitos. Un individuo, habrá de desdibujar los límites de su envite en un asalto, haciendo que su paciente no sea consciente de la mutación en la intención del agente. De esta manera, dure lo que dure el envite, todos los elementos que lo componen ganarán eficiencia y sentido para la consecución de la obra ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 285 -DE LA C AUSA TÉCNICA La dificultad de predicción de la obra del agente por parte del paciente, crece con cada obra de una frase de armas en la que no esté clara la intención de dicho agente. Por el contrario, si la carga semántica de la obra queda claramente contrastada respecto a los eventos anteriores, la previsión de la obra y su función será más sencilla. Se concluye que: “Cuanto más difusos son los límites de una intención, dentro de un mismo asalto, mayor será la dimensión del medio para aquel que tiene intención dispositiva o ejecutiva.” Grado: “El grado es la partícula que da nombre al momento de la intención en que los tiradores vuelven a tomar medio de proporción tras haber surgido una sucesión de frases de armas que no han concluido en su objetivo ejecutivo.” El grado hace referencia a aquel momento del asalto, concretamente de la intención o envite, donde uno más tiradores comienzan la concatenación de sus obras y frases de armas para llevar al éxito su intención, terminando con la conclusión del asalto o la disolución de la cadencia de las frases de armas. Esta partícula, el grado, tendrá su comienzo en el momento en que las dimensiones de los medios comienzan denotar la exposición de alguno de los tiradores a la intención del opositor, y concluirá en el momento en que los medios se distiendan y extiendan más allá de la distancia operativa de ambos. “En esencia, el grado queda definido como cada vez que los tiradores implicados comienzan a ceñir los medios y tras ello cesan en el empeño de obrar sobre su opositor.” Se puede comprender un grado como el conjunto de frases de armas y obras llevadas a cabo dentro de una intención concreta, desde que existe un diámetro común definido y ceñido a la distancia operativa o medio de proporción, hasta que alguno decide cesar en su empresa. Teniendo lugar un nuevo grado dentro de la misma intención cuando agente o paciente vuelva a intentar llevar al éxito su misma intención, volviendo a establecer el medio. El grado será donde se podrá comenzar a vislumbrar el contenido sintáctico de aquello que acontece en el asalto. No obstante, es una porción tan amplia de tiempo, que no ofrece resolución suficiente para poder apreciar todos los elementos obrados o actuados. Existirán distintos tipos de grados asociados a la intención sobre la que están definidos: Grado tentado: El grado tentado será aquel en que un tirador entre en los medios, de manera fugaz, para obtener una observación en la intención, reacción o dimensión de los medios de su opositor, y tras esto, se retire de ellos volviendo a una distancia no operativa. Grado sostenido: Aquel grado en que uno de los tiradores no pretende distender o retirarse del medio en ningún momento y busca constantemente la conclusión del asalto, independientemente de la intención sobre la que esté obrando. Grado conclusivo: Será conclusivo aquel grado en que se alcance la conclusión del asalto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 286 - El tirador experimentado usará para relajar y descansar su musculatura los momentos del asalto entre que termina un grado y comienza el siguiente. Así mismo, no perderá el contacto con el opositor, pues dicho sujeto ofrecerá información relevante acerca de su intención y estado a través de su comportamiento en dicha coma. Además, el fin del grado marcará cierta libertad para el desplazamiento de los tiradores por el área, lo que permitirá posicionarse en lugares más ventajosos o recuperar la operatividad posicional perdida durante el grado anterior. “El grado contendrá todos los recursos estrictamente esgrimísticos del asalto, siendo necesario el aprovechamiento de los momentos entre grados para obtener información del opositor, buscar un lugar ventajoso del área y recuperar la operatividad fisiológica.” Frase de armas: “Cada frase de armas es un conjunto de acciones obradas por un tirador para resistir, maniobrar o concluir en ejecución contra su opositor.” La frase de armas, más concretamente, es aquel conjunto de obras llevadas a cabo por un agente, que formuladas interaccionando con el paciente y su intención, pretende generar una respuesta y obra propia, constante y fluida, con una intención definida. La frase de armas tiene lugar en el intervalo temporal entre que un tirador comienza a expresar su obra de ejecución o disposición sobre su opositor y que uno de los implicados tiene éxito, fracasa en ello, o cesa de concatenar obras para obtenerlo. “La frase de armas empieza al pretenderse la interacción sobre el opositor y concluye al detenerse totalmente dicha interacción.” Dentro de un mismo grado, puede haber distintas frases de armas, componiendo a este. Estas frases estarán llevadas a cabo desde los medios, sin abandonarlos y pretendiendo la inmersión, el sostenimiento o la apropiación de ellos. La frase de armas, es aquella en la que está contenida y se manifiesta la sintaxis, dando lugar a que cada una de las obras tenga una finalidad propia y definida dentro de la frase de armas. Hará esto que exista una comunicación entre agente y paciente, en la que dichas obras y sus acciones componentes, cumplirán una función concreta, configurando una concatenación lógica de eventos y actos, con la pretensión de obtener el éxito de la intención, sea cual sea esta, sin necesidad de pretender la ejecución. Formular la frase: “Formular la frase de armas es componer sintácticamente una consecución de acciones y obras para dar lugar a un conjunto coherente de ellas, con la intención agente y la actitud paciente.” Si un conjunto de acciones u obras de un individuo, dentro de un asalto, no interacciona con un opositor, no existirá carga sintáctica, por tanto, no cumplirán función alguna dentro de la expresión esgrimística, y no se creará una frase de armas, sino una obra con un posible contenido semántico, que no sintáctico. “Sin interacción con el opositor, no se podrá asegurar la defensa propia en la obra, pues no habrá certeza en herir sin ser herido.” La distinción de las frases de armas se producirá al existir un cese de la necesidad de respuesta a la obra por parte de uno de los tiradores implicados. Por tanto, la cadencia de las frases de armas puede ser variable, y pese a ello, configurar una misma frase sin necesidad de conformar dos distintas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 287 -DE LA C AUSA TÉCNICA La formulación más fundamental de una frase de armas para un medio proporcionado propio, asegurando la integridad agente: Guardia antagónica agente- Obra dispositiva agente - Lance agente La configuración sintáctica de una frase de armas dará sentido y base a la concepción diferenciada de los distintos medios proporcionados posibles. Ejemplo de formulación de una frase de armas para un medio proporcionado propio será: Obra dispositiva agente - Lance agente Ejemplo de formulación de una frase de armas para un medio proporcionado apropiado será: Guardia antagónica agente - Obra dispositiva agente - Obra dispositiva paciente - Lance agente Ejemplo de formulación de una frase de armas para un medio proporcionado transferido: Guardia antagónica agente - Obra dispositiva paciente - Lance paciente - Obra dispositiva agente - Lance agente El concepto llamado debate, será producto por una frase de armas sostenida en una interacción coherente entre los tiradores, que dará lugar al intercambio de argumentos en la búsqueda del éxito en la intención. Ejemplo de formulación para el sostenimiento del debate en una frase de armas: Obra dispositiva agente - Obra dispositiva paciente - Obra dispositiva agente - Obra dispositiva paciente. La obra del agente deberá ser entendida como parte de una expresión esgrimística que siempre deberá tener en cuenta al paciente, pues será esta interacción la que dará lugar a la correcta adaptación del agente al paciente, aumentando la eficiencia de la obra y evitando quedar expuesto al opositor. La semántica será el concepto que guiará la intención del agente, pues al tener clara las pretensiones, podrá escoger la obra más eficiente para cumplir su objetivo. Mientas que la sintaxis será lo que dará lugar al orden de las obras, habiendo de entenderlo como parte fundamental para que la interacción con el paciente sea coherente con la intención del agente. Se concluye que: “La frase de armas es una estructura lógica, con sentido semántico y orden sintáctico, formada por la obra de un individuo que interacciona con su opositor, con la pretensión agente de configurar al paciente para asegurar la posibilidad de herir sin ser herido.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 288 - Obra: “La obra es aquel conjunto de acciones, actuadas por un tirador agente interaccionando con un paciente dentro de una frase de armas, hasta ser respondidas por su opositor.” Más allá de la definición temporal estricta, una obra resulta ser aquel conjunto de acciones que pretenden la operatividad plena del sujeto, en concordancia con su opositor o con la pretensión de acomodar su situación a lo acontecido. “Cada obra será un elemento sintáctico, con semántica propia, que formará parte o compondrá una frase de armas.” La obra comienza en el momento en que un sujeto pretende generar un cambio en su anatomía, arma o disposición sobre el medio, terminando cuando esto tenga éxito o resulte, interrumpido voluntaria u obligadamente por la obra de un opositor. Así mismo, cada uno de los elementos, independientes de su oposición, que un tirador prepare, disponga, lleve a cabo o responda, será considerado una obra. La obra, podrá compartir la misma naturaleza que la intención o también diferir de esta, generando la coherencia con la intención por la correcta sucesión de obras, No obstante, estas obras, como elementos independientes que componen la sintaxis, habrán de tener un sentido por sí mismas. La obra, podrá ser tanto la mera preparación de la anatomía como un gran conjunto de acciones que den lugar a la conclusión del asalto. Por tanto, se puede entender que la obra es aquello que un agente hace para dar coherencia y expresión a una intención concreta. “La obra es aquel recurso usado para llevar al éxito la pretensión de un sujeto.” Cada obra tendrá un contenido semántico, o sea, un objetivo con el que llevarse a cabo. Intención original de la obra: “La intención original de una obra será el propósito de esta, acorde a las posibilidades geométricas y dinámicas de la misma.” Existirán, por tanto, obras de tres naturalezas distintas según su intención original y particular. Obra defensiva: La obra defensiva será aquel conjunto de acciones individuales que pretenda la disposición del cuerpo o arma del agente, para resguardar su integridad ante la obra potencial o presente del paciente. La obra defensiva podrá estar compuesta de un único módulo protectivo, siendo posible que adicionalmente contenga módulos de otra naturaleza. Obra dispositiva: La obra dispositiva es aquel conjunto de acciones del agente, que por medio del uso de la anatomía y/o arma, aumente la potencia de la obra y las probabilidades de éxito en su intención, configurando y condicionando al paciente total o parcialmente. Idealmente llevada a cabo antes de tiempo o a tiempo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 289 -DE LA C AUSA TÉCNICA La obra dispositiva podrá estar compuesta de un único módulo organizativo, pese a ser posible que contenga otros módulos adicionales. Obra ejecutiva: Será aquel conjunto de acciones llevadas a cabo con la pretensión directa de obtener un medio proporcionado. La obra ejecutiva, que pretenda ser plenamente funcional, deberá estar compuesta de un módulo organizativo y otro ofensivo. Adicionalmente, las obras podrán tener una intención subyacente, llamada caso, en la que una obra de una intención original concreta podrá ser obrada respondiendo a un objetivo o pretensión distinta a la mostrada. En la dimensión temporal, las obras agentes podrán ubicarse antes, durante o después de la obra paciente. Esto dará lugar a la división temporal de las obras según su orden relativo a una referencia paciente. Antes de tiempo: Aquella obra que es llevada a cabo previamente del punto temporal o acto previsto del paciente. A tiempo: Aquella obra que es llevada a cabo en el mismo punto de la dimensión temporal de aquel acto previsto o presente del paciente. A tras tiempo: Aquella obra que es llevada a cabo posteriormente a aquel punto temporal de referencia paciente. Cada una de las obras será entendida como un argumento dentro de una frase de armas sostenida o debate, que pretenderá llevar al tirador usuario de este, al éxito de la intención por medio del eficiente orden temporal y sintáctico de dichos argumentos. La obra más eficiente será llevada a cabo a tiempo, pues no será expuesta y manifestada la intención del agente, así como no se le dará oportunidad al paciente de contravenirla o responderla. Para ello, la obra tendrá que haber sido perfectamente preparada, así como tendrá que conjugarse de manera absoluta con la obra del paciente sobre la que se dispone. - La obra defensiva agente será idealmente llevada a cabo antes de tiempo o a tiempo de la obra presente del paciente, pues tras ello, no tendrá coherencia con el contexto presente ni potencial de cumplir su función defensiva. De ser a tras tiempo, la obra defensiva habrá de ser entendida como antes de tiempo de la obra futura del paciente. - La obra dispositiva agente será idealmente llevada a cabo antes de tiempo o a tiempo de la obra paciente, siempre en coherencia con esta. - La obra ejecutiva será idealmente llevada a cabo tras el éxito de una obra dispositiva previa, o de manera en la que exista un módulo organizativo implicado en ella, que permita que el paciente quede en desventaja durante la obra agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 290 - Acción: “Una acción es cada uno de los grupos de movimientos y partículas que son usados en una obra, para generar una frase de armas coherente a la intención ejecutiva de aquel que actúa.” La acción, explicada de una forma minuciosa, es un conjunto de reacciones, pensamientos, cálculos y movimientos, o sea de partículas, que un sujeto lleva a cabo para cambiar parte de su anatomía o la ubicación de su arma, dentro de una obra y con la intención de llevar a cabo esta última. No obstante, la acción no poseerá una semántica propia, pues de tenerla se convertirá y entenderá como una obra. “La acción será la expresión sin semántica propia de un elemento sintáctico, del que se compondrá la obra.” Una acción estará compuesta de una geometría y de una dinámica. Dicha acción no dispondrá de semántica propia, pues de poseerla será considerada como una obra. Una acción desde la perspectiva subjetiva del usuario, tiene su comienzo cuando se repara en la posibilidad de su uso presente y/o cuando se lleva a cabo, que ha de quedar diferenciado, pues cualquier acción instintivamente actuada, podría no ser producto de la reflexión o consciencia. Por otro lado, dicha acción, llegará a su fin cuando el movimiento del cuerpo o arma en cuestión, producto de los cálculos posibles, acabe de facilitar la ubicación de aquello que se pretenda mover. “Para el agente, la acción propia comienza cuando se pretende comenzar a llevar a cabo y termina cuando cesa su movimiento o utilidad.” Una acción, desde una perspectiva externa al usuario de esta, comienza en el momento del tiempo en que su cuerpo inicia un movimiento y acaba cuando este movimiento concreto llega a su fin inicialmente potencialmente previsto por el usuario. “Para el paciente la acción del agente comienza cuando se comienza a expresar un movimiento o un cambio de la geometría intencionadamente por parte de dicho agente. Y la acción termina cuando concluye el cambio de dicha geometría.” Una acción única, podrá ser suficiente para componer una obra completa, y esta a su vez, suficiente para dar lugar a una frase de armas. Así, cuantas menos acciones intervengan en el éxito de la intención de un agente, más elegante habrá sido su obra o frase de armas. Cada acción también puede tener una naturaleza paralela y similar a la intención u obra, pues desde una escala inferior de la sintaxis, las acciones también tienen significado propio. Acción defensiva: “Será la acción destinada a desbaratar una disposición o ejecución por parte de un opositor paciente con destino al agente.” O sea, aquel movimiento o expresión que forma parte fundamental de una obra destinada a la preservación actual de la integridad del agente frente al opositor paciente. Acción dispositiva: “Conjunto de movimientos que sirven para predisponer a un paciente a ser objeto de un movimiento de ejecución agente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 291 -DE LA C AUSA TÉCNICA Dicho de otro modo, la acción dispositiva será aquel grupo de partículas concatenadas para generar una disposición del agente, que aporte una ventaja sobre el paciente, ya sean pertenecientes a una obra dispositiva o como módulo organizativo de una obra ejecutiva. Acción ejecutiva: “Movimiento realizado con la intención de ofender o herir de forma directa a un opositor paciente.” Esto quiere decir: que la acción ejecutiva es aquel conjunto de partículas y módulos destinados, directa y únicamente, a generar el contacto de la hoja con una parte vulnerable del opositor, que se podrán entender como el módulo ofensivo de la obra ejecutiva. Será por ello que necesitará de la coherencia con el resto de las acciones y obras, pues la acción ejecutiva directa y aislada no será viable en un plano práctico donde el paciente sea reactivo y/o activo. Las acciones pueden tener una naturaleza consciente o inconsciente. Será esto lo que las clasificará en dos grandes grupos. Acciones conscientes: Aquellas actuadas por medio de la voluntad y de forma activa. Acciones inconscientes: Aquellas que son actuadas de manera automática en respuesta a un estímulo concreto, que pueden ser condicionadas o instintivas. Serán las acciones llevadas a cabo por un agente las que definirán la idiomática de este, tanto por su elección, orden y manera en las que las partículas influyen en cada una de ellas. Teniendo en cuenta que la acción es la fracción semántica más elemental, su expresión siempre dará lugar a un cambio en el medio, de una u otra forma, pues se generará una mutación en la geometría o en cualquier elemento que afecte a lo posible. “Una acción siempre dará lugar a un cambio del medio, ya sea en la geometría o los modificadores de este.” Partícula: “La partícula es una fracción mínima estudiada de una acción, que de manera individual o conjugada, da lugar a una obra coherente.” Una partícula o un módulo, será cada uno de los conceptos mínimos que intervengan en la acción. “Cada uno de los aspectos de los que un tirador pueda ser consciente, ya sea a través del estudio o de la percepción, será considerado una partícula o un módulo.” Las partículas no tendrán una dimensión temporal estrictamente definida, pese a ser de aquello que se componen las acciones y las obras. Esto será debido a que hay algunas que tienen una duración de decenas milisegundos, como aquellas que dan lugar a las acciones incoscientes, mientras que otras tienen una dimensión temporal considerablemente mayor, producto del cálculo sostenido y la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 292 - reflexión profunda, en asalto o fuera de este. Además, podrán existir partículas que estarán fuera de la dimensión temporal por ser elementos cognitivos inconscientes, mecánicos o abstractos. Para concretar el lenguaje, cuando se haga mención a partículas, se estará apelando a estas por según su plano de cognición. Por otro lado, cuando se hable de módulos, se estará apelando a las partículas según su función. Esto será un recurso estrictamente semántico, para aumentar la fluidez de la comunicación en ámbitos profundos del estudio o la discusión académica. “Partícula y módulo son dos formas de apelar a las partículas, diferenciándolas en su origen o función.” Las partículas tendrán naturalezas distintas dependiendo del plano de la cognición sobre las que estén fundadas. Partículas psicológicas: Las partículas psicológicas son las que están presentes en la mente de un tirador, en sus cálculos, planes e intención. Serán estas las que le permitirán una eficiente percepción del contexto y una acción u obra teóricamente coherente. Estas partículas son las más eficientes de entender, procesar y disponer, pues son producto de la razón, la reflexión y el estudio previo. No obstante siempre tienen que ir auxiliadas de partículas motoras y emocionales, pues el ejercicio estrictamente psicológico ha de atribuir sentido a las emociones, así como ordenar y controlar las partículas motoras. Las partículas psicológicas darán lugar e influirán directamente en los modificadores de medio de la faz, la reacción y la predicción. Es gracias al peso y valor de las partículas psicológicas que la Esgrima Láser se entiende mayormente como una actividad intelectual. Partículas motoras: Las partículas motoras son las encargadas de organizar la musculatura para llevar al cuerpo a ubicarse allá donde el usuario pretenda. Las partículas motoras serán, en su mayor parte, producto de reacciones condicionadas inconscientes y reflejos ante estímulos determinados. Es por ello que se precisa de estudio y acondicionamiento previo para que las partículas motoras puedan tener lugar en la mínima fracción temporal posible, agilizando y estilizando la obra del usuario. Las partículas motoras darán lugar e influirán directamente en el modificador de medio de movimiento. Partículas emocionales: Las partículas emocionales están presentes en la percepción subjetiva y en el condicionamiento contextual que generan los eventos y elementos del entorno sobre un tirador. Pese a no ser eficiente involucrar a las emociones en la toma de decisiones, estas tienen utilidad para advertir matices sutiles de la realidad, que una vez interpretadas en el plano consciente, aportarán información útil al tirador. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 293 -DE LA C AUSA TÉCNICA Las partículas emocionales condicionarán a todos los modificadores del medio, en mayor medida a la faz y previsión, siendo notablemente menor la influencia sobre la reacción y movimiento, sin llegar a ser nula. Módulo: “Un módulo de una acción u obra es aquel elemento geométrico o dinámico que atribuye potencial.” Los módulos son partículas que están catalogadas y agrupadas por la función que desempeñan con su geometría o su dinámica, o sea, por la función que desempeñan dentro de la obra. De esta manera, se hablará de módulos de la acción o la obra, para diferenciarlos de los casos semánticos que pueda tener esta. “La subdivisión de la obra en módulos tendrá la función de entender la sintaxis implícita en ella.” Cabe remarcar que los módulos de la obra hacen referencia a la función geométrica o dinámica que cumple cada uno de las partículas que componen dicha obra, no al propósito o semántica de la obra ante el paciente. Los módulos de la obra son: Módulos protectivos: Los módulos protectivos son los encargados de atribuir la cualidad de defensa. Por tanto, serán elementos geométricos o dinámicos que, dentro de una acción u obra, faciliten el resguardo de la integridad del usuario. Los módulos protectivos componen la obra defensiva, pudiendo esta tener otros módulos adicionales. Módulos organizativos: Los módulos organizativos tendrán la función de componer la ventaja del agente usuario, haciendo que el opositor quede expuesto o en potencia de estarlo, generando la cualidad dispositiva de una acción u obra. Un módulo organizativo es el componente geométrico o dinámico mínimo de la acción y obra dispositiva, existiendo la posibilidad de que esta contenga otros componentes adicionales. Módulos ofensivos: El módulo ofensivo es un elemento geométrico o dinámico que le atribuye potencial ejecutivo a una acción u obra. Una obra ejecutiva deberá tener un módulo ofensivo, para poseer el potencial que se pretende. No obstante, esto habrá de ser auxiliado por un módulo organizativo, pues de lo contrario, la obra ejecutiva estrictamente ofensiva expondrá al agente. Partículas y módulos ofrecerán ventaja al ser trabajadas en el estudio, para su automatización, pues gracias a eso, se podrán desarrollar hasta el punto de ser generadas, puestas en marcha y aprovechadas, sin atención sobre ellas. Esto disminuirá el tiempo necesario para su elección y acción, llevándolas al plano inconsciente, que resulta más rápido que la cognición consciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 294 - Ejemplo para ilustrar sobre la función de los módulos y su diferenciación con el caso semántico de la obra: Un encordado simple agente, con intención original ejecutiva, en caso inductivo, tendrá el propósito de generar una organización anatómica del paciente, para favorecer la obra agente subsiguiente. Normalmente pretenderá hacer que el paciente quede obrando una oclusión. Dicho encordado estará compuesto por un módulo organizativo, que será la agregación y el atajo en privación que esta genera, debiéndose esto a la geometría y dinámica implícitas en ese momento de la frase de armas. Adicionalmente al organizativo, dicho encordado tendrá un módulo ofensivo, que será la acción y proyección de la hoja agente en sentido accidental, conservando la agregación y manteniéndola estática en el tercio débil, mientras transita por el segmento del arma paciente en su sentido disto-proximal. Siendo esto producto de la geometría y la dinámica con la que se produce el cambio en esta. Una vez culminada la obra del encordado en caso inductivo agente, el paciente habrá reaccionado con una oclusión, cumpliéndose así la pretensión semántica del agente, gracias a la obra y los módulos que la componen. Relatividad temporal subjetiva: El tiempo, desde la perspectiva psicológica particular de un tirador en asalto, no tendrá un flujo constante, pues será la percepción subjetiva de la continuidad de los eventos la que marcará la velocidad con la que se percibirá la cadencia de estos. Por tanto, el flujo de los estímulos y reacciones de un individuo, habrá de ser entendido como un concepto absolutamente subjetivo. De esta manera, dependiendo del concepto propio del medio, un sujeto podrá percibir el tiempo con mayor o menor velocidad. Relatividad temporal subjetiva: “La relatividad temporal es un concepto psicológico que marca la distorsión subjetiva del flujo del tiempo desde la perspectiva de un agente, dependiendo de la cercanía o lejanía de las dimensiones y masas de los medios agente y paciente.” Los conceptos que determinan la relatividad temporal subjetiva son, entre otros, la distancia del medio, la faz del paciente, la intensidad y volumen de los estímulos percibidos. Entendiendo que la relatividad temporal subjetiva hará que un tirador perciba lo acontecido de manera distinta que su opositor, se podrá determinar que será necesario que el agente tenga una percepción del tiempo dilatada que el paciente, pudiendo con ello dar lugar a observar un mayor número de detalles en un mismo intervalo temporal, quedando en potencia de actuar frente a ellos con una mayor diligencia que su opositor. “El agente deberá propiciar una situación que favorezca una mayor percepción temporal, dilatada al máximo posible, que le facilitará la superioridad en el medio, así como una mayor velocidad de reacción ante lo acontecido.” La relatividad temporal determinará directamente la necesidad de un tirador de aumentar o disminuir la cadencia con la que las obras y acciones son llevadas a cabo, así como del volumen de partículas que ha de controlar y disponer en una misma fracción de tiempo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 295 -DE LA C AUSA TÉCNICA Cadencia de obra: “Número de partículas, acciones y obras en una fracción concreta de tiempo.” Dicha relatividad temporal afectará a la forma en la que un sujeto entiende la cadencia con la que suceden los eventos y con la que ha de obrar y/o actuar para tener éxito en su intención. “El agente habrá de tener una mayor cadencia de obra que el paciente, ya sea de manera natural o por medio de la manipulación del medio y contexto.” De esta forma, cuanto más cercano esté el centro de masas del agente al centro de masas de un paciente, mayor será la cadencia de obra necesaria para generar una obra agente eficiente, pues la obra proactiva y reactiva paciente tendrá un mayor potencial y velocidad. Por el contrario, cuanto mayor sea la distancia entre los centros de masas, menor será la interacción entre ellos, y por ende, menor será la cadencia de obra necesaria para que un agente, que quiera obrar sobre su paciente, pueda tener éxito en su intención. En parte, esto se debe a que las fuerzas implícitas en las obras se acrecientan por existir mayores espacios a cubrir y extensiones mayores de los elementos geométricos. “Cuanto más cercano esté el agente al paciente, mayor será la cadencia de obra necesaria para el éxito. Por el contrario, conforme el diámetro común se extiende, será menor la cadencia de obra precisa para el éxito.” La relatividad temporal, en su aplicación a los distintos aspectos que configuran al medio paciente y un agente, dará lugar a la masa de los medios, que será variable y dependiente de la cadencia de obra. Así pues: “Cuanto mayor sea la masa de un medio y cercanía a ella, mayor será la cadencia de obra necesaria para el éxito.” Desde el punto de vista de la resistencia y eficiencia de la inversión de energía de un tirador, será óptimo mantenerse en un medio de proporción o límite de sombra del proporcional, donde será escasa la cadencia de obra necesaria para mantener dicho medio. De esta forma, se generará la posibilidad de mantener un gasto energético bajo, haciendo posible la recuperación. Los distintos estratos del medio proporcional se verán afectados y plenamente condicionados por la relatividad temporal, pues en cada uno de ellos emergerán unas condiciones distintas, no solo influenciadas por la geometría, sino también por la interacción entre esta y la relatividad temporal. ———— - 297 - Desplazamiento TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 299 -DE LA C AUSA TÉCNICA El centro de la masa corporal: Teniendo en cuenta la necesidad de obrar pensando en la tridimiensionalidad de las triangulaciones pretendidas, durante una frase de armas sencilla o aquella más longeva de la primera intención, volverá a estar justificado que el centro de masas se presente, habitualmente, coincidente con la mediatriz de la planta. Esto, junto a una tracción que lo facilite, dotará al tirador de un compás potencialmente más amplio y con menor retardo en la ubicación del cuerpo. Además, los músculos lumbares y abdominales se mostrarán relajados y preparados para generar una acción del torso de mayor amplitud potencial. Ha de quedar clara la efectiva y minuciosa preparación que ha de poseer un tirador que pretenda unos resultados sobresalientes trabajando sobre el eje vertical con su centro de masas. La sostenibilidad de una tracción con un escaso valor positivo, sobre una planta extendida, así como mantener la capacidad reactiva con brío sobre ella, requerirá una considerable inversión de fondo físico. Sin embargo, presentar una guardia con el peso centrado sobre una planta relajada y transversal, hará más fácil la libre disposición del centro de la masa corporal, acelerando notablemente las acciones del torso y el movimiento del peso para asistir a los compases. “En el ejercicio de la Esgrima Láser, el centro de masas deberá quedar con una flotación considerable, pues no se precisará de aplicación de energía en la acción del arma, mientras que si se precisará la rápida reubicación de dicho centro de masas, facilitando así el desplazamiento del tirador.” En afirmaciones erguidas, con centro de masas bajo, de planta extendida y dentro del medio proporcional, propio o ajeno, cabe destacar la inevitable exposición al canillazo. Esto se debe a la necesidad de llevar el pie adelantado más allá del medio proporcional. Se hará viable el cuerpo tumbado como solución, pues se podrá reducir la altura del centro de masas, ya sea italando o simplemente centrándose en el plano medio paciente, y podrá mantenerse un medio proporcional sin que el píe adelantado esté en la común herida o más allá de lo protegible por un triángulo respondido. “Recurrir a bajar el centro de masas del cuerpo será útil para que un agente pueda soportar debates donde los compases del paciente tengan una extensión por encima de la media de los compases agentes.” Respecto a la proyección sobre el plano inferior del centro de masas de un tirador, hay que decir que habrá siempre de estar posicionado en aledaño a la mediatriz de la planta, posibilitando esto la más eficiente reacción, y por tanto, aportará la mayor magnitud a los modificadores de la dimensión del medio de proporción y proporcional. “Para permitir la mayor potencia de obra, el centro de masas deberá quedar proyectado sobre el plano inferior justo en la mediatriz de planta o aledaño a ella.” La proyección sobre la mediatriz de planta del centro de masas facilitará también la acción de fondar y aumentar al máximo el extremo del cuerpo, preparando la anatomía para la obra de un compás simple o medio compás, pudiendo aprovechar para fondar tumbado ganando con ello la ventaja de acción y medio. En caso de no estar la proyección del centro de masas, pueden existir distintos efectos dependiendo de la variación: Sobre el segmento de planta: El hecho de que la proyección de centro de masas esté sobre el segmento de planta posibilitará aplicación eficiente de tracción, y por ende, se facilitará la obra de compases. No obstante, el hecho de estar fuera del punto de mediatriz TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 300 - de planta hará que sea ineficiente el desplazamiento en uno de los dos sentidos posibles, contrario al sentido en que esté el peso puesto. El centro de masas adelantado, o sea, posicionado sobre el segmento de planta más cercano al paciente, hará que retrase y dificulte el desplazamiento para extender el medio. Se habrá de tener en cuenta que el centro se adelantará al tumbar el cuerpo, lo que implicará unas limitaciones y virtudes en relación a la afirmación aparejada. El centro de masas atrasado, o sea, posicionado sobre el segmento de planta más alejado del paciente, hará que se dificulte el ceñido del medio y la acción accidental del arma, así como que se reduzca el extremo posible, dentro de una fracción de tiempo razonable. Para dar lugar a esto, el torso habrá de estar huido, en mayor o menor medida. Siendo así, no solo se cuenta con el limitante de la acción proactiva y reactiva sino también con la exposición de los blossen 3 y 4 generada al contraer la posición del arma. Fuera del segmento de planta: Existirá la posibilidad y será recurrente, de que durante un momento concreto del tiempo, en una planta y/o guardia pulsada, la proyección del centro de masas esté fuera del segmento de planta. Esto podrá dar lugar a que esté posicionado por dos flancos: el hábil y el no hábil. Al flanco hábil: - Facilitará la guiñada al lado no hábil. - Se maximizará la extensión de la rectitud en la oclusión radial a primera, con un necesario guiñado de cuerpo y mutación de la planta. - Disipará con facilidad notablemente diferencial la estabilidad cuando se pretenda contraer o embeber la rectitud. - Se dificultará la acción remisa del arma en sentido al lado hábil del usuario, pues se precisará obligadamente de una mutación de la planta en ese sentido. Al flanco no hábil: - Se facilitará la guiñada al flanco hábil con la rectitud parcial o totalmente extendida. - Se extenderá el potencial de oclusión a tercera, con un necesario guiñado de cuerpo y mutación de la planta. - Se dificultará el embebido de la rectitud. - Si es la mano hábil la armada, se dificultará notablemente la oclusión a primera. El trabajo y ubicación consciente de la proyección del centro de masas quedará adaptada a la intención del usuario, dando lugar así a un recurso que facilitará la obra de moción constante, y que por contrapartida, dificultará la reacción desde una guardia estática a menos que el paciente obre en coherencia con la configuración del centro de masas de la guardia presentada por el agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 301 -DE LA C AUSA TÉCNICA Con el movimiento del centro de masas proyectado, se podrá reubicar y reorientar el diámetro común, posibilitando con ello introducir en dicha línea la parte vulnerable del paciente que se considere como objetivo ejecutivo. “Con el movimiento del centro de masas se moverá el diámetro común, posibilitando la preparación de la obra.” En definitiva: “El centro de la masa corporal resulta ser el punto desde el que cuerpo y sencillez operan, así pues habrá de tenerse total control sobre su posición, asegurando que está ubicado en un lugar en que pueda dar la amplitud necesaria a la acción del cuerpo y de la sencillez.” Los compases y el desplazamiento del centro de masas: “Un compás es el movimiento alternativo de ambos pies, que dan lugar a una planta diferente, ya sea en disposición, orden o ubicación.” Para que un compás sea posible habrá de existir una posición inicial del centro de masas y una planta que lo sostenga. Así mismo, el compás dará lugar a que el centro de masas esté ubicado en un lugar distinto, y por tanto, habrá de generarse una planta que haga posible su sustento. Esto será llamado planta inicial y planta final, respectivamente, marcando el inicio y fin del compás. Planta inicial: La planta inicial es la posición de pies, piernas y centro de masas al comienzo de un compás, que sostiene la guardia inicial. La planta inicial habrá de ser estable, previniendo siempre la necesidad de obrar desde ella cualquier recurso posiblemente aplicable al contexto. Planta final: La planta inicial es la posición de pies, piernas y centro de masas al finalizar un compás, que sostiene la guardia final. La planta final tendrá que quedar en perfecta concordancia con la intención de la obra que haya de sostener. Un compás completo será considerado como el movimiento de ambos pies del usuario. Mientras que el movimiento de un solo pie, será entendido como medio compás. “Medio compás será el movimiento único de un pie que modifique la planta en disposición, amplitud u orden.” El compás tendrá como función la de preparar al cuerpo del usuario para obrar, por ello habrán de ser llevados a cabo de una manera que no resten operatividad antes, durante o tras su obra. “Un compás, durante su obra, no deberá comprometer la operatividad del usuario.” El compás es la herramienta técnica que permite al usuario cambiar la ubicación de su anatomía en el área. Por tanto, deberá ser previamente calculado, pues posicionará al agente que transita en un lugar desde el que habrá de ser operativo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 302 - En la obra de los compases, lo que se pretende es hacer que el centro de masas proyectado se desplace sobre el plano inferior con solvencia y estabilidad. Por ello, los compases tendrán la función de sostener ese desplazamiento y dar lugar a una planta desde el que la anatomía del usuario quede dispuesta para la obra. “Los compases son la herramienta que permitirá acomodar la anatomía a una determinada ubicación del centro de masas.” “Un compás tiene como objetivo dar lugar a una configuración y ubicación de la anatomía que facilite la obra.” Para aumentar la eficiencia del desplazamiento por compases, dicho desplazamiento habrá de estar obrado mientras son, o se hacen coincidentes las proyecciones sobre el plano inferior del centro de masas proyectado y el centro de masas original. Esto maximizará la extensión potencial de cada uno de los compases, obteniendo con ello los más altos valores de su amplitud. En caso de no ser posible la obra de compases sobre una afirmación erguida, por enfrentarse esto a la intención y necesidades emergentes, se pretenderá siempre el desplazamiento con el centro de masas centrado o aledaño a la mediatriz de planta. “Los compases tendrán como principal función la de organizar y ubicar la planta del usuario para que siga dando base a la obra, presente y futura, permitiendo desplazar y/o desplazando el centro de masas.” Cualquier desplazamiento con un centro de masas proyectado, notablemente alejado de la proyección del centro de masas original, dificultará significativamente la reacción y una disposición anatómica versátil. Esto hará que la operatividad durante la obra del compás se vea reducida, dificultando la obra reactiva y definiendo a la guardia final como único punto desde el que obrar. “Será ineficiente obrar un compás desde una posición que no sea erguida, pues se reducirá la amplitud, posibles direcciones y velocidad de dicho compás.” Será posible hacer la distinción entre las posibles aplicaciones del desplazamiento por medio de compases, aplicando el concepto del centro de masas coincidente. - El desplazamiento se realizará con una afirmación erguida, que maximizará la extensión potencial, la reacción y el equilibrio. - De ser otra la afirmación de la guardia inicial, antes del desplazamiento se dispondrá erguida, que a tiempo, se podrá aprovechar la erección del torso para asistir tanto a la inercia del tránsito y/o facilitar la obra de cuerpo huido. - De precisarse otra guardia tras el desplazamiento, se obrará la mutación de la afirmación tras haber realizado el susodicho desplazamiento. Así pues, se podrá concluir que: “El desplazamiento eficiente se realizará erguido, con el centro de masas coincidente con la mediatriz de planta, o en la intención de quedar como tal.” Que en síntesis: “Los compases irán de erguido a erguido, o erguirán.” Teniendo todo lo anterior en cuenta, se puede entender que para desplazar el centro de masas proyectado, se podrá hacer de forma clara por medio del uso de compases, no obstante, también será posible hacerlo mediante la mutación de la afirmación, que tendrá un resultado más discreto y con menor amplitud máxima. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 303 -DE LA C AUSA TÉCNICA Será importante que los compases tiendan a no generar sonido al contacto de la planta con el firme, pues tanto la arrastrada como el impacto entre pie y suelo serán testigos de exceso de fuerza en la obra del compás, en particular en la acción de la tracción. “Los compases deberán ser silenciosos, siendo esto testigo de su eficiencia.” Para el desplazamiento eficiente del centro de masas, en su proyección sobre el plano inferior y por medio de la acción única de la afirmación, habrá de tenerse en cuenta que será necesario asegurar que el centro de masas proyectado se mueve sobre el segmento de planta. De esta manera se entiende que la dirección más eficiente en la que desplazar el centro de masas proyectado será la misma en la que el segmento de planta esté orientado. Será consecuencia de esto que se la planta mute para adaptarse y preparar la obra del desplazamiento por medio de la mutación de la afirmación. Si el desplazamiento del centro de masas proyectado va a resultar en la necesidad de obrar un compás, dicho compás estará condicionado por el sentido de la inercia del centro de masas proyectado. No obstante, cualquier compás será más eficiente biomecánicamente al ser obrado sobre la bisectriz de planta. “Que el desplazamiento eficiente, por medio de la acción única de la afirmación, tendrá lugar en la misma dirección en la que se encuentre el segmento de planta, habiéndose de adaptar este último para preparar la obra, extendiendo así la amplitud posible del desplazamiento.” Jerarquía del desplazamiento: Teniendo en cuenta todos los factores intervinientes en la concepción, presentación y aplicación de una guardia, se han de comprender que cada uno de estos son elementos independientes y correlacionados, que estarán sujetos los unos a los otros y que condicionarán la obra. “La obra estará condicionada por la presentación de la guardia y la configuración anatómica que esta tenga.” Así pues, el movimiento del cuerpo de un agente podrá y deberá realizarse de manera independiente con cada uno de los elementos de la guardia, dando así lugar a un desplazamiento fluido adaptado a la necesidad de la obra pretendida y respondida. Por tanto, cada uno de los elementos será puesto en moción de manera independiente para aumentar la potencial utilidad de su aplicación. “Cada uno de los elementos que componen a una guardia deberán ser actuados en un orden, consiguiendo que dicha guardia pueda aportar potencial a la obra.” Jerarquía del desplazamiento: “La jerarquía del desplazamiento es el orden en el que será más eficiente realizar la reubicación y acción de cada uno de los elementos de una guardia intervinientes en una obra.” El orden en que se actuará cada uno de los elementos será llamado jerarquía del desplazamiento, y será dependiente de si la obra es ejecutiva/defensiva, o si por otro lado, es dispositiva. La rectitud: La rectitud, en extensión, sencillez y rumbo, habrá de ser el primero de los elementos sobre los que actuar, en la obra en la que sea crucial la disposición del arma para defender al agente, y/o atajar, ocluir o ejecutar sobre el paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 304 - Cuando por el contrario, se pretende la preparación anatómica de una obra, la rectitud será el último elemento a mover, pues deberá sostener al arma para estar haciendo la función de oclusión o atajo, por ende, será necesario mantenerla en dicha posición y función mientras se prepara el resto de la anatomía. La afirmación: La posición del torso, tanto en la línea de hombros como en la ubicación del centro de masas medio, habrá de ser un elemento auxiliar de la rectitud, que a su vez, será dependiente de esta. Así mismo, será el segundo elemento a tener en cuenta en la obra del desplazamiento, en cualquier intención, pues habrá de estar erguida o proporcionar un centro de masas centrado para proveer una obra de compás eficiente, y en su defecto, habrá erguirse con ayuda del susodicho compás, quedando de nuevo dispuesta para adoptar la afirmación oportuna tras dicho desplazamiento de la planta. En esencia, la afirmación actuará tras la rectitud al ejecutar o defender, y tras la planta al preparar. La planta: La planta, como elemento de sustento de toda la masa corporal, en tracción y proyección, será normalmente el último componente a modificar cuando se pretenda la obra ejecutiva, ya sea por la mutación de su configuración o por la obra de compases. Así pues, tendrá la función de acomodar la masa corporal y proveer una estabilidad para facilitar la preparación de obra y/o la continuación de esta. La planta será el primero de los elementos a actuar cuando se pretenda la preparación de una obra. Sin embargo, será el último en actuar al llevar a cabo una obra dispositiva, pues dará una base sólida sobre la que generar el movimiento de torso y rectitud. O sea, cuando se pretenda obrar ejecutivamente, si es posible, previamente se preparará la planta como parte de una obra dispositiva. Una vez preparada, se llevará a cabo la obra ejecutiva, siendo dicha planta el último elemento a modificar dentro la obra ejecutiva. De esta manera, basado en la incapacidad de mantener el extremo y la sencillez del agente a salvo de la ejecución paciente, se entiende que el arma será el primer elemento a reubicar en el espacio cuando se pretenda obrar directamente con su geometría. Con ello se generará una sombra, oclusión y/o atajo en privación que abrirá las líneas por las que transitar. Esto será así debido a que la rectitud, en todos sus componentes, será el elemento de la guardia más rápidamente modificable y reubicable. Será por tanto, el primer recurso de la reacción y de la obra proactiva que pretenda no dar a entender la intención agente. El rumbo del arma, como parte indivisible de la rectitud, será aquello con lo que se pretenderá la interacción con la hoja opositora, al ser el único elemento capaz de contender y maniobrar con ella. Por tanto, deberá siempre de ser lo primero que se actúe en una obra basada en la necesidad inminente de la acción de la hoja agente. De esta forma, será la hoja agente aquella que primero se moverá en la obra ejecutiva y/o defensiva. Por el contrario, en la obra dispositiva preparatoria de agente o paciente, será la hoja agente lo último en moverse, pues deberá de conservar su función de control y atajo de la hoja paciente hasta el momento último de la obra. No obstante, el contexto y la configuración del medio podrá hacer posible excepciones. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 305 -DE LA C AUSA TÉCNICA Tras esto, el torso magnificará y asistirá a la rectitud, proveyéndole de la energía suficiente para el atajo en disposición, o para facilitarle una ubicación al arma más allá de donde llegará la extensión de la rectitud, ya sea extendida o embebida. Para ello, el torso se desplazará libremente sobre sus ejes de cabeceo, balanceo y guiñada, reubicando el centro de masas medio y original, cambiando tanto la ubicación de estos sobre el plano medio, como la del centro de masas proyectado sobre el plano inferior. El desplazamiento del torso, para generarse, precisará de una aplicación de energía muy superior a la usada en la mutación de la rectitud. Por tanto, la mutación de la afirmación será marcadamente más lenta que la de la rectitud, pese a que el ser humano dispone de un volumen muscular considerable destinado al movimiento del tórax y abdomen. Por ende, tendrá un papel secundario en la reacción, y será el elemento principal para aplicar energía al movimiento lineal del arma que facilite el atajo en su fase de disposición. Por último, de ser necesario, la planta se adaptará a las necesidades del movimiento obrado por el torso. Se dará lugar con ello a que el torso pueda asistir a la rectitud más allá de los límites que una planta estática marcaría. La planta, por tener que desplazar el cuerpo completo del usuario, ha de valerse de la reubicación del centro de masas proyectado que, a su vez, será generado por la mutación de la rectitud y afirmación, así como por la tracción. Por ende, este será el último elemento de la guardia en modificarse para generar una obra de reacción. Respecto a la obra proactiva, este elemento tendrá una función preparatoria que determine el punto desde el que se va a obrar con el resto de la guardia, así como que facilitará la extensión del rango de movilidad de cada una de las posiciones posibles de la afirmación, por medio de su extensión y disposición. Además, el desplazamiento de la planta por el área dará lugar al posicionamiento absoluto de los implicados en distintos lugares de esta última. Cada uno de estos podrá tener naturalezas distintas con las que contar y de las que aprovecharse. Respecto a la confluencia de movimiento de rectitud, afirmación y planta, habrá de tenerse en cuenta que cuanto más elementos motores haya implicados en la acción, mayor energía podrá tener el movimiento, y por tanto, mayor velocidad se podrá alcanzar en la dinámica de la obra. “A mayor elementos implicados en la acción, mayor energía disponible para esta.” Se puede concluir que: - La rectitud, primera en obrar al ejecutar o defender y última al preparar, será el elemento más eficiente con el que reaccionar a la obra opositora y más veloz con el que obrar. - La afirmación, secundaria para obrar al ejecutar, defender o preparar, será el elemento que asistirá a la extensión de la rectitud para extender o contraer el extremo, y por ende, entrar o salir del medio proporcional opositor, e igualmente, asistirá a la ubicación del centro de masas proyectado que facilitará los compases. - La planta, como último recurso a obrar al ejecutar o defender y primero al preparar, será el elemento que dotará a la afirmación de estabilidad y maximizará la amplitud de los movimientos potenciales del torso, rectitud y arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 306 - Angulación de la planta en la consecución de compases: En la consecución de los compases habrá de tenerse en cuenta dos principios elementales. El primero es que la planta es parte fundamental de la anatomía, que sustentará la obra. Así mismo, el segundo principio es el de la predisposición para la continuación de obra, que hace referencia a que cualquier obra ha de estar llevada a cabo teniendo en cuenta aquello que pueda acontecer tras ello. Aplicando estos principios al plano inferior y al desplazamiento por él, se habrá de tener en cuenta siempre la disposición angular entre pies, concretamente en su proyección de planta, para proveer al tirador de una correcta prevenga. “Para facilitar la obra y la continuación de esta, habrá de generarse un ángulo de la planta acorde a las intenciones del usuario.” El potencial de la previsión y aplicación correcta de la angulación sobre los compases potenciales, ha de dar lugar a la coherente obra que pueda aprovechar las virtudes del tránsito transversal y aportar seguridad al aborto del compás. “Una planta habrá de estar normalmente preparada para facilitar el compás transversal, pues este facilitará la obra, la ganancia de recta, el desfase del foco paciente y la triangulación ejecutiva.” El ángulo de la planta dará lugar a la bisectriz de planta, y será esta la que deberá estar orientada en la dirección sobre la que se pretenda el compás, siendo así como se maximizará el auxilio de la angulación de planta al tránsito pretendido. “La bisectriz de planta marcará la dirección más eficiente sobre la que transitar, será por ello que su control facilitará el compás presente y futuro.” Será de vital importancia no ofrecer la intención o exponer la obra a la lectura del paciente, quedando así centrada la mutación y reposicionamiento de la proyección de planta, al momento de obrar, concretamente al tránsito, clavado o grapado, del compás en cuestión. A un extremo propincuo o planta coherente: - El pié que vaya a quedar adelantado, se posicionará orientado al objetivo ejecutivo, quizás virado del foco, al no poder determinarse el movimiento potencial del paciente. - El pie que se pretenda dejar atrasado quedará angulado según la angulación de destino pretendida partiendo de la orientación hacia el foco. A un extremo remoto o planta opuesta: - El pié que vaya a quedar adelantado, se posicionará orientado al objetivo ejecutivo. En caso de tratarse de un compás de cruce, en su primer medio compás se posicionará angulado ligeramente respecto a la línea de foco, y se acomodará paralelo a ella cuando se obre el último medio compás. Esto otorgará la posibilidad de abortar el movimiento estando dispuesto de forma favorable para la complementación transversal del compás, y en caso de completarse con éxito el compás, ayudará a la función última de este de magnificar la amplitud del movimiento. - El pie que se pretenda dejar atrasado quedará angulado según la angulación de destino pretendida partiendo de la orientación hacia el foco. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 307 -DE LA C AUSA TÉCNICA Disposición del peso sobre la proyección de la planta: Un agente plenamente operativo, que pretenda una constante reubicación de la planta, se centrará en poner el peso en la parte más distal de los metatarsos, lo que le dará mayor maniobrabilidad y liberará los soleos, gastrocnemios o gemelos, peroneos y tibial anterior, para facilitar la tracción tanto positiva como negativa, aumentando el rango dinámico de actuación biomecánica y con ello la dimensión del medio en su modificador de movimiento. Esto tendrá una mayor aplicación al pie que esté o vaya a quedar adelantado. “La posición de equino en el pie adelantado facilitará la maniobrabilidad de planta y torso sobre firmes regulares.” La repartición del peso sobre los pies de un agente ha de estar marcada por la intención de este. Así pues, para obrar un compás sin escurrida, el peso habrá de pasarse al pie que se pretenda mover en segundo lugar. Esto creará un testigo de intención claro, notándose como un individuo levanta una pierna inclinando su peso en la dirección a la que va a ser movida. “Comenzar la obra de un compás será un acto que expondrá con claridad al usuario.” Para evitar dicho testigo, se puede obrar el desplazamiento por medio de mutaciones repetidas de la planta, que sin ser compases, usarán la escurrida para desplazar cada uno de los pies, valiéndose de la variación de la proyección del centro de masas sobre el segmento de planta. Así, el torso y tracción de aquel que se desplaza no ofrecen información relevante a su opositor. No obstante, la obra de estos desplazamientos será tosca y lenta, lo que limitará su aplicación a una intención plenamente dispositiva y sobre una dimensión de medio considerablemente amplia, así pues, queda inicialmente restringida al medio de proporción. “El compás de alcance permitirá la reubicación rápida de la planta sin una notable incidencia en el torso y, por tanto, sin la necesidad de desplazar el peso, permitiéndose que el torso actúe tras la obra de dicho compás.” Para que la tracción y el peso de un agente queden repartidos por igual en sus pies, el centro de masas, en su proyección, habrá de estar sobre la mediatriz de planta, o sea que quedará erguido. Esto determinará que para generar una mutación de la planta sin obrar un compás, se habrá de generar una escurrida del pie deseado, restándole ligeramente peso a este, sin restarle tracción sino aplicándosela, ya sea desde la cadera o desde la rodilla, en caso de estar esta flexionada. Para desplazar el peso a un pie desde una planta erguida inicialmente de peso centrado, será necesario el movimiento del torso, sobre el mismo eje seguido por el segmento de planta y en sentido al pie deseado. También se podrá lograr con la resta de tracción en la pierna en la que se pretenda apoyar el peso, dando lugar a una inevitable rectificación de la afirmación, que acorde a la intención, puede dar lugar a una nueva guardia o a una proyección de la planta distinta. “Los compases serán obrados con la intención de acomodar el centro de masas proyectado sobre el punto pretendido del plano inferior, siendo el desplazamiento más eficiente aquel generado por la acción leve y previa del torso.” Cuando se pretende un compás, se ha de ubicar el centro de masas en el sentido en que se pretende ese desplazamiento. Por ende, si el desplazamiento coincide vectorialmente con la orientación del segmento de planta, el centro de masas proyectado abandonará la mediatriz y se orientará adelante o atrás. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 308 - El centro de masas proyectado está centrado o aledaño a la mediatriz: Se deberá de obrar el compás tomando contacto primeramente con el talón del pie, en talo, que se mueva en primer lugar. Esto facilitará el grapado del compás, dará más seguridad y evitará la escurrida involuntaria. Además, se extenderá notablemente la extensión máxima posible del compás. Si se pretende acortar la extensión de un compás, el pie deberá tomar contacto con la parte distal de los metatarsos, en equino. Eso, al extender la extremidad, dará rápidamente estabilidad a un compás con una extensión más corta del segmento de planta. El centro de masas esté proyectado en un sentido del segmento, adelantado o atrasado, y se pretenda la obra de un compás o medio compás: En ese mismo sentido: - Si se pretende dar lugar a una mayor extensión de la extremidad y un tacto al suelo más preciso, se proyectará la planta comenzando por tomar contacto la parte distal de los metatarsos, en equino, del pie que avance en primer lugar. - Si se pretende ampliar la extensión del compás, se tomará el contacto de talo con el pie que avance en primer lugar. En sentido contrario: - Se proyectará la planta haciendo contacto con el peso centrado en el talón, en talo, del pie que se mueva en primer lugar. Dirección y sentido de los compases: Los compases serán nombrados dependiendo del tránsito generado por el centro de masas proyectado sobre el plano inferior, según las líneas de geometría de este. Por tanto, se entenderá como tránsito la línea recta que existirá entre la posición inicial y final del centro de masas. Exisitirá una diferencia entre dirección y sentido, siendo la dirección la línea sobre la que se desplazará el centro de masas proyectado, quedando el sentido definido como la orientación en la que dicho centro de masas se desplaza. Con la comprensión de la dirección y sentido de los compases se podrá parametrizar y sobreentender la pretensión del opositor, usando su desplazamiento sobre el plano inferior como un testigo de su intención. Compases según la dirección: Compás recto: El compás recto será aquel que haga transitar al centro de masas proyectado de manera paralela a la línea recta. Podrá ser en marcha o ruptura, según si estrecha o extiende el diámetro común, respectivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 309 -DE LA C AUSA TÉCNICA Compás trepidante: El compás trepidante será aquel que haga transitar al centro de masas proyectado de manera paralela a la línea infinita. En una mayoría estadística de las situaciones posibles, los compases trepidantes se obrarán de avance, actuando primero el pie que quede al lado al que se va a desplazar el centro de masas proyectado. Compás transversal: El compás transversal será aquel que haga transitar al centro de masas proyectado de manera paralela a cualquiera de las líneas transversales, debiendo ser diferenciados lateralmente. Compases según el sentido: Compás en marcha: Los compases en marcha serán aquellos que desplacen el centro de masas proyectado pretendiendo la disminución del diámetro común. Compás en ruptura: Los compases en ruptura son aquellos que pretendan la extensión del diámetro común. Estos compases se llamarán extraños, pudiendo ser rectos, cuando transite el centro de masas proyectado paralelo al diámetro común, o transversales cuando lo haga paralelo a una línea transversal. En los compases extraños, se podrá actuar la afirmación o la planta previamente. Esto dará lugar a dos maneras de romper el medio, quedando indicada cada una para un contexto concreto: - Cuando se actúe en primer lugar la afirmación: será normalmente para dar lugar a la obra reactiva, pues sacará del medio con mayor velocidad a la anatomía agente expuesta. - Cuando se actúe en primer lugar la planta: normalmente será para conservar la configuración geométrica del medio, y la disposición del arma en el medio, y mientras tanto, preparar la ruptura. Tras la acción del compás por la mutación de la planta, llegará la acción de volver a presentarse erguido, siendo esta última fase la que daría lugar a generar una geometría distinta. Compás trepidante: Los compases en dirección trepidante tendrán sentido al lado hábil o no hábil, armado o no armado, a diestra o siniestra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 310 - Amplitudes de los compases: La amplitud de los compases hace referencia a la manera y el orden en que se mueven los pies del usuario. Esto dará tres posibilidades para el primer pie que actúe: que avance primero que el pie atrasado, que alcance a este o que lo cruce. Dicho orden, por las particularidades biomecánicas humanas, dará lugar a distintas amplitudes en el tránsito del centro de masas proyectado, y será por ello, que el susodicho orden se le llamará amplitud. “La amplitud queda definida por el orden y posición en que actúan los pies del usuario, condicionando con ello la distancia transitada.” La amplitud de los compases deberá siempre ir acorde al medio pretendido, así como a las condiciones del firme. Con ello, el usuario se podrá asegurar su estabilidad y éxito en el desplazamiento. “La amplitud de todo compás quedará condicionada limitada por la finalidad de este y la naturaleza de la superficie sobre la que se obre.” Adicionalmente, cada amplitud de un compás podrá tener ciertas variaciones en su extensión, que serán resultado del movimiento en mayor o menor proporción de cada pie. Existirán compases completos, que serán aquellos en los que ambos pies se desplacen para dar lugar a una planta nueva. Por otro lado, existirá la posibilidad de modificar la planta con el movimiento de un solo pie, lo que será considerado como medio compás. La amplitud de los medios compases será concebida con dos propósitos: La mutación de la planta: Posibilitará y/o facilitará la coherencia de la planta con la obra pretendida. El desplazamiento del centro de masas proyectado sobre el plano inferior: Auxiliará la obra dispuesta o pretendida, ampliando el extremo del tirador así como estabilizándolo. La amplitud de los compases completos, para su eficiente automatización obtención de una obra instintiva, será medida orientativamente según el multiplicador aplicado a la planta para obtener la nueva ubicación sobre el plano inferior. La unidad de esta medida será la propia planta, por entenderse como normal que la planta inicial dará lugar a una planta final similar en extensión. “Una planta podrá dar lugar a diferentes amplitudes de compases, siendo todas ellas dependientes de la extensión planta inicial y final.” Cuando se obra un compás de una extensión concreta se dará lugar a un tránsito, que será la distancia entre el centro de masas en su punto inicial y final, una vez haya terminado el compás. Tránsito: El tránsito, aplicado al contexto espacial, resulta ser el movimiento por parte de un individuo desde una posición inicial a una terminal, ay sea en una acción, compás, obra, o frase de armas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 311 -DE LA C AUSA TÉCNICA Este tránsito será determinado por la planta y la extensión de esta: - Un compás recto de alcance, dará lugar a un tránsito aproximadamente igual a la planta inicial. - Un compás recto de avance, dará lugar a un tránsito aproximadamente igual a la planta inicial más un tercio de ella. - Un compás recto de cruce dará lugar a un tránsito aproximadamente igual al doble de la planta. Esta forma de medida, según la planta, será tenida en cuenta mayormente en la dimensión del medio de proporción y de un proporcional, en el estrato de sombra, que no esté sostenido en la intención ejecutiva agente, pues esto alterará la pretensión de las plantas, dando lugar a mutaciones en estas por medio de compases destinados a ello. Existen excepciones a la hora de mesurar la amplitud de los compases según la planta proyectada, pues la planta no siempre poseerá unas cualidades geométricas coherentes con este método. Amplitud de alcance: El compás de alcance es aquel que, proyectada una planta, lleva al pie atrasado a la misma longitud del eje Z del pie adelantado, dando lugar a una contracción de la planta que será de nuevo estabilizada por el movimiento del pie inicialmente adelantado. El compás de alcance desplazará al usuario la misma distancia o una menor que la planta inicialmente proyectada. Esto determina de forma natural una distancia de tránsito igual a la planta, por producirse el desplazamiento multiplicando por uno la distancia entre pies inicialmente existente en su extensión. O sea que la distancia posible del desplazamiento será dependiente de la planta inicialmente proyectada. Este compás podrá dar la posibilidad de transitar manteniendo una rectitud elevada, pues en su obra contraerá la planta y ello otorgará una elevación de los planos del agente usuario. En la obra de un compás recto de alcance desde una planta trasversal, con un segmento de planta relativo a una extensión relajada, el pie atrasado no habrá de tocar al pie adelantado, tan solo habrá de llegar a su misma posición sobre el diámetro común, y así crear momentáneamente una planta infinita que permita adelantar el segundo pie, que dejará la planta nuevamente sobre la transversal. Por ende, cada uno de los pies estará separado del otro en todo momento, sin llegar a reducir la planta a totalmente contraída. La amplitud de alcance será usada para ajustar con precisión el diámetro común, dando lugar a un control minucioso del medio. Además se usará como un recurso eficiente para obrar compases sin mutación o acción alguna de la afirmación, pues el leve y escaso desplazamiento de este compás permitirá desplazar la planta sin necesidad de cambiar la ubicación del torso, rectitud o sencillez. Amplitud de avance: El compás de avance hará que el pie adelantado, o hábil en su defecto, actúe primero, tras ello el actuará el pie atrasado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 312 - El compás de avance regularmente obrado, dará lugar a un tránsito de una planta y un tercio, no obstante, podrá ser mayor su extensión. El compás de avance desenlazará la planta proyectada con la distancia transitada en el desplazamiento. De esta forma, tendrá la propiedad de otorgar tanto una menor como una mayor amplitud posible, al poder actuar el pie adelantado con una extensión variable, pues no estará sujeto a la geometría de la planta inicial. Así pues, la extensión asociada al compás de avance será variable. No tendrá un mínimo en su tránsito, y el máximo estará marcado por la extensión posible de la extremidad adelantada y la capacidad para recuperar la afirmación tras su obra. No obstante, en la práctica, la extensión máxima del compás de avance será aquella que deje el segmento de planta en igual o mayor medida que la flotación del tirador. Este compás, por su naturaleza será el óptimo para la rápida introducción del agente en el medio proporcional del paciente, pues estará provisto de la capacidad de ser obrado en concordancia con una reducción de la altura del ítalo, para lo ayudará notablemente que la extensión obligada de la planta en el momento de la obra. En el tránsito trepidante, seguro y naturalizado, cuando no se esté afirmado de perfil, la amplitud máxima del compás de avance será normalmente planta y tercio, la misma que la de un compás de cruce en dicho sentido. Esto se debe a que la biomecánica de las caderas impedirá una amplitud mayor. Amplitud de cruce: En la obra del compás de cruce, actuará primero el pie atrasado, sobrepasando al pie inicialmente adelantado en sentido al desplazamiento pretendido, y tras ello, el pie inicialmente adelantado que habrá quedado atrasado, volverá a sobrepasar al pie que actuó en primer lugar. El compás de cruce desplazará al usuario una distancia siempre mayor a una planta e igual o menor que dos, y lo proveerá de la máxima amplitud posible en su tránsito. Este compás enlazará la planta proyectada con su inversión lateral en el momento de pulsar el primer medio compás, que será el del pie atrasado, posicionando este a una planta por delante del pie adelantado. Tras ello, para recuperar la estabilidad y buscando proyectar una planta final idéntica a la inicial, se adelantará el pie inicialmente adelantado, que ahora está atrasado, concretamente a una planta del pie que ahora está adelantado. Así pues, el tránsito ha culminado en un desplazamiento de dos plantas. Cabe destacar que el compás de cruce queda limitado, en su mínimo desplazamiento posible, por la geometría particular de su obra, pues no puede quedarse en el alcance, dado que cambiaría su naturaleza. Siempre que se obre un tránsito seguro, desde una afirmación de cuadrado o medio perfil, y se obre un compás en dirección trepidante, la amplitud máxima de este en cruce será la misma que la de un compás de avance: normalmente planta y tercio. El motivo de esto radica en la posición parcial o totalmente paralela de las caderas a la línea de infinito, lo que impide una aplicación biomecánica de mayor eficiencia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 313 -DE LA C AUSA TÉCNICA El compás de cruce podrá ser abortado tras su primer medio compás, dando lugar a una planta pulsada que podrá estabilizarse al mutar la angulación del píe que ha cruzado y orientarla en sentido al foco, mutando a la vez el pie que ha quedado atrasado dando lugar a una angulación igual o mayor a la paralela. Esta planta se podrá entender como una inversión lateral, convirtiendo así al aborto de compás de cruce en un compás de intercambio lateral en ganancia. El compás de cruce será el que generará el tránsito del centro de masas más rápido, respecto al movimiento de los pies, siendo que una parte considerable de dicho tránsito quedará recorrida justo en el primer medio compás. O sea, que cuando se obra un compás de cruce, el centro de masas se comienza a mover justo al inicio del primer medio compás, lo que lo hace ideal para auxiliar obras en las que la reubicación del cuerpo haya de ser temprana. El compás de cruce ofrece la mayor posibilidad para cambiar la orientación de la bisectriz de la planta final, a la que llevará dicho compás, cambiando la angulación de los pies libremente durante la obra. Como excepción, el compás de cruce sobre la transversal del lado relativo al del pie atrasado, desde una planta transversal de medio recto, será limitado por la anatomía, quedando parcialmente igualada su amplitud con el compás de avance sobre la misma transversal. Por tanto, para realizar un tránsito concreto sobre la susodicha línea, será más eficiente recurrir al compás de avance. Será ineficiente el uso del compás de cruce trepidante, pues el pie que cruza quedará obstruido en su movimiento por el pie que será cruzado. Por ende, el compás más eficiente de usarse en tal caso será el de avance. Desplazamiento por mutación de planta: Si una planta es proyectada, y una vez sea estable se muta su extensión, cabe la posibilidad consciente de generar con ello desplazamiento sobre el plano inferior. La amplitud de esto estará relacionada directamente con la variación de la proyección de centro de masas respecto a la mediatriz de planta. Así pues, cuanto más distancia exista entre la proyección del centro masas y la mediatriz, mayor será el resultado del desplazamiento tras mutar la planta y recuperar la afirmación, volviendo el centro de masas proyectado sobre la mediatriz. Este desplazamiento tendrá una amplitud muy limitada y carecerá totalmente de validez fuera del medio de proporción o proporcional de Hawking. Idealmente podrá ser usado para presentar una faz relativamente estática o masiva, y a su vez, obtener cierto desplazamiento y/o ajuste de la afirmación. No obstante, el suelo y su naturaleza tendrá una clara repercusión sobre la viabilidad de esto. En síntesis: Se podrá generar desplazamiento preciso con la extensión y contracción asimétrica de la planta, por medio de la reubicación de la proyección del centro de masas y el cambio de la angulación, sin necesidad de compases. Compases relajados o naturales: Un compás relajado será aquel obrado por medio del acto natural de caminar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 314 - La amplitud de estos será variable, manteniendo siempre la atención en la eficiencia energética del movimiento, pues tendrán función marcial restringida a un contexto en que el agente usuario posea una superioridad técnica evidente ante el paciente, que le posibilitará el sostenimiento del medio sin una necesidad constante de recurrir al uso de compases más allá de los relajados. Por esto, los compases relajados serán una obra idéntica a la expresión de caminar eficientemente. Su potencial se centrará en facilitar el desplazamiento, sin restar una notable energía física al usuario, y en atribuir una faz de pasividad a la actitud de este. Al igual que en el ejercicio no marcial del desplazamiento, cada uno de los compases dados serán habitualmente de cruce, con una angulación variable en los pies y sin estar aparentemente ligado a la rectitud. Los compases naturales se obrarán siempre, sin excepción, con una afirmación erguida y relajada, desde la que podrá partir una rectitud en recto para asegurar la sostenibilidad del desplazamiento y la posibilidad de respuesta ante el opositor. Siempre se tendrá en cuenta y controlada la posición de los pies, y con ello, se preverá la reacción necesaria para adoptar una configuración anatómica acorde a las necesidades geométricas de las circunstancias potencialmente emergentes. Esto tendrá su base en que, pese a que los compases queden relajados, son parte de una frase de armas que siempre habrá de posibilitar la defensa, disposición y reacción ante el paciente. La obra de compases relajados quedará aparejada y coherentemente unida a la guardia impasible y a su sostenimiento, y de igual manera, a cualquier otra guardia que pretenda presentarse con pretensión plenamente reactiva y/o disuasoria. Dado que la anatomía humana es bilateral, cuando se pretenda el tránsito y compás, una pierna obstruirá el libre movimiento de la otra en alguna de las direcciones posibles. Por tanto, a priori, lo más funcional y elemental será evitar la interacción entre piernas, la contracción de la planta o el cruce de los segmentos de la tracción. Para ello se usará el compás de avance como obra estándar cuando se pretenda el desplazamiento, mientras no se precise de otra amplitud, pues hará más sencilla la organización de la planta. “El compás de avance será la amplitud estándar, en cualquier dirección y sentido, que naturalizará el tránsito y evitará la interacción innecesaria de las piernas del usuario. Quedarán previstas, preparadas y atendidas otras amplitudes para cuando sea preciso hacer uso de sus virtudes.” Extensión de los compases: “La extensión de los compases es la diferencia espacial entre la posición inicial y final de cada uno de los pies en un compás.” Para la correcta elección de la amplitud en los compases, obrados con cada una de las amplitudes posibles, habrá de tenerse en cuenta el tránsito agente necesario para su posicionamiento en el medio deseado, así como el tránsito paciente, que se pretenda complementar con el compás agente, para conseguir su neutralización y sostenimiento del medio o inmersión. O sea, que un compás se obrará acorde al desplazamiento proactivamente pretendido del agente, y también, en coherencia al desplazamiento necesario para mantener un medio concreto ante el desplazamiento del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 315 -DE LA C AUSA TÉCNICA “La extensión de un compás dependerá del desplazamiento del centro de masas que vaya a tener lugar gracias a la amplitud, y a su vez, de la necesidad de generar un diámetro común u otro.” En un contexto ideal, para que un compás sea cómodo y biomecánicamente eficiente, la extensión del tránsito de cada uno de los pies habrá de asegurar la operatividad del tirador usuario, mientras tiene lugar dicho compás. Además, tendrá que generar una inercia controlable en cada una de las piernas y torso, evitando tener que generar tracción para contener el avance de cada extremidad. Adicionalmente, se deberá evitar la obligatoriedad de reducir el segmento de tracción, para poder obrar el compás, o sea, que no deberá ser necesario doblar las rodillas para poder generar el compás con solvencia. Por tanto, desde una planta relajada y hasta otra relajada, se puede entender que la extensión del tránsito de cada pie, deberá ser aquella que dé lugar a un segmento de planta final similar al segmento superior del usuario. De esta manera, la extensión del compás será contenida y biomecánicamente funcional, sin dar lugar a una planta contraída o demasiado extendida, lo que restaría operatividad. Así mismo, no se tendrá que generar una asistencia extraordinaria al compás por parte de la masa del cuerpo. En el compás de cruce, desde una planta relajada a una planta relajada, sin intercambio lateral: La extensión del tránsito del pie que cruza será igual o similar a dos segmentos superiores del usuario. La extensión del tránsito del pie cruzado, segundo en actuar, será igualmente similar a dos segmentos superiores del usuario. En el compás de avance, desde una planta relajada a una planta relajada: La extensión del tránsito del pie que avanza será igual o similar al segmento superior del usuario. La extensión del tránsito del segundo pie en actuar, será igualmente similar a la extensión de dicho segmento superior. En el compás de alcance, desde una planta relajada a una planta relajada: La extensión del tránsito del pie que alcanza será igual o ligeramente menor al segmento de la planta inicial, relativamente coincidente con la medida del segmento superior del usuario. La extensión del tránsito del segundo pie, que avanza, será igual o similar al tránsito generado por el pie que alcanza. En un contexto práctico, dentro del asalto, será cuestión imposible el determinar con precisión la extensión de un compás sin previamente comprender la aplicación del mismo. Cosa que, por existir tantas variables implícitas, será ineficiente redactar sus particularidades. Por tanto, se deberán conocer los límites biomecánicos que marcarán máximos y mínimos tránsitos, quedando aquellas medidas intermedias como posibilidades y recursos. Los límites de los compases: La extensión máxima de los compases estará limitada por la anatomía del usuario, concretamente la extensión máxima de sus segmentos de la tracción, que determinará la forma en la que las masas intervendrán y la distancia a la que los pies podrán quedar conservando la posibilidad de reducir eficientemente la planta a la planta final. O sea, que el máximo tránsito que puede tener un pie será aquel que permita que el otro pie obre, reduciendo el segmento de planta hasta conseguir quedar en una guardia funcional. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 316 - La extensión mínima de los compases estará limitada por la proyección de la planta inicial y su interacción con el centro de masas del usuario, dando lugar a una extensión de compás mínima, coherente con la redistribución del peso, para poder mover de manera independiente cada uno de los pies. Existirán conceptos pertenecientes a otros aspectos, ajenos al desplazamiento del agente por el plano inferior, que influirán de manera directa, y de los que habrá que extraer cada uno de los aspectos que influirán en la elección de la extensión del compás a obrar. “La extensión de un compás podrá verse condicionada por circunstancias ajenas al usuario, que se tendrán en cuenta en el modificador de medio de movimiento.” La necesidad de combinar la ganancia o ruptura de medio paulatina con una repentina transversalidad, como herramienta ofensiva, entregan una naturaleza polarizada a la disposición y desplazamiento sobre el plano inferior. Encontramos así la necesidad de combinar compases de muy estrecha extensión con otros de una considerablemente amplitud, para su tipología concreta. “La extensión de los compases deberá ser combinada y conjugada al contexto presente, a las condiciones del firme y al medio pretendido.” Los compases menos extensos se obrarán permitiendo al agente obtener una planta totalmente estable y perfectamente conformada para su subsiguiente obra. Esto ocurrirá así teniendo en cuenta la capacidad reactiva que ha de poseer el usuario ante la potencialidad ofensiva descontrolada de su paciente en medios extendidos. Por otro lado, los compases donde la ganancia del medio tenga como pretensión la ejecución directa o el tránsito transversal dispositivo o ejecutivo para la apropiación de un medio, habrán, por geometría fundamental, de estar obrados en una extensión mayor o, incluso, superlativa, dentro de los límites operativos. Eso se debe a la necesidad de cubrir las distancias notablemente magnificadas de las largas transversales resultantes de los medios, de amplitud característica, emergentes del daito como causa instrumental. Esto último tiene mayor importancia al estar hablando del medio de proporción, cuando se pretenden obras en primera intención y causa libre desde él. “Los compases más amplios se obrarán para dar lugar a tránsitos característicos de la primera intención, en un medio de proporción o en una distancia amplia del medio proporcional en el estrato de sombra.” “Los compases de menor extensión tendrán lugar al pretender ajustar el medio y preparar la obra, dando lugar al control preciso del diámetro común.” La posición del pie, de talo, equino o regular, tendrá un efecto directo sobre la amplitud de los compases, generando variaciones que darán como resultado el control preciso de la extensión de los compases. - Para ampliar la extensión de un compás, se hará uso de la posición de talo del pie, generando con ello un acortamiento del segmento de la tracción, y por ende, un mayor tránsito hasta que el pie hace contacto con el suelo. - Para reducir la extensión de un compás, se hará uso de la posición de equino, que al extender el segmento de la tracción, hará que el contacto entre el pie y el suelo sea prematuro, acortando el tránsito generado con la acción de la pierna. - La posición regular del pie, dejando la línea de este paralela al plano inferior, mantendrá una longitud estable del segmento de tracción, facilitando el cálculo del compás no alterando su extensión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 317 -DE LA C AUSA TÉCNICA Será por medio de la trepidación, que el medio podrá ser extendido con pleno mantenimiento de la capacidad e intención dispositiva. Por ende, los compases trepidantes habrán de ser adaptados en su obra, de forma directamente proporcional, a la extensión del medio que se pretenda. Será así como, por medio del movimiento por la línea infinita, que la extensión o contracción del medio tendrá lugar de la forma más discreta, otorgando al agente la posibilidad de reubicarse sin hacerlo de forma constatable y/o evidente. Por tanto, el tránsito con compás trepidante dará lugar a una extensión del diámetro común significativamente menor a la amplitud de dicho compás. Será por ello útil su utilización para dar lugar a la extensión y/o ruptura del medio sin directa proporción con el compás obrado, impidiendo así el cálculo exacto del paciente. Compás de Pitágoras: “El compás de Pitágoras es aquel en el que, desde una planta transversal hábil de medio recto hábil, se obra medio compás de alcance transversal, al lado no armado, quedando la planta en línea, de medio recto, en disposición de acometida, habiendo generado el desfase del foco paciente y una sutil ganancia y desviación de recta.” Obrado desde el límite exterior del medio de sombra, este medio compás facilitará la ubicación del paciente en el medio proporcional agente, el desfase del foco del paciente, y con ello, la potencia agente de obrar una línea en cruz o el encordado simple con mayor ventaja geométrica. “El compás de Pitágoras será obrado desde una planta transversal hábil de medio recto, y dará lugar a una planta en línea hábil de medio recto.” El pie hábil, que en la planta inicial transversal de medio recto hábil está dispuesto adelantado, habrá de posicionarse con medio compás transversal de alcance, justo sobre la línea que une el pie atrasado del agente con el centro de masas paciente, o sea, el diámetro raíz no hábil del agente. De esa manera se obtendrá un nuevo diámetro común sobre el que estará en línea la planta del agente. Esto hará que la planta mute, en intención, de maniobra a acometida. Tras el compás de Pitágoras, cuando el usuario esté en una planta de acometida, si se desea reducir la planta a la transversal y la guarda a una española, tan solo se tendrá de obrar medio compás trepidante de avance al lado armado. Será ideal que el medio compás transversal de alcance al no hábil, que compone el compás de Pitágoras, tenga lugar de equino, tomando contacto con el firme con la parte distal de los metatarsianos, facilitando la obtención de una extensión ideal de la planta de acometida y orientando con mayor precisión la línea del pie adelantado en dirección al objetivo ejecutivo o centro de masas del opositor. “El compás de Pitágoras, para aumentar su eficiencia, tendrá lugar de equino.” Cabe señalar que el compás de Pitágoras, en su tránsito y geometría, será dependiente de la planta inicial, pues será su magnitud de transversalidad la que ofrecerá mayor o menor ganancia y desviación de recta, cuando se alcance la planta final, en línea. “Con el compás de Pitágoras, a mayor infinitud de la planta inicial, mayor ganancia y desviación de recta en el tránsito.” Es importante tener en cuenta que el compás de Pitágoras tendrá una menor incidencia en la ganancia de recta y, por ende, de medio, cuando el opositor tenga una mano armada distinta al usuario. Esto será debido a la tendencia al paralelismo con el diámetro común del diámetro común de la sencillez, que dará lugar a que el compás de Pitágoras genere la ganancia y desviación de recta alejando al usuario de la sencillez del opositor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 318 - “Ante el zurdo, el compás de Pitágoras tendrá una menor aplicación, manteniendo parte de su funcionalidad.” Este compás recibe este nombre al aprovechar la confluencia precisa entre el medio y el tránsito, que pese a ser escueto este último, es el suficiente para obtener una triangulación sobre el plano inferior, que dará la propiedad del medio al agente. El compás de Pitágoras podrá sostener la obra al unísono de un libramiento de la hoja agente, en cualquiera de sus formas, que dará lugar a la introducción de parte del medio particular paciente en el medio proporcional agente, y adicionalmente, el agente quedará anatómicamente dispuesto para la obra ejecutiva del encordado simple o de una línea en cruz. Este compás dará lugar a una de las expresiones más sencillas, elementales y elegantes de tránsito sobre el plano inferior, que será capaz de cumplir con las necesidades del tirador de evitar la paradoja de la estocada recta, pues dará lugar al desfase del diámetro común y a una planta de acometida que preparará la obra ejecutiva. “El compás de Pitágoras será la expresión más elemental y elegante de tránsito sobre el plano inferior, que facilitará el desfase del foco paciente y la ganancia de recta.” Compases con participio: “Los compases con participio son aquellos compases completos que están constituidos por el movimiento de un pie, siguiendo una línea de dirección o sentido y por el movimiento del otro pie, sobre una línea de dirección o sentido distinto.” Los compases con participio darán lugar a una planta distinta a la inicialmente proyectada, en orden y/o extensión, teniendo en cuenta que el movimiento de cada uno de los pies no coincidirá plenamente en dirección o extensión. La planta final, distinta a la inicial, tendrá lugar al hacer que cada uno de los pies siga una dirección o sentido distinto al otro. Se entenderá, por tanto, que cada uno de los pies ha obrado un medio compás distinto al otro pie. Es por ello que se comprende como participio, pues el compás completo se compone de dos medios compases, que participan en la obra. A modo ilustrativo, ofreciendo casos particulares típicos y recurrentes en asalto: Desde una planta hábil, transversal, de medio recto: - Si el pie hábil obra un medio compás de avance recto y el no hábil obra un medio compás sobre la transversal no hábil, la planta quedará transversal, hábil y extendida. - Si el pie hábil obra un medio compás de avance recto extraño y el no hábil obra un compás trepidante al no hábil, la planta quedará infinita y extendida. - Si el pie hábil obra un medio compás de avance recto extraño y el no hábil obra un medio compás sobre la transversal no hábil, la planta quedará transversal, no hábil y extendida. - Si el pie hábil obra un medio compás de cruce recto extraño y el no hábil obra medio compás transversal extraño, al no hábil, la planta quedará transversal, no hábil y se habrá generado una ruptura de medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 319 -DE LA C AUSA TÉCNICA Aquel compás desde una planta inicial, transversal, de medio recto, hábil, que dé lugar a un desplazamiento y una planta en línea, de medio recto hábil, será entendido como un compás con participio. Concretamente, será un compás con participio normalmente usado, pues generará el cambio de una planta inicial de maniobra a una planta final de acometida, con un desplazamiento sobre la transversal no hábil del agente. Existirán compases con participio limitados en su funcionalidad. Estos serán aquellos que desplacen cada uno de los pies en sentido opuesto sobre la misma dirección. Esto dará irremediablemente lugar a una extensión de la planta mayor a la normalmente funcional. No obstante, con extensiones contenidas, se podrá cambiar la extensión de la planta de manera viable, sin deber entenderse como un compás. La planta final en línea, con intención de acometida, será la planta final más habitual sobre la que sostener una eficiente obra ejecutiva. Será por ello, que los compases de participio tendrán, a veces, la función de dar lugar a ella de la manera más rápida posible, asistiendo adicionalmente al torso del usuario para la obra. Ejemplo de esto será el compás curvo o circular. Compases de intercambio lateral: “Un compás de intercambio lateral es aquel compás, completo o medio, que se genera para disponer en un orden distinto el pie adelantado, respecto al atrasado.” Este intercambio lateral podrá tener tres variantes, según el desplazamiento del centro de masas: Compás de intercambio lateral en ganancia: El compás de intercambio lateral en ganancia será aquel compás completo o medio que hará avanzar el centro de masas en la planta final, respecto al paciente y la planta inicial. El compás de intercambio lateral en ganancia tendrá lugar cuando exista, al menos, medio compás de cruce recto o transversal. Compás de intercambio lateral en estático: El compás de intercambio lateral estático dejará el centro de masas estable y en el mismo lugar de la planta inicial, pese a dar lugar a una planta final distinta en orden. Será gracias a los compases completos, simples o de participio, que se generará el intercambio lateral de la planta, en estático, haciendo que un compas completo sea usado para hacer que el orden de los pies quede invertido. Compás de intercambio lateral en pérdida: El compás de intercambio lateral en pérdida será aquel compás completo o medio que hará retroceder el centro de masas en la planta final, respecto al paciente y la planta inicial. El compás de intercambio lateral en pérdida tendrá lugar cuando exista, como mínimo, medio compás de cruce extraño, o transversal extraño. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 320 - Compás de torsión: El compás de torsión será aquel medio compás, trepidante, de cruce, que deje cruzados los segmentos de la tracción, haciendo que al descruzarse el foco se rote sobre el centro de masas, dando lugar a la reorientación notable del foco del usuario. Para dar lugar a la inversión total de la fase del foco, o sea, un giro de 180º, se deberá generar una reubicación concreta del centro de masas, permitiendo al torso y extremidades generar el par necesario, conservando la estabilidad. Será crucial entender la trazada del pie que genera el medio compás de cruce, del compás de torsión. Dependiendo de por donde se genere el desplazamiento del medio compás de cruce, se dará lugar a una planta que mantenga el orden mientras se reubica el foco, o a una planta que quedará invertida lateralmente además de obtener la reubicación del foco. Así pues, a partir de una planta inicial hábil, transversal, de medio recto: - Si el pie que cruza, lo hace por delante del otro, este quedará atrás tras inversión y reorientación del foco. - Si el pie que cruza, lo hace por detrás del otro, quedará delante tras inversión y reorientación del foco. Compás curvo o circular: “El compás curvo será aquel compás que se obra haciendo que el pie que quedará atrasado transite generando una trayectoria semicircular sobre el plano inferior, con circuncentro en el pie adelantado.” El compás curvo, normalmente tendrá la función de perfilar al tirador usuario haciendo que su planta quede en línea, de acometida, quedando preparado para obrar ejecutivamente. “El compás curvo dejará al tirador perfilado y acometiendo.” De manera habitual, el compás curvo se expresará como el último medio compás de un compás transversal, de avance y de equino, a cualquiera de los flancos, facilitando el perfilado, la planta de acometida y el lance. Siendo así, el compás curvo se podrá entender como un compás de participio, que su último medio compás es curvo, dado que el matiz diferenciador será este último medio compás. El hecho de que el primer medio compás sea de equino tendrá la función de facilitar el perfilado, al obrar el medio compás curvo, pues el pie en equino rotará de manera espontánea en la dirección en la que quedará el cuerpo, en el momento del compás curvo, sin necesidad de orientarlo ex profeso. “Se podrá usar el medio compás curvo para completar cualquier compás, facilitando el perfilado del usuario.” El compás curvo tiende a hacer que la planta final quede ligeramente extendida, de manera subconsciente, pues se genera cierta fuerza centrífuga en el tránsito circular. Siendo conscientes de ello, la acción circular del segmento de planta, puede resultar un elemento funcional, pues facilitará la contraposición de la masa de la pierna atrasada, frente a una obra ejecutiva en la que se precise ampliar el extremo. El compás curvo será tanto un compás con participio como, potencialmente, un compás de intercambio lateral. Será de participio, dado que desde la estricta geometría, cada uno de los pies seguirá una dirección distinta en su tránsito. Potencialmente será un compás de intercambio lateral, puesto que podrá ser usado a tal fin, idealmente para perfilar al usuario tras un tránsito transversal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 321 -DE LA C AUSA TÉCNICA El compás curvo podrá ser obrado en cualquier amplitud, mientras el pie que se pretenda dejar atrasado realice un movimiento con trayectoria relativamente circular. Es por ello, que normalmente llevará de una perpendicularidad del segmento de planta, respecto al diámetro común, a una perpendicularidad distinta, lo que justificará su uso. Normalmente, con el compás curvo se pretenderá que el segmento de planta quede más paralelo al diámetro común de lo que inicialmente estaba. La extensión de un compás curvo no deberá ser superlativa, pues se retrasará notablemente el último medio compás característicamente circular. “El compás curvo podrá esconder la intención ejecutiva del desplazamiento, hasta el momento de obrar el último medio compás y quedar perfilado, en acometida.” Compases de sigilo: “El compás de sigilo será aquel que se lleve a cabo con la pretensión de mantener oculto el sonido propio del contacto y fricción del pie/calzado con el firme.” Dado el contexto lumínico donde será posible que se desarrolle el asalto de la Esgrima Láser, es posible que el tirador precise de pasar desapercibido en su desplazamiento sobre el plano inferior, concretamente, en la obra de sus compases. Para ello, habrá de ser capaz de minimizar el sonido producido por el contacto del pie sobre el suelo, e igualmente, disminuir en la mayor medida posible los efectos acústicos de la presión sobre el firme. El compás de sigilo tendrá su aplicación en medios, entornos y contextos donde el opositor no haya establecido contacto visual claro con el agente o no le sea posible su ubicación precisa mediante otros recursos perceptivos distintos al oído. En esencia, el compás de sigilo será usado cuando el foco paciente esté plenamente desfasado del diámetro común, quedando máxima la amplitud de su plano focal. “El compás de sigilo será eficiente en entornos sin luz ambiental, donde las hojas agente y paciente estén extintas y donde el foco paciente quede desfasado del diámetro común.” Para aumentar la discreción en los compases será ideal el contacto paulatino de la planta con el plano inferior, haciendo que la primera unión entre ambos se produzca con la mínima masa y velocidad posible. Tras esto, se precisará que el peso, inicialmente atrasado, comience a apoyarse sobre la extremidad de manera proporcional al aumento de la superficie de planta. Los compases de sigilo tendrán lugar habitualmente como compases de cruce, pues precisarán de la máxima amplitud posible, dada la necesidad de cubrir distancias considerables, mayores que las habituales y propias de la triangulación sobre el plano inferior. En el compás de cruce de sigilo desde una planta transversal de medio recto, en marcha o ruptura, el pie que cruza tomará contacto de equino, con el borde exterior de la planta, mientras el peso del usuario queda atrasado. Una vez el primer contacto se produzca, se comenzará a disponer el peso sobre esa extremidad, aumentando el contacto del borde exterior de pie, y tras ello, del resto de la planta, centrando el peso. Cuando se concluya el primer medio compás de cruce, la angulación de la planta deberá ser considerable, ayudando a mantener el equilibrio del tirador usuario, que deberá estar erguido. Por último, se procederá a actuar el último medio compás, que tomará contacto con el suelo, de talo si es en marcha, de equino si es en ruptura. Durante este último medio compás, igualmente, se dosificará la superficie de la planta que está apoyada en relación del peso que soporte esta extremidad. Es importante entender que la dinámica sobre la que se obran los compases de sigilo es notablemente lenta y suave, esto hará que el mantenimiento del equilibrio sea considerablemente más complejo que con la acción habitual de las piernas, aumentando la dificultad conforme aumenta la irregularidad del firme. A esta complicación para el usuario habrá de sumarse la de no poseer claras referencias visuales, al estar transitando en un entorno sin luz. El tipo de calzado y suela de este tendrá un papel de profunda relevancia en la capacidad de atenuar el sonido del compás, debiendo estar en concordancia con el firme. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 322 - Desplazamiento sobre un plano inferior inclinado: Existe la posibilidad de que el plano inferior común quede inclinado, pues agente y paciente se podrán encontrar en alturas diferentes dentro del área. Será por ello necesario entender las particularidades del desplazamiento según la inclinación del plano inferior común, y con ello, adaptar y ser conscientes de las limitaciones físicas y geométricas impuestas al desplazamiento. Si el ángulo formado entre la línea vertical y recta de un agente es obtuso por la inclinación del plano vertical, en una superficie plana y con un medio no dificultado. O sea que el agente está en una altura superior al paciente y sin obstáculos: - Los compases en marcha se podrán obrar con mayor velocidad y tendrán una menor amplitud. - Los compases en ruptura se obrarán obligadamente con menor velocidad y menor amplitud. - Se deberán evitar los compases de alcance. - Se deberán evitar los compases de cruce obrados desde un extremo remoto de la rectitud. Si el ángulo formado entre la línea vertical y recta de un agente es recto por la inclinación del plano vertical, en una superficie plana y con un medio no dificultado. O sea que el agente está en la misma altura que el paciente y sin obstáculos: - Los compases seguirán la lógica estándar, sin necesidad de adaptación alguna. Si el ángulo formado entre la línea vertical y recta de un agente es agudo por la inclinación del plano vertical, en una superficie plana y con un medio no dificultado. O sea que el agente está en una altura inferior al paciente y sin obstáculos: - Los compases en marcha se obrarán obligadamente con menor velocidad y menor amplitud. - Los compases en ruptura se podrán obrar con mayor velocidad y tendrán una menor amplitud. - Se deberán de evitar los compases de alcance. Será posible que un plano inferior común quede inclinado con la existencia de obstáculos en la línea que seguirá el tránsito del agente. No obstante, es tal la varianza de posibilidades en este campo, que no será posible hacer una aproximación a cada una de ellas, quedando a discreción del usuario la concepción y obra del compás que más se adapte a su intención y eficiencia en el desplazamiento. La superficie del firme que no presente obstáculos podrá presentar distintas texturas y materiales, siendo especialmente determinante esto en un plano inferior común inclinado. Para el conocimiento y reconocimiento de la naturaleza del firme se deberá hacer tacto al suelo, generando tracción con ambos segmentos de la tracción pretendiendo la escurrida mientras se pretende contraer o extender el segmento de planta. De esta manera el usuario conocerá los límites del agarre del firme, pudiendo usarlos para condicionar su movimiento, así como para usar dicho condicionamiento como herramienta dispositiva en contra del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 323 -DE LA C AUSA TÉCNICA “Un tirador habrá de estar preparado para analizar la topografía del área, y una vez en el asalto, obrar en consecuencia, siempre en coherencia con su intención, aprovechando en su favor la naturaleza del firme.” Disposición de la planta tras la obra del compás: Entendiendo que será necesario adaptar el compás a aquello que potencialmente acontezca tras su obra, será necesario que la planta final proyectada sea congruente con la intención de aquel que obra dicho compás. Por tanto, la proyección de planta quedará sujeta a la disposición final necesaria, que será aquella que facilite la obra subsiguiente al compás. En caso de que la obra prevista subsiguiente al compás sea ejecutiva: La planta quedará proyectada en línea. Esto facilitará mantener la distancia del medio, pues facilitará la mayor extensión del extremo, a causa de predisponer la planta para el desplazamiento del centro de masas proyectado sobre la línea recta. Esta planta, por su función, se llamará de acometida. La planta en línea como planta final dará lugar a que el foco se concentre y se ciña al diámetro común, haciendo más sencilla la obra sobre el diámetro común y menos eficiente la obra fuera de él. En caso de que la obra prevista subsiguiente al compás sea dispositiva: La planta quedará proyectada sobre la transversal armada. Será así que se facilitará la mayor operatividad, tanto proactiva como reactiva, aportando la posibilidad de mover el torso en cualquiera de sus posibilidades, con una amplitud considerable y útil, siendo óptimo y funcional el movimiento de tumbado con participio de balanceo al lado armado. Además, desde la planta sobre la transversal hábil, se podrá mutar a cualquiera de las posibles proyecciones de esta, optimizando con solvencia la reubicación del tirador y de su cuerpo. Esta planta, por su función, se llamará de maniobra. En caso de que la obra prevista subsiguiente al compás sea defensiva: La obra defensiva habrá de adaptarse necesariamente a la obra que se pretenda resistir o defender. Siendo así, no existirá una proyección de planta óptima tras el compás, sino que será necesario coordinar la planta para antagonizar la obra opositora. No obstante, habrá siempre de entenderse que la obra potencial tras el compás, sobre una planta final, habrá de ser adaptada al medio resultante, y por ende, no deberán ser entendidas estas premisas como óptimas en todas las situaciones. Estos apuntes son funcionales en una mayoría estadística de situaciones, siempre que el tirador transite desde el medio de proporción o proporcional de Hawking y/o sombra, hasta el medio proporcional en su horizonte de sucesos y/o el medio proporcionado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 324 - Aborto de compás: “El compás abortado será aquel que se genere sin llegar a culminar en la proyección de una nueva planta estable, haciendo con esto un simple amago de movimiento o limitando el desplazamiento inicialmente pretendido.” El aborto de compás, desde un punto de vista general, resultará un recurso fundamentado en la acción de un compás, su rectificación y reducción a la planta inicial antes de culminar su obra, sin grapar el desplazamiento. Dicha obra, que resultará habitualmente la expresión incompleta de un medio compás, podrá ser llevada a cabo de la misma forma que el resto de los compases simples, tanto en extensión como en dirección. No obstante, dará como resultado una guardia pulsada en el momento de realizar el aborto, que será justo el punto del tiempo en que el tránsito del pie será reparado, rectificado y potencialmente reducido. “La guardia pulsada será aquella que no sea posible mantener por su escasa o nula estabilidad.” En caso de que el pie que obra el aborto de compás tenga contacto con el plano inferior en su proyección final, habrá de potenciarse el movimiento de reducción a la planta inicial. Por ello, se jugará con la posición del pie, en natural, equino y talo, que en coherencia con la naturaleza del firme, preparará a la musculatura de la sección tibial, auxiliando a la articulación de la rodilla y coxofemoral en la sujeción y rectificación de la inercia inicialmente impuesta. “La angulación del pie respecto a la tibia tendrá el potencial de facilitar el aborto del compás, predisponiendo a la pierna que actúa a volver a su posición inicial.” Así pies, el aborto del compás tendrá una serie de aplicaciones, sustentadas en el trabajo con la asistencia para el control de las masas del cuerpo agente y con la intención del paciente. Respecto al trabajo en la sujeción de las masas: - Se facilitará el cabeceo del cuerpo en huida, pues el posicionamiento y extensión pulsada de masa por delante del centro de masas proyectado, aumentará considerablemente el rango posible de movimiento del cuerpo en sentido extraño. - Se facilitará el tumbado de cuerpo, pues con un aborto de compás extraño, el centro de masas bajará y en su proyección media se adelantará respecto al centro de masas proyectado sobre el plano inferior. Así pues, se predispondrá la afirmación para la obra que precise una silueta vertical reducida, así como se proveerá de una mayor capacidad de proyectar la masa sobre el eje Z. - Se proporcionará una extensión adicional de la planta frente a la necesidad de reparar la inercia seguida por el desplazamiento del sujeto por el plano inferior. Respecto al trabajo del compás fundado en la intención: - En su obra coherente a la intención, podrá generar una segunda intención para dar lugar a que el paciente lleve a cabo una obra preparada que esté asociada a la ganancia o pérdida de medio del agente. Por tanto, el aborto de compás facilitará la expresión de una primera intención, ganando la posibilidad de obrar en segunda intención. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 325 -DE LA C AUSA TÉCNICA - Abortar el compás dará lugar a una segunda intención para romper una cadencia de pulso generada por el sostenimiento de medio de ambos tiradores implicados. Igualmente, posibilitará romper la cadencia de tiempo y contratiempo entre agente y paciente. - Con la obra de abortos de compases, de manera intencionada y consciente, en cualquiera de sus posibilidades, se posibilitará enmascarar tanto la intención de ganancia o pérdida de medio, así como dificultará, la correcta percepción del medio real, dejando como único recurso, la intuición de este, forzando con ello el trabajo sobre el medio aparente. En un contexto de intervención marcado por conjunto de arma con una masa considerablemente mayor que el daito, el aborto del compás resultará un recurso de utilidad plena para la obtención de una planta pulsada que facilite la reubicación de las masas, implícitas en el floreo o trazada del arma en cuestión. Probablemente se estaría hablando de un montante o un arma enastada de mayor envergadura respecto a su guarnición. Cabe mencionar la ineficiencia de abortar un compás sin resolver la proyección del segundo pie a la mayor brevedad posible, dejando el peso sostenido sobre un único pie sin resolver la proyección del otro. Desplazamiento preciso y obra de compases para el sostenimiento del diámetro común y la distancia del medio: Entendiendo la necesidad del agente de poder mantener un diámetro común de medida coherente con su intención, se necesitará un conocimiento asociado que permita una rápida, instintiva y automatizada respuesta al desplazamiento agente. El agente, en su intención de mantener una misma distancia de medio con su paciente, habrá de actuar ante el desplazamiento de este en perfecta proporción y siempre prevenido ante la posible reacción, y habrá de dar lugar a un sostenimiento de la longitud total del diámetro común, independientemente de la dirección en la que sea obrado. Este compás tendrá que facilitar la operatividad en cualquier momento de la obra, e igualmente, dar lugar a una planta en que se tenga la posibilidad de obrar de la manera en que el agente pretenda. “El agente que pretenda mantener un mismo diámetro común con el paciente tendrá que obrar compases para ello, haciéndolo de una manera en que se permita la obra reactiva de ser necesario, quedando además preparado para la obra proactiva.” En el compás de respuesta al desplazamiento paciente, la amplitud habrá de variarse dependiendo de la dirección de compás requerida para el posicionamiento agente. O sea, que según la línea de la geometría del plano inferior por la que se transite, se precisará una amplitud u otra de compás para dar lugar a un mismo diámetro común. De esta forma, obrando tan solo un compás, el agente podrá desplazarse respondiendo al paciente, mantenimiento de la longitud del diámetro común y posibilitando variar la dirección de este sin comprometerse. “La amplitud del compás que pretenda mantener un mismo diámetro común dependerá de la dirección sobre la que se obre.” Entendiéndose AU1 como el punto inicial del que parte el agente, en el momento en que el diámetro común tiene la longitud deseada en AU2: la ubicación de AU2 habrá de estar designada por la aplicación del teorema de Pitágoras sobre la geometría emergente. O sea: “La amplitud del desplazamiento que tendrá que obrar el agente, será conocida gracias al teorema de Pitágoras, aplicado en el momento en que el paciente ha obrado el compás y se puede entender su posición final.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 326 - Teorema de Pitágoras aplicado al sostenimiento del diámetro común: (AFo)2 = (Dr)2 + (Lr)2 Axiomas del sostenimiento del diámetro común ante el desplazamiento paciente y/o su triangulación sobre el plano inferior: Cuando el agente tenga el foco en el diámetro común: - El desplazamiento lateral agente en el eje X habrá de ser igual a la desviación de recta del paciente. - El desplazamiento recto agente en el eje Z habrá de ser igual a la ganancia de recta del paciente. - Será la combinación de ambas amplitudes la que dará lugar a la potencial transversalidad y trepidación, en mayor o menor participio. Dada la imposibilidad de entender de forma precisa el espacio existente en un desplazamiento pretendido, la deducción se hará entendiendo como unidad las amplitudes de los compases: alcance, avance y cruce, según su comprensión relativa a la planta proyectada. Así mismo, se podrá obrar en concordancia con la distancia del desplazamiento paciente, y esto será tenido en cuenta como “amplitud”. “Las amplitudes de alcance, avance y cruce serán unidades estándares para la medición de los compases.” Los compases obrados, idealmente habrán de tener un tránsito ceñido a la obra relajada y naturalizada de los compases según su amplitud. Esto quiere decir que un compás que pretenda un tránsito de una distancia concreta, habrá de ser obrado respecto a la amplitud que más se acerque a la distancia pretendida. O sea, que se obrarán compases de alcance cuando la amplitud pretendida sea mínima, compases de avance cuando sea regular y de cruce cuando sea la mayor. Por tanto, existirá una relación lógica previa que permitirá la automatización e interiorización de la elección de los compases a obrar. Por tanto, se facilitará notablemente la obra al ser llevada a cabo de manera inconsciente y relativamente acertada. Síntesis de compases para el sostenimiento del diámetro común: Esta síntesis es un recurso orientativo, sin posibilidad de ser totalmente preciso por el gran número de variables existentes en cada caso particular, pues no se adaptará a todas las intenciones posibles del agente, ni a todas las áreas y firmes donde se puede dar el asalto. Aquí se tomará como referencia la amplitud del compás paciente, para ser compensada por el compás agente. Al compás recto paciente: Ante el compás recto paciente, el agente obrará en recto un compás de igual amplitud y extensión. Ante el compás recto paciente, el agente obrará en transversal un compás de amplitud y media al flanco contrario. Solo para el desplazamiento paciente ciñendo el medio, el agente obrará en trepidante un compás del doble de amplitud y/o extensión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 327 -DE LA C AUSA TÉCNICA Al compás transversal paciente: Ante el compás transversal paciente, el agente obrará en recto en amplitud y media de la usada por el paciente, en caso de estar la planta planteada para cumplir la función de maniobra. Si el compás transversal paciente ciñe el medio, el agente podrá obrar en transversal al flanco contrario con el doble de la amplitud, teniendo en cuenta que en el momento en que el tránsito pasa por la mitad de su desarrollo, el diámetro común será el menor de toda la geometría implícita. Además, la exposición crece al ser precisa una amplitud coherente con un compás de cruce, lo que en su primer medio compás será inestable, justo en el momento de mayor ceñido del medio. Si el compás transversal paciente extiende el medio, se podrá obrar en transversal al mismo flanco con la misma amplitud y extensión. Ante el compás transversal paciente, el agente obrará en trepidante al flanco contrario con igual amplitud y extensión. Al compás trepidante paciente: Ante el compás trepidante paciente, el agente obrará en recto con media amplitud y extensión de la llevada a cabo por el paciente. Ante el compás trepidante paciente, el agente obrará en transversal al mismo flanco con un cuarto de amplitud y extensión. Ante el compás trepidante paciente, el agente obrará en trepidante con la misma amplitud y extensión. Marcha y ruptura para el control del ángulo de desfase: La el desfase que el foco paciente tenga sobre el diámetro común, podrá ser controlado por el tránsito agente, por medio de la marcha o ruptura. Esto será posible cuando el foco paciente esté orientado a una parte del agente que no esté sobre el diámetro común, como sencillez en una posición radial o mano no hábil largada. - Cuando el agente marche, ciñendo el medio, crecerá el ángulo de desfase del paciente, cuando el foco de este esté desfasado por atender a una parte del agente que no esté sobre el diámetro común. - Cuando el agente rompa, extendiendo el medio, decrecerá el ángulo de desfase del paciente, cuando el foco de este esté desfasado por atender a una parte del agente que no esté sobre el diámetro común. Movimiento del arma previo al desplazamiento agente: La disposición y movimiento previo de la hoja del arma predispone al agente a cerrar las líneas por donde va a transitar, a reducir la posibilidad de librar el atajo por parte del paciente y también decrece el riesgo de ser víctima del control por su paciente. Será así que no es tan importante la acción concreta de mutar la rectitud para otorgar de movimiento al arma mientras el cuerpo está estático, sino, posicionar el arma o mantenerla allá donde vaya a realizar su función. Por ende, un arma posicionada en un lugar del espacio, puede cumplir una función futura y ser dispuesta de otra forma por el movimiento del cuerpo del agente usuario y no por el de dicho conjunto. “Normalmente, lo más eficiente será que el arma actúe primero si se pretende la ejecución o la defensa y que actúe en último lugar cuando se pretenda la disposición.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 328 - Cuando sea preciso el movimiento del arma relativo al agente, se lleva a cabo por medio de la aplicación de los mecanismos de atajo funcional y/o por la disposición de una rectitud acorde con una coherente oclusión. Se habrá de prever, que en caso de estar atajada la hoja del paciente, este pretenderá un libramiento o un encordado. Así pues se entiende que el dinamismo direccional en sentido del la presión del atajo, en virtual o con agregación, es objeto fundamental para posibilitar la obra. El arma agente siempre deberá de actuar permitiendo la reacción y obra de una oclusión pues será el único método fiable para mantener segura la sencillez del usuario. No obstante, en un escenario práctico, será virtualmente imposible obrar siempre de una manera en la que la reacción sea posible. Habrá obras que no serán compatibles con la oclusión a tiempo, impidiendo llevarla a cabo en el mismo momento. Este será el caso de los libramientos, tanto como librar, formar, secar y extrañar el arma. Por ello se deberá reducir el tiempo de dichas obras actuándolas de la manera más eficiente posible, reduciendo con ello la posibilidad de que el paciente obre en contra del agente mientras este está llevando a cabo el libramiento. Gracias al fenómeno de la oclusión, la hoja podrá ser entendida como un elemento que, pese a quedar estático en el espacio, tiene potencial ejecutivo. Esto hará que quizás no sea preciso realizar ninguna acción con el arma una vez esté en un lugar determinado generando una geometría compatible con la obra subsiguiente. Por tanto, es posible que mientras se pretenda obrar dispositivamente contra el paciente, la hoja pueda quedar estática o ser actuada en último lugar. Por el contrario, cuando sea precisa la obra ejecutiva, se necesitará que el arma actúe en primer lugar, pues al ser el elemento ejecutivo tendrá la función de interaccionar con la hoja paciente, quizás disponerla y llegar al objetivo ejecutivo en el menor tiempo posible. Si otra parte del cuerpo del agente actúa en primer lugar, dará a entender al paciente que la obra tendrá lugar, y por tanto, se aumentará la reacción de este. De la misma forma, cuando se pretenda la defensa, la hoja deberá actuar en primer lugar, teniendo en cuenta que normalmente la sencillez del agente será el objetivo ejecutivo del paciente y que el único elemento que podrá interaccionar con la hoja paciente será la hoja agente, reparándola o disponiéndola. Será por ello, que el movimiento del agente deberá estar cubierto por la acción de su arma, cerrando las líneas que puedan quedar abiertas, tanto a su posición inicial como final del tránsito. “El agente deberá ubicar su arma en la posición que permita el desplazamiento seguro, cumpliendo dicho arma la función de ocluir, disponer o reparar cualquier intento ejecutivo paciente ante el desplazamiento agente.” Matices: - Si se está obrando sobre compases transversales o trepidantes, se dispondrá la hoja al flanco relativo al movimiento, siempre que no se intente ahuecar el medio. Se pretenderá entonces dejar la hoja paciente más distal en esa misma dirección. Por tanto, se privará a la hoja paciente. - En caso de obrarse sobre compases rectos, ya sea en ganancia o pérdida, se mantendrá la hoja dispuesta en el medio italada recta o en trío, de hecho o intención, y en su parte distal al plano superior paciente, donde se desee posicionar la triangulación pretendida y el cateto real, dando así posibilidad dispositiva, de ser preciso. En este particular, la guardia cónica producida por el tercio débil de la hoja propia cierra de forma maximizada las líneas desde el extremo del medio. Es así como se obtiene una posibilidad de obra más libre y controlada. - Si la hoja está dispuesta previamente obstruyendo y ocluyendo la entrada a vía de la hoja paciente, se podrá mantener en esa posición o vector de trazada, siempre y cuando se obre dispositivamente para dinamizar la agregación en pos de evitar un encordado o libramiento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 329 -DE LA C AUSA TÉCNICA Anexo: Que cuando se esté esgrimiendo un arma de gran masa, o mientras esté generando una inercia determinada por su ruptura inercial o sostenimiento del momento angular, será posible usar el trabajo residual del mantenimiento vectorial y cortes a tierra para apoyar la reubicación el cuerpo, así como para facilitar el equilibrio del usuario durante un tránsito por el plano inferior. Angulación condicionante en el desplazamiento transversal: En un contexto práctico, dependiendo de la intención y necesidad de la obra del desplazamiento transversal, este habrá de tener una angulación distinta a 45º, en mayor o menor medida. Así pues, se entenderán tres variables posibles, que responderán si la angulación es mayor, igual o menor que la transversal de 45º. Desplazamiento transversal puro: El desplazamiento transversal puro es aquel que está obrado exactamente manteniendo el centro de masas durante todo el tránsito sobre la línea transversal en su angulación original de 45º respecto a la línea de recto. Este tipo de desplazamiento tendrá una aplicación práctica y real limitada, fuera de la concepción estrictamente teórica, pues la anatomía del usuario condicionará notablemente la ubicación del centro de masas proyectado e impedirá su movimiento puramente lineal. No obstante, un tirador experimentado con una eficiente técnica de desplazamiento, podrá hacer uso de una transversal pura totalmente válida, quedando habilitado para llevar a cabo obras de una manera geométricamente ajustadas a lo teórico. Será el desplazamiento ideal para, desde una planta transversal hábil de medio recto, dar lugar a una planta de acometida proyectando en línea de medio recto de pié hábil adelantado, adicionalmente a la virtud que pueda presentar el desplazamiento sobre una transversal pura, teniendo en cuenta el contexto en que se obra. Desplazamiento transversal de acometida: El desplazamiento transversal de acometida es aquel que, respetando una transversalidad clara, se genera con un desfase respecto al foco menor de 45º. O sea, que el usuario se desplaza sobre una transversal que está orientada a su opositor. Por tanto, la desviación de recta de una transversal de acometida quedará reducida respecto a la desviación de recta de una angulación transversal pura. Esto hará que sea necesario más tránsito por la transversal de acometida para dar lugar al mismo desfase que con cualquier otra posible transversal. Sin embargo, se dará lugar a una mayor ganancia de recta, lo que hará que con el mismo tránsito, el usuario que se desplaze por la transversal de acometida, reduzca de manera más rápida el diámetro común. Será así que el desplazamiento de acometida estará especialmente indicado para cuando se pretenda una inmersión en el medio, que precise de un considerable tránsito recto y que además haya de abrochar las virtudes de la triangulación sobre el plano inferior. El desplazamiento de acometida será el óptimo a realizar cuando se pretenda un compás de cruce, transversal, al lado armado, desde una planta transversal TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 330 - coherente. Será así por la posición inicial de la proyección de planta, que dejará el segmento de planta con un considerable paralelismo con la transversal pura. De esta manera, el hecho de transitar sobre una transversal de acometida facilitará el cruce de los pies, eximiendo del posible tropiezo. Se obtendrá con esto una inmersión en el medio muy acentuada, que de ser obrada junto a una garatusa, tendrá potencial de apropiar el medio ligando como objetivo ejecutivo cabeza o torso. Desplazamiento transversal de conservación: El desplazamiento de conservación será aquel que esté obrado con una angulación mayor de 45º respecto a la línea recta, y por tanto, dejará el corte de recta más extenso que el de la transversal original. Es decir, que el usuario se desplaza sobre una transversal que está orientada más a su línea infinita que al opositor. Este desplazamiento, por la escasa ganancia que genera, supone un recurso de conservación del medio y de integración del movimiento trepidante para facilitar la obtención y/o sostenimiento de un medio concreto. De esta manera, la transversal de conservación será la angulación del desplazamiento usada para orbitar al opositor, posibilitando sostener la dimensión del medio y un mismo diámetro común. Habrá de cuidarse el compás sobre la transversal de conservación, por tanto, se intentará obrar siempre de avance, evitando el cruce. Obrar el compás de cruce, sin ser estrictamente necesario, no tendrá implicaciones notables en la amplitud y sin embargo generará una desventaja eventual en el tránsito, limitando la operatividad del usuario durante el compás. Así pues, se puede entender que las líneas transversales que no mantengan una triangulación exacta de 45º respecto a la recta, tendrán un nombre asociado a los desplazamientos potenciales por ellas. Por tanto: Transversal pura: La transversal pura es aquella línea recta que cruza el centro de masas de un sujeto y la bisectriz del ángulo formado por la línea recta y la de infinito. O sea, que está desfasada a 45º del foco del sujeto medido, ya sea en dirección a un flanco o a otro. Transversal de acometida o ataque: La transversal de acometida es aquella línea transversal con una angulación menor a la de la transversal pura, respecto a la línea recta. O sea, que forma un ángulo de menos de 45º con la línea recta. Transversal de conservación: La transversal de conservación es aquella línea transversal con una angulación mayor a la de la transversal pura, respecto a la línea recta. O sea, que forma un ángulo de más de 45º con la línea recta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 331 -DE LA C AUSA TÉCNICA El área y sus límites: Asumiendo que el fin de la preparación de un tirador centrado en el estudio de la Esgrima Láser, será el duelo, habrá de tenerse en cuenta la naturaleza y los aspectos propios de este último, sobre todo, aquellos que influyan de forma dramática en la concepción y manejo de los medios. Podemos entender que los límites del área son marcados para delimitar una zona sobre la que tendrá lugar el asalto. Este escenario será dispar, tanto en extensión como en orografía y no habrá un estándar definido. Para ello habrá de prepararse el tirador, haciendo hincapié en la capacidad de reacción y contingencia ante las infinitas situaciones que pueden darse al generar un plano inferior desigual o cambiante. “El agente deberá quedar preparado y previsto para operar en cualquier área posible, y además, usarla en contra de su paciente.” En el momento de comienzo del asalto, el área tendrá una extensión determinada con una forma concreta, presumible e inicialmente pactada, en la que podrán existir diferentes tipologías de firme y/o accidentes topográficos. Se dará lugar así a situaciones y posiciones de ventaja o desventaja, dependiendo de la disponibilidad y disposición de la superficie en el plano inferior. La ventaja para el agente dependerá de su capacidad para situar al paciente en un determinado lugar, o por el contrario, de aprovechar el espacio resultante de una obra contraria que lleve al compromiso. Así pues será crucial que el agente pueda conocer a la mayor brevedad posible los aspectos del área que le aportarán ventaja táctica, posibilitando así ubicar al paciente en lugares en los que este quede condicionado, en mayor o menor medida. La manera más eficiente de disponer al paciente será aquella en la que no tenga posibilidad de recurrir al desplazamiento libre, sea este ciñendo o extendiendo el medio. Para ello: - Se estudiará el área y se pretenderá mantener el control del centro geométrico de la zona poligonal más amplia existente en dicho área. - Se mantendrá el medio apretado al paciente, disponiendo el diámetro común en la orientación sobre la que se pretenda guiar al opositor en su ruptura. - Se dispondrá el diámetro común de forma perpendicular a la dirección y sentido en el que el paciente pretenda apretar. Existe la necesidad de mantener el control constante sobre la ubicación propia en el área. Esto evitará la posibilidad de quedar en desventaja de manera involuntaria al acercarse a un límite del área, lo que condicionará en gran medida la obra potencial y el libre desplazamiento, siendo el tránsito extraño el que más se condicionaría. Por tanto, como recurso para mantener la previsión, se deberá pensar en que el límite del área es más interior que el límite real de esta. Con ello se creará un margen de error y se posibilitará la inocuidad de un desplazamiento extraño, resultado de un fallo de cálculo respecto a los límites reales. O sea, que el agente deberá mantenerse alejado de los límites del área, para así permitirse cierta flexibilidad en la obra propia sin quedar inmediatamente comprometido. “Los límites del área deberán ser concebidos como más cercanos al agente que los reales, relativamente alejados del límite real, creando con ello un margen virtual que facilitará la obra de fortuna y la reacción ante el error de cálculo.” Margen virtual de error del área: “El margen virtual de error del área es un espacio donde un agente posiciona virtual e imaginariamente el límite del área, quedando espacio físico suficiente hasta el límite real.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 332 - El área podrá tener dos tipos de límites, respecto a si son físicos o virtuales. Los límites físicos de un área serán aquellos que impedirán salir del área por donde existan. Estos límites podrán ser objetos, estructuras o accidentes topográficos. Cuando un área queda totalmente limitada por un elemento físico, se llamará área a sangre. Área a sangre: Área que sus límites están definidos físicamente por elementos del entorno que impiden el movimiento a través de ellos. Estos pueden ser accidentes geográficos, paredes o cualquier otro impedimento del libre tránsito como precipicios o huecos en el firme. Es posible que un área no quede limitada a sangre en todo su perímetro, lo que hará que el lugar concreto limitado por el elemento físico se llame límite de área a sangre. Un área también podrá ser limitada por referencias virtuales, que serán puntos imaginarios definidos en el espacio que generarán el final de esta. Este tipo de área se llama área virtual o área virtual acordada. Área virtual acordada: Área que está limitada en sus dimensiones únicamente por el pacto entre Juez e implicados en el contacto, sin necesitar de elementos físicos determinantes para ello. Existirá la posibilidad de que un área este generada con algunos límites imaginarios. Estos serán llamados límites virtuales. Si la intención del agente es expeler del área al paciente, será ideal que lo intente por los límites virtuales del área, pues no serán fácilmente apreciables y advertibles, lo que dejará margen a que el paciente no sea consciente de dichos límites o de su ubicación precisa, y al quedar fuera de su foco, falle en mantenerse dentro del área. Los límites del área a sangre dificultarán el expelido, pues estarán más presentes en la memoria y concepción del medio del paciente que los límites a sangre. Además, los límites físicos podrán ser identificados por estar presentes en la percepción del paciente. Los límites del área darán lugar a una estructura geométrica concreta sobre la proyección cenital, en la que se podrán identificar ángulos en dichos márgenes. Esto condicionará notablemente la percepción y concepción del paciente sobre su ubicación, siendo un recurso fundamental para justificar el movimiento consciente de los medios, ya sea en la interacción regular o pretendiendo expeler y expulsar al paciente del área. Geométricamente, existirán tres tipologías de límites del área: Límite infinito o llano: El paciente queda cercano a un borde del área paralelo a su línea de infinito. Esto le hará tender a trepidar para descargar la tensión intencional. Para evitar el desplazamiento del paciente, el agente habrá de sostener la amenaza sobre dicho paciente equilibrando el nivel de disposición a ambos flancos. De esta manera, el paciente será constantemente antagonizado en su pretensión de extender el medio por la obra de compases trepidantes. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 333 -DE LA C AUSA TÉCNICA En un límite infinito del área, el paciente no tenderá a desesperar o desesperanzarse, pues sentirá que tiene posibilidad de desplazarse de manera trepidante, siempre y cuando la presión del agente no sea absoluta. Por otro lado, siempre será preferible disponer al paciente en una zona del área en la que los límites generen un ángulo. Límite cóncavo: El paciente quedará rodeado de los límites del área, lo que reducirá su posible desplazamiento por el plano inferior. El límite cóncavo será aquel que mayor tensión intencional generará en el paciente, que sea consciente de la condición confinada de su medio. Por tanto, el paciente tenderá a desesperarse, y en caso de una presión muy marcada por parte del agente, se desesperanzará. Límite convexo: El límite convexo determina que un tirador no está rodeado por los límites, sino que está cercano a un punto en que el exterior del área penetra en la geometría de esta, en mayor o menor medida. Si este ángulo es muy pronunciado, la medición del límite por parte del paciente será compleja, pues no tendrá referentes laterales en su percepción con los que entender el margen disponible. Por ende, esto podrá dar lugar a que el paciente quede inconsciente y sorpresivamente expelido del área, al no tener conocimiento de estar situado en un punto límite de esta. De igual manera, es posible que el desconocimiento de la situación, haga que el paciente no aumente su tensión intencional, pues de ser el agente capaz de sostener el foco atendido y la línea visual del paciente sobre sí, este último no tendrá referencias visuales claras de los límites del área. Por tanto, el paciente no tenderá a desesperar o desesperanzarse, pues no será consciente del límite del área o entenderá erróneamente posibilidad de desplazar el medio. El área no solo presenta límites en su perímetro, sino que puede resultar condicionante también en lo que respecta al tránsito por ella, sea por su configuración orográfica o por las condiciones y naturaleza del firme, en un punto o en general, inmediato o adyacente. Por ello, existe el término de “medio dificultado”. Esté designará aquella zona dentro de la dimensión del medio por donde no puede pasar un tirador o donde el desplazamiento y compases potenciales se verán condicionados. Por ende, esto aportará un modificador de medio ajeno al tirador, que habrá de tenerse en cuenta al calcular la dimensión del medio que se mida, y que al ser producto de una condición ambiental, podrá ser usado en ventaja o desventaja de cualquier tirador, si su opositor es capaz de disponer su medio en sobre el medio dificultado. Obra voluntaria del movimiento de los medios: “El movimiento de los medios será aquella obra consciente de ubicar intencionalmente a agente y paciente en una zona concreta del área.” La presión aplicada a la extensión o ceñido del diámetro común por ambos tiradores, en su pretensión de apropiarse de los medios, así como las distintas y potenciales maneras de reubicar la línea que une a los implicados, determinarán en gran manera la orientación y disposición de los medios sobre el área. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 334 - Esto es debido a la necesidad de los tiradores de valerse de todo el plano bidimensional sobre el que están sostenidos, que en su máximo aprovechamiento, ofrece líneas sobre las que transitar que harán posible u optimizarán su obra. Igualmente, existirán aspectos propios del área que harán ventajoso posicionarse sobre un punto u otro de esta. Ejemplo de esto serán los límites de dicho área, puntos concretos de su topografía o zonas en las que el contexto pueda generar ventaja. “Para el agente, será necesario tener el control sobre la posición de su paciente, pues poder decidir sobre su ubicación será un elemento de ventaja.” Aquello que se ponga en movimiento sobre el plano inferior habrá de ser el medio completo, pues de ser únicamente la posición de agente o paciente aquello que se reubica, se perderá el control, se llegará a una distancia no operativa o se expondrá el agente que pretenda el movimiento. - Si el agente se reubica en dirección al opositor, sin conseguir desplazar el medio completo, se expondrá a la ejecutiva de este. - Si el agente no se reubica ante el estrechamiento del medio por parte del paciente, el agente tenderá a perder la propiedad del medio, y en mayor medida, tenderá a perder la iniciativa. - Si el agente se reubica sin conseguir desplazar el medio completo, rompiendo el medio y extendiendo el diámetro común, tenderá a quedar en causa libre, llegando potencialmente a una distancia no operativa. Para pretender y tener éxito al obrar e intentar el movimiento del medio propio o ajeno habrá, previamente, de tener el control del medio, sea de forma explícita o implícita, pues es radicalmente ineficiente pretender su reubicación sin poder asegurar la respuesta o defensa propia. “Para hacer que un medio se reubique, previamente habrá de poseerse la propiedad del mismo.” Es importante entender que generar y aprovechar el movimiento de los medios es un elemento paralelo al movimiento del arma y que nunca habrá de condicionar a este, pues será un recurso que añadirá probabilidades de éxito a una obra, que por sí misma, sea elegante y plenamente eficiente. Por otro lado, al tratarse de un recurso adicional, la obra puede estar condicionada por el interés de desplazar los medios por el área, lo que en momentos en los que sea indiferente la elección de la obra de recursos dispositivos, podrá darse prioridad a la obra de aquellos que sean coherentes con el movimiento del medio más útil y práctico en esa situación. “La obra consciente de desplazar el medio nunca habrá de condicionar la acción del arma agente.” Desde el punto de vista psicológico, la obra voluntaria del desplazamiento y movimiento de los medios, en su naturaleza, quedará entendida de forma plenamente subjetiva. Esto es debido a la imposibilidad de entender la verdadera intención del paciente al generar el movimiento al cual se le obliga, insta o llama. De esta forma, el paciente que resista, podrá estar haciéndolo de forma coherente con la intención agente por pretender mantenerse firme ante el intento paciente de ceñido o extensión del medio, por su ignorancia de que esto está teniendo lugar, o por entender que está permitiendo una intención que está comprendiendo de forma errada o distinta a la agente. O sea, que un agente obrará según lo que sea capaz de entender de la intención de su paciente, mas nunca podrá estar plenamente seguro de la intención genuina de su opositor. “El movimiento de los medios, su ceñido y extensión serán obrados en base a la previsión de un tirador frente a la expresión del opositor, nunca con plena certeza.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 335 -DE LA C AUSA TÉCNICA La obra voluntaria del movimiento del medio, estará sustentada en recursos sintácticos y semánticos de la obra, haciendo que las acciones del agente interfieran en la necesidad paciente de desplazarse por el área. Por tanto, será necesario recurrir al caso vocativo de la obra para proceder con la mayor solvencia posible sobre el cambio de geometría del medio. La obra consciente del movimiento de los medios habrá de estar acompañada de una comunicación fluida y explícita del agente, que por medio de acciones y obras destinadas específicamente a apelar al paciente, habrá de conseguir obligarlo a actuar lo más fielmente posible a la intención agente. “El agente habrá de ser capaz de generar una faz que maximice y eleve la posibilidad de que el paciente obre y se desplaze según la intención agente.” Motivaciones para el movimiento de los medios: Las motivaciones para generar un movimiento consciente de los medios y para disponer al paciente en un determinado lugar pueden tener distintas naturalezas y causas. “Será el hecho de trabajar con la tensión intencional del paciente aquello que en mayor medida atribuya sentido al desplazamiento de los medios, así como lo posibilite.” Existe la posibilidad de tener el control de los medios y jugar con su movimiento para desplazar al opositor a los límites del área, obteniendo con ello una ventaja clara, pues estará impedida su libre obra y desplazamiento, además de existir la posibilidad de que sea expelido. La posible existencia de terrenos irregulares, accidentes orográficos, desniveles y otros tipos de condicionantes darán lugar a la posibilidad de ser usados a favor de aquel que sea capaz de disponer a su opositor sobre ellos, dando lugar así a un medio dificultado, que alterará su posibilidad de obra. Cuando el asalto tenga lugar, sea con luz diurna o en la noche, existirá la posibilidad de que esté presente, como foco de luz, el sol o la luna. Así pues, colocar al paciente de cara a este astro o exponerlo a la luz reflejada por el satélite, será llamado “estar a contra estrella”. En defecto de poder disponerse a contra estrella, se pretenderá dejar a esta al lado no hábil del agente, posibilitando una obra fluida al lado hábil, de mayor amplitud de la rectitud. Estar a contra estrella es determinante por dos motivos: - El primero es por la dificultad paciente de percibir detalles en una dinámica lumínica tan amplia como la que se presenta al estar de cara a un punto de luz tan potente. - El segundo es la posibilidad de enfatizar la presencia de la malla de la máscara en el paciente, lo que también hará más incómodo e impreciso la adquisición de detalles visuales para él. Además de esto, si el asalto tiene lugar en un lugar poco iluminado, podrán existir otros focos de luz a los que recurrir, no solo como elementos que aporten una radiación directa, sino como puntos desde los que mana una luminosidad que genera penumbra, donde el agente puede dificultar su lectura. La geometría asociada al baricentro: Respecto a la geometría del plano inferior, cuando es interior el baricentro agente generado por la precesión de los medios, el tránsito trepidante y transversal del paciente tendrá una mayor dimensión y con ello, habrá de generarse con la obra de compases de mayor extensión, lo que limitará su condición y precisión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 336 - Por otro lado, si el baricentro agente es exterior, o interior del paciente, se generará una situación en la que la resistividad del paciente otorgará al agente una mayor implicación de su obra sobre el diámetro común, luego, podrá ganar en coherencia el perfilado eventual de la afirmación, y con ello, la intención ejecutiva por la línea recta. En definitiva, se podrá pretender el movimiento de los medios por: - Aprovechar la orografía del área y evitar que el opositor la aproveche. - Usar a favor los límites del área y/o evitar quedar condicionado por ellos. - Usar la luz ambiental a favor, evitando que el opositor se beneficie de ella. - Aprovechar cualquier otro condicionante contextual y evitar que el opositor lo haga. Rasgos de la obra voluntaria del movimiento del medio: La forma en la que un agente o un paciente reacciona ante el intento del opositor de desplazar el medio sobre el plano inferior, puede tener distintas naturalezas, estando estas enmarcadas dentro de la forma en que cede o resiste ante la intención contraria, así como a la tensión percibida. Esto dará lugar a una serie de actitudes ante la obra del paciente: Repeler: Repeler al opositor hace referencia a que, desde una posición estática, un agente genera una resistencia clara ante el intento paciente de ceñir el medio. Así pues, repeler es pretender mantener estática una determinada ubicación agente sobre el plano inferior, ante la intención paciente de adquisición de un medio pretendido más ceñido. Dicha repulsión se llevará a cabo por medio de intenciones y obras claramente marcadas por la disposición y pretensión ejecutiva, que mostrarán reticencia agente a la contracción del diámetro común por parte del opositor paciente. Apretar: Conseguir la sensación de presión sobre el paciente y su medio de proporción o proporcional, y con ello la percepción subjetiva de una inminente reducción del diámetro común, mediante la exteriorización de la intención agente. Aflojar: Conseguir la sensación de distensión sobre el paciente y su medio de proporción o proporcional, y con ello la percepción subjetiva de una inminente ampliación del diámetro común, mediante la exteriorización de la intención agente. Gregar: Gregar es ser afín a la intención del opositor pretendiendo seguir el sentido lineal de su marcha, sea cual sea esta. Se entiende como gregar cuando el agente pretende mantener un mismo diámetro común, sin apretar ni aflojar, independientemente del desplazamiento del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 337 -DE LA C AUSA TÉCNICA Orbitar: Translación agente manteniendo al paciente como circuncentro del desplazamiento de los medios propios, disponiendo el baricentro interior paciente. De manera estrictamente práctica, se puede considerar orbitar al fallar intencionalmente la inmersión y entrada a un medio de menor diámetro común, buscando el reposicionamiento del agente frente al paciente. Estelar: Que el agente mantiene intencionalmente al paciente orbitando alrededor de los medios propios, con el baricentro interior o aledaño al agente. Existirán además, por ende, tres condiciones que marcarán las reacciones posibles a la obra consciente del movimiento de los medios, sea esta llevada a cabo por agente o paciente: Resistividad: Será resistivo el tirador que genere un cierto grado de resistencia a la imposición o demostración del opositor de mover el medio. Este atributo se le otorgará a aquel tirador agente que pretenda sostener su posición o dirección de la marcha o ruptura, ya sea oponiéndose al ceñido y mostrándose repelente, o mostrándose gregario, haciéndole entender al paciente que no le seguirá o se condicionará, y manteniendo así el medio estable en dimensión cuando su paciente pretenda extenderlo. El agente resistivo pretenderá oponerse a la intención paciente del movimiento del medio. Asociabilidad: Será asociado aquel tirador que tienda a mover el medio en la misma medida que su opositor, con la intención de mantener estable y constante la dimensión y distancia del medio, y si es necesario, siendo para ello repulsivo o gregario. Esto habrá de llevarse a cabo buscando la inhabilitación o invalidez de la pretensión paciente, protegiendo al agente. Cuando su paciente pretende ceñir el medio, el agente asociado cederá, extrañando en igualdad de distancia. Por otro lado, si su paciente pretende extender el medio, el agente le seguirá con el desplazamiento en dirección de sus medios sin apretar. El agente asociado pretenderá mantener las mismas condiciones del medio durante su movimiento. Permisividad: Será permisivo aquel tirador que muestre connivencia con la intención del opositor de desplazar los medios por el plano inferior, asumiendo la obra de su paciente y manteniendo su posición o su sentido de marcha o ruptura sin resistividad alguna. En este caso, ante la clara pretensión del paciente de obtener un ceñido, el agente se mantendrá estático sin repeler. Por el contrario, ante la extensión del paciente, el agente le seguirá y sin apretar, sin pretender presionar o sin extender el medio de forma deliberada, siempre dejando que el paciente se entienda exitoso. El agente permisivo facilitará al paciente el éxito de su intención en el desplazamiento del medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 338 - Metodología para el movimiento de los medios: Un medio no es sinónimo de mantener un mismo diámetro común entre agente y paciente, y por tanto, será desplazado y modificado como con la expresión de sus obras e intenciones, tanto con la ubicación del centro de masas de los implicados como por la posiciones de los ejes de sus sencilleces. “Un medio habrá de ser modificado en su ubicación a través de acciones, obras o frases de armas que puedan condicionar a agente y paciente para que su potencia de obra y posición cambie o se mantenga, según la intención agente.” Para la adquisición de la capacidad de mover a voluntad el diámetro común se habrá de tener en cuenta los factores de influencia en la voluntad de desplazamiento de un tirador por el plano inferior, y usándolos en ventaja propia, configurarlos para generar los distintos movimientos posibles. Será crucial tener en cuenta la semántica de la obra, o sea su caso, para que la obra consciente del movimiento de los medios sea plenamente eficiente y coherente con la intención del agente que la pretende, así como con el efecto que tendrá sobre la geometría del medio. Así pues se dan lugar a unas reglas elementales para el movimiento de los medios: “Cuando se pretenda mover el medio por la ubicación de centro de masas agente o paciente, la obra que dé lugar a ello eficientemente habrá de tener un caso vocativo.” “Cuando se pretenda mover el medio por la ubicación de la sencillez agente o paciente, la obra que dé lugar a ello eficientemente habrá de tener un caso inductivo.” Obras para el movimiento de los medios: Como aclaración, cabe decir que los métodos de movimiento voluntario de los medios, recogidos en este apartado, son un repertorio ejemplificador y práctico, y no una completa representación de todas las posibilidades existentes para una correcta ubicación de los medio en el área. Tanto así, que existirán métodos que serán funcionales en más de un contexto y para más de una intención, quedando a discreción del lector su comprensión y aplicación. Ciñendo el medio: Se ciñe el medio cuando el agente contrae el diámetro común conservando un mismo medio. Habrá de tenerse en cuenta la posibilidad de una reacción asociativa o permisiva del paciente, lo que permitirá decidir entre el uso dispositivo del control del medio o el uso ejecutivo, respectivamente, para favorecer el movimiento del medio, quedando así postergada la obra ejecutiva ante la posibilidad de que la obra final con intención ejecutiva gane potencial. Ceñir el medio tentando: Que el agente dispone una parte vulnerable de su anatomía dentro del medio proporcional del paciente, con la pretensión de que este lo entienda como objetivo ejecutivo, y por ende, obre reduciendo el diámetro común para facilitarse una ejecución sobre el punto expuesto voluntariamente. Así pues, si el agente extraña con sutileza, podrá desplazar el medio del paciente sobre el diámetro común y hacia él. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 339 -DE LA C AUSA TÉCNICA Ceñir el medio aflojando: Ceñir el medio aflojando tendrá lugar al dar a entender al paciente su posibilidad de obrar de forma segura, en una dimensión del medio con una distancia menor. Esto se hará por medio de la sostenida demostración de pasividad. También podrá ser determinante la presentación de una faz abriada para dar a entender inoperatividad. Para aflojar el medio de forma instantánea, se puede usar la agregación y diversión sutil para demostrar haber perdido el pleno control de un medio del que el paciente intentará apropiarse al notar la aparente de ventaja, lo que requerirá un ceñido del medio proporcional que conseguirá mover al paciente en dirección al agente. Ceñir el medio con la sumisión: Se ceñirá el medio con la sumisión, cuando se muestre una faz de escaso potencial de obra, sea por una presentación antagónica de la guardia en desventaja para el agente, o por una demostración clara de pérdida del control del medio. Ceñir el medio cediendo y/o extrañando en segunda intención: El agente, con la pretensión de ceñir el medio, y por ende, de reducir el diámetro común, ante un paciente que esté apretando sin llegar a quedar expuesto, obrará un aborto de compás extraño ofreciendo la faz de extender el medio. El paciente aprovechará para no salir del medio que se estuviese manteniendo, obrando un compás recto. El agente, a tiempo del tránsito en ganancia del paciente, volverá a la planta inicialmente proyectada, lo que lo presentará de la misma manera en la que estaba dispuesto antes del aborto, mas con la distancia del medio reducida y ante un paciente que aún transita sin una triangulación pretendida coherente. Ceñir el medio ciñendo: Esto tendrá lugar por medio de la ceñida, como obra o como preparación de esta. El agente obra un compás que estrecha el diámetro común y compensa el medio con la reubicación de su sencillez, lo que hará que el diámetro común de la sencillez conserve su dimensión, y por tanto, que el medio tan solo cambie aumentando la potencia de obra del agente. Extendiendo el medio: Se estará extendiendo el medio cuando el agente pretende mover al paciente en sentido contrario a su posición y sobre la línea del diámetro común. Extender el medio demostrando el proporcional: Se extenderá el medio al dar a entender al paciente la dimensión real o aparente del medio proporcional, mediante un fondo o la extensión evidente del extremo. Esto hará que el opositor paciente, que se entienda dentro del proporcional o de su gradiente con el proporcionado del agente, extienda el medio por el aumento de la distancia, e incluso que se sitúe en una dimensión acorde a la intención agente, que habrá de estar marcada por la previsión de esto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 340 - Extender el medio apretando: Aumentar la sensación subjetiva de inminencia en la ejecución del paciente, teniendo en cuenta un claro aumento, aparente que no real, de la intensidad en la intención ejecutiva mostrada por el agente y con ello, obtener reducción en el diámetro común. Esto hará que para mantener la dimensión del medio proporcional, el paciente extrañe al verse sobrepasado en sus posibilidades, si no muestra resistividad. Extender el medio intimidando: Con el uso de un antagonismo de intimidación, el medio tenderá a su distensión y/o a detenerse en su ceñido. Extender el medio empomando la armada: Un método sutil, aplicable cuando se precise extender el medio cuando el agente esté encajonado en un límite del área, será guiar la mirada del paciente a la guarnición propia agente, y justo a tiempo, empomar la mano armada. Esto dará como resultado que el paciente conciba y asuma un medio proporcional agente mayor, y extrañe extendiendo el medio. Lo hará sin tener en cuenta que la vulnerabilidad del agente seguirá estando en el mismo lugar, pese a aumentar su extremo, pues no habrá una ventaja real de medio para el agente. Rotación del medio agente al lado armado agente: Que el agente se mantendrá estático en un punto y hará que el paciente se mueva en torno a él, en sentido de su lado armado. Rotación del medio agente al lado armado agente, fondando de empomada de cinta: Con el fondo de empomada, cintando el arma a la mano no armada, en una trazada ligeramente dirigida al exterior del paciente, sin intención ejecutiva implícita, se facilitará la limitación y restricción de movimiento del paciente al quedar eventualmente dispuesta la hoja en su lado hábil. Esto habrá de tener lugar sin pretender la obra ejecutiva, pues en ese caso, el agente que este cintando y empomando quedará expuesto a la supresión del paciente sobre la guarnición agente. Rotación del medio agente al lado armado agente, perfilándose y dejando abiertas las líneas de fuera: Al mostrar la eventual apertura de las líneas de afuera, que normalmente serán la que estarán en el lado armado, se gana la posibilidad de tentar al paciente, que pretenderá el tránsito sobre su transversal no hábil o no armada para buscar la ejecución, a lo que prevenido, un agente podrá responder a tiempo con relativa facilidad, mientras ha conseguido la rotación de su paciente en la dirección hábil. El método más sencillo de aparentar abrir las líneas de fuera será perfilarse de extremo remoto, guiñando el cuerpo al lado armado. Esto tendrá un efecto superior frente a un paciente que entienda las implicaciones del extremo remoto, pues es a lo que el agente dará lugar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 341 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rotación del medio agente al lado armado agente, extendiendo la planta sobre la transversal no hábil: El agente, al extender la planta sobre la transversal no hábil, de forma clara y notable, y dejar el foco total o parcialmente perpendicular a su segmento de plana, hará que el paciente no pretenda trepidar o transversar hacia el lado no hábil del agente, e incluso, lo haga en el sentido opuesto. Esto se deberá la sensación de una inminente obra de compás transversal del agente al no hábil de este, lo que de forma instintiva, el paciente entenderá como un riesgo, y lo evitará. Rotación del medio agente al lado no armado agente: Se rotará el medio agente al lado no armado, cuando dicho agente se mantenga estático en un punto y haga que el paciente se mueva en torno a él, en sentido del lado no armado agente. Rotación del medio agente al lado no armado agente, tentando con la mano no armada: Tentar al paciente con la mano no armada sobre la transversal puede resultar útil para el reposicionamiento de este en el área. No obstante, ha de quedar claro que ha de sentir presión en la hoja, idealmente por su lado armado pretendiendo el libramiento, pues de lo contrario, tenderá a responder a la tentativa obrando compases sobre la línea recta. Para disponer esa presión lo ideal es mantener la hoja remisa al lado hábil agente, si este coincide con el lado de dentro del paciente. Rotación del medio agente al lado no armado agente, de extremo remoto, tentando con el píe no armado: El agente hará rotar al paciente, al proyectar una planta extendida sobre la transversal no hábil, de extremo remoto, exponiendo deliberadamente el pie no armado. Esto propiciará la búsqueda paciente de un tránsito seguro por el medio proporcional agente, pretendiendo la ejecución sobre el segmento de la tracción no armado del agente. De estar prevenido el agente, tendrá la posibilidad de mutar la proyección de la plata a una acorde, en pérdida, y atajar en virtual la hoja del paciente, ayudando a su inconsciente tránsito rotacional al lado no armado del agente. Rotación del medio agente al lado no armado agente, con una fingida intención ejecutiva: El agente, estando agregado por su dentro, llevará su sencillez a primera y mantendrá la agregación, y sin estar en un medio suficiente como para tener éxito, pretenderá el encordado sobre el paciente. De esta forma, el paciente entenderá que existe una intención ejecutiva sobre su tránsito al lado armado agente, haciendo que tienda a entender como más viable el tránsito al lado no armado de este. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 342 - Rotación del medio paciente al lado armado agente: Rotar el medio paciente al lado armado agente quiere decir: que dicho agente transitará u operará en torno al paciente, manteniéndolo estático en un punto, haciendo que el paciente rote o tienda a hacerlo en sentido del lado armado agente, que normalmente será el lado no armado del paciente, siempre que dicho paciente tenga la misma mano hábil que el agente. Rotación del medio paciente al lado armado agente, encajonando: El agente habrá de transitar sobre su transversal armada, con compases y amplitudes reducidas, que propicien la perfecta acomodación del paciente en su disposición, de la que no deberá sentirse libre de salir. Para ello, el paciente deberá estar aledaño a algún elemento del área que impida su libre movimiento y rotación de su medio. Al tratarse de la rotación del medio paciente al lado armado agente, normalmente coincidirá con que el paciente rotará a su lado no armado, caso de tener la misma mano hábil que el agente. En este caso, encajonar al paciente hará que su afirmación quede de perfil, con su segmento superior idealmente paralelo a algún elemento limitante del área, con el pecho orientado al obstáculo. El paciente, ahí quedará mostrando una mayor distancia operativa, pues estará en propincuo, quedando dispuesto para el atajo y el tránsito transversal no hábil agente, pues “al que esté de perfil, por los flancos”. Rotación del medio paciente al lado armado agente, trepidando: Al trepidar, el agente se mueve sobre la línea de infinito en sentido a su lado armado, lo que hace que se disponga al lado no armado paciente, y a su vez, genere mayor distancia en el medio en que se encuentre, lo que hará que el paciente no obre un reposicionamiento sobre el plano inferior, tan solo rotará para mantener el diámetro común coherente con el foco, pues sin necesidad de su desplazamiento, está más seguro y en un medio mayor. Existirá la posibilidad de que, al sentirse dicho paciente seguro por estar las líneas cerradas por su lado armado, este rote hacia su lado armado y pretenda mantener el medio. Además, si se ataja al paciente en privación virtual a la vez que el agente trepide, dicho paciente quedará dispuesto al lado armado agente con mayor solvencia. Rotación del medio paciente al lado armado agente, atajando en disposición virtual: El agente, que previamente ha acostumbrado a la agregación a su paciente, vuela la hoja y la lleva a su lado armado, manteniendo la oclusión paralela para asegurar la respuesta imprevista. El paciente tenderá a buscar la agregación rotando su foco al lado armado del agente, quedando así virtualmente dispuesta su arma sin haber generado previamente agregación alguna. Esto no solo rotará el medio sino que facilitará el posterior ceñido de este y el atajo en muy breve sujeción. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 343 -DE LA C AUSA TÉCNICA Rotación del medio paciente al lado no armado agente: Rotar el medio paciente al lado no armado agente quiere decir: que dicho agente transitará u operará en torno al paciente, manteniéndolo estático en un punto, haciendo que el paciente rote o tienda a hacerlo en sentido del lado no armado agente, que normalmente será el lado armado del paciente, siempre que dicho paciente tenga la misma mano hábil que el agente. Rotación del medio paciente al lado no armado agente, encajonando: Encajonar a un paciente haciendo que sea los límites del área o los elementos dentro de ella los que le obliguen a generar una rectificación de la orientación de su foco y anatomía, respondiendo al desplazamiento agente, que ha de propiciar el evento, pues no existirá rotación de no precisarse por parte del paciente. Esto último será debido a la notable imposibilidad de mover el arma libremente cuando sean físicos los límites que estabulan al paciente, que sabiendo esto, resistirá la rotación intentando ceñir el medio para escapar de la situación. Hay que tener en cuenta que si el paciente queda con el segmento superior paralelo al obstáculo, con su espalda orientada al mismo, dicho paciente quedará naturalmente desplegado y propincuo. Será, por tanto, ideal pretender la rotación del medio paciente al lado no armado agente, buscando que el paciente esté en remoto cuando se produzca dicha rotación. De esa forma el paciente quedará encrucijado por el obstáculo que lo encajona. Rotación del medio paciente al lado no armado agente, trepidando: Al trepidar al lado no armado, el agente habrá de moverse sobre la línea de infinito en sentido a su lado armado, con una amplitud y extensión de compases mayor al obrado cuando se busque la rotación del paciente en el sentido armado del agente. Este método hace que el agente se disponga al lado armado paciente, y a su vez, genere mayor distancia en el medio en que se encuentre, lo que hará que el paciente no obre un reposicionamiento sobre el plano inferior, tan solo rotará para mantener el diámetro común coherente con el foco, pues sin necesidad de su desplazamiento, está más seguro y en un medio mayor. No obstante, la geometría cambia de forma considerable respecto a la búsqueda de la rotación paciente al armado. La razón de esto reside en que al trepidar en sentido no armado, la disposición de ambos tiradores hace que los aspectos estén en oposición, pese a quedar ambos tiradores perfilados, lo que extiende de forma considerable el gradiente del medio proporcional, al estar ambos graduados a la postura del otro. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 344 - Translación del medio paciente con baricentro interior agente: Que el paciente se desplazará sobre el plano inferior transitando una circunferencia con circuncentro dentro del círculo particular del agente, en sentido del lado armado o no armado de este. Para favorecer una correcta translación, siendo el paciente quien tiene que rotar alrededor de la posición agente, este último habrá de mostrarse marcadamente ejecutivo en dirección a los objetivos ejecutivos posibles en los flancos del paciente. Estos pueden ser: el cabo de un arma asida de uñas arriba en la rectitud no hábil, el pie en una proyección de planta extendida sobre la transversal, la mano no armada y otros tantos que quedarán expuestos de forma eventual. Para la más eficiente obra y obtención de una translación del paciente manteniendo considerablemente estático al agente, no será preciso actuar la ejecución en segunda intención, sino dar muestras de control del medio y la dirección pretendida de la intención ejecutiva. Translación del medio agente con baricentro interior paciente: Que el agente se desplazará a un flanco sobre el plano inferior, transitando una circunferencia con circuncentro dentro del círculo particular del paciente, sin llegar a estar sobre el centro de masas de este, en sentido del lado armado o no armado del agente. Se buscará un tránsito transversal con una angulación cercana a la trepidación por la línea infinita, manteniendo una transversal conservada, que propicie el mantenimiento de las dimensiones del medio y facilite la reubicación reactiva del foco del paciente, sin apretar el medio, para el correcto mantenimiento de la estaticidad del medio paciente. Factor de masa del medio: Factor de masa del medio o masa del medio: “La masa del medio será el conjunto de circunstancias que determinen la estaticidad o dinamismo de un tirador en su tránsito sobre el plano inferior.” La masa del medio de un sujeto tendrá su centro en el centro de masas de este, que sobre el plano inferior, coincidirá con el centro de masas proyectado. Dicha masa será aplicada a todos los medios en los que intervenga su centro de masas, siendo así crucial para la concepción de la dinámica del medio particular, de proporción, proporcional, proporcionado y de común herida. Por ende: “La masa del medio de un tirador será inversamente proporcional al dinamismo y predisposición de este al tránsito y reorientación sobre el plano inferior.” La masa del medio se expandirá virtual y dimensionalmente a partir del centro de masas, pudiendo ser esta mayor o menor, dependiendo de factores dinámicos en la obra del desplazamiento o tendencia a ella del sujeto medido. Por tanto, la masa del medio tendrá siempre el centro de masas como centro y punto de mayor densidad, señalando esto a que será el centro de masas será el punto del espacio en que más estático se mantendrá el medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 345 -DE LA C AUSA TÉCNICA De esta forma, el centro de masas de un sujeto será naturalmente el punto de su anatomía que menor amplitud de movimiento tendrá en una obra regular, siendo las partes más alejadas de dicho centro de masas aquellas que más rápido y ampliamente se moverán. Esto se traduce, en la práctica, en que el abdomen de un tirador permanecerá normalmente más estático que la extremidad armada o la planta. “El centro de masas será el punto más estático de un medio, siendo naturalmente más dinámico cualquier elemento conforme se aleja de dicho centro.” El paciente será masivo si presenta reticencia para su tránsito por el plano inferior y para la reubicación de su foco como parte de la geometría de dicho plano. Por el contrario, un sujeto será ligero si presenta una predisposición espontánea para el movimiento de los medios y responde con facilidad a la obra consciente del agente que pretenda el movimiento de estos. “El agente masivo tenderá a permanecer más estático que un paciente con menor masa de medio, o sea, ligero.” El concepto de masas del medio afectará según la intención y obra del sujeto medido, y dependerá de su expresión. Por tanto, la masa del medio de un individuo no será un valor absoluto ni constante. “La masa del medio dependerá de la tendencia de un sujeto, modificándose cuando la expresión de este cambie.” Este factor de masa afectará al agente de forma directa a la previsión de la obra, propia o ajena, y a su viabilidad. Esto será debido a las limitaciones previsibles algunos de los modificadores de la dimensión de los medios, que serán habitualmente menores a mayor masa, pues se podrá entender que de forma instintiva, que el tirador más masivo tenderá a contraer la dimensión de su medio proporcional, además de ser prevenida y preconcebida su intención de mover los medios. El tirador masivo tendrá su foco, así como todo su potencial de obra, orientado en una dirección concreta, cosa que aumentará considerablemente la reacción en la obra necesaria para generar frases de armas coherentes hacia su paciente. Lo que aplicando la relatividad temporal, explica su masa, y por tanto, su tendencia a quedar orientado en una dirección. Por otro lado, el tirador ligero, tendrá un elevado dinamismo sobre el plano inferior, y con ello, la interacción con su masa será puntual y eventual, produciéndose únicamente cuando pretenda la inmersión en los medios del paciente, lo que explica su escasa masa. El factor de masa del medio afectará de distinta forma a cada uno de los modificadores de la dimensión de este. Así pues, se entenderá que: Cuanto mayor sea la masa de un tirador: - Mayor modificador de previsión: Esto se deberá a que se centrará la atención y medición en el opositor, sin estar usando potencial cognitivo en la confección de la obra propia. - Menor modificador de reacción: Concretamente en el planto biomecánico, se dispondrá de una configuración geométrica con mayor estaticidad desde la que formular la frase de armas reactiva, así como se tendrá preconcebida la reacción a obrar. No obstante, si la previsión de la obra es acertada, la masa del tirador afectará positivamente a la reacción, pues la obra reaccionada será llevada a cabo según la idea preconcebida del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 346 - En definitiva, la mayor masa del medio afectará negativamente a la reacción, pues tanto en el plano físico como psicológico el sujeto masivo estará expectante ante sucesos necesariamente previstos, siendo potencial víctima del sesgo de su atención selectiva. - Menor modificador de movimiento: Para el mantenimiento de la masa, se habrá de tener una actitud pasiva respecto al tránsito sobre el plano inferior, y con ello, se generará una reducción considerable en la posibilidad de obrar asistido por una disposición dinámica o pulsada de la anatomía. - Menor modificador de faz: El movimiento de los elementos de la anatomía es un recurso fundamental para la expresión de la intención. Por tanto, resulta elemental el movimiento del tirador para actuar una faz que pueda hacer entender intenciones concretas a su opositor. Cuanto menor sea la masa de un tirador: - Menor modificador de previsión: Se perderá certeza en la medición y concepción de los medios en su dimensión, tanto por el movimiento implícito como por el margen de error provocado por la constante reubicación propia. - Mayor modificador de reacción El hecho de tener una cadencia mayor de tránsito sobre el planto inferior da lugar a una planta que será menos estable de manera sostenida. Además, la necesidad de adaptar la geometría de la anatomía a los distintos antagonismos hará que la obra reactiva sea auxiliada por la inercia ya implícita en el flujo de movimiento. Cabe aclarar que una menor masa afectará negativamente a la reacción cuando los vectores sobre los que se produce el movimiento no sean compatibles con la obra necesariamente reaccionada, pues la contradicción vectorial será un condicionante. De esa manera se deberá evitar el movimiento sin una utilidad prevista, facilitando la reacción gracias a la previsión de lo que pueda acontecer. - Mayor modificador de movimiento: El tránsito libre y sostenido sobre el plano inferior posibilita una mayor amplitud en compases y acciones del arma, así como la ubicación del torso y rectitud en posiciones desde las que obrar con elegancia y eficiencia. - Mayor modificador de faz: El hecho de existir un movimiento o tendencia a ello, por parte de un agente, facilitará la expresión corporal de las intenciones hacia el paciente. Será así que un agente con menor masa podrá ser más claro en la exposición de su faz. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 347 -DE LA C AUSA TÉCNICA Se puede concluir: “Que la masa es un factor que se aumenta naturalmente con la experiencia, la adquisición de conocimientos, la compresión de la semántica del opositor y el aumento del repertorio idiomático, pues el tirador poseerá una mayor previsión, y con ello una menor necesidad de demostrar la iniciativa.” La masa de los medios interacciona y gana importancia en el cálculo de lo posible conforme se reduce el diámetro común entre agente y paciente. Por tanto, las masas de los tiradores interactuarán cuando se genera cercanía entre ellos, de manera directamente proporcional. O sea: “A mayor cercanía entre tiradores, mayor influencia de la masa del medio de cada uno.” De este modo, cuando las masas de los medios de ambos tiradores interactúan, se genera toda una geometría ligada a ellas. Será el baricentro parte fundamental de esa geometría emergente. El baricentro: “El baricentro resulta ser el punto del plano inferior sobre el que se genera el tránsito rotacional de los medios de dos o más tiradores.” Se puede generar una mayor o menor asimetría espontánea e inevitable entre el movimiento los tiradores, quedando el baricentro sobre el diámetro común, más cercano a aquel implicado que genere menos movimiento y por tanto, se presente más masivo. “El baricentro tenderá a quedar más próximo a la mayor masa.” Entiéndase que la masa representa la resistencia de un tirador al tránsito, en ningún caso representa la imposibilidad de moverse o la facilidad con la que lo hará. Así pues, será poco eficiente entender la incapacidad de transitar en un tirador masivo que no demuestre intención de ello. Con el paciente masivo, atiéndase al medio proporcional en la zona de sombra. Con el paciente ligero, atiéndase al tránsito entre el medio de proporción y proporcional, concretamente en la zona de Hawking. Para hacer frente a un paciente masivo, se habrá de poseer la capacidad de entrar en su medio proporcional y establecer debate, pues dada su estática presentación y afirmación, podrá tener prevista y preparada cualquier obra desde un medio agente proporcional extendido en su zona de Hawking o desde la misma proporción. Además, se deberá presumir que un agente que deliberadamente actúe de manera masiva, ante la tentativa de su opositor, tendrá como base una dilatada experiencia, pudiendo estar prevenido ante cualquier obra paciente en un medio amplio. Por ello, para el paciente será necesario debatir para procurarse la posibilidad de jugar con la reacción y no con la previsión del agente. De cara a un paciente ligero, un agente habrá de valerse de esa constante reubicación y consiguiente inestabilidad, para aprovechar en ventaja agente los pulsos en los que su presentación o afirmación queda deficientemente configurada, y desde el medio de proporción o un proporcional muy extenso, obrar para transitar al estrato proporcional de sombra y establecer debate sin ceder el momento para que salga del grado o abandone el medio. Esto podrá tener lugar por medio de tentar al paciente ligero a que entre en el medio proporcional agente, donde este último quedará prevenido ante ello, obrando en consecuencia. Otra opción geométrica y psicomotrizmente viable para el agente será la de actuar con moción constante en disposición y ejecución desde un fondo, de empomada o propincuo, que previniendo la posición del paciente ligero, pueda interrumpir lo que el creería como libre tránsito. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 348 - No necesariamente deberá existir una relación entre la masa de un tirador con su reactividad a la obra en caso inductivo y vocativo de su opositor. No obstante, un tirador masivo paciente tenderá a resistir la intención agente de corregir su conducta con una obra en caso inductivo o vocativo. Esto podrá tener como base la capacidad de previsión de este paciente masivo o la incapacidad de entender la semántica implícita en la obra del agente. En ese caso, el agente deberá comenzar a obrar en caso efectivo, valiéndose de la intención original de las obras dispositivas para obtener la configuración precisa del paciente. Puntos de Lagrange del área: En la conjunción entre la naturaleza del área y la interacción de las masas de los medios de ambos tiradores, se dará un fenómeno emergente llamado “punto de Lagrange”. Punto de Lagrange: “Un punto de Lagrange será un lugar determinado del área en que, por causa de la confluencia entre los aspectos particulares del área y las dimensiones de los medios agente y paciente, se impedirá totalmente o parcialmente el movimiento de uno de los implicados, sin necesidad de quedar expuesto por completo al expelido o a la ejecución.” Este lugar del espacio se determinará puntualmente en el tiempo, siendo posible que no se dé recurrentemente el fenómeno en un mismo lugar o que no sea sostenido en su duración. “La localización e identificación de un punto Lagrange en el área, tanto en el espacio como en el tiempo, será compleja por la enorme cantidad de condicionantes a tener en cuenta.” La utilidad del conocimiento y previsión de un punto de Lagrange será la de poder desplazar el medio del opositor hasta su ubicación en uno de ellos, que será inadvertido para cualquiera que no tenga un conocimiento profundo de aquello que da lugar a él. Los puntos de Lagrange existentes, en un asalto y sobre el plano inferior, no tendrán una cantidad determinada universalmente, pues serán dependientes de factores emergentes y particulares variables, tales como la geometría, topografía, condiciones y naturaleza del firme, así como de condicionantes climáticos y lumínicos. Cuando un agente posicione al paciente en un punto Lagrange, se podrá dar la desesperación o desesperanza de este último, de manera similar a si estuviese posicionado en un límite cóncavo de un área. El aprovechamiento del punto Lagrange por parte de un agente consciente de ello, habrá de ser inmediata, pues no se podrá asegurar la duración del fenómeno. Dicho aprovechamiento podrá tener dos naturalezas distintas, según si el paciente es consciente o no de la ubicación en los medios. - Si el paciente es consciente de estar en un punto Lagrange, el agente deberá obrar pretendiendo el medio proporcionado propio, preferiblemente por el diámetro común, previniendo y evitando la transferencia del medio por el paciente. - Si el paciente no es consciente de estar en un punto Lagrange, el agente deberá obrar pretendiendo la transferencia del medio, pues el paciente estará en total desventaja sin entender los motivos, cayendo en llevar a cabo obras que no tienen base geométrica que las sustenten. En síntesis: “Un punto Lagrange es una localización espacial y temporal del área en que el libre movimiento del medio paciente queda considerablemente reducido por sus propios condicionantes, debiendo esto ser usado a favor del agente a la mayor brevedad posible evitando toda exposición.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 349 -DE LA C AUSA TÉCNICA Órbitas y altura de estas: Un medio podrá moverse por el área mientras esté compartiendo diámetro común con otro. Esto dará lugar a distintas distancias en las que dicho movimiento podrá tener lugar. A estas distancias de medio se les llamará órbitas y su existencia medirá la interacción presente y potencial de las masas de los medios. “Orbitar a un tirador hace referencia a transitar alrededor de él manteniendo sobre su centro de masas el circuncentro del círculo imaginario sobre el que se genera el desplazamiento.” El acto de orbitar puede realizarse en distintas distancias de medio, que se llamarán altura de órbita, quedando cada una comprendida y usada con distintos fines. “La altura de la órbita será la extensión del diámetro común y distancia de medio en el momento en que un agente orbita y se desplaza respecto a su paciente.” Así pues, existirán tres alturas a las que el agente puede orbitar alrededor de un paciente que se muestre suficientemente masivo como para mantenerse estático ante este desplazamiento del medio. Órbita LO: Será la órbita más cercana al paciente, concretamente aquella producida desde una distancia del medio de común herida, dentro del medio proporcional en el horizonte de sucesos o singularidad, incluso desde una posición del agente en la que sea poseedor del medio proporcionado y se pretenda una conclusión. Su función se centrará en posibilitar la reubicación de la hoja paciente, así como su control in extremis, siendo posible desde este diámetro común un mayor aprovechamiento geométrico de la hoja, por la superlativa aplicación de las fuerzas del usuario. Órbita MO: Esta altura de órbita está centrada en dar nombre a ese desplazamiento del medio alrededor de un paciente desde la distancia del medio proporcional, en su zona de sombra en cualquiera de sus posibles diámetros comunes. Su uso se centrará en facilitar la apertura de líneas, preparar la obra y preveer y reaccionar ante la pretensión paciente de apoderarse del medio. En esta altura, la agregación de las hojas será posible, quedando condicionada por la necesidad del agente de disponer su geometría en base a la respuesta rotacional del paciente. El nombre de esta altura está tomado del término inglés “medium orbit”. Órbita HO: Esta órbita, siendo la mayor posible dentro de los límites internos de la distancia operativa, responde a la necesidad de orbitar a un paciente que responde de forma masiva y estática desde el medio de proporción. Esto dará lugar a una necesidad del agente de generar compases de una considerable extensión, en caso de precisar la operatividad inminente, dificultando así el seguimiento por el foco paciente. También existirá la posibilidad de orbitar con compases naturales, usados para reorientar el diámetro común, permitiendo el seguimiento por parte del foco paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 350 - El uso y función de esta órbita está centrado en la preparación del medio de proporción para una ganancia y posterior inmersión segura en el medio proporcional. Los nombres de las órbitas provienen del acrónimo “low, medium y high orbit”, usado en el ámbito aeroespacial, que hace referencia a la extensión del radio orbital de un satélite respecto al centro de masas sobre el que orbita. Este dato facilitará la memorización y uso del concepto. ———— - 351 - La faz y la mirada TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 353 -DE LA C AUSA TÉCNICA Faz: “La faz es el aspecto y actitud aparente y premeditada del agente, resultado de actuar de forma consciente para demostrar a un paciente una determinada intención.” Será así que la faz será un elemento a tener en cuenta para demostrar un interés concreto frente al opositor, capaz de acrecentar o decrecer la tensión intencional de este, así como de funcionar como un elemento disuasorio o de tentativa. “La faz puede tener origen en la expresión de intenciones o emociones genuinamente implícitas en el agente, o por el contrario, podrá ser producto de fingirlas.” La faz podrá ser usada como elemento para condicionar al opositor, haciéndolo desistir de su intención o instándolo a llevar a cabo su obra en el momento que el agente entienda óptimo. Esto se llevará a cabo con una demostración física de sumisión o dominancia en la guardia y tono postural de esta, de manera más o menos evidente, que en parte está ligada con el antagonismo de intención. No obstante, la faz más eficiente será aquella que no sea fingida o usada como un instrumento eventual, sino que sea honesta, sostenida y producto del condicionamiento constante aportado por la preparación y el estudio. Esto es debido a que una faz mostrada de manera natural, será posiblemente expresada durante la totalidad de un contacto, así no se le darán motivos al opositor para entender de la flaqueza de dicha faz, pues la entenderá como una actitud propia y verdadera, que dará un soporte veraz de la intención de un agente que la exprese. De esta forma: “La faz más eficiente será aquella producto de la expresión genuina y de la actitud frontal y honesta ante el conflicto.” Por todo esto, la faz será objeto de estudio y práctica cotidiana, dentro del entorno diario y habitual, para la naturalización de una expresión corporal, facial e instrumental ligada a la marcialidad. La faz será un recurso que habrá de ser usado con intención marcial en todo momento, siempre que no se esté en un contexto plenamente íntimo y controlado. Por ende, la faz será útil dentro y fuera del asalto, pues influirá en el desarrollo de este de manera dramática, condicionando al opositor previamente, consiguiendo incluso tener el control del potencial conflicto antes de que surja. “La faz será el mecanismo por el que se pretenderá el control del conflicto antes del asalto, pretendiendo siempre esta evitar llegar al uso de la fuerza.” La actitud de un esgrimista láser habrá de ser distinguible y distinguida, en su ámbito civil y doméstico, pues el sostenimiento de una faz serena, honesta y marcial, le asistirá a interiorizar los aspectos intervienes en ella, dando como resultado la imagen de un sujeto formal, frío, reflexivo, de mirada profunda y sumamente cordial. Este comportamiento facilitará que el entorno social del esgrimista esté acorde a sus intereses de crecimiento. Igualmente, hará considerablemente más sencillo tener bajo control los condicionantes diarios, facilitándole y optimizándole la administración del tiempo y recursos dedicados a su crecimiento técnico. Desde el punto de vista físico, la faz habrá de presentar ante el opositor a un tirador seguro, firme y decidido, que genere un juicio claro sobre sí mismo y que demuestre convencimiento previo, presente y posterior a la obra. Esto no solo aportará potencial disuasorio para el profano, sino que calmará y TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 354 - distenderá a aquel que sea conocedor de la esgrima, pues entenderá que aquel que tiene enfrente es un tirador experimentado. Cosa que dentro del marco académico de la Esgrima Láser, garantizará un asalto honesto y de un alto contenido técnico, que dará como resultado el seguro crecimiento humanístico de los implicados. La faz incluirá en su repertorio a todos los recursos posibles que un agente pueda usar para obtener ventaja sobre su paciente, dentro o fuera del asalto. - El agente usará en su faz todos los recursos artísticos posibles, aludiendo estos directamente al control emocional del paciente. - El agente usará en su faz todos los recursos técnicos de los que disponga, aludiendo estos al control intelectual del paciente. Por tanto, se deberá poseer el mayor volumen posible de conocimientos técnicos y artísticos, pues serán estos los que dotarán al agente de una mayor precisión en la aplicación de la faz, así como una más eficiente previsión de los efectos. “Un esgrimista laserino se habrá de presentar de manera honesta y genuina, siendo consecuente con sus intereses y humilde con su necesaria sabiduría, pues eso de mostrará en una clara superioridad ante su opositor.” Presentación de la faz: Atendiendo a la expresión del cuerpo, concretamente a los matices implícitos en la guardia que no están recogidos expresamente en los elementos de su composición, se habrán de tener en cuenta aspectos de la configuración facial, con la intención de acrecentar la expresión corporal, usando el rostro como el elemento que resulta tener más capacidad comunicativa. Esto se facilitará con la ilustración del agente en el ámbito artístico, concretamente en la actuación. “El rostro será el principal y más eficiente elemento con el que se podrá expresar la faz.” El rostro se presentará sereno, perfectamente orientado respecto a su vertical, en total coincidencia del plano coronal con la línea vertical. Con la barbilla levantada, que otorgará una mayor perspectiva y expresará seguridad. Será la musculatura de la parte posterior del cuello la que sostendrá la cabeza recta. Quedará el cuerpo completo aparentemente sujeto desde la zona cervical, demostrando una disposición anatómica uniforme, sostenida con una configuración catenaria de la distribución de las fuerzas verticales. Los hombros se relajarán en la medida en que la guardia presentada lo permita, quedando la columna vertebral y segmento cordal totalmente coherente con la recta vertical de blossen, sin retirar la presión en los glúteos y caderas. El abdomen se mantendrá tenso, con los abdominales predispuestos para su acción, y las lumbares sosteniendo la flexión. La relajación aquí demorará sustancialmente la acción de la mutación de la afirmación. La tracción se mostrará firme, con una magnitud que permita la identificación clara de su ángulo. O sea, que si ha de retirarse la tracción, que se obtenga una angulación obvia de fémures y tibias, o que se necesita generar tracción, las piernas queden estéticamente firmes, sin llegar nunca a la total extensión. El ceñidor quedará ajustado al abdomen, constringiendo el conjunto lumbar y limitando la distensión abdominal, ajustando el saya al torso y permitiendo su libre obra sin quedar suelto. Esto estilizará la figura del tirador usuario y le dotará de una apariencia significativamente firme. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 355 -DE LA C AUSA TÉCNICA Todo lo anteriormente mencionado, habrá de ser una expresión constante en la práctica ordinaria y el contexto civil, así como un elemento de diferenciación del diestro laserino ante el resto de la población profana, dotándole de una actitud aparente firme, marcial y en clara disposición de obra, que le posicionará como un referente y le facilitará la interacción y preparación. Igualmente, la presentación de una faz marcial deberá ser tenida en cuenta tanto en guardas activas como pasivas, así como cuando se esté armado o desarmado. “La faz será firme y serena en cualquier contexto, pues demostrará sobriedad, capacidad y potencial resolutivo.” Mirada: La mirada estará orientada a los ojos del opositor, atendiendo específicamente a aquel sobre el que esté puesto el foco, que en un entorno más allá del asalto singular, podría ser cambiante entre otros asaltantes. Así pues, no se deberá de disponer el plano de la visión hacia abajo o hacia arriba, así como no se deberá de disponer guiñada alguna en la cabeza, siendo la orientación frontal y coherente de la cabeza respecto al foco, la ideal y más directa, facilitando la percecpción estereoscópica tanto visual como auditiva. “La línea interpupilar quedará perpendicular al diámetro común, facilitando la adquisición de las distancias.” Los ojos, gracias al color blanco de la esclerótica y su diferencia con el iris y pupila, serán la parte del cuerpo con mayor contraste, y por tanto, donde mayor atención podrá espontáneamente el opositor. El agente aprovechará la mirada sobre los ojos del paciente para magnificar lo expresado por sí mismo, a la vez que percibe lo expresado por el opositor, ya sea intencional o instintivamente. “De todo el rostro, los ojos serán el punto con mayor capacidad comunicativa posible.” La mirada deberá quedar fija, con un contacto visual directo con los ojos del opositor, siendo este el punto del que más información se recibirá de este, pues nuestra percepción instintiva humana es altamente susceptible a las dinámicas más sutiles de cambios en la expresión de los ojos y musculatura facial. De esta forma, la manera de observar el arma del paciente será por medio de la visión periférica, con una amplitud dinámica mayor y sin riesgo de quemar la fóvea, impidiendo dicho evento la normal percepción lumínica. Además, la visión periférica facilitará una correcta identificación de posición y movimiento del resto de los elementos a tener en cuenta. “El rostro del paciente deberá quedar en la fóvea del agente, siendo la periferia de la visión la que adquiera la información postural y del arma.” No obstante, no deberá existir un esfuerzo superlativo por mantener fija la mirada en los ojos del paciente, pues concentrarse en ese menester podrá ser contraproducente, a causa de destinar potencial cognitivo a la acción concreta de perseguir el rostro del opositor. La orientación de las pupilas del agente condicionará al paciente a entender direcciones concretas. De esta manera se podrá usar una mirada agente por encima del hombro paciente para dar a entender que hay algo tras él. Esto se llamará fantasma y se magnificará cuando el agente presente una expresión facial en la que exista sorpresa, o cualquier emoción adicional. Además, se podrá usar la mirada agente para dar a entender la dirección de un compás inminentemente obrado por dicho agente, pudiendo anunciar o confundir al paciente con ello. “Las orientaciones de las pupilas del agente expresarán el foco de este, condicionando la percepción y foco paciente.” Los ojos agentes deberán quedar enfocando a infinito, quedando relajados y sin la necesidad de corregir el cristalino de manera constante. Cosa que dará estabilidad a la imagen interpretada por el cerebro y optimizará su análisis subconsciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 356 - Se evitará el parpadeo, siendo esto un recurso para expresar atención plena y concentración. Además, los ojos se entornarán ligeramente, contrayendo en igual medida tanto el párpado superior como inferior, lo que predispondrá psicológica y fisiológicamente al cuerpo para la reacción instintiva. En caso de querer mostrar sorpresa o ira, se podrán abrir los ojos al máximo, siendo este un recurso que cualquier tirador debe conocer para condicionar al opositor. Se deberá de mantener una mirada neutra, que dejará que la intención quede subyacente. No obstante, la transmisión de la intención por medio de la mirada podrá ser entendida como una expresión de segunda intención, haciendo una llamada a una determinada obra del opositor, quedando en ventaja propia de tiempo o tras tiempo. La mirada, igualmente, puede ser un recurso con el que dinamizar a favor la tensión intencional del paciente. No obstante, la orientación y dirección de los ojos será objetivo consciente de la radiación lumínica del opositor. Sin embargo, se evitará la tendencia repetida de cambiar la mirada propia a otra orientación que no sea los ojos del opositor, pues estos también serán objetivo de la radiación, tanto de agente como de paciente, y con el sostenimiento de la mirada se facilitará y se mantendrá la exposición del paciente a la radiación agente. El punto del paciente donde la mirada recibirá la menor radiación lumínica será su planta. Por esto, se habrá de estudiar la planta como un elemento que condiciona la obra del paciente y a la vez ofrece elementos que facilitan la previsión de la obra de este. Será por ello que, cuando la percepción visual se vea superlativamente comprometida al disponer el plano de la mirada sobre la línea de foco, se podrá corregir orientando la atención visual a la planta del paciente, de donde manará información útil para sostener el medio, pudiendo reducir la exposición a la radiación lumínica opositora. “El agente deberá radiar la mirada paciente y evitar la radiación hacia él.” Sumisión, igualdad y dominancia: La faz podrá dar lugar a que una guardia se muestre en tres posibles concordancias, en relación a la guardia del paciente opositor. Estas concordancias serán la sumisión, la igualdad y la dominancia. La faz agente podrá ser usada para romper la previsión inicialmente generada por un paciente para con su obra sobre dicho agente. De esta manera, cuando el paciente se entienda en una posición de ventaja, igualdad o desventaja, pretenderá una obra concreta que se adapte a su interés. Por tanto, si el agente, a tiempo, genera una faz que no coincida con la previsión paciente, le obligará a modificar su obra, generando un retardo en la obra paciente, que el paciente podrá aprovechar para obrar. La sumisión: La faz de sumisión hace referencia a que el agente se muestra en desventaja ante el paciente. La sumisión se mostrará por medio de dar lugar a una faz en la que el agente quede consciente y claramente en inferioridad de potencial de obra frente al paciente. Si el agente tiene prevista la obra con la que reaccionará, podrá instar al paciente a que obre sin ser consciente de la previa preparación del agente. Esto hará que el paciente quede sorprendido por una respuesta paciente que no espera, pues la faz agente ha enmascarado la verdadera intención de este. La faz de sumisión se podrá llevar a cabo, entre otras muchas formas, generando la apertura de líneas, disponiendo la punta del arma propia alejada del diámetro común y exponiendo la sencillez agente a la ejecutiva paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 357 -DE LA C AUSA TÉCNICA El tono postural para magnificar la sumisión habrá de ser igualmente sumiso. Eso se conseguirá reduciendo el segmento cordal y el segmento superior, bajando el rostro, levantando las cejas y tendiendo a ubicar la rectitud a segunda, desde donde se obrará ejecutivamente con frecuencia. Con todo ello se conseguirá una imagen de obediencia o subordinación, que al paciente le hará sentir superioridad ante el agente. Igualmente se podrá fingir ser abriado, o lo que es lo mismo, no tener destreza notable con el arma. Es digno de mención el hecho de que, una vez el agente reciba un castigo por parte del paciente, podrá magnificar o fingir el daño y lesión generada en subsiguientes asaltos, dando lugar a una sumisión que podrá mermar el potencial ejecutivo del paciente, controlando parcialmente su dinámica. Esto será un recurso, que pese a ser funcional, resultará poco eficiente, pues el agente no estará ofreciendo a su paciente la mejor oposición posible, al menos de manera técnico-práctica. La igualdad: La faz de igualdad muestra al agente en aparente igualdad ante el paciente. Cuando se habla de igualdad se hace mención a que un agente tiene una supuesta coincidencia con la potencia de obra de su paciente. Con ello, se da pie a que el paciente continúe su obra de manera dispositiva, pues entenderá que no existe una superioridad táctica presente, y tenderá a generarla. Que el agente presente una faz de igualdad podrá dar lugar a retrasar un lance paciente, pues este tardará un cierto tiempo en notar que la actitud del agente es únicamente una faz. Una faz neutra, sin elementos emocionales implícitos, hará naturalmente que sea percibida como en igualdad, pues dichos elementos emocionales serán testigos claros de superioridad o inferioridad. Por tanto, la faz neutra será ideal para el debate en el medio proporcional, dado que será más complejo para el paciente entender la oportunidad sin la expresión del error agente. La faz de igualdad se podrá hacer manifiesta por medio de buscar un potencial medio de común herida, sin llegar a hacerlo efectivo. Igualmente, el agente podrá adoptar la misma guardia del paciente, imitándolo sin necesidad de que exista una aplicación práctica o intención asociada a tal cosa. Con ello, el paciente notará superficialmente que el agente posee un mismo repertorio idiomático, sin capacidad de entender si es así realmente. Otra forma de presentar faz de igualdad, entre muchas posibles, es mantener un mismo diámetro común propio del estrato de sombra del medio proporcional, de manera sostenida. El paciente observará que el agente se mantiene a distancia, llegando a entender que puede prever sus intenciones, lo que le dará una sutil sensación de estar enfrentando a un tirador con sus mismos recursos. Para mostrarse en igualdad, una agente no tendrá que hacer nada en particular, pues la igualdad tenderá a ser, en mayor medida, destilada del repertorio técnico mostrado. No obstante, el agente deberá mostrarse parcialmente similar a su paciente, en su configuración anatómica, pues con una guarda más cuidada y eficientemente presentada que su opositor, será sospechoso de ser dominante. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 358 - La dominancia: La faz de dominancia muestra al agente con control del paciente, pese a que esto no sea producto real del medio. La faz dominante podrá ser entendida como aquella que presenta al agente en clara superioridad ante su paciente, independientemente de que sea real o fingido dicho evento. Con ello se podrá inhibir la intención ejecutiva del paciente, incluso cuando este tenga una oportunidad clara para el lance. Igualmente se podrá generar la interrupción de obras concretas, dando lugar incluso a que el paciente se retire del medio. Para dar a entender la dominancia se puede hacer por medio del sostenimiento de la obra dispositiva, que de manera recurrente indisponga o interfiera la intención paciente. También se pueden obrar constantes antagonismos geométricos sin dar nunca la sensación de pretender aprovechar las oportunidades ejecutivas que puedan surgir, mas haciendo inviables las oportunidades del paciente. La faz de dominancia precisará de presentar una guardia serena, reactiva y relajada. Así mismo, se tendrá que obrar con contundencia, aplicando una energía al arma que le haga actuar con brío y clara determinación. En definitiva, para hacerse notar en superioridad se deberá demostrar tranquilidad y potencial de obra. Cabe aclarar que no hay concordancia de faz más funcional que otra, pues la presentación de esta dependerá de la naturaleza del opositor y de su comportamiento. No obstante buscar la superioridad será lo más eficiente, pues será dicha faz la que concuerde con la expresión técnica más funcional y genuina. “El tirador experimentado pretenderá una faz de superioridad, sin fingirla, pues concordará naturalmente con aquello que pretenda de manera genuina.” La faz en los aspectos particulares de la guardia: Cada uno de los rasgos de la guardia podrá dar a entender la intención de su usuario, en parte por la necesidad de preparar la obra que se pretenda eficiente. Por tanto, será crucial entender qué función y posibilidades expresivas tendrá cada elemento por separado, y de igual manera, estudiar en cada individuo la forma en la que afectará la información, tanto la expresada como la observada. La faz de la planta: La planta, como elemento fundamental de la guardia, tendrá la potencia de expresar la intención del usuario con mucha claridad, más en particular y habitualmente, la pretensión de desplazar su centro de masas, o la intención de hacerlo en una dirección concreta. La faz en el orden de la planta: El orden de la planta hará entender al paciente distintas cosas, en mayor medida, la intención de obrar con una mano u otra. De esta manera se entenderá que cuando la planta sea acorde, o sea de pie adelantado igual a la mano armada, se pretenderá seguir obrando con esta, mientras que cuando se genere la planta contraria, se expresará la intención de cintar el arma o mutar la planta antes de obrar ejecutivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 359 -DE LA C AUSA TÉCNICA La faz en la disposición de la planta: Será la disposición de la planta la que marcará la línea sobre la que un tirador moverá su centro de masas, o al menos, por donde le resultará más eficiente hacerlo. Si un tirador se muestra experimentado, se podrá entender que la planta se dispondrá de manera coherente a su intención. Por el contrario, si el tirador aparenta ser poco diestro, es posible que la planta no sea coherente con su tránsito. Concretamente, la planta en línea transmitirá la intención ejecutiva inmediata, tanto por la potencia de obrar que genera, como por entenderse como un recurso instintivo propio de dicha intención. La planta transversal será sinónimo de intención dispositiva, además quedará limitada para la extensión del extremo sobre el diámetro común. La planta infinita transmitirá pasividad, si se muestra en igualdad. Mientras que cuando el que la proyecta se muestra en superioridad, se tenderá a expresar desafío. La faz en el ángulo de la planta: El ángulo de la planta podrá expresar experiencia e intención de obrar compases. Si el pie adelantado está recurrentemente con su línea orientada al foco, será un claro signo de aplicación precisa de la técnica. Por el contrario, si el pie adelantado está recurrentemente con su línea relativamente transversal a la línea del foco, se podrá entrever cierto grado de descuido en la aplicación técnica, además de una merma considerable en la extensión máxima del extremo. Adicionalmente, el ángulo de los pies con su bisectriz dará lugar a la expresión de la orientación de la obra de los compases y del lance. La faz en la amplitud de planta: La amplitud de planta, cuando sea claramente extendida, dará a entender la intención de ser ejecutivo, en primera intención, sin aplicar la óptima obra dispositiva previa. Si la planta está recurrentemente contraída, será signo de la tendencia pasiva del usuario, así como de no pretender resultar muy ejecutivo por sentir limitaciones de alguna naturaleza. La faz de la afirmación: La afirmación erguida mostrará control psicomotriz, así como un cuidado en la implementación de la técnica a la higiene postural. Más concretamente, una afirmación erigida tenderá a mostrar superioridad sobre el paciente, además de presentar al usuario como un sujeto que pretende el respeto de su opositor. La faz en el perfil de la afirmación: La afirmación de cuadrado, sin el arma dispuesta adelante, expresará pasividad y retará al subconsciente del opositor, pues se mostrará el usuario parcialmente desprotegido o limitado. Sin embargo, cuando se presente una afirmación de cuadrado con el arma adelante y claramente dispuesta en el medio, se mostrará al usuario tendente a la obra dispositiva y expectante. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 360 - La afirmación de medio perfil, por ser la expresión técnica más eficiente, resultará recurrente en los tiradores experimentados, siendo una expresión de falta de técnica cuando es sustituida por la afirmación de perfil. Por tanto, la afirmación de perfil transmitirá inseguridad por parte del usuario, de cara a su opositor. La faz en la posición del torso: Cuando el torso quede recurrentemente tumbado, se expresará interés en extender el extremo y resultar ejecutivo, sin pretender estrechar el diámetro común. Si el cuerpo se presenta ligeramente huido, dependerá de la posición del arma. Si se presenta el cuerpo huido con el arma adelante, se transmitirá cansancio y dificultades para sostener la rectitud. Si se presenta el cuerpo huido con el arma indispuesta o aguda en la rectitud de abajo, se expresará precaución y prudencia ante la potencia ejecutiva del opositor. La faz en la concordancia del segmento medio y superior. Cuando la afirmación quede firme, o sea con los segmentos medio y superior coincidentes, se dará a entender solidez en la obra y solvencia técnica. Si por el contrario, la afirmación queda entornada, se podrá entender que el usuario obra de fortuna, o sea, de manera improvisada sin entender las implicaciones de sus actos. La faz de la rectitud: La rectitud, pese a su volatilidad y constante reubicación, podrá dar lugar a expresiones del usuario e impresiones de su opositor. La faz de la posición radial de la rectitud: Adelante, se creará una constante tentación hacia el opositor por parte del usuario, dando al paciente la sensación de estar siendo tentado, a la vez que se puede entender que el agente adelante está prevenido. Adicionalmente, la sencillez adelante podrá entenderse como una expresión de seguridad que insta al opositor al debate. A primera, dará lugar a ser entendida como que pretende ceñir el medio, alejando la sencillez del agente del opositor paciente. A segunda, se creará la sensación de no ser capaz de sostener la sencillez adelante. Lo que hará que el paciente opositor tienda a estrechar el diámetro común por sentir que la interacción con el agente se retrasará. A tercera, el agente usuario transmitirá la sensación de estar obrando activamente con su rectitud para evitar la ejecutiva paciente, para preparar la oclusión de primera o para compensar el diámetro común de la sencillez resultado del debate con un zurdo. A cuarta, se dará la impresión de pretender ser ofensivo, ya sea por la obra de un redondo o por la oclusión generada. Esto será común para cualquier posición radial por encima del plano superior, pues será una posición difícilmente sostenida, con lo que instintivamente se entenderá como sintética. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 361 -DE LA C AUSA TÉCNICA La faz de la extensión de la rectitud: En un contexto en que los tiradores se sepan experimentados, la extensión del rumbo del arma generará una impresión ejecutiva inversamente proporcional a su extensión, siendo esto que cuanto menos extendida esté, mayor sensación de ejecución inminente transmitirá. Así pues, cuando la rectitud agente esté embebida, el paciente tenderá a entrar en el medio proporcional del agente, ignorando en parte las posibilidades de extender el radio del límite y con ello el extremo. La faz del rumbo de la hoja: El rumbo de la hoja plegado dará la sensación de ser inminente su extensión, transmitiendo la impresión de estar preparando la ejecutiva. El rumbo extendido de la hoja dará a entender la intención de propiciar la agregación, así como de estar haciendo uso de la técnica académica. ———— - 363 - La obra TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 365 -DE LA C AUSA TÉCNICA Aspectos elementales de la obra: La obra: “La obra será aquel conjunto de acciones que, de manera consciente, un individuo lleva a cabo para obtener el éxito en su propósito.” En el contexto esgrimístico, toda obra, como recuso con el que un tirador se expresa en oposición a otro, estará necesariamente compuesta por una geometría, una dinámica y un caso, que aportan respectivamente el posicionamiento de los elementos en el espacio, su movimiento y el propósito de esto. “Toda obra estará compuesta por elementos mínimos, que serán partículas fundamentales para la interacción de la obra agente con el paciente, y que habrán de entenderse para que esta pueda tener lugar con eficiencia.” Geometría: “La geometría de la obra es la configuración de los elementos implícitos en esta.” La geometría de la obra agente habrá de ser adaptada necesariamente al contexto, pues de lo contrario, la obra no tendrá capacidad de interactuar con eficacia y/o eficiencia con el opositor. Así pues, geometría de la obra dependerá de: - Ubicación del objetivo ejecutivo. - Configuración anatómica del paciente. - Configuración anatómica del agente. - Disposición espacial de las armas. “La geometría de una obra solo estará presente cuando dicha obra se esté o se haya llevado a cabo.” Si una obra carece de geometría, no será eficiente en su necesaria interacción con el opositor al que va dirigida, pues carecerá del orden preciso. La geometría de la obra esgrimística es comparable al contenido de una obra artística, sin el que dicha obra carecerá de elementos con los que generar la interacción con el receptor. Dinámica: “La dinámica de la obra es la configuración de energía y fuerzas que tienen lugar es esta, para modificar la geometría.” La dinámica de la obra habrá de ser entendida como la energía impuesta a cada uno de los elementos implícitos en ella, en base a la necesidad de cambiar la configuración geométrica. Siendo así, se precisará que la dinámica de una obra esté acorde a la geometría de esta, pues de esa forma se podrá generar el movimiento necesario para que la obra tenga lugar, disponiendo en el espacio la geometría, que por norma deberá ser cambiante. “La dinámica en una obra únicamente será posible cuando exista energía aplicada a una parte de su geometría.” La dinámica deberá tener en cuenta la disposición temporal de los elementos geométricos, dado que será esto un elemento crucial para conseguir la coincidencia espacio-temporal acorde con la intención. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 366 - Una obra siempre precisará de dinámica, tenga esta su fuente en el agente o en el paciente. Esto dará lugar a que sea posible el éxito agente sin necesidad de generar movimiento de su geometría propia, gracias al aprovechamiento de la dinámica generada por el paciente. “La dinámica podrá tener su génesis en el agente, en el paciente o en ambos.” Si una obra no posee una dinámica, no poseerá capacidad de sintaxis, quedando estática y sin expresión o reacción alguna, frente a la obra opositora y cadencia de esta. La dinámica de una obra esgrimística es comparable con el medio, método y/o técnica con la que se manifiesta el contenido de una obra artística. Caso: “El caso de una obra es el propósito con la que el agente la dispone.” El caso de una obra será aquello que matice la intención original de una obra, haciendo que una misma configuración geométrica y dinámica pueda tener propósitos distintos a los que originalmente presenta. Será por ello, que el caso determinará profundamente el medio desde el que será eficiente obrar. Toda obra que pretenda la interacción con un opositor precisará de una pretensión con la que ser llevada a cabo, en la que se podrá elegir la aplicación de dicha obra, así como pretender y pronosticar cuál será su resultado. “El caso de una obra será aquello que le atribuya contenido semántico a esta, determinando su propósito.” Si una obra carece de caso, por ende, no tiene semántica implícita, no quedará determinada la función que cumplirá, lo que adicionalmente dará lugar a no poder identificar el medio desde el que llevarla a cabo eficientemente, así como será imposible prever los eventos emergentes de su éxito o su fracaso. El caso de una obra esgrimística, es comparable con el propósito comunicativo y significado de una obra artística, sin el cual, un autor no podrá determinar o prever la manera más eficiente de componer dicha obra, así como concretar y predecir la percepción y reacción del receptor de dicha obra. Es por ello que en una obra, independientemente de su naturaleza, han de ser coherentes el contenido, el método y su propósito, para que resulte funcional la comunicación entre agente y paciente. En conclusión: La obra esgrimística será expresada en su completitud con la geometría, la dinámica y el caso. Si cada elemento es eficiente en su puesta en marcha, el éxito de la obra quedará dependiente de su orden e interacción con la obra opositora. “Una obra esgrimística o de cualquier otra naturaleza, siempre estará compuesta por un contenido, expresado por un método con un propósito concreto, siendo esto en el contexto de las armas: la geometría, la dinámica y el caso.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 367 -DE LA C AUSA TÉCNICA La obra según su intención original: “La intención original de una obra será el propósito habitual de esta, acorde a las posibilidades geométricas y dinámicas de la misma, teniéndola en cuenta como un elemento aislado de los resultados en la interacción con el opositor.” Se entiende que la intención original de la obra es aquella que en un principio define la funcionalidad de esta. Así pues, una obra puede estar destinada a ofender al opositor, a ponerlo en desventaja o a defender a aquel que la lleva a cabo. Por norma, la intención original de una obra queda definida por el potencial que aporta una geometría concreta, movida en el espacio con una dinámica particular. “La intención original depende de la configuración geométrica y dinámica con la que los elementos del agente se mueven en el espacio.” La intención original de la obra representa el uso habitual que una obra va a tener, pues su geometría y dinámica es la más eficiente para ello. No obstante, una misma obra en otros casos, puede tener otras aplicaciones. Existirán tres tipos de obras, según su intención original: Obra ejecutiva: Será aquel conjunto de acciones llevadas a cabo con la pretensión directa de obtener la herida o inhabilitación del paciente. Obra dispositiva: La obra dispositiva agente es aquel conjunto de acciones, que por medio del uso de la anatomía y/o arma, aumenta la potencia de la obra agente y las probabilidades de éxito en su intención, configurando y condicionando al paciente, total o parcialmente. Obra defensiva: La obra defensiva es aquel conjunto de acciones individuales, que pretenda la disposición y acción del cuerpo o arma del agente para resguardar su integridad, ante la obra potencial o presente del paciente. Para hacer más fluida la comunicación, de manera habitual, se hablará únicamente de intención para hacer mención a la intención original de una obra, siempre que no se precisen puntualizaciones adicionales. Momentos de la obra: Cada obra, consecuente con la intención y su contexto, estará compuesta de tres momentos: la preparación, la disposición de la obra en sí y la continuación de esta. Con la conjugación de estos se dará lugar a que un tirador actúe de forma coherente con su situación pasada, presente y futura dentro del asalto. “Ninguna obra será absoluta sin estar sostenida en una coherente preparación, actuada de manera eficiente y potencialmente continuada manteniendo la integridad del agente.” Es importante entender la anatomía temporal de una obra, pues será necesario tener una conciencia posicional del tiempo en que se está obrando, así como del momento de la obra en la que está agente y paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 368 - Igualmente, los momentos de una obra no deberán ser marcados o notables, pues serán partes de una misma frase de armas, con una evolución lineal e ininterrumpida, o sea, una obra de moción constante. La preparación de la obra: La preparación de la obra hace referencia al conjunto de eventos y disposiciones técnicas implícitas en la configuración de aquello que sea preciso para llevar a cabo una determinada obra, compuesta esta de acciones y partículas de conocimiento que han sido unidas. Será durante este intervalo que se llevará a cabo la configuración anatómica óptima para la obra proactiva y se pretenderá la configuración geométrica y anatómica óptima del paciente, dando lugar a un medio desde el que obrar con la mayor posibilidad de éxito y manteniendo la seguridad del agente. Adicionalmente, en la misma obra también se preparará la continuación de esta, que habrá de hacer viable el mantenimiento de la integridad agente tanto en el éxito como en el fracaso de la intención de este. O sea, que en la preparación de la obra se organizan los elementos influyentes en el medio para dar lugar a una obra eficiente y a la posible continuación de esta. La disposición de la obra: La disposición de la obra, es el momento en que, una vez preparados, se ponen en marcha los mecanismos físicos, biomecánicos y psicológicos pretendidos, con la pretensión de alcanzar el éxito. En síntesis: la obra propiamente dicha. La disposición de la obra habrá de ser coherente con la intención, obrando de manera absoluta. De esta manera, el conjunto de acciones encajarán de la forma más elegante posible con la concepción que el agente tenía en el momento de configurar y preparar la obra. La obra habrá de ser llevada a cabo de manera decidida, ininterrumpida y con la mayor eficiencia biomecánica posible, atendiendo al aborto de la susodicha obra únicamente cuando sea posible mantener la seguridad e integridad del agente. La obra habrá de ser dispuesta en el medio preciso para que el conjunto de elementos que lo componen auxilien al éxito tirador. A este momento de la obra se le podrá nombrar como primera intención, por ser justamente el objeto principal de la preparación del medio. La continuación de la obra: La continuación de la obra es aquel conjunto de acciones y obras que suceden a la obra inicialmente pretendida en primera intención, y que tienen a esta como principal elemento condicionante. La continuación de la obra ha de ser previsto, pese a ello, el agente habrá de estar preparado para la improvisación, pues en la preparación y previsión de los acontecimientos no cabrán todos los posibles desenlaces de una obra. La continuación de la obra podrá ser llamada como segunda intención, pues será un recurso adicional y/o auxiliar a la obra inicialmente planteada. Como segunda intención, la obra podrá ser originalmente preparada para atribuir más valor a la continuación que a la obra misma. Por tanto, se entenderá que un tirador está obrando en segunda intención. Para ello se podrá sostener la segunda intención en un fracaso intencionado de la primera intención. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 369 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por tanto, quedará subyacente la necesidad de que la totalidad de la obra esté justificada y basada en cada uno de sus momentos anteriores. De esta forma: - La preparación de la obra estará sustentada en la compresión del contexto y la conjugación del este con la intención agente. - A su vez, la disposición, acción y puesta en marcha de la obra, en forma y tiempo, estará basada en la preparación que haya tenido lugar, independientemente de que la obra se preparase por completo o se hubiese tenido que llevar a cabo obligatoriamente sin una preparación ideal u óptima. - Por último, la continuación de la obra se sostendrá en el éxito o fracaso de la disposición de la obra, e igualmente habrá de ser resultado de una preparación previa, que haga que dicha continuación sea coherente con el contexto previsto o acontecido. Por ende, resulta elemental en una fase previa de la preparación de la obra, hacer una reflexión sobre aquello que sea idóneo obrar, pues quedará por ello determinado todo lo que ocurra antes, durante y tras la obra. “Una obra que no está coherentemente justificada, será una oportunidad para el opositor.” Adaptación al contexto emergente: Para un tirador, que pretenda un pleno control de su intención, será precisa la constante reflexión sobre la forma más eficiente de elevarse sobre el opositor, tanto en el plano intelectual como en el físico, y siempre dentro del debate contenido en el contacto, en aquel tiempo previo al asalto, durante este y tras él. “Se evitará la forma por la forma” No es importante el matiz particular o repertorio de recursos técnicos poseídos por parte del paciente, vulgar o diestro, sino la capacidad de adaptación del agente a prever estos, contravenirlos o usarlos para sus propios fines, quedando así dispuesto al control de la entropía emergente, con la menor exposición técnica de sus acciones. Pues lo que entendemos como caos, no es tal, sino que resulta ser un desorden tan complejo que no alcanzamos a comprender. Así pues, los recursos técnicos del agente deberán estar fundamentados en la posibilidad de adaptarlos al contexto emergente. Por tanto, no será tan importante el volumen técnico del agente como la capacidad de este para entender su entorno y a su paciente. Con ello se conseguirá que, sean cuantos sean, los recursos sean plenamente funcionales. Lo contrario sería que un enorme volumen idiomático del agente no tenga validez alguna por no poder conjugarse al paciente y al contexto. “Adaptarse será el recurso más funcional para obtener el éxito más eficiente.” Se puede vislumbrar el acierto en la técnica laserina al ser capaz de llevar a cualquier oposición a la sumisión y ponerla en obediencia con tan solo obrar teniendo en cuenta la posición de la hoja, la disposición de su defensa y la lectura de su intención. Esto quiere decir, que no se precisa de una técnica concreta esgrimida por el paciente, sino que la correcta y medida aplicación de la propia tendrá el valor para mantener la garantía de éxito en una intención ejecutiva o defensiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 370 - Así pues, respecto a la adaptación al contexto y su concepción, se pueden sintetizar dos tipologías de obras: Obra absoluta: La obra absoluta es aquella obra que sea preparada o reaccionada acorde a la intención, haciendo uso de argumentos técnicos sólidos y que esté llevada a cabo con unas acciones eficientemente obradas acorde a las condiciones geométricas e intencionales, evitando en la mayor medida posible la exposición técnica durante la acción o tras su conclusión. Será esta la obra que habrá que buscar e intentar llevar a cabo, pues su uso siempre resultará coherente y facilitará la ubicación, propiocepción y análisis del usuario, dando lugar con ello al control de la entropía del asalto y su más eficiente gestión. No obstante, la obra absoluta, resultará tan solo un objetivo al que acercarse, pues ningún agente poseerá el pleno control de su contexto o de todas la variables existentes en su paciente. Obra de fortuna: Esta obra será aquella llevada a cabo de manera inconsciente, sin tener en cuenta los condicionantes previos, la situación a la que llevará su puesta en marcha o la continuación tras su éxito o fracaso. La obra de fortuna se habrá de evitar, intentando restringir su uso a aquellas situaciones donde el usuario se vea sobrevenido por las circunstancias. No obstante, habrá de asumirse los limitantes de un tirador, y por tanto, entender que en algún momento se obrará de fortuna. Será por ello que se deberá generar un acondicionamiento y preparación previa al asalto, donde se interioricen conceptos técnicos, haciendo que la obra de fortuna sea la más funcional posible. De esta manera, quedará la preparación del diestro, previa al contacto, a merced de dos variables, que se tendrán que entender para optimizar los procesos de entrenamiento y acondicionamiento de la psicomotricidad y cognición: La respuesta automatizada: Será aquella que sea obra, que sea llevada a cabo sin el proceso consciente del usuario, independientemente de su funcionalidad o coherencia. Por medio de su estudio, se deberá de conseguir adaptar la obra inconscientemente a las condiciones emergentes, así como a las subsiguientes, posibilitando una obra eficiente que mantenga el potencial de la obra posterior. O sea, que por medio del trabajo preparatorio, se habrá de obtener una obra absoluta automatizada en lugar de la vulgar obra de fortuna. La respuesta consciente: La respuesta consciente será aquella obra llevada a cabo de manera premeditada, con procesos psicológicos controlados, reflexionados y parcial o totalmente conscientes. Haciendo uso del estudio de la situación, la obra consciente dará lugar a la concatenación automatizada de acciones coherentes con la intención del usuario, el momento de ser obrada y la continuación de la obra, y que por tanto, llevará a ser considerada una obra absoluta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 371 -DE LA C AUSA TÉCNICA La respuesta consciente también podría tener una naturaleza errada o ineficiente por no ser coherente con la intención o resultar como la obra de recursos aprendidos e incoherentemente actuados. Así pues, una respuesta consciente no será garantía de una obra absoluta, pues sin la preparación y entendimiento previo, no se hará gala de los recursos para la configuración de una obra elegante. Hay que tener en cuenta que la obra consciente siempre será más lenta en su disposición que aquella obrada de manera automatizada. “La obra consciente es más lenta en su concepción, mas no necesariamente en su disposición.” Los procesos cognitivos comienzan siendo respuestas subconscientes, que tras el proceso de la información pasan al plano consciente. Será por ello que la adaptación al contexto emergente será ideal por medio de la interiorización y automatización de respuestas, siempre y cuando estas estén eficientemente contextualizadas y adaptadas al medio presente. “La adaptación al contexto emergente deberá tener lugar de manera constante, automatizada y, tras ello, consciente.” Ciclo OODA: El ciclo OODA es el esquema, teorizado por John Boyd, que divide el proceso de la cognición humana en cuatro fases, describiendo lo ocurrido desde que se genera un estímulo hasta que se actúa. “El ciclo OODA describe la totalidad de los procesos psicológicos implícitos en la obra, desde su motivación hasta que se lleva a cabo.” Fases del ciclo OODA: Observación – Orientación – Decisión – Acción Para asegurar la viabilidad de una obra, esta habrá de ser generada a partir de cumplir el esquema OODA, sin excepción y como requisito mínimo. Dicho esquema, pese a resultar un elemento muy elemental y rudimentario, resulta funcional para organizar las fases de la respuesta a lo percibido, haciendo así posible su explicación y adaptación al entorno didáctico. “El ciclo OODA será una herramienta funcional para facilitar la explicación de los procesos cognitivos, sin llegar a ser una descripción detallada de estos.” “La velocidad en el cumplimiento del ciclo OODA en asalto dará lugar al pulso del tirador.” Un tirador deberá de cumplir el ciclo OODA en el menor tiempo posible, pretendiendo ser más veloz que su opositor, generando con ello el agente una obra potencialmente previa a la previsión o reacción del paciente. Para ello, será ideal que los recursos del agente estén generados en base a la competencia inconsciente, pues esto acelerará considerablemente el ciclo, aumentando el pulso del tirador. “Un tirador agente y su obra quedarán en ventaja conforme más rápido se adapten al contexto emergente, frente a su opositor paciente.” Por ello, se deberá hacer uso de todos los recursos posibles para aumentar la diferencia temporal entre el cumplimiento del ciclo agente y el paciente, acrecentando la diferencia y aumentando la ventaja con ello. Estos recursos serán específicos para cada una de las fases del ciclo, pues apelarán a modificadores del medio distintos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 372 - “El agente deberá acelerar y asegurar su ciclo OODA mientras dificulta o interrumpe el ciclo paciente.” Fases del ciclo OODA: Fase de observación: “La observación es la adquisición de datos del contexto, por medio de los sentidos.” La fase de observación hace referencia a lo percibido, que quedará condicionado por el comportamiento, o sea, por lo actuado. La observación será el punto inicial del ciclo cuando una obra pretenda ser coherente con lo acontecido y adaptada a su entorno. Para que la observación pueda tener lugar de la manera más eficiente, el foco habrá de estar orientado al opositor, concretamente en el aspecto del foco atendido. De esa manera se adquirirá el mayor volumen posible de información, que facilitará y hará más eficiente la fase de orientación. La observación incidirá directamente sobre el modificador del medio de previsión, pues dicha previsión necesitará del examen empírico del paciente y del contexto. Por tanto, para dificultar la fase de observación del paciente, será útil entorpecer o inhabilitar su percepción sensorial, por cualquier método al alcance del agente. Fase de orientación: “La orientación es el conjunto de procesos subconscientes e instintivos que procesan los datos de lo observado, que permite la organización y la evaluación inmediata subconsciente de los estímulos percibidos.” En la fase de orientación, el sujeto quedará condicionado no solo por lo observado, sino también por la predisposición fisiológica y por la experiencia previa. Será durante la fase de orientación cuando se genere la mayor parte de la respuesta emocional. La orientación precisa de tener un repertorio de elementos y conceptos automatizados, de manera que la orientación sea un proceso inconsciente y eficiente, facilitando la subsiguiente decisión y reacción coherente del agente ante el estímulo. Será sobre el modificador del medio de reacción sobre lo que en mayor medida incidirá la orientación, pues dicho modificador apela a la capacidad de actuar de manera rápida ante estímulos externos. De esta manera, para entorpecer la fase de orientación del paciente, será necesario saturarlo de estímulos, haciendo que su orientación haya de ser constante, haciendo su reacción menos precisa, mientras su respuesta automatizada intenta reaccionar a todo. Esto puede llegar a generar la ralentización y/o paralización de la respuesta inconsciente del paciente, generando en él un retardo considerable entre la observación y la acción, pues tanto la orientación como la decisión, pasarán al plano consciente, limitándose la respuesta en capacidad y velocidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 373 -DE LA C AUSA TÉCNICA Fase de decisión: “La decisión es el acto, consciente o subconsciente, de elección de un elemento de entre los poseídos y entendidos como potencialmente aplicables a la situación presente.” La fase de decisión es el proceso consciente o subconsciente con que el sujeto decide entre las distintas opciones que posee, condicionadas por la información que su orientación le aporta. Es aquí donde el tirador habrá de discernir la obra más eficiente, condicionado por su conocimiento previamente adquirido y asimilado. Por tanto, para hacer el proceso de decisión más eficiente, el tirador deberá ser conocedor del mayor volumen idiomático posible, haciendo más sencilla la elección de aquello que se pretenda llevar a cabo, por disponer de un mayor repertorio. La decisión incidirá profundamente sobre el modificador del medio de la faz, no solo manifestando u ocultando la decisión tomada, sino usando la competencia consciente para decidir un recurso u otro, independientemente de la eficiencia estrictamente técnica de lo decidido. Así pues, la decisión podrá mostrar al tirador agente tal y como pretenda ser entendido por su paciente. Para obstruir la decisión del paciente, el agente podrá hacer uso de elementos incoherentes con el verdadero contexto técnico presente. El agente también podrá mostrar de manera obvia los recursos que pretenda llevar a cabo. De esa manera, el paciente decidirá su acción de forma poco eficiente, o al menos, alejada de la realidad, pues su criterio le hará entender que no tiene un registro fiable de aquello que pretende el agente. Por tanto, en el intento agente de intervenir y deteriorar la fase de decisión del paciente, habrá de hacerse uso eventual del engaño y la segunda intención, dando como resultado que a partir de detectar la farsa, el paciente no pueda discernir la veracidad de las obras expresadas por el agente. “Tras el primer engaño, toda la certeza es duda.” Fase de acción: “La acción es el momento en que se manifiesta lo pretendido.” La fase de acción se refiere al momento en que se lleva a cabo la obra decidida, así como el conjunto de movimientos y actos que la componen. Esto estará condicionado por la fase previa de decisión, y a su vez, condicionará la exposición del tirador a la información que el contexto le ofrezca. Con ello se dará lugar a un nuevo comienzo del ciclo completo. Para que la fase de acción sea eficiente, el tirador deberá haber interiorizado las obras posibles, pues de esa manera, su puesta en marcha será intuitiva y automatizada, aumentando la velocidad al llevarlas a cabo, pudiendo reservar el potencial cognitivo para continuar el ciclo. La fase de acción tendrá una especial relevancia sobre el modificador del medio de movimiento, pues en la fase de acción será donde tendrá lugar el desplazamiento de cualquier parte del agente. Para dificultar la acción del paciente, el agente deberá hacer uso de su repertorio técnico, obrado de la manera más eficiente posible, para minimizar las implicaciones de la obra del paciente durante su fase de acción. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 374 - Así pues: “La observación, la orientación, la decisión y la acción serán fases elementales con las que cumplir en la obra, para ser coherente con la intención, aumentando la posibilidad de éxito cuanto mayor sea la velocidad en que el proceso ocurre.” La obra elegante y factores de eficiencia: El concepto de elegancia en la obra es aquel que da nombre a la simplicidad de la geométrica y eficiencia dinámica de lo obrado. Siendo así, se puede entender que las frases de armas, obras y acciones, cuanto menos elaboradas y más rápidas resulten ser, en la pretensión y consecución, mayor será su potencial real o estadístico, pues existirán menos elementos propensos al fallo y, por tanto, menos pasos necesarios para la obtención del éxito. “Será inversamente proporcional la relación entre el número de acciones de una frase de armas y su posibilidad de éxito.” Se podrá entender que para la resolución un determinado medio a favor del agente exisitirá una obra más eficiente, en la que estén implicados el menor número de acciones posibles y en la que el paciente intervenga de la manera menos determinante. Esta manera de resolver el medio será entendido como la obra elegante. Todo esto lleva a entender que: “La obra elegante será la obra única y más eficiente con la que llevar a cabo una determinada pretensión.” Se podrá extraer que no existirán numerosas posibles resoluciones para llevar a cabo una determinada acción u obra, pues será solo una manera la óptima, y el resto de formas posibles harán crecer la exposición del usuario. Igualmente, conforme aumente el número de acciones necesarias para una obra, crecerá la tendencia a la entropía del asalto. Los factores que influirán en mayor o menor medida a que una obra pueda ganar o perder su valor de elegancia, serán: La fuerza impuesta al arma: A menor fuerza impuesta al arma, más reducido será el movimiento. Esto dará lugar a entender que la obra ha sido perfectamente premeditada. Se abrirán líneas involuntariamente cuanto se impone al arma una fuerza que resulta sobrante, y da como resultado una inercia que ha de ser reducida o reparada por la aplicación de una fuerza contraria. Esta fuerza residual o sobrante en la obra paciente podrá ser un elemento tenido en cuenta por el agente para controlar la hoja paciente, pues esta estará inmersa en una dinámica en la que será complicada su rápida acción. Ejes en los que la fuerza es aplicada: Cuanto mayor sea el número de ejes en los que habrá de aplicarse la fuerza para obtener el movimiento, mayor será la posibilidad de fallar en el cálculo y posicionamiento del arma en el espacio. De esa forma, a menor número de ejes, mayor será la precisión posible, gracias a un menor esfuerzo cognitivo y psicomotriz. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 375 -DE LA C AUSA TÉCNICA Para minimizar el número de ejes, en los que aplicar fuerza al arma, será eficiente hacer coincidir los planos de la sencillez agente y paciente, concretamente aquellos sobre los que se moverá la hoja agente para la ejecutiva. Vectores implicados en la trazada: Según la primera ley de Newton, el movimiento de un objeto será constante si no se actúa sobre este, reparando su trayectoria. Así pues, cada uno de los vectores inerciales que intervienen en la descripción de una trazada, son aplicados al primero para obtener una corrección de la trayectoria rectilínea que pretende seguir el arma. Es por ello, que a mayor número de vectores necesarios para la descripción de una trazada, mayor será la dificultad implícita en dicha acción. Vectores de reparo en la trazada: Debido a la necesidad de mantener el control de la hoja paciente, se habrá de generar una trazada que pueda proporcionar el reparo, la oclusión, o el atajo de esta. Así pues, cuanto menor sea el número de vectores para proporcionar un medio proporcionado seguro, mayor será la potencia de éxito de la obra, independientemente de la naturaleza de esta, pues existirán un menor número de posibilidades de errar al obrar cada una de las acciones implícitas. Longitud total de la trazada: La longitud total de la trazada hace referencia al total de espacio línea recorrido por la hoja en toda su dimensión, dando como resultado un plano bidimensional sobre un entorno tridimensional. Este plano habrá de tener la menor extensión posible en su área, representando esto que el movimiento ha sido igualmente comedido. Cuanto menor sea el movimiento del arma, menor será la fuerza precisada, mayor la velocidad en ser obrada y menor esfuerzo requerido en la configuración de la trazada. Por tanto, mayor será la eficiencia de la obra, y por ende, su elegancia. Tiempo que el arma está actuando: Será necesario que el arma pase el menor tiempo posible generando la acción que se pretenda, pues la rápida reubicación de la hoja minimizará las posibilidades de ser advertido, de ser reparado y/o de ser impedido. Por tanto, se pretenderá imprimir al arma tanta fuerza como sea posible para hacer que llegue al punto del espacio deseado, sin dar lugar a que la trazada se extienda descontroladamente. Movimiento corporal total agente: Para el éxito de una obra y su correcta disposición geométrica, además del movimiento del arma, será precisa la reubicación de la rectitud y de su extensión, además, el acondicionamiento de la afirmación para la obtención de la continuidad y, por último, una configuración en la proyección de la planta acorde a los compases o acciones a obrar. Así pues, cuanto menor sea el total del esfuerzo implícito en ello, mayor será la eficiencia de la obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 376 - Hay que tener en cuenta que la reducción del esfuerzo requerido no tiene por qué ser directamente proporcional al movimiento generado. O sea, que se puede generar una acción con poco movimiento y ser altamente ineficiente. Ejemplo de ello será un movimiento de muñeca para la acción natural del arma, que tendrá menos movimiento que el agudado del segmento de la rectitud, y sin embargo, esto último será considerablemente más eficiente, tanto en el plano geométrico como biomecánico. Figurada gravedad de la herida provocada: La obra gana eficiencia y elegancia conforme aumenta el valor de la ejecución actuada, que consiste en la ejecución sobre el punto de la anatomía paciente con más repercusión en la consecución de la intención agente o en la inhabilitación más precisa y rápida del paciente. Esto dará lugar a obras de gran elegancia, que sin inversión o exposición alguna, obtendrán una total inhabilitación sin precisar movimiento alguno o siendo este muy comedido. Por el contrario, existirán obras, que sin carga alguna de elegancia, precisarán de un gran esfuerzo para ejecutar en un lugar donde la inhabilitación paciente o puntuación será mínima o incluso inexistente. La coherencia con la intención y voluntad: El tirador experimentado siempre buscará la obra basándose en sus intereses, que no siempre serán los de obtener la máxima inhabilitación, pues estos intereses pueden, no solo tener un objetivo ejecutivo, sino, dispositivo, defensivo o, incluso, docente. No obstante, también existirá una obra eficaz que no resultará plenamente eficiente o elegante, que será aquella que se lleve a cabo con argumentos y acciones funcionales, y pese a ello, no óptimos para la resolución de la intención en el contexto. Dicha obra será nombrada como eficaz. Posiblemente, para una mayoría de situaciones e individuos, la obra eficaz será la naturaleza natural de la obra, dada su recurrencia estadística, pues no siempre será factible la máxima eficiencia y elegancia en todos los campos posibles desde los que analizar lo obrado y el medio desde el que ha tenido lugar. No obstante, la experiencia de un tirador se hará notar en la eficiencia de su obra, que crecerá conforme a su técnica. De esta manera, se concluye que: “La obra más elegante será aquella que conecte al tirador con su objetivo con el menor esfuerzo y exposición posible.” Una vez aclarado el aspecto fundamental y literal de la obra elegante, cabe hacer un inciso al señalar el paralelismo antropológico de la elegancia de la obra con la belleza. “La belleza es un constructor humano, que condiciona instintivamente al sujeto, a admirar y dar valor a aquello que resulta elegante y eficiente, o aquello que evoca esos conceptos.” Por tanto: “La obra elegante, será entendida como bella, no solo por el diestro conocedor de su potencial, sino también por el profano que admire la armonía y gracilidad del usuario de la Esgrima Láser.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 377 -DE LA C AUSA TÉCNICA Potencial de una obra: “Una obra resulta ser la acción o conjunto de acciones, que dispuestas de forma coherente y respetando una sintaxis, darán una mayor posibilidad de éxito a aquel que la lleva a cabo.” A esto hay que sumarle aquello que obre el paciente, que actuando antes de tiempo, a tiempo o a tras tiempo, podrá impedir, inhabilitar o responder la obra agente, respectivamente. “El potencial de una obra radicará en la congruencia de esta con el contexto donde se aplica.” La obra necesitará de estar perfectamente conjugada con el medio en que se lleve a cabo. Por tanto, cualquier obra tiene potencial, en mayor o menor medida, solo dependiendo de que se exprese en el contexto indicado y en el momento idóneo. Se entenderá que una obra elegante habrá de ser estadísticamente compatible con la mayoría de las obras pacientes posibles, sean estas obradas en cualquier momento del tiempo. Para aumentar esta probabilidad, se hará de recurrir a obras que permitan previamente el mantenimiento de la integridad del agente, y tras ello, que permitan el fin ejecutivo con la menor exposición posible. “Defensa y ofensa” Desarrollado posteriormente como: “Defensa - Disposición - Ejecución” De este modo, se podrá comprender que nunca existirá una obra perfecta, pues habrá posibles actos del paciente que no sean previstos, y/o no tengan lugar e intención para hacer específicamente oposición a la obra agente. Así pues, una obra albergará un potencial abstracto y estadístico que será el resultado de combinar y conjugar las posibilidades de éxito provenientes de: - La correcta concepción de las dimensiones de los medios: - La posición de la hoja agente. - La previsión del movimiento de la hoja paciente. - La previsión de la posición de la sencillez de la rectitud paciente. - El control de la hoja paciente. - La elegancia de la obra agente. - Disposición de los medios en el área. - El control de los eventos contextuales. - La ligadura con el objetivo ejecutivo y la naturaleza de este. - La recursividad de dicha obra. De esta manera, el potencial de la obra se verá elevado al tener esta un mayor número de elementos de los implícitos que estén en perfecta concordancia con la intención y obra paciente. A esto habrá de sumarse la naturaleza del posible éxito de la obra, que cuanto mayor sea la incidencia y gravedad figurada de la ejecutiva, mayor potencial otorgará a una obra. “El potencial de una obra será dado por los elementos de ella que le aporten posibilidad de éxito, sostengan la seguridad del agente y minimicen la operatividad paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 378 - Preparación de la obra: Sabiéndose de la necesidad que tiene una obra de ser elegante y con ello aumentar su potencial de éxito, dicha obra habrá de estar sustentada en una disposición previa de todo aquello que intervenga en el desarrollo de la misma, sea de forma directa o indirecta. “La obra habrá de ser preparada teniendo en cuenta todo lo que pueda intervenir en su éxito y continuación.” En dicha preparación intervendrán tanto los factores y elementos del agente como los del paciente, que deberán quedar organizados anatómica, geométrica y dinámicamente para dar lugar a la obra más eficiente posible. “Cuanto más coherente sea la preparación de una obra, más potencial de éxito poseerá.” Cada obra posible tendrá su distancia óptima, que será un punto del espacio en el que agente y paciente estén separados por una diámetro común favorable para la obra, en le que tan solo existirá el éxito en circunstancias ideales ante un paciente totalmente pasivo. Esto permitirá la medición de la distancia del medio en la que la obra podrá comenzar a ser preparada y/o a ser potencialmente llevada a cabo. No obstante, en la práctica, el paciente no quedará estático, por su propio interés, por tanto, la distancia de medio ideal tan solo será una guía para comprender la amplitud del diámetro común en la que la obra comienza a ser funcional. “La obra tendrá una distancia de medio asociada, en la que ante un paciente estático y pasivo, se dará el éxito seguro. No obstante, esta distancia se verá modificada por los modificadores del medio de agente y paciente.” La interacción activa entre agente, paciente y contexto dará lugar a la dimensión del medio. Por tanto, cada obra también tendrá su dimensión del medio en la que realmente se podrá llevar a cabo con éxito, desde la que deberá ser dispuesta dicha obra, que de otra manera, o no tendrá éxito o habrá expuesto al agente que prepara la obra a una reacción del paciente mientras esto ocurre. “La obra tendrá que ser preparada manteniendo la seguridad al agente que prepara, evitando ser objeto de la ejecutiva paciente en el proceso de preparación.” “Si la obra se prepara en un medio muy amplio, no alcanzará el éxito y expondrá al agente tras dicha obra.” “Si la obra se prepara en un medio muy ceñido, el agente se expondrá durante la preparación de la obra.” Será el “antes de tiempo” el momento donde tendrá lugar la preparación de la obra, dentro de la dimensión del medio de proporción, siendo posible hacerlo en el medio proporcional con pleno control agente del paciente y su hoja. En la preparación intervendrán todos los factores que puedan tener relevancia para el término de la obra, ya sean dependientes de su éxito o fracaso. “La obra se preparará antes de tiempo, sin obviar la potencial necesidad de obrar de fortuna durante la preparación, ante la posible obra del paciente que pretenda evitar o dificultar dicha preparación o ejecutar en el proceso.” El éxito de la obra habrá de disponer al agente en una situación y medio en que le sea posible contender de forma favorable con cualquier situación posible subsiguiente, o al menos con la mayoría de ellas, pues el éxito de la intención tan solo hace referencia a la consecución del propósito de la obra agente sobre el paciente, y en ningún caso podrá arrojar una descripción precisa de la situación que quedará resultante de tal éxito. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 379 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por otro lado, estará el posible escenario en que la obra agente no lleva al éxito, que estará comprendido también como factor de vital importancia para preparar dicha obra. Este posible escenario tampoco arrojará, en la previsión posible, una descripción pormenorizada de la situación emergente, que será aún menos precisa y detallada que en el caso del éxito. “La obra se habrá de preparar para que, en el éxito o fracaso, el agente quede en ventaja ante el paciente.” Por todo ello, la preparación de la obra habrá de ser lo más concienzuda posible, atendiendo a una serie de factores que proveerán al agente de las herramientas necesarias para delimitar, concebir, prever y actuar ante las posibles situaciones que emerjan del éxito o fracaso de la obra propia. De esta manera: “La preparación de la obra es la previsión, configuración, disposición y actuación agente, antes de tiempo, que proporcionará potencial de éxito a una obra, así como la posibilidad de contender con las distintas situaciones que emerjan tras su desarrollo.” Por lo tanto, la preparación de la obra atenderá a tres grandes volúmenes de factores: - La optimización del medio para el sostenimiento de este mientras tiene lugar la obra. - La optimización del medio para facilitar y hacer más eficiente la obra. - La optimización del medio para continuar la obra en cualquiera de los escenarios posibles emergentes. De manera pormenorizada y generalista, para la preparación consciente de una obra absoluta, se habrá de tener en cuenta: - La disponibilidad y dinámica de los elementos contextuales sobre los que se apoyará la obra. - La disposición del cuerpo paciente. - La disposición del arma paciente. - La disposición del cuerpo agente. - La disposición del arma agente. - Los medios presentes. - Los medios emergentes del éxito de la obra. - Los medios emergentes del fracaso de la obra. Por tanto: “Para la preparación de la obra eficiente y absoluta, con la pretensión de que este acto tenga relevancia sobre el éxito de la intención, se precisará de la concepción abstracta, virtualización, discretización y parametrización del contexto de intervención, área, paciente, condicionantes emergentes y condición agente.” Se tendrá que entender el contexto y la naturaleza del área, pues esto será el primer condicionante a aprovechar por no implicar directa y necesariamente la exposición del agente cuando use la susodicha área a su favor. Esto hará que el agente lleve al paciente, por medio del desplazamiento consciente de los medios, a un punto del área en que la obra del paciente quede dificultada o limitada. Por tanto, el agente obtendrá una ventaja táctica fundamental para la viabilidad del resto de la obra que pueda prepara. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 380 - “El área donde se desarrolle el asalto tendrá potencial de ser usada a favor del agente que sea consciente de sus límites, accidentes y contexto ambiental.” Durante la preparación de la obra, se posicionará al paciente en la presentación necesaria, siendo esto la conjunción entre la planta y la afirmación de este, que deberán estar colocadas de una manera en la que el paciente tenga dificultada la reacción o respuesta a la obra del agente. Esto podrá tener muchas naturalezas posibles, desde aquella en la que el paciente esté huyendo el cuerpo y no pueda generar el tumbado de este, hasta la posibilidad de que dicho paciente esté en una planta que le impida el libramiento de su hoja. Para preparar al paciente para la obra, la planta de este deberá presentar la menor área total virtual de planta, quedando entorpecido y dificultado en la reubicación de su cuerpo. Concretamente, el segmento de la planta extendido paciente deberá quedar perpendicular al diámetro del objetivo ejecutivo del agente. Si el segmento de la planta paciente está contraído, también será un recurso funcional que quede totalmente paralelo al diámetro del objetivo ejecutivo del agente. “El agente deberá preparar al paciente para que este quede indispuesto para defenderse, disponerse o ejecutar durante la obra del agente.” El arma del paciente deberá estar fuera de vía, o sea, que no tenga la posibilidad de llegar a un punto vulnerable del agente. Esto se hará generando una geometría en la que la hoja agente esté ocluyendo o amenazando directamente a la sencillez paciente. Adicionalmente también se podrá llevar la hoja paciente, por medio de la disposición, a un punto del espacio en la que la reacción sea más lenta que la acción agente. También se podrá sujetar el arma por medio de su inercia, haciendo que el paciente no sea dueño del movimiento del arma, y de serlo, llegue tarde la reacción. “El arma del paciente deberá estar alejada del diámetro común de la sencillez o del objetivo ejecutivo del agente.” Una vez que el paciente esté en la disposición que el agente necesita para estar seguro durante la obra: Lo primero que preparará el agente será su planta, pues el resto de la anatomía tendrá que sustentarse sobre una base sólida que permita toda la amplitud de movimientos necesarios. Esto habrá de hacerse con una faz en la que se escondan las intenciones del agente, pues si se pretende una obra ejecutiva, la planta de acometida asociada puede ser un testigo claro de la intención agente. “La preparación de la anatomía agente comenzará por la planta, pues como cualquier estructura, se precisará de una base sólida desde la que obrar.” Lo siguiente que se preparará será el arma agente, que tendrá que generar la geometría necesaria para la obra, ya sea por la necesidad de interaccionar con la hoja paciente o por necesidad de ubicarse en una línea desde la que sea posible la ejecutiva directa. Siendo esto último considerablemente más arriesgado de estar la causa libre. “Una vez que las anatomías y la geometría de las armas estén dispuestas, la obra queda preparada, tan solo pendiente de la decisión agente de obrarla, disponerla y actuarla.” Siempre quedará la posibilidad de que durante la preparación de la obra el paciente rompa el medio o dé lugar a otro donde el agente no esté seguro. Esto lo podrá llevar a cabo el susodicho paciente de manera consciente o inconsciente. Así mismo, podrá desconfigurar la preparación agente variando cualquiera de los elementos preparados. Por tanto, el tiempo que ha de existir entre la preparación de la obra y la disposición de esta, habrá de ser mínimo, llevando a la obra de moción constante. “Idealmente, la preparación de la obra habrá de estar implícita en la obra misma.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 381 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por tanto: “La preparación de la obra tiene el propósito de dar lugar al medio proporcionado, en que la obra agente sea asegurada.” Generalidades y definición de la causa libre y sujeta: Esta premisa tiene como objetivo hacer entender la diferencia semántica de los conceptos de causa libre y sujeta, que en la disciplina marcial que nos atañe, adquieren matices que otorgan un gran sentido y coherencia a su uso y aplicación. “Una hoja podrá estar en causa libre o en causa sujeta, cuando tiene total libertad de movimiento o si está limitada en ellos, respectivamente.” La causa libre será aquella en que la hoja agente no estará agregada o condicionada por la coincidencia presente o potencial interferencia con la trazada del paciente durante la obra pretendida. Así pues, podemos entender que un individuo estará obrando en causa libre cuando lleva a cabo la obra u acción sin tener establecida una agregación, sin un atajo real o virtual o sin ser capaz de predecir la posición del arma de su opositor. “La causa libre será ese contexto en que un agente no tiene control de agregación o virtual de la hoja paciente.” La causa sujeta será aquella en que la hoja paciente esté condicionada en su trazada pretendida por la agregación, atajo o reparo de la hoja agente. De otro modo, si una hoja agregada e impedida, obra en vector opuesto a la hoja antagonista, ignorando el bloqueo que esta está ofreciendo, sin volver a generar un atajo o reparo, volvería a entenderse que está en causa libre. “La causa sujeta será aquella en la que se obra teniendo el control total o parcial de la hoja opositora, ya sea mediante la agregación o la predicción.” Por tanto: “La causa libre y sujeta estarán definidas y sustentadas en la capacidad del agente para predecir, privar, disponer o sujetar la hoja paciente.” Para que la causa sujeta pueda tener lugar, el agente que pretende el control habrá de disponer de la capacidad predictiva para el entendimiento de la posición de la hoja opositora. Para ello, deberá comprender la inercia que hay en dicha hoja, la dinámica y las posibilidades mecánicas y psicomotrices del paciente. El impedimento consciente, por parte del agente, de que la hoja paciente tenga total libertad de movimiento será llamado atajo. Se concluye que: Que una hoja está en causa libre cuando esta tenga total disposición del espacio por el que pretende trazar. Se entenderá que una hoja está en causa sujeta, cuando esté condicionada en su trazada, ya sea por agregación, dinámica, atajo en cualquier fase, o por encontrarse una hoja impidiendo su trazada pretendida pese a no estar aún agregada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 382 - Causa libre u obra libre: “La causa libre será aquella condición en la que una obra se llevará a cabo sin control del la hoja paciente o con deficiencias en este.” Al carecer de control sobre la hoja paciente, por medio de geometría perpendicular a la cuerda del arma, así como por ser inestable un atajo funcional, estático, con sujeción en los medios con mayor diámetro común, las frases en causa libre son obradas como recurso práctico que genera un compromiso técnico muy elevado, teniendo en cuenta el potencial entregado. No obstante, pueden tener su función ejecutiva, si la ocultación de la intención agente y la lectura del paciente dan lugar a una apertura de líneas, más aún, cuando dicha vía queda dentro de la distancia operativa agente y suficientemente sostenida en el tiempo, definiendo un medio proporcional. También se puede dar el caso de usarse para facilitar el tránsito entre medios, ya sea obrando u ofreciendo una faz, en primera o segunda intención. “Por la naturaleza particular de las armas láser, la causa libre será un recurso eficaz, mas nunca eficiente.” Dado que el sostenimiento de un medio proporcional por medio de la causa libre será difícil sin una considerable exposición técnica del agente, dicha causa libre tendrá su aplicación en la intención directamente ejecutiva, pues no será posible la disposición del paciente, por no tener el control de su arma mediante la agregación. Tampoco será posible la óptima defensa del agente, pues la obra dispositiva o defensiva más eficiente precisa igualmente del control del arma paciente. “La obra en causa libre, tendrá su principal potencial en la intención ejecutiva.” El factor psicológico, y por ende, los modificadores de la dimensión del medio influyentes en la obra, están directamente proporcionados con el uso de la causa libre. A mayor causa libre, mayor implicación de la psicología de los tiradores, pues las frases tendrán lugar con la muestra y ocultación de intenciones, perdiendo la base geométrica o limitando la aplicación de dicha geometría a momentos finales de la obra. “La obra en causa libre estará fundamentada en la psicología y será ineficiente por no estar sustentada en la geometría.” Además, las obras se basarán en la explosiva expresión de las acciones para intentar ocupar el espacio antes que el opositor. Aumentará también la incidencia de la psicología conforme la obra se prepara para ser llevada a cabo sin control o tacto de la hoja paciente, quedando así restringido el potencial de la obra a ser capaz de atisbar el momento idóneo de actuar. “La preparación de la obra en causa libre se ceñirá a encontrar la vía para la acción ejecutiva directa, en primera o segunda intención.” Esto dará lugar a que un medio esté en constante extensión y contracción, pues al unísono, ambos tiradores tenderán a entrar y salir del medio proporcional de su opositor, buscando la oportunidad para la obra ejecutiva de fortuna. “El medio que se pretenda generar en base a una causa libre, tendrá una mayor varianza en su dimensión y será menos estable en su distancia.” En definitiva, el uso de la causa libre será claramente ineficiente para sostener un medio que no sea el de proporción. Esto será así por que estará sustentando la obra propia en conceptos indeterminados e indeterminables, como la psicología del paciente, capacidad de previsión, de reacción y la capacidad de agente y paciente de generar movimiento en sus cuerpos y armas. “La causa libre podrá ser usada de manera funcional en el sostenimiento del medio de proporción, al no existir posible agregación en dichas circunstancias.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 383 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por tanto, usar la causa libre en cualquier otro medio que no sea el de proporción, dejará a la geometría en un segundo plano, siendo esta el mayor elemento de ventaja del que un esgrimista puede hacer uso, una vez que exista la posibilidad de agregación. Por ello, en el medio de proporción, donde la agregación no será plenamente posible, la causa libre tendrá su función, pues no habrá otro método para la tratativa y defensa propia. “La causa libre será usada en el sostenimiento del medio de proporción y el estrato de sombra del medio proporcional, en su mayor amplitud, pues en esa dimensión la agregación no será posible o fácilmente sostenible, y por tanto, se justificará el estudio y la comprensión del trabajo sin control de la hoja opositora.” Optimización de la causa libre: Pese a no ser eficiente, la obra en causa libre podrá ser eficaz, pues de ser llevada a cabo de manera óptima, hará posible aprovechar vías para la ejecutiva. La obra en causa libre que pretenda ser mínimamente funcional, deberá tener en su composición un módulo organizativo, que permita la obra mínimamente segura del agente ante la desventaja paciente. Los contextos en los que la obra en causa libre resultará funcional serán aquellos en los que surja la oportunidad de ocupar con la hoja el diámetro del objetivo ejecutivo del agente. Siempre teniendo en cuenta que la inhabilitación figurada del paciente habrá de ser instantánea, pues de lo contrario, el arma paciente quedará libre de obrar y herir. “La obra en causa libre tendrá su óptima aplicación en la oportunidad ejecutiva en la que no exista oclusión alguna por parte del paciente.” La obra y/o acción de ejecución, en primera o segunda intención y en causa libre, concretamente en su fase de preparación, ha de cumplir unas premisas con las que asegurar la minimización del compromiso técnico implícito: 1 - Cerrar las líneas abiertas en la anterior acción: La trazada seguida por la hoja habrá de disponer un plano enfrentado a las líneas que queden abiertas tras la última acción, pues la disposición corporal, en afirmación y rectitud, quedará comprometida por la pretensión, preparación y acción de una trazada en causa libre. 2 - Cerrar las líneas abiertas en su propia acción: La trazada de la hoja, y el plano seguido por ella, habrá de discurrir por el espacio donde se disponga potencialmente la hoja paciente en una pretensión de respuesta. Será así como en la misma obra de causa libre segura se tendrá que tener el control de la hoja paciente, previniendo su ubicación y obrando para mantenerla fuera de vía. En la óptima clausura de las líneas abiertas, durante la acción del arma en causa libre, se estará rozando el poder considerar la obra como causa sujeta, pues el control de la hoja opositora estará presente, pese a ser en última instancia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 384 - 3 - Disponer la guarnición y, por ende, la mano armada, fuera del medio, de proporción o del proporcional, según corresponda. La sencillez de la rectitud, habrá de transitar por el espacio donde no exista la posibilidad de oclusión o ejecución directa sobre la mano. Será este factor determinante para que los medios, en distancia y dimensión, sobre los que se actúe en causa libre, queden adaptados y en coherencia con la intención agente. De existir la exposición de la mano en una obra, esta será inhabilitada como coherente con el medio desde el que se actúa, pues no se tendrá el control o propiedad de este. La acción u obra en causa libre aumentará en su potencial conforme se amplía el diámetro común del medio desde el que se lleva a cabo. Siendo así que una acción del arma en causa libre tendrá mayor probabilidad de éxito desde el diámetro común del medio de proporción que desde el de un medio proporcional. Esto es debido a que el aumento en el medio particular necesario para obrar en causa libre desde el medio proporcional expondría al agente usuario, frente a un paciente que con una acción más elegante inhabilitaría la obra, ocluyendo y/o ejecutando sobre el agente con facilitad y como resultado de la aplicación de conceptos geométricos básicos. “La obra en causa libre ganará potencial conforme se amplía el diámetro común.” Como resultado del sostenimiento voluntario de la causa libre mientras la hoja esté dispuesta en el medio, se dará lugar a los conceptos de volado y posado de la hoja, que definirán la intención del usuario de mantener su hoja sin agregar o de ceder al intento de contacto de su opositor. Volar la hoja: “Será considerado como volar la hoja el hecho de evitar intencional y continuadamente la agregación del opositor.” Esto tendrá aportará potencial a la obra dispositiva agente al evitar el atajo del paciente en su expresión de disposición. Además, cuando la hoja está volando y la pretensión del paciente es conseguir una agregación, hará que el intelecto de este esté puesto en obrar para obtener la susodicha agregación, lo que lo condicionará y proveerá al paciente de una ampliación de su medio proporcional y la posibilidad eventual de ejecutar manteniendo una actitud dispositiva. No obstante, cabe aclarar, que la carga psicológica que requiere obtener la agregación, también está implícita en el volado de la hoja. De esta forma, se deberá volar la hoja únicamente cuando se prevea que tendrá una función práctica, y disminuirá el potencial de la obra opositora en mayor medida que el de la propia. Posar la hoja: “Posar la hoja hace referencia al momento en la hoja de un sujeto agente se agrega con la de su opositor paciente tras cesar en el empeño agente de evitar la agregación.” Por tanto, posar la hoja resultará la expresión de cesar en un volado, y por consiguiente, de volver a la obra natural en la que la agregación tendrá lugar respecto a la normalidad de las condiciones geométricas o tácticas. El posado de la hoja podrá ser una oportunidad para la obra sorpresiva del agente, e igualmente podrá ser usada por el paciente para facilitarse un encordado o línea en cruz en primera intención. Por tanto, el posado de la hoja habrá de producirse cuando se obtenga la ventaja táctica agente con ello. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 385 -DE LA C AUSA TÉCNICA Agregación y causa sujeta: Será entendida como causa sujeta, aquella expresión esgrimística que tenga un constante control sobre el arma del paciente, previniendo su ubicación y teniendo la posibilidad de reaccionar a ello, con un margen razonable de tiempo. “La causa sujeta será aquella condición en la que una obra se llevará a cabo con control del la hoja paciente.” El control de la hoja paciente será fundamental para cualquier tipología de obra e intención, pues será lo que mantendrá al agente seguro y con previsión ante lo podrá acontecer. Técnicamente hablando, el control de la hoja paciente será concebido como un módulo organizativo de la obra. O sea, una partícula que será fundamental para componer una geometría o dinámica que permita la ventaja del agente sobre el paciente, y que por tanto, favorezca la obra agente con control de la hoja paciente. “En la obra en causa sujeta siempre habrá implícito o explícito un módulo organizativo, de lo contrario, no podrá llamarse así.” La causa sujeta tendrá implícita una agregación, o una disposición de la hoja, bajo la privación de un atajo. Esto dará lugar a la imposibilidad de generar una trazada libre, y por tanto, se aumentará la posibilidad de la predicción ante el movimiento posible de la hoja agregada. “La agregación y la consiguiente privación, limitarán el repertorio posible de acciones del arma paciente, haciendo más sencilla la previsión de esta.” La agregación, por medio del tacto, tendrá la función de transmitir al agente aquello que el paciente esté generando en su hoja, ya sea la aplicación de fuerzas o la cesión. Esto aumentará considerablemente la posibilidad de predecir, reaccionar y demostrar una determinada faz ante la intención opositora. La agregación añadirá el tacto a los sentidos intervinientes en la percepción de lo acontecido. Dicho tacto es una sensación perceptiva de rápida discriminación cognitiva, dando lugar a una toma de información y respuesta más rápida que por medio de la visión o audición. De esta forma: “La agregación será un recurso eficiente en la obra absoluta en un debate sostenido en el medio proporcional.” La agregación será plenamente sostenible, posible y eficientemente usada desde el medio proporcional en su zona de sombra en sentido de ceñir el medio. En un medio de mayor diámetro común que este, no tendrá relevancia alguna, e incluso, no será posible dicha agregación ni su sostenimiento mínimo para generar sombra. Igualmente, la agregación en un medio de un diámetro común más ceñido que el de sombra, como puede ser el horizonte de sucesos, la agregación ya no tendrá el pleno potencial de condicionar la obra del paciente y proteger la obra agente. “La agregación es un recurso eficiente en el estrato de sombra del medio proporcional.” Por otro lado, desde un medio proporcional de Hawking, la agregación será posible por la extensión del extremo de uno de los implicados, mas no tendrá validez alguna por la indisposición del paso de ataque que genere ante la reacción a una obra ejecutiva del opositor. “En el medio de proporción, dada la naturaleza de este derivada del arma láser, no será posible la agregación o el sostenimiento funcional de esta.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 386 - La agregación es un recurso fundamental para la obra de un atajo real, o sea, aquel en que el agente se valga de dicha agregación para tener control físico del arma paciente. “La obra consciente del control del arma paciente será llamada atajo.” La agregación dejará la hoja en tres posibles situaciones, una vez el agente pretenda conscientemente el control de la hoja del paciente: La hoja privada: En la hoja privada, habrá de tenerse en cuenta que no existirá presión ejercida sobre ella por parte de su opositora, no obstante, estará dificultada la trazada más allá del medio de donde esté situada la hoja privadora. Una hoja quedará privada cuando se impida el libre movimiento de ella por el espacio. La hoja dispuesta o reubicada: Cuando una hoja paciente es dispuesta por la agente, es por medio de la aplicación de fuerzas del agente sobre el paciente. Esto hará que irremediablemente cambie su posición en el espacio o el estado de la fuerza que el paciente está imponiendo a su arma. Esto ocurrirá en mayor o menor medida y dependiendo de la fuerza aplicada por quien dispone, el vector de esta y la graduación de las hojas agregadas. Una hoja quedará dispuesta cuando se ejerza fuerza sobre ella y se obtenga el control de esta por dicho medio. La hoja sujeta: Una hoja también puede ser atajada y estar bajo sujeción, que dará lugar a que sea imposible para un paciente disponer su hoja en un determinado lugar, pues el agente por medio del movimiento de la hoja adaptado a acción paciente y la privación dinámica, reparará constantemente la trazada del paciente dejando su hoja en mayor o menor medida estática en un punto del espacio. Una hoja quedará sujeta cuando el paciente atajado no pueda reubicar la hoja en el espacio de ninguna manera funcional para su intención. Dada la naturaleza del arma láser, cabe destacar que la sujeción plena será imposible, pues siempre existirá al menos un vector de acción del arma atajada en la que podrá actuar esta. En estas tres situaciones, la hoja está siendo atajada e impedida en su libre ubicación. No obstante, será la sujeción aquello a evitar por parte del atajado, pues será la única obra que realmente impedirá una respuesta en dirección al atajador. Por otro lado, tanto la privación como la disposición, siempre tendrán una respuesta geométrica que posibilite una obra con potencial ejecutivo hacia el atajador. Adicionalmente, se ha de apuntar que la sujeción será un estado de la hoja que solo podrá tener lugar en contextos muy concretos, pues la naturaleza de la hoja láser extremará la dificultad de mantener una agregación y atajo con sujeción. “La hoja agente deberá privar o disponer al paciente, teniendo en cuenta las posibles vías que esto generará para una potencial obra ejecutiva del paciente en dirección a la sencillez agente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 387 -DE LA C AUSA TÉCNICA Si una hoja agente está ocluyendo la sencillez del paciente, impidiendo que dicho paciente pueda realizar una determinada mutación de la rectitud, se entenderá en la práctica que la hoja también está controlada. “El fenómeno de la oclusión es el potencial ejecutivo de un arma láser, sin necesidad de generar movimiento alguno y con la mera ubicación en el espacio.” Será, por tanto, necesario aprovechar el fenómeno de la oclusión para dar lugar al control de la hoja paciente. Esto tendrá lugar gracias a controlar la anatomía paciente, pues amenazando su sencillez se restringirán muchos movimientos posibles, que el agente podrá conocer y prever, y por ende, tener cierto control de la hoja. “La oclusión agente a la sencillez paciente también será argumento para el control de la hoja, en su posición absoluta, y por tanto, dará lugar a la causa sujeta.” Debido a la necesaria ubicación perpendicular de los rumbos de las hojas entre sí, para el sostenimiento de la agregación, se facilitará la obra de la oclusión, predisponiendo la hoja agente a ocluir a la sencillez paciente, pues si la oclusión es obrada de manera eficiente, la hoja oclusora ya estará dispuesta en el lugar del espacio donde sea necesario disponerse para el éxito. La agregación será funcional cuando el fundamento de esta se encuentre aledaño al diámetro común. Dicha agregación perderá su sentido conforme el fundamento de las hojas se aleje del centro del medio. Por ello, se pretenderá agregar sobre el diámetro común, aumentando la posibilidad de responder la obra del opositor cuando sea llevada a cabo por dicho diámetro, por ser la distancia más corta entre tiradores. “La agregación cumplirá su función cuando su fundamento se encuentre sobre o aledaño al diámetro común, perdiendo su potencial conforme el fundamento se aleje de dicho diámetro.” Para observar con más claridad la ubicación del fundamento, se hará uso del plano vertical y horizontal del fundamento, generando unas extensiones virtuales bidimensionales de este, facilitando la concepción de las coincidencias geométricas y sus interacciones. Será así, que: “La causa sujeta será un rasgo de la expresión ilustrada en la Esgrima Láser, pues dispondrá al usuario para el control de su paciente, reduciendo al mínimo los escenarios posibles y aumentando con ello la previsión de la obra opositora.” Predicción de la hoja paciente: Existirá una relación directa entre la fuerza par impuesta al arma (P), la aceleración angular de la hoja (α), la velocidad de la trazada (VΣ) y la energía necesaria para la modificación del vector inercial generado, por el agente (EΣA) o por el paciente (EΣB). [P] ∝ [α] ∝ [VΣ] ∝ [EΣ] Se deduce, por tanto, que a mayor energía impuesta al arma, menor será el tiempo en que esta alcanzará su objetivo en el medio, y por consiguiente, mayor será también la energía para hacer que el vector inicialmente generado pueda ser reparado y reubicada la hoja. “A mayor energía implicada en el movimiento del arma, mayor energía para detenerla o reparar su trayectoria.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 388 - Esto arroja luz sobre la forma en la que predecir la posición de una hoja teniendo siempre en cuenta la disposición de la propia, pues el haz agente será el único elemento en el medio con el que interactuará el arma agente. Si el paciente presenta una modificación visible en la afirmación o planta, como producto, consciente o inconsciente, de la residencia a la reacción que genera la acción de movimiento del arma, se puede entender que la trazada tendrá una energía y, con ello, una aceleración angular y lineal considerable. Así pues, conjugando esto con la energía potencialmente administrada a la hoja agente y su disposición, se puede predecir con exactitud la posición de la hoja paciente, antes, a tiempo y a tras tiempo, y claro está, obrar en consecuencia. Como resultado y aplicación al arma agente para evitar la predicción paciente, el movimiento del arma habrá de estar exento de grandes cantidades de energía implícita, sustituyendo esta por la reducción espacial de los vectores inerciales y la disposición premeditada y eficiente sobre las líneas a ocupar. Aplicando la mecánica clásica, la anatomía y el arma paciente podrá ofrecer distintos testigos de la dinámica implícita en ellos, que harán al agente capaz de predecir su posición. Primera ley de la mecánica clásica: Ley de la inercia. “Un objeto tenderá a mantener su estado mientras otra fuerza no lo impida.” En una aplicación al contexto esgrimístico: “La hoja tenderá a mantener el estado en el que está en un momento del tiempo, mientras no haya una fuerza que lo impida.” Esto quiere decir que cuando una hoja esté estática, tenderá naturalmente a estar estática. Se retrasará así la puesta en movimiento del arma. Igualmente, la hoja que esté en movimiento tenderá a seguir su movimiento mientras no haya una fuerza que lo impida, ya sea por parte del usuario o por la interacción con la hoja opositora. Por tanto, la hoja que esté trazando tenderá naturalmente a continuar con su tránsito, lo que dificultará notablemente que el vector de inercia implicado en su movimiento cambie de dirección o que se detenga el arma. Será por la inercia que una misma distancia se cubra antes por una hoja ya en movimiento que por una hoja que esté estática. “Una hoja que parta de un movimiento será más rápida en cubrir una misma distancia que una hoja que esté estática inicialmente.” El agente podrá predecir que una hoja estática tardará un determinado tiempo en ponerse en movimiento, en detenerse o en cambiar la dirección y sentido de su trazada. Esto facilitará la previsión de donde quedará la hoja en un momento inmediato a la observación. Segunda ley de la mecánica clásica: Ley fundamental de la dinámica. “Existirá una relación directa entre la fuerza aplicada a un cuerpo y la aceleración de este.” En el contexto que nos atañe, cuanta más fuerza se imponga a un arma mayor será la aceleración de esta. Si el paciente ha generado la acción del arma con todo su cuerpo, eficientemente, se puede entender que el movimiento del arma tendrá contenida una mayor energía, por tanto, será necesaria más energía para frenar su movimiento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 389 -DE LA C AUSA TÉCNICA Igualmente, se podrá observar cuando un paciente aplica la fuerza con músculos aislados, lo que dará como resultado una menor energía potencial impresa al arma. Adicionalmente, si el punto en que está aplicada la fuerza, o sea el eje de la sencillez, está situado distante del centro de masas del arma, será retrasada la acción del arma en natural, violenta, reducción y remisión. Esto es producto de la comprensión y diferenciación entre la energía impuesta al arma y la fuerza resultante. Por tanto: “El retardo acción del arma, en la dimensión temporal, será directamente proporcional a la distancia entre el eje de la sencillez y el centro de masas del instrumento.” “A mayor distancia entre el eje de la sencillez y el centro de masas del arma, mayor habrá de ser el movimiento del eje de la sencillez para que la cuerda del arma pivote sobre su centro de masas.” Así pues: “El agente deberá de forzar a que el movimiento del arma paciente tenga aplicada energía sobrante, pues se dificultará la acción del arma a trastiempo.” Tercera ley de la mecánica clásica: Principio de acción y reacción. “Toda fuerza aplicada resulta en una fuerza igual y opuesta.” Cuando al arma se le impone una fuerza, esa misma fuerza se le aplica al cuerpo del tirador, dando como resultado que el arma acelere y que el cuerpo del usuario requiera de un ajuste anatómico. Esto será testigo de la fuerza que un tirador pretende imponer a su arma, pues de manera instintiva su anatomía se predispondrá para ello, haciendo que el cuerpo pueda absorber la tracción generada por la acción del arma. Por tanto, un agente podrá prever la posición de la hoja opositora gracias a la lectura de la anatomía de dicho paciente. Lo que dará lugar a una más precisa previsión de la posición futura e inmediata de la hoja paciente. “El cuerpo paciente tendrá que mostrar la adaptación a la acción del arma pretendida, de manera directamente proporcional a la energía que vaya a imponer al arma.” Coherencia acción-reacción en la obra: Para la disposición y adaptación de la obra agente a una reacción paciente, se ha de tratar de generar una trazada compatible y en concordancia con las intenciones y predicciones propias de continuidad, ante un posible reparo en la acción, un error en la medición o una acción/reacción imprevista y en contra. “El arma agente tendrá que actuar teniendo en cuenta que su movimiento deberá ser compatible con lo que ocurra durante y tras su acción.” Todo movimiento del arma ha de estar condicionado por la necesidad de cubrir las líneas expuestas por la acción obrada, así como de ser capaz de maniobrar la hoja paciente una vez esta sea agregada o librada a causa de la obra agente. “La acción del arma agente deberá tender a llevar a la hoja de esta a la agregación con la hoja paciente, magnificando el potencial de la obra futura.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 390 - La causa libre, predominante en el medio de proporción, hará que sea también condicionada la dirección y trazada de la hoja propia, pues habrá de predisponerse un control sobre sus vectores, en los que recaerá la responsabilidad de ubicarla allá donde el agente entienda una vía abierta. “Tras la acción del arma en causa libre, pese a que no se pretenda la agregación, la hoja deberá quedar aledaña al diámetro común, para aumentar el potencial de la obra.” Desde las guardias, es crucial entender el antagonismo geométrico dispuesto por el paciente para ser capaz de actuar apoyado por las limitaciones espaciales y reactivas de dicho opositor. Esto, en concordancia y total comunión con los aspectos referentes a la preparación de obra, darán lugar al concepto de recursividad. Así pues: “La coherencia acción reacción hará que una obra sea llevada a cabo teniendo en cuenta sus efectos y la naturaleza de la respuesta que pueda provocar.” Recursividad: “La recursividad es el efecto que se producirá en una frase de armas al hacer que una obra, o varias de las que se compone, sirvan tanto para el éxito final de una intención como para la preparación de la posible obra subsiguiente.” Será gracias a la recursividad que se creará un ciclo en que una obra recursiva hará con su preparación una llamada a su propia continuación y viceversa, dando lugar a un bucle en el potencial de dicha obra. Será por medio de esta recursividad que una obra óptimamente elegida y actuada, tendrá añadido el potencial de preparar la acción que pueda sucederle en la frase de armas, en caso de no llegar a ser conclusiva la obra inicial. “Una obra recursiva hará que la obra dispositiva agente genere la oportunidad ejecutiva.” Esto puede dar lugar a estructuras dentro de las frases de armas en las que cada cierto número de obras, se genere una obra recursiva, que normalmente tendrá un alto potencial ejecutivo asociado a un valor defensivo y una intención dispositiva. Estas obras recursivas harán que el agente pueda pretender la ejecución y la exposición paciente, sin necesitar reaccionar a la respuesta de este último, pues ya estará implícita en la obra recursiva. La obra recursiva tiene la ventaja de ser una obra única, con unas acciones limitadas, que posee el potencial de, al menos dos obras que no tengan recursividad. “La obra recursiva tendrá con una sola obra el potencial de dos, haciéndola más elegante.” La recursividad puede estar implícita en estructuras de distinta naturaleza y escala temporal, pudiéndose aplicar dicho concepto a las acciones, obras, frases de armas e incluso grados. Se entenderá, por ende, que existirán ubicaciones del arma más propensas a generar recursividad, o en su defecto, la coherencia con la acción o reacción del paciente. “Las disposiciones del arma en el medio con mayor poder de generar recursividad será la rectitud adelante y las posiciones radiales de la sencillez.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 391 -DE LA C AUSA TÉCNICA Las rectitudes adelante y los rumbos relativamente extendidos del agente, aquellos que en una mayoría estadística de las situaciones, aporten una mayor posibilidad de reaccionar al movimiento de la hoja paciente. Asimismo, estas disposiciones del arma y rectitud facilitarán y ampliarán el margen de error o imprevisión agente ante la obra paciente, aportando distancia en el medio y un mayor espacio en el que maniobrar entre el arma agente y el cuerpo de este, extendiendo la posibilidad de ser coherente en la acción o reacción. Paradoja de la estocada recta: “La estocada recta será aquella que transita sobre el diámetro del objetivo ejecutivo en sentido accidental, directamente con intención ejecutiva, sin atajo del arma opositora.” Si únicamente tenemos en cuenta al agente: la estocada es la forma teórica y geométricamente, más eficiente de ejecución, más si cabe, desde el extremo propincuo del medio proporcional, en rumbo adelante y ángulo recto, de máxima extensión y sobre un plano superior italado o posicionado sobre el plano de la guarnición del opositor, con el arma sobre el diámetro común y diámetro común de la sencillez, pues se pretende un cateto real sobre la disposición más extendida de la punta del arma y el objetivo ejecutivo más distal del paciente. La paradoja de la estocada recta emerge, en parte, como producto de la imposibilidad de disponer una proyección cónica de la guardia, en la rectitud de adelante, en el instante en que todo el agente transita en dirección al paciente para facilitarse el medio proporcionado propio. “La estocada recta hará que la hoja agente que estoca quede sobre el diámetro común de la sencillez, sin impedir que la hoja paciente lo haga, dando lugar a un medio de común herida o a la transferencia del medio a favor del paciente.” Es justo en el momento de la estocada, donde las fuerzas necesarias son más elevadas para llevar y mantener al arma a tiempo a ese estado y para sostenerla de ese modo, que no es otro que el de la extensión total del rumbo y movimiento accidental del conjunto y rectitud. También se ha de tener en cuenta la fácil reubicación de la rectitud que tiene el paciente, retirando con ello el objetivo ejecutivo y transfiriendo el medio por medio de una oclusión. Además, el paciente de una estocada recta generará con su oclusión un triángulo que no puede ser reaccionado o respondido en segundo grado por el agente que estoca recto, por la inercia necesaria para la obtención de la ejecución pretendida con dicha estocada recta. “La estocada recta, por su acción accidental, no permitirá el control de la hoja paciente, quedando esta dispuesta a ocluir, dejando al arma agente que estoca sin posibilidad de quedar sobre el diámetro común de la sencillez y, por tanto, sin medio posible.” “Una estocada recta hará que la sencillez del agente que estoca transite por del diámetro común, donde aumentan las posibilidades de que la punta del arma paciente se encuentre, ocluyendo.” A esto hay que añadir, si no se consigue la ejecución pretendida, que la longitud de la palanca generada por la extensión de la rectitud, asista al paciente de la estocada para la libre reubicación del arma agente y su atajo, muy probablemente aprovechando la inercia implícita en la reducción desde la posición que ha facilitado la apertura de líneas. Por tanto, cualquier movimiento del arma, que pretenda o pueda resolver el compromiso, sin embeber previamente la rectitud haciendo funcional el atajo, extrema en dificultad la obra y compromete al agente de forma evidente. Este compromiso se basa en la incapacidad de mantener el control sobre la hoja paciente, intrínseca en la naturaleza de la estocada recta en conjunción con la geometría del arma láser, al carecer esta de gavilanes u otra manera de sostener y/o contener el encordado paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 392 - Concretamente, la situación idónea donde poder usar la estocada recta, dentro del medio proporcional, es la posible remisión a un flanco de la hoja paciente por su propia inercia y mientras la conserva, precisamente un escenario donde el imposible control de su reducción esperable hace desechar la opción de ocupar la línea del centro. Esto podrá tener lugar en el momento en que un atajo en disposición por parte del paciente con fuerza par, sea librado, lo que dejará a la línea recta abierta para el agente y su estocada recta como triangulación respondida. “La estocada recta del agente tan solo será funcional cuando la hoja paciente no esté o no tenga posibilidad de estar en el diámetro común de la sencillez.” Así pues, se puede ver que: “Una vez sumando factores necesarios a la geometría arrojada por el estudio único del agente, la idea de estocar de forma directa, accidental y en primera intención, no es más que un ejercicio de compromiso superlativo.” Por consiguiente, en el marco práctico de aplicación, habitualmente es más eficiente recurrir a la estocada desde una rectitud circundante a la de adelante, como triangulación reaccionada, y manteniendo el atajo de la hoja paciente o la previsión de su inminente posición o trazada. “La estocada será funcional y eficiente desde un diámetro común de la sencillez transversal al diámetro común, en mayor o menor medida y mientras la hoja paciente no tenga posibilidad de ocupar dicha línea.” Con este concepto claro, ganará eficiencia la ejecución de tajo como recurso seguro para mantener y ocupar líneas de forma dinámica, conservando validez la estocada para ejecutivas donde la hoja del paciente esté sujeta por su propia inercia. Desechar la estocada recta como elemento principal sobre el que basar la ejecutiva, estará sostenido al combinarse y conjugarse, la ineficiencia tácita de la estocada, con la eficiencia de mantener un vector de inercia que pretenda el atajo o reubicación de la hoja paciente. “La estocada recta es un recurso ejecutivo con valor dependiente de una configuración geométrica, siempre asociada a la dinámica de las armas.” Se concluye que: “La paradoja de la estocada recta emerge del hecho de que la línea recta es la vía más eficiente para generar la obra ejecutiva agente. Por tanto, a su vez, sobre dicha línea quedará centrada la atención y la intención del paciente, pretendiendo evitar el uso agente de la línea directa a su objetivo ejecutivo, como recurso más eficiente.” Así pues: “La paradoja de la estocada recta es la contradicción entre la eficiencia de una acción directa de estocada y la técnica que impide su éxito.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 393 -DE LA C AUSA TÉCNICA Obra de moción constante: Para que la semántica y técnica propia alcance un estatus de destreza, será preciso obrar sin detenerse en ningún momento de la acción, obra o fase de la frase de armas pretendida, pese a tener que ser modificada o adaptarla sintácticamente al contexto emergente. Es esta la verdadera naturaleza de la Esgrima Láser, pues la dinámica está presente no solo en el contexto espacial, sino también, y de forma dramáticamente condicionante, en el temporal. “La obra habrá que tener un flujo constante de acciones.” Esto hará que un paciente con un menor pulso y más lento ciclo OODA, o una menor capacidad de concatenación de recursos en la dimensión temporal, no pueda contravenir la obra agente, que sea llevada a cabo desde la constante moción y fluidez en la sucesión de decisiones y acciones coherentes. O sea, que aquel tirador con un mayor pulso, tendrá ventaja ante su opositor. De esa forma, con una obra de moción constante, se obstaculizará la lectura de la intención propia por parte de ajenos, ya sea la oposición o individuos presentes, que con su involuntaria reacción puedan advertir de nuestra obra futura. Así pues, en síntesis, queda escrito: “La obra de un diestro laserino estará marcada por el constante flujo de acciones, que darán forma a unas frases de armas sin pausas, con necesaria adaptación al contexto emergente y siempre marcada por un potencial ejecutivo implícito.” El flujo de las acciones tendrá que cumplir una estructura de intenciones y, por tanto, de acciones, para resultar eficiente en una mayoría estadística de los casos posibles y para ser coherente con la configuración de una obra de moción constante sin compromiso del agente: Defensa - Disposición - Ejecución En la defensa, dentro de este contexto concreto, se engloban los mecanismos que dan lugar a la protección del medio particular agente, y que le ayudarán a predisponer su obra sin la incidencia o interacción del paciente. En la disposición están incluidos todos los eventos que dan lugar a que el paciente y el contexto queden a disposición del agente, y que de esa forma quede todo preparado para el éxito de su intención ejecutiva. Por último, la ejecución hace referencia al momento en que el paciente no tiene posesión posible del medio y el agente dispone su hoja con la intención inequívoca de establecer sin peligro su medio proporcionado. La concatenación y diferencia entre los distintos elementos de esta estructura básica será sumamente difusa. Quedará la obra elevada a una mayor potencialidad conforme los elementos defensivos, dispositivos y ejecutivos, inicialmente indistinguibles, ganen en claridad y definición respecto a su función. “Aumentará el potencial de éxito de la obra o frase de armas el uso de obras y acciones independientes, organizadas, conjugadas y llevadas a cabo de una forma fluida, en las que se prevea la interacción con el opositor y se contrarreste.” La jerarquía de “defensa – disposición – ejecución” se basa en la necesidad del agente de mantener su propia integridad, en configurar una geometría desde ella que le permita abrir las líneas del paciente, controlar su respuesta y minimizar el potencial de su obra, y por último, actuar la ejecución con la menor exposición técnica posible. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 394 - “Un agente no deberá obrar sin estar seguro de su integridad, y una vez así, sin estar seguro de que el paciente está en desventaja ante él.” El flujo constante de acciones y la sucesión concatenada de eventos, le otorgan peso y coherencia a la necesidad de mantener la tratativa del medio de proporción, por medio de antagonismos geométricos o de intención y transitar de forma premeditada y defensiva hasta el medio proporcional. Será allí donde debatir y disponer la hoja paciente en la condición que se pretenda, y por último, proporcionarse un medio con la menor interacción y mayor control del arma paciente, para que esta no pueda quedar libre sobre las líneas inevitablemente abiertas del agente. Todo ello con una sola línea intencional y procurándose una trazada lo más directa posible, que a su vez, dará lugar a una obra elegante. “Idealmente, la obra deberá ser obrada sin pausa desde un medio de proporción, donde el agente esté seguro. Tras ello, transitando y obteniendo ventaja geométrica en el medio proporcional, llegando finalmente y sin interrupción al medio proporcionado.” Para la obtención de una obra fluida, de moción constante, será requisito sine qua non prever cada unas de las implicaciones y posibles desenlaces de los momentos de las obras actuadas. Por tanto, será preciso entender qué respuestas dará el paciente ante la obra dispositiva agente, trazando y preparando la obra para hacer fluida la continuación ante aquello que acontezca. Cada obra, tendrá que estar llevada a cabo asumiendo la compatibilidad con la subsiguiente prevista, de esa manera serán compatibles tanto los vectores inerciales de las masas implicadas, como la disposición de la anatomía agente. “Cada obra será dispuesta sin pausa y habrá de ser comprendida y preparada para poder ser variada igualmente sin demora, dando como resultado una obra de moción constante.” La obra de moción constante, desde la escala de la frase de armas, tendrá su punto final en el lance, que será la obra ejecutiva que culminará dicha frase. Esta obra, idealmente, habrá de estar prevista, dándole sentido a la frase de armas. Además, la obra del lance habrá de cumplir el requisito de moción constante, tanto en su éxito como en su fracaso. “La frase de armas y/u obras usadas deberán quedar condicionadas por la obra ejecutiva a la que pretendan dar lugar.” En caso de éxito, el agente habrá de retirarse del medio sin detenerse. Por el contrario, en caso de fracaso de la obra ejecutiva, el agente habrá de cesar en el lance, reduciendo la hoja en el medio y dando por terminada la frase de armas, rompiendo el medio y volviendo a componer su siguiente argumento de intención, grado, frase de armas u obra. Todo ello, sin pausa alguna. “Tras un lance, como obra ejecutiva final, el agente deberá cerrar el grado y frase de armas, ya sea con el éxito o con el fracaso, mas siempre con la retirada del medio o final del grado.” La insistencia inconsciente en el lance tendrá el nombre de parrillada, dándose esto cuando un agente se reitera en un lance, ofreciendo la cesión de la iniciativa al paciente, sin un cálculo o intención de esto. De esta forma, se cometerá una negligencia que atentará sobre la seguridad propia y dará lugar a la exposición absoluta del agente frente al paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 395 -DE LA C AUSA TÉCNICA Ruido: “El ruido son las obras y acciones generadas en moción constante, que el agente dispone entre las obras pretendidas, para no dejar pausas en su movimiento, así como para saturar al paciente dificultando y/o impidiendo la concepción de su obra y la previsión de la obra agente.” Para que la obra de moción constante tenga lugar, existirán acciones y obras que cumplirán la única función de generar ruido. Esto quiere decir que dichas obras tienen el objetivo de mantener el flujo de movimiento y la constante exposición de movimientos ante el paciente, el cual tendrá que estar constantemente atendiendo a la obra agente para determinar su peligrosidad, dificultando esto la concepción de la obra propia paciente. Generar el ruido será más eficiente cuando esta tenga naturaleza dispositiva. De esa manera, resultará ideal que el ruido esté compuesto de libramientos, así como de constantes y obvias preparaciones de obras. No obstante, dependiendo de la etología del paciente, el ruido deberá de adaptarse a este, siendo posible generarlo de cualquier modo que tenga incidencia en el medio, sin dejar en desventaja al agente. “Las obras de ruido idealmente deberán ser aquellas en las que no haya de intervenir la obra proactiva del paciente.” El ruido podrá dar lugar a que la oportunidades de obra para el agente, en base a que mantendrá al paciente activo y reaccionando a cada una de las acciones implícitas en el ruido. Será por esto que el ruido estará compuesto de acciones y obras eminentemente dispositivas. “Toda obra que forme parte del ruido deberá ser capaz de sostener su continuación, pues será posible que emerja la oportunidad de ella o durante su desarrollo.” La obra que emerja del ruido podrá tener dos naturalezas diferenciadas, según su integridad: Obra intercalada: La obra intercalada en el ruido será aquella que se genere poco a poco, a partir de acciones implícitas en el ruido, que irán generando la preparación de dicha obra, segmentando en porciones su preparación, hasta quedar perfectamente configurada y pudiendo ser llevada a cabo. Intercalar obras será óptimo para evitar que el paciente pueda entender la obra que el agente está preparando, quedando enmascarada la configuración geométrica, dinámica y anatómica de esta. El ruido específicamente generado con intención de esconder una obra intercalada será llamado cáscara. Por otro lado, será nombrada como clave, cada acción que esté dando lugar a la preparación o disposición de la obra intercalada entre el ruido. Obra aislada: La obra aislada del ruido será aquella que se genere entre el ruido, de manera diferenciada de este, donde las acciones del ruido no participen en su disposición. Por norma, la obra aislada será aquella que posea una duración considerablemente escueta, pues de esa forma podrá ser preparada y dispuesta entre obras de ruido, sin ofrecer una expresión clara de lo que se pretende y sin dar oportunidad al paciente para entender lo que acontece. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 396 - El ruido, en su mayor parte, estará compuesto por obras dispositivas con caso vacuo, pues no pretenden la interacción funcional con el paciente. No obstante, el ruido podrá contener obras que pretendan ser la preparación de otras, en caso de surgir la oportunidad. Así pues, otras obras de ruido tenderán a ser dispositivas, concretamente con un caso inductivo. “El ruido estará mayormente compuesto por obras dispositivas, de caso vacuo, efectivo e inductivo, que faciliten la saturación de la orientación del opositor paciente, así como posean el potencial de mantenerlo en constante desventaja.” El ruido podrá tener distintas catalogaciones y naturalezas, dependiendo de los recursos idiomáticos que intervengan en el conjunto de acciones que lo compongan. Por ello, existirán algunas tipologías de ruido respecto a sus recursos que serán recurrentes en el asalto típico: Ruido del arma: El ruido del arma será aquel generado por acciones vacuas del arma, normalmente por libramientos reiterativos, de distintos tipos, pretendiendo no perder por completo la agregación o la posibilidad de ello. Ruido de compás: El ruido de compás es ese que está constituido por la disposición de compases, medios compases y cambios ligeros en la planta, que no pretendan genuinamente el acomodo del centro de masas proyectado del usuario, con pretensión de dificultar la previsión u observación del opositor paciente sobre el tránsito y/u obra subsiguiente del agente. Ruido anatómico: El ruido anatómico será aquel generado por la reiterativa acción vacua de una o varias partes de la anatomía del tirador usuario. La intención dispositiva como recurso para la obra eficiente y elegante: La intención dispositiva será aquella en que se sostenga el constante antagonismo de la obra opositora y la pretensión recurrente de poner en desventaja al paciente, que permitirá la constante adaptación a las circunstancias y que centrará su función en la búsqueda de la oportunidad ejecutiva ofrecida por el error paciente. O sea, que la intención dispositiva, al pretender dejar al opositor en desventaja, dará como resultado que el agente posea normalmente la iniciativa, estando en superioridad en caso de existir la posibilidad de la obra ejecutiva por su parte. “La intención dispositiva, aplicada al asalto y obra, será la actitud más eficiente de la Esgrima Láser, pues dejará al agente preparado para la obra propia y al paciente en desventaja parcial o total.” Esta intención, aplicada a la obra, hará que el agente represente una actitud serena, en la que la intención paciente se verá contravenida y entorpecida, relajando al agente de la presión de preparar una obra ejecutiva y llevarla a cabo, exponiéndose al error. “La intención dispositiva sostenida por parte de un agente le hará aparentar serenidad a la vez que centrará a su intelecto y anatomía en responder a su favor la obra del paciente, lo que le posicionará en ventaja táctica.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 397 -DE LA C AUSA TÉCNICA Obrar de manera dispositiva hace que la obra propia dependa de la acción paciente, y con esto, aumenta la imprevisibilidad del agente. En gran medida, esto se debe a que el agente no hará acto de preparar una obra concreta, sino que preparará una respuesta a la obra contraria, que de no existir, no dejará rastro de la preparación agente. Lo que dificultará significativamente el estudio del agente y sus recursos por parte de su opositor paciente. Esta pretensión de mantenerse dispositivo, se centrará en disponer el rumbo del arma agente en una orientación que permita la amenaza sostenida a zonas vulnerables del paciente. Igualmente, el agente habrá de disponer su arma en el medio aumentando siempre la oclusión posible, agregado y privando al opositor. Esto hará que se reduzca el volumen de obras potenciales del paciente, haciendo más asumible la previsión del agente. Para ello, será necesaria la constante propiedad del medio. Y por esto, eventualmente se necesitará tener libre la hoja propia del atajo opositor, con potencia de obrar oclusión y con una agregación voluntariamente sostenida. “El agente habrá de tener control del paciente por medio de la obra dispositiva, reduciendo el número de opciones del paciente y haciendo más sencilla la previsión de este.” La aplicación de la intención dispositiva a las distintas obras pacientes posibles: La intención dispositiva contra la obra ejecutiva: La intención dispositiva, hará reaccionar ante la pretensión ejecutiva maximizando la posibilidad de éxito, al estar el agente prevenido ante la obra paciente. Se basará en la obra de oclusiones para el aprovechamiento de la acometida paciente. La intención dispositiva contra la obra dispositiva: La intención dispositiva enfrentada dilatará el asalto, quedando a este, sujeto a la búsqueda de una obra eficiente, por una vía de la que el opositor no sea consciente y/o mediante la búsqueda de medios aparentes sobre los que obrar desprevenidamente. Se centrará en la constante lucha del agente por el control del medio, por mantener librada la hoja de cualquier privación desarrollada o disposición posible y por presentar el constante antagonismo geométrico, que pueda minimizar la exposición ante una no prevista preparación de la obra paciente. En esencia, con la intención dispositiva agente enfrentada a la intención dispositiva paciente, se debatirá la propiedad del medio. La intención dispositiva contra la obra defensiva: La intención defensiva paciente proporciona una constante reacción ante cualquier elemento agente que le sea desprevenido. Esa reacción defensiva no tendrá, necesaria y específicamente, un alto valor ejecutivo, lo que hará que la intención dispositiva de un agente pueda determinar y preparar a un paciente defensivo en la presentación y disposición que necesite el agente para obrar. En esencia, la obra dispositiva agente frente a la defensiva paciente hará que el agente pueda configurar al paciente de una manera en que, dicho paciente, se entienda defendido y que a su vez cree la oportunidad ejecutiva para el agente. El foco de atención agente estará puesto en la preparación de los medios, que con el desplazamiento voluntario de estos por el área, facilitarán la reacción del paciente, obligado por las dimensiones de los medios y el factor finito del plano inferior. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 398 - Potencial autoejecutivo: “La autoejecución es aquel tocado o ejecución que un tirador provoca sobre sí mismo al ser alcanzado por la hoja propia.” En un contexto duelístico y/o formalmente esgrimístico, la posibilidad de que un tirador se hiera a sí mismo será tenida en cuenta y penalizada. Si se tiene en cuenta el potencial lesivo figurado del arma, la posibilidad de autoejecución será superlativa, de esta manera toda la técnica de la Esgrima Laser está configurada alrededor de mantener al agente protegido del potencial de su propia arma, además del opositor. Así se presenta ante el estudioso una dificultad añadida, asociada a la naturaleza figurada del arma y que permea, de maneras realmente profundas, la práctica y desarrollo de la disciplina. La geometría de las guardias, y de las afirmaciones y rectitudes que estas tendrán asociadas, estará siempre condicionada por una disposición de la hoja en la que quede en potencia de obrar sin favorecer una autosupresión. Para ello, será crucial entender los vectores de inercia presentes y los reparos necesarios para su correcto posicionamiento. “La hoja agente deberá quedar lo más distal al medio particular de este posible, minimizando el potencial autolesivo.” La diversión de la hoja paciente siempre habrá de estar gobernada por la previsión agente de un repentino y sorpresivo reparo del vector gemelo, que podría dar lugar a exponer las piernas a una herida propia, pues estas estarán ligeramente adelantadas cuando se proyecten plantas extendidas. Así pues, en esos casos y en vectores gemelos donde la fuerza agente no domine sobre la paciente, la guarnición habrá de acompañar a la hoja agente sobre la línea vertical para que la angulación de la hoja quede limitada en su angulación, manteniendo así la potencia de obra y la seguridad ante una autoejecución. “Cuando la hoja agente quede voluntariamente bajo el control del paciente, dicho agente habrá de estar prevenido ante la posibilidad de que se proyecte su propia arma a su anatomía, debiendo estar preparado para el control de las fuerzas impuestas a su arma.” La aplicación de fuerza con la pretensión de un intercambio inercial, habrá de ser controlada en su sentido opuesto a la extensión de la línea recta, pues el encontrar oposición en una hoja paciente, con una fuerza con pretensión de extensión vectorial, dará lugar a una trayectoria imprevista, y con ello, a una potencia de herir al agente. “Cuando se pretenda disponer el arma paciente imponiéndole fuerza con la hoja agente, se deberá tener en cuenta las posibles consecuencias de ello, pues alguna de las hojas podrá herir al agente.” Premisas para evitar la autoejecución: - Mantener el arma dispuesta en el medio, con una extensión de la rectitud coherente, evitando llevar a la sencillez a una angulación mayor a unos aproximados 45º, independientemente del sentido del rumbo. - Se habrá de evitar que el rumbo de la hoja propia se pliegue más allá de lo coherente, independientemente la rectitud desde la que se sostenga. - Mantener siempre la hoja propia con un ligero ángulo en el eje vertical, agudo u obtuso. Este ángulo habrá de tenerse en cuenta, sobre todo, en contextos en los que la hoja agente esté dispuesta y sea potencialmente reubicable por el paciente. Se dará con esto lugar a una más eficiente aplicación de las fuerzas TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 399 -DE LA C AUSA TÉCNICA implícitas en el sostenimiento del rumbo y además, se extenderá el tiempo de reacción que facilitará una coherente diversión de la hoja opositora. - Ajustar la cesión de fuerzas de la diversión al control de la hoja propia, no a la total cesión del rumbo ante la presión del arma paciente. - Evitar la obra de spins completos cuando se lleven a cabo compases en una dirección perpendicular al plano de la trazada de estos. Predisposición del cuerpo para la continuación de la obra: Tal y como se estudia en la disposición de la hoja en el medio, será preciso generar una motricidad compatible con la acción obrada en primera intención y las posibilidades subsiguientes, siendo necesario una correcta concepción posicional de las extremidades, así como su precisa y coherente disposición. Desde la perspectiva técnica y biomecánica, esta configuración del cuerpo del tirador siempre habrá de maximizar la obra propia y dificultar la ajena. “El cuerpo, en toda su anatomía, habrá de estar preparado para facilitar la obra propia y dificultar la ajena.” Se podrá entender entonces que el peso del cuerpo, en ocasiones y contextos técnicos puntuales, habrá de estar sostenido de forma que se mantenga el centro de masas relativamente bajo, marcando cierta diferencia con ciertos contextos donde se habrá de buscar la altura para favorecer la agregación, el atajo, el italado en trío, la ejecución capital de detroncación o solar, asistiendo así la afirmación a la triangulación necesaria para ello. Esto, aplicado al contexto laserino, marcará la capacidad reactiva y abrirá la posibilidad de levantar o bajar el plano superior, arrojando geometría adicional clave para la disposición de la hoja en medios no convencionales. Así pues, en un caso hipotético e ilustrativo, en que la intención fuese la de posibilitarse una obra subsiguiente, el hecho llevar a cabo una reducción al recto estaría condicionado por el potencial de obra que se pueda prever y atribuir a esta. Quedará entones dicha reducción restringida a responder de manera ejecutiva al intento de inmersión en clara actitud ejecutiva, del paciente sobre el medio proporcional agente. Particularmente esto es ejemplo de que la configuración anatómica con la planta totalmente contraída y de rectitud totalmente extendida, dificultará y entorpecerá la continuación de la obra al estar las articulaciones carentes de dinámica de movimiento en una de sus dos posibilidades. No obstante, la parcial contracción de la planta y medida extensión de la rectitud aportan amplitud al medio necesaria para agilizar la obra y reacción. Para la continuación de obra: - Se mantendrá la planta plenamente estable, operativa y funcional al no usarse una contracción total o una demasiado marcada extensión que dificulte el movimiento o tracción. Por tanto, se obrarán compases teniendo en cuenta la que la planta a la que den lugar habrá de quedar perfectamente formada y coherente con la obra que vaya a sostener. - Las piernas siempre habrán de tener la posibilidad de aplicar más tracción, ceder o generar tracción negativa. Las piernas tendrán la función adicional de asistir a la afirmación para posicionarla en la configuración más eficiente, teniendo en cuenta que dichas piernas son las responsables de acomodar la línea de las caderas, y esta a su vez condiciona totalmente la afirmación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 400 - - Se usará una afirmación que posibilite el movimiento libre del torso, en todos sus ejes. Esta premisa excluirá cualquier afirmación que no sea plenamente coherente con la obra pretendida, habiéndose de omitir cualquier posición en que el cuerpo no pueda seguir moviéndose en alguno de sus ejes. La guardia deberá ser normalmente erguida y erigida, usándose para maximizar la potencia de reaccionar a cualquier obra paciente. No obstante existirán contextos en los que se podrá usar guardias que no sean plenamente erguidas y/o erigidas. Cuando la hoja del paciente quede perpendicular al diámetro común y al diámetro común de la sencillez, la guardia podrá adelantar su peso y presentarse de cuerpo tumbado, ofreciendo la potencia de debatir la propiedad del medio desde una ubicación de la sencillez más cercana a este. - La rectitud se mantendrá preferiblemente aledaña al plano sagital o recta vertical en la proyección del plano vertical, con el ítalo en concordancia y referencia del plano superior, con una extensión que posibilite el libre movimiento de la sencillez y con rumbo que facilite la oclusión de la trazada de la hoja opositora. En ocasiones, la rectitud podrá separarse notablemente del plano sagital, pretendiendo generar una geometría que permita la obra desde las líneas transversales o paralela a ellas. Esto dará al tirador la posibilidad de atender a la triangulación ejecutiva potencial sin necesidad de desplazar su centro de masas. En este caso, la punta de la hoja agente deberá de quedar cercana al plano sagital o al diámetro común, lo que conservará su potencial oclusor y ejecutivo. - La mirada estará centrada en los ojos del paciente. Esta será la opción más eficiente donde posicionar la percepción visual del foco. Estará motivado por la necesidad de mantener la línea de la visión en un punto donde se concentre la adquisición mayor volumen de información posible. Esto dará lugar a que la obra, con la que se pretenda continuar la presente, este llevada a cabo habiendo observado la mayor cantidad de detalles posibles, ya sea de manera directa o indirecta. - El foco agente, en intención dispositiva, será puesto sobre el plano sagital paciente. Que el foco del agente esté dispuesto sobre el plano sagital del paciente facilitará el hecho de mantener dicho foco coherente con el diámetro común, evitando así la obra del paciente desde la transversal, quedando el agente desfasado del foco. También existirá la posibilidad de orientar el foco sobre la futura posición del objetivo ejecutivo, no obstante esto limitará la continuación de la obra. - La intención ejecutiva se llevará a cabo teniendo en cuenta y desde la dimensión del medio proporcional propio, posibilitando esto la menor exposición posible y la retirada segura del medio. Asociado a esto, cada una de las mutaciones de una guardia, con pretensión de mantener un cierto rasgo de estaticidad tras la obra de dicha mutación, puede estar vinculada a dos intenciones distintas, y por tanto, se configuran como dos tipologías: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 401 -DE LA C AUSA TÉCNICA Mutación antagónica: Dícese de aquella mutación de cualquiera de las partículas que componen una guardia, que pretende reconfigurar la guardia para contravenir la del opositor, ya sea por antagonismos de intención o geométricos. Por la naturaleza de la intención subyacente en esta mutación, se deberá obrar de la manera más elegante y eficiente, reduciendo el número de elementos rectificados o mutados, obteniendo así el mayor antagonismo posible con la menor apertura de vías y exposición al paciente. Mutación de acomodo: Será entendida como mutación de acomodo aquella que se obre con la intención de configurar, reconfigurar u obtener una guardia final que pretenda ganar en estabilidad, distancia de medio, y por tanto, en potencial de la obra respondida. Una mutación de acomodo podrá ser obrada con márgenes dilatados de movimiento, pues se llevará a cabo fuera del medio proporcional paciente y esperando la entrada de este en el propio para generar una respuesta que dificulte la inmersión del opositor. Continuación de la obra en la frase de armas: La obra siempre deberá de estar llevada a cabo teniendo en cuenta todos los posibles escenarios que acontecerían tras esta. Así pues, dependiendo de la naturaleza de la obra en la que recaiga la atención, esta deberá de estar adaptada para que cada una de las partículas de conocimiento, que intervienen en su preparación y disposición, puedan dar lugar al mayor potencial de aquello que sea necesario obrar a continuación, ya sea de manera consciente o instintiva, absoluta o de fortuna. “La obra deberá ser preparada previniendo lo que acontecerá tras su disposición, pues habrá de sostener de manera eficiente a la obra subsiguiente.” Se entenderá que una obra, perteneciente a una frase de armas en la que se pretende la interacción entre agente y paciente, puede ser continuada de dos formas distintas: Continuación repetida: La continuación repetida de la obra es aquella que por medio del concepto de recursividad, vuelve a disponer una obra o acción concreta, y con ello, el agente vuelve a pretender lo mismo sobre el paciente. Esto tendrá lugar al generarse una consecución de obras o acciones en la frase de armas del agente, que se produzca con un orden concreto. Así, cuando llegue la frase a un punto de su evolución, se volverá a otro anterior con la pretensión de reproducir lo obrado hasta ese punto, de manera cíclica. Para dar lugar a una continuación repetida y mantener la coherencia de la obra con aquello acontecido, habrá de obrarse adaptando las acciones u obras a la geometría o dinámica concreta presente, que distarán en mayor o menor medida de las inicialmente existentes en la primera o anteriores veces en las que se llevó a cabo la acción u obra repetida. La continuación repetida de una obra ejecutiva, sin recursividad, será un recurso eficaz, pese a resultar profundamente ineficiente. Esto se debe a que TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 402 - la obra ejecutiva tenderá a ser obrada desde una configuración anatómica concreta, que estará centrada en maximizar su acción y que penalizará la reducción de la guardia o la continuación dispositiva de dicha obra. Por tanto, obstinarse en continuar una obra ejecutiva tras una primera intención fallida, cederá la iniciativa al paciente, dejando al agente en una desventaja clara por no estar adaptado a la obra potencial de dicho paciente, además de ser fácilmente previsto. Por tanto: - Se podrá continuar repetidamente la obra defensiva, si la obra ejecutiva del paciente es repetida. - Se continuará repetidamente la obra dispositiva si la obra del paciente es propensa a ser usada en su contra o no resulta inconveniente para la forma en la que el agente pretende configurar a su opositor. - No se deberá continuar repetidamente una obra ejecutiva, pues se cederá la iniciativa al paciente. Continuación evolutiva: Será esta continuación aquella en que una obra lleve a un recurso distinto dentro de la frase de armas, generado a partir de acciones u obras distintas, en actitud, intención o movimientos. Será, por lo tanto, su objetivo el de crear nuevas obras con las que contender con el paciente, ya sea por la necesidad de adaptarse a una situación distinta o para hacer frente por otros métodos a una misma circunstancia. En una obra de moción constante, la continuación evolutiva será el recurso más habitual, pues hará que la defensa, la disposición y la ejecución se sucedan en orden lógico y con las obras apropiadas. Se concluye que: “La continuación de la obra eficiente dependerá de sus condiciones propias tanto como de aquellas que le sucedan, generando un contexto que le atribuirá sentido a su uso.” Preparar y obrar previniendo la respuesta paciente: Teniendo en cuenta la recursividad, cuando el agente está obrando para configurar una geometría concreta y haya introducido al paciente dentro del medio proporcional, dicho opositor podrá tener distintas reacciones a ello. Por tanto, el agente habrá de prever cada una de las reacciones del paciente, teniéndolas en cuenta en la preparación de la obra a la que se pretenda llegar, para poder asegurar la continuación de esta. “El agente habrá de preparar la obra y obrar teniendo en cuenta que el paciente podrá hacer aquello que se espera, quedar pasivo o contravenir la geometría pretendida.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 403 -DE LA C AUSA TÉCNICA Serán tres los escenarios tras la preparación o disposición de una obra: Que el paciente obre tal y como prevé el agente: En caso de que el paciente actúe u obre tal y como pretende el agente, la obra continuará conforme está previsto, dependiendo el éxito, fracaso o continuación de la obra de la exactitud en la estimación agente y la exactitud de sus acciones. En este caso, la obra seguirá su curso, naturaleza e intención, que podrá ser defensiva, dispositiva o pretender la conclusión del asalto con la ejecutiva. Que el paciente no obre: Justo en el momento en el que el paciente no obra y se mantiene pasivo ante la preparación u obra por parte del agente, dicho agente deberá de llevar a cabo una obra ejecutiva para dar conclusión al asalto lo más eficientemente posible. Esta obra ejecutiva, idealmente, habrá de estar siempre en potencia de llevarse a cabo, en cualquier momento de la obra dispositiva agente, cuando este detecte la pasividad del paciente. Quiere decir esto, que la obra de un agente que está obrando y preparando a un paciente, debe tener siempre la potencia de herir, en caso de que el paciente no contravenga o responda cada una de las acciones agentes. De esa manera, cuando el agente está preparando una geometría, lo habrá de hacer comprometiendo al paciente desde el primer momento. En este caso, cuando el paciente no obre, la continuación de la obra del agente deberá ser inmediatamente ejecutiva, pues se deberá aprovechar la oportunidad de tener la iniciativa y ser quien configura la geometría. Y esto será, en síntesis, tener la propiedad del medio. Cuando un paciente queda pasivo ante una obra agente, dicho paciente queda en posesión de la iniciativa, si el agente no obra y concluye con moción constante, lo que le puede otorgar la posibilidad de preparar la respuesta ante la obra ejecutiva del agente. Así pues, puede entenderse que la pasividad del paciente podría ser parte de una obra dispositiva por su parte. Que el paciente obre rompiendo la geometría que ha preparado el agente: Es posible que el paciente, una vez haya obrado el agente, detecte la geometría desventajosa y proceda a establecer otra, en la que igualar el medio o incluso, transferirlo. Será ahí, que la obra preparada por el agente, quedará obsoleta. El agente deberá haber previsto esta posibilidad, teniendo preparada una continuación de la obra en la que se anulen las posibles respuestas del paciente. En esencia, esto será el debate en sí mismo, entendiéndose como argumentos cada una de las obras y acciones que se dispondrán en el medio para establecer la ventaja y apropiarse del mismo. En este caso, el agente deberá volver a ser dispositivo, con la salvedad de que el paciente no haya tenido éxito o no haya estimado correctamente la ruptura o sostenimiento de un medio proporcional y siga en desventaja geométrica tras su respuesta. En dicho caso, el agente, de ser posible, deberá ser inmediatamente ejecutivo, pues volverá a tener la propiedad del medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 404 - En definitiva, cuando un agente pretenda llevar a cabo su intención, habrá de entender que el paciente podrá obrar como es previsto, no hacer nada o responder y desconfigurar el medio que trata de generar el agente. Es por ello que el agente deberá tener esto en cuenta, teniendo preparada la obra y obrando para cada uno de los casos. Por tanto, la preparación de la continuación de la obra se resumirá en estos tres escenarios, permitiendo esto reducir los escenarios posibles que existan a un número manejable de posibilidades, siendo imposible tener el control de todo lo que es posible que acontezca. “El agente que pretenda la eficiencia, preparará cualquier posible reacción paciente o incluso en su defecto, y obrará siempre con superioridad, siendo capaz de responder ante cualquier resolución de sus obras propias o de su opositor.” Frente a un paciente con mano hábil y armada distinta a la paciente: “Se le llamará zurdo a aquel opositor que tenga su mano hábil y armada en la contraría a la agente. O sea, que la presentación de la misma guardia, queden en espejo.” Atendiendo a esto, el zurdo alterará ciertos aspectos geométricos implícitos en la obra y frase de armas del agente. No obstante, el conocimiento profundo de los elementos que componen la obra, y su aplicación según la geometría, harán universal a la esgrima, sin tener esta que estar condicionada por la condición o predisposición anatómica de los tiradores. En base a la concepción lateral contra un zurdo, cuando se genere la agregación, el lado de dentro del arma del diestro será el fuera del zurdo y viceversa, siempre que el zurdo tenga su mano hábil como armada. El primer aspecto que se ha de tener en cuenta es que la dimensión del medio de proporción y proporcional es considerablemente mayor cuando el paciente es zurdo, pues el diámetro común de la sencillez tenderá a quedar paralelo al diámetro común. En consecuencia, ante el zurdo, se precisará extender el medio, pues el medio aparente hará que el paciente pueda caer en la falacia de comprender el medio como la distancia de este, o sea, la extensión del diámetro común. Por ello, como medida preventiva, el agente podrá usar la sencillez de tercera para mantener el medio, en su distancia, coherente con el diámetro de la sencillez. “Ante el zurdo, la posición radial de tercera ganará la importancia que posee la posición radial de primera.” En la obra y concepción del medio, ante un paciente con su mano hábil y armada distinta a la paciente, hay que estar pendiente de la sencillez y su posición relativa al diámetro común. Será así que se podrá comprender la geometría de la sencillez de igual manera que con un paciente típico. Si el agente consigue obrar de manera absoluta tan solo teniendo en cuenta los elementos geométricos del paciente, la concordancia o no de las manos hábiles, no será un elemento profundamente condicionante. Por ello, será ideal mantener la mano armada adelante, sobre el diámetro común, idealmente cercana al plano superior, maximizando el extremo, tentando al zurdo a obrar en la paradoja de la estocada recta y consiguiendo igualar parcialmente las posibilidades de obra a primera o tercera. De esta manera, el agente hará que el repertorio del zurdo tienda a ser geométricamente similar al de un tirador de igual mano hábil. “Ante el zurdo, la rectitud de adelante ganará importancia, pues permitirá minimizar las particularidades de dicho opositor.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 405 -DE LA C AUSA TÉCNICA Adicionalmente, se podrá aumentar el diámetro común para mantener la misma amplitud del diámetro común de la sencillez, pues este estará paralelo al primero, lo que implicará un medio más ceñido de lo que inicialmente se puede entender. “Ante el zurdo, los medios se amplían.” Ante el paciente zurdo, lo eficiente será el desplazamiento transversal al lado no hábil del agente, ganando grados de perfil, haciendo que el paciente se encrucije. Esto facilitará que el paciente pierda extremo mientras lo gana el agente, pues este último se despliega para la obra. Adicionalmente, ante el zurdo, se podrán obrar compases trepidantes al lado hábil de dicho paciente, pretendiendo acercar al diámetro común su natural tendencia a dejar al lado hábil su rectitud. Para el tirador diestro, el asalto con el zurdo será una situación excepcional, mientras que para el zurdo, el asalto contra el diestro será una situación habitual. Esto hará que el zurdo tenga un bagaje superior respecto a la geometría especular, propia de dicho asalto. Eso es algo que ha de tener en cuenta, tanto el zurdo como el diestro, pues cuando sean agentes, jugará en su favor o en su contra, respectivamente. En esencia, el zurdo siempre habrá sido zurdo, mientras que el diestro, no siempre habrá tenido como opositor a un zurdo. “El zurdo tendrá más experiencia en asalto contra un diestro que el diestro contra el zurdo.” Casos de la obra por su semántica: “Un caso es la cualidad semántica de la obra, basada en el propósito final con el que está llevada a cabo, al margen de la geometría y dinámica generada por el agente.” Cuando la obra es analizada se podrán entender distintos aspectos de esta. Entre ellos estará la semántica, que será la encargada de atribuir el propósito de la obra, sin tener en cuenta los recursos geométricos o dinámicos usados. Por tanto, una misma obra agente, pese a ser llevada a cabo de la igual manera y/o en igual medio, podrá interactuar con el paciente de distintas formas, coincidentes o adicionales a su intención original, dependiendo del contexto, momentos del tiempo y actitud del paciente. Así pues: “El caso de una obra concreta será la intención final con la que esta esté llevada a cabo, que atribuirá semántica a las acciones, a la geometría y a la dinámica de un recurso idiomático concreto, puesto en marcha por el agente hacia el paciente.” Los casos de las obras serán los encargados de organizar la información semántica de estas, permitiendo la comprensión de la cualquier intención tras la original, aparente e inicialmente expresada por el agente, así como observada, entendida o presupuesta por el paciente. “La obra en segunda intención será dependiente del caso de esta, no de su intención original, posibilidades o resultado.” Por tanto, los casos también serán la manera detallada, formal y académica, de catalogar y ordenar la posible segunda intención de una obra. “El caso de una obra regirá cualquier primera o segunda intención que esta pueda tener o a la que esta pueda dar lugar.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 406 - De manera ilustrativa: cuando una obra inicialmente es ejecutiva, su caso la podrá hacer cumplir con esa función o dar lugar a una función distinta, por ejemplo, dispositiva. Esto ocurrirá dado que la obra genera una geometría ideal para el éxito ejecutivo, no obstante, en ciertas situaciones, contextos y medios, esa obra inicialmente ejecutiva podría asistir al agente a configurar al paciente en desventaja. En este escenario, la obra que aparenta ser ejecutiva, estará en un caso que le atribuirá potencial y utilidad diferente a la que original y primitivamente se le presume. “El caso de una obra podrá hacer que su función sea coincidente con la intención original de esta, o que varíe.” Ejemplo elemental de esto es un encordado simple. Como obra ejecutiva, la geometría y dinámica que se configura con su puesta en marcha, da lugar a que el agente tenga posibilidad de éxito ejecutivo sobre el paciente. Esto es gracias al avance del segmento del arma agente sobre el paciente y al ángulo recto que obtiene frente a la típicamente obtusa arma paciente, asistido esto a la agregación y privación consiguiente. No obstante, esta obra del encordado agente puede ser usada para disuadir al paciente de su intención ejecutiva, o también, para inducir una reacción concreta del paciente. Por ende, cuando la obra del encordado simple tiene lugar, podrá tener su función coincidente con su intención original o podrá tener una función alternativa, con una intención más allá de la que originalmente se le atribuye a ese recurso idiomático. “El caso de una obra existirá acorde a la consciencia de este por parte del agente que obra.” Así pues, el caso será aquello que atribuye esa semántica a una obra, que la diferencia en propósito de cualquier otra, pese a tener una misma geometría y/o dinámica implícita. “Los distintos casos darán lugar a otros usos de la obra, adicionales a los que originalmente se le presumen.” Es crucial entender que el caso de una obra será independiente del resultado de esta, sea el éxito o el fracaso, pues dicho caso apelará al propósito de lo obrado, en ningún caso a las consecuencias de esto. Por tanto, los eventos emergentes de una obra pueden no ser plenamente controlados por el agente, generando situaciones y medios que no coincidan con el propósito inicial de dicho agente, pues al no haberse podido tener en cuenta todas las variables posibles, existirán escenarios que no se hayan podido predecir. “Existirá la posibilidad de que una obra en un caso dé lugar a eventos que no coincidan con el propósito del agente al obrar.” Así pues, al igual que en una obra artística, una obra esgrimística agente habrá de pretender la coincidencia de su semántica con aquello que el paciente entienda y, por tanto, con aquello que emerja de dicha obra. Esto deberá llevarse a cabo por la eficiente implementación de cada una de las variaciones geométricas y dinámicas en la obra, para que se adapte al caso en que pretende ser llevada a cabo. “La geometría y la dinámica de una obra habrá de adaptarse al caso en que se pretende obrar, existiendo siempre un margen de incertidumbre sobre los eventos emergentes de dicha obra.” Dependiendo de la semántica tras las obras, existirán distintos casos de la obra: Caso efectivo de la obra: “El caso efectivo es aquel que atribuye la semántica coincidente con la intención original de la obra.” Una obra con caso efectivo es aquella que pretende directamente el éxito de la obra en base a su intención original. De este modo, se entiende que en una obra en caso efectivo, la intención original y el caso coinciden en semántica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 407 -DE LA C AUSA TÉCNICA - Que si una obra es ejecutiva en caso efectivo, pretende la culminación de la intención ejecutiva sobre el paciente. - Que si una obra es dispositiva en caso efectivo, pretende la desventaja paciente. - Que si una obra es defensiva en caso efectivo, pretende la conservación de la integridad agente. El caso efectivo tendrá lugar, entre otros, en la pretensión de culminación del medio proporcionado propio y apropiado agente, así como en cualquier obra que pretenda su primera intención. “Cualquier obra que tenga un caso diferente al efectivo, no será geométricamente eficiente, pues dicha geometría no será plenamente coherente con la función que desempeñará.” Cuando una obra esté en caso efectivo, no se especificará su caso, pues ese dato no aportará información relevante, dada su coincidencia ente la intención original y el caso de la obra. De esta manera, cuando una obra no tenga especificado su caso, se entenderá que es llevada a cabo con un caso efectivo. Ejemplo: Un encordado simple agente con la pretensión de ejecutar sobre la sencillez del paciente. Por tanto, una obra con intención original ejecutiva en caso efectivo, que en esta circunstancia acaba cumpliendo una función ejecutiva. El agente podrá advertir y prever que una obra paciente tendrá caso efectivo cuando la configuración anatómica, del paciente que va a obrar, coincide geométricamente con la necesaria para la preparación de la obra según su intención original. “Un paciente que pretenda obrar en caso efectivo configurará su cuerpo específicamente para la obra que llevará a cabo.” Caso inductivo de la obra: “El caso inductivo es aquel que atribuye la semántica de hacer que el paciente actúe de una manera concreta, modificando la geometría de su anatomía.” Una obra con caso inductivo es aquella obra agente generada para que el paciente organice una geometría concreta, quedando en una desventaja que facilite la obra del agente. - Que si una obra es ejecutiva en caso inductivo, pretenderá que el paciente reaccione a esta, de una forma que quede en desventaja en relación al agente. - Que si una obra es dispositiva en caso inductivo, pretenderá que el paciente organice su geometría de forma que quede en desventaja. - Que si una obra es defensiva en caso inductivo, el agente pretenderá con la expresión de su interés, por mantener la integridad propia, que el paciente quede en desventaja. El caso inductivo tendrá lugar, mayormente, en obras con intención dispositiva y las obras ejecutivas con una segunda intención a trastiempo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 408 - Ejemplo: Un encordado simple agente con la pretensión de que el paciente obre una oclusión dinámica radial a la posición radial sobre el que el agente pretende ejecutar sobre el paciente. Por tanto, una obra con intención original ejecutiva en caso inductivo, que en este contexto acaba cumpliendo una función dispositiva. Normalmente, una obra ejecutiva en segunda intención se entenderá como aquella obra ejecutiva, en caso efectivo, tras una obra ejecutiva en caso inductivo. Esto tenderá a ser así pues la segunda intención se entenderá, habitualmente, como la obra agente que se lleva a cabo tras la preparación de un paciente, por medio de una obra ejecutiva. Para ello, esta obra que prepara la geometría del paciente, habrá de tener caso inductivo. De manera puntual, que no general, el agente podrá prever el caso inductivo de la obra paciente por los testigos de intención de este. Uno de los más comunes será desviar su mirada a la sencillez del agente, cosa que denotará la subconsciente necesidad de entender la posición de la mano de su opositor. Caso vocativo de la obra: “El caso vocativo es aquel que atribuye la semántica de apelar al paciente, instándolo a modificar la geometría del medio.” Una obra con caso vocativo será aquella que pretenda ampliar, estrechar o desplazar el medio y/o su diámetro común, interaccionando con el paciente y como resultado de apelar a este. - Que si una obra es ejecutiva en caso vocativo, será llevada a cabo para intimidar al paciente o para hacerle entender que el agente ha quedado en desventaja. - Que si una obra es dispositiva en caso vocativo, pretenderá dar lugar a un condicionamiento del paciente que extienda o ciña la dimensión del medio, el diámetro común o el diámetro común de la sencillez, haciendo entender al paciente su ventaja o desventaja, siendo este el que amplíe o estreche la dimensión o distancia del medio. - Que si una obra es defensiva en caso vocativo, tendrá el objetivo de llamar la atención del paciente expresando una desventaja o ventaja clara del agente frente al paciente, instando a este a que ciña o extienda el medio. El caso vocativo tendrá lugar en obras de cualquier naturaleza que pretendan desplazar los medios, ceñirlos o extenderlos. Ejemplo: Un encordado simple agente con la pretensión de demostrar la amplitud total del medio proporcional de este, haciendo al paciente romper el medio, extendiendo el diámetro común. Por tanto, una obra con intención original ejecutiva en caso vocativo, que en esta situación en particular acaba cumpliendo una función dispositiva. Una obra paciente en caso vocativo podrá ser entendida por el agente por que el diámetro común desde el que tiene lugar no concordará con el del medio ideal para dicha obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 409 -DE LA C AUSA TÉCNICA Caso interruptivo de la obra: “El caso interruptivo es aquel que atribuye la semántica de entorpecer o cesar la acción u obra paciente.” Una obra con caso interruptivo será aquella que pretenda inhabilitar, entorpecer, impedir o finalizar la obra del paciente. - Que si una obra es ejecutiva en caso interruptivo, se obrará generando y expresando la amenaza al paciente, pretendiendo detener su intención de obrar o su obra. - Que si una obra es dispositiva en caso interruptivo, hará entender al paciente la desventaja en la que quedará tras su obra, habiendo este de interrumpirla. - Que si una obra es defensiva en caso interruptivo, dará a entender la inviabilidad de la obra paciente hacia el agente. El caso interruptivo tendrá lugar, mayormente, en las obras no defensivas que pretendan la defensa del agente, así como en las obras no dispositivas que persigan la transferencia de medio. Así mismo, una obra ejecutiva en caso interruptivo podrá tener una función disuasoria, generando la interrupción de la preparación de la obra por parte del paciente. Ejemplo: Un encordado simple agente, por fuera, obrado a tiempo del intento paciente de atajar y disponer el arma agente al lado no hábil del agente, haciendo que el atajo en disposición paciente se vea interrumpido por la posibilidad de que el agente tenga éxito ejecutivo sobre el diámetro común. Por tanto, una obra con intención original ejecutiva en caso interruptivo, que en este escenario concreto acaba cumpliendo una función defensiva. Un a obra en caso interruptivo tenderá a estar obrada con una sobresaliente energía impuesta al arma y anatomía de aquel que pretenda interrumpir. Esto será debido a la necesidad de adelantar al opositor en la dimensión temporal, pues para interrumpir se precisará que la obra del otro haya comenzado, lo que forzará a la propia a ser más rápida para poder intervenir sobre ella. Caso prospectivo de la obra: “El caso prospectivo es aquel que atribuye la semántica de obtener información del paciente.” Una obra en caso prospectivo será aquella que pretenda obtener datos y observaciones de las posibilidades agentes o del comportamiento paciente, por medio de la interacción con este. - Que si una obra es ejecutiva en caso prospectivo, se obrará para entender los mecanismos que el paciente dispondrá para evitar su ejecución y/o mermar la ventaja agente. - Que si una obra es dispositiva en caso prospectivo, se obrará para obtener información sobre los recursos que el paciente posee para entender su desventaja, así como para evitarla. - Que si una obra es defensiva en caso prospectivo, se obrará para observar la magnitud del interés ejecutivo del paciente, pues será directamente proporcional a la insistencia tras la obra defensiva agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 410 - También se podrá obtener información sobre la solvencia del paciente para concatenar sus obras, sin una necesaria exposición agente. El caso prospectivo estará presente en obras de cualquier naturaleza, pues será dependiente lo observado del método usado para la medición. Así pues, será necesario usar una obra u otra según el aspecto paciente a examinar. “Las observaciones obtenidas dependerán del método usado en la prospección.” La obra ejecutiva en caso prospectivo, en una notable mayoría de situaciones, será la que mayor volumen de información del paciente podrá ofrecer al agente que investigue, pues en ella estarán implícitos aspectos técnicos, psicológicos y emocionales, en una mayor magnitud que obras de otra intención original. No obstante, el volumen de información obtenida de un paciente será dependiente de la concordancia entre la capacitación técnica de este y la complejidad de la obra prospectiva agente. Ejemplo: Un encordado simple, obrado con pretensión de observar si un paciente es capaz de responder con una oclusión dinámica radial, para así entender el nivel de la idiomática y experiencia del sujeto paciente, ayudando esto a configurar el repertorio idiomático, sintáctico y semántico del agente. Por tanto, una obra con intención original ejecutiva en caso prospectivo, que en este contexto cumple una función dispositiva, pues pretende la desventaja del paciente gracias a la información que se observa de él. Por regla general, una obra en caso prospectivo deberá estar llevada a cabo con una geometría y dinámica que la configuren y definan claramente, para que el paciente genere una reacción genuina y ofrezca información veraz. No obstante, es posible que lo que se pretenda prospectar sea la capacidad del paciente para advertir la idiomática y repertorio técnico del agente, siendo así que las obras podrán ser más o menos claras, según el propósito prospectivo agente. Cuanto más elemental, geométrica y dinámicamente, sea la obra con la que se pretende la prospección, mayor será el espectro de tiradores sobre los que se podrá prospectar, pues será una obra más entendible para un mayor número de individuos. Así mismo, al aumentar la simplicidad de la obra en caso prospectivo agente, mayor será la información que se podrá extraer de la reacción del paciente, pues al ser elemental existirán una amplia variedad de antagonismos y obras funcionales con las que dicho paciente podrá responder. “Cuanto más elemental sea una obra, mayor potencial prospectivo tendrá.” Caso vacuo de la obra: “El caso vacuo es aquel que, atribuyendo semántica, deja carente de propósito a una obra agente, pues activamente evita la interacción con un paciente.” Una obra con caso vacuo es aquella que no pretende la expresión de su geometría o dinámica sobre otro tirador, y por tanto, no tiene pretensión de afectar sobre un oponente. De esa manera, la geometría y dinámica de la obra no tendrá que ser necesariamente coherente y/o complementaria con la del opositor, pues este no será paciente u objetivo del propósito de la obra agente. - Que si una obra es ejecutiva con caso vacuo, estará expresando la geometría y dinámica propia de esta, sin pretender resultado y/o interacción alguna. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 411 -DE LA C AUSA TÉCNICA - Que si una obra es ejecutiva con caso vacuo, estará expresando la geometría y dinámica propia de esta, sin pretender resultado y/o interacción alguna. - Que si una obra es ejecutiva con caso vacuo, estará expresando la geometría y dinámica propia de esta, sin pretender resultado y/o interacción alguna. La obra que forme parte del ruido entre las obras pretendidas, podrá tener lugar en caso vacuo, pues gran parte de dicho ruido no tiene intención de generar éxito en ninguna de sus acciones, sino mantener un flujo de movimiento constante para aturdir y saturar la orientación del opositor, pudiendo crearse geometrías de las que emerja la oportunidad. El caso vacuo estará presente en obras que tengan como objetivo la acción del arma sin interacción de ningún opositor, o sobre de una figura hipotética que lo represente. Por ende, el caso vacuo será el de las obras de floreos, prácticas y danzas particulares. “El caso vacuo será el propio del ejercicio particular sin oposición.” Complementariamente, el caso vacuo será el más funcional cuando el ejercicio tenga un contenido potencialmente lesivo sobre aquel que no sea el agente, habiéndose de impedir cualquier interacción con otro sujeto para evitar la negligencia y/o daño involuntario. “Cuando una obra tenga caso vacuo evitará activamente la interacción efectiva con otro individuo.” En síntesis: Se puede entender que el caso de una obra es la semántica de esta que subyace tras la intención original, dado que una obra podrá ser usada con pretensiones distintas a aquellas donde originalmente pueda resultar más eficiente geométrica y dinámicamente. Es crucial que el caso de una obra esté presente en la concepción de esta, así como en su preparación. Esto es debido a que un tirador deberá tener claro el propósito de su obra, además de la forma física de llevar esta a cabo. De esa manera el agente que obra podrá prever los posibles resultados de sus expresiones, así como la reacción paciente a las mismas. De esta manera se destila la necesidad de adaptar geometría y dinámica al caso en que se pretenda llevar a cabo, haciendo coherentes todos los elementos de la obra y aumentando la eficiencia de esta. “La obra eficiente será aquella en la que la geometría y dinámica sea coherente con el caso en que se obre.” El agente deberá ser consciente del caso de la obra que va a llevar a cabo, en la preparación e inicio de esta, pues dependiendo del propósito, variará el medio en que será óptimo obrar. Así mismo, una vez se ha obrado, el medio resultante dependerá también en parte del caso de la obra, siendo necesario entender la continuación de esta en relación a su caso. Hay que señalar que el caso de la obra podrá mutar durante la evolución de esta, siendo posible que una obra esté concebida y obrada en un caso y continuada en otro. “El caso de una obra habrá de estar implícito en esta desde el comienzo de su concepción y hasta su continuación.” En síntesis: “El caso de una obra es el objetivo y finalidad de esta, al margen de su intención original o expresada y de su resultado.” ———— - 413 - La obra ejecutiva TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 415 -DE LA C AUSA TÉCNICA Lógica ejecutiva: La lógica ejecutiva es el campo que estudia lo referente a la intención, procedimientos y éxito de la obra ejecutiva. Por ello, es necesario entender las posibilidades figuradas y literales del arma láser en cuanto a generar la herida o inhabilitación de un sujeto: - Figuradamente: un arma láser sublimará aquello que tenga contacto con su hoja, dando lugar a ciertos efectos termodinámicos asociados. - Literalmente: el asalto esgrimístico, que se practica en la Esgrima Láser, tendrá su conclusión cuando una hoja tenga contacto con el cuerpo o parte vulnerable de un tirador. Una vez teniendo estas premisas claras, se podrá generar una lógica ejecutiva que permita conjugar la naturaleza figurada, literal, la intención y los medios, dando como resultado una técnica funcional, que permita la ofensa minimizando la exposición del agente. “La obra y/o acción ejecutiva, elegante y eficiente, siempre será un subproducto de la coherente y precisa aplicación dispositiva.” La obra mínima que pretenda la inhabilitación del paciente, en la que solo exista un módulo ofensivo, se centrará únicamente en generar la ofensa. Por tanto, por sí misma, no ofrecerá garantía para la seguridad del agente, pues se centrará únicamente en hacer práctica la intención de herir. Este tipo de obra se llamará “obra ofensiva” y deberá de ser evitada por exponer al agente a la obra del paciente. “No se deberá obrar ejecutivamente sin tener una mínima garantía de evitar la herida propia.” De esta manera, la obra ejecutiva deberá sostenerse en la intención dispositiva, gracias el módulo organizativo, configurando proactivamente el medio, o aprovechándolo para ejecutar sobre el paciente. Por ello, la obra ejecutiva habrá de ser conjugada con la intención dispositiva, mediante la que el agente, antes o durante la acción ejecutiva, dejará al paciente en desventaja, ofreciéndole a dicho agente la oportunidad de ofender sin ser ofendido. “Para que la obra ejecutiva sea segura, habrá de ser llevada a cabo en ventaja agente, sea dicha superioridad producto del contexto o de la intención dispositiva agente.” Se entiende que la supresión u otra ejecución no dispondrán de un extenso repertorio de mecanismos propios, pues será por medio de la conjugación de la técnica, en toda su extensión, que se obtendrán oportunidades, debiendo ser aprovechadas sin dilación. “Que la obra ejecutiva siempre tiene como objetivo básico ubicar la punta del arma agente sobre una zona vulnerable del paciente y asegurar el contacto, con el menor esfuerzo posible.” Se puede entender que la idiomática y/o recursos que dan lugar a las obras ejecutivas son, en esencia, conjugaciones entre la simple ubicación de la hoja agente y otras acciones y/u obras. De esta manera, la acción y obra ejecutiva más elemental será la extensión del rumbo. Esta, precisará de tener un mínimo control de la hoja paciente, y por tanto, tendrá que estar agregada a ella y privándola. Por tanto, será el encordado simple el resultado de esto, quedando como el recurso ejecutivo más elemental y funcional que la geometría y dinámica de las armas láser pueda entregar, cumpliendo con los requisitos mínimos y poseyendo los componentes básicos para que la obra resulte ejecutiva sin exponer en exceso al agente, siendo una obra viable, funcional y segura. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 416 - “El encordado simple es la obra ejecutiva más elemental.” Será imprescindible la intención ejecutiva para la conclusión del asalto a favor del agente, así como para la correcta concepción, disposición, organización y aprovechamiento de la obra, tanto agente como paciente, pues será el interés ejecutivo aquello que llevará a la implementación óptima de elementos que conforman y sostienen la obra exitosa. Así pues, la obra dispositiva tendrá que tener un potencial ejecutivo, para aprovechar a favor del agente la desventaja paciente. De lo contrario, la obra dispositiva que no tuviese potencial ejecutivo, tan solo tendrá un efecto antagonista y defensivo sobre el paciente, que dificultará el éxito de este sin exponerlo. “Cualquier obra dispositiva deberá ser llevada a cabo en base a un interés ejecutivo, pues generará una oportunidad que será eficiente aprovechar a favor del agente.” Teniendo en cuenta el potencial figurado del arma láser, será plenamente eficiente centrarse en la acción destinada a minimizar la lesión producida por el agente sobre el paciente. Esto dará lugar a acrecentar el valor de las mecánicas dispositivas, cargándolas de potencial ejecutivo, pues serán estas las que otorgarán al agente la posibilidad de dominar el medio, exponiendo a su paciente sin necesidad de comprometerse en la ejecución. “La premisa dispositiva, en la que se basa la ejecutiva, se debe a la incapacidad geométrica de acometer contra una disposición coherente de la hoja opositora, habiendo previamente de obtener una ventaja, con la reubicación del arma agente o paciente, para proceder sobre las líneas que se hayan abierto.” Así pues, se entenderá que: “La obra ejecutiva más eficiente es el resultado del aprovechamiento elegante de la oportunidad generada por el error del paciente, ante la constante disposición agente.” Cumpliendo con los principios de elegancia, el tirador diestro evitará alardes y adornos en la trazada de su hoja, como levadas o cualquier otro floreo. Más si cabe, cuando la pretensión sea estrictamente física y funcional, al margen de recursos específicamente destinados a la psicología. Será la intención de aprovechar la psicología lo que podrá justificar acciones del arma que no tengan una aplicación física clara, pues dotarán al tirador usuario de otros recursos que podrán ser válidos en ciertos contextos. “La trazada de la hoja deberá de ser elegante y mínima, solo a excepción del uso psicológico del arma.” Así pues, en la lógica ejecutiva, se centrará todo el movimiento del arma en poner a la hoja agente en ventaja, en dejar a la hoja paciente en desventaja y en concluir de manera ejecutiva. “Se creará la ventaja y se ejecutará.” Será necesario entender que la hoja agente habrá de estar preferentemente sobre el diámetro común, mientras la hoja paciente tiene su rumbo sobre cualquier otra línea, con la máxima perpendicularidad posible respecto al diámetro común y/o el ítalo agente. Esto último facilitará la triangulación y la disposición del arma paciente fuera de vía cuando tenemos en cuenta la proyección lateral en vez de la cenital. La velocidad y energía impuestas al arma no adquirirán una posición elevada de relevancia, pues con el dominio técnico preciso, la óptima concepción del medio y obrando en el tiempo justo, la hoja cumplirá su función ejecutiva sin fuerza aparente. A tal efecto, el arma de un tirador experimentado laserino mostrará soltura, resolución y prontitud, nunca fuerza, velocidad o prisa. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 417 -DE LA C AUSA TÉCNICA Teniendo esto en cuenta, se reforzará la idea de que el encordado simple es la obra más elemental y eficiente, con la que se obtendrá una obra ejecutiva segura, pues se posibilitará la ejecución privando al unísono el arma del paciente, combinando el módulo organizativo y ofensivo de la obra ejecutiva. Desde el encordado simple se configurarán el resto de las obras ejecutivas en causa sujeta, que serán resultado de la conjugación de dicho encordado con otras acciones, obras o compases. No obstante, será posible generar la obra ejecutiva en causa libre, siendo esto eficaz, mas nunca eficiente. Desde el punto de vista del medio, teniendo en cuenta tanto la distancia como los modificadores de esta, el éxito de una obra ejecutiva podrá tener distintos motivos, todos ellos ligados a la geometría y dinámica, agente y paciente, implícitas en la obra. En conclusión: “La ejecución llegará en el momento posible y de forma elegante.” Módulos organizativo y ofensivo de la obra ejecutiva: La obra ejecutiva, para ser llevada a cabo con seguridad para el agente, se ha de componer de dos módulos o partículas fundamentales diferenciadas: el módulo organizativo y el módulo ofensivo. Ambos módulos habrán de estar obligadamente implicados en la obra ejecutiva, pues serán los requisitos mínimos para que esta pueda ser entendida como válida, tanto por poseer potencial ejecutivo como por mantener la seguridad del agente. “La obra ejecutiva, en su expresión mínima, se compondrá de módulos organizativos y ofensivos, que la harán viable, funcional y segura.” Módulo organizativo de la obra ejecutiva: “El módulo organizativo es el componente dispositivo mínimo implicado en la obra ejecutiva, que tiene como función hacerla segura.” Por tanto, se puede entender que el módulo organizativo es aquel conjunto de circunstancias y acciones implicadas en la propia obra ejecutiva que generan la ventaja agente, y con ello, la oportunidad para que obre ejecutivamente con seguridad. Este siempre habrá de dar lugar a la apertura de las líneas, evitando el fenómeno de la oclusión paciente hacia el agente. Este módulo organizativo puede tener su origen en un momento previo o al unísono del módulo de herida de la obra ejecutiva. O sea, que el módulo organizativo podrá generar la desventaja del paciente, para luego obrar ejecutivamente sobre este, o podrá surgir durante el momento en que se genera el módulo ofensivo, asistiendo igualmente a la seguridad del agente. Por tanto, el módulo organizativo de la obra ejecutiva podrá tener dos orígenes: - Módulo organizativo explícito de la obra ejecutiva: Aquel módulo que pretende disponer en desventaja al paciente y que se genera antes de expresar el módulo ofensivo, así como de manera claramente diferenciada, siendo componentes divisibles de la acción u obra. - Módulo organizativo implícito de la obra ejecutiva: Aquel módulo que pretende disponer en desventaja al paciente, generado durante la acción del módulo ofensivo, siendo componentes indivisibles de la obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 418 - No se deberá confundir el módulo organizativo de una obra ejecutiva con una obra dispositiva previa. Esto se diferenciará gracias a que el módulo organizativo pertenecerá de manera constante e indivisible a la obra ejecutiva. Ejemplo de esto será el atajo en disposición generado durante el encordado de una línea en cruz, que no podrá existir fuera de esa obra ejecutiva. Sin embargo, una obra dispositiva previa a la ejecutiva, será una partícula o módulo separado, donde no habrá implicada ninguna acción referente a la obra ejecutiva proactiva. Ejemplo de esto último será la garatusa previa a una línea en cruz, que la proveerá de valor ejecutivo. Módulo ofensivo de la obra ejecutiva: “El módulo ofensivo es el componente mínimo en la obra ejecutiva, que le otorga potencial ejecutivo y conclusivo, debiendo ser auxiliado por el componente organizativo para hacer dicha obra funcional y segura.” El módulo ofensivo de la obra ejecutiva es aquel conjunto de circunstancias o de acciones que pretenden directamente el contacto de la hoja agente con una parte vulnerable del paciente. Si una obra ejecutiva pretende llevarse a cabo únicamente con un módulo ofensivo, no podrá ser llamada obra ejecutiva, pues no cumplirá los mínimos necesarios para ser funcional. Por tanto, se apelará a ella como “obra ofensiva”. La obra ejecutiva será la única que deberá obligatoriamente componerse de dos módulo diferenciados, pues tanto la obra dispositiva como la defensiva, podrán existir con un único módulo, dado que la función de cualquiera de estas se podrá cumplir sin necesaria exposición del agente. Axiomas de la obra ejecutiva proactiva: El agente habrá de buscar la obra ejecutiva desde la mayor distancia de medio posible, generando con ello la mayor protección y la menor oportunidad de que el paciente transfiera el medio. El agente que pretenda proactivamente la ejecución, habrá de obrar sobre el diámetro común, siendo este la línea más corta que une los centros de masas de los tiradores. Para ello, dispondrá el diámetro común de su sencillez sobre el diámetro común, paralelo a él o con un escaso desfase angular, en el momento de generar el contacto de la hoja agente con el objetivo ejecutivo en el paciente. “La línea más eficiente para la obra ejecutiva será el diámetro común, por ser la que mayor distancia permitirá entre agente y paciente.” El agente habrá de intentar activamente que el diámetro común de la sencillez esté paralelo al diámetro común y sobre él, tanto en el eje horizontal como en el vertical. De esta manera la angulación de la rectitud agente será nula y con ello alcanzará su mayor extremo. Esto último se llevará a cabo de la manera más cercana posible al ideal geométrico, aumentando la eficiencia. No obstante, las condiciones orgánicas del medio y sus condicionantes podrán hacer que la obra final se distancie de la perfecta configuración geométrica de los diámetros comunes. “El agente tendrá potencia de herir, sobre la sencillez paciente, cuando el segmento de su arma mida lo mismo o menos que el diámetro común de la sencillez.” Adicionalmente, la planta del agente deberá de quedar preparada, en acometida, para auxiliar la obra, y con ello, extender más aún el extremo al que potencialmente podrá alcanzar. Con esto, se aumentara más aún la distancia del medio proporcionado. Incluso, se podrá aumentar más el extremo, si coinciden el diámetro común de la sencillez con el plano superior del agente, y este, con el plano del ítalo del paciente. El agente habrá de evitar que estas circunstancias, que dan lugar a su medio proporcionado, se cumplan para el paciente. Por tanto, para que el agente pueda tener éxito ejecutivo, con la mayor facilidad y elegancia posible, el paciente deberá estar con su foco desfasado del diámetro común, quedando TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 419 -DE LA C AUSA TÉCNICA impedido o dificultado para posicionarlo sobre él. Igualmente, dicho opositor habrá de tener el rumbo de su arma desfasado del diámetro común de la sencillez, vertical u horizontalmente, permitiendo la obra soberana y segura del agente, pues los segmentos de las armas no coincidirán y por tanto, no habrá posibilidad de generar un medio de común herida. “El agente tendrá la propiedad del medio cuando el paciente quede desfasado del foco, cuando la hoja de este, ni esté ni quede en potencia de estar, sobre el diámetro común de la sencillez y cuando el diámetro común de la sencillez sea menor que el segmento del arma agente.” Para el agente, será posible ejecutar sobre la sencillez paciente desde un rumbo transversal al diámetro común, ocupando con su hoja el diámetro común de la sencillez, si dicho paciente pretende ejecutar sobre el diámetro común, en un objetivo ejecutivo posicionado en el interior del medio particular agente, concretamente, más cercano al centro de masas del agente que la sencillez de este. O sea, que cuando la hoja paciente rebase el plano límite del agente, este último podrá ejecutar sobre la sencillez paciente. No obstante, para ello será fundamental que la ventaja real existente para el paciente sea relativamente escasa, siempre menor que la extensión virtual de la hipotenusa del triángulo pretendido del agente, de primer grado. “Si la hoja paciente sobrepasa el plano límite agente, dicho agente podrá ejecutar sobre la sencillez paciente desde otra línea distinta al diámetro común, minimizando su exposición, siempre y cuando los segmentos de las armas sean similares en extensión o sea mayor el segmento agente.” En esencia, esto habilita a que un agente obre ejecutivamente desde una de las posiciones radiales de la rectitud, dando lugar a un rumbo perpendicular al diámetro común, en que se conserva la potencia de herir, habiendo de estar prevenido ante el intento paciente de buscar la mano agente a tiempo de la obra agente, lo que deberá ser respondido por una oclusión dinámica radial a cualquier otra radialidad. Igualmente, gracias a empomar el arma, el segmento del arma paciente crecerá, haciendo más segura y viable la obra ejecutiva sobre la sencillez paciente, desde una línea transversal al diámetro común. Este hecho otorga potencial ejecutivo a la oclusión dinámica radial, pues da al agente la oportunidad de generar la herida, cuando el paciente pretenda continuar con el desplazamiento accidental de su arma, tras obrar ejecutivamente sobre la sencillez paciente. Para llevar a cabo la obra ejecutiva, será necesario seguir un orden lógico para aplicar cada uno de los elementos necesarios, su preparación y continuación en caso del fracaso: - Triangulación sobre el plano inferior: La triangulación sobre el plano inferior posicionará al tirador en un lugar desde donde la obra sea más eficiente, teniendo en cuenta la geometría propia y de su paciente. Se buscará que el agente esté obrando sobre el diámetro común, mientras el paciente tiene su foco, o sea, su disposición para la obra, orientado en otra dirección. Esta triangulación puede tener lugar o no, pues es posible que sea el error paciente el que facilite el medio al agente, posicionándose en un lugar desde donde el agente pueda obrar ejecutivamente sin una previa triangulación sobre el plano inferior. - Triangulación ejecutiva de las armas: La triangulación ejecutiva de las armas es aquella que asegurará que el agente no genera un medio de común herida con el paciente, y que le permitirá la obra segura, manteniendo el control de la hoja opositora. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 420 - Para ello se buscará que el agente tenga su segmento del arma sobre el diámetro común de la sencillez, mientras que el paciente tiene su segmento del arma con el rumbo más perpendicular posible a dicho diámetro, vertical u horizontalmente. Esta triangulación será clave para aumentar la eficiencia de la obra ejecutiva, siendo absolutamente necesaria en caso de no existir triangulación sobre el plano inferior. - Acciones de movimiento de los elementos intervinientes: Las acciones de movimiento de los elementos intervinientes serán aquella actividad de la anatomía agente que facilite el éxito, por medio del contacto de su hoja con una parte vulnerable del paciente. Para ello, existirá una jerarquía, que permitirá que el movimiento del agente sea lo más eficiente posible, pues moverá antes los elementos más fundamentales y, tras ellos, aquellos que aumenten la posibilidad del éxito. En conclusión: “Que el agente que pretenda la obra ejecutiva proactiva deberá obtener la ventaja por medio de la ocupación, total o parcial, de la línea recta en sentido y dirección a su objetivo ejecutivo, habiendo de mantener al paciente desfasado de esta, en foco y segmento del arma.” Jerarquía ejecutiva: La obra ejecutiva, estudiada como un conjunto de acciones que dan lugar al éxito de la intención ejecutiva agente, ha de ser acomodada a las circunstancias emergentes. De esta forma, se deberán de conjugar distintos elementos estudiados previamente para ofrecer una ejecución elegante, sin que el agente quede expuesto y minimizando la opción de que el paciente pueda actuar en contra del agente o defenderse de él. Jerarquía ejecutiva: “La jerarquía ejecutiva es el orden en que las acciones de una obra ejecutiva tienen lugar, para facilitar y optimizar el potencial de éxito de la misma.” La jerarquía ejecutiva dicta que las distintas acciones posibles habrán de estar obradas en un orden lógico, que permitan a la acción ejecutiva no ser evidente, atrevida o ineficiente energéticamente, y que además, permita un cierto margen para su cancelación o reparo, en cualquiera de sus momentos. No obstante, esta jerarquía puede ser amoldada a la situación acontecida, siendo entendida como una sucesión de eventos que temporalmente pueden tener lugar al mismo tiempo. Además, en una acción ejecutiva en ciertos contextos prácticos, será posible no precisar de todos los elementos, pues quizás algunos de ellos no precisen de acción alguna por encontrarse en la posición en la que resultarán operativos. Adicionalmente, se podrán omitir todas aquellas acciones que sucedan tras haber conseguido proporcionarse un medio, haya tenido éxito la ejecución y esto quede confirmado. Tras el contacto del paciente con la hoja agente, tan solo quedará retirarse del medio, quedando siempre protegido de las hojas implicadas y sus inercias. Es así que se da lugar a la siguiente jerarquía en orden disto-proximal: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 421 -DE LA C AUSA TÉCNICA Disposición de la hoja propia sobre el medio: La disposición de la hoja propia en el medio será la primera y más elemental acción dentro de la obra ejecutiva, pues será fundamental para propiciar la ofensa. La mera disposición de la hoja en el medio será la acción y obra ejecutiva más sencilla. Esta defenderá al agente a la par que se crea la desventaja del paciente o la igualdad con él, además, el paciente queda expuesto a verse tocado por la hoja agente, a causa de su error propio. Adicionalmente, el hecho de disponer la hoja en el medio podrá dar lugar a la espontánea agregación, teniendo un interés para facilitar el resto de la obra o podrá ser la base de la subsiguiente. Debido a esto, la acción del arma para ser ubicada y dispuesta en el medio habrá de ser la primera expresión ejecutiva. Extensión o plegado del rumbo: La extensión o plegado del rumbo, actuada según la lógica más eficiente y coherente con las circunstancias, buscará el alargamiento de la longitud proyectada y con ello, asistir a la hoja a extenderse más allá de donde inicialmente estaba ubicada, llevando su punta al extremo. Lo más eficiente será generar la extensión del rumbo de la arma sobre el diámetro común. En el plegado del rumbo se habrá de intentar que la punta nunca abandone el diámetro común o el diámetro común de la sencillez, según sea conveniente para la obra pretendida. Será posible posponer la extensión hasta actuarla tras el tumbado, pues será preciso mantener cierto plegado del rumbo para ostentar la propiedad y control del medio en situaciones en las que se pretenda una acción ejecutiva basada en una intención dispositiva, como un atajo u oclusión. Extensión de la rectitud: La extensión de la rectitud dará auxilio a la extensión del rumbo, pese a ser más lenta de obrar. Esta extensión de la habrá de buscar el alineado de la rectitud, aumentando el extremo posible del arma. Por tanto, la extensión tenderá a dejar la extremidad armada del usuario totalmente extendida, sin la posibilidad eficiente de mover el arma con plena amplitud. Así pues, se deberá asistir el movimiento con partes del cuerpo del usuario más lentas y masivas. Tumbado de cuerpo: El cuerpo del agente, tumbará para dar asistencia a la extensión de la rectitud, y extenderá de manera considerable la distancia del fondo. Este tumbado de cuerpo será el primero de las acciones del cuerpo a llevar a cabo, por ser la más rápida gracias al potencial de la musculatura abdominal. Por otro lado, cuando el agente tumbe, expondrá la parte superior del torso agente y el blossen capital de este, por ello deberá de tener lugar dicha acción una vez el arma y la rectitud hayan protegido al usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 422 - Guiñado de cuerpo al lado no armado: En caso de no ser suficiente con el tumbado, se podrá seguir persiguiendo la ejecución con la asistencia a la rectitud que genera el guiñado al lado no armado, aumentando la propincuidad. Esto reducirá más aún la posible continuación de la obra, dificultando la respuesta y exponiendo las líneas del lado armado del agente. Medio compás: Una vez el fondo sea extendido, la obra de medio compás será posible, acomodando la planta al centro de masas adelantado y/o dejando la guardia parcialmente inestable, asistiendo a la sencillez agente a posicionarse más allá del límite marcado por todo lo anteriormente obrado. Este medio compás aumentará el extremo de una manera notable, no obstante, habrá de llevarse a cabo una vez el arma quede con cierto paralelismo al plano inferior y al diámetro común. Compás completo: La obra del compás completo, tendrá lugar siempre tras la acción del cuerpo, pues se valdrá de ello para posibilitar el movimiento del centro de masas. Este compás completo podrá la alternativa a medio compás, en caso de precisarse una mayor extensión del tránsito. Esto culminará la obra ejecutiva, dando también lugar al condicionamiento y/o la inhabilitación de la respuesta, reduciendo considerablemente el potencial de continuación de la obra. El compás obrado completo tras la acción previa de todos los elementos, tendrá la única función de asistir a la obra ejecutiva. Por ello, habrá de dar lugar a una planta extendida y de acometida, para aumentar la eficiencia del lance. Se ha de remarcar la necesidad de reducir al mínimo el paso por esta consecución de acciones, quedando claro que la obra ejecutiva más eficiente es aquella que más al principio quede en esta jerarquía. “La obra ejecutiva más eficiente será aquella que menos elementos tenga implícitos.” Se concluye por tanto: “Que la obra ejecutiva más eficiente será la mera disposición de la hoja en el medio, y será asistida ordenadamente por el resto de herramientas biomecánicas y técnicas, para la obtención del éxito de la manera más eficiente.” Teniendo en cuenta las anteriores premisas, esta misma jerarquía será potencialmente aplicable a otras obras en las que el potencial ejecutivo esté presente, como la oclusión dinámica o el atajo, que pese a resultar ser obras dispositivas, existe la posibilidad de ser continuadas para dar lugar a la ejecutiva. La jerarquía ejecutiva podrá ser entendida de manera bidireccional, o sea, que podrá ser obrada en sentido disto-proximal, de la disposición de la hoja propia al compás, o próximo-distal, del compás a la disposición de la hoja. Esto hará que la obra ejecutiva pueda adaptarse a la necesidad emergente, siendo recurrentemente necesario el seguir la jerarquía para optimizar una mayoría estadística de situaciones posibles. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 423 -DE LA C AUSA TÉCNICA - La jerarquía disto-proximal para ejecutar y defender. - La jerarquía próximo-distal para preparar. Intercambiar el orden de la jerarquía ha de ser motivado por la intención con la que es llevada a cabo la obra. En una mayoría estadística de las situaciones posibles, si se pretende la obra con intención ejecutiva inmediata o defensiva, el orden será disto-proximal. Contrariamente, en la mayoría de situaciones, cuando se pretende la preparación de una obra, el orden será próximo-distal. Esto último responde a la necesidad de mantener el arma la mayor parte del tiempo posible desarrollando la labor de cobertura y control del paciente, durante el desplazamiento del agente. “Cuando se ejecute, de la punta a la planta. Cuando se prepare, de la planta a la punta.” Objetivo ejecutivo: Un objetivo ejecutivo es aquel lugar al que un agente pretende llevar la hoja de su arma, independientemente del punto de esta, con la intención de inhabilitar o generar una herida en su paciente. “El objetivo ejecutivo es aquel punto vulnerable del paciente o su arma donde el agente pretende herir.” El objetivo ejecutivo estará estrechamente ligado a la naturaleza, identidad y potencial de la obra. De esta manera, la obra agente quedará condicionada, en su configuración geométrica y tiempo, por la ubicación del objetivo ejecutivo. Igualmente, el objetivo ejecutivo del agente sobre el paciente, condicionará a este último, pues tendrá que obrar acorde a ello para poder defender su integridad con solvencia. “El objetivo ejecutivo del agente sobre el paciente marcará, condicionará y determinará la obra de ambos.” Así pues, se tendrán en cuenta los aspectos figurados y literales del objetivo, atribuyendo cada uno de ellos una determinada función. La lógica figurada: La lógica figurada será aquella que arroje los efectos que hipotéticamente ocurrirían en una ejecución y tras esta, si la naturaleza figurada del arma estuviese presente en el mundo físico. Dictará que el objetivo ejecutivo quedará herido, inhabilitado o suprimido tras el contacto con la hoja, y por tanto, generará una dificultad superlativa o total imposibilidad en la continuación de la obra por parte del sujeto herido. Será así que se justificará el final del asalto. La lógica literal: La lógica literal será aquel conjunto de efectos físicos que ocurren en la ejecución. Dentro de esta lógica estará el contacto físico entre hoja y paciente, así como el castigo y el control de la inercia para la correcta aplicación de las fuerzas que lo faciliten. Hay que hacer mención a que el objetivo ejecutivo no debe estar plena y rígidamente ligado a la intención, pues el contexto puede no ser favorable a esta, por motivos y condicionantes que se alejan TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 424 - de la percepción o previsión del agente. Así pues, se puede entender que el objetivo ejecutivo podrá ser un elemento que aparezca fugazmente, abriendo una vía y trayendo la oportunidad de ejecutar. Esto se convierte en la máxima expresión de la eficiencia, si es el resultado de una intención dispositiva sostenida, que mantendrá seguro al agente mientras el paciente se expone al error. “El objetivo ejecutivo podrá ser producto de la oportunidad o de la premeditación.” Teniendo en cuenta la geometría y naturaleza figurada propia de las armas láser, así como la técnica asociada a ella, se entenderá que la sencillez del paciente será el objetivo ejecutivo más eficiente. Se deberá a permitir minimizar la exposición agente en la obra y la lesión paciente, en el éxito de la misma. Se obtendrá con ello el mayor valor posible de la obra ejecutiva al ser un objetivo ejecutivo que permitirá inhabilitar al paciente, impidiendo completamente su operatividad y la de su arma. “El objetivo ejecutivo más eficiente será la sencillez paciente.” Adicionalmente y para mayor exactitud geométrica, se hablará de punto de tocamiento para definir el punto concreto del objetivo ejecutivo en que la hoja del agente esté haciendo contacto con una parte vulnerable del paciente, justo en el momento del éxito ejecutivo. Punto de tocamiento: “El punto de tocamiento es el lugar exacto, del volumen vulnerable del paciente, en el que la hoja agente está haciendo contacto atribuyendo el éxito ejecutivo.” “El punto de tocamiento habitual, en un asalto entre dos tiradores experimentados, será la anatomía periférica a la sencillez o el emisor lucido del opositor.” Objetivo ejecutivo absoluto y de fortuna: Cada una de las inmersiones del paciente en el medio proporcional, o la inclusión consciente de este sujeto en el medio proporcional del agente, darán como resultado unos posibles objetivos ejecutivos, cambiantes y condicionados a la obra que se ha usado para llegar a dicho contexto y medio. El objetivo ejecutivo tendrá estará determinado y nombrado dependiendo de si tiene una naturaleza que aprovecha la oportunidad o, por el contrario, es resultado de la reflexión. Objetivo ejecutivo absoluto: “El objetivo ejecutivo absoluto es aquel que se liga teniendo en cuenta la intención específica del agente, de herir u ofender, en un punto determinado del paciente.” La ligadura del objetivo ejecutivo absoluto puede y debe ser producto de la obra absoluta, por consiguiente, una decisión voluntaria y plenamente consciente, que hará uso de todas las cualidades del objetivo para su ligamento. Para la obra sobre el objetivo ejecutivo absoluto se precisará de la proactividad, pues se habrá de dar lugar al medio pretendido, por parte del agente de manera voluntaria. No obstante, durante el proceso; idealmente dispositivo, podrán aparecer oportunidades ejecutivas eventuales, lo que hará que se deban de aprovechar, si se pretende dar conclusión al asalto de la manera más rápida y eficiente posible. En esas oportunidades aparecerá el objetivo ejecutivo de fortuna. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 425 -DE LA C AUSA TÉCNICA Objetivo ejecutivo de fortuna: “El objetivo ejecutivo de fortuna es aquel que se liga debido aprovechando la oportunidad eventual.” El objetivo ejecutivo de fortuna surgirá cuando el punto en el que ofender emerja de la ocasión generada, al margen de lo inicialmente previsto. Normalmente, el objetivo ejecutivo de fortuna será aquel que su ligadura es el resultado de una intención y obra dispositiva sostenida, que buscará el error paciente, donde la libre elección del objetivo ejecutivo no siempre será posible, pues estará condicionada por los eventos emergentes y sorpresivos, o que se ciñe a aquellos puntos del paciente donde se presenta eventualmente la oportunidad de la potencia de herir, como resolución ejecutiva in extremis “El objetivo ejecutivo ideal tendrá su génesis en la oportunidad creada por la obra dispositiva.” Habrá de evitarse, para la máxima eficiencia de la obra, centrarse en un objetivo ejecutivo de manera sostenida, pues se perderán oportunidades y potencia de obra al centrar la atención en un elemento concreto. “Se buscará el objetivo ejecutivo absoluto, con total control del paciente, aprovechando siempre la oportunidad sobre objetivos ejecutivos emergentes que puedan dar conclusión al asalto de manera más eficiente.” Ligadura de la intención al objetivo ejecutivo y virtual: Se hablará de ligar un objetivo ejecutivo cuando un agente centre su atención en un elemento de la anatomía de su paciente, pretendiendo la ejecución sobre él. Esto estará justificado subjetivamente por las cualidades del objetivo ejecutivo. Así pues, el acto de focalizar la intención sobre un objetivo ejecutivo, será entendido como ligar. Por el contrario, hacer que el opositor disipe la atención, intención o interés por un objetivo ejecutivo, se entenderá como desligar. Ligar: “Se habla de ligadura cuando la atención de un individuo se centra en un punto vulnerable de su paciente sobre el que obrar con intención ejecutiva.” Desligar: “Se habla de desligar, cuando aquel sobre el que está puesto el objetivo ejecutivo consigue que su opositor retire su intención de ejecutar sobre el punto que anteriormente había elegido como objetivo ejecutivo.” El objetivo ejecutivo agente puede estar presente en distintos elementos vulnerables del paciente. Así pues, para que un punto de la anatomía o equipo del opositor se convierta en un objetivo ejecutivo viable, al que ligar la intención y obra, deberá reunir unas eventuales cualidades, en mayor o menor medida, siendo la reunión de todas ellas la que generará un objetivo ejecutivo óptimo. Serán las cualidades de un objetivo ejecutivo las que deberán de determinar la elección del objetivo ejecutivo para cada medio y contexto. Por tanto, serán dichas cualidades lo que hará a un agente entender la idoneidad de obrar sobre un objetivo ejecutivo de fortuna, o dejar pasar la oportunidad. Cualidad del objetivo ejecutivo: “Una cualidad del objetivo ejecutivo es un argumento que favorecerá la eficiencia de ejecutar sobre un objetivo ejecutivo.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 426 - Para un agente, cada uno de los objetivos ejecutivos posibles tendrá cualidades y motivos para ser ligados a la intención ejecutiva, cuando esta esté dentro de una obra absoluta, preparada o coherente con la intención. A la totalidad de dichas motivaciones se les llamará ligamento. Ligamento: “Conjunto de argumentos y cualidades de un objetivo ejecutivo, que llevan a un sujeto a definirlo y fijarlo en un punto concreto de su opositor.” Además, para un mismo agente, existirá una o varias obras con las que hacer entender a su paciente que será más eficiente desligar la intención de un objetivo ejecutivo concreto. A esto se llamará método de desligado y normalmente hará uso de la faz. Método de desligado: “El método de desligado es aquella obra destinada a que un paciente cancele la intención ejecutiva sobre un objetivo ejecutivo concreto.” El ligamento del objetivo ejecutivo y su ligadura darán lugar a una línea recta que se extiende por el espacio, llamada diámetro del objetivo ejecutivo, siendo posible la proyección sobre cualquier plano de proyección cartesiana. Diámetro del objetivo ejecutivo: “El diámetro del objetivo ejecutivo es la línea recta existente entre la sencillez del agente y su objetivo ejecutivo.” Cuando el objetivo ejecutivo esté ligado a la sencillez, tanto en agente y paciente, el diámetro del objetivo ejecutivo será igual al diámetro común de la sencillez. Por ello se usa habitualmente el diámetro común de la sencillez para la descripción de obras ejecutivas, pues dicha sencillez será el objetivo ejecutivo habitual y recurrente. Adicionalmente, existirá un posible objetivo virtual, que será un punto del espacio donde el agente podrá pretender llevar su hoja, y donde no exista un elemento vulnerable del paciente. Esto podrá tener implicaciones ejecutivas o de cualquier otra índole. Objetivo virtual: El objetivo virtual es un punto del espacio donde el agente pretende ubicar su arma, mas donde no está presente ninguna parte vulnerable del paciente. Teniendo esto en cuenta, podrá existir una intención del agente de ligar su objetivo y posición de la hoja a un objetivo virtual, lo que dará lugar a que la hoja quede en un punto del espacio donde no exista la inmediata ejecutiva, algo que normalmente tendrá implicaciones dispositivas. Esto podrá ser usado para facilitar el control de la hoja paciente, incluso para proporcionar una posición al arma agente, que quede en un punto del espacio por donde se prevea que transitará una parte vulnerable del paciente, dando lugar a la potencia de herir. Por lo tanto, existirá un diámetro entre la sencillez agente y el objetivo virtual, que será entendido como diámetro del objetivo virtual, y facilitará la concepción y extracción de información de la geometría asociada. Diámetro del objetivo virtual: “El diámetro del objetivo virtual es la línea recta que une la sencillez del agente con un punto del espacio donde no se haya aún ninguna parte vulnerable del paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 427 -DE LA C AUSA TÉCNICA Se podrá usar el interés del paciente por ejecutar sobre un punto concreto del agente, para guiar su intención, controlar su obra y prever sus acciones. “La obra paciente será fácilmente prevista cuando dicho paciente se exprese y muestre claramente interesado en ejecutar sobre un punto del agente.” Gracias a ello, se podrá tentar al paciente, exponiendo una parte vulnerable agente, y pretendiendo que el paciente la ligue como objetivo ejecutivo. Ese proceso será un recurso de la faz que condicionará profundamente la obra del opositor. Tentar: “Tentar será exponer intencionalmente una parte vulnerable agente, pretendiendo que el paciente ligue su objetivo ejecutivo a ella, condicionando su obra.” La sencillez agente es la parte más eficiente con la que tentar al paciente, siendo esta la más rápida en actuar, ofreciendo la mayor potencia de obra, pudiendo beneficiarse de la obra de las oclusiones dinámicas, tanto radiales como paralelas. De esta forma, la sencillez agente deberá de quedar posicionada adelante, desde donde la obra de las oclusiones posibles será más óptima, permitiendo llevar dicha sencillez a cualquier radialidad. Así pues, cuando se tiente con la sencillez, se deberá entender que será más eficiente usar la posición de adelante. Las rectitudes radiales podrán ordenarse por su eficiencia estadística tentando, según su numeración, siendo la más eficiente la primera y la menos eficiente la cuarta. “La sencillez será el elemento más eficiente que el agente usará para tentar al paciente.” Hay que ser consciente de que ligar la intención a un objetivo ejecutivo concreto condicionará la obra, creando un sesgo determinante en la percepción del agente que liga, que le hará perder la consciencia de aquellas oportunidades de ejecución que surjan al margen del ligamento creado. Esto ha sido estudiado por Chabris y Simons, que arrojarán luz sobre este fenómeno psicológico, a evitar en un asalto en el que se pretenda la obra más eficiente. “Se habrá de evitar obcecarse con un objetivo ejecutivo, pues se perderán las oportunidades emergentes paralelas.” Igualmente, la expresión evidente y la faz orientada a manifestar el ligamento sobre un objetivo ejecutivo, puede dar lugar ser un recurso consciente para el trabajo con la intención, generando con ello la apertura de líneas en el objetivo ejecutivo real, o incluso obteniendo una ventaja sobre la obra en segunda intención. “Se podrá usar una falsa ligadura para dificultar la previsión agente.” El cambio del objetivo ejecutivo en cada una de las inmersiones en un medio o en un estrato distinto del medio proporcional, hará la obra más eficiente, pues se perderá la posibilidad de que el paciente ligado pueda generar mecanismos defensivos orientados a la protección constante del objetivo ejecutivo agente. El objetivo ejecutivo habrá de ser un elemento cambiante en cada inmersión, también condicionado por la naturaleza de esta, tanto geométrica como intencional, que hará más o menos eficiente a dicho objetivo, y por tanto, generará una mayor cantidad de cualidades. “El objetivo ejecutivo habrá de ser cambiante, adaptándose orgánicamente a los ligamentos y medios en los que exista.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 428 - En conclusión: El agente, habrá de ligar un objetivo ejecutivo de manera que le favorezca a su intención y propósito, y a su vez, habrá de evadir la ligadura del paciente a un objetivo ejecutivo concreto, funcional y eficiente. O sea, que el agente pretenderá vislumbrar la mejor de sus posibilidades ejecutivas, mientras dificultará activamente la comprensión paciente de los objetivos ejecutivos de ambos. “El agente deberá entender su objetivo ejecutivo y dificultar activamente que el paciente entienda el de ambos.” Cualidades particulares de un objetivo ejecutivo, que poseerán motivos de ligadura y métodos de desligado: Las cualidades particulares de un objetivo ejecutivo serán cada uno aspectos que harán viable o inviable escoger un elemento del paciente como objetivo ejecutivo del agente. Por tanto, se deberán de estudiar cada una de las cualidades particulares y sus contextos, de esa forma determinar cuáles serán los motivos para ligar un objetivo ejecutivo y qué métodos de desligado existirán. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que el objetivo ejecutivo esté dentro del medio proporcional agente: Motivos de ligadura: El medio proporcional determina la posibilidad de ejecutar sin la necesidad generar desplazamiento notable sobre el plano inferior. Será esto que determinará la inmediatez de la respuesta ejecutiva a una invasión del medio por parte de una facción vulnerable del paciente, cuando este no esté en potencia de obrar o herir. Se determina, en consecuencia, que la parte de la anatomía paciente más propensa a transitar por el medio proporcional agente será la sencillez, y por tanto, quedará definida como el objetivo ejecutivo más eficiente. En conclusión, quedará más propensa a ser ligada aquella parte vulnerable del paciente distal a este y próxima al agente. Métodos de desligado: Para desligar un objetivo ejecutivo basado en la dimensión del medio proporcional, bastará con dilatar esta, generando distancia o dando a entender un medio aparente mayor, que haga al paciente desechar la idea de poder alcanzar la ejecución por no estar dentro de su extremo o control de la hoja agente. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que el objetivo ejecutivo esté dentro del medio de común herida. Motivos de ligadura: El hecho de que un objetivo ejecutivo esté dentro del medio de común herida, aumentará considerablemente la dificultad para ser alcanzado con seguridad, pues la exposición del ejecutante será superlativa. No obstante, según las condiciones y la comprensión de los medios, esto no responde a una distancia, sino a la naturaleza de lo posible. Por tanto, el hecho de que un objetivo ejecutivo quede en el medio de común herida, TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 429 -DE LA C AUSA TÉCNICA por consiguiente, más distal a un agente, no determinará necesariamente su inviabilidad, pues un medio de común herida puede ser mutado a un medio proporcional con el control de la hoja paciente, que dará como resultado el medio proporcionado. Métodos de desligado: Aquel agente que esté siendo objeto de la intención ejecutiva, habrá de discernir si su paciente que le tiene ligado es consciente de la peligrosidad de la común herida. De ser así, ceñir el medio con un control eventual y plenamente dispositivo del arma paciente, hará a este último desligar su objetivo ejecutivo. Será útil, para desligar un objetivo ejecutivo paciente, dejar clara y remarcar la potencia de quedar paralelas de las hojas. En definitiva, dar a entender al paciente la potencia de común herida. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que el objetivo ejecutivo esté ubicado dentro de una trazada presente del arma agente: Motivos de ligadura: Que una trazada no haya de ser reubicada o reparada, en mayor o menor medida, para la obtención del éxito ejecutivo es determinante para la eficiencia de la obra. Lo que será un motivo de ligadura para cualquier objetivo ejecutivo que se encuentre en la trazada presente o futura del arma. Será así que un arma en movimiento podrá determinar qué objetivos ejecutivos pueden ser óptimos y cuales ser desechados como viables, pese a su presencia en el medio proporcional o su exposición. Esto se debe a que el objetivo ejecutivo que permita la obtención más directa y veloz del éxito tendrá un mayor potencial que aquel que posea una mayor luz con un mayor tiempo requerido para la obra sobre él. Métodos de desligado: La oclusión clara hará que cualquier paciente que tenga ligado un objetivo ejecutivo, desista de su intención, pues habrá de reubicar su arma y repara su trazada para obtener el éxito, cosa que será altamente ineficiente, si la pretensión de dicho paciente era la de generar una trazada directa o aprovechar el vector de inercia ya generado. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que se pueda generar la ejecución sobre el objetivo ejecutivo sin exposición del agente: Motivos de ligadura: Esta cualidad está centrada en generar un objetivo ejecutivo óptimo, partiendo de la base de que no exista posibilidad a ser herido en la obra ejecutiva. Esto habrá de estar concatenado con la obra de antagonismos y de un correcto control de la hoja paciente. Métodos de desligado: Si un paciente liga su intención ejecutiva a un objetivo sobre el agente, por entender que tiene el control de la hoja de este último, bastará para dicho agente con obrar una transferencia de medio y/o un libramiento de aquel atajo potencial. Si el paciente que se había ligado a un objetivo concreto TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 430 - pierde el control preciso del arma, desligará el objetivo y pretenderá la adquisición de otro que le permita la ejecución segura. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que sea posible la ejecutiva sobre el objetivo ejecutivo de manera clara y visible: Motivos de ligadura: En el contexto del duelo, la ejecución visiblemente clara y distanciada en el tiempo de cualquier respuesta paciente, hará que el Juez y el propio opositor puedan discernir sobre el tocado, y con ello, propiciar y facilitar tanto la confesión como el “hit”. En cualquier otro contexto práctico, literal o figurado, la ejecución clara y precisa, aportará la posibilidad de retirarse de los medios con seguridad al entender y quedar clara la sumisión del paciente. Métodos de desligado: El método más eficiente para dificultar el discernimiento del momento en que se realiza el tocado, así como para impedir la clara sensación de haberlo logrado, será disponer en antagonismo de oposición la hoja agente frente a la paciente, reduciendo así al máximo paso del ángulo de ataque. Esto hará que de realizarse la acción ejecutiva por parte del paciente, no se distancie considerablemente en el tiempo con la subsiguiente ejecutiva por parte del agente. Así pues, si el paciente es conocedor de esto, ante el antagonismo de oposición, desligará el objetivo ejecutivo en caso de ser la sencillez del agente. Cualidad del objetivo ejecutivo: Que el objetivo ejecutivo resulte imprescindible para la operatividad del paciente: Motivos de ligadura: Si el objetivo ejecutivo resulta ser una parte vulnerable fundamental para la operatividad del opositor, la potencia y valor de la obra crece, y por tanto, se justifica en mayor medida la exposición posible del agente. Es así que el objetivo ejecutivo gana interés para el que pretenda obrar sobre él. De lo contrario, cuando el objetivo ejecutivo resulta ser una parte no fundamental para la operatividad del paciente, su ligamento decrecerá, en parte por no ofrecer una inhabilitación figurada instantánea. Métodos de desligado: Para hacer a un paciente desligar un determinado objetivo ejecutivo que no sea la sencillez del agente, dicho agente podrá disponer su arma o la sencillez frente a dicho objetivo. Esto hará que, si el objetivo es cualquier parte más allá de la sencillez, el paciente desligue, pues pretendía una ejecución con mayor potencial lesivo, figurado o literal y con una menor exposición. Además, con mostrar la oclusión pretendida sobre la línea de entrada al objetivo ejecutivo, aquel que pretenda la ejecutiva se verá disuadido. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 431 -DE LA C AUSA TÉCNICA Triangulación sobre el plano inferior: Para entender la coherencia entre el desplazamiento agente y paciente, se precisará del entendimiento de la triangulación generada entre el foco y el diámetro común, pues esto será un axioma en que se deberá fundar la obra de aquel que pretenda la obra ejecutiva. “La triangulación sobre el plano inferior es el concepto que pretende el desfase del foco paciente del diámetro común, mientras el foco agente queda sobre él.” Dicha triangulación será dada por el triángulo rectángulo buscado o generado en el plano inferior, entre el diámetro común y el foco del paciente. Se entiende pues, que el diámetro común y el foco de un paciente pueden no coincidir en un momento concreto del tiempo, gracias a un sorpresivo desplazamiento agente, tras el cual, la presentación de guardia y foco del paciente quedarán orientados a una dirección y sentido distintos a la posición del agente. Será de esta manera que el agente estará en ventaja sobre el paciente. “El agente magnificará el potencial de su obra gracias al desfase del foco paciente.” Esta triangulación otorgará una herramienta funcional para la concepción, análisis del trabajo y desplazamiento sobre las líneas de geometría del plano inferior, concretamente la infinita y transversales, que facilitarán la obra dispositiva y ejecutiva del usuario, gracias a la triangulación generada entre el foco agente, el paciente y el diámetro común. Será viable así hacer que el foco agente quede desfasado del diámetro común, lo que aportará una ventaja temporal, geométrica y consciente al agente usuario consciente de dicha triangulación. “La triangulación sobre el plano inferior tiene la función de facilitar la inmersión en el medio de manera segura, generando el desfase angular del paciente respecto al diámetro común.” No obstante, habrá de entenderse la posición de la sencillez de cada uno de los tiradores como un elemento complementario, que no está total y necesariamente sujeto a la ubicación del cuerpo de estos. Por tanto, la triangulación sobre el plano inferior condicionará la posición de los centros de masas, que condicionarán las ubicaciones posibles de la sencillez, mas no la determinarán totalmente, al poder esta estar ubicada en torno al usuario. Por ende, se entiende que la sencillez tendrá la posibilidad de generar su propia triangulación, independiente o complementaria a la del centro de masas. Esta triangulación de la sencillez y de los segmentos de las armas será la triangulación ejecutiva, que tendrá base en la triangulación sobre el plano inferior. “La sencillez, gracias a ser un elemento independiente y a la triangulación ejecutiva, complementará a la triangulación sobre el plano inferior, aumentando así las posibilidades de obrar.” Medición y cálculo de la triangulación sobre el plano inferior: Para posibilitar la comprensión de aquello necesario para conseguir el desfase del paciente, el agente deberá de ser capaz de entender la trigonometría implícita en la obra y el desplazamiento sobre el plano inferior. No obstante, para facilitar el uso práctico de los conceptos, se hará una reducción y síntesis de los elementos participantes del análisis y aplicación de la triangulación. La ubicación del centro de masas proyectado del agente sobre el plano inferior, previa al tránsito, será tomada como un vértice del triángulo (AU1). Este será el centro de masas inicial agente, sostenido por la planta inicial agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 432 - La ubicación del centro de masas proyectado del agente sobre el plano inferior, posterior al tránsito, será tomada como otro vértice del triángulo (AU2). Este será el centro de masas final agente, sostenido por la planta final agente. La ubicación del centro de masas proyectado del paciente sobre el plano inferior será tomada como otro vértice un del mismo triángulo (BU1), siendo el centro de masas inicial paciente, sostenido por la planta inicial paciente. El diámetro común resultante del desplazamiento agente (Φ), que irá de AU2 a BU1, será tomado como un lado del triángulo, concretamente como un cateto. Este diámetro se podrá entender como el diámetro común final, tras el desplazamiento agente. El foco del paciente (BFo), en la generación de su línea recta, será tomado como otro lado del triángulo, respondiendo a la distancia según la longitud de recta. (Fo: para el foco, AFo: para el foco del agente, BFo: para el foco del paciente.) El punto de la línea recta del paciente en que se cortan BFo y su perpendicular que parte de la AU2 será llamado “corte de recta” y expresado como “Cr”. La longitud de la línea perpendicular a BFo que parte de AU2 hasta el corte de recta (Cr), será llamada “desviación de recta”, expresada como “Dr”, y será otro de los catetos del triángulo. Con un tránsito transversal de acometida la desviación de recta será menor que con un tránsito de igual extensión sobre una transversal conservada. La longitud de la desviación de recta será cero cuanto coincidan el diámetro común y el foco del paciente La longitud de la línea entre AU1 y el corte de recta, será llamada “ganancia de recta”, expresada como (Gr). Dependerá esto de la angulación del tránsito respecto al diámetro común inicial. Dicha angulación podrá ser de acometida, con una mayor ganancia de recta, o conservada con una menor ganancia de recta. La ganancia de recta podrá ser negativa en caso de ser la intención agente la de extender el diámetro común en AU2. La distancia entre la ubicación del paciente (BU1) y el corte de recta (Cr) será llamada “Longitud de recta” y expresada como “Lr”. Será entendida como la distancia que recorre la mirada del paciente sobre su foco hasta alcanzar la longitud en el eje Z en la que se encuentra el agente. El tránsito obrado entre AU1 y AU2 será tomado como otro lado del triángulo y expresado como “Cd”. (Cd: para el tránsito, ACd para el tránsito del agente.) Los ángulos serán representados con el símbolo “Θ”, la letra griega zeta mayúscula y serán medidos en grados. El nombre de los ángulos será configurado con la estructura: símbolo de ángulo (Θ), nombre del lado 1 y nombre del lado 2. Será entendido como ángulo de desfase (ΘD), aquel ángulo generado entre los lados del diámetro común (Φ) y el foco del paciente (BFo). Aclaraciones: Tras cada uno de los desplazamientos de agente y paciente, se generará un nuevo diámetro común, existiendo este también durante el desplazamiento. Por tanto, se entenderá en concordancia con la guardia y plantas que exisitirá un diámetro común inicial, asociado a una guardia inicial y un diámetro común final, asociado a una guardia final. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 433 -DE LA C AUSA TÉCNICA Diámetro común inicial en una triangulación sobre el plano inferior: (AU1 - BU1) Diámetro común final en una triangulación sobre el plano inferior: (AU2 – BU1) Será lógico pensar que los diámetros comunes iniciales del agente y paciente, cuando ambos tiradores estén con sus aspectos en oposición, quedarán total o parcialmente paralelos, siendo ambos el diámetro común inicial, a efectos prácticos. Una vez el agente obre el compás transversal o trepidante, generará una ganancia de recta, que creará una ganancia de recta, en mayor o menor medida, con el paciente al paciente. - La ganancia de recta puede ser positiva, acercando al agente al paciente, cosa que tendrá lugar con el compás transversal. Esto será posible con una angulación pura o de acometida, incluso conservada si no es exagerada dicha conservación. - La ganancia de recta podrá ser neutra o inexistente, dando lugar a un diámetro común final igual al diámetro común inicial. Esto tendrá lugar cuando se obre el compás transversal de manera marcadamente conservada. - La ganancia de recta será negativa, o sea, que alejará al agente del paciente en el diámetro común final. Esto tendrá lugar con el compás trepidante o con cualquier compás transversal extraño. Tras la triangulación sobre el plano inferior el agente quedará con su foco sobre el diámetro común final, mientras que el paciente quedará desfasado de dicho diámetro común, o sea, orientado a una línea distinta. “Con la triangulación sobre el plano inferior se da lugar a que se cumpla la primera premisa del medio proporcionado.” “La triangulación sobre el plano inferior deberá ser complementada con la triangulación ejecutiva para elevar el potencial de la obra.” Ángulo de desfase: “El ángulo de desfase es aquel ángulo generado entre el diámetro común y la línea de foco del paciente, gracias a la obra y triangulación del agente sobre el plano inferior.” Cuando el diámetro común coincida con el foco del paciente, o sea, que generen un ángulo Θ de 0º, se entenderá que el agente y el paciente están enfocados, y su desviación de recta será igualmente de cero. Cuando el ángulo de desfase (ΘD) sea mayor a 0º y menor de 90º, el agente estará desviado a su siniestra, o sea, a la diestra del paciente, no superando la paralela del plano vertical del paciente. Por el contrario, cuando el ángulo ΘD es mayor de 270º y menor a 360º, el agente estará desviado a la siniestra del paciente, igualmente, no superando la paralela del plano vertical de este. “A mayor ángulo de desfase, mayor ventaja tendrá el agente sobre el paciente.” En cualquier caso en que el ángulo de desfase sea distinto a 0º, se trazará un triángulo rectángulo con el vértice del ángulo recto en el punto en que se cruzan la línea del foco paciente (segundo cateto) y la perpendicular a esta trazada desde el AU2 (primer cateto), concretamente llamado corte de recta. Esto dará una perspectiva pitagórica a la geometría emergente, que facilitará el análisis y la determinación de las obras coherentes a la intención. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 434 - “El ángulo de desfase es un producto y herramienta asociada al análisis geométrico de lo acontecido en el asalto, por medio de la trigonometría.” El desfase puede ser producido por el cambio en la intención paciente, haciendo este que su foco se desfase y pase a estar sobre su bisectriz de planta en lugar de sobre el diámetro común. “El ángulo de desfase puede ser producido por la intención paciente de transitar sobre su transversal, e igualmente el agente quedará desfasado si en su tránsito no fuerza el sostenimiento del foco sobre el diámetro común.” Esto facilitará el trabajo sobre las transversales, tanto en guardias estables como pulsadas. Será debido a que podrá optimizarse la preparación de la obra de compases para aumentar o continuar el desplazamiento transversal a la vez que se dispone una planta coherente con la intención, que permitirá la mutación de la afirmación y posición del torso para aumentar la dimensión del medio proporcional. Se podrá entender: “El desplazamiento transversal es fundamental por permitir la marcha, ceñir el medio y generar el desfase eventual del foco paciente respecto al diámetro común.” Dependiendo de si el desfase agente se produce al lado armado o no armado del paciente, el agente perderá medio o lo ganará respectivamente. Esto es debido a que el ángulo base de la rectitud del paciente sobre el que se genera el desfase funciona como un punto estático en el espacio, cuando su vértice se comprende en el segmento superior y cuando el paciente encara al opositor con el segmento del arma. Se dará con ello lugar a que, cuando el desfase se genere a lado armado del paciente, se esté desplegando a este y se aleje su cuerpo respecto a su plano límite y extremo. Por otro lado, cuando el desfase se genere al lado no armado del paciente, plegándolo, su plano límite se acercará irremediablemente a su cuerpo, dado el agudado de su ángulo base de la rectitud. - Si el tránsito agente genera un ángulo de desfase al lado armado del paciente, el segmento de la sencillez tenderá a estrecharse naturalmente. - Si el tránsito agente genera un ángulo de desfase al lado no armado del paciente, el segmento de la sencillez tenderá a extenderse naturalmente. Así pues, se generan dos formas de establecer la ganancia del medio de acuerdo a la triangulación sobre el plano inferior: Ganando grados de postura: Se ganarán grados de postura cuando un agente obtenga el desfase del foco paciente sobre el diámetro común, quedando dicho foco paciente al lado armado agente. El paciente que esté privado, quedará desplegado, si su mano armada es la misma que la agente. En caso de que el paciente sea zurdo y/o armado en la mano contraria del agente, quedará encrucijado. Ganando grados de perfil: Se ganarán grados de perfil cuando un agente obtenga el desfase del foco paciente sobre el diámetro común, quedando dicho foco paciente al lado no armado agente. El paciente que esté privado quedará encrucijado, si su mano armada es la misma que la agente. En caso de que el paciente sea zurdo y/o armado en la mano contraria del agente, quedará desplegado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 435 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por tanto: “Será el desplazamiento transversal aquel ideal para obrar, pues aportará la posibilidad de conseguir remisar la hoja paciente sin un necesario atajo en disposición de esta, permitiendo el acceso a las líneas abiertas por los grados de perfil o los grados de postura, así como mutará la guardia paciente respecto a la geometría común por el desfase geométrico generado.” Triangulación ejecutiva: “La triangulación ejecutiva es aquella obra que pretende la configuración de un triángulo rectángulo, por parte de un agente, para la obtención de una ejecución segura sobre el paciente.” La triangulación, en el contexto que nos ataña, hace referencia a la configuración de un triángulo rectángulo hipotético, con los segmentos de las armas y el objetivo ejecutivo como elementos intervinientes. Normalmente, esta triangulación será complementaria a la triangulación sobre el plano inferior, generada por el tránsito del centro de masas proyectado, dando como resultado una obra más eficiente, al proporcionar al agente una ventaja geométrica mayor con más elementos implícitos. Por tanto, la triangulación ejecutiva será auxiliada por la triangulación sobre el plano inferior, aumentando con ello la amplitud y posibilidades de la obra. “La triangulación ejecutiva será idealmente asistida por la triangulación sobre el plano inferior.” La triangulación ejecutiva, por sí sola, nos posibilita la obra ejecutiva proactiva y reactiva, sin necesidad de desplazamiento alguno sobre el plano inferior. No obstante, al hacer referencia tan solo a la ubicación de la rectitud y arma agente, se precisa que sea el paciente quien se introduzca en el medio proporcional del agente, concretamente en el estrato más interno de la zona de sombra o en el horizonte de sucesos. “La triangulación ejecutiva permite convertir un medio proporcional en un medio proporcionado, transfiriendo la propiedad, evitando la común herida y minimizando la exposición agente.” Esta triangulación ejecutiva puede tener lugar de manera consciente, tan solo para proporcionar potencial ejecutivo a una obra que no tenga esa intención directa. Producto de esto será la oclusión dinámica radial, que aprovechará la triangulación para disponer en el medio la punta del arma agente, con potencial ejecutivo. La triangulación ejecutiva, concretamente aquella en la que intervengan los segmentos de las armas, es un requisito fundamental para la obtención del medio proporcionado y el éxito ejecutivo, pues determina que la posición de la hoja agente no coincida en el espacio y el tiempo con la disposición de la hoja paciente, lo que generaría un medio de herida mutua, con posibilidad de herirse agente y paciente al unísono. Dicha triangulación ejecutiva resultará un recurso universal para las armas láser, pues siempre habrá de estar presente para asegurar la integridad del agente en su obra ejecutiva, independientemente de configuración anatómica del agente y del paciente y/o de las condiciones contextuales. “La triangulación ejecutiva será un elemento geométrico universal, fundamental para la técnica particular emergente de las armas láser.” Al estar las armas láser carentes de geometría capaz de proteger la sencillez del usuario, en la obra ejecutiva se habrá de recurrir a la obtención de un desfase, entre la hoja del paciente y la del agente, que siempre deberán estar anguladas para evitar el medio de común herida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 436 - “Por la naturaleza del arma láser, la obra ejecutiva eficiente habrá de asegurar el ángulo de las hojas intervinientes en una obra ejecutiva.” El segmento del arma agente deberá de quedar sobre el diámetro del objetivo ejecutivo, que normalmente será la sencillez paciente. Mientras tanto, el segmento del arma paciente quedará desfasado, angulado e idealmente coincidente en su parte más proximal con el arma agente. Para el estudio de la triangulación ejecutiva, existirán unas referencias que determinarán los elementos implicados en la triangulación, haya o no tenido éxito la obra ejecutiva: Cateto real o ejecutivo: “El cateto real o ejecutivo es la línea recta que une de forma física la hoja agente con la zona de contacto del objetivo ejecutivo.” Será, por tanto, la línea seguida por el segmento del arma agente, en su hoja real (AΓ), que sea inminente o que esté en contacto con el cuerpo de un individuo paciente. El cateto real o ejecutivo, para poder obtenerse de manera literal y física, habrá de medir lo mismo o menos que el diámetro común de la sencillez o que el diámetro del objetivo ejecutivo. Cateto virtual: “El cateto virtual es la línea recta que se extiende desde el punto vulnerable más distal agente, perpendicular a la cuerda de su arma, hasta la parte más distal de la hoja paciente o de una extensión virtual de esta.” El cateto virtual será igual en longitud al cateto real cuando la angulación de ataque resulte ser de 45º, quedando el hipotético ángulo recto de la triangulación, justo perpendicular al cateto real. Este cateto marcará la tangente del arco angular formado por el ángulo de ataque, y por tanto, definirá la extensión del paso del ataque. A su vez, definirá el punto máximo al que tendrá acceso la hoja del cateto real, que será justo donde se genere el contacto entre la tangente y el arco angular. La línea recta perpendicular al cateto virtual define la trazada que debería de seguir la hoja agente, para obtener la ejecución más eficiente sobre el paciente. O sea, dará lugar al cateto real. Hipotenusa real: “La hipotenusa real es la línea que se extiende en la dirección de la cuerda de un arma paciente, que no está en vía o directamente focalizada en una línea de entrada con potencial ejecutivo.” La hipotenusa real marcará la posición del segmento del arma paciente, que deberá estar angulado respecto al segmento del arma agente. Para que exista el éxito ejecutivo del agente, el desfase entre segmentos de las armas habrá de ser lo más marcado posible, alcanzando su zenit en los 180º. Será en ese desfase, que no solo se alcanzará la máxima seguridad para la obra agente, sino que también se llegará al máximo potencial de autoejecución paciente. En el caso de estar implicados segmentos de armas de extensiones similares: la hipotenusa real, para que sea secante con el cateto virtual, precisará de una TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 437 -DE LA C AUSA TÉCNICA extensión virtual de esta, quedando sumada dicha extensión a la extensión del segmento del arma paciente. Esa extensión será llamada extensión virtual de la hipotenusa (HΓ). Esta extensión será usada para hacer que se pueda calcular la diferencia de longitud proyectada que existe entre las hojas implicadas en la triangulación, siempre desde la proyección sobre el segmento del cateto real. En definitiva, es un método para entender qué ventaja geométrica tiene un agente sobre un paciente, que gracias a la triangulación, ha dejado a dicho paciente en una posición en la que la punta de su arma está más lejos de hacer contacto que la agente. La triangulación ejecutiva, genera unos ángulos y líneas que estarán determinados por las posiciones de las armas y los puntos de confluencia de estas entre sí y, eventualmente, con el objetivo ejecutivo. Ángulo de ataque: “El ángulo de ataque es aquel, de graduación variable, formado entre el cateto real y la hipotenusa real. Será el paso del cateto virtual el que determine la angulación a la que nos referimos.” “A mayor ángulo de ataque, mayor cateto virtual, por tanto, mayor seguridad para la obra agente.” El ángulo de ataque más eficiente será el llano, no obstante, en un contexto práctico, será profundamente complicado que un agente obtenga un ángulo de ataque tan abierto, pues la autoejecución del paciente tendría lugar antes. Sin embargo, el ángulo recto de ataque será un ideal más tangible al que aspirar, siendo un resultado únicamente obtenible ante la inacción paciente. Ángulo fiel: “El ángulo fiel es aquel ángulo generado entre una hoja y el diámetro común de la sencillez.” Para que el agente tenga más posibilidad de obtener un medio proporcionado, el ángulo fiel deberá de ser menor para el agente y mayor para el paciente. Ángulo de descarga: “El ángulo de descarga es aquel ángulo formado entre una hoja y el diámetro del objetivo ejecutivo, cuando este no sea la sencillez del opositor.” El ángulo de descarga recibe este nombre al ser ideal que la hoja se reduzca al diámetro del objetivo ejecutivo, en el menor tiempo posible, lo que será entendido como la descarga de su potencial hacia la estocada. Ángulo hipotético: “El ángulo hipotético es aquel ángulo de 90º, formado por la extensión secante del cateto real y el cateto virtual.” Este ángulo será siempre recto, lo que dará como resultado una medición y posible análisis exacto de aquello que acontece. Ángulo de control: “El ángulo de control es el ángulo variable formado por la intersección entre la hipotenusa real y el cateto virtual.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 438 - El ángulo de control se verá acrecentado conforme más distante, quede el objetivo ejecutivo agente del plano límite del paciente, en sentido a este último. “A mayor ángulo de control, mayor exposición del agente.” Paso del ataque: “El paso de ataque es la medida del cateto virtual, que determinará la angulación de ataque, habiendo de ser extensa como sea posible para reducir el compromiso técnico.” Será a partir de este paso del ataque que se medirá la angulación de la oclusión, quedando coherentes y condicionados ambos conceptos. El paso de ataque coincidirá con el tránsito de la sencillez agente cuando obre una oclusión dinámica de cuarto, o de medio si es de directa de una radialidad a su opuesta. A mayor paso de ataque, mayor cateto virtual y mayor ángulo de ataque. Por tanto, mayor seguridad para la obra agente. Si el paso de ataque fuese cero, querría decir que las hojas están totalmente paralelas, quedando ambos segmentos de las armas sobre el mismo espacio, cosa que hipotéticamente daría lugar a la propiedad del medio del que mayor ventaja real tenga, o a la común herida si ambos tienen hojas reales de igual extensión. La aplicación de la intención a la triangulación da lugar a la interpretación de la geometría, de su potencialidad o de su disposición en el momento de éxito ejecutivo. Cateto inicial o pretendido: “El cateto inicial es la línea recta que une, de manera hipotética y en actitud proactiva, la parte más distal de la hoja agente con el objetivo ejecutivo en el paciente.” Este será la línea sobre la que un agente pretenderá disponer el segmento que representa su arma, para obtener una acción ejecutiva exitosa. Se deberá siempre pretender el cateto sobre un medio que posibilite que el diámetro común de la sencillez tenga la misma extensión que el segmento del arma agente, donde no exista oclusión presente o potencial. Conversión geométrica: “La conversión geométrica es la mutación de la geometría generada en una primera intención, por medio de acciones agentes o pacientes.” Esta mutación puede tener origen en la reacción o en la respuesta de un tirador, siendo siempre más eficiente tener prevista la conversión a obrar y así optimizar su geometría. Será por medio de la conversión geométrica que se producirá la transferencia de medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 439 -DE LA C AUSA TÉCNICA Hipotenusa de reubicación: “Línea resultante de la reubicación y sacada de vía del arma paciente, por parte del agente, respecto a la geometría de un triángulo de primer o segundo grado.” Cateto de reubicación: “Línea recta que une, de manera hipotética y tras la reubicación de la hoja paciente, la parte más distal de la hoja agente con el objetivo de ejecución en el paciente.” Cuando el segmento del arma de un sujeto paciente, quede dispuesto por el agente, llevando la hoja a un rumbo en que no apunte a dicho agente ni a su rectitud, esta hoja quedará remisada. Esta disposición podrá tener lugar por medio de un atajo en disposición, aplicándole el agente fuerza directamente al arma paciente, con agregación o sin ella, o por medio del uso de la psicología. No obstante, también podrá producirse esa mutación en el rumbo por la reubicación del agente respecto al paciente, quedando este último desfasado del diámetro común, y por tanto, su arma en un rumbo fuera de vía. Quiere decir esto, que la triangulación ejecutiva, puntualmente, podrá ser producto de la triangulación sobre el plano inferior, pues la geometría de las hojas podrá estar generada tanto por el tránsito de agente o paciente, como por la acción de sus armas y rectitudes. “La triangulación ejecutiva tendrá lugar cuando el segmento del arma agente esté sobre el diámetro común de la sencillez o el diámetro del objetivo ejecutivo, mientras el segmento del arma paciente queda desfasado de este, horizontal o verticalmente.” Esto avalará a la triangulación ejecutiva y la cohesionará con la triangulación sobre el plano inferior, dando lugar a un conjunto de herramientas complementarias que deberán tenerse en cuenta al unísono, aplicándose coherentemente según el contexto geométrico, anatómico, dinámico e intencional. “Con triangulación ejecutiva se cumplirá la segunda premisa del medio proporcionado.” “La triangulación ejecutiva deberá ser sostenida por una eficiente triangulación sobre el plano inferior para elevar el potencial de la obra.” A modo anecdótico, informal y meramente ilustrativo, resulta interesante apuntar que es de tan vital importancia el total control de la triangulación, para la coherencia y la eficiencia en el ejercicio esgrimístico láser, que en el saludo de duelo de la Academia de Esgrima Láser está implícito la creación de un triángulo rectángulo. Esto tendrá lugar justo en el momento en que un tirador extiende su arma ensayada, ofreciéndosela a su opositor, quedando su torso, rectitud y arma, configurando un triángulo rectángulo. Por tanto: “La obra ejecutiva constará de aquello que genere triangulación, entre los segmentos de las armas y sobre el plano inferior, confeccionando y optimizando la geometría para adaptarla al requerimiento de la intención ejecutiva.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 440 - Triángulos de la obra ejecutiva: Será la triangulación un elemento fundamental de la Esgrima Láser, sostenido esto en la naturaleza figurada de las armas láser, que acorde a su comportamiento y potencial destructivo, no dispondrán de una geometría particular y funcional que proporcione protección a la sencillez. Por tanto, será el teorema de Pitágoras y su uso dinámico continuo, el recurso lógico que facilite la concepción de la obra y la previsión de esta, tanto propia como opositora. “La obra ejecutiva en un medio proporcionado se basa en generar triángulos rectángulos, dejando el arma agente sobre un cateto y la paciente como parte de la hipotenusa, asegurando la viabilidad y seguridad de la frase de armas.” Para ejecutar de manera eficiente, se habrá de ligar un objetivo ejecutivo a la intención agente, y con ello, se pretenderá la acción sobre este punto dejando la hoja paciente fuera de vía, generando un triángulo pretendido de primer grado. Este triángulo, que será siempre concebido como un triángulo rectángulo, tendrá como vértice de su ángulo recto a aquel formado entre el cateto real y el cateto virtual. Teniendo el triángulo pretendido, un agente dispondrá de una forma de obrar ejecutivamente contra su paciente, a la vez que prevé mantener su integridad gracias a la geometría y a la dinámica de las armas. Si la acción u obra tiene éxito, la triangulación ha sido coherente. Triángulo pretendido: “Un triángulo pretendido es aquel concebido y/o actuado en primera intención como acción ejecutiva directa.” El triángulo pretendido más eficiente será aquel que tenga como objetivo ejecutivo la parte vulnerable del paciente, más próxima al agente. En condiciones estadísticamente normales, con el paciente pretendiendo la máxima eficiencia, en la que la hoja de este esté dispuesta en el medio, será la sencillez o emisor lucido de este. En caso de éxito ejecutivo, teniendo como objetivo ejecutivo la sencillez o emisor del paciente, la hipotenusa será el segmento del arma paciente más la extensión virtual de la hipotenusa (BΓ+BHΓ). Por otro lado, el cateto real habrá de ser el segmento del arma agente (AΓ). Por tanto, el cateto virtual quedará igual al paso de ataque, que será la cuerda del arco angular de ambas hojas (crdΘABΓ) y secante a este, por la punta de la hoja paciente y emisor lucido del agente. “Que el cuadrado de la hoja real paciente más la extensión de virtual de la hipotenusa, siendo la hipotenusa del triángulo pretendido más eficiente, será igual al cuadrado de la hoja real agente, más el cuadrado de la cuerda del arco angular formado entre la punta de la hoja paciente y el punto más distal del emisor lucido del agente.” (BΓ)2 = (AΓ)2 + (crdΘABΓ)2 Esto dará lugar a que el paso de ataque, quede óptimamente concebido como aquel que dé lugar a un ángulo hipotético recto. No obstante, la aplicación al contexto emergente puede dar lugar a otros pasos y ángulos de ataque, que deformen esta proporción, adaptándola a la geometría particular y la dinámica temporal. Existirá la posibilidad de generar triangulación a otro objetivo ejecutivo de la anatomía paciente. En ese caso, a dicha triangulación pretendida habrá que sumarse la extensión de la rectitud, no así en caso TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 441 -DE LA C AUSA TÉCNICA de la triangulación respondida o reaccionada. Esto, demostrará geométricamente la ineficiencia de la intención ejecutiva, sobre un punto más profundo en el medio particular del paciente que su sencillez, a lo sumo. Por ello, para conservar la eficiencia de la obra, el objetivo ejecutivo deberá estar ligado a la parte distal de la rectitud o extremidad que sostiene a esta. Cabe la posibilidad de que un agente se vea amenazado por la obra de un paciente, que pretende triangular sobre él. Si el agente advierte de esto, el triángulo pretendido paciente puede ser respondido por un triángulo nuevo del agente, que mutando la disposición de su arma en el espacio, genera un triángulo respondido agente con su consiguiente conversión geométrica, y por tanto, la transferencia del medio. Triángulo respondido: “El triángulo respondido es aquel creado de forma consciente por un agente, para actuar a tiempo o tras tiempo de una intención ejecutiva paciente.” Tras la respuesta del triángulo, el ángulo recto pasa a estar formado por la hoja del agente que responde y el nuevo cateto virtual, que quedará descrito como la línea entre el emisor lucido agente y la extensión virtual de la hipotenusa del paciente. De esta manera, cuando un triángulo se responde, la geometría del tirador “A” que pretendía el primer triángulo, pasa convertirse en la geometría del tirador “B”, que ha respondido este triángulo. En un entorno práctico, esta sucesión de eventos no está determinada de una forma perfectamente definida, pues será preciso un trabajo concienzudo, con la intención y los medios, para obtener una visión clara de la triangulación pretendida y respondida. Producto del concepto geométrico de la triangulación ejecutiva y la triangulación respondida, surge la oclusión dinámica, como elemento dispositivo que aplica los conceptos, inicialmente destinados a la obra ejecutiva, y se obtiene una obra que compromete al opositor sin exponer al usuario. Estos triángulos respondidos y/o oclusiones dinámicas pueden ser obrados de manera absoluta, o por el contrario, de fortuna. Esto dará lugar al triángulo reaccionado, que será aquel que se actúe sin la oportunidad de generar una triangulación y preparación de la obra. Triángulo reaccionado: “El triángulo reaccionado es aquel creado de manera instintiva e irreflexiva, al actuar un paciente ante la acción ejecutiva de un agente.” Potencial figurado y literal de la obra ejecutiva. Una obra ejecutiva, al igual que cualquier otra, estará marcada por el potencial contenido en ella, sin embargo en este caso, se tendrá en cuenta tanto el punto de vista figurado como el literal. El significado y peso argumental figurado, atribuirá un mayor valor a una ejecutiva exitosa, por generar hipotéticamente unos daños o lesiones más o menos marcados. Esto habrá de ser contenido dentro del análisis, pues la esgrima, como instrumento preparatorio; otorga la posibilidad de estudiar escenarios posibles desde un punto de vista doméstico y desde una perspectiva instruccional, posibilitando la aplicación de las conclusiones a un contexto funcional y literal. “Para entender el potencial de una obra ejecutiva se habrá de comprender su potencial figurado, pues esto permitirá deducir cómo se podría aplicar la técnica a un contexto literal y funcional, donde los aspectos figurados del arma estuviesen, total o parcialmente, presentes.” Igualmente, desde el punto de vista estrictamente literal, la ejecutiva poseerá un valor adquirido, tanto por su pretensión, su éxito y sus repercusiones en el mundo físico. En este caso, la repercusión de la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 442 - ejecutiva podrá tener un componente ventajoso para el agente, que pueda dejar al paciente en una desventaja posterior al éxito, ya sea por el castigo recibido o por el peso psicológico de ser tocado. “La obra ejecutiva exitosa poseerá el potencial literal de condicionar la obra del ejecutado en subsiguientes asaltos, de manera física y psicológica.” Desde el punto de vista general: “La obra ejecutiva alcanzará un mayor potencial por diversos motivos, que deberán ser estudiados en profundidad para poder configurarla de manera eficiente.” Potencial de la obra ejecutiva por el contenido anatómico y funcional del objetivo ejecutivo: Una ejecución, en su literalidad o figuración, estará ligada a la posibilidad de inhabilitar al paciente, de un una manera temprana, evitando su respuesta o permanencia en el asalto. Será por ello, que el contenido anatómico del objetivo ejecutivo será crucial para determinar el valor del éxito o fracaso de la obra ejecutiva en concreto. “La el éxito de la obra ejecutiva tendrá potencial lesivo distinto según donde se halla generado el tocado.” El agente podrá ejecutar con una supresión, que llevará hipotéticamente a la incapacidad del paciente para continuar con su operatividad. Esta supresión será la obra más eficiente por resultar en una menor exposición agente y, potencialmente, una menor lesión del paciente. “La supresión buscará la inhabilitación del agente por medio de la interrupción figurada de su arma.” Por otro lado, se podrá obrar contra objetivos ejecutivos, que en la figuración no resultarían inmediatamente letales, como las extremidades, tanto en la longitud de estas como en su parte más distal, evitando y/o limitando la plena función del paciente. No obstante, esta ejecución no determinaría figuradamente la conclusión garantizada del asalto, pues la pérdida eventual, total o parcial, de una extremidad, no generaría necesariamente la instantánea inhabilitación. No obstante, en el contexto doméstico literal, duelístico y/o esgrimístico, si tendrá la capacidad de dar conclusión al asalto. Por último, existirán objetivos ejecutivos con un valor mayor, que llegando a superlativo, resultarán figuradamente esenciales para el soporte de las constantes vitales, cognición o motricidad paciente. Estos serán la cabeza, la sección cervical y la sección dorsal del torso. Con la ejecutiva exitosa sobre la cabeza del opositor, se generaría figuradamente la total e instantánea supresión de sus funciones cognitivas. Será independiente donde se genere el contacto, pues la naturaleza figurada del arma arroja unos efectos hipotéticos, a través de la física, que con su aplicación, puede entenderse que no sería posible la supervivencia del paciente. No obstante, la ejecución capital no reducirá el potencial lesivo autónomo del arma paciente, por lo que será preciso mantener control de ella. Con el éxito ejecutivo sobre la sección cervical del paciente, se podrían observar dos efectos figurados: - Por un lado, se podría seccionar y cortar el tránsito nervioso medular, lo que incapacitaría al paciente instantáneamente. - Por otro lado, de tener la ejecutiva una naturaleza superficial, sería posible generar una sublimación de tejidos indispensables para la supervivencia del individuo. En este caso serían las arterias y sección laríngea y traqueal del sistema respiratorio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 443 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por último, la ejecutiva sobre el torax y abdomen, tendrían una repercusión figurada menor, pues tan solo con la sección de la columna vertebral se obtendría una posible inhabilitación instantánea. No obstante, las lesiones generadas tanto por la acción directa del haz como por la interacción de la sublimación sobre el cuerpo paciente, harían inevitable el deceso de este, en un corto periodo de tiempo. La obra llevada a cabo como castigo, tendrá también una relevancia sobresaliente en el plano literal, pues dependiendo de la anatomía y la función del objetivo ejecutivo, podrá generar la inhabilitación o merma del paciente, ya sea durante el asalto presente o los subsiguientes. “La obra tendrá mayor valor cuanto más rápida y elegante sea la inhabilitación del paciente.” Potencial de la obra ejecutiva por la potencia de obra tras el éxito ejecutivo: Una obra ejecutiva, poseerá más valor cuanto mayor sea la posibilidad de mantener la integridad del agente tras su éxito, tanto física como psicológicamente. “Una obra ejecutiva eficiente habrá de ser llevada a cabo sin que el agente se vea afectado por los aspectos literales o figurados de ella.” Entre estos aspectos literales estará la posibilidad de que el agente reciba daño o genere una lesión al obrar, pues es posible que una ejecutiva precise una entrega del agente más allá de sus posibilidades. Esto tendrá lugar cuando el agente pretenda la ejecución en medios más distales que aquellos que le sea posibles sostener con su anatomía. Podrá sufrir caídas, lesiones articulares y demás afectaciones derivadas de llevar al límite su movilidad. Por ello es crucial comprender la biomecánica humana, haciendo posible la conjugación de las posibilidades del cuerpo con las necesidades de la obra. Igualmente, cuando una obra tenga éxito, habrá de permitir la seguridad agente, evitando que la fuerza implícita de este genere también el contacto peligroso con la hoja paciente, llevando a la autoejecución. “La obra ejecutiva deberá ser segura para el agente, evitando exponerlo a la autoejecución u otras lesiones.” De la misma forma, los aspectos figurados del arma dictarán una repercusión hipotética del éxito del la ejecutiva. En este caso, el mayor y más significativo efecto será la pérdida de control del arma paciente, una vez este fuese inhabilitado. Esto se podrá deber a la liberación del arma, quedando fuera del manejo de su usuario paciente y en potencia de herir al agente ejecutor. Se deberá de tener en cuenta, por tanto, la trazada e inercia de la hoja paciente, así como la ubicación espacial de esta, que haría posible que se precipitase sobre el agente, con los consiguientes daños. De esta manera, se entenderá que: “Una obra obtendrá mayor valor cuanto más operatividad y potencia de obra conserve su autor tras el éxito.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 444 - Potencial de la obra ejecutiva por la potencia de obra tras el fracaso ejecutivo: La obra ejecutiva, no necesariamente tiene que tener éxito. Tanto así, que un buen número de estas serán dispuestas, reparadas o respondidas por el paciente, dependiendo de la capacidad técnica de este. Además, la obra ejecutiva podrá ser llevada a cabo con la intención de prevenir una acometida paciente. Por tanto, el agente, habrá siempre de tener en cuenta que su obra ejecutiva tendrá que ofrecer la posibilidad de continuar el asalto tras su procedimiento. Será por ello, que tendrá que tener un objetivo ejecutivo ligado, que permita generar una geometría compatible y coherente con los medios emergentes del fracaso. “El objetivo ejecutivo tendrá que ser compatible con continuar la obra si se fracasa en el intento ejecutivo.” Se dará lugar con esto a la continuación de obra, que como en una obra dispositiva, tendrá que ser preparada, condicionando la obra ejecutiva a ser obrada de una manera determinada. O sea, que la continuación de la obra ejecutiva tras su fracaso habrá de quedar implícita en la preparación de dicha obra. De esta forma, se evitará la exposición técnica y las acciones forzadas, ya estén dentro de una frase de armas cualquiera o de una obra ejecutiva concreta. Será esta la motivación para ligar objetivos ejecutivos próximos al agente, que queden distales al paciente. Pues a ellos será sencillo el acceso, mientras al paciente le resulta complejo o lento su control. Además, el agente quedará menos expuesto al obrar desde un mayor diámetro común. Por ende, será la sencillez o la guarnición, aquello sobre lo que resultará más eficiente obrar ejecutivamente, debido a que se conservará una buena parte de la operatividad tras el éxito y tras el fracaso de la obra, pues esta quedará recurrentemente más próxima al agente, y con ello, este último tendrá más seguridad ante su fracaso a causa de encontrarse en un medio con mayor distancia. Por tanto: “La obra tendrá mayor potencial cuanta más operatividad y potencia de obra conserve su autor tras el fracaso.” Potencial de la obra ejecutiva por su valor técnico y sintaxis: Como punto fundamental para valorar objetivamente la obra y a su autor, cabe destacar el valor técnico que podrá tener dicha obra. Se determinará así la eficiencia en la elección de la obra, que será un factor clave para entender la riqueza de conocimientos y la capacidad de adaptación que posee un agente actúa. Dicho valor y potencial le será atribuido por: - El repertorio usado. - La dificultad para la ejecución en el objetivo ejecutivo. - La adaptación de la obra a la intención agente. - La adaptación de la obra a la intención paciente. - La elegancia y precisión en la acción y disposición de la obra. - La coherencia de la frase de armas. - La faz presentada. - El contenido didáctico de la obra. - La conservación de la integridad del paciente. - Otros aspectos contextuales directamente dependientes del contexto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 445 -DE LA C AUSA TÉCNICA En esencia, el potencial de una obra ejecutiva agente estará en gran parte determinado por la sintaxis, implícita en la relación entre esta y la configuración geométrica del paciente. Esto será también dependiente y variable según el tiempo en que la obra tenga lugar, pues la configuración de una misma obra ejecutiva deberá ser concebida y adaptada, geométrica y dinámicamente, a la posición temporal que tendrá respecto a la obra paciente. Así se puede entender que una obra ejecutiva tendrá un potencial dependiente de si es llevada a cabo antes, durante o tras la obra del opositor. La obra ejecutiva antes de tiempo tendrá potencial de éxito al inhabilitar al paciente antes de su respuesta, cosa que se deberá mayormente a la dinámica con la que la obra en cuestión es actuada, que deberá ser la más rápida posible mutando una geometría que deberá ser eficiente. “La obra ejecutiva antes de tiempo tendrá su principal sustento en la dinámica que posibilitará la inhabilitación del paciente antes de su reacción.” La obra ejecutiva a tiempo tendrá su potencia de éxito al hacer uso de una geometría que ataje y, por consiguiente, controle la hoja del opositor paciente. Esto deberá hacer uso principalmente de la geometría, debiendo ser auxiliada esta por la necesaria dinámica. “La obra ejecutiva a tiempo estará principalmente sostenida en la óptima geometría, que permita el control del arma paciente al momento de realizarse la ofensa.” La obra ejecutiva a tras tiempo obtendrá su potencial de éxito al hacer uso de una geometría coherente con la situación presente, auxiliada con una dinámica marcada y rápida. Ambas cosas habrán de permitir obrar coherentemente y con éxito, antes de que el paciente pueda volver a obrar y generar una respuesta válida. A tras tiempo, la obra tendrá un mayor número de elementos implícitos, pues geometría y dinámica tendrán importancia por igual, y adicionalmente, el agente no dispondrá de tiempo para conjugar su geometría y dinámica con precisión, dado que la respuesta a la obra paciente deberá ser lo más veloz posible. “La obra ejecutiva a tras tiempo del agente se sostendrá en la conjugación de la geometría más eficiente con la mayor de las dinámicas posibles, evitando una segunda obra paciente.” De esta manera, entendiendo el potencial de la obra ejecutiva según su sintaxis, su geometría y su dinámica, y aplicado todo ello al tiempo en que está obrada, se puede entender que el mayor potencial de la obra tendrá lugar cuando esta esté llevada a cabo a tiempo, pues será la geometría lo que mayor incidencia tendrá, haciendo que los condicionantes físicos del agente queden en un segundo planto, aumentando la posibilidad de éxito en caso de que la sintaxis sea plena. “La obra ejecutiva con mayor potencial será la que tenga lugar a tiempo, pues esto dependerá de la geometría, siendo esta el elemento que poseerá el mayor de los valores en un contexto eficientemente medido.” Se concluye, por tanto: “Que una obra ejecutiva tendrá mayor valor cuanto mayor sea su coherencia sintáctica y su contenido técnico, así como menor sea la cantidad de elementos implícitos y notable la luz arrojada por su autor.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 446 - Supresión: “La supresión, en un contexto literal, es el acto de reducir o inhabilitar la operatividad de un oponente sin necesidad de recurrir a la aplicación de la fuerza letal sobre él.” En el ejercicio esgrimístico, será la naturaleza figurada en lo que se sustentará el hecho de usar la supresión como elemento central de la acción ejecutiva, que unido a la filosofía propia laserina y del uso eficiente de las armas, dará como resultado la pretensión de inhabilitar al paciente comprometiendo su integridad en la menor medida posible. Para conseguir la inhabilitación del paciente con la menor lesión posible, el objetivo ejecutivo más viable será la sencillez armada del tirador, que tras ser herida, perderá la posibilidad de sostener u operar el arma, y con ello, figuradamente se impedirá y detendrá la pretensión ejecutiva de dicho paciente suprimido. Lo que detendrá el asalto con la menor incidencia lesiva posible. “La sencillez del paciente será el objetivo de la supresión.” Esta lógica también se aplica a la supresión sobre el arma, que aplicando la naturaleza figurada de la hoja, generaría una instantánea inoperatividad del instrumento, y por ende, el desarme y/o inhabilitación del paciente suprimido. “Será ideal ejecutar sobre el arma paciente, suprimiéndolo y reduciendo la lesión figuradamente proferida.” Suponiendo la sublimación al contacto con la hoja de todo material líquido o sólido, se entiende que el potencial figurado del arma haría que la hoja no se detuviese con el mero contacto contra el emisor opositor. Será por ello, que la supresión sobre el arma podría extenderse a otras partes vulnerables de la sencillez y asimento, afectando así a más de un elemento en la misma trazada. Desde el punto de vista literal: “La supresión será la inhabilitación del paciente por medio de la eliminación de su posibilidad de continuar en el asalto con garantías, ejecutando sobre su arma o su mano, con la intención de minimizar la lesión.” Este punto hará que se pueda recurrir al apagado forzado o al desceñido del arma para que el paciente cese en su empeño opositor. Esto también sería llamado supresión, solo que tendría efectos sobre el mundo físico, sin necesitar de la aplicación de hipótesis figuradas para su compresión. Existen dos tipos de supresión, con inferencia de la naturaleza figurada del arma: Supresión sin lesión paciente: Esta es la supresión en la que, de forma figurada, sufren daños únicamente los elementos vulnerables ajenos al cuerpo del paciente, como el arma o cualquier otro elemento portado. Supresión con lesión paciente: Supresión en la que, de manera figurada, el paciente sufriría una herida de consideración leve, que le inhabilitase para continuar el asalto. Esta supresión tendrá como objetivo ejecutivo las partes más distales de las extremidades del paciente, así como podrá ser el producto de una pretendida supresión sin inhabilitación, que no ha tenido el éxito esperado pese a haber resultado plenamente ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 447 -DE LA C AUSA TÉCNICA Técnicamente, la supresión más eficiente tendrá lugar mediante un encordado del arma, siendo de relativa utilidad ante pacientes que no estimen con precisión el medio proporcional del agente. Además, resultará una de las acciones ejecutivas más sencillas y funcionales, mas sin embargo, comprometidas sin un control preciso del atajo y oclusión. “Para obtener la supresión, será ideal obrar un encordado que con precisión, haga contacto en el emisor lucido o la parte más distal de la mano armada paciente.” Esto será así por la relativa facilidad de realizar una extensión del rumbo del arma mientras se ataja privando (encordado simple) o incluso disponiendo (línea en cruz) el arma paciente. De esta manera, el arma agente se dirigirá con la parte más distal de su tercio débil al emisor lucido del paciente, generando la supresión consiguiente. Para que esto tenga lugar, de la manera más eficiente posible, será necesario entender que el diámetro común de la sencillez, en el momento del éxito ejecutivo, habrá de ser igual al segmento del arma agente más el emisor lucido paciente. Por tanto, el agente tendrá la posibilidad de obrar ejecutivamente sobre su paciente conociendo que tan solo la punta de su arma agente, podrá tocar la parte más distal del emisor lucido del paciente. “Para que la supresión agente tenga éxito, este habrá de tener un pleno control de la distancia, minimizando la herida y efectos no deseados sobre el paciente. Por otro lado, en una causa libre, el potencial de la supresión, con o sin inhabilitación paciente, decrece a la vez que aumenta su dificultad para predecir la ubicación exacta de la sencillez, emisor o cabo del arma del paciente. Esto es debido al área tan reducida del emisor lucido y la disposición tan interna en el medio de común herida que tendrá el cabo del arma. Por tanto, se considera un acto de dominio técnico el hecho de suprimir intencional y repetidamente a un paciente desde la causa libre o como resultado de una intención dispositiva sostenida. Todo esto hará a la agregación de las hojas un elemento fundamental para prevenir o posibilitar la supresión, que con un pleno control del debate, arrojará una esgrima extremadamente elegante en su práctica, ejecución y conclusión. “La supresión será la expresión más ilustrada y culta de la intención y obra ejecutiva.” Ejecución acral: “Se entenderá como ejecución acral aquella generada en las extremidades del paciente, sin contar con la parte más distal de estas.” Desde un punto de vista figurado, la ejecución acral permitiría la total inhabilitación de la extremidad ejecutada, lo que llevaría, muy probablemente, al cese de la oposición activa por parte del paciente. En la perspectiva literal, la obra que tenga éxito en la zona acral, tendrá el potencial de generar castigo sobre el paciente. En una mayoría estadística de las situaciones, el antebrazo será la zona acral más expuesta, en toda su extensión. Por ello que el castigo al nervio radial bajo el extensor largo del carpo tendrá un mayor potencial, no solo por su exposición, sino por las complicaciones mecánicas que genera el entumecimiento de la zona. La ejecución acral se habrá de llevar a cabo desde el medio proporcional en el centro del estrato de sombra. Esto será debido a que se precisará la inmersión en el medio proporcional paciente para que el extremo agente pueda alcanzar el objetivo ejecutivo paciente. Dicha inmersión será necesaria para ejecutar en cualquier punto de la extremidad superior, pues la sencillez del paciente quedará en un TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 448 - potencial medio de común herida, quedando el segmento del arma paciente dentro del medio particular agente, en potencia de alcanzar la extremidad de este, lo que hará a dicho agente necesitar de un control total de la hoja paciente para asegurar la obra. Para la ejecución acral en brazos: Para ejecutar de manera segura sobre los antebrazos del paciente, desde el diámetro común coincidente con el foco de ambos implicados, será preciso un ángulo de ataque mínimo en la triangulación, que dé lugar a un paso de ataque igual o mayor la longitud del conjunto de la guarnición y la sencillez de este sujeto, en su proyección sobre el plano vertical. O sea, que el paso de ataque así como el cateto virtual, deberá de ser igual o mayor a la medida del cabo y emisor lucido del paciente. Esto será necesario para superar la posibilidad e la ejecución sobre la sencillez agente que potencialmente será previa a la ejecución sobre el antebrazo, si los focos son coincidentes en el diámetro común. “La ejecución acral, en el brazo armado paciente, precisará de un mayor ángulo y paso de ataque que cualquier ejecución a la sencillez.” Existirá la posibilidad de generar la ejecución acral sobre el brazo no armado del paciente, siendo necesaria la adaptación del medio a la condición geométrica en la que la oportunidad surja. Por tanto, son tantas las posibilidades de obrar sobre la extremidad no armada, que no existirá una técnica específica para desarrollar su metodología. No obstante, la vía más factible será conseguir que el paciente exponga e introduzca su brazo no armado en el medio proporcional agente. Para la ejecución acral en piernas: Para obtener el éxito en de la ejecutiva sobre las piernas del paciente, se deberá bajar el plano del ítalo, en la medida en que desde cualquier posición erguida, no sea posible la ejecución sobre la sencillez agente, por parte del paciente. Adicionalmente, el punto coronal del agente quedará expuesto, por tanto, será necesario aproximarlo lo máximo posible a su propio plano del ítalo y/o al plano inferior, alejándolo de su plano límite y extendiendo la rectitud. Idealmente, se deberá ligar un punto concreto de la extensión de la pierna paciente como objetivo ejecutivo para, posteriormente, generar el italado en trío con él, lo que magnificará la eficiencia geométrica de la obra ejecutiva. Pese a ser posible, hay que entender que la ejecución sobre las piernas tendrá una utilidad práctica limitada, dada la geometría del asalto entre humanos. Así pues, será un recurso marginal y reservado, normalmente, a situaciones de desesperación. Ejecución solar: “La ejecución solar será entendida como aquella que tiene lugar sobre el centro del torso del paciente, concretamente aledaña a la zona del esternón.” Según la lógica geométrica que arroja la causa instrumental laserina, la ejecución solar será una obra con una alta exposición técnica, pues el medio particular del agente estará completamente sumergido en el medio proporcional paciente. Con esto, el agente que pretenda ejecutar, tendrá el segmento de la rectitud expuesto a la oclusión, estática y dinámica del paciente. Se entiende, por tanto, que la ejecución solar no será eficiente, salvo que la oportunidad se presente en pleno control y previsión del la hoja del ejecutado. Los cuadrantes de blossen pertenecientes, en principio, al objetivo ejecutivo de una ejecución solar, serán 1D, 2C, 3B, 4A. No obstante, dependerá de la afirmación del paciente, pues cuando este esté perfilado, la entrada a esos blossen se generará por los costados. La ejecución solar se habrá de llevar a cabo desde el horizonte de sucesos del medio proporcional, lo que elevará la exposición técnica de manera superlativa, y con ello, hará que se convierta en una obra que llevar a cabo con la mayor de las convicciones, así como asumiendo los resultados de dicha exposición. Así pues, en una mayoría estadística de los escenarios posibles, no existirá una retirada del medio segura tras la ejecución solar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 449 -DE LA C AUSA TÉCNICA La manera más viable y estadísticamente eficiente de llevar a cabo una ejecución solar es la de aprovechar la salida del medio de la hoja paciente, o su indisposición. Dicho arma habrá de estar controlada, de manera virtual, y remisa. El paciente no deberá ser capaz de reparar la trazada de su arma en el tiempo debido, y por tanto, mientras el paciente está sujeto por su propia inercia, el agente tendrá las líneas abiertas a la zona solar. Hay que entender que mientras las hojas estén agregadas, no existirá una manera eficiente de llevar a cabo una ejecución solar, pues dicho objetivo ejecutivo estará siempre cubierto por la disposición de la hoja paciente, lo que generará una oclusión a cualquier intento de ejecución agente. Ejecución capital: “La ejecución capital será aquella que tenga como objetivo ejecutivo cualquier blossen capital, dicho de otra forma, la cabeza y/o cuello del paciente.” Se puede también denominar como ejecución capital aquella que realmente sea de detroncación, que será la que tenga como objetivo ejecutivo la zona cervical del opositor. La ejecución solar, se habrá de llevar a cabo desde el horizonte de sucesos del medio proporcional. No obstante, será mayor aún la exposición y dificultad de ejecutar en un objetivo ejecutivo ligado al blossen capital, que sobre el torso. Esto se debe a que para una ejecución capital, habrá de generar un triángulo que llevará al rumbo del arma a estar angulado obtuso respecto al recto, lo que reducirá el extremo ejecutivo del arma y proporcionará un mayor compromiso técnico, que estará a su vez, condicionado por la dimensión temporal de la obra. Sumado a esto y por otro lado, en una presentación en la que el paciente esté tumbado, la cabeza quedará más proximal al agente, lo que podrá generar junto a la posibilidad de italarla como objetivo ejecutivo, una cierta ventaja geométrica. No obstante, la ejecución capital gana parcialmente funcionalidad cuando se produce sobre un paciente que está totalmente perfilado, o con un foco considerablemente desfasado del diámetro común. Esto se debe a que, en ese contexto geométrico concreto, la mayor potencia de oclusión se produce aledaña al plano solar, y por tanto, todo aquello que quede por encima del plano superior, es susceptible de ser ejecutado. En la ejecución capital, existirá el peligro para el agente en una segunda intención, pues quedará vulnerable dicho agente que pretenda ejecutar de capital, ante un paciente que puede responder en causa libre con una ejecución solar de estocada sagita, concretamente sobre el plano superior de agente. Para dar lugar a un medio proporcionado, pretendiendo la ejecución capital sobre el paciente, será preciso el uso del atajo en sujeción, por medio de una garatusa y un tránsito al lado armado agente y no armado paciente, con un compás de cruce sobre una transversal de acometida. También con la obra en la que la hoja del paciente quede expelida del medio, quedando el tiempo necesario entre el susodicho expelido y la reducción paciente. Respuesta a la obra ejecutiva del paciente: La respuesta a la obra ejecutiva del paciente, llamada simplemente respuesta, tiene lugar cuando el agente es capaz de defenderse de algún modo, de la obra o acción ejecutiva de su paciente, mientras pretende a tras tiempo la obra ejecutiva propia contra su paciente. Respuesta ejecutiva: “La respuesta ejecutiva es aquella obra con intención ejecutiva llevada a cabo tras el éxito de una obra o acción defensiva y asociada a esta.” Dicha respuesta ejecutiva estará compuesta de un módulo protectivo, uno organizativo y uno ofensivo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 450 - Esto dará lugar a que una vez defendido y seguro, el agente tenga la posibilidad de obrar una triangulación respondida, que podrá tener distinta naturaleza dependiendo de si se aprovecha la ubicación y vector del arma agente, o por el contrario, se reposicionan para dar lugar a dicha obra. Esto será llamado como respuesta directa o indirecta. Respuesta directa: Aquella respuesta que es obrada desde la misma sencillez y/o rumbo del agente producto de la acción u obra defensiva viva, o sea, que tiene potencial de continuar la obra de manera ejecutiva. Ejemplo de esto será un encordado tras un reparo. En él, no se precisará de la mutación de la sencillez, pues solo con la aplicación de fuerza par, el rumbo se extenderá hasta su objetivo ejecutivo. La respuesta directa, es la respuesta de naturaleza más veloz. Como contrapartida, habrá de ser obrada en perfecta consonancia con la inercia y movimiento del objetivo ejecutivo, lo que determina que tenga que ser concebida y actuada de manera rápida. Por tanto, la respuesta directa será producto de la obra absoluta, e idealmente preparada para aumentar su posibilidad de éxito. En esencia, una respuesta directa está compuesta por un módulo protectivo, uno organizativo implícito y uno ofensivo. Por norma, en la respuesta directa habrá implicado un solo vector de movimiento en la acción del arma, desde la acción defensiva hasta el éxito ejecutivo en la respuesta. Respuesta indirecta: Aquella respuesta que es llevada a cabo tras la mutación de sencillez y rumbo del agente que responde. Ejemplo de esto será la respuesta tras la obra de una oclusión, que precisará de la segura extensión del rumbo y una mutación de la sencillez. Igualmente, será indirecta cualquier respuesta que se obra a tras tiempo con una obra completa, quedando así indefinida la complejidad máxima de esta. Es digno de señalar que una respuesta indirecta no es lo mismo que una segunda intención. La diferencia radica en que la respuesta indirecta está contenida en la misma obra de respuesta. Por otro lado, la segunda intención pertenece a la escala temporal de la frase de armas, y por tanto,es una obra adicional. Además, la segunda intención resulta ser dar la faz de una intención y obrar con otra intención distinta a la mostrada o actuar de otro modo tras abortar la obra inicial. Mientras que la respuesta indirecta es una obra agente que concatena con la obra paciente sin pretender dar una faz distinta a la real. En esencia, una respuesta directa está compuesta por un módulo protectivo, uno organizativo explícito y uno ofensivo. Normalmente, en la acción del arma de una respuesta indirecta, habrá más de un vector de movimiento, desde la acción defensiva hasta el éxito ejecutivo en la respuesta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 451 -DE LA C AUSA TÉCNICA Seguridad figurada tras la ejecutiva: La obra ejecutiva, para considerarse segura, tendrá que ostentar la mayor potencia de éxito en su cometido de ofender, y además, deberá mantener a salvo la integridad del usuario agente, tanto durante como tras la obra. “La obra ejecutiva será segura cuando el agente quede totalmente exento de ser herido tras la ejecución, incluso aplicando hipotéticamente los aspectos figurados del arma.” Por tanto, la obra ejecutiva eficiente y con valor notable, habrá de ser llevada a cabo con el constante control del arma paciente, pues de lo contrario, tras la herida del agente al paciente, el primero podría quedar expuesto, ya sea por el movimiento del arma opositora o por una acción u obra paciente, mientras este no ha sido totalmente inhabilitado. “El arma paciente será potencialmente peligrosa mientras no sea explícitamente inhabilitada.” Una vez sea dispuesta la obra ejecutiva, haya tenido éxito o no, el agente deberá de retirarse de los medios. En el caso del éxito, los efectos figurados del arma propia al contacto con el opositor podrían hipotéticamente dar lugar a eventos incontrolables, como proyecciones de material incandescente, emanaciones de gases o los efectos de la repentina sublimación, que generarán una detonación por el contacto y la onda de Prandtl. Detonación de contacto o detonación de Crookes: La detonación de contacto es el conjunto de efectos figurados generados por el contacto de un haz con un elemento sólido, entre ellos una detonación causada por la sublimación del material y una onda de choque de Prandtl, con una magnitud variable. Esta detonación podría, hipotéticamente, agravar los efectos lesivos del arma, concretamente afectando en la periferia del punto de contacto. Es por ello que aumenta el valor de la supresión, pretendiendo la mínima lesión posible, pues protegerá al paciente que recibe el impacto y al agente que lo profiere, dado que los efectos del éxito ejecutivo pueden ser sufridos también por el agente de la obra. Onda de Prandtl: La onda de Prandtl es una onda de choque hipotética, derivada de la detonación de contacto, que se generaría figuradamente en el espacio circundante del contacto con el haz. Esto afectará especialmente a los cuerpos sólidos que estén en contacto con la zona impactada en el momento del contacto con la hoja. Esta, hipotéticamente, sería capaz de generar lesiones de consideración variable en las zonas circundantes del punto de contacto del haz. La gravedad de las lesiones dependerá de la cercanía a la detonación de contacto y la densidad e índice elástico del volumen vulnerable afectado. Al explorar los aspectos figurados del arma láser, se crean elementos que deberán ser tenidos en cuenta para la concepción de una técnica funcional asociada a esta tipología de armas, pues serán las particularidades de estas las que condicionarán en gran medida la forma de ser usadas en asalto y la posibilidad de llevar el conocimiento esgrimístico a un plano literal de aplicación. “Para tener en cuenta los aspectos de la seguridad de la obra ejecutiva tras su éxito, se deberán de entender por completo las implicaciones figuradas de los efectos del arma.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 452 - Fenómeno de Damocles: “El fenómeno de Damocles emerge como la exposición del agente al potencial lesivo del arma paciente, cuando esta queda sin control tras el éxito ejecutivo contra su usuario.” Este fenómeno tiene lugar cuando, tras la ejecución agente sobre un paciente, el arma de este último queda funcional e inmersa en una fuerza o libertad que la propone hacia el agente, a causa de no haber inhabilitado por completo al paciente o su arma, quedando está en disposición de herir. En esencia: “El fenómeno de Damocles tiene lugar cuando el agente queda expuesto a causa de su éxito ejecutivo contra el paciente.” Este fenómeno será un concepto característico de las armas láser, teniendo una mayor relevancia con estas por la naturaleza figurada que se les atribuye. No obstante, existen contextos concretos donde esto puede tener lugar con otras causas instrumentales, de hoja blanca, negra o de fuego. “El fenómeno de Damocles será dependiente de la aplicación precisa de la naturaleza figurada del arma, dando con ello lugar a la comprensión de lo que sucedería en un contexto práctico literal.” Este fenómeno advierte al esgrimista laserino del potencial lesivo del arma, tanto propia como opositora, así como de la necesidad de poseer en todo momento el absoluto control de los instrumentos implicados. Es por ello, que con el uso instrumental del fenómeno, se disminuye la tendencia a pretender el tocado ignorando los eventos subsiguientes, y por tanto, el esgrimista tenderá a obrar con la mínima exposición técnica. “El fenómeno de Damocles será un elemento que facilitará la inmersión en el contexto marcial, haciendo que el tirador centre su aprendizaje en la comprensión profunda del arma, de la técnica, del asalto y de sus consecuencias.” Para evitar el fenómeno de Damocles, el agente habrá de ejecutar en total y completo control del arma paciente, pretendiendo inhabilitar el arma paciente con una supresión, asegurándose que su anatomía o cualquier parte vulnerable queda fuera de la trazada que dicha arma pueda generar, tras la baja de su usuario. “Inhabilitar el arma paciente será clave para minimizar el potencial de ser herido tras el éxito.” Geométricamente, para disminuir la potencial aparición del fenómeno de Damocles, el arma agente, en su extremo, deberá estar situada sobre el diámetro común de la sencillez que se prevea en el momento del éxito ejecutivo, generando oclusión. “El fenómeno de Damocles será minimizado con el posicionamiento del extremo agente sobre el diámetro común de la sencillez.” Dada la necesidad de prever el fenómeno de Damocles, en la intención de obtener un medio proporcionado para el agente, este habrá de mantener la punta de su arma sobre el diámetro común de la sencillez, lo que en la interacción con un paciente con similar intención, se llegará a la agregación y al debate por el centro geométrico del medio, concretamente por el diámetro común. “La intención de minimizar el fenómeno de Damocles justificará la agregación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 453 -DE LA C AUSA TÉCNICA El fenómeno de Damocles existirá en tres contextos posibles, siendo estas circunstancias propias de medios potenciales de común herida. Los dos primeros contextos son dependientes de la energía potencial e inercial del arma paciente en sentido al agente, en el momento del éxito ejecutivo. El último de los contextos se debe a la conservación de la potencia de obra del paciente cuando el agente tiene éxito ejecutivo. Damocles potencial: Que la hoja paciente esté justo sobre una zona vulnerable agente: Emergerá el fenómeno de Damocles potencial cuando la hoja del paciente contenga energía potencial que pueda ser liberada en sentido al agente. La hoja paciente podrá tener energía potencial derivada de estar en una posición más alejada al plano inferior que la parte vulnerable agente. O sea, que la energía será gravitacional. Según donde se esté ejecutando, si el arma paciente no queda totalmente inhabilitada y extinta, se podría producir la precipitación de la hoja paciente sobre el agente, desencadenándose la energía potencial contenida en el arma. Concretamente, la ejecución acral sobre la extremidad armada, haría posible, hipotéticamente, que el arma cayese o se acerque sin control al plano inferior. Adicionalmente, el arma del paciente podrá tener energía potencial generada en la agregación, concretamente en el atajo en disposición y la resistencia entre las hojas. Esto hará que el intento agente de desencadenar su energía potencial propia pueda facilitar la acción del arma paciente, lo que dependiendo de la geometría, podría dar lugar a que tras el éxito ejecutivo agente, el arma paciente se proyectase sobre el agente. Damocles inercial: Que la hoja paciente esté siendo proyectada hacia el agente: Emergerá el fenómeno de Damocles cuando el segmento del arma del paciente ejecutado tenga una inercia y vector en sentido al agente, en el momento del contacto de la hoja agente con el paciente. El fenómeno de Damocles inercial podrá darse en medios de una mayor extensión en su diámetro común, pues la proyección del segmento del arma en sentido accidental podrá llevar la potencia ejecutiva del instrumento más allá de los límites del extremo del usuario. Adicionalmente, este contexto inercial y geométrico podrá ser posible tanto con armas blancas, negras, e incluso con armas de proyectil y/o fuego, si se entiende dicho proyectil como el elemento que conserva inercia una vez es propelido. Damocles condicional: Que el paciente o el arma opositora queden operativos tras ser ejecutado: Emergerá el fenómeno de Damocles condicional cuando el paciente es herido por el agente en una zona vulnerable, que no inhabilite instantáneamente su operatividad armada, sin que el agente posea control del arma paciente. Adicionalmente y con ciertas particularidades, este contexto inercial y geométrico podrá ser posible también con armas blancas, negras y de fuego. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 454 - Habrá de tenerse en cuenta que el fenómeno de Damocles podrá emerger de manera que coincidan a la vez sus posibilidades de potencial, inercial o condicional. La ejecución agente sobre la planta del paciente queda prácticamente fuera de cualquier contexto de aplicación práctico seguro, pues entendiendo el fenómeno de Damocles, se podrá comprender que el riesgo es superlativo. El fenómeno de Damocles tendrá mayormente lugar en la distancia del horizonte de sucesos del medio proporcional del paciente ejecutado. Cabe destacar que en el contexto del duelo, el juez podrá tener en cuenta el fenómeno de Damocles para asignar la propiedad del éxito. Así pues, será fundamental evitar dicho fenómeno, para facilitar el juicio del juez y que no pueda existir error que deje al agente expuesto. El fenómeno de Damocles dará lugar a que la aplicación de la técnica sea crucial, pues esta será lo que controlará el fenómeno, manteniendo seguro al agente, reduciendo el compromiso técnico. “La ejecución sobre la sencillez y la supresión quedará justificada como principal recurso ejecutivo, por la pretensión de evitar la aparición del fenómeno de Damocles.” El castigo, su uso y optimización. “El castigo será el producto consciente de generar dolor, lesiones o incapacitación sobre el paciente, de manera literal, haciendo uso del arma y dentro del contexto del asalto.” “Es preciso apuntar específicamente que el castigo es un recurso técnico, con potencial lesivo literal, que sobrepasa el límite doméstico de la esgrima como actividad preparatoria. Por ello, habrá de ser estudiado y comprendido previamente a ser usado, pues el agente será siempre pleno responsable de aquello que den lugar sus actos.” Para obtener el éxito en generar el castigo, el impacto de la hoja, ya sea en estocada o tajo, habrá de producirse sobre zonas no protegidas por el equipo básico de seguridad, otorgando un matiz no doméstico al uso de esta dinámica de ejecución. No obstante, pese a su validez y utilidad, su uso no será eficiente por impedir, de forma consciente, obtener y/o mantener una oposición plena y totalmente operativa por parte del paciente, una vez este ha quedado notablemente incapacitado. Esto llevará aparejado una disminución de la oposición y un sesgo que dificultará la medición reciproca de los tiradores inmersos en duelo. El estudio profundo del castigo tendrá distintos campos de aplicación: La comprensión de los efectos: El agente deberá poseer una plena comprensión del castigo y sus consecuencias sobre el cuerpo que lo recibe. Para ello, el agente deberá experimentar con los efectos del castigo, aplicándolo y recibiéndolo, pues será esta la vía por la que se deducirá la ineficiencia de su uso. Con la exposición al castigo, se entenderán, evitarán o mitigarán los efectos de la aplicación de este sobre el cuerpo propio, así como se desarrollarán mecánicas técnicas, psicológicas y fisiológicas para la reducción de las secuelas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 455 -DE LA C AUSA TÉCNICA Además, se desarrollará una base que soportará la empatía con el paciente, aumentando la percepción de aquellos mecanismos cognitivos asociados a la presión y exposición ejecutiva. La concepción y aplicación docente: Exisitirá la posibilidad de la aplicación controlada del castigo como recurso docente, para favorecer la adquisición de conceptos marciales, así como para ahondar en los efectos de dicha obra, cuando esta se lleve a cabo sin una inspección meticulosa y total control del cálculo en la acción de las armas. Es digno de mención que el hecho de usarse el término castigo, no hace referencia a penitencia alguna, sino al efecto desagradable que genera el impacto del arma. Es por ello, que el uso docente del castigo ha de restringirse únicamente al acento de obras y acciones concretas dentro de proceso didáctico. En síntesis: El castigo, como elemento docente, será usado para aumentar la empatía, aumentar el control sobre el arma propia y hacer entender al alumno que generar la lesión no es un recurso eficiente, en el contexto esgrimístico. La potencia de aplicación marcial literal: El conocimiento del castigo, efectos y aplicación, darán lugar al aprovechamiento práctico de la disciplina esgrimística laserina, en un contexto de intervención no doméstico y/o emergente, donde la aplicación de la fuerza in extremis sea justificada. Llevará esto a que el potencial lesivo literal del arma láser, o una causa instrumental funcionalmente paralela, pueda generar una ventaja frente a una oposición activa. Este matiz sostendrá el estudio del castigo ejecutivo sobre las zonas cubiertas por el equipo básico de seguridad y sobre zonas donde no esté presente dicha protección. No obstante, en este contexto de aplicación literal, en coherencia con la finalidad y base filosófica de la Esgrima Láser: “El castigo será la manifiesta expresión del fracaso en evitar o superar elegantemente el conflicto.” El castigo, en cualquiera de sus variantes, producirá sobre el paciente una magnificación de aquellos estímulos derivados del simple tocado. Esta ampliación de efectos puede producir desde el inofensivo acento del tocado sobre una zona protegida, hasta dar lugar a la lesión y su displicencia asociada. Será por ello que cuando se pretenda una obra ejecutiva, con intención de castigar, se tendrá que poseer absoluto control sobre la imposición de la fuerza al arma agente, protegiendo a este y a su paciente de los efectos derivados. En base a la presión e intención del castigo, este puede tener dos naturalezas distintas, en cualquiera de los planos de aplicación posibles. El castigo marcado: “El castigo marcado será aquel que tenga como único objetivo generar dolor físico en el paciente, sin intención lesiva, pretendiendo generar una herramienta de acción sobre la psicología.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA TÉCNICA- 456 - Este castigo podrá ser generado también sobre zonas protegidas del paciente, siendo la presión de los impactos, tajos y estocadas del agente suficientes para hacer entender la superioridad de este. Castigar marcando, en el contexto de duelo, podrá tener un valor añadido sobre pacientes que sean proclives a la desesperación, desesperanza y/o a la sublimación emocional. El castigo lesivo: “El castigo lesivo será aquel que tendrá la finalidad de inhabilitar o mermar al opositor por medio de la aplicación de la fuerza sobre él.” La inhabilitación o disminución de la operatividad por medio de la lesión ofrecerá al agente una ventaja subsiguiente sobre un paciente que no tendrá plena operatividad. Esto tendrá lugar tras generar acciones del arma con una sobresaliente fuerza implícita y su aparejada exposición. Por ende, será necesaria la aplicación magnificada de energía lineal y par. Pese a ello, cabe señalar, que para que siga siendo eficiente la acción con intención lesiva, la aplicación de los vectores tiene que quedar igualmente circunscrita a la obra elegante. El castigo lesivo más eficiente en su aplicación será aquel que este destinado a los antebrazos del paciente. Esto hará que el agente limite la exposición implícita en la inmersión en estratos interiores del medio proporcional paciente. Además, la lesión tendrá un efecto considerable sobre la operatividad del arma del paciente castigado. Será debido a la posibilidad de castigar la zona de los músculos extensores superficiales, el abductor largo, extensor radial y algunos otros del antebrazo, claramente expuestos. Se dará lugar así a una clara dificultad para la aplicación de fuerza par y el sostenimiento de la pinza del asimento por parte del paciente. El castigo a la zona pectoral del lado hábil, normalmente armado, también será un recurso a tener en cuenta, pues dificultará el sostenimiento de la rectitud adelante y considerablemente la obra de las oclusiones a tercera y cuarta. Lo que dará como resultado la limitación idiomática dispositiva del paciente castigado. El dolor como elemento colateral e/o intencionado del castigo, afectará de manera superlativa a la cognición del castigado, pues la secreción hormonal será mayor que en cualquier otro contexto del asalto. Esto tendrá lugar con la predisposición del cuerpo castigado a huir de dicho estímulo, temiendo el dolor aparejado, enfatizando con ello los mecanismos que polarizarán la obra e intención del que recibe el castigo. Cuando el castigo sea aplicado sobre el paciente, en los subsiguientes asaltos se generará una clara ampliación del medio por su parte, tanto en distancia como en dimensión, que será producto inconsciente de evitar la exposición a un redundante castigo. Igualmente, al castigar al paciente, la desesperación se podrá ver realzada, pudiendo entender el paciente que la obra ofensiva es la única salida a una situación que, inconscientemente, ha elevado a razón vital, debido al dolor percibido. Momento en que la acometida irreflexiva puede tener lugar por parte de un castigado bajo los efectos del estrés. Además, el castigo y el dolor, harán elevarse el ritmo cardiaco, la frecuencia respiratoria y causar tensión muscular. Todo ello podrá facilitar la fatiga en el paciente, la disminución de su desempeño físico y la dificultad para obrar y actuar sobre su arma propia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 457 -DE LA C AUSA TÉCNICA Por contrapartida, el castigo también tendrá una serie de efectos sobre el paciente, probablemente inconvenientes para el agente, que derivarán de la resistencia natural del cuerpo al daño, al peligro y la preparación para la huida. La exposición sorpresiva al dolor generará una secreción de encefalinas, endorfina, y adrenalina, entre otras hormonas. Esto desembocará en que el castigado se vea considerablemente condicionado por los efectos de estas, aumentando su capacidad de esfuerzo por la adrenalina, disminuyendo su percepción del dolor, por el efecto analgésico de las encefalinas y decreciendo la inmersión emocional en la derrota, a causa de la endorfina. “El castigo será un recurso funcional que resultará ineficiente dentro del contexto estrictamente esgrimístico.” ———— DE LA CAUSA INSTRUMENTAL - 461 - Generalidades de la causa instrumental TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 463 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El arma láser: “El arma láser es un utensilio, causa instrumental de la Esgrima Láser, compuesto por una guarnición y una hoja que habrá de emitir luz, a la que se le atribuirá el potencial figurado de sublimar cualquier elemento físico con el que tenga contacto.” Una arma láser será un elemento físico, tangible y determinado, que tendrá el cometido de ser usado como instrumento esgrimístico, proveyendo al usuario de un objeto que usar para generar la ofensa sobre su opositor, en el contexto del asalto, en el ejercicio de la Esgrima Láser. El arma láser será un conjunto constituido por dos elementos principales: guarnición y hoja. “La guarnición es el objeto físico, al que no se le atribuye cualidad figurada alguna, que tiene el poder de hacer a la hoja emitir luz y el cometido de hacer manejable al conjunto.” La guarnición, al no tener ningún potencial figurado, será el elemento que permitirá el asido y manejo del arma láser. Es por ello que esta pieza se llama “guarnición”, dado que mantiene protegida a la mano del potencial figurado de la hoja. “La hoja es el objeto físico al que, una vez esté emitiendo luz gracias al auxilio de la guarnición, se le atribuirá el potencial de sublimar cualquier elemento físico que tenga contacto con ella, así como se le asociarán una serie de efectos termodinámicos figurados complementarios.” Para que un arma láser sea considerado como instrumento válido y operativo, en el ejercicio de la Esgrima Láser, deberá emitir luz por la hoja de manera literal, notable y constante. En un arma láser, guarnición y hoja podrán tener distintas dimensiones, dando con ello lugar a distintas tipologías de armas, con distintas geometrías, masas, cometidos, virtudes y usos. En el contexto que nos atañe y en el volumen que originalmente alberga estas líneas, el protagonista será el daito, como causa instrumental ponderada y generalista, al ser un conjunto de dimensiones medias, establecido como la referencia estándar de lo que se entiende como arma láser. Naturaleza figurada del arma láser: “La naturaleza figurada de un arma láser es el conjunto rasgos atribuidos a ella, que no tienen participación física en la interacción del instrumento con el mundo en que existe.” Para que el instrumento láser tenga sentido en su desempeño esgrimístico, ha de ser aderezado con una serie de atribuciones ajenas su naturaleza física, pertenecientes por tanto, al plano figurado. Será esta naturaleza figurada sobre la que se ha de sostener los axiomas funcionales de la esgrima emergente de su estudio. Esto ocurrirá igual con otras armas usadas en un ámbito práctico doméstico, que precisarán de ser literalmente inofensivas para salvaguardar la integridad de los practicantes. “La naturaleza figurada del arma láser se ha tenido, se tiene y deberá tenerse en cuenta para la concepción, desarrollo y práctica de la esgrima emergente de dicha causa instrumental.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 464 - Axiomas figurados fundamentales del arma láser, con relevancia elemental en el desempeño esgrimístico: - Temperatura: El arma láser tendrá una hoja, llamada figuradamente haz, que alberga energía y potencial suficiente para alcanzar la sublimación de cualquier elemento en contacto. Esto dará lugar a efectos colaterales termodinámicos, derivados de la interacción de la radiación térmica con el contexto físico. - Masa: La hoja del arma láser tendrá una masa asociada a ella, que la hará capaz de interaccionar físicamente con otra hoja. Así pues, la hoja será el único elemento capaz de interaccionar con otra hoja láser, sin sufrir efectos destructivos. - Luz: La hoja del arma láser siempre tendrá una radiación lumínica asociada, parte de ella en el espectro visible, posibilitando su ubicación en el espacio. Síntesis de la naturaleza figurada del arma láser: “Toda arma láser tendrá una hoja a la que se le atribuirá el potencial de sublimar cualquier elemento físico que interaccione con ella, excepto otra hoja láser, habiéndose de tener en cuenta los efectos termodinámicos y lumínicos asociados a esto.” Los aspectos figurados del arma dictan que el tocado, herida o ejecución es posible sin la aplicación de fuerza alguna sobre el objetivo de la hoja. Esto da lugar a que la tradicional técnica de corte quede obsoleta, pues resultará disfuncional en el contexto laserino. Así pues, dicha técnica tradicional, habrá de ser totalmente sustituida, adaptada y/o modificada, únicamente estudiada para entender la biomecánica, destinada a optimizar la administración de fuerzas y su disposición. Gracias a esta naturaleza figurada, atribuida al instrumental láser, existirán acciones y obras ejecutivas de elegancia plena, donde será posible invadir el medio particular, apropiándose de él con la mera disposición de la hoja, asistida de un vector sin movimiento ni desarrollo. O sea, que las armas láser permiten ser plenamente operativo sin precisar necesariamente aplicarse movimiento en ellas, dado que sus capacidades permitirán generar la herida con el mero contacto. A esto se la ha de sumar la potencial ejecución desde cualquier punto de la hoja, teniendo en cuenta que no existe filo alguno, ni verdadero falso, ni tampoco lomo o mesas. De ahí parte la validez del tocado sin importar en qué punto se ha realizado el contacto, su dirección de procedencia o sentido seguido por el arma. Este punto, sin duda, marca la técnica propia y la esgrima resultante, dando lugar a acciones que en otros contextos resultarían totalmente inertes. “La naturaleza figurada del arma láser hace que su técnica asociada sea particular y única, siempre ligada a la búsqueda de la eficiencia.” El principal efecto figurado que sustenta el potencial ejecutivo figurado del arma, es la instantánea sublimación de cualquier elemento sólido que tenga contacto con el haz. Esta sublimación creará figuradamente una repentina y brusca expansión de los gases generados en la reacción física, entre haz y el material tocado, que se denominará detonación de Crookes, detonación de contacto o flash de hit. Dicha detonación, dará lugar a una ocupación del espacio por gases y plasma a una alta temperatura. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 465 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Esto genera una transferencia térmica desde el punto de contacto del haz hasta el espacio y elementos circundantes, por convección, radiación y conducción, lo que generaría daños de consideración a todo aquel cuerpo que quede cercano, ya sea perteneciente a la anatomía humana, a la protección de un tirador o al arma opositora. Estos efectos termodinámicos de la detonación de Crookes mermarían considerablemente la operatividad del individuo que recibiese el tocado, tanto en el plano biomecánico como en el psicológico, siendo posible la pérdida de un miembro, la destrucción total o parcial de un área del cuerpo, daños a las funciones motoras, quemaduras de distinta consideración y/o el aturdimiento por dichos efectos, sumados a los efectos radiantes luminosos y sonoros de la detonación. Igualmente, habrá de evitarse el contacto de la hoja con elementos sólidos del entorno, pues se generarían fenómenos de distinta índole, como emanación de gases tóxicos a altas temperaturas y daños estructurales, entre otros. Este potencial figurado del arma láser, hará que cualquier elemento morfológico, sobresaliente de la silueta mínima de la guarnición, pueda ser un inconveniente considerable. Esto será aplicado a arriaces, gavilanes, lazos, tazas o cualquier otro elemento adicional que pretenda generar una geometría perpendicular a la cuerda del arma, con la intención de proteger la mano armada. En esencia, se debe a que no exisitirá material capaz de resistir el potencial destructivo del haz del arma, quedando cualquier componente instantáneamente sublimado. Siendo así, la mano armada del usuario no solo sufriría las lesiones propias del contacto con la hoja, sino que quedaría expuesta ante las lesiones colaterales del contacto entre dicha hoja y los elementos sobresalientes de la guarnición. Por tanto, lo único capaz de defender la mano armada del tirador usuario, será la propia hoja. Esta precisará del aprovechamiento de la acción del arma, en conjunción con el fenómeno de la oclusión. Se dará lugar, por tanto, a un conjunto de recursos técnicos que posibilitarán la defensa y la puesta en desventaja del paciente, que en ciertos medios, aportarán al agente la potencia de herir. Cabe incidir en que cualquier arma usada históricamente en una práctica segura, ha debido de estar condicionada por unas limitaciones, que proporcionasen seguridad a los implicados en los diversos ámbitos de su uso. Por ello, desde antaño, en el entorno del estudio se han debido atribuir propiedades figuradas a las armas negras usadas en la práctica, que sin filo ni punta, pretendían ser réplicas domésticas de las armas blancas, potencial y verdaderamente letales. Estas armas blancas, con un más alto y viable poder lesivo, serían más tarde usadas en un contexto de intervención real, para llevar a cabo una literal función ejecutiva y cumplir con el interés del usuario en dicha situación. “Históricamente a las armas destinadas a la esgrima, que eran domésticas, se le han atribuido aspectos figurados, que posibilitaban emular el ejercicio real, en connivencia con el opositor.” Así pues, desde los albores de la esgrima, las armas de la práctica preparatoria doméstica han necesitado de la imaginación de los usuarios, así como de un pacto tácito entre agente y paciente, para cumplir su función de formar al tirador para el posterior uso de un arma, con potencial lesivo real. Igualmente, los aspectos figurados han proporcionado la posibilidad de usar las armas con el fin de gozar de una actividad marcial, doméstica y sin pretensiones de aplicación. El arma láser carece de una versión física literal, poseedora de la naturaleza figurada que se le atribuye. Así pues, será la naturaleza figurada de esta causa instrumental lo que permeará, tanto el estudio de la esgrima emergente de ella, como su puesta en práctica, siempre asociada al objetivo final del esgrimista laserino: el duelo. “Las armas láser resultan ser una tipología propia de armas, absolutamente diferenciada de las armas blancas y negras tradicionales, en origen, uso y propósito del usuario.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 466 - Concepción geométrica del arma láser: En el plano práctico, el arma láser está marcada por la monodimensionalidad en su concepción espacial, pues al margen de la tornada, es indiferente su disposición rotacional en el eje de la cuerda. Además, no existe guarnición, arriaz o gavilanes algunos que puedan convertir en un plano bidimensional a la única dimensión longitudinal que configura la hoja. O sea, que el arma láser se comporta como un único segmento recto en un entorno tridimensional. De este modo, la concepción del arma en el espacio será teóricamente tenida en cuenta como: “La concepción del arma en el espacio será teóricamente tenida en cuenta como un segmento, que de forma rígida y constantemente proporcionada, es dispuesto en un plano tridimensional, sobre el que se desarrollará la obra.” Así pues: Cuerda del arma (Σ): La cuerda es la longitud total del conjunto del arma, sumando la guarnición y la hoja real. Σ = Γ+ ψ + ω El segmento del arma (Ξ): “El segmento del arma es la línea finita creada por la síntesis y concepción geométrica del arma en el espacio. Esta tendrá su límite distal en la punta de la hoja y proximal en la pinza del asimento.” El segmento del arma será expresado como “Ξ”, letra griega xi mayúscula. La longitud del segmento del arma está compuesta por la suma de la longitud total de la hoja (Γ) y la del emisor lucido (ψ). Ξ = Γ+ ψ El segmento del arma tendrá siempre su parte más proximal como vulnerable. Hoja real (Γ): “La hoja real es la medida de la hoja desde el punto más distal del emisor hasta la punta de la hoja.” Geométricamente, la hoja real será el segmento del arma menos el emisor lucido, siendo la parte no vulnerable de dicho segmento. Γ = Ξ - ψ La hoja real representará la mayor parte del segmento del arma, en la práctica totalidad de las armas no enastadas. El emisor lucido (ψ): “El emisor lucido es la parte del arma que va desde el eje de la sencillez al límite distal de la guarnición, formando parte del segmento del arma.” Geométricamente, la extensión del emisor lucido será el total del segmento del arma menos la hoja real, siendo la parte vulnerable de dicho segmento. Se llama emisor lucido por quedar más allá del plano límite del usuario, y por tanto, expuesto a la potencia ejecutiva opositora. Ψ = Ξ – Γ TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 467 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El cabo del arma (ω): “El cabo del arma es la parte de la guarnición que queda proximal desde el eje de la sencillez, en dirección contraria a la extensión de la hoja. Será el resultado de restar el segmento del arma a la cuerda total de esta.” ω = Σ - Ξ Por ende, y de modo académico, el arma con energía aplicada para su movimiento absoluto se entenderá como un segmento en el espacio con un vector de movimiento. “El segmento del arma (Ξ), en su disposición tridimensional, será considerado como un segmento, producto de su dimensión geométricamente funcional, actuado por un vector de módulo igual a longitud de la hoja real más el emisor lucido (Γ+ ψ), con dirección en el rumbo y sentido igual a la disposición próximo-distal.” Masa del arma láser: El peso de un arma histórica está condicionado por la naturaleza física de esta, pensada para ofrecer una ofensa basada en el corte y estocada. Por ende, el material de su hoja, del que está constituida, normalmente acero, le conferirá un peso acorde a las circunstancias y contexto operativo de destino. Así pues, tendrá una densidad y masa determinada, propia de un objeto metálico capaz penetrar, lacerar, tajar o contusionar el cuerpo paciente. Dicha masa tendrá una distribución concreta, dependiente del uso que se le prevé al instrumento. Siendo así la masa más adelantada, propia de armas que pretenden el tajo, mientras que el peso más cercano al asimento estará presente en aquellas que pretendan la velocidad en su reubicación espacial. En el caso del arma láser, el peso está condicionado por la hoja, parte que provee de funcionalidad ejecutiva al conjunto, de forma literal y figurada. Esta pieza es la más expuesta a la tensión, fatiga estructural e impactos. Además, habrá de permitir la ignición, retención y proyección del fulgor. Eso sí, no habrá de disponer de capacidad de corte, resistencia para hendir en la carne, ni presentar filo alguno, algo que será determinante. De esta manera, la hoja del arma láser ha de poseer la capacidad de contender con la agregación, la presión y fuerza en el atajo y la fricción entre hojas. Esto será posible gracias al uso de polímetros de alta resistencia y de un grosor considerable en el material. “La hoja láser tendrá una masa dependiente de la resistencia pretendida.” Con la masa necesaria para que la hoja pueda desarrollar su trabajo, se condicionará el peso que existirá en la parte distal del conjunto, y que por ende, habrá de contrapesarse con la apropiada guarnición, concretamente con su masa general, su pomo o con el uso e implemento monedas de contrapeso. Las guarniciones del arma láser podrán estar compuestas por casi cualquier material, siempre que se respeten tipologías, funcionalidades y seguridad. No obstante, existirá una tendencia clara, por parte de los tiradores experimentados y diestros, de portar guarniciones de índole metálica, que propicien un equilibro basado en la distribución de masa regular en el cabo y pinza del asimento. “La masa de la hoja será compensada por la masa propia de la guarnición y elementos adicionales, específicamente usados para ello.” Con ello podemos determinar que la masa total de un arma láser, en comparación con los instrumentos históricos de similares dimensiones, será considerablemente menor, en la mayoría de los casos. Este rasgo otorgará a la esgrima emergente de una mayor disponibilidad del plano superior, así como de mayor movilidad de la rectitud y rumbo, que hará que la duración de los asaltos a pleno contacto no quede plenamente sesgada o dramáticamente condicionada por la capacidad física de sostener y ubicar el arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 468 - “El arma láser es una arma relativamente ligera, con una naturaleza que permitirá al usuario esgrimirla sin un desgaste superlativo de su condición física.” Las armas láser habrán de ser configuradas con el punto de equilibrio, y por ende, el centro de masas, teniendo en cuenta los matices de la esgrima que se va a emplear para usarlas. De esta forma, y siendo coherentes con la capacidad ejecutiva exenta de presión alguna para su rendimiento, se encontrarán habitualmente una distribución de pesos que acercarán notablemente el equilibrio del conjunto a la pinza del asimento. Se dará lugar así a un movimiento del arma basado en la aplicación precisa de fuerza par, para el correcto posicionamiento de los vectores a obrar. Con esto se configuran armas aptas para que un tirador experimentado posicione la punta y tercio débil de la hoja allá donde guste, ubicando la extensión total del arma en el rumbo deseado, y separando tímidamente la codependencia natural entre la disposición de la rectitud y el rumbo, facilitando así el movimiento accidental y su reparo una vez iniciado. Por contrapartida, al carecer de masa distal, la escasa inercia vectorial dará lugar a una mayor facilidad de reparar el vector de inercia por parte de un paciente centrado en esa acción. “El arma láser, optimizada para la esgrima particular emergente de su naturaleza figurada, tendrá un centro de masas y punto de equilibrio centrado, aledaño y ligeramente adelantado al punto donde habitualmente tenga lugar la pinza del asimento.” Hay que sintetizar que a menor masa, menor sostenimiento inercial. Debido a esto, el arma láser será más fácilmente reparable, en su vector inercial, que un arma histórica más masiva. Similitudes y diferenciación de las armas láser: El daito es una tipología concreta de las existentes y posibles dentro de las armas láser, compuesta por una guarnición y una hoja de unas medidas determinadas. Es por esto, que de manera natural se podrá entender cierto paralelismo entre este arma e instrumentos de índole histórica. No obstante, este paralelismo será exclusivamente aparente, pues el arma láser tendrá distinciones fundamentales con cualquier otro arma, tanto por su naturaleza como por su finalidad. “El arma láser, por su naturaleza literal y figurada, será un instrumento claramente diferenciado de cualquier otro de índole tradicional, tales como armas de hoja blanca o negra, pese a tener aparentes y sutiles similitudes morfológicas.” Las dimensiones estándares de un arma láser, concretamente de un daito, con guarnición de mano o mano y media, y con una hoja natural, dan lugar a un notable paralelismo con las espadas coetáneas del Maestro Salvator Fabris, con las que desarrolló y aplicó su esgrima, recogida en la obra “De lo Schermo” (1606). Dicho parecido resalta al entender como similares tanto el punto de equilibrio de los conjuntos, como su cuerda y proporciones de guarnición/hoja. Un arma histórica cercana al contexto geográfico e histórico italiano citado, podía estar en torno a los 125 cm de media en cuanto a longitud total, llegando a existir abundantes piezas de mayor dimensión. Por ende, un daito extenso, que rondará los 120, con una hoja real de similares proporciones, aparentemente puede compartir geometría, a grandes rasgos. No obstante, también existirá una más notable y acertada, coincidencia entre la geometría longitudinal y proporción guarnición/hoja del daito y del arma ropera temprana española, de los periodos “carrancista” y “pachequista”, tiempos en los que los dos Maestros, Carranza y Pacheco, generan y basan su Verdadera Destreza, de la que bebe sin pudor esta disciplina. Estas armas resultarán, en sus inicios, evolución, fase tardía y concepción actual, ligeramente más comedidas en su cuerda que las italianas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 469 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Cabe añadir, que otras tipologías laserinas, como la guarnición mixta con hoja odachi, pueden dar lugar a geometrías distintas, que coincidan con otros instrumentos propios o cercanos a la época referida. En el caso anteriormente mencionado de la hoja larga, podemos encontrar un paralelismo aparentemente notable con la espada italiana típica de finales del siglo XVI y principios del XVII. Cabe aclarar que esto será similar únicamente en sus proporciones y punto de equilibrio, de ningún modo en su masa o función. “Las dimensiones y proporciones del arma láser son relativamente coincidentes con instrumentos históricos, no por ello similares en función operativa o técnica esgrimística.” En cuanto a la distribución de peso en el conjunto, y teniendo en cuenta la diferente escala de pesos totales, tanto las armas históricas tratadas, como las láser, coinciden en su punto de equilibrio relativamente proximal, asistiendo esto a la fácil maniobra y aplicación de fuerza par, y por consiguiente, a una optimización de la estocada por encima del tajo. En el caso de aquellas armas, concretamente las italianas del XVII, su peso total quedaba drásticamente aumentado por la implementación de masa en el pomo, para dar lugar a un punto de equilibrio notablemente proximal, teniendo en cuenta la generosa masa de su hoja. Es por ello, que el arma láser, aunque por norma menos masiva, obtiene este rasgo, al existir un considerable contraste de pesos entre la hoja y la guarnición, además de ser contrapesada para adaptarse al tirador e intereses de este. La Esgrima Láser está concebida para llevarse a cabo apoyada en un instrumental con un equilibrio que permita al tirador una fluida disposición de su hoja, sin existir un condicionante para ello en el equilibrio de las masas. Hecho que, indiscutiblemente, está ligado a la corriente armamentística civil, propia del ocaso del siglo de oro español. “La distribución de la masa del arma láser tiene un cierto y anecdótico paralelismo con la encontrada en armas históricas, siendo producto y génesis de conceptos técnicos distintos.” No obstante, pese a la constitución física y literal, la aplicación al arma láser del potencial ejecutivo figurado de la hoja, hace que el paralelismo real arrojado en la esgrima, funcional y práctica, quede solo unido por la idiosincrasia fundamental y general de las armas, del cuerpo humano, y los principios básicos del entendimiento de la destreza, quedando la práctica de la Esgrima Láser parcialmente alejada de lo que se ha podido ver, estudiar y entender en la tratadística histórica europea. “El principal factor diferenciador del arma láser será su naturaleza figurada, que condicionará por completo su técnica.” En su origen, la finalidad y existencia del arma láser no está centrada en su uso ofensivo, siendo el caso de estas armas único en su clase. El instrumento láser tiene como génesis la intención artística, alejada en su inicio de cualquier contexto y aplicación bélica o marcial literal y funcional, así como dando lugar a una geometría que no facilita la operación con seguridad. Esto resulta un factor diferenciador importante, pues define la naturaleza del arma láser en su totalidad, desde su concepción geométrica, su potencial figurado y su técnica emergente, pasando por el hecho imprescindible de la necesaria radiación lumínica literal. Cabe aclarar que en el momento de escribir estas líneas, no hay instrumento que posea de manera literal las propiedades figuradas que se le atribuyen a un arma láser. “El arma láser nace como medio de transmisión artística, diferenciándose en su génesis y uso de cualquier otro arma.” Es por ello, que el arma láser resulta ser una tipología de armamentística totalmente diferenciada de las blancas, incluso de su representación esgrimística de hoja negra. Por ello, es necesaria una catalogación propia y una terminología específica para definir al instrumento laserino, resultando incompatible su clasificación según la lógica de las armas de filo. En esencia, un arma láser es única en su potencial lesivo figurado y literal, su construcción literal, su distribución de masas, su geometría, su ergonomía, su operación, su técnica operativa y su finalidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 470 - “El arma láser, es una tipología armamentística diferenciada y única de las armas, que será entendida como un elemento único de categoría particular.” Todo esto da lugar a una biomecánica y técnica, que un sus axiomas y concepción queda humilde, discreta, coherente y justificadamente; alejada de las propuestas de los Maestros Agrippa, Capoferro, Fabris, Carranza, Pacheco, Ettenhard, Rada o Frías, entre otros ilustres nombres. “Del arma láser, por su naturaleza particular, emerge una esgrima irremediablemente alejada de gran parte de los conceptos técnicos, históricos y tradicionales.” El arma láser según su funcionamiento: Existen distintas tipologías de armas láser, según el funcionamiento de operación y la manera en la que se produce su función lumínica, así como otras funciones adicionales. Arma crutha: “Un arma crutha será aquella que no precise software para realizar su función básica de ignición y extinción.” Estas armas poseen un circuito eléctrico básico, siendo su operación sencilla y elemental, en la que no será posible más que la ignición y extinción de los elementos lumínicos del conjunto led. No obstante, un arma de funcionamiento crutho podrá tener elementos adicionales, que le confieran otras funciones. “El arma crutha es ideal para el ejercicio esgrimístico, pues tendrá un control básico, un elemental mantenimiento y una sencilla reparación.” Arma datha: “Un arma datha será aquella que precise software para realizar su función básica de ignición y extinción.” Un arma datha precisará de un software para funcionar. Dicho software habrá de estar instalado en un hardware electrónico, relativamente complejo en comparación con el elemental funcionamiento de una arma crutha. Las armas dathas poseerán funciones adicionales a la ignición y extinción. “El arma datha poseerá normalmente posibilidades adicionales para el control de la emisión lumínica, tanto en color como en potencia.” Emisión lumínica literal: “La emisión lumínica literal es la luz generada por el arma láser que es radiada por la hoja, junto a todos los aspectos que la condicionan.” Una expresión fundamental de la Esgrima Láser viene derivada de la naturaleza literal de la hoja esgrimida. Esta, para mantener la coherencia con sus aspectos figurados, posee la capacidad y la necesidad de emitir luz, llamada académicamente “fulgor”. Fulgor: “El fulgor es el total de la radiación lumínica emitida por la hoja de un arma láser, en el espectro visible.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 471 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Así pues, estudiando y aprovechando esta radiación lumínica, un tirador experimentado dispondrá de un repertorio considerablemente amplio de tretas, obras y acciones dispositivas, que le proveerán de herramientas para hacer uso de su arma más allá de la dimensión física y geométrica, tradicional. [“γ” es el símbolo de expresión para la potencia lumínica emitida por el emisor o conjunto LED observada justo en el punto de emisión, que será medida en candelas (cd)] En entornos regulares, con escasa luz ambiental, la hoja ignita será un testigo claro del movimiento del tirador, tanto de forma directa, como por albedo o referencias reflejas, que acentuará cualquier intención que sea expresada en movimiento, voluntario o involuntario. Esto hará tomar una especial relevancia a la faz presentada, pues otorgará una especial ventaja ser capaz de no telegrafiar la subsiguiente obra, por medio del control de la emisión lumínica del arma propia. La potencia lumínica emitida puede tener una naturaleza difusa y relativamente uniforme a lo largo de la cuerda de la hoja, lo que recibe el nombre de “silueta uniforme”. Esto da a entender que el fulgor, en su emisión tridimensional, queda parejo y perfectamente repartido a lo largo de toda la superficie cilíndrica de la hoja. Así pues se podrá medir una potencia lumínica (γ) regular en toda la cuerda, lo que hará que, independientemente del valor de γ, la proyección de luz (γp) quede controlada y difusa. Existirá también el fulgor de “silueta heredada”, donde la potencia lumínica a lo largo de la hoja será dispar, teniendo esta un mayor valor conforme más cerca del emisor se haga la medición. Esto se deberá a la incapacidad del vaceo, cilindro y del reflector interno para contener y distribuir uniformemente la luz. Así pues, existirá una emisión lineal y focal, que partirá del emisor y que será proyectada en mayor medida en una dirección determinada. Esto implicará la posibilidad de trabajar con el opositor y con el fulgor heredado proyectado en su dirección, así como a poder determinar con precisión la ubicación del hole. “El fulgor del arma láser será usado dispositivamente, adaptando esto a su naturaleza y posibilidades.” Según la mecánica de ondas, la difusión de estas por el espacio se reduce de acuerdo con el cuadrado de la distancia a la fuente de emisión, siempre que esta sea puntual, como es el caso que nos atañe. Por ende, el valor de la disposición de la potencia lumínica de la hoja agente sobre el campo de visión paciente, aumenta de forma exponencial conforme el contraste entre la luz emitida y la ambiental crece. Se dará lugar con ello a propiciar el uso de acciones de índole, inicialmente, ejecutivas, que tienen como objetivo principal resultar dispositivas generando el deslumbramiento del paciente, que podrá lugar a ghosting, SDE y un repentino y controlado black out. Difusión del fulgor: Ley de la inversa del cuadrado γp = γ/distancia 2 Las obras y acciones destinadas a usar el fulgor, deberán de tener una concepción ejecutiva, pese a no ser necesariamente llevadas a cabo con intención directamente ofensiva. Esto es debido a que será necesaria la invasión del medio particular del paciente, con la hoja agente, aprovechando así el máximo de la radiación lumínica del arma agente, para su función dispositiva. O sea, que la obra que pretenda generar desventaja en el paciente por medio del uso de la radiación lumínica del agente, tendrá que estar compuesta por un módulo organizativo y otro ejecutivo, que permita disponer la hoja agente suficientemente interna en el medio particular paciente, como para que la incidencia del fulgor agente sea notable. Será por ello necesario que la obra permita la total seguridad del agente, pues no habrá necesariamente una conclusión del asalto. Por otra parte, en entornos con poca o ninguna iluminación ambiental, será determinante que agente y paciente porten un arma que emite luz, pues el contraste con respecto a las zonas de iluminación residual, generado por la emisión propia y ajena, dificultará significativamente la previsión, detección o reacción a las intenciones agentes o pacientes, pudiendo incluso, resultar un recurso a explotar por esgrimistas laserinos experimentados. Estas complicaciones radican, entre otras, en la complejidad de ubicar y concebir correctamente el arma opositora en el espacio, dado que resulta parecer un objeto bidimensional, por la carencia de referencias. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 472 - “La radiación lumínica literal del arma láser, en un área sin luz ambiental, hará que se dificulte notablemente la percepción de las armas de los tiradores, teniendo estos una perspectiva sesgada de la posición en el espacio de las hojas.” Una de las lógicas que podrán extraerse de la ley de la inversa del cuadrado, y aplicarse al contexto del asalto, es: “Cuanto más cerca del paciente esté la hoja del agente, mayor contraste existirá entre el sujeto irradiado y el fondo o contexto.” Esto elevará la importancia de sostener un medio de proporción, con una dimensión elongada, en un área donde no exista una luz ambiental relevante. Se aportará con ello la posibilidad de iluminar el contexto, con la radiación de la hoja propia, así como de mantener al paciente irradiado y visible, total o parcialmente. Cosa que facilitará la detección y estudio de su intención. Además, se evitará la exposición propia a una radiación paciente que crecerá en potencia conforme se reduzca la distancia entre plano de visión agente y hoja paciente, lo que reducirá el espectro dinámico útil de la visión del primero. Aparejado a esto, estará la necesidad de presentar guaridas y variantes, en las que la hoja del usuario irradie en la menor manera posible la visión propia. “Para aumentar el área irradiada y disminuir el contraste de la luz proyectada, se habrá de extender el diámetro común de la sencillez.” Existirá la posibilidad de trabajar también con la existencia o inexistencia de emisión lumínica propia, o la ignición o extinción de la hoja, dando lugar a conceptos profundamente complejos, tanto en su uso como en su aprovechamiento. De esta misma forma, aparecerá el concepto de “radiación crepuscular”, que resultará ser aquella radiación emitida en el alba de desensayo al iai, usada de forma intencional por el agente para generar el deslumbramiento del paciente o añadir dramatismo a la faz del desensayo. Con el uso de la luz del arma propia se podrá: - Trabajar con el rango dinámico de las retinas pacientes en distintos ámbitos. - Mostrar o esconder la anatomía, geometría, faz y rostro de agente y paciente. - Potenciar una faz agente y/o disminuir la presión emocional de la faz paciente. - Fundirse con la sombra generada o en la penumbra contextual, en entornos capaces de proveer esas condiciones y acciones. La disfunción literal de una hoja, que implique la desaparición de su brillo, inhabilitará el uso de la hoja en duelo, que a discreción del Juez, podrá dar lugar a una puntuación en contra del usuario de la hoja extinta, llamándose malfunción. Esto determinará dramáticamente la forma en la que el usuario administrará la energía disponible. Además teñirá a la Esgrima Láser con la necesidad de resguardar la integridad de la guarnición y su funcionamiento, este último con importancia superlativa en el ejercicio del duelo. La ventaja producida por el deslumbramiento no tendrá una repercusión directa y necesariamente instantánea, sino que reducirá eventualmente y por tiempo limitado distintas capacidades de aquel expuesto a los efectos. Respecto a la condición oftalmológica del opositor, se habrá de entender que el condicionante mayor para la percepción de las hojas será el astigmatismo. Este producirá una discordancia en la refracción en cada uno de los meridianos oculares, y por tanto, impedirá el correcto enfoque de los objetos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 473 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Así mismo, será el efecto de esto que dificultará la correcta percepción de las hojas, en profundidad y ubicación en el espacio. Así pues, en un contexto de intervención donde se precise del aprovechamiento de todos los factores posibles para la ventaja propia, se tendrá en cuenta la corrección optométrica del paciente, entendiendo que su plena operatividad será producto de ello. De esta forma, será ideal el escenario en que un paciente, con alta graduación dióptrica, prescinda de lentes para llevar a cabo el asalto o pierda la funcionalidad de estas, sea cual sea la condición concreta que le lleva a usarlas. “La emisión lumínica literal del arma láser es un recurso adicional, que deberá de ser integrado en el repertorio del tirador, ofreciendo una mayor posibilidad de éxito.” El fulgor y su radiación: El fulgor del arma, tanto de silueta heredada como uniforme, tiene particularidades en su distribución que pueden ser objeto de su uso en el asalto. Entre otras, estará el iradiado: “Irradiar es el acto consciente de proyectar la radiación lumínica literal del arma agente sobre el paciente, buscando un efecto de ventaja.” Para entender de manera precisa las ventajas agentes ofrecidas por el fulgor y su radiación, habrá de comprenderse que dicho fulgor está compuesto por distintas partes, más o menos diferenciadas según la morfología del mismo. Bulbo: “El bulbo, hace referencia al grueso de la radiación lumínica que no es contenida y, por tanto, es proyectada por el tercio fuerte de la hoja, en su parte más distal, normalmente en una arma que emita un fulgor de silueta heredada.” Esta parte del fulgor, por su cercanía al emisor, emitirá la mayor potencia lumínica. La emisión de esta luz, tendrá una proyección de naturaleza ligeramente angulada respecto al sentido y rumbo de la hoja. Tendrá, por tanto, su pico de potencia lumínica desfasado con el rumbo o extensión del segmento del arma. El valor de este desfase dependerá de los factores que intervengan en la contención y difusión del fulgor dentro de la hoja. Esta parte será usada para proyectar sobre el paciente la mayor potencia lumínica posible, que en un entorno de luz ambiental reducido, pueda provocar su deslumbramiento. Para ello, y para no minimizar la eficiencia de la geometría de la guardia presentada, será necesario el posicionamiento del arma con su punta sobre el diámetro común, que buscando el ítalo potencial del paciente, cierre las líneas posibles, y además, que genere el desfase angular necesario para iradiar en sentido a la cara paciente. “Para irradiar con el bulbo, se necesitará siempre cierta perpendicularidad del arma respecto al diámetro común, ya sea horizontal o verticalmente.” Cuando el arma propia esté en un rumbo atrás, probablemente en la acción de spin con una considerable extensión de la rectitud, se habrá de respetar la ubicación del agente para no autoejecutar, por tanto, se generará una irradiación propia producida por la exposición al fulgor del bulbo. Esto habrá de ser tenido en cuenta para minimizar la orientación atrás del rumbo del arma, así como para usar la mano contraída al mentón para minimizar los efectos de dicha irradiación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 474 - Para evitar la exposición a la radiación del bulbo paciente, premeditada o casual, el agente pretenderá situarse en dos puntos concretos del espacio marcados por el rumbo del arma, haciendo que el control de este por medio de la antagonización de la guardia o los efectos ligeros del atajo real y agregación sean cruciales. El agente en cuestión puede situar el plano de la vista en la zona marcada por la proyección distal del hole, que si la disposición del arma paciente es recta, esta quedará a la altura del plano superior paciente. No obstante, el hole resulta un elemento extremadamente dinámico, y solo podrá ser usado cuando los eventos sean estáticos. En adición a esto, el agente podrá situarse con cierta perpendicularidad al rumbo del arma paciente, minimizando esto la radiación proyectada sobre el plano de su vista. En cualquier caso, la exposición del plano de la vista agente ligeramente desfasado con respecto al arma paciente será un elemento a evitar. “El agente, para evitar la radiación sobre sí, deberá estar en el hole del fulgor paciente, y/o usar la mano no hábil para limitar y controlar la exposición.” Un arma con un fulgor uniforme, habitualmente, tendrá una silueta que carecerá de un bulbo reconocible. Así pues, no existirá la posibilidad de generar una diferencia en la luz proyectada al paciente por medio de la angulación de la hoja respecto a él. Cañón: “El cañón es aquella parte de la hoja en que la emisión lumínica tiene menor dinámica aparente, normalmente entre la mitad distal del tercio fuerte y el último cuarto del tercio débil.” Esto quiere decir que el cañón será una zona medial de la hoja en la que la proyección y radiación tendrá un valor similar en su extensión. No obstante, existirán diferencias notables a lo largo del cañón, que no tendrán un efecto de peso en la percepción visual de agente o paciente, pues no serán tan evidentes como la diferencia entre el cañón y el bulbo o el ápice. El cañón emitirá radiación únicamente en dirección perpendicular al rumbo del arma, así pues se generará la sombra de cañón: “La sombra de cañón es una zona del espacio, perpendicular al rumbo de la hoja en la que la radiación lumínica de un cañón heredado será la menor de toda su extensión.” Existirá por tanto, la posibilidad de mantenerse dentro de esta zona del espacio, para recibir la menor radiación posible, y por ende, aprovechar las implicaciones geométricas aparejadas de estar perpendicular a una hoja. Así mismo, la guardia impasible hace uso de esto, en concordancia con el antagonismo de intención y la disonancia contextual. No obstante, un agente tendrá que tener su foco perpendicular al segmento del arma paciente, para conseguir estar irradiado únicamente por el cañón del paciente. Cosa que será notablemente difícil sin la colaboración del paciente. Será el cañón heredado del arma propia aquello que el agente podrá disponer en su plano de visión para minimizar la autoirradiación, sin comprometer la geometría o precisar de retirar la hoja del medio. Mientras dos hojas estén agregadas, el agente podrá balancear ligeramente el cuerpo para introducir su plano de visión en la sombra del cañón. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 475 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Un arma, con un fulgor de silueta uniforme, extenderá el cañón por toda la extensión de la hoja, en sus tres tercios, sin diferencias notables en la radiación. Esto hará que no exista una sombra de cañón, y por ende, que la geometría emergente de ello, no sea aplicable. El cañón tendrá tres partes fundamentales: - Cierre del cañón: El cierre del cañón es la zona de este que está en contacto con el bulbo. - Cuerpo del cañón: El cuerpo del cañón es la zona de este en que se extiende la luz en dirección al rumbo, tanto procedente del emisor como la reflejada por el ápice. - Boca del cañón: La boca del cañón es la parte de este que está en contacto con la punta del arma, y por ende, se ve afectada de los efectos de esta. La proyección distal de la luz del arma, en sentido al rumbo de esta, dará como resultado una zona llamada hole. Esta será el resultado de la proyección de la hoja con su punta. Esta zona será siempre distal, pudiendo tener una mayor, igual o menor luminosidad que el resto de la radiación. Hole: “El hole es la zona distal al segmento del arma, de la proyección lumínica, donde los efectos de la punta sobre la luz tendrán mayor relevancia. Normalmente, será una zona con menor radiación lumínica por la opacidad natural de la punta del arma.” El hole puede tener distintas naturalezas, según la interacción con la punta del arma y su opacidad. - Hole negativo: El hole negativo es aquel que tiene menor radiación lumínica que el resto del fulgor. El hole negativo será el hole más habitual en armas de fulgor heredado. - Hole neutro: El hole neutro será aquel que tenga una radiación lumínica similar al resto del fulgor. - Hole positivo: El hole positivo es aquel que tiene mayor radiación lumínica que el resto del fulgor. En esencia, el hole es la zona del espacio en que la radiación lumínica del fulgor queda condicionada por la interacción con la punta del arma. Por tanto, será resultado directo del ápice del fulgor. Ápice: “El ápice, de un arma de fulgor heredado, será aquel punto distal del tercio débil de la hoja, que concentre la mayor radiación lumínica, resultado de la exposición directa a la emisión a través del vaceo y su interacción con la punta del arma.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 476 - Por la naturaleza del ápice, la emisión podrá tener una forma similar al bulbo del cañón, con una escala considerablemente menor. Concretamente, la parte de la luz reflejada de nuevo en sentido disto- proximal, será llamada bulbo del ápice. A partir de esta proyección de luz, se pueden apreciar tres aspectos en un ápice, que pueden participar en la naturaleza y potencial particular de este, así como dar lugar a un hole u otro: Opacidad: “La opacidad de un ápice es el factor que mide la capacidad de dejar pasar luz por la punta del arma.” Un ápice opaco genera un hole muy marcado y negativo, pues no dejará pasar una cantidad relevante de la radiación lumínica, pese a poder contenerla. Esto condicionará notablemente la posibilidad de irradiar con la punta de la hoja, reduciendo la potencia de esto a ser realizado únicamente con la parte proximal del ápice. El ápice opaco no tiene por qué prescindir de radiar luz, en cierto grado, pues su opacidad hace referencia a la cantidad de luz de que es reflejada o sigue su curso distal. Siendo así, un ápice muy opaco, disminuirá la luz en el hole. Por otro lado, un ápice muy transparente, dará lugar a un hole con brillo o positivo. La opacidad escasa del ápice, o su transparencia, tiene una aplicación significativamente útil para condicionar la percepción del paciente de la hoja agente, pues en su extensión, será perfectamente funcional y no podrá ser apreciado en movimiento. Igualmente, se facilitará la radiación del paciente por el hole positivo. Reflexión: “La reflexión de un ápice es el factor que mide la capacidad de la punta de un arma para reflejar luz en sentido al emisor” El ápice será considerado reflejo cuando exista un marcado bulbo de ápice y esté claramente generado en sentido disto-proximal. Un ápice reflejo, al resultar opaco en sentido próximo-distal, generará un hole marcadamente mayor que el ápice opaco. No obstante, aprovechará más la radiación directa del vaceo, dando un valor de potencia lumínica considerablemente mayor que cualquier otro ápice, en el tercio débil. La reflexión del fulgor, normalmente estará generada por un cuerpo o pieza dispuesta, sobre la parte proximal de la punta, a tal efecto. Esta pieza tendrá el nombre de espejo. Radiación: “La radiación de un ápice es el factor que mide la capacidad de la punta de un arma para emitir luz o dejar pasar la radiada por el emisor.” La radiación del ápice es aquel cúmulo de luz justo en la punta de un arma, que no genera un límite claro en el hole y por tanto, su radiación es esférica en mayor o menor medida. Esto dota a la hoja de un punto de luz considerablemente más potente que la existente en el cañón y que posibilita una sencilla exposición del paciente a TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 477 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL la radiación del instrumento propio. Con esta radiación será posible generar ghosting en las retinas del opositor, lo que entorpecerá en gran medida la percepción de este. Un ápice con mucha radiación podrá dar lugar a un hole positivo. Tono del fulgor: “El tono del fulgor hace referencia a la longitud de onda de la radiación lumínica emitida por la hoja de un arma.” El tono del fulgor será entendido como el color de la hoja, facilitando con ello la síntesis del concepto y su más directa comprensión. “Un tono de un fulgor, dentro del espectro visible, dará lugar al color de la hoja.” La retina humana contiene dos tipos de fotorreceptores, bastones y conos. Los bastones más numerosos, unos 120 millones, son más sensibles que los conos. Sin embargo no son sensibles al color. Por otro lado, existen los conos, que se estima que son 6 a 7 millones, concentrados en la fóvea. Se pueden dividir en conos “rojos” (64%), conos “verdes” (32%), y conos “azules” (2%). Ellos proveen la sensibilidad del ojo al color. El color de la hoja será un recurso ceremonial y ritualístico, que identificará a su portador con aspectos propios. Entre estos, a nivel académico, se encontrarán la manifestación de respeto del alumno al Maestro, por medio del color azul. Igualmente, el Maestro, que portará en sus funciones docentes el color verde, estará condicionado por dicho tono para realizar una labor concienzuda y firme de la docencia. Adicionalmente, los tonos de las hojas agente y paciente, condicionarán emocionalmente al tirador usuario, generando particularidades y sesgos en la concepción y proceso de los estímulos. “El tono del fulgor condicionará al usuario y a su opositor.” Debido a la recurrencia con la que un individuo hace uso de un determinado tono de color en su hoja, se concluye que el cambio del tono usado puede resultar perjudicial para la propiocepción del arma propia y la conceptualización tanto del arma opositora como del contexto geométrico. Esto se fundamenta en que la atención inconsciente del tirador usuario está familiarizada con su hoja con un elemento geométrico de un determinado color, con o sin contraste cromático con el elemento geométrico opositor. De esta manera el cambio de color de la hoja propia afectará a su percepción subconsciente como parte de la geometría propia, llevando la adquisición de información visual sobre esta al plano consciente, retrasando notablemente la reacción y concepción de la obra reactiva. “Será ideal que un tirador haga uso de un tono de fulgor concreto, pues se facilitará la percepción espacial de su arma y su atención.” En un análisis de los colores aditivos primarios, como son el rojo, verde y azul, podemos observar que el ojo humano tiene distinta sensibilidad y respuesta subconsciente a cada uno de estos, afectando de manera distinta a la intensidad con la que se perciben las hojas con tonos distintos del fulgor. Rojo o carmesí (~ 618nm - 780nm): El rojo es el color con la longitud de onda más larga. El ojo humano tiene una sensibilidad moderada a este, pues la respuesta de los bastones tienen un pico nítido con la luz azul; no obstante responden muy poco a la luz roja. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 478 - Ante la exposición al color rojo, el cerebro se condiciona, y hará al usuario tendente la imposición mediante el uso de la fuerza, pues se estresa de manera instintiva. Esto hace que la implicación emocional, de aquel que se expone a la radiación roja, sea mayor que en cualquier otro color del fulgor. El rojo puede ser un recurso usado por profanos, que a modo inconsciente, pretenden identificarse con figuras de ficción con un alto contenido emocional y visceral en su obra. No obstante, el conocimiento de este condicionamiento, hará que aquel que entienda el potencial emocional del rojo evite la exposición propia y de su paciente a él, pues así evitará la implicación emocional de ambos, haciendo el asalto más controlable, predecible y seguro para agente y paciente. El efecto sobre la psicología del aposematismo cromático estará presente de una forma más marcada en el color rojo, dado que en la naturaleza es un color usado para marcar la necesidad de precaución en la relación con los sujetos que lo porten o exhiban. Cuando el asalto se genere en un contexto sin luz ambiental o con una escasa cantidad de ella, la exposición al color rojo facilitará y no entorpecerá la adaptación de la visión al entorno con poca luminosidad. Como los bastones no responden notablemente al rojo, el tirador expuesto a este color puede conseguir una adaptación completa a la visión nocturna, con la que puede facilitarse ver la anatomía del opositor y otros obstáculos externos. Por tanto, si la intención de un agente es la de evitar ser previsto o que no se identifique su configuración anatómica, el rojo será el color menos eficiente para ello. Por el contrario, si un tirador pretende la adaptación a un contexto escasamente luminoso, de él como agente o de su paciente, el color rojo será la opción más eficiente. No obstante, el color rojo portado por un tirador agente puede generar una adaptación de su visión, que al verse expuesto a la radiación paciente de otro color, jugará en su contra. “El color rojo será un recurso únicamente eficiente para la obra furtiva y proactiva, que se verá reducido en su eficiencia ante la existencia de radiación de otro color.” Verde (~ 497nm - 570nm): Será el color al que el ojo humano tiene mayor sensibilidad, concretamente cuando la longitud de onda sea de 555nm. Esto afectará directamente a que una misma radiación lumínica tenga mayor implicación en la visión de agente y paciente. El verde será el color que menor potencia lumínica precisará para ser percibido, cosa que hará que de manera relativa la emisión, pueda tener una menor potencia. Por tanto, el conjunto del emisor que esté dedicado a la emisión de luz verde tendrá una menor consuntiva para una igual percepción de su brillo. Este color, será el que más definidamente sea percibido en la fóvea de un sujeto, por tanto, su concreción facilitará la obra más precisa. Cuando un individuo esté expuesto sostenidamente a la radiación verde, tendrá una mayor capacidad de adaptación a los cambios repentinos de intensidad lumínica. Por tanto, la exposición a este color será la que mayor protección ofrecerá ante el ghosting. El color verde es percibido mayormente en la fóvea, esto ajusta a ella el área de la visión en la que la ventaja de este tono sea efectiva. Por tanto, en la visión periférica, no tendrá una relevancia notable el hecho de que la radiación lumínica sea verde. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 479 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Azul: (~ 427nm - 476nm): Los conos “azules”, células encargadas de percibir dicha longitud de onda, se identifican por el pico de su curva de respuesta de luz a unos 445nm. Son receptores poco comunes entre los conos, constituyendo solamente en torno al 2% del número total Se encuentran fuera de la central fóvea donde se concentran los conos rojos y verdes. Aunque son mucho más sensibles a la luz que los conos rojos y verdes, no es suficiente para superar su desventaja en número. Sin embargo, la sensibilidad azul de nuestra percepción visual final, es comparable a la de los rojos y verdes, sugiriendo la existencia de un “amplificador azul” de alguna manera selectiva, en alguna parte del procesamiento visual en el cerebro. La percepción visual de los objetos de un azul intenso, es menos clara que la percepción de los objetos de color rojo y verde. Esta reducción de la agudeza se atribuye a dos efectos. Primero, los conos azules están fuera de la fóvea. Segundo, el índice de refracción de la luz azul es suficientemente diferente de la roja y verde, que cuando están enfocadas, la azul está ligeramente fuera de foco. Por tanto, se genera una tendencia a perder detalle y resolución en la concepción del movimiento, percibido por la visión periférica. El arma con una hoja de tono azul, será percibida como un elemento más difuso, no obstante, más presente en la visión periférica. El movimiento de una hoja azul será percibido de una manera menos concreta y clara que el de una hoja de otro color. Como fenómeno eventual, el cerebro de manera inconsciente, puede percibir movimientos en el color a pesar de que la imagen sea fija. Dicha ilusión óptica se debe al llamado fenómeno de la adaptación por los conos, que son las células responsables de la visión de los colores, que se agotan de mirar un mismo color y entonces el cerebro lo ve con un brillo menor. A la vez, el color opuesto se ve con una fuerza y brillo mayor. Cuando un color de un cono concreto comienza a verse más potente que antes al cerebro le parece registrar un movimiento, no obstante es una ilusión óptica, pues se genera un movimiento aparente a medida que el ojo cambia de un cono a otro y el color varía. Así pues, será funcional para el agente introducir y extraer cíclicamente del campo visual la radiación del arma propia, cuando esta sea de un color distinto al arma paciente, pues se relajarán los conos, manteniendo o aumentando muy ligeramente la sensibilidad al movimiento respecto al arma opositora. Se recomienda evitar la exposición a la radiación lumínica paciente de manera sostenida, independientemente de cuál sea el tono de esta. Se facilitará con ello la percepción del movimiento de la hoja y anatomía paciente. “En entornos de escasa luz ambiental, el ojo agente deberá evitar la sostenida exposición a la radiación lumínica propia y paciente, en la medida de lo posible, para así mantener una funcional percepción espacial de las hojas.” El tono del fulgor tiene una implicación en la condición emocional de aquel que esté expuesto a él. El tirador habrá de ser consciente del estímulo producido por su propia hoja y por la de su opositor, pues con ello tendrá conciencia sobre su implicación emocional en el asalto, siendo dueño de ella y permitiéndole usarla a su favor. El color del fulgor, no necesariamente estará limitado a uno de los tres tonos fundamentales aditivos, sino que también podrá ser producto de la radiación de distintas longitudes de onda, que por adición, generarán tonos intermedios entre los tres fundamentales, así como el desaturado y el incremento de luminosidad general de la hoja. Esto dependerá de la naturaleza del conjunto emisor, que podrá directamente no ser de un color fundamental, y/o de que el usuario así lo desee siempre que el emisor tenga dicha posibilidad de cambio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 480 - “Los tonos del fulgor, distintos a los primarios, darán lugar a fenómenos perceptivos, cognitivos y condicionamientos diferentes, sin ser necesariamente similares a aquellos producidos por los colores primarios.” En la confección de un tono particular, diferente a los fundamentales, cada uno de dichos colores influirá de una manera distinta, dependiendo de la mezcla de estos y de los efectos resultantes del color obtenido, sin responder necesariamente a lo observado y estudiado cuando el tono es de un tono fundamental: rojo, verde o azul. “El color de la hoja será un recurso útil, que ofrecerá ventaja a aquel que conozca su función específica y los fenómenos asociados.” Fuente de energía: Todas las armas a lo largo de la historia han sufrido de la necesidad de mantenerse conservadas, mantenidas y dispuestas para su operación. En este caso que nos concierne, nada es distinto. Mas se suma un particular, inexistente en las armas de corte y estoque tradicionales, y que sin embargo, habita en las más modernas armas de fuego. Nos referimos a la fuente de poder o energía. Esto es común en los entornos de combate coetáneos a la escritura de este volumen. Los operadores de tales armas, actuadas por la química, entrenan el control de la munición, siendo este una información especialmente compleja de gestionar en entornos de estrés y allá donde la atención esté puesta en mantener la vida propia. Para un tirador láser, o un más que entrenado Furasshu, será preciso tener un pleno control de la entrega y reserva de energía del arma. Esto se debe a la particularidad, que concierne a un arma láser, de tener que ser alimentada por una fuente de poder para mantener su fulgor. Característica que, teniendo en cuenta la figuración, ha estar presente siempre que la hoja tenga contacto con otra o con cualquier cuerpo. Cada arma láser tendrá un distinto consumo de energía, y con ello, un tiempo de ignición máximo ininterrumpido. Esto dará lugar al concepto de consuntiva. Consuntiva (Con): “La consuntiva es la unidad que marca el consumo de energía de un arma láser, ignita u operativa.” Será medida teniendo en unidades/minuto o unidades/hora, y en caso de que el arma esté dotada de una fuente de energía típicamente eléctrica, la expresión para la consuntiva se realizará en miliamperios por minuto: mA/min o mA/h Potencial de la fuente de energía (Pot): “El potencial de la fuente de energía hace referencia al total de la capacidad de una fuente de energía sobre la que se esté generando una consuntiva.” Será medida en unidades, que en caso de que el arma esté dotada de una fuente de energía típicamente eléctrica, la expresión para el potencial de dicha fuente estará hecha en miliamperios: mA Esto puede hacer referencia al potencial total o al potencial presente, siendo este último aquel que representará la condición y estado de la fuente de energía en el momento en que se mida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 481 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Autonomía de la fuente: “Valor con el que se podrá aproximar el tiempo de ignición de un arma, teniendo en cuenta su normal función, igniciones, extinciones y uso de otros elementos de la operación.” Será medida en tiempo aproximado. La autonomía de una hipotética fuente estará expresada como: X minutos, aprox. Tiempo máximo de ignición sostenida (Tmis): “El tiempo máximo de ignición sostenida determina el espacio temporal que un arma puede estar ignita ininterrumpidamente, teniendo en cuenta la consuntiva de esta y el potencial total de la fuente de energía.” La duración de la operación sostenida del arma ignita se hallará, teóricamente, con la interacción del potencial de la consuntiva sobre la fuente de energía. mA Pot / mA Con = Tmis Las unidades de potencial de la fuente (miliamperios), entre las unidades de consuntiva (miliamperios), darán como resultado el tiempo máximo de ignición sostenida. El tiempo máximo de ignición sostenida, será medido empíricamente con la exposición del arma a su ignición ininterrumpida, determinando temporalmente la función de esta entre el alba y los primeros atisbos de estertor. Dicho resultado podrá distar considerablemente de la expectativa teórica, pues la naturaleza de la fuente podrá quedar condicionada por su exposición sostenida a la entrega de energía. Cabe recalcar que esto será medido con exactitud en minutos, y será un elemento fundamental para el conocimiento de un arma y su capacidad de operación continuada. Se creará con ello un margen temporal que hará que, si la operación e ignición no es continuada, se genere una mayor duración, y por tanto, se alargue la autonomía total del arma. Esto proveerá de una diferencia entre el tiempo máximo de ignición ininterrumpida y la autonomía. Será debido a la optimización del aprovechamiento del potencial de la fuente de energía al interrumpirse la ignición. “El tiempo máximo de ignición sostenida tenderá a ser considerablemente menor que la autonomía de la fuente.” Las unidades usadas para medir todo lo relacionado con la energía del arma láser, serán aquellas que se tengan en cuenta dependiendo del ámbito científico en que se pretenda hacer dicha medición. El potencial de la fuente de energía, la autonomía y/o el tiempo máximo de ignición sostenida está sujeto a la energía específica de la célula de energía que alimenta la operación del arma. “La energía específica es la energía por unidad de masa.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 482 - Esta energía específica es la energía contenida en una unidad de masa. Por tanto, una célula concreta tendrá más autonomía cuanto más energía específica sea capaz almacenar en una misma masa, o igualmente, cuanta más masa tenga con una misma energía específica. Así pues, esto influirá en gran medida en la masa y peso total de la guarnición, incrementándose esta conforme aumenta el potencial de la fuente de energía, siempre que conserve una misma energía específica. Es por ello que se ha de tener en cuenta la posición de la fuente de energía dentro de la guarnición, para ordenar a favor del usuario su equilibrio y balance. La densidad energética es otro concepto que afectará a la naturaleza de la guarnición en este caso al volumen de la fuente de energía. “La densidad energética es la energía por unidad de volumen.” Este aspecto tendrá relevancia en la configuración del arma, pues la guarnición habrá de ser capaz de albergar el volumen de la fuente con el potencial necesario para el escenario que acontezca. Por tanto, se entiende con igual densidad energética, que a mayor volumen mayor potencial, y viceversa. “Será más eficiente aquella fuente de energía con mayor densidad energética.” El tirador podrá encontrar testigos del estado de la fuente en aspectos puntuales y específicos del arma de la que sea usuario, como la intensidad del fulgor, debiendo conocer estos para evitar la operatividad nula. Este factor es crucial, pues en el contexto del duelo, la atención habrá de estar sistematizada para atender de forma automática a detalles que de otra forma se diluirían en la tensión del momento. “El tirador deberá siempre de ser consciente del consumo de su arma, previniendo quedar sin energía, lo que inhabilitaría la operatividad.” En un contexto duelístico, donde los tiradores posean una experiencia superlativa, la autonomía de la fuente de energía puede llegar a ser un condicionante clave. Se podrá dar el caso de prever una malfunción potencial en el paciente, cosa que será usada por un agente sabio para exprimir sus ventajas. No obstante, desde el punto de vista filosófico, viene asociado con una alta graduación académica el hecho de no aprovecharse de condicionantes ajenos a los recursos técnicos del opositor. Pese a ello, se tendrá en cuenta para dar lugar a una valoración y juicio posterior en la consecuencia del duelo académico. “El agente pretenderá que el paciente consuma su energía, quedando inhabilitado.” Existirá la necesidad de intercambiar las células energéticas, baterías u otro dispositivo encargado de la alimentación, en pleno contacto. Se podrá hacer con libertad durante la coma del asalto. No obstante, existirá la necesidad de tener trabajada la técnica específica para facilitar y asegurar la forma en que se lleva a cabo dicha acción, pues puede comprometer a posteriori la obra o función del arma. Por último, la forma de portar un stor u otros dispositivos alimentadores, habrá de estar ligada a la naturaleza y resistencia a los impactos de estos. Es indiscutible que podrían resultar objeto de la atención por parte de un paciente o tirador opositor, en un contexto donde sean un objetivo útil para generar un castigo sobre el agente. “El agente podrá ligar como objetivo ejecutivo el sistema auxiliar de alimentación de energía del arma paciente, castigando sobre él, inhabilitándolo para su uso.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 483 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Ardor: El ardor y la displicencia asociada es una parte fundamental e inseparable de la naturaleza del arma láser, pudiendo dar lugar a una imposible operación del instrumento o, incluso, a la malfunción del mismo por una fusión del emisor. “El ardor es la emisión calórica del arma, causada por su función.” Este fenómeno, derivado del funcionamiento de su característica hoja, tanto en el plano figurado como literal, es un aspecto determinante en la diferenciación de las disciplinas clásicas. De este modo, deberá ser tenido en cuenta en la operación del instrumento, en cualquier de sus ámbitos y dinámicas posibles, en la técnica operativa y de seguridad. El tirador habrá de mantener el control del ardor, ya sea por la comprobación y tesis propia o por testigos ajenos a su persona. El control del ardor hará que el usuario pueda actuar y refrigerar el arma ante a una ineficiente disipación del calor, disminuyendo la displicencia al tacto y evitando una posible y eventual malfunción. La refrigeración de disipador, emisor y demás anatomía de la guarnición expuesta al calor, se llevará a cabo por tres métodos de contingencia: Extinción y cese de la función del conjunto LED: Esta solución pasiva es la eficaz, pues de forma paulatina y durante el tiempo de inoperancia del arma, se facilitará el enfriamiento de la misma. No obstante, el tiempo precisado para la disipación del ardor estará sujeto a las condiciones ambientales de temperatura y humedad. En un entorno climático frío, el enfriamiento se verá acelerado respecto a un ambiente más cálido. Durante el transcurso de un encuentro duelístico, este método podrá resultar considerablemente inconveniente, pues durante las comas del asalto no habrá tiempo suficiente con el que propiciar un correcto disipado. Es por ello, que tiradores dotados de armas con una gran potencia lumínica, ensayarán el arma tras el hit, optando por la extinción dentro del saya. Por tanto, en duelo absoluto, recibirán la luz del Juez con el arma aún extinta y asimilada en el saya, habiendo de estar profundamente familiarizados con la técnica asociada al iai. Refrigeración por simpatía con elementos sólidos portados por el tirador: La imposición de elementos metálicos o de gran conductividad térmica sobre la zona de procedencia del ardor facilitará la disipación, por simpatía entre las masas. Estos elementos pueden ser adicionales al disipador, recomendablemente residente en el arma. También pueden estar insertos en el saya, donde en el momento de la asimilación y posterior emberido, tomen contacto con el objetivo a disipar. Este sistema acelerará de forma significativa la efectividad y eficiencia en el disipado del ardor, con la contrapartida de ser preciso un equipo y material especialmente diseñado para atender la necesidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 484 - Refrigeración líquida externa: Este método, siendo el más eficiente y rápido, se basa en verter líquido sobre la guarnición, de forma más o menos precisa, para favorecer la disipación del ardor. Con este sistema activo, el enfriamiento es considerable y significativamente más veloz, estando la eficiencia a merced de la conductividad térmica del fluido vertido. Por tanto, la integridad estructural de la guarnición puede verse comprometida al verse sometida a las tensiones propias del contraste térmico. Por ende, el vertido o inmersión en el fluido ha de ser controlado y paulatino, en el caso de determinados materiales y geometrías. Los fluidos usados, idealmente han de poseer una conductividad eléctrica nula. Condición que estará motivada por la posible incompatibilidad de la circuitería interna de la guarnición. Con esa descripción podrán ser usados desde agua destilada (H2O puro), hasta aceites no conductores. Los aceites con poca tensión superficial podrían impedir el correcto asimento tras su uso, al dificultar la fricción y generar la lubricación en la pinza, algo que determinará de forma superlativa su aplicabilidad. Una opción a tener en cuenta es el uso de agua común, más tendrá que considerase la naturaleza conductora de la misma. Por ende, será propicio y aconsejable el uso de un estringe que selle el ánima del emisor, ante posible la filtración. Para mantener la coherencia con la filosofía particular de la Esgrima Láser, es necesario recordar el respeto al lugar donde se lleve a cabo el duelo, o cualquier otra actividad asociada a la práctica, quedando totalmente condicionada la forma en la que se hará uso de fluidos no encontrados de forma natural en el entorno. En relación a la temperatura alcanzada por el ardor, existirá la posible clasificación por la displicencia asociada, siempre teniendo en cuenta la subjetividad del usuario, así como sus sensaciones y nivel de tolerancia en la exposición al calor. Ardor frío: Ardor que está presente sin displicencia asociada a la temperatura máxima alcanzada. Ardor templado: Ardor que, en su punto de mayor abundancia, hace notar al usuario del arma una clara alta temperatura sin alcanzar una displicencia que impida la normal operación. Ardor caliente: Ardor que, en cualquiera de los momentos posibles de su evolución, provoca eventualmente una displicencia e imposibilidad de asir el arma u operarla con normalidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 485 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL La silueta particular de la hoja: La anatomía del arma láser, ya sea en una sección dai o sho, posee una cualidad esencialmente diferenciadora con las armas orientadas al corte, sean estas negras o blancas. Dicha particularidad axiomática resulta ser la ausencia de un filo, contrafilo, o una geometría seccional asociada a aumentar la hidrodinamicidad del volumen, total o parcial de la hoja, así como a disminuir la superficie de presión que facilitará un corte. Se descubren entonces, ante el usuario y estudioso, unas hojas que de forma virtual, son perfectamente cilíndricas, careciendo de la necesidad de ser usadas en una determinada orientación para proveerlas de potencial ejecutivo y/o lesivo. “La hoja del arma láser, de manera literal, es un cilindro regular con el extremo distal cerrado, que posee igual potencial figurado en toda su superficie.” Teniendo en cuenta lo anterior, encontramos asociado el hecho de no existir las mesas o los filos, y por ende, no existirá el efecto de mordida generado con el contacto del filo de dos armas blancas, lo que permitirá el control de los tiradores sobre el libre desplazamiento del fundamento en agregación. Esto determina que la disciplina de la Esgrima Láser contenga una expresión dinámica en el trabajo asociado al control de la graduación y degradación de fuerza, tanto en el estudio como en la aplicación. Queda condicionado, por ende, el tacto en la agregación, pues al no existir una geometría angular contrastable y notable, no se podrá entender la disposición de la mano armada paciente tan solo por el contacto entre hojas. Así pues, para determinar dicha posición y orientación de las uñas del paciente, habrá de recurrirse al análisis del ángulo de la hoja o al contacto visual con la mano armada de dicho opositor. “El arma láser en agregación no transmitirá la posición de la mano armada por medio del tacto de la hoja.” Este aspecto tan determinante, dará lugar a usar la orientación de las uñas como una herramienta para facilitar la moción y asimento coherente de la guarnición, eximiendo a tal concepto de la necesaria utilidad de orientar el filo al objetivo ejecutivo. Se verá, por tanto, aumentada la capacidad reactiva y resolutiva asociada a la intención ejecutiva, pues la posibilidad de obrar y actuar con una hoja en cualquier orientación posible, dota al tirador de potencial ejecutivo desde cualquier disposición de su rectitud, rumbo o extensión de la misma. No obstante habrá de tenerse en cuenta la anatomía para entender la imposición de fuerzas al arma. En el contexto literal, el arma láser posee una punta con una forma semiesférica. Esto le otorga un grado adicional de seguridad literal a la punta del arma y la hace apta para el estudio, práctica y duelo. Además, hace que el tránsito longitudinal entre la entrada y salida de una agregación, sea limpio y sin obstáculos, lo que dificultará la percecpción paciente sobre el estado del fundamento y su existencia en determinados casos. “La punta de la hoja del arma láser habrá de carecer de potencial ejecutivo literal, pues no será requisito geométrico de su condición figurada.” La causa instrumental laserina, se diferencia de la geometría encontrada en armas negras, destinadas a la práctica de disciplinas históricas, en las que la punta estará equipada, distalmente, por un abultamiento que aumente la superficie de contacto en la estocada, para mantener una garantía de conservación y protección. Es posible encontrar armas negras con la punta originalmente construida a tal efecto, y otras en las que se agrega un elemento externo. Esto, de una u otra forma, será un aspecto determinante en las cualidades de la hoja, pues estando agregada no tendrá la posibilidad de moverse libremente por la contraria, pues en su parte más distal encontrará un obstáculo con el que se determinará la posición, además de condicionar en gran medida acciones como librar y formar, entre otras. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 486 - La hoja, su obsolescencia y vulnerabilidad: La hoja será un elemento translúcido, formado por el cilindro de la hoja y la punta de esta. Estas dos partes podrán ser piezas independientes o estar unidas y solidarias entre sí, siendo un solo cuerpo con dos partes diferenciadas. El cilindro de la hoja será el elemento que dará cuerpo y extensión a la hoja en dirección al segmento del arma. Estará hueco, y dentro de él será contenida, en mayor o menor medida, la luz radiada. Será en el cilindro donde se tendrá en cuenta el ancho de pared de la hoja, permitiéndose con ello la catalogación de esta. Este cilindro, en su límite distal, estará cerrado por la punta de la hoja, que será un elemento de probada solidez, que permita la contención distal de la emisión lumínica, así como el suavizado de los bordes del cilindro. La naturaleza de los materiales, usados en la construcción de una hoja destinada al estudio, práctica y duelo de la Esgrima Láser, está condicionada por la necesidad de ser transparentes o translúcidos. Este condicionante, otorgará una cierta resistencia y flexibilidad, y asociada a ella, una vulnerabilidad a ciertos impactos, sean estos cortantes o contundentes. Las hojas estarán expuestas a los impactos, algo que generará marcas sobre su superficie. Las principales percusiones tendrán lugar en el tercio débil de la hoja, que impactará contra el emisor del arma opositora, como resultado de la supresión. Esto producirá señales claras, dado que el emisor será un elemento normalmente metálico, a priori, considerablemente más duro que la punta o cilindro de la hoja. Estas huellas podrán tener bordes y labios cortantes en el lugar de la colisión, haciendo que la silueta del arma cambie muy ligeramente, generando filos cortantes, que harán moderadamente más peligroso el uso doméstico del arma. Para facilitar la detección de estos bordes afilados, tendrá lugar el paso de tránsito del iai, durante el ensayo. Además, las hojas se verán afectadas por la fatiga del material, pudiendo llegar a quebrarse en algún punto de su longitud, eventualmente debilitado o expuesto a un esfuerzo constante y asociado al uso regular y prolongado del arma. Se marcará así la necesidad de reemplazar la hoja, de cuidarla y mantenerla intacta, siempre libre de filos y bordes cortantes, pues con la existencia de ellos crecerá potencial lesivo literal. “La hoja del arma láser será un elemento obsolescente, ya sea por fatiga del material o por el desgaste de impactos que afecten a su estructura.” Así pues, el usuario deberá de mantener en perfecto estado la hoja, por estricta coherencia con la filosofía base de esta disciplina, en la que será el responsable de mantener la integridad física propia y de su opositor. “La hoja del arma láser habrá de ser cuidada, reemplazándose cuando peligre mínimamente su coherencia, forma o silueta.” Diferenciación del potencial lesivo figurado y literal: El potencial lesivo de un arma láser tiene dos facetas diferenciadas, que marcarán el ejercicio de la docencia y la adquisición de responsabilidad respecto a los conocimientos adquiridos en la formación. Potencial lesivo figurado: En el potencial lesivo figurado el daño ocasionado a objetos o seres vivos estará asociado a la naturaleza ficcional de la hoja, siendo hipotético e imaginario. Esto tendría lugar por generarse un efecto masa capaz de convolucionar la materia a su alrededor, y con ello, generar un haz con la posibilidad de sublimar todo aquello con lo que tenga contacto, teniendo en cuenta los efectos paralelos de la repentina conversión de la materia a gas y su posterior condensación, así como las temperaturas implícitas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 487 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Estos argumentos determinan los aspectos en los que está basada la disciplina, en su desarrollo y práctica, por los que se rige la lógica detrás de la aplicación de conceptos al ámbito ejecutivo. No obstante, no el potencial lesivo figurado no tendrá repercusión sobre el mundo físico, pues no existirán más allá de la figuración, siempre dependiente del pacto tácito entre tiradores, en el ejercicio doméstico de la esgrima. Por tanto, los efectos serán siempre tenidos en cuenta para la concepción de la técnica operativa. “El potencial lesivo figurado será dependiente de la voluntad de los tiradores paran concebirlo.” Potencial lesivo literal: El potencial lesivo literal será aquel derivado de los efectos de la masa real del arma láser y la energía aplicada a ella, en el plano físico. Esto determinará la posibilidad real de herir, lesionar o dañar a un opositor mediante una acción ejecutiva. Este potencial será objetivo y su existencia no dependerá de la concepción de los tiradores. “El potencial lesivo literal es la capacidad operativa que posee un arma láser para generar el castigo o lesión, en el plano físico, sin tener en cuenta los aspectos figurados.” El potencial lesivo de un arma láser estará condicionado por la masa de esta, la disposición de ella sobre su longitud total, la energía aplicada al movimiento y la velocidad, dirección y sentido en el que se mueva el objetivo ejecutivo. No obstante, es tan grande el número de variables y resultados posibles que tan solo se puede hacer un resumen de los eventos lesivos más frecuentes y potencialmente peligrosos, siempre adoptando una perspectiva en la que el equipo de seguridad de contacto total está presente. El uso del arma para mermar físicamente o técnicamente a un opositor es llamado “castigo”, y está destinado a generar la pérdida total o parcial de su operatividad durante un asalto de pleno contacto, sea este en duelo o en sparring. Esto tendrá el potencial de reorientar el repertorio técnico del paciente, de incapacitarlo para una obra eficiente o conseguir su plena inoperatividad. No obstante, recurrir a la presión impuesta sobre los tajos o estocadas ejecutivas estará fuertemente penalizado a nivel, físico, geométrico y técnico, pues la aplicación de esa energía hace menos eficiente la obra en un contexto donde tan solo es necesario el contacto para obtener la plena ejecución. Así pues, haciendo uso de la técnica propia de la Esgrima Láser, en su contexto de intervención nativo, resultará complejo y marcadamente ineficiente el uso de trazadas y vectores de inercia válidos para la aplicación de fuerzas de castigo. “El castigo existirá y será dependiente del potencial lesivo literal del arma.” Existe también la posibilidad de castigar al paciente por medio de la ejecución sobre su arma o sobre el resto de objetos portados, ya sean elementos de seguridad o útiles asociados al mantenimiento de la operatividad. Por ejemplo: el saya, stor, brynja, o prendas de ropa que puedan resultar necesarias y sean susceptibles de rotura. Es de suma importancia entender que la imposición de la fuerza humana sobre un arma láser y su posterior impacto sobre una parte desnuda del un cuerpo paciente puede generar lesiones de magnitud considerable, pudiendo llegar a ser graves o muy graves, si todos los factores necesarios para ello se superponen. Será esto, guiado por el interés de los tiradores en mantenerse coherentes, lo que dictará el control, no solo de sus armas, sino de sus cuerpos. La zona más expuesta al potencial lesivo literal será la mano armada, dado que la técnica esgrimística laserina la posiciona como principal objetivo ejecutivo. No obstante, serán de importancia moderada las lesiones literales derivadas del impacto en una mano armada no protegida. Las lesiones más posibles serán las fisuras óseas en falanges y metacarpianos. Además, se podrán generar contusiones de importancia moderada, concretamente en nudillos y zona distal de las uñas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 488 - Por otro lado, el rostro desprotegido será la zona en la potencialmente se producirá avería más rápidamente inhabilitante, por un impacto literal de un arma láser. Los ojos estarán expuestos a la estocada, siendo un elemento blando, que con moderada presión pueden inhabilitarse, perder su función e integridad. Adicionalmente, si la presión accidental es suficiente, se podrán generar lesiones y roturas en los huesos esfenoides, lacrimales y etmoides. Las piezas dentales peligrarán tanto por la estocada como por el impacto de tajo, concretamente los incisivos. El tabique nasal tenderá a quedar expuesto al impacto de tajo, pues la estocada quedará naturalmente desviada en su trazada hacia el foramen infraorbital. La región cervical anterior, será un elemento también expuesto a la lesión literal por la acción accidental del arma opositora. Concretamente peligrarán de manera considerable la vena yugular, la glándula y músculo cricotiroideo y los huesos tiroides e hioides. Conclusión: El arma láser es un instrumento pensado para el ejercicio doméstico de las armas, donde se le aplican un potencial figurado que le atribuye una hipotética capacidad lesiva. Sin embargo, dicho instrumento posee una capacidad lesiva literal, pues posee una masa y movimiento, capaz de generar una lesión en el plano físico y real, a la que estarán expuestos los tiradores implicados. Será por ello crucial, que durante el ejercicio doméstico, existan unas protecciones basadas en la cobertura de las zonas expuestas, evitando la lesión eventual destilada de la normal actividad esgrimística. Adicionalmente, el esgrimista podrá estudiar el arma láser como instrumento ofensivo literal, pues pese a ser escasamente eficiente en su desempeño como tal, será funcional y efectivo con la técnica óptima, que eleve sus capacidades. “Por existir un potencial lesivo literal, durante el ejercicio doméstico y esgrimístico de las armas, deberán de estar presentes las protecciones que aseguren la integridad de los practicantes.” Las protecciones básicas y sus condicionantes: “Las protecciones básicas habrán de estar presentes en el ejercicio esgrimístico, pues el cariz doméstico de este dependerá en gran parte de ello.” La protección básica estará constituida: Careta: La careta habrá de cubrir por completo la cabeza del tirador, siendo necesaria la resistencia al impacto. Adicionalmente habrá de poseer un elemento que cubra la sección cervical anterior, o sea el cuello en su parte frontal, protegiéndolo de la acción accidental del arma opositora. Guantes: Los guantes deberán de proteger por completo ambas manos del tirador, con todos sus dedos, desde la parte distal de la longitud cúbito-radial. Estos deberán de ser capaces de resistir los impactos de la hoja, en tajo y estocada. Las armas láser pueden estar concebidas o no, para su uso y manejo con las protecciones del equipo básico de seguridad, arnés, armadura o brynja. Las protecciones, en según qué contextos y en su expresión mínima, son obligatorias, lo que condiciona el estudio y la aplicación técnica para adaptarse a las trabas que pueda generar su uso. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 489 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Esta circunstancia abre un cisma práctico, pues se puede entender que el ejercicio de la verdadera esgrima no puede ser impedido por protección alguna, y que por tanto, existe la posibilidad de ceñir y circunscribir el correcto y más amplio sentido de esta al sparring sin protecciones. El asalto en una dinámica en que no exista una plena protección, dará lugar a un ejercicio que siempre será ligero, medido, moderado y estrictamente técnico, tal y como se hizo en las salas de armas de antaño. Claro está, ateniéndose a las implicaciones funcionales y preventivas que ha de tener cada una de las acciones obradas, que en ausencia de equipo protectivo, poseen un potencial lesivo literal acentuado. “El asalto sin las mínimas protecciones deberá ser plenamente controlado.” Mas también, por otro lado, se puede llegar a pensar que las limitaciones por las protecciones capitales y acrales, así como sus restricciones visuales, táctiles, de amplitud de recorrido y digitación, han de ser disueltas en esfuerzo, investigación, estudio y adquisición de destreza, para así desvanecer cualquier atisbo restrictivo. Esto se llevará a cabo tanto por el estudio teórico específico del material de protección como por la exposición al uso de dichos elementos, lo que hará al usuario naturalizar la obra condicionada. “Las protecciones básicas limitan parcialmente la biomecánica y percepción del usuario, sesgando parcialmente su ejercicio esgrimístico, lo que se tendrá en cuenta en el estudio para minimizar dicho condicionante.” La protección siempre estará presente en el duelo que se pretenda doméstico, pues en esta disciplina es fundamental preservar al opositor de la lesión. Esto será así, en la práctica totalidad de los contextos posibles, independientemente de la experiencia de los tiradores, dado que el arma crece en su potencia lesiva al estar en las manos de un tirador experimentado, a la vez que existe un peligro de lesión involuntaria directamente proporcional a la inexperiencia del tirador. - A mayor experiencia, mayor capacidad lesiva. - A menor experiencia menor control del arma. “Si se pretende el ejercicio doméstico de las armas, no será eficiente prescindir de un equipo básico de seguridad, independientemente de la experiencia de los implicados.” De esta manera, será necesario entender los condicionantes universales propios de las piezas de protección básica. Condicionantes de la protección capital o máscara: - Falta de movilidad en el movimiento de cabeceo positivo de la cabeza a causa de la gola de la máscara. - Falta de visibilidad cuando la máscara es iradiada directamente por el fulgor de la hoja agente o paciente. El color de la maya tendrá una relevancia superlativa en la mitigación o incremento del efecto derivado del screen door effect. Un color oscuro y mate tendrá un efecto menor de SDE, siendo los colores claros y brillantes los que incrementarán este efecto. - Reducción del campo de visión periférica. - Falta de audición o disminución notable de esta, provocada por la disposición perimetral capital de la cesta. - Hipoacusia provocada por el impacto de gotas de agua sobre la máscara o la fricción de los tejidos de esta con partes del cuerpo del arnés. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 490 - Condicionantes de la protección acral por los guantes: - Falta de tacto por la existencia de una capa textil entre la piel y la guarnición. - Posible disminución de la adherencia en la pinza, que habrá de controlarse para evitar el desasido, involuntario u ocasionado por la obra absoluta del opositor. - Imposibilidad de la obra de spins completos de una manera eficiente cinéticamente, debido a la protección de bokeh, umbra o kuro en su totalidad. - Aumento del volumen de la sencillez anatómica, que facilitará el contacto del agente con la hoja paciente. A estos condicionantes habrá de añadirse aquellos que se generen por portar otras piezas complementarias de la brynja, llamadas arnés, que serán aproximadamente proporcionales al número de elementos y de protección de cada uno de ellos. “Cuantas más piezas de protección, mayor factor condicionante.” Los elementos de protección incluidos en la brynja podrán condicionar la aplicación técnica eficiente del usuario desde el punto de vista psicológico. Esto tendrá lugar cuando el usuario porte una protección que le haga entenderse invulnerable o indiferente a las implicaciones físicas del contacto con la hoja opositora y/o castigo del oponente. De este modo, el tirador protegido, de manera instintiva restará valor a la exposición técnica, pudiendo caer en la falacia de generar obras con un riesgo figurado inasumible, mostrando una actitud menos conservada en su ejercicio marcial. “Un tirador que se sienta más protegido, tenderá a ser menos consciente de su exposición.” Se puede entender, que para facilitar una implicación plena del tirador, en todos los aspectos que configuran la esgrima, se deberá portar una protección fruto de la conjugación entre la necesidad de protegerse y la de autopercibirse parcialmente expuesto. De esta manera, cuando el tirador se conciba seguro a la vez que parcialmente vulnerable, será asistido en su obra y elección de esta por su potencial subconsciente e instintivo, que al hacerle sentir expuesto a la obra de su opositor, le hará más cauteloso, consciente y proactivo. En síntesis: “Que la protección básica ha de estar presente para asegurar y perpetuar la práctica del tirador, por lo que se habrá de integrar en la concepción de la técnica, mas la protección excesiva será condicionante para la plena y eficiente percepción marcial de la disciplina.” ———— - 491 - Daito TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 493 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El daito: “El daito es el arma fundamental de la Esgrima Láser, conformada por una guarnición y hoja de dimensiones regulares.” Como precedente, es necesario aclarar que el arma láser es el conjunto entre guarnición y hoja, es por ello que las distintas tipologías de estas surgen a partir de las distintas combinaciones existentes y posibles. Cuando hablamos de “daito”, académica y formalmente, nos referimos a un arma láser común, de emisor único, con una guarnición de mano (hasta 25cm) o mano y media (hasta 33cm), con una hoja potencial mayor de 75 cm y de no más de 93 cm, de sección dai (25mm o 25.4mm). El daito resultará el arma elemental de la Esgrima Láser, pues al tener unas dimensiones y proporciones ponderadas, equilibradas y versátiles, tendrá un marco operativo extenso, que lo harán una herramienta operativa en diversos escenarios de intervención. Por ende, del daito emergerá una técnica, que funcionará como eje y pilar central de la disciplina laserina, desde la que estudiar los aspectos elementales y generales de la Esgrima Láser y sobre la que expandir la técnica para su aplicación particular a otras causas instrumentales, con diferente naturaleza o geometría. La cuerda total del arma será la longitud total del arma, de pomo a punta, concebida geométricamente como la suma de la hoja real y la guarnición en su medida próximo/distal. La cuerda será expresada con la letra griega mayúscula sigma “Σ”. “La medida estándar de la cuerda de un daito será cercana a los 120cm.” Toda acción del agente usuario sobre el daito se realizará mediante la aplicación de fuerzas en la guarnición, mientras que la hoja será el único elemento capaz de interaccionar con la hoja opositora. Gracias a las proporciones del daito y la polivalencia que aportan, será posible la acción mecánica y física sobre el arma, tanto a una como a dos manos. Teniendo cada uno de estos asimentos sus aplicaciones específicas, dentro de un mismo contexto técnico. No obstante, el daito es un arma eminentemente asida a una mano, resultado esto del estudio de la naturaleza figurada del arma láser y de su geometría emergente, así como de su conjugación con la biomecánica humana, con el objetivo de hacer eficiente el uso del arma. Con ello, se da lugar a una técnica particular, en la que resulta considerablemente ventajoso asir el arma a una mano, en la práctica totalidad de las situaciones posibles, dentro de la distancia operativa. “El daito es un arma normalmente asida a una mano.” Hoja del daito: La hoja del daito, tiene unas dimensiones de entre 75 cm y 93 cm de longitud, como hoja potencial, presentando necesariamente una sección de 25mm o de 25.4mm. “La hoja de un daito, será llamada “hoja natural” y/o también “daito”, siendo de donde este arma recibe su nombre.” La longitud total de la hoja se medirá con ella fuera del ánima del emisor, quedando así expuesta la hoja potencial. Para la compresión de esto, habrá de hacerse la distinción entre la hoja potencial y la hoja real: Hoja potencial (ΓL): La hoja potencial es la medida de la totalidad de la hoja, sin estar inserta en el ánima del emisor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 494 - Hoja real (Γ): La hoja real es la medida de la hoja desde el punto más distal del emisor hasta la punta de la hoja, una vez esté inserta en el ánima del emisor y lista para ser funcional. La hoja daito estará virtualmente dividida en tres tercios (Γ1, Γ2, Γ3,), y así se facilitará la comprensión de las fuerzas aplicadas en agregación. Dichos tercios serán generados sobre la extensión de la hoja real (Γ), quedando el más próximo al emisor como el fuerte (Γ3), el más distal como el débil (Γ1), y el medial como el medio (Γ2). El tercio débil, incluirá la punta para su cálculo, independientemente de la forma de esta. La hoja potencial del daito, para aumentar su brío, responderá a una proporción de la mitad de la envergadura del tirador usuario, más el cinco por ciento de su envergadura total, dando como resultado, en caso de poseerse una envergadura menor a 170cm, a un usuario con mayor capacidad de obra que aquel armado con una hoja por encima de sus posibilidades. El máximo, como resultará obvio, será de un tirador de 170cm, que habrá alcanzado la máxima longitud de la hoja natural. Por encima de esto, se considera que todo tirador experimentado está plenamente capacitado para el uso pleno y sin dificultades de una hoja daito máxima. Esta proporción idílica está sujeta a facilitar al usuario una comprensión y aplicación práctica de la tratadística, a hacer que el tirador sea capaz de operar el arma con total brío y a permitirle sin dificultad el iai, tanto en desensayo como en ensayo. Cálculo de la hoja potencial ideal respecto a la envergadura del usuario: Daito: ΓL = θ/2 + (5% θ) Hay que entender que un individuo, por decisión propia, basada en la experiencia y/o técnica adquirida, puede decidir aumentar o disminuir la longitud de la hoja del daito, quedando así este extenso u acortado, respecto a su ideal, obteniendo con ello ventajas derivadas de la disonancia entre la causa instrumental prevista por el paciente y la verdaderamente portada. En este volumen, siempre se hará mención a la anchura de duelo de la pared de la hoja, siendo posible entender la de alto impacto como alternativa viable y perfectamente válida para la aplicación de estos conceptos. En el caso de la anchura de duelo, se hablará siempre de una pared mayor a 2mm. Por otro lado, la de alto impacto será de 3mm. Las hojas de sección dai de duelo (2mm) se verán fuertemente marcadas en su comportamiento, dependiendo de si responden a la talla americana o europea. Dado el estándar de pared de 2mm generalizado entre ambas secciones, se habrá de medir el coeficiente sección/pared (CSP o “n”) pues la conducta de ambas tallas tendrá matices que pueden llegar a ser determinantes en la ejecución y tacto, en una dinámica propia del duelo, a causa de las fuerzas implícitas en ella. La hoja estará compuesta por dos grandes cuerpos: Cilindro de la hoja: El cilindro de la hoja es aquel elemento, de forma cilíndrica, que dará cuerpo y extensión a la hoja, en dirección al segmento del arma. Este tendrá un hueco interior por el que se propagará la luz proyectada por el emisor, llamado vaceo. El cilindro de la hoja podrá ser transparente o translúcido, siendo esto determinante para la proyección lumínica literal del arma. Así pues, se dará lugar a las hojas llamadas transparentes o translúcidas, respectivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 495 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El cilindro de la hoja tendrá, en su parte más proximal, una parte llamada hoja proinserta, destinada específicamente a ser alojada en el ánima del emisor. Una vez la hoja esté ubicada en el ánima del emisor, a la parte que quede en el interior se le llamará hoja inserta. Punta de la hoja: La punta de la hoja es el elemento que cierra el vaceo del cilindro de esta, ubicándose en la parte más distal, de manera perpendicular al segmento del arma y dando un fin físico a este. Existirá un elemento adicional que podrá estar inserto en el vaceo de la hoja: Reflector o difusor: El reflector es un elemento translucido, inserto en el vaceo de la hoja, que permitirá la eficiente difusión del fulgor del arma. Existirán hojas que no precisen de un reflector, por ser directamente suficientemente translúcidas como para ofrecer un reparto relativamente regular de la luz contenida. El cilindro de la hoja transparente precisará de un reflector, dado que de otra forma no retendrá luz en su interior y no se podrá apreciar el fulgor de la hoja contenido en ella, tan solo será visible la proyección lumínica del emisor. En caso de no ser notable la iluminación interna del cilindro de la hoja, no se podrá considerar esta como ignita. Sin embargo, si el cilindro es translúcido, se notará la luz contenida en él sin necesidad de reflector, pudiendo considerarse la hoja ignita. Al aplicársele fuerza par a una guarnición, para que la hoja consiga trazar un vector con valor inicial de cero en una hoja que permanezca estática, y que así obtenga un cambio de angulación brusco en el tiempo (α), se creará una diferencia en la energía aplicada en la parte proximal con respecto a la distal de la cuerda (δ). Esto, gracias al factor elástico de la hoja, hará que se retrase el movimiento de la punta con respecto a la posición del emisor, y por tanto, que se genere un retraso en el posicionamiento absoluto de la cuerda del arma. Este fenómeno se llamará desfase de torsión y será representado como DT o con la letra griega minúscula delta (“δ”). Este fenómeno del desfase de torsión será más notorio en la hoja dai europea, pues el coeficiente de relación entre la sección y la pared, es menor. De esta forma, podremos entender que la hoja americana, con un menor CSP posee mayor rigidez y por ende, menor desfase de torsión, con todo lo que ello implica. Algunas de las hojas daito, mínimas en longitud, de entre 75 a 87 centímetros, pese a ser perfectamente válidas y adecuadamente llamadas como tales, coincidirán con la medida regular y máxima de la hoja kodachi o corta (entre 60cm y 87cm). No obstante, la diferenciación entre una hoja daito de esas dimensiones y una hoja kodachi será la del destino de uso, siendo el daito de esa longitud (75 a 87 cm) normalmente de mano y media y portado por un individuo de una altura entre 137 y 158 cm, respectivamente. Mientras tanto, la hoja kodachi estará destinada a ser montada en una guarnición de mano y usada por un tirador de una estatura considerablemente mayor, que pretende su uso como arma corta y no como arma larga adaptada. O sea, que si una hoja coincide con las dimensiones y es usada como daito, recibirá ese nombre, pese a ser coincidente con otras tipologías de armas. El daito, usado de un modo académico y de manera coherente a la filosofía marcial de esta disciplina, será acompañado por un saya. Este será un elemento que cubrirá la hoja, manteniéndola segura cuando el arma no esté dispuesta en el medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 496 - La guarnición del daito: “La guarnición es el elemento que posibilita el control y operación del arma, por ser donde se aplican las fuerzas al conjunto por parte del usuario, así como por dar soporte a la hoja.” Cuando hacemos mención a un daito, nos referimos a un arma pensada para ser esgrimida tanto a una mano como a dos. Las hojas que entran dentro de esta descripción estarán, habitualmente, montadas en un emisor que pertenezca a una guarnición de entre 25 y 33cm. Sabiendo esto, podemos entender que la guarnición, parte fundamental para su manejo y control, habrá de tener implícita esa polivalencia. En ese caso, estaremos hablando de una guarnición mixta o, también llamada, por su cierto y romántico paralelismo histórico, de mano y media. No obstante, un tirador experto podría ser dueño de la inercia y los medios hasta el punto de esgrimir con soltura una hoja daito en el ánima de una guarnición con dimensiones reducidas, por debajo de los 25cm, que solo otorgue la posibilidad de usarla cómodamente con un asimento a una mano, sin apenas posibilidad de empomar, ya sea por su escasa longitud o por su forma y perfil. No obstante, esto último no será eficiente, pues la técnica laserina hará uso de elementos biomecánicos acordes a una guarnición de dimensiones regulares, capaz de ofrecer una ergonomía funcional al usuario. Pese a esa dualidad, tanto las guarniciones de una mano como las mixtas, seguirían dando al conjunto la posibilidad de ser llamado “daito”. La guarnición, una vez asida y establecido el eje de la sencillez, como punto de contacto entre el segmento de la rectitud y el segmento del arma, la cuerda del arma se dividirá en dos partes, para su estudio geométrico: El emisor lucido (ψ): “El emisor lucido será aquella parte del total de la guarnición que quede distal a la pinza de la mano más adelantada en el asimento.” Desde el punto de vista estrictamente geométrico, el emisor lucido será el segmento del arma menos la hoja real. Por tanto, será la porción de guarnición que quedará distal al eje de la sencillez. Ψ = Ξ – Γ El emisor lucido del daito habrá de ser normalmente reducido, siempre asegurando que la sencillez no se desplaza distalmente cuando se aplique fuerza agente al arma o cuando dicho instrumento interaccione con el opositor. Se usa el nombre de emisor lucido puesto que la pinza del asimento dinámico será distal y coincidente con ella estará el emisor, como parte de distal de la guarnición. Este emisor quedará ligeramente más allá del límite geométrico que marca el plano límite y con ello queda expuesto o lucido. No obstante, independientemente de la posición en la que se encuentre la pinza sobre la guarnición o el eje de la sencillez, siempre se otorgará el nombre de emisor lucido a toda aquella parte que quede más cercana a la hoja desde la pinza. El emisor lucido formará parte obligatoriamente del segmento del arma. La exposición del tirador a la supresión sin lesión disminuirá conforme disminuye la dimensión del emisor lucido. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 497 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El cabo (ω): El cabo del arma es la parte de la cuerda de un arma láser que va, disto- proximalmente, desde la pinza del asimento al extremo proximal del pomo, o en caso de tratarse de un futago, a la mano no hábil. Desde el punto de vista geométrico, el cabo del arma será el resultado de restar el segmento del arma a la cuerda total de esta. ω = Σ - Ξ El cabo de un daito no habrá de interferir con el antebrazo del usuario, habiendo de evitarse la aplicación de fuerza par cuando el cabo esté totalmente paralelo con la línea cúbito-radial del brazo armado. Cuando un arma quede empomada, el cabo se verá reducido a la mínima expresión, siendo necesario el pleno control de las inercias del arma por parte del usuario, pues los dedos del asimento no tendrán lugar para generar su función. Emisor del daito: “El emisor es la parte distal de la guarnición, dedicada a alojar la hoja y a facilitar el asimento.” El emisor se convertirá en una parte fundamental del arma láser, más concretamente del daito, entendiendo que la función de este no solo será la de disipar el calor y proporcionar un alojamiento para la hoja y el conjunto led, sino que también ha de sustentar el asimento, y por tanto, habrá de cumplir unas condiciones ergonómicas óptimas, adaptadas a las particularidades biomecánicas de la técnica y su usuario. “El emisor del daito habrá de ser ergonómico, pues será el elemento encargado de alojar la pinza del asimento.” El emisor de una guarnición conveniente para ser usada como daito, ya sea de mano o mano y media, habrá de ser capaz de alojar la pinza del asimento con comodidad, siendo los rebajados y de campana las geometrías más habituales y elegidas por los tiradores. Estas tipologías dotan al asimento de una pinza con menor diámetro, lo que hace más complejo el desasido y permiten un mayor control sobre el asimento dinámico. Además, permiten el movimiento libre de la guarnición en sentido distal-proximal. Así mismo, en muchos casos de los rebajados y casi todos de los de campana, impiden el desplazamiento próximo-distal de la mano hacia la hoja, que ante una ejecución frustrada por un robin o reparo, puede ser crucial para mantener la operatividad y proteger al usuario. Un emisor quedará, física y estructuralmente, limitado en su medida diametral mínima aproximada a ± 27mm, por ser esta la menor posible capaz de alojar la hoja de (25.4mm de dai americana y 25mm en la europea) y a su vez ofrecer la estructura necesaria para la absorción competente de las fuerzas implícitas en el movimiento y contacto del arma. Para el cálculo más preciso este valor habrá que tenerse en cuenta el material del que se componga el emisor, así como la estructura y la fatiga implícita. Habrá de tenerse en cuenta que a mayor hoja inserta, mayor superficie de contacto de esta con el ánima del emisor, y por tanto, menor resistencia tendrá que tener el emisor a las fuerzas que le aplique la hoja. La textura exterior del emisor habrá de poseer una rugosidad, adaptada a textura de aquello que el tirador porte como protección de la mano armada, asegurando la fricción y la sostenibilidad del asimento. Además, dicha textura deberá de no ser abrasiva, pues el daito habrá de ser útil para asirlo a mano desnuda, durante rutinas sin opositor, de perfeccionamiento y entrenamiento neuromuscular. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 498 - “El emisor del daito habrá de poseer una textura y/o relieve mínimo, que permita el control del asimento.” Ergonómicamente, será interesante y útil que el emisor presente algún tipo de estría, marca o volumen extra a lo largo o en un punto concreto de su perímetro, no solo para asegurar el agarre, sino, para marcar la dirección de la tornada, y así proveer al tirador de consciencia sobre la orientación de la botonería, sin la necesidad de reubicar la tornada o precisar del contacto directo para la localización de los botones. El emisor más eficiente será simétrico en su boca, haciendo que no influya la tornada en el posicionamiento del asimento, pudiendo asirse el arma en cualquier orientación manteniendo la misma funcionalidad. Así, un emisor simétrico permitirá el asimento estático y dinámico, tanto español como italiano, sin quedar esto restringido a una configuración concreta de la guarnición. Aquellos emisores que presentan un perfil asimétrico, resultando en una longitud distinta del emisor en torno a su circunferencia, darán como resultado una hoja real que tendrá también una medida distinta según en qué parte del perímetro de su sección sea medida. Así pues, la asimetría permitirá un asimento dinámico español, con el dedo índice y corazón posicionados sobre la parte más larga del emisor, notablemente separados de los dedos de apoyo, anular y meñique, facilitando el sostenimiento del rumbo recto del arma. Adicionalmente, si se posiciona el pulgar sobre dicha parte más larga del emisor, con la línea del dedo longitudinal a la cuerda del arma, se posibilita un menor ángulo de la sencillez y se maximizará y permitirá la aplicación precisa de fuerzas al arma en un asimento a dos manos, perdiendo algo de brío en el asimento simple. No obstante, un emisor simétrico será una pieza más eficiente, pues aportará una mayor versatilidad en la tornada, eliminando un factor del control, resultando en una más elemental aplicación técnica para unos igualmente funcionales resultados. “El emisor del daito será idealmente simétrico, pudiendo ser asimétrico si se pretenden aplicar técnicas de control específicas.” Todo lo relacionado a la ergonomía es cuestión de elección propia, para facilitar la adaptación a la biomecánica particular, mas deberán ser valoradas estas palabras para comprender la forma final del asimento requerido en las acciones y obras estudiadas. Tanto en el plano figurado como en el literal, el emisor es el encargado de crear masa o atribuir brillo a la hoja. En el plano literal se entiende este brillo como la potencia lumínica resultante de la emisión de luz en sentido próximo-distal por parte del conjunto LED. Este valor será expresado con la letra griega gamma minúscula “γ”. Las partes que un emisor podrá presentar, serán: Boca: Punto más distal del emisor, donde acaba su anatomía y comienza la hoja real. Vasto: Cuerpo principal del emisor en que se centra el asido y la función de disipación. Ánima: Orificio en el emisor destinado a alojar la hoja. Esta puede presentar distintas medidas y serán estas las que podrán determinar la naturaleza dai o sho del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 499 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Estría: Relieve o rebaje de escasa proporción respecto al vasto, que facilita el asimento y la percepción de la tornada al proporcionar rugosidad a la textura del emisor. Corona: Apéndices o conjunto de ellos, que repartidos alrededor de la sección del emisor, se proyectan más allá de la boca sin tener función en el asimento. Radiador: Estructura de relieve pronunciado y repetido que pretende magnificar la disipación del emisor, al proveerlo de mayor superficie de contacto con el fluido del entorno. Testigo: Abertura o conjunto de ellas en el perímetro de un emisor, que hacen posible ver la hoja inserta y diferenciar su estado de encendido o apagado. Vano: Disminución diametral considerable de la sección del emisor a lo largo de un punto concreto de su longitud y/o vano. Esta tendrá la función de facilitar el asido ofreciendo un más funcional y polivalente sostenimiento de la pinza. Seguro: Uno o varios orificios por donde se insertará, desde el exterior, un elemento que mantenga a la hoja inserta en el ánima. Inserción: Parte, incluyendo el mecanismo, que une el emisor con el resto de la guarnición. El emisor podrá tener diferentes posibilidades de albergar a la hoja en su ánima. Siendo así, existirán los conceptos relativos a ello: Hoja mínima inserta: La hoja mínima inserta es la porción mínima de una hoja real, que habrá de estar introducida en el ánima para que sea posible su fijación y seguro. Hoja máxima inserta: Porción máxima de una hoja real que podrá albergar el ánima de un emisor, conservando la posibilidad de su fijación y seguro. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 500 - Botonería del daito: “La sección de la botinería será aquella porción de la extensión de la guarnición en la que estén situados los botones y controles del arma.” La sección de la botonería, idealmente, habrá de estar alejada de la superficie de asido. La necesidad de no establecer contacto involuntario con los controles de la hoja se hace crucial al estar inmersos en medios relativamente ceñidos, donde los tiempos de reacción y malfunción resultarán determinantes para el desarrollo. En el daito, por su técnica emergente, se deben de usar triggers de perfil bajo, que permitan el libre tránsito de la mano sobre su superficie y hagan de su funcionamiento una acción plenamente voluntaria y consciente. Así, empomar el arma será una acción sin riesgo de interaccionar involuntariamente con la botonería. No obstante, para la generación de pulsos, en caso de tiradores experimentados, una prominencia de la botonería por encima del perímetro de la sección del trigger, puede dar lugar a un absoluto control de la tornada así como una más precisa ignición de la hoja en el momento de la función. “Los botones de control del daito serán idealmente de perfil bajo, permitiendo la libre disposición de la mano armada.” El posicionamiento del trigger en la parte del pomo, será posible, pese a generar complicaciones remarcables en el diseño y mantenimiento de la circuitería interna de la guarnición. No obstante, generará una mayor seguridad en la operación del arma, pese a tener que prever su ignitado y no poseerse la capacidad de su extinción sin la mutación disfuncional del asimento. Lo ideal es que el funcionamiento de la extinción sea de cebado, dado que siempre existe la posibilidad del contacto involuntario o el intento de extinguido forzado por parte del paciente. Esto genera que sea necesario acudir a guarniciones dathas para poder disponer de estas funcionalidades. No obstante, con la acertada disposición del trigger, un arma crutha resultará perfectamente segura. Es importante remarcar la necesidad de huir del uso de triggers hápticos en esta tipología de armas, pues su constante cambio de asimento y el potencial de empomado, de su esgrima emergente, dificultan una segura operación de una botonería que no requiera fuerza notable para su acción. “La acción funcional del trigger habrá de requerir la voluntad de operarse, evitando la activación por accidente.” Las partes que una sección de botonería podrá presentar, serán: Inserción distal: La inserción distal de la sección de la botonería será esa parte, incluyendo el mecanismo, que une la sección de la botonería con aquella sección que le quede distal, normalmente un emisor o un puño. Lomo: El lomo es la mitad de la división longitudinal del cilindro de la sección de la botonería, conformando dos semicilindros, que posee el trigger en su perímetro. Vientre: El vientre es la mitad de la división longitudinal del cilindro de la sección de la botonería, conformando dos semicilindros, que no tiene el trigger en su perímetro, pese a poder albergar otros controles. Inserción proximal: Parte, incluyendo el mecanismo, que une la sección de la botonería con aquella sección que le quede proximal, normalmente un puño o pomo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 501 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Los botones y controles del daito: Los botones y controles del daito pueden tener distintas características, según su operación o función. Respecto a su operación, un botón puede ser de pestillo o momentáneo: Botón de pestillo: “Botón de pestillo es aquel que genera una conexión y desconexión gracias a crear una continuidad eléctrica mantenida, sin requerir más que la pulsación.” El botón de pestillo generará y mantendrá la conexión de la fuente de energía con una única pulsación, quedando en una posición de pulsado. Se generará la desconexión con otra pulsación única, quedando en posición de neutro. El botón de pestillo es usado normalmente como trigger en guarniciones cruthas, que precisan de mantener la continuidad en un circuito eléctrico, careciendo de elementos electrónicos complejos. Este botón suele ser el ideal para tener una percepción táctil clara del estado de operación del arma, permitiendo al usuario percibir si el arma está ignita o extinta, sin necesidad de observar el fulgor de esta. Para ello se precisará que las posiciones de pulsado y neutro queden diferenciadas de manera clara, teniendo un estado posicional distinto. Botón momentáneo: “Botón momentáneo es el que genera una conexión eléctrica eventual y recupera su posición y estado de neutro.” El botón momentáneo es aquel que al ser pulsado genera una conexión que no mantendrá si no se continúa pulsando. Este tipo de botón es usado mayormente por guarniciones de naturaleza datha, con componentes electrónicos que requieren pulsos concretos por parte de los mandos. Respecto a la función, un botón puede cumplir una labor de trigger o de control auxiliar: Trigger: “El trigger es aquel botón destinado a la ignición y extinción del arma.” El trigger en un arma crutha será idealmente un botón de pestillo. Por otro lado, el trigger de una arma datha será normalmente un botón momentáneo. Control auxiliar: “Un control auxiliar es aquel botón destinado a operar el funcionamiento del arma de manera adicional a la ignición o extinción.” La función control auxiliar, en un arma datha, puede ser compartida con un botón también destinado ser el trigger del arma. Para ello, idealmente se hará uso de de botones momentáneos, que variarán de función dependiendo del tiempo de pulsación. Adicionalmente, hay que conocer que existirán botones que posean iluminación propia, pudiendo ser esta un testigo de distintos elementos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 502 - Botón iluminado: “El botón iluminado será aquel que posea una fuente luminosa propia, que permita indicar aspectos concretos de la función de dicho botón.” Estos botones iluminados harán posible notar la función que tengan asignada, tanto al usuario como a su opositor, por lo que su uso deberá ser coherente con el contexto de intervención en que tenga lugar, evitando facilitar información al opositor. Habitualmente, un botón iluminado ofrecerá información sobre aspectos sostenidos del arma, como podría ser su ignición, y por tanto, podrá sustituir la existencia de un mado en el saya. La tornada deberá ser adaptada al uso de un botón iluminado, pues en una guardia pasiva, el botón y su luz deberán quedar ocultos a la percepción del opositor, evitando que este pueda entender el estado de operación del arma. Esto tendrá lugar por ubicar el lomo de la botonería y/o el botón iluminado orientado al plano inferior. Adicionalmente, la guardia de relente facilitará la ocultación del botón iluminado, que quedará tras la mano hábil antes del iai, posibilitando la operación del botón sin que el paciente opositor pueda advertir brillo alguno. Puño del daito: “El puño de una guarnición será una parte intermedia de esta, destinada a alojar los componentes internos y a determinar la posición del pomo, haciendo mayor o menor la longitud de la guarnición.” En el caso de tratarse de una guarnición de mano, el puño gana una relevancia fundamental. Esto se debe a que parte de la superficie de asido tiene contacto directo con esta sección, además de ser necesaria para poder empomar el arma y extender el medio con la energía centrífuga. Por ello, la sección que presente el puño deberá tener unas características que faciliten el control y que aseguren el asimento y su estaticidad. Para ello, será útil contar con puños abultados, lobulados y/o de granada. “El puño de un daito deberá ser liso y así facilitar el empomado del arma.” En la guarnición de mano y media, usada con un asimento dinámico, a una mano o con ellas emparejadas, el puño pasa a un segundo plano en cuanto a su importancia, y queda relegado a dar coherencia a la estructura. El puño, desde el punto de vista geométrico, formará parte fundamental y determinante del cabo, describiendo su extensión y por tanto, la potencia de aumentar el segmento del arma cuando se empome el arma. Por ello es preciso que no moleste en la posible mutación del asimento y en su movimiento disto-proximal o próximo-distal. Para ello será útil disponer de hilts planos, estrechados, ligeramente rugosos o lisos, donde lo existan obstáculos y que aporten control en caso de ser preciso. Las partes que un puño podrá presentar, serán: Inserción distal: La inserción distal del puño será la parte que, incluyendo el mecanismo, une el puño con aquella sección que le quede distal, normalmente un emisor o una botonería. Cuerpo: El cuerpo del puño es el volumen de este que transita entre las distintas inserciones, distal y proximal, y que tiene como función la de sustentar la parte más proximal del resto de la guarnición. Vagevir: Hueco interno del puño, que se podrá compartir con la sección de la botonería, destinado a alojar las tripas del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 503 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Inserción proximal: Parte, incluyendo el mecanismo, que une el puño con aquella sección que le quede proximal, normalmente un pomo. El puño podrá ser de una medida variable y considerablemente mayor en otras tipologías de armas láser, siendo posible que el puño conforme la práctica totalidad de una guarnición cuando esta precise de una notable extensión, pues dicho puño será el encargado de aportar la longitud extra. Pomo del daito: El pomo es el responsable de posicionar el punto equilibrio exactamente donde sea deseado por el tirador. Controlar esto, dependerá de la masa y cuerda del conjunto, de la longitud de la guarnición y del peso de esta parte que estamos describiendo. “El pomo será la parte más proximal de la guarnición del arma, que cumplirá la función de equilibrar la masa del conjunto del arma.” El peso necesario para equilibrar el arma es inversamente proporcional a la longitud de la guarnición donde esté montado el pomo. Así pues, las guarniciones de una mano, siempre estarán sujetas a pomos de mayor densidad y masa proporcional, de esta forma, con menor distancia, se podrá disponer de un punto de equilibrio que pueda adaptarse a las necesidades del usuario. En las guarniciones de mano y media, el pomo, habitualmente, estará hueco, preparado para el contrapeso con monedas. Así se podrá conseguir un equilibrio más acertado y preciso. Además, dada la polivalencia de esta, quedará esta guarnición lista para poder albergar hojas de mayor longitud a la natural, sin necesidad de disponer de pomos distintos. Respecto a la forma del pomo, cabe apuntar que podrá ser mucho más libre en las guarniciones de mano, siempre y cuando no intervenga de manera directa en el asimento. Por el contrario, y dado su potencial uso a dos manos, las guarniciones de mixtas harán necesario que el pomo tenga una forma complaciente con la mano emparejada y su movimiento. Además, es requerimiento que contenga un leve aumento en su diámetro, ya sea puntual o a lo largo del perímetro, pues será necesario para el pleno control y sujeción del arma, en acciones de empomada con o sin fondo, destinadas a la estocada, marcadas estas por grandes cantidades de energía cinética en sentido distal, que podrían provocar el desasido del arma. Igualmente, la sección transversal del pomo de cualquier guarnición de un daito, no deberá ser un obstáculo para la total extensión del rumbo del arma, permitiendo el libre movimiento sin resultar un obstáculo contra el antebrazo del usuario en el asimento a una mano. “El pomo de un daito no deberá presentar una sección notablemente mayor a la del resto de la guarnición, pues podría interferir en la biomecánica del asimento.” Las partes que un pomo podrá presentar, serán: Inserción: Parte, incluyendo el mecanismo, que une el pomo con el resto de la guarnición. Fosse o fosa: Espacio interior existente en un pomo hueco, que permite la implementación de monedas, peso, liege y demás sistemas necesarios para el funcionamiento o acondicionamiento del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 504 - Cou: Parte de un pomo, normalmente del grosor medio de la guarnición, que lleva su extensión desde su inserción en el hilt hasta el cuisse. Cuisse: Dilatación y engrosamiento de la parte más proximal de un pomo en su conjunto. Poids o peso: Parte de un pomo, u objeto añadido a la fosse, que tiene como única función atribuir peso a este. Este puede estar implementado sobre un pomo hueco con monedas y otros elementos. Liege: Depósito de bouquet instalado en un pomo. Esto atribuirá al arma de un aroma llamado bouquet, proveniente del pomo, y de naturaleza agradable para el usuario. Este olor será característico de cada tirador, proveyéndole de un rasgo distintivo más allá de la indumentaria. Anilla: Elemento que facilitará el transporte de la guarnición cuando no esté formando parte del conjunto, y por ende, no esté la hoja instalada en el ánima. Síntesis a tercios de los grados de la hoja: “Un tercio es cada una de las partes resultantes de la subdivisión de la hoja real en tres partes iguales.” La hoja real se dividirá por dos puntos equidistantes entre sí, quedando el más distal de ellos a la misma distancia de la punta del arma que del otro punto. En el contexto esgrimístico específico que registra estas líneas, la subdivisión de la hoja en valores menores a los tercios, resulta ineficiente, confusa e insostenible para su uso en la práctica. Será así cuando se atienda al dinamismo implícito en la esgrima emergente de las armas láser, a las reducidas potencias a las que son elevadas las fuerzas en los atajos funcionales y a la disposición distal de los fundamentos formados por las hojas. Cada uno de los tercios tendrá una denominación única, facilitando la concepción y la expresión de conceptos donde participe. Dicha división quedará como: Γ1 = Tercio proximal de la hoja real, como tercio fuerte. Γ2 = Tercio medial de la hoja real, como tercio medio. Γ3 = Tercio distal de la hoja real, como tercio débil. Tercios de la hoja para su expresión matemática: Γ1, Γ2, Γ3 En un contexto en que se pretenda la conjugación de ciertos conocimientos de raíz histórica, el tercio débil y el fuerte, podrán ser entendidos como flaqueza y fuerza, respectivamente. Con esta subdivisión se dará lugar a tres porciones de la hoja real, con igual extensión, más no necesariamente con igual contenido, pues cabe la posibilidad de que el tercio más proximal pueda contener partes vulnerables del emisor de la guarnición, dependiendo de la anatomía de esta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 505 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Será así como la división de tercios gobernará el plano práctico, asumiendo la enorme importancia y suma utilidad de un fraccionamiento teórico menor, que tendrá su uso en ámbitos estrictamente teóricos y geométricos, donde los cálculos requieran de una precisión adicional y se pretenda un mayor control de los datos obtenidos. “La subdivisión de la hoja será hecha por tercios, para el análisis práctico, siendo necesaria una subdivisión decimal para contextos analíticos geométricos más precisos.” División decimal de graduación de la hoja: Que el primer grado (Γ1) será el más cercano a la guarnición y, por tanto, el fuerte. Que el décimo grado (Γ10) será el más cercano a la guarnición y, por tanto, el débil. Que cuanto mayor sea la palanca aplicada mayor será la numeración otorgada a la sección, que quedará como máximo exponente de ello Γ1. Décimos de la hoja en su expresión matemática precisa: Γ1, Γ2, Γ3, Γ4, Γ5, Γ6, Γ7, Γ8, Γ9, Γ10 Existirá también la subdivisión armónica, que pertenecerá a la aplicación estrictamente física del fraccionamiento teórico de la longitud. Esto dará lugar al control de la resonancia y efectos de las fuerzas sobre la hoja, pues su concepto se basa en distribuir y fraccionar la hoja según el movimiento natural de esta, al reaccionar a la fuerza impuesta. Su expresión se hará por medio de la hoja real, seguida de la expresión del traste al que hará mención. Expresión de la subdivisión por trastes: Que el primer punto de la subdivisión estará en el centro de masas del arma como punto de mayor amplitud resonante (Γ0) Que la progresión en la subdivisión será logarítmica, y no geométrica, y estará sujeta a los fundamentos físicos-armónicos: Γ0 - Γ2 - Γ4 - Γ5 - Γ7 - Γ12 Funcionalidad cinemática: La cinemática, que proviene del léxico griego: “κινέιν kinéin”, que viene a significar mover o desplazar, es la sección de la física mecánica que está destinada al estudio del movimiento de los objetos. Esta está plenamente enfocada en las trayectorias y descripción en función del tiempo. Así pues, analiza las velocidades y las aceleraciones, de las que sus elementos básicos son el espacio, el tiempo y un objeto móvil, que en el particular que nos atañe, sería el daito. Por ende, desde un punto de vista estrictamente académico, la funcionalidad cinemática de un arma, concretamente de un daito, es: “La funcionalidad cinemática de una arma es la suma del potencial de obra, añadido por el arma, y a la parte del modificador de movimiento implícito en la dimensión de un medio, que depende directamente de la operatividad máxima que pueda alcanzar el agente para ubicar y disponer su arma en el espacio.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 506 - Para un análisis funcional del movimiento de un daito, ser hará hincapié en unos valores fundamentes intrínsecos en su configuración, que habrán de ser tenidos en cuenta para adaptar, coordinar y utilizar el instrumento: Masa: La masa hace referencia al total de materia que tiene un conjunto. Por ende, en un campo gravitacional, la masa determinará la fuerza que se ha de ejercer para mantener un cuerpo estático o contraponiéndose a la aceleración que la gravedad potencialmente ejerce sobre él. Dimensiones: Las dimensiones de un arma resultarán ser la conjunción y valoración espacial de cada uno de los elementos que intervienen en la confección del conjunto, tanto de manera independiente como en su generalidad. Equilibrio: El equilibrio es la configuración y distribución de pesos resultado de la distribución de masas por el conjunto. La medición de esto se hará por medio de dos factores: - El centro de masas: Es el punto en que las masas se mantienen compensadas en la tridimensionalidad del conjunto. - El punto de equilibrio: Es el punto de la cuerda en que las masas quedan compensadas únicamente respecto a la longitud del conjunto. Ergonomía: La ergonomía resulta ser la capacidad que posee un arma para adaptarse a la anatomía del usuario, así como de facilitarle la imposición de fuerzas al conjunto. La medición objetiva de este factor resultará de extrema complejidad, pues habría de tenerse en cuenta una lectura imparcial de la anatomía, psicomotricidad, percepción y técnica propia del usuario. La eficiente y coherente combinación de estos elementos, en relación al usuario final, dotarán al arma de una funcionalidad cinética superlativa, aportando la posibilidad de ser óptimamente controlada, ubicada y de proporcionar la correcta comunicación con el que la esgrime, aumentando así la dimensión del medio propio en que esté inmerso. Distribución de masas y su implicación en la acción del arma: “La distribución de masas es la configuración y reparto de estas en relación a la cuerda del arma.” La distribución de la masa tiene una dramática repercusión en la inercia estática y dinámica del arma, así como en la manera en la que habrá de imponerse la fuerza sobre ella para dar lugar a su movimiento y acción. Por tanto, esta distribución de masas condicionará la obra del usuario, teniendo que adaptarse este a la naturaleza física del conjunto, tanto en intención como en obra, quedando así magnificada o limitada la potencia de acción. De este modo, podemos entender que adquirirá y se le atribuirá un mayor valor útil a aquel conjunto que ofrezca la mayor facilidad para ser puesto en movimiento y posteriormente detenido, acorde y en coherencia con la forma en la que pretenda hacerlo en usuario. “La distribución de masas habrá de ser la precisa para hacer más eficiente la obra pretendida.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 507 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Esto tendrá que ser medido de dos maneras: Respecto al conjunto completo: Esta forma de tener en cuenta la inercia del conjunto, hará foco en el movimiento del total de su masa en una misma dirección y sentido, haciendo que el arma no cambie su rumbo de ninguna forma, o sea, que no varíe la dirección del vector representado por ella. Las fuerzas aplicadas para ello serán dependientes de la posición del centro de masas. Pinza concéntrica: En caso de coincidir el punto de equilibrio con el punto central de la pinza, la energía aplicada al conjunto dará como resultado la fuerza lineal, y no par. Pinza excéntrica: En cualquier configuración en la que el punto de equilibrio o la posición del centro de masas no coincida con la pinza, la energía aplicada para el movimiento del conjunto completo hará que se genere fuerza par, debido al desequilibrio de las masas. Para que el arma pueda desplazarse sin cambiar su ángulo, la acción de esta habrá de contener una determinada fuerza par, que hará a la hoja mantenerse en el mismo rumbo, pese a la resistencia e inercia estática dispares en las distintas partes de del conjunto. Respecto al centro de masas: El movimiento del arma respecto al centro de masas de esta, hace referencia a la posibilidad de mantener dicho punto estático en el espacio, y con ello, aplicar fuerza al asimento únicamente de forma lineal. Esto condicionará la idoneidad de la posición del centro de masas respecto a la longitud. Esta configuración del centro de masas, determinará longitudinalmente la posición del punto de equilibrio, que será el punto principal del modo del pivote. Para conseguir que el arma se mueva en el espacio, en el eje vertical u horizontal y sobre el punto de equilibro, habrá de moverse la sencillez del asimento, cediendo espacio y dejando libre a la guarnición para que aumente o decrezca su angulación con vértice en el punto de equilibrio, que dará como resultado un arco angular trazado por el pomo. La distancia entre la pinza y el punto de pivote directriz será llamada “masa avanzada”, expresada como “MA”. Tendrá como utilidad dar soporte a la medición precisa de la subdivisión armónica de la hoja real. Configuraciones recurrentes de las distribuciones de masas: La catalogación de las armas según la distribución de su masa, es una representación estereotipada de los aspectos característicos del daito, que podrán verse afectados por la ergonomía y volumen de cada una de las partes de la guarnición, siendo así un recurso tan solo orientativo para la correcta expresión de sensaciones de tacto y posterior comprensión de la interacción entre las armas. Punto de equilibrio medial o ambivalente: Aproximadamente, entre 3 y 6 cm del límite del emisor en sentido distal. Punto de equilibrio de un conjunto con función polivalente, idealmente portado por tiradores diestros con interés y predisposición a hacer frente a cualquier situación emergente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 508 - La configuración relativamente distal del punto de equilibrio dotará al arma de más inercia en su movimiento angular, lo que determinará una mayor imposición de fuerza sobre la hoja paciente. Como contrapartida, al aplicarse fuerza lineal al arma, gracias a esa inercia, la hoja tenderá a mantener su posición original, quedando la punta relativamente estática en el espacio. Para evitar esto, habrá de imponerse fuerza par al conjunto, que conseguirá romper la inercia de la punta y así establecer un movimiento uniforme del conjunto. Es ideal para la operación a ambivalente a una o dos manos, generando con ello una versatilidad considerable entre la obra absoluta de tajos y estocadas, así como la perfecta conjugación de atajo y oclusión dinámica radial. Punto de equilibrio proximal: Aproximadamente, entre 1 y 3 cm del límite del emisor en sentido distal. Punto de equilibrio de un conjunto con función preparatoria y pedagógica, así como para facilitar el sostenimiento de largas sesiones de estudio y preparación teórico-práctica. Esta configuración otorgará al usuario una perspectiva y percepción considerable de las fuerzas par impuestas al arma, pues sin ellas, el arma respondería conservando la dirección de su vector, además de no restringir dramáticamente la obra de los movimientos naturales, violentos, remisos o de reducción del rumbo. Será por ello, que este modelo de distribución de masas podrá ser usado con intereses pedagógicos, dando la posibilidad al alumno de aplicar conscientemente el par, posibilitando su posterior adaptación a equilibrios más dístales o proximales. Igualmente esta configuración de masas facilitará considerablemente la puntería y el reparo de la trazada para proporcionar un rápido control y disposición de la punta de la hoja, siendo con ello ideal para la estocada y atajo, en consecuencia para la obra del encordado y la línea en cruz. No obstante, en esta configuración tendrá un efecto superlativo la ergonomía de la guarnición, concretamente del emisor, condicionando la dinámica del conjunto. Un equilibrio proximal mitigará los efectos del empomado del arma, propios de extender el segmento de esta aumentando la distancia entre el punto de equilibrio y la sencillez, dado que se facilitará notablemente la acción del instrumento respecto a otras configuraciones más distales de las masas. Punto de equilibrio distal o muso: Aproximadamente, entre 5 y 10 cm del límite del emisor en sentido distal. Punto de equilibrio de un conjunto con función dispositivo - ejecutiva en causa libre, que facilita el sostenimiento de los vectores inerciales y la transmisión de energía entre las hojas. Se entiende que el punto de equilibrio considerablemente distal, dota al arma de una ventaja en la conservación de la inercia, lo que ayuda de forma sustancial a aplicar fuerzas al arma paciente. Esto dará lugar a una causa libre con mayor valor dispositivo, pues el arma agente conservará la fuerza tras la interacción quedando dispuesta para la extensión del vector inercial. No obstante, cabe aclarar que por cuestiones geométricas propias de la técnica eficientemente aplicada, la causa libre tiene una aplicación anecdótica, lo que hace a esta distribución de masas algo específico alejado de la polivalencia. Cuando se le aplica fuerza lineal en accidental a un arma con equilibrio distal dispuesta en rumbo recto, esta tendrá una tendencia a aumentar o disminuir la angulación, magnificando cualquier matiz de agudo, obtuso o remiso que pueda tener la hoja. Así pues, el tirador usuario habrá de mantener perfectamente recta la hoja para propiciar un movimiento accidental perfectamente recto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 509 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL De igual manera, un movimiento extraño de la rectitud que aplique fuerza lineal en un arma de equilibrio distal hará a esta reducirse al recto sin necesidad de aplicar fuerza par. El peso adelantado y por consiguiente, su punto directriz distal, harán al del daito muso, asido emiso, un conjunto de idóneo para facilitar la obra del atajo en segunda fase, así como la disposición de la oclusión del paciente, a tras tiempo. Con el punto de equilibrio adelantado, se minimiza considerablemente y de manera exponencial la potencia de acción del segmento del arma cuando la susodicha está empomada. Así pues, un daito muso deberá ser eminentemente asido emiso, pues será crucial mantener la movilidad del segmento del arma, dado que su acción precisará de una mayor amplitud en el movimiento del eje de la sencillez, en comparación con armas de equilibrio más proximal. En esencia, una masa distal proveerá de una menor capacidad de reparar la trazada propia y aumentará la posibilidad de reparar y disponer la del paciente. Punto de equilibrio centrado o a la pinza: Aproximadamente, entre -2 y 2 cm del eje de la sencillez cuando el arma está emisa. Punto de equilibrio de un conjunto con función dispositivo - ejecutiva en causa sujeta, que facilitará sustancialmente el sostenimiento de la agregación, el tacto y el control preciso de la trazada. Un punto de equilibrio posicionado en la pinza o sus aledaños, conferirá al usuario una precisión máxima para la acción del arma y para la percepción mediante ella de las sensaciones ofrecidas por aquello que esté en contacto. Esto tendrá lugar gracias a la aplicación, constantemente necesaria, de fuerza par para la reubicación del rumbo de la hoja, que habrá de ser perfectamente controlada para la correcta operación. El tajo actuado con eje en el asimento, no será opción viable o recurso recurrente, pues la energéticamente eficiente disposición del rumbo hará más sencilla la estocada y acción accidental que el sostenimiento de una angulación creciente o decreciente. Esta fuerza lineal impuesta, gracias a la geometría física de la pinza, tendrá valores considerablemente bajos, lo que proporcionará la posibilidad de operar el arma únicamente con la musculatura del antebrazo, sin sufrir un desgaste muscular remarcable. El principal motivo de esto es la tendencia del rumbo, en un arma con equilibrio centrado, de mantener un rumbo inicialmente recto cuando se le aplica fuerza lineal en accidental o extraño, y que reduce significativamente la fuerza par para mantener el rumbo cuando la angulación de este es distinta. Por contrapartida, el arma de peso centrado asida a una mano, por su disposición proximal del punto directriz, en agregación quedará a merced de la intención dispositiva paciente, pues no habrá palanca suficiente con los dedos auxiliares para contrarrestar las fuerzas contrapuestas a ella. No obstante, existirá mayor maniobrabilidad para divertir o disponer el arma fuera del control paciente, incluso en el transcurso de un debate intenso. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 510 - Ergonomía de la guarnición: La guarnición del conjunto de un arma láser, concretamente de la guarnición como parte única por la que podrá ser manipulada el arma, ha de tener una función permitir y facilitar la operación y acción de esta, su disposición espacial y la aplicación de fuerzas al arma opositora, siempre de manera segura para el agente. Igualmente, por suponer una masa física sujeta al conjunto del arma, la guarnición proporcionará los elementos necesarios para el equilibrado de dicho conjunto. Será por ello, que la guarnición al completo actuará como un elemento compuesto por secciones, en las que cada una cumplirá una función, y por tanto, habrá de tener una naturaleza ergonómica distinta. “La guarnición se compondrá de secciones, que deberán tener ergonomías diferenciadas y adaptadas para el cumplimiento de sus distintos propósitos.” Desde el punto de vista práctico, la zona más crucial para atender a la ergonomía será el emisor, donde tendrá lugar el asimento y estará situada la pinza de este. Adicionalmente, el pomo también será un punto clave donde pretender una eficiente adaptación a la anatomía del usuario, pues será necesario que sea funcional en el asimento a dos manos, pues pese a no ser un recurso recurrente en la técnica propia del daito, será posible y potencialmente necesario en ciertos contextos operacionales. “Emisor y pomo serán los puntos de una guarnición donde emergerá la mayor necesidad de adaptación ergonómica.” En un daito, el alojamiento de la pinza del asimento será el lugar concreto del emisor donde tendrá lugar su sujeción, y desde donde se aplicará la fuerza lineal al conjunto del arma. Adicionalmente, será también el punto sobre el que se generará el fulcro de la palanca al generar fuerza par con la mano armada. Por ello, este alojamiento habrá de tener una medida de su sección transversal que permita la envoltura parcial del dedo índice y el libre posicionamiento del pulgar. Esto facilitará el sostenimiento del arma, y aportará relajación a los músculos flexores de los dedos. El dedo pulgar deberá tener posibilidad de generar el apoyo con la parte más proximal de la falange más distal de dicho dedo, y hacerlo de manera que resulte no lesiva en cualquier movimiento posible y en la fricción resultante. Especial atención deberá de tenerse con la articulación metacarpofalángica del dedo índice de la mano armada, pues la ergonomía deberá impedir la distensión de sus ligamentos, que podrían dar lugar a una lesión por la exposición a la tracción. La diferencia entre el punto más ancho y estrecho de la sección transversal del emisor tendrá una relevancia notable. Será en los casos en los que mayor diferencia haya entre el punto más estrecho del emisor y el más ancho, aquellos en los que será más sencillo el sostenimiento del arma en su movimiento accidental y extraño. Además, esta diferencia permitirá hacer un uso más generoso y dinámico de los dedos de apoyo, permitiendo una aplicación más detallada de fuerzas por estar la pinza sólidamente establecida. La ergonomía de la guarnición ha de facilitar el asimento en cualquier tornada, o lo que es lo mismo, proporcionar el uso seguro del arma quedando la botonería orientada a cualquier punto posible. Adicionalmente, será útil que la guarnición también cumpla con la premisa de permitir el asimento con solidez en cualquier rectitud radial, sin impedir en ningún momento ni por ningún motivo la mutación entre ellas. Independientemente de la fuerza que los dedos puedan generar para sostener y mover el arma, será necesario que esta permanezca friccionando con la mano del usuario, para hacer que la fuerza impuesta para la sujeción sea menor y permanezca el asimento estable, localizado y sólido. Esto será llamado grip y tendrá una relevancia superlativa. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 511 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Grip: “El grip será el fenómeno que genera la fricción de los dedos, ya sean desnudos o con cualquier prenda de seguridad, y que facilita la sujeción del arma y la estabilidad de la pinza del asimento, tanto en su localización en el emisor como en la sostenibilidad de este.” En el grip, intervienen varios factores: La sección del emisor: Cuanto mayor sea la sección del emisor, mayor será la necesidad de aplicar fuerza de flexión a los dedos para evitar el desplazamiento involuntario del asimento o su desasido. La sección del emisor ideal, el punto donde se pretenda posicionar la pinza, será aquella ligeramente superior a la sección de la hoja, sin elevar en más del ± 25% esta. No obstante, esto es una proporción orientativa de un elemento necesariamente condicionado por la anatomía del usuario, pues siempre tendrá que tener la posibilidad de operar el arma con fluidez. “La sección del emisor siempre habrá de ser mayor que la sección del ánima de este.” Los detalles de forma del emisor: Los detalles de forma del emisor serán aquellas partes dentro del emisor que tendrán relieve o bajo relieve con un considerable tamaño, sin llegar a ocupar el emisor por completo. Estos detalles pueden ser: estrías, concavidades, apéndices de escaso calado o cualquier otro elemento que genere la adaptación del asimento a dicho emisor. Será requisito indispensable que estos detalles no tengan un marcado perfil en la zona de la pinza donde se genera el grip, pues deberá evitarse la lesión del tendón del flexor largo del pulgar o de su vaina sinovial. “Los detalles del emisor no deberán superar en profundidad a la diferencia entre la sección del emisor y la sección del ánima de este.” La textura del emisor: La textura del emisor será aquel relieve a una escala menor que los detalles, que genere fricción entre el material del emisor y la piel o guantes del usuario. Habrá que tener en cuenta, que algunas texturas podrán ser tan ásperas que podrán generar lesiones cutáneas en los dedos de la pinza. Será recomendable, por tanto, portar guantes que sean capaces de resistir la fricción y mantener al usuario a resguardo de posibles abrasiones. “Conforme mayor sea la presencia de textura, mayor será el grip generado.” Para maximizar el grip e implementar una textura a aquellos emisores lisos que no la tengan o la hayan perdido por el uso continuado, se podrá disponer una carlanca en el perímetro del alojamiento de la pinza. Dicha carlanca será una pieza de material asociada, adherida y/o fijada en el emisor, que aportará textura a este para facilitar el asimento. Cabe destacar, que una guarnición, para resultar eficiente en la transmisión del tacto y fuerzas impuestas, TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 512 - no deberá presentar holgura o mostrar movimiento interior alguno, pues esto dificultaría la percepción de la resonancia, matices y fuerzas impuestas en/y para la hoja propia y opositora. La botonería deberá estar suficientemente alejada de la pinza como para no entorpecer el asimento, e igualmente, no generar una operación involuntaria. Además, es óptimo que sin modificar el asimento, o haciéndolo de forma sutil, se pueda operar el arma, pues la recuperación de una operación involuntaria deberá de ser rápida y segura. De igual manera, un diestro laserino, altamente cualificado, deberá tener la posibilidad de realizar la ignición y extinción a voluntad, sin necesidad de mutar el asimento, para generar pulsos. Proporción entre guarnición y hoja: Un punto notable de la guarnición del arma láser será la proporción entre esta y la hoja, que será expresada en una relación en la que se expresará cuantas partes del total de la cuerda pertenecen a la guarnición. El RCG (Relación Cuerda/Guarnición): “El RCG representa con un número la relación entre la cuerda total del arma y la guarnición.” Dicho valor se obtendrá con la división de la cuerda total del arma entre la longitud total de la guarnición, en centímetros. RCG = Cuerda / Guarnición De esta manera, a modo ilustrativo: - Un daito de mano y media estándar, con una hoja máxima de 93cm, estará cercano a 4 RCG. - Un daito de mano estándar, con una hoja máxima de 93cm, estará cercano a 4.5 RCG. Adicionalmente a esto, es importante puntualizar que: “Cuanto menor sea la guarnición, mayor será el número RCG, y viceversa.” - Un RCG de 2 existe cuando la guarnición representa exactamente la mitad de la cuerda. - Un RCG de 4 existe cuando la guarnición representa exactamente un cuarto de la cuerda. Esta relación entre la cuerda y la guarnición tiene una aplicación práctica clara, a la hora de entender la capacidad que tendrá un usuario de imponer fuerza a un arma, y en consecuencia, la potencia que tendrá de operar el arma eficientemente con una o dos manos. Cuando el arma tenga un RCG bajo, de guarnición proporcionalmente larga: El usuario tendrá posibilidad de aplicar energía al arma con una mano, teniendo en cuenta que el instrumento dispondrá naturalmente de una distribución de masas relativamente atrasada, lo que disminuirá la presencia de la hoja en el movimiento del arma. Igualmente, este RCG bajo, implica una mayor diferencia entre el asimento a una mano y el asimento a dos manos, pues indicará también una distancia entre la pinza del asimento y la mano emparejada que facilitará la aplicación de fuerza par. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 513 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Este RCG bajo manifestará que el arma está pensada para su uso a dos manos o que resultará un arma enastada. Un arma de guarnición larga con un RCG bajo, al ser empomada, generará una mayor ventaja de medio que un arma con un RCG alto, existiendo una mayor dinámica entre las posiciones más distales y más proximales de la sencillez. Un daito, en manos de un diestro de técnica depurada, no tenderá a tener un RCG bajo. Cuando el arma tenga un RCG alto, de guarnición proporcionalmente corta: Con un RCG alto, se dará a entender que la guarnición tendrá una dimensión relativamente reducida respecto al total del arma. Esto hará que el arma carezca de una guarnición suficientemente larga como para facilitar el asimento a dos manos. En una guarnición corta, con un alto RCG, habrá poca diferencia entre la fuerza par aplicada a una o a dos manos. Por tanto, el asimento emparejado no tendrá una aplicación práctica con dicho instrumento. Igualmente, un arma con un RCG alto, no aportará una diferencia notable en la ventaja de medio generada por la empomada. Así pues, se entenderá que un arma con un RCG alto, estará pensada para su uso a una mano, rasgo propio de la técnica laserina particular del daito. El RCG será producto directo de la hoja real, no obstante una misma hoja potencial podrá dar lugar a un distinto RCG, dependiendo de la hoja inserta. Física de la energía al conjunto: Para la comprensión del movimiento conjunto del arma, como un solo cuerpo móvil y/o resonante, hay que entender unos determinados conceptos físicos: La energía: Será entendida como la capacidad potencial de un cuerpo móvil a generar movimiento o de dar lugar a un cambio físico. Será expresada como “E”. La energía impuesta al conjunto: Es toda aquella presión ejercida sobre el arma, sea esta de origen agente o paciente, voluntario o involuntario. En este concepto entrará la energía potencial ofrecida y ejercida por un campo gravitacional o por las variables contextuales y climáticas. Será expresada como “EΣ”. Para la concepción y medición expresa de la energía total impuesta a un arma concreta, se especificará la referencia de la misma y será expresado como “EΣA” para el arma agente y “EΣB” para el arma paciente. La concepción general de la energía impuesta al conjunto será la responsable, entre otras, de atribuir relevancia a la acción natural de la hoja, pues la gravedad afectará de forma inherente e irremediable TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 514 - a la fuerza en sentido abajo. Esto dará como resultado la diferenciación entre el movimiento natural y violento, quedando habitualmente el primero, en ventaja de eficiencia respecto a la energía usada. “El movimiento natural será la expresión más eficiente de acción de un arma.” La energía impuesta para el movimiento de un arma de equilibrio adelantado será menor en tránsito con sentido natural, mientras que será mayor si el arma cuenta con un equilibrio atrasado. La fuerza total del conjunto: La fuerza total del conjunto es el resultante del total de la energía aplicada al arma que es transformada en movimiento. Será expresada como “F”. Será necesario hacer la diferenciación entre conjuntos para entender el origen de la fuerza y el arma a la que se haga referencia. Por ende, el arma agente será expresada como “AF” mientras que la del arma paciente será “BF”. La fuerza lineal: La fuerza lineal es aquella fuerza resultado de la imposición de energía al conjunto, que da como resultado el movimiento del vector que representa la hoja en las coordenadas espaciales, sin cambiar la dirección. Será expresada como “f” Esta fuerza lineal será el resultado de restar la fuerza par a la fuerza total del conjunto. Fuerza lineal: f = F - P La fuerza par: La fuerza par es la resultante de sumar las fuerzas aplicadas en vectores enfrentados en sentido, que dan como resultado una torsión en el conjunto alrededor de un punto del espacio. Será expresada como “P” La fuerza par, en el asimento a una mano, será impuesta por la acción de la musculatura del antebrazo, que hará actuar a la muñeca y a los dedos auxiliares del asimento, transmitiendo la energía par al arma, por contraponer la estaticidad de la pinza del asimento a la dinámica de la fuerza aplicada. En el asimento a una mano, habrá de tenerse en cuenta que habrá de asistirse la acción del arma con todos los recursos inerciales y cinéticos que el usuario tenga a disposición en su medio. Entre ellos estarán la tendencia inercial estática, la inercia dinámica, la aplicación de fuerzas par residuales, para que generen auxilio a la acción del arma, así como la coherencia entre la posición del arma y el movimiento pretendido, que dé como resultado un eficiente uso de la musculatura, siendo preferible imponer fuerzas al arma con el mayor número de músculos y del mayor tamaño posible, repartiendo con ello el esfuerzo de cada uno. La fuerza par, en un asimento a dos manos, será generada por la acción y movimiento de la mano atrasada, usando la pinza del asimento como fulcro de la palanca en la que se convierte el arma. De esta manera, la fuerza será impuesta por grupos musculares con mayor capacidad de esfuerzo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 515 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Adicionalmente, el arma paciente puede ser un apoyo para generar fuerza par, ya que la agregación a esta y la aplicación de fuerza lineal al conjunto agente dará lugar a una torsión, dependiente esta de la energía aplicada al arma agente tanto por el agente usuario como por el arma paciente. La aplicación de una determinada y coherente fuerza par, coherentemente proporcionada a la aplicación de fuerza lineal, dará como resultado el movimiento del arma sobre un punto del espacio llamado de pivote. Estos puntos de pivote podrán estar situados a lo largo del segmento del arma, o incluso en el cabo de esta, siendo los puntos de la cuerda donde más eficiente es generar la torsión del instrumento. Esto proporcionará de forma directa la fuerza par impuesta al arma (P) con la aceleración angular producida en la misma (α), dejando al margen el restante de la fuerza total impuesta al conjunto (EΣ), que resultará ser la fuerza lineal (f). La fuerza par residual: La fuerza par residual es la torsión que genera un conjunto por someterse a un vector de fuerza procedente de la aplicación de fuerza lineal, cuando se contrapone al vector de fuerza que genera la inercia estática o dinámica del arma. La fuerza total del conjunto podrá ser transmitida como fuerza par residual desde una aplicación lineal a la fuerza par. Esto sucederá cuando en una aplicación de fuerza lineal, el natural sostenimiento de la inercia estática del arma proporcione una tendencia a aumentar o disminuir la graduación del rumbo, que puede ayudar a extenderlo o a plegarlo. Por tanto, si la energía impuesta como fuerza lineal no consigue superar la inercia estática de la hoja, esta girará sobre su centro de masas como si se le hubiese impuesto fuerza par. Siendo así que se podrá usar esta fuerza lineal para liberar de presión a la muñeca del usuario mientras se obtiene una angulación del rumbo del arma. Como ejemplo para facilitar la ilustración, la fuerza par residual del arma con equilibrio adelantado será mayor, pues la inercia estática del punto de equilibrio tenderá a retrasar la acción del arma en dicho punto, lo que generará que la sencillez se desplace en primer lugar que la hoja. Por el contrario, cuando el movimiento del arma sea violento, la sencillez tenderá a moverse en primer lugar, haciendo que el arma tienda al agudo. Puntos de pivote: “Cada uno de los puntos de pivote son localizaciones en la longitud del conjunto alrededor de las cuales el arma puede aumentar o disminuir la angulación con la menor aplicación de fuerza par posible.” Existirán distintos puntos a lo largo de la geometría del conjunto, que tendrán implicaciones y usos distintos. Punto de pivote distal o radial: El pivote distal estará situado en la punta distal del conjunto, siendo el límite distal del segmento del arma, y será el punto sobre el que se moverá el arma de manera radial, para que su punta no varíe su posición en el espacio. Para que este punto se mantenga estático mientras se reubica el arma, será preciso maximizar el movimiento necesario para la reubicación del resto del conjunto. No obstante, en ese movimiento, la fuerza necesaria para la reubicación quedará limitada a fuerza lineal precisa para reubicar la guarnición, pues si solo se actúa así, la fuerza par será residual podrá ser impuesta por la propia resistencia inercial distal de la hoja. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 516 - Este punto de pivote creará un vértice del que el arma será lado, y a su vez radio de la circunferencia que se pueda trazar desde él. Así pues, demuestra una especial validez para ser el pivote sobre el que la hoja se mantendrá estática en la obra de una oclusión dinámica radial, precisamente de ahí su nombre. El vértice contrario, al generado por la geometría asociada a este punto de pivote, sería el pivote posterior o del pomo. Punto de pivote medial o dispositivo: Será así denominado como punto de pivote medial aquel que se encuentra en un punto cercano a la confluencia entre el tercio fuerte y medio de la hoja. Será usado para marcar el límite físico de un encordado al hacer al arma angularse sobre él. Esto dará la posibilidad de detener un encordado, pues justo en el momento en que la hoja opositora transita agregada por el pivote medial, encontraría un límite en que el sentido de la fuerza aplicada abría de cambiar, para continuar el transito al éxito del encordado. Esto mismo es aplicado a la geometría de algunas de aquellas acciones dispositivas que están destinadas a librar a la hoja agente del control o imposición de fuerzas por parte de la paciente. Será así que se usará como vértice a partir de donde se generará la geometría que permita librar, formar, o envolver. “El punto de pivote medial será vértice natural del cambio de rumbo del arma, desmultiplicando e invirtiendo en la punta el movimiento generado en la guarnición.” Usar este punto de pivote para angular la hoja, hará que se genere una concordancia y directa proporción entre la posibilidad de tajar y la capacidad de reubicar la sencillez, pues e generará una palanca con apoyo en el pivote. Esto dotará al agente de la potencia de herir tajando sobre el paciente, sin necesidad de un movimiento remiso o de reducción impuesto a la totalidad de la hoja, aumentado con ello el potencial defensivo y dispositivo, ayudando a mantener una coherente proporción de compromiso técnico ante una intención ejecutiva por medio de esta acción. El punto de pivote medial será el usado para generar el fundamento en la agregación propia de un redondo, sea este de medio o de cuarto. Punto de pivote proximal o directriz: Este punto de pivote proximal, normalmente responde al lugar del arma donde se encuentra el centro de masas y punto de equilibrio. Siendo así, será usado para la mutación del rumbo de la hoja y para la aplicación de la fuerza lineal necesaria en su reubicación, usando este como el punto sobre el que la sencillez y extensión de la rectitud actúan. De esta forma la optimización de la energía en la reubicación del conjunto usado es superlativa, cumpliendo con el principio técnico recogido en la eficiencia del movimiento del arma: “Mover la guarnición que no la hoja.” Cuanto más cercana esté la sencillez al punto de pivote proximal, mayor será la potencia de reubicar el rumbo de la hoja, así como menor será la fuerza necesaria para contraponer la masa distal del arma. Punto de pivote posterior o del pomo: El punto de pivote posterior hace referencia al punto más atrasado posible de un arma, que será donde las fuerzas par aplicadas habrán de ser mayores por la extensión de toda la masa en la cuerda restante. Será pues, el punto de pivote de menor eficiencia sobre los que aplicar fuerza para el movimiento del arma, de los encontrados en la parte manipulable del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 517 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Este punto, en un asimento a dos manos, posicionando la no hábil sobre él, proporciona una nueva geometría que permite usarlo como radio de una circunferencia, con circuncentro en la pinza del asimento, de radio igual al cabo. Esto facilitará el movimiento del arma sobre el punto de pivote proximal y aumentará la energía que se le podrá aplicar al arma. Movimientos resultantes de la aplicación de fuerzas a la hoja: La hoja real estará sujeta a una serie de fenómenos resultantes de la aplicación de fuerza a ella. Para el estudio de estos habrá de tenerla en cuenta como un objeto resonante parcialmente dependiente del conjunto y distinto en sus propiedades físicas a las de la guarnición u hoja potencial por separado, que por ende, actúa al unísono y de forma particular. “La hoja real siempre tendrá una física asociada a la guarnición.” La hoja de un arma láser, al aplicársele fuerza, actuará igual que la cuerda de un instrumento musical que dependa de ella para su expresión tonal. Esto dicta que en el momento de percutir la hoja, se generará un movimiento en esta, al ser transferida la fuerza. Dicho movimiento puede tener dos naturalezas: Movimiento absoluto o reubicación: El movimiento absoluto será aquel movimiento del conjunto, sea lineal o par, que hará desplazarse por el espacio al conjunto o a una parte considerable de él. “El movimiento absoluto será aquel preciso para la acción del arma.” Este movimiento será en el que se base la obtención de una diversión o disposición, haciendo que la totalidad o mayor parte de la energía aportada a un arma por parte de otra, resulte en el movimiento del conjunto. Para ello, la resistencia e inercia estática el arma a la que se le aplica la fuerza habrá de ser la menor posible. Este movimiento será resultado de la imposición de fuerzas que tenga como objetivo disponer el arma y/o reubicarla. Por tanto, será la fuerza de extensión vectorial la encargada de realizar esta acción. Movimiento resonante o resonancia: La resonancia es aquel desplazamiento del cuerpo en torno a su misma posición relativa en el espacio, que será el resultado de la absorción por el arma de energía que no profiera un movimiento absoluto del conjunto. “El movimiento resonante será necesario para la obtener información de la naturaleza de la hoja opositora, por medio del tacto.” Este efecto de resonancia tendrá lugar al oponerse el arma a la fuerza impuesta a ella, sea el origen de tal oposición la inercia estática o la aplicación de fuerza por parte del usuario en el intento de mantener estática su arma. Este movimiento estará siempre presente en el contacto entre hojas, en cualquiera de sus posibles naturalezas, ya sea esta una sutil agregación, el intercambio inercial pretendiendo el desplazamiento ligero de la hoja opositora o la extensión vectorial, pretendiendo la reubicación y/o disposición total del arma contraria. Se puede concluir que la hoja podrá moverse de manera absoluta o resonar, siendo necesaria la comprensión de cada uno de estos rasgos del movimiento, pues ofrecerán información sobre la hoja propia y opositora. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 518 - Resonancia del conjunto: Cuando un arma en su conjunto, guarnición y hoja real, sustentada por el asimento, es expuesta a una fuerza por medio de la percusión, esta comienza a repartir esa energía por toda su longitud, generando con ello un tono y un timbre, que aplicándosele las particularidades del arma, pueden mostrar comportamientos de distintas naturalezas, que podrán usarse a favor o en contra del usuario del arma, según su intención, e interferir en ella de distintas formas. En la práctica, los factores determinantes en la resonancia de un conjunto de un daito, serán: Tono fundamental de la resonancia: “Frecuencia de la onda estacionaria resonante generada en la totalidad de la cuerda del arma, al serle aplicada una fuerza.” Este concepto, al tratarse de una expresión acústica de las fuerzas, será medido en hercios (Hz), que representarán e informarán de los ciclos por segundo que se realiza el movimiento ondulatorio del arma a lo largo de su cuerda. Esta propiedad estará marcada fuertemente por la longitud de la hoja, de forma inversamente proporcional a la longitud del conjunto además de la hoja real, pues la masa ubicada en la guarnición influirá de forma práctica en la frecuencia total. “A mayor longitud, menor frecuencia tonal.” Un tono con menor frecuencia se llamará grave, por el contrario, un tono con mayor frecuencia será agudo. El tono estará determinado según: - Longitud del conjunto: que cuanto mayor sea, menor frecuencia del tono fundamental. - Longitud de la hoja real: que cuanto mayor sea, menor frecuencia del tono fundamental. - Masa de la hoja: que cuanto mayor sea, menor frecuencia del tono fundamental. - Longitud de la guarnición: que cuanto mayor sea, menor frecuencia del tono fundamental de esta. - Masa de la guarnición: que cuanto mayor sea, menor frecuencia del tono fundamental. - Geometría y anatomía de la guarnición: que dependerá de la manera en la que la masa se distribuya sobre dicha guarnición. Un tono más grave dará lugar a un arma más elástica y susceptible a su deformación, lo que aumentará en directa proporción el desfase de torsión (DT). Un tono más agudo dará lugar a un arma más rígida que absorberá estructuralmente menos energía en el impacto y, por ende, la llevará al asimento. Este fenómeno acrecentará el tacto y la precisión en la medida con la que es percibido. Por el contrario, la aplicación de fuerzas mediante un cuerpo escasamente elástico hará más notable la intención del usuario ante su paciente agregado, lo que impedirá actuar en el margen de tiempo que existe entre la aplicación de la fuerza al arma agente y la repercusión en el arma paciente. Esto obligará al agente, que porte un conjunto más rígido, a obrar con un menor margen de tiempo entre su acción y la percepción de su paciente, que limitará la extensión de su medio proporcional por la reducción de los modificadores respectivos. El desfase de torsión en un arma con un tono agudo será menor de forma directamente proporcional al tono del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 519 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL “Cuanto más rígida sea una arma, mayor capacidad de transmitir sensaciones táctiles a su usuario.” Timbre fundamental de la resonancia: Una vez la fuerza ha sido transmitida al conjunto por medio de la percusión de este, normalmente en la hoja, la vibración y onda resultante no es una frecuencia pura o sinusoidal, pese a poder ser medida por el tono más grave emitido en la resonancia, entendida como frecuencia fundamental. Así pues, se generan distintas frecuencias que interactúan unas con las otras, generando una vibración compleja, que será llamada timbre. El timbre es: “El timbre es la resonancia resultante del acoplamiento de todas las ondas estacionarias residentes en un arma láser, tras la aplicación de una fuerza.” Este timbre determinará la forma en la que el usuario percibe las fuerzas en el arma. El timbre, por medio de la trasformada de Fourier, podrá ser descompuesto en tonos puros o sinusoidales, que darán una perspectiva clara de cómo afecta cada elemento a la composición del total del timbre, quedando claro así como generar las modificaciones necesarias para el acondicionamiento del arma. El usuario se valdrá del timbre y del conocimiento de sus particularidades, en un arma concreta, para poder adquirir información por medio del tacto, valiéndose de esto para obtener una mayor dimensión del medio proporcional y una más fiel percepción del proporcional paciente. El timbre estará determinado de manera relevante por: - Longitud de la hoja potencial y la porción de esta que esté inserta en el ánima del emisor. - Geometría y anatomía de la guarnición, con especial notabilidad de la distribución de masas y elementos del mecanismo de funcionamiento interno. - Existencia y tipología del deflector, que determinará de forma dramática el decay y sustain de la resonancia tímbrica. - Longitud de la guarnición proporcional a la cuerda total del arma. El timbre estará compuesto por cuatro elementos: ataque, caída, sostenimiento y liberación. Cada uno de ellos, de forma complementaria, configurarán la forma única de vibrar que tendrá un arma, y que definirá las sensaciones transmitidas al usuario. Cada elemento, como fase de un mismo fenómeno físico-acústico, tendrá un volumen independiente, que resultará ser la energía total contenida por la onda en el momento de tener lugar el elemento en cuestión. Los elementos por separado, han de entenderse como etapas de la evolución en una confluencia de ondas, y por ello, puede darse el caso de que algunos de los elementos no estén presentes o sean inapreciables en la dinámica sensorial humana. En el caso de un conjunto de un arma láser, el escenario en que uno de los elementos del timbre no exista, no será físicamente posible, pues se trata de un cuerpo resonante físico sometido a fuerzas, que a diferencia del resultado acústico de un instrumento musical de origen electrónico, está sometido a las limitaciones fundamentales del movimiento, propias del entorno físico. Estos elementos, que podrán ser nombrados tanto en español como en inglés, serán: TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 520 - Ataque o attack: “El ataque es el tiempo que le lleva a la onda estacionaria generada para alcanzar el punto máximo de su amplitud.” Esto tendrá lugar en el momento en que dos masas, concretamente las hojas o el arma y el asimento del usuario, comienzan a interactuar. Esta fase del timbre transmitirá la sensación de dureza o suavidad con la que un cuerpo percute a otro. Así pues se dará lugar a un timbre sin ataque, o con poco volumen en este, cuando el arma se ponga en movimiento de forma paulatina, o sea que sea blanda. Por el contrario, el timbre tendrá un ataque pronunciado cuando se aplique una fuerza de manera rápida y puntual, así como cuando se genere la percusión directa del arma sobre un cuerpo que resista o antagonice el movimiento de esta, o sea, que sea duro. El ataque proporcionará información sobre la naturaleza del arma paciente que se agregue a la agente, pues informará de la rigidez del conjunto paciente. Esto será aportado por el tono del sonido en la percusión entre hojas, que siendo consciente de la propia, dará a entender la frecuencia emitida por la hoja opositora. “A mayor tono del ataque en una hoja, mayor será la rigidez de esta.” Así pues, entendiendo la rigidez, y estando esta en directa comunión con la masa de la hoja, se podrá concebir el coeficiente sección-pared, y con ello, el equilibrio del arma que porte el opositor, pues una mayor masa en la hoja desplazará irremediablemente el punto de equilibrio en sentido distal. A lo largo del diapasón de una hoja, el ataque cambiará de forma importante, haciendo necesario el estudio de los trastes mediante la percusión de la hoja opositora. Esto hará que sea posible localizar los trastes y los puntos de pivote, y por consiguiente, tener un mayor control de la hoja paciente. Caída o decay: “El decay es el tiempo que le lleva a la onda para pasar del punto máximo de amplitud hasta un estado de energía estacionario.” Concretamente, el decay es el fenómeno que determinará la facilidad de un arma para adaptarse a la energía recibida en el ataque y convertirla en una onda estacionaria que haga resonar al conjunto. En este aspecto, la resistencia del arma ante la fuerza aplicada será un factor relevante. Así pues, la masa total del arma, determinará su inercia estática, y por ende, cuanto mayor masa tenga un arma, mayor decay tendrá. De esta misma manera, al generar resistencia en el asimento y sencillez a la reubicación o presión de la agregación, el arma ganará decay, pues se impondrá fuerza sobre ella que aumentará su inercia estática. No obstante, en el decay tendrá una relevancia sustancial la separación entre el punto de equilibrio del arma y el eje de la sencillez. “Un equilibrio centrado del conjunto, justo en el eje de la sencillez, dará lugar al mayor decay posible con una misma anatomía del arma.” Será así, que el desfase de torsión aparecerá como resultado de la aplicación de fuerzas a un punto del arma, y el momento en que la energía comienza a distribuirse por la cuerda del conjunto. Quedará determinado el desfase de torsión como la capacidad de un arma de responder a las fuerzas aplicadas en el ataque y llevarlas a un estado estacionario en la resonancia del conjunto. “A mayor decay en una arma, mayor elasticidad del conjunto.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 521 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Esto tendrá una repercusión en la velocidad con la que el tono fundamental del conjunto aparecerá, y por ende, las sensaciones aportadas por él. Sostenimiento o sustain: “El sustain es el tiempo en que la amplitud de la onda sonora permanece estacionaria.” En el ámbito que atañe a estas líneas, el sustain hace referencia al tiempo que la vibración está presente en el conjunto hasta que se comienza a disipar. En un plano práctico y estrictamente físico, el sostenimiento es una particularidad acústica ligada a la forma en la que las ondas se distribuyen por la cuerda del arma una vez están en estado estacionario, pues una vez estén distribuidas, comenzará el decay. “Un arma con un punto de equilibrio cercano al eje de la sencillez tendrá un mayor sustain, pues no quedará entorpecida la resonancia por la masa del asimento.” En el hecho de que exista un mayor sostenimiento tímbrico, tendrá una especial relevancia la relación entre la longitud total de la hoja respecto a la guarnición, pues será el cambio de densidad entre los materiales, lo que hará que las ondas puedan permanecer más o menos tiempo en su forma estacionaria. “Cuanta más masa tenga un arma, mayor sustain poseerá.” Un sustain largo y libre, dará como resultado una vibración notable al tacto tras una percusión puntual a la hoja paciente. Esto aportará información al agente sobre como está distribuida la presión en el asimento paciente. Si el sustain es largo y posee un tono más grave, el asimento está relajado, centrando la presión la pinza del asimento, con un contacto casi testimonial en los dedos de apoyo. Si por el contrario el sustain es corto y de tono agudo, la longitud total del conjunto resonante se está viendo acortada, lo que indica presión en el asimento. “Mayor sustain a menor presión del asimento del usuario.” Además, el sustain puede aportar información sobre la disposición del punto de pivote directriz, de su confluencia con el centro de masas y del asimento. Esto tendrá lugar por medio de la emisión de un sustain, más o menos largo en relación a un asimento dinámico, a una mano. Cuando el asimento a una mano permite resonar al conjunto con libertad, será debido en gran medida a que coinciden la sencillez, el centro de masas y el punto de pivote directriz. Por el contrario, si no existe un sustain largo, podrá ser testigo de que el punto de pivote quedará desplazado de la sencillez del asimento, con la consiguiente reducción en la capacidad dispositiva y la mayor necesidad de fuerza par para el movimiento del arma, de forma no lineal. Liberación o release: “El release es el tiempo que pasa para que una onda pase del final de su período estacionario hasta el punto de su extinción.” En la particular aplicación a la esgrima, la liberación es el tránsito de una onda desde que se mantiene asta que se disipa, o sea, el tiempo que pasa un arma cediendo energía de su resonancia hasta cesar su movimiento. Siendo así, cualquier elemento externo que proporcione una fuente de disipación de la energía, acortará su duración. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 522 - El asimento, tendrá una relevancia superlativa en el sostenimiento y liberación, pues proveerá de un vector por el que la energía contenida en la vibración del conjunto será disipada. Esto tendrá una relación directa con el área de la guarnición que tenga en contacto las manos del usuario, siendo el asimento dinámico, el que facilitará un óptimo sostenimiento tímbrico. “Cualquier cuerpo en contacto con el arma reducirá el tiempo del release.” Desde el punto de vista estrictamente anatómico y particular del arma, el elemento que más relevancia tendrá en el sustain será el reflector, que al ser un cuerpo relativamente elástico, libre y dispuesto a lo largo de la hoja potencial, tendrá un alto valor de disipación de la vibración, actuando como apagador. Existirán hojas que no estén provistas de este reflector, lo que dará como resultado una hoja con mayor sustain. Existirán la posibilidad de usar apagadores, que serán elementos que de una u otra forma ayuden al conjunto a disipar la resonancia, que darán una mayor facilidad para predecir y notar el tacto de la hoja opositora agregada. Apagador: “Cuerpo instalado en un arma que tiene como función limitar el sustain y release de la resonancia de esta.” Nodos de vibración: Cuando un arma resuena, se generan puntos, en intervalos perfectos en la longitud, donde el movimiento es máximo y otros donde el movimiento es mínimo. Estos puntos son llamados nodos de vibración. Nodos de vibración: “En un arma en resonancia, un nodo de vibración es cada una de las ubicaciones, repetidas a intervalos igualmente espaciados, donde la amplitud de la onda del movimiento resonante es cero en algún momento. Así pues, los nodos son puntos en los que dos o más ondas se suman con fases opuestas y donde se anulan.” En esos puntos, la eficiencia en la aplicación de las fuerzas es máxima, dando como resultado una localización perfecta para el posicionamiento de la pinza del asimento. Además, la agregación entre hojas y su posterior aplicación de fuerzas a través de un nodo de la agente, hará a este tener una óptima percepción de la fuerza implícita, así como de la reacción lineal y par del arma agente y paciente, pues el desfase de torsión se reducirá. “La interacción con un arma, tanto del agente usuario como del paciente opositor, será idealmente localizada en un nodo de vibración.” El tirador experimentado, con entrenamiento específico adquiriendo y entendiendo las sensaciones resultantes de la percusión de la hoja, conocerá donde está situado cada uno de los nodos, en la longitud de su hoja. La práctica y la experiencia serán las encargadas de atribuir puntería para obrar consciente del nodo y su función, que entre otras, será la de proporcionar una sensación más liviana y menos agresiva en el asimento, suavizando así la repercusión que los repetidos impactos puedan tener sobre las articulaciones implicadas. Se conoce como punto de percusión al punto de un arma en que al generarse una transferencia de energía, esta no se transmite al resto del conjunto, pues habrá sido impuesta sobre un traste o nodo de vibración que así lo permita. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 523 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Anti-nodos: “El antinodo es aquel punto donde la amplitud de la onda estacionaria es máxima.” Teniendo esto en cuenta, se podrá usar como castigo la percusión de la hoja paciente en un punto fuera de nodo, que pueda así producir en el paciente una magnificación de la sensación incómoda, aumentando la potencia de pérdida de control o desasido del arma. Existe un efecto en el tacto del arma en que se puede apreciar como si se hubiese generado la percusión en el pomo del arma o en otra parte del cabo, mientras que en realidad se ha generado en un punto concreto de la hoja. Esto se llama efecto del cabo fantasma. Efecto del cabo fantasma: “Sensación por parte de un agente de que se ha generado un contacto entre su cabo y la hoja del paciente, cuando esta ha percutido en un punto concreto de la hoja real agente.” Este efecto es debido a la resonancia del conjunto al ser percutido en un nodo de vibración ubicado en la hoja real, normalmente relativamente aledaño al límite distal del tercio fuerte. Armónicos y subdivisión armónica: Cada uno de los tonos residentes en la resonancia de un arma, se pueden dividir en frecuencias resultantes de la división de estos entre un número entero. Esto da lugar a los armónicos, que tendrán una relevancia superlativa en la comprensión de la distribución de los nodos de vibración por la extensión de la hoja real. A efectos prácticos, esto facilitará la comprensión racional de lo percibido por el tacto y el oído cuando dos hojas interactúen físicamente. Armónico fundamental: Se llama primer armónico o armónico fundamental al tono fundamental, que será entendido como frecuencia principal de la vibración. Armónicos: Los armónicos son múltiplos enteros del tono fundamental. Subarmónicos: Los subarmónicos son tonos con una frecuencia que resulta de una fracción del tono fundamental. Existirán distintos armónicos a lo largo del conjunto, cada uno de ellos nombrados en referencia a la división del tono fundamental sobre la que estén conformados: El punto inicial de subdivisión armónica o traste cero es aquel punto del segmento del arma que queda estático cuando el conjunto vibra al ser percutido. Punto inicial de subdivisión armónica o traste cero: “Punto inicial de subdivisión armónica (Γ0) es aquel armónico resultante de dividir la longitud total del conjunto del arma en dos partes no iguales, quedando el “traste” o punto de división central situado justo en el punto de equilibrio.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 524 - Al dividir el arma por el traste cero, se subdividirá del arma en dos partes con la misma masa, que no con el mismo tono o timbre, pues tendrán particularidades geométricas y materiales que marcarán tal diferencia. El punto inicial de subdivisión armónica, normalmente en un arma eficientemente equilibrada estará justo en el punto de pivote directriz o aledaño a él. Será a partir de este punto, el traste cero, que se comenzará la serie de subdivisión armónica, entendiéndolo como centro de una longitud virtual, llamada extensión tonal (ET) u onda fundamental, igual al doble del lado distal de la subdivisión. Para entender el punto donde comienza la extensión tonal de un arma, habrá de comprender que geométricamente existirá la masa avanzada, para marcar la sección del segmento del arma que separa la sencillez del centro de masas. Esto será un elemento fundamental para entender la interacción armónica del arma propia y opositora. Masa avanzada (MA): “La masa avanzada es la porción del segmento del arma entre el eje de la sencillez y el punto de equilibrio del arma.” La extensión tonal de un arma será el doble de la longitud total del segmento del arma menos la masa avanzada, sin el emisor lucido. Extensión tonal en un arma (ET): ET = 2 [Γ - (MA - ψ)] Extensión tonal en un arma totalmente centrada: ET = 2 (Γ+ ψ) Dicha extensión tonal del arma será una virtualización de cuanto mediría un cuerpo, del doble de la extensión del diapasón del arma, poseyendo sus mismas propiedades armónicas. Combinando la extensión tonal con la subdivisión por trastes, se dará lugar a una subdivisión, de índole infinita, en base a la subdivisión armónica sobre la sección del diapasón de la hoja real, que siempre arrojará una subdivisión menor posible. Concretamente se trata de una serie armónica, que será aquella que suma los inversos multiplicativos de los enteros positivos. Será llamada así por que la longitud de onda de los armónicos de un cuerpo bidimensional, que vibra y es proporcional a la serie de fracciones unitarias, siendo 1 la constante de proporcionalidad. La subdivisión armónica del arma dará lugar a la localización de puntos concretos en su longitud, donde se podrá percutir para obtener un timbre y tono concreto, el cual podrá ser analizado para obtener información funcional sobre un arma. Esta información podrá ser tanto sobre la masa del arma como sobre la distribución de esta, lo que facilitará la previsión de las acciones del arma y el cálculo de sus posibilidades dinámicas. “Comprender la naturaleza armónica de una arma facilitará la comprensión de sus posibilidades.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 525 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Diapasón: “El diapasón es el nombre que recibe la mitad distal del la extensión tonal de una hoja.” Tanto su concepto como su longitud serán expresados como “ΓD” y coincidirá con la mitad de la extensión tonal del arma estudiada. Diapasón: ΓD = [Γ - (MA - ψ)] Esta división de la hoja comenzará en el punto de equilibrio y terminará en la punta. Esto dará lugar a la posibilidad de generar una subdivisión del conjunto y, por ende, de la hoja real, en base a la consecución armónica, dotando así a cada una de las porciones resultantes de una cualidad física por la que serán estudiadas. Trastes: “Un traste será cada punto sobre el que se dividirá la hoja real siguiendo la consecución armónica.” Los trastes se ordenarán según la lógica armónica, exactamente igual que en un instrumento musical de cuerda, lo que posicionará al primero de ellos, el punto inicial, de forma más proximal, quedando consecuentemente ordenados conforme al valor de los números que los expresan. Será común, en conjuntos superlativamente cuidados y perfeccionados, que coincidan los puntos de pivote con los trastes concretos y más relevantes en la aplicación de fuerzas por el usuario. El uso de los trastes como puntos de agregación y contacto entre hojas, concretamente en las acciones donde exista una considerable fuerza implícita, ayudará al mantenimiento y alargamiento de la vida útil de los componentes de la guarnición, así como de la hoja. Consecución armónica de los trastes: Γ0: Punto inicial o traste 0: Obtenido al dividir la longitud total del conjunto del arma justo por el punto de equilibrio de esta. A partir de este, en dirección distal será considerado como diapasón. Γ12: Traste doce, de primera octava o tónico: Obtenido al dividir la extensión total del diapasón entre dos, dando lugar a dos partes iguales de este diapasón. Γ7: Traste siete o de quinta: Obtenido a partir de la división entre tres de la extensión total del diapasón, quedando posicionado en el tercio más proximal. Este traste de quinta, arroja el verdadero valor físico del un tercio de la hoja, según su subdivisión funcional en tercios. Será por ello que coincidirá teóricamente de forma física con el punto de pivote dispositivo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 526 - Además, será entendido este punto como el punto de percusión más recurrente, concretamente en la ubicación distal de este traste, o sea, la unión entre los tercios medio y débil físicos de la hoja. Γ5: Traste cinco o de tónica: Obtenido a partir de la división entre cuatro de la extensión total del diapasón, quedando posicionado en el cuarto más proximal. Este traste delimitará la zona más proximal de la hoja agente con la que este podrá contar al generar un reparo práctico de la hoja paciente, siendo posible asumir la energía contenida en su trazada. Γ4: Traste cuatro o de tercera: Obtenido a partir de la división entre cinco de la extensión total del diapasón, quedando posicionado en el quinto más proximal de la hoja. Γ2: Traste dos o de novena: Obtenido a partir de la división entre nueve de la extensión total del diapasón, quedando posicionado en el noveno más proximal. Este traste delimitará la zona más proximal de la hoja agente con la que este deberá generar agregación, pues la aplicación de fuerzas a su hoja en un punto más proximal, por él mismo o por su paciente, podrá generar el desasido o la imposibilidad de administrar la fuerza generada. Los trastes son subdivisiones complementarias, lo que posibilita usar la posición de cada uno de los trastes o la división del diapasón por cada una de sus medidas. Orden próximo-distal de los trastes: Los trastes, se pueden identificar de manera próximo-distal, en referencia a los puntos armónicos que generan en la percusión y posterior resonancia de la hoja, dando como resultado una subdivisión de la hoja real acorde a las necesidades físicas del control de la resonancia y tacto. Orden próximo-distal de los trastes: “Γ0 - Γ2 - Γ4 - Γ5 - Γ7 - Γ12” Subdivisión del diapasón en cada una de las fracciones de los trastes según su orden próximo-distal: Guarnición - Γ0 = ΓD Γ2 = ΓD/9 Γ4 = ΓD/5 Γ5 = ΓD/4 Γ7 = ΓD/3 Γ12 = ΓD/2 - Segunda mitad del diapasón ———— - 527 - Saya TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 529 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Generalidades del saya: “El saya es un instrumento cilíndrico y hueco, destinado a la protección reciproca del arma láser y de su usuario, cubriendo la hoja cuando no esté dispuesta en el medio, facilitando su seguro manejo, literal y figuradamente.” El saya deberá ser entendido como parte fundamental del arma láser en su uso académico, dado que el instrumento precisa de un utensilio complementario, que permita evitar la banalización de la hoja y la exposición pública de esta mientras se encuentra extinta. En el plano filosófico, el saya representa al tirador, que asimila la luz que su arma le ofrece tras realizar su labor operativa. De este modo, cuando se hace la analogía entre luz y conocimiento, se puede entender que un individuo adquiere conocimiento tras ensayar su arma, habiendo servido en asalto. El arma siempre se desensayará y se ensayará ignita, siendo dentro del saya donde se producirá la ignición y la extinción de la hoja, siendo esto un proceso que no ha de ser observado por ningún individuo, efectiva o posiblemente, opositor. “El arma se desensayará y ensayará ignita.” El saya se portará al lado no hábil del usuario, siendo este el lugar en que facilitará la biomecánica del iai, permitiendo además que la mano hábil quede libre mientras se tiene control del arma ensayada. Geométricamente, el saya se representará virtualmente con un segmento propio, que aparecerá al ser aprestado y gobernado, normalmente por la mano no hábil del usuario. Este segmento partirá de la sencillez no armada, o sea de donde se esté tomando el saya, extendiéndose hasta el límite distal del saya, llamado shiri. “El segmento del saya es aquella línea recta finita que se extiende entre la sencillez que apresta el saya y el shiri de este.” El saya, en la mayoría de las guardias, cuando sea aprestado dejará su kuchi o boca más cercana al metacarpiano índice que a ningún otro, esto hará que naturalmente su segmento quede esdrújulo. El beru del saya ceñido quedará normalmente contraído a la cadera, junto a la mano que lo apresta, reduciendo la silueta del tirador y protegiendo tanto el saya como su extremidad. De manera adicional, existirá la posibilidad de usar el saya como elemento de equilibrio y control de la masa, desplegándolo y valiéndose de su inercia para aumentar la amplitud de la acción del torso y/o rectitud armada. “El saya será normalmente ceñido, con la mano no hábil aprestada a su beru y contraída.” El saya podrá quedar ceñido o sin ceñir. o sea, que podrá ser portado contraído a la cadera y ajustado a esta por la acción del ceñidor, o por el contrario, podrá ser sostenido por la mano que no se pretenda armar. Esto podrá ser así tanto cuando la hoja esté ensayada como cuando la hoja esté desensayada. Saya ceñido: El saya ceñido es el que se encuentra contraído a la cadera del usuario por la presión generada por el ceñidor. Saya sin ceñir: El saya sin ceñir será ese que se encuentra libre de sujeción alguna, más allá que la mano que lo sostiene. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 530 - Existirá una técnica concreta asociada a ceñir o liberar el saya del ceñidor, que hará más eficiente la acción de ello, y de esa manera más elegante, asistiendo dicha técnica a la faz del usuario. Ceñir el saya: El saya, por su propia naturaleza, deberá ser ceñido con el arma asimilada y extinta. El usuario, sosteniendo el saya con la mano hábil por el beru, lo posicionará en la cara interna de la sección cúbito-radial de su extremidad no hábil y lo deslizará hasta llegar a la palma de dicha manos. Antes de continuar, ambas manos quedarán, más o menos cercanas de manera inversamente proporcional a la presteza que se quiera expresar. Tras ello, el usuario llevará la mano no hábil a al flanco no hábil de su cuerpo, guiando y dejando el saya entre la extremidad no hábil y el cuerpo, contrayéndolo. Pasándolo bajo el saya, introducirá el pulgar con entre el ceñidor y la cadera, hasta la primera falange, manteniendo la uña del dedo en contacto con la cadera. Tras ello, abrirá el espacio que exista entre el ceñidor y cuerpo, haciendo a la vez transitar el saya por dicho hueco con la extensión en sentido accidental de la rectitud hábil. Al llegar el suto al espacio abierto, este caerá naturalmente en él, reduciéndose y embebiéndose la rectitud hábil que sostiene el saya e introduciendo este hasta el ceñido y apresto. Desceñir el saya: Una vez aprestado el saya por el beru, con la mano no hábil, se extenderá la rectitud de esta en sentido distal, a la vez que sutilmente se guiña el cuerpo al lado no hábil, dando como resultado la liberación del saya, que tenderá a quedar esdrújulo y aprestado frente al usuario, permitiéndose su sostenimiento. El saya podrá ser usado para mantener el control de aquello que el tirador no pueda observar visualmente tras su espalda. Para ello, ceñido o sin ceñir, deberá ser gobernado manteniendo la mano que lo apresta contraída a la cadera, de esa manera aumentará la longitud del segmento del saya que queda tras el usuario, y con ello, se podrán advertir elementos del contexto en la parte inmediatamente posterior del plano vertical. “El saya será un elemento que facilitará el control de aquello que exista en la parte posterior del planto vertical.” El saya deberá ser acomodado y sustentado valiéndose del ceñidor, cambiando su ubicación y orientación en base a la necesidad del momento y del medio. Para ello existirá la posibilidad de llevarlo a la espalda del usuario. Llevar el saya atrás: Llevar el saya atrás es hacer que el saya ceñido quede cruzado y ubicado en la parte lumbar del tirador usuario, con la evitando la interacción del saya con el brazo no armado. En esencia, esto será un recurso ideal cuando el asimento a dos manos deba tener lugar. Recuperar el saya: Para recuperar el saya de atrás, el tirador levantará el segmento de la rectitud no armada, llevándolo a la parte posterior del plano vertical. Una vez esté ahí, bajará el segmento de la rectitud, coincidiendo con el instrumento, momento en que recuperará el control del saya. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 531 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL El saya, además de ceñido, sin ceñir o atrás, podrá estar descartado, siendo esto que el tirador se deshace del saya y renuncia a su control. Esto podrá ser entendido como una acción considerablemente alejada de lo eficiente, dado que se dificultará la retirada de la hoja y extinción de esta. El saya, idealmente, presentará un acabado exterior que permita la libre disposición de él, tanto cuando esté ceñido como cuando no lo esté. Para ello, deberá tener la posibilidad de moverse con libertad entre el ceñidor y la prenda inferior, teniendo una fricción razonable. Igualmente, su beru, acabado y textura deberá impedir que se desciña involuntariamente cuando no esté siendo aprestado. Un saya podrá ser un elemento genérico, con el que sea posible mantener ensayada cualquier hoja, independientemente de la geometría del emisor. No obstante, lo habitual es que el saya sea shukan, o sea, especialmente ideado, diseñado y confeccionado para un emisor concreto. Esto es así dado que un saya shukan permite el ajuste preciso al emisor, permitiendo un efecto de cierre y asegurado llamado kamu. Saya shukan: “El saya shukan es aquel que es hecho a medida y específicamente para un emisor y hoja concreta, permitiendo generar y optimizar un kamu acorde con los intereses del usuario.” El saya shukan dispondrá de una parte concreta en su kuchi, que se llamará beru, y que hará posible el kamu, al ser un apéndice del saya en que se integrará el emisor o que se introducirá en este. Anatomía del saya: El saya, como cualquier otro elemento instrumental, poseerá una anatomía propia, que deberá ser estudiada para proveer al usuario de una mayor versatilidad en su uso y desarrollo de la técnica asociada al objeto. Anatomía del saya de proximal a distal: Kuchi: “El kuchi o boca del saya es el orificio superior y principal del saya, por donde se asimilará la hoja al interior.” La boca del saya será la parte que mayor contacto tendrá con la hoja, por tanto, deberá estar siempre libre de elementos que puedan generar abrasión o deterioro alguno de esta. Los bordes del kuchi deberán tener un perfil circular, para reducir lesiones que puedan producirse en el momento final del tránsito, dado que existe la posibilidad de que parte de la mano no armada, que gobierna el saya, se vea pinzada y/o pellizcada entre el kuchi y el emisor. Beru: “El beru es una apéndice del saya, en sentido a su kuchi, que permitirá el ajuste preciso del emisor, generando el kamu y facilitando la solidaridad entre arma y saya.” El beru será una parte crucial de una saya shukan, pues será la parte por la que este será aprestado, siendo preciso que exista una cierta ergonomía que facilite su gobierno y el eficiente el uso del saya en el iai. Idealmente, el beru deberá ser simétrico, facilitando el ensayado y el kamu, de manera independiente a la tornada que presente el emisor en el fin del tránsito. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 532 - El beru tendrá distinta denominación según si acoge el emisor o si encaja en él. Beru ma: Será aquel beru que aloje el emisor, quedando este dentro de él. Beru be: Dícese del beru que se inserta en la anatomía del emisor, quedando dentro de este. Este beru podrá presentar distintas formas, según las que será catalogado, y de las que dependerá directamente la forma en la que genera el kamu. Beru de tudel: El beru de tudel será aquel que tenga una sección transversal de forma cilíndrica, con la que interaccionará con el emisor. Por norma, el beru de tudel será el que una más eficiente ergonomía presente, de cara al uso del saya respecto a la técnica académica propia del servicio al daito. Beru de campana: El beru de campana será el que tenga una sección transversal cónica, quedando el kuchi con un mayor diámetro que el hiro. El beru de campana, será el más propicio para generar el kamu de fricción. Beru de pétalos: El beru de pétalos es aquel que presenta una fracción y separación notable a partir del hiro. El beru de pétalos será el más eficiente para generar kamu de pestaña. Hiro: “El hiro es justo el punto de la longitud del saya donde el cuerpo de este se comienza a convertir en beru. Normalmente tenderá a ser un ensanchamiento.” El hiro tendrá un papel fundamental en sostener el ceñido del saya cuando este quede sin apresto y no esté sustentado por la mano del usuario. Cuando mayor sea el contraste dimensional entre el beru y el cuerpo del saya, más pronunciado será el hiro, y con ello, más seguro quedará en la sujeción al ceñidor y/o boro. Adicionalmente, el hiro podrá representar una referencia, junto al beru, para cuando el saya quede gobernado y/o no quede ensayado, por ejemplo en la guardia estoica, donde el agente usuario deberá disponer de una clara y rápida percepción de la tornada del arma y ubicación de su mano sobre el saya. Saya o cuerpo del saya: “El cuerpo del saya, también llamado propiamente saya, es un cilindro hueco, que se extiende de kuchi a suto, destinado a contener la longitud completa de la hoja.” El cuerpo del saya conformará la práctica totalidad de su extensión, siendo esta la parte más elemental del instrumento. El cuerpo de saya deberá ser lo más recto posible, siendo así que se evitará la fricción innecesaria con la hoja, haciendo esto más sencillo tanto el ensayo como el desensayo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 533 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Jiwa: “El jiwa es el hueco y vacío interior del saya, donde quedará alojada la hoja.” El jiwa habrá de tener unas dimensiones mayores que la hoja en su sección exterior. De esta manera será posible que la hoja transite por el jiwa sin friccionar en exceso. “Idealmente el jiwa para una hoja de daito deberá tener una sección de entre 28 y 29mm, con una longitud de 30mm adicionales a la longitud de la hoja real.” No obstante, en caso de que el kamu pretendido sea de vacío, el jiwa deberá de ajustarse notablemente a la hoja, en una parte o en la totalidad del cilindro, evitando que el aire contenido en la parte distal del jiwa varíe su presión, pues esto será lo que mantendrá el kamu. Es crucial que el jiwa esté siempre cuidado y limpio, pues la integridad de la textura de la hoja dependerá de ello, al generarse considerable fricción durante el ensayo y desensayo, capaz de marcar la hoja real del arma. Muro: “El muro del saya es la superficie exterior del cilindro y cuerpo de este.” El muro del saya, por su extensión y exposición, será el volumen más propenso a ser decorado y adornado. No obstante, estas decoraciones deberán tener carácter particular, siempre acorde a la faz que el tirador pretenda usar, siendo necesario que refuercen la presión de esta, evitando hacer alardes de condiciones ineficientes. Adicionalmente, es importante el hecho de que cualquier elemento ubicado en el muro del saya deberá tener una textura acorde al uso que vaya a darse por parte del usuario, siendo necesario que el saya pueda ubicarse con libertad una vez sea ceñido. Mado: “El mado es un agujero, pequeño orificio o hueco estructural en un saya, que permite observar el estado de ignición de la hoja.” Un saya puede poseer una abertura aledaña al beru, que permita al usuario percibir si la hoja está ignita o extinta. Este elemento puede ser una perforación en el beru o en cuerpo del saya, así como puede cumplir la función de mado un suto abierto. También puede ser que el mado se genere por el ajuste del emisor en el beru, dejando escapar parte del fulgor de la hoja y con ello sabiendo si está ignita o extinta. Shiri: “El shiri es la parte más distal del saya, que da fin a su cuerpo.” El shiri puede tener dos naturalezas según su apertura: Shiri cerrado: El shiri será cerrado en caso de dejar el cuerpo del saya sin hueco alguno por el que pueda tenerse acceso al jiwa, a través de él. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 534 - Shiri abierto: El shiri será abierto en caso de que exista cierto acceso al jiwa a través de él. El shiri abierto permitirá ver el fulgor del arma, cuando esta quede ignita en el interior del saya, reflejándose en cualquier superficie que quede perpendicular a la longitud del segmento del saya, en sentido distal. El shiri cerrado podrá tener dos naturalezas, según el método con el que se impida el acceso al interior del saya. Shiri completo: El shiri completo será aquel que esté conformado por el cierre del propio cuerpo del saya, sin ninguna pieza adicional. Shiri suto: El shiri suto será aquel que cierre el saya por una pieza adicional al cuerpo del saya. Suto: “El suto es una pieza, adicional al cuerpo del saya, que se dispone en el shiri, cerrando este e impidiendo o controlando el acceso al jiwa.” El suyo, habrá de disponer de una integridad material y estructural que le confiera fuerza y resistencia a la abrasión, pues podrá ser el punto donde se apoye el conjunto del arma y saya, teniendo contacto recurrente con el firme. Además, esto podrá tener lugar sobre superficies abrasivas, por lo que será conveniente prever la sustitución eventual del suto. El suto tendrá una denominación específica, dependiendo de la disposición de este respecto al shiri, si queda en el interior o exterior del cuerpo del saya. - Suto be: El suto be será aquel que entra en el shiri, quedando alojado dentro del jiwa. El suto be tendrá menor implicación en la acción de ceñir y desceñir el saya, pues no generará obstáculo adicional alguno sobre el muro, perimiendo el libre tránsito. - Suto ma: El suto ma será aquel que queda dispuesto sobre el cuerpo del saya, sin entrar en el interior de este, cerrando el acceso al jiwa. El suto ma deberá de presentar un escaso relieve en relación al muro del saya, dado que esto podrá entorpecer notablemente la acción de desceñir el saya. Es posible que el suto sea totalmente cerrado o presente alguna abertura, dando así lugar a un shiri cerrado o abierto, respectivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 535 -DE LA C AUSA INSTRUMENTAL Stor: y caball: “El saya podrá presentar un stor y un caball, que son elementos complementarios y adicionales, que posibilitarán aumentar la autonomía de la fuente de energía interna del arma, al conectarlos a ella.” Stor: Fuente de energía incluida en el saya que posibilita la recarga de la energía de la fuente interna del arma. El stor deberá ser resistente o quedar protegido de impactos provenientes del mismo usuario o del opositor, pues será un elemento suficientemente frágil como para que el castigo le afecte e interfiera con su correcta función. Caball: Medio por el que se conecta el stor al conector o fuente de energía del arma. El caball deberá ser retirado del arma justo en el momento de prever que un iai tendrá lugar, dado que de quedarse conectado, podría malograr el arma y el stor. Es por esto que su desconexión representa el paso cero del iai. Estos elementos podrán estar incluidos en el saya de distintas maneras, siendo la más común aquella en la que se encuentran cercanos al beru, facilitando el acceso a ellos. No obstante, la posibilidad de esto tendrá relación directa con el volumen del stor, dado que de presentar un tamaño considerable, dificultará el gobierno del saya. Kamu: “El kamu es el efecto que se produce al conectar el emisor con un beru, generando presión entre este y el emisor, dejando el arma encajada, sujeta y solidaria al saya.” El kamu será necesario para asegurar que el arma no se desensaya involuntariamente, ante el movimiento brusco del portador. Esto será crucial si atendemos al aspecto marcial de la Esgrima Láser, en que el diestro sublime deberá estar prevenido ante cualquier eventualidad, siendo capaz de hacer frente a ella por cualquier método posible. Así pues, será preciso que la acción de generar el kamu sea tenida en cuenta en el proceso del iai, así como estudiada para no fracasar en ella. El kamu tendrá una denominación distinta dependiendo de los elementos y la manera en la que estos actúan para dar lugar a la fuerza ejercida entre el saya y el emisor del arma. Kamu de fricción: El kamu de fricción es el que está producido por el roce de alguna parte del emisor u hoja con el beru. Este puede tener mayor o menor intensidad a discreción del usuario. El kamu de fricción será normalmente generado en base a un giro y presión del emisor cuando esté en contacto con el beru, siendo para ello necesario que el usuario lo tenga en cuenta al concluir su iai. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA INSTRUMENTAL- 536 - Kamu de pestaña: El kamu de pestaña está producido por un pétalo, apéndice o pieza adicional sobre el beru, que permite la traba o el mantenimiento estático de emisor, con tan solo la presión de dicha pestaña. El kamu de pestaña, dependiendo de la presión que genere, precisará de un mayor o menor impacto al llegar el emisor al beru. Siendo siempre necesaria una cierta presión para vencer la presión que genere la pestaña, tanto en el ensayo como en el desensayo. Kamu de vacío: Kamu producido únicamente por la presión interior del saya una vez la hoja está asimilada en él. Un kamu, cuando sea dependiente o participe del vacío, generará cierto condicionamiento en la manera en la que se genera el iai en su ensayo, dado que no permitirá una rápida asimilación de la hoja, pues deberá dejar salir el aire contenido en el interior del jiwa. Igualmente, el desensayo estará ligeramente limitado, pues se precisará vencer el vacío creado en el jiwa conforme la hoja emerge. En el desensayo, un kamu de vacío generará tracción sobre la hoja, algo que hará que de manera recurrente se deba de revisar el asegurado de esta al emisor. El kamu totalmente de vacío únicamente será posible con un shiri cerrado. No obstante también existirá la posibilidad de que un suto presente una abertura pequeña, que pueda facilitar la entrada y salida de aire al jiwa y, sin embargo, mantener cierto kamu de vacío. Cuando un kamu se produzca, total o parcialmente de vacío, se producirán efectos asociados a ello relacionados con la presión del aire dentro del cilindro. Se llamará hálito el sonido que produce el aire al entrar o salir del jiwa, al desensayar y ensayar respectivamente. Al desensayar con la suficiente energía, se producirá el pop, que es el sonido emergente de salir la punta de la hoja del cuerpo del jiwa, producto de la entrada repentina de aire al interior del saya. Adicionalmente, el kamu tendrá una denominación distinta dependiendo del elemento responsable en mayor medida de dicho efecto. Kamu ma: El kamu ma es aquel generado y totalmente dependiente del encaje de la pestaña o la fricción de un saya, preparado específicamente para ello, sobre el emisor del arma. Kamu be: El kamu be es aquel generado de forma exclusiva y dependiente de la configuración geométrica del perfil y forma del emisor. ———— DE LA CAUSA PRÁCTICA - 539 - Guardias TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 541 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Guardia española: “Proyectando una planta transversal, de medio recto, relajada o ligeramente contraída y de peso centrado, se dispone una afirmación erigida, de medio perfil, manteniendo la hoja ligeramente obtusa en la rectitud de adelante, con la sencillez justo por debajo del plano superior y la punta de la hoja sobre el plano superior del paciente. La mano no hábil se mantendrá largada en agudo, contraída o aprestada al saya, gobernándolo.” La guardia española tendrá la función de presentar, desde el medio de proporción, una rectitud centrada en la total disponibilidad de la rectitud, haciendo así posible la obra de oclusiones y la maximización de la intención dispositiva, que gracias a esta configuración anatómica, adquirirá una potencia ejecutiva superlativa. Por tanto, esta guardia está ideada para la maximización dispositiva del medio de proporción, por ende, su empresa será la de mantener y otorgar la mayor posibilidad de diversión y control de la hoja paciente por medio de la total disponibilidad de las rectitudes. La presentación de la guardia española en el medio proporcional facilitará el control del arma paciente, el mantenimiento de la agregación y la precisa medición de la intención opositora. Así pues se convierte en la guardia más recurrente, pues tendrá función antagónica en el medio de proporción, y a su vez, hará más sencillo el debate desde el medio proporcional. La disposición del arma frente al rostro y tórax del agente posibilitará la protección de este y la disposición radial de rectitudes y oclusiones. Así mismo, la guarda española dará lugar a mantener el arma alejada del medio particular del usuario, minimizando la potencia de autoejecución. “La guardia española dejará al agente protegido de la acción directa del paciente, así como de los efectos termodinámicos del arma propia.” Será la guardia española aquella que se tomará como referencia en la toma mediciones y decisiones geométricas, siendo una de las dos expresiones más básicas y eficientes de forma genérica, más concretamente al ser el daito la causa instrumental. “La guardia española será la referencia y estándar de la Esgrima Láser, cuando la causa instrumental sea el daito.” Para el acondicionamiento de la geometría ideal a la anatomía humana, será habitual la variación de la rectitud y la sencillez quedando ligeramente llevada a primera, generando un ángulo sutil obtuso en la hoja, quedando la punta de esta sobre el plano superior del paciente. Esta variación incluirá músculos adicionales en el sostenimiento de la rectitud, haciendo menos exigente el sustento de la masa del arma. Además, el ángulo obtuso, mostrado en la hoja, facilitará la agregación y la interacción de los segmentos de las armas. Esta variación sutil restará ligeramente potencial geométrico, siendo esto superado por auxilio que supone la adaptación y acomodo de la anatomía. Esta guardia, así como sus variantes, podrán ser fácilmente variadas por medio de las rectitudes, más concretamente por medio de las radiales, lo que le otorgará una adaptable polivalencia y posibilidad de respuesta, ya sea en oclusión, atajo o reparo. Además, la varianza en su planta generará una elegante y precisa modificación de la altura en el plano del ítalo. “La guardia española es la expresión que permite el mayor ángulo de ataque en las oclusiones radiales.” La posición de los pies en la proyección de la planta será tomada como referencia estática, que mutará buscando mantener la posición cuando se rectifique el foco para mantener la coherencia. Esto hará que la línea del diámetro común pueda reorientarse sin afectar a la planta, mas si el foco se cambia por necesidad de la intención, la planta habrá de mutar con él para mantener la eficiencia geométrica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 542 - La planta de la guardia española se entenderá como una planta idealmente de maniobra, que con un compás de Pitágoras, se variará eficientemente para permitir la preparación y disposición de obras ejecutivas, como son el encordado o la línea en cruz. La mano no hábil, cuando quede aprestada al saya y gobernándolo, dejará el segmento de dicho saya idealmente en ángulo esdrújulo o paralelo al plano inferior. Teniendo en cuenta la totalidad de los aspectos anatómicos de la óptima guardia española, con la rectitud adelante, se puede concluir que esta favorece notablemente la obra a tiempo para la respuesta dispositiva, debido a la disposición naturalizada de planta, afirmación y segmento del arma, que hará posible y magnificará la amplitud de movimientos. Variantes de la guardia española: Italada recta: Aquella guardia española que dispone su sencillez sobre el plano superior, ligeramente a primera, dando lugar así al italado recto de esta, que adicionalmente da lugar al alineado del rumbo del arma respecto a la rectitud. Su función será la de aumentar la dimensión del medio elusivo manteniéndose estático el agente, así como ofrecer la más amplia y funcional disposición del arma, asumiendo el notable esfuerzo, así como la exposición al control del arma agente por parte del paciente. Italada en trío: Se habla de española italada en trío cuando se presenta una guardia española con la pretensión de disponer el tanto el ítalo como el plano superior propio sobre el plano del ítalo del paciente. La presentación de esta guardia desde un medio proporcional de sombra dará lugar a una notable inclusión del paciente en el medio proporcional agente, que llevará a la disposición del arma de este último en una geometría que optimiza el acometimiento e intención ejecutiva directa. Para la obtención de esta guardia, desde la española, sea habrá que extender la planta y tumbar ligeramente el cuerpo, adaptando todo esto a la altura en la que coincida el ítalo recto agente con el ítalo paciente. Fabris: La guardia española de Fabris toma su nombre por la aparente coincidencia con la disposición anatómica de la guardia segunda en primera de este autor, Salvador Fabris. La similitud es estrictamente anecdótica y exclusivamente aparente, pues de fondo, ambas guardias no tienen el mismo origen, funcionalidad ni pretensión geométrica, dinámica o intencional. “La guardia de Fabris es una guardia activa, que parte de la presentación de una guardia española ligeramente tumbada, con rectitud italada recta, en trío o tendente a ello, con el peso centrado o ligeramente atrasado, en afirmación doblada, de planta acorde de medio recto en la transversal o en línea y contraída, de acometida. Se mantendrá la pierna hábil en total o marcada tracción, la pierna no hábil con poca tracción y la mano no hábil contraída al maxilar o al rostro.” Dicho esto, la guardia española de Fabris, es marcadamente más proactiva que la óptima española. Tendrá un uso con potencial considerablemente elevado en la preparación de obras en un medio proporcional extendido, en las que sea necesaria la moción constante y se prevea una posible acción en causa libre del paciente. Todo ello gracias al ahuecado del medio existente en la afirmación y la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 543 -DE LA C AUSA P RÁCTICA disposición de la hoja en el extremo, que normalmente estará ligeramente angulada sobre la transversal no hábil, ayudando al control tridimensional de la hoja paciente y aumentando la sombra de la luz proyectada por el paciente. “La guardia de Fabris proveerá, por su geometría de un antagonismo ante la obra ejecutiva por la línea central en causa libre del paciente.” Será también relevante el italado parcial o total del plano superior agente, lo que extenderá la dimensión del medio aumentando la defensa cónica de la hoja. Igualmente quedará el usuario agente predispuesto para el compás de cruce recto, donde no quedará expuesto su plano medio por la disposición distal y remota del arma respecto a su centro de masas. La variante de Fabris limita la angulación de ataque de las oclusiones radiales, dinámicas y estáticas, no obstante, aumenta su potencial ejecutivo por estar dispuesta la hoja más distal que en la española óptima. “La guardia de Fabris aumenta el extremo, aumentando el potencial ejecutivo de las oclusiones radiales, disminuyendo la amplitud máxima de cada posición radial de la sencillez.” Se podrá maximizar la potencia de oclusión, haciendo uso del extremo remoto para elevar la potencia de obra y aumentar el rumbo potencial de la rectitud de Fabris, presentada en esta guardia. Esto se hará por medio de la mutación de la planta con medio compás extraño de cruce, dejando el pie hábil atrás y el no hábil estático, llevándola a una proyección extendida, haciendo uso del extremo remoto, que manteniendo el arma italada, quedará dispuesta al extremo, y con ello, preparada para la obra de la oclusión radial o paralela. Cualquier variante de Fabris podrá tener como única expresión la variación de la rectitud, quedando esta italada recta, por lo que también recibe el nombre de rectitud de Fabris. En esta guardia variante, la cadera queda predispuesta para maximizar la obra del compás recto de cruce respecto a su extensión, lo que aumenta su potencial para sostener el medio. Además, se facilita la reducción al recto con el mero hecho de erguir la afirmación, lo que suministra un margen ejecutivo a la acción de oclusión o estocada ante el lance del paciente. La guardia de Fabris, en su geometría, tendrá lugar como resultado de la disposición anatómica en el momento del lance de una línea en cruz, obrada desde el límite más amplio de su medio. Así pues, el cuerpo del agente quedará presentado en una guardia de Fabris, lo que hará que la continuación de la obra, en caso de no tener éxito ejecutivo, deba entenderse desde esta guardia. Esto será una cuestión determinante que justifica el estudio y profundización de esta variante de la guardia española. Concretamente, esta guardia podrá, y en ocasiones deberá, ser entendida como una guardia final agente, presentada proactivamente tras la obra del encordado o la línea en cruz, por parte de este, para asegurar la plena operatividad a tras tiempo. Es por ello que el tirador que pretenda obrar un encordado o una línea en cruz, desde la guardia española con una planta de acometida, habrá de entender que esto le llevará a quedar tumbado, de planta en línea, con la rectitud adelante e italado en trío, y por tanto, deberá de prever la continuación de obra o la reducción a otra guardia variante de la española, desde la guardia de Fabris, siendo esta la más eficiente expresión anatómica para dicho propósito tras esa obra ejecutiva. “Al concluir la obra de una línea en cruz, desde una guardia española, se dará lugar a una guardia de Fabris, siendo esta punto desde el que continuar la obra, teniendo potencial de mantener la hoja agente dentro del medio particular paciente.” La variante de Fabris de la guardia española atribuirá a esta un mayor potencial de obra a tras tiempo, dando lugar con ello a que se maximice la respuesta a la obra paciente una vez culminada esta. En parte, esto será debido a la extensión del extremo, el ahuecado del medio y la guardia cónica tan pronunciada que genera esta configuración anatómica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 544 - De perfil: La guardia española de perfil es aquella que busca la extensión del extremo propincuo por la disposición de los hombros paralela a la línea del diámetro común. Esto dará lugar a una reducción de la silueta ofrecida al opositor mientras se permanece en la sombra de la guardia cónica generada por la disposición de la hoja. Su principal función viene a estar circunscrita a la optimización de la obra sobre la línea recta. Para ello, se reduce la silueta al máximo posible dado el perfil, se dispone la hoja en la parte y ubicación más distal posible que resulta ser la línea del plano superior quedando italada, y ahuecando el medio por debajo del plano superior. La guardia de perfil, limitará considerablemente la obra de la oclusión radial a primera, ya sea estática o dinámica. No obstante, se aumentará considerablemente el extremo. En esencia, la guardia de perfil deberá ser un recurso puntual, usado con la pretensión de aumentar el extremo cubriendo con solvencia las líneas desde el plano superior, entendiendo que quedará sumamente limitada la respuesta eficiente con la oclusión radial. Base de primera: La guardia base de primera será una variante de la guardia española, producida por la mutación de la sencillez y proyección de la planta, con el objetivo de preparar y optimizar la oclusión dinámica radial de primera. Así pues, la base de primera tendrá dos variantes: preparando la oclusión y ocluyendo, que darán soporte a la oclusión pretendida y culminada, respectivamente. Base de primera preparando: “Con una planta transversal sobre la línea transversal armada, de medio recto, con el pie armado adelantado orientado a la misma línea transversal, mientras el pie no armado queda orientado paralelo a la línea recta, y manteniendo la bisectriz de planta desfasada al lado armado del diámetro común. Se afirma el cuerpo erguido, de cuadrado, con una rectitud adaptada al medio e intención, normalmente con una disposición ligeramente tendente a tercera.” El uso de esta guardia es ideal para la preparación de la obra de la oclusión dinámica radial a primera. Se condicionará la afirmación para permitir un tumbado del cuerpo sobre la transversal, y sostener a la rectitud para aumentar la amplitud de esta, en su movimiento al lado armado. Por ello, la guardia base de primera preparando, se podrá presentar tanto con el peso centrado como con un sutil adelantamiento del centro de masas, previniendo la posterior acción del torso y preparándose para ella. La base de primera, preparando, hace que la rectitud quede ligeramente fuera del diámetro común, sutilmente a tercera, lo que orienta el foco paciente a la sencillez agente, y por tanto, lo desfasa ligeramente cuando se vea tentado y obre sobre la sencillez paciente. Se aumentará con ello eficiencia en la obra de la oclusión a primera, o cualquier otra acción del arma que precise de la una considerable disposición de la guarnición al lado armado. No obstante, con la base de primera preparando se dificultará geométrica y biomecánicamente la oclusión a tercera. El desplazamiento del centro de masas del tirador usuario se verá facilitado sobre la transversal armada, quedando siempre posible el movimiento sobre la bisectriz de planta. Por contrapartida, cualquier otro movimiento será sensiblemente coartado, pues la disposición de la proyección de planta lo condicionará. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 545 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Base de primera ocluyendo: “Con una planta transversal sobre la línea transversal armada, de medio recto, con el pie armado adelantado orientado a la misma línea transversal, mientras el pie no armado queda orientado paralelo a la línea recta, y manteniendo la bisectriz de planta desfasada al lado armado del diámetro común. Se afirma el cuerpo con el centro de masas proyectado sobre el pie hábil, de cuadrado, con una rectitud a primera, ocluyendo dinámica y radialmente a primera.” Base de tercera: La guardia base de tercera será una variante de la guardia española, producida por la mutación de la sencillez y proyección de la planta, con el objetivo de preparar y optimizar la oclusión dinámica radial de tercera. Así pues, la base de tercera tendrá dos variantes: preparando la oclusión y ocluyendo, que darán soporte a la oclusión pretendida y culminada, respectivamente. Base de tercera preparando: “Con una planta transversal sobre la línea transversal armada, de medio recto, de pie hábil y armado adelantado, orientado paralelo a la línea transversal no armada y el pie del lado no armado orientado paralelo a la línea de infinito. La bisectriz de planta quedará desfasada al lado no armado del diámetro común. Se afirma el cuerpo erguido, de medio perfil, con una rectitud adaptada al medio e intención, normalmente con una disposición ligeramente tendente a primera.” La guardia base de tercera, como su nombre indica, está especialmente configurada para la preparación y aumento de eficiencia de la obra de la oclusión dinámica radial a tercera. La afirmación quedará en una potencia ideal para permitir el balanceo al lado no armado, soportada por una planta que permitirá la máxima amplitud de esto, permitiendo aumentar la amplitud del movimiento de la sencillez al lado no armado. Sabiendo de ese propósito de la geometría de la base de tercera preparando, se podrá llevar el centro de masas ligeramente al pie no hábil, lo que podrá dar cierta ventaja dinámica en la obra de la oclusión. Cuando la base de tercera está preparando, la sencillez y rectitud del agente usuario quedará ligeramente a primera, idealmente disponiendo sutilmente el arma paciente. Esto dará lugar a que el paciente oriente su foco a la sencillez del agente, quedando desfasado durante la preparación de su obra y en la obra ejecutiva que pueda llevar a cabo sin librar. Asimismo, la guardia dejará a la anatomía del usuario agente en potencia de guiñar el cuerpo al lado no hábil, permitiendo la extensión del extremo, asistiendo a la conclusión ejecutiva de la oclusión. Cabe señalarse que si esto tiene lugar, habrá de mutarse la proyección de planta, orientando el pie hábil al objetivo ejecutivo, para maximizar el extremo y organizar la anatomía paciente. Al estar dispuesta la bisectriz de planta considerablemente al lado no armado, el desplazamiento sobre el plano inferior queda condicionado a ser transversal o trepidante a ese lado. Por ello, la guardia habrá de ser usada cuando no se precise el ceñido del medio por la línea recta. Base de tercera ocluyendo: “Con una planta transversal sobre la línea transversal armada, de medio recto, de pie hábil y armado adelantado, paralelo a la línea transversal no armada y el pie del lado no armado orientado paralelo a la línea de infinito. La bisectriz de planta quedará desfasada al lado no armado del diámetro común. Se afirma el cuerpo con el centro de masas proyectado sobre el pie no hábil, perfilado acorde al medio emergente, con una rectitud a tercera, ocluyendo dinámica y radialmente a tercera.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 546 - Bella española: “Sobre una planta de recto o medio recto, en línea, extendida, asiendo a una mano, con una afirmación de perfil, tumbada y de hombro diestro, que dejará en la rectitud de adelante la hoja ligeramente obtusada, de rumbo recto, y la mano no hábil opuesta, largada o en bandera.” La bella española, es una variante de la guardia española, de rectitud adelante asida a una mano de cuadrado o medio perfil con planta en línea, extendida y cuerpo tumbado. Está basada en la concepción lineal y bidimensional del plano sobre el que se desarrolla el asalto. Por tanto, quedará parcialmente limitada en cuanto al uso eficiente del desplazamiento transversal, quedando sesgada para propiciar un movimiento voluntario de los medios en rotación, translación o cualquier otro que desplace lateralmente el baricentro. Igualmente, la planta extendida hará que la reubicación del centro de masas proyectado más allá del segmento de planta resulte lento. La bella española dispone el arma alejada del torso agente, cubriendo la línea recta haciendo que sea posiblemente eficiente cuando la intención del paciente sea la de herir en el torso agente. No obstante, queda expuesto dicho agente a que el paciente genere un desfase en el diámetro común, perdiendo el agente parte de su potencial respuesta. Esta guardia predispone al usuario a llevar la rectitud a segunda, introduciendo en el medio la cabeza de este, a la vez que baja el plano coronal. Esto configurará la preparación de la obra de fondos, mas dificultará la obra dispositiva previa que asegure la viabilidad de estos. La presentación de esta guardia por un paciente profano puede ser objeto y prueba para su prejuicio como vulgar, por parte del agente opositor, pues será una expresión anatómica con un limitado potencial geométrico, que sin una intención que respalde su uso, puede estar fuera de la coherencia con la obra pretendida. La bella española será una guardia ideal para preparar una velada, pues dispondrá a la anatomía del agente para la proyección necesaria en dicha obra. Para ello, tan solo se habrá de preparar la corrección de contracción de la planta, que permitirá la proyección accidental de la anatomía del usuario, necesaria para la velada. Tinta: La guardia tinta, o española tinta, se basa en la variación de la guardia española, con una planta transversal tendente a quedar en línea y ligeramente contraída, con una posición radial a segunda, manteniendo el obtuso de la hoja agente para facilitar la interacción con la hoja paciente. Esta variante está pensada para facilitar la adaptación del agente con una gran envergadura, al medio de un paciente de una estatura reducida, variando el diámetro común de la sencillez respecto a una guardia española, al estar la sencillez en segunda, facilitando el tentado al paciente sobre la sencillez agente. Esta variante habrá de pretender mantener el ítalo agente italado a la sencillez paciente, dando lugar así a un circuncentro válido para la obra de las oclusiones dinámicas radiales, permitiendo un posicionamiento eficiente de la hoja agente y cubriendo el diámetro común de la sencillez. Debido a una envergadura mayor del agente, ante un paciente considerablemente con menor en altura, la guardia española agente tenderá naturalmente a quedar a segunda, pues inconscientemente el agente más alto entenderá que ha de conservar la perpendicularidad de las hojas para posibilitarse un encordado coherente, o cualquier otra obra ejecutiva en causa sujeta. Esto será una de las justificaciones que darán lugar a la existencia, desarrollo y uso de la guardia tinta. La guardia tinta podrá ser entendida como una guardia que auxiliará una obra ejecutiva inminente. Por ello podrá ser resultado de un compás de Pitágoras, con intención de ceñir el medio, llevando la rectitud a segunda, desde donde obrar un encordado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 547 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Recta: “Con planta recta, en línea, se afirmará erguido y severo, de perfil, dejando la hoja sobre el diámetro común, recta y con la rectitud de adelante en total extensión, con la mano no hábil largada en la rectitud no hábil y recta.” La guardia recta o total recta, resulta ser una variante de la guardia española especialmente destinada a la concepción geométrica de la biomecánica y anatomía propia del usuario, que será usada para la determinación real de los medios, para su estudio y trabajo teórico. Por su rígida configuración, contraria a las necesidades reales dinámicas y geométricas de respuesta, no existirá aplicación práctica dentro del desarrollo del asalto más allá que la de proveer, de forma esquemática, virtual o pulsada, una perspectiva biométrica de las dimensiones en los medios. “La guardia recta será un recurso que facilitará la concepción de los medios respecto a la anatomía del tirador y su arma.” De sable: “Con una planta recta relajada en línea y de peso centrado, se afirmará el tirador erguido de medio perfil, con una reducida tracción de piernas, y por ende, con cierta flexión, con la hoja obtusa en la rectitud de adelante, con la sencillez por debajo del plano superior partiendo de la flexión del brazo hábil. El brazo no hábil quedará en bandera, largado, aprestando o contraído a la cintura.” Esta guardia, en su expresión más fundamental, resulta ser una adaptación de la disposición anatómica esencial y mayormente encontrada en la variante deportiva y olímpica de la esgrima. Está conjugada, en su aplicación al contexto laserino, para predisponer la obra sobre la línea de recto y proveer al tirador usuario de una total opacidad sobre el torso, que provea inicialmente al tirador de la potencia de ocluir desde segunda. Esto último justificará que la guardia en cuestión, en su disposición inicial, facilite la mutación de la rectitud y sencillez a otras guardias en las que exista un componente radial considerablemente marcado, generando oclusiones dinámicas radiales con relativa facilidad, siempre y cuando el paciente opositor pretenda la ejecutiva por el diámetro común. Estas guardias pueden ser la de florete, alta cosaca o la polaca. La disposición de la sencillez en segunda, ante un paciente desprovisto de la posibilidad de desplazarse en transversal, genera una potencial oclusión y previsión de la estocada recta. Así mismo, la potencia de ocluir queda restringida por el perfilado de la afirmación. Concretamente, la oclusión dinámica a cuarta con un intervalo de mitad, ha de ser eficiente en su obra, pues queda vulnerable y expuesta la posición delante de la sencillez. “La guardia de sable agente proveerá de una oclusión radial a segunda culminada, así como facilitará la oclusión dinámica radial a otras posiciones radiales, siempre que el paciente pretenda la ejecutiva por el diámetro común.” De florete: “Con una planta recta relajada, en línea y de peso atrasado, se afirmará el tirador erguido de perfil o medio perfil, con una reducida tracción de piernas, siendo menor en la pierna atrasada, con la hoja recta en la rectitud embebida de adelante con la sencillez por debajo del plano superior, aledaña al plano solar o medio, partiendo de la flexión del brazo hábil. La mano no hábil estará largada en recto.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 548 - En síntesis, esta guardia es una variante de la española que mantiene el ítalo aledaño a la altura del plano solar o medio, y con ello, predispone para la ejecución en fondo sobre cualquier parte vulnerable del paciente que transite por el medio proporcional del agente. Para ello, habrá de asegurarse la posibilidad de un libre tránsito violento del arma agente, pues de no existir espacio sobre la posición inicial del arma, no será posible la extensión segura de la rectitud. El potencial total de esta guardia es obtenido al ser usada sobre un contexto en que el asalto tenga lugar sobre la línea de recto. Por otro lado, la disposición contraída del arma, dotará al usuario de una considerable maniobrabilidad para reubicar su foco, pues el momento angular será favorable, así como lo será el hecho de mantener el arma fuera del medio proporcional del paciente, lo que evitará su control. “La guardia de florete será potencialmente usada cuando sea necesario reubicar en gran medida el foco, pues la rectitud embebida facilitará la torsión de la anatomía sin exponer la sencillez.” Adicionalmente, esta guardia tendrá un marco de aplicación complementario en momentos en los que se pretenda el control de la hoja paciente mediante la agregación y atajo funcional y distal, mientras se prepara la obra de un fondo con encordado. Esto se deberá a que al estar contraída el arma agente, este mantendrá la sencillez fuera del medio, y con ello, se posibilitará la disposición segura del rumbo paciente. Existirá dentro de la guardia de florete, ya variante de la española, adicionalmente una subvariante, denominada de florete clásica, o guardia española de florete clásica. Esta subvariante partirá de la configuración anatómica de la guardia de florete, generando una mayor tracción en la pierna hábil adelantada, atrasando el peso por una leve huida de cuerpo quedando severo y levantando la mano no hábil hasta una posición de bandera de palma adelante. Hay que aclarar que tanto la guardia española de sable como la de florete pertenecen a un subgrupo llamado “guardias olímpicas”. Esto es debido a la coincidencia parcial de dichas presentaciones con las expresiones más fundamentales de la categoría deportiva, que no obstante, tan solo resultan similitudes estrictamente estéticas, pues no conservan la intención, funcionalidad o medio desde el que extenderlas. Alta cosaca o alta de uñas fuera: “Se proyecta una planta relajada transversal de peso centrado o ligeramente adelantado, de recto o medio recto, se dispone una afirmación erguida de medio perfil, manteniendo la hoja asida a una mano, aguda, de uñas fuera, en la rectitud relajada de arriba por encima del plano superior y manteniendo el rumbo recto. La mano no hábil se mantendrá largada en agudo, o contraída.” La guardia alta cosaca será la guardia que dará base a la posición radial y posible oclusión de cuarta. Se centrará en la configuración de la rectitud para facilitar el cierre de las líneas de entrada al blossen capital, manteniendo fuera del medio la sencillez del usuario. Esto tendrá lugar por la disposición aguda del arma mientras se mantiene sobre o paralela a la línea de recto. Por consiguiente, se estará amenazando y ocluyendo estáticamente el tránsito de la sencillez del paciente con propósito sobre las líneas capitales y solares de blossen del agente, concretamente a los cuadrantes superiores. Esta guardia tiene función igualmente en el contexto de causa libre o sujeta. No obstante, si se pretende obrar desde ella, más allá de la tratativa propia del medio de proporción o de la máxima amplitud del proporcional, será la agregación lo óptimo para preparar la obra. La concordancia de la afirmación erguida con la rectitud arriba o cuarta, hace que el usuario quede dispuesto para la reubicación y acción de su sencillez en sentido natural, cosa que hará que se maximice la respuesta con tajo en natural, seguido o no de la extensión del rumbo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 549 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Esta configuración geométrica, en su conjunto, facilitará la obra de la recalcada, pues la disposición del segmento del arma ya estará en condición de actuar ejecutivamente en sentido a su rumbo. Igualmente, el redondo de cuarta a primera será un recurso auxiliado por esta guardia gracias a la su configuración base. Polaca: “De planta de medio recto, extendida sobre la transversal, con el peso ligeramente adelantado, se afirmará en hombro diestro, erguido, de medio perfil y manteniendo el arma asida a una mano, desde la rectitud extendida de arriba con participio hábil, en rumbo paralelo a la línea de infinito en sentido no hábil, recta o ligeramente obtusada. La mano no hábil quedará aprestada o contraída.” Esta guardia variante resultará crucial para cerrar las líneas centrales superiores, que darían entrada en natural al blossen capital, uno y dos. Así mismo, dejará la mano fuera del medio del paciente, facilitando la acción de reparo. La guardia polaca facilitará volver a una causa libre desde un medio proporcional relativamente estrecho, pues la sencillez del usuario extenderá el diámetro común de la sencillez tanto en el plano horizontal como vertical. Además, desde esa posición de la sencillez, se podrá extrañar el arma y que esta continúe por encima del plano superior, lo que facilitará notablemente la salida de la sencillez del usuario del medio proporcional de su opositor. Por la afirmación erguida complementando una rectitud extendida, quedará el torso del usuario protegido ante la intención ejecutiva de su paciente. Esto dará lugar a que se magnifique la respuesta en natural y de tajo ante cualquier acción del arma paciente al torso, si esta es llevada a cabo desde dentro del medio proporcional del usuario de la guardia. El rumbo del arma paralelo a la línea de infinito ayudará a preparar la extensión el rumbo y ejecutar sobre cualquier línea abierta a la mano del paciente si pretende la acción sobre la agente. Esto será idealmente complementado con un tránsito al lado no armado, que dejará al paciente con su foco desfasado con el diámetro común. Con la guardia polaca se facilitará y proveerá de la preparación del tajo en natural con participio de reducción desde el lado armado. Esto aportará un considerable potencial a la obra en causa libre, sobre líneas no ocupadas, y valiéndose de la extensión del vector de inercia para recuperar la rectitud inicial de la guardia mientras quedan las líneas cerradas a la mano del agente usuario. Adicionalmente, el tajo del agente podrá generar la agregación previa, convirtiéndose en un encordado en el último instante de la ejecutiva. Breve: “Independientemente de la planta, siempre que esta mantenga una base estable, asiendo a dos manos y en dinámico, la afirmación quedará de cuadrado, con la disposición de la hoja ligeramente obtusa, sobre la línea de recto, en la rectitud de adelante con la sencillez aledaña a al plano solar, manteniendo el asimento dinámico.” La guardia breve es la expresión más elegante de la geometría asociada al asimento a dos manos. Provee al usuario de una simetría máxima en la disposición del arma, tanto en el plano horizontal como en el vertical, pues dispone el arma y el ítalo justo en el centro del plano vertical, cercano al punto del centro de masas del usuario, generando el circuncentro de la oclusión y dando partida a la rectitud adelante. “La guardia breve es la más eficiente de las guardias para el asimento a dos manos.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 550 - Su función será la de proporcionar al usuario una disposición centrada de la sencillez sobre la geometría de su cuerpo, dando lugar así a la magnificación en dimensión del un medio de proporción real, gracias a la angulación en isósceles de los brazos. El agente usuario, quedará protegido tras la guardia cónica que creará la disposición distal de la punta del arma, que protegerá eficientemente los brazos y sencillez agente de la obra accidental del paciente. Esto maximizará las obras posibles y su eficiencia de forma genérica, lo que junto a la guardia española la convertirá en la segunda de las presentaciones defensivas más eficientes, que en este caso estará destinada al asimento doble. Teniendo en cuenta el asimento a dos manos, se habrá de entender que existirá una propensión a la afirmación de cuadrado, siendo posible la guiñada diestra o siniestra para la ubicación de la sencillez en distintos puntos de la radialidad, sin necesidad de recurrir al asimento a una mano. No obstante, el cambio de asimento será producido con eficiencia anatómica y psicomotriz, auxiliando a la extensión del extremo y el ahuecado del medio con la sola guiñada del torso. “La guardia breve se presentará idealmente de cuadrado.” La radialidad posible será total, gracias a la ubicación de la sencillez. Esto condicionará y posibilitará tanto la mutación de las rectitudes como la obra de oclusiones radiales y paralelas, sin estar condicionado a la reducción del asimento a una mano. No obstante, la amplitud de la radialidad de las rectitudes quedará limitada desde la guardia breve, resultado natural de la configuración anatómica generada con esta. “La guardia breve restringirá la amplitud de las posiciones radiales, cuando se mantenga el asimento a dos manos.” Las distintas radialidades y su comprensión como herramientas geométricas para el antagonismo y prevención de la obra agente, darán como resultado una serie de variantes en la presentación de la guardia breve, tanto así que se generarán geometrías propias estudiadas de forma específica. Estas subvariantes emergentes se basan en la disposición del arma desde las distintas posiciones radiales, con la punta sobre el diámetro común, en oclusión estática culminada. “La guardia breve se puede dar lugar a variantes con las distintas posiciones radiales.” El agente presentado en breve, cuando tenga su ítalo más bajo que el ítalo paciente, generará ventaja considerable para la obra de la línea en cruz, con especial énfasis en el atajo en disposición previo al encordado. No obstante, la línea en cruz desde la guardia breve, condicionada por el asimento a dos manos, deberá ser auxiliada por el tránsito sobre el plano inferior para poder tener éxito ejecutivo, por la necesidad de generar un diámetro común de la sencillez que haga posible el medio proporcionado. Dicha guardia breve prevé la mutación del asimento a una sola mano desde el medio de proporción, que sobre medio compás transversal de avance al lado no armado del agente, le posibilitará a este la inmersión segura en el medio proporcional del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 551 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Variantes de la guardia breve: Breve alta: “Independientemente de la planta, asiendo a dos manos y en dinámico, la afirmación que será erguida se centra en la disposición de la hoja ligeramente obtusa, en la rectitud extendida de adelante, con la sencillez justo por debajo del plano superior, sobre la línea de recto, manteniendo el asimento dinámico.” La guardia breve alta es una variante de la guardia breve, resultado de la disposición elevada y extendida de la rectitud, adelante y aledaña al plano superior. Esta modificación en la rectitud esta centrada en la extensión ligera de la rectitud y en su elevación, que manteniendo al conjunto del arma sobre la línea de recto, le proporcionan elevación y un ángulo aledaño al recto en su rumbo. Con esto, se aumentará notablemente el radio del extremo de la guardia, no obstante, también se verá aumentado el radio del límite, pues se ampliará el medio particular. Esto podría ser un condicionante para la elección de la obra de las oclusiones, pues deberían tener en cuenta la ubicación distal de la sencillez armada, así como las limitaciones propias de mantener un asimento a dos manos, de cara a la ubicación radial del arma. El ángulo formado por la hoja habrá de estar sujeto a la disposición del tercio débil aledaño al plano superior paciente, pues será hay donde la interacción entre medios alcanzará su mayor distancia. “La guardia breve alta aumentará el radio del extremo del agente, haciéndolo a su vez con el radio del límite.” Para la correcta configuración anatómica y la relajación y preparación del conjunto muscular lumbar, habrá de embeberse ligeramente la planta respecto a la guardia breve en su configuración óptima general. Esto aumentará la flotación, haciendo también mayor la distancia de la sencillez armada al plano inferior. Así se acrecentará el potencial de la breve alta, pues se supone que será una variante usada para cubrir oclusiva y antagónicamente todo lo ocurrido en la zona superior del medio particular del usuario. EL principal objetivo agente en la breve alta es ampliar al máximo anatómico y geométrico la dimensión del medio de proporción, propiciándose un gradiente seguro, desde el que obligar al paciente a antagonizar en tratativa u obrar. Dada la longitud y guardia cónica proporcionada por la hoja propia en una disposición tan estable, resistente y distal, el paciente habrá de transitar y comenzar a tener control sobre la hoja agente, antes incluso de que el agente tenga posibilidad ejecutiva. Breve a una mano: La guardia breve a una mano es una variación de la guardia breve, basada en el mantenimiento de la disposición anatómica y geométrica, con la única variación de usar una asimento a una mano. “La guardia breve a una mano tendrá lugar con la afirmación de cuadrado, de planta variable, asiendo a una mano, en dinámico de uñas dentro, sin participio, en la rectitud de adelante o segunda, centrada y relajada, con la hoja obtusa y totalmente sobre el diámetro común. La mano no armada quedará aprestada o contraída a la cadera, ahuecando el medio.” La posición de la mano no armada será la que permita maximizar la utilidad de esta variante, dado que la única diferencia con la configuración de la breve óptima es la retirada de la mano no armada, que dotará al usuario de un medio hueco por el flanco de esta. Adicionalmente, el hecho de no estar al pomo la mano no armada, dotará de cierta sorpresa al la obra o acciones de empomadas. Tanto así, que la breve a una mano será usada para la preparación de la empomada simple mediante la adelgada de mano. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 552 - Esta guardia aprovechará de forma superlativa la disposición radial de la rectitud al lado armado, pues su disposición en cuadrado y, por consiguiente, la extensión y amplitud de la rectitud a primera será la mayor posible. A esto se suma la rectitud origen, que dado que es adelante, optimizará la respuesta de oclusión agente ante la intención ejecutiva directa del paciente. Por tanto, un usuario agente en una guardia breve, prevenido ante la obra de un paciente, por su dentro, tenderá a soltar la mano no hábil del pomo de su arma, dejando su asimento a una mano, sin necesariamente mutar ninguna otra parte de su anatomía, y ganando con ello una considerable amplitud en la obra de la oclusión radial a primera y velocidad en la adelgada de mano. “La guardia breve a una mano será una variación de la guardia breve, que posibilitará la eficiente composición de la anatomía del usuario para aumentar la amplitud de su oclusión a primera y la preparación de la obra de la empomada.” Cerbero, Alber o media puerta de luz: “Sobre una planta de medio recto, con afirmación de cuadrado y erguida, idealmente asiendo a dos manos y en la rectitud totalmente de abajo, relajada o parcialmente extendida, se mantiene la hoja aguda, paralela a la línea recta y sobre ella.” La media puerta de luz es una variante de la guardia breve, resultado de la corrección a segunda con rumbo agudo. La hoja quedará en un ángulo óptimo igual y paralela a la seguida por la línea y ángulo del brazo, que habrá de estar en extensión para ofrecer concordancia entre húmero, radio y extensión pulgar. La planta, en su extensión, se adaptará al contexto del medio, pudiendo quedar más extendida cuanto más ceñido se encuentre este, o sea, cuanto menor sea el diámetro común. Esto genera la concordancia directamente proporcional entre la velocidad precisada en la disposición y obra del arma agente respecto a la extensión de la planta. Esta guardia basa su existencia en la pretensión de mantener la hoja libre de interacción con la opositora, facilitando la trazada por el centro del medio y en violento, ya sea para la rápida disposición de la hoja en el medio o para facilitar la obra de levantar la hoja opositora. Es por ello que el asimento ha de ser de uñas arriba, pues se precisará de la aplicación de fuerza lineal de uñas a favor, donde intervenga la solidez de la sección metacarpiana para sostener la inercia. Adicionalmente, desde esta guardia, el agente antagonizará geométricamente aquella rectitud paciente que tenga el ítalo aledaño al plano superior del agente. Esto será debido a la posibilidad de estocar a la sencillez del paciente con la acción violenta del arma. Esta guardia puede ser presentada también variándola al asimento con una mano. Esto dará lugar a una configuración geométrica idéntica, que favorecerá la integración del guiñado de cuerpo en la obra ejecutiva, lo que aumentará considerablemente el medio proporcional del usuario y su extremo potencial. La presentación de la media puerta de luz, cuando el tirador usuario esté dentro del medio proporcional de su paciente, posibilitará el libramiento de la hoja así como la vuelta a la potencia de obra en causa libre. Esto creará la incertidumbre sobre el paciente que pretenda la apropiación del medio, pues el usuario en media puerta de luz resultará parcialmente impredecible con su rectitud abajo, adquiriendo una repentina potencia de oclusión, previniendo cualquier obra sobre el diámetro común. Este fenómeno de libramiento con la media puerta de luz tendrá un especial interés para los tiradores agentes de escasa envergadura, pues las implicaciones psicológicas serán más acentuadas en el paciente con una envergadura dentro de lo habitual, dueño del medio proporcional en que está inmerso el agente, TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 553 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Águila: “La guardia del águila es la que mantiene el arma asida a dos manos, totalmente obtusa quizás sobrepasando el total obtuso dejando la punta en la parte posterior del plano vertical, en la rectitud de arriba para aprovechar la interacción gravitacional como una fuerza que complemente y facilite la ruptura de la inercia estática, y con ello la respuesta y comienzo de trazadas de gran envergadura que extiendan el extremo potencial. La planta proyectada será variable y se adaptará a las circunstancias, pese a ello, tradicionalmente se pondrán los pies en medio recto, sobre la transversal diestra ligeramente virada buscando la línea recta, con la tracción relajada y el peso centrado.” El águila es una variante de la guardia breve, resultado de la corrección y/o mutación a arriba de la sencillez. La principal función de esta guardia variante es la de proveer al usuario de una trazada potencial asistida por el movimiento natural de la hoja, así como de extender el extremo de esta asistida por la excentricidad derivada de la extensión centrífuga del fondo, causada por la fuerza aplicada a la articulación del hombro. Además, la acción natural del arma desde el águila potenciará y hará más rápido el tumbado de cuerpo, auxiliado por la fuerza ejercida por la hoja. Entendiéndose por el paciente el potencial natural de esta obra, se generará en él una reacción instintiva que le hará extender el diámetro común, con el fin de evitar la irreparable trazada ejecutiva natural, quedando así el agente dispuesto para la mutación y continuación de la frase, grado o intención. Por ende, esta guardia contiene un alto poder disuasorio vocativo que facilitará la extensión del diámetro común. Cabe mencionar, que esta guardia está sujeta a la capacidad de discernimiento agente sobre la doble intención paciente. Esto es debido a la imposibilidad del usuario de mutar su afirmación con fluidez debido a la configuración tan marcada de todos los elementos que intervienen en el águila. El propósito vocativo de la guardia del águila se puede ver maximizado por el desplazamiento adelante del centro de masas proyectado, no obstante esto no aportará ventaja geométrica alguna, pues la disuasión será tan potente que hará al paciente mantenerse alejado del medio proporcional del agente usuario, cosa que impedirá la interacción real, más allá de la psicología. Igualmente, el potencial vocativo se puede ver reducido si el peso del agente en águila se atrasa, haciendo que un paciente pueda ceñir el medio. Mas esto generará que la capacidad de obra del agente se vea mermada, de pretender la acción natural del arma, pues se expondrá a la estocada sagita del paciente. Voladizo: “Afirmación que, asiendo con ambas manos, de planta infinita paralela y afirmación erguida, mantiene en máxima extensión los brazos en la rectitud de arriba y el arma paralela al plano horizontal sobre la línea recta y el plano superior.” El voladizo es la variante resultado de la corrección a arriba de la sencillez con rumbo adelante de la guardia breve. Su principal uso está circunscrito al cierre de líneas y ofrecer la posibilidad de reparo de aquellas trazadas horizontales procedentes desde la rectitud paciente de arriba, quedando ahuecado el medio en su totalidad desde el plano superior hacia abajo. Adicionalmente tendrá una función de oclusión al blossen capital de un opositor erguido y/o severo. El voladizo ofrecerá una respuesta polivalente para el tránsito reactivo ante cualquier orientación de la trazada paciente, gracias a su disposición estable y la proyección de la planta sobre la línea de infinito, que posibilitará la ganancia o perdida de medio con la obra de medio compás, asistido esto por el sentido natural de la reubicación de la rectitud, que será dominante ante cualquier sencillez paciente por debajo de arriba. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 554 - Un agente presentado en voladizo poseerá una expresión semántica que dependerá de la percecpción del opositor, sujeta al nivel de experiencia de este último. Ante un paciente no experimentado, se generará un potencial vocativo repulsivo, que le hará aumentar el diámetro común. Sin embargo, un paciente experimentado tenderá a buscar el tránsito transversal para encontrar la agregación segura, con potencia de oclusión, desde donde responder a la obra agente desde el voladizo o desde la que generar la mutación de la rectitud del agente. Corona: “Independientemente de la planta, asiendo a dos manos y en dinámico, la afirmación se centra en la disposición de la hoja claramente obtusa, desde la rectitud de adelante, sobre la línea de recto, manteniendo el asimento a dos manos y por encima del plano superior, quedando la guarnición a la altura de los ojos del tirador.” La corona es la variante de la guardia breve, resultado de la corrección a cuarta de la sencillez con la hoja obtusa, que se ubicará por encima del plano superior, de uñas dentro. La geometría presente en la presentación de la guardia de corona responde a la intención del usuario de mantener la rectitud propia italada a la cabeza del paciente dejando la hoja fuera de la disposición en el medio, imposibilitando el control de esta y quedando en potencia de acción natural. Siendo así, dejará abiertas las líneas por debajo del plano superior, que habrán de ser tenidas en cuenta para la obra subsiguiente, pues será escasa la posibilidad de reparo de una trazada paciente en violento desde un rumbo agudo, independientemente de su rectitud. La acción natural desde una corona forzará a la biomecánica a hacer que la sencillez del agente transite sobre el centro del medio previo a la inclusión de la hoja en este. O sea, que las manos actuarán necesariamente en natural previamente a la hoja, quedando expuestas. Así pues, el potencial práctico de la corona puede ser mutado a preparar la oclusión de cuarta desde dicha guardia, induciendo al paciente a obrar sobre el agente, que sin aparentarlo, prepara la oclusión para la que únicamente será necesario cambiar el ángulo de la hoja, de obtuso a agudo. Recta larga: “Aquella guarida que, independientemente de la planta, asiendo con ambas manos en dinámico y de afirmación erguida, mantiene en máxima extensión el arma en la rectitud de adelante desde el plano superior.” La recta larga es producto de una reducción al recto asiendo a dos manos, con todos los condicionantes que esto supone, tanto geométrica como biomecánicamente. La recta larga tendrá una aplicación defensiva proactiva, pues al ser presentada, sin necesidad de actuar mutación alguna de la afirmación, dará lugar a la oclusión de cualquier obra que haga transitar la sencillez paciente por el plano superior agente, siempre que se esté en la distancia del medio requerida. Adicionalmente resultará un recurso reactivo para facilitar el quiebro desde la guardia breve, y/o dar lugar a una reducción al recto, asiendo a dos manos, con intención defensiva. Máxima larga: “Similar a la recta larga, con la afirmación tumbada y desplazada adelante al máximo estable, sobre una planta totalmente extendida.” La máxima larga es la variante de la guardia breve, con asimento normalmente emparejado, de cuerpo tumbado, con peso adelantado al límite, resultado de la corrección a cuarta de la sencillez, de uñas dentro y con rumbo recto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 555 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Esta guardia presentará el máximo extremo posible sin guiñar el cuerpo y sin obrar un fondo. Será por ello que su función se centra en crear un fondo estable para, in extremis, limitar el ceñido de la dimensión del medio de proporción. Además, tiene un valor ejecutivo aplicando esta guardia a la configuración estable de la estocada sagita, otorgándole un potencial de reducción y continuación de obra. Esto podrá ser llevado a cabo manteniendo la geometría de toda la anatomía y mutando el asimento a una sola mano, llevando la mano no hábil a la contraposición. Para sostener el cuerpo tumbado, que permita la máxima extensión del extremo, se necesitará de la extensión máxima del segmento de planta, así como de su superficie virtual. Esto posicionará a la tracción no armada en la parte posterior del planto vertical, y por tanto, convirtiéndola en objeto de contrapeso. Por ende, una vez actuado todas las acciones de movimiento, tan solo será necesario el guiñado del torso para estar obrando un fondo. Es por todo ello que esta guardia será resultante de la obra proactiva ejecutiva del extendido del extremo, italando en trío y alineando el rumbo de la hoja, asiendo a una o dos manos. Transversal diestra: “Asiendo a una o dos manos, en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra en angulación, disposición y extensión, adaptada y concordante a la intención. Desde la rectitud hábil con participio de adelante y bajo el nivel del plano superior, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal no hábil.” La transversal diestra es la variante de la guardia breve, resultado de la disposición en primera de la posición radial de la sencillez. La guardia trasversal, tanto en su variante diestra como siniestra, muestra un potencial superlativo para tentar al paciente a ejecutar sobre la sencillez dispuesta. La geometría resultante de la guardia transversal diestra emergerá de igual manera con el asimento a una mano, no obstante de esta forma el brazo no hábil no quedará sobre la línea recta del usuario, y por tanto, no quedará en potencia de ubicarse sobre el diámetro común. La transversal adquiere parte de su potencial dispositivo al usarse su cualidad para disponer a la hoja, previamente al transito transversal del agente, que le hará quedar en la posición en la que cerrará las líneas para proporcionar un tránsito seguro, tanto por la guardia cónica generada como por la desviación del foco paciente respecto al diámetro común. La configuración geométrica, implícita y explicita en la presentación de esta guardia, antagoniza con elegancia cualquier sencillez sobre la línea del diámetro común. Esto es debido al potencial de oclusión que otorga la intención ejecutiva paciente sobre la sencillez agente, y en como el brazo que sostiene a esta última se ve protegido con la propia hoja durante el tránsito de la mutación. Transversal siniestra: “Asiendo a una o dos manos en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra en angulación, disposición y extensión, adaptada y concordante a la intención. Desde la rectitud no hábil con participio de adelante, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal hábil.” La transversal siniestra es la variante de la guardia breve, resultado de la disposición en tercera de la posición radial de la sencillez. La geometría resultante de la guardia transversal siniestra emergerá de igual manera con el asimento a una mano, no obstante, a usar únicamente el brazo armado en la ubicación del arma, se acelerará la reubicación del arma desde esta guardia, facilitando la obra de la oclusión dinámica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 556 - En su disposición, siendo la hábil la mano armada, estará limitada en la distancia del extremo de la rectitud, respecto a la presentación en su variante diestra, pues el origen de la extremidad armada quedará remoto. A diferencia de la variante diestra, la transversal siniestra adolece de la disposición del brazo que sostiene a la sencillez sobre el diámetro común. Cosa que otorga al paciente del usuario agente una apertura de líneas para la causa libre, además de un considerable potencial de atajo, que es ofrecido por la disposición de la hoja agente sobre los grados de perfil del paciente, y que de forma sustancial, ahorra la necesidad de un tránsito paciente extenso para mantener al agente encrucijado. En esencia, con una transversal siniestra, es más sencillo para el paciente mantener encrucijado al agente presentado en dicha guardia. Alta diestra: “Asiendo a una o dos manos en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra, extendida y en angulación y disposición adaptada y concordante a la intención. Desde la rectitud hábil con participio de adelante, y al nivel del plano superior o por encima, sin superar el coronal, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal no hábil. Se mantendrá la punta de la hoja en la línea de foco.” Variante de la guardia breve, la alta diestra es resultado de la disposición en cuarta para primera de la sencillez radial. Esta guardia está centrada en llevar el potencial de la guardia breve a un contexto en que el opositor paciente tenga una mano hábil armada distinta al agente. Se generará con ello la posibilidad de la inmersión en el medio proporcional de sombra del paciente zurdo, generando un diámetro común más contraído que con cualquier otra guardia que dé lugar a ese diámetro común de la sencillez. Adicionalmente, se facilitará la obra respondida a tiempo de un tajo natural con participio de reducción sobre la sencillez del opositor zurdo. Con la presentación de esta guardia se obtendrá una oclusión estática, cerrando de las líneas al blossen uno del usuario, ante un paciente con igual mano hábil armada. Alta siniestra: “Asiendo a una o dos manos en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra, extendida y en angulación y disposición adaptada y concordante a la intención. Desde la rectitud no hábil con participio de adelante, y al nivel del plano superior o ligeramente por encima, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal hábil. Se mantendrá la punta de la hoja en la línea de foco.” Variante de la guardia breve, la alta siniestra es el resultado de la disposición en tercera para cuarta de la sencillez radial. La guardia alta siniestra, por su disposición a tercera para cuarta de la sencillez, será un recurso agente para extender el diámetro común de la sencillez cuando sea preciso quedar estático sobre el firme, permitiendo con esto ampliar el medio sin necesidad de extender el diámetro común. Esto tendrá lugar cuando se precise antagonizar una guardia breve de un paciente que pretende ceñir el medio por la línea recta del agente. En la alta siniestra, para liberar la hoja agente del atajo paciente, será necesario llevar a la hoja al ángulo agudo, pues de generarse el libramiento llevando la hoja al recto se dejará expuesta la sencillez armada del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 557 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Media: “Asiendo a una o dos manos, en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra, de extensión, angulación y disposición adaptada y concordante a la intención. Con afirmación erguida y desde la rectitud de adelante, ligeramente relajada y contraída a la cintura, al nivel del plano medio, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea recta. Se mantendrá la punta de la hoja sobre la línea del diámetro común.” La media será una guardia variante de la breve, resultado de la disposición segunda de la sencillez, con la hoja recta. La presentación de la variante media de la guardia breve generará un antagonismo directo a la guardia breve óptima y larga, pues se generará una geometría basada en la oclusión paralela a segunda. Así mismo, esta guardia media se podrá considerar una preparación de la obra de una estocada accidental con participio de violento a cualquier sencillez paciente que esté dentro del medio proporcional del agente. Por tanto, adquirirá un potencial semántico tanto inductivo como vocativo, pues modificará la geometría del paciente pretendiendo la oclusión o la extensión del medio, respectivamente, ante la obra en causa libre posible del agente. Media diestra: “Asiendo a dos manos, en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra, de extensión, angulación y disposición adaptada y coherente a la intención. Con afirmación erguida y desde la rectitud hábil, al nivel del plano medio, ligeramente relajada y contraída a la cintura, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal no hábil. Se mantendrá la punta de la hoja sobre la línea del diámetro común.” La media diestra es la variante de la guardia breve, resultado de la disposición en primera para segunda de la sencillez, dejando la hoja recta. Esta guardia tendrá su función principal en retirar la hoja del medio proporcional del paciente, evitando que interaccione con ella en su zona de sombra. Desde este medio que emerge, se puede tentar a la obra del paciente, pues desde la cadera el agente tendrá línea para ejecutar sobre la sencillez del paciente. La rectitud de esta guardia, podrá facilitar la extensión del medio cuando un paciente zurdo mute de breve a española. Esto sucederá cuando el agente reaccione mutando su guardia breve a la media diestra, justo a tiempo de la mutación del paciente. Es importante destacar la considerable posibilidad de ser humillada que se encontrará una hoja agente presentado en la media diestra, ante la acción natural de la hoja de un paciente sobre el diámetro común. Media siniestra: “Asiendo a dos manos, en dinámico, se proyectará una planta ambidiestra, de extensión, angulación y disposición adaptada y concordante a la intención. Con afirmación erguida y desde la rectitud no hábil, al nivel del plano medio, ligeramente relajada y contraída a la cintura, se mantendrá la hoja paralela al plano horizontal y a la línea transversal hábil. Se mantendrá la punta de la hoja sobre la línea del diámetro común.” La media siniestra es la variante de la guardia breve, resultado de la disposición en segunda para tercera de la sencillez, manteniendo la hoja recta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 558 - La guardia en cuestión, se fundamenta en la retirada del medio de la hoja agente, quedando esta en el lado no hábil del agente. Esta guardia puede usarse para generar una cierta adaptación de la media diestra en un contexto en que el paciente tenga una mano hábil distinta al agente, o sea, que sea zurdo, pues se extenderá el medio al generar cierta transversalidad entre el diámetro común y el diámetro común de la sencillez. Además, se tentará e inducirá a este paciente zurdo, dando lugar a una obligada obra en causa libre, en caso de pretender la ejecutiva. Esto facilitará que el paciente diestro tenga la posibilidad de cintar y empomar el arma y ejecutar en un objetivo ejecutivo más profundo en el medio particular paciente. Además, esta media diestra será una presentación ideal para la obra de la pedrada, ya que la hoja queda en potencia de estocar, con la mera acción accidental, sobre la sencillez paciente que se encuentre sobre el diámetro común. Al igual que ocurre con la diestra, es considerable la posibilidad de que la hoja agente sea humillada mientras este se presenta en la media diestra, pues será notablemente vulnerable ante la acción natural de la hoja de un paciente sobre el diámetro común. Ox: “Sobre una planta extendida acorde, de medio recto, en línea o transversal, con poca tracción en la pierna adelantada, se mantendrá una afirmación erguida diestra de perfil, que asiendo a dos manos, dispondrá la hoja desde la rectitud de arriba con participio de no hábil, justo por encima del plano superior, paralela al plano inferior y a la línea de recto. Esta guardia activa puede estar sujeta a su inversión lateral, tanto en inversión especular como en inversión lateral, quedando las manos cruzadas si se dispusiese desde la rectitud de arriba con participio de hábil, por encima del plano superior.” La guarda óptima de Ox, en esencia, resulta ser una herramienta para posicionar el ítalo agente elevado, cuando el usuario esté en un medio de proporción. Por consiguiente, tendrá su principal función centrada en elevar la interacción futura de las armas, en causa libre, cuando uno de los tiradores transite por el medio proporcional de su opositor. Esto dará lugar a que un agente en Ox posea un potente antagonismo de intención frente a un asimento a una mano del paciente. Dicho agente tendrá la posibilidad de obrar con acciones de spin, agudas u obtusas, sobre la sencillez del paciente, dado que por la disposición lateral de la hoja agente, siempre tendrá vía ante el asimento a una mano del paciente. La guardia de Ox preparará con solvencia a la anatomía para la obra de tajadas y reveses, condicionado esto por la naturaleza del arma y la exposición que se genera sobre la sencillez del agente. Como contrapartida, la guardia óptima de Ox impedirá la libre obra de oclusiones, en cualquiera de sus formas. Añadido a esto y compartiendo origen geométrico, el agente en Ox estará exponiendo su sencillez a la ejecución si pretende reducirla transitando por la línea recta, pues al paciente opositor le resultará sencillo generar una privación y/u oclusión paralela sobre dicha línea o sobre el diámetro común. La guardia de Ox es un recurso que da lugar a una configuración anatómica que puede ser entendida como estilizada y/o espectacular. Será esto lo que motivará su uso como recurso de la faz que se pretenda actuar. No obstante, habrá de saberse que este recurso de faz estará limitado en su plena función al paciente profano o escasamente experimentado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 559 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Variantes de la guardia Ox: Soprano: “Sobre una planta de medio recto o recto, de pie hábil atrasado, con una afirmación erguida de hombro siniestro, se mantiene la hoja en la parte posterior del plano vertical, sobre la rectitud de arriba, esdrújula y posicionada sobre la línea extraña transversal no hábil. Esta afirmación puede estar sujeta a su inversión lateral y a ser dispuesta con un arma a dos o una mano.” Variante de la guardia Ox, que podría ser invertida lateralmente, resultado de la presentación en inversión especular y la indisposición de la hoja desde la rectitud hábil, en la que la hoja queda totalmente tras el cuerpo del usuario. Esta variante podrá ser un recuso útil en ciertos contextos muy concretos, donde sea preciso la obra de un tajo de revés en natural, en causa libre, sobre la parte más distal de un paciente que esté al límite distal del medio proporcional. Concretamente, la guardia en cuestión facilitará la obra de la empomada de cinta y la extensión del extremo gracias a la afirmación de hombro no hábil adelantado. La guardia soprano expone al agente usuario a un paciente que se encuentre en un medio menor del que haya asumido el agente. O sea, que si no se calcula correcta y acertadamente el medio en que presentar la guardia de soprano, el agente usuario podrá quedar a merced del un extremo paciente que alcance su anatomía. Es digno de mención que cuando se presenta la guardia de soprano queda expuesta la pierna no hábil. Concretamente, se expondrá el segmento de la tracción de la pierna no hábil en su parte distal, así como la vela de dicha tracción. La exposición será superlativa cuando el paciente opositor pretenda el italado del pie del agente usuario de la guardia. Dama: “Sobre una planta de medio recto o recto, con el pie hábil atrasado, con una afirmación erguida de hombro siniestro, se mantiene la hoja en la parte posterior del plano vertical, sobre la rectitud de arriba y paralela al plano horizontal y a la línea de infinito. Esta afirmación puede estar sujeta a su inversión lateral.” Variante de la guardia Ox, resultado de la presentación en inversión especular y la indisposición de la hoja desde la rectitud hábil de atrás, que indispone la hoja tras el usuario por encima de su plano superior. Esta guardia podría ser invertida lateralmente. La guardia de la dama prepara la obra de una reducción del arma desde el lado hábil, sobre el plano superior, actuando el agente usuario una faz con la intención clara, demostrando la pretensión de disponer rápidamente el arma con una trazada de extensión vectorial. Más allá de la faz, la guardia de la dama, tiene una aplicación limitada, pues resulta ineficiente la indisposición de la hoja, acentuando esto con la exposición a la autoejecución que da lugar la posición de la hoja aledaña a la zona cervical de usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 560 - Flux: “Asiendo a dos manos, sobre una planta de medio recto o de recto, ambidiestra, con afirmación de medio perfil erguida, se mantiene el arma, desde la rectitud lateral contraída, paralela a la línea de recto y obtusa.” Flux tiene como potencial generar un sólido antagonismo geométrico contra las guardias extendidas adelante del paciente, sean estas de asimento simple o emparejado. Concretamente, esto tendrá su principal aplicación desde el medio de proporción, siendo posible presentar Flux desde el extremo externo del medio proporcional, perdiendo la agregación. El argumento que sostiene dicho antagonismo es la posibilidad de ejecutar desde la rectitud agente contraída, en la que se encuentra con Flux, por medio de la adquisición y trazada por las líneas bajo la sencillez paciente. Esto otorga la potencia de obrar ejecutivamente, transitando la hoja agente por una de sus líneas transversales o por debajo de la sencillez paciente, sin que este tenga un medio ideal para ocluir u obrar a tras tiempo. Adicionalmente, existirá la posibilidad de cintar el arma sin notarse por parte del paciente, lo que dará la posibilidad de empomarla de cinta de paso, con cierta facilidad debida a la disposición contraída de la sencillez armada y del pomo, sin generar una faz que delate tal obra. Cuando se pretenda la cinta con la subsiguiente empomada con intención ejecutiva, se podrá invertir lateralmente la guardia, dejando la rectitud contraída al lado armado o no armado, haciendo más remoto o propincuo el extremo resultante, y con ello, más o menos largo. De la misma manera, se podrán generar compases de intercambio lateral para adaptar la guardia al contexto y a la trazada pretendida. Esta guardia de Flux es idealmente presentada pretendiendo y preparando una obra en causa libre, pues no dispondrá potencial geométrico alguno para obtener el control de la hoja paciente por medio de la agregación. Por otro lado, la guardia de Flux permite la obra de un remesón a la hoja paciente, cuando esta esté dispuesta en el medio. No obstante, pese a ser posible dicha obra, la presentación de la anatomía del agente en Flux no será la ideal para continuar dicha obra. Variantes de la guardia Flux: Puerta de luz: “Sobre una planta de medio recto, con afirmación de cuadrado erguida, asiendo a dos manos y en la rectitud del plano medio del lado hábil, se mantiene la hoja aguda sobre la línea de infinito.” La guardia de la puerta de luz adquiere su utilidad al indisponer el arma agente del medio, dejando al paciente sin control de esta. Desde esa presentación y disposición del arma agente, cuando el paciente esté en el medio proporcional agente, tendrá las líneas abiertas a su sencillez. Esta apertura tan solo se cerrará con la disposición de la hoja paciente en rumbo a la sencillez del agente, ocluyendo la posible obra accidental y/o de reducción. Será posible la mutación a la puerta de luz desde la guardia breve, llevando la sencillez armada al lado no armado, lo que facilitará el antagonismo de un paciente que también esté en breve alta, pues esta última guardia será especialmente vulnerable a la obra ejecutiva, directa y en causa libre, desde la puerta de luz. Cola de luz: “Sobre una planta de medio recto o de recto, ambidiestra, con afirmación de medio perfil erguida, de hombro siniestro, asiendo a dos manos y en la rectitud hábil posterior al plano vertical, se mantiene la hoja en angulación esdrújula, sobre la línea extraña transversal hábil.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 561 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Esta variante indispone el arma manteniéndola preparada para la obra accidental. Facilitará la acción del arma que precise ocupar la línea central del diámetro común, con rapidez, ya sea de manera proactiva o reactiva. La cola de luz será un recurso de igual potencial geométrico que la guardia óptima de Tag, con la salvedad de que la trazada del arma tendrá una acción violenta en vez de natural. Esto le atribuye a la cola de luz la potencia de remesar o cornear la hoja paciente que se encuentre dispuesta en el medio, permitiendo la interacción entre hojas que puede faltar desde Tag. Diente de lobo: “Sobre la planta transversal a de medio recto, ambidiestra, asiendo a dos manos se posicionará estática la guarnición a un flanco de la cadera, desde dicha rectitud sobre el plano medio, manteniendo la hoja aguda en su máxima angulación posible, paralela al diámetro común, en mayor o menor medida, y contrayendo la posición de la guarnición.” La guardia de diente de lobo permite la parcial indisposición de la hoja agente, al quedar aguda, lo que le hace imposible al paciente el control de la hoja agente. Por contrapartida, se aumentará considerablemente el tiempo necesario para la interacción de las hojas o la reducción de la hoja adelante. Extraña: “Con una planta acorde, de medio recto y en línea, con el peso adelantado, se presenta una afirmación diestra, de perfil y erguida, que mantiene a la hoja en la rectitud de abajo, paralela a la línea de recto, sobre el flanco no hábil, y con la punta del arma en el rumbo de atrás con angulación esdrújula de la hoja.” Esta guardia mantiene totalmente indispuesta la hoja agente. Esto será un elemento funcional en determinados contextos de intervención y áreas, en las que comprometa al agente la disposición del arma en la parte anterior de su plano vertical. Se mantendrá la hoja preparada para la acción violenta de haz verdadero con una trazada circular. Por tanto, la restricción lateral del área no será un impedimento para la acción del arma. Cabe mencionar el compromiso técnico y exposición a la autoejecución de esta guardia, pues la hoja quedará posicionada sin seguro posible para la pierna no hábil. Falcata: “De planta en infinita con el pie hábil ligeramente adelantado o en transversal, con angulación paralela o medio recto, sobre una afirmación erguida con peso centrado, se mantiene el arma a una mano y aguda, dejando la hoja paralela a línea de recto desde la rectitud hábil embebida, teniendo la mano hábil dejada.” Esta guardia pretende incapacitar al paciente para entender la intención de obra y acción del agente. El hecho de mantener la mano armada dejada, aguda y embebida, preparará el arma dispuesta sin elementos testigos de su movimiento futuro. El potencial de esta guardia es la obra sorpresiva o reactiva. No obstante, se deberá tener siempre en cuenta que esta presentación no tendrá función alguna para la obra agregada y en causa sujeta. En esta guardia, la mano no hábil podrá contraerse al rostro, pues dicha guardia estará expuesta a la proyección lumínica del paciente opositor, sin remedio posible. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 562 - Picazo: “De planta ambidiestra extendida, de angulación y disposición variable, con una afirmación de cuadrado o de hombro siniestro, acentuadamente tumbada y asiendo a una o dos manos, se mantiene la hoja recta, paralela a la línea de recto, partiendo de la rectitud hábil totalmente embebida, quedando la guarnición bajo el hombro hábil del tirador, intersecando el cabo del arma con el ángulo base de la rectitud.” Esta presentación facilitará la obra sorpresiva accidental, por medio de la configuración anatómica que optimice esto de manera directa, debiéndose de tener en cuenta que dicha configuración del agente le atribuirá clara intención ejecutiva. Cabe mencionar la facilidad del paciente para preparar y obrar la oclusión dinámica radial en oposición al agente. Esto se deberá a que el agente que pretenda obrar de manera accidental, estocando desde el picazo, tendrá que orientar el rumbo de su hoja al objetivo ejecutivo, y por tanto, será fácilmente predecible en su trazada por un paciente que pretenda la oclusión. El picazo podrá ser usado cuando se precise de extrañar el arma agente en medios proporcionales reducidos, pues se podrá mantener el rumbo del arma asumiendo que el cabo de esta no contará en la longitud total del arma que se encuentre frente al usuario. Por tanto, se dará la posibilidad de reducir el extremo del agente sin dejar de tener el rumbo orientado al objetivo ejecutivo, así como de estocar a puntos vulnerables profundos del medio particular del paciente. La guardia de picazo será más eficientemente usada con armas dotadas de una guarnición con una mayor longitud. Gladius o navaja: “Sobre una planta transversal, hábil o no hábil dependiendo del compás sobre el que se obrará, extendida, de medio recto, se afirma de cuadrado, tumbado, y se dispone la hoja recta paralela a la línea de recto, desde la rectitud hábil con participio de adelante, ligeramente extendida, manteniendo la mano no hábil ligeramente entregada.” La presentación de esta guardia está fundamentada y argumentada semánticamente por el sostenimiento del medio y en el aumento de masa del usuario. La proyección extendida de la planta asegura un amplio rango de movimiento del torso en cabeceo y balanceo, posibilitando una dilatación considerable de la ubicación potencial del centro de masas proyectado, que dará asistencia a su vez, a la acción del arma desde el lado hábil. No obstante, dicha extensión de la planta dificulta la obra de compases, retrasando cualquier obra que tenga que generarse auxiliada por ellos. Esta presentación permite la disposición distal del arma, dando lugar a la apertura de la línea central del diámetro común, posibilitando una acción desde la transversalidad de la rectitud hábil. Será, por tanto, una configuración ideal para un agente usuario que, desde gladius, pretenda la oclusión ante un paciente que pretenda la acción directa sobre la sencillez o la pierna adelantada del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 563 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Tag: “Sobre una planta diagonal, paralela y ambidiestra, se mantiene una afirmación erguida, donde el arma es asida a dos manos, quedando la guarnición embebida desde la rectitud de adelante sobre un lateral del pecho del tirador, dejando la hoja obtusa y superando la total verticalidad. Esta guardia activa puede estar sujeta a su inversión lateral, tanto en inversión especular como en inversión lateral.” Por la configuración y potencial que otorga esta guardia, su uso óptimo está centrado en la obtención y mantenimiento de un medio de proporción seguro, que será sostenido sobre la marcada y manifiesta intención del agente usuario de obrar en causa libre. “En gran medida, la funcionalidad de la guardia Tag radica en la faz ejecutiva del usuario.” Además de ello, esta guardia permite una configuración de la planta que proporciona una rápida respuesta y una extensión clara de la dimensión del medio de proporción por su magnificación del modificador de movimiento. A nivel estrictamente geométrico, Tag permite una acción en natural muy remota respecto al centro de masas del usuario, lo que permite una rápida disposición de la hoja en potencia de herir. Por el contrario, desde Tag se complica notablemente la obra de oclusiones y se pierde totalmente el control de la hoja paciente más allá de la proactividad del agente usuario. Esta guardia genera una geometría antagónica de cualquier disposición extendida de la hoja paciente. Esto es debido a tres motivos principales: Primer antagonismo de Tag: La disposición perpendicular al eje Z, paralelo a la línea de recto, o cualquier otra posición sobre un plano horizontal, independientemente de la altura del ítalo. Esto proporcionará una ventaja sustancial a para buscar la agregación, pues la transversalidad ofrecida por la obra desde Tag asegurará dicha agregación y el consiguiente intercambio de fuerzas. Por tanto, se engrandecerá la potencia de obrar de remesón o humillada, así como de extender el vector inercial tras el intercambio de fuerzas en la agregación. Segundo antagonismo de Tag: La distancia y posición alejada del medio proporcional del paciente. Esto impide la interacción del paciente con la hoja agente y, por tanto, la libre mutación de la afirmación del agente y su configuración para la óptima obra subsiguiente. Tercer antagonismo de Tag: La predisposición a la causa libre generada por la amplia distancia existente entre la hoja y su objetivo ejecutivo, que no solo ayuda a generar una trazada con un componente accidental muy marcado, sino, que facilita y maximiza la imposición de fuerzas al arma. La guardia Tag, mantendrá el arma totalmente contraída, obtusa y, por ende, cercana al cuerpo del usuario. Esto hará que crezca de forma sustancial la exposición autoejecutiva. Para ello, es importante TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 564 - entender el seguro proporcionado por la mano adelantada como mecanismo de prevención. Dicha mano, mantendrá un asimento dinámico y será la parte externa del pulgar la que tendrá contacto con el hombro del agente. De esta manera, la propiocepción y limitación anatómica del usuario proveerá de control y restricción que evitará el contacto accidental del la hoja con el portador. Adicionalmente, es importante entender la exposición del usuario de Tag al componente figurado de la termodinámica del arma, que al quedar la hoja totalmente obtusa y cercana a la zona lateral facial, generaría el contacto del usuario con la convección de gases y radiación térmica del arma. Variantes de la guardia Tag: Columna o de apoyo: “Sobre una planta transversal, paralela, extendida, que se puede proyectar ambidiestra, se mantiene una afirmación de cuadrado, tumbada, donde el arma es asida a dos manos, y contraída desde la rectitud de adelante sobre un lateral del pecho del tirador, dejando la hoja obtusa, superando o no, la total verticalidad. Esta guardia activa puede estar sujeta a su inversión lateral, tanto en inversión especular como en inversión lateral.” Esta variante, se puede concebir como una guardia tag que tumba el cuerpo del usuario y proyecta el peso más adelantado, predisponiéndole a la acción inmediata. Parte de su función será la de generar una mayor presencia de la anatomía del usuario en el medio proporcional de su opositor. Esto podrá tener un fin de tentativa o estrictamente funcional para preparar una acción ejecutiva directa desde el medio de proporción o proporcional de Hawking. Respecto a la anatomía, esta queda preparada para generar tracción, concretamente, para proyectar al usuario sobre su línea de foco anatómico, que obtendrá mayor ventaja al poder disponer la hoja en el medio con una mayor prontitud que desde una guardia óptima de Tag. Es necesario remarcar que la guardia de columna expondrá al usuario a los aspectos termodinámicos del arma, más que la guardia óptima de Tag, dado que se acentuará la cercanía entre la hoja y el hombro del lado en que esté ubicada la hoja. Costal: “Sobre una planta de medio recto o considerablemente paralela, transversal, de pie hábil atrasado, con una afirmación de cuadrado, erguida o tumbada, asiendo a una mano. Se dejará la hoja en la parte posterior del plano vertical, totalmente aguda si se está erguido y esdrújula si se está tumbado, paralela a la línea de recto, desde la rectitud embebida de atrás a la altura del plano superior, apoyando la mano hábil en el hombro. La mano no hábil quedará dejada.” Esta guardia de costal resulta ser una corrección de tag llevando la sencillez armada a la zona posterior, agudando la hoja hasta alcanzar una graduación aguda o esdrújula, al límite de lo seguro y posible, que indispondrá el arma y desde donde se optimizará su proyección a la zona anterior del plano vertical. La guardia hace un uso de dos elementos principales, que son la intención del agente y la aplicación de la inercia para la extensión de las dimensiones anatómicas y geométricas en la disposición de este. La guardia de costal buscará el aprovechamiento de la inercia generada sobre la extensión de la rectitud al obrar una acción estrictamente ejecutiva en natural, desde su posición inicial. Esto tendrá lugar cuando la articulación armada se distienda en sentido al objetivo ejecutivo, actuando por la inercia y forzada por la fuerza centrífuga del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 565 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Tendiendo esto como elemento principal, la guardia en cuestión facilitará el aumento de la dimensión del medio al generarse una elongación de la rectitud, por tanto, de la envergadura. En consecuencia, se dará lugar a un medio aparente notablemente más reducido de la dimensión real de este. A esto ayudará la mano no hábil dejada, que impedirá la correcta adquisición y percepción de la profundidad por parte del paciente. La presión generada por el arma en su trazada natural, con o sin participio accidental, hará que la pretensión y disposición de repararla, sea claramente dificultada, dando lugar esta situación al potencial encordado o reubicación de la hoja paciente. Es preciso apuntar el hecho de que, para el total aprovechamiento geométrico y físico de esta guardia y sus potenciales acciones asociadas, se precisará llevar la pinza del asimento a una posición cercada o concordante con el pomo de la guarnición. O sea, que idealmente la guardia de costal se hará empomando la mano hábil. La guardia de costal, por su naturaleza particular, tendrá una aplicación favorable y restringida a la pretensión de tajar en natural sobre la sencillez o para jugar con la intención y forzar el extendido del diámetro común. No obstante, restándole gran parte de su eficiencia antagónica, puede ser usada para ocupar fugazmente el plano sagital, y tajar en natural italando sobre el plano coronal del paciente. Dado el elevado potencial autoejecutivo de la disposición de la hoja en angulación esdrújula o aguda en la parte posterior del plano vertical, se habrá de tener especial atención al sostenimiento y rigidez del rumbo de esta, que de no ser estable, podría hacer que el tercio débil ejecute sobre la pierna del lado armado y el tercio fuerte sobre la parte dorsal del torso, a la altura del omóplato del mismo lado. Esto tendría lugar al obrar huidas de cuerpo o compases extraños de una extensión considerable. Para evitar dicha autoejecución, el seguro propio de la guardia tag se dispondrá con la presión en la extensión de la rectitud, entre el bíceps y los epicondileos. Esto hará que la tensión en la muñeca sea mantenida y con ello conferirá autoridad sobre el rumbo del arma mientras esté indispuesta. Antes y tras la obra ejecutiva en natural desde el costal, será crucial entender las implicaciones figuradas del contacto inevitable entre hoja y firme, pues en un plano ajeno a lo doméstico, se podría generar una situación peligrosa, tanto para agente como paciente. Esto tiene su raíz en que se podrá perjudicar la integridad del piso, suelo o firme, así como se tendrá que contender con los efectos termodinámicos de esto, tanto por los gases emitidos como por los fragmentos y lágrimas de material incandescente que puedan proyectarse incontroladamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 566 - Impasible: “De planta infinita paralela o medio recto con el pie hábil ligeramente adelantado, sobre una afirmación erigida con peso centrado, se mantiene el arma a una mano y aguda, dejando la hoja paralela a línea transversal no hábil. Con la mano hábil dejada.” La impasible es una guardia que, de forma consciente y proactiva, pretende presentar al usuario con una faz en la que no aparente preocupación alguna por el componente físico del asalto, manteniendo la hoja desensayada, con una planta que permita la eficiente acción y reacción de obra. Podrá ser usada tanto en el medio de proporción como dentro del proporcional paciente, en su estrato de sombra, quedando en este último caso, totalmente dependiente del antagonismo de intención que se esté obrando, pues la exposición a la ejecutiva paciente será total, quedando restringida y condicionada la posibilidad de obrar reactivamente en esa distancia propia del medio proporcional, independientemente de la aplicación del modificador de la faz, que no extenderá la dimensión del medio lo suficiente como para asegurar impedir la potencia paciente de herir. Se hará uso de una planta totalmente relajada y coherente, que no quede del todo clara para el paciente, y que marque la geometría que se habrá de disponer ante la necesidad de actuar de manera reactiva. Esto mantendrá la posibilidad de desplazarse de manera eficiente y mutar a una planta con mayor estabilidad, necesaria para la obra reactiva. La afirmación será erguida y de cuadrado, sutilmente perfilada al hábil, permitiendo una mayor maniobrabilidad en cualquier otra disposición del torso y obtenerla con brevedad, no disminuyendo de forma dramática la dimensión del medio por restar en su modificador de movimiento. La rectitud del arma, quedará totalmente aguda, con la extensión totalmente extendida en dirección al plano inferior como producto de la distensión muscular casi completa. La hoja quedará parcialmente paralela a la línea transversal no hábil, sin llegar a coincidir completamente, pues la intención es mantener la hoja propia alejada de la potencia de obrar del paciente. La rectitud, en extensión, sencillez y rumbo, limitará la acción del arma, que siempre tendrá un componente violento, y que deberá ser reubicada de manera plenamente ejecutiva al operar sin control alguno de la hoja paciente y, en principio, en causa libre. No obstante, la forma en la que queda el arma en la impasible, permitirá la obra de la oclusión dinámica radial de segunda, siendo necesaria la aplicación de fuerza par al arma, quedando la velocidad de reacción reducida. Pese a ello, se posibilita la respuesta dispositiva ante un paciente que pretenda la estocada recta. “Desde la guardia impasible se podrá obrar la oclusión dinámica radial de segunda, condicionada en su dinámica.” En la aplicación y presentación en el medio de proporción de la guardia impasible, la exposición será mínima. No obstante, la dimensión de este medio se verá constringida y reducida de manera superlativa, mayormente por su modificador de movimiento, que no aportará amplitud al medio proporcional del agente usuario. - El modificador de movimiento se verá reducido al no estar proyectándose una planta adaptada a la potencia de obra del opositor. Así mismo, el arma estará en una rectitud que no representará ventaja en su disposición en el medio. - El modificador de la predicción no será afectado. Concretamente, la relajación en la presentación, podrá actuar como un recurso con el que descargar el intelecto del agente y optimizar el análisis de la intención paciente por medio de su reacción al margen de antagonismos o respuesta técnica ante ellos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 567 -DE LA C AUSA P RÁCTICA - La reacción del tirador usuario no se verá afectada. No obstante, se ha de mantener la constante alerta ante la obra paciente, pues no se puede interiorizar y adoptar la misma actitud que se está mostrando, de lo contrario, se caería en la relajación y postergación de una reacción eficiente. O sea, que la guardia habrá de presentarse impasible, mas el usuario no deberá quedar realmente impasible ante los eventos emergentes. - La faz mostrada por el agente usuario creará una extensión considerable del medio ante un paciente que no sea conocedor de la intención de la presentación impasible. No obstante, ante tiradores expertos, la impasible no extenderá el medio de forma notable, pues se entenderá el fin de la guardia. Esto tendrá relevancia en el medio de proporción, mas estando el agente ubicado dentro de un medio proporcional paciente, el modificador de la faz sobre la dimensión de ese medio no tendrá un valor suficiente como para evitar la exposición. La guardia impasible tiene un componente biomecánico que permite la casi total relajación de los músculos implicados en la presentación de otras guardias que mantienen el arma dispuesta en el medio. Así pues, es un recurso útil para permitir la oxigenación de la musculatura fatigada. “La guardia impasible permitirá descansar.” En la presentación impasible, es necesario prestar atención a la ubicación de la sencillez respecto al cuerpo del usuario. Esto se debe al enorme potencial autolesivo que aporta el hecho de estar la hoja cruzada por delante de la pierna no hábil del agente. Para solventar esta problemática, además de asegurar el paralelismo de la hoja con la transversal no armada, se podrá generar un seguro en la pierna hábil, manteniendo en contacto entre los dedos no implicados en la pinza y la zona proximal del cuadriceps, concretamente con el vientre del recto femoral. Hará esto que decrezca el posible e ineficiente paralelismo de la hoja con la línea de infinito, y por ende, que de manera natural quede espacio libre para el compás de pie no hábil. Así mismo, se optimizará la trazada en la disposición reactiva de la hoja en cualquiera de las oclusiones posibles, siendo la segunda la más eficiente. La guardia impasible hace uso de la adaptación de la vista del paciente a un entorno lumínico ligeramente reducido, en que la radiación al plano de su vista está marcada por la sombra de cañón producida conscientemente por el agente usuario de la impasible. Así, la obra posterior, irradiará con una potencia lumínica relativa muy superior el plano de la vista paciente, generando un contraste lumínico que puede llegar a ser inhabilitante. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 568 - Relente: La guardia de relente es una guardia pasiva, que muestra al usuario totalmente erguido, severo, sereno, de medio perfil y reposando sus manos sobre su arma. Es usada por los diestros laserinos para mantenerse estáticos, con una faz elegante, firme y segura. “El relente es una guardia pasiva, ciñendo el arma. De planta coherente totalmente contraída, en línea, de recto o medio recto, totalmente erguida, con afirmación de medio perfil. El arma, ensayada se mantendrá paralela al plano inferior y a la línea recta. La mano no hábil del diestro se mantendrá aprestada y la mano hábil sobre la guarnición, en el emisor o aledaña a él.” Esta guardia hace al usuario adoptar una configuración anatómica destinada a la acción proactiva y reactiva, que facilitará el iai, maximizando la eficiencia en la trazada natural y violenta de este. Adicionalmente, posibilita la obra de compases, en ganancia o pérdida, que mutarán la planta para asistir una frase de armas asociada al iai. Igualmente, la guardia de relente facilitará mutación para la presentación de guardias variantes de la española. Esta guardia de relente dispone el cuerpo con una postura relativa y comúnmente relacionada, en la cultura occidental moderna, con la expresión marcial tradicional. Será esto aquello que conferirá una imagen formal, seria y solemne al académico, que dará a entender sus capacidades, y con ello, pondrá sobre aviso a su oposición, que habrá de guardarse de actuar en su contra, pues se mostrará prevenido y confiado. La mano hábil, al disponerse sobre la guarnición, habrá de estar en pleno control de la botonería del arma, permitiendo su ignición y puesta en funcionamiento, de una manera eficiente y rápida. Adicionalmente, dicha mano hábil podrá ser usada para esconder la operación del arma con la mano no hábil. La mano no hábil, a su vez, habrá de estar en todo momento en potencia, futura o presente, de gobernar el saya de manera absoluta. Alba: La guardia del alba apela a la posibilidad de variar la guardia de relente, llevándola a la guardia activa. Esto tendrá lugar por medio del desensayo del arma y el sostenimiento del resto de la guardia de relente, normalmente con del iai de aurora. En dicho caso, el arma quedará aguda, con la rectitud abajo, dejada, ligeramente sobre la transversal no hábil. “El alba es una guardia en variación activa, sobre la presentación de la guardia de relente. De planta coherente totalmente contraída, en línea, de recto o medio recto, totalmente erguida, con afirmación de medio perfil. El arma quedará aguda, en la rectitud abajo, con la sencillez contraída al fémur y en seguro, con el rumbo ligeramente orientado a la transversal no hábil. La mano no hábil del diestro se mantendrá aprestada y gobernando firmemente el saya.” Esta es una variación activa de la guardia de relente y será usada para la exposición y exhibición del arma, dotando a la presentación del usuario de un claro matiz disuasorio y/o vocativo sin demostrar intención ejecutiva. Desde la perspectiva estrictamente geométrica, el alba posibilitará al agente para ocupar con su segmento del arma la línea del diámetro común de la sencillez, sin necesidad de agregación, con solvencia y cierta imprevisibilidad. Por tanto, la guardia del alba será un recurso de faz con un importante potencial operativo. La disposición de la planta y de la tracción en esta guardia, dará lugar a que el arma quede distanciada de cualquier parte vulnerable de las piernas del usuario, concretamente al disponer su sencillez sobre la pierna adelantada. Esto hace que sea necesaria una mutación muy acentuada del rumbo de la hoja para que pueda producirse una autolesión, y por tanto, quedará el usuario protegido frente a la negligencia o la intención de su opositor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 569 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Guardia estoica: La guardia estoica es una presentación de la anatomía que pretende mostrar una faz totalmente carente de tentativa, que permita el libre diálogo y la comunicación sin la presión de un arma que esté en potencia de actuar. No obstante, esta guardia estoica tiene capacidad para auxiliar a la obra del iai estoico, pues pese a lo expresado, confiere funcionalidad a la geometría del cuerpo y del arma. “La guardia estoica es una guardia pasiva, que presenta al usuario totalmente erguido y severo, sobre una planta transversal hábil de medio recto, relajada. La afirmación quedará cerrada, de cuadrado. El arma ensayada, que estará sin ceñir, quedará totalmente en la parte anterior del plano vertical, obtusa, siendo tomada por la mano no hábil, que la aprestará del beru del saya con asimento invertido italiano, quedando el saya obtuso apoyado en la cara interna del antebrazo, y a su vez, en la sección distal y cara anterior del húmero del brazo no hábil, con el beru contraído y aledaño al ombligo. La sencillez de la mano no hábil que apresta el saya quedará sobre la línea recta del tirador y sobre el plano medio de este. La mano hábil quedará apoyada en la mano no hábil, cubriéndola y relajada.” Esta guardia podrá ser presentada de medio perfil, de hombro hábil adelantado, pues en determinadas situaciones precisará adaptarse al contexto geométrico presente o emergente. Así mismo, la afirmación de medio perfil posibilitará un iai más veloz, dado que el agente no precisará la acción de guiñar el cuerpo para obrar el desensayo. De esta manera, cuando un individuo diestro esté estoico y atendiendo a otro de medio perfil, se podrá inferir que existe cierta intención de desensayo, sin ser esto un testigo absoluto de que exista dicha intención. La guardia estoica deberá presentarse en contextos totalmente domésticos, donde no sea posible oposición alguna. Con dicha guardia, se facilitará el descanso y relajación de las extremidades superiores. A su vez, permitirá el desplazamiento sin prevenga en entornos cerrados, donde sea precisa la optimización de las dimensiones geométricas del agente, así como el control pleno de la posición del arma, para evitar impactar con el arma ensayada sobre algún elemento. La guardia estoica podrá presentarse únicamente con su afirmación, quedando su planta libre para andar. “El Maestro, cavilando ensimismado, ronda estoico, alumbrado por la luz de sus pupilos en asalto.” La manera en la que el arma queda ensayada y sin ceñir, propia de la guardia estoica, hace que el usuario tenga la posibilidad de ceñirla con relativa facilidad, dado que tan solo precisará de llevar la mano no hábil al ceñidor y la mano hábil quedará aprestando el saya para introducirlo en el hueco entre el ceñidor y la cintura. La guardia estoica permitirá al agente disponer del arma de manera operativa cuando un sujeto paciente pretenda la sustracción de la misma, tirando de ella hacia él. Esto será posible dado que el agente, con la mano hábil, podrá asir la guarnición e ignitar el arma, desensayándose esta con la acción paciente de atraer el saya hacia él. “La guardia estoica protegerá amable y pasivamente el arma y a su usuario.” ———— - 571 - Iai TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 573 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Generalidades del iai: “El iai es el conjunto de conceptos concernientes al desensayo, disposición, retirada y ensayo del arma.” El iai ha de ser un recurso formal, estudiado para hacer del arma un instrumento al servicio de su usuario. En este proceso, el iai facilitará la aplicación de elementos filosóficos, que habrán de estar presentes en la operación del arma, ya que justificarán la existencia misma de esta. El iai podrá tener distintos contenidos semánticos, pudiendo tener propósito disuasorio, geométrico e incluso comunicativo, permitiendo la identificación rápida del usuario por parte de un académico conocedor de los códigos cromáticos de las hojas. El iai podrá ser catalogado según el movimiento del arma justo en el momento de disponerse en el medio. Para ello, se tendrá en cuenta la trazada que genera el arma desde el momento en que la hoja comienza a salir del saya, hasta el que la hoja queda dispuesta donde comenzará la concepción de esta como parte de la guardia. Los distintos tipos de iai favorecerán tanto la reacción ante la obra paciente como la posibilidad de disponer el arma en el medio, pese a no existir un contexto geométrico holgado para ello, ya sea por espacio o por la interacción con un opositor. Además, el dominio de las distintas tipologías de iai, posibilitarán la operación del arma incluso en circunstancias donde la biomecánica no sea favorable u óptima. “El iai posibilitará la operación del arma y su disposición en el medio en contextos profundamente desfavorables.” El iai, concretamente en el paso del ensayo, es el único momento en que la hoja del arma láser hace contacto con una parte del cuerpo del usuario. Esto es así, en un contexto literal, por ser necesario revisar el perfecto estado de la hoja, con la mano no hábil del usuario, detectando roturas, bordes cortantes o cualquier otro tipo de deformidad, asegurando la función operativa literal y segura del arma, de cara a subsiguientes asaltos. “El tránsito de ensayo del iai será la única excepción donde el arma se entenderá como un instrumento puramente doméstico, permitiéndose ahí el contacto con la hoja, pues será esto crucial para conocer el estado físico del objeto, salvaguardando la integridad propia y ajena.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 574 - Pasos del iai: “Cada uno de los pasos del iai será aquella acción, o conjunto de estas, que marca una sección de aquello necesario para la disposición de la hoja en el medio o su retirada y ensayo.” El iai, en cualquiera de sus posibles variantes, estará esencialmente compuesto por una serie de pasos básicos que seguir, que serán universales y asegurarán la viabilidad de la obra. No obstante, estos pasos precisarán de particularidades, dependiendo de la tipología del iai. Estos pasos deberán ser actuados según la lógica de la obra de moción constante. O sea, que las acciones que componen estos pasos deberán ser concatenadas sin pausa, conjugando entre sí los elementos dinámicos y sus vectores de movimiento. No obstante, será posible detener el iai al final de cualquiera de sus pasos, sin repercusiones directas sobre la eficiencia biomecánica. Pasos del iai: 0º- Destorado: Acción previa al momento inicial del iai, de retirar el caball del conector para interrumpir la alimentación de energía por parte del stor. También se llamará así al acto de retirar el killkey del conector para posibilitar la operación e ignición de un arma datha. El destorado, idealmente, habrá de llevarse a cabo con la mano no hábil, propia del lado del tirador donde quede ubicado el saya. 1º- Ignición: Búsqueda y posterior activación del trigger. Esto hace que la hoja quede ignita. El tirador, idealmente, habrá de cerciorarse de la operatividad y correcta ignición del arma antes de dar lugar a su disposición en el medio, para ello se hará uso del mado, que será un elemento del saya que permitirá observar el fenómeno de la ignición o el fulgor de la hoja, sin necesidad de quedar desensayada. 2º- Apresto: El tirador palpa con la mano no hábil el beru de su saya y predispone el conjunto formado por este y la guarnición, en una posición propicia y acorde con el contexto, para su posterior función. Siempre se realizará este paso de un modo sutil y relajado. 3º- Asido: Momento en que el tirador dispone la mano hábil o aquella que fuera a usar para su asimento, sobre la guarnición del arma, teniendo en cuenta la tornada. 4º- Iai: Acto en que el usuario genera la fuerza y un conjunto de movimientos que dan como resultado la aparición de la hoja en el medio. Este proceso será biomecánicamente distinto dependiendo de la geometría y dinámica pretendida en su acción. 5º- Frase ejecutiva: Conjunto de afirmación, acciones, obras y frases de armas que el agente realiza para conseguir su objetivo, en oposición a su paciente. 6º- Chiburi: Obra de floreo, en caso vacuo, previa al ensayo, que tiene la función de disponer y preparar el arma para su retirada definitiva del medio. El objetivo fundamental del chiburi será el de ofrecer al agente una expresión somática del final del asalto, permitiendo el condicionamiento y la adaptación psicológica del usuario al cese de la actividad marcial ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 575 -DE LA C AUSA P RÁCTICA 7º- Ensayo: El ensayo es el conjunto de pasos que disponen la hoja en el saya y la prepara para ser extinta. A - Encabezado: Posicionar la parte distal del emisor sobre la mano no hábil, mientras esta está dispuesta en posición de apresto, gobernando el saya. El encabezado tendrá lugar de uñas abajo, facilitando el posterior tránsito y la mutación necesaria a un asimento exterior. B - Tránsito: Desplazamiento de la hoja, haciendo contacto con el espacio interdigital pulgar-índice, alejando la mano hábil de la no hábil, de uñas abajo, hacia el estado remiso del lado armado, mientras se muta el asimento a exterior. El tránsito tendrá la función de guiar a la hoja para facilitar la ubicación de la punta en el emberido. El tránsito será el responsable de hacer que el hueco entre el pulgar y el índice, de la mano no hábil, tenga contacto con la totalidad del cilindro de la hoja, pudiendo detectar bordes cortantes, generados durante el trabajo del arma, permitiendo al usuario la comprobación de la integridad de su hoja. C - Emberido: Momento final del tránsito en el que la punta de la hoja cae o coincide con el beru, entre el espacio interdigital, y donde cesa el movimiento remiso de la mano hábil. D - Ensayo: Movimientos que consiguen asimilar la hoja en el saya sin perder la potencia de obrar, y compuestos por: D1- Movimiento accidental con posterior participio de reducción de la mano hábil, que posiciona a esta en potencia de llevar la guarnición hacia el beru, ensayando. D2- Reducción de ambas manos sobre sí, que crean el contacto entre emisor y beru justo al frente del tirador. Es importante remarcar que la mano hábil genera un movimiento extraño, mientras que la mano no hábil actúa en accidental y lleva el saya a la mano hábil, hasta que tenga contacto con el emisor, dándose lugar al contacto frente al usuario. 8º- Kamu: El kamu es el movimiento de giro o percusión de la guarnición sobre el beru, para posibilitar el kamu, propiamente dicho, y el asegurado de la hoja en el saya, así como la posterior reducción de la mano no hábil hacia la posición inicial de apresto. El kamu resulta ser el efecto de sujeción que genera el saya, que lo mantiene solidario al arma. Es de ese efecto que el paso del kamu del iai recibe su nombre. 9º- Extinción: La extinción es la acción voluntaria, por parte del portador, de cesar el fulgor de la hoja, una vez está ensayada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 576 - Aurora, iai vertical o preparatorio: La aurora o iai preparatorio es un recurso que permite la disposición del arma en el medio de manera modesta, sin tentativa y sin necesarias implicaciones ofensivas, a través de una trazada que mantiene el arma siempre aguda, quedando en dicha angulación y en la rectitud de abajo, al concluir. Realización: Una vez aprestado el saya, ceñido, y asida el arma con la mano hábil, la rectitud armada del usuario hará un movimiento violento con un sutil participio accidental, desensayando, orientado a superar el plano coronal, mutando el asimento a exterior, mientras la mano aprestada al saya lo contrae ligeramente a la cadera y acompaña el movimiento que genera la hoja, quedando el saya notablemente vertical, en ángulo esdrújulo. El arma, una vez quede plenamente desensayada la hoja, quedará considerablemente aguda, con un asimento exterior, pretendiendo mantener el paralelismo de la hoja con la vertical. Tras ello, se actuará la rectitud en natural, acercando la sencillez al plano inferior hasta llegar a la rectitud de abajo, mientras la hoja gana paralelismo con la línea transversal no armada del tirador usuario, mientras se mantiene aguda y mutando el asimento de exterior a regular. La aurora, cuando sea actuada desde una guardia de relente, da lugar directamente a la guardia del alba, justo en el momento de concluir el iai. La aurora será el iai más modesto posible, entendiéndose como el caso más claro de derume, generando una faz de serenidad y reduciendo la posibilidad de herir al opositor. El iai de aurora estará especialmente indicado para situaciones en las que quede obstaculizada la línea recta del tirador usuario, pues no será necesaria la extensión del rumbo de la hoja. Así mismo, la aurora tendrá el potencial de condicionar al opositor, al ser un recurso que generará una faz estática. De esta manera, a la aurora se le podrán atribuir distintos casos, siendo todos eficientes en su expresión y deficientes en su geometría, pues para cualquier obra eficiente desde la aurora, se precisará la acción violenta del arma. Iai violento: El iai violento es aquel conjunto de acciones que permiten disponer el arma en el medio, siguiendo trazada que mantiene el paralelismo con el diámetro común, aumentando su graduación del agudo al recto, llegando la hoja de abajo a arriba a su destino frente al usuario. El iai violento será un recurso que aportará al usuario la posibilidad de disponer el arma en el medio de manera elegante, sin comprometer su propia anatomía. Realización: Sobre una planta transversal hábil, con una afirmación de medio perfil, aprestando el saya y asida el arma con la mano hábil, la rectitud armada del usuario actuará en accidental, desensayando, llevando la guarnición adelante, con las uñas abajo, manteniendo el paralelismo del arma con el plano inferior, mutando a un asimento exterior de uñas adentro. Una vez la hoja esté próxima a su completo desensayo, el saya se contraerá y se actuará ligeramente en extraño, permitiendo la total aparición de la hoja, sin necesidad de actuar el torso. Cuando la hoja quede desensayada, el usuario dejará que su punta caiga en natural, llevando su ángulo al total agudo, de uñas fuera. Se aprovechará la inercia de dicha acción natural para continuar el vector de movimiento del arma, actuándola en violento, mientras se muta el asimento de exterior a TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 577 -DE LA C AUSA P RÁCTICA regular, manteniendo el paralelismo de la hoja con el diámetro común, en la medida en que la biomecánica lo permita, llevando las uñas de fuera a adentro en el momento justo en que la hoja quede en el ángulo agudo previo a alcanzar el recto, aledaña a la rectitud de adelante. Una vez ahí, se llevará el arma a su ubicación deseada en la guardia pretendida, normalmente cercana al ángulo recto, ligeramente obtusa. El iai violento deberá tener lugar sin que la hoja abandone notablemente el paralelismo con el diámetro común, pues esto lo dotará de la posibilidad de llevarse a cabo en contexto en los que el agente usuario quede restringido por su flanco no armado. Habrá de tenerse en cuenta que la punta del arma deberá de quedar estática y sobre el diámetro común en el momento en que la hoja queda en la rectitud de adelante, de uñas fuera, y se pretende mutar el asimento de uñas fuera a uñas adentro. Iai natural: El iai natural será aquel conjunto de acciones que permitirán disponer el arma en el medio, siendo el movimiento natural el que la ubicará en el lugar pretendido. Realización: Sobre una planta transversal hábil, con una afirmación de medio perfil, asiendo el arma con la mano hábil y aprestado el saya con la no hábil, manteniéndolo en ángulo esdrújulo. Mientras el torso se guiña al lado no hábil, la sencillez armada actúa desensayando de uñas abajo en violento con participio de accidental, mientras muta las uñas de adentro a afuera hacia un asimento exterior, generando fuerza par sobre la hoja aún ensayada, pretendiendo que esta tienda a subir su punta. Al alcanzarse la extensión total de la rectitud, el torso estará totalmente perfilado. Entonces el saya actuará en extraño con participio de natural, liberando la punta de la hoja, que actuará en violento por la fuerza par ejercida durante el proceso por la mano armada. Una vez la hoja sea liberada, la mano armada mutará su asimento a regular, llevando su sencillez adelante con una acción natural sutil, mientras traza con la hoja pasando por el ángulo total obtuso y de ahí al recto, al tiempo que el torso se reduce al medio perfil. El iai natural tendrá una especial aplicación para facilitar la disposición de la hoja en el medio, concretamente cuando el espacio quede limitado por el flanco armado del agente, siempre que se precise la cobertura y oclusión de las líneas por encima del plano solar. Cuando este iai esté obrado de manera fiel a la geometría que pretende, será importante guiñar el torso, evitando la autoejecución sobre el hombro o pectoral no hábil, pues la hoja trazará con escaso margen de seguridad. Durante el momento que el torso quede guiñado, la hoja deberá de transitar paralela al diámetro común. De cualquier otro modo, el iai natural tendrá participio de reducción, aumentando el espacio necesario por el flanco no hábil del agente. El iai natural tendrá unas connotaciones agresivas, pues la hoja invadirá el medio desde el ángulo obtuso, lo que la dispondrá explícitamente en el foco del paciente opositor. Así pues, con el iai natural el agente se puede condicionar la previsión paciente, dificultando la frase ejecutiva de este. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 578 - Iai accidental: El iai accidental será aquel conjunto de acciones que permitirán disponer el arma en el medio con una trazada accidental, mediante una acción que mantenga la hoja aledaña al ángulo recto, durante su tránsito final que la ubicará en el lugar pretendido. Realización: Sobre una planta transversal hábil, con una afirmación de medio perfil, una vez aprestado el saya y asida el arma con la mano hábil, la sencillez armada actúa desensayando en accidental de uñas abajo, desde un asimento regular mutándolo a exterior, mientras se guiña el torso al lado no armado, retirando ligeramente tracción sobre la pierna adelantada. Al alcanzarse la extensión total de la rectitud, el saya actuará en extraño, liberando la punta de la hoja. Una vez la hoja se encuentre libre, la mano armada actuará en extraño, contrayendo el húmero armado al pectoral, a la vez que se generará fuerza par, levantando la punta y aumentando la graduación del arma, transitando esta hasta el total obtuso y llegando al recto, y de ahí, se reducirá la sencillez adelante y se llevará el arma a su ubicación deseada en la guardia pretendida, mientras se reduce la posición del torso al medio perfil y se vuelve a extender el segmento de la tracción de la pierna adelantada, irguiendo al agente. La trazada del arma habrá de ser lo más accidental posible, evitando la interacción con elementos que le queden remisos. De esta manera, el iai accidental poseerá la potencia de operar el arma en contextos donde el espacio para la hoja impida su disposición de natural o violento, ya sea por la obstrucción de las líneas por debajo del plano medio o por las de encima del superior. Dada la posición cercana al ángulo recto que la hoja posee, durante la mayor parte del iai accidental, este gana la potencia de obrar una oclusión dinámica radial con antelación a concluir la reducción del arma y finalizar el iai. Esto aporta potencial de obra, haciendo que este iai sea fundamental en un contexto donde se pretenda la obra reactiva. El iai accidental, cuando esté obrado sobre un compás extraño transversal, no hábil, de avance, se convertirá en el recurso más eficiente y veloz para responder a la previsión de la inminente preparación del opositor paciente, ya sea de un iai o de una obra ejecutiva destinada a la sencillez del agente. Esto será debido a que la sencillez y el arma invadirán el medio de la manera más eficiente posible, por la línea recta y cubriendo la hoja a la mano. Además, el compás preparará al agente en una guardia española, beneficiándose este de su geometría. Iai reductivo: El iai reductivo es aquel conjunto de acciones que permitirán disponer el arma en el medio, desensayándola remisa y reduciéndola al recto. Realización: Sobre una planta transversal hábil, con el pie hábil orientado a la transversal hábil y el pie no hábil paralelo al diámetro común, con la bisectriz de planta sobre la transversal de acometida hábil, con una afirmación de cuadrado, asiendo el arma y aprestado el saya, manteniéndolo en ángulo recto, transversal al diámetro común. La mano hábil, desensayando, actúa en remiso al hábil, de uñas abajo, mutando el asimento de regular a exterior, con una ligera fuerza par que pretenda llevar a la hoja al paralelo con el diámetro común, mientras retira tracción en la pierna hábil. Una vez la extensión de la rectitud sea plena o coherente con la dimensión el arma, el saya actuará en extraño, liberando la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 579 -DE LA C AUSA P RÁCTICA hoja, que se proyectará horizontalmente, actuando su punta en accidental con participio de remiso. La hoja se llevará al remiso, mutando el asimento a regular, hasta obtener el paralelismo con la rectitud armada y la transversal armada, manteniendo el ítalo aledaño al plano solar del agente. Una vez la hoja quede remisa, la guardia al completo se mutará para asistir a reducir la hoja a adelante. Normalmente la guardia se mutará a una guardia española, siendo esta la que mayor asistencia dará a la reducción de la hoja. El iai reductivo tendrá su potencial para permitir la solvencia en contextos donde esté obstaculizada y obstruida la línea recta del usuario. El iai reductivo ganará potencial cuando se obre su reducción sobre un medio compás curvo con el pie atrasado, pivotando sobre el pie adelantado que se orientará al objetivo ejecutivo, llegando a una planta en línea de acometida. Esto posibilitará sortear el obstáculo que se pueda encontrar sobre la línea recta del usuario, reubicando el centro de masas de este y posicionando el diámetro común fuera de dicho obstáculo. “El iai reductivo posibilitará la ejecutiva sobre un elemento que se encuentre tras otro, justo sobre la línea del diámetro común entre el tirador y este último objeto, cuando sea asistido en la reducción por medio compás curvo del pie atrasado, pues el tirador transitará sobre la transversal, posibilitando el acceso.” Cuando se pretenda el iai reductivo desde una guarda de relente, se deberá de mutar a la planta y afirmación original del iai reductivo antes de comenzar este. Esto lo convierte en un iai relativamente lento, pues precisa de una configuración geométrica concreta de la anatomía del agente. Puesto que la hoja se desensaya ignita y remisa hacia el lado hábil, desde el primera momento se cubrirán y se cerrarán las líneas que queden sobre la transversal hábil del agente. Una vez la hoja esté reduciéndose al centro, cubrirá todo el lado no hábil con la trazada del arma. Variante de torsión del iai reductivo: La variante de torsión del iai reductivo se obtendrá por la obra de medio compás de cruce al lado hábil, por detrás, generando un compás de torsión durante la obra del iai de reductivo, que hará posible la reubicación del foco del agente a su flanco no hábil, tras o durante la obra del iai. Iai remiso: El iai remiso es aquel conjunto de acciones que permitirán disponer el arma en el medio, sobre el diámetro común, desde un foco que quede desfasado de este, desensayándola remisa y mutando la guardia. Realización: Con un foco anatómico desfasado, quedando el diámetro común al lado hábil del foco del agente, se mantiene una planta transversal hábil, con una afirmación de medio perfil, una vez aprestado el saya y asida el arma con la mano hábil. La sencillez armada actuará en remiso, desensayando, generando fuerza par sobre la hoja, pretendiendo que la punta se proyecte en accidental, hasta que la rectitud hábil quede totalmente extendida. Será ahí que el saya actuará sutilmente en extraño, liberando completamente la hoja. La hoja, condicionada por la fuerza par impuesta durante el desensayo, tenderá a quedar paralela la rectitud armada, y esta mutará hasta quedar sobre el diámetro común, orientando su foco al paciente, coincidiendo con el diámetro común. A tiempo de esto, la planta deberá mutar para conseguir quedar sobre la línea transversal no hábil, con el pie hábil adelantado orientado al diámetro común, el pie atrasado paralelo a la transversal no hábil, al terminar el desensayo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 580 - La guardia final del agente quedará preparada para reducirse a una guardia española con medio compás de cruce trepidante, no hábil. El iai remiso se usará para realizar un iai desde un foco anatómico agente desfasado al lado no hábil, quedando el paciente al flanco hábil del agente. El iai remiso, con tan solo su desensayo y posicionamiento del arma en el medio, será un recurso considerablemente eficiente en la contingencia de una amenaza procedente del flanco hábil del agente. Justo tras el desensayo, la hoja agente ya estará haciendo su función oclusiva y disuasoria, no obstante, para obtener una plena operatividad, se deberá de mutar la guardia resultante a una guardia española. Por ello, idealmente se generará un compás trepidante no hábil, de cruce, justo tras el iai, que posicione el foco del agente sobre el diámetro común a la mayor brevedad posible. Es importante entender que para la aplicación eficiente del iai remiso, el opositor deberá quedar al flanco hábil del agente. Para ello, cualquier movimiento del agente en torno a un individuo potencialmente opositor, cuando la hoja permanezca ensayada, deberá tener lugar dejando a dicho sujeto al lado hábil del agente, impidiendo el acceso del paciente al arma del agente. Así pues, pese a quedar impedida la mano hábil del agente, se podrá generar un iai de emergencia de Montalbán con la mano no hábil. Iai de Montalbán: El iai de Montalbán es aquel conjunto de acciones que permitirán disponer el arma en el medio, realizando el desensayo con la mano relativa al lado del usuario en que se encuentre ceñido el saya, normalmente el no hábil. Iai de Montalbán: Sobre una planta transversal hábil, con una afirmación de perfil o medio perfil, una vez aprestado el saya se contraerá todo lo posible a la cadera, quedando su ángulo esdrújulo cercano al total agudo. En ese momento, la mano no hábil que apresta el saya, mutará, estableciendo el asimento regular sobre el arma, en la parte más cercana al límite distal del emisor, quedando de uñas afuera, con el pulgar extendido longitudinal a la cuerda del arma. El pulgar generará la presión necesaria para liberar el emisor del kamu producido por el beru, asiendo el arma con los dedos auxiliares. Tras esto, la mano no hábil actúa en violento con un sutil participio de accidental, extendiendo la sencillez no hábil hasta su límite, manteniéndola paralela al segmento cordal del usuario, mutando a un asimento exterior. Con esto, se dará lugar al desensayo y liberación de la hoja, que quedará aguda. Después la sencillez armada, que será la no hábil, actuará en natural, con o sin participio, mutando el asimento a regular, mientras extiende el rumbo de la hoja. Una vez la hoja alcanza el ángulo agudo cercano al recto, se hace posible que el usuario pueda configurar la guardia en la presentación pretendida. Es necesario remarcar que el iai de Montalbán tiene como principal elemento diferencial el hecho de estar obrado con la mano no hábil, de otro modo, o con aquella mano relativa al mismo lado del usuario en que se porta el saya. Este iai solo será posible en contextos en los que la anatomía del usuario y el arma lo hagan viable, pues se habrá de disponer de un segmento de la rectitud no hábil y de un segmento cordal de un tamaño que posibiliten la acción. Así pues, para optimizar esto, previamente al momento de comenzar la acción de desensayo con la mano no hábil, es necesario que el saya quede con el beru contraído al ceñidor, lo más cercano a la línea de las caderas que sea posible, facilitando que el segmento de la hoja sea menor en su extensión que la longitud de la línea recta que lleva desde la sencillez hasta el kuchi del saya. o sea la boca de este, sumándole a la mitad del segmento cordal del usuario. Para ello, el cuerpo deberá quedar predispuesto antes y durante del iai, configurando en el mayor paralelismo posible el segmento del arma, el segmento de la rectitud y el segmento cordal del usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 581 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Se podrá entender que para obrar un iai de Montalbán tendrán mayor dificultad geométrica los tiradores de envergadura corta, siendo ideal que su arma porte una hoja real acorde a su estatura. Idealmente, el iai de Montalbán deberá obrarse desde la guardia de relente, pues configurará la anatomía del usuario de una manera que facilitará el desensayo. “Para que el iai de Montalbán sea posible, el segmento de la hoja habrá de ser menor que la suma del segmento de la rectitud totalmente extendido más la mitad del segmento cordal del usuario.” Será crucial no generar el balanceo del cuerpo al lado no armado durante el desensayo del arma, pues se podría producir la autoejecución al interaccionar el abdomen o torax del usuario con la hoja. Una vez la hoja desensayada, asida con la mano no hábil, alcance el ángulo suficiente como para no comprometer la integridad de las piernas del usuario, será posible cintar el arma de la mano no hábil a la hábil. Esto tendrá lugar durante la última fase del iai de Montalbán, haciendo que el desensayo con la mano no hábil asista al armado de la mano hábil. El iai de Montalbán se podrá usar para generar una disposición sorpresiva del arma en el medio, respecto a la geometría usada típicamente a tal efecto. Así pues, un paciente podrá verse sobrevenido por el cambio considerable en la geometría del iai que prevé de su agente, lo que podrá condicionar su obra. Tras dicho iai, será ideal la cinta de salto o paso a la mano hábil, pues se precisará quedar afirmado en una guardia funcional a la mayor brevedad posible. Esto será considerablemente necesario cuando la mano hábil esté plenamente operativa y no se pretenda presentar una faz en la que sea necesario asir el arma con la mano no hábil. En la cinta posible, posterior al iai de Montalbán, será importante evitar la interacción del cabo del arma con el saya, pues al estar ambos en el mismo flanco del usuario, podrán entorpecer el tránsito del arma, llegando incluso a interrumpir totalmente una posible cinta de paso. Para evitar con más amplitud la interacción entre el cabo del arma y el saya, cuando el iai de Montalbán se obre desde una planta transversal hábil o en línea, se obrará un compás extraño transversal de alcance o avance al no hábil, a tiempo de la cinta a la mano hábil. Adicionalmente, el compás auxiliará a establecer una guardia española desde una guardia de relente. El iai de Montalbán auxiliará notablemente al usuario cuando su mano hábil quede lesionada, sin necesidad de operar el arma en ningún momento con dicha mano. De esta manera, se puede entender que resultará un recurso de emergencia solvente, que facilitará la operatividad en contextos considerablemente adversos. Esto lo hace un recurso necesario para cualquier tirador, pues todo individuo ha de conservar la operatividad cuanto pueda. Un tirador agente, ciñendo un arma láser en su lado no hábil, deberá orbitar a un individuo potencialmente opositor dejándolo en su lado hábil. Esto hará que este opositor paciente no pueda intervenir o indisponer el arma del agente. No obstante podrá inhabilitar la rectitud hábil del agente, haciéndose preciso el desensayo y operación del arma a partir de un iai de Montalbán. “El iai de Montalbán permitirá la operación del arma pese a quedar inhabilitada la rectitud contraria al flanco en que quede el saya.” Será posible que existan tiradores que usen deliberadamente el saya en su lado hábil, desensayando con su mano hábil, y por tanto, usando la geometría del iai Montalbán. Esto dará lugar a una variante de dicho iai que se llamará iai romano. Iai romano: “El iai romano será una variante del desensayo del iai de Montalbán que se lleva a cabo con la mano hábil desde el ceñido del arma en el lado hábil del tirador.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 582 - Tanto para el iai de Montalbán como para su variante romana, será ideal el uso de sayas de tudel corto o sayas que no dispongan de beru, debido a que al no existir beru, se restará extensión a la rectitud necesaria para liberar y desensayar la hoja. Ensayo invertido: “El ensayo invertido es un conjunto de obras, llevadas a cabo con la mano armada del mismo lado al que queda el saya, que permitirán el ensayo y la completa retirada del medio del arma.” En caso de que esté o quede inhabilitada la mano del lado contrario al que queda el saya, se precisará un ensayo específico para asimilar la hoja en el saya. Esto tendrá lugar con cambios notables en los pasos sexto y séptimo de iai, totalmente distintos de cualquier otro iai. Se prescindirá del chiburi ante la imposibilidad de llevarlo a cabo con normalidad, en caso de que dicho chiburi precise que quede armada la mano opuesta al lado en que se porta el saya. Para el ensayo con la mano del lado en que queda el saya, el asimento deberá invertirse con dicha mano armada, facilitando que la punta de la hoja quede proximal al usuario. Se presentará una guardia notablemente perfilada, de hombro no armado adelantado, con la rectitud se extenderá al máximo con la sencillez arriba, con el asimento invertido exterior. Una vez ahí, la punta del arma se llevará al beru, se introducirá con extremo cuidado en el kuchi, y tras ello, tendrá lugar el ensayo, con la acción natural con participio extraño de la mano armada. Una vez el arma quede ensayada, se podrá generar el kamu y extinguir la hoja. Iai estoico: El iai estoico es aquel iai llevado a cabo desde la guardia estoica, sin que el saya quede ceñido, otorgándole a esta la potencia de disponer el arma en el medio. Dada la dificultad de la obra del iai desde una guardia estoica, esta obra será tendrá posibilidad de exponer al tirador usuario a la autoejecutiva. Desensayo del iai estoico: El desensayo del iai estoico tendrá lugar desde la guardia estoica y una vez ignita el arma. La mano no hábil que sostiene el arma ensayada, tendrá el saya aprestado con los dedos anular e índice, quedando sobre el arma los dedos índice y corazón. Al comenzar la obra, se llevará el beru o el kuchi del saya a la altura del plano superior, contrayéndolo, quedando el segmento del saya recto y paralelo al diámetro común, a la vez que se guiña el cuerpo al lado del saya, quedando el segmento superior paralelo al saya. Mientras esto ocurre, la mano hábil emisa, lo más distal posible, comienza el desensayo del arma, mientras actúa la sencillez en accidental, mutando el asimento a exterior. Una vez la rectitud esté totalmente extendida y adelante, el saya actuará en extraño, dejando la hoja salir totalmente de este. Una vez la hoja sea completamente desensayada, la punta de esta actuará en violento hasta alcanzar el total obtuso, y de ahí se reducirá al recto en la rectitud de adelante. Tras esto, la guardia se reducirá a la guardia española, manteniendo el saya obtuso, apoyado en la cara interna del antebrazo que lo sostiene y con la sencillez del saya a la altura del plano medio. Adicionalmente, el desensayo del iai estoico podrá ser asistido con medio compás recto de avance, aumentando la posibilidad geométrica de que el iai sea seguro. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 583 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Durante el desensayo del iai estoico, el maxilar del usuario quedará considerablemente cercano a la hoja ignita. Habiéndose de extremar el cuidado por la existente exposición a los efectos termodinámicos figurados de la hoja. Igualmente, los dedos índice y corazón de la mano que apresta el saya, quedarán expuestos en el momento de la liberación de la hoja. Ensayar un arma que ha obrado desde la guardia estoica precisará de la adaptación del paso de ensayo típico del iai. Dado que el saya no quedará ceñido cuando el arma quede desensayada, dicho saya deberá de estar aprestado y gobernado por la mano no hábil, de no haberse descartado. Ensayo del iai estoico: Cuando se pretenda el ensayo, el saya deberá quedar aprestado únicamente con los dedos meñique, anular y corazón, quedando el kuchi cerca de este último, dejando el saya en un ángulo esdrújulo. Esto permitirá el posterior encabezado y consiguiente tránsito del arma, manteniendo el contacto con el dedo índice y pulgar, mientras el saya queda aprestado. El encabezado deberá tener lugar frente al tirador usuario, por encima de su plano medio, manteniendo el saya esdrújulo o totalmente agudo. Tras esto, el tránsito se hará con la acción remisa del arma al lado hábil y del saya al no hábil, manteniendo el ángulo de este. El emberido llegará con ambas rectitudes remisas, justo tras lo cual se comenzará el ensayo, llevando el saya a la contracción a la cadera no hábil mientras se guiña el cuerpo al lado no hábil. Una vez el saya está en el lado no hábil del usuario, con normalidad se ensayará, actuando la mano no hábil en accidental y la mano armada hábil en extraño, hasta el kamu y la extinción. Existirá la alternativa de que tras el tránsito, justo en el momento del emberido, cuando el saya esté esdrújulo, este se lleve al tumbado paralelo a la línea infinita y al plano inferior. Haciendo esto posible que las manos del usuario ensayen reduciéndose ambas al diámetro común, generándose ahí el kamu. Cuando este ensayo se haga sobre el plano superior, ganará un dramatismo adicional, que podrá afectar a la actuación de la faz del usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 584 - Aplicación del iai por su intención original: El iai, como cualquier otra obra, estará compuesto por una geometría, una dinámica y una semántica. Así mismo, tendrá una intención original que definirá el propósito general que tendrá la obra, según la geometría y expresión de esta. Dependiendo la intención original, al hacer presente el arma en el medio, se podrá hacer una clasificación del iai, especialmente orientada a la fase de desensayo de este. Derume: “El derume será aquel que dé lugar a la disposición del arma en el medio, minimizando la potencia ejecutiva de esta, mostrando la mínima intención ofensiva posible.” La aurora, en caso vacuo, será el tipo de iai que dará lugar a la expresión más doméstica de este, por tanto, el más claro derume. Un derume facilitará la interacción serena entre individuos que no pretendan el conflicto, pudiendo hacer uso de sus armas sin ofrecer una faz ofensiva. El derume podrá ser usado como elemento disuasorio, dando lugar a una faz que expresará estar predispuesto para el asalto, sin mostrar explícitamente interés en hacer uso de la fuerza. Un derume será usado en contextos de estudio, así como en cualquier otro donde se precise hacer un uso estrictamente doméstico del arma, sin que sea presente la intención ejecutiva. Iai dispositivo: “El iai dispositivo será aquel que pretenda disponer el arma en el medio, quedando en igualdad o superioridad frente al opositor, sin pretender la ejecutiva sobre él.” La intención original dispositiva será la más eficiente para llevar a cabo un iai, tanto así que todos los tipos de iai que existen tienen como principal propósito la de organizar la geometría del agente para antagonizar la paciente, con la mayor eficiencia posible. Iai ejecutivo: “El iai ejecutivo será aquel que su obra tenga la primera intención de ofender al opositor.” La intención original ejecutiva no estará necesariamente implícita en un iai. Por tanto, es necesario entender que un tirador deberá organizar la geometría del medio, de su anatomía y del opositor de manera eficiente y muy concreta, si pretende tener éxito ejecutivo con un iai. El iai ejecutivo podrá dar lugar a conclusiones del asalto exageradamente veloces, siendo un elemento fundamental para la apropiación o transferencia de medios en los que el paciente pretenda la ejecutiva sin comprender las posibilidades agentes. El iai ejecutivo más elemental precisará de un diámetro común menor que el radio del extremo agente, debiendo de quedar la sencillez paciente dentro del medio proporcional agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 585 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Iai defensivo: “El iai defensivo es aquel que tiene lugar para proteger a aquel que lo lleva a cabo, ya sea por medio de la geometría de dicha obra o por las implicaciones semánticas de esta.” El iai defensivo tenderá a ubicar la hoja en el medio pretendiendo el reparo del arma opositora, su disposición y/o remisión. El iai defensivo, idealmente, tendrá lugar en el medio de proporción o incluso en la distancia no operativa del asalto, dado que la función defensiva precisará de la distancia como principal módulo de la obra. Aplicación del iai por su caso: Los distintos casos en que un iai pueda estar obrado permitirán atribuirle propiedades y semánticas varias a esta obra, haciendo posible la interacción con el opositor de modos distintos. Iai en caso efectivo: Un iai en caso efectivo pretenderá la disposición de la hoja en el medio, sin más implicaciones semánticas que las propias de su intención original. Un iai en caso efectivo deberá de darse en un medio coherente con la geometría del susodicho iai, pues deberá tener el potencial de disponer la hoja agente en el medio sin posible interrupción. Por tanto, un iai llevado a cabo con la única intención de generar una geometría con el arma presente, tendrá que estar llevado a cabo desde una distancia no operativa o un medio de proporción, asegurando la correcta trazada de la hoja agente, sin que pueda existir interrupción por parte de un paciente. Sin embargo, cuando se pretenda la intención original ejecutiva del agente, el iai de este deberá estar obrado mientras transita por el medio proporcional su paciente. Iai en caso inductivo: Un iai en caso inductivo pretenderá que el paciente actúe de una determinada manera, siendo común el propósito de que el paciente, que aun no tenga ignita y dispuesta su arma, imite la actitud agente y desensaye. Adicionalmente, si el paciente ya tiene su arma en el medio, el iai inductivo podrá condicionarlo para adoptar o mutar la geometría según la intención agente. Esto dependerá en gran medida de la geometría del iai obrado por el agente. El iai en caso inductivo tendrá mayor capacidad de generar la reacción paciente cuanto menor sea la distancia del medio desde la que se obra. Iai en caso vocativo: El iai en caso vocativo podrá dar lugar a dos escenarios posibles, dependientes de si el paciente tiene su arma ensayada o dispuesta en el medio. - Si el paciente tiene su arma ensayada, el iai en caso vocativo hará que el paciente tienda a extender el diámetro común, ante la iniciativa, amenaza y superioridad táctica del agente, una vez este obre el iai. Idealmente se llevará a cabo desde la distancia del medio de proporción, para aprovechar el potencial vocativo de la obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 586 - - Si el paciente tiene su arma dispuesta en el medio, el iai en caso vocativo tenderá a hacer que se estreche el diámetro común de una distancia no operativa, hasta alcanzar un medio de proporción, pues el paciente entiende la preparación y predisposición del agente a entrar en asalto. Por tanto, el iai en caso vocativo será ideal llevarlo a cabo desde la distancia no operativa, evitando toda exposición del agente mientras obra. Iai en caso interruptivo: El iai en caso interruptivo tendrá el potencial en hacer abortar una obra del paciente que se tenga su génesis en el momento en que el agente está con su arma ensayada. Este paciente abortará su obra al entender que un determinado iai agente reconfigura la geometría y cambia las condiciones de un medio que, originalmente, le resultaba proporcional o proporcionado propio. O sea, que un iai en caso interruptivo tenderá a detener la obra del paciente, ante un agente que está respondiendo a esta con el desensayo de su arma. Con un iai agente con superlativa eficiencia, elegancia y velocidad, se podrá interrumpir, entorpecer o minimizar las implicaciones de un iai paciente, que se esté realizado a tiempo del agente. Un iai ganará potencia interruptiva conforme sea menor el diámetro común desde el que se obre. No obstante, para mantener la seguridad del agente que desensaya, no será eficiente obrar el iai en caso interruptivo con el centro de masas agente dentro de un medio proporcional de un paciente que tenga el arma desensayada. Iai en caso prospectivo: El iai en caso prospectivo será aquel obrado con el propósito agente de obtener información sobre la intención del paciente, de entrar en el asalto de manera activa o mantenerse al margen. - Ante un paciente con el arma ensayada, el desensayo agente podrá determinar si el paciente pretende la oposición armada, o por el contrario, cederá ante la faz agente de hacer uso de su arma. Por otro lado, en el ensayo del agente podrá observarse si el paciente pretende aprovechar la desventaja actual del agente, o por el contrario, pretende dejar que el agente libremente cese en su intención de dar asalto. - Ante un paciente con su arma desensayada, el desensayo agente podrá arrojar información sobre si el paciente pretende el comienzo inminente del asalto o se pretende que sea el agente quien ostente la iniciativa. Con el ensayo del agente, se podrá observar si el paciente tiende a cesar en su intención armada, o por el contrario, aprovechará la indisposición del agente para hacer más eficiente su pretensión ejecutiva. Iai en caso vacuo: Un iai en caso vacuo no pretenderá la interacción con el opositor. Un derume tendrá lugar en caso vacuo, o lo que es lo mismo, sin pretender que la hoja tenga implicaciones más allá que la mera disposición en el espacio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 587 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Cada uno de los casos de la obra puede estar aplicado al conjunto general del iai o pasos concretos de este. O sea, que cualquier movimiento, acción o elemento implícito en la obra del iai podrá generar una interacción propia con el opositor, tanto por la geometría, por la dinámica o por la intención que pueda transmitir. Así mismo, se podrá aplicar un caso distinto a cada uno de los pasos del iai, haciendo que algunos de estos estén orientados a un propósito mientras que los subsiguientes tienen otra carga semántica. Ejemplos posibles de esto serán: - Un iai agente que, hasta el desensayo, esté obrado en caso efectivo. Una vez las armas agente y paciente estén presentes en el medio, el agente decide ensayar y concluir el iai sin extinguir, en caso inductivo, pretendiendo que su paciente ensaye y se relaje la tensión del asalto, pudiendo llevar esto a la conclusión y/o disolución de este. - Un iai agente que, en el asido del arma tenga caso inductivo, sin continuar al desensayo, haciendo que el opositor desensaye, pretendiendo ser más rápido en dicha acción. Una vez el opositor paciente haya desensayado, el agente continuará estático en caso vocativo, haciendo entender que el opositor paciente posee ventaja geométrica y dinámica, así como pretendiendo que este ciña el medio. Una vez el opositor paciente comience una posible obra ejecutiva ante la aparente desventaja del agente, este último desensayará en caso interruptivo, apropiándose o transfiriendo el medio proporcionado o deteniendo la obra del paciente, por el cambio en la geometría del medio advertido por este. - Un iai agente que, en caso vacuo tiene lugar hasta el desensayo, producto de la repetición para la adquisición de destreza y entrenamiento de esta, sin interacción con ningún opositor. Una vez en esa situación, el agente ensaya en caso efectivo, pues ante la aparición de un individuo no opositor en el medio, se pretende retirar la hoja del medio para evitar la negligencia del contacto de esta con el individuo no opositor. Será el desensayo y el ensayo aquellos pasos del iai que mayor potencial expresivo semántico poseerán. Por ello serán los pasos del iai que deberán llevarse a cabo para asegurar su caso inductivo, vocativo o interruptivo. ———— - 589 - Acciones TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 591 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Herir de estocada: “La estocada es una acción ejecutiva básica o parte de ella, en la que la hoja queda perpendicular a la superficie del objetivo ejecutivo en el momento del contacto entre ambos.” Geométricamente, una herida de estocada es generada cuando el segmento del arma queda paralelo y justo sobre la normal del plano formado por la superficie del objetivo ejecutivo, justo donde se produce el contacto. Para que una estocada sea pura, la trazada seguida por la hoja debería de ser exactamente coincidente con la normal del plano de la superficie del objetivo ejecutivo. Que esto tenga lugar de manera geométricamente exacta será virtualmente imposible, pues la mínima variación ligera de la trazada o el movimiento del objetivo ejecutivo generará que la estocada tienda a tajar, en mayor o menor medida. “Una estocada, cuando tenga lugar en un medio proporcionado, dejará al agente con el diámetro del objetivo ejecutivo máximo posible, según su asimento presente.” Cuando el encordado simple tiene lugar, será ideal que concluya con una estocada, pues será lo que asegurará que el agente que encuerda queda con su sencillez lo más alejada posible del paciente y de su sencillez, minimizando las posibilidades de éxito paciente en caso de transferir el medio. Herir de tajo: “Herir de tajo es una acción ejecutiva básica o parte de ella, en la que la hoja queda paralela a la superficie del objetivo ejecutivo en el momento del contacto entre ambos.” Desde el punto de vista estrictamente geométrico, una herida de tajo es producida cuando el segmento del arma queda perpendicular a la normal del plano formado por la superficie del objetivo ejecutivo, donde se produce el contacto. Geométricamente, el tajo es menos eficiente que la estocada, pues la distancia del cateto ejecutivo producido en la triangulación ejecutiva es menor, dado que dicho cateto siempre tendrá menos extensión que el segmento del arma. Desde el punto de vista dinámico, herir de tajo tenderá a ser menos eficiente que una estocada, al no precisarse energía cinética alguna para el éxito ejecutivo con el arma láser, pues el vector de movimiento del segmento del arma precisará una mayor aplicación de energía, en una mayoría estadística de los casos. En un encordado simple, cuando la ejecutiva hiera de tajo, querrá decir que la trazada de la punta del arma agente no ha sido totalmente eficiente, pues no ha seguido la línea recta perfecta que une dicha punta con la sencillez paciente. No obstante, en un contexto práctico, será habitual la ejecución o supresión de tajo, pues será normal que el cálculo no sea exacto, o que la dinámica de las obras en oposición dé lugar a imprecisiones en las acciones de las armas. Es importante hacer la distinción entre herir de tajo como acción elemental y el tajo o medio tajo como acciones más complejas u obras, que estarán basadas en la pretensión de herir de tajo teniendo implícitos otros movimientos más elaborados. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 592 - Estocada accidental: “La estocada accidental es aquella acción ejecutiva que desplaza el arma en sentido al paciente, pretendiendo la herida con la punta del arma, manteniendo el segmento del arma perpendicular a la superficie del objetivo ejecutivo.” La estocada accidental, será una acción elemental, ideal para mantener la máxima distancia entre la sencillez agente y el objetivo ejecutivo, pues el diámetro del objetivo ejecutivo será el máximo posible en el momento del éxito. En caso de que el objetivo ejecutivo sea la sencillez paciente, la estocada accidental facilitará la apropiación segura del medio, manteniendo la punta del arma paciente lo más alejada posible del agente, en un mismo ángulo de ataque. “La estocada accidental será la acción ejecutiva más elemental, sin llegar a ser una obra en sí misma, pues carece de control alguno del arma paciente.” Idealmente, para la estocada accidental, el asimento será dinámico, interior y español, siendo así posible el perfecto alineado del segmento del arma y del segmento de la rectitud. Con esto será posible mantener a la mayoría de la anatomía agente alejada del potencial ejecutivo del paciente, durante y en la culminación de la acción. El objetivo ejecutivo ideal para la estocada accidental será la sencillez del paciente, transitando y trazando la hoja agente sobre el diámetro del objetivo ejecutivo que será el diámetro común de la sencillez. Cabe destacar que la estocada accidental será el objeto de estudio fundamental para la comprensión de la paradoja de la estocada recta. Estocada recta: “La estocada recta será aquella acción ejecutiva, en que la hoja agente que transita sobre el diámetro del objetivo ejecutivo en sentido accidental, directamente con intención ejecutiva, sin atajo del arma opositora.” Estocada natural o recalcada: “La estocada natural será aquella acción ejecutiva en la que se lleva la hoja aguda en sentido natural, con el segmento del arma orientado al objetivo ejecutivo, pretendiendo herir de estocada.” La estocada natural será idealmente actuada de uñas fuera. No obstante, en caso de que exista un asimento invertido, la estocada natural tendrá lugar de uñas dentro. La estocada natural será una acción profundamente ineficiente en una mayoría estadística de los escenario posibles, dentro del contexto geométrico emergente del arma láser. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 593 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Tajo natural: “El tajo natural es aquella acción ejecutiva o parte de ella, en que el movimiento de la hoja se genera paralelo a la línea vertical del agente usuario, en sentido superior-inferior, manteniéndola siempre delante, con la intención de ejecutar con el segmento del arma relativamente paralelo a la superficie del objetivo ejecutivo, hiriendo de tajo.” El tajo natural es la acción ejecutiva más simple e instintiva, sin llegar a ser una obra eficiente, pues precisará de otros elementos adicionales para ser coherente con la naturaleza del arma láser. El tajo natural precisará de la ubicación del segmento de la hoja por encima del objetivo ejecutivo, normalmente, habiendo de actuar en violento previamente a la acción natural. Para actuar el tajo natural, será necesario generar la aplicación de fuerza par y lineal al arma, haciendo que la sencillez se mueva previamente y en el mismo sentido natural y dirección que se pretende actuar la hoja. Típicamente, el tajo natural se llevará a cabo de uñas adentro, con posibilidad de un sutil participio de uñas abajo. Será ideal auxiliar el movimiento natural de la sencillez con la extensión de la rectitud, conforme el tajo natural evoluciona su trazada, lo que será eficiente para implementar cierto participio accidental a la hoja. Con el participio de accidental, se verá aumentando el extremo y la amplitud de la acción, permitiendo acceder a un objetivo ejecutivo más distante. El torso podrá apoyar la acción del tajo natural de dos formas: asistiendo su movimiento con la flexión abdominal y pectoral, o imponiendo energía a la acción al huir el torso al momento de extender la rectitud. El tajo natural será idealmente actuado sobre una planta transversal de medio recto, con la pierna armada adelantada, con una afirmación de medio perfil y de propincuo. Esta configuración anatómica permitirá la extensión del vector de inercia natural de la acción del arma, pasando por la transversal extraña no hábil, al quedar la pierna no armada retirada de dicha posible trazada. Además, la posición del torso de medio perfil retirará el hombro del lado no armado, permitiendo la reducción del arma de manera directa, sin que la hoja interaccione con el torso. El tajo natural también se puede llamar altibajo, haciendo mención a la acción de la hoja, siendo un término procedente de la tratadística clásica, donde esta acción posee una mayor relevancia que en el uso del arma láser. Nota: Es importante apuntar que el tajo natural es una acción y no una obra. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por el tajo natural, pues necesitará esta acción de estar apoyada por otros elementos que la conviertan en una obra viable y plenamente funcional. La obra más elemental que posibilita la ejecutiva segura es el encordado simple, que en algunas geometrías concretas podrá contener un tajo natural como parte de las acciones necesarias para dicha obra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 594 - Tajo violento: “El tajo violento es aquella acción ejecutiva o parte de ella, en que el movimiento tiene lugar en sentido inferior-superior, teniendo la hoja siempre adelante del usuario, con la intención de ejecutar con el segmento del arma relativamente paralelo a la superficie del objetivo ejecutivo, hiriendo de tajo.” El tajo violento, será un acción normalmente de reducción, de abajo a adelante, sin llegar a ser una obra eficiente, pues precisará de otros elementos adicionales para ser coherente con la naturaleza del arma láser. El tajo violento precisará de la ubicación del segmento de la hoja por debajo del objetivo ejecutivo, normalmente, habiendo de actuar en natural previamente a la acción violenta. Es por ello, que el tajo violento tenderá a ser una reducción tras la acción de tajo natural o cualquier otra con componente natural, así como podrá resultar la expresión ejecutiva desde una guardia que presente y disponga la hoja obtusa. “El tajo violento tenderá a ser una acción de reducción tras otra acción previa.” Para actuar el tajo violento, será necesario generar la aplicación de fuerza par y lineal al arma, haciendo que la sencillez se mueva previamente y en el mismo sentido violento, pudiendo hacerlo de uñas adentro y de haz falso, o de uñas afuera y de haz verdadero. El tajo violento de uñas a fuera es considerablemente menos eficiente, dadas las acciones adicionales que normalmente se deberán llevar a cabo con la rectitud a esa posición, para mutar la orientación de la mano, puesto que en el comienzo del violento las uñas tenderán a estar adentro y/o con participio de abajo. “El tajo violento más eficiente será la continuación de una acción natural manteniendo la posición de uñas adentro.” Será ideal auxiliar la acción del tajo violento con el sutil embebido de la rectitud, conforme evoluciona la trazada, lo que será eficiente para facilitar la imposición de fuerzas al arma, al reducirse el radio del extremo mientras se mantiene el momento de fuerza, cosa que acelerará el movimiento. El torso podrá apoyar la acción del tajo natural de dos formas: asistiendo su movimiento con la flexión abdominal y pectoral, o imponiendo energía a la acción al huir el torso al momento de embeber la rectitud. Esto último hará que se aumente la energía en el arma a cambio de reducir el extremo. El tajo violento, por su habitual uso como continuación de la obra, podrá ser obrado sobre cualquier planta posible. En parte esto será debido a que la hoja se mueve en dirección opuesta a cualquier elemento de la anatomía del agente usuario, lo que hace que el tajo violento no represente un potencial peligro de autoejecución. No obstante, la acción violenta de la sencillez agente podrá posicionarla sobre el plano del ítalo paciente previamente a que el arma agente pueda generar oclusión, por lo que podrá darse el caso de quedar la sencillez agente expuesta durante la acción del tajo violento. “La configuración anatómica que más capacidad motora ofrecerá al segmento del arma, en su acción de tajo violento, será la planta transversal no hábil relajada con una afirmación de hombro no hábil y en remoto.” El tajo violento de uñas adentro, de haz falso, que también se puede llamar contratajo, tiene su eficacia basada en el potencial figurado del arma láser, que posibilitará la herida figurada plenamente funcional con cualquier parte de la hoja y sin necesidad de aplicar presión sobre el objetivo ejecutivo. Si fuese necesaria dicha presión, el tajo violento precisaría de ser actuado de uñas fuera, pues la biomecánica propia de uñas adentro no sería eficiente para generar y aplicar fuerza. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 595 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Nota: Es importante apuntar que el tajo violento es una acción y no una obra. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por el tajo violento, pues esta acción necesitará estar apoyada por otros elementos que la conviertan en una obra viable y plenamente funcional. La obra más elemental que posibilita la ejecutiva segura es el encordado simple, que en algunas geometrías muy particulares podrá contener un tajo violento, como parte de las acciones necesarias para dicha obra, siendo esto poco común y normalmente ligado a la ejecutiva desde rectitudes de abajo o con necesaria acción violenta de la hoja ya agregada. Tajo: “El tajo es la acción ejecutiva, generada por un spin anterior, agudo e interior, que cruza el plano sagital del agente hacia el exterior, culminando la ejecutiva en el ángulo recto reduciendo desde el exterior del agente.” Esta acción tendrá que ser llevada a cabo entendiendo que dejará las líneas abiertas del lado contrario al spin, siendo imposible la cobertura de ese espacio por estar la hoja inmersa en una inercia, que será irreparable sin que peligre la integridad del usuario. El tajo será una acción que no poseerá la capacidad de llevarse a cabo en causa sujeta, pues requerirá un tiempo considerable para generar toda la trazada del arma, siendo virtualmente imposible mantener la previsión total de la hoja opositora durante ese tiempo. Igualmente, por la geometría de esta acción, no será posible generar y sostener una agregación, lo que dificultará más aún el control de la hoja paciente. “El tajo será actuado obligatoriamente en causa libre.” Tradicionalmente esta acción ejecutiva es llamada tajo, pudiendo apelarse a ella como tajo completo, tajada o spin cruzado de interior a exterior. No obstante, tajo será una nomenclatura eficiente para economía del lenguaje. Mas no ha de confundirse, el tajo como acción con aquella forma en la que incide la hoja en el objetivo ejecutivo. La concordancia reside en que, en la acción del tajo, el potencial ejecutivo se desarrolla incidiendo la hoja de manera no perpendicular a la superficie del objetivo ejecutivo. Tajo ascendente: “El tajo ascendente es la acción generada con la misma trazada del tajo teniendo lugar de modo inverso, con un spin obtuso.” Es importante apuntar que el tajo y el tajo ascendente son acciones y no obras. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por medio de estas, pues necesitarán de estar apoyadas por otros elementos que la conviertan en una obra viable y plenamente funcional. Revés: “El revés es la acción ejecutiva, generada por un spin anterior, agudo y exterior, que cruza el plano sagital del agente hacia dentro, culminando la ejecutiva en el ángulo recto, reduciendo desde el interior del agente.” Esta acción tendrá que ser llevada a cabo entendiendo que dejará las líneas abiertas del lado contrario al spin, siendo imposible la cobertura de ese espacio por estar la hoja inmersa en una inercia, que será irreparable sin que peligre la integridad del usuario. El revés será una acción que no poseerá la capacidad de llevarse a cabo en causa sujeta, pues requerirá un tiempo considerable para generar toda la trazada del arma, siendo virtualmente imposible mantener la previsión total de la hoja opositora durante ese tiempo. Igualmente, por la geometría de esta acción, no será posible generar y sostener una agregación, lo que dificultará más aún el control de la hoja paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 596 - “El revés será actuado obligatoriamente en causa libre.” Pese a poder apelarse a ella como revés completo o spin obtuso cruzado de exterior a interior, esta acción, por economía del lenguaje y tradición histórica, será convenientemente llamada revés. Revés ascendente: “El revés ascendente es la acción generada con la misma trazada del revés teniendo lugar de modo inverso, con un spin obtuso.” Es importante apuntar que el revés y el revés ascendente son acciones y no obras. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por medio de estas, pues necesitarán de estar apoyadas por otros elementos que la conviertan en una obra viable y plenamente funcional. Medio tajo: “El medio tajo es una acción ejecutiva o parte de ella, en que el movimiento de la hoja se genera en la reducción adelante, desde el lado no armado, con la intención de ejecutar con la hoja relativamente paralela a la superficie del objetivo ejecutivo, hiriendo de tajo.” En el medio tajo, el arma agente remisa, se reducirá de dentro en sentido a fuera del usuario, siendo así como se producirá la herida de tajo. La manera más eficiente de generar el medio tajo será desplazar la sencillez, en dirección y sentido a donde se pretenda ubicar la hoja, de uñas abajo, extendiendo ligeramente el segmento de la rectitud, guiando con su acción al segmento del arma. Esta acción habrá de ser auxiliada por la musculatura del brazo y la espalda, gracias al movimiento de la rectitud y el apoyo del torso. Será profundamente ineficiente actuar el medio tajo únicamente con la acción de la muñeca, sin apoyo del resto de la anatomía. Idealmente, el medio tajo tendrá lugar con una planta acorde, transversal o en línea, dejando adelantado el pie del lado armado. El medio tajo podrá tener lugar haciendo que la hoja se mueva estrictamente por el plano horizontal, además se podrá actuar teniendo participio de natural o violento, emergiendo el medio tajo diagonal y el tajo ascendente, respectivamente. Medio tajo diagonal: “Cuando el medio tajo se produzca con participio de natural se llamará medio tajo diagonal.” En el medio tajo diagonal se aumentará el participio de uñas adentro conforme aumente el participio de natural. Medio tajo ascendente: “Cuando el medio tajo se produzca con participio de violento, se llamará tajo ascendente.” En el tajo ascendente se aumentará el participio de uñas fuera conforme se aumente el participio de violento. El medio tajo podrá ser llevado a cabo tanto asiendo a una mano como a dos, siendo notablemente menos eficiente con el asimento doble, en las armas láser. Desde una planta transversal o en línea, de pie armado adelantado, complementando el movimiento de la rectitud y torso, el medio tajo se podrá auxiliar con medio compás de avance recto, o un compás curvo al hábil quedando perfilado el usuario. Con la asistencia de dichos compases se aumentará considerablemente la energía impuesta al arma además de proporcionar una posible triangulación sobre el plano inferior. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 597 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Cuando en agregación, las manos de agente y paciente queden sobre el diámetro común, con las puntas de ambas hojas al lado no armado del agente, idealmente este agregará por su dentro. De esta manera, el encordado simple agente se producirá con una acción de medio tajo, haciendo que el segmento del arma agente ocupe la línea del diámetro común de la sencillez, que queda sobre el diámetro común. Nota: Es importante apuntar que el medio tajo es una acción y no una obra. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por el medio tajo, pues necesitará esta acción de estar apoyada por otros elementos que la conviertan en una obra viable. La obra más elemental que posibilita la ejecutiva segura es el encordado simple, que en algunas geometrías concretas, podrá contener un medio tajo, un medio tajo diagonal o un tajo ascendente, como parte de las acciones necesarias para dicha obra. Medio revés: “El medio revés es una acción ejecutiva o parte de ella, en que el movimiento de la hoja se genera en la reducción adelante desde el lado armado, con la intención de ejecutar con la hoja relativamente paralela a la superficie del objetivo ejecutivo, hiriendo de tajo.” En el medio revés, el arma agente, remisa, se reducirá de fuera a dentro del usuario, siendo así como se generará la herida de tajo. La manera más eficiente de generar el medio revés será desplazar la sencillez, en dirección y sentido a donde se pretenda ubicar la hoja, extendiendo ligeramente el segmento de la rectitud, guiando con su acción al segmento del arma. Esta acción habrá de ser auxiliada por la musculatura pectoral y abdominal, gracias al movimiento de la rectitud y el apoyo del guiñado del torso. Será profundamente ineficiente actuar el medio revés únicamente con la acción de la muñeca, sin apoyo del resto de la anatomía. Idealmente, el medio revés se preparará y tendrá lugar con una planta contraria, transversal, o infinita dejando ligeramente adelantado el pie del lado no armado. El medio revés podrá tener lugar haciendo que la hoja se mueva estrictamente por el plano horizontal. Adicionalmente, el medio revés podrá tener participio de natural o violento, dando lugar al medio revés diagonal y al revés ascendente, respectivamente. Medio revés diagonal: “Cuando el medio revés se produzca con participio de natural se llamará medio revés diagonal.” En el medio revés diagonal se aumentará el participio de uñas adentro conforme aumente el participio de natural. Revés ascendente: “Cuando el medio revés se produzca con participio de violento, se llamará revés ascendente.” El revés ascendente, para facilitar la biomecánica, será idealmente actuado de haz falso, de uñas abajo con participio de adentro. Así pues, en el revés ascendente se aumentará el participio de uñas adentro conforme se aumente el participio de violento. Accesoriamente, el revés ascendente podrá ser llevado a cabo de haz verdadero, de uñas arriba con participio de fuera, con la necesaria asistencia del balanceo del torso al lado armado. El medio revés podrá ser llevado a cabo tanto asiendo a una o a dos manos, resultando ligeramente más preciso cuando es diagonal y se actúa con asimento doble, dado que la mano no hábil empomada asistirá a la acción del arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 598 - Desde una planta transversal de pie no armado adelantado, el medio revés se podrá complementar con medio compás de avance o de cruce recto según la necesidad. También será posible y eficiente, auxiliar el medio revés con un compás completo de avance transversal al lado armado o no armado. Los compases habrán de ser conjugados a las necesidades de la acción del arma, pretendiendo aumentar la energía impuesta a esta, siempre teniendo en cuenta evitar que el segmento de la tracción interactúe o quede cercano al segmento del arma, pues e podría caer en la autoejecutiva. Especial cuidado requiere el revés ascendente cuando se quede de propincuo, pues será crucial el cálculo de la trazada ante la cercanía entre hoja y pierna del lado armado. Cuando en agregación, las manos de agente y paciente queden sobre el diámetro común, con las puntas de ambas hojas al lado armado del agente, idealmente este agregará por su fuera. De esta manera, el encordado simple agente se producirá con una acción de medio revés, haciendo que el segmento del arma agente ocupe la línea del diámetro común de la sencillez, que queda sobre el diámetro común. Nota: Es importante apuntar que el medio revés es una acción y no una obra. Por lo tanto, resulta ineficiente pretender el éxito ejecutivo únicamente por el medio revés, pues necesitará esta acción de estar apoyada por otros elementos que la conviertan en una obra viable. La obra más elemental que posibilita la ejecutiva segura es el encordado simple, que en algunas geometrías concretas podrá contener un medio revés, medio revés diagonal o un revés ascendente, como parte de las acciones necesarias para dicha obra. Mandoble interior: “El mandoble interior es una acción ejecutiva, generada a partir de un spin anterior, interior, agudo u obtuso, manteniéndose la hoja en dicho flanco durante la acción completa.” Esta acción, pese a estar compuesta de menos elementos que un tajo o un revés, resulta más lenta, debido a los condicionantes biomecánicos, pues una parte considerable de la energía impuesta al arma será par, debiendo ser aplicada por la musculatura del brazo. El mandoble interior podrá ser usado para la reducción adelante del arma tras el fracaso ejecutivo de un encordado, posibilitándolo con una eficiente extensión del vector de inercia que llevará a la hoja a cambiar su inercia natural a accidental. Adicionalmente, el mandoble interior precisa de que la sencillez del agente usuario quede expuesta, pues la hoja queda indispuesta, en el momento en que está en movimiento y transita entre el ángulo agudo y el obtuso. Por otro lado, el potencial de autoejecución de un mandoble interior será considerable, pues la hoja agente quedará totalmente inmersa en el medio particular de su usuario. Durante la acción del mandoble interior, será ideal que la afirmación quede de perfil, así como se deberá evitar el tránsito trepidante o transversal al no hábil, pues el segmento del arma podrá interaccionar en autoejecutiva con la anatomía del usuario. Es necesario apuntar que el mandoble interior más eficiente será el agudo, pues se aprovechará la tendencia implícita del arma a su movimiento natural, para generar la inercia de la acción de la hoja. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 599 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Mandoble exterior: “El mandoble exterior es una acción ejecutiva, generada a partir de un spin anterior, exterior, agudo u obtuso, manteniéndose la hoja en dicho flanco durante la acción completa.” Esta acción, pese a estar compuesta de menos elementos que un tajo o un revés, resulta más lenta, debido a los condicionantes biomecánicos, pues una parte considerable de la energía impuesta al arma será par, debiendo ser aplicada por la musculatura del brazo. Adicionalmente, el mandoble exterior precisa de que la sencillez del agente usuario quede expuesta, pues la hoja queda indispuesta, en el momento en que está en movimiento y transita entre el ángulo agudo y el obtuso. El potencial de autoejecución será considerable, aunque menor que en el mandoble interior, pues la hoja agente quedará parcialmente inmersa en el medio particular de su usuario. Durante la acción del mandoble exterior, será ideal reducir la extensión de compases que tengan componente del lado hábil, pues el segmento del la tracción de ese lado quedará comprometido y expuesto a la autoejecutiva. Es necesario apuntar que el mandoble exterior más eficiente será el agudo, pues se aprovechará la tendencia implícita del arma a su movimiento natural, para generar la inercia de la acción de la hoja. No obstante, el mandoble exterior obtuso tendrá una considerable elegancia biomecánica, siendo necesaria una menor acción del eje de la sencillez. Divertir: “Se llama divertir a la acción en que una hoja cede a la presión impuesta sobre ella por otra hoja.” Divertir hará que la hoja de un agente se mueva acorde a la presión que una hoja paciente genera sobre ella. De esa manera, dicha hoja agente estará cediendo ante el atajo en disposición del paciente, que por norma tenderá a ser remiso. El arma agente, quedará condicionada en su movimiento por su asimento, que tenderá a quedar estático en el espacio, siendo normalmente la parte más distal de la hoja la que mayor movimiento tendrá en la diversión. Divertir la hoja propia ante la opositora dotará a aquel que divierte de la posibilidad de generar el libramiento y/u obrar a tiempo sobre el paciente, pues este estará obrando el atajo en disposición y condicionado por ello, mientras el agente que divierte estará posibilitado para reubicar el vector de inercia de su arma y dejarla en potencia de herir. En esencia, el paciente que dispone tendrá una fuerza desarrollada en el vector necesario para disponer el arma agente, mientras este tiene total disponibilidad de su energía, para librar y/o encordar. “Divertir la presión del opositor posibilitará la obra a tiempo de su atajo.” Al divertir, se estará en potencia de liberar cualquier energía potencial generada en la agregación y disposición de las hojas. De esa manera, se podrá dar lugar al aprovechamiento agente del fenómeno de Damocles potencial generado por la presión de la hoja paciente. El agente quedará en potencia de obrar el encordado cuando divierta la hoja paciente, que pretende llevar al remiso la hoja agente, dejando la punta paciente en el flanco. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 600 - Resistir: “Resistir es la acción en que una hoja genera una fuerza para contrarrestar la fuerza que se le impone por la hoja opositora.” Una agente que resista será aquel que esté imponiendo una fuerza a su arma, en un vector contrario al que las fuerzas impuestas sobre ella están desarrollándose, para hacer que dicho arma no ceda en su ubicación ante dichas fuerzas. Mientras se está resistiendo se está virtualmente atajado, pues no será posible resistir contrarrestando las fuerzas aplicadas al arma propia a la misma vez que se mantiene disponibilidad para moverla libremente. Cuando un agente pretenda el control del arma paciente con un atajo en disposición y si este resiste, se generará energía potencial en la agregación, cosa que podrá ser aprovechada por el paciente en contra del agente. Al resistir un agente se dará lugar a que se pueda resolver con un encordado violento por parte del paciente que resiste, que podrá hacer uso de la energía potencial de la agregación en contra del agente. Esto dará lugar al encordado de fuga como obra, que será un rasgo y recurso típico de tiradores masivos, a los que le sea sencillo mantener contrarrestadas las energías que el opositor genere sobre su arma. Tumbar: “Tumbar es la acción de disponer el segmento de la hoja tendente al paralelo con el plano horizontal y perpendicular a la línea de recto, plegando su rumbo, independientemente de la rectitud, sencillez, asimento y/o afirmación.” Esto tendrá lugar en mayor o menor medida teniendo en cuenta la adaptación necesaria a la obra eficiente acorde a las condiciones emergentes. La función de esta acción del arma es la de proporcionar la mayor ventaja geométrica ante una hoja paciente dispuesta de forma paralela a la línea recta del agente, esté esa recta, aguda u obtusa. Será esta geometría particular la que permitirá, en una coherente dimensión del medio, el atajo funcional, real o virtual, que presione en el eje vertical, habilitando así la posibilidad de levantar corneando o humillar la hoja paciente, y por ende, mantener el control y atajo de esta, en su potencia de obra vertical. A esto habrá de añadirse, que de obrarse en la distancia óptima del medio proporcional, la mano armada del agente quedará siempre protegida por la extensión del diámetro común de la sencillez, la dinámica implícita en la acción y la disposición funcional del potencial atajo generado. Puede darse el caso, según la intención agente, de tumbar la hoja respecto a la línea del foco para ajustarse a la obra pretendida, que no a la condición actual del medio, y pese a ello, seguir considerándose que el arma es tumbada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 601 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Humillar: Humillar es la acción de atajar en disposición la hoja paciente, en el plano vertical, en trayectoria, sentido y presión natural, por medio de la disposición tumbada de la hoja agente. Realización: El paciente mantiene una la hoja dispuesta paralela a la línea recta, sobre ella, en cualquier angulación en que sea posible la agregación. El agente manteniendo el medio proporcional ceñido, idealmente agregado por dentro, con su hoja dispuesta paralela a la línea recta, en mayor o menor medida, mientras pretende controlar la hoja paciente, lleva su rectitud a su lado armado, totalmente extendida, y tras ello cambiará el rumbo al flanco contrario, quedando la hoja tumbada en dirección al lado no armado y total o parcialmente transversal a la línea de recto. Quedará así la hoja agente agregada por encima, sobre el tercio débil del arma paciente, en atajo funcional, y con la mano de quien humilla, fuera del medio, preparada para hacer presión en sentido al plano inferior. Al humillar manteniendo la posición de la sencillez, la reducción al recto del rumbo de la hoja agente, llevará al lado armado del agente a la hoja del paciente que resista el atajo en disposición, siempre que dicho paciente esté manteniendo la agregación. Que el cambio a arriba de uñas fuera de la sencillez agente, quedando su hoja aguda, dejará a la hoja paciente agregada en el lado armado del agente, que atajando, tendrá la rectitud y mano del agente fuera del medio y en potencia de obrar un encordado con intención ejecutiva, desde cuarta, totalmente protegido por la diferencia angular en la triangulación, siendo el rumbo de su hoja el cateto real más alto posible, dejando siempre la rectitud paciente por debajo del ítalo agente, como una hipotenusa. Cornear: Cornear es atajar la hoja paciente en disposición, en el plano vertical y en trayectoria, sentido y presión violenta, para levantarla, por medio de la disposición tumbada de la hoja agente. Realización: El paciente mantiene una la hoja dispuesta paralela a la línea recta, sobre ella, y en angulación obtusa, independientemente de la altura de la rectitud. El agente manteniendo el medio proporcional ceñido, idealmente agregado por fuera, con su hoja dispuesta paralela a la línea recta, pretendiendo poder introducirse bajo el rumbo paciente, pretendiendo controlar la hoja paciente desde estas líneas, lleva su rectitud simple a su lado armado, totalmente extendida, quedando la hoja tumbada en dirección al lado no armado y total o parcialmente transversal a la línea de recto. Quedará así la hoja agente agregada o bajo el tercio débil de la hoja a la que cornea, así como manteniendo la mano armada fuera del medio fuera del medio, dispuesto todo para que el agente pueda imponer fuerza a la hoja paciente, llevando su rumbo al ángulo agudo. Manteniendo la posición radial de la sencillez agente, la reducción al recto del rumbo de la hoja agente llevará a la hoja paciente atajada al lado armado del agente, atajándola en disposición. Que el cambio a arriba de uñas fuera de la rectitud simple agente, dejando su hoja aguda, llevará a la hoja paciente agregada en el lado no armado del agente, que atajando, quedará la rectitud del agente fuera del medio y en potencia de obrar un encordado simple sobre medio compás recto de avance. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 602 - Tornear: “Tornear es la acción de hacer pasar la hoja agente sobre el perímetro de la sección de la hoja paciente, idealmente sin perder la agregación.” Esto tendrá lugar con el cambio de la posición de la sencillez del agente, cuando se mantenga la agregación, que hará que el fundamento se mueva, sin necesariamente cambiar la distancia de este a la sencillez paciente. Tornear podrá tener lugar en sentido horario o antihorario, siendo esto producto del desplazamiento de la sencillez agente a su siniestra o su diestra, respectivamente. Encrucijar: “Encrucijar es llevar el segmento de la rectitud y del arma paciente a un ángulo agudo con su segmento superior, aumentando su extremo remoto y limitando su potencia de obra.” Encrucijar a un paciente tiene como objetivo atajar y remisar el rumbo y rectitud de su arma a su lado no hábil, quedando así su hoja fuera de vía y su cuerpo en la parte posterior de su brazo remiso, inhabilitando la obra y reubicación de su arma, abriendo totalmente las líneas del blossen uno y tres. Realización: Que el agente atajando por fuera del paciente, en real o virtual, presiona a este o sobre su hoja remisándola al lado no hábil paciente, ganando con la planta grados de perfil. Cuando un paciente es encrucijado, se reduce su radio del extremo, tanto presente como potencial. Así mismo, su planta transversal hábil tenderá a quedar infinita, de no mutarla. Esto último facilitará la labor del agente, pues se reducirá el medio proporcional paciente al no disponer de una planta sólida sobre la que obrar en accidental. Al encrucijar se fuerza que el paciente pretenda el libramiento de su fuera a su adentro, esto facilitará la previsión del agente que encrucije como preparación de una obra que pretenda aprovechar dicho libramiento paciente. Geométricamente, cuando el agente encrucije culminando en una posición radial de primera, el paciente que libre y pretenda mantener la agregación llevará su arma a su propio lado no hábil, momento que el agente podrá aprovechar para invadir el diámetro común con su hoja. La posición radial más eficiente con la culminar la intención de encrucijar al paciente, será la de primera, reaccionando con una oclusión dinámica radial a tercera cuando el paciente pretenda librar el atajo y encordar sobre el agente. Esto tendrá lugar así siempre y cuando el paciente no tenga una mano armada distinta al agente. Otra opción será la de culminar la encrucijada con una sencillez a cuarta. Quedará el paciente, por tanto, tentado a angular obtusa su arma y pretender acometer contra la mano a cuarta, de uñas fuera del agente, siendo posible y elegante la respuesta de oclusión dinámica en intervalo de mitad o cuarto para obtener la potencia de ejecución. Para facilitar ganar grados de perfil al paciente, el agente podrá hacer uso del compás curvo, que lo perfilará aumentando su radio del extremo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 603 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Desplegar: “Desplegar es llevar el segmento de la rectitud y del arma paciente a un ángulo obtuso con su segmento superior, aumentando su extremo propincuo y condicionando su potencia de obra.” Realización: El agente, ataja por su dentro, en real o virtual y presiona para remisar al lado hábil del paciente, ganando con la planta grados de postura. El despliegue pretende sacar de vía al arma paciente remisándola al lado hábil de este y dejando abiertas todas las líneas solares y capitales de todos los blossen. Se obrará siempre pretendiendo la mayor ganancia de compás posible, sea este transversal o trepidante, siempre ganando grados de postura y reubicando notablemente del diámetro común. De lo contrario, el libramiento del paciente generaría fácilmente una trazada y ejecución por encordado o por estocada sagita, que de no llegar a buen fin, ocuparía las líneas del centro del medio, dificultándose para el agente la posterior recuperación o apropiación del mismo. La manera más elegante de desplegar al paciente, será atajarlo en privación desde la cinta a la mano no hábil del agente, quedando una posición radial de primera, en potencia de oclusión, con una ligera angulación obtusa del rumbo de la hoja agente. Esto hará que el encordado de agente sobre el paciente sea viable, y por tanto, que el agente quede en potencia de herir sobre todas las líneas abiertas por el desplegado, gracias a poder descintar. Al desplegar a un paciente, su radio del extremo, tanto presente como potencial, se extenderá, al quedar su guardia perfilada de manera relativa, ante el desplazamiento agente. Igualmente, la planta paciente tenderá a quedar en línea, lo que aumentará su medio proporcional. Es importante entender que al desplegar, el diámetro común de la sencillez tenderá a contraerse de manera natural, debiendo ser el agente quien mantenga la dimensión de dicho diámetro, para evitar quedar expuesto con su sencillez al desplegar al paciente. Cinta: La cinta resulta ser el intercambio de asimento entre manos, sea este entre la mano hábil y la no hábil, la no hábil y la hábil, o por el cambio en la disposición, distal proximal, proximal distal, de las manos emparejadas en un asimento a dos manos. En una cinta existirá una mano emisora, que será la que inicialmente quedará armada o adelantada en el asimento a dos manos. Por otro lado, la cinta concluirá en una mano receptora, que será la que tomará el arma o la que quedará atrasada en el asimento a dos manos. La cinta puede estar actuada de varias formas: Cinta de salto: “La cinta de salto será aquella en la que en un momento del tiempo, ambas manos del tirador pierden el contacto con la guarnición.” Su uso queda circunscrito al momento en que el usuario tenga pleno control sobre las inercias de su hoja. De cualquier otra manera, la fuerzas ajenas en el arma cintada podrán dar lugar a la pérdida de control y fallo en la acción de cintar dicho arma. Idealmente, durante la cinta de salto se deberá de tener el segmento del arma agente sin potencial interacción con el segmento del arma paciente, evitando la pérdida de control del arma, posiblemente ocasionada por cualquier fuerza ajena al agente usuario que pueda intervenir e interrumpir la cinta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 604 - Puesto que desde el inicio no deberá existir agregación, la acción de la cinta de salto tenderá a crear una obra en causa libre, desde la que idealmente se podrá volver a agregar, pese a poder ser aprovechada para continuar la obra y la frase de armas sin interacción con la hoja opositora, algo que resultará considerablemente menos eficiente. Cinta de paso: “La cinta de paso será aquella en la que la mano emisora sustenta la guarnición hasta llegar a mano receptora.” La cinta de paso será la ideal cuando existan fuerzas ajenas implícitas en el arma cintada. El paso hará que el control del arma y su asimento sea propicio para el éxito de la acción, así como predispondrá y/o facilitará al usuario generar el aborto de la acción de cintar, de ser necesario. La cinta de paso podrá ser obrada tanto para la causa libre como sujeta, pues el control de la fuerza de la hoja que es cintada ofrecerá la posibilidad de sostener la agregación durante la cinta. En caso de existir una agregación, la cinta más eficiente será la de paso. Descinta: La descinta es la acción de volver a asir el arma con la mano hábil tras actuar una cinta. La descinta, será una cinta en orden inverso, así pues, existirá tanto la cinta de salto como de paso. La biomecánica de la descinta quedará condicionada únicamente por la propincuidad de rectitud de la mano emisora y receptora, que posiblemente sea invertida. O sea, que si una cinta está generada desde una mano emisora con rectitud propincua a una receptora con rectitud remota, la descinta podrá ser igual o invertida, pudiendo ser de propincua a remota o de remota a propincua. El agente usuario, durante la acción de una cinta, habrá de tener en cuenta el volumen y dimensiones del arma, evitando la interacción de esta con elementos no deseados del entorno. Esto deberá de prevenir el contacto del cabo del arma con cualquier elemento que, potencialmente, entorpezca el tránsito de esta durante el intercambio del asimento. Así mismo, ha de asegurarse el absoluto control del asimento, pues se deberá de evitar que el arma se precipite sin control, independientemente del sentido de su marcha, pues podría hacer que la hoja, figuradamente, interaccionase y generase daños indeseados, de manera incontrolada, incrementando el potencial de autoejecución. “La cinta será una acción que implicará ciertos riesgos, que se verán reducidos con la práctica y la correcta consciencia posicional del agente usuario.” Biomecánicamente, la cinta y descinta deberá ser idealmente actuada desde una mano armada emisora con su rectitud propincua a una mano armada con su rectitud remisa. Esto facilitará que ambas manos no interaccionen en el momento de transferir el asimento, pues la disposición de sus metacarpianos no será paralela. Así mismo, la cinta tenderá a generar una sutil inercia en sentido extraño, que hará más controlable la administración de la energía por la mano receptora, que en ocasiones tendrá que estar desplazándose en sentido accidental. Adicionalmente, con todo esto, se facilitará la cinta en la que la mano receptora quede empomada, pues se acortará el tránsito que el arma tendrá que realizar para llegar de la mano receptora a la emisora. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 605 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Empomar el arma y métodos para ello: Empomar el arma hace referencia a mutar el asimento llevándolo al pomo. Esto podrá tener lugar tanto manteniendo el arma en la mano hábil como cintándola a la mano no hábil. Empomar: “Acción de llevar la sencillez a un punto de la guarnición cercano al pomo.” Empomar hará que el segmento del arma se vea magnificado, reduciéndose el cabo de la misma. Por ello, el extremo potencial del usuario se verá igualmente extendido, facilitando el acceso del arma a un punto más distal, ampliando el medio proporcional del agente usuario. “Desde la perspectiva estrictamente geométrica, empomar consistirá en aumentar el segmento del arma, haciendo posible aumentar el radio del extremo.” Métodos para empomar el arma: Empomar con la proyección accidental del arma: Al empomar con la proyección accidental del arma, el segmento del arma se verá extendido al dejar pasar la guarnición por el asimento, generando movimiento, y con ello inercia y fuerza centrífuga en sentido accidental, ya sea con la acción del arma en violento, natural o reducción. Así pues, escurrirá la guarnición por los dedos de la pinza aprovechando la fuerza centrífuga, llegando la pinza a los aledaños del pomo, donde se volverá a oprimir el asimento para asegurarlo. La manera más eficiente de generar la proyección accidental, de entre todas las posibles, será por medio del movimiento violento del arma, que proferirá el mayor control posible al tránsito del asimento por la guarnición, conservando las uñas dentro con participio de abajo. Este método será ideal cuando ya se pretenda el tránsito de la cuerda del arma por una línea abierta sin agregación, pues si existe dicha agregación, se podrá desasir el arma. La proyección accidental del arma será idealmente parte de una obra ejecutiva. Así pues la extensión del extremo será funcional cuando sea generada en la preparación de un encordado o pretendiendo la estocada, en causa idealmente sujeta, con pleno control del arma paciente, en atajo virtual o real. Empomar de cinta: Empomar de cinta se basará en aprovechar la acción de una cinta a la mano no armada, para asir el arma por el pomo con la mano receptora. La propia acción de la cinta facilitará y dará lugar a la empomada por la mano inicialmente no armada, pues la entrega de la mano emisora dará lugar a esto, dejando el pomo libre. Empomar de cinta será fundamental para la obra de la empomada de cinta, pues como su nombre indica, dicho recurso se basará en dar lugar al empomado por medio de la cinta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 606 - Adelgada de cadera: La adelgada de cadera será una acción dedicada a empomar el arma con la mano armada, que se basará en hacer impactar el pomo del arma contra la cadera o muslo del lado armado, con la acción del arma en sentido extraño, exactamente siguiendo la dirección de la cuerda del arma. Al impactar con la zona proximal del fémur, sin disminuir notablemente la presión del asimento, la guarnición transitará en sentido accidental por la mano que se mueve en sentido al punto del impacto, contrayéndose y mutando el asimento hasta quedar empomado. Este método de empomar hará que la mutación del asimento sea repentina, resultando sorpresiva para el paciente. Cuando el arma agente quede ligeramente obtusa, su segmento apuntará a la mirada del paciente, esto hará que no pueda notar el desplazamiento del arma por el eje Z, y por tanto, que no advierta el movimiento accidental de esta. No obstante, el impacto con la cadera o zona femoral del agente, será un testigo identificable propio de la adelgada de cadera, dado su sonido característico. La adelgada de cadera precisará de un sutil embebido de la rectitud y contracción de la sencillez armada, lo que condicionará la obra, pues es posible que por dicha acción se pierda una agregación en los tercios débiles agente y paciente. En esencia, la adelgada de cadera dará lugar a un libramiento extraño, de manera implícita. Por tanto, será necesario recuperar la agregación y/o atajo en caso de pretender una subsiguiente obra ejecutiva segura, en causa sujeta. El paciente tendrá una complicación adicional al pretender la oclusión dinámica radial de una empomada simple, generada en base a una adelgada de cadera, pues al perderse la agregación durante la adelgada, la hoja agente queda potencialmente librada y preparada para agregar tanto por dentro como por fuera. De esta manera, la obra del encordado agente desde la adelgada será compleja de ocluir, por no poder anticiparse el lado de la agregación, y en consecuencia, tampoco la radialidad ideal a la que ocluir. La adelgada de cadera deberá ser obrada antes de generar movimiento alguno del torso o la planta, esto hará que la acción del arma sea el primer elemento a actuar, cumpliendo con la jerarquía del desplazamiento, lo que aumentará la potencia de éxito en la obra ejecutiva. Además, de esa manera se obtendrá una menor expresión de la intención agente. Adelgada de mano o pomazo: La adelgada de mano es una acción que pretende empomar la mano armada por medio de la percusión en el pomo de la guarnición, con la mano no armada en sentido accidental, pretendiendo que el cabo del arma se desplace por la mano armada llevando la sencillez y el asimento al pomo o a sus aledaños. En la adelgada de mano, no es necesario disminuir la presión del asimento sobre la guarnición, dado que será el impacto lo que hará que el arma transite. Este método de empomar el arma será menos sorpresivo que la adelgada de cadera, pues precisará de la acción evidente de la mano no armada, y con ello, de la expresión de la intención del usuario. No obstante, antes de culminar la adelgada de mano, quedará ambiguo si el usuario adelgadará o cintará, lo que retrasará levemente la previsión paciente de la acción agente, pese a alertarlo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 607 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Además, el pomazo permitirá sostener la agregación previamente generada, pues no se precisará del embebido de la rectitud. Para que este método de empomar sea eficiente, la mano no hábil deberá partir de estar apresatada y contraída al saya. Desde ahí, con mayor facilidad y eficiencia, la mano no hábil transitará en línea recta hasta el pomo, concretamente por el diámetro particular de la sencillez, donde deberá estar dicho pomo ubicado, esperando el impacto de la mano no hábil. Así mismo, esta mano deberá quedar de palma adelante, con los dedos abajo, para que la angulación de la palma asegure el contacto con el pomo de la manera más rápida y certera posible. La adelgada de mano posibilitará una empomada simple con línea en cruz al lado no armado del agente, pues dada su geometría y al no perder necesariamente la agregación, se posibilitará la proyección del peso de la masa avanzada del arma agente sobre la hoja paciente. Andar el arma: Andar el arma es el método para empomar que se lleva a cabo por medio de ir recorriendo lentamente toda la guarnición, en dirección al pomo, usando la mutación constante de la pinza y dedos del asimento. O sea, que con ayuda de los dedos, poco a poco se aumenta el segmento del arma. El método ideal y más eficiente biomecánicamente para andar el arma sobre un asimento regular a una mano, se compondrá de cuatro pasos, que se repetirán tantas veces como sea preciso para alcanzar la posición deseada. - El primero de los pasos para empomar andando el arma: será desplazar el pulgar en sentido al pomo, manteniendo la presión sobre él, ajustando la pinza del asimento. - El segundo de los pasos para empomar andando el arma: será desplazar en sentido al pomo los dedos auxiliares del asimento, generando presión sobre ellos una vez terminado la reubicación, separándose del dedo índice. De esa manera la pinza del asimento se generará entre el dedo corazón y pulgar, en una posición más cercana al pomo, dejando el dedo índice sin presión. - El tercer paso para empomar andando el arma: será reducir el dedo índice, acercarlo y dejarlo adyacente a los dedos auxiliares, que cederán la presión nuevamente al índice volviendo la pinza a generarse sobre él y el pulgar. - El cuarto paso consistirá en reorganizar el asimento, ajustándolo a la necesidad de la obra o para continuar con el andado. Este reajuste será necesario, en mayor o menor medida, dependiendo de la silueta y textura de la guarnición. Para dificultar que el paciente opositor pueda notar el andado del arma del agente usuario, será ideal que el segmento del arma quede posicionado en el plano de la visión, dando lugar con ello a que la silueta del arma se reduzca y, por tanto, no sea notable el aumento del emisor lucido de esta. Esto hará irremediablemente que el arma quede obtusa, haciendo más complejo la acción de andar el arma. Por otro lado, para facilitar el proceso de andar el arma, se podrá disponer el rumbo agudo, con la rectitud abajo igualmente aguda, haciendo que el peso TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 608 - del arma facilite la acción. Con ello habrá de tenerse en cuenta que la silueta del arma aumentará, lo que dará lugar a que el paciente opositor pueda advertir la acción y prever la posterior obra agente. Andar el arma es un proceso relativamente lento, por ello el usuario habrá de mantener la hoja a resguardo de la interacción con el opositor o, de ser imposible, tener pleno control de la agregación, evitando el desasido durante el proceso de andar el arma. Además, para aumentar la seguridad, se deberá empomar por este método desde el medio de proporción o desde el diámetro común más amplio del proporcional, pues se asegurará que dará tiempo a operar el arma de una manera eficaz. En definitiva, andar el arma, por su proceso progresivo y lento, será un recurso muy seguro, en que siempre estará asida el arma, limitándose la exposición del usuario a perder el control de la guarnición. Andar el arma no será ni deberá ser un proceso brusco, lo que permitirá hacer que el opositor no se percate de que el arma está siendo empomada. Esto jugará a favor del usuario agente, pues el paciente no advertirá la dimensión del medio ni podrá prever la amplitud del extremo agente. Todo ello permitirá la obra ejecutiva de manera sorpresivamente larga, desde un medio que no resulta ser previsto por el paciente, lo que dificulta la obra de la oclusión dinámica por parte de este. Andar el arma tiene la ventaja de que en cualquier momento de su desarrollo se podrá abortar, estando siempre el asimento preparado para actuar el arma, de una manera más o menos funcional, sin perder totalmente la operatividad del arma. El andado del arma habrá de abortarse cuando el paciente oriente su mirada a la mano armada agente, pues se podrá entender que el paciente se ha percatado del proceso, lo que dejará al agente con las desventajas y sin las virtudes de estar empomando. Empomar el arma, ya sea en la mano armada o mediante una cinta, y siendo esto llevado a cabo por cualquier método, podrá dar lugar a la obra de la empomada, que será un recurso funcional y potencialmente ejecutivo, que permitirá aumentar el extremo y el medio proporcional agente. Despomar el arma y métodos para ello: Tras empomar, podrá surgir la necesidad de reducir el asimento a su lugar original, sobre el emisor, reduciendo el segmento del arma. A esto se le llamará despomar. Despomar: “Despomar es hacer que el arma vuelva a ser asida por el emisor tras ser empomada.” “Desde un punto de vista estrictamente geométrico, despomar es reducir el segmento del arma.” Para despomar el arma habrá unos métodos que harán segura dicha acción, evitando que el usuario quede expuesto a su propia hoja. Despomar de cinta: Despomar de cinta tendrá lugar cuando la mano no hábil esté asiendo el arma, empomándola, siendo la mano emisora. Por tanto, será en la descinta que la mano hábil receptora asirá el arma por el emisor, recuperando la posición ideal para la sencillez. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 609 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Será importante que la mano no hábil y su rectitud, armada y emisora, tengan cierta inercia en sentido extraño, en el momento de la descinta. Esto hará que la rectitud hábil receptora tienda a quedar propincua en el momento de la descinta, haciendo que el segmento del arma tienda a quedar sobre el diámetro común o aledaño a este, pudiendo desarrollar su función oclusiva. Despomada obtusa: La despomada obtusa se llevará a cabo poniendo totalmente obtusa el arma empomada, con la mano armada. Una vez el arma quede obtusa, se relajará la pinza del asimento, dejando que la guarnición caiga entre los dedos del usuario, hasta que la pinza llegue al punto deseado de la guarnición, donde se volverá a oprimir la pinza y a generar el asimento deseado, volviendo al ángulo del arma necesario. Realizar la obtusa desde la rectitud de adelante o segunda dará lugar a que el arma quede en potencia de obrar en causa libre, pues al estar claramente fuera del control paciente, será obvio que podrá actuar en natural, con la amenaza que eso supone. Por tanto, la despomada obtusa generada con intención y faz de amenazar será un recurso válido para repeler brevemente a un paciente experimentado. Además, se impide al paciente atajar la hoja agente, pues al quedar el rumbo obtuso no tendrá control sobre ella. Al despomar obtuso, la mano armada que despoma tiende a una radialidad de segunda, lo que aumentará normalmente el diámetro común de la sencillez, aumentando la dimensión del medio. Habrá de tenerse cuidado, pues con algunos emisores lisos no existirán testigos o método alguno para notar el punto en que deberá quedar la pinza del asimento, y por tanto, podrá llegar a tenerse contacto con la hoja. La despomada obtusa resultará relativamente segura, no solo por la geometría generada, sino por la dinámica del arma, que siempre será idéntica si se trata del mismo instrumento, pues la energía potencial de esta será igual. O sea, que siempre que un arma queda obtusa, la energía potencial que se libera al relajar la pinza del asimento es idéntica en cualquier situación, solo dependiendo del ángulo del arma y de la fricción que genere la pinza. Esto permite que el usuario pueda acostumbrarse y familiarizarse con el movimiento del arma, pues será predecible y controlable. Arriesgada o despomada de inercia: La arriesgada es la acción que, por medio de la proyección extraña del arma, permite volver a posicionar sobre el emisor una pinza del asimento que se encuentre cercana al pomo. La acción extraña tendrá lugar con el arma idealmente recta y adelante, por encima del planto medio. Aprovechando la inercia en sentido extraño del arma, se relajará el asimento, la guarnición transitará sobre la mano del usuario y, una vez alcanzado el punto deseado, se recuperará la presión deteniendo el desplazamiento. Esta acción se llama arriesgada por la notable exposición a la autoejecución que presenta, pues exisitirá la posibilidad de que el cálculo de la acción extraña del arma no sea el exacto. En caso de haber menos inercia, el arma no transitará. Por el contrario, en caso de ser excesiva la inercia, la pinza del asimento del usuario llegará irremediablemente a la hoja, con las respectivas consecuencias lesivas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 610 - Aplicando el potencial figurado del arma, es importante que durante la arriesgada, el segmento del arma quede en la parte anterior del cuerpo del tirador usuario, evitando dejarla remisa, haciendo que en caso de fracaso de la arriesgada, la hoja quede alejada del cuerpo de este. De esta manera, en el supuesto de que el arma siga transitando en dirección al torso o planta del usuario, será la guarnición lo que haga contacto, quedando la hoja distal, evitando la exposición máxima o una lesión mayor. La arriesgada podrá ser combinada con la despomada obtusa, haciendo que el ángulo obtuso del arma, al ser extrañada, dificulte que la mano del agente pueda llegar a la hoja. Esta conjugación será un recurso idealmente usado cuando se esté profundamente familiarizado con el instrumento, pues de lo contrario, la arriesgada con su acción extraña aumentará la peligrosidad de la obtusa sin aportar ventajas notables. Desandar el arma: Desarmar el arma será el método que, por medio de mutar el asimento, desplazará el arma en la mano del usuario, acortando el segmento del arma. Al igual que andar el arma, desandarla será un proceso relativamente lento, que no será evidente para el opositor y fácilmente abortable sin restringir notablemente la operatividad del arma. En consecuencia, desandar el arma será el método más seguro para despomar sin riesgo a perder el control del arma. La técnica específica para desandar el arma será idéntica a la de andar el arma, invirtiendo el sentido y el orden de los pasos biomecánicos a seguir. - El movimiento del arma se hará reduciendo el segmento de esta, lo que hará que el asimento tienda al emisor. - Los pasos tendrán el orden alterado, quedando como primero, tercero, segundo y cuarto. De esta forma, será el pulgar el primero en actuar, tras él lo hará el índice, después los dedos auxiliares y por último, se reorganizará el asimento. Los métodos de despomar están ideados para dejar al usuario inoperativo el menor tiempo posible a causa de la acción. Así mismo, se pretende que para empomar o despomar no sea preciso usar ambas manos, salvo en el caso de la cinta o descinta. Cumpliendo con la jerarquía del desplazamiento, despomar deberá de ser llevado a cabo en el momento de la obra que sea necesario, dependiendo de la intención y caso de dicha obra. Acariciar la hoja: Acariciar la hoja es una treta destinada a tentar al paciente a deshacer una agregación, en la que el fundamento se mueve de forma constante y repetida, en ganancia y pérdida, buscando la incomodidad, ocasionando con ello un posible libramiento, y por tanto, la salida de vía de su arma y posterior reacción previsible de reducción. “Acariciar la hoja es desplazar repetidamente el fundamento por la hoja paciente, pretendiendo una reacción de este.” Esta obra tendrá éxito al estar el paciente sujeto a la sensación de incomodidad e incertidumbre generada por la agregación, a la que el agente de forma deliberada, impone ciertos impulsos de fuerzas dispares e impredecibles, haciendo entender un remesillo, un inminente encordado o el comienzo titubeante de un evidente atajo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 611 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Este recurso, usado en repetidas ocasiones inertes, predispone al paciente para ignorar el tacto de la hoja, haciendo posible para el agente un encordado simple, con la acción accidental con participio de natural hacia el paciente, que por verse repetidamente obligado a ignorar la treta ha perdido la atención en ella, lo que retrasará significativamente la reacción a cualquier trazada agregada con su hoja. “Acariciar la hoja será una treta y generada en base a una obra simple en caso inductivo.” El método geométricamente ideal para el movimiento en el acariciado de la hoja será aplicar el mismo conjunto de partículas involucradas en el libramiento, sea librando o formando, sobre una agregación de débil-débil en el principio. Esto hará posible una reacción más rápida y funcional del agente ante el intento paciente, inconsciente o premeditado, de atajar la hoja en disposición o remisarla al lado de la agregación. “Al acariciar la hoja paciente, el agente deberá usar una biomecánica propia de cualquier libramiento, pues esta será la más eficiente para la reacción ante la oportunidad que pueda surgir a su favor.” El agente que acaricia la hoja habrá de actuar su arma con mesura y precisión, pues mientras está generando el desplazamiento del fundamento por las hojas, queda impedido de poder reaccionar eficientemente con una oclusión dinámica radial ante un posible encordado paciente. “Mientras se acaricia la hoja se dificulta la obra de una oclusión dinámica radial.” ———— - 613 - Libramientos TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 615 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Generalidades de los libramientos: “Se hablará de libramiento cuando se apele a las acciones u obra simple que permite cancelar, interrumpir o evitar el control del arma agente por parte del arma paciente.” El libramiento podrá ser llevado a cabo por cuatro acciones simples distintas, aprovechando los ejes de las tres dimensiones, necesariamente en concordancia con las posibilidades biomecánicas humanas del usuario y naturaleza particular de la causa instrumental. Se dará como resultado a la existencia de cuatro acciones de libramiento, que serán: librar, formar, secar y extrañar. Cada una de estas acciones podrá ser llevada a cabo desde la rectitud de adelante o cualquier otra de las posiciones radiales de la rectitud. No obstante, la biomecánica habrá de adaptarse para coordinar el movimiento de la hoja con el de la anatomía del usuario. Un libramiento, independientemente de la geometría con la que se dé lugar a él, podrá tener varias funciones: - Romper la agregación entre las hojas. - Cancelar el control de la hoja agente con la paciente. - Evitar la coincidencia del arma agente con la paciente, durante el movimiento de estas. - Mudar la hoja agente de lado, respecto a la hoja paciente. - Asistir a una acción u obra mayor y subsiguiente. Los libramientos serán acciones simples, que principalmente permitirán a la hoja agente evitar el segmento de la hoja paciente. Para ello, cualquier libramiento precisará de que, en un momento del tiempo, los segmentos de las armas no coincidan en el espacio. Será ideal que el comienzo de la acción de cualquier libramiento comience con agregación, perdiéndola el mínimo tiempo posible durante la acción y recuperándola a la mayor brevedad posible. Esto facilitará tanto el comienzo de la acción del libramiento como la preparación de aquello que acontezca tras él. “Librar, formar, secar y extrañar serán un recursos básicos para liberar el arma agente del control del arma paciente, pudiendo ser usados para mudar el arma de flanco y para cambiar o generar una geometría concreta del medio.” Librar: “Librar será el libramiento que tendrá lugar pasando el segmento del arma agente bajo el arma paciente.” La acción de librar el arma, tradicionalmente denominada como libramiento por ser el más usual y recurrente, tiene como origen la pretensión de eximir al arma propia de la ventaja de la oposición, en fuerza y disposición, facilitando así una transferencia del control del medio. No obstante, esta acción dispositiva, facilita el posicionamiento de las armas en la configuración necesaria para la posterior obra pretendida. Se concluye, por tanto, que esta acción no siempre ha de estar ligada al origen de su nombre, de librar el arma de la presión opositora, pues al existir un componente intencional que pueda justificar el uso, la disposición pretendida no tiene necesariamente que coincidir con el dominio de fuerzas, del atajo o del centro. De esta forma se entiende que el libramiento es un recurso que puede ser usado para liberar el arma del control de la paciente, para mudar el arma de lado o para cambiar y generar una geometría nueva en la disposición de las hojas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 616 - Realización Que el paciente pretende mantener la agregación o presión virtual, por dentro o fuera, presionando la hoja agente en atajo real o virtual. El agente, que pretende disponer el medio para su causa sujeta, actuará un movimiento natural de la punta de la hoja, agudándola, seguido de una ligera remisión al lado donde esté su agregación, y una posterior reducción al ángulo obtuso en igual o menor graduación que en el momento del inicio de la acción, y con ello cambiará la disposición del fundamento respecto al interior o exterior de su paciente. Estará entonces dispuesto para la obra en la que se precise tal disposición. En el movimiento natural del arma, que comienza de uñas dentro o con participio de abajo, la hoja será proyectada a su angulación aguda por la relajación de los dígitos en un asimento dinámico y una leve y breve acción violenta de la sencillez, justo en el tiempo en que las uñas cambian a arriba con participio de adentro, acompañado también de un tímido embebido en la extensión de la rectitud. Tras ello, se generará la remisión de la guarnición a la que seguirá la hoja por inercia. Por último se reducirá el arma a la angulación deseada por medio del cambio a uñas adentro, la presión de los dígitos hacia un asimento regular, y la extensión de la rectitud al punto deseado. Librar, debido al origen de la fuerza aplicada, que normalmente estará por debajo del plano del fundamento, tiene una naturaleza final que tenderá al movimiento de la rectitud y trazada sobre el plano del ítalo, en sentido remiso. Esto da como resultado una mayor eficiencia, en la respuesta y obra posterior, que cualquier otro método de disponer la agregación en el lado deseado. “Librar será más eficiente geométricamente que cualquier otro libramiento para mantener la ubicación del plano del ítalo.” Se puede entender que el libramiento óptimamente actuado genera un movimiento de la hoja, que obtiene una oclusión de la vía a la sencillez del agente usuario, en el momento de la acción, evitando la exposición a la ejecutiva paciente durante la acción u obra agente. No obstante, en el proceso de estar llevando a cabo la acción de librar, el agente usuario queda indispuesto para realizar cualquier oclusión que no sea la propia generada con esta obra. Esto se deberá a la energía impuesta a la hoja, que dificultará el posicionamiento de la punta de la hoja agente en el punto del espacio necesario para el éxito de la oclusión a primera o tercera. “Mientras se libra, no se podrá generar una oclusión dinámica radial eficiente geométricamente.” Igualmente, en su movimiento necesario de extensión del rumbo, el libramiento tiende a perder la ventaja de fuerza respecto a la hoja opositora. Esto hace que en su fase de mayor extensión del rumbo, el libramiento genere una situación en la que el usuario agente quedará expuesto a la reubicación de la hoja por parte del opositor paciente. Librar, normalmente tendrá lugar desplazando la hoja por el eje X, no obstante, podrá ser posible independientemente de la orientación de los planos en los que se genere la agregación de las armas intervinientes. Para ello habrá de adaptarse la concepción espacial de su descripción y conjugarla con la posición de armas y rectitudes de los implicados. Por tanto, será posible librar desde cualquier rectitud, siempre que el movimiento del arma sea asistido por una mutación coherente de la afirmación. “Librar la hoja agente será una acción especialmente compleja de impedir por el paciente.” La geometría propia de la acción de librar hace que sea considerablemente difícil no exponer al paciente a la radiación lumínica del agente. Es por ello, que librar será un recurso que tendrá su aplicación en contextos en los que sea útil o indiferente exponer al paciente al fulgor del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 617 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Formar: “Formar será el libramiento que tendrá lugar pasando el segmento del arma agente sobre el arma paciente.” Al igual que librar, su origen está ligado a descargar la hoja agente de la presión ejercida por la agregación con la paciente. No obstante, es la forma de actuar esta acción la que genera el matiz diferenciador entre ambas, debido a la manera y forma en que el arma actúa. Realización Que el paciente pretende mantener la agregación o presión ya existente, por dentro o fuera. El agente, que pretende disponer el medio para su causa sujeta, actuará un movimiento violento, de guarnición y rumbo, llevando su hoja a los aledaños de una angulación recta de uñas arriba, con el único movimiento hacia la rectitud de arriba de la guarnición, cambiando leve y brevemente la rectitud a una posición más elevada y embebida, y tras ello, reducirá la hoja y rectitud a la disposición inicial. Es importante que el agente pretenda dejar su segmento del arma paralelo al segmento del arma paciente, dejando de interaccionar estos y permitiéndose así el libre movimiento remiso del arma agente, sin interferencias del paciente. Esto será ideal acompañarlo, en medios coherentes y tras recuperar la interacción en las hojas por su ángulo obtuso, de una ligera remisión al lado donde esté la agregación y con ello cambiará la disposición del fundamento, reforzando esta al reducir la rectitud a su posición inicial. Estará entonces, tal y como con un libramiento, dispuesto para la obra en la que sea necesaria tal ubicación del arma propia respecto a la ajena. La acción de embeber la rectitud, durante la trazada de la hoja en la angulación recta, tiene como objetivo reducir el extremo y evitar transitar por una rectitud extendida sobre el plano superior. Teniendo en cuenta que se está actuando una formación, y que esta tiene como común objetivo liberar de la presión en atajo de una hoja obtusa, dejaría a la rectitud y mano armada agente a merced del cateto real del paciente, pues en el momento de mantener la hoja recta y la rectitud extendida en un medio proporcional, haría que la línea obtusa del rumbo de la hoja paciente generase de forma espontánea un cateto virtual con potencia de herir. Formar generará necesariamente un movimiento violento de la sencillez del agente que forma. Esto dará lugar a que el diámetro común de la sencillez se vea extendido ligeramente, de manera proporcional al ángulo que presente la hoja del paciente. La continuación del movimiento final de la formación, hará que la rectitud del agente se mueva, de forma continua, en sentido y trayectoria natural. Para respetar el vector de inercia generado y seguido tanto por la mano armada como por la hoja, será óptima la aplicación de la formación para la disposición de obras y/o acciones que contengan la intención de llevar al agudo a la hoja paciente y/o aprovechar la rectitud de abajo. “Formar la hoja será una acción que el opositor agregado podrá impedir, generando una extensión de su extremo en sentido al rumbo de su hoja, privando a la hoja de aquel que pretenda formar.” Debido al desplazamiento del fundamento en dirección proximal de la hoja agente, este quedará en ventaja de fuerza respecto a la hoja paciente, dando la posibilidad de reubicar y/o atajar esta siempre y cuando no se quede expuesto en un medio de sombra al encordado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 618 - Formar permitirá continuar la obra con una línea en cruz, que aprovechará el vector de inercia del arma en sentido accidental con participio de natural. Esto será llamado formar la cruz y será una obra inicialmente de índole ejecutiva. Al igual que ocurre al librar, formar será posible en cualquiera de los planos que generen las armas agregadas u opositoras. De esta forma quedará a discreción del usuario entender y adaptar la acción de formar al contexto geométrico presente. Quedará, por tanto, sujeto el hecho de formar a que el usuario asista dicha acción con su cuerpo y planta, de manera coherente, para maximizar el potencial tanto de formar como de la obra subsiguiente. Formar, por las implicaciones geométricas de su movimiento, permite que el agente pueda mantener el hole de la radiación lumínica proyectado sobre el rostro de su paciente. Esto hará que el agente no tenga que irradiar necesariamente a su paciente, permitiéndose conservar ese acto al momento en que sea de mayor utilidad, quedando a su criterio. Durante la acción de formar será imposible obrar una oclusión radial, pues la inercia implícita en la hoja que forma la hará imposible de posicionar con prontitud en el circuncentro de la oclusión. Secar o libramiento secante: “Secar será el libramiento que tendrá lugar llevando el segmento del arma agente a un ángulo perpendicular con el arma paciente, perdiendo la agregación por mover el fundamento en dirección a la punta de este.” Secar es la acción agente de cambiar la ubicación del fundamento de una agregación, o de un atajo sea este real o virtual, por medio de la disposición secante de la hoja agente ante la longitud proyectada (ΓP) del arma paciente. El nombre viene dado por el concepto matemático de la “recta secante”, que será toda aquella que corte una circunferencia por dos puntos. Concepto que será adaptado al contexto concerniente, entendiendo la circunferencia como aquella extensión virtual circular de la trazada de la hoja paciente desde la pinza de su asimento, que será cortada por la disposición obtusa, o raramente aguda, de la cuerda de la hoja agente. Esto se podrá obrar con la estricta intención de generar un libramiento, y en tal caso efectivo, se llamará libramiento secante. Será posible gracias a la extensión particular del medio proporcional laserino y a su geometría asociada. Realización Que el paciente pretende sostener una agregación y atajo funcional sobre la hoja agente en un medio proporcional cualquiera, incluso en uno muy ceñido. El agente actuará su sencillez en natural, mutando el asimento de regular a exterior, extendiendo su rectitud, plegando el rumbo de su arma hasta que esta quede totalmente obtusa y perpendicular al segmento del arma paciente. Con esto se perderá la agregación de la parte distal de la hoja paciente. Tras ello, con una sutil acción remisa del arma propia al lado al que se llevar el arma, el agente reducirá su arma al ángulo del que partía, debiendo recuperar la agregación a la mayor brevedad posible una vez haya librado y ubicado su hoja en el lado deseado. A la vez, de manera complementaria, coherente y dependiente de la obra, se podrá huir el cuerpo, manteniendo estática la posición del arma en el espacio. Esto generará el contrancordado sobre la hoja paciente en dirección a su punta, quedando la hoja agente libre de la agregación y dispuesta para poder TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 619 -DE LA C AUSA P RÁCTICA generar un cambio en la cruz, de positivo a negativo o viceversa, por medio de aplicar un ligero par para facilitar el cambio del rumbo de la hoja una posición ligeramente remisa al lado donde se pretenda posicionar el fundamento o presión resultante. Corrección tangente de la secante: Esto es un fenómeno geométrico emergente que tiene lugar cuando el libramiento secante es obrado en un medio proporcional de diámetro común relativamente extenso, dentro del gradiente posible entre proporción - proporcional y respecto al medio real. Consistirá en la generar el libramiento con la disposición obtusa de la hoja, con la intención de que el tercio medio de esta quede justo en el punto en que la circunferencia virtualmente generada por la hoja paciente toque en un solo punto a la trazada agente en el momento de máxima angulación de su hoja. Para la compensación de la una clara la presión del atajo en disposición sobre la hoja agente, será precisa la reubicación de la rectitud en el plano horizontal, llevando esta ligeramente al lado sobre el que quedará la hoja, con intención de reparar y cortar a tierra la eventual trazada de reducción y facilitar el vector en trayectoria accidental que se pretende para optimizar la obra. Secar, de la misma forma en la que ocurre al librar o formar, será posible en cualquier posición del plano formado por las armas que estén interaccionando. No obstante, desde algunas rectitudes, donde los segmentos de las armas no tengan un notable paralelismo, será imprescindible la adaptación de la obra para su éxito. De esta forma, será posible secar desde cualquier rectitud posible y sobre cualquier agregación o privación existente, solo condicionado esto por la necesidad de auxiliar a la obra con la afirmación y su mutación pertinente. “La obra de un libramiento secante se dificultará notablemente desde las rectitudes radiales de primera y tercera, siendo más sencilla desde adelante y segunda.” Existirá la posibilidad de continuar la obra de un libramiento secante y apropiarse del medio emergente, como consecuencia directa de la reestructuración geométrica en el plano horizontal. Para ello, cuando un agente pretenda secar su hoja para liberarla, si le es necesario llevar el rumbo al total obtuso para poder librarla, también estará en la distancia de medio para poder encordar. Esto genera un medio en que cuando el libramiento secante tenga lugar, generando necesariamente un rumbo totalmente perpendicular al plano inferior, se podrá también obrar ejecutivamente, teniendo en cuenta que el medio podrá ser de común herida, pues la geometría dicta que ambas hojas tienen medio, luz y vía para ejecutar sobre la sencillez del contrario. Esto dará lugar a la obra de la secante ejecutiva. Secante ejecutiva: “La secante ejecutiva es una obra ejecutiva, basada en llevar a cabo un encordado justo tras la obra de un libramiento secante, apoyándose en este.” Este encordado tendrá lugar por el lado del arma paciente contrario al que inicialmente estuviese la agregación. De esta manera, si el paciente estaba generando presión sobre la hoja del agente, se verá sobrevenido por el encordado de este último. Será necesario que el encordado tenga lugar perdiendo la agregación el menor tiempo posible, evitando la reubicación del arma paciente, siendo privada por la agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 620 - Esta secante ejecutiva es una obra con cierta exposición del agente que la lleva a cabo, pues si dicha obra es prevista por el paciente, el agente quedará expuesto a la oclusión dinámica, incluso a una garatusa obrada a tiempo. Durante la obra del libramiento secante no será posible la acción agente de una oclusión radial plenamente funcional, pues lo impedirá la reducción del ángulo del arma durante el secado, así como la inercia implícita en la hoja. Libramiento extraño: “El libramiento extraño será el libramiento que tendrá lugar haciendo que el agente pierda la agregación por extender el diámetro común de la sencillez, con la acción del arma siguiendo el rumbo disto-proximal de esta.” El libramiento extraño, o extrañar el arma, será aquella acción en la que el movimiento en sentido extraño de la hoja hará a esta perder la agregación o privación de aquella que esté atajándola. Para ser concretos, la acción extraña del arma se entiende como el movimiento de esta en sentido a la parte posterior del plano vertical, concretamente manteniendo el rumbo del cabo del arma en sentido opuesto al foco. Será un requisito fundamental, para la viabilidad del libramiento extraño, que la ubicación del agente que libra esté en un diámetro común que permita sacar del medio a su sencillez y su arma. Para ello, este libramiento extraño habrá de ser actuado desde el medio proporcional de sombra del opositor, asegurando con ello que una vez se actúe en extraño, el agente que libra quedará libre de control alguno por parte de su paciente. Con un diámetro común de la sencillez relativamente estrecho, será complejo perder la agregación con la acción extraña del arma, así pues, este libramiento extraño deberá verse asistido por cualquiera de los otros libramientos posibles, aumentando o disminuyendo el ángulo del arma. Un libramiento extraño podrá ser la antesala de una reducción al recto o una oclusión paralela, teniendo en cuenta que por la naturaleza de la causa instrumental, dicha reducción será eventualmente eficiente que se obre desde la causa libre, para evitar en la mayor medida la oclusión consciente o inconsciente por parte del opositor. El libramiento extraño se podrá llevar a cabo desde las posiciones de primera, de primera para segunda, de segunda para tercera, de tercera y de cuarta para primera. - El libramiento extraño a primera y a primera para segunda se actuará embebiendo la rectitud mientras se muta la posición de las uñas abajo. Se evitará con esto que el cabo del arma interactúe con el torso del usuario. - El libramiento extraño a segunda para tercera y a tercera se actuará embebiendo la rectitud mientras se muta la posición de las uñas arriba. Se evitará con esto que el cabo del arma interactúe con el torso del usuario. Concretamente el libramiento extraño desde cuarta para primera será el que dé lugar a la acción del arma con mayor potencial de ser movida en extraño. O sea, que desde cuarta para primera, el arma se podrá extrañar más que desde ninguna otra posición radial, dando lugar al mayor plegado del rumbo posible, sin exposición notable a la autoejecución. Mientras se esté actuando un libramiento extraño, no será posible la obra de una oclusión dinámica radial por parte del mismo agente, pues esta no podrá dar lugar a una geometría funcional dada la dinámica del libramiento en cuestión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 621 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Envolver: Envolver es una obra dispositiva, consistente en tornear una hoja paciente desde uno de sus lados al otro, cambiando la rectitud, posición de la sencillez y ángulo de la hoja agente, con el propósito de librar la hoja propia del control de la opositora. “Envolver funciona como un libramiento torneando la hoja del paciente.” O sea, que un agente dispuesto con su arma a un lado de arma paciente, agregado o no, reubica su arma con su rectitud y sencillez, haciendo que el arma agente cambie progresivamente el fundamento con el arma paciente, recorriendo el perímetro de la circunferencia de la sección de esta última, de lado a lado. Esto tendrá lugar cuando, atajando la hoja paciente por uno de sus lados, con la guarnición alta o baja, de hoja coherentemente aguda u obtusa, se tornea la hoja paciente cambiando la rectitud y ángulo de la hoja al contrario, quedando la hoja paciente atajada por el lado contrario y la agente, libre y en potencia de obra. Envolver también podrá tener lugar desde y hasta las posiciones de primera o tercera, con la hoja perpendicular al diámetro común. “Para envolver, la perpendicularidad entre las hojas deberá ser notable, aumentando la interacción entre ellas y la repercusión del libramiento sobre la obra subsiguiente.” La envoltura se obrará siempre teniendo en cuenta que el movimiento del arma se generará manteniendo la punta de esta sobre el diámetro común o en sus aledaños, para ajustar la disposición final a la que llegará el arma y maximizar la continuidad de la frase de armas. “Una envoltura dará lugar siempre al cambio de orientación del plano de la cruz, en mayor o menor medida.” Cada envoltura dará lugar a la potencia de una oclusión radial que será igual en su disposición a la rectitud final a la que da lugar la envoltura. Envolver podrá tener lugar con un intervalo concreto, que será de medio o de cuarto: Al envolver de medio, la hoja del agente quedará liberada, privando a la hoja paciente al lado contrario al que esta privaba a la agente. Al envolver de cuarto, la hoja del agente queda liberada, privando la hoja del paciente en el plano perpendicular al que estaba privando. Esto es: - Si el agente envuelve de cuarto cuando esté agregando por dentro o fuera, se quedará privando por arriba o abajo. - Si el agente envuelve de cuarto cuando esté agregando por arriba o abajo, se quedará privando por arriba o abajo. Será la envoltura de medio en la que mayor implicación tendrá la técnica, y por tanto, la que mayor precisión biomecánica precisará. Envolver de medio desde el obtuso: El agente, con la hoja ligeramente obtusa y la rectitud ligeramente aguda, de uñas dentro, manteniendo la hoja paciente atajada, por dentro o fuera, tornea la hoja paciente, cambiará la rectitud al obtuso y la hoja al ángulo agudo, de uñas fuera, pasando la rectitud por el lado hábil. Quedará la hoja del paciente agregada por el lado contrario al inicial. El agente que envuelve desde el obtuso, queda en potencia de ocluir radialmente en cuarta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 622 - Envolver de medio desde el agudo: El agente, con la hoja ligeramente aguda y la rectitud ligeramente obtusa, de uñas fuera, manteniendo la hoja paciente atajada, por dentro o fuera, tornea la hoja paciente, cambiará la rectitud al agudo y la hoja al ángulo obtuso, de uñas dentro, pasando la rectitud por el lado hábil. Quedará la hoja del paciente agregada por el lado contrario al inicial. El agente que envuelve desde el agudo queda en potencia de ocluir radialmente en segunda. Envolver de medio desde el hábil: El agente, con la hoja ligeramente sobre la transversal no hábil, paralela al plano inferior y con la rectitud ligeramente remisa a su lado hábil, de uñas abajo, manteniendo la hoja paciente atajada, humillada o corneada, tornea la hoja paciente, cambiando la rectitud al lado no hábil y llevando la hoja al paralelo con la transversal hábil, de uñas arriba, pasando la rectitud por arriba o abajo, dependiendo del atajo inicial, siendo geométricamente ideal pasar por abajo, o sea por segunda. Quedará la hoja del paciente agregada por la altura contraria, sea de abajo a arriba o de arriba abajo. El agente que envuelve desde el hábil queda en potencia de ocluir radialmente en tercera. Envolver de medio desde el no hábil: El agente, con la hoja ligeramente sobre la transversal hábil, paralela al plano inferior y con la rectitud ligeramente remisa a su lado no hábil, de uñas arriba, manteniendo la hoja paciente atajada, humillada o corneada, tornea la hoja paciente, cambiará la rectitud al lado hábil y la hoja la dispondrá paralela a la transversal no hábil, de uñas abajo, pasando la rectitud por arriba o abajo, dependiendo del atajo inicial, preferiblemente por debajo. Quedará la hoja del paciente agregada por la altura contraria, sea de abajo a arriba o de arriba a abajo. El agente que envuelve desde el no hábil queda en potencia de ocluir radialmente en primera. El asimento deberá ser concordante con el ángulo formado por la rectitud, que de ser comedido, tendrá un asimento regular, mientras que si dicho ángulo es muy marcado, el asimento deberá ser exterior, para facilitar la envoltura. El hecho de envolver al arma paciente creará la oportunidad de confeccionar y llevar a cabo un atajo de manera sorpresiva e inesperada, pues se podrá generar la agregación a un lado de la hoja contrario al lado desde el que se obrará dicho atajo. Adicionalmente, tras la envoltura se podrá obrar un encordado, que ganará potencial de éxito gracias al movimiento inesperado por el paciente de la sencillez agente, lo que posibilitará que la oclusión paciente no tenga plena función. Será de ello de donde nacerá la obra del redondo. La envoltura podrá concatenarse entre sí, siendo capaz de sostener y preparar una obra posterior de un encordado o una línea en cruz, en la que se le dificultará al paciente el lado de su arma por el que el agente ejecutará. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 623 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Envoltura concatenada: “La envoltura concatenada es una obra dispositiva resultante de unir la obra de varias envolturas, que facilitará la preparación de la obra posterior, dificultando la previsión paciente.” Esta envoltura concatenada se llevará a cabo tanto manteniendo el lado de la agregación como librando entre envoltura y envoltura, haciendo que el lado del arma cambie antes de volver a envolver. La envoltura concatenada será una obra dispositiva funcional para facilitar el ceñido del medio proporcional, hasta poder generar un medio proporcionado propio. La envoltura concatenada será ideal para preparar la obra de un encordado o una línea en cruz, haciendo que el paciente no pueda prever el lado de la hoja por la que el encordado tendrá lugar, perdiendo eficiencia la posible oclusión dinámica radial paciente. En una envoltura concatenada, la sencillez deberá tener un desplazamiento radial contenido, pues será más eficiente que se conserve el rumbo extendido de la hoja. Además, al tener que concatenar acciones del arma en distintos vectores, cuanto menor sea el movimiento de la sencillez mayor eficiencia dinámica tendrá la obra. ———— - 625 - Encordado simple TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 627 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Encordado simple: Encordar, o el encordado simple, es la acción y obra ejecutiva fundamental, que resulta de una extensión del rumbo agente mientras se mantiene la agregación con la hoja paciente, pretendiendo que esta dirija a la hoja agente hasta la sencillez del paciente, generando el éxito ejecutivo. Encordado simple: “El encordado simple es la obra ejecutiva de recorrer toda la longitud de la hoja paciente, en sentido a su sencillez, sin graduar ni degraduar la agente y manteniendo la agregación.” Esta definición señala la condición ideal de la obra u acción de un encordado, no obstante, la posibilidad de llevar a cabo esto de manera absolutamente perfecta es estrictamente hipotética. El encordado es la obra ejecutiva más sencilla que se puede llevar a cabo con control de la hoja del paciente, siendo dicho control el atajo en privación más básico posible. No obstante esto hará cumplir de manera fundamental la premisa de que el agente habrá de estar protegido y con control de la hoja paciente antes del lance. “El encordado simple es la obra ejecutiva más elemental, que permitirá al unísono organizar el medio y ofender.” El encordado nace de la geometría particular de las armas láser, conjugada con la naturaleza figurada que a estas se le atribuye. Preparación del encordado: El paciente presenta una guardia activa, con su hoja dispuesta en el medio, manteniendo la agregación funcional y sostenible, quedando la sencillez de este justo al límite de la dimensión del medio proporcional del agente. El agente, preparará la obra del encordado desde un punto variable del estrato de sombra del medio proporcional. Idealmente la preparación consistirá en dar lugar a una planta transversal de medio recto, de extensión relajada, manteniendo la agregación funcional. Una vez ahí, se obrará un compás de Pitágoras, dejando al paciente sutilmente desfasado del foco, quedando el agente en una planta en línea de medio recto, con una afirmación de medio perfil y la sencillez adelante ligeramente primera, con la hoja obtusa, dando lugar al ceñido del medio y a la segura introducción del paciente en el medio proporcional agente. El agente, para maximizar el potencial de éxito de la obra del encordado, deberá de quedar con su arma agregada e idealmente obtusa, ubicada más cercana del diámetro común que el arma paciente, haciendo cuanto sea preciso para ello, pues será esto lo que deberá culminar la preparación del encordado, haciendo viable el comienzo de la obra. Es importante entender que el compás de Pitágoras con el que se podrá preparar el encordado, deberá generarse previamente a la obra del encordado, sin ser obrado justo en el momento de encordar, pues retrasará notablemente la acción del arma, reduciendo el medio proporcional del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 628 - Realización del encordado: Una vez preparado y organizado el medio, con el arma agente obtusa, ubicada más cercana al diámetro común que la paciente, así como manteniendo la agregación, el agente comenzará a generar la ejecutiva. El agente, siempre agregado, comenzará a actuar la punta de su arma en accidental con participio de natural, llevándola progresivamente a reducir su ángulo al recto. Mientras, su sencillez actúa en violento con participio de accidental, buscando quedar a la altura de su plano superior, asistiéndose esto por su cuerpo, que tumba, acercando el plano superior e ítalo y aumentando el extremo, siendo adicional que oponga la mano no hábil. Con todo esto, la punta del arma agente llegará a la sencillez paciente, guiada por la hoja de este, idealmente ejecutando sobre la parte más distal de la guarnición. Atendiendo a los detalles: La punta del arma agregada, se apoyará y guiará en la interacción física entre hojas, y así tendrá que seguir una trazada rectilínea, en dirección y sentido directo a la sencillez del paciente. Para ello, el agente hará que el fundamento de la agregación se mantenga lo más estático posible sobre su segmento del arma, mientras dicho fundamento avanza por la cuerda del opositor, en sentido a la sencillez de este. A tiempo o justo tras comenzar la acción del arma, al empezar a tumbar el cuerpo, el agente tenderá a llevar su plano superior al plano del ítalo del paciente, asistiendo con ello a la acción del arma y su sencillez, que podrán alcanzar el alineado con mayor fluidez, y así, se llegará al italado en trío, que permitirá la máxima amplitud de la obra, haciendo coincidir en un mismo plano horizontal la sencillez del paciente, la sencillez del agente y el hombro armado de este. La obra y desplazamiento anatómico deberá comenzar manteniendo el centro de masas proyectado cercano a la mediatriz de planta, pudiendo ubicarse ligeramente más adelantado durante la acción, si el contexto geométrico y dinámico lo requiere para alcanzar la sencillez del opositor. Para ello, como elemento adicional se podrá oponer la mano no hábil, que aumentará la potencia de tumbar el cuerpo manteniendo centrado el peso del agente. Como último recurso, en caso de que el extremo agente no alcance la sencillez paciente tras la obra, se podrá llevar a cabo un medio compás de avance, que permita ampliar el medio asegurando la ejecutiva sobre un paciente que no haya respondido el encordado con una oclusión dinámica radial. No obstante, este compás retrasará y condicionará la continuación de la obra si esta no tiene éxito ejecutivo. Justo en la culminación ejecutiva de un encordado, la geometría del cuerpo del tirador presentará un torso tumbado, con la rectitud armada totalmente extendida y la mano no hábil opuesta, sobre una planta relajada en línea con tracción considerable. Esto hará que, en caso de fracaso, se pueda obrar medio compás de avance recto, aumentando el extremo. Cosa que no se llevará a cabo previamente por no obtenerse ventaja geométrica alguna, y sin embargo, obtenerse desventaja dinámica, retrasando la disposición y culminación de la obra. Así pues, obrar el encordado desde una planta ya preparada, sin acción de esta, dificultará notablemente la reacción del paciente al encordado agente. “El encordado se obrará desde una planta preparada, mas sin acción de esta, disminuyendo la previsión y reacción del paciente y aumentando la velocidad con la que la masa del agente se desplaza y se culmina la geometría ejecutiva de la obra.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 629 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Es importante entender y remarcar que el encordado es la obra ejecutiva más elemental, y por ello podrá tener lugar en contextos y configuraciones muy variadas, así como se podrá conjugar con otras obras, variando notablemente la manera en la que la biomecánica agente actúa, y sin embargo, manteniendo su geometría y lógica ejecutiva fundamental. Desde el punto de vista geométrico, el encordado habrá de mantener la máxima distancia posible entre agente y paciente. Junto a esto, habrá de ofrecerle al agente un paso de ataque suficientemente grande como para otorgar la posibilidad de reaccionar ante la respuesta del paciente. De esta manera, el encordado tendrá que estar obrado manteniendo el fundamento lo más estático posible en la hoja del agente que encuerda mientras se desplaza por la hoja del paciente encordado. La mano agente deberá quedar siempre lo más alejada de la punta de su opositor durante el tránsito por la hoja real del paciente. Durante la concepción del encordado más eficiente, se creará una línea recta hipotética que unirá la punta agente con el objetivo ejecutivo y otra línea más que una la sencillez del agente con el plano del ítalo de su opositor. Serán estas líneas las que deberán ser seguidas por la punta de la hoja agente y la sencillez de este, respectivamente, para asegurar la máxima eficiencia geométrica y dinámica en la obra. “En el encordado, la punta del arma agente deberá trazar directa a la sencillez paciente, quedando idealmente coincidentes los ítalos de ambos.” Idealmente, un encordado tendrá lugar haciendo que el segmento del arma agente ocupe la línea del diámetro común y del diámetro común de la sencillez, ganando paralelismo con el plano inferior. Así se dará lugar a que el segmento del arma agente y su rectitud tiendan a reducir el ángulo de la sencillez al llano, aumentando el radio del extremo. “El encordado hará que la hoja agente ocupe el diámetro común y el diámetro común de la sencillez.” Será necesario que el encordado se obre con la dinámica más rápida que sea posible, pues en el éxito geométrico de la obra estará implícita la imposibilidad del paciente de reaccionar ante el agente. “El encordado se obrará con la máxima potencia disponible.” En un encordado eficiente, el tono del sonido producido por la fricción entre las hojas al encordar la agente sobre la paciente, será un testigo claro de la manera en la que la geometría de la agregación ha evolucionado durante la obra y acción del arma agente. Un encordado eficientemente obrado, dará lugar a un sonido de tono ininterrumpidamente creciente, con un incremento constante y logarítmico en la frecuencia del tono, que se hace más agudo conforme la hoja agente se acerca a la paciente. Esto es así por comenzar a generarse el sonido en un punto distal de ambas hojas, al comenzar la acción, tendiendo a ser más agudo dado que se estará acortando la longitud de la parte resonante de la hoja paciente. Si el tono del sonido del encordado no tiende a hacerse agudo logarítmicamente durante el desarrollo de la obra, de manera continua, querrá decir que la hoja del agente no está recorriendo eficientemente el espacio que separa su punta de la sencillez paciente. “El encordado eficientemente obrado generará un sonido con volumen notable, que tendrá un tono que se irá haciendo más agudo de manera continua.” El encordado agente, siempre será potencialmente respondido por una oclusión dinámica radial paciente, que podrá estar obrada de manera libre o condicionada por la presión del encordado. Por ello, será necesaria la dinámica agente más veloz posible, pues conforme se acrecienta la velocidad del encordado se reduce la posibilidad de que el paciente ocluya. “El agente deberá prever la posibilidad de que el paciente ocluya su encordado.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 630 - El encordado tendrá la particularidad de magnificar el paso de ataque del agente, concretamente cuando este genere una leve disposición sobre la hoja paciente en el inicio de la obra. Esto hará que conforme avanza el encordado, la fuerza impuesta al arma paciente sea la misma y se genere en un punto más proximal de su hoja, lo que acrecentará la angulación de esta en sentido de la disposición. No obstante, no se precisará hacer presión remisa sobre la hoja del paciente, más allá de la generada por la propia confluencia entre segmentos de las armas. El encordado habrá de ser precedido y sostenido por un atajo en privación, que pese a ser mínimo, asegurará la imposibilidad del paciente para actuar en causa libre sobre la sencillez del agente, así como facilitará mantener la agregación. Este atajo en privación también condicionará la posible respuesta del paciente, siendo previsible su intento de librar, que pese a tener lugar, no afectará notablemente al éxito ejecutivo agente. Igualmente, se podrá desarrollar dicho atajo en privación, llegando a generar una disposición, y con ello, la posibilidad de desviar la hoja paciente ante una potencial oclusión. Esto dará lugar a obras más complejas. “En un encordado simple, la acción natural del arma agente será óptima cuando tenga lugar sobre el diámetro común, dejando el plano vertical del fundamento alejado de dicho diámetro común, al lado en que está agregada la hoja paciente, en una distancia igual a la mitad de la sección de la hoja agente.” El encordado simple, así como en las obras que integren a este en su composición, deberá tener lugar por el lado del arma paciente en que la hoja agente quede más cercana al diámetro común. O sea, que en un encordado simple eficientemente dispuesto, el arma agente en su parcialidad o totalidad, deberá estar más cercana al diámetro común que el arma paciente. “Para llevar a cabo el eficiente encordado, el arma agente buscará quedar más cercana al diámetro común que el arma paciente.” En esencia, ubicar el arma agente más cercana que el arma del paciente al diámetro común, disminuirá la potencia de oclusión dinámica radial de dicho paciente, pues su sencillez se encontrará en un estado donde tendrá un claro límite de movimiento, que impedirá que la obra de oclusiones dinámicas radiales al mismo lado al que ya está ubicada. Adicionalmente, si el paciente pretende reducir el arma adelante u ocluir de medio, llevando su sencillez a la posición opuesta, la propia hoja del paciente llevará al éxito ejecutivo al agente, pues la sencillez paciente quedará sobre el diámetro común, ciñendo irremediablemente el medio, mientras que la hoja agente es guiada a la sencillez paciente por la propia hoja de este último. Cualquier obra que integre un encordado simple en su formación, precisa de disponer del diámetro común o de proporcionárselo durante dicha obra. Esto es así por ser necesario para el agente que la hoja paciente no entorpezca la trazada por el diámetro común de la hoja agente, pues esta será la línea de la que el agente se deberá apropiar, permitiéndose encordar cuando la mano paciente se prevea sobre dicho diámetro común. “Idealmente, el agente obrará el encordado cuando el diámetro común no esté ocupado ni pueda ocuparse con la hoja del paciente.” Por tanto: Cuando el arma paciente esté al lado no armado del agente: El agente pretenderá agregar, o librará para quedar agregado por su dentro. Durante y tras la obra del encordado, quedará el paciente por dentro del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 631 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Entre dos tiradores con la misma mano hábil, el agente deberá buscar dejar al paciente por dentro, cuando este quede a primera. Cuando el arma paciente esté al lado armado del agente: El agente pretenderá agregar, o librará para quedar agregado por su fuera. Durante y tras la obra del encordado, el paciente quedará por fuera del agente. Entre dos tiradores con la misma mano hábil, el agente deberá buscar dejar al paciente por fuera, cuando este quede a tercera. En síntesis, con agente y paciente diestros: - Si el paciente está a primera, el agente que pretenda encordar agregará y privará por dentro. - Si el paciente está a tercera, el agente que pretenda encordar agregará y privará por fuera. Para la máxima eficiencia en encordar por el diámetro común, será necesaria la preparación y organización del medio. Esto tendrá lugar gracias al desplazamiento del centro de masas proyectado del agente, con el que ubicará la sencillez paciente sobre el diámetro común, aumentando la potencia del éxito ejecutivo del encordado. “El agente pretenderá ubicar la sencillez paciente sobre el diámetro común, por medio del desplazamiento del centro de masas proyectado.” Cualquier encordado posible será idealmente sostenido por la proyección de una planta en línea, relajada, de medio recto, con intención de acometida, al ser posible desde el desfase del foco del paciente del diámetro común. Existirá un método para evitar la conclusión exitosa del encordado en el comienzo de su obra o acción. Al tener en cuenta que el encordado tiene una función eminentemente ejecutiva, será de vital importancia para el tirador ser capaz de antagonizar y/o inhabilitar la acción de dicha obra. Desviar el encordado: El encordado paciente podrá ser desviado por el agente en el comienzo de la acción accidental del arma paciente. Será necesario aplicar un breve atajo funcional en disposición, con energía como para desviar el arma paciente, entendiéndose este como un remesillo, al lado correspondiente al fundamento. Tras ello, el agente que desvía, habrá reparado la trazada de la hoja paciente, que será corregida en la dirección de su rumbo, dando lugar a que la punta paciente no pueda llegar a la sencillez agente, pues estará fuera de vía y su inercia la llevará en una dirección distinta. Para desviar el encordado paciente, el agente deberá obrar el remesillo justo cuando intuya que el paciente va a comenzar la acción accidental del arma. De obrarse el remesillo después, el arma agente no transferirá la energía suficiente al arma paciente, como para hacer que su trazada quede fuera de vía. En el caso de obrarse dicho remesillo antes de tiempo, la energía impuesta del arma agente al arma paciente no interferirá en la acción accidental de esta última. Existirá la acción del arma en sentido opuesto al encordado simple, que será llamada contrancordado y que llevará a la que el arma agente que obra pierda la agregación con la hoja del paciente, por la punta de esta. Esto tendrá lugar invirtiendo la dinámica de la obra del encordado, manteniendo la geometría de esta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 632 - Contrancordar: “Contrancordar es la acción del arma agente, que manteniendo la geometría del encordado, realiza el movimiento en sentido opuesto, hacia la punta del arma paciente.” El contrancordado será una acción derivada del encordado simple, que tendrá un uso teórico ceñido a la concepción de los libramientos, concretamente en el libramiento secante. Tipología de encordados: Existirán tres tipos de encordado según sus acciones necesarias y teniendo en cuenta los elementos que están implícitos: Encordado natural: El encordado natural es aquel dado por la disposición de un vector, generado tanto por el movimiento par y lineal de la hoja como por el tránsito del agente por el medio, que permita la libre graduación sobre la hoja paciente. Este será el resultado de la aplicación de fuerza par y lineal al arma. El encordado natural resulta ser el más común, pues su obra es la más rápida de llevar a cabo. Además su acción es propensa a ser modificada con cierta facilidad, tanto en trazada como en poder ser detenida a voluntad. El encordado natural agente hace que la oclusión dinámica radial paciente tenga un mayor potencial ejecutivo, pues está implícito el movimiento, normalmente accidental, de la sencillez de aquel que encuerda. Por tanto, el agente que encuerda puede verse ocluido dinámicamente y ser él mismo quien se ejecute contra la hoja paciente oclusora. Encordado de fuga: El encordado de fuga es aquel que tiene lugar con la liberación de la energía potencial que se genera en la agregación, al resistir el agente un atajo en disposición por parte del paciente. Una vez el paciente que pretende disponer quede haciendo presión, normalmente natural, sobre el arma de un agente que resiste, este último encordará en sentido violento, de uñas arriba, con la energía de ambas armas en sentido a la sencillez del que pretendía el atajo. Este tipo de encordado conforma una obra ejecutiva, basada en el encordado agente, normalmente en sentido violento, tras resistir un intento de atajo en disposición por parte del paciente, habitualmente en natural o con un claro participio de ello. El encordado de fuga tendrá típicamente un sentido violento al ser el sentido en que más energía se acumula, pues el atajo paciente que pretende humillar la hoja agente es el que más energía contiene, dado su sentido natural. Encordado de angulación: El encordado de angulación es aquel generado estrictamente por el movimiento del arma que aumente o decrezca el ángulo mostrado en ella, ya sea en el plano vertical, horizontal o en el participio de ambos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 633 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Por tanto, el encordado de angulación es aquel que tiene lugar con la mera aplicación de fuerza par, sin que se genere el movimiento notable del eje de la sencillez. Así pues, para el éxito será preciso que el diámetro común de la sencillez, en el momento de encordar de angulación, sea igual o menor que el segmento del arma agente. Por ende, también es aquel que precisará para ser inhabilitado de una oclusión que sea continuada para resultar ejecutiva, pues de lo contrario, el extremo del paciente que ocluya no alcanzará con seguridad la sencillez del agente que encuerda. El encordado de angulación será típico y funcional al obrar un encordado en caso interruptivo, cuando el agente tenga que actuar ante un intento de encordado paciente. Además, el encordado obrado desde su distancia ideal en que únicamente tenga lugar la angulación, tendrá posible carga semántica del caso vocativo, haciendo que el paciente extienda el medio. Encordado de tránsito: El generado por el estricto movimiento del agente o del arma, mientras se mantiene el ángulo de esta. Este encordado es aquel que es actuado con la única aplicación de fuerza lineal sobre el arma. Este encordado dará lugar a la obra reactiva más rápida, perdiendo un considerable potencial ejecutivo, que puede ser compensado por una mayor facilidad para divertir los intentos de desviar el encordado. El encordado de tránsito será un recurso a tener en cuenta cuando se pretenda el encordado en caso inductivo, pues quedará disponible la sencillez agente para proveer de movimiento al arma, ante la reubicación de la sencillez paciente. El encordado según sus casos: El encordado, como obra elemental inicialmente ejecutiva, será propenso a ser usado con distintos casos semánticos, pues por su elegancia geométrica y dinámica, resultará un recurso funcional y eficiente para distintos propósitos. Así pues, con escasas modificaciones, se podrá obtener una amplia variedad de usos para esta obra, más allá de su intención original ejecutiva. Encordado en caso efectivo: El encordado en caso efectivo resultará ser ejecutivo, y su obra se ceñirá a llevarse a cabo en el contexto ideal para ello. Encordado en caso inductivo: El encordado agente tendrá el potencial de hacer que el paciente recurra a la oclusión dinámica radial para responder. Esto hará que el encordado que esté obrado en caso inductivo tenga la capacidad de ubicar la sencillez paciente al lado contrario de donde está la hoja agente en la agregación. Es importante entender que la inducción habrá de llevarse a cabo sobre un paciente que tenga en su repertorio la oclusión dinámica radial, así como tenga interiorizada la respuesta con este recurso, pues de lo contrario no obrará como el agente pretende, siendo nula o ineficiente la inducción. El encordado en caso inductivo dará lugar a obras como la falaciata. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 634 - Encordado en caso vocativo: El encordado en caso vocativo podrá hacer que la dimensión del medio se extienda o contraiga, tanto por hacer que cambie la ubicación de la sencillez del paciente como por hacer que este desplace su centro de masas, estrechando o extendiendo el diámetro común. Para esto será necesario obrar un encordado desde un medio dependiente del propósito vocativo del agente, de acercar o alejar al paciente. - Para estrechar el medio con un encordado en caso vocativo: Para estrechar el medio con un encordado en caso vocativo, se podrá obrar haciendo que el paciente crea que el fracaso del encordado agente deja a este en una desventaja geométrica o dinámica. Para ello el agente obrará el encordado desde un medio con un diámetro común o un diámetro común de la sencillez mayor al que es necesario para el éxito. Así el paciente tenderá a ceñir el medio aprovechando la oportunidad, que entiende a su favor. Idealmente el agente deberá de aprovechar las virtudes de la guardia de Fabris en ese medio emergente. - Para extender el medio con un encordado en caso vocativo: Para extender el medio con un encordado en caso vocativo, se obrará el encordado desde un diámetro común justo para su éxito, pretendiendo el encordado únicamente con el ángulo del arma y con una dinámica notablemente potente. Esto hará que un paciente experimentado entienda que de añadirse la acción de la sencillez, rectitud y/o torso, podría haber sido ejecutado, y con ello, tenderá a extender el medio para evitar la recurrencia del agente, donde ya podría tener éxito. En definitiva, el agente avisa del potencial que posee contra el paciente, por medio de la obra de un encordado. Cuando el paciente no esté suficientemente experimentado, se podrá usar un encordado obrado igual que si se pretendiese su caso inductivo, pues el paciente poco versado responderá a él con el extraño del arma, aumentando el diámetro común de la sencillez y con ello extendiendo el medio. Encordado en caso interruptivo: El encordado agente en caso interruptivo tendrá el potencial de detener cualquier obra que se pretenda preparar, si dicho encordado es obrado ubicando la hoja agente agregada en una ubicación más cercana al diámetro común que la hoja paciente. O sea, que la preparación de la obra paciente se detendrá o se dificultará si el paciente nota como el diámetro común es propiedad del agente, por medio de la obra de un encordado de este que lo muestre explícitamente. Será posible interrumpir cualquier obra en la que la agregación esté presente, no obstante, la interrupción de unas obras será más eficiente que otras, dependiendo de las necesidades de la geometría y los vectores del movimiento del arma paciente. Las obras que más eficientemente serán de interrumpir por un encordado interruptivo serán: la preparación de un encordado o una línea en cruz, la primera fase de una garatusa y el comienzo de un redondo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 635 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Encordado en caso prospectivo: El encordado agente en caso prospectivo posibilitará la medición de la capacidad predictiva, reactiva y el potencial de movimiento del paciente. Este encordado prospectivo deberá tener lugar desde un medio ligeramente más amplio que el ideal, siendo así capaz el agente de evitar las consecuencias potencialmente ejecutivas de la oclusión dinámica radial que el paciente puede llevar a cabo. El encordado prospectivo ofrecerá información sobre el grado de experiencia del paciente: - Si un paciente reacciona sin una oclusión eficiente o funcional, el paciente tendrá una experiencia o capacidad reactiva por debajo de lo eficiente, o la estará fingiendo. - Si el paciente obra una oclusión dinámica radial con eficiencia, el paciente posee una capacidad notable para obrar la respuesta, poseyendo experiencia suficiente para resultar peligroso ante la obra del agente. - Si el paciente comprende que el medio desde el que obra el agente es mayor a lo ideal para la viabilidad de la obra del encordado, dicho paciente ni tan siquiera actuará. Esto será así por no entender la necesidad de reaccionar al saber que no existe peligro de ser ejecutado. Por tanto, este paciente poseerá una capacidad de predicción notable, así como sobresaliente control del medio y las condiciones geométricas de este. Encordado en caso vacuo: El encordado en caso vacuo, como su caso indica, no tendrá contenido semántico alguno, lo que lo deja restringido a la práctica de esta obra, sin pretensión alguna sobre un opositor. ———— - 637 - Oclusión TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 639 -DE LA C AUSA P RÁCTICA El fenómeno de la oclusión: Figuradamente, la hoja o haz de un arma láser podrá sublimar cualquier elemento que interaccione con ella, por tanto, el mero contacto tendrá potencial lesivo sin necesaria aplicación de fuerza cinética alguna por parte del usuario. Esta característica, propia y particular del arma láser, dará lugar al fenómeno de la oclusión. El fenómeno de la oclusión: “El fenómeno de la oclusión es la amenaza generada por el potencial ejecutivo figurado de un arma láser ignita, con la mera ubicación de la hoja en el espacio.” Este fenómeno hace que la sola presentación de una geometría gane valor y potencial de de herir, siendo posible con las armas láser reducir a la mínima expresión la dinámica que ha de estar necesariamente implícita en toda obra. Al existir explotación consciente del fenómeno de la oclusión, la geometría del medio quedará condicionada para agente y paciente, pues ambos deberán evitar la exposición a la oclusión de la hoja propia y opositora. De esta manera, la disposición de la hoja agente en el medio, evitará que el paciente pueda transitar con su anatomía o cualquier elemento vulnerable por el espacio ocupado por la hoja agente. A este aprovechamiento del fenómeno se le llama oclusión, siendo un rasgo propio y único de las armas láser, debido a su naturaleza figurada. Oclusión: “Será llamada oclusión a la aplicación del fenómeno de la oclusión para el control de la anatomía o guarnición del paciente, por la disposición de la hoja agente.” Las oclusiones son cada una de las disposiciones antagónicas de un arma en el medio, que teniendo en cuenta la rectitud y el rumbo de esta, al margen de la extensión, generan el potencial reparo y obstrucción del tránsito o de una trazada paciente, por medio de la amenaza a su anatomía o parte vulnerable, permitiendo el mantenimiento y control del centro del medio por parte del agente, quedando la hoja de este último en potencia de herir y/u obrar. “La oclusión buscará el control de la anatomía o guarnición paciente.” Se pueden entender que la oclusión resultará un elemento fundamental para la protección del agente, dado que este no dispondrá de elemento físico alguno para salvaguardarlo de la hoja de su paciente. “El fenómeno de la oclusión, aprovechado de manera geométricamente coherente, posibilitará la protección del usuario.” La oclusión siempre formará parte de una guardia activa que pretenda proteger al usuario con su arma, aumentando el potencial antagonista del agente, así como minimizando las vías por las que el opositor pueda concebir o disponer su obra, facilitando la previsión de esta. Las distintas posiciones y acciones del arma, darán como resultado distintos aprovechamientos del fenómeno de la oclusión u oclusiones. Cuando el arma oclusora esté estática y/u obrando antes de tiempo, la oclusión configurará parte de la afirmación que constituirá la presentación de una guardia estable o pulsada, obteniendo una configuración geométrica óptima para la intención agente o perteneciendo a una posta respondida a la obra prevista paciente. “Una guardia agente eficiente habrá de valerse del fenómeno de la oclusión para dificultar, antagonizar y prever la obra del paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 640 - La oclusión será la expresión más fundamental de semántica dispositiva, dando lugar a acciones y obras vivas y plenamente operativas en potencia de herir, que poseerán una naturaleza recursiva marcada. Igualmente, será el producto de la coherencia sintáctica de distintas acciones y obras básicas. “La oclusión será el recurso dispositivo más elemental, teniendo el mayor potencial para la apropiación o transferencia del medio.” Cuando el agente esté valiéndose de la oclusión para concebir o llevar a cabo su obra, se forzará al opositor ocluido a tener que interactuar mediante su hoja sobre la hoja agente oclusora, para evitar la oclusión de una parte del espacio por la que pretenda transitar, generando con ello un medio en el que es preciso el debate para su apropiación. “El proporcional será medio donde mayor aprovechamiento de la oclusión existirá.” El aprovechamiento del fenómeno de la oclusión para la ejecutiva poseerá un valor filosófico sublime, al ser el paciente quien queda expuesto al potencial lesivo de la actitud dispositiva agente, sin necesidad de que este último actúe su arma para generar la obra ejecutiva. Con ello, se eximirá al agente de responsabilidad ante la baja paciente, pues no ha existido obra explícita para ello. El agente que ocluye únicamente ha generado la desventaja del paciente, quien obrando desde ella se ha procurado su fracaso. “La oclusión posibilitará el éxito ejecutivo sin la necesidad de ser explícito en dicha intención.” En esencia, el agente, cuando ocluye, no está obrando ejecutivamente sobre el paciente, pues tan solo dispone su arma en el espacio de manera que el paciente esté en una desventaja geométrica. Sin embargo, es el paciente quien con su desmedida e inconsciente pretensión de obra, queda expuesto al potencial oclusivo del arma agente oclusora, que está dispuesta en un lugar del espacio por donde transitará la anatomía o guarnición del paciente ocluido. “Al ocluir, será mayor la exposición a la ejecutiva del agente oclusor conforme aumente la intención ejecutiva del paciente ocluido.” Por ende, se puede ver que existe una relación clara entre la potencia ejecutiva de la oclusión y la intención ejecutiva del paciente, haciendo que esté último quede más expuesto a su lesión conforme aumente o sostenga la pretensión ejecutiva sobre un agente que le ocluye. “La oclusión será un recurso dispositivo elegante, pues con la mera disposición de la hoja agente se expondrá al paciente a ser ejecutado.” Una expresión fundamental de la oclusión será esa en la que la hoja agente esté en la línea del diámetro común de la sencillez. Esto hará que, si el paciente pretende la herida en el agente, quede amenazado en su sencillez, así como dará lugar a la potencia de común herida. Por tanto, el paciente no podrá obrar ejecutiva y directamente sobre la sencillez agente, así como tampoco podrá estrechar el diámetro común de la sencillez libremente, pues su sencillez será amenazada por el extremo del agente. “Una oclusión elemental será aquella que disponga la hoja agente sobre el diámetro común de la sencillez, que dificultará o impedirá el ceñido de dicho diámetro por parte del paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 641 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La oclusión como elemento de la obra: “La oclusión será una obra dispositiva con potencial ejecutivo, generada con el aprovechamiento del fenómeno de la oclusión, por parte de un agente oclusor en contra de su paciente ocluido.” Aprovechando el fenómeno de la oclusión para presentar una guardia eficiente y obrar, se dará lugar a distintas implementaciones de dicho fenómeno. “Con la pretensión de hacer más elegante el lenguaje, se hablará sencillamente de “oclusión” cuando dicho fenómeno esté siendo aplicado.” Cuando la naturaleza figurada de las armas láser es aplicada a su geometría particular, resulta en que la mano armada del usuario es un elemento de superlativa vulnerabilidad. Así pues, se precisará del uso de la oclusión para proteger dicha mano, siendo este el único recurso plenamente funcional para ello. “La oclusión será el recurso que mantendrá segura la mano armada del tirador.” El arma agente tendrá que proteger al usuario aprovechando el fenómeno de la oclusión, como parte geométrica de la obra, definiendo la ubicación de la hoja en el espacio para que la sencillez del agente quede defendida geométricamente ante la obra posible del paciente. Así mismo, el arma agente hacer uso de una dinámica, o sea, un movimiento en el espacio para poder producir la geometría necesaria que dé lugar al fenómeno de la oclusión, haciéndolo funcional, adaptándolo a la geometría que use el paciente. De esta forma se puede entender que en la obra de una oclusión siempre será necesarios la concepción de una geometría y el uso de una dinámica que dé lugar a ella. - El fenómeno de la oclusión condicionará la geometría de aquella obra en la que se esté o se vaya a hacer uso de ello. - El fenómeno de la oclusión será dependiente de la dinámica con la que se dé lugar a él, condicionando los movimientos y acciones para ello. “La oclusión y la reacción serán los recursos que defenderán la mano armada del agente ante su paciente.” Para la correcta diferenciación, teórica y comunicativa, entre la referencia a la posición de la sencillez o a la oclusión dinámica, será usada “a” para hacer mención a estas últimas la palabra, dando a entender que la sencillez atiende “a” la oclusión. Ejemplos de la terminología: A primera: Que un tirador con su rectitud en cualquier posición, ocluye desde ella llevando la sencillez a su lado hábil. En primera a tercera: Que un tirador, presentando una sencillez a su lado hábil, ocluye desde ella llevando la sencillez a su no hábil y dejando el rumbo de la hoja paralela a la transversal hábil, con el tercio débil de esta sobre el diámetro común. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 642 - En segunda para tercera a cuarta para primera: Que un tirador, presentando una sencillez al lado no hábil baja, ocluye una hoja en dirección a su mano, mutando su sencillez a su lado hábil por encima del plano superior, con un movimiento de reducción con participio de violento, dejando el rumbo recto, paralelo al diámetro común y las uñas fuera. La oclusión respecto a su dinámica: Existirán dos tipos de oclusiones teniendo en cuenta la dinámica de la obra o defecto de ella por parte de aquel que ocluye, llamado “oclusor”, y en dirección a aquel que recibe la oclusión llamado “ocluido”. Oclusión estática: “La oclusión estática es aquella oclusión generada por parte del agente oclusor únicamente con la disposición del arma y presentación de la guardia, sin movimiento o acción de este.” La oclusión estática hará referencia a la defensa y sombra que una guardia obtiene una vez presentada de forma coherente y perfectamente antagonista. Así pues, la potencia dispositiva, eventualmente ejecutiva, de la obra de una oclusión estática será dependiente de la dinámica generada por el paciente opositor, pues serán sus propias acciones aquellas que lo expondrán al potencial lesivo del arma agente, que queda estática en el espacio. “Una oclusión estática es aquello que genera el fenómeno de la oclusión con la mera existencia de una geometría, carente de dinámica por parte del usuario, dependiente de la dinámica del opositor.” Por tanto, dependiendo de la geometría generada por el agente, la oclusión estática le otorgará la posibilidad de disponer un antagonismo que invalide una acción u obra paciente, ya sea la obvia desde la guardia de este o la más eficiente que la geometría le pueda permitir. “La oclusión estática, sin disponer de movimiento agente, podrá dar lugar al potencial pleno de una obra.” Así pues, se entenderá que la oclusión estática será producto de la disposición antagónica en geometría del arma agente a la guardia presentada por el paciente. La oclusión estática dará lugar a una geometría concreta, dependiendo su potencial oclusivo de la dinámica generada por el paciente, para de esa forma, generar el fenómeno de la oclusión. “La oclusión estática podrá resultar ser un obra cuando la geometría y propósito del agente que ocluye se unan a la dinámica del paciente ocluido.” Oclusión dinámica: “La oclusión dinámica es aquella oclusión generada, como obra, por la reubicación del arma del oclusor para interponerse en el tránsito de cuerpo o arma de su opositor ocluido.” La oclusión dinámica sumará la dinámica a la geometría y el caso, convirtiéndose en una obra, pues tendrá todos los elementos que la componen. Tal y como su nombre indica, para que la oclusión dinámica pueda hacer su función, dependerá directamente de la dinámica del aquel que ocluye, pues sin esta, la oclusión quedará estática y no generará potencial dispositivo o ejecutivo, pleno. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 643 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La oclusión dinámica precisa de la dinámica agente, por tanto, será comprendida como una obra en sí misma, sin necesaria interacción de la dinámica paciente. “La oclusión dinámica es la obra dispositiva con potencial ejecutivo, basada en una mutación en la rectitud y rumbo de la hoja agente, para evitar el éxito de la acción ejecutiva del paciente, exponiendo a este último a la ejecución si mantiene la dinámica.” Oclusiones respecto a su geometría: Las oclusiones, tanto estáticas como dinámicas, dependerán de una geometría concreta, que será aquella que configure la posición que adopte en el espacio el arma agente que ocluye. Así pues, pese a seguir igualmente favoreciendo el pleno control del medio, las oclusiones pueden estar actuadas de dos formas distintas, respecto a su geometría: Oclusión radial: La oclusión radial es aquella oclusión que es obrada desde y/o hasta una rectitud radial, obteniendo un rumbo con la punta sobre el diámetro común y aledaño al plano del ítalo paciente, llamado circuncentro. Oclusión paralela: La oclusión paralela es aquella oclusión que es obrada desde y/o hasta una rectitud radial, obteniendo un rumbo paralelo al diámetro común o línea recta y al plano inferior. La oclusión generará una necesaria e irremediable angulación, con un ángulo fiel mínimo y uno de ataque considerable, en la hoja del oclusor frente a la hoja del ocluido. Será por ello que habrá de dominarse la obra de la oclusión dinámica para no ceder la geometría de la hoja al paciente y disponer el arma propia para la obra sobre la opositora. “La oclusión siempre precisará de un ángulo fiel reducido y de ataque marcado para evitar la común herida.” Parte del potencial de la obra de la oclusión es debido a la capacidad de convertir un posible medio de común herida y generar un medio proporcionado apropiado, gracias a la angulación y triangulación ejecutiva que se genera con la obra propia de la oclusión por parte del agente oclusor. “La oclusión como obra estática, necesita la intención y acción ejecutiva subyacente con sentido accidental de la hoja paciente, para que la geometría tenga coherencia.” Teniendo en cuenta que cuerpo y sencillez del agente son dos elementos diferenciados, surge la necesidad de obrar la triangulación tanto con la posición del cuerpo y su centro de masas sobre el plano inferior, como con la ubicación de la sencillez. De esta manera. la oclusión, tenida en cuenta desde su fundamento geométrico, aporta transversalidad a la disposición de la sencillez agente oclusor respecto a del paciente ocluido, ganando la consiguiente ventaja geométrica en cualquiera de los planos en lo que esto surja, e indistintamente de la ubicación de los tiradores. No se debe confundir el atajo con la oclusión de una determinada trazada, pues dicho atajo puede ser generado con o sin agregación sobre cualquier tercio de la hoja, y para ser optimo, se deberá de modificar o impedir el vector de inercia de la hoja reparada a voluntad del agente, sin llegar a cortar perpendicularmente su trayectoria anteriormente descrita. En el atajo, ambas hojas estarán parcialmente estáticas en relación angular la una con la otra, lo que dejará en desventaja evidente al agente que pretenda ocluir sobre un atajo paciente, que se expondría al encordado instintivo, intencional o casual por parte del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 644 - Fases de la oclusión y su organización temporal: Durante la obra de la oclusión existirán tres fases particulares en los que dicha obra evolucionará, siendo necesaria la comprensión de cada una para que la obra sea coherente con lo observado, con lo pretendido y con el contexto emergente de su éxito o fracaso. Primera fase de la oclusión - Oclusión pretendida: La fase de la oclusión pretendida hace referencia a la concepción y preparación de esta, donde el agente y pretendido oclusor dispone su arma, cuerpo y mente, en alerta ante la posibilidad de tener que ocluir dinámicamente, respondiendo con ello una acción u obra ejecutiva agente. La oclusión en su fase de ser pretendida, habrá de ser nutrida por la expectación del oclusor, pues será ante la acción del potencialmente ocluido ante lo que habrá de actuarse con diligencia y precisión. Será la oclusión pretendida aquella que esté siendo preparada, tanto el plano mental como en el físico. Por tanto, cuando exista expresión de tal preparación, el paciente potencialmente ocluido, ya estará parcialmente bajo los efectos y prevenido de la oclusión que acontecerá. De esta manera, la oclusión pretendida poseerá potencial disuasorio, pues permitirá hacer entender al paciente que el agente está dispuesto a obrar en contra. “La oclusión pretendida es aquella que está prevista sin ser necesariamente explícita.” Segunda fase de la oclusión - Oclusión actuada: La oclusión en su fase actuada será aquella que ya está siendo llevada a cabo, generándose el movimiento preciso ya sea por parte del agente oclusor o por parte del paciente ocluido. Será durante este momento donde la oclusión quedará más propensa a ser alterada, inhabilitada o malograda por parte de la hoja opositora, pues la perturbación del vector de inercia hará que la disposición de la hoja no sea precisa, y por tanto, plenamente eficaz. La oclusión, mientras esté siendo actuada, habrá de dejar a la hoja oclusora con la mínima interacción de fuerza posible con la hoja ocluida. De esta manera, se asegurará la libre trazada de la hoja oclusora, permitiéndole el posicionamiento optimo, y por tanto, la perfecta configuración de la geometría, una vez sea culminada. Los libramientos de la hoja agente oclusor del atajo paciente, como librar, formar o secar, inhabilitan la posibilidad de ocluir mientras están siendo llevados a cabo. Esto se debe a que las inercias impuestas al arma agente, necesarias para librarla del control del paciente, hacen superlativa la dificultad de ocluir con pleno potencial ejecutivo, dando lugar a una obra torpe en la que el oclusor queda expuesto a la ejecutiva del opositor. “La oclusión actuada es aquella que está siendo obrada, sin haber terminado ni estar cumpliendo totalmente con su cometido geométrico.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 645 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Tercera fase de la oclusión - Oclusión culminada: La oclusión en su fase culminada es aquella que ya tiene su naturaleza oclusiva definida. Por tanto, será aquella que esté en la disposición pretendida por el oclusor, o la que genere una oclusión conveniente y coherente de igual manera. Las oclusiones estáticas que estén cumpliendo su función, serán consideraras culminaras, ya sean estas pertenecientes a una guardia o a una disposición antagónica de la hoja agente respecto al paciente. “La oclusión culminada es aquella que está cumpliendo su función oclusiva en el presente, teniendo su geometría totalmente configurada.” Si se tiene como referencia la obra del paciente, la oclusión podrá ser actuada en distintos momentos con respecto a ella. Esto determinará las necesidades, las particularidades y naturaleza de la oclusión, haciendo así posible el éxito de una intención u otra, dependiendo el momento, y haciendo posible que una misma oclusión con una misma geometría obtenga productos distintos variando el momento de su obra. - Oclusión actuada antes de tiempo: La oclusión actuada antes de tiempo hará referencia a aquella que se obre previa a la acción paciente. Esta oclusión actuada antes de tiempo tendrá como función prevenir la obra paciente, sin estar actuando sobre ella, sino sobre su intención original o caso. - Oclusión actuada a tiempo: La oclusión, será normalmente actuada durante la obra del paciente. Esto dará lugar a que la oclusión del agente no pueda ser respondida, reparada o atajada, y con ello, se ayudará a su éxito dispositivo, y a su potencialmente posterior éxito ejecutivo. - Oclusión actuada a tras tiempo: La oclusión a tras tiempo será aquella llevada a cabo sobre una geometría que el paciente ya ha dispuesto o culminado. Esto tendrá un potencial estrictamente preventivo, pues se generará una cierta recursividad en dicha oclusión actuada a tras tiempo. De esta manera, una oclusión a tras tiempo, que conserve su potencial dispositivo, será similar a actuar una oclusión antes de tiempo ante una obra futura. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 646 - Circuncentro de la oclusión: “El circuncentro de la oclusión es el punto alrededor del cual se genera el movimiento en una oclusión dinámica.” La oclusión tendrá la sencillez de la rectitud agente dispuesta adelante como circuncentro del que partirá el posicionamiento radial, quedando así adyacentes cada una de las rectitudes posibles, en su configuración de sencillez, extensión y rumbo, con posibilidad de obrar una oclusión. “El circuncentro de la oclusión tenderá a estar justo sobre la línea del diámetro común.” Entendiendo esto, se vislumbra que el movimiento sobre el plano inferior del centro de masas proyectado, asiste al desplazamiento por el espacio del circuncentro de la oclusión, lo que permitirá proveerle de una intención ejecutiva proactiva ante la actitud pasiva del paciente. “El agente deberá ubicar el circuncentro de su potencial oclusión en el punto del espacio que le sea más eficiente.” No obstante, existirán limitaciones propias de la envergadura del agente, de la geometría de su rectitud y de la anatomía acral. Las cuales se verán reducidas por una correcta y coherente disposición de la rectitud que permita la potencial oclusión sin limitar la disposición de esta. Intervalos de oclusión: Los intervalos de oclusión son medidas para delimitar el tránsito existente entre dos posiciones radiales de una sencillez, que en el caso de las oclusiones, es un aspecto crucial para la comprensión de la exposición técnica durante la obra. “Los intervalos de la oclusión hacen referencia al movimiento de la sencillez cuando una oclusión dinámica es obrada.” Entre otras conclusiones posibles acerca de la configuración geométrica de dichos tránsitos, se puede encontrar la proporción del ángulo de ataque ejecutivo. Este dará lugar a la comprensión de la transversalidad entre la trazada de la hoja agente y la paciente. Así pues, se entenderá lo lejana o cercana que quedará la mano agente, respecto a la hoja paciente, cuando este primero obre una oclusión con éxito ejecutivo. Existirán dos tipos de oclusión según su tránsito en torno a las rectitudes sencillas desde las que se obrarán. Los nombres hacen referencia al recorrido por una circunferencia que debe transitar la sencillez para llegar a su destino desde donde tendrá lugar la oclusión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 647 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Oclusión de cuarto: La oclusión de cuarto hace referencia a aquella que es obrada desde una sencillez radial a otra que se separe tan solo un número de sencillez, y que por tanto, cambia el eje del rumbo de la hoja. De primera a segunda De segunda a tercera De tercera a cuarta De cuarta a primera De adelante a cualquier rectitud radial. De cualquier rectitud radial a adelante. Con sus posibles participios coherentes, respetando el intervalo numérico. Oclusión de mitad o medio: La oclusión de mitad es aquella que se obra desde una sencillez radial a la posición contraria, haciendo un intervalo de dos números entre sí. Lo que dará como resultado el mantenimiento del eje del rumbo mas con la angulación de este invertida, además de la posible ejecución o supresión de tajo de torneo. De primera a tercera De segunda a cuarta De tercera a primera De cuarta a segunda Con sus posibles participios coherentes, respetando el intervalo numérico. La oclusión se podrá obrar como oclusión de mitad o medio pasando por la rectitud de adelante o por la posición radial de la sencillez que quede en la mitad de la posición inicial y final. O sea, que se podrá obrar de primera a tercera pasando por adelante, por segunda o por cuarta. Esto tendrá como aplicación el hecho de evitar la hoja paciente tras la invasión de esta al medio particular del agente. Cada vez que se realiza una oclusión radial, si se mantiene la agregación, el fundamento de esta cambiará su ubicación sobre la hoja ocluida, respondiendo dicho cambio al mismo intervalo de la oclusión. O sea, que cuando la sencillez agente realiza un intervalo de cuarto, el fundamento se desplaza aproximadamente 90º por la circunferencia de la sección de la hoja ocluida agregada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 648 - Asimentos de la oclusión radial: Teniendo en cuenta que el proporcional será el medio en que la oclusión obtendrá el mayor potencial, habrá de entenderse que el asimento a una mano será el más efectivo, no solo por su ligadura en el medio proporcional, sino por su facilidad de movimiento, reubicación y mutación de las rectitudes sencillas. Además, asiendo a una mano, la hoja propia dará sombra, parcial o totalmente a la mano y brazo armado del agente. No obstante, desde la guardia breve se podrá obrar la oclusión manteniendo el asimento emparejado, haciendo uso de las posiciones radiales teniendo en cuenta la mano adelantada del asimento. A dos manos, siempre mostrará una porción de los brazos, que sobresaldrá de la geometría defensiva que otorgue la hoja dispuesta en el medio. De esta manera, el medio tendrá una dimensión más reducida pues el modificador de movimiento se verá mermado. Esto dará lugar a una diferenciación clara de las particularidades de las oclusiones a una y dos manos: Factores de eficiencia a una mano en la oclusión dinámica: - Mayor extensión posible de la rectitud. - Posibilidad de obrarse desde perfil, medio perfil y cuadrado con validez geométrica y plena operatividad del extremo. - Menor silueta mostrada al paciente y proyectada sobre el plano vertical. - Mayor dimensión de medio, con potencial intercambio entre extremo remoto y propincuo. Factores de eficiencia a dos manos en la oclusión dinámica: - Mayor resistencia en el mantenimiento estático del rumbo ante el atajo. - Mayor fuerza par, por tanto, velocidad, en la extensión del rumbo. Será posible encontrar distintos tipos de oclusión según el asimento con la mano hábil o no hábil: Oclusión del hábil: La oclusión del hábil será aquella oclusión que está obrada desde el asimento del arma con la mano hábil. Oclusión de cinta: La oclusión de cinta será aquella obrada desde el cambio de mano armada para magnificar la disposición geométrica a uno de los flancos, o para ahuecar el medio durante la obra desde un foco distinto al diámetro común. Oclusión del no hábil: Oclusión del no hábil será aquella oclusión que está obrada desde el asimento con la mano no hábil. Oclusión de dos manos o emparejada: Aquella oclusión obrada desde un asimento a dos manos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 649 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Cuando una oclusión radial tenga lugar a una mano, el asimento será dependiente del ángulo de ataque pretendido por el agente oclusor. De esta manera: - Para un ángulo de ataque sutil, se usará el asimento regular. - Para un ángulo de ataque pronunciado, se usará el asimento exterior. Aspectos generales técnicos de la obra de las oclusiones: Normalmente, en contextos geométricos habituales, la oclusión habrá de ser obrada con la hoja previamente agregada o dispuesta sin agregación en el lado de la hoja paciente que coincida con el sentido en que se moverá la sencillez del agente oclusor. Esto habrá de ser así para magnificar la ventaja geométrica que ofrece la oclusión. En caso de no ser así, si la hoja agente está agregada o dispuesta al lado contrario del que se produzca la oclusión, la hoja del agente guiaría a su propia sencillez a la hoja paciente, permitiendo una más sencilla supresión ejecutiva, volviéndose más ineficiente la obra de la oclusión, mas no inútil. En parte, el agente que ocluye estará inconscientemente asistiendo a la obra ejecutiva del paciente que pretende la ejecución. “La oclusión deberá tener lugar al lado al que queda la hoja agente respecto a la paciente.” La oclusión obrada perfectamente coherente con la geometría presente y culminada a tiempo de la obra paciente, tendrá la posibilidad de ser llevada a cabo con una mutación radial de la rectitud exageradamente pequeña en amplitud y ángulo de ataque, pues la ventaja en la triangulación será completa. No obstante, para aumentar y garantizar la integridad del agente oclusor, este habrá de obrar magnificando el paso de ataque al máximo que le permita su medio presente y futuro. “Pese a la eficiencia geométrica, la oclusión deberá obrarse con el mayor ángulo de ataque posible.” Concretamente en el caso de la oclusión paralela, si es necesario, la hoja agente habrá de ser librada, formada, secada o extrañada para ubicarse en el lado necesario para su función dispositiva, pues dicha oclusión paralela es dependiente de aspectos del paciente separados de su eje de la sencillez. La agregación o disposición virtual de la hoja agente respecto a la paciente, para la obra eficiente de la oclusión, será: Para la oclusión a primera: La hoja tendrá el fundamento de la agregación por dentro del agente. Para la oclusión a segunda: La hoja agente estará corneando ligeramente el arma del paciente. Para la oclusión a tercera: La hoja tendrá el fundamento de la agregación por fuera del agente. Para la oclusión a cuarta: La hoja agente estará humillando ligeramente el arma del paciente. Igualmente, para aumentar la eficiencia de la oclusión, habrá de establecerse la angulación y el rumbo de la hoja agente en busca de la agregación de su tercio débil con cualquier punto de la hoja paciente. Por ende: “Las oclusiones radiales y paralelas, desde cualquier sencillez radial, idealmente se deberán preparar buscando el rumbo y la agregación del tercio débil agente sobre la hoja paciente, por el flanco de este que coincida con el sentido que llevará la mutación de la sencillez agente al obrar.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 650 - O lo que es lo mismo, el agente quedará previamente agregado al mismo lado de la hoja paciente que sentido seguirá su sencillez al ocluir. Además, existirá una aplicación lógica de la jerarquía ejecutiva a la oclusión, que se fundamentará en aumentar el potencial de la obra de la oclusión dictando un orden en que los elementos intervinientes tendrán lugar. Dicha jerarquía queda aplicada y adaptada a la naturaleza dispositiva de la oclusión, haciendo que ciertos elementos sean actuados en una última instancia, para proporcionar una continuación ejecutiva a la susodicha oclusión. 1º - Reubicación de la rectitud y rumbo del arma: El arma, al ser lo primero que se actúe, permitirá la rápida respuesta y reacción, manteniendo una seguridad mínima para los momentos subsiguientes de la obra al estar dispuesta el arma en un lugar que permita una mínima oclusión. Haciendo uso de la hoja oclusora propia, durante la preparación, será óptimo generar un ligero atajo en disposición sobre el arma ocluida, en dirección contraria a donde se pretenda mover la sencillez del agente oclusor, otorgándole así al una ventaja clara en el medio, pues se aumentará su posible reacción y movimiento, quedando el paciente ocluido en una posición geométricamente ineficiente para el encordado. 2º - Mutación de la planta: Con la planta, se facilitará el control y acción de la afirmación propia, cuando la planta sea coherente con el movimiento que esta necesitará hacer durante la acción de oclusión. 3º - Mutación de la afirmación: La afirmación asistirá para aumentar tanto la amplitud de la mutación de la rectitud como el paso de ataque, quedando la oclusión óptima para su culminación. 4º - Desplazamiento complementario del agente sobre el plano inferior: Generando el desplazamiento sobre el plano inferior, se aumentará más aún el paso de ataque, quedando estable el agente y generando la preparación de la obra subsiguiente. 5º - Adicionalmente, extensión del rumbo y rectitud para la continuación de la obra: Una extensión del rumbo manteniendo la agregación, ubicará la punta de la hoja más distal, aumentando la potencia de oclusión y ejecutiva. Por tanto, con una mayor angulación de la sencillez y rectitud, se aumentará y asentará la protección del agente oclusor a la vez que se magnifica y genera un superlativo potencial ejecutivo, gracias a la extensión del radio del extremo. 6º - Adicionalmente, mutación de la afirmación para la continuación con intención ejecutiva: Con la mutación de la afirmación, normalmente en guiñada al lado armado, se aumentará el extremo del rumbo ya extendido, y por ende, se facilitará la conclusión ejecutiva. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 651 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Por ende: “En una oclusión se obrará primero aquello que facilite la defensa del agente, tras ello lo que disponga en desventaja al paciente y por último cualquier elemento que pretenda la continuación de la obra en cualquiera de sus posibilidades.” Oclusión dinámica radial: “La oclusión dinámica radial es una obra dispositiva, en la que el desplazamiento de la sencillez del agente dará lugar a una geometría radial, obteniendo la oclusión y desventaja de un paciente que pretende la obra ejecutiva.” La oclusión dinámica radial, normalmente nombrada como oclusión radial, será la obra en la que el fenómeno de la oclusión tiene lugar gracias a la acción del agente oclusor, que genera una geometría en la que su hoja queda con la punta sobre el diámetro común o diámetro común de la sencillez, protegiendo esta línea de la invasión por parte de un elemento vulnerable del paciente ocluido. “La oclusión dinámica radial aprovechará la confluencia entre el potencial geométrico de la oclusión y la respuesta dinámica agente ante la dinámica ejecutiva paciente.” La oclusión dinámica radial tiene como prioridad retirar la sencillez agente de la trazada prevista de la hoja paciente, posicionándola en una ubicación radial a la posición inicial. A tiempo, dicho agente dejará su punta sobre el diámetro común o común de la sencillez, pretendiendo mantener la agregación, interponiéndola en la trazada de la sencillez paciente que tendrá lugar durante la obra ejecutiva de este. “La oclusión radial será aquella obra dispositiva que se actúe llevando la sencillez agente a una de las posiciones radiales, la retirará de la ubicación en la que el paciente pretende ejecutar, quedando este último en desventaja ante un agente que transfiere la propiedad del medio.” Explicado de una manera estrictamente práctica, la obra de la oclusión dinámica radial será la respuesta de apartar la mano y guarnición del agente, a tiempo de una ejecutiva paciente sobre ellas. A su vez, el agente, que deberá estar previamente agregado, dejará o posicionará el tercio más distal de su arma en el espacio que la mano del paciente tendrá que ocupar al obrar. “La oclusión radial retirará la sencillez del agente y ubicará la punta de este en la trazada de la sencillez paciente.” En las oclusiones dinámicas radiales, la rectitud mutará a una posición radial o adyacente a la que se tiene en ese momento, y será usado el rumbo con la punta sobre el diámetro común e ítalo previsto del paciente cuando este obre una acción ejecutiva. Esto generará un circuncentro sobre el que reubicar la rectitud de la forma más eficiente geométricamente. “La oclusión dinámica radial, óptimamente obrada, tenderá a dejar el diámetro común de la sencillez transversal al diámetro común, en mayor o menor medida, ya sea sobre el plano horizontal o vertical.” La punta del arma oclusora agente, ha de estar posicionada allá donde se prevea el ítalo del paciente, e idealmente, también donde se prevea el plano primario de este. Pues no será eficiente usar como circuncentro una posición en la que no se pueda prever un tránsito de una parte vulnerable del paciente, sea esta la guarnición, la sencillez o cualquier otra parte de la anatomía. Para mayor eficiencia, la punta de la hoja agente idealmente deberá estar sobre el diámetro común de la sencillez o del objetivo ejecutivo del paciente, impidiendo el libre tránsito de la sencillez de este. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 652 - “La oclusión dinámica radial ha de pretender dejar el diámetro común de la sencillez transversal al diámetro del objetivo ejecutivo del paciente.” La oclusión dinámica radial posibilitará la triangulación respondida y la reubicación de la rectitud, para apartar esta de la trazada paciente y, en algunos casos, sacarla del medio, siempre manteniendo una disposición de la hoja que permita la inmediata potencia de herir de esta. “La obra de la oclusión dinámica radial tendrá como fin reducir el ángulo fiel agente al mínimo, mientras aumenta el ángulo de ataque.” Complementariamente a la disposición recta de la hoja, la oclusión dinámica radial, resulta ser la expresión más básica y eficiente, para la obstrucción de la acción ejecutiva paciente, de estocada o encordado, así como para inhabilitar aquella acción ejecutiva paciente con un objetivo más interno que la pinza del asimento agente. “La oclusión dinámica radial, con su elegancia, será el concepto responsable de la existencia de la paradoja de la estocada recta.” Una oclusión dinámica radial, cuando la oclusión tenga implícita y pretenda una posterior acción ejecutiva, podrá derivarse siempre a dispositiva sin implicar exposición del agente. Así mismo, una oclusión dinámica radial en su forma más elemental, ha de estar obrada con la posibilidad de tornarse ejecutiva por medio de una extensión del rumbo del arma del agente oclusor. Al estar extendiendo dicho rumbo, se generará una reducción del ángulo de ataque, y con ello, una mayor evidencia de la intención ejecutiva, además de una mayor exposición a la hoja paciente. La oclusión radial pese a ser una obra dispositiva, tendrá un potencial ejecutivo, sobre el que está basado el sentido de la obra misma. Este potencial aumentará de manera directamente proporcional conforme el segmento del arma paciente se introduce en el medio particular agente. “La oclusión radial gana potencial ejecutivo conforme la punta del arma paciente supera o tiende a superar el plano límite agente” Debido al hecho de retirar la sencillez agente de la trazada de la hoja paciente, la oclusión dinámica radial tendrá potencial defensivo, sin ser una obra defensiva, pues su cometido es dispositivo, y por tanto, el poner en desventaja al paciente. Se entenderá pues, que la oclusión dinámica radial se posee los tres módulos posibles de la intención. En primer lugar, la oclusión dinámica contendrá un módulo protectivo, que se manifestará al reubicar la sencillez agente ante la intención paciente de ejecutar sobre ella. En segundo lugar, existirá un módulo organizativo, pues se pretenderá dejar al paciente en desventaja ante la transferencia de medio del agente. Y en tercer lugar, existirá un módulo ofensivo, pues el paciente en desventaja, podrá ser víctima de la ejecutiva agente o del propio fenómeno de la oclusión. “La oclusión dinámica radial posee un módulo protectivo, organizativo y ofensivo, haciéndola una obra dispositiva y plenamente funcional en cualquier caso.” Estas oclusiones dinámicas radiales, en su acción, seguirán la lógica de acompañar la rectitud con una disposición de uñas coherente con el rumbo radial de la hoja, que será igual a una posición adelantada de la sencillez de esta, en sentido horario. Será así que existirá coherencia entre sencillez de la rectitud, rumbo de la hoja y posición del las uñas en el asimento, que se llamarán oclusiones sencillas o sencillez de oclusión. Adelante: uñas adentro con participio de abajo. Primera: uñas abajo. Segunda: uñas dentro. Tercera: Uñas arriba. Cuarta: Uñas fuera. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 653 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Las mencionadas disposiciones de las oclusiones, centradas en la rectitud de adelante, son compatibles con la sencillez en distintas rectitudes, con o sin participio, presentando cada una de ellas, unas determinadas limitaciones. Existirá la posibilidad de que las distintas disposiciones de la oclusión radial participen de otras, quedando nombradas formalmente como: De adelante a primera para segunda. De adelante a segunda para tercera. De adelante a tercera para cuarta. De adelante a cuarta para primera. Las mutaciones de la sencillez, que dan lugar a las distintas oclusiones radiales desde las distintas posiciones posibles, siempre serán nombradas teniendo en cuenta la mano hábil del tirador, o la mano armada en caso de no conocer la mano hábil, nunca usando otro sistema, pues será así como la comprensión y comunicación se realizará de forma fluida y universal. Espacios radiales: Cada una de las posiciones posibles y eficientemente obrables para la mutación de la sencillez desde una rectitud concreta. Será posible obrar oclusiones desde cualquier otra sencillez radial teniendo en cuenta sus posibles espacios radiales adyacentes. Desde primera: A segunda, que quedará en la sencillez de primera baja. A tercera, que quedará en la sencillez de adelante. A cuarta, que quedará en la sencillez de primera alta. Desde segunda: A primera, que quedará en la sencillez de primera baja. A tercera, que quedará en la sencillez de tercera baja. A cuarta, que quedará en la sencillez de adelante. Desde tercera: A primera, que quedará en la sencillez de adelante. A segunda, que quedará en la sencillez de tercera baja. A cuarta, que quedará en la sencillez de tercera alta. Desde cuarta: A primera, que quedará en la sencillez de primera alta. A segunda, que quedará en la sencillez de adelante. A tercera, que quedará en la sencillez de tercera alta. También existirá la posibilidad, informal y altamente práctica en un contexto docente, de nombrar las distintas oclusiones radiales y sus participios respecto a las posiciones de las horas en un reloj analógico tradicional. La oclusión radial de adelante a tercera para cuarta habrá de ser obrada con una distensión y relajación del asimento dejando la sujeción del emisor distribuida entre la pinza del asimento y la base palmar. Esta particularidad estará relacionada directamente con la configuración biomecánica de los carpos y metacarpos de la mano armada, que no proveerán al usuario estándar de movilidad para la correcta disposición del rumbo de la hoja. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 654 - Lo anterior, dará lugar a que la transición entre las oclusiones de tercera, tercera para cuarta; y cuarta (dentro de la sencillez dispuesta y no hábil), haya de ser producida por la rectificación en sentido anti horario del movimiento rotacional natural cubito-radial, que será en sentido horario, además de precisarse una ligera relajación de la rectitud en caso de estar implícita la necesidad de medir la extensión. Obra de las oclusiones dinámicas radiales: Las oclusiones dinámicas radiales auxiliarán al agente oclusor a aumentar el ángulo de ataque de su hoja, una vez se produzca la obra del paciente y reaccionando a ella. Será por ello, un elemento ideal para magnificar la posibilidad de éxito en la obra respondida, así como para aumentar el potencial de continuar la obra tras ello. La oclusión radial a primera: Que el paciente que pretende la obra ejecutiva directa sobre la sencillez del agente. El agente, idealmente desde la sencillez adelante, se agregará previamente por dentro del agente. Se ocluirá mutando la sencillez a primera, quedando el rumbo sobre la transversal no hábil, de uñas abajo, dejando la hoja paciente fuera de vía, bajo la agente, ocluida y con el medio ahuecado. Además se posibilitará la continuación de la oclusión mutando la sencillez a cuarta para aumentar el intervalo. Tras ello, la afirmación balanceará al lado armado, seguido por medio compás de avance transversal al mismo lado. Será así que quedará dispuesta la guardia para la continuación de la obra. La oclusión radial a segunda: Que el paciente que pretende la obra ejecutiva directa sobre la sencillez del agente. Desde la sencillez idealmente adelante, mutando ligeramente la rectitud preferiblemente a primera, se agregará previamente por debajo de la hoja paciente, corneándola sin atajarla. Se ocluirá mutando la sencillez a segunda, quedando el rumbo obtuso sobre la línea recta, de uñas dentro, dejando la hoja paciente fuera de vía, agregada por fuera del agente, ocluida y con el medio ahuecado. Además se posibilitará la continuación de la oclusión mutando la sencillez a tercera para aumentar el intervalo, que con un balanceo siniestro del cuerpo, se aumentará la eficiencia estrictamente geométrica y el ahuecado del medio. Esta oclusión también será posible agregando por debajo y ligeramente a tercera. Cuando se haya mutado la rectitud, la afirmación podrá mutar tumbando, para adaptarse a la geometría existente, aumentando el potencial de la oclusión. La oclusión radial a tercera: Que el paciente que pretende la obra ejecutiva directa sobre la sencillez del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 655 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Desde la sencillez idealmente adelante, se agregará previamente por fuera del agente. Se ocluirá mutando la sencillez a tercera, quedando el rumbo sobre la transversal hábil, de uñas arriba, dejando la hoja paciente fuera de vía, bajo la agente, ocluida y con el medio ahuecado. Tras ello, la afirmación balanceará al lado no armado, seguido por medio compás de avance, trepidante o ligeramente transversal, al mismo lado. Será así que quedará dispuesta la guardia para la continuación de la obra. Además se posibilitará la continuación de la oclusión mutando la sencillez a segunda para aumentar el intervalo, que con una disminución de la flotación y un italado en trío, se aumentará la eficiencia estrictamente geométrica. La oclusión radial a cuarta: Que el paciente que pretende la obra ejecutiva directa sobre la sencillez del agente. Desde la sencillez idealmente adelante, mutando ligeramente la rectitud preferiblemente a primera, se agregará previamente por encima de la hoja paciente, humillándola únicamente con el atajo en privación. Se ocluirá mutando la sencillez a cuarta, quedando el rumbo agudo sobre la línea recta, de uñas fuera, dejando la hoja paciente fuera de vía, normalmente agregada por dentro del agente, ocluida y con el medio ahuecado. Esta oclusión, desde adelante o primera, solo admitirá el intervalo de cuarto, haciendo imposible la continuación de la mutación de la sencillez más allá, pues la rectitud sencilla de cuarta tiene implícita la limitación de llegar a ella únicamente desde adelante o primera. Gracias al marcado ahuecado del medio, se posibilitará un ligero tumbado de cuerpo para favorecer la potencia ejecutiva de la oclusión. Esta oclusión también será posible agregando por dentro o por fuera, ligeramente desde segunda, quedando la agregación final en una disposición contraria a la agregación original, gracias a la envoltura producida al ocluir a cuarta desde segunda. Las oclusiones disponen de variantes propias de la guardia española, lo que permite a esta aumentar la eficiencia cuando la intención y previsión del agente sea ocluir a un paciente. Estas guardias serán llamadas base, a primera o tercera, pues serán las encargadas de sostener una afirmación del cuerpo coherente así como una rectitud más favorable para la obra de la oclusión. Será posible la obra de las oclusiones desde un asimento de empomada, dando lugar así a una mayor dimensión del medio proporcional, que aumentará su extremo y por tanto, ampliará la distancia del medio proporcionado. Por contrapartida, la oclusión desde una empomada tendrá una menor posibilidad de mantener y resistir el rumo de la hoja agente oclusora, ante su propio equilibrio, inercia o pretensión de atajo por parte del paciente. El paciente profano, será especialmente vulnerable a la obra de la oclusión, ya que será una recurso que dicho individuo no comprenderá espontáneamente, siendo ajeno a los principios geométricos y psicológicos que la componen, pues estos no serán comprensibles sin una profundización en la naturaleza del arma y sus posibilidades. Así pues, será eficiente tentar proactivamente al paciente profano a obrar sobre una sencillez agente que se encuentre preparada para ocluir radialmente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 656 - En las oclusiones dinámicas radiales, existirá una cierta relación entre la estaticidad del agente que pretende ocluir y la posibilidad de éxito de un paciente que potencialmente puede ser ocluido en su obra. El agente, que pretenda ocluir dinámica y radialmente el encordado del paciente, ganará potencia ejecutiva cuanto más estático quede esperando la obra de dicho paciente, pues este podrá imponer mayor fuerza a su arma y con ello generar una trazada de esta más compleja de reparar pos sí mismo. “Si se ocluye desde estático, se ganará potencia ejecutiva en la obra.” El agente, que pretenda ocluir dinámica y radialmente el encordado del paciente, ganará potencia dispositiva cuando mantenga en movimiento su sencillez antes de la oclusión dinámica radial, pues el paciente no tendrá una trazada uniforme, previamente definida, ni podrá imponer fuerza suficiente a su arma como para que la oclusión del agente quede a tras tiempo. “Si se ocluye desde dinámico, se impedirá la precisión y potencia paciente, ganando potencia dispositiva en la obra.” Desplazamientos complementarios de la oclusión dinámica radial: “Un desplazamiento complementario será un tránsito del centro de masas proyectado que auxiliará a la obra, aumentando su potencial de éxito.” Existirá un desplazamiento sobre el plano inferior óptimo para complementar y optimizar la obra de la oclusión dinámica radial, así como una afirmación que potenciará la oclusión frente a una directa acción ejecutiva paciente. Teniendo en cuenta las variables emergentes, tanto desplazamiento como afirmación de la que podrán ser omitidos o mutados según la necesidad. De adelante a primera: De uñas abajo, con rumbo sobre la transversal no hábil, con punta sobre el diámetro común, cuando la sencillez de la rectitud esté al hábil. - En ganancia, permitiendo el ceñido del medio: Sobre compás de avance transversal conservado al flanco hábil con balanceo al mismo lado. El tumbado de cuerpo atribuirá potencia ejecutiva a la oclusión dinámica radial obrada a primera. - En pérdida: Sobre compás extraño transversal de avance al flanco hábil con erguido de cuerpo. De adelante a segunda: De uñas dentro, con rumbo obtuso sobre la línea de recto, con punta sobre el ítalo paciente, cuando el ángulo de la rectitud sea agudo. - En ganancia: Sobre medio compás transversal al no hábil de avance con tumbado de cuerpo. Se mantendrá notablemente más alta la punta del arma propia agente que el plano del ítalo paciente, hasta el momento de la interacción, donde se cederá fuerza en natural al arma. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 657 -DE LA C AUSA P RÁCTICA - En pérdida: Sobre medio compás recto extraño pulsado de alcance con tumbado, que podrá concluir el tránsito en cualquier dirección. De adelante a tercera: De uñas arriba, con rumbo sobre la transversal hábil, con punta sobre el diámetro común, cuando la sencillez de la rectitud esté al no hábil. - En ganancia: Sobre un compás trepidante de avance al flanco no hábil, o de avance sobre la transversal conservada asistido por un balanceo al lado no hábil. El tumbado de cuerpo, en cualquier magnitud, atribuirá potencia ejecutiva a la oclusión dinámica radial obrada a tercera. - En pérdida, pretendiendo extender el medio, saliendo del proporcional paciente: Sobre un compás trepidante de cruce al no hábil, que evitará la exposición al medio proporcional paciente de las líneas abiertas en el flanco hábil. De adelante a cuarta: De uñas fuera, con rumbo agudo sobre la línea de recto, con punta sobre el ítalo paciente, cuando la sencillez de la rectitud esté arriba. - En ganancia: Sobre medio compás recto de avance con una ligera tumbada del cuerpo. El agente obrará con la pretensión de apropiarse del medio apoyado por el ahuecado de este que se produce entre el plano medio y el superior, donde estará el objetivo ejecutivo del paciente. - En pérdida: Sobre medio compás extraño de alcance, con erguido de cuerpo. El agente pretenderá una recalcada a tras tiempo en caso de no culminarse la ejecutiva de la oclusión. Ángulo del arma en la oclusión dinámica radial: La oclusión dinámica radial habrá de tener un angulación máxima para ser plenamente eficiente y poder realizar su labor oclusiva. Esto tendrá lugar por la generación de un ángulo de la sencillez concreto, dependiente de la posición radial en la que se encuentre y de la extensión de la rectitud. Será por medio de ese ángulo que la punta o tercio débil del usuario se dispondrá en la trazada del arma de su paciente, y además se retirará la sencillez agente de la potencia de herir del opositor. Se entenderá que el diámetro del objetivo ejecutivo del paciente será el punto sobre el que deberá estar posicionada la punta del arma oclusora agente para la obra más eficiente de la oclusión. Así pues, en una oclusión, existirán unos factores geométricos básicos por los que entender la viabilidad de esta. Concretamente, se harán los cálculos entendiendo siempre la situación hipotética en que las hojas están dispuestas sobre el plano Y - Z, en su proyección lateral. Esto tendrá un valor estrictamente ilustrativo, pues la obra de la oclusión responderá a la tridimensionalidad y será llevada a cabo en cualquier orientación de las armas en el espacio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 658 - El arma agente: Que será representada por “AΓ”, teniendo en cuenta que es la longitud de la hoja real de este. El arma paciente: Que será representada por “BΓ”, teniendo en cuenta que es la longitud de la hoja real de este. El ángulo del arma agente: Ángulo con el que se obra la oclusión. Este será el generado entre la hoja paciente y el paralelismo con el plano inferior. Será expresado específicamente para el agente como “AΓΘ” El objetivo ejecutivo paciente: Será el punto sobre el que el paciente pretende el contacto sobre el agente. Este, normalmente será la sencillez del agente, no obstante, podría existir la potencia y, por tanto, la intención de herir sobre brazos, torso o cabeza. La longitud proyectada del arma agente: Esta será la medida de la hoja agente en la proyección sobre el plano inferior. Así pues, a mayor o menor angulación a partir de la disposición recta, la longitud proyectada se verá disminuida. Será expresada como “AΓP” “El ángulo del arma respecto al recto, determina directamente la longitud proyectada de esta.” ΓΘ º ΓP Así pues: Para que la oclusión agente sea plenamente segura, funcional y no quede expuesto, su angulación habrá de dar como resultado una longitud proyectada, que sumada a la mitad del medio particular agente sea mayor que la longitud de la hoja real del paciente. AΓP + AR/2 > BΓ De esta forma se determina que a mayor longitud de las hojas reales implicadas, menor será el ángulo máximo al que se podrá ocluir. No obstante, dependerá del objetivo ejecutivo del paciente, la tolerancia con el ángulo. Será mayor el ángulo admitido en la oclusión agente cuanto mayor sea la profundidad del objetivo ejecutivo del paciente en el medio particular del agente. Desde el punto de vista estrictamente geométrico: “Para que pueda existir la oclusión completa a toda la anatomía agente, el radio del extremo agente deberá ser mayor que la hoja real del paciente.” “Para que pueda existir la oclusión mínima a la sencillez del agente que ocluye, el plano del extremo del agente deberá quedar más cercano a la línea vertical del paciente, que el plano límite de este.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 659 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Preparación de las oclusiones dinámicas radiales: Para la plena operatividad y la máxima eficiencia de las oclusiones, estas habrán de ser preparadas. Dicha preparación se centrará en presentar el cuerpo en una guardia que permita forzar al paciente, que se pretende ocluir, a obrar por una determinada vía. Y una vez sea así, responder la obra con la oclusión dinámica agente, de la manera más eficiente geométrica y biomecánicamente. “Preparar la oclusión tendrá lugar para optimizar la obra de la oclusión respondida agente al intento ejecutivo paciente.” A nivel geométrico, la preparación de la obra de la oclusión dinámica radial estará basada en dos conceptos, que facilitarán el cumplimiento de las premisas del medio proporcionado en la obra de la oclusión como respuesta a la obra ejecutiva del paciente. - El agente reorientará el diámetro común generando el desfase de este en el paciente. - El agente ubicará la sencillez en un punto que auxilie a la reorientación del foco y que magnifique la amplitud de la mutación de la rectitud al ser actuada la oclusión dinámica radial. Dese la perspectiva biomecánica, la preparación de las oclusiones radiales deberá de organizar la anatomía agente para la obra y la continuación de esta. Esto tendrá lugar por medio de la organización de la plana, en orientación su bisectriz y ángulo de los pies, quedando preparada para asistir a la acción del arma que tendrá lugar con la rectitud y el torso, siendo capaz dicha planta de sostener el desplazamiento del centro de masas. Igualmente, la preparación de la oclusión deberá integrar el máximo volumen de fibras musculares en la acción de la sencillez y rectitud, haciendo así más rápido y eficiente la acción de estas. - El agente organizará la planta para asistir al desplazamiento del centro de masas proyectado. - El agente integrará el máximo número de músculos a la acción del arma, preparando su anatomía. La preparación de las oclusiones dinámicas radiales será posible en cualquier medio, no obstante resultará ideal cuando el agente que pretende la oclusión esté notablemente dentro del medio proporcional del paciente, justo en el límite en que el agente que pretende ocluir pueda reaccionar con solvencia. Por tanto, se precisará que las hojas queden agregadas, con un diámetro común de la sencillez menor al diámetro común, para que la rectitud pueda moverse con libertad, sin ser entorpecida por el torso del que prepara. Además, el diámetro común de la sencillez deberá ser suficientemente estrecho para conservar el poder de tentar al opositor, a obrar ejecutivamente sobre la sencillez del que prepara la oclusión dinámica radial. Sin embargo, el diámetro común de la sencillez deberá de tener una extensión mínima que le ofrezca el tiempo necesario al agente que prepara como para reaccionar a la obra ejecutiva paciente. “La oclusión dinámica radial será idealmente preparada cuando el diámetro común de la sencillez, siendo menor que el diámetro común, sea igual a la suma de las mitades de los segmentos de las armas, más un tercio de la hoja real del agente que pretenda ocluir.” Diámetro común de la sencillez ideal para la preparación de la oclusión dinámica radial, con ambos tiradores erguidos: ΦZ = [(AΞ/2 + BΞ/2) + (AΓ/3)] De un modo práctico, para comprender en asalto el contexto óptimo de generar la preparación de la oclusión dinámica radial, se podrá tener en cuenta que el fundamento de la agregación esté ubicado en los límites proximales de los tercios débiles de ambas armas, cuando estas se encuentren ligeramente TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 660 - obtusas, así como los tiradores mantengan el erguido. Será en ese momento cuando el medio proporcional, del agente que pretende ocluir, será favorable a organizar la anatomía y geometría del arma, posibilitando la reacción ante una posible obra ejecutiva del paciente. De manera práctica y sencilla: “La oclusión dinámica radial se preparará en un medio en el que el fundamento de la agregación se encuentre en la zona proximal de los tercios débiles de unas hojas que se encuentren notablemente obtusas.” Para dicha preparación se hará uso de las guardias base de primera y tercera, siendo estas variantes de la española que presentan al agente para obrar a tiempo, de la manera más eficiente posible. Estas guardias base se centran en proyectar un segmento de planta estable, así como en la reorientación de la bisectriz de la planta, en la dirección que seguirá el movimiento del torso durante la oclusión actuada. Así mismo, se hará uso del arma agente para disponer al arma paciente, dejándola agregada por el lado que el agente entiende como ideal para la preparación de la oclusión en cuestión. “Las guardias base de primera y tercera mutarán la planta y rectitud de una guardia española, en orientación de bisectriz y ubicación de la sencillez.” Igualmente, las guardias base de primera y tercera harán que la hoja, del tirador agente que pretende la oclusión dinámica, quede agregada a la hoja paciente, atajando en privación o ligera disposición al mismo, en sentido al lado contrario a donde se pretende ocluir. Esto condicionará la obra paciente a encordar o librar, quedando en ambos casos comprometido, pues encordar lo expone a la oclusión preparada y el libramiento de su hoja, al encordado agente. Además, la rectitud de primera y tercera, en su respectiva guardia base, tentarán con la sencillez a la ejecutiva del paciente sobre ella. “Al preparar la oclusión, el agente tentará al paciente con su sencillez, agregado y disponiendo al lado contrario al que pretenda la oclusión, generando la desventaja paciente.” El segmento de la planta del agente oclusor se coordinará con el rumbo del arma, dando lugar a la preparación de la oclusión, facilitando el movimiento del torso y ampliando sus posibilidades durante la acción de esta. “Cuando se prepara la obra de la oclusión, el segmento de la rectitud oclusora agente habrá de quedar perpendicular, total o parcialmente, a la bisectriz de su planta.” “Cuando se actúe y culmine la oclusión, el segmento de la rectitud oclusora agente deberá de quedar paralelo, total o parcialmente, a la bisectriz de su planta.” Por tanto, cada una de las oclusiones pretendidas tendrá una preparación asociada, que deberá ser conjugada con el contexto emergente para aportar la máxima eficiencia a la oclusión actuada y culminada. Preparación y optimización de la oclusión radial a primera: Idealmente, la preparación de la oclusión dinámica radial a primera deberá tener lugar desde una guardia española, mutada a una guardia base de primera, pues dotará al usuario de la más eficiente presentación para la obra de la oclusión de primera. Será óptimo disponer la planta sobre la transversal armada o hábil, generando con ello una mayor amplitud potencial en el balanceo del torso, que a su vez otorgará un mayor paso de ataque en la triangulación respondida de la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 661 -DE LA C AUSA P RÁCTICA oclusión. La bisectriz de planta deberá estar orientada al foco, incluso pondrá estar ligeramente orientada el lado hábil del agente, quedando los pies en la angulación coherente para ello. La afirmación deberá de prepararse para quedar de cuadrado, ya sea estando así previamente o facilitando su guiñada en el momento de la obra de la oclusión. Esto dará lugar a aumentar la amplitud del ángulo y paso de ataque en la oclusión del agente. La hoja será idealmente preparada dispuesta en la rectitud de adelante, ligeramente a tercera, y atajando en privación a la hoja paciente. Esto magnificará la reacción y amplitud de la oclusión a primera. Adicionalmente, se podrá generar una disposición de la hoja opositora al lado no armado agente, siempre con la punta de la hoja agente sobre el diámetro común, sirviendo esto para aumentar el paso de ataque en el momento de actuar la oclusión. La preparación de la oclusión a primera, al igual que a tercera, facilitará la oclusión de una sorpresiva empomada de cinta por parte del paciente. Preparación y optimización de la oclusión radial a segunda: La preparación de la oclusión dinámica radial a segunda se basará en la mutación de la guardia española, quedando la planta con su bisectriz orientada al foco. La afirmación quedará de medio perfil o cuadrado y la sencillez ligeramente a primera y agregando por debajo de la hoja paciente, sin bajar notablemente el ítalo agente. Para obtener una ganancia de medio tras la oclusión: se proyectará una planta de pié hábil adelantado, siempre que coincida este con el lado armado. El cuerpo quedará previniendo un cabeceo para tumbar, y así, tras la oclusión poder facilitar un estrechamiento del medio proporcional resultante y facilitar la obra ejecutiva sobre la sencillez paciente, transitando en ventaja geométrica y potencia de ocluir a otra rectitud. Para obtener una privación tras la oclusión: entendiendo y recordando que lo óptimo es agregar por debajo de la hoja paciente, se podrá proyectar una planta opuesta, de pie del lado no armado adelantado, pues en el momento de la oclusión la hoja paciente se envolverá, quedando el agente de extremo remoto, con la hoja agregada por fuera, lo que dará como resultado una privación de la hoja paciente. Igualmente, si la oclusión en segunda queda preparada con la bisectriz de la planta en sentido a la transversal no hábil, se facilitará el tránsito del agente sobre esta o sobre la transversal extraña igualmente no hábil, pues el paciente ocluido, de mano hábil diestra, quedará privado por la disposición de la hoja agente. Esto podrá dar lugar a la obra de una ceñida. Es posible añadir en la preparación un atajo en ligera disposición de cornada a la hoja ocluida, aumentando con ello el ángulo de ataque en la oclusión, y por consiguiente, el paso de ataque al obrar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 662 - Preparación y optimización de la oclusión radial a tercera: Idealmente, la preparación de la oclusión dinámica radial a tercera deberá tener lugar desde una guardia española mutada a una guardia base de tercera, pues dotará al usuario de la más eficiente presentación para la obra de la oclusión en cuestión. Será eficiente proyectar una planta sobre la transversal hábil que dispondrá la bisectriz de planta sobre la transversal conservada no hábil, con la línea del pie no hábil orientada sobre la línea infinita y la línea del pie hábil sobre la transversal no hábil. El cuerpo agente quedará dispuesto para un medio compás de avance trepidante o transversal al lado no hábil, que maximizará el paso de ataque resultante de la oclusión. Será posible, en caso de ser inminente la obra ejecutiva del paciente, que el agente desplace el centro de masas proyectado en sentido al pie no hábil, pues auxiliará a la velocidad y amplitud del posible compás trepidante. El cuerpo, de medio perfil, deberá estar preparado para el perfilado de la afirmación, pues será necesario esto para aumentar la extensión de la rectitud y extender el extremo, cosa que facilitará el acceso ejecutivo a la sencillez del paciente tras la obra de la oclusión dinámica radial a tercera. En la preparación, será ideal atajar disponiendo al lado hábil a la hoja paciente que será ocluida, pues facilitará la oclusión al aumentar la amplitud posible en la mutación de la rectitud, que en consecuencia, aumentará considerablemente el paso de ataque en la oclusión culminada. La preparación de la oclusión a tercera, al igual que a primera, facilitará la oclusión de una sorpresiva empomada de cinta por parte del paciente, ocluyendo a tercera. Preparación y optimización de la oclusión radial a cuarta: La preparación de una oclusión dinámica radial a cuarta se basará en la mutación de una guardia española, dejando la planta con su bisectriz orientada al foco o aledaño a ello, con una afirmación de medio perfil o cuadrado y la sencillez adelante o ligeramente a primera, necesariamente agregando, idealmente por encima de la hoja paciente, bajando notablemente el plano del ítalo agente por debajo del plano solar de este. La oclusión a cuarta habrá de prepararse desde un medio proporcional de sombra. Será la obra de la oclusión que se prepara la que deberá tener la posibilidad de ceñir el medio, pues cualquier intento ejecutivo desde esta rectitud precisará de un diámetro común más estrecho que cualquier otra. Para la optimización de la obra de la oclusión dinámica radial en cuarta, se habrá de asegurar el agente de la agregación sobre la hoja paciente, pues si no se cumple esto, no será efectiva la oclusión ni el ahuecado de medio que requiere, quedando el agente que pretendía ocluir expuesto a la respuesta del paciente. La planta habrá de quedar con la bisectriz orientada marcadamente en dirección al foco y/o a la línea recta. Será este rasgo el que facilitará la consiguiente obra de compases sobre la mencionada línea recta, tanto en marcha como en ruptura, asegurando tanto el ceñido del medio para la ejecutiva agente, como la extensión de este para la contención e inhabilitación del intento ejecutivo opositor paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 663 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Se aumentará la eficiencia de la obra si el oclusor prepara la oclusión disponiendo la hoja ocluida humillándola, generando con ello una dificultar adicional para el paciente ocluido cuando este pretenda la obra ejecutiva, durante o tras la oclusión. En esencia, se pretende que una vez el agente ocluya a cuarta, pueda continuar la obra con medio compás de avance recto, llevando la oclusión a la ejecutiva, al ceñirse rápidamente el medio sobre la ventaja geométrica, sin que el paciente pueda reubicar el rumbo de su hoja. Aspectos condicionantes de las rectitudes en la obra de la oclusión dinámica radial: Como aspecto común en la obra de oclusiones desde un circuncentro, en rectitudes ajenas al centro, se ha de destacar la necesidad recurrente de mantener la rectitud relajada y nunca totalmente extendida. Esto responde a la necesidad del usuario de prever un aborto en la acción ejecutiva paciente, proveyendo al agente de la capacidad de extender su rectitud para obtener la ejecución, con una ya explícita intención ejecutiva. La rectitud relajada hará que los músculos flexores, que intervienen en la acción del brazo, no tengan que ser completamente antagonizados y extendidos por los músculos extensores. Esto facilitará considerablemente la obra de la oclusión dinámica radial, reduciendo la carga de procesos psicomotrices y motores que el usuario ha de llevar a cabo. De este modo, será más sencilla la concepción de la ubicación de la rectitud en el espacio, así como la asistencia a esta de cualquier otra parte del cuerpo. Debido a la configuración anatómica de los tiradores estereotípicos, la obra de las oclusiones tiene matices implícitos desde rectitudes diferentes a la perfecta recta o la de adelante. Condicionantes de la rectitud de adelante o dispuesta: No existirá un condicionante más allá de la posición usada en las uñas y asimento, pues será la rectitud de la que partirá la lógica de la obra radial y paralela. Idealmente, la posición de las uñas en la rectitud adelante deberá ser adentro con participio de abajo. Igualmente, el asimento más eficiente será el regular, creando naturalmente este un ángulo de la sencillez acorde a las necesidades geométricas. Se habrá de tener en cuenta la posición de las uñas para entender que oclusiones radiales serán más eficientes de obrar, dado que existirá una lógica, ceñida a la anatomía, que restringirá las oclusiones a aquellas radialidades siguientes de cuarto a la posición de uñas, en sentido horario. - Si las uñas están abajo, no se podrá ocluir a tercera sin cambiar su posición. - Si las uñas están dentro, no se podrá ocluir a cuarta sin cambiar su posición. - Si las uñas están arriba, no se podrá ocluir a primera sin cambiar su posición. - Si las uñas están fuera, no se podrá ocluir a segunda sin cambiar su posición. - Cada uno de los participios estarán condicionados de la misma forma siguiendo la misma lógica. Por tanto, será ideal reducir el número de acciones de la rectitud que el usuario implica en la acción de ocluir a una radialidad. Si la geometría de la obra lo permite, lo más eficiente será recurrir a oclusiones radiales donde la reubicación de las uñas sea opcional, siendo esto considerablemente más veloz que aquella acción donde sea biomecánicamente necesario mutar la posición de las uñas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 664 - Condicionantes del perfecto recto o italada recta: Cuando se pretenda la disposición de la hoja de rumbo recto sobre el diámetro común, se habrá de desplazar ligeramente la sencillez al lado armado, dejando las uñas abajo, o abajo con participio de fuera o dentro, ya sea la intención usar en la trazada pretendida el plano horizontal o incluir el eje vertical, respectivamente. Esto será debido a la incompatibilidad de la ubicación del cabo del arma con respecto al antebrazo armado, ya sea en la presentación estática de la guardia o en la acción vinculada a ella. O sea: “Cuando el arma ha de quedar ligeramente obtusa o aguda, a las uñas adentro habrá de sumarse un participio de abajo o afuera respectivamente para evitar el antebrazo y la interacción con el cabo del arma.” Condicionantes de la rectitud hábil o primera: La extensión habrá de quedar como máximo, relajada, pues de lo contrario se entorpecerá la respuesta de la oclusión en segunda, restringiéndose además la potencia del cuerpo para auxiliar la extensión de la rectitud, en ese mismo sentido. La rectitud a primera, de ser radial, precisará las uñas abajo para poder ubicar el arma transversal al diámetro común, sobre la transversal no hábil. De lo contrario, el cabo del arma interaccionará con el antebrazo armado agente y será imposible la radialidad con la punta sobre el diámetro común. Condicionantes de la rectitud no hábil o tercera: En la oclusión de tercera, la lejanía del hombro hábil respecto a la radialidad necesaria, obligan a disponer una extensión total o muy marcada para la correcta presentación de la rectitud. De precisarse obligadamente la obra de la oclusión en tercera, una vez la sencillez del usuario ya esté ubicada al no hábil, sobre una planta hábil transversal o en línea, será eficiente obrar medio compás de cruce sobre la transversal no hábil, haciendo que el cuerpo naturalmente se guiñe, y con ello, aumentando la amplitud de la acción de la sencillez. En ese mismo caso, si no se pretende un marcado movimiento del centro de masas proyectado, también será posible obrar medio compás de avance transversal al no hábil o la cinta y posterior retirada de la mano hábil que posibilitará el ahuecado del medio. Condicionantes de la rectitud de arriba o cuarta: El rumbo será el mayor condicionante para la potencia de obra del arma, pues la musculatura y articulaciones del brazo quedarán en una posición que restringirán notablemente la movilidad. Cuando la sencillez esté a cuarta, con las uñas afuera, toda acción que pretenda el cambio en el ángulo del arma recaerá sobre la articulación de la muñeca, sin poder ser eficientemente asistida por la cinética de otra articulación. Así pues, si se pretende angular el arma desde el agudo al recto, el pulgar habrá de extenderse. Sin embargo, si se pretende llevar al agudo el arma, el pulgar habrá de ceder presión que el arma genera en natural. Si el rumbo es agudo y el asimento de uñas fuera, la rectitud ya responde parcialmente a la oclusión en cuarta, posibilitando la mutación propia desde esa disposición. Se podrá responder al natural con objetivo capital con la mutación de la rectitud a la totalmente arriba o total obtusa, que dispondrá la hoja de rumbo recto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 665 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Si por el contrario el rumbo es obtuso desde cuarta, la radialidad precisará de una exageración de la reubicación de la sencillez, pues será preciso imprimir fuerza a la hoja con la mutación de la rectitud, para permitir su posicionamiento en la horizontalidad o ángulo agudo necesario. Por ello, se actuará idealmente embebiendo, pues esto hará que sea más eficiente el movimiento natural de la sencillez. Para llegar desde tercera a la rectitud de cuarta, por un intervalo de cuarto, la sencillez tendrá que generar obligado movimiento sobre la rectitud de adelante o aledaño a ella, quedando impedida la mutación directa por las condiciones anatómicas de un tirador de brazo hábil diestro. Condicionantes de la rectitud de abajo o segunda: En la prevención de la obra, será preciso mantener relajada la extensión de la rectitud abajo, pues se deberá disponer de cierto margen para posibilitar la extensión de una oclusión en segunda. Esto es debido a la existencia de una restricción geométrica y anatómica paciente, que obligará a este a la obra y acción ejecutiva desde una angulación aguda, pues el italado en trío del paciente para el agente será imposible en esas dimensiones verticales. Así pues, en segunda el agente deberá quedar con la rectitud relajada, preparado tanto para la extensión de esta como para la mutación a adelante. Idealmente, el asimento dependerá del ángulo de la sencillez que se genere. Por tanto, en la rectitud de segunda que pretenda dejar la punta del arma en una altura plenamente funcional, el asimento exterior posibilitará una radialidad de segunda más baja, mientras que un asimento regular dejará a la sencillez cercana a la posición de adelante. La oclusión en segunda, desde la rectitud de abajo, podrá ser obrada manteniendo el asimento de uñas adentro o uñas abajo, pues coincidirá con la reducción a la rectitud de adelante, lo que posibilitará una mayor potencia de obra y herida a tras tiempo. No obstante, cuando se obre una oclusión dinámica radial a segunda, de uñas abajo, el asimento será necesariamente exterior, por imposición biomecánica. Condicionantes a dos manos de la acción de la oclusión en tercera a cuarta: Si el asimento usado es de dos manos, y se parte desde una sencillez de tercera, el paso a cuarta se hará por medio de la continuación de la trayectoria de la sencillez de la mano hábil, en sentido violento con participio de reducción, que posicionará a la mano hábil de uñas arriba una vez en cuarta. Las oclusiones dinámicas quedan funcionalmente restringidas en el mismo sentido concreto de la rectitud desde la que están obradas, pues esta disposición supone el límite geométrico desde que el que pueden ser llevadas a cabo, sin la necesidad del desplazamiento del usuario por el plano inferior. Además, geométricamente, serán las rectitudes radiales los límites desde los que la hoja, desde la sencillez, cierra líneas del agente, sea este rumbo en dirección al circuncentro o paralelo. Esto se debe a que las oclusiones y las rectitudes, estas últimas como parte de una guardia presentada, están orientadas a mantener la integridad del usuario, darle sombra y a facilitarle el trabajo para una adquisición de un medio proporcionado, por tanto, para desarrollar su función geométrica, siempre habrán de posicionar o disponer la hoja o parte de ella entre el agente y su paciente, pues de lo contrario, se estaría obrando sin la disposición de la hoja en el medio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 666 - - Desde adelante se podrá obrar oclusión dinámica radial a cualquier rectitud. - Desde primera, no se podrá ocluir nuevamente en dinámico a primera. - Desde segunda, no se podrá ocluir nuevamente en dinámico a segunda. - Desde tercera, no se podrá ocluir nuevamente en dinámico a tercera. - Desde cuarta, no se podrá ocluir nuevamente en dinámico a cuarta. Oclusión dinámica radial según su destino: La oclusión dinámica radial, tiene la función de interrumpir la trazada de la hoja paciente con dos destinos distintos en propósito, que no en geometría. Por tanto, se tendrá en cuenta la forma en la que la geometría que genera el agente interactúa con la paciente, para determinar la función de la oclusión dinámica radial agente. A la trazada: Con la disposición de la hoja agente perpendicular a la trazada de la paciente. Este destino posibilitará el posterior atajo o diversión de la hoja paciente. En caso de ser obrada la oclusión como parte de una faz, sin verdadera intención ejecutiva, será posible disponer el medio para un correcto reparo, que pese a ser inerte, podría arrojar luz en su uso. Cuando se ocluya a la trazada, la hoja del agente dejará su punta sobre el diámetro común, pues será esta la línea de geometría más eficiente para interrumpir y dificultar la trazada, en una mayoría estadística de las situaciones. Existirán excepciones a esto, siempre debidas a la trazada generada por el paciente. A la sencillez: Con la disposición de la hoja agente, concretamente su punta, en el tránsito previsible de la guarnición o mano armada paciente, cuando este pretenda la estocada a la sencillez de la rectitud o a un extremo más remoto del agente buscando la ejecución acral, solar o capital. Este destino tiene la capacidad ejecutiva directa, posibilitando la conclusión. Cuando el agente pretenda la oclusión a la sencillez del paciente, el agente deberá dejar la punta de su arma sobre el diámetro común de la sencillez, siendo esta la línea más eficiente para la interacción entre el arma agente y la sencillez paciente. La oclusión radial será considerada como tal, independientemente de que sea obrada con mayor o menor paralelismo entre el rumbo y el diámetro común, pues será óptima la adaptación a un posible desplazamiento del paciente sobre el plano inferior, lo que dará lugar a la necesidad de obrar la oclusión adaptándose a un contexto, eventual, geométricamente excepcional, y sin embargo, posible. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 667 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Oclusión dinámica paralela: “La oclusión dinámica radial es una obra dispositiva con potencial ejecutivo, en la que el desplazamiento de la sencillez del agente dará lugar a una geometría paralela entre la hoja agente y el diámetro común, obteniendo la oclusión y desventaja de un paciente que pretende la obra ejecutiva.” La oclusión dinámica paralela, normalmente llamada oclusión paralela, es aquella que será obrada manteniendo el rumbo de la hoja paralelo a la línea recta, independientemente de la sencillez y/o extensión de la rectitud. Para que una oclusión sea considerada paralela, no solo habrá de existir concordancia entre el rumbo y la dirección del diámetro común, sino también entre la intención del agente de hacer frente a la intención paciente, por medio su entrega propia. Será usada una oclusión dinámica paralela cuando se pretenda una acción dispositiva sin pretensión ejecutiva inmediata. Así pues, la potencia de obra de un posible atajo en sentido opuesto al de procedencia del vector ocluido, se verá magnificada y asegurada, pues se mantendrá más larga la hipotenusa real o la de reubicación del paciente. La oclusión paralela será idealmente obrada cuando el segmento del arma paciente transite, con intención ejecutiva, sobre una línea transversal a la línea de foco anatómico del agente. Esto hará que la disposición del segmento del arma agente quede paralela a la línea de su foco anatómico, motivo por el cual esta oclusión recibe su nombre. “La oclusión dinámica paralela ocluirá a la sencillez paciente cuando la hoja de este pretenda la ejecutiva sin paralelismo con el diámetro común.” En esencia, la oclusión dinámica paralela será usada para generar la oclusión dinámica a la sencillez del paciente, cuando este obre contra la sencillez agente oclusor desde una línea trasversal de este. Esto será independiente de la longitud del segmento del arma del paciente ocluido, siempre que esta sea menor que la hipotenusa real de la triangulación ejecutiva concebida por el agente. “La oclusión dinámica paralela será obrada con pleno potencial dispositivo y ejecutivo contra un segmento del arma paciente que transite por una línea distinta a la línea del foco anatómico del agente.” La oclusión paralela, a tiempo, podrá ser usada para proveerse de una ejecución, supresión, oclusión o conclusión, cuando el paciente genere el movimiento de su rectitud a una posición radial, dejando el arma paciente con la punta sobre el diámetro común y el segmento del arma agente sobre el diámetro común de la sencillez. O sea, que la oclusión dinámica paralela posibilitará la oclusión de aquella oclusión radial culminada del paciente. Para provocar la oclusión dinámica radial del paciente, el agente podrá dar lugar a un encordado en caso inductivo, que llevará al paciente a pretender la oclusión radial sobre la que el agente obrará la oclusión paralela. “La oclusión paralela tendrá un alto potencial para antagonizar la oclusión radial, dinámica o estática, del opositor.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 668 - Para que la oclusión paralela funcione como antagonismo de la oclusión radial, habrá de saberse: Preparación del medio para la oclusión dinámica paralela como antagonismo de la oclusión dinámica radial: El agente, para provocar la obra del paciente y preparar el medio, idealmente obrará un encordado simple en caso inductivo, que hará que el paciente lleve a cabo una oclusión dinámica radial pretendiendo antagonizar el encordado agente. Esta inducción habrá de llevarse a cabo desde un diámetro común menor que el que se usaría para encordar con eficiencia, pues será necesario que la distancia entre tiradores sea la necesaria para poder contrarrestar la pérdida de extremo, producida por la posición del diámetro común de la sencillez, que quedará paralela al diámetro común, tras la obra de la oclusión dinámica paralela agente. Obra de la oclusión dinámica paralela como antagonismo a la oclusión dinámica radial: Que cuando el paciente obre una oclusión dinámica radial, el agente podrá obrar una oclusión dinámica paralela, a una posición radial de la sencillez del mismo lado al que obra el paciente, dejando el segmento del arma sobre el diámetro común de la sencillez, y este a su vez, paralelo al diámetro común. El paciente quedará en la hipotenusa de la triangulación ejecutiva, y por tanto, quedará el agente sobre el cateto real. Esto dará la ventaja geométrica al agente que ocluye paralelo, pues su segmento del arma estará sobre el diámetro común de la sencillez, sin que el paciente pueda volver instantáneamente a colocar el segmento de su arma sobre dicha línea, ya que la acción paciente de movimiento está llevando a su sencillez a una radialidad. No obstante, el medio resultante podrá ser uno de común herida, pues cabrá la posibilidad de que el paciente quede con el segmento de su arma paralelo al del agente, si no se obra justo a tiempo. Así pues, esta obra habrá de tener lugar con causa sujeta, siempre atendiendo a las posibilidades de obra del paciente, y al ser posible con un encordado que favorezca la privación del arma paciente. Es importante entender que la oclusión dinámica paralela, cuando se obre a una rectitud radial del mismo lado que la oclusión dinámica radial del paciente, tenderá a dejar el diámetro común de la sencillez paralelo. Esto hará que justo al actuar la oclusión dinámica paralela, el agente que la obra esté ciñendo el medio, dando lugar a un estrechamiento de la dimensión de este, en que la potencia de ejecutar es mayor. Dicho esto, se estudiará cada oclusión dinámica paralela como una posición de la rectitud y rumbo del arma concreto: Oclusión dinámica paralela a primera: Con rectitud a primera, de uñas abajo, con rumbo recto paralelo a la línea del diámetro común y al plano inferior, sobre el ítalo paciente, con la punta de la hoja sobre el diámetro común de la sencillez, cuando la sencillez de la rectitud esté al hábil. Idealmente, será necesario estar agregado inicialmente por fuera, quedando por debajo al obrar, previniendo tener que obrar una oclusión dinámica radial, contra la respuesta del paciente con un encordado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 669 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Esta oclusión dinámica paralela estará fuertemente sostenida en la imposibilidad de que el paciente encuerde hasta la sencillez agente, de lo contrario, la obra de esta poseerá un riesgo superlativo. Por tanto, si no se posee control previo de la hoja paciente, la oclusión dinámica paralela agente deberá tener lugar tras la obra de una garatusa afuera, dando lugar a una posible enarcada. Oclusión dinámica paralela a segunda: Con rectitud a segunda, de uñas dentro, con rumbo recto paralelo a la línea del diámetro común y al plano inferior, idealmente sobre el ítalo paciente, cuando la sencillez de la rectitud esté abajo, independientemente del lado en que se esté agregado, e incluso sin agregación. Si se obra desde la rectitud de adelante, podrá amenazar una rectitud en segunda del paciente que mantenga el arma obtusa. Oclusión dinámica paralela a tercera: Con rectitud a tercera, de uñas arriba, con rumbo recto paralelo a la línea del diámetro común y al plano inferior, cuando la sencillez de la rectitud esté al no hábil. Será ideal que la hoja del agente que ocluye en paralelo quede sobre el ítalo paciente. Oclusión dinámica paralela a cuarta: Con rectitud a cuarta, de uñas fuera, con rumbo recto paralelo a la línea del diámetro común y al plano inferior, cuando la sencillez de la rectitud esté arriba. Será ideal que la hoja del agente que ocluye en paralelo quede sobre el ítalo paciente. Oclusión dinámica paralela a la reducción al recto: Desde cualquier rectitud radial, se dispone una afirmación italada recta, erguida, de uñas abajo con participio de adentro, en asimento interior, con rumbo recto paralelo a la línea del diámetro común y al plano inferior. Dada la intención ejecutiva desmedida en un paciente profano, este tenderá a extender el rumbo de su hoja para obtener el más rápido contacto posible, perdiendo la posibilidad de obrar oclusiones radiales. Igualmente, este paciente pretenderá el tajo desde un medio con un diámetro común muy extenso. La oclusión paralela será un recurso especialmente útil para obtener la ejecutiva, haciendo pasar la rectitud agente por las innumerables líneas que el paciente profano dejará abiertas y sin posibilidad de ocluir. Todo ello sin la exposición propia del agente que se generaría ante un paciente más experimentado, que si pretenda la oclusión radial. “La oclusión dinámica paralela permitirá el control de las líneas que un paciente profano deje abiertas.” La mutación agente de una oclusión radial a una oclusión paralela, sin éxito ejecutivo, dará lugar a un atajo real o virtual y plenamente funcional, por medio de la extensión del rumbo en dirección a la sencillez paciente, dejando al paciente agregado por el lado de la rectitud agente, y cuando se haya creado una agregación de las hojas en débil-medio, que de forma dispositiva posicionará la hoja paciente fuera de vía. Propiciará esto la obra de un tránsito transversal del agente que podrá transferir el medio. “Se producirá el atajo en disposición por parte del agente cuando este ocluya en paralelo con un movimiento radial de la sencillez, que sea perpendicular a la movimiento radial que haya actuado un paciente que haya ocluido en radial.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 670 - - Cuando el paciente ocluya dinámica y radialmente a primera o tercera, el agente podrá atajar en disposición, cuando ocluya en paralelo a segunda o cuarta, humillando o corneando la hoja paciente, respectivamente. - Cuando el paciente ocluya dinámica y radialmente a segunda o cuarta, el agente podrá atajar en disposición, cuando ocluya en paralelo a primera o tercera, remesando la hoja paciente. Antagonismo geométrico de las rectitudes radiales: Cada una de las disposiciones de las rectitudes radiales, generarán un antagonismo geométrico sobre la disposición de una hoja, en la rectitud de delante de rumbo recto. Será por ello, que se habrá de actuar en consecuencia para evitar que el paciente quede en potencia de herir. Dicho antagonismo responde al fenómeno geométrico que hace que un arma agente, con una disposición en la rectitud de adelante, tenga un riesgo superlativo de ser encordada desde una de las rectitudes radiales pacientes, pues estas mantendrán un rumbo que amenazarán directamente la mano del agente. Este riesgo estará basado en la posibilidad del paciente de generar una obra de encordado eficiente, siendo para ello necesario la capacidad de movimiento y una geometría anatómica que lo haga posible. De esta manera, el agente que esté adelante podrá tentar al paciente a que obre ejecutivamente, siendo la rectitud adelante la que mayor capacidad posee de reubicarse y ocluir dinámica y radialmente. “La rectitud adelante agente frente a una rectitud radial paciente será un elemento sin operatividad plena, que posibilitará que el agente induzca al paciente a obrar sobre él.” El motivo técnico y geométrico de esto está basado en que un rumbo recto agente frente a una sencillez radial paciente, está manteniendo un potencial de obra destinado a un objetivo ejecutivo que no es la mano paciente, y por tanto, que está fuera del medio proporcional, que se sobreentiende correctamente medido. Esto deja a la hoja paciente, desde una rectitud radial, en potencia de ocluir ante la estocada recta, y de obrar una oclusión adaptándose a la intención del agente de ejecutar desde la rectitud de adelante. “La rectitud adelante se antagonizará con una rectitud radial, idealmente a primera o tercera, perdiendo con ello potencia de tentar al opositor.” La forma más eficiente de antagonizar y tratar el medio, asumiendo el debate desde el medio proporcional, será disposición antagónica de la rectitud, sea esta adelante o radial. “Los antagonismos geométricos a las rectitudes radiales se sostienen en la premisa de dejar los segmentos de las armas paralelos y coincidentes, dificultando la agregación, inhabilitando la potencia de obrar atajo alguno sobre el opositor.” Antagonismos geométricos de las rectitudes radiales ante un paciente con la misma mano hábil que el agente: - A primera o tercera para antagonizar la adelante del paciente. - En primera para antagonizar la primera del paciente. - En segunda para antagonizar la cuarta del paciente. - En tercera para antagonizar la tercera del paciente. - En cuarta para antagonizar la segunda del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 671 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Ante un paciente zurdo, con distinta mano hábil que el paciente, se mantendrán los antagonismos a segunda y cuarta, siendo invertidos los de primera y tercera. O sea: - La primera de un paciente con distinta mano hábil que el paciente, se antagonizará con la tercera agente. - La tercera de un paciente con distinta mano hábil que el paciente, se antagonizará con la primera agente. Hay que tener en cuenta que el tránsito de la mano por el espacio, estará condicionado por los intervalos a obrar y por la exposición que se pueda generar, durante el tiempo que esté la mano fuera de la potencia de obrar. Esto dará lugar a que los intervalos de oclusión de medio queden relacionados a las acometidas e intentos ejecutivos desde las disposiciones radiales pacientes, opuestas a la agente. “Los intervalos de oclusión de medio darán lugar a que las hojas queden anguladas entre sí, generando una triangulación ejecutiva funcional y eficiente, minimizando la exposición agente y aumentando la paciente.” Se usará el intervalo de medio para la oclusión de la acción ejecutiva de un paciente con misma mano hábil que el agente: - Cuando el agente esté en primera, mutará a tercera, ante una acometida paciente desde su primera. - Cuando el agente esté en segunda, mutará a cuarta, ante una acometida paciente desde su cuarta. - Cuando el agente esté en tercera, mutará a primera, ante una acometida paciente desde su tercera. - Cuando el agente esté en cuarta, mutará a segunda, ante una acometida paciente desde su segunda. Ante un paciente con distinta mano hábil, se mantendrán los intervalos de medio a segunda y cuarta, cambiando primera y tercera. O sea: - Cuando el agente esté en primera, mutará a tercera, ante una acometida paciente zurdo desde su tercera. - Cuando el agente esté en tercera, mutará a primera, ante una acometida paciente zurdo desde su primera. Por otro lado, el intervalo de cuarto se usará mayoritariamente para la respuesta de oclusión, ante una acometida paciente desde la rectitud de adelante, o desde una rectitud radial en que exista poco paso en el ángulo de ataque. Hará esto posible la rápida oclusión y la posible adaptación a las circunstancias prácticas, que en escasas ocasiones coincidirán con el ideal virtual de las disposiciones geométricas estudiadas. Se puede concluir que: Cuando se mantiene el arma dispuesta en una rectitud radial, agregada, será elevada la exposición a la obra opositora en caso efectivo desde la rectitud de adelante. Cuando se pretenda anular la ventaja geométrica de una rectitud radial sobre el medio proporcional propio, se habrá de obrar desde la disposición radial opuesta, en antagonismo geométrico. El antagonismo geométrico de la rectitud radial está ligado a la permanencia del agente en el medio proporcional paciente, y por ende, será el extremo o mano del agente la que únicamente obrará la tratativa desde dentro de dicho medio, y no se pretenderá es sostenimiento de un medio de común herida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 672 - Oclusión al tajo: La oclusión dinámica radial posee el potencial dispositivo, y en última instancia ejecutivo, capaz de proveer al agente de una respuesta a la acción de estocada y también a la de tajo a la mano. “La acción ejecutiva de tajo o revés paciente podrá ser ocluida por una oclusión dinámica radial del agente, siendo necesaria la configuración precisa de una geometría coherente.” Para la respuesta de oclusión dinámica a la estocada, el agente que ocluye deberá ubicar su sencillez sobre el plano del ítalo paciente, justo en el momento en que dicho paciente pretendiese la total extensión de su rumbo, que coincidirá normalmente en el tiempo en que se pretendiese el éxito ejecutivo del paciente. Una vez italado, el agente oclusor habrá que obrar una oclusión radial, adaptada a la procedencia de la hoja paciente y a la ubicación de la rectitud agente. Se deberá de posicionar el tercio débil de la hoja oclusora en la ubicación prevista de la sencillez del paciente ejecutivo, una vez habiendo retirado la mano sencillez agente de la trazada paciente, quedando justo en el diámetro común de la sencillez cuando el rumbo del arma paciente quede extendido. “Para ocluir el tajo, la sencillez del que ocluye deberá quedar italada con la sencillez del ocluido, así como el segmento del arma oclusora deberá de quedar perpendicular a la recta tangente de la curva generada por la trazada de la punta de la hoja ocluida.” Por otro lado, para la oclusión ejecutiva de un tajo o revés, será precisa una extensión adelante, buscando el recto del rumbo de la hoja agente, que proporcionará una ventaja de medio eventual por la extensión de fondo centrífugo asociada, además habrá de ocluirse con el movimiento sobre un plano perpendicular con el plano del movimiento del arma del paciente ocluido. La oclusión agente al tajo paciente será más eficiente por el auxilio de un balanceo al lado de la oclusión actuada o tumbado del cuerpo, seguido de un de movimiento del arma agente en sentido contrario y misma dirección de la que viene el arma paciente, obrando preferiblemente una oclusión con intervalo de medio. Esto se deberá a la imposibilidad de mantener la necesaria agregación o cercanía entre hojas, al obrar el ocluido un movimiento que aportará inercia a su hoja, lo que la sacará de vía, e impedirá que pueda alcanzar la sencillez del agente oclusor, pues no podrá reparar su trazada y corregir su obra a durante su desarrollo. “La oclusión del tajo o revés deberá ser asistida por una acción del torso que aumente la amplitud de la oclusión y prepare el cuerpo para la continuación de la obra.” Será siempre necesario tener control de la hoja ocluida, por medio de la predicción de su inercia, pues de lo contrario, la obra de la oclusión de un agente para un paciente, conseguirá exponer al agente al reparo y reubicación del arma paciente. Respuestas de oclusión al tajo desde la sencillez de adelante: Al tajo natural: Con oclusión en primera o tercera desde la sencillez de adelante, balanceando el cuerpo al lado de la oclusión, primera al hábil, tercera al no hábil, y seguido de un movimiento natural con participio de accidental, o en su defecto la extensión del rumbo de la hoja agente desde la transversal, que tajará. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 673 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Al tajo violento: Con oclusión en primera o tercera desde la sencillez de adelante, balanceando el cuerpo al lado de la oclusión, y seguido de un movimiento violento con participio de accidental, de la hoja desde la transversal, pretendiendo el encordado, que tajará. Este movimiento final podrá también estar generado por la extensión del rumbo de la hoja atajadora agente. Al tajo en reducción o remisión: Con oclusión en segunda desde la sencillez de adelante, tumbando el cuerpo, seguido de un movimiento accidental con un sutil participio de natural de la hoja, que tajará, pretendiendo atajo virtual o, según el medio, pudiendo obtenerse incluso la agregación. Con oclusión en cuarta desde la sencillez de adelante, tumbando el cuerpo, ahuecando el medio y seguido de un movimiento accidental con una reducción a la rectitud de adelante y al recto del rumbo de la hoja, que estocará, ejecutando a tiempo al acral y a tras tiempo de sagita. Respuesta de oclusión al tajo desde las rectitudes radiales: Para la universalización y práctica de la oclusión al tajo desde cualquier rectitud que no sea adelante, el agente obrará una oclusión de medio en el plano perpendicular al de la trazada seguida por la hoja del paciente. De esta forma, ambas hojas quedarán dispuestas para la obra en causa libre, lo que le otorgará una sustancial ventaja temporal al agente, que no ha de reparar ningún vector de inercia, y por tanto, quedará en ventaja dinámica y en potencia de herir. Oclusión a la empomada: Cuando el agente pretenda la oclusión dinámica de una empomada simple o de cinta paralela paciente, siempre se habrá de buscar la eficiencia geométrica por medio de la triangulación ejecutiva, preparando y obrando a tiempo la oclusión dinámica radial al lado opuesto desde el que la trazada de la hoja paciente pretenda la ejecución. Para aumentar la eficiencia en determinados casos, la radialidad se deberá de generar con participio de cuarta, impidiendo que el paciente ocluido quede italado a la sencillez del agente, y con ello, entorpeciendo la ventaja geométrica que aporta la empomada. “La oclusión dinámica a la empomada simple y de cinta paralela se llevará a cabo de forma radial, con posible participio de cuarta y al lado contrario al que exista la agregación.” La oclusión a la empomada de cinta cruzada, será una oclusión dinámica paralela. Esta se hará ligeramente más eficiente si la sencillez se lleva al lado por el que está presente el arma del paciente, o sea, al mismo lado al que está agregada la hoja. Esto será así pues el segmento del arma paciente quedará transversal al diámetro común, dejando la línea del diámetro común de la sencillez abierta y ocupada por la hoja del agente oclusor, siempre y cuando se obre la oclusión dinámica paralela justo a tiempo. Con ello, quedará el diámetro común de la sencillez paralelo al diámetro común, lo que hará al agente que ocluye dueño de esta línea, sin posible común herida, pues la inercia accidental del arma paciente impedirá la posibilidad de que las hojas queden paralelas, facilitando el desenlace ejecutivo a favor del agente oclusor. “La oclusión dinámica a la empomada de cinta cruzada, será idealmente paralela, resultando más eficiente en la radialidad del lado en que está la agregación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 674 - La oclusión dinámica paralela a la empomada de cinta cruzada se preparará con la preparación de las oclusiones a primera y tercera, siguiendo la lógica según la ubicación de la hoja paciente respecto a la agente. “Se preparará la oclusión dinámica paralela a primera cuando se prevea que el paciente pretende la empomada de cinta cruzada por fuera del agente.” “Se prepara la oclusión dinámica paralela a tercera cuando se prevea que el paciente pretende la empomada de cinta cruzada por dentro del agente.” Por tanto: - Al culminar la oclusión, quedará la sencillez del oclusor fuera de la trazada del empomador y alejada del diámetro del objetivo ejecutivo del paciente ocluido. - Al culminar la oclusión, quedará el oclusor perfilado o con el medio ahuecado, disminuyendo la silueta y aumentando su extremo. - Para aumentar la eficiencia quedará ligeramente vertical el plano sobre el que se genera la geometría de la triangulación respondida. - Se facilitará la oclusión al estar el ítalo del oclusor por encima del ítalo del ocluido, que obligatoriamente tendrá que bajarlo por la naturaleza del fondo de empomada. Será así, que la geometría del arma y envergadura del oclusor facilitará la oclusión e impedirá la invasión de su medio particular, quedando aquel paciente que empoma expuesto a la oclusión sobre su sencillez o brazo. Será ideal que el oclusor mantenga la agregación tanto como sea posible, pues esta facilitará la guía de la hoja del agente que ocluye sobre la hoja del paciente ocluido, dando lugar a la eficiente supresión de este último, ejecutando sobre su emisor lucido. Así pues: A la empomada simple o de cinta paralela del paciente, por el lado armado agente, se ocluirá con una oclusión dinámica radial a tercera, o de tercera para cuarta. A la empomada simple o de cinta paralela del paciente, por el lado no armado agente, se ocluirá con una oclusión dinámica radial a primera, o de cuarta para primera. A la empomada de cinta cruzada paciente, por el lado armado agente, se ocluirá con una oclusión dinámica paralela a primera, o también es posible la oclusión dinámica radial de cuarta para primera con la punta sobre el diámetro común de la sencillez. A la empomada de cinta cruzada paciente, por el lado no armado agente, se ocluirá con una oclusión dinámica paralela a tercera, o también es posible la oclusión dinámica radial de tercera para cuarta con la punta sobre el diámetro común de la sencillez. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 675 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Oclusión ejecutiva: “La oclusión ejecutiva es una obra ejecutiva, resultado de una oclusión que es actuada con la acción accidental del arma o la extensión del rumbo de esta, buscando el encordado o, incluso, la línea en cruz, justo antes de que la oclusión sea culminada.” La oclusión ejecutiva es una variante de cualquier oclusión dinámica que emerge al actuar esta con intención ejecutiva, y que aumentará el potencial ejecutivo de la oclusión al extender el rumbo del arma o actuarla en accidental durante la obra. Se puede entender que la oclusión ejecutiva es la obra resultado de la conjugación entre la acción de la oclusión dinámica y la acción de un tajo natural, un tajo violento, medio tajo o medio revés, complementando a la oclusión y extendiendo el extremo en dirección a la sencillez paciente. Para obra la oclusión ejecutiva será necesario obrar la oclusión radial con normalidad en su fase de previsión, siendo necesario cambiar la forma en la que se actúa la segunda fase de dicha obra. La oclusión ejecutiva se preparará igual que una oclusión dinámica radial, debiendo quedar el arma paciente al lado contrario de donde se pretende llevar la sencillez agente. Una vez preparada la oclusión dinámica radial, cuando el paciente obra el encordado, el agente comenzará con la reubicación de su sencillez, y a tiempo actuará la extensión del rumbo del arma, llevando su hoja agregada a la línea del diámetro común, invadiéndolo a la vez que extiende el rumbo, lo que hará que se encuerde sobre la hoja paciente, hiriendo a este. La oclusión ejecutiva, si tornea o envuelve, tenderá a coincidir en geometría y dinámica con la obra de un redondo de cuarto o medio, siendo el propósito y la sintaxis de la obra lo que las diferenciará. La obra de la oclusión ejecutiva es habitual en individuos con una instrucción relativamente baja, que conozcan el potencial de la oclusión sin entender su eficiente uso dispositivo. Así pues, los sujetos poco formados tenderán hacer de la oclusión dinámica radial una oclusión ejecutiva, siendo esta última considerablemente menos eficiente y exponiendo al usuario a la reacción del opositor. La oclusión ejecutiva paciente podrá ser antagonizada por la obra inductiva de un encordado agente, con el que no se pretenda el éxito ejecutivo. Esto hará que la hoja paciente que pretende ocluir ejecutivamente se extienda y quede paralela al diámetro común, dejando sin ocluir las líneas del diámetro común. Siendo esto un hueco por donde el agente podrá obrar con atajo de la hoja paciente. Igualmente, la oclusión ejecutiva quedará inhabilitada ante la línea en cruz, que hará imposible la extensión del rumbo de la hoja que pretende ocluir ejecutivamente. “La oclusión ejecutiva será una obra útil para aumentar el potencial ejecutivo de una oclusión, eficiente en la oposición agente ante el encordado paciente.” ———— - 677 - Atajo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 679 -DE LA C AUSA P RÁCTICA El atajo: El atajo es la obra dispositiva, consciente y voluntaria, de controlar parcial o totalmente la hoja del paciente. “El atajo es el control consiente de la hoja paciente.” Como herramienta de control y previsión, se intentará la agregación y atajo de la hoja paciente, pues sin el control de esta, la acción ejecutiva está sujeta a variables que no será posible manejar. “Cualquier herida hecha sin atajo es falsa.” D.Álvaro Guerra de la Vega. (Comprensión de la destreza.) Una vez la agregación exista, el agente deberá pretender sostenerla, valiéndose de ello para prevenir y condicionar la acción del arma paciente. “Tener el control de la hoja paciente posibilitará al agente condicionar la hoja opositora, prever sus acciones y reaccionar a ellas.” El atajo, para desarrollar su función, habrá de estar compuesto por una geometría, que genere la posibilidad de interaccionar en el espacio con el arma paciente. Así mismo, dicho atajo habrá de poseer una dinámica y manera en la que la geometría mute, la cual posibilite el sostenimiento de la interacción de las armas sin la exposición del agente. Por último, el atajo habrá de tener un contenido semántico, debiendo poseer un propósito que lo haga válido en su contexto. Un atajo agente tendrá su lógica operacional sostenida en la exposición que se genera en el paciente cuando libra el atajo, para evitar la presión sobre su arma, puesto que las acciones que dan lugar a ello impedirán la posibilidad de obrar mientras se están llevando a cabo. Estas acciones de libramiento serán librar, formar, secar, extrañar, durante las cuales, no será posible la oclusión o la respuesta contundente al intento de encordado del agente atajador. “El atajo agente basará su función en la desventaja que se le genera al paciente atajado al librar dicho atajo.” La geometría del atajo habrá de hacer coincidir los segmentos de las armas de manera relativamente perpendicular, permitiéndose así la interacción entre las hojas. Con ello, se hace posible el control del arma paciente, gracias a la intersección de los segmentos del arma, que hará a estos interaccionar físicamente, condicionando su libre movimiento y permitiendo la aplicación de fuerza entre ellos. La dinámica del atajo será aquello que permita la sostenibilidad de la perpendicularidad entre hojas, haciendo que la geometría evolucione en la dimensión temporal, permitiéndola adaptarse a los intereses del agente sobre las acciones del paciente. Adicionalmente, la dinámica será aquello que posibilite la imposición de energía a la hoja opositora, por medio del movimiento de la hoja propia, con agregación o sin ella. La semántica del atajo será aquello que le atribuya el propósito y la función a esta obra. De manera habitual, en su intención original, el atajo asistirá al tirador agente a organizar la geometría del medio para facilitar apropiación. No obstante, en otros casos, el atajo podrá ser útil para otras cuestiones, como la inducción de la obra paciente, la ampliación o contracción del medio, la interrupción de obras contrarias o la adquisición de información del opositor. El control del arma paciente, por medio de la geometría y la dinámica aplicada a esta, habrá de tener siempre un componente de movimiento y constante acción del arma agente, que marcará y condicionará la forma en que la hoja propia genera el control de la ajena. Para esto, se precisará de la previsión de la trazada paciente, y por tanto, la medición de la intención opositora será fundamental. Este componente dinámico será lo único que asegurará la viabilidad del atajo, pues sin tener en cuenta la dimensión TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 680 - temporal, las armas láser no tienen posibilidad de generar una obra segura con control del arma opositora, dado que el extremo proximal del segmento del arma láser siempre será vulnerable. “El atajo más elemental será la mera agregación, que pretenderá la privación de la hoja paciente, y con ello, el control del diámetro común del medio proporcional.” En la práctica, el atajo no existirá como obra única, pues será una obra que auxiliará de manera dispositiva a otra, que tendrá intención ejecutiva o igualmente dispositiva. De la misma forma, idealmente el atajo formará parte de una obra concreta, como módulo organizativo de esta, haciendo que cualquier obra sobre el paciente o su arma disponga del control necesario para ser segura. “El atajo normalmente asistirá a de manera dispositiva, ya sea como obra única o como módulo de otra.” En ningún momento hay que confundir tener controlada la hoja paciente con poder intervenir sobre ella o disponerla libremente, pues en las armas láser están desprovistas de una geometría capaz de hacer esto con seguridad para el agente. Así pues, el control de la hoja paciente deberá tener siempre implícito la posible reacción a la obra de dicho agente sobre el paciente. Esto se llevará a cabo preparando la oclusión dinámica pertinente, que provea a de seguridad reactiva a la obra del atajo. “El atajo deberá siempre de concebirse previniendo la obra ejecutiva del paciente atajado sobre el agente atajador.” Conscientes de las fuerzas implícitas en vectores ejecutivos, o dispositivos en intención de disponer, cabe mencionar que el atajo solo podrá detener un vector de inercia si se presenta al límite de la distancia operativa del paciente, o sea atajando en el principio, siendo así imposible la viabilidad de un intento de encordado ejecutivo sobre el atajador. Así pues: “La obra del atajo será entendida como un producto de la coherencia sintáctica de acciones básicas, que pretende el control de la hoja paciente para facilitar una segura obra agente.” El atajo constará de tres fases, que llevarán el control de la hoja paciente desde la mera restricción de libertad de esta hasta la total restricción de movimiento. Las fases serán: - Privación: La privación es la fase del atajo en que la hoja paciente queda restringida de su total libertad del movimiento, sin imposición de fuerza sobre ella y sin posibilidad de quedar estática. - Disposición: La disposición es la fase del atajo en que la hoja paciente es reubicada en el espacio, gracias a la imposición de fuerzas sobre ella o sobre la psicología del paciente, por parte del agente. - Sujeción: La sujeción es la fase final del atajo en la que el agente obtiene la total o parcial restricción de movimiento de la hoja paciente. Esta fase, dada la naturaleza figurada y geométrica del arma láser, es únicamente alcanzable de manera eventual, sin ser posible su sostenimiento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 681 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Cabe aclarar que el atajo que pretenda llegar a la disposición de la hoja paciente, será preparado con la agregación o con la privación en atajo virtual, de manera que el fundamento quede en la parte de la hoja paciente totalmente contraria al sentido que seguirá la disposición de dicha hoja. O sea, que se ha de agregar sobre la hoja que se pretenda reubicar justo por el lado opuesto al que seguirá la disposición. No obstante, ante un atajo existirá siempre la posibilidad para el paciente de librar, formar, secar, extrañar y envolver, así como otras maneras emergentes de la situación que le permitirán transferir el medio. Esto habrá de ser tenido en cuenta a la hora de concebir y disponer la configuración geométrica y dinámica del atajo, y/o adaptar esta a una intención dispositiva coherente con la acción ejecutiva subsiguiente. El atajo, por tanto, será un recurso que hará al agente acotar las obras posibles del paciente, haciendo considerablemente más sencillo anticipar la obra opositora y preparar la obra propia. “El atajo facilitará al agente la previsión del paciente, condicionando su hoja y limitando sus posibilidades.” El atajo según la existencia de agregación: El atajo podrá existir con agregación física de las hojas o sin ella. No obstante, siempre estará condicionado por la posibilidad de ejercer presión sobre la hoja opositora, ya sea por medio de la interacción física de las hojas o por condicionantes psicológicos, impuestos por el agente atajador sobre el paciente atajado. De ambas maneras, el control de la hoja paciente será posible. “El atajo será dependiente de la capacidad voluntaria de un agente para generar la previsión, el movimiento o la restricción de este del arma paciente, ya sea por medio de la agregación o sin ella.” El atajo, podrá tener dos naturalezas diferenciadas basadas en la existencia o carencia de la agregación, como contacto físico entre las hojas: Atajo real: “El atajo real es aquel generado por medio de la agregación y el consiguiente fundamento real.” El atajo real podrá generar la imposición de fuerzas al arma atajada tanto por la interacción física con la presión psicológica agente sobre el paciente atajado. Adicionalmente, el agente que esté atajando en real se facilitará la previsión del arma paciente, pues tendrá el tacto como elemento adicional sobre el que poder basar los cálculos. Atajo virtual: “Al atajo virtual es aquel generado por medio de la disposición de la hoja atajadora en el espacio, sin agregación con la hoja atajada, por lo que no generará fundamento.” El atajo virtual estará condicionado al no existir agregación, de esa manera únicamente podrá tener lugar en base a la presión psicológica sobre el paciente y a la previsión de la ubicación de su hoja. El atajo real, en el que existirá la agregación, creará un punto de contacto en torno al perímetro de la sección perpendicular de los cilindros que conforman las hojas, tanto de la atajada como atajadora, siendo llamado fundamento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 682 - Fundamento: “Punto de una hoja en que se genera contacto con otra hoja.” Este fundamento podrá ser definido y concretado por medio del uso de la disposición horaria en un reloj analógico, aplicando cada una de las referencias horarias a un punto de la sección circular de la hoja. El fundamento dará información al agente para determinar la naturaleza de la obra necesaria a llevar a cabo y del plano en que esta tendrá lugar. Como caso ilustrativo estarán las oclusiones, dependientes de la determinación del fundamento para ser obradas de la manera más eficiente. Igualmente ocurre con la obra ejecutiva del encordado, en que el control del fundamento es indispensable para el entendimiento de la viabilidad geométrica de dicha obra. Naturaleza funcional o disfuncional del atajo: “Un atajo podrá ser funcional o disfuncional dependiendo de la configuración geométrica de la agregación y de su conjugación con la distancia entre tiradores.” Para otorgar funcionalidad a un atajo agente, el cual se llamará “funcional”, y que este no se convierta en una vía hacia el encordado y posterior supresión, este habrá de estar agregado siempre a un tercio débil, sea así en ambas hojas o solo en una (AΓ3 - BΓ3 / Γ2), que en ese caso, habrá de estar su contraria en tercio medio, nunca en mayor fuerza. Esto es un matiz de vital importancia a la hora de entender la dinámica implícita en un diámetro común relativamente ceñido, sobre el cual se pretenda el control de la hoja opositora. Atajo funcional: “El atajo funcional será aquel que permita la reacción ante la obra ejecutiva directa del paciente opositor. Esto tendrá lugar geométricamente por medio de mantener la agregación en los tercios débiles, o en un tercio débil y uno medio. Cualquier otra combinación será considerada como disfuncional, exponiendo al agente a la ejecutiva paciente, sin posibilidad de reaccionar a ella eficientemente.” La funcionalidad del atajo tiene su base en la geometría emergente de un medio proporcional, capaz de otorgar la apropiación a aquel tirador que posea el control necesario de la dimensión temporal y espacial. Por ende, si el atajo es funcional, la dimensión temporal no quedará a merced del opositor, dificultando que en el espacio pueda encordar con solo mutar la rectitud o extendiendo el rumbo del arma. Así pues, el paciente tendrá que obrar obligatoriamente un conjunto de movimientos, que dotarán al agente de testigos para actuar a tiempo o disponerse para la acción a tras tiempo, y que posibilitarán un debate más seguro para el agente. “Con el atajo funcional el agente queda protegido ante la obra ejecutiva de su opositor, pues el encordado paciente recorrerá una distancia en que el agente podrá reaccionar.” El atajo funcional adquiere su máxima eficiencia en el medio resultante de dos hojas agregadas en sus tercios débiles, en ligero ángulo obtuso para poder interaccionar y controlar al arma opositora. “El atajo funcional, gracias a una ligera angulación obtusa en las hojas, dará lugar a un medio proporcional coherente y seguro, concretamente en la zona de sombra.” El ángulo obtuso de las hojas contribuirá a que se genere un medio proporcional en la zona de sombra, cuando ocurra con un diámetro común de la sencillez aledaño a la suma de los segmentos de las armas, menos un tercio de una de ellas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 683 -DE LA C AUSA P RÁCTICA “El atajo funcional geométricamente ideal emergerá cuando las hojas queden agregadas en sus tercios débiles o débil-medio, dándose lugar a un diámetro común de la sencillez igual o cercano a la suma de los segmentos de las armas menos un tercio de una de ellas.” Un atajo será óptimo cuando con las hojas agregadas en funcional den lugar a: ΦZ = (AΞ + BΞ) – (1/3AΓ) Por otro lado, el atajo podrá estar configurado geométricamente de un modo que no sea del todo funcional para la obra del agente que ataja. Esto se llamará atajo disfuncional. Atajo disfuncional: “El atajo disfuncional será aquel que esté en una configuración geométrica distinta a débil-débil o débil-medio, así como cualquiera que no mantenga un diámetro común de la sencillez coherente con la agregación y dinámica.” Un atajo irá perdiendo su funcionalidad conforme el diámetro común de la sencillez sea menor a la suma de los segmentos de las armas menos un tercio de una de ellas. Esto será así pese a la configuración geométrica de la agregación. Con dicho atajo disfuncional se dará lugar a un diámetro común propio del medio proporcional en su horizonte de sucesos, y por tanto, poco eficiente para sostener la agregación. “Si el atajo es funcional, con un diámetro común de la sencillez mayor a la suma de las hojas reales más un tercio de una de ellas, agente y paciente no están geométricamente expuestos al opositor.” “Si el atajo es disfuncional o tiene un diámetro común de la sencillez menor que la hoja real más un tercio, se estará en un medio de común herida, a menos que la dinámica implícita en la acción de las armas dé lugar a un medio proporcionado.” “El atajo pierde totalmente su funcionalidad cuando, a pesar de su agregación, el diámetro común de la sencillez es menor que segmento del arma del paciente atajado.” La funcionalidad de un atajo no solo se rige por la configuración geométrica de las armas, pues el medio resultante dependerá de la conjugación de dicha configuración con el diámetro común, el diámetro común de la sencillez y los modificadores de medio. “La funcionalidad de un atajo medirá la posibilidad de mantener al atajador seguro ante la obra del atajado.” Existe la posibilidad de trabajar la faz en la que se muestre la pretensión de mantener la funcionalidad del atajo, mientras que en la verdadera intención se esconda la finalidad de generar la disfuncionalidad a favor del agente. Se forzará así el embebido de la rectitud, el huido del cuerpo o pérdida de medio por parte del paciente. Cosa que determinará la capacidad de distanciar y controlar la intención paciente teniendo en cuenta la dimensión vertical de los medios. Será también posible otorgar la condición de atajo de apoyo con fundamento “virtual” al cierre de líneas sin agregación, si los vectores dispuestos por el agente con los que se están cerrando las líneas son gemelos de los que el paciente está obrando. Esto dará lugar a un efecto similar al atajo con agregación, incluyendo el poder entenderse como que se está obrando en causa sujeta. No obstante, el control sin tacto sobre la hoja paciente, será significativamente menor, creciendo la dificultad de obrar o ejecutar sin ser encordado por el opositor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 684 - Las armas láser, habitualmente, son conjuntos que tienen el punto de equilibrio muy proximal respecto a su cuerda. Esto da lugar a una carencia en la imposición de fuerzas en el atajo, siempre que se esté esgrimiendo una pieza de equilibrio centrado o atrasado. Unido a esto, encordar y cambiar la graduación del atajo tiene un coste de exposición técnica sustancialmente alto, al ocuparse líneas en medios naturales y considerablemente amplios. Se puede entender aquí, que pueden tener una mayor querencia al atajo aquellos tiradores que porten armas más adelantadas y, por ende, serán reticentes al control propio o ajeno, aquellos que estén obrando asistidos de conjuntos más atrasados o de equilibrio proximal. Igualmente esto es, directa y proporcionalmente, aplicable a la tendencia y predisposición a remisar la hoja opositora. “A mayor adelantamiento de la masa avanzada, mayor tendencia y facilidad para el atajo en disposición manteniendo la funcionalidad.” El atajo según su dinámica: El atajo podrá estar generado alrededor de dos conceptos espacio-temporales, que definirán si el atajo está siendo sostenido por la disposición estática de la geometría o por la interacción dinámica de las hojas entre sí y su reubicación espacial. El atajo estático: “El atajo estático es aquel que está configurado por la disposición y/o agregación de la hoja agente, manteniéndose detenida en una posición del espacio, e independientemente a que la hoja del paciente esté en movimiento.” El atajo dinámico: “El atajo dinámico será aquel que solo es capaz de desarrollar su función de control gracias al movimiento y adaptación de la geometría agente respecto a la geometría paciente. En ello se incluye cualquier control de la hoja paciente por medio de la inercia de esta, ya sea impuesta por el propio paciente o por el agente.” Para generar un atajo en cualquier fase sobre una hoja paciente, y que sea plenamente operativo, siempre habrá de complementarse al unísono la geometría con la dinámica, de lo contrario, no existirá posibilidad alguna de que la privación, disposición o sujeción emerja. Esto es debido a que un intento de atajo agente, únicamente generado por la geometría, dejaría encordar a la hoja paciente atajada con la mínima aplicación de fuerza. Igualmente, el intento de atajo agente sobre la hoja paciente con la aplicación única de la dinámica en una geometría inmutable, dejará al paciente atajado con la posibilidad de mutar su geometría e inhabilitar el intento agente de controlar su arma. “Para existir el atajo habrá de conjugarse la geometría con la dinámica.” Equilibrio de fuerzas del atajo según la agregación: “En una agregación tendrá ventaja en la aplicación de fuerzas al arma opositora aquel que esté agregado más proximal a su sencillez.” Otro aspecto fundamental del atajo es la forma en la que la dinámica de una hoja interfiere con la dinámica de otra. Así pues, se dará lugar al atajo según las fuerzas que puedan crear la hoja contra su opositora. Cuando un atajo funcional está generado en debíl-debíl, se estará en igualdad de fuerzas, pues la palanca existente en las armas será equivalente. Así pues, la disposición de una de las hojas por parte de otra, no tendrá una ventaja por la geometría. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 685 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Sin embargo, cuando el atajo funcional está en medio-débil, aquel que tenga la agregación en su tercio medio tendrá ventaja de fuerza, pues dispondrá de una mayor fuerza con la misma energía. Esto hará que se posibilite una disposición más sencilla de la hoja que agrega con su tercio débil, a costa de una mayor exposición de la hoja que agrega con su tercio medio. Atajo en igualdad de fuerzas: AΓ3 - BΓ3 Atajo en ventaja de fuerza agente: AΓ2 - BΓ3 Cualquier otra configuración en la agregación no será eficiente para la concepción de un atajo, dada la exposición de los tiradores. No obstante, el atajo en mayor ventaja de fuerza posible para el agente será aquel generado por la agregación de la parte más proximal del arma de este sobre la parte más distal del arma opositora. En esencia, recurriendo a la subdivisión decimal del arma: Atajo en máxima ventaja de fuerza agente: AΓ1 - B Γ10 Atajo simétrico e igualdad de fuerzas: “El atajo simétrico es aquel en que la agregación se produce sobre el mismo tercio en cada arma agregada.” El atajo en igualdad de fuerzas tendrá una dinámica implícita que estará condicionada por la agregación simétrica de las hojas, y que se dará cuando ambas hojas tengan el fundamento en la misma ubicación de su extensión. Esto será llamado atajo simétrico y ofrecerá una igualdad en la palanca generada en las armas, dejando lineal la relación de fuerzas aplicadas recíprocamente en las armas agregadas. Atajo con simetría débil: El atajo con simetría débil tiene como punto de agregación y fundamento el tercio débil de ambas hojas. Quedará así entendido como la expresión más distal de un atajo funcional. Esta resultará la expresión más inestable de atajo debido a la facilidad de ser librado y la dificultad de mantener un vector gemelo, que estará condicionado por el rápido e impredecible movimiento de la punta de la hoja paciente y la necesaria puntería agente. Por otro lado, el atajo con simetría débil será el único atajo simétrico No obstante, por su configuración distal, tendrá el potencial de privar a la hoja paciente en mayor proporción que la exposición agente que genera, lo que le otorga viabilidad y un potencial de obra útil en términos estadísticos y geométricos. AΓ1 - BΓ1 Atajo con simetría media: El atajo con simetría media es aquel que tiene como punto de agregación y fundamento el tercio medio de ambas hojas. Por la lógica geométrica, este atajo será disfuncional por definición, al estar sujeto a la simetría entre la disposición recíproca de las hojas en su fundamento y cruz. Quedará geométricamente restringida su obra a contextos donde la inercia de la hojas propicien una redistribución de la agregación y reubicación TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 686 - del fundamento en sentido distal, y que facilite la apertura y crecimiento del ángulo de ataque para el agente y su decrecimiento para el paciente, aumentando con ello el potencial de la obra. Este atajo con simetría media será usado en obras en la que la necesidad de aplicar fuerza, en disposición al arma opositora, esté conjugada con vectores de inercia en que sea imposible o compleja la ganancia de medio o la acción de encordado. AΓ2 - BΓ2 Atajo con simetría fuerte: Aquel atajo que está siendo actuado desde una agregación y fundamento situado en los tercios fuertes de ambas hojas. Esto dará lugar a una disfunción superlativa en la aplicación de esta geometría, lo que lo restringe al uso estrictamente instruccional. AΓ3 – BΓ3 Momentos del atajo: El atajo, contextualizado y conjugado con la causa instrumental laserina, así como con su geometría y dinámica emergente, habrá de poseer partículas fundamentales que son relativas a la evolución del atajo en el tiempo y el espacio, constando así de una subdivisión temporal que responde a momentos, y con ello, a posibilidades e intenciones con la que ser obrado. Momentos del atajo: Atajo previsto: El atajo en previsión será aquel control del arma paciente, que de manera consciente, está generado en base al cálculo de la energía, movimiento y posición que tendrán las armas agente y paciente en un momento determinado. Este momento del atajo será la base para cualquier pretensión de control del arma agente, pues se precisará del entendimiento de su movimiento y lugar para aprovecharse de ello o poder comenzar la obra del atajo. Así mismo, será preciso concebir la ubicación de la hoja agente, pues será a través de ella que se generará la interacción con la paciente. Este momento del atajo, será universal, pues con su único uso se podrá tener consciencia de la ubicación de la hoja opositora en el espacio. Por ello, el dominio del momento de previsión de las hojas será aquel que permitirá convertir un contexto sin agregación, en una obra en causa sujeta. “El atajo en previsión será el primero y más fundamental de los momentos y la base de las fases del atajo.” Inicial: El atajo inicial o al principio, se centra solo en disponer la hoja propia para condicionar la opuesta en su obra, privándola. Para su acción eficiente, habrá de tener configuración funcional en cualquiera de sus disposiciones. El atajo en su momento inicial podrá generarse de forma independiente a la energía aplicada por el paciente a su hoja. Así pues, podrá generarse un atajo en cualquiera de sus fases en el momento inicial. La anatomía del agente que ataja estará dispuesta únicamente para posibilitar TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 687 -DE LA C AUSA P RÁCTICA la ubicación de su hoja en el espacio, sin existir la posibilidad de continuar obra alguna, pues el atajo está únicamente iniciado. Desarrollado: El atajo, que una vez iniciado llega a ser desarrollado, posibilitará el sostenimiento de la privación y/o la disposición de la hoja del paciente en un determinado espacio, ceñido a la naturaleza de la obra de ambos tiradores implicados. Para su obra eficiente, habrá de generarse con la configuración funcional, de débil-débil aquella con el agente agregando con el tercio medio y paciente con el tercio débil (AΓ3 - BΓ3) ó (AΓ2 - BΓ3) El agente atajador tendrá la anatomía en una disposición que le permitirá tanto la continuación con el atajo como la liberación del mismo. Culminado: El atajo culminado es aquel que, una vez iniciado y desarrollado, es capaz de controlar totalmente la hoja paciente. Habrá de tener una configuración funcional en estático, y podrá generarse una geometría disfuncional en dinámico, para que la imposición de fuerzas a la hoja agente pueda tener relevancia en la contraposición de fuerzas de la hoja paciente, así como el agente esté en potencia de obrar. Cuando un atajo es culminado, el agente que ataja tendrá toda la anatomía dispuesta para realizar su función en el atajo y, por tanto, su obra y medio quedará a merced de dicha obra. O sea, al culminarse el atajo, el agente atajador tendrá la potencia de obrar y continuar su obra, pues el atajo ya está consolidado respecto a sus intereses. Más allá del atajo culminado, se podrá entender que existirá la posibilidad de generar el atajo al arma paciente entendiendo la posición futura de esta, una vez lleve a cabo una obra o tras ella. Por tanto, se podrá realizar un atajo radial teniendo en cuenta que la sencillez del atajador será el objetivo ejecutivo del atajado, y por tanto, al quedar la punta de la hoja atajadora sobre, o aledaña, al diámetro común, se generará la disposición de la hoja atajada una vez que esta actúe. Esto es llamado atajo radial futuro. El atajo radial futuro o atajo futuro: El atajo radial futuro es aquel capaz de llegar a su fase de disposición, generado en agregación con la única acción de la sencillez del atajador a una posición radial, que dejando la punta de su hoja sobre el diámetro común o cercano él y sin aplicar fuerza, conseguirá disponer la hoja paciente una vez que esta actúe, guiándola sobre la hoja agente, pues precisará el paciente atajado de actuar su hoja a una de las radialidades del agente atajador. Por tanto, el atajo radial futuro es la combinación de una oclusión radial y la intención de atajar y disponer la hoja paciente cuando esta pretenda el encordado. Esta tipología de atajo, en su fase de disposición, será crucial para controlar la orientación del foco paciente, así como para la obra de la línea en cruz y ceñida, pues el paciente atajado desfasará su foco atendido e intencional en sentido a la sencillez agente, cuando esta sea su objetivo ejecutivo. Así pues, cada uno de los momentos posibles del atajo, responde a su vez a unos rasgos de particulares TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 688 - de este, que se llamarán fases. Estas tendrán lugar al observarse la evolución del atajo en la dimensión temporal, crucial para la previsión, ejecución, éxito y análisis de la intención. Fases del atajo: El atajo, como obra, estará estratificado por fases, que determinarán el estado del control generado sobre la hoja paciente. Por tanto, se habrá de entender el atajo como un elemento que podrá estar obrado con distintas intenciones, que ligadas a la acción de la hoja agente, darán lugar a cada una de las fases del atajo. Estas fases, siempre posteriores a una previsión de la hoja opositora, serán necesariamente entendidas como ordenadas correlativamente, pues no podrá existir una fase concreta del atajo sin su fase previa. Atajo en fase de privación: “El atajo en privación es aquel que impide el libre movimiento del arma paciente, sin generar fuerza sobre ella por parte del agente.” La privación es la expresión más fundamental y necesaria de un atajo, considerada como atajo inicial, por su simplicidad. Tendrá lugar cuando un atajo, en real o virtual, obstruya de forma consciente y eficiente la libre trazada de la hoja paciente, sin que exista exposición o compromiso técnico notable por parte del agente. La privación, como primera fase del atajo, habrá de tener lugar siempre tras la previsión del movimiento del arma paciente, pues de lo contrario, la ubicación espacial de la hoja agente no será garantía de atajo ni control alguno. “El atajo en privación será directamente dependiente de la eficiente previsión de la hoja paciente.” Para que un atajo en privación tenga lugar sin la exposición del agente, el atajo habrá de ser funcional y mantener la trazada mediante vectores de movimiento gemelos con la hoja paciente, de esa forma será como el libramiento se dificultará y será previsto por el agente. El atajo en privación se podrá llevar a cabo aplicando fuerza en un determinado punto distal, desplazando el momento de fuerza de la hoja paciente a un eje sobre el que no exista control de su usuario. Esto será ejecutado por medio de la disposición y obtención eventual del atajo funcional medio-débil, mientras la hoja del agente se desplazada por el espacio perdiendo grados de fuerza, lo que expulsará o modificará el momento de fuerza de la hoja paciente. “Cuando atajando en privación se gane ventaja de fuerza, el movimiento de la hoja paciente se verá mermado sin necesidad de aplicar energía por la hoja agente.” El atajo en privación, por su naturaleza fundamental y básica, podrá tener lugar de manera tanto real como virtual. Esto es debido a que la mera disposición de la hoja en el medio estará impidiendo la total libertad de movimiento del arma opositora y/o atajada, en mayor o menor medida, siempre que se mantenga al agente a resguardo. “Para que el atajo en privación sea posible, los segmentos de las armas habrán de quedar secantes o perpendiculares, así como antiparalelos en su extensión próximo-distal.” Dado esto, el simple hecho de generar un ángulo de desfase entre el foco paciente y el diámetro común, manteniendo la rectitud y rumbo, ya dará lugar a un atajo agente inicial, en privación, real o virtual. Será la intención y consciencia del agente la que le atribuirá la calificación de atajo en privación a la TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 689 -DE LA C AUSA P RÁCTICA mera disposición de la hoja en el medio, pues solo será dicho agente el que tendrá conocimiento de los motivos por los que está la hoja en dicha ubicación. “Un atajo en privación podrá ser obrado por la mera disposición de la hoja en el medio, si está en una ubicación elegida conscientemente por el agente para entorpecer el posible movimiento del arma paciente.” Un paciente profano no será plenamente consiente de estar atajado en privación, pues entenderá que su arma está libre por el mero hecho de no existir fuerza impuesta sobre ella. De esta manera, desde el punto de vista estrictamente técnico, al no existir intención no se estará atajando, sino obstaculizando la hoja opositora sin intención de ello, lo que no representará un problema notable para el opositor, por no entorpecer eficientemente su obra. Atajo en fase de disposición: “El atajo en disposición es aquel que reubica al arma paciente con la imposición de fuerza por parte del agente.” La disposición, que puede o no ser parte de un atajo, es la condición del atajo subsiguiente a la privación y, por tanto, una posible expresión del atajo desarrollado. La disposición será la fase en que la condición de la hoja agente ganará la posibilidad de ubicar en el espacio a la hoja paciente, dentro de las posibilidades que le otorgue la trazada de este o sus limitaciones físicas. La disposición de la hoja paciente siempre estará llevada a cabo por la imposición de fuerzas provenientes del agente, mas esta fuerza podrá tener origen físico o psicológico. Fuerza de la disposición de origen físico: La fuerza de la disposición de origen físico interactuará con la hoja por medio de las masas de las armas. Esto tendrá lugar por medio de la agregación, ya sea sostenida o pulsada. Fuerza de la disposición de origen psicológico: La fuerza de la disposición de origen psicológico interactuará con la hoja paciente por medio de la manipulación agente de la intención o propósito paciente. La disposición con fuerza psicológica podrá darse con agregación o sin ella. Cuando el atajo agente, que sea real y funcional, esté en estado de disposición, la obra adicional de la oclusión dinámica radial agente será comprometida, pues la punta de la hoja oclusora no podrá estar dispuesta sobre el circuncentro más eficiente de la oclusión radial. Concretamente quedarán comprometidas las radialidades que se generen en el mismo plano de las hojas agregadas, o plano de la cruz. Así pues, si el plano generado por las hojas es perpendicular al plano inferior y paralelo a la línea recta, no será plenamente eficiente la obra de la oclusión radial a segunda o cuarta. De la misma forma, si el plano es paralelo al plano inferior, la obra de la oclusión radial a primera o tercera será comprometida. Por ello se puede entender que una mayoría de las geometrías y dinámicas posibles, la presión ejercida físicamente sobre una hoja paciente que se pretenda mantener ligeramente atajada, tanto en privación como en leve disposición, limitará la obra de oclusiones radiales eficientes por parte del paciente atajado. No obstante, en el rumbo más habitual del atajo en disposición, la hoja quedará parcialmente TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 690 - perpendicular al plano inferior y ligeramente transversal a la línea recta, con la punta más cercana al diámetro común que la sencillez. Por tanto, se magnificarán las oclusiones dinámicas al lado contrario de la disposición. Para ello, habrá de tenerse en cuenta que el rumbo sea el ideal, por medio de la correcta y mesurada aplicación de fuerza par, que de ser demasiada, llevarán fuera de vía el rumbo de la hoja atajadora. “El atajo en disposición dejará la hoja con la punta lo más cercana posible a la línea del diámetro común, manteniendo el potencial de oclusión.” Igualmente, será en el momento de la disposición cuando tendrá lugar la diversión o resistencia de la hoja opositora, y por tanto, la implementación o cesión a la fuerza por parte de esta. Creando con ello oportunidades de obra, para aquel que sea atajado, por la asistencia de energía que el atajador está generando sobre su arma. Cuando una hoja atajada paciente divierta: Cuando una hoja atajada paciente divierta la disposición del agente, tenderá a quedar fuera de vía, momento que el agente puede aprovechar para apropiarse el medio por el diámetro común. Cuando una hoja atajada paciente resista: Cuando una hoja atajada paciente resista la disposición del paciente, se acumulará energía potencial en las armas, debiendo el paciente librar y aprovechar la disposición que se genera en la hoja paciente al verse liberada de la fuerza que la sostenía. Además, el agente podrá intentar liberar la energía potencial de la resistencia en sentido a su objetivo ejecutivo, aprovechando para su trazada la energía con la que el paciente resistía. Así pues, en la disposición existirá mayor la posibilidad de librar el atajo paciente, transfiriendo al agente el control del medio y dejando al atajador a merced de su fuerza implícita en el atajo y de la inercia resultante. El agente habrá de tener en cuenta la acción del arma paciente, pues dependiendo de ello, el atajo agente sobre esta deberá cumplir unas condiciones para conseguir obrar eficientemente. Por tanto: Disposición en la pérdida por parte del paciente: Cuando se agregan las hojas en el tercio medio agente contra el débil paciente, y la hoja paciente pretende extender el medio, perder en fuerza, o sacar la sencillez de este por medio del embebido de la extensión y/o el extraño del arma, el eje sobre el que se genera el movimiento estará definido por la línea de su foco. Para obtener una ventaja tras la privación, se habrá de disponer el arma agente sobre un rumbo con una angulación relativamente perpendicular a la trazada que pretenda el paciente, normalmente por medio de la mutación radial de la rectitud (del hábil al no hábil o viceversa), además de aplicar una leve fuerza sobre el tercio débil de la hoja agente, que será lo que resistirá y desviará la trazada pretendida del paciente. Esto dará lugar a que la hoja paciente abrirá las líneas dejando la hoja agente dentro de ellas, y por ende, habiendo dispuesto la hoja paciente en una ubicación pretendida o respondida. Para la correcta y eficiente disposición el agente atajador habrá de imponer el peso de su cuerpo, gracias a la reubicación de su centro de masas a favor y en sentido de la posición de la hoja paciente, que en concordancia con el mantenimiento o extensión de la rectitud, dará lugar a la transmisión de fuerzas. No obstante, esta TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 691 -DE LA C AUSA P RÁCTICA reubicación del centro de masas del agente, lo expondrá considerablemente a la obra paciente a tras tiempo de una transferencia del medio. Disposición en la ganancia por parte del paciente: Si la hoja paciente, estando privada y agregada, sea cual sea la disposición del atajo real, pretende transitar o encordarse en dirección a la sencillez agente, será la mutación de la sencillez agente en sentido al lado donde esté agregada o dispuesta, junto con la disposición del rumbo paralelo a la línea del diámetro común, lo que dará la posibilidad de sacar de vía y, por ende, obrar el atajo en disposición en ganancia del paciente. Quedará así este recurso ligado a la posibilidad de mutar la sencillez al lado contrario a donde se encuentra agregada la hoja, que si se muta el rumbo al paralelo, aparecerá la posibilidad de supresión paralela. Disposición en la remisión al flanco del paciente: El movimiento remiso de la hoja paciente, que estará inicialmente privada, dotará al agente de la posible disposición de la hoja atajada, ayudando a esta a trazar, y con ello, culminando en la disposición sin ejercer presión, por coincidir el sentido de su acción de atajo con el actuado por el paciente, aumentando el grado de privación. Así pues, lo que habrá de procurarse el agente será la sustentación y sujeción de la hoja en esa determinada ubicación remisa, para lo que tendrá que obrar una trazada que cambie al contrario el sentido inicialmente presentado por ambas hojas. Será así como se mantendrá en la disposición deseada a la hoja del paciente, de forma eventual y dramáticamente fugaz. El paciente profano tenderá a resistir la disposición, haciéndole esto vulnerable al encordado, producto de la distensión y liberación de la fuerza impuesta por el agente. Atajo en fase de sujeción: “El atajo en sujeción es aquel que mantiene la ubicación del arma paciente y la confina a un lugar determinado del espacio, por un tiempo concreto.” La sujeción, como la culminación del atajo dinámico, responde a la posibilidad de mantener parcialmente estática una hoja paciente en el espacio, por medio de la constante reubicación de la hoja agente. Esto solo será posible por medio de pulsar al tacto, pues la condición será la de mantener siempre en atajo real en constante privación, para lo que será necesaria una configuración funcional de este. La disposición será usada para hacer entender al paciente hacia donde se moverá la hoja agente, que tras la reacción del paciente, volverá a privar y disponer. “La geometría de las armas láser hacen del atajo en sujeción una obra superlativamente compleja, que expone al agente atajador al encordado del paciente atajado.” La sujeción, siendo la expresión más dinámica posible de un atajo y debido a la naturaleza geométrica del arma láser, será una acción que requerirá una exposición superlativa del atajador, y que de obrarse, habrá de ser usada de forma muy breve para posibilitar la desconexión de la planta y ubicación del agente en el plano inferior con su rectitud, lo que le posibilitará el tránsito por el medio con la hoja paciente controlada. “Las armas láser, por su configuración geométrica y su potencial TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 692 - figurado atribuido, no ofrecen la posibilidad de generar un atajo en sujeción eficiente, ni de extenderlo en el tiempo de manera notable.” La posibilidad de generar fugazmente un atajo en sujeción emergerá con la obra de una garatusa, al generar esta una combinación entre el control del paciente, ofrecido por la oclusión, y el control de la hoja paciente, el cual se obtiene por la disposición constante de la hoja paciente, que es seguro por la sucesiva reubicación de la sencillez. “La garatusa será la obra que permitirá llevar a un atajo a su fase de sujeción, sin una superlativa exposición del agente.” Pulso al tacto: El pulso al tacto hace referencia al acto de usar la agregación de las hojas, preferiblemente en una configuración funcional, para mantener un flujo constante de información sobre el movimiento y fuerza impuesta por el paciente a su arma. Esto dará al agente la posibilidad realista de obrar en consecuencia, por medio del uso del pulso como indicador de la cadencia de sus elecciones y pretensiones, dando lugar a la existencia de la sujeción del atajo de una manera total y estrictamente dinámica sin posibilidad alguna de detenimiento, que sí de libramiento, tanto para agente como para paciente. El agente que queda agregado, podrá notar el movimiento de la hoja del paciente previamente con el tacto que con la percepción visual. Por tanto, el pulso al tacto ha de entenderse como un recurso fundamental para la predicción de la acción de la hoja paciente, así como de la intención de su usuario. Así pues el agente podrá obrar copiando vectores de inercia, contraponiéndolos o haciendo gemelos los propios, ayudando esto al desarrollo del atajo hasta hacerlo culminar. Aplicación de fuerzas al atajo real y dinámico: El atajo real, en su fase de disposición, donde se pretende aplicar fuerza a la hoja propia para reubicar la hoja opositora, precisará del entendimiento de las fuerzas implicadas. La aplicación de cada una de los posibles tipos de movimiento y fuerzas tendrá finalidades distintas, pues cada una generará un control distinto de la hoja paciente, así como una condición y necesidades distintas para el agente atajador. “Será distinta la intervención sobre la hoja paciente, según las fuerzas aplicadas a la hoja agente.” Atajo par: “El atajo con base en la fuerza par, será aquel que genere la reubicación y disposición del arma paciente sin el movimiento o reubicación necesario de la sencillez del agente atajador.” Este atajo generará la estaticidad o parcial permanencia de la sencillez en su ubicación inicial. Será así que la disposición de la hoja atajada quedará generada por la aplicación de fuerza par en el arma atajadora. Por ello será indispensable, en mayor o menor medida, que el rumbo de la hoja y, por ende, su punta, se reoriente a un punto normalmente alejado de su potencial ejecutivo, pues el atajo tenderá a ser remiso que no de reducción. La aplicación de fuerzas propia del atajo par será la encargada de resistir el rumbo ante el intento paciente de atajar en disposición la hoja agente. Cuando el agente perderá ventaja geométrica cuando disponga la hoja paciente TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 693 -DE LA C AUSA P RÁCTICA únicamente con la fuerza par aplicada sobre su hoja. Esto se debe a que la sencillez queda expuesta ante su estaticidad, pues al remisar la hoja paciente, la punta de la hoja agente tenderá a abandonar los aledaños del diámetro común, abriendo las líneas a la sencillez y generando la oportunidad ejecutiva para el paciente. Atajo lineal: “El atajo con base en la fuerza lineal, será aquel que genere la reubicación y disposición del arma moviendo únicamente la sencillez del agente atajador.” El atajo lineal dará como resultado la aplicación de fuerza al arma, pretendiendo la reubicación de esta desde la guarnición, sin aplicar fuerza par que pretenda sostener su rumbo. Esto dará como resultado que la sencillez del atajador se moverá y la hoja podrá quedar estática en su parte más distal. Si existe agregación, la disposición por el atajo lineal creará un movimiento del arma atajadora que dejará su hoja relativamente estática en el espacio, a causa de la resistencia activa o inercial de la hoja atajada. El atajo lineal será el usado para generar espontáneamente la oclusión en armas de equilibrio ligeramente adelantado, tanto en causa libre como sujeta, haciendo que el arma se reubique y pivote dejando la parte más distal de la hoja en su posición espacial inicial, o cercana a ella. El atajo lineal y la manera en la que se aplicará la fuerza a este será el encargado de resistir el intento de reubicar la sencillez agente por medio del atajo en disposición paciente. Atajo natural o mixto: “El atajo natural, será aquel que genere el movimiento por la conjunción proporcionada entre la aplicación de fuerza lineal y par, que dará como resultado un control absoluto sobre el conjunto del arma atajadora, por su usuario.” El atajo natural permitirá decidir en qué medida se aplica presión a la guarnición y a la hoja del arma atajadora, permitiendo con ello la ubicación precisa de su rumbo y sencillez. Por tanto, la obra del atajo mixto será la obra óptima de cualquier atajo, en la que para su optimización y adaptación al contexto geométrico y dinámico, sea necesaria la conjugación de la fuerza par y la lineal. - El cese de aplicación de fuerza par en el atajo natural, convertirá a este en un atajo lineal. - El cese de aplicación de fuera lineal en el atajo natural, convertirá a este en un atajo par. Para resistir un atajo paciente en disposición, habrá de tenerse en cuenta la fuerza aplicada al arma agente por el opositor, y por tanto, decidir la cantidad de fuerza a aplicar para mantener el arma agente en el lugar requerido. En una mayoría estadística de las situaciones, el atajo natural resistirá por medio del incremento de la fuerza par en este, quedando el rumbo estático y en potencia de librar para transferir el medio. El atajo será natural cuando el atajo agente, en su fase de disposición y en caso TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 694 - efectivo, pretenda llevar a la hoja atajada paciente a una radialidad, debiendo quedar el agente con la sencillez en la posición radial y la punta de la hoja más cercana al diámetro común que la del opositor. Tridimensionalidad del atajo: Si se entiende el atajo como método de control de la hoja agente para proveerse una acción ejecutiva segura, se ha de comprender la necesidad de adaptar el concepto a la dimensión de los medios derivados de las armas usadas en la Esgrima Láser. Así pues, la conceptualización del atajo no ha de restringirse a la obra en el plano vertical u horizontal, sino que ha de concebirse como una obra de potencial tridimensional, donde el control puede ser generado conjugando cualquiera de las dimensiones espaciales. De esta manera, existirán: El atajo lateral: El atajo lateral es aquel que se lleva a cabo con la hoja agente atajadora total o parcialmente paralela al diámetro común. Este llevará a la hoja agente a los flancos o que hará que la hoja paciente vuelva al centro del medio, siendo esto la remisión o la reducción de dicho arma, respectivamente. El atajo tumbado: El atajo tumbado será el que se lleve a cabo con la hoja agente atajadora paralela al plano inferior y con cierta transversalidad respecto al diámetro común. Este hará posible el atajo corneando o humillando la hoja opositora. Será la implementación del atajo tumbado, aquello que permitirá el control en angulación vertical de la hoja paciente, en complemento al tradicional atajo lateral, que mandará sobre la remisión. Así pues: El atajo con agregación y disposición vertical del plano de las hojas podrá estar obrado por dentro o por fuera, como remisión o reducción. El atajo con agregación y disposición horizontal del plano de las hojas podrá estar obrado como humillada o cornada. El atajo, en relación al punto de la hoja donde se produce, tendrá unas cualidades diferenciadoras, que usándolo como funcional o disfuncional, puede tener repercusión aplicable a la imposición de fuerzas al arma paciente o en la administración de las impuestas por el paciente sobre la hoja agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 695 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Radialidad del atajo: Al igual que las oclusiones radiales, existe la posibilidad de actuar una reubicación de la rectitud a una posición radial, manteniendo la punta de la hoja relativamente estática sobre un punto concreto del espacio, con la intención de privar o disponer la hoja opositora, de manera presente o cuando dicha hoja actúe. El atajo radial, en su disección técnica, se podrá entender como el resultado de la aplicación de fuerzas al arma para cambiar su rumbo tras la reubicación de la sencillez, con la intención de reubicar una hoja paciente agregada. Atajo radial: “El atajo radial es aquel que tiene lugar con la reubicación de la sencillez del atajador a una posición radial.” Se podrá catalogar el atajo según la nomenclatura usada para la descripción radial de las oclusiones y sus posibles espacios, con sus posibles participios. Atajo a primera: Aquel atajo que es obrado desde una sencillez concreta a su espacio inmediatamente al lado hábil, idealmente de uñas abajo. Atajo a segunda: Aquel atajo que es obrado desde una sencillez a su espacio inmediatamente inferior, idealmente de uñas adentro. Atajo a tercera: Aquel atajo que es obrado desde una sencillez concreta a su espacio inmediatamente al lado no hábil, idealmente de uñas arriba. Atajo a cuarta: Aquel atajo que es obrado desde una sencillez a su espacio inmediatamente superior, idealmente de uñas fuera. Para la privación será necesaria únicamente la mutación de la sencillez de manera radial a un espacio adyacente. Para la disposición, será necesaria una fuerza aplicada en la hoja agente. Esta habrá de estar ejercida en un vector proporcional al seguido por la sencillez agente, y además, será necesaria aplicar cierta fuerza par a la hoja agente, para posibilitar la resistencia de esta y la consiguiente disposición de la hoja paciente. Cabe destacar que la hoja agente deberá de quedar más cercana al diámetro común que la hoja paciente, para tener un más acertado acceso a dicha línea. Podrá usarse la radialidad aplicada al atajo para conseguir la sujeción del arma paciente. Para ello será preciso aplicar la fuerza al arma por un vector igual al necesario para la disposición, haciendo precisa la mutación radial de la sencillez agente antes de que se produzca el movimiento del arma paciente, y sosteniendo el momento angular, continuar con la mutación de la sencillez y aplicación de fuerzas al arma propia y paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 696 - Liberar y transferir: “Liberar la hoja es mutar la configuración geométrica que mantiene el atajo sobre ella.” Una vez la hoja propia esté sometida a presión y/o atajo por parte del paciente, y con ello esté el medio en control de dicho opositor, se habrá de reubicar la hoja propia buscando el cierre de las líneas que potencialmente puedan ser ocupadas por el paciente a la par que se dispone la hoja en una vía con potencia de herir. “Transferir el medio consiste en liberar la hoja de un atajo que confería la propiedad de un medio al opositor paciente, configurando una geometría y dinámica en la que el agente intercambie la propiedad de dicho medio, quedando él en ventaja.” Este proceso será entendido como “transferir el medio” tras liberar la hoja, pues será su función la de intercambiar el control de las vías abiertas en una determinada dimensión del medio proporcional, que dará lugar a una potencial ejecución o necesaria respuesta del contrario para evitarla. El medio siempre se habrá de transferir buscando pasar de la potencia de obrar paciente a la potencia de herir agente, y que en caso de no tener éxito la transferencia, la hoja agente siempre quede, al menos, en potencia de obrar. De cualquier otra forma, el medio no habrá sido transferido y existirá la posibilidad de que el paciente obre la acción ejecutiva para la que se había dispuesto al agente. “La transferencia deberá intercambiar la potencia de obrar del paciente por la potencia de herir del agente.” Esto dará como resultado un constante y fluido flujo de acciones dispositivas, que será llamado, debate. El proceso completo para trasferir un medio consta de: - Control eventual de medio por parte del paciente. - Acción dispositiva agente que permita la disposición de su hoja en potencia de herir u obrar, quedando en ventaja. Estas obras pueden ser: librar, formar, secar, tumbar y/o envolver. - Acción ejecutiva asociada a la acción dispositiva, que en su defecto o fracaso, proveerá de la potencia de herir. Por tanto, el medio podrá transferirse de una manera evidente cuando esté presente el fundamento y la agregación. No obstante, dada la naturaleza potencial del atajo virtual y sus posibilidades, podrá también un medio ser transferido cuando el atajo sea virtual. Para ello, será necesario entender y prever la posible trazada de la hoja atajada y generar una trazada con la hoja atajadora que impida la interacción virtual. Esto tendrá una especial relevancia cuando se pretenda por parte del atajado la disposición virtual de la hoja atajada por medio de la psicología. “Se actuará ante el atajo virtual de forma idéntica a como se hará con el atajo real, mas entendiendo la posible trazada de la hoja atajadora y su posición.” En atajo virtual, existirá la posibilidad de volar la hoja, que será la pretensión del agente de evitar activamente la agregación con el paciente. Así pues, según la intención del paciente atajador, el agente atajado podrá estar obrando a favor de este, al evitar la interacción de la hoja propia con la atajadora, y por tanto, siendo víctima de la proposición psicológica del atajador. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 697 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La aplicación de estos conceptos tendrá un valor considerable en la pretensión de sostener la hoja volada, pues será necesaria la constante y coherente respuesta del agente potencialmente atajado, que no pretenda la agregación o caer en la privación, ante un paciente que pretenda el atajo. “Evitar la agregación será un recurso que dificultará el atajo real, mas no el atajo virtual, pues de ser la pretensión del atajador, la propia evasión del contacto podrá convertir en atajado a aquel que vuele la hoja.” Naturaleza operativa del atajo: El atajo, cuando es estudiado entendiendo todo su potencial, revela que puede ser originado por el uso de distintos conceptos y herramientas, que darán igualmente lugar al control del arma paciente. No obstante, el uso de estos elementos de distinta naturaleza tendrá su eficiente aplicación en contextos y medios claramente diferenciados, siendo necesaria una concepción óptima de la dimensión temporal donde tiene lugar la obra. Por tanto, se puede decir que el atajo podrá ser de origen geométrico, inercial o intencional. El atajo de origen geométrico: El atajo con origen geométrico será aquel que deba su potencial a la disposición geométrica de los segmentos de las armas. Se puede decir entonces, que el control del arma paciente será generado por la ubicación física del arma agente, que impedirá la libre acción del arma paciente. El atajo geométrico será aquel requerido para la interacción física entre hojas, presente o futura, dando así lugar a la forma más evidente y clara de cada una de las fases del atajo, como son la privación, la disposición y la sujeción. No obstante, esta última fase de sujeción, por la naturaleza del arma láser, habrá de estar generada en concordancia con otros elementos inerciales o intencionales, que permitan y hagan factible el sostenimiento y reclusión de la hoja paciente bajo el control agente. El atajo de origen inercial: El atajo con origen inercial será aquel que se valga de la dinámica existente en la hoja paciente para mantenerla controlada por el agente. Esto dará lugar a que sea la propia energía, existente en el movimiento del arma paciente, aquella que la mantenga sometida y sin posibilidad de obrar libremente. “El atajo agente, que tenga su origen en la inercia de la hoja paciente, se centrará en que la dinámica de la obra de este último le impida generar una geometría válida para interactuar con eficiencia ante la obra agente.” El atajo inercial será producido cuando la hoja paciente esté inmersa en una trazada, que por la energía implícita en ella, no pueda ser reparada eficientemente para generar una obra coherente con la llevada a cabo por el agente. Por tanto, la hoja paciente estará siendo controlada por el agente, si este lo pretende. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 698 - Existen distintos métodos para dar lugar a un atajo inercial: Atajar inercialmente divirtiendo la fuerza generada por el paciente sobre la hoja agente: Divertir hace referencia a ceder en la hoja agente ante la presión que la hoja paciente pueda imponer. Que el agente divierta el movimiento de la hoja paciente, dará lugar a que el agente tenga la posibilidad de obrar mientras el paciente está pretendiendo reubicar el vector de inercia agente. Esto generará que el paciente quede imponiendo fuerza a su hoja en el vector de inercia inicialmente generado, mientras que el agente que divierte está obrando a tiempo, dando ya por válido el atajo y generando la posible obra ejecutiva subsiguiente. “Divertir la presión generada por el opositor, creará oportunidades que este no preverá.” Atajar inercialmente librando el intento paciente de disposición de la hoja agente: Cuando un paciente impone fuerza al arma agente, al librar este último, el paciente queda expuesto por que su arma sigue por una fracción de tiempo moviéndose en el sentido al que estaba intentando mover la hoja de su opositor. El agente tendrá controlado al paciente durante ese momento en que este aún no ha recuperado el control de su hoja, tras el libramiento agente. Esto generará un medio en que el agente tendrá la hoja del paciente dispuesta en la dirección en la que esta se movía, pues este paciente, tendrá que reparar la trazada de su propia arma tras el libramiento del agente, para poder hacer frente a la obra consciente del agente atajador, lo que hará al paciente obrar a tras tiempo de la obra agente. El atajo de origen intencional: El atajo con origen intencional será aquel que se genere con la previsión consciente o inconsciente de lo que ocurrirá, así como con la suposición de la futura ubicación de la hoja opositora. Este atajo está sujeto a la lectura del contrario, así como a la presunción de su intención basada en la posición presente y futura de su arma. Existen distintos métodos para el atajo con origen intencional, algunos de ellos basados en disponer el arma paciente, siendo dicho paciente el que genere el movimiento y/o mantenga la posición del arma. Atajar intencionalmente en privación del arma paciente por la lectura de su iniciativa: El atajo en privación basado en la lectura de la intención e iniciativa del paciente se centra en entender que el paciente tiene una intención determinada, que ubica su hoja en un punto del espacio creyéndolo necesario para la consecución de su intención o propósito. Esto puede tener lugar: - Proactivamente, con un caso inductivo, por medio de hacer creer al paciente que su hoja resulta útil en un lugar del espacio donde no es funcional antagonizando la obra agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 699 -DE LA C AUSA P RÁCTICA - Reactivamente, observando que la intención del paciente le va a llevar por cuenta propia a ubicar su hoja en un lugar concreto, quedando privado pues ha de mantenerse ahí por ser desde donde pretende obrar, siendo entonces que el agente aprovechará para obrar en contra y antagonizando, dado que habrá previsto dicha preparación. Atajar intencionalmente en disposición del arma paciente en el futuro: Este atajo de origen intencional está basado en disponer la parte vulnerable agente, que sea el objetivo ejecutivo del paciente, en una posición en la que se pretenda tener dispuesta la hoja de dicho paciente. De esta manera, se está controlando la posición en la que estará la hoja paciente, permitiendo con ello la preparación de la obra agente. El atajo radial futuro aprovechará este rasgo intencional del atajo. Atajar intencionalmente en disposición del arma paciente por la psicología: Esta naturaleza del atajo está centrada en controlar la hoja paciente por medio de la psicología del paciente y la previsión de sus acciones. Con ello será posible vislumbrar cuando un paciente va a librar su hoja, cuando la va a evitar y cuando tenderá a agregar, así como inducirlo a ello. Por tanto, la posición de la hoja paciente quedará parcialmente prevista por el agente, facilitando su control y disposición, sin necesidad de agregación o interacción física entre hojas. Uso y metodología del atajo en caso inductivo para la inmersión en el medio proporcionado: “Un atajo en caso inductivo es aquel control del arma que se lleva a cabo para producir una reacción paciente concreta, siendo posible la previsión de esta y el aprovechamiento por parte del agente.” El atajo, por facilitar el control de la hoja paciente, ofrece la posibilidad de ser usado para situar al opositor en desventaja, mientras el agente atajador pretende la obra ejecutiva, induciendo al paciente atajado a generar una acción de su arma. Esto será una imposición si se pretende la inmersión segura, pues se ha de recordar que existe una exposición superlativa en cualquier obra ejecutiva sin el previo y constante control de la hoja paciente. La acción de arma que será habitual y más eficiente inducir será el libramiento de la hoja paciente ante el atajo agente. La metodología en el uso del atajo inductivo, para obtener el medio proporcionado, se basa en la necesidad del paciente de liberar su hoja del control del atajo agente, pues este control le podría llevar a exponerse. Por consiguiente, como dicho paciente quedará impedido para ocluir radialmente durante la obra del libramiento, formación, secado o extraño, este quedará a merced del agente y de su encordado o línea en cruz, justo en el momento de librar. Para auxiliar la inmersión del agente en el medio proporcional paciente, se hará uso de cada una de las fases del atajo en caso inductivo. Atajo inductivo en privación: El atajo inductivo en privación es la inducción al libramiento del paciente, con un atajo en primera fase del agente, para facilitarse la inmersión en el medio proporcionado gracias al aprovechamiento de la privación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 700 - Al paciente que esté en una rectitud con la hoja obtusa, dentro o potencialmente dentro del medio proporcional agente. El agente privará la hoja paciente, y justo a tiempo del momento en que el paciente pretenda librar su hoja de la privación, el agente hará un tránsito transversal y encordará u obrará una línea en cruz sobre el paciente. Esto generará la más elemental ventaja geométrica posible, pues dejará el foco paciente desfasado en su aspecto anatómico frente a un agente que tiene su foco sobre el diámetro común, con una obra ejecutiva preparada, sumando a ello que la hoja paciente no puede quedar sobre el diámetro común de la sencillez por estar librando y con la inercia propia de ello. El tránsito y la privación podrán ser a cualquiera de los lados, debiendo quedar siempre la hoja del paciente privada de entrar al lado al que transite el agente. Atajo inductivo en disposición: El atajo inductivo en disposición es la inducción al libramiento del paciente, con un atajo en segunda fase del agente, para facilitarse la inmersión en el medio proporcionado gracias al aprovechamiento de la disposición. Al paciente que está agregado, con el agente que está en una rectitud adelante o aledaña a ello. El agente atajará y dispondrá la hoja paciente a uno de los flancos, primera o tercera, y una vez el paciente libre la disposición pretendiendo el control del centro del medio, el agente, a tiempo, encordará u obrará la línea en cruz. Ideal y complementariamente, el atajo inductivo en disposición se obrará sobre medio compás de Pitágoras o de avance recto, que facilite el ceñido necesario del medio. El éxito de esta obra será posible por que el paciente, mientras libra, pierde la potencia de ocluir el encordado o la línea en cruz. Este método, con la disposición de la hoja, se centrará en hacer que la hoja paciente no pueda estar sobre el diámetro común de la sencillez, no obstante, el foco paciente no se verá necesariamente desfasado del diámetro común de manera notable. La inmersión agente en el medio proporcional con la asistencia de un atajo inductivo, en cualquier de sus fases, interrumpirá, entorpecerá o dificultará la preparación de una oclusión dinámica radial del paciente, cuando este haga uso de la guardia base de primera o tercera. La tercera fase del atajo, o sea la sujeción, habrá de ser llevada a cabo por medio de una garatusa. Esto hará en la metodología del atajo inductivo, el atajo en sujeción tenga particularidades, pues poseerá un menor potencial de inducir una reacción paciente concreta, dada la complejidad de la geometría y dinámica propia de dicha obra. Atajo inductivo en sujeción: El atajo inductivo en sujeción es la inducción al libramiento extraño del paciente, con un atajo en tercera fase, para facilitarse la inmersión en el medio proporcionado valiéndose de la ampliación del diámetro común de la sencillez que genera la acción extraña del arma del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 701 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La inmersión en un medio proporcionado auxiliada por la sujeción de la hoja paciente, estará sujeta a la obra de la garatusa, pues no existirá otra manera viable de confinar a la hoja de un opositor a un lugar de espacio, sin exponer de manera superlativa la integridad agente. Por tanto, solo existirá posibilidad de inducir el libramiento extraño por medio de un atajo en sujeción con una garatusa. Esto ayudará a la inmersión si el agente aprovecha la ampliación del diámetro común de la sencillez inducido, que tiene lugar con el libramiento extraño, ciñendo el medio y preparándose para ocluir dinámica y radialmente sobre la mano del paciente cuando este pretenda volver a extender la rectitud. Es importante entender que el atajo en sujeción en caso inductivo únicamente tendrá efecto de entender el paciente las particularidades de la garatusa. Así pues, se puede comprender que la inducción del libramiento extraño únicamente tendrá lugar sobre un paciente experimentado, conocedor profundo de la técnica esgrimística laserina. Control del arma paciente por la psicología del atajo y sus casos: El atajo, por ser una expresión y obra en la que están implicados ambos tiradores, está sostenido en la interacción plena entre estos. Dicha interacción no solo tendrá una faceta física, sino que tendrá también efectos sobre la psicología. “Los efectos psicológicos del atajo podrán ser usados como parte de la capacidad dispositiva de la obra, aumentando las posibilidades y funciones de esta.” Haciendo uso de esta psicología se podrán generar obras de atajo, voluntarias o involuntarias, que darán lugar a unos efectos adicionales que aumentarán el marco de aplicación de esta obra, y con ello, expandir su semántica posible. Esto dará como resultado un mayor control del agente sobre la hoja paciente, hasta el punto de poder disponerla, deliberada e intencionalmente en el espacio, únicamente por medio de un atajo virtual y sin necesidad de agregación o aplicación de fuerza. Atajo inductivo, inducir a librar con el atajo: “Un atajo agente en caso inductivo podrá dar lugar al libramiento de la hoja paciente, y con ello la predicción y control de dicha hoja, así como la organización del medio.” Al estar una hoja paciente atajada por un atajo real en privación, o en disposición, el paciente tenderá a cambiar la agregación y reubicar el fundamento. Esto estará basado en la necesidad de sentir seguridad por medio de ser él quien elige la agregación. La inducción a librar podrá ser maximizada por medio de acariciar la hoja, que generará una incomodidad adicional al paciente y propiciará el cambio de la agregación. Atajo vocativo, repeler la hoja sin agregación: “Un atajo agente, en caso vocativo, podrá dar lugar a repeler la hoja paciente por medio de la amenaza de remesarla con fuerza, y con ello, se posibilitará la extensión de la dimensión del medio donde esto ocurra, facilitando la predicción y control de dicha hoja.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 702 - Con la aplicación agente de una trazada con mucha fuerza implícita y explícita, en dirección a la hoja de un paciente y sin llegar necesariamente a su contacto, dicho paciente tenderá a generar una diversión o un movimiento para evitar el contacto. Esto generará la disposición de la hoja paciente, en dirección opuesta a de donde proceda y donde esté la hoja agente, sin necesidad de generar agregación, haciendo uso del atajo virtual. A esto, cuando está obrado desde un medio de proporción, se la llamará abanico o abanicar, y tendrá la función de abrir las líneas pacientes, permitiendo en causa libre la inmersión agente en el medio proporcional del paciente y la inclusión del paciente en el medio proporcional agente. Este método tendrá una ventaja notable, pues una vez que el agente genera la disposición de la hoja paciente sin su contacto, la hoja del opositor paciente comenzará a actuar mientras que la hoja del agente tenderá a quedar estática, aledaña al la línea del diámetro común. Con ello, el agente tendrá cierto control y/o previsión de la hoja paciente, en atajo inercial, pues podrá entender que mientras la hoja agente queda estática y con potencia de herir, la hoja paciente está en movimiento, normalmente remiso, y sin potencia de obrar u herir. Así pues, dependiendo del medio en que esto esté llevado a cabo, podrán emerger oportunidades de índole ejecutiva para el agente sobre el paciente. Atajo vocativo, atraer la hoja sin agregación: “Un atajo agente en caso vocativo podrá dar lugar a atraer la hoja paciente hacia la agente, por el interés de mantener la agregación, y con ello pudiendo generar el ceñido o extensión de la dimensión del medio donde esto ocurra, facilitando la predicción y control agente de dicha hoja paciente.” Mantener sin agregación la hoja agente, dentro del medio proporcional del paciente, hará que eventualmente este pretenda instintivamente la agregación. Esto facilitará la disposición del arma paciente en sentido a la hoja del agente, atrayéndola por la respuesta e impulso instintivo de buscar la agregación para asegurar el control de la hoja opositora, y con ello, generando por parte del agente disposición con un atajo virtual. Este atajo sin agregación podrá remisar o reducir la hoja del paciente, dependiendo esto del lado del medio en que se encuentre la hoja agente que la atrae. Es importante entender que este fenómeno tiene su génesis en la intención subconsciente de un paciente en mantener la agregación, una vez que está acostumbrado a ello en el asalto, sintiéndose desprotegido cuando su hoja queda en causa libre. Siendo así, este recurso únicamente tendrá efecto sobre pacientes con una experiencia concreta, pues el tirador escasamente experimentado no entenderá la importancia de la agregación como módulo protectivo y organizativo. Así como el tirador paciente muy experimentado podrá prever la intención agente de disponer su hoja sin aplicar fuerza física sobre ella. ———— - 703 - Coherencia entre oclusión y atajo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 705 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Generalidades de las concordancias de la oclusión y el atajo: Las concordancias entre la oclusión y el atajo se producen como resultado del estudio geométrico de estas obras. Esto arroja una serie de elementos que hacen a las obras corresponderse y posibilitar la interacción de una sobre la otra, así como su potencial e ideal complemento. Se ha de entender el papel que juegan la oclusión y el atajo agentes, en la geometría y dinámica de asalto: - La oclusión pretende el control del paciente. - El atajo pretende el control de la hoja del paciente. Sumando el potencial de ambos recursos técnicos y conjugando su obra, se dará lugar al control del paciente en su totalidad, tanto de su anatomía vulnerable como de su hoja. “Con la oclusión y el atajo, se controlará al paciente en su anatomía y arma.” Así pues: “La oclusión y el atajo son obras producto de acciones concatenadas de manera ordenada y sintácticamente coherente, que podrán interaccionar entre ellas y dar lugar a frases de armas basadas en el control constante o eventual del paciente y su arma.” Es importante entender que la oclusión y el atajo podrán generar la organización geométrica y dinámica de lo acontecido en el asalto. No obstante, el propósito del paciente únicamente podrá ser controlado y organizado por la expresión de la intención y faz del agente, dado que pertenecerá al plano psicológico donde no necesariamente tiene que influir el plano físico del asalto. “Con la oclusión y el atajo se podrá controlar la expresión física del paciente, quedando su psicología dependiente de la capacidad agente para entenderla e influir sobre ella.” La oclusión y el atajo tendrán rasgos comunes que deberán ser diferenciados, pues tendrán implicaciones distintas en cada una de estas obras: La agregación o disposición de las hojas: La oclusión dinámica precisa de la agregación o disposición de la hoja propia al lado del paciente correspondiente al que se pretenda llevar la sencillez al ocluir. El atajo precisa de la agregación o disposición de la hoja propia al lado contrario del paciente al que se pretenda mantener o disponer su hoja. El control y propiedad: La oclusión pretende el control del paciente, amenazando al paciente que pretenda la intención ejecutiva con la correcta disposición de la hoja agente. Así, la oclusión radial amenazará idealmente la sencillez paciente, mientras que la oclusión paralela amenazará tanto la sencillez como cualquier otra parte vulnerable del paciente, cuando sea obrada desde un desfase angular sobre el plano inferior. El atajo, por su lado, pretende el control de la hoja paciente, privando, disponiendo o sujetando su hoja en el tiempo y en el espacio. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 706 - El evento en que el agente tenga el control y propiedad del medio, por la conjugación de la oclusión y el atajo, hará que la desventaja del paciente sea máxima, al no poseer este mando alguno sobre su arma y estar amenazado en su sencillez, rectitud o cuerpo. “Cuando el paciente esté ocluido y atajado, se culminará el medio proporcionado, sin necesidad de generar la herida.” No obstante, sostener y poder mantener indefinidamente una oclusión y atajo sobre un paciente es virtualmente imposible, dada la naturaleza geométrica y lesiva de las armas láser. La radialidad: Tanto oclusión como atajo tienen implícita la necesidad de reubicar la sencillez de la rectitud. De esta forma, son complementarios los conceptos de radialidad, pues en todas sus variantes, podrán ser complementarias. La masa del paciente: Al paciente más masivo que el agente, será normalmente más útil atajarlo que ocluirlo como intervención dispositiva, pues su desplazamiento más lento no aportará una obra ejecutiva, decidida e irreparable, sobre la que sostener la eficiencia de la oclusión dinámica radial. Al paciente menos masivo que el agente, será normalmente más sencillo y eficiente ocluirle que atajarle como intervención dispositiva. Esto se deberá a que potencialmente su capacidad de reubicación sobre el plano inferior hará perder la ventaja geométrica del atajo agente con cierta velocidad, lo que condicionará dramáticamente la obra ejecutiva subsiguiente al atajo. - Al masivo, se le ataja. - Al liviano, se le ocluye. La herida: La oclusión geométricamente eficiente, dará lugar a una potencia de herir de estocada, debido a la disposición exacta de la punta de la hoja sobre el tránsito de la sencillez paciente. El atajo, por su potencial encordado sobre el que basar la acción ejecutiva, dará lugar a una potencia de herir de tajo, pues la trazada seguida por la hoja agente estará acorde a la dirección disto-proximal de la hoja paciente. Se concluye que: “Con la eficiente y coherente obra complementaria de la oclusión y del atajo se posibilitará el control, tanto del paciente como de su hoja, haciendo posible la obra estrictamente dispositiva y otorgándole potencia ejecutiva a esta.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 707 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Atajo real contra oclusión: Se entenderá que es preciso atajar la hoja para evitar la oclusión, comprendiendo que no se deberá dejar libre la hoja del paciente, al menos siendo crucial la agregación y privación antes de la acción ejecutiva, y teniendo en cuenta la disposición de la triangulación respondida que supone una oclusión, la cual contiene un potencial ejecutivo ante una acción ejecutiva directa. “El atajo podrá hacer que la oclusión dinámica radial pierda su potencial ejecutivo, convirtiéndola en una obra inocua para un agente que mida con precisión sus acciones.” El atajo real contra la oclusión resulta ser el método con el que se hace uso de una disposición de la hoja paciente antes de ejecutar sobre él. Y se podrá actuar independientemente del lado sobre el que se ataje, incluido atajando de hoja tumbada. Cuando el agente ataja imprime energía a la hoja de quién pretende la oclusión, y en consecuencia, una inercia. Esto hace que cuando se pretenda y actúe a tiempo la oclusión, apelando a una triangulación respondida, el punto donde se encuentra el tercio débil de la hoja paciente quede alejado del circuncentro y, por tanto, la hoja de quién ocluye no se mantendrá consistente en rumbo ni posición de su punta, lo que la desplazará de la trazada en la que podría generar la oclusión exitosa. Así pues, si a una oclusión se le imprime energía desde un atajo, la hoja del oclusor se desplazará y no permanecerá en el lugar por donde la guarnición y mano agente deberá transitar para el éxito ejecutivo. “La obra de la línea en cruz estará basada en el potencial del atajo para inhabilitar la oclusión dinámica radial del paciente.” En esencia, esto resulta ser un concepto que da sentido dinámico y geométrico a la obra de la línea en cruz, que será ejecutiva, resultado de la conjunción de atajo en disposición y el posterior encordado. En el momento del atajo, se habrá de tener en cuenta: - Al comienzo de la obra del atajo, las rectitudes paciente y agente no habrán de estar plenamente adelante, pues el agente podría verse sobrevenido en el comienzo del atajo por la oclusión dinámica paciente. - La sencillez de la rectitud desde la que el agente actuará el atajo habrá de ser de primera o tercera, con movimiento remiso, pues la potencial oclusión paciente posicionará el rumbo de su hoja en dirección a la sencillez agente, lo que hará que se habrán sus líneas y su hoja quede fuera de vía. - El rumbo de la hoja agente habrá de asegurar una parcial perpendicularidad con el rumbo de la hoja paciente, para asegurar su correcta disposición. En caso de que el paciente resista el atajo, el agente quedará desplegado o encrucijado, habiendo energía potencial las armas, lo que marcará un pulso de alto compromiso técnico para ambos. - El movimiento de agente y/o extensión de su rectitud no habrá de acercar la sencillez al paciente, pues el encordado instintivo de reducción del paciente podrá ser determinante para que su oclusión tenga éxito. Estas premisas son variables y necesariamente adaptadas, pues pertenecen a la ejecución perfecta y de una obra que rara vez resultará tan esquemática. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 708 - Desviar la oclusión en el principio: “La desviación la oclusión en el principio, apela al atajo funcional en débil contra débil y en disposición, generado sobre una hoja que pretende ocluir, justo cuando dicha oclusión es actuada, antes de que culmine esta.” La oclusión, eficientemente obrada, ha de generar un ángulo de ataque sobre el circuncentro del que parte la radialidad de esta o sobre la posición de la punta del arma que ocluye. Así pues, a un agente que pueda ser ocluido, este ángulo le otorga la oportunidad de atajar, inicialmente de manera funcional, dando lugar a desviar la hoja del que ocluye. Esta hoja que inicialmente pretendía ocluir, por el efecto de la desviación, quedará en un punto en que no genere oclusión alguna y pierda su potencial ejecutivo a causa de su inercia, que hará muy complejo que el paciente que pretendía ocluir reduzca su hoja al punto en que puede resultar funcional. “Desviar la oclusión, dejará a la hoja del paciente que pretendía ocluir fuera de vía durante su movimiento.” Esto se hará con un atajo funcional, en disposición, que reubicará la hoja oclusora, y tras esto el atajo quedará en privación, evitando que el sujeto oclusor pueda disponerla en el rumbo que posibilitaría la oclusión pretendida, obligándole a librar el atajo del agente que desvía. Desviar la oclusión dará como resultado que una oclusión radial quede dispuesta como paralela, retirando la punta de la hoja oclusora de la agregación, y de igual forma, del tránsito de la sencillez de aquel que ha desviado. Por tanto: “La obra de una desviación en el principio hará que la oclusión no tenga efecto geométrico al quedar la hoja, del que pretendía ocluir, fuera de vía respecto a la sencillez del que ataja y desvía.” Reubicar la oclusión en el final: “Reubicar la oclusión en el final, hace referencia al atajo en disposición, obrado sobre una hoja paciente oclusora por la hoja agente ocluida, tras la culminación y configuración final de la geometría de la oclusión, quedando la hoja inicialmente oclusora fuera de vía y sin potencia de oclusión o ejecutiva.” Para obtener el ocluido un atajo funcional, con la debida posibilidad de disponer el arma oclusor opositor, dicho ocluido habrá de embeber la extensión de la rectitud, ganando grados de fuerza, dejando su tercio medio sobre el débil de la hoja opositora, y tras esto, reubicar la rectitud al lado en que se encuentre la hoja paciente, en intervalo de cuarto, con la mayor velocidad posible, preparando una envoltura y una extensión del rumbo para ejecutar encordando o perdiendo la agregación y tajando sobre la sencillez del oclusor. “Para reubicar la oclusión en el final, será necesaria una ganancia de fuerza en la agregación para el agente que reubica, que posibilite el control de una hoja paciente que está estática y con posibilidad de resistir el atajo en disposición del agente.” El atajo agente propiciará que el paciente atajado, inicialmente oclusor, quede en una de sus rectitudes radiales, por tanto, impidiéndole la oclusión de nuevo a la misma radialidad, y con ello, facilitando la conclusión ejecutiva del agente atajador. En un contexto geométrico ideal, el ocluido que reubica habrá de obrar un desplazamiento sobre el plano inferior, para desplegar o encrucijar al paciente. Dicho compás será de una índole dependiente de la distancia del medio desde el que se lleva a cabo la reubicación en el final de la oclusión. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 709 -DE LA C AUSA P RÁCTICA “La reubicación en el final de la oclusión será idealmente auxiliada por la obra de un tránsito sobre el plano inferior al lado al que se reubica.” Normalmente, y en el susodicho contexto idílico, el agente inicialmente ocluido que pretende la reubicación, podrá obrar un compás trepidante con participio, a uno u otro lado, que aportará una oportunidad para generar un desfase en el foco del paciente, desplegando o encrucijando a este. Cuando se pretende la reubicación al lado armado agente, pues el paciente diestro ha ocluido con la radialidad a ese mismo lado del agente: Se usará en el momento del embebido el medio compás trepidante al lado contrario al que se pretende disponer. Tras esto, se dispondrá el arma paciente y se dará como participio otro medio compás que permita la marcha y que esté adaptado a las necesidades de la distancia del medio, normalmente transversal al lado no armado, idealmente quedando en una planta de acometida. El paciente quedará encrucijado y de foco desfasado. Así quedará preparada la obra de un encordado o una línea en cruz, dependiente esto de la distancia del medio emergente de la reubicación. Cuando se pretende la reubicación al lado no armado agente, pues el paciente diestro ha ocluido con la radialidad a ese mismo lado del agente: Se obrará, justo al embeber, un medio compás trepidante de alcance al lado contrario al que se pretende disponer. Tras esto comenzará la disposición del arma paciente y se obrará un medio compás de avance recto o transversal al mismo lado y participio del anterior, permitiendo el encordado, línea en cruz o tajada sobre la mano del paciente. El paciente quedará ligeramente desplegado y de foco desfasado, mientras el agente queda en el horizonte de eventos del medio proporcional, sobre el diámetro raíz del lado no armado del paciente. Por tanto: “La obra agente de una reubicación en el final de la oclusión hará que una oclusión culminada paciente sea objeto de un atajo en disposición, quedando la hoja oclusora paciente expuesta a ser sacada de vía, y tras ello, el medio preparado para la ejecutiva agente sobre la sencillez paciente.” Contra la reubicación de la oclusión: La obra de una oclusión genera una angulación en la hoja del oclusor respecto a la de su paciente, que este, al ser ocluido sin ser ejecutado, puede aprovechar para magnificar una potencia de atajo, y pese a geométricamente no será funcional, puede contener potencial suficiente para privar y disponer la hoja del oclusor. “Cuando se ocluye, se quedará a merced del atajo opositor.” Una oclusión eficientemente obrada, preverá la desventaja de quien la obra, preparando y obrando la extensión del rumbo de la hoja agente, con intención ejecutiva, en caso de atisbarse o sostenerse la intención de atajo por el paciente. Esto será posible por la respuesta del paciente ocluido, que necesitará reubicar la sencillez para poder obrar el atajo, cosa con la que el agente obtendrá vía sobre la sencillez del paciente, pues será esta el circuncentro sobre el que habrá de actuarse la ejecución. “Cuando la oclusión agente es atajada por el paciente, el agente tiene la potencia de encordar.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 710 - El agente, inicialmente oclusor, deberá actuar a tiempo pretendiendo llevar la hoja al diámetro común de la sencillez, con la mayor brevedad posible. Esto hará que el paciente quede con el rumbo de su arma fuera de vía cuando el agente haya encordado sobre la mano o guarnición. Ocluir atajando: “La obra de una oclusión dinámica precedida de un fugaz atajo en disposición, maximizará el potencial de la oclusión, aumentando el ángulo de ataque y el paso de dicha oclusión, y posibilitando la obra de una extensión del rumbo con intención ejecutiva. Esto tendrá especial aplicación ante un intento ejecutivo de encordado.” Se podrá generar un sutil atajo en disposición, llamado remesillo, al lado donde está agregada la hoja paciente, justo antes de obrar una oclusión dinámica. Esto aumentará el ángulo de ataque de la oclusión y retardará la acción del arma paciente. De esta manera, ambas hojas ganarán perpendicularidad en el momento de culminarse la oclusión. Para dar lugar a una obra eficiente de la oclusión con atajo, será la rectitud adelante la más eficiente para obrar, no obstante, cualquier otra posibilitará dicha obra, mas no maximizará el éxito. Por tanto, habrá de evitarse la obra de la oclusión con atajo desde la rectitud radial de segunda. Para ocluir atajando previamente, una vez la hoja quede dispuesta en el medio, habrá que agregar a la hoja paciente, por dentro o fuera, en atajo funcional de débil contra débil de privación. En ese momento, se habrá de centrar la atención en el tacto de la hoja, que facilitará la previsión y reacción, permitiendo actuar a tiempo del intento ejecutivo por parte del paciente. Justo a tiempo de notarse el movimiento de la hoja paciente en sentido accidental, habrá de generarse una leve y presión sobre el tercio débil de dicha hoja paciente, por medio de un atajo natural, que tendrá el fundamento sobre el tercio medio, pues le habrá dado tiempo a generar cierto encordado en sentido a la sencillez agente. Es importante generar la disposición justo cuando la inercia accidental del arma paciente comience, pues de otra manera, se perderá la aplicación de energía a la hoja paciente, no influyendo en su trazada. El agente, una vez disponga el arma paciente, quedará naturalmente en ventaja de fuerza, lo que posibilitará una imposición de fuerzas más definida en sentido remiso. Este atajo en disposición, podría entenderse de manera coloquial como un remesillo, pues será una aplicación de fuerza a la hoja opositora muy leve y breve, en un atajo muy poco desarrollado. Tras esto, se obrará la oclusión con normalidad, teniendo en cuenta la disposición de cada una de las hojas y actuando la mutación de la sencillez coherentemente a ello. Normalmente, la oclusión dinámica radial tendrá lugar en sentido contrario de aquel en que se haya obrado el sutil atajo en disposición. No obstante, será posible generar una oclusión dinámica adaptando la obra de esta a la reacción del paciente ante el atajo, que podrá dar lugar a que sea precisa una oclusión en una radialidad distinta o incluso debiendo ser paralela. Como resultado final, la trazada de la hoja paciente que inicialmente pretendía el encordado, quedará trazando un vector de inercia en una dirección que no posibilitará la ejecución. Pese a ello, la rectitud y sencillez del paciente, si quedará ubicada en el mismo lugar del espacio, transitando en la misma dirección inicialmente pretendida. Por tanto, el agente al obrar la oclusión dinámica, tendrá éxito, aumentando el ángulo de ataque de esta, posibilitando una extensión del rumbo con intención ejecutiva y, en definitiva, aumentando el potencial de la oclusión al implementar el atajo en disposición. No obstante, la intención de la obra de la oclusión con atajo deberá ser dispositiva para conservar su pleno potencial. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 711 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Así pues: “Se puede decir que ocluir atajando es el resultado de generar un atajo con leve disposición sobre la hoja de aquel que se pretenda ocluir, desviando su trazada y aumentando el ángulo de ataque de la oclusión obrada.” ———— - 713 - La línea en cruz TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 715 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Concepción de la línea en cruz: “La línea en cruz resulta ser una obra ejecutiva, destinada a sacar de vía la hoja paciente a la vez que se encuerda.” La línea en cruz se llevará a cabo por medio de la privación agente a la hoja paciente, con una geometría coherente a la intención, junto a un atajo en disposición generado a la vez de una extensión accidental de la rectitud, extensión del rumbo y reducción al recto de la hoja agente, posibilitando así el encordado, y con ello, un diámetro particular del medio proporcionado, acorde a la ejecución sobre el extremo y/o sencillez paciente o la supresión. “La línea en cruz es el resultado de conjugar la obra de un atajo en disposición con un encordado, que impedirá al paciente responder con solvencia a la ejecutiva agente.” Es requisito indispensable ganar grados de perfil obrando por el lado hábil de paciente, que habrá de ceñir el medio o librar su hoja antes de tiempo para hacer frente a una ventaja geométrica y dinámica creciente. Esto podrá tener lugar por medio del tránsito transversal del agente o el desfase del foco paciente al lado armado del agente. No obstante, será posible generar la línea en cruz con la disposición a cualquier orientación, incluso desplegando al paciente, mientras se cumpla el requisito de desfasar el foco anatómico de dicho paciente. “La forma más eficiente de obrar la línea en cruz será generando la disposición de la hoja paciente al lado no armado de este, pese a poder obrarse desde cualquier lado y remisando la hoja a cualquier flanco.” El atajo en disposición habrá de ser radial al lado al que se pretenda disponer el arma paciente, dejando la punta de la hoja sobre el diámetro común, lo que hará que la disposición tenga lugar al actuar el movimiento accidental del encordado. Para el correcto empleo de la línea en cruz hay que entender el total dinamismo sobre el que hay que obrar. Imposibilitar la acción y respuesta paciente dependerá de trabajar el perfecto flujo de la frase de armas, para dar lugar al control dinámico de la hoja ajena en todas sus posibilidades dispositivas o defensivas. Es por ello que la línea en cruz es una obra en sí misma, coherente y unificada, y no una simple sucesión de atajo y encordado. Esto último haría que la línea en cruz fuese lenta en su obra y que existiesen dos vectores de inercia implícitos: aquel que ataja en disposición y aquel que encuerda. Por tanto, la línea en cruz ha de valerse del atajo y del encordado, generando una obra a partir de un único vector de inercia, en este caso, en sentido accidental con un cierto desfase al lado contrario a lado en que se pretenda disponer la hoja del paciente. “La línea en cruz es una obra única con un solo vector de inercia del arma.” En su fase final, la línea en cruz óptimamente actuada, dejará la anatomía del agente usuario en una guardia de Fabris o en una disposición cercana a ello. Al ser consciente de ello, dicho agente deberá imponer la energía al arma en sencido accidental, dando lugar a una mayor eficiencia en la obra, y además, al aprovechamiento de la guardia de Fabris para la oclusión y continuación de la obra, a trastiempo de la línea en cruz. El nombre de esta familia de frases de armas viene dado por la herencia tradicional de la Verdadera Destreza, siendo la presente línea en cruz la adaptación de este concepto a un medio proporcional totalmente diferente, emergente de instrumentos con una geometría y potencial particular. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 716 - Línea en cruz simple: La línea en cruz simple será la expresión más sencilla de línea en cruz, además de la más elegante y eficiente expresión de obra ejecutiva segura. “La línea en cruz simple será aquella línea en cruz generada por la triangulación ejecutiva, con el mínimo auxilio de la plana.” Esta línea en cruz, será la más rápida de obrar, pues no precisará necesariamente la obra de compás alguno que la auxilie. Por tanto, habrá de valerse de la acción del torso como primer recurso para estrechar el diámetro común, de la manera más rápida posible, sin necesidad de hacer previsible la obra que se llevará a cabo. Esto hará que la acción de cabeceo y la guiñada final del torso aporten la extensión del extremo necesaria para el éxito ejecutivo. Dicha obra, será generada desde una planta de acometida, concretamente en línea. El peso del tirador quedará centrado, solo avanzando en la última parte de la obra. Obra de la línea en cruz simple: Que el paciente está afirmado asiendo a una mano en la rectitud de adelante extendida con la hoja ligeramente obtusa, y su pretensión es mantener esa guardia con la hoja agregada para defender el centro del medio, prevenido para ocluir dinámica y radialmente. Será posible que esté obrando una oclusión culminada en primera, segunda o tercera o pretendiendo la envoltura desde el obtuso. El agente, habrá de estar agregado desde el centro dimensional del medio proporcional, es su estrato de sombra. Deberá angular la hoja obtusa, agregando por fuera cuando el paciente esté con su rectitud adelante, en primera o segunda, y por dentro si dicho paciente está en tercera o pretende estarlo. El atajo con el que se conservará la agregación será en privación y en funcional con débiles o débil y medio. El agente siempre estará en la rectitud que le permita dejar la punta de su hoja en el diámetro común y la sencillez aledaña a su plano sagital. O sea, que si el paciente está en primera, el agente estará parcialmente desplazado a tercera, y viceversa. El agente comenzará o preparará la obra de planta acorde, y obrará siempre desde una planta en línea. Una vez ahí, sin pausa, atajando en privación la hoja agente comienza a obrar un encordado, el cual tendrá como objetivo ejecutivo la sencillez paciente, con un vector de inercia que estará siempre más orientado al lado de la sencillez paciente que la propia sencillez. O sea, que el objetivo virtual quedará desplazado de la sencillez paciente hacia el lado en que el agente pretenda llevar el arma. Se asistirá el encordado con una acción de tumbado del cuerpo, manteniendo el centro de masas sobre la mediatriz de planta, y una vez el cabeceo llegue a su límite, de ser necesario, extenderá la envergadura con un sutil guiñado de cuerpo. Esto dará lugar a que la obra del encordado sea la que genere el atajo en disposición, llevando a la hoja del agente a uno de los flancos conforme se desarrolla el encordado, guiando a su vez el propio encordado de la hoja agente en dirección al eje de la sencillez del paciente. Por tanto, se fusionan las obras del atajo y el encordado en una obra única, como es la que nos ataña: la línea en cruz. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 717 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La línea en cruz consta de dos fases. Estas emergen del estudio de la obra cuando esta se entiende como un conjunto coherente de acciones u obras menores. Primera fase de la línea en cruz: La primera fase de la línea en cruz queda definida en el momento existente entre que se genera la privación de la hoja paciente y se comienza, por parte del agente, el atajo en disposición. Es importante remarcar y entender que la disposición será ideal que se lleve a cabo mientras el encordado es actuado, haciendo que la hoja del agente reubique a la del paciente, de manera creciente conforme se encuerda. O sea, que el módulo organizativo de la línea en cruz queda implícito, dándose al unísono del módulo ofensivo. Segunda fase de la línea en cruz: La segunda fase de la línea en cruz queda definida como la obra del encordado, desarrollando la disposición y concluyendo en el éxito ejecutivo o en la continuación de la obra. La segunda fase de la línea en cruz es el momento en que se manifiesta el atajo en disposición como módulo organizativo implícito y el encordado como módulo ofensivo. La extensión del rumbo agente, en la primera fase de la línea en cruz, se llevará a cabo por medio de una reducción al recto del rumbo de la hoja, a tiempo de la mutación a delante de la rectitud, que hará proyectar la fuerza del torso sobre el tercio débil de la hoja paciente, a la vez que la reubicará al lado hábil del agente. La hoja agente se mantendrá idealmente obtusa, para permitir el libre tránsito de este por el medio y mantener sólido el cierre de líneas de su lado hábil. Así mismo, se facilitará la acción del arma en natural, que resultará ser el movimiento más rápido para dar lugar a un encordado ejecutivo. La línea en cruz simple, necesitará una notable extensión del extremo para proporcionar la longitud proyectada necesaria para alcanzar el objetivo ejecutivo del agente sobre el paciente. Por tanto, para optimizar esto, necesitará que la acción del torso en cabeceo y ligera guiñada genere un italado en trío, que dará lugar a la máxima eficiencia por existir la máxima extensión del segmento de la rectitud y del arma posible, que además estarán sobre el mismo plano que el objetivo ejecutivo. Para ello, será ideal que la mano no hábil quede opuesta, lo que facilitará el equilibrio y ayudará a extender el extremo en la acción de la guiñada, de ser necesaria esta. La punta de la hoja agente nunca deberá abandonar los aledaños del diámetro común. Esto dotará al tirador de una mayor posibilidad dispositiva en caso de no llegar a buen fin la frase, permitiendo la apertura de una nueva línea con la reubicación de la rectitud. Igualmente, generará la debida oclusión para sostener la propiedad del medio ante cualquier intento o tránsito del paciente por el centro de este. “En la línea en cruz, la punta de la hoja deberá trazar sobre el diámetro común o cercana a este.” Al obrarse a la vez el encordado y el atajo en disposición, habrá de evitarse de manera activa que la hoja agente quede encima de la hoja paciente cuando se produzca la disposición de esta última, pues esto dará lugar al paciente a obrar llevando su arma al diámetro común de la sencillez, en respuesta al intento de línea en cruz. Para ello, lo ideal será llevar la sencillez agente al lado armado de este, manteniendo la punta de su hoja en sobre el diámetro común. Tras esto, proceder a encordar sin que la punta agente abandone el diámetro común, haciendo que se maximice la disposición de la hoja paciente conforme el encordado tiene lugar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 718 - Para aumentar la eficiencia de la línea en cruz, en caso de que exista movimiento en la hoja paciente, la disposición durante la segunda fase la obra, habrá de tener lugar de manera perpendicular al vector de movimiento del arma paciente. O sea, que si el arma paciente actúa en natural o violento, la línea en cruz agente la dejará remisa, a uno u otro flanco. De otro modo, si la hoja paciente actúa en remiso o reducción, la línea en cruz deberá cornear o humillar a la hoja paciente. “La disposición agente en la línea en cruz, deberá tener un vector perpendicular al seguido por la acción o inercia del arma paciente.” La obra de la línea en cruz será menos eficiente sobre un tirador que tenga una oclusión preparada con las guardias base de primera o tercera, e igualmente ocurrirá con el resto de obras que sean precedidas dispositivamente por un atajo en disposición. Por un lado, por el hecho de estar aumentando la amplitud del movimiento potencial de la sencillez, una vez se actúe la oclusión. Por otro lado, por permitir la respuesta a la línea en cruz y reubicar la sencillez de aquel que es paciente de dicha línea en cruz, no solo desligando el objetivo ejecutivo sino, dejando a quien obra la línea con su rumbo extendido y su sencillez dentro del medio contrario. No obstante, la línea en cruz agente hará que pierda potencial aquella oclusión dinámica radial del paciente, obrada ineficientemente, al lado contrario al que esté agregada su hoja respecto a la agente. “La línea en cruz se verá disminuida en eficiencia al ser obrada sobre un paciente con la oclusión dinámica radial preparada con la guardia base de primera o tercera.” Variaciones de la línea en cruz: “Las variaciones de la línea en cruz so aquellas obras de una línea en cruz que están auxiliadas por el movimiento y tránsito del agente por el plano inferior.” Es posible obrar la línea en cruz con variaciones de esta, que se basan en sostener dicha obra sobre un compás o tránsito que facilite el posicionamiento del cuerpo del agente en un lugar desde donde, sin una acción importante del torso, pueda obrar. Primera variación de la línea en cruz: con compás recto y sencillez estática: “La variación con compás recto y sencillez estática de la línea en cruz simple es aquella línea en cruz obrada, que dejando la sencillez estática durante un compás recto, mantiene el diámetro común de la sencillez con la misma extensión hasta el momento de comenzar el encordado.” Si un compás recto, de alcance o avance, tiene lugar como parte de la obra de una línea en cruz simple, acercando agente y paciente, es ideal que la rectitud agente no acompañe al movimiento del torso, y por ende, quede ligeramente embebida, manteniendo el diámetro común de la sencillez y la funcionalidad en el atajo, para luego volver a extenderse mientras tiene lugar el encordado con intención ejecutiva. Se mantendrá así la sencillez fuera del medio proporcional del paciente, pese a la ganancia de medio, pudiendo decidir el agente cuando extender la rectitud y ser vulnerable, lo que aumentará la seguridad en medios notablemente ceñidos. Segunda variación de la línea en cruz: sobre la recta: “La variación de la línea en cruz sobre la recta es aquella línea en cruz que se obra invadiendo el diámetro común desde una posición radial de la sencillez.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 719 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Que el paciente está afirmado asiendo a una mano en la rectitud de adelante extendida, con la hoja ligeramente obtusa y su pretensión es mantener esa guardia con la hoja agregada para defender el centro del medio. Será posible que esté obrando una oclusión en segunda o pretendiendo la envoltura desde el obtuso. El agente, agregado desde el centro dimensional del medio proporcional, es su zona de sombra, y por su dentro, librará y quedará agregado por su fuera, con la hoja obtusa, atajando en funcional con débil y medio o débiles, en la rectitud de adelante y de planta acorde. Una vez ahí, sin pausa, agregado por fuera y atajando en privación la hoja paciente, se extiende la rectitud sobre la transversal hábil, en primera, atajando en leve disposición, llevando la hoja paciente fuera de vía y encrucijándolo. En ese instante, el agente obrará un compás de Pitágoras o de avance, dependiendo de la ganancia de recta que se precise, balanceando ligeramente el cuerpo al lado no hábil, momento en que se encordará, invadiendo con la hoja agente el diámetro común, hasta la supresión o ejecución, con ayuda de la acción de tumbar el cuerpo. Para aumentar la ganancia de recta, o sea, el ceñido del diámetro común, el agente podrá obrar un compás recto de avance en vez del compás de Pitágoras, aumentando el balanceo del cuerpo y la amplitud de la posición de primera de la rectitud. En caso de usar una formación para dar lugar la agregación y atajo por fuera del agente, se ganará en presión vertical del atajo en disposición propio de la línea en cruz, lo que dejará la vía del arma paciente con cierto componente de orientación al agudo. Tercera variación de la línea en cruz: sobre la transversal no hábil: “La variación de la línea en cruz sobre la transversal no hábil es aquella obra de una línea en cruz, que invade el diámetro común sobre un compás transversal no hábil.” Que el paciente está afirmado asiendo a una mano en la rectitud de adelante extendida, con la hoja ligeramente obtusa y su pretensión es mantener esa guardia con la hoja agregada para defender el centro del medio. El agente, agregado desde el centro o límite distal dimensional del medio proporcional en su zona de sombra, agregará por dentro, con la hoja obtusa en potencia de oclusión de primera o primera para segunda, atajando en real y funcional con los tercios débiles, en la rectitud de adelante, relajada, de planta acorde transversal de medio recto. A tiempo, se obrará la línea en cruz sobre un compás transversal de avance al no hábil, pretendiendo remisar la hoja al lado armado del paciente. La línea en cruz culminará el encordado justo al proyectar el último pie del compás, para aprovechar la energía del movimiento y tránsito del torso y poder ayudar a la disposición de la hoja paciente. Idealmente, será de avance el compás que auxilie a la línea en cruz sobre la transversal no hábil, para hacer que el centro de masas comience a reubicarse justo al comienzo del encordado. Así mismo, el compás se obrará desde una planta transversal hábil, de medio recto, y habrá de dar lugar a una planta de acometida, pues será con esta con la que mayor asistencia prestará al tránsito de la línea en cruz quedando el agente preparado para continuar la obra ejecutivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 720 - Adicionalmente, desde una planta en línea o transversal hábil, se podrá usar un compás de cruce transversal al lado no hábil para auxiliar la línea en cruz sobre la transversal no hábil, haciendo que el centro de masas comience a moverse con la máxima antelación, justo al generar el primer medio compás, antes de terminar el compás completo. Esto se llevará a cabo así cuando se pretenda la línea en cruz justo en el momento del primer medio compás, siendo esto más rápido y menos reactivo que con el compás de avance. Cuarta variación de la línea en cruz: sobre la transversal hábil: “La variación de la línea en cruz sobre la transversal hábil es aquella que obra una línea en cruz, que desde una posición radial invade el diámetro común sobre un compás transversal hábil.” Que el paciente está afirmado asiendo a una mano en la rectitud de adelante extendida, con la hoja ligeramente obtusa y su pretensión es mantener esa guardia con la hoja agregada para defender el centro del medio. El agente, agregado desde el centro dimensional del medio proporcional, en su zona de sombra, y por su dentro, librará, formará o secará y quedará agregado por fuera, con la hoja obtusa en potencia de oclusión de tercera, atajando en real y funcional con los tercios débiles, en la rectitud de adelante, relajada, de planta acorde, de acometida, preferiblemente en línea y con la línea recta orientada a la sencillez paciente. A tiempo, eleva ligeramente y extiende la rectitud sobre la transversal hábil, mutando la sencillez a primera, llevando las uñas de dentro a abajo, y a la vez, dejando la punta de la hoja propia sobre el diámetro común. Se encordará sobre un compás de avance, por la transversal hábil, de acometida o pura, hasta la supresión, atajando en disposición el arma paciente, lo que dará nombre a esta variación. Dicho compás asegurará que la sencillez del paciente no puede extender lo suficiente el diámetro común de la sencillez como para quedar fuera del extremo agente. Por tanto, el compás posibilitará además el posible y complementario guiñado del cuerpo agente. El encordado se generará pretendiendo que la hoja agente, en su acción accidental sea la que magnifique y culmine la disposición al lado hábil agente de la hoja paciente, durante su trazada. Para ello, el punto al que el agente deberá pretender dirigir la punta de su hoja, no será la sencillez del opositor, sino ligeramente más al flanco al que pretenda disponer el arma paciente. Será de esta manera que mientras se encuerde, se aumentará la disposición de la hoja paciente, plegando su rumbo, imponiéndole una energía que la someterá a una inercia que impedirá la obra eficiente de la oclusión e incluso expondrá al paciente a la autoejecutiva. La cuarta variación de la línea en cruz tendrá un potencial y eficiencia superior en oposición a pacientes de mano hábil distinta a la agente, o sea, zurdos. Opcionalmente, la cuarta variación de la línea en cruz se podrá obrar desde una planta opuesta extendida, obrando sobre un compás al hábil de avance transversal con participio de recto. Hay que destacar que la línea en cruz y sus variaciones podrán ser obradas desde cualquiera de las rectitudes, pues si esta obra se entiende como un encordado que fuerza y dispone a la hoja paciente, esto podrá tener lugar en cualquier orientación. Así pues, si la disposición pretende generar un movimiento remiso de la hoja paciente, se podrá obrar más eficientemente desde primera, sin descartar la posibilidad de hacerlo desde tercera. Igualmente, si TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 721 -DE LA C AUSA P RÁCTICA se pretende cornear o humillar la hoja paciente se hará idealmente desde primera, pues esta posición radial de la rectitud aportará una mayor posibilidad de obra, mayor extremo y una más rápida respuesta de oclusión dinámica radial, en caso de ser necesario. La línea en cruz preparada con ceñida: Es importante entender que la línea en cruz es una obra que podrá ser preparada, y por tanto, deberá serlo, pues se aumentará el potencial éxito de esta. “La línea en cruz con ceñida es una obra ejecutiva, producto de la conjugación entre una ceñida y una línea en cruz, que facilita la preparación del lance al ofrecer un estrechamiento del diámetro común desde el que el agente podrá obrar con seguridad la línea en cruz, manteniendo su sencillez fuera del medio proporcional del paciente hasta el momento del lance.” Así pues, la línea en cruz se podrá obrar tras dar lugar a una composición anatómica similar a la ceñida, salvo que tendrá lugar sobre un compás transversal, a un lado u otro, pretendiendo estrechar el diámetro común y no estrechar ni extender el diámetro común de la sencillez. Esto será hacer coincidir la obra de la línea en cruz con la ceñida, y dará como resultado la más eficiente preparación de dicha línea en cruz. Preparación de la línea en cruz con ceñida: La línea en cruz podrá ser obrada sobre un compás transversal, idealmente al lado no hábil, que dé lugar a una planta en línea de medio recto, atajando en privación y dejando la mano armada en su posición inicial previa al compás, quedando privada la hoja opositora y generando el ceñido del medio. Esto pretende, al igual que la ceñida, contraer el diámetro común con el compás agente, cambiando su planta a una de acometida y dejando la mano fuera del medio al no generarse ningún desplazamiento en ella, manteniendo el mismo diámetro común de la sencillez. Se podría decir que el agente está obrando una ceñida sobre un compás transversal. En esencia, cualquier línea en cruz se podrá preparar y soportar sobre cualquier compás transversal, quedando idealmente la sencillez del agente al lado contrario del que se transite. O sea: - Que cuando el compás transversal sea al lado hábil, al no moverse la sencillez, quedará a tercera y la agregación por dentro. - Que cuando el compás transversal sea al lado no hábil, al no moverse la sencillez, quedará a primera y la agregación por fuera. Por tanto, se puede entender que el compás más eficiente para obrar y preparar una línea en cruz será el avance transversal al no hábil. La línea en cruz con ceñida, cuando se obre a tiempo que el paciente obra un encordado, dará lugar al éxito ejecutivo sobre el antebrazo del paciente, pues la hoja del paciente quedará expelida y remesada por el atajo en disposición de la línea en cruz agente. Además, se sumarán las ganancias de recta agente y paciente, resultado de ambos tránsitos, dando como resultado un medio de proporcional en el horizonte de sucesos, para ambos, del que el agente será dueño gracias a la superioridad geométrica y dinámica de la línea en cruz frente al encordado simple. ———— - 723 - La garatusa TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 725 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Garatusa: La garatusa resulta ser la obra dispositiva con potencial ejecutivo, del torneo completo por todo el perímetro de la hoja paciente para facilitar su control, que con el uso de una reubicación sostenida de la disposición y la constante oclusión, puede generar la sujeción eventual del arma paciente. “La garatusa dará lugar al atajo en la fase sujeción por un tiempo limitado y siempre dependiente de la dinámica y movimiento constante de las hojas.” Esta obra tendrá lugar por medio de la aplicación conjunta de los conceptos de la oclusión y del atajo, dando lugar a un control y reubicación de la hoja paciente mientras se mantendrá seguro el agente por la oclusión generada. La garatusa precisará del atajo funcional, idealmente con el tercio medio del agente sobre el débil del paciente, en privación o disposición y desarrollado. Será esta agregación la que permitirá al agente el torneo de la hoja paciente y la guía de esta para su disposición, en concreto por estar en ventaja de fuerza. Es importante que el paciente se muestre tendente a divertir la energía impuesta a su hoja, pues de lo contrario la garatusa no tendrá lugar, pese a seguir cumpliéndose su función de mantener sujeta a la hoja que resiste. “La garatusa deberá ser preparada en causa sujeta, con un atajo real funcional y sobre una hoja paciente que tienda a divertir a la hoja agente.” Para la descripción de la realización de la garatusa, se usará una hoja paciente dispuesta aledaña al plano primario del agente. Esto facilitará el entendimiento y conjugación de la obra a otras configuraciones geométricas, que de haber entendimiento por parte del usuario, podrán tener éxito. “La garatusa tendrá la máxima eficiencia cuando la hoja paciente este cercana al plano primario del agente.” Así pues, dependiendo de la ubicación del fundamento, y si la agregación es por dentro o fuera, la garatusa tendrá una ejecución distinta, e igualmente un resultado distinto en la disposición final del arma paciente. Garatusa dextrórsum, afuera u horaria: Agregación: La garatusa afuera comienza con la agregación del agente por fuera sobre el paciente, con la hoja agente ligeramente obtusa, con un atajo funcional con el tercio medio del agente sobre el débil del paciente, en privación o disposición y desarrollado. Esto puede estar complementado por una cierta inercia de la hoja agente en sentido accidental. Fase primera a dextrórsum: El agente, imponiendo una leve fuerza a la hoja paciente para remisarla afuera, lleva su rectitud ligeramente a cuarta, mutando las uñas afuera, generando la oclusión radial propia de esa rectitud, dejando la hoja paciente humillada. El rumbo de la hoja agente quedará ligeramente paralelo a la transversal no hábil de este y recto o agudo. Fase segunda a dextrórsum: El agente, sin pausa, dispone humillando la hoja del paciente, agudando su rumbo, lleva su sencillez a la posición de cuarta para primera, generando una oclusión sobre la sencillez paciente mientras mantiene las uñas afuera. La hoja agente quedará debajo de la paciente, aprovechando el ángulo agudo en que se encuentra, quedando ahora agregada debajo de la hoja paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 726 - Fase tercera a dextrórsum: El agente, lleva su sencillez a primera mutando las uñas afuera con participio de abajo. El rumbo de la hoja quedará ligeramente paralelo a la línea transversal no armada del agente y obtuso, quedando agregado por debajo con participio de afuera. Fase cuarta a dextrórsum: El agente muta la sencillez radial a segunda o adelante, generándose la disposición y potencial reubicación remisa de la hoja paciente al lado armado agente. Según la inercia en el arma paciente esta podrá ser expelida afuera del paciente o en sentido al plano inferior, quedando humillada. “En síntesis, la garatusa afuera es una envoltura desde el obtuso, de segunda a cuarta, agregado por fuera, que hace intervalos de cuarto con los pasos de tercera - adelante- cuarta, seguida de otra envoltura de cuarta a segunda, generando durante el proceso la constante oclusión y tras ello, el atajo y la disposición remisa o humillada del arma paciente.” La garatusa afuera, cuando ambos tiradores tengan la misma mano hábil, será la oposición más eficiente, pues el desarrollo dinámico de la geometría será menos exigente con las condiciones del medio para alcanzar el éxito. Garatusa sinistrórsum, adentro o antihoraria: Agregación: La garatusa adentro comienza con la agregación por dentro del agente sobre el paciente, con la hoja agente ligeramente obtusa, con un atajo funcional con el tercio medio del agente sobre el débil del paciente, en privación o disposición y desarrollado. Fase primera a sinistrórsum: El agente, tras aplicar una leve fuerza a su lado no armado para remisar en ese sentido a la hoja paciente, lleva levemente su sencillez a la posición radial de primera, humillando ligeramente la hoja paciente, haciéndola ganar angulación aguda y aumentando la perpendicularidad entre las hojas. Esto creará una oclusión de primera a cualquier intento ejecutivo paciente. Fase segunda a sinistrórsum: El agente, lleva la sencillez a cuarta, quedando aguda su hoja y agregada por fuera, generando ahora una leve reubicación en remisión de la hoja paciente al lado hábil agente. Esto dará igualmente lugar a una oclusión de cuarta. Fase tercera a sinistrórsum: El agente, en cuarta, mutará las uñas de afuera a uñas arriba en tercera para cuarta, pasando la punta de la hoja agente por debajo de la hoja paciente, mientras desplaza su sencillez a tercera de uñas arriba, aprovechando el ahuecado del medio generado por la anterior remisión de la hoja paciente. El agente quedará ahora agregado debajo de la hoja paciente, permitiéndose el corneado de esta, sin ser necesario por la oclusión a tercera que se ha generado. Fase cuarta a sinistrórsum: El agente muta la sencillez radial a segunda o adelante, generándose la disposición y potencial reubicación remisa de la hoja paciente al lado no armado agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 727 -DE LA C AUSA P RÁCTICA “En síntesis, la garatusa adentro es una envoltura desde el obtuso, de adelante o segunda hasta cuarta, agregado por dentro, que en la vuelta de cuarta a segunda o adelante, vuelve a cambiar la agregación a adentro, pasando por la posición radial de tercera.” La punta del arma agente, que obra la garatusa, podrá permanecer aledaña al segmento del arma paciente agregada con el tercio débil, si se pretende poder reaccionar ante un posible fracaso, maximizando con ello la oclusión y dando lugar a una mayor maniobrabilidad del arma agente, para concordar su vector de movimiento con el seguido por el arma paciente. No obstante, esto no es la configuración ideal para la obra de la garatusa, sino para la aplicación a un entorno práctico en que el éxito de la misma no está asegurado. El hecho de estar agregada con un fundamento tan distal genera cierta propensión a la pérdida de la agregación. Esto último puede resultar un recurso funcional, pues se facilitará el libramiento en caso de ser necesario ante una obra paciente en que se comprometa la sencillez agente. “La garatusa más eficiente tendrá lugar con la agregación del tercio medio agente sobre el débil paciente, siendo posible la agregación de débil con débil para posibilitar la solvencia ante al fracaso de la garatusa.” En la aplicación práctica al contexto funcional de un asalto de la garatusa afuera o adentro, habrá de ser asistida coherentemente también por planta y afirmación del torso del usuario. Esto dará lugar a una optimización geométrica de las oclusiones generadas, así como de la maximización de la velocidad con la que es llevada a cabo la obra, dificultando la reacción y respuesta del paciente. Concretamente, se necesitará auxiliar la obra de la garatusa en mayor medida cuanto más distal sea el fundamento, pues se precisará de mayor disposición para conseguir que la punta de la hoja agente no abandone los aledaños del diámetro común, lo que expondría al agente a la reacción paciente. “La garatusa se auxiliará con la acción de planta y torso, aumentando la velocidad y ventaja geométrica en la obra.” Dicha asistencia, se basará parcialmente en la preparación de la obra según la planta y afirmación del torso: Afuera: La planta y afirmación deberán acompañar y configurar un extremo remoto. Esto facilitará la ganancia de medio durante y tras la garatusa, así como aumentará su potencial ejecutivo a tras tiempo. Adentro: La planta, para facilitar la garatusa adentro, habrá de ser acorde a la mano armada. Esto hará maximizar la oclusión y sencillez de tercera, así como facilitará la remisión de la hoja paciente. Por otro lado, la afirmación tenderá a ser ligeramente perfilada con el mismo propósito. En la obra de la garatusa, la sencillez del paciente habrá de quedar ocluida en todo momento y sea la fase que sea. Esto será la garantía de que, de fallar la agregación o disposición, se evitará un encordado al paciente, o que este pueda responder dicho intento ejecutivo. Por tanto, se ha de entender que para obrar la garatusa, a en un contexto práctico, será necesaria la acción de la afirmación pretendiendo con ello generar el mayor movimiento posible de la rectitud, ahuecando el medio y manteniendo un ángulo de la oclusión acorde al medio en que se esté obrando. Por ende: “Para la obra eficiente de la garatusa, se magnificará la radialidad de la rectitud y se asistirá esta con la acción de la afirmación, pretendiendo mantener la óptima oclusión, la más firme disposición del atajo y la mayor potencia de continuar la obra, de manera dispositiva o ejecutiva.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 728 - Igualmente, durante la obra de la garatusa, en cualquier de sus fases, se puede hacer más o menos presión sobre la hoja paciente para ubicarla en un lugar concreto y definir parcialmente su rumbo, teniendo en cuenta la ventaja o desventaja de fuerza generada en el atajo funcional. Esto generará que la garatusa sea una herramienta fundamental para la reubicación y restricción del arma en el espacio, además de tener el potencial de forzar al paciente a reubicarse sobre el plano inferior para evitar la posible conclusión ejecutiva agente. La obra de la garatusa implica la acción de una serie de movimientos del arma agente, que han de ser perfectamente actuados y coordinados con el arma paciente para que pueda tener éxito la obra completa, en todas sus fases. Esto implica una dificultad adicional por la complejidad biomecánica de la obra, pese a ser un concepto elegante en la teoría. Será por ello, que la garatusa no deberá ser considerada como segura hasta alcanzar un desarrollo que permita la total oclusión del paciente, independientemente de la fase en la que esto ocurra, e incluso de si se pueden llevar a término todas las fases. “La garatusa, por su complejidad biomecánica, será una obra compleja, en la que siempre habrá de quedar preparada la obra que la suceda ante su fracaso.” Se puede entender, que la garatusa ha de estar obrada entendiendo la posibilidad del agente de errar o no tener éxito. Por tanto, cuando se produzca la pérdida de agregación o control de la hoja paciente, se deberá poder continuar la obra, en parte gracias a la configuración anatómica del agente, y al mismo tiempo, no generar una exposición clara de ninguna parte vulnerable. Una vez la garatusa sea culminada, se podrá usar esta para sustentar y generar una acción ejecutiva de encordado, así como para dar base para una línea en cruz. Esto hará que la garatusa sea considerada como obra ejecutiva, en caso de que el encordado o la línea en cruz sean parte de la intención original con la que se lleva a cabo la garatusa. “Si una garatusa da lugar a un encordado o línea en cruz, de manera premeditada, será considerada como una obra ejecutiva.” Un agente que se vea dispuesto y controlado por la garatusa de un paciente sobre su arma, podrá tener la posibilidad de librar el control de la garatusa por medio de un movimiento extraño de su arma, independientemente del rumbo seguido por esta. Esto hará a quién obra la garatusa perder la agregación, y por tanto, generar la obligación de continuar su obra sin control pleno o propiedad del medio. En síntesis: “Que la garatusa es esencialmente una obra de índole dispositiva, con potencial ejecutivo en su culminación, que facilitará el control de la hoja paciente para ofrecer su reubicación y la posibilidad para el agente de desplazarse sin estar amenazado geométricamente por el paciente, gracias a la implementación de la inercia y el control de la hoja paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 729 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La garatusa como recurso para el seguro tránsito sobre el plano inferior: La garatusa, al proporcionar un control seguro de la hoja paciente. dejando la mano del paciente ocluida en su posible trayectoria en sentido accidental, dotará al agente de la posibilidad de transitar por el plano inferior sobre sus líneas transversales sin que ello genere una exposición notable. Esto lo podrá hacer cruzando por delante de la extensión distal del rumbo de la hoja paciente, pues esta no tendrá posibilidad de actuar ejecutivamente en sentido accidental, y por tanto, no representará, a priori, una amenazada a la sencillez o torso agente. No obstante, tanto los blossen 3 y 4 del agente, como su blossen capital pueden verse comprometidos, pues la acción accidental del arma paciente con intención ejecutiva tendrá vía sobre estos puntos en determinadas fases o momentos de la garatusa agente. Esto será dependiente de la disposición del cuerpo agente, de las dimensiones del medio que genere y sea obrada la garatusa, así como de la adaptación de las fuerzas implícitas en las armas agente y paciente. Cabe señalar que si el paciente decide obrar sobre las líneas abiertas durante la garatusa eficientemente obra del agente, se producirá la común herida, en una mayoría estadística de los casos, siendo posible que el agente genere la supresión con una mínima anterioridad a que el contacto de la hoja paciente tenga lugar. Para la perfecta optimización del desplazamiento transversal asistido por la garatusa, esta habrá de tener una agregación concreta a su inicio, así como ser obrada en un sentido concreto dependiendo de la transversal sobre la que se pretenda dicho tránsito. - Para el tránsito sobre la transversal hábil, la garatusa habrá de ser obrada idealmente en sentido horario, o sea afuera, estando agregada la hoja agente por fuera. - Para el tránsito sobre la transversal no hábil la garatusa podrá ser obrada idealmente en sentido antihorario, o sea adentro, estando agregada la hoja agente por dentro, pese a ser posible que sea obrada afuera según las necesidades agentes y anatomía del paciente. En el caso del tránsito no hábil, la diferencia en la eficiencia de la garatusa afuera o dentro no claramente notable, pese a ser existente en una mayoría estadística de los casos. Se puede sintetizar que: “La garatusa que pretenda asistir el tránsito transversal habrá comenzar con la hoja del paciente agregada al mismo lado que se pretenda la marcha.” De manera adicional, si la garatusa es usada para sujetar la hoja paciente durante el tránsito transversal agente, no influirá notablemente la orientación de la susodicha obra, pues la ganancia de recta será negativa y el único objetivo ejecutivo viable para el paciente sería la sencillez del agente. “Si el tránsito es trepidante, la garatusa será igualmente funcional en cualquiera de sus orientaciones.” Cualquier garatusa agente obrada de fortuna, sin cumplir el sentido y concordancia con la transversal, facilitará en cierta medida la sujeción de la hoja paciente durante el tránsito, sin llegar esta a poder ser óptima. Esto dará lugar a que la garatusa sea un recurso útil a obrar para sostener el medio, pese a no poder ser obrada en su máxima eficiencia geométrica. Para obrar de la manera más eficiente posible, habrá de tenerse en cuenta que si, al comienzo de la garatusa, la afirmación agente está balanceada al lado en que se va a producir el desplazamiento, podría quedar expuesta su sencillez. Esto habrá de evitarse preparando la obra con un balanceo al lado TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 730 - contrario al que se producirá el tránsito, que habrá de ser coherente y directamente proporcional con la amplitud del compás del desplazamiento. De esta manera, la sencillez quedará, a priori, protegida geométricamente por la oclusión agente al inicio de la garatusa. El tránsito sobre la transversal, tendrá que ser coherente y proporcional con la extensión de la rectitud radial de cada una de las fases de la garatusa. Quedará, por tanto, el segmento de la rectitud más extendido cuanto menor sea el diámetro común sobre el que se obra la garatusa. “En la obra de la garatusa, a menor diámetro común, mayor necesidad de radialidad en la sencillez.” Esto también dará lugar a entender que la rectitud radial, en cada una de las fases de la garatusa, habrá de ser igualmente coherente y proporcionada con el diámetro común del medio que se pretenda, producto de la obra de la garatusa. Así pues: - Si la transversal es pura, las rectitudes radiales quedarán condicionadas únicamente por el diámetro común existente al comienzo de la garatusa. - Si la transversal es de conservación, las rectitudes radiales podrán tener una extensión y radialidad contenida, haciendo inicialmente más sencilla la obra de la garatusa, mientras mantienen la seguridad del agente. - Si la transversal es de acometida, las rectitudes radiales habrán de ser maximizadas en extensión del segmento de la sencillez y su radialidad. Además, para optimizar la obra, la afirmación del agente habrá de asistir no solo a la obra de la garatusa, sino también a al ahuecado del medio, permitiendo un tránsito seguro hacia un medio de un considerablemente menor diámetro común. Por tanto: “La garatusa resulta un recurso dispositivo eficaz para asistir el tránsito del agente sobre el plano inferior, habiendo esta de adaptarse a las condiciones del medio en que es obrada y en el que se pretenda continuar la obra.” Garatusa ejecutiva: “La garatusa ejecutiva es una obra ejecutiva, resultado de incluir una línea en cruz justo antes de concluir la obra de una garatusa.” El componente ejecutivo de la garatusa, le viene dado tanto por la potencia ejecutiva implícita en la oclusión como por la posible acción de una extensión del rumbo de la hoja agente, mientras se produce la última fase de la garatusa. Esto dará lugar a un encordado, por fuera o por dentro, mientras se mantiene atajada y en disposición la hoja paciente. La extensión del rumbo de la hoja, justo al final de la garatusa tenderá a dar lugar a una línea en cruz, que podrá ser identificada si se entiende la última fase de la garatusa como el atajo en disposición necesario para conformar dicha línea en cruz, por tanto, la primera fase de esta. O sea: que una garatusa al final de su obra, genera el atajo en disposición propio de la línea en cruz, y que puede ser usado para dar lugar a esta. Por ende, la garatusa ejecutiva resulta ser una garatusa seguida de una línea en cruz, que es apoyada por la inercia implícita en las hojas y resultante de la garatusa. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 731 -DE LA C AUSA P RÁCTICA En síntesis: “La garatusa ejecutiva es aquella garatusa, obrada con intención ejecutiva, que en su última fase se conjuga con una línea en cruz.” La garatusa ejecutiva, para obtener el mayor potencial ejecutivo, habrá de ser obrada sobre un desplazamiento transversal, justo durante el tránsito. Dicho desplazamiento habrá de culminar en una planta agente en línea, con el segmento de planta de este sobre el diámetro común. Con el compás se facilitará la sujeción de la hoja paciente, así como se aumentará la amplitud de movimiento de cabeceo del cuerpo, que permitirá asistir la obra de la línea en cruz. De esta manera, la garatusa ejecutiva podrá ser conformada por la unión de cualquier garatusa, adentro o afuera, junto a cualquier compás transversal, culminando con una línea en cruz de cualquier índole, debiendo ser todo ello adaptado al contexto presente y emergente. En un contexto estadístico, la garatusa ejecutiva más eficiente será aquella obrada afuera, desde una planta transversal hábil de medio recto, sobre un compás transversal de avance al lado no armado agente, en oposición a un paciente con la misma mano armada que el agente, con la hoja dispuesta en el medio. La garatusa ejecutiva con transferencia de momento: La garatusa ejecutiva con transferencia de momento, o garatusa plagal, es una obra ejecutiva, basada en el desplazamiento accidental de la hoja agente, durante el curso de una garatusa, para desplazar el fundamento de la agregación en dirección al paciente, haciendo que el ángulo de las hojas se amplíe, remisando la paciente. “La garatusa ejecutiva con transferencia de momento resultará ser la conjugación entre una garatusa y una línea en cruz obrada desde la segunda fase de dicha garatusa.” Esta variación de la garatusa es una obra que se centra en mover a la hoja agente en dirección y sentido al paciente, haciendo que el momento de fuerza que mantiene en movimiento a la hoja agente se transfiera a la hoja paciente, llevando a esta a aumentar irremediablemente su ángulo, alejándolo del recto, quedando totalmente indispuesta e inhabilitada para poner su punta sobre el diámetro común o el diámetro común de la sencillez. Geométricamente, la garatusa ejecutiva con transferencia de momento tiene lugar gracias a que conforme se acerca el fundamento al tercio fuerte de la hoja paciente, el movimiento de la hoja agente comienza a generar la disposición de la primera, dando lugar a que esta hoja paciente comience a recibir el momento de fuerza que el agente aplicó a su arma y a su rectitud. Durante la obra, la amplitud radial de la rectitud agente deberá de ir decreciendo, llevando paulatinamente la sencillez a adelante, invadiendo con la hoja agente el diámetro común, ejecutando sobre la sencillez paciente, que no estará cubierta por su hoja y quedará sin posibilidad de ocluir. Dinámicamente, lo que hará que la hoja paciente se mueva y quede dinámicamente dispuesta será la transferencia de energía a la hoja paciente, gracias a la conservación del momento. La energía transferida será aquella usada inicialmente por el paciente para mantener su sencillez ocluyendo y la ligera disposición del atajo. La realización de esta variante de la garatusa se basa en la modificación del vector de inercia del arma agente, justo en la segunda fase de la garatusa, donde dicha hoja comienza la extensión del rumbo, haciendo que el fundamento de la agregación transite en dirección a la sencillez paciente. Esto hará que el atajo en disposición, propio de la garatusa, comience a reproducir un movimiento amplificado, por tanto, la hoja paciente quedará moviéndose alrededor de la sencillez agente, sin posibilidad de estar en el diámetro común de la sencillez, mientras el arma que obra avanza cada vez más recta a la sencillez paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 732 - “La garatusa ejecutiva con transferencia de momento comenzará en la segunda fase de una garatusa, transferirá la energía empleada por el agente a la hoja paciente y terminará con una ejecutiva sobre la sencillez paciente.” La garatusa ejecutiva con transferencia de momento es una obra en sí misma, generada por el cambio y reparo del vector inercial generado por el arma y sencillez agente. El potencial ejecutivo de dicha obra, generada eficientemente, reside en la acción única de un vector de inercia, no siendo necesario ningún otro vector adicional. Cabe señalar que esta obra expondrá técnicamente al agente, pudiendo no ser segura en contexto en los que la obra de la garatusa no sea plenamente viable. No obstante, no existirá exposición agente por el hecho de que el paciente que está bajo la garatusa extrañe su arma, pues esta estará sujeta y no tendrá potencia de estar en el diámetro común de la sencillez. La obra de la garatusa con transferencia de medio será compleja, siendo especialmente crucial la sintaxis con las obras del paciente, habiendo de interaccionar de manera precisa la dinámica impuesta a cada una de las armas, así como la intención y propósito de los tiradores. El nombre de esta obra viene dado por la interacción entre las fuerzas de ambas hojas implicadas, en las que se transfiere el momento de fuerza, no obstante, por economía del lenguaje, se puede apelar a ella como garatusa plagal. Obras opuestas a la garatusa: Para entender la oposición y respuesta viable a la garatusa, se habrá de tener en cuenta la configuración geométrica cambiante de la garatusa, así como la imposición de inercia a la hoja del paciente. La garatusa, tanto geométrica como cinéticamente, comienza a cumplir su cometido de mantener el control sobre el arma paciente, a partir de haber impuesto la inercia en la primera fase, independientemente de el sentido de la garatusa o de que se pierda la agregación. Esto hace que se genere una oclusión constante al paciente, pues su hoja queda considerablemente privada. Para evitar esto existen dos opciones viables y funcionales en que no se expone la sencillez de aquel paciente que está recibiendo la garatusa. Libramiento del arma con la acción extraña del arma controlada por la garatusa: “El libramiento extraño será el único método viable con el que librar la hoja sobre la que se esté realizando una garatusa, evitando el atajo y la oclusión de dicha obra.” Este método permite que la hoja del paciente pueda librar el atajo con disposición por parte del agente. Para ello, en cualquiera de las tres primeras fases de la garatusa, se deberá actuar en extraño con el arma, preferiblemente de rumbo recto, impidiendo al agente que sostenga la agregación y evitando el potencial desenlace ejecutivo de la última fase de la garatusa. La acción extraña será la única opción geométrica y acción del arma viable para evitar la culminación de una garatusa, pues una vez la hoja del paciente haya sido, o esté siendo dispuesta, ya tendrá una inercia que hará extremadamente completo y antrópico el control de la oclusión o de cualquier intento de mutación del rumbo. Con la acción se posibilitará la ubicación del arma paciente con rumbo al circuncentro de la garatusa, que será la sencillez del agente, dado que la acción extraña reducirá la hoja del que libra acercando la punta de este al eje sobre el que se genera el movimiento. Una vez la garatusa esté en su última fase, o la haya culminado, quedará el paciente que haya actuado y librado en extraño, en potencia de estocar sobre la sencillez agente, posibilitando la respuesta paciente con potencial ejecutivo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 733 -DE LA C AUSA P RÁCTICA El hecho de librar con la acción extraña aquel arma que está siendo sujetada por la dinámica centrífuga de la garatusa, dará lugar a que sea previsible la posición de dicho arma. Por tanto, desde la perspectiva estrictamente psicológica, el paciente bajo el control de la garatusa, ha sido inhabilitado en su operatividad, pues al embeber la rectitud, está siendo controlado por el agente de manera indirecta. Es en este fenómeno en el que se sustenta el uso inductivo de la garatusa. La resistencia a la garatusa: “Resistir la garatusa evitará la disposición de la hoja sobre la que se obra, mas quedará estática en el espacio dándose lugar igualmente a su sujeción.” La resistencia a la disposición y esfuerzo consciente de mantener el rumbo, hará que la garatusa se pierda en alguna de las fases la agregación, mientras que además, la hoja paciente no se verá en gran medida afectada por la imposición de inercias de la garatusa. Esto posibilitará que el paciente tenga pleno control de su hoja una vez la agregación se haya perdido, y por consiguiente no esté ocluido. Esta respuesta de resistir, geométricamente, no tendrá efecto si el agente está italado en trío con el paciente, pues tanto la sencillez de este paciente como la sencillez y plano superior agente serán coincidentes. Por tanto, la garatusa tendrá el efecto de oclusión y envoltura sin necesidad de que el agente disponga la hoja del paciente, pues ya será esta el circuncentro de la radialidades del agente. Añadido a esto, hay que aclarar que es considerablemente complejo resistir la imposición de fuerzas de un agente opositor que pretende la disposición cuando está agregado en ventaja de fuerza. Por ello, se precisará de atención constante y una implicación notable de fuerza en el arma paciente de la garatusa. Esto dará lugar a que dicho paciente haya de estar concentrado únicamente en la resistencia quedando el agente en potencia de abortar la garatusa y/u obrar un redondo o un encordado tras los primeros atisbos de envoltura. Por ende, la resistencia, de entenderse útil su obra, habrá de realizarse únicamente durante las fases iniciales de la garatusa, pues en la última fase de esta, el agente quedará en potencia de herir si el paciente mantiene el mismo rumbo de la hoja. Cuando un paciente resiste la garatusa, ha de dejar deja su hoja estática en el espacio, sin divertir la fuerza impuesta sobre ella, siendo esto lo que pretende la obra de la garatusa. Por tanto, el agente que obra la garatusa estará igualmente controlando y restringiendo el movimiento de la hoja paciente a un lugar concreto del espacio, cumpliéndose así igualmente la tercera fase del atajo del agente sobre el paciente. “Resistir la garatusa opositora evitará la disposición de la hoja propia, mas no su sujeción.” ———— - 735 - El redondo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 737 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Redondo: El redondo es una obra ejecutiva basada en la envoltura, oclusión y encordado de la hoja paciente durante su tránsito accidental recto o encordado. En esencia, el redondo resulta ser la conjugación de una oclusión con un encordado. Concretamente, será una oclusión radial de intervalo de medio, de segunda a cuarta, cuarta a segunda, primera a tercera o tercera a primera, con la implementación de una extensión del rumbo, para añadir un componente ejecutivo y pretender el encordado y la supresión, sin necesidad de depender de la continuación de la obra paciente. Idealmente, debiendo de ser esto siempre dependiente del propósito agente, la oclusión de medio deberá llevar a la sencillez agente a la rectitud radial opuesta, intentando pasar por cualquier otra rectitud radial. Esto hará que el agente no tenga que exponer su sencillez al pasar por la rectitud de adelante. Realización Que el paciente se afirma recto, con su ítalo aledaño al ítalo agente. O que pretende una supresión o ejecución en trayectoria accidental o encordando, en causa libre o sujeta, con una trazada accidental con participio de natural o violento, sobre la mano armada, torso o cabeza de un agente que se encuentra en una rectitud adelante, arriba o abajo. El agente, antes de tiempo, habrá dispuesto la hoja agregada o paralela al rumbo de la paciente, creando siempre cierta perpendicularidad entre los segmentos de las armas, sin necesaria intención de atajo más que en su privación. A tiempo, agrega la hoja, realiza una envoltura sobre la hoja paciente, con una oclusión en intervalo de medio, dejando la extensión de la rectitud más extendida de lo que inicialmente estuviese, y extiende el rumbo angulando en dirección a la mano paciente, haciendo que sea la propia proyección accidental de este, o la obra agente de compases, la que ejecute o suprima. Esto dejará la hoja paciente en la hipotenusa del triángulo pretendido por él, que ha sido respondido cambiando radialmente la posición de la rectitud agente, dejando un hueco donde antes estaba el objetivo ejecutivo. Siendo así como se obtiene la ejecución en el cateto real agente. Es importante apuntar que la dinámica de la obra del redondo tendrá dos componentes: - Componente dinámico agente: que siempre habrá de actuar la envoltura. A esto se le podrá sumar la dinámica procedente de los compases, ayudando a la acción accidental de tirador y arma, necesaria para la culminación ejecutiva. - Componente dinámico paciente: que podrá sustituir a la dinámica accidental agente, generada por los compases, mas nunca podrá sustituir a la dinámica agente de la envoltura, siendo esta siempre necesario. Previamente a la obra del redondo, se podrá dar lugar a la preparación de esta obra gracias a la ceñida a primera o tercera, configurando la geometría y la dimensión del medio para que el agente pueda obrar con compases rectos, de manera segura. Redondo de cuarto: Será posible obrar un redondo con un intervalo de cuarto, que si su pretensión es ejecutiva, seguirá siendo llamado redondo. No obstante, en los casos en los que la obra del redondo de cuarto sea posible, será más eficiente recurrir a la mera oclusión, pues como obra dispositiva, ofrece más garantías para el agente, que pese a no ejecutar, quedará en ventaja sin exposición. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 738 - Se deberá conjugar la realización de la acción a cada una de las posibilidades potenciales, pues la biomecánica implícita en cada una de ellas, variará considerablemente. La adaptación necesaria hará que la obra del redondo haya de adaptarse a: - Lado de la agregación o disposición de hojas agente y paciente. - Ítalo agente. - Ítalo paciente. - Envoltura precisa relativa a la rectitud agente inicialmente dispuesta. - Angulación de la hoja necesaria para el encordado agente y ejecución. Si la posición radial a cuarta está implícita en el redondo, ya sea como ubicación inicial o final de la sencillez agente o paciente, se tendrá que tener en cuenta que la acción del arma ganará potencia ejecutiva al pasar por adelante, mientras se reduce la velocidad con la que se realiza la envoltura. “La obra del redondo agente se retrasará cuando esté implicada la posición radial de cuarta de cualquier manera.” El redondo es una obra ejecutiva que puede ser obrada de manera proactiva. Por ello, en el medio proporcional de sombra, habrá de estar sujeta a la obra de unos compases que auxilien el desplazamiento del agente sobre el plano inferior. Con ello se creará la imposibilidad para el paciente de ocluir u obrar sobre el agente, dentro de los límites del medio resultante, pues la posición radial de la sencillez agente cambiará a la vez que muta la rectitud, siendo mecánicamente complejo la previsión y reacción ante esto. - Para el redondo de primera a tercera, compás transversal al lado no hábil. - Para el redondo de tercera a primera, compás transversal al lado hábil. El compás que auxiliará al redondo deberá estrechar el diámetro común en la misma medida que la distancia existente en el segmento del arma paciente entre la sencillez y el fundamento de la agregación, al comienzo del redondo. De esta manera, los compases que se lleven a cabo deberán hacer transitar al agente por la transversal de acometida, o de otra manera, por cualquier otra transversal aumentando la amplitud del compás para proporcional la ganancia de recta necesaria para el éxito del redondo. “El redondo se auxiliará de un compás con ganancia de recta igual a la distancia entre la sencillez paciente y el fundamento de la agregación.” Para el sostenimiento de la agregación, adicionalmente, habrá de generar un ligero y breve atajo en disposición en el sentido en el que la hoja del paciente quede agregada a la agente. De esa manera, se forzará el sostenimiento de la agregación y se facilitará el encordado posterior, dejando la energía potencial impuesta al arma agente que se libere en dirección a la sencillez del paciente. Si se pretende el auxilio del redondo con un compás, el atajo en disposición deberá ser en sentido al compás obrado. Si dicho compás es recto, el atajo corneará o humillará la hoja, según la agregación inicial. Cuando la obra del redondo sea producto de una respuesta, es importante entender que la consecución y éxito se basa en la inercia del paciente y en su imposibilidad para detener la trazada accidental de su hoja. Por ello, es clave actuar a tiempo de su intento ejecutivo, pues actuar antes de tiempo haría abortar su obra, y a tras tiempo sería demasiado tarde para impedir la herida. Se deberá tener en cuenta que cuanto mayor sea la amplitud del redondo obrado, menor será la exposición del agente. Por tanto, el redondo quedará obrado dentro de las limitaciones de la angulación de la oclusión con la que se obra. De esta manera: “Cuanto mayor sea la amplitud de la oclusión radial de un redondo, mayor será el ángulo de ataque y la extensión necesaria del rumbo de la hoja agente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 739 -DE LA C AUSA P RÁCTICA El redondo ha de proveer al agente la posibilidad de mantener la agregación y/o atajo funcional tras su acción, pues de ser advertida la intención ejecutiva agente por el paciente, la ganancia de medio hacia este, se detendrá. Para recuperar la iniciativa, el paciente, de forma instintiva, pretenderá la reubicación del rumbo de su hoja para pretender otra ejecución de encordado, a lo que el agente deberá responder con otra envoltura, el embebido de su rectitud, y quedará dispuesto en potencia de obrar y herir a discreción. Realización respondida alternativa: El paciente, pretende una estocada a la mano o la disposición de su arma en agregación con la agente. El agente, agregado y desde una rectitud que mantenga el rumbo de su hoja relativamente más obtuso que el del la hoja paciente, a tiempo, cambia su rectitud a aguda y arriba, dejando el rumbo de la hoja abajo y agudo, habiendo retirado la/ las manos del medio, ahuecándolo, y ejecutando de sobre los antebrazos o guarnición paciente por medio de una extensión del tumbo. Esta obra también puede ser ejecutada con un cambio al asimento de una mano, teniendo en cuenta que el desemparejamiento de la mano no hábil ha de ser rápido y llevar esta al estado de largada o contrapuesta. ———— - 741 - El reparo TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 743 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Reparo: El reparo, al margen de la simple corrección de una trazada, es aquella acción u obra conscientemente defensiva e inerte, que pretende únicamente interrumpir, parcial o totalmente, la trazada de una hoja, independientemente de la intención de su movimiento. “El reparo es la obra defensiva que pretende el cambio en el vector del movimiento de la hoja opositora.” Este reparo, como obra inerte, podrá dar lugar a una posterior obra ejecutiva del agente que repara, más no llevará implícita intención ejecutiva alguna en su obra. Los reparos, no serán práctica habitual en la obra absoluta de un tirador experto, pues por su naturaleza inerte, retrasan la potencia ejecutiva, lo que los hace menos eficientes y elegantes que el uso de las oclusiones. Además, la configuración geométrica resultante de la obra de un reparo, dejará expuesto al agente que repara a la respuesta directa del paciente reparado, que podrá encordar y/o reubicar su arma con potencia ejecutiva. “En la esgrima emergente de las armas láser el reparo no será una obra eficiente, pues siempre expondrá al agente ante la respuesta con potencial ejecutivo del paciente.” Al reparar, habrá de ser prevista la incidencia de la energía cinética implícita en la trazada paciente y, por ende, habrá de actuarse siempre con una extensión relajada de la rectitud, haciendo que la parcial flexión de las articulaciones implicadas y su resistencia natural a la flexión involuntaria, actúen como reductores de la inercia, permitiendo la sostenibilidad del rumbo de la rectitud. El rumbo de la rectitud habrá de estar desprovisto de potencia de herir, pues el uso de un reparo en lugar de una oclusión será motivado por la preservación de la integridad paciente, sea esta de índole literal o figurada. “El reparo está destinado a defender sin ofender.” En el plano práctico y racional, el uso del reparo, por su naturaleza y configuración geométrica inerte, estará reducido al uso como obra de fortuna reaccionada, en la que no existe otro método más eficiente para defender la integridad del agente. Por tanto, normalmente el reparo será obrado en el contexto instruccional o docente, en el desempeño artístico, y/o estará plenamente motivado por la intención tutelar de un diestro ante un profano, pese a existir posibles y excepcionales situaciones dentro de la obra absoluta y consciente. La denominación y clasificación del reparo: Un reparo, podrá ser obrado desde cualquier rectitud, lo que le otorgará un nombre a esta obra basado en la misma nomenclatura que es usada para definir la sencillez. Denominación del reparo: Esto podrá ser radial, como adelante, primera, segunda, tercera, cuarta y participios. Adicionalmente, se habrá de hacer referencia al rumbo del arma, de manera sintetizada. Será pues este relativo al paralelismo que tenga la hoja respecto a la geometría particular o también podrá ser nombrado según la dirección que siga la hoja. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 744 - Idealmente se deberá de detallar la condición del asimento y la posición de las uñas del agente, o el punto en que se genera la agregación, conceptos que influirá de manera considerable en las propiedades físicas del reparo. Ejemplo ilustrativo de descripción de un reparo: Reparo radial a primera con el arma obtusa, paralela a la transversal hábil agente, de uñas abajo con participio de dentro, asiendo en dinámico y regular, con la rectitud extendida y cuerpo balanceado al no hábil, agregando en el tercio medio del agente que repara sobre el débil paciente. El reparo puede estar catalogado según distintos aspectos, así pues, se dará lugar a la clasificación más básica del reparo: Reparo seguro: Aquella interrupción de la trazada paciente que genera una acción defensiva inerte, gracias a una trazada antagonista, y deja la hoja agente en potencia de obrar. Reparo de vector gemelo: Disposición de la hoja agente en agregación constante, valiéndose del tacto, con la pretensión de seguir y copiar la trazada paciente para permitir su interrupción en un momento concreto de su evolución. Reparo sencillo, de la trazada o atasco: Introducción sutil e intencional de la hoja agente en una trazada paciente que está siendo actuada. La función óptima de esta acción está circunscrita a la disrupción de acciones de spin y floreos. Para ofrecer un análisis profundo del reparo, habrá de tenerse en cuenta la posición de partida del reparo y además, la posición última en que quedará el arma y rectitud tras la obra. Esto dará detalles para entender cual ha sido la trazada seguida por la hoja y que aspectos cinéticos tendrá implícita la obra. La obra y acción del reparo: Un reparo, para resultar plenamente eficiente, habrá de ser obrado como un atajo funcional en su momento inicial, desde el punto de vista biomecánico y geométrico. Lo más eficiente será que el agente que repara quede en ventaja de fuerza, siendo el tercio medio de su hoja el que agregue con el tercio débil de la hoja paciente. La agregación funcional en el reparo dará lugar a que sea actuado u obrado sin detenimiento alguno y sin estar previamente dispuesto en la rectitud necesaria. Adicionalmente, un reparo con agregación funcional generará una geometría en la que el agente que repara quedará relativamente protegido, ante la posibilidad de encordado por parte del paciente. Además, dicho reparo se puede concebir como un atajo en la fase de una mera privación, inclusive, de una disposición. Esta última será necesaria si se le pretende aplicar energía a la hoja paciente reparada, posibilitando tanto el total detenimiento como su desvío. “Idealmente el reparo tendrá lugar con agregación funcional en ventaja de fuerza.” Para la correcta administración de la energía impuesta por la trazada paciente, el reparo será actuado conforme a una lógica geométrica que permitirá la segura disposición de la hoja que repara y la correcta rectitud, que posibilite mantener fuera del medio a la sencillez y extremo agente, pues la intención paciente no será fielmente prevista, debido parcialmente al contexto incontrolado donde tendrá lugar el reparo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 745 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Ante el natural paciente: De rectitud relajada arriba con participio de hábil, uñas fuera con rumbo no hábil. Idealmente de arma tumbada. Ante el violento paciente: De rectitud relajada abajo con participio de hábil, de uñas abajo, con rumbo no hábil con el arma tumbada. Ante la reducción paciente desde el hábil agente: De rectitud relajada con participio de hábil, por debajo del ítalo paciente, de uñas adentro, con rumbo obtuso, ligeramente sobre la transversal no hábil, necesariamente perpendicular al vector de inercia seguido por el arma paciente. Esto también podrá tener lugar con la rectitud relajada arriba o adelante con participio de hábil, por encima del plano ítalo del paciente, de uñas fuera, con rumbo agudo parcialmente paralelo al diámetro común. Ante la reducción paciente desde el no hábil agente: De rectitud relajada abajo con participio de no hábil, por debajo del ítalo paciente, de uñas adentro, con rumbo obtuso, ligeramente sobre la transversal hábil, necesariamente perpendicular al vector de inercia seguido por el arma paciente. Esto podría tener lugar también desde la rectitud relajada arriba o adelante con participio de hábil, por encima del plano ítalo del paciente, de uñas fuera, con rumbo agudo parcialmente paralelo al diámetro común. Ante el accidental paciente: Se actuará una cornada con el arma agente tumbada, desde la rectitud hábil de este, sobre un compás extraño de alcance. Estas premisas están previstas para la trazada generada por una intención ejecutiva por debajo del plano superior, a lo que aportarán resistencia biomecánica y posibilidad de divertir la hoja como evento emergente de la aplicación de presión por parte del paciente, quedando el agente en potencia de obrar. Teniendo en cuenta elementos prácticos y la continuación de la obra, el reparo no deberá disponer la sencillez del agente que repara más alejada del plano sagital que el límite de su segmento superior. Explicado de una manera más práctica: cuando se obra un reparo, la mano armada deberá quedar dentro de los límites del cuerpo del agente que repara, pues de lo contrario, la geometría permitiría la exposición del torso y cabeza. Así mismo, la angulación del rumbo del arma en el reparo, deberá ser similar a la angulación de una oclusión. Esto aportará una proporción que permitirá la continuación de la obra, la protección de torso y cabeza, así como el mantenimiento de la amenaza al paciente por la disposición del rumbo de la hoja agente. Es de vital importancia, y por ello se remarca, el hecho de que el agente que repara pretenda la agregación o culminación del reparo, sobre un tercio concreto de la hoja propia o del paciente, que lo deje en ventaja de fuerza sin comprometerlo. Lo ideal es aplicar la lógica del atajo. “Aquella composición geométrica más adecuada para la viabilidad del reparo será la configuración de medio-débil del atajo funcional.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 746 - En relación a la continuación del reparo, habrá de entenderse que la sencillez, en el momento de generarse el contacto de reparo entre hojas, tendrá la misma condición que en una agregación con una oclusión. Por tanto, cuando se crea el reparo, para continuar con una obra coherente, se deberá mutar la sencillez del que repara a una de las posiciones radiales posibles y coherentes con el método de la oclusión, dando lugar a la obra de una oclusión radial y permitiendo el sostenimiento del medio. ———— - 747 - Spins TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 749 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Spin: Las acciones del arma, así como sus trazadas, en ocasiones, se generarán voluntariamente sobre vectores con cierta inercia, desde cualquier trayectoria, en ciertos casos con un llamativo componente circular generado por el momento de fuerza. Se llamarán entonces, acciones de spin. Spin: “El spin será aquella acción del arma que haga girar su cuerda alrededor de un punto llamado eje, dando como resultado una trazada circular en la que la punta quedará en el perímetro de la misma.” El concepto del spin es apropiado y sumamente eficiente si se pretende hacer rotar el arma sobre un eje para: - Extender un vector de inercia para su control. - Retirar la hoja del medio. - Imposibilitar el control de la hoja propia por parte del opositor y pese a ello, mantener parte de la operatividad de la misma, sin detener la dinámica de la acción. - Generar una obra disuasoria, con caso vocativo o interruptivo. - Raramente, para obrar ejecutivamente en causa libre. La justificación de esta acción, característica del el uso de las armas láser, donde la hoja puede trazar buscando el tajo, el revés o el mandoble, aprovechando la tridimensionalidad del contexto, está basado en la paradoja de la estocada recta, en la escasa guardia cónica, en la necesidad eventual de una acción ejecutiva de tajo o revés, en la necesidad de mantener un atajo funcional, controlar la intención del paciente, actuar una faz agente, y en que no existe necesidad alguna de generar fuerza contra un cuerpo para proferir una eficiente ejecución. “La acción de spin del arma podrá ser entendida como una manera de mantener la dinámica y aprovechar esta para generar geometrías en puntos concretos de su trazada.” El spin tendrá un punto donde las fuerzas generadas quedarán equilibradas, será este el eje del movimiento de torsión del arma. Para entender este eje, se podrá entender que será el baricentro de la órbita mutua entre el segmento del arma y el cabo de esta, que normalmente quedará cercano a la pinza del asimento. Eje del spin: “El eje del spin será el punto del espacio en que está situada la pinza del asimento del arma durante la acción de spin. Este punto podrá quedar más o menos estático, definiendo con ello la trazada del arma y su geometría.” En un arma equilibrada, el eje del spin estará posicionado en la pinza del asimento o aledaño a esta, siempre que la mano armada no esté desplazándose. Entendiendo la predicción de la hoja agente por parte del paciente como un factor fundamental a evitar, las acciones de spin, como los spins, tajos, reveses o mandobles, serán obradas o actuados con la menor trazada posible, sin llegar a exponer el cabo del arma, pues será en el momento de encontrarse el rumbo de la hoja en la parte posterior, que no existirá opción alguna de mantener la dimensión del medio sin extender el diámetro común. “Durante la acción de spin el cabo del arma quedará obligadamente expuesto, sin la hoja que genera oclusión y defensa cónica sobre él.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 750 - Al desplazar el eje de spin en el sentido al que apunta el segmento del arma, se disipará el momento angular de esta. Así se generará una trazada que, en la extensión del rumbo y rectitud, con cierta aplicación de fuerza par, tendrá un baricentro y eje de spin claro, mas no tendrá un desarrollo angular marcado, llegando naturalmente a estar condicionada por la escasa aplicación de fuerzas necesarias para la ejecución. Tierra: La tierra es el momento en que un spin hace posicionarse al arma, eventualmente, en una angulación recta, en dirección y sentido a su potencial objetivo ejecutivo. En este instante el spin adquiere su mayor eficiencia geométrica, pues el arma está en angulación recta, lo que la dispone en su máxima longitud proyectada, o sea, en su radio máximo del extremo. Así mismo, al estar la cuerda del instrumento paralela al ítalo y confluyendo con el objetivo ejecutivo ligado, se generará el medio más eficiente para el agente. Todo esto dará lugar a que dicho momento sea el punto de referencia para la circunferencia generada por la punta del arma. Cortar a tierra: Cortar a tierra es la acción del arma, normalmente en accidental o extraña, que hace al usuario controlar la inercia y momento angular de la trazada, permitiéndole redirigirlos a una dirección que le permita retomar el control lineal de las fuerzas implícitas. Este corte a tierra puede ser obrado con intención ejecutiva o estrictamente dispositiva, en cualquiera de los casos semánticos posibles. Cuando tenga intención ejecutiva y caso efectivo, la manera más eficiente de cortar a tierra será en accidental, italando en trío a la altura del objetivo ejecutivo, y adaptándose a la continuación de la obra, en la que no estará presente la inercia y momento angular de la trazada desde la que se obra. Existirá, por tanto, una aplicación del spin que lo destinará a ejercitar y posibilitar un control del arma propia más eficiente. “El spin podrá ser una acción del arma u obra destinada a ser funcional en asalto, así como una herramienta para facilitar la adaptación y acondicionamiento a un instrumento concreto.” Tipos de Spin: El spin, como acción, tendrá una catalogación basada en su geometría y dinámica. Por tanto, estas acciones quedarán catalogadas según la orientación de su momento angular, la posición del eje sobre el que se genera la trazada circular de estas y la disposición del plano de la trazada generada. Spin agudo: “El spin agudo será aquel spin generado con una trazada en la que la angulación del arma decrece, llevando la punta en sentido al plano inferior, en la parte anterior del agente usuario.” El spin agudo dará lugar al potencial ejecutivo del tajo, revés y/o mandoble en natural en la parte anterior del usuario. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 751 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Spin obtuso: “El spin obtuso será aquel spin generado con una trazada en la que la angulación del arma crece, llevando la punta en sentido contrario al plano inferior, en la parte anterior del agente usuario.” El spin agudo dará lugar al potencial ejecutivo del tajo, revés y/o mandoble en violento en la parte anterior del usuario. Spin interior: “El spin interior es el generado en la parte interior de la mano del agente usuario. Esto hará que la trazada del arma quede, por obligación anatómica, en la parte no armada del usuario.” El reparo de un spin interior por parte de un paciente, dará lugar a que el agente usuario quede encrucijado. Spin exterior o mandoble exterior: “El spin exterior es el generado en la parte exterior de la mano del agente usuario. Esto hará que la trazada del arma quede, por obligación anatómica, en la parte armada del usuario.” El reparo de un spin exterior por parte de un paciente, dará lugar a que el agente usuario quede desplegado. Spin anterior: “Será anterior aquel spin generado con su eje en la parte anterior del usuario.” Esta disposición anterior será en la que habitual y naturalmente se actuará el spin, residiendo en ella la mayoría de la utilidad geométrica de su uso, debido a la necesidad de conjugar la acción con la anatomía bilateral humana. Spin posterior: “Será posterior aquel spin generado con su eje en la parte posterior del usuario.” Se ha de señalar la ineficiencia geométrica de la acción de spin posterior. No obstante, su utilidad reside en la potencial extensión de vectores de inercia. Pese a ello, el peligro de autoejecución estará considerablemente presente, por las implicaciones geométricas, la dificultad de la coordinación invertida y la necesaria precisión del control anatómico. Spin vertical: “El spin vertical será aquel que deje el plano de la trazada considerablemente perpendicular al plano inferior. Igualmente será la expresión más usual de esta acción.” Spin horizontal: “El spin horizontal será aquel que deje el plano de la trazada considerablemente paralelo al plano inferior.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 752 - Este spin podrá ser usado para el sostenimiento de la integridad del usuario y extensión del medio proporcional, permitiendo la amenaza a opositores procedentes de distintos diámetros comunes. La acción del spin horizontal habrá de tener un ítalo por encima del plano coronal, desde el que generar un eje que permita una trazada segura para el usuario. Acciones de spin: “Las acciones de spin tienen una geometría y dinámica propia, que al sumarle una semántica y aplicándole un caso que pretenda la interacción con el opositor, podrán dar lugar obras completas, funcionales en función de la sintaxis en la interacción con el opositor.” Las distintas acciones de spin se podrán combinar, entre sí y con otros elementos, para dar lugar a obras que permitirán la adaptación al contexto, medio, faz y necesidades del tirador usuario. Existirá la posibilidad lógica de concatenar distintas trazadas generadas por acciones de spin. Esto, llamado hilado, creará obras más complejas que puedan facilitar el éxito de distintas intenciones, normalmente en causa libre. “Las acciones de spin no serán recursos eficientes, pues no se podrá asegurar la integridad del usuario, al quedar el arma propia dentro del medio particular del usuario, al no generarse agregación y al no usarse la hoja propia para la interacción y control físico del arma paciente.” Cabe remarcar el valor de faz que adquieren las acciones y obras de spin. Resultarán, pues, recursos disuasorios, gracias a la naturaleza del arma, que al ser claramente visible, condicionará la capacidad de orientación del opositor en entornos de escasa luminosidad, dificultando su ciclo OODA. De manera superlativa, los spins otorgarán al agente usuario una faz de imprevisibilidad ante el criterio sesgado de un profano o un tirador escasamente experimentado. “Las acciones de spin poseerán potencial notable para su uso en caso vocativo e interruptivo, dando lugar a la eficiente disuasión y repulsión del opositor.” Los spins serán un recurso recurrente y necesario para la obra conscientemente adaptada a la oposición entre más de dos tiradores. Esto será así por la facilidad que aportan para reubicar el arma en el espacio, de manera potencialmente ejecutiva, permitiendo mantener el medio proporcional marcado, impidiendo con ello la inmersión segura de opositores en él. No obstante, este recurso alcanzará su máxima eficiencia aplicado a armas con una cuerda mayor a la del daito, que ofrecerán una ventaja de medio y/o real al usuario y posibilitarán su seguridad. “El spin, cuando es aplicado a las condiciones geométricas propias del daito, es una acción u obra funcional, con potencial ejecutivo en causa libre, sin llegar a ser un recurso eficiente en una mayoría estadística de los escenarios.” ———— - 753 - Obras compuestas TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 755 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Empomada: La empomada es una obra ejecutiva, que consta de una primera acción basada en empomar el arma, seguida de un movimiento accidental de sencillez y arma, normalmente con un leve participio de natural, que buscará la máxima extensión de la rectitud y afirmación del agente para proporcionarse un extremo extendido, con intención de ejecutar sobre un objetivo alejado, posicionado sobre el diámetro común o aledaño a este, idealmente por medio de un encordado. Cabe hacer la distinción entre empomar como acción y la empomada como obra. La primera será la acción llevar la sencillez o la pinza del asimento al pomo, la segunda es una obra que se llevará a cabo con el arma ya empomada. “En la síntesis geométrica, la empomada consistirá en amentar el segmento del arma, extendiendo el radio del extremo y obrando desde ello.” En la empomada, independientemente de su naturaleza, podrá existir el movimiento complementario de tumbado del torso. Este estará justificado por la necesidad de ajustar el ítalo y facilitar su ceñido a la altura del objetivo ejecutivo, con lo que se ganará el máximo extremo en la distancia operativa, que será usado para aumentar el gradiente del medio proporcional. No obstante, este movimiento, pese a ser crucial para la obtención de una geometría eficiente, puede ser adaptado o, incluso, excluido para conseguir una plena coherencia con los medios emergentes. “La empomada podrá ser auxiliada por el tumbado del torso, que aumentará el extremo y facilitará el italado.” La obra de la empomada podrá ser asistido por un compás, dependiendo la naturaleza de este de la mano que quede armada y la forma en la que se disponga el segmento del arma. De pretenderse obrar un compás de avance transversal o recto que socorra a la obra de la empomada, el agente habrá de mantener el control del medio en el momento de extender la proyección de la planta, pues quedará expuesta con su pié no hábil de estar la hoja paciente en potencia de obra en el lado hábil de este. Se comprenderá que en una mayoría estadística de las situaciones geométricas y dinámicas posibles, el momento idóneo para la empomada se configurará en torno al aprovechamiento de la obra ejecutiva paciente, o la inercia de este en su desplazamiento sobre el plano inferior. Esto se deberá a la dificultad implícita para el paciente de ocluir, reubicar o reparar la empomada agente, puesto que se encuentra inmerso en una tesitura compleja, dada la dinámica y mecánica de la obra ejecutiva o el tránsito. “El momento más eficiente para la obra de la empomada será el tránsito paciente o su obra ejecutiva desde un medio extendido.” La maximización de la distancia del extremo generada por la empomada, posibilitará la obra de esta, con potencial de éxito, desde un diámetro común mayor al propio del medio proporcional paciente, en su estrato aparente de sombra. Pese a que este no será el medio agente óptimo para la empomada por existir una posibilidad considerable de maniobra y reacción paciente, ya sea rompiendo el medio u obrando una oclusión que creará una desventaja para el agente que empoma. “La empomada se puede obrar desde un medio de proporción, convirtiéndolo en un proporcional gracias a la ventaja de medio propia de empomar, siempre que se tenga en cuenta la considerable predicción y reacción que posee un paciente ante la obra agente.” La empomada dará lugar a la extensión del emisor lucido, quedando este dentro del medio proporcional paciente durante la obra agente. Por tanto, la obra de la empomada basará su utilidad en la dinámica, dando lugar a una geometría similar a una obra sin empomar. En esencia, la empomada ofrece ventaja de medio, que resulta útil por aumentar el extremo, mas no ofrece ventaja real que será lo ideal para asegurar la ejecutiva segura. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 756 - “La empomada sostendrá su eficiencia en la dinámica, pues la geometría de la interacción de las armas será similar a la de una obra sin empomar.” Empomada simple: “La empomada simple es una obra que se basa en empomar el arma con la mano ya armada y obrar ejecutivamente con ella, normalmente un encordado o una línea en cruz.” La empomada simple hará que el agente gane ventaja de medio. No obstante, esta obra será propensa a la oclusión dinámica radial del paciente, pues el control y acción del arma agente se dificultará notablemente, al estar empomada. Empomada simple de encordado: La empomada simple de encordado será aquella que genere un encordado desde la mano armada, habiendo empomado el arma. Empomada simple de línea en cruz: La empomada simple de línea en cruz será aquella que genere una línea en cruz desde la mano armada, habiendo empomado el arma. Esta obra deberá ser asistida por un compás de avance transversal, al lado al que se pretenda la disposición del arma paciente. La empomada simple se beneficiará directamente de los distintos métodos de empomar, sin contar empomar de cinta, pues este cambiará el arma de mano, haciendo que la empomada deje de ser simple pasando a ser de cinta. Empomada de cinta: “La empomada de cinta es una obra ejecutiva basada en la acción de llevar el asimento al pomo valiéndose de cambiar el arma de mano, y tras ello, generar una obra ejecutiva sostenida en el aumento de ventaja de medio y cambio repentino de la geometría.” La obra de la empomada podrá tener lugar sobre una acción previa de cintar el arma, siendo el conjunto de esto una obra conocida como empomada de cinta, y esto dará lugar a tener distintas variantes. En la empomada de cinta, habrá de tenerse en cuenta que la propia cinta del arma ha de ser coherente con el sistema usado en la contención de la reducción de la hoja paciente, o sea, el atajo agente. Por ello, y para maximizar la velocidad de la obra de empomada, será preciso entender que: - De usar un atajo virtual, la cinta más eficiente es de salto, lo que procurará una rápida retirada de la rectitud antigua y una más efectiva imposición de fuerzas, pues el arma no estará sujeta a una inercia consistente. - De usar una privación u oclusión con agregación, la cinta óptima será de paso, que proveerá presión en la resistencia y reparo de la previsible acción de la hoja paciente. En tal caso, quedará resultante la potencia de encordado y supresión precisa. Para la correcta disposición de la hoja agente, extensión del extremo y proyección accidental de la hoja, habrá de guiarse el emisor del arma con la mano hábil en el momento de la cinta, pues será esto lo que acrecentará la puntería y concretará el vector seguido por la hoja en su trazada. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 757 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Durante la empomada de cinta, la mano no armada quedará expuesta si no se tiene pleno control de ella, pues podrá quedar posicionada justo en la trazada previsible de una reducción del paciente. Además, la mano que quede desarmada habrá de presentarse preparada para la potencial descinta. De esta manera, se insta al constante control posicional de ambas manos, dado que estas quedarán dentro o muy cercanas al medio proporcional paciente en la obra de la empomada de cintra agente. Idealmente, la mano que quede desarmada al cintar, podrá quedar contraída al torso, lo que la predispondrá a facilitar la descinta. No obstante, pese a no ser eficiente en la mayoría de los escenario posibles, deberá quedar siempre dispuesta para poder quedar contrapuesta en caso de precisarse. “En la empomada de cinta será preciso mantener constante control de ambas manos, pues habrá de quedar preparada la cinta y la descinta, aumentando el potencial de obra.” La empomada de cinta podrá tener distintas naturalezas, dependiendo estas de la geometría de las armas en el momento de la ejecutiva. Empomada de cinta paralela: La empomada de cinta paralela será aquel encordado o línea en cruz que se lleve a cabo por el diámetro común, tras haber empomado de cinta el arma. El agente, que estará en un medio real proporcional muy extendido, se desplaza sobre su transversal no hábil dejando la línea del foco del paciente a su lado hábil, ganando con ello grados de postura, dejando su extremo remoto con una planta contraria extendida, que quedará finalmente, en el momento de la ejecución, como coherente y de extremo propincuo. Hasta llegar a la cinta, mantendrá o dispondrá la hoja paciente por su fuera, atajada en virtual u ocluida y agregada, para impedir la reducción de esta sobre la línea de recto de su diámetro común actual. Manteniendo el control del medio, preferiblemente agregado, el agente cinta el arma a su mano no hábil y actúa un movimiento accidental con participio de natural del arma, quedando la hoja paralela al diámetro común y apropiándose del medio. Complementariamente, tumba el cuerpo a la vez que lo balancea levemente y guiña a favor de la rectitud nueva, extendiendo esta al máximo, dejando la mano hábil desarmada embebida o contraída. La empomada de cinta paralela podrá ser obrada como un encordado simple o como una línea en cruz, atajando en privación o disposición respectivamente, mas siempre por el diámetro común o aledaña a este. Por tanto, el segmento del arma del agente que empoma tenderá a mantenerse ligeramente vertical durante la obra. El adjetivo modificador directo “paralela” tiene su origen en la disposición del cateto real en la triangulación de primer grado pretendida, que quedará paralela al diámetro común y en ocasiones sobre él, tanto en el plano vertical como horizontal. Empomada de cinta cruzada: La empomada de cinta cruzada será aquel encordado o línea en cruz que se lleve a cabo por la línea transversal al diámetro común, tras haber empomado de cinta el arma. La empomada de cinta cruzada es la ejecución en primera intención a tiempo, basada en empomar de cinta a la mano no hábil, seguida de un movimiento accidental con un leve participio de remiso al no hábil y el plegado del rumbo, quedando este paralelo a la transversal hábil agente, que buscará TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 758 - la extensión de su rectitud no hábil armada y la extensión de su planta con medio compás de avance al no hábil, para proporcionarse una distancia operativa extendida. La disposición de la rectitud cintada quedará en primera del zurdo, creando un medio ahuecado en el espacio directamente anterior al agente, en sentido a la ejecución sobre un objetivo posicionado sobre la línea del diámetro común. El paciente presenta una rectitud adelante o italada recta, que asiendo a una mano, muta de forma repetida e instintiva en natural y violento. El agente, que presentará una rectitud adelante o en primera al hábil, que estará en un medio real proporcional notablemente extendido, con la punta del arma sobre el diámetro común, se desplaza levemente y sin presionar sobre su transversal no hábil, dejando la línea del foco del paciente a su lado hábil, ganando con ello grados de postura, dejando su extremo propincuo con una planta acorde extendida. En la empomada de cinta cruzada, con un agente y un paciente con la misma mano hábil, lo más eficiente será agregar previamente por fuera, buscando que al encordar la hoja agente quede apoyada encima de la hoja paciente. Una vez agregado a la hoja paciente idealmente por fuera, el agente cintará el arma buscando la radialidad en la disposición de una oclusión de cinta desde adelante a su lado no hábil, al lado al que ha cintado, y manteniendo el tercio débil de la hoja sobre el diámetro común. A su vez, desplazará y mutará la rectitud en violento o natural, sosteniendo o buscando la agregación con la hoja paciente idealmente por encima, y una vez obtenido el fundamento y quedando privada la hoja paciente, el agente extenderá el rumbo, encordando y ejecutando o suprimiendo. Si la agregación tiene lugar por fuera, la hoja agente quedará encima de la hoja paciente, lo que hará más sencillo sostener la agregación. De otro modo, si se ha agregado previamente por dentro, la hoja agente quedará por debajo, debiéndose de generar algo de presión violenta para sostener la agregación. De un modo u otro, será preciso el atajo de cornada o humillada en privación, con la rectitud ligeramente obtusa, sobre la hoja del paciente, manteniendo el plano del íltalo agente ligeramente por encima del mismo plano paciente, pues facilitará mantener la agregación, evitará el movimiento del arma paciente ahuecando el medio y/o que este disponga una oclusión paralela a su primera. En la empomada de cinta cruzada, la trazada del arma agente tenderá a suceder sobre un plano horizontal, relativamente paralela al plano inferior. No obstante, también podrá tener lugar desde la radialidad de cuarta agente, quedando su rectitud obtusa y su arma aguda, dando lugar a una empomada cruzada con la particularidad de tener lugar con el plano de las hojas paralelo al diámetro común y perpendicular al plano inferior. “La empomada de cinta cruzada se vale del aumento del segmento del arma paciente, que deberá ser superior al paciente, para llegar hasta la sencillez del paciente usando una línea transversal al diámetro común, con seguridad.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 759 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Empomada de cinta recta de reducción en pérdida: Que el paciente ha librado un atajo en disposición sobre su hoja, dejando la hoja agente remisada al lado armado y hábil de este último, y además, quedando por dentro, pretende aprovechar la apertura de líneas para ejecutar en las únicas zonas en las que tiene luz, la solar y/o capital. El agente, sobre medio compás extraño de cualquier naturaleza, cinta empomando el arma a la mano no hábil, que estará embebida, con ello generando una oclusión de tercera, y actúa un movimiento de reducción y extensión del rumbo hacia el plano medio paciente o justo por encima de este, a la par que balancea y guiña el cuerpo a su lado no hábil. Esta obra puede entenderse como una zambullida de cinta en pérdida. No obstante, será la partícula reactiva implícita en la intención, la que le otorgará un mayor peso como ejecución de empomada. Preparación de la empomada: Para preparar la empomada habrá de tenerse en cuenta que se podrá hacer tanto en ganancia como en pérdida, siendo dos sistemas diferenciados que tendrán su función en medios e intenciones distintos. Preparación de la empomada en ganancia: La preparación de la empomada en ganancia se basa en obrar medio compás de cruce recto desde una planta transversal hábil, con pretensión de intercambio lateral, manteniendo la agregación, quedando el extremo remoto. La mano armada deberá de conservar su posición, manteniendo con ello el diámetro común de la sencillez. Será una vez preparada la obra, que el agente podrá usar cualquier método para empomar el arma, tanto en la mano hábil como no hábil, para obrar una empomada simple o de cinta con intención ejecutiva sobre su paciente. Preparación de la empomada en pérdida: La preparación de la empomada en pérdida se centra en aprovechar la ganancia de recta del tránsito del paciente, sea este por el diámetro común o con un componente transversal. El agente, desde una planta transversal hábil, a tiempo del tránsito paciente, realiza medio compás de cruce recto extraño, como intercambio lateral, manteniendo la agregación, quedando el extremo remoto y manteniendo el diámetro común de la sencillez lo más estable posible. Una vez se prepare la obra, el agente quedará en potencia de empomar el arma, en la mano armada o no armada, y posteriormente obrar la empomada simple o de cinta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 760 - Ceñida: La ceñida es una obra dispositiva con potencial ejecutivo, que prepara al agente para la respuesta ante un intento de encordado del paciente, compensando un estrechamiento del diámetro común con una rectitud radial, normalmente de primera o tercera. Esta obra estará basada en reducir el diámetro común mientras se mantiene una misma amplitud del diámetro común de la sencillez, compensando la ganancia de recta con una mutación de la rectitud, dejando al agente en potencia de obrar o de herir al paciente. Que el paciente está en una guardia estable, pretendiendo el control del centro del medio y del diámetro común, idealmente con la hoja agregada a la agente. El agente, desde límite distal del estrato de sombra del medio proporcional, agregado por dentro o fuera dependiendo de la intención, realiza un compás recto u otro, con marcada ganancia de recta, a tiempo de que lleva su rectitud a primera o tercera dependiendo de la agregación previa y la desviación de recta, ciñendo el medio sin introducir su sencillez en el medio proporcional del paciente. “Técnicamente, la ceñida se centra únicamente en disponer el centro de masas agente en un punto más cercano al paciente, compensando la ganancia de recta generada con la disposición de la sencillez paciente en una de las posiciones radiales, manteniendo el diámetro común de la sencillez con la misma extensión inicialmente presentada. Tras ello, en una fase distinta, llevar a cabo una continuación de la obra, ya sea de manera ejecutiva o continuando la frase de armas.” La ceñida tiene su base geométrica en ubicar transversal el diámetro común de la sencillez respecto al diámetro común, lo que dejará al agente con su sencillez fuera del medio proporcional del paciente. “La ceñida dejará el diámetro común de la sencillez transversal al diámetro común, aumentando la dimensión del medio.” La mutación de la sencillez a una posición radial deberá compensar plenamente la amplitud del compás recto obrado, y de haberla, su ganancia de recta en la triangulación sobre el plano inferior. Dicha mutación deberá de generarse en base a que siempre la hoja agente tenga su punta agregada y sobre el diámetro común, idealmente con el fundamento por el lado de la hoja al que se pretenda mutar la sencillez agente. De esa manera se dará lugar a la oclusión de la obra ejecutiva directa del paciente, forzándolo a obrar de encordado en dirección a la mano del agente. Igualmente, la conclusión de la ceñida podrá ser una línea en cruz, que se vale de la inercia de la hoja paciente para facilitar la disposición de esta por el agente. “Al ceñir se deberá de tener un pleno control de la ganancia de recta generada, pues deberá ser compensada con la mutación de la sencillez a una posición radial, con la mayor precisión posible.” La ceñida tendrá dos fases, que serán claramente marcadas y diferenciadas, pues serán obras menores que darán lugar al conjunto de la línea en cruz: Primera fase de la ceñida - Fase dispositiva de la ceñida o ceñida, propiamente dicha: Fase en la que al unísono, se obra un compás con clara ganancia de recta y se reubica la sencillez a una posición radial. Segunda fase de la ceñida - Fase de continuación de la ceñida: Fase en la que, una vez posicionado el agente dejando en desventaja al paciente, se continuará la obra. Será ahí que se observará la reacción paciente, se orientará el agente, se decidirá lo que hacer y se actuará ejecutivamente o se continuará la frase de armas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 761 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Primera fase de la ceñida: “La primera fase de la ceñida es aquella en la que se produce una ganancia de recta agente con la reorientación de diámetro común de la sencillez, quedando el agente en una posición radial de la rectitud.” La agregación previa de la hoja agente, justo antes de iniciar la fase dispositiva de la ceñida, habrá de depender de la radialidad a la que se pretenda mutar la sencillez durante el compás recto. De esa manera, la hoja agente queda en disposición de obrar una oclusión, un encordado o una línea en cruz sobre el paciente, ya sea directamente o en respuesta a su intento ejecutivo. Igualmente, la sencillez agente quedará en una posición favorable para continuar la frase de armas. - Cuando se pretenda mutar a primera, se agregará por fuera del agente. Cuando se esté inicialmente agregando por fuera y la sencillez se llevará a primera durante el compás con ganancia de recta, quedando la hoja agente bajo la paciente y ejecutando a segunda o adelante. Esta será la expresión más eficiente de ceñida. - Cuando se pretenda mutar a tercera, se agregará por dentro del agente. Cuando se esté inicialmente agregando por dentro y la sencillez se llevará a tercera durante el compás can ganancia de recta, quedando la hoja agente bajo la paciente y ejecutando u obrando a segunda, adelante o, incluso, primera. “La agregación previa a una ceñida deberá buscar que la hoja agente quede bajo la paciente tras la mutación de la sencillez, pues será la forma más funcional de dar sustento a la obra posterior, ya sea de una oclusión, encordado o línea en cruz.” Desde la perspectiva estrictamente práctica, lo ideal será ceñir llevando la sencillez a primera, pues será lo más natural y elemental. No obstante también será lo más predecible. “La expresión más eficiente de ceñida será a primera.” En la reubicación de la sencillez, propia de la primera fase de la ceñida, la extensión y ángulo de la rectitud deberá tener como máximo el límite en que se permita una angulación funcional de la hoja, con la que no se pierda nunca la oclusión ante una potencial ejecutiva paciente al torso del agente. La primera fase de la ceñida también podrá tener lugar con un compás de Pitágoras, siendo menor la ganancia de recta y más discreta la mutación de la rectitud para compensarla. No obstante, si se pretende el compás de Pitágoras, se deberá obrar la ceñida en un diámetro común más corto de lo normal, para que el agente tenga potencial ejecutivo e introduzca al paciente lo suficiente en su medio proporcional. Una vez entendida la fase dispositiva de la ceñida, se habrá de estudiar la continuación de esta obra en su segunda fase, pues ofrecerá la posibilidad ejecutiva al agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 762 - Segunda fase de la ceñida: “La segunda fase de la ceñida es aquella en la que el agente continúa la obra dependiendo de la reacción paciente, una vez se ha generado ganancia de recta y el diámetro común de la sencillez está transversal al diámetro común.” Tras la primera fase de la ceñida, dependiendo de la reacción paciente, pueden ocurrir tres cosas distintas, siendo necesaria su compresión para facilitar la previsión y la identificación de lo vaya a ocurrir, así como para acelerar la intervención agente ante ello. Ceñida a la que el paciente encuerda: Si el paciente encuerda tras la primera fase de la ceñida agente, dicho agente llevará su rectitud adelante o a cualquier otra posición radial, acompañando la acción con la extensión del rumbo de la hoja, ejecutando sobre la sencillez paciente al invadir el diámetro común. Esto será posible puesto que el paciente ha encordado desfasándose su foco del diámetro común, abriendo las líneas su sencillez. “Será eficiente la oclusión ejecutiva cuando el paciente encuerda tras en una ceñida agente.” La ejecución del agente que ciñe ante el paciente que encuerda tendrá una naturaleza de oclusión ejecutiva o de redondo de cuarto, según el lado en que el agente esté agregado. - Si al comienzo de la ceñida, el agente está agregado por su fuera, y al ceñir lleva la sencillez a primera, la hoja del agente quedará bajo la paciente. Por tanto, la obra ejecutiva se llevará a cabo por medio de la oclusión ejecutiva de primera a segunda o adelante, encordado o de línea en cruz. Esta será la expresión más eficiente de continuación de la obra de la ceñida. - Si al comienzo de la ceñida, el agente está agregado por su dentro, cuando ciña podrá llevar la sencillez a primera, quedando sobre la hoja paciente. Así pues se ejecutará idealmente con un redondo de cuarto, de primera a segunda o de primera a adelante. Existe la posibilidad de estar agregado por dentro o por fuera, y de ceñir llevando la sencillez a tercera, lo que haría que se invirtiesen los apuntes anteriormente mencionados. O sea: - Que al estar agregado por dentro y ceñir llevando la sencillez a tercera, la hoja agente quedará bajo la paciente, siendo la ejecutiva más eficiente una oclusión ejecutiva de tercera a segunda, opcionalmente adelante. - Si se está agregado por fuera y al ceñir se lleva la sencillez a tercera, la obra ejecutiva más eficiente será el redondo de cuarto, de tercera a segunda o adelante. Ceñida a la que el paciente no encuerda: Si el paciente, estando adelante no encuerda, el agente que está ahora en un diámetro común más ceñido, podrá obrar un encordado, o idealmente, una línea en cruz sobre su paciente, llevando su sencillez al plano sagital y ocupando las líneas sobre el diámetro común, con control de la hoja paciente. Para que la línea en cruz sea factible, la ceñida habrá de tener una ganancia de recta que posicione al centro de masas del agente en un diámetro común en el que si le sea posible la línea en cruz. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 763 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Si el paciente se encuentra estático, la primera fase de la ceñida podrá ser parte de la preparación de la obra de un redondo. Ceñida a la que el paciente inhabilita la geometría agente: En caso de que el paciente entienda o prevea el potencial ejecutivo de la ceñida agente, obrará un conjunto de acciones que dejarán al agente sin oportunidad ejecutiva. Entre ellas, la reubicación de su sencillez, libramientos varios dependientes del medio o compases que cambien por completo la configuración geométrica del medio. Sin embargo, el agente no quedará expuesto ante la reacción paciente, pues se mantendrá en la dimensión de un medio proporcional en el estrato de sombra, desde el que podrá romper y/o continuar el asalto por otros medios dispositivos. Cabe señalar y destacar, que durante la fase de continuación de la ceñida, habrá la necesidad de siempre mutar la posición radial a una distinta de la usada durante la primera fase, para ceñir. O sea, que se precisa que la rectitud agente cambie de radialidad cuando sea obrada la ejecutiva de este. Esto ocurrirá así independientemente donde esté agregado el agente, dentro o fuera, pues el rumbo de la hoja paciente está siendo controlado en un atajo futuro de disposición, sabiendo donde quedará, y es el mismo paciente el que aleja su hoja y punta del diámetro común. “La ceñida se continuará siempre con una posición radial de la sencillez distinta a la usada en su primera fase.” Es digno de mención que la ceñida es una obra que tendrá un componente psicológico importante, pues será la percepción del paciente la que le hará obrar de la manera en la que el agente pretende. En esencia, el juego psicológico tendrá lugar cuando, al ceñir el diámetro común, el agente lleve su sencillez a una radialidad. El paciente, al ver como aprieta el agente y notar su silueta más cerca, entenderá que la sencillez es un objetivo ejecutivo más viable, sin atender a que la mutación a una radialidad de la sencillez agente dejará la misma extensión del diámetro común de la sencillez, existiendo la misma potencia de herir sobre ella que antes de que el agente ciñese. En resumen, desde la perspectiva paciente: “El paciente verá al agente ceñir y creerá que la sencillez también se ha acercado entendiendo que ahora está dentro de su medio proporcional, cuando en realidad, tiene el mismo diámetro común de la sencillez que cuando el agente estaba en la rectitud de adelante.” Sabiendo que la psicología es fundamental para que el paciente obre de una u otra forma, el agente deberá ajustar su faz para obtener la respuesta paciente que más le interese. Esto podrá tener lugar de muchas formas, como ocultando el compás recto del agente y minimizando la mutación de la sencillez, u obrando la ceñida cuando el paciente esté con su atención desfasada. Un método digno de mención para esconder la ceñida agente será actuar la mutación de la sencillez previamente a obrar el compás, de esta manera el paciente entenderá con más facilidad que la sencillez agente está al alcance de su extremo. La ceñida como fenómeno emergente: Dada la biomecánica, la psicología y el diferencial de experiencia de los tiradores, de manera espontánea surgirán situaciones geométricas similares a la ceñida, sobre todo en asaltos entre tiradores experimentados opuestos a individuos con escaso hábito de asalto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 764 - Este fenómeno emergente tendrá su génesis en la intención impertinentemente ejecutiva del poco experimentado y en la forma en la que un tirador experto tiende a extender el medio, reubicando su sencillez a una rectitud radial. “La ceñida surgirá espontáneamente cuando existan diferencias notables en la experiencia de los tiradores.” Formar la cruz: Formar la cruz resulta ser una obra ejecutiva, basada en el libramiento de la hoja agente, formando, seguido del aprovechamiento de la inercia contenida en dicho arma, en sentido natural y accidental, para generar un encordado y un atajo en disposición, implícito, que facilite y genere la obra de una línea en cruz. Que el paciente mantiene su arma obtusa, en mayor o menor medida, sobre el diámetro común y agregada al arma agente, por dentro o fuera. El agente formará, intentando agregar con la mayor brevedad posible por el lado contrario al inicialmente dispuesto. Mientras el arma agente vuelve a la angulación obtusa, dicho agente aprovecha el movimiento natural de su sencillez y la presión generada en su hoja sobre la hoja paciente al volver a la agregación. Una vez se haya agregado, se continuará el movimiento del arma en sentido accidental, generando la base geométrica y dinámica de una línea en cruz. Al formar la cruz, el agente podrá obrar un compás transversal, al lado relativo a donde queda finalmente agregada su arma. Esto asistirá a la triangulación y facilitará el éxito ejecutivo, por magnificar el ángulo de ataque y el ángulo de desfase. Formar la cruz tendrá una composición de tres módulos: - Librar formando: que será un módulo organizativo explícito. - La disposición de la hoja en la línea en cruz: que será un módulo organizativo implícito. - La acción accidental del arma agente de la línea en cruz: que será un módulo ofensivo. Cuando el agente forme con intención de dar soporte a una línea en cruz, el paciente tardará en entender la intención ejecutiva del agente, pues será clave que la formación sea actuada con una faz genuina. Esto será posible gracias a que la línea en cruz subsiguiente no precisará de acción adicional alguna por parte del agente, lo que permitirá esconder la pretensión ofensiva, hasta comenzar con el atajo y el encordado propio de la línea en cruz. “Formar la cruz asistirá al agente a retardar la reacción paciente ante la obra de una línea en cruz.” O sea, que el paciente no podrá distinguir entre una formación con intención plenamente dispositiva y una formación que pretenda formar la cruz. Esto retardará la reacción paciente y aumentará la posibilidad de éxito, en comparación a realizar una línea en cruz que no esté sustentada en la previa formación. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 765 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Enarcada: La enarcada es una obra ejecutiva basada en una garatusa afuera del agente, que termina como ejecutiva normalmente con objetivo ejecutivo a la mano, durante un tránsito transversal, a su lado no armado, con un compás de cruce. Enarcada a la mano: Que el paciente tiene dispuesto el segmento de su arma en una geometría y dinámica que permite la garatusa afuera del agente. El agente, proyectando una planta transversal de medio recto hábil, agregado por fuera, genera una garatusa afuera sobre la hoja del paciente. Durante la segunda fase de dicha garatusa, a tiempo, obra medio compás transversal no armado de cruce, haciendo coincidir el final del medio compás con la extensión del rumbo con una línea en cruz, propia de la garatusa ejecutiva. En el éxito de la enarcada, será crucial que el agente quede italado en trío en el momento de la línea en cruz, dado que se precisará toda la amplitud posible del extremo para alcanzar la sencillez del paciente. Existirá una variante de la enarcada que tendrá como objetivo el torso del paciente, a la altura comprendida entre el plano solar y medio de este. Esta variante se llamará enarcada al cuerpo y se basará en la obra de la garatusa afuera, expeliendo el arma paciente y el aprovechamiento de las líneas abiertas por la garatusa. Enarcada al cuerpo: Que el paciente tiene dispuesto el segmento de su arma en una geometría y dinámica que permite la garatusa afuera del agente. El agente, proyectando una planta transversal de medio recto hábil o en línea de medio recto, agregado por fuera, genera una garatusa afuera sobre la hoja del paciente, con intención de expeler y remisar afuera el arma de este. Durante la cuarta fase de la garatusa, obra medio compás transversal no armado de cruce, haciendo coincidir el final del medio compás con la extensión del rumbo y la estocada al cuerpo del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 766 - Girata: La girata es una obra ejecutiva basada en una garatusa ejecutiva afuera sobre un tránsito transversal, que finaliza con una planta en línea y el torso del agente totalmente perfilado. Girata al lado no armado agente: Que el paciente está presentando una guardia con la hoja sobre la línea de recto, de rumbo recto o ligeramente obtuso. También es aplicable a cualquier otra disposición del arma paciente, siempre que esta coincida con el plano primario de la sencillez agente y mantenga un rumbo paralelo a la línea recta del agente. El agente, proyectando una planta transversal de medio recto hábil, agregado por fuera, obra una garatusa ejecutiva afuera sobre la hoja del paciente. Durante dicha garatusa, obra un compás transversal no armado de cruce, o un compás curvo transversal al lado no armado, con una planta final en línea, con los pies en recto y el torso totalmente perfilado, a tiempo de un encordado, aumentando el extremo al máximo. Girata al lado armado agente: Que el paciente está presentando una guardia con la hoja sobre la línea de recto, de rumbo recto o ligeramente obtuso. También es aplicable a cualquier otra disposición del arma paciente, siempre que esta coincida con el plano primario de la sencillez agente y mantenga un rumbo paralelo a la línea recta del agente. El agente, proyectando una planta transversal de medio recto hábil, agregado por fuera, obra una garatusa ejecutiva afuera. A tiempo de la garatusa y sosteniéndola, obra un compás circular transversal de cruce, que llevará a una planta final en línea con los pies en ángulo recto, notablemente extendida. A su vez, durante el compás, el agente irá giñando el torso al no armado, quedando totalmente perfilado, con la extensión total de la rectitud y rumbo del arma. La girata al lado armado agente tendrá una especial relevancia y potencial ejecutivo en oposición a un zurdo, o un paciente que tenga distinta mano armada que el agente. Esta obra, en su guardia final, dará lugar a un aumento considerable del extremo agente, permitiendo ganar medio sin necesidad de exagerar la ganancia de recta o de empomar, posibilitando la ejecución en un objetivo ejecutivo más profundo en el medio particular paciente. Esto hará posible ejecutar desde una mayor distancia de medio o llevar la punta de la hoja agente más allá de la sencillez paciente. La girata será posible gracias a la sujeción y parcial expelido de la hoja generado con la garatusa, no obstante, habrá de procurarse la reubicación de la sencillez agente adelante, permitiendo la extensión y fondo de su extremo, así como la retirada de dicha sencillez del medio proporcional del paciente. Por ello, es ideal que en la girata al lado armado se genere una pequeña variación en la garatusa, conjugándola con una garatusa con transferencia de momento, que permitirá reubicar el arma paciente manteniendo la sencillez agente ligeramente más estática. La girata, en el final de la obra, hará que el foco anatómico quede orientado transversal al diámetro común. Así pues, tras el fracaso ejecutivo de dicha obra, se podrá dar lugar a una exposición considerable de aquel agente que no tenga prevista la continuación de su frase de armas. No obstante, el agente que gira quedará parcialmente protegido por la distancia de medio, que dará lugar a un medio muy extenso. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 767 -DE LA C AUSA P RÁCTICA La girata podrá ser posible sin la obra de la garatusa, sustituyendo esta por una línea en cruz, no obstante, el arma paciente podrá quedar en causa libre, sin control alguno, pudiéndose dar lugar a la común herida o a una exposición superlativa del agente tras el fracaso de su obra, tanto por la posibilidad paciente de ocluir como de ejecutar directamente, sobre la sencillez o antebrazo agente. Zambullida: La zambullida es una obra ejecutiva, compuesta por la adopción de una afirmación tumbada sobre la extensión de una planta inicialmente proyectada, así como por la extensión máxima de la rectitud buscando la ofensa al paciente. Según la forma de obrar y la intención implícita, puede ser denominada con un nombre u otro. Esta obra tendrá un potencial considerable, en cualquier de sus formas, ante una oposición vulgar, que no tenga un concepto claro de los medios, de la oclusión y/o de la asociada distancia operativa del agente. El estudio y exposición de la zambullida por parte de Pacheco, que la nombraba como temida o temeraria, difiere diametralmente en intención con la balanzada de Godinho, mientras que coinciden en el postado ejecutivo que se describe justo en el momento de herir al opositor. Zambullida estática: En intención defensiva y derivada de la balanzada de Godinho y su intención reactiva y/o defensiva ante la obra paciente: El paciente, en primera intención, pretende la ejecución de detroncación o capital desde una guardia con rectitud adelante, con un movimiento accidental con participio de violento. El agente, desde cualquier afirmación en la rectitud de adelante, a tiempo, balancea el cuerpo a su lado no hábil sobre medio compás de avance trepidante al hábil, con posible participio extraño, y manteniendo el arma por encima del plano medio y aledaña al superior, extenderá la rectitud de adelante quedando recta totalmente extendida y de uñas fuera. Se generará así una ejecución, idealmente a la sencillez, pudiendo ser también al torso dependiendo esto del ímpetu y ganancia de recta del paciente. La hoja agente obrará en trayectoria accidental, aledaña al plano sagital del paciente, formada por la proyección del paciente sobre medio apropiado del agente. El agente deberá obrar aprovechando la inercia corporal del paciente, pues de otra forma, este podría rectificar su trazada y entrar por las líneas que el agente cede en apertura en su plano superior. En esencia, esta zambullida estática, resulta ser una disposición de una oclusión paralela, disponiendo la hoja agente en la rectitud de primera, sobre el plano sagital paciente, mientras el agente transita en trepidante. Zambullida dinámica: En intención ofensiva y derivada de la zambullida, temida o temeraria de Pacheco y su intención proactiva ante la obra paciente: El paciente, en primera intención, pretende la ejecución de detroncación o capital desde una guardia con rectitud adelante, con un movimiento accidental con participio de violento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 768 - El agente, desde cualquier afirmación con extremo remoto en la rectitud de adelante, a tiempo, balancea y tumba el cuerpo al lado no hábil, sobre medio compás de avance transversal con marcada extensión al lado hábil del paciente, y manteniendo el arma por encima del plano medio paciente, la extenderá la rectitud de adelante quedando recta totalmente extendida y de uñas fuera. (El medio compás agente estará sujeto a la coherencia con respecto al lado hábil del paciente.) Se generará así una ejecución en trayectoria accidental, idealmente sobre la sencillez paciente, pasando por el plano sagital de este, formada por la proyección del paciente sobre medio apropiado del agente. Cabe aclarar, la zambullida dinámica tendrá implícita una mayor carga ejecutiva que la estática al ser el agente quién se introduzca en el medio. Al igual que en la zambullida estática, en la zambullidla dinámica siempre se habrá de aprovechar la inercia corporal del paciente, pues de otra forma, este podría rectificar su trazada y entrar por las líneas que el agente deja abiertas en su plano superior. Zambullida en ganancia: El paciente, en primera o segunda intención, pretende la ejecución de detroncación o capital desde una guardia con rectitud adelante, con un movimiento accidental con participio de violento, o falla la adquisición de un medio proporcionado desde un vector distinto, quedando su hoja fuera de vía, ya sea remisa u obtusa, mas nunca aguda. El agente, desde cualquier afirmación con extremo propincuo en la rectitud de adelante o abajo, en causa libre, a tiempo, balancea y tumba el cuerpo al lado no hábil sobre medio compás transversal de cruce a su lado no hábil, y manteniendo el arma justo sobre su plano superior, extenderá la rectitud de adelante quedando recta totalmente extendida y de uñas fuera. En caso de no pretenderse o ser posible el reparo de la potencial trazada en natural de la hoja paciente, no se extenderá del todo la rectitud y de quedará el arma de uñas adentro y tan obtusa como se pretenda. Al igual que en la zambullida dinámica, se generará una ejecución en trayectoria accidental o de cornada formada por la proyección del paciente sobre medio apropiado del agente, mas tendrá implícita una mayor ventaja geométrica al estar obrada con mayor graduación de perfil, al ser el agente quién se introduzca en el medio. Zambullida de cinta al propincuo: El paciente, en primera intención, pretende la ejecución al plano superior obrando un fondo con rectitud adelante, con un movimiento accidental con o sin participio de violento. El agente, desde cualquier afirmación con extremo remoto hábil en la rectitud de adelante, a tiempo, cinta el arma a la mano no hábil, balancea y tumba el cuerpo a su lado hábil, sobre medio compás transversal de avance al lado no hábil del paciente, y manteniendo el arma italada, a la altura del plano superior propio, extenderá la rectitud de adelante quedando recta, totalmente extendida, de uñas fuera y sobre el diámetro común inicial. (El medio compás agente estará sujeto a la coherencia con respecto al lado hábil del paciente.) Se generará así una ejecución acral sobre el paciente al disponerse este sobre el plano del arma agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 769 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Pedrada: La pedrada es una obra ejecutiva, en la que se lleva a cabo una estocada a la sencillez del paciente, desde la rectitud de tercera del agente, tras embeber la rectitud y dar medio compás de avance o cruce al lado no hábil, en caso de ser diestro. Que el paciente queda en la rectitud de adelante con el rumbo de la hoja extendido. Que el agente, asegurando la privación inercial del paciente, embebe la rectitud y muta a su tercera, mientras desde una planta transversal de medio recto, obra un compás a su lado no armado, de cruce o avance con marcada amplitud, poniendo el rumbo de la hoja recto y haciendo coincidir los ítalos agente y paciente. Una vez ahí, tendrá línea con la sencillez y antebrazo del paciente, pues si el paciente pretende obrar contra la sencillez agente, quedará en común herida. El lance será de estocada accidental, asistiendo al arma únicamente con la extensión de la rectitud, sin guiñar el cuerpo, y por consiguiente, sin exponer el hombro armado del agente. Justo tras la estocada, el agente volverá a embeber la rectitud a la máxima brevedad posible, sacando la sencillez del medio proporcional paciente, evitando la oclusión dinámica de este. La pedrada tendrá como objetivo actuar en causa libre sobre la sencillez del paciente, no obstante, se precisará de la seguridad de que el paciente no ocluya al lado hábil del agente que pedrea. Por tanto, será ideal obrar la pedrada a trastiempo de ocluir a tercera, pues la punta del arma agente que pedrea ya está haciendo su trabajo de oclusión, lo que impide al paciente llegar a la sencillez del agente. Durante la acción de la rectitud de la pedrada, que estoca, habrá de tenerse cuidado de no exponer el hombro armado, pues el paciente podría tener la línea abierta a él. Además, puesto que la hoja del agente que pedrea está transversal al diámetro común, se tendrá menos amplitud del extremo, lo que podría hacer imposible la oclusión de la ejecutiva paciente, que podrá tener lugar por la oclusión dinámica paralela paciente al lado no hábil del agente que pedrea. Falaciata: La falaciata es una obra ejecutiva que se basa en fingir en primera intención una estocada o encordado ejecutivo por parte del agente, para obrar en segunda intención y posible causa libre una ejecución sobre la sencillez paciente. “La falaciata es una obra ejecutiva basada en un encordado en caso inductivo, un libramiento y un encordado en caso efectivo.” El agente, agregará su hoja a la paciente, teniendo en cuenta que el paciente experimentado obrará una oclusión radial al mismo lado en que se encuentra agregado con el agente. Una vez ahí, el agente obrará una obra ejecutiva en caso inductivo, que precise de la agregación, como puede ser un encordado o una desviación de la oclusión, pretendiendo ser claro en su primera intención, sin resultar obvio, evitando así una respuesta sobre su trazada, pues por la agregación puede ser vulnerable. Lo ideal será que el agente obre un encordado en caso inductivo agregado por dentro, una vez haya obrado un compás de Pitágoras que sostenga dicha obra. Con esto hará que el paciente ocluya a primera. El paciente, ocluirá o mutará su sencillez, reaccionando la triangulación ejecutiva. Tras esto, el arma agente, que no posee la inercia que el paciente TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 770 - percibe, se librará, quedando en causa libre. Una vez ahí, sin pausa y extendiendo el vector de inercia, se obrará en segunda intención un tajo o estocada a la sencillez del paciente, en caso efectivo, siendo preferible que se recupere la agregación y se ejecute por medio de un encordado. El primer encordado agente que se obra en caso inductivo, será ideal que quede preparado por un compás de Pitágoras, previamente a comenzar su dinámica. Esto facilitará así la faz del agente, que facilitará esconder su propósito de segunda intención. Cuando la oclusión que obre el paciente sea a primera, la segunda obra ejecutiva, que pretende tener caso efectivo, deberá ser sostenida en un compás de cruce, transversal no hábil. Con ello se ganará la posibilidad de obrar una línea en cruz en vez de un encordado simple, aumentando la potencia de éxito ejecutivo y la seguridad para el agente. El encordado que se realice en caso efectivo deberá tener una acción y trazada accidental orientada a ocupar el diámetro común, asegurando la imposibilidad del paciente de reducir la posición radial de primera a adelante y evitar la ejecución. Así mismo, se podrá obrar con la acción ejecutiva en natural, pretendiendo el encordado previo, asegurando la guía de la hoja agente sobre la paciente. “En esencia, la falaciata es una obra ejecutiva en caso inductivo, seguida de una obra ejecutiva en caso efectivo, una vez que el paciente queda organizado tal y como el agente pretende.” La falaciata podrá ser evitada por el paciente si este extraña el arma una vez haya tenido lugar el encordado en caso inductivo del agente, haciendo que se extienda el diámetro común de la sencillez e impidiendo el éxito ejecutivo del agente. No obstante, dicho agente no quedará expuesto, pues tendrá la iniciativa, quedando su arma dispuesta sobre el diámetro común o aledaña a este, pudiendo reaccionar ante la reducción delante de la sencillez paciente. De manera tradicional, se puede describir a la falaciata como una treta de intención, con pretensión de convidar. Quiebro: El quiebro es una obra defensiva, basada en la mutación de una guardia estable en la que se obrará una huida de cuerpo, facilitando la reducción al recto de la hoja, que por consiguiente, proporcionará una extensión eventual del diámetro común. Esta obra permitirá al tirador que se presente en un medio coherentemente medido, salir de este, reubicar el arma y rectitud sin interacción con el medio proporcional del paciente y conseguir la disposición propia para actuar por líneas que se presentarán abiertas y con luz. Existirán dos tipologías generales de quiebro: Quiebro con reducción ejecutiva: Se huye el cuerpo con participio de balanceo y guiñada con el mantenimiento de la planta o sobre medio compás recto extraño, coherentemente obrado respecto a la planta proyectada, reduciendo al recto el arma en total extensión en el plano superior y acompañando a este durante la huida. Este quiebro habrá de proporcionar la potencia de ocluir, y para ello el agente habrá de considerar la oclusión como una mutación compatible con la trazada actuada por el paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 771 -DE LA C AUSA P RÁCTICA El quiebro con reducción ejecutiva será eminentemente defensivo, poseyendo un potencial considerablemente alto cuando sea obrado en caso vocativo, pretendiendo la repulsión del paciente. Quiebro ahuecando el medio: Se huirá el cuerpo, llevando a la rectitud del flanco armado el arma, de rumbo variable, y sacando del medio la mano no hábil y la vela de su segmento, ya sea por un embebido del la sencillez, por su aprestado o el largado de esta. El rumbo del arma puede estar sujeto a la reducción o al aumento de la angulación, sea esta en agudo u obtuso, pudiendo llegar al total ángulo agudo u obtuso, dando lugar a sacar la hoja del medio permitiendo con ello su reubicación sin la posibilidad de control paciente, dado que se estará obrando desde un medio proporcional ceñido o, incluso, desde el medio de común herida. Al margen de la reducción al recto de la rectitud, el potencial del quiebro puede ser conservado, incluso magnificado al obrar una oclusión aparejada a la huida del cuerpo. Esta oclusión habrá de ser a segunda o cuarta. Siendo así, la huida de cuerpo hará que el plano del ítalo se acerque al italado recto con el plano superior, y haga más sencillo la coincidencia de la punta agente con la rectitud del paciente ocluido. Este paciente, que estará fondando o extendiendo su rectitud, en base y presumiendo la obra correcta del quiebro por parte del agente, se verá sorprendido por la hoja oclusora. La obra de la oclusión a primera o tercera en un quiebro, reducirá la extensión de la rectitud, y con ello, dificultará el mantenimiento de la dimensión del medio proporcional respecto al diámetro común, ganando potencial y extensión de la dimensión hacia los flancos, que posibilitará una respuesta más eficiente ante una posterior respuesta del paciente sobre la transversal. La manera más eficiente de proyectar la planta en un quiebro, concretamente la del pie adelantado, será disponer dicho pie en equino, aumentando con ello la extensión del segmento de planta y preparando una obra acorde con tener el peso orientado atrás, en dirección distal del diámetro común. La eficiencia de esta acción, y su seguridad, radica en que la exposición de la pierna adelantada será mínima a ser entendido que el quiebro es llevado a cabo al ver peligrar los blossen uno y dos. Por ende, se entenderá que el objetivo ejecutivo del paciente estará puesto en ellos, y por tanto, no tendrá posibilidad de reparar el vector de inercia ya obrado para ejecutar sobre la parte expuesta del la pierna adelantada. Estocada de fondo recto, sagita o flecha: Esta obra, dentro de una frase de armas, obtiene el nombre del concepto matemático que describe la distancia que hay, en un arco circular, desde el centro de este, al centro de una línea secante llamada geométricamente “cuerda”. Quedará así explicada, de manera formal y matemática: “La función de la estocada sagita es la de llevar el radio del extremo y potencial operativo ejecutivo del agente más allá del límite marcado por el medio de proporcional del paciente, que en un momento de indisposición de su hoja, facilita la apropiación y obtención de un medio particular por parte del agente sobre el fondo y extensión total de la rectitud.” En esencia la estocada sagita es una obra resultado de la conjugación de una acción de estocada accidental y medio compás de avance. Por tanto, esta obra queda sujeta a los condicionantes propios de la estocada accidental, con los que el agente queda expuesto a la oclusión del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 772 - Realización: Que el paciente indispone su arma llevando la rectitud y rumbo a la total remisión, dejando abierta la vía al objetivo solar. O que el paciente pretende ejecutar preparando esa obra con una trayectoria violenta desde el ángulo recto para tomar fuerza o disponer la hoja obtusa con la guarnición sobre el plano superior. A tiempo, el agente teniendo en su medio proporcional al paciente, y estando afirmado en una planta de pie no hábil adelantado extendida, obra medio compás recto de cruce, reduciendo la hoja al recto, de propincuo e italando al plano medio o solar, tumbando el cuerpo y guiñándolo al no hábil, ejecutando sobre las caderas, abdomen o tórax paciente. También podrá dicho agente estar en una planta de pie hábil adelantado, siendo el compás necesario el de avance, extendiendo con ello la planta. Esta obra no podrá ser llevada a cabo desde un medio de proporción sin estar dispuesto de medio remoto, pues no existirá amplitud de compás suficiente para abarcar el espacio necesario y apropiarse el medio, pese a obrarse a tiempo de una ganancia del paciente. La sagita puede ser obrada desde el medio proporcional, pese a ser menos recurrente que un paciente deje abierta la línea central, más si cabe que lo haga con la inercia suficiente en su arma como para no poder reparar su trayectoria, y posteriormente, reducirla. Eso elevará la posibilidad de ejecutar sobre el agente en plena obra de la reducción, concretamente con objetivo acral. El agente deberá balancear y guiñar el cuerpo ligeramente al lado contrario al armado, comprimiendo la distancia entre el plano coronal, el plano superior y el plano medio, generando con ello una dilatación de la potencial distancia entre la hoja paciente y la cabeza agente como objetivo ejecutivo. “La estocada sagita tendrá aplicación únicamente cuando el atajo agente esté basado en el absoluto control de la inercia del arma paciente, poseyéndose la seguridad de que el paciente no podrá ocluir o ejecutar sobre el agente.” La sagita podrá ser auxiliada por la cinta del arma, posibilitando la extensión del radio potencial del extremo. Sagita de cinta: Que el paciente pretende ejecutar con una trayectoria violenta desde el ángulo recto para tomar fuerza o disponer la hoja obtusa con la guarnición sobre el plano superior, dejando abierta la vía al objetivo solar. A tiempo, el agente en medio de proporción, y estando afirmado en una planta de pie hábil adelantado, cinta el arma a la mano no hábil y obra un compás recto de cruce reduciendo la hoja al recto con medio propincuo e italando al plano medio, ejecutando sobre las caderas o abdomen. Esta obra podrá ser entendida como la conversión recta de la zambullida de cinta al propincuo. Adicionalmente, el agente que pretenda la sagita de cinta podrá estar en una planta de pie no hábil adelantado, posibilitándose la cinta y la extensión del extremo sin la necesidad de mutar la planta, siendo esto lo que mayor extensión ofrecerá al radio del extremo agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 773 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Roldana: La roldana es una obra ejecutiva en causa libre, sustentada en un fondo agente sobre la acción violenta del arma, a tiempo de una guiñada del cuerpo al lado no hábil, con objetivo ejecutivo ligado a la zona inguinal y/o femoral del paciente. Que el paciente pretende obrar un tránsito transversal al lado hábil del agente. A tiempo, el agente, que parte de una guardia española o cualquier otra con una planta transversal de medio recto, obra medio compás de avance transversal a su lado armado, con una acción natural del arma que queda aguda, seguido esto de medio compás circular que le permita el perfilado y fondo mientras el arma actúa en violento, con el objetivo ejecutivo ligado a la zona femoral o inguinal del paciente. La obra de la roldana permite dificultar la acción y obra de la oclusión para el paciente, pues el agente tenderá a ahuecar el medio donde previsiblemente podría ser ocluido. Para ello, se precisará de que la rectitud del agente quede lo más aguda posible, acompañando a su hoja, generando con ello la dificultad para el paciente para ocluir. Igualmente, en la acción violenta del arma agente, la sencillez de este no deberá levantarse notablemente, pues de esa manera evitará transitar por la zona potencialmente ocluida. Necesariamente, la roldana tendrá que estar basada en el tránsito transversal del paciente y en una cierta ganancia de recta del agente, pues de lo contrario no será posible que exista un diámetro común suficientemente ceñido como para que el agente pueda herir quedando aguda su rectitud. “En la roldana, el extremo agente se ve mermado al existir un notable ángulo de la sencillez agente en la roldana, haciendo necesario la ganancia de ambos tiradores.” Esta obra expone notablemente al agente tanto en su blossen capital como en su blossen primero, y lo deja a merced de una oclusión paralela adelante o cuarta por parte del paciente. “La roldana tendrá un marcado carácter ejecutivo, cumpliendo con la intención de ofender y sobreponiéndola a la integridad propia.” La roldana podrá ser complementada con una humillada agente de la hoja paciente justo cuando el agente prevea el tránsito transversal del paciente. De esa forma, la hoja agente aprovechará la acción natural para su angulación aguda, y dispondrá la hoja paciente, que quedará indispuesta. Por contrapartida, la hoja paciente quedará notablemente más cercana a la sencillez del agente, por lo que esta humillada deberá ser usada únicamente cuando la roldana sea concebida como un elemento sorpresivo. Adicionalmente, el agente podrá humillar la hoja paciente, aprovechando el libramiento de esta por parte del paciente, que la hará reducirse al recto, valiéndose de ello el agente para generar cierto atajo. La roldana podrá tener su conclusión con un canillazo al paciente, pues si el agente no obtusa el arma, tendrá la línea abierta a la zona tibial de su opositor, pese a potencialmente verse ocluido en su extremidad armada y el flanco armado de su torax. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 774 - Guerrera o treta del zurdo: La guerrera es la obra ejecutiva de un agente, con distinta mano hábil y armada que el paciente, en la que se obtiene el éxito ejecutivo por medio de un encordado simple sobre la sencillez del paciente diestro, que tiene su rectitud a primera, aprovecha el desconcierto y complicaciones propias de la lateralidad no habitual. En esencia, la guerrera se centra en que el agente zurdo fuerza al paciente a llevar su rectitud a primera, donde la entienda segura y alejada del medio proporcional del agente zurdo. Tras ello, el agente zurdo llevará su rectitud también a su primera, que quedará en el mismo flanco del medio, posicionando el diámetro común de la rectitud paralelo al diámetro común, ciñendo el medio brusca y sorpresivamente. Por último, el agente zurdo ejecutará sobre la sencillez del paciente diestro, sin que este haya sido consciente de que se encontraba en medio proporcional del agente zurdo, en una profundidad más interna de lo advertido. Como se puede advertir, la guerrera se sostiene en la interacción entre el diámetro común y el diámetro común de la sencillez. Por tanto, el paciente no debe advertir del intento agente de sacar provecho de dicho conocimiento. Así pues, el zurdo deberá organizar la obra de la guerrera en base al caso inductivo de las obras preparatorias de esta. “La obra de la guerrera aprovecha el paralelismo del diámetro común de la sencillez con el diámetro común, y la poco evidente reducción que dicho paralelismo supone en la dimensión del medio proporcional.” La guerrera, en su última fase, se resolverá con un encordado que posicionará el segmento del arma agente sobre el diámetro común de la sencillez, quedando el arma agente paralela al diámetro común mientras la paciente continua transversal a este, en mayor o menor medida. La guerrera también puede ser llevada a cabo como línea en cruz, agregando por fuera del agente y dentro del paciente, disponiendo la hoja de dicho paciente al lado armado de este, generando el ángulo de ataque necesario al invadir el diámetro común de la sencillez con la hoja agente. “La guerrera será un encordado o línea en cruz obrados desde el paralelismo del diámetro común de la sencillez con el diámetro común, inhabilitando la operatividad de la hoja paciente que tenga su punta sobre el diámetro común.” Esta obra se podrá usar sobre pacientes que no estén habituados al asalto con un tirador opositor de mano hábil y armada distinta a la agente. Si el paciente es un tirador experimentado en dicho aspecto, la guerrera no podrá ser obrada como treta, no obstante podrá resultar un recurso útil para aprovechar a favor del agente zurdo la corrección o ceñida a primera del paciente diestro. Expelido ejecutivo afuera sobre transversal: El expelido afuera es una obra ejecutiva basada en el libramiento de la hoja agente, haciendo que la hoja paciente quede fuera de vía por su propia energía. Que el paciente está presentando una guardia con la hoja sobre la línea de recto, de rumbo recto o ligeramente obtuso. También es aplicable a cualquier otra disposición del arma paciente, siempre que esta coincida con el plano primario de la sencillez agente y mantenga un rumbo paralelo a la línea recta del agente. El agente, antes de tiempo, agrega su hoja de tercio débil dejando en su dentro al paciente, comienza a ofrecer algo de fuerza en sentido no hábil contra el tercio débil paciente, este intentará no perder el centro y generará resistencia. Acto seguido el agente hará una formación, torneará, y comenzará a encordar sobre un compás transversal a su lado hábil. Resultará que la hoja TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 775 -DE LA C AUSA P RÁCTICA paciente quedará expelida y fuera de vía, mientras que el agente podrá escoger entre la supresión guiada por el encordado o la ejecución lesiva, e incluso la obra de una empomada para ejecutar de capital o solar. Tajo circular simple: El tajo circular es una obra ejecutiva que pretende directamente el contacto del arma agente con una parte vulnerable del paciente, por medio de una trazada amplia, que haga indisponerse y salir del medio a la hoja agente y vuelva a entrar en el medio por una línea distinta a la inicialmente ocupada. “El tajo circular se produce cuando, desde la rectitud de adelante, se obra un tajo sin agregación o perdiendo esta, normalmente transitando sobre la transversal no hábil del agente, con objetivo ejecutivo a la sencillez paciente.” El tajo circular tenderá a ser obrado en causa libre, pues la trazada del arma agente es tan amplia que no se podrá mantener atajo del arma paciente durante toda la acción. Esto hará que su potencial se centre en llegar y ejecutar preferiblemente a la sencillez paciente, mientras este pretende obrar con geometría propia de la causa sujeta. Esta obra está pensada para atender a las necesidades de la causa libre, en las que se precisará de una trazada agente que ocupe líneas distintas a las que inicialmente ocupa. Estará justificada por la necesidad de obrar en ejecutiva ante un paciente que ya mantiene ocluida la vía directa. Además, también puede responder a la necesidad de aprovechar un vector de inercia existente, al que se le impondrá intención ejecutiva al repararlo en dirección a una línea abierta del paciente. Idealmente, el tajo circular simple deberá de ir sostenido sobre un compás de avance al lado no hábil del agente, mientras se mantiene el arma recta y ocluyendo, generando ganancia de recta y posibilitando la introducción del paciente en el medio proporcional agente, en causa libre. “El tajo circular simple será una expresión ofensiva centrada en aprovechar la oportunidad ejecutiva emergente de un contexto, en causa libre, donde el opositor no tenga oportunidad de ocluir.” Velada: “La velada es una obra ejecutiva, centrada en que el agente baje el plano superior hasta quedar aledaño al plano inferior, que disponga paralelo a este el segmento cordal y que extienda su rectitud y segmento del arma, permitiendo la ejecutiva sobre la planta del paciente desde el punto más distal posible.” En esencia, la velada se llevará a cabo con la proyección del agente sobre el suelo, en dirección al diámetro común y sentido al paciente, quedando el segmento cordal paralelo al plano inferior, e idealmente, ligeramente transversal al diámetro común, al flanco no armado del paciente. Además, se deberá pretender alinear la rectitud del agente para obtener el tocado desde el punto más distal posible, pretendiendo evitar la ejecución acral o capital sobre sí. Todo ello deberá llevarse a cabo desde el límite distal del estrato de sombra del medio proporcional, o incluso, desde el medio de proporción. Para aumentar la eficiencia de la velada, el agente deberá empomar el arma con la mano hábil, aumentando considerablemente el extremo y facilitando la acción accidental del arma. Dicho proceso de empomar deberá ser por medio de andar el arma y pretendiendo esconder dicha acción, pues con cualquier con cualquier otro método, el paciente podrá advertir que el extremo del agente se va a aumentar de manera inminente, y por tanto, el paciente tenderá a extender el medio o se preparará para lo que acontezca. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 776 - Una vez el arma quede empomada o durante el proceso, el agente podrá adoptar la guardia de la bella española, quedando su anatomía dispuesta para la proyección de todo su cuerpo en dirección del diámetro común, en sentido al paciente. Además, esta guarda no hará al paciente consciente de que el agente pretende la velada de manera inmediata, pues el agente podrá sostener dicha guardia durante unos instantes previos a la obra de la velada, consiguiendo que el paciente normalice la actitud agente. “La velada requerirá de la preparación de la anatomía agente, por lo que esto no deberá tener lugar de manera obvia.” Es muy importante que la velada se lleve a cabo según la jerarquía ejecutiva, pues será necesario que la acción del arma preceda a cualquier otra acción. De esta manera, el cuerpo del agente que obra quedará considerablemente protegido por la guardia cónica de la hoja. Tras ello, el cuerpo tumbará, generando el aumento repentino del extremo. Por último, la tracción impulsará al cuerpo en sentido al paciente, quedando el segmento cordal total o parcialmente paralelo al plano inferior, mientras por acción natural de la gravedad, se acerca a él. La obra de la velada ganará eficacia conforme el plano superior agente se acerca al plano inferior. Será por ello que la velocidad con la que esto ocurra resultará un facto importante, proporcional al potencial de la velada. Una vez el segmento cordal agente quede paralelo al plano inferior, será ideal que la línea de las caderas quede igualmente paralela a este. Por otro lado, se ganará movilidad en el suelo si dichas líneas quedan perpendiculares al plano inferior, de manera que sea el hombro armado el que quede en contacto con el suelo. Cuanto más liso sea el firme mayor será la ganancia de recta posible en la obra de la velada, haciendo que la obra gane amplitud en el medio desde el que se pueda llevar a cabo. “Cuando más liso sea el suelo, mayor será el potencial de la velada.” La velada podrá ligar como objetivo ejecutivo cualquier parte de la extensión de la tracción del paciente, siendo lo más eficiente geométricamente ejecutar sobre los pies, pues posibilitarán la ejecución desde un diámetro común más amplio, defendiendo ligeramente más al agente, que quedará igualmente expuesto. La velada es una obra estrictamente ejecutiva que expone al agente de manera superlativa, pues no permite una continuación alguna de manera funcional o eficaz. Así mismo, el compromiso del agente se eleva al máximo al quedar la cabeza de este expuesta a la ejecución natural y/o recalcada del paciente. Desde el punto de vista figurado, el potencial de un paciente seguirá siendo letal al ser ejecutado por una velada, pues la herida o amputación en pies, zona tibial o femoral afectará a su movilidad sin reducir su operatividad de manera inmediata. “La velada sobre un paciente erguido dará lugar al fenómeno de Damocles.” Revés de muñeca en reducción: El revés de muñeca en reducción es una obra ejecutiva, en base a un revés de uñas afuera, de haz falso, reaccionando al fracaso de la obra ejecutiva del paciente, que haya dejado la hoja de este sobre el diámetro común y su sencillez por debajo del plano del ítalo agente. Que el paciente dispone su hoja en el centro del medio proporcional, sobre la línea de recto, pretendiendo un intercambio planar y sin haber encontrado la ejecución sobre la mano agente, que estará o habrá quedado dispuesta sobre la transversal hábil de este último. El agente, a tras tiempo, cambiará a uñas fuera agudando ligeramente la hoja y comienza un movimiento de reducción desde la rectitud hábil, elevando su plano del ítalo por encima del plano del ítalo paciente y ejecutando de tajo sobre la mano. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 777 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Esta obra estará marcada por la necesidad de reposicionar el arma agente el la ubicación de la que se ha tenido que retirar, ya sea por evitar la ejecución por parte del paciente o por retirar la mano del medio de común herida. Así pues, será preciso entender que el revés de muñeca en reducción es una obra ejecutiva pensada para proporcionar una ejecución de oportunidad, que en caso de fallar, habrá de poseer una alternativa respecto a la rectitud y/o medio destino. Supresión de envoltura aguda sobre la transversal no hábil: La supresión de envoltura aguda sobre la transversal hábil es una obra ejecutiva, basada en un redondo de adelante a cuarta sobre un compás de avance transversal no hábil. Que el agente está atajando en real, en privación y por su dentro, desde una guardia española. El paciente, que está atajado, libra el atajo e intenta de nuevo la agregación, quedando ahora el agente atajando y privando por su fuera. El agente obrará una envoltura desde el ángulo obtuso, adelante o segunda, hasta el agudo con la sencillez en cuarta o un participio de esta, sobre un compás de avance al no hábil por la transversal de ataque, que genere una planta de acometida, encordando hasta la supresión con una extensión únicamente de la rectitud. El agente, idealmente quedará totalmente perfilado en el momento del contacto con la guarnición o mano paciente. Esto magnificará la dimensión del diámetro particular del medio proporcionado, que a su vez otorgará una mayor respuesta ante la necesidad de extender el medio proporcional, resultante de un fallo en la apropiación o parte final de la supresión. Es crucial mantener y acentuar el rumbo agudo de la hoja justo tras la envoltura, pues se cerrarán las líneas, se acrecentará la fuerza sobre el atajo y se incrementará la posibilidad de respuesta ante un libramiento y posterior intento ejecutivo paciente a la mano agente. Esta obra es un ejemplo del potencial del redondo, que al ser organizado sintácticamente dentro de la frase de armas, permitirá que el atajo paciente sobre el agente desaparezca, transfiriendo el medio de manera breve, permitiendo la obra segura del agente. Estática o supresión estática: La estática o supresión estática es una obra ejecutiva, expresión elemental de la ventaja agente generada por la geometría, sobre un paciente que pretende tener un objetivo ejecutivo más interior que la sencillez paciente. Es por ello que presentando una guardia breve o española, la punta agente estará siempre más cercana a la sencillez paciente, que la punta paciente lo estará del rostro agente. El paciente, en primera intención y claro caso efectivo, pretende estocar la cara con un movimiento accidental con participio de violento. El agente, en breve o española, a tiempo, con una sutil acción natural y extendiendo y elevando ligeramente la rectitud y el rumbo, suprime la guarnición del paciente, quedando su ítalo por debajo del paciente, ocluyendo. Si se entiende la posición del arma como una oclusión culminada en segunda, derivada del circuncentro en el plano superior: esta supresión resultaría ser una oclusión estática en segunda con una extensión del rumbo y rectitud para aventajar a tiempo, ocluir y finalmente ejecutar suprimiendo. La estática es una obra que tiene el origen de su dinámica en el paciente, siendo el agente que mantiene estática su geometría el que obtiene el éxito, al apropiarse del medio ante el error paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 778 - Oclusión trepidante: La oclusión trepidante es la obra ejecutiva ilustrativa que representa la expresión del potencial de la oclusión, por medio del desplazamiento trepidante del centro de masas del agente que ocluye y el mantenimiento del foco sobre el paciente, mientras este pretende la ejecución directa por el diámetro común inicial. Que el paciente pretende estocar a la mano agente, en primera intención, antes de tiempo, desde una guardia breve o española, a una o dos manos, ejecutando directamente en accidental. A tiempo, el agente en breve o española, a una o dos manos, sobre un compás trepidante a diestra o siniestra transfiere el medio y, desde la rectitud de adelante, ejecutando de oclusión una supresión, sin variar necesariamente la posición del arma respecto a sí, manteniéndola adelante, hiriendo sobre la mano o antebrazo del paciente. Esta obra será un recurso docente, destinado a mostrar la importancia de la triangulación sobre el plano inferior. Posteriormente, la aplicación de la geometría e independencia de la sencillez, dará lugar a que esta obra pueda ser llevada a cabo desde la oclusión de primera. Cabe incidir que la oclusión trepidante será un recurso con escasa eficiencia en un asalto con genuina oposición, en el que no exista colaboración del opositor, pues para únicamente reubicar el segmento del arma se hará uso del desplazamiento de la totalidad de la masa del cuerpo, cosa con escaso potencial de éxito por tiempo excesivo que esto conlleva. No obstante, esta obra podría representar un recurso funcional de existir un condicionamiento locomotor en la anatomía del usuario, que impida la oclusión dinámica radial a primera o tercera. Estocada accidental desde tag: La estocada una obra ejecutiva, en primera intención, caso efectivo y antes de tiempo. El agente desde tag con planta contraria, y desde cualquiera de los flancos, lanza la hoja y la dispone paralela al plano inferior, llevándola a la rectitud de adelante con participio contrario al flanco de partida y extendiéndola al máximo sobre el plano superior o por encima de este, dejando el cuerpo tumbado y ligeramente balanceado al flanco opuesto a la guarnición y guiñado al flanco en que queda la sencillez, todo ello sobre un compás recto de avance o cruce de la máxima extensión posible. El objetivo ejecutivo de esta obra podrá quedar ligado a la sencillez del paciente o al cuerpo de este, incluyendo la cabeza, siendo ideal pretender la herida a la mano. Para ello se deberá llevar a cabo esta obra desde la distancia del medio de proporción, o justo desde el límite de esta con el estrato de sombra del medio proporcional. Es crucial ser capaz de obrar esta acción en consonancia con un medio proporcional despejado y teniendo pleno control sobre la apertura de la línea paciente. De lo contrario, el compromiso agente sería total ante la potencia de oclusión estática o dinámica del paciente. Es interesante remarcar que una oportunidad para actuar será durante el tránsito inercial extraño de la hoja paciente durante una mutación de guardia en ganancia por parte de este. No obstante, la estocada solar desde tag podrá con facilidad dar lugar a un fenómeno de Damocles inercial. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 779 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Supresión violenta respondida: La supresión violenta respondida es una obra ejecutiva basada en la reacción del agente a un intento ejecutivo del paciente, en causa libre, desde un medio demasiado extendido para su viabilidad. Que el paciente, en primera intención, pretende una estocada accidental a la mano armada que está en una rectitud por encima del plano medio. El agente, a tiempo, muta la rectitud a abajo, extendiendo al máximo el segmento de la rectitud y agudando la hoja. Esto evitará el triángulo pretendido paciente. Tras ello, dicho agente llevará nuevamente su hoja a la angulación obtusa con un movimiento violento que conserve la extensión y ubicación de la rectitud y el perfecto posicionamiento sobre la línea de foco, se creará así con el ángulo de la sencillez un triángulo respondido de segundo grado, obteniendo la oclusión e irremediable supresión sobre la guarnición o mano paciente. En esencia la supresión violenta respondida es una oclusión a segunda, reduciendo la hoja tras retirarla del medio poniéndola aguda. Dicha oclusión será la expresión más exagerada de oclusión dinámica radial a segunda. Es importante que la hoja agente se reubique al agudo desde una rectitud inferior a la presentada por el paciente, con un ítalo claramente por debajo del paciente, de lo contrario se generaría la autosupresión agente. Igualmente será crucial que el ángulo de la oclusión prevea la posibilidad de que la hoja paciente tenga contacto con el brazo agente. La hoja agente ha de quedar en causa libre, pues esta es la función de la extensión a la rectitud de abajo. En causa sujeta, no se tendría fuerza desde la muñeca para realizar el violento. Es posible, pese a no ser necesariamente eficiente, apoyar la ruptura inercial estática de la acción violenta del arma agente con un pulso natural o accidental, dada la poca energía que habrá que vencer al estar el conjunto del arma transitando hacia abajo. Supresión latero-transversal: La supresión latero transversal es una obra ejecutiva, en primera intención, antes de tiempo de un tajo natural buscando la supresión a la guarnición. Con el agente en una guardia española o breve, de natural, desde la rectitud de adelante por encima del plano medio, sobre un compás transversal de avance al lado armado del paciente, en causa libre suprime a un paciente pasivo en guardia breve o española de planta acorde. Esta obra está centrada en dotar al estudiante de un recurso didáctico para entender la triangulación sobre el plano inferior, cuando la iniciativa es del agente. Es por ello que la ejecución emerge de tajo natural, quedando el paciente siempre estático, con su arma estática respecto a él. Por ser un recurso destinado al estudio, la obra de la supresión latero-transversal no tendrá una plena validez práctica común en asalto, más allá de la estrictamente demostrativa y/o eventual. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 780 - Supresión latero-transversal de iai: Obra ejecutiva dispuesta desde el iai, en primera intención, antes de tiempo que concluye con una supresión a la guarnición. El agente en una guardia de relente, realiza un iai natural, sobre un compás transversal de avance al lado armado del paciente. El objetivo ejecutivo será la guarnición paciente, suprimiendo a este paciente mientras esté pasivo en guardia española o breve de planta diestra. La supresión latero-transversal tiene su base y principal potencial en posibilitar la inhabilitación del paciente, justo durante el desensayo de este o en la frase de armas siguiente ello, sin dar tiempo a debatir. Esta obra está inicialmente inspirada en la supresión laterotranversal, quedando finalmente, en su adaptación a la obra desde el iai, como un recurso que si resultará plenamente funcional en un escenario en que se posibilite la predicción del desensayo paciente. La supresión latero-transversal del iai aumentará la eficiencia en la expresión del iai en caso inductivo, vocativo e interruptivo. Redondo contra línea en cruz: El redondo contra la línea en cruz es una obra y recurso ejecutivo, dentro de una frase de armas, que facilitará el libramiento agente del atajo paciente de la línea en cruz, haciendo que sea la acción accidental del arma paciente la que culmine la ejecutiva del redondo agente. Que el paciente pretende obrar sobre el agente una línea en cruz en cualquiera de sus variantes. El agente, estará afirmado con una rectitud adelante extendida y con la hoja ligeramente obtusa. En el momento en que el paciente comienza la presión hacia la hoja agente, por notarse el atajo, el agente mutará la rectitud a arriba de uñas fuera, dejando el rumbo de la hoja agudo, pretendiendo mantener la agregación y librando su hoja del atajo paciente y adueñándose del centro, obligando al paciente a salir del medio o exponiéndolo a la conclusión ejecutiva del redondo agente. Este redondo librará la hoja agente independientemente de donde esté agregada durante la línea en cruz paciente, haciendo que si el agente mantiene la agregación, se transfiera la propiedad del medio. Si se pretende una respuesta ejecutiva a esta disposición, se mutará la rectitud de arriba ligeramente al lado armado agente y de uñas afuera con participio de abajo, sin abandonar el plano superior o sus cercanías. Así, el agente sobre un compás transversal a su lado armado, encordará. Habrá de tenerse mucho cuidado con el libramiento común durante el tránsito de la línea en cruz pretendida por parte del paciente, pues quedará la mano agente más expuesta a una ejecución por reducción violenta, que podría venir dada por la respuesta paciente instintiva y automática de buscar el medio proporcionado más extendido y central posible. En esencia y de manera práctica, habrá de vigilarse la posibilidad del paciente de actuar su arma en violento tras el redondo agente, encordando a la sencillez agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 781 -DE LA C AUSA P RÁCTICA Estocada de libramiento contra línea en cruz: La estocada de libramiento trepidante resulta ser una obra ejecutiva en respuesta a la línea en cruz paciente, en la que el agente libra la presión del atajo sobre su arma y estoca sobre el torso del paciente, valiéndose del atajo inercial producido por la línea en cruz que se había comenzado a obrar, transfiriendo el medio y posibilitando el medio proporcionado interior con cierta seguridad. Que el paciente pretende una línea en cruz en cualquiera de sus posibilidades. El agente, que ha de presentar una guardia de asimento a una mano, con la rectitud relajada adelante y la hoja obtusa en mayor o menor medida, a tiempo de notar la presión del atajo paciente sobre su hoja, libra su arma y sobre un compás con claro componente trepidante al lado no hábil que aporte notable desviación de recta. A la vez, lanza una estocada sobre el nivel de su propio plano superior, balanceando el cuerpo al lado no hábil manteniendo su mano no hábil aprestada o contraída. Si el tiempo de ejecución es el correcto, se mantiene la coherencia con la frase de armas pretendida por el paciente y se obtiene la graduación de perfil necesaria para evitar la reubicación del rumbo de la hoja paciente, se conseguirá estocar a la altura solar, sobre el plano superior paciente, o a causa de estar este tumbado y entregado al atajo, se alcanzará la ejecución capital a causa de la disposición adelantada de la cabeza del paciente. Igualmente, si los eventos surgen de manera ordenada en la dimensión temporal, el fenómeno de Damocles no tendrá lugar, dado que la hoja paciente tendrá una inercia que la alejará del agente en el momento del éxito ejecutivo. Dependerá la viabilidad de esta acción de la amplitud de compás y la intención de ganancia de medio mostrada por el paciente, siendo directa la proporción entre esto y la velocidad con la que el agente habrá de disponer la hoja en el centro del medio, dando validez así a la trepidación. Esta frase de armas también se podrá obrar teniendo en cuenta un libramiento con cambio de uñas adentro a uñas afuera, que torneará la hoja paciente. Obrar una estocada de libramiento sin un matiz de desplazamiento trepidante podrá dejar al agente a merced del paciente. Esto se debe a la imposibilidad geométrica de otorgar la ventaja de perfil necesaria y de disponer la hoja agente en un potencial atajo virtual para controlar la reubicación del rumbo de la hoja paciente, pues la rectitud de este, igualmente, quedará dentro del medio proporcionado del agente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PRÁCTICA- 782 - Treta violenta: La treta violenta es una obra ejecutiva, sostenida en empomar el arma y ceñir el medio con faz impasible, introduciendo al paciente que tenga la sencillez adelante en el medio particular propio. Una vez ahí, de manera sorpresiva y en causa libre, el agente ejecutará en el paciente con la acción violenta bajo la sencillez. Que el paciente presenta una guardia con la rectitud adelante, con la hoja obtusa en mayor o menor medida, mientras se demuestra masivo y estático. El agente, desde el medio proporcional de Hawking o uno de mayor diámetro común, presentando una faz que oculte la obra, lleva al pomo la mano hábil, asiendo el arma desde su punto más distal. A su vez, prepara la planta y afirmación para quedar propincuo ante la obra adelante, e igualmente prepara totalmente obtusos la rectitud y rumbo de la hoja. Una vez el agente tenga la obra preparada, ceñirá el medio, manteniendo la rectitud aguda, hasta disponer al paciente en un diámetro común en el agente tenga medio proporcionado, y pueda llegar con la punta de la hoja a la sencillez paciente. Será en ese momento cuando el agente, antes de tiempo y en primera intención, ejecutará sobre la sencillez paciente, aprovechando la ventaja de medio ofrecida por el emisor lucido de su arma. Será totalmente necesaria la preparación de la obra asiendo el arma por el pomo con la mano hábil, pues se habrá de ganar la ventaja de medio necesaria que consiga la obra geométricamente segura de la ejecución en violento. El hecho de obrar esto desde la empomada a la mano no hábil daría lugar a la previsión del paciente, y por tanto, a la nulidad o potencial oclusión de la ejecutiva agente. El método ideal para empomar será andar el arma, manteniendo esta acción oculta al paciente, posibilitando la sorpresa en la acción ejecutiva del arma agente. “La treta violenta se basa en la ignorancia paciente de la intención agente.” Añadido a esto, cabe destacar que el hecho de empomar el arma con la mano hábil, dotará al agente de la potencia de responder y ocluir a segunda cualquier acción accidental del paciente, que sea aledaña al plano sagital, con una considerable ventaja de medio, que le permitirá una angulación de la oclusión superlativa. Es importante que la acción violenta del arma sea actuada con fuerza par, manteniendo aguda y estática la rectitud del agente, en la mayor medida posible, dejando separados los planos del ítalo agente y paciente. Para ello, será importante que la acción violenta del arma no sea un tajo violento, formalmente llevado a cabo, pues esta acción tendría que actuar el arma moviendo previamente la sencillez del agente, exponiéndolo a la ejecutiva sobre esta del paciente. ———— DE LA CAUSA PSICOLÓGICA TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 785 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA De la psicología en la Esgrima Láser: “La psicología es la disciplina que estudia el proceso de la información en la mente humana.” La naturaleza y geometría del arma láser condiciona su uso de manera superlativa, dándose en medios operativos la imposibilidad de mantener la total defensa de la integridad del usuario, por el uso único de la geometría instrumental. Esto arroja la necesidad de asistir a la técnica laserina resultante con el estudio de la geometría en su evolución temporal. Quedará toda la geometría sujeta, condicionada y a merced de los elementos que modifican los medios: la previsión, la reacción, la faz y la capacidad de aplicar movimiento. De esta manera, en la Esgrima Láser emerge la necesidad imperiosa de entender el momento en que la hoja propia y opositora va a tener movimiento y la forma en que este surgirá. Siendo todo ello dependiente de la psique del agente o del paciente, y no teniendo necesariamente que estar dicho movimiento sesgado por la geometría. En esencia, la técnica emergente de las armas láser ha de profundizar en la psicología de los tiradores intervinientes, pues será el estudio de esta la que proveerá de un mayor control de lo acontecido en el asalto. Por tanto: “Será la psicología y el estudio de esta, tanto en el paciente como en el agente, aquello que proporcionará la capacidad de maximizar la previsión, la reacción y la imagen ofrecida al opositor, y por ende, de elevar la obra a elegante.” La psicología se muestra como un elemento fundamental sobre el que reparar para el ejercicio eficiente de la Esgrima Láser, ganando una mayor y más profunda relevancia que en otras disciplinas esgrimísticas, por la necesidad de prevenir y la imposibilidad de responder de una manera geométricamente perfecta y segura. Con la psicología se podrá obtener el control del paciente, tanto en su intención como en su obra, pudiendo condicionarla o prevenirla. Esto ocurre de manera clara con la hoja paciente, cuando por medio del uso de la psicología se comprenden los aspectos que intervienen en la concepción de la obra consciente del opositor. Igualmente, se podrá tener una mayor percepción de los condicionantes propios, como sesgos emocionales o falacias en la concepción de los eventos. Conceptos, que al ser conscientes de ellos, podrán magnificar la fidelidad con la que el tirador concibe su entorno, se mueve por él y entiende la psique del opositor. “El uso de la psicología formará parte indivisible de la técnica emergente de las armas láser, pues sin ella, no habrá control de lo acontecido.” De esta manera, en síntesis, la elegancia de la obra estará, en parte, sostenida por el correcto entendimiento y control de la psicología, que facilitará la comprensión de lo ocurrido en las mentes de los implicados, permitiendo un mayor control de los eventos. Se concluye que: “La psicología, su comprensión y aplicación, posibilitarán al usuario a comprender su entorno, a su opositor y a sí mismo, proveyéndole de elementos y útiles que complementarán su obra aumentando su posibilidad de éxito y potencial.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 786 - La atención: Con base en el estudio de Christopher Chabris y Daniel Simons, en su trabajo experimental: “The invisible gorilla” (universidad de Hardvard, 1999), podemos entender que la capacidad de atención humana está sesgada por el condicionamiento que producen, colateralmente, los eventos esperados. Dicho experimento arroja luz sobre como la focalización en la búsqueda de unos patrones determinados, dentro de un conjunto de estímulos, hacen al sujeto estudiado aislar de la percepción consciente aquello que no tenga una relevancia aparente para la obtención de los resultados pretendidos. Un ejemplo de esto es el propio experimento en cuestión: En él se le pregunta a unos individuos, ajenos a la intención, cuantos pases de balón harán unos sujetos vestidos de blanco. En la escena que se les presenta, hay individuos vestidos de blanco y de negro, pasando el balón entre unos y otros. Durante el periodo en el que los estudiados observan la escena, un gorila o similar aparece en el plano, transita por él, se detiene en el centro y continúa la marcha hasta desaparecer. Tras la observación de la escena, se les pregunta a los observadores sobre eventos acontecidos al margen del balón o personas de blanco. El resultado es que un porcentaje cercano a la mitad no advirtieron la aparición y presencia del inesperado gorila. En el contexto esgrimístico, que concierne a este volumen, este fenómeno emergente, llamado científicamente “ceguera por falta de atención”, arroja una serie de premisas y conceptos que son aplicables a la forma en la que se mantiene el foco de atención en el opositor: Una vez los estudiados son informados de la aparición del gorila y en una nueva revisión de la escena, rápidamente son conscientes de la aparición de este, mostrando una superlativa sorpresa por no haber percibido un fenómeno tan evidente, quedando así patente la magna ilusión de atención que genera el esfuerzo por encontrar patrones. En contraste con lo empíricamente experimentado, la mayoría de los individuos sobrestiman sus verdaderas capacidades perceptivas, cuando de forma descontextualizada son preguntados por su capacidad atención y sus posibilidades de percibir y entender los detalles de lo acontecido. “La atención a la obra opositora, habrá de ser focalizada en la resolución de aquello que acontezca, mas nunca deberá se deberá esperar una determinada acción u obra, pues la atención agente se centrará en la búsqueda de un patrón concreto, quedando la cognición sesgada, perdiendo la perspectiva y rápida respuesta a lo inesperado.” Es importante entender la diferencia entre eventos verdaderamente inesperados y eventos esperados sorpresivamente acontecidos: Eventos inesperados: Aquellos sucesos que no son previstos ni posiblemente configurados o advertidos en las previsiones hipotéticas de un futuro. Que no se pueden prever. Eventos esperados y sorpresivos: Aquellos sucesos que acontecen eventualmente sin conocer el momento y que estaban dentro de los posibles o previstos. Que se puede prever mas no se pueden datar. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 787 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Por ende: Para la correcto acondicionamiento al ejercicio esgrimístico laserino, habrá de entenderse que el estudio y práctica se centrará en la acción y reacción ante eventos y circunstancias, que acontecen de manera eventual y sorpresiva, para los que habrá que estar preparado, conociendo idiomáticamente el máximo repertorio de posibilidades y obras que faciliten el reconocimiento y lectura del momento idóneo para la obra, sintácticamente coherente con la semántica intencional. Cuando la atención se ha de focalizar en una variedad de elementos mayor a la capacidad de percepción y/o compresión de estos, se genera el aturdimiento. Esto dará como resultado, que una saturación de elementos técnicos dispuestos con eficiencia y coherencia, así como evitando la exposición agente innecesaria, haga colapsar la cognición consciente del paciente, reduciendo la efectividad de su atención a momentos concretos de la frase de armas, permitiendo que este pierda el foco en detalles y/o elementos de los que el agente se podrá aprovechar sin que dicho paciente sea consciente de su existencia. Esto afectará sobre el ciclo OODA en su fase de orientación, dificultando la capacidad de asimilación de los eventos observados. Igualmente, será útil para el agente conseguir que su paciente dirija su atención a elementos que no estén sobre el diámetro común, facilitando con ello que su foco quede desfasado de este. Esto dará lugar a que el agente quede posicionado sobre una transversal del paciente, dado el desfase de este último. La sencillez agente será un elemento fundamental con el que mover la atención del paciente, pues este tenderá a entender la sencillez agente como su principal objetivo ejecutivo. Por tanto, la reubicación de la sencillez llevará aparejado el movimiento del foco paciente, efecto que justificará ciertos antagonismos de intención y guardias con la rectitud en posiciones radiales varias. “La sencillez agente será el principal elemento sobre el que recaerá la atención del paciente.” La atención humana tiende a orientarse en los elementos dinámicos del contexto. Esto es necesario de ser entendido y aplicado por el agente, posibilitando así llamar o relajar la atención del paciente hacia elementos concretos, gracias a generar movimiento o estaticidad en ellos, respectivamente. Será así que la sencillez o la mano no hábil agente serán objeto de atención, por parte del paciente, cuando esta esté en movimiento. De la misma forma, la atención paciente sobre ellas se relajará cuando queden estáticas. “El movimiento de un objeto será un factor que aumentará la atención sobre él.” Cabe mencionar que el humano estándar sufre más dificultades atencionales conforme su edad aumenta. Se puede entender, por tanto, que un paciente con una mayor longevidad tenderá a desfasar su foco con más facilidad ante estímulos contextuales. No obstante, esto también implicaría que este mismo sujeto tendrá una mayor capacidad de advertir elementos de su entorno, que conjugado esto con la experiencia, podría dar lugar a elementos susceptibles de usar a su favor. Por tanto, la edad sin experiencia hará compleja la focalización, sin embargo, la edad junto a la experiencia hará más amplio el campo de la percepción, así como se posibilitará una más acertada decisión reactiva. En conclusión: “Será la atención un elemento que mantener por el agente y que sustraer del paciente.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 788 - La intención proactiva tras la faz defensiva: El agente deberá presentar una faz conservadora, relajada, sosegada y reactiva, mas dominará el asalto por medio de la proactividad, del sostenimiento de la iniciativa y de su destreza dispositiva. “Con faz sosegada se mantendrá la iniciativa.” Centrará el agente su atención y obra en disponer a su paciente para la culminación de la intención deseada, o aprovechará el error que pueda cometer su opositor durante el proceso, para reaccionar a él con una elegante, clara y precisa obra ejecutiva. “Sobre la pretensión de disponer en desventaja al paciente, se obrará ante cualquier oportunidad.” Mantener la intención proactiva tras la faz defensiva es un concepto que se basa en la eficiencia superlativa de aprovechar la flaqueza de quién no conoce que la posee. Así pues, durante la consecución de una frase de armas, frente a un paciente con intención ejecutiva, será óptimo valerse de los medios, antagonismos, tratativa y disposiciones de ventaja, para hacer que la intención paciente no culmine y sea esta la que regale la oportunidad, que a tiempo o tras tiempo, aprovechará el agente experimentado para la ejecución o supresión. “Será ideal aparentar ser conservador, mientras se propician y observan los errores pacientes” Cuando es el paciente quien se doblega a mitigar o neutralizar la intención dispositiva agente, aparentemente inerte, ha de estar focalizado en la reacción ante esa contundente proactividad agente. De esta manera, si es el agente quien se mantiene la cadencia dispositiva, poseerá el control de la frase de armas o del grado sin exponerse, pues será quien esté dictando y decidiendo sobre la dirección semántica del paciente. Así pues, sin intención ejecutiva o sin necesidad de encontrar la vía abierta, tarde o temprano, aparecerá la oportunidad. “Mantener la iniciativa desde la aparente pasividad facilita la concepción de la obra y el aprovechamiento de la oportunidad, dificultando la previsión paciente de lo que pretenda el agente.” La superación de la igualdad: En un contacto, concretamente en el momento del asalto, cabe la posibilidad de encontrar a un opositor paciente que tenga una equivalente capacidad de resolución, incluso que conozca en profundidad la eficiencia de la intención dispositiva. Esto dilatará considerablemente la dimensión temporal del asalto, y con ello, tenderá a igualarse la oposición. “Cuando la capacidad e intención dispositiva de los opositores sea semejante, se extenderá la duración del asalto.” Será crucial que sea identificada la posibilidad de parcial igualdad de capacidad dispositiva, a la mayor brevedad posible, incluso antes de que comience el asalto en sí. Con ello se dará lugar a que el repertorio del agente cambie para compensar la igualdad, y evolucionarla a un estado en que se use la sorpresa y la obra más allá de la aplicación estrictamente física. Para la supresión de la igualdad será necesario tener una percepción lo más veraz posible de la actitud, intención y repertorio del opositor. De esta manera, el agente podrá usar recursos no convencionales para sobresalir y determinar la condición de los medios. Será mediante esta tendencia impredecible, que el paciente no podrá adueñarse y dominar la entropía del asalto, quedando a merced de un agente que estará obrando haciendo uso de un repertorio ajeno a lo conocido por el paciente, dificultando e impidiendo su respuesta. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 789 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA “Cuando el agente se entienda en igualdad de capacidad ante el paciente, deberá adaptar su repertorio, haciendo uso de recursos no convencionales, que lo conformarán como claramente diferenciado.” Una vez el agente se cerciore que el paciente entiende lo que está sucediendo, dicho agente usará eventualmente y de manera aparentemente aleatoria recursos convencionales geométricos, haciendo que sin pretender una faz distinta a la intención, el paciente obre en contra de su intuición por inercia y condicionamiento. De esta manera el paciente no podrá tener pleno control en la previsión de los recursos que el agente va a disponer, y con ello, comenzará a dudar de la viabilidad de su propio repertorio, haciendo que comience a tomar decisiones contradictorias que dificultarán la coherencia entre la preparación, disposición y continuación de su propia obra. “El agente deberá volver al repertorio técnico convencional, de manera eventual y aleatoria, cuando crea que el paciente es consciente de su tendencia no convencional, facilitando la confusión dificultando la previsión por parte de un paciente que es consciente de la situación.” Los límites de la obra no convencional estarán sustentados, en su base, por la más sencilla acción básica, y quedarán en su amplitud máxima sin restricción alguna, más allá de la imposición de la honestidad y coherencia. Siendo así, la obra se podrá llevar a cabo de una manera no convencional con recursos convencionales, e igualmente, se podrá obrar de manera convencional en un punto del tiempo en que no sea previsible esto. Los recursos no convencionales más eficientes, por tanto, será elementos que pretendan la interacción geométrica, dinámica o semántica normal, solo que resultarán extraños al ser llevados a cabo en un contexto en el que no son habituales. “Cualquier elemento técnico o sensorial obrado en un contexto diferente al habitual se convertirá en no convencional.” Todo lo anteriormente mencionado está sostenido en la concepción del pensamiento lateral, que condicionará al agente, conocedor de sus principios y postulados, para realizar una aplicación no convencional del repertorio idiomático, sintáctico y semántico esgrimístico en su poder. Por tanto: “Que a un opositor, aparentemente igual, se le enfrentará con las particularidades posibles, magnificándose la dimensión y potencial de estas.” La sorpresa como recurso y obra: “Cada uno de los eventos inesperados por el paciente serán una fuente de supresión de este, quedando dicho individuo a merced de la obra inesperada del agente y sometido a sus condicionantes.” Los eventos inesperados por el paciente podrán ser recursos agentes de índole técnica, como la obra de unos compases inesperados o la acción sorpresiva sobre el control del arma. También podrán tener una índole estrictamente sensorial, revelándose la utilidad del sonido, de la supresión del fulgor de la hoja propia o de la obra a tiempo de otros eventos contextuales, como música o pulsos de iluminación recurrentes. Esto último hará que el paciente quede vulnerable y plenamente sugestionado al creerse capaz de predecir la obra agente, en los momentos clave donde anteriormente se ha obrado previsiblemente. Quedará así el agente en ventaja al romper deliberadamente una tendencia o correlación entre su obra y el contexto. Será eficiente hacer que el agente obre y actúe de manera reiterada de manera previsible, dando lugar a que el paciente crea entender los eventos que tendrán lugar. De esa manera, el agente dispondrá de la posibilidad de sorprender proactivamente al paciente, al romper la tendencia prevista, obligando a dicho TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 790 - paciente a orientar su potencial intelectual a la creación de nuevos patrones, pretendiendo averiguar la nueva tendencia. Momento en que el foco atendido del paciente tenderá a desfasarse sutilmente, intentando adquirir información de otros elementos adicionales. Igualmente, la capacidad de reacción de dicho opositor se verá mermada pues no tendrá preparada una obra, pues la que tenía preparada ya no será perfectamente eficiente. “Resulta eficiente acostumbrar al paciente a ciertos eventos predecibles, disponiendo así el paciente de la sorpresa al romper la rutina inicialmente mostrada.” Los eventos o los recursos inesperados, usados por el agente contra el paciente, tendrán un potencial notable cuando sean dotados de una semántica en caso interruptivo, siendo así eficientes para detener la obra del paciente sin necesidad de la exposición agente. “La sorpresa complementará el caso interruptivo de la obra.” Estos recursos, como acciones u obras que son llevadas a cabo, generarán un determinante impacto sobre la moral del paciente, siendo un elemento fundamental para condicionar a este a estar atento a dichos eventos en vez de al resto de los factores del asalto. Igualmente, presentando una faz que genere una disonancia contextual, el paciente podrá ser sorprendido y sugestionado por el imprevisto, al actuar u obrar el agente cualquier cosa que no tenga aparente coherencia con la faz presentada. Por ende: “El agente habrá de tener en cuenta aquello que el opositor pueda obrar o dejar de obrar de manera imprevista.” El reflejo imitación: “El reflejo de imitación es una tendencia natural a mostrar una actitud igual o complementaria a la mostrada por otro individuo con el que se interactúa.” Es propio del instinto social humano, adoptar o verse condicionado por la actitud e intención de aquellos que nos rodean. Esto no es distinto en un entorno marcial, donde son humanos los implicados, y por tanto, quedan sometidos en cierto grado a la faz de su opositor. Así pues, presentar una faz idéntica a la actitud que se pretende que adopte el paciente, resultará un recurso fundamental para establecer un control sobre la dinámica de intención y obra de este. Por muy diestro que sea el opositor, se verá afectado cuando el agente presente y muestre faz y actitud concreta, siempre que esta resulte suficientemente sostenida y creíble. “Todo tirador estará condicionado por la actitud de su opositor, tendiendo a imitarla o complementarla de manera subconsciente.” Existirán dos formas de reaccionar ante la faz del opositor, en ambas dos, se quedará condicionado, en mayor o menor medida. Generando la imitación: El agente presenta una faz y el paciente, instintivamente, comienza a mostrar una similitud con la faz agente, quedando a merced de este y de su obra preparada y coherente con el susodicho evento. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 791 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA En la práctica, el agente deberá generar un recurso que le resulte seguro, como parte de la preparación de su obra, pretendiendo que el paciente lo obre a continuación, al recordar su existencia o ser consciente de su utilidad en un determinado contexto. Para aprovechar eficientemente la imitación, el agente actuará una faz que haga imitar aquello que deje al paciente en desventaja. Esto deberá tener lugar buscando que el medio en que se muestra lo que se quiere que el paciente imite, sea distinto que el medio en que el paciente lo imitará. De esa manera el agente generará un recurso, en un medio seguro para él, pretendiendo ser imitado. Por otro lado, el paciente, al observarlo e imitarlo más tarde, lo hará en un medio que el agente ya habrá cambiado, quedando expuesto a la intención agente. Luchando contra la imitación: El paciente luchará contra la imitación cuando es consciente de la treta y del recurso usado por el agente, y con ello, destina parte de su potencial a resistir el reflejo de imitación. Siendo así, que relajará aspectos más fundamentales de la geometría o psicomotricidad, reduciendo con ello el medio al perder la capacidad de reaccionar y o actuar una faz con solvencia. Si un agente es consciente de esto, se podrá valer de ello para entorpecer los elementos biomecánicos que dan soporte a la eficiencia de la obra paciente. De manera práctica, el agente dispondrá un recurso en un medio que le resulte seguro y que pretenda evitar en la obra del paciente, quedando preparado para obrar en el momento en que el paciente esté condicionado por resistir la tendencia natural a imitar. El agente habrá de evitar presentar una faz acorde a la intención que no deseamos del paciente. O sea, que el agente no deberá de obrar aquello que específicamente no quiera que obre el paciente, pues estará refrescando su memoria y recordando la existencia y uso de dicho recurso. En caso de que un agente obre un recurso que no estuviese en el repertorio del paciente, se genera una desventaja agente asociada a la imitación del paciente, y con ello, una repentina perdida de la eficiencia de la obra agente. No obstante, si la expresión de una faz en concreto va ligada a la acción inmediata, esta podrá tener lugar, pues se precisará de una exposición mantenida para que este reflejo de imitación tenga efectos notables en la disposición física o en la presentación de la guardia. “No se expresará lo que no se pretenda debatir.” También existirá asociado a la imitación, un reflejo de predicción, siendo que cualquier paciente, tras una segunda obra idéntica por parte del paciente, será inconscientemente sometido a la creencia de que tendrá lugar una tercera. Su cuerpo se dispondrá para ello, y por esto, el agente deberá evitar la obra consecutiva triplicada, pues quedará en clara desventaja ante un paciente que preverá la tercera de las repeticiones. La intención y la tensión de esta como recurso: En la Esgrima Láser, por no poder atender a un atajo extendido en el tiempo, se ha de jugar con la intención y carga semántica de las obras para evitar que el paciente se percate de aquello que va a tener lugar por parte del agente. De esa forma el movimiento y el uso consciente de los elementos de la guardia, como la rectitud, el torso y la planta, determinarán la predicción de nuestro ejercicio de oposición. A esto se le sumarán elementos como la expresión facial, actitud frente a terceros y condición de su equipo portado. “Será preciso entender al opositor por la prueba empírica de todo aquello que expresa, intencional o descuidadamente, evitando así el juicio asociado a la idealización de su capacidad o repertorio técnico.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 792 - En el marco del asalto, será la reubicación constante de la hoja y su rectitud la encargada de mantener la incertidumbre en la obra de aquel agente que pretenda una faz que confunda a su opositor. De ese modo se entorpecerá el control paciente y la reacción de este, así como la potencial preparación de la obra. Por otro lado, esa misma reubicación también posibilitará la obra oculta de la oclusión, atajo o de su libramiento, que quedará disperso en una aparentemente cambiante intención. “Habrá el agente de ser siempre ilegible e impredecible en su acción, teniendo solo él clara su próxima obra.” Pretender no ser previsto determina y condiciona el uso de distintos casos de la obra y los integra en el desarrollo de cada una de las frases de armas. Necesitando la obra de no quedar clara en la expresión de la semántica del agente, pues de lo contrario, el paciente podría preparar la obra reactiva, orientada a antagonizar cualquier segunda intención. Esta oposición paciente, basada en la previsión, no solo evitaría el éxito de la obra agente, sino que ocultaría la posibilidad de error por parte del paciente. “El uso agente de los distintos casos de la obra dificultará la previsión por parte del paciente. A parte de lo anteriormente mencionado, la intención original de una obra tendrá una tendencia natural, que marcará su cambio entre la pasividad reactivo-defensiva y la total proactividad, necesaria esta para el control de la iniciativa en una intención ejecutiva. Así pues, esa tendencia de la intención dependerá de dos cosas: La intención por la propia voluntad del individuo: Esto marcará como el interés en que el conflicto tenga una resolución u otra y modificará la intención de un sujeto. Hará esto que sea la propia elección voluntaria la que relajará o tensionará la actitud de un individuo. O sea, que la intención de un individuo podrá tener un origen en su propia voluntad, haciendo que este pueda presentar distintos propósitos de manera voluntaria. La intención por las circunstancias: La presión generada por las circunstancias, será el resultante del conjunto de eventos y estímulos contextuales, que harán que la intención de un individuo cambie obligado por la necesidad de mantener su integridad. O sea, que la intención de un individuo podrá tener un origen contextual, haciendo que sea el subconsciente de dicho individuo el que quede condicionado por el contexto, determinando su intención. Será así que aparecerá el concepto de tensión intencional, siendo esto la propensión del un sujeto a resultar ejecutivo, ante la idea consciente o inconsciente de estar en peligro, que puede tener un origen y condicionamiento voluntario o resultado de la presión de las circunstancias y de la oposición. La tensión intencional: “La tensión intencional es la tendencia consciente o inconsciente de un tirador a aumentar o disminuir la carga ejecutiva en su intención y/u obra.” Esta tensión intencional estará generada a partir de la idea de que un tirador pretende preservar su integridad propia, asumiendo que esta se posiciona por delante de los intereses de su opositor. Por tanto, esta tensión podrá ser creciente o decreciente, según ascienda la necesidad de concluir el asalto o se relaje el estrés percibido, respectivamente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 793 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA “La tensión intencional será percibida como el volumen de la necesidad de cambiar la intención para adaptarse a una situación que hace insostenible la intención inicialmente mostrada.” Esto puede dar como resultado que un agente, que sostiene una intención plenamente dispositiva, o incluso defensiva, pueda verse obligado a pretender la ejecución sobre un paciente, al percibir una notable y creciente desventaja, desde la que se prevé una imposibilidad para evitar la exposición a la ejecutiva de su opositor, cambiando la intención de defensiva o dispositiva, a ejecutiva, producto de la tensión intencional creciente. “Los casos semánticos de la obra tienden a restringirse y reducirse al caso efectivo conforme aumenta la tensión intencional.” Igualmente, la tensión intencional puede ser decreciente, haciendo que un agente que inicialmente presentaba una intención ejecutiva para ser rápido en la conclusión del asalto, evite la exposición que la obra ejecutiva tendría asocia y adopte una intención dispositiva. En ese caso en que la tensión disminuye, la exposición será considerablemente menor, donde la ejecución y conclusión llegará de forma relativamente segura por demérito o error de su opositor. Así pues, la tensión intencional decrecerá y la adaptación de la intención al contexto hará que el entorno se muestre y perciba como doméstico, en principio. “Los casos semánticos de la obra, distintos al efectivo, ganarán usabilidad y funcionalidad conforme decrezca la tensión intencional.” La tensión intencional estará condicionada por distintas actitudes del agente y eventos emergentes, que posibilitarán tras su estudio, la acción voluntaria de elevar o relajar la tensión intencional de su paciente, o al menos, facilitarán la percepción o predicción del estado tensional en la intención de este. “Con el control de la tensión intencional del paciente, el agente podrá controlar la expresión técnica de este.” Eleva la tensión intencional: - Evitar la obra libre del opositor, ya sea el movimiento de su arma, de su anatomía o sobre el plano inferior. - Ceñir el diámetro común del medio. - La disposición de los medios sobre un espacio del área que esté aledaño al límite de esta, siendo marcadamente mayor el crecimiento de la tensión cuanto más perímetro de dicha área esté en las cercanías del sujeto. - El interés de concluir el asalto de una manera eficiente y rápida. - La percepción propia y sostenida del fallo en el cálculo de la dimensión de los medios. - La faz agresiva. - La privación sensorial. Decrece la tensión intencional: - La causa libre hará entender al paciente opositor que no está presionado por la intención agente. - La extensión del diámetro común. - La disposición de los medios sobre un espacio abierto del el área. - El desinterés por la conclusión del asalto. - La seguridad en la medición de los medios. - La faz relajada. - La facilitación de estímulos sensoriales. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 794 - En síntesis: “Habrá una relación directamente proporcional entre la sensación de libertad en la elección de la obra y la tensión intencional.” En general, cuando el agente dé lugar a una percepción de libertad del paciente, hará decrecer la tensión intencional en este. De esa manera, también se generará el efecto del contraste entre la tensión percibida en dos momentos distintos del tiempo. Se creará una sensación de relajación de la tensión intencional cuando se eleve rápidamente esta e igualmente decrezca a continuación, haciendo que aquel que experimente una determinada tensión, tenga una percepción menor de la misma tensión tras volver de un estado más elevado. “La tensión intencional presente será percibida en relación a la anteriormente experimentada.” Exponer a un paciente a una tensión intencional extrema y relajarlo de manera repentina, será un recurso funcional, para generar control psicológico sobre el paciente. Un paciente con una alta tensión intencional, al exponerse a un crecimiento muy elevado de esta tensión y un posterior decrecimiento en la misma proporción, podrá relajarse por los efectos del contraste, haciendo que este paciente tenga la sensación de estar sometido a una tensión inferior a la inicial, pese a no ser así. Momento en que se generará una disonancia contextual entre lo percibido por el paciente y aquello que obrará el agente aprovechando distensión intencional paciente. “La distensión intencional es el efecto relajante percibido tras superar una exposición a una tensión intencional notable.” Cabe mencionar, que un tirador deberá huir de percibir tensión intencional. No obstante, provocar tensión intencional será esta un recurso fundamental para el movimiento voluntario de los medios, así como para determinar la naturaleza de la interacción de las masas de los tiradores. Esto tendrá lugar al generar el agente un punto, en los medios o en el área, donde la tensión intencional se note creciente, que al ser advertido por el paciente, le hará huir del tránsito por él. “Todo tirador deberá evitar someterse a la tensión intencional, usando a su favor la percibida por su paciente.” Para la optimización en el uso a favor de la tensión intencional, será preciso mantener una faz equilibrada, que muestre un cierto grado de neutralidad al opositor, dejando la posibilidad de elevar o decrecer su tensión. Esto será lo más eficiente, al ser ideal una máxima amplitud dinámica en la intención del opositor, capaz de ofrecer al agente la posibilidad de elevarla o relajarla a voluntad, teniendo más elementos de control sobre su paciente. El paso y ángulo de ataque con proporción a la intención ejecutiva: El paso de ataque, siendo este el ángulo formado por el cateto real y la hipotenusa real, determina eventualmente y de forma inversamente proporcional a su amplitud, la intención ejecutiva implícita en aquel que dispone el cateto real. Esta sentencia determina que: “El ángulo formado entre la línea que seguirá el arma con la parte con la que se pretenda ejecutar, y la línea formada entre la sencillez armada agente y el objetivo ejecutivo, será más agudo cuanta más intención ejecutiva u ofensiva contenga el agente en su obra.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 795 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Explicado de manera complementaria: “El ángulo de ataque será más agudo cuanta más intención ejecutiva esté implícita en la obra que lo crea.” Esto deriva del estudio de las hojas láser y su naturaleza atribuida de forma figurada. Se entiende que cuanto mayor es la determinación en obrar una acción ejecutiva sobre una línea parcialmente cerrada por el paciente, mayor será el riesgo asumido por el agente, así pues, tendrá que ser justificada la acción por la intención ejecutiva implícita. Además de esto, la geometría arroja un dato de considerable valor referente al estudio y observación de la predisposición e intención del paciente. Cuando se pretende ejecutar sobre un punto concreto, se tiende a implementar un participio accidental a la trayectoria de la hoja, siendo esta la responsable tanto de aumentar la dimensión del medio proporcionado donde se ejecuta, como de agudar el ángulo de ataque. “El participio de accidental de la acción de un arma en la obra ejecutiva tenderá a ser testigo de la intención ejecutiva proactiva implícita en el agente.” El grado superlativo de la manifestación de la intención ejecutiva tendrá lugar en la conclusión de túnel, donde la intención ejecutiva desmedida de uno de los dos tiradores implicados, hará posible la ejecución desde un medio proporcional en la zona de Hawking, siendo necesario para esto, la obra ejecutiva exactamente a tiempo de ambos y reduciendo el paso de ataque a cero. Será esto un elemento de juicio para determinar la naturaleza irracional, desmedida o vulgar de aquel tirador que pretende la ejecución en causa libre, con un nulo paso de ataque. No obstante, se habrá de vigilar el juicio hacia los tiradores, pues uno de ellos podrá ser un conocedor de esta eventualidad y haber obrado de forma absoluta al unísono, aprovechando una ventaja de medio o real. El condicionamiento dinámico: Pese a buscar una esgrima de uso y función universal, los aspectos paralelos a la causa estrictamente técnica sesgan los matices y colores propios de cada dinámica de trabajo y estudio, sea esta el sparring con propósito instructivo o el duelo como fin último del tirador. “La expresión esgrimística se ve condicionada por aspectos adyacentes de ella, por influir estos en el proceso de la información por parte de los tiradores.” Las dinámicas implícitas en cada uno de los posibles escenarios, propios del ejercicio de la Esgrima Láser, determinan de forma consciente e inconsciente la naturaleza de los elementos encontrados en el asalto. Teniendo esto en cuenta, debemos conocer que: “En el desarrollo del sparring de estudio, siendo una dinámica ligera, la tendencia natural e involuntaria de los tiradores será la de ceñir los medios proporcionales, centrar en ellos el grueso del debate implícito en el asalto, tendiendo a despreciar el valor del mantenimiento del medio de proporción y su tratativa.” La tendencia a restar importancia a aquello sucedido en una distancia mayor a la del medio proporcional, se debe a la confianza destilada de la comedida fuerza impuesta a las armas, tanto propia como ajena, que limitará el potencial lesivo real, dada la necesidad de usar el asalto como una herramienta docente y/o autodidacta de desarrollo técnico. Quedará así el medio de proporción considerablemente desprovisto de la inercia e imposición de la que requiere la obra en su dimensión, y por tanto, perderá colateralmente relevancia por la propia naturaleza de la dinámica. “En el contexto estrictamente doméstico, propio del estudio, el medio de proporción y su tratativa deberán ser tenidos en cuenta para facilitar la actividad preparatoria plena.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 796 - Por otro lado, el sparring pesado, aporta una obra de fuerza e inercia sin límite, donde el valor del medio de proporción estará más presente, permitiendo a este que exista en una dimensión más ceñida de la que realmente se puede conjugar de forma objetiva. No obstante, la sensación de estar en un contexto doméstico en el que no existirá consecuencia alguna por el error, limitará la perspectiva autocrítica, dándose un fenómeno de distensión y abandono técnico entre los menos experimentados, y permitiendo una espontánea obra de fortuna menos precisa en la aplicación de las fuerzas, pues no habrá un condicionamiento percibido hacia la dependencia de la obra coherente en la acción-reacción. “En el contexto de estudio plenamente doméstico, el tirador escasamente experimentado tenderá a relajar la aplicación técnica, dado que no sentirá la necesidad de someterse a ella.” En duelo, aparecerán los limitantes propios de la responsabilidad hacia uno mismo, ciñéndose la imposición superlativa de fuerzas, a las acciones ejecutivas más directas, y midiéndose con precisión, consciente o inconsciente, la energía en la obra dispositiva. Quedará en un segundo plano la obra defensiva y, por tanto, la intención pasiva asociada a ella, pues en un contexto donde se pretende presentar la mayor oposición viable, no tiene lugar, mas será usada como complemento dispositivo y de control psicológico del paciente. Un aspecto también condicionante es el repertorio técnico y la aparente necesidad de ceñirse siempre a él, ya sea en el asalto de sparring o en duelo. “Nunca deberá un tirador de despreciar el valor de un recurso por no ser plenamente eficiente, pues el valor de una determinada obra queda determinado por el contexto en que se lleve a cabo esta.” Basar toda la obra propia en conceptos estrictamente geométricos, dinámicos y funcionales puede dar lugar a un sesgo, en que se dejan de valorar recursos menos eficientes, que en según que contextos pueden ser plenamente efectivos. Es por ello que no se debe caer en la falacia de hacer uso únicamente de la técnica académica, pues existirán obras y actos que podrán dar lugar al éxito sin resultar plenamente ortodoxos. Es con ello que se ha de entender que un tirador experto también deberá de poseer un repertorio técnico centrado hacer uso del engaño, la faz, el trabajo con la psicología del opositor y con su etología. No por ello se ha de despreciar el compromiso al que puede quedar expuesto un tirador con el uso de estos últimos, pues este agente, pese a usar un recurso ineficiente o de dudoso valor técnico, siempre deberá sustentar su obra en evitar perder el control de lo presente. “Todo recurso que ofrezca el éxito sin riesgo, será eficiente en un contexto concreto.” Es importante entender que todo tirador, mientras no esté ampliamente experimentado, tenderá a relajar la aplicación técnica en contextos donde crea peligrar su integridad física, su integridad psicológica o su imagen pública. Por ende, en duelo, la psicología del tirador debe de hacer un esfuerzo consciente para mantenerse ajeno a su impulso de usar recursos instintivos, pues se tenderá a recurrir a ellos de manera subconsciente. Esto es así puesto que es ante la sensación de peligro cuando se activan ciertos mecanismos fisiológicos, que condicionan a la mente para actuar de manera impulsiva. Es por ello que el tirador deberá someterse y exponerse al contexto no doméstico, donde experimentar y acostumbrar a su psicología a obrar de manera racional, consciente y técnica en situaciones de estrés. “La aplicación técnica racional tenderá a decrecer ante la percepción de peligro, siendo necesaria la exposición al contexto no doméstico para minimizar este fenómeno, tanto por decrecer la aparición del estrés, como por habituarse a obrar bajo sus efectos.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 797 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA El estrés: “El estrés resulta ser la respuesta fisiológica de un individuo condicionada por una situación percibida como demandante o desafiante.” El estrés, es un elemento presente en cualquier desafío, pues será la reacción natural del cuerpo para la preparación de una determinada acción no cotidiana, alejada de lo habitual o fuera de control. Esto determinará la condición de un individuo, desde el punto de vista fisiológico, y facilitará o dificultará la resolución de los eventos emergentes, dependiendo de la capacidad del sujeto para administrar y controlar dicho estado de estrés. Dependiendo de la forma en la que el estrés afecta al individuo, se podrá diferenciar en dos grandes catalogaciones: eustrés y distrés. Eustrés: El eustrés, dentro del campo esgrimístico, se ha de entender como el estrés generado de manera natural, ante la exposición a un evento no habitual, identificable y concreto, que condicionando al individuo psicológica y fisiológicamente, aporta ventajas para el acontecimiento. El eustrés generará una condición de satisfacción en aquel que se exponga a él y supere sus condicionantes. Así pues, puede ser una herramienta pedagógica si es orientada por el docente al condicionamiento y recompensa del sujeto paciente. Distrés: El distrés se trata de aquel estrés que no aporta al individuo ventaja alguna para contender con un evento previsto o presente, así como dificulta asimilar un evento pretérito. En ocasiones, el distrés puede tener un origen difuso o desconocido, sin una causa plenamente identificada o justificada. Dentro de esta faceta restrictiva del estrés, existen tres catalogaciones condicionantes de este, dependiendo la profundidad con la que el sujeto padece el susodicho condicionamiento: Estrés agudo: El estrés agudo será aquel estrés generado en base a una reacción a la exigencia o presión puntual y concreta. Su duración es controlada o estrecha, así como fácilmente controlable, tanto por el sujeto paciente, que lo sufre, como por un agente que pueda tratar a dicho individuo. Estrés agudo episódico: Estrés agudo episódico se denomina a la repetición continuada del estrés agudo. Esto dará lugar a que un sujeto, condicionado por este, genere una pérdida de control de los eventos que le rodean y acontecen. Estrés crónico: El estrés crónico resulta ser la exposición constante al estrés, que un individuo es incapaz de gestionar, afrontar o superar, y que por tanto, condiciona total o parcialmente cualquier actividad presente o futura, así como distorsiona los eventos ocurridos en el pasado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 798 - En el aspecto general de la esgrima y en particular de la Esgrima Láser, desde un punto de vista habitual ajeno al duelo eventual, el estrés se podrá producir en distintas fases de la instrucción, sparring o interacción entre individuos. Estrés de la fase preparatoria: “El estrés en fase preparatoria será aquel derivado de conocer un reto futuro.” Debido al estrés en la fase preparatoria, se puede producir la ansiedad, que será inquietud, nerviosismo, preocupación, y/o temor por aquello que potencialmente acontecerá. Para la administración del estrés en esta fase preparatoria, y la liberación de la carga y la reducción consiguiente del rendimiento que genera la ansiedad, será interesante orientar la actividad a aquello para lo que la fisiología está preparada o preparándose, ayudando con ello a la administración de la tensión y, de forma adicional, a aumentar la eficiencia de la preparación. Esto es debido a que la condición hormonal del cuerpo bajo estrés tiende a facilitar la adaptación al contexto previsto. Así pues, cuando se sienta estrés por un reto futuro, será eficaz y eficientemente administrado cediendo ante el estímulo fisiológico de preparar la condición propia para el momento de contender con la situación. “El estrés en la fase preparatoria se mitigará identificando y preparando el reto del que emerge el estrés.” Esta preparación puede ser de índole técnica, lógica, teórica o física, siendo necesario el ejercicio general de todas estas facetas del conocimiento, en una coherente medida, para optimizar la preparación y facilitar la gestión del estrés. Fase expeditiva: “La fase expeditiva del estrés hace referencia a aquel estrés generado por el acontecimiento presente y su evolución, siendo la principal fuente de dicho estrés la predicción incierta del desenlace.” Este estrés tiene una naturaleza profundamente ligada a la percepción subjetiva de un determinado reto, así como tienen también concordancia con la repercusión que se puede imaginar que tendrá el éxito o fracaso. La exposición a la situación y contexto particular del asalto lleva aparejada una reacción de estrés, ya sea en duelo o en un sparring donde se genere un interés suficiente por el éxito. Este estrés propio de la intervención activa es compartido por tiradores marciales, por operadores tácticos y por personal expuesto a la tensión del conflicto y sus repercusiones. Se denomina reacción al estrés operacional a un conjunto de manifestaciones fisiológicas asociadas al comportamiento y adaptación fallida psicológica, a menudo transitoria, que puede aparecer en respuesta a los agentes estresantes propios del asalto, operaciones o intervenciones especialmente exigentes del uso de la fuerza. Existen condicionantes que podrán ser agravantes del estrés producido durante el asalto, y que además, podrán complicar el control de este. - Enfermedades psiquiátricas previas - Consumo de alcohol o estupefacientes - Condicionantes de índole personal o social, ajenos a la operación - Experiencia previa acumulada y/o percepción de carencia de ella - Duración e intensidad de la exposición al estrés - Severidad de la exposición - Historial de traumas previos - Grado de confianza en el contexto y personal presente - Factor de resiliencia del sujeto - Grado de entrenamiento técnico del sujeto y percepción de ello TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 799 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA La vía más eficiente para gestionar este estrés en esta fase expeditiva, será la de evitar su aparición, por medio de mecanismos que faciliten la compresión de los eventos presentes y minimicen su repercusión en el sujeto. Será por ello, que el estrés generado en el momento de desarrollar una determinada actividad, será controlado por la comprensión profunda de la naturaleza de la actividad, así como de objetivización del desempeño del sujeto activo. “El estrés en la fase expeditiva se verá minimizado por la relativización de las repercusiones del éxito o del fracaso.” En asalto, los eventos emergentes pueden hacer que un tirador se sienta estresado, tanto por la ventaja adquirida y por la necesidad de mantenerla, como por la desventaja asumida y la necesidad de superarla. Si el tirador en cuestión, elimina el interés de obtener un resultado concreto y se conciencia de la utilidad de generar una situación didáctica, tanto para él como para su opositor, el estrés desaparecerá, permitiendo el razonamiento que facilitará el desenlace ceñido al potencial técnico realmente poseído, tanto por el sujeto agente como por su paciente. “Si no hay interés en el éxito, no se generará estrés por la presión de obtenerlo.” El chiburi del iai es un recurso consciente, llevado a cabo in situ, como descarga del estrés acumulado en la fase expeditiva. Esta obra, permite facilitar la separación de los eventos acontecidos durante el asalto y aquello que suceda tras el ensayo del arma. Para ello, cada tirador adoptará este chiburi como firma propia y particular, llevándolo a cabo de manera explícita justo antes de retirarse del área y asimilar la hoja en el saya. “El chiburi es el mecanismo consciente de control y gestión del estrés, que por medio de una obra u acción del arma, concreta, particular y previa al ensayo, se facilita la discontinuidad en la línea temporal entre los eventos ocurridos en el asalto y las consecuencias de ello.” Este chiburi habrá de tener un significado personal, que oriente al tirador, recordándole que ha de desacoplar las decisiones tomadas de los resultados obtenidos. Así mismo, la obra o acción del chiburi ha ser llevada a cabo siempre de manera consciente, precisa y segura, pues el éxito de su función dependerá de que el tirador entienda en todo momento la finalidad de esta ritualística. Con ello, el usuario condicionará a su subconsciente a entender, como elementos separados, la fase expeditiva y la fase reflexiva del posible estrés acumulado o futuro, facilitando la gestión emocional y prevención del mismo. “El chiburi facilitará la conclusión de los eventos recientes y la asimilación de las repercusiones.” Fase reflexiva: “El estrés en su fase reflexiva es aquel que está derivado de prever, entender y/o exponerse a las consecuencias de un determinado evento.” Todo interviniente en una actividad marcial, sea esta de índole doméstica o no, habrá de evitar la aparición del estrés en la fase reflexiva, pues una vez aparezca, se complicará su gestión. La prevención del estrés en su fase reflexiva tendrá lugar por medio de realizar una actuación marcial ligada a la coherencia y a la razón, en el momento de llevar a cabo aquello que desemboque en la situación que podrá generar el estrés. Para ello, es necesaria una prospección de las consecuencias de cada una de las opciones posibles, y una vez se tenga claro el modo de actuar, hacerlo con seguridad, determinación y coherencia. Esto condicionará al sujeto, que al recapacitar sobre lo sucedido y sus TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 800 - consecuencias, podrá digerirlas gracias a haber obrado de la manera más honesta y consecuente con las herramientas que se poseían en el momento. “Una vez tomada una decisión honesta y coherente, habrá de ser desvinculada de los resultados, pues en estos influirán elementos que no están bajo el control de aquel que decide en el momento que lo hace.” Una vez el individuo esté condicionado por el estrés en su fase reflexiva, será necesario entender que la responsabilidad de la situación actual dependerá de eventos pasados, sobre los que no se tendrá control y de los que habrá de valerse para confeccionar un aprendizaje que, a posteriori, haga más eficiente al usuario. “El estrés en la fase reflexiva se mitigará al usar conscientemente los acontecimientos pasados como base del aprendizaje presente y futuro, propio y ajeno.” Adicionalmente, la reflexión sobre los eventos ocurridos y su concordancia objetiva con la situación actual, auxiliarán al sujeto a administrar el estrés. Dada la naturaleza gregaria del ser humano, será óptima la naturalización e interiorización de los acontecimientos pasados y presentes por medio de la expresión verbal, tanto oral como escrita. Esto dará lugar a la difusión de los eventos, ilustrando a otros individuos, siendo esto un recurso de alivio para aquel que sienta el estrés por lo ocurrido. Igualmente, la necesidad de repasar los hechos y los detalles de los que se componen para plasmar las ideas con el fin de comunicarlas, auxiliarán a un sujeto a digerir los eventos, por la exposición a su reconstrucción, así como la percepción de empatía del aquel que sea el receptor. “Expresar y compartir con moderación lo ocurrido en la fuente del estrés, de manera documental, facilitará la naturalización de los recuerdos y su digestión.” Esta fase reflexiva del estrés será aquella que potencialmente pueda desembocar en un trastorno de estés postraumático, adquiriendo importancia superlativa la prevención, el control y la supresión del estrés tras un evento traumático, sea este originado por el ejercicio de la esgrima, por eventos asociados al ejercicio marcial o por causas ajenas de alto impacto emocional. El cuadro que un sujeto puede presentar al quedar sobrepasado por el estrés propio tras la exposición al asalto, podrá incluir: Síntomas de índole fisiológica del estrés en la fase reflexiva: - Fatiga - Extenuación - Insomnio - Síntomas vegetativos como sudoración y palpitaciones. - Temblor - Hormigueo - Incapacidad funcional de miembros o partes del cuerpo Síntomas de índole cognitiva y cognoscitiva del estrés en la fase reflexiva: - Incapacidad o dificultad severa para tomar decisiones - Falta de concentración - Pesadillas durante el sueño - Pérdida de memoria - Reviviscencia - Pérdida del sentido de la realidad - Pérdida de confianza - Apatía TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 801 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Síntomas de índole emocional del estrés en la fase reflexiva: - Preocupación incontrolada - Nerviosismo - Irritabilidad - Angustia vinculada a determinados estímulos - Miedo - Ansiedad Síntomas de índole conductual o comportamental del estrés en la fase reflexiva: - Incapacidad de completar tareas cotidianas - Distracción y pérdida de la concentración - Descuidos eventuales - Imprudencia a distintos niveles - Falta o relax de la conducta marcial - Aislamiento social - Reacciones agresivas no justificadas - Hiperalerta - Inmovilidad Adicionalmente, se seguirá una monitorización constante del esgrimista, por cuenta propia y/o por parte de terceros, pues como individuo vinculado al contexto marcial, habrá de poseer y mantener una notable estabilidad emocional para el eficiente uso y empleo de las armas. “Un esgrimista laserino habrá de tener un comportamiento honesto y coherente, sostenido en la razón y la comprensión de su entorno, debiendo mantener una clara percepción de los eventos pretéritos, presentes y futuros, evitando con ello la aparición de secuelas derivadas de sus acciones.” El condicionamiento psicológico contextual en duelo: Atendiendo al duelo y su ejercicio, como el fin último de un académico de la Esgrima Láser, independientemente del grado que se ostente y estrictamente como esgrimista, cualquier participante habrá entender la más importante de las particularidades del duelo, que será la tensión inherente en él, a la que se expondrán todos los intervinientes. Dicha tensión, así como los condicionantes psicológicos del duelo, asociados a ella, estarán siempre estará ligados al miedo. “El principal condicionante del duelo será el miedo, independientemente de la fuente o justificación de este.” El miedo estará sostenido en la posibilidad de fracaso o pérdida de algo que inicialmente se posee o se cree poseer. Esto puede ser la reputación, autovaloración o recompensa estadística, entre otras cuestiones menores. De esta manera, un método universal para eliminar la mayoría de los condicionantes y tensión psicológica del duelo será la de desligar los intereses propios del ejercicio esgrimístico, dando lugar a una actividad en la que, hipotéticamente, no habrá nada que perder, y por tanto, nada que temer. “Sin intereses no habrá miedo, sin miedo no habrá condicionante.” Se harán patentes, por tanto, ciertos aspectos concretos propios de la dinámica de duelo, que tendrán efecto en mayor o menor medida sobre la psique de los tiradores implicados, y que deberán ser entendidos y controlados para ser usados en ventaja propia del agente, pues resultarán un recurso adicional con los que oponerse y obrar en contra del paciente. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 802 - La repercusión estadística: Este factor es determinante cuando el ego del tirador está vinculado directamente con sus resultados anteriormente obtenidos en otros duelos. La intención de un agente de mantener las estadísticas, en lo que subjetivamente considera óptimo, será un condicionante que generará presión y responsabilidad sobre el resultado. Será óptimo, por tanto, obtener la seguridad personal y basar la integridad del individuo en su trayectoria de crecimiento, no en su resultado puntual. Será así como el sujeto presionado por la posibilidad de depreciar una estadística concreta se librará del atajo generado sobre sí mismo, pues no tendrá nada que perder, sino una lección que ganar, independientemente de los resultados obtenidos en duelo. Resultará crucial marcar el transcurso del crecimiento esgrimístico de un individuo con una constante llamada a la razón, pretendiendo alejar el instinto de competitividad, condicionando y favoreciendo la experiencia del asalto como un elemento de reflexión y aprendizaje recíproco. El público: Cuando un sujeto es consciente de ser observado, aumenta inconscientemente su sentido autocrítico, pues necesitará reparar en su comportamiento para cumplir las premisas y expectativas que presupone de los observadores. Esto es un mecanismo natural que ha facilitado el mantenimiento del estatus social en culturas y civilizaciones, tanto arcaicas como modernas, y que como entes gregarios, mantenemos subyacente en nuestra perspectiva de nosotros mismos. Así pues, un tirador en duelo público, estará sometido a la presión emergente de estar expuesto al juicio de terceros, a los que se le atribuye instintivamente una capacidad crítica, normalmente mayor de la que disponen. No obstante, el sistema de puntuación del duelo, arroja una medida independiente del criterio esgrimístico, y acerca la autoridad crítica al público posiblemente profano. La experiencia y exposición al evento público mitigará los efectos negativos propios de la exhibición, haciendo entender al esgrimista la escasa relevancia del juicio de aquellos ajenos al asalto, estén presentes o ausentes, pues no tiene valor más allá que el atribuido por el propio ego del tirador juzgado. Así pues, un individuo inmerso en un duelo público, deberá despojarse de su intención de obtener la victoria para facilitar esta misma. Dejará así de sentir la presión contextual de los presentes y se centrará en hacer el papel que sus circunstancias presentes y pasadas le permitan, pensando en representar y ser un oponente capaz de hacer patente el verdadero nivel esgrimístico de su opositor. El silencio: En el contexto de estudio, por lo doméstico del ámbito, se está expuesto a un ruido ambiental capaz de mitigar la percepción de los estímulos auditivos propios y ajenos, algunos de ellos, capaces de ofrecer información útil, sea esta analizada de forma consciente o inconsciente. Por otro lado, en duelo, todo el entorno guardará silencio, y aunque existan sonidos eventuales de diversos orígenes, el tirador y su atención no se verán desviados a la necesidad de entendimiento de expresiones orales de terceros. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 803 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Será así como la falta de estímulos enfatizará la necesidad subconsciente de encontrar patrones sobre los que referenciar y orientarse, emergiendo un fenómeno de aislamiento en que ambos tiradores circunscribirán su atención al opositor. Esto sobrecogerá al tirador inexperto y proveerá de mayor valor a las obras destinadas a la presión psicológica en dirección al paciente. El tirador siempre se mostrará expectante a los sonidos procedentes del público, pues de forma instintiva e inconsciente, podrán ofrecer información de potencial variable sobre su entorno, la condición de su paciente o la propia del agente. Este aspecto es estudiado y entendido como parte del efecto Clever Hans, que fue explicado por Carl Stumpf. La aplicación de este fenómeno psicológico a la etología del opositor dicta que, la actitud del paciente quedará condicionada, en mayor o menor medida, por los estímulos inconscientes provenientes de las reacciones instintivas de los presentes. La oscuridad: Es común que el duelo tenga lugar en un entorno oscuro o poco iluminado, que por la naturaleza lumínica del arma, genera un aderezo dramático que aporta más tensión, si cabe, a la percibida por los tiradores y público. Al igual que ocurre con la falta de estímulos auditivos, cuando los estímulos visuales son escasos, la sensación de aislamiento y foco, aumentan. No obstante, el ser humano usa la vista como principal estímulo para la orientación espacial, y en su defecto, la sensación de deriva o descontrol aumenta, creciendo con ello la magnitud con la que se perciben los eventos emergentes. Además, la vista está condicionada por la constante búsqueda de patrones en lo observado. Al retirarse los estímulos visuales más evidentes, los patrones pueden llegar a ser equívocos y erráticos. Se evitará la exposición constante a un punto lumínico que pueda saturar la cornea y, por ende, producir efectos de ghosting y deslumbramiento en la visión propia. En total o considerable oscuridad, esto se hará manteniendo la mirada a una altura por encima del plano superior del paciente, donde habitualmente estará situada la parte más distal de su hoja y en la que menor emisión lumínica existirá, si esta es de silueta heredada. Se pretenderá disponer el fulgor de la potencia lumínica emitida del arma propia, por su punto de mayor intensidad lumínica proyectada, sobre la posición de la cara del paciente, sosteniendo esa disposición el mayor tiempo posible. Esto dará lugar al SDE, ghosting y deslumbramiento del paciente, efectos con los que reducirá considerablemente la operatividad general, mesura de medios y confort del asalto. En el caso concreto de que el agente esté presentando guardias con disposición recta de la hoja, le será óptimo aumentar o disminuir ligeramente la angulación de la hoja, dejando el hole de la proyección lumínica en una posición distinta de la cara del paciente, facilitando deslumbrarle. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 804 - Se podrá reducir la posibilidad de deslumbramiento propio, con origen en el fulgor agente o paciente, permitiendo una mayor iluminación ambiental, proyectando conscientemente la radiación propia a objetos cercanos que posean un elevado albedo. Es digno de mencionar que en entornos totalmente oscuros, con lluvia y con sus efectos asociados sobre la máscara y sentidos, pueden darse lugar episodios de claustrofobia, debidos a la supresión y obstrucción sensorial y a la falta de referencia espaciales más allá de la hoja propia y opositora. La tensión de los treinta: La tensión de los treinta es un fenómeno que hace referencia a la percepción subjetiva en la que parece aumentar la trascendencia o importancia de lo acontecido, a medida que aumenta la puntuación y/o se reduce la diferencia de esta entre los tiradores. Se podrá observar que un agente capaz de mantenerse al margen de este fenómeno puede eximirse de factores implícitos y sujetos a él. Efectos condicionantes de la tensión de los treinta: - Previsión errada de obras concretas y efectos de ceguera por falta de atención. - Exposición a los efectos adversos de la adrenalina producida. - Replanteamiento del repertorio idiomático. - En ventaja, aumento de la intención ejecutiva sobre el déficit dispositivo. - En desventaja, aumento de la intención ejecutiva, disminución de la intención dispositiva y tendencia defensiva. El método de mitigar la tensión de los treinta y sus efectos es mantener la atención puesta en la obra propia, obviando la ventaja o desventaja existente en la puntuación. Algo que, aplicando los conceptos básicos filosóficos del control y uso de las armas, quedará totalmente bajo control. La desesperación: La desesperación, es un fenómeno que se genera en un individuo al sentir la imposibilidad de hacer frente y salir airoso de una situación. Dicha desesperación lleva al sujeto a obrar de fortuna, irreflexivamente y de manera en la que aumentará su imprevisibilidad de su obra. Para hacer que un paciente no caiga en la desesperación, y con ello mantener un control sobre su intención, habrá de relajarse la presión durante el asalto. Será necesario el uso de la extensión del medio proporcional y se evitará el movimiento consciente de los medios en sentido extraño del paciente. Esto relajará su percepción y retomará el uso de la técnica en su frase y obra, dándose así una exposición sintáctica de la semántica contenida en ella, y por ende, se abre la posibilidad de una más eficiente y elegante obra agente al poder preparar y reaccionar coherentemente a la obra del paciente. La desesperación, al igual que otros efectos de la exposición a la repercusión del duelo, se relajará, minimizará o desaparecerá cuando aquel que pueda verse desesperado entienda que su función real es ofrecer la más eficiente oposición, y no la de obtener una victoria sobre la que se sentirá responsabilidad. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 805 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA De la misma forma, se pueden mitigar los efectos de la desesperación, entendiendo que una diferencia de puntuación tan solo es el producto de una falta de entendimiento en los recursos técnicos usados por el opositor. Esto posibilitará que sosteniendo el estudio del paciente, un agente pueda llegar a observar fallas en la técnica de este, generando así un mecanismo técnico que pueda hacer frente con superioridad a su oposición, concretamente, aprovechando sus flaquezas a favor. La desesperanza: La desesperanza es un fenómeno que hace alusión a la sensación de derrota que puede surgir en un individuo que se entiende incapaz de resolver a su favor una determinada situación. Asociado a esta desesperanza, aparece el abandono y el desinterés por presentar una oposición activa. No obstante, esta sensación no será lineal ni constante una vez aparezca. Será fluctuante el peso que esta tendrá en la obra de un paciente, siendo precisa la previsión de que un paciente aparentemente derrotado, puede hacer uso sorpresivo y desesperado de acciones o frases de armas sin lógica aparente, pues podrá pasar de la desesperanza a la desesperación de manera repentina. Además, un tirador diestro, podría generar una faz de desesperanza para facilitar el ceñido del medio por parte de su opositor. Circunstancia que habrá de preverse, entendiendo que un individuo con una alta experiencia no dejará lugar a que la desesperanza condicione su actitud de forma remarcable. En el agente, se mitigará el efecto del condicionante de la desesperanza, entendiendo el compromiso que se adquiere con el opositor cuando este presenta resistencia, pues será requerimiento para un coherente diestro laserino, presentar siempre la mayor y más eficiente oposición posible. Esto dará lugar a que la desesperanza del agente pueda, incluso, desaparecer, pues dicho agente deberá de entender que su responsabilidad es mantener la oposición, evitando dar el duelo por perdido, dado que eso hará flaco favor al opositor paciente, que ha de tener el beneficio de aprender sobre su propia condición, al dar asalto a la más eficaz y/o eficiente versión del agente. Igualmente, cuando se atisbe una mínima fracción de desesperanza en un opositor paciente, el agente podrá elevarla hasta obtener una clara ventaja. Esto tendrá lugar por medio de la presentación de guardias pasivas, de una faz serena y de la expresión de desprecio y plena superioridad ante la obra paciente. No obstante, cabe recordar, que no será eficiente despreciar literalmente la obra del paciente, pues se minusvalorará y se perderá la posibilidad de aprender de ella, por ello, este acto quedará restringido a una faz. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 806 - El pudor de ofensa: Un ser humano estándar, que posea una capacidad empática regular, posee una innata tendencia a comprender y evitar las implicaciones de la imposición de la fuerza. Se genera así una reticencia natural a la expresión y uso de la violencia sin una justificación emocional que el individuo agente considere válida. Con ello se da lugar a que un individuo sienta pudor y reticencia a manifestar la intención ejecutiva, mientras no esté bajo ciertos efectos fisiológicos emocionales condicionantes. Este pudor es llamado pudor de ofensa y dará lugar a que un individuo sienta dificultada, entorpecida o impedida la obra ejecutiva, cuando se presente la oportunidad de ella y mientras no sienta justificación para ello. El pudor de ofensa o freno de empatía: “El pudor de ofensa será aquel impedimento o dificultad mostrada en la pretensión de ofender, cuando no se perciba un condicionamiento previo que lo justifique.” La justificación que mermará el pudor de ofensa comenzará a generarse de manera natural durante el ejercicio esgrimístico, pues con la exposición sostenida al asalto y a la repetición de este, el agente desarrollará un antagonismo puntual y eventual hacia su opositor paciente, en base a la observación de intención ejecutiva en su contra. Por tanto, el pudor de ofensa irá desapareciendo o minimizándose conforme se observa la oposición al interés propio y la posibilidad de pérdida, ya sea de la integridad propia o de los intereses particulares en los que se basa el asalto. “El pudor de ofensa se irá disipando con la exposición a la oposición activa.” El pudor de ofensa estará fuertemente ligado a la percepción de peligro y al miedo percibido. Por ende, se generará la proporción entre esto de manera inversamente proporcional. “A mayor peligro percibido, menor pudor de ofensa.” Por tanto, en un ejercicio doméstico de las armas, en que no exista un interés genuino en ofender al opositor, un individuo agente estándar precisará de un condicionamiento previo para ser capaz de expresar todo su potencial técnico desde el inicio, en particular, aquellos rasgos que permitan desarrollar una eficiente y funcional obra ejecutiva. Así pues, dicho sujeto agente deberá preparar y ejercitar su cognición y fisiología para ser capaz de ofender al paciente cuando se presente la oportunidad y/o necesidad, sin demora y sin dar lugar a generar un proceso consciente para vencer el pudor de ofensa, que pueda retrasar o entorpecer la obra. “En un asalto doméstico, el agente deberá condicionarse previamente para poder desarrollar la totalidad de su potencia ejecutiva desde un inicio.” Este condicionamiento, que permita adaptarse a al asalto con la mayor brevedad, podrá estar generado de dos maneras previas: Condicionamiento para la justificación del asalto de manera consciente: Para generar el condicionamiento de manera consciente, el agente deberá comprender y conocer en profundidad las motivaciones para el asalto. Esto deberá ser reflexionado sin condicionamiento emocional, pues las emociones entorpecerán considerablemente la obra absoluta, consiente y serena. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 807 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Se deberá reparar en los puntos en los que agente y paciente difieren, ya sea en la técnica o intereses, centrándose en ello para magnificar la percepción subjetiva de antagonismo. Adicionalmente, se podrá usar el potencial emocional del agente, pues este poseerá la capacidad de activar el sistema simpático, preparando la fisiología para el contacto y/o asalto. Para condicionar con eficiencia al agente, por medio de sus emociones percibidas, deberá ser usado el arte, concretamente la música y/o el cine. Se expondrá o se le hará recordar al agente obras musicales con un alto sentido épico, rica en recursos percusivos, de notable subdivisión rítmica y armonías basadas en cadencias rotas y con tensiones, orquestadas para instrumentos de viento metal y coros. Los estímulos musicales, por medio de dichos timbres, tendrán un fuerte efecto sobre la motivación del agente, dado que general y tradicionalmente están ligados a la superioridad en la aplicación de la fuerza y al éxito en ello. En caso de usar el condicionamiento por medio de la imagen, para obtener un pretendido estímulo, se mostrarán escenas con narrativa, de actos heroicos, donde un sujeto supere dificultades obvias, con esfuerzo, mientras hace uso de su técnica adquirida. Todo ello dará lugar a que desde un primer momento, el agente esté dispuesto y preparado para el desarrollo de su técnica esgrimística, sin condicionantes y desde el comienzo de la actividad. Condicionamiento para la justificación del asalto de manera inconsciente: Para condicionar a un agente, de manera inconsciente, para que pueda enfrentar con plenitud un enfrentamiento, habrá de generarse un condicionamiento previo. Este condicionamiento podrá tener lugar por medio de la exposición a estímulos positivos ante la inminencia del comienzo del asalto. De esa manera el agente tenderá a notar una predisposición fisiológica cuando detecte ciertos patrones, previamente condicionados en el entrenamiento. Este condicionamiento se podrá llevar a cabo al alagar aspectos del agente realmente implícitos en su técnica o desarrollo esgrimístico, durante el comienzo de los asaltos de entrenamiento o sparring. Igualmente, podrá tener lugar al hacer que el sujeto agente tenga éxito en los primeros asaltos del sparring, donde una figura de entrenador aparentemente se imponga de manera rotunda durante esos estadios iniciales de la sesión. O sea, que se facilite el éxito en los primeros asaltos de un sparring, en los que el opositor se muestre exageradamente contundente. Además, el uso contenido, sensato y formal del arma y del iai con la que se dispondrá en el medio, hará que el agente quede condicionado por el mero hecho de notar el fulgor de la hoja frente a sí. Dando lugar con ello a la expresión más sencilla y eficiente de condicionamiento. Será importante entender que el condicionamiento inconsciente del agente deberá ser tutelado y monitorizado por una figura de autoridad con experiencia docente probada, notable e insigne, pues determinará en gran medida la manera de afrontar situaciones de estrés a las que se pueda enfrentar el sujeto en cuestión, dentro y fuera del contexto doméstico. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 808 - La sublimación emocional paciente: Conociendo los aspectos más fundamentales que condicionarán y repercutirán en la psicología del tirador en asalto, dentro o fuera del duelo, será necesaria la conjugación de estos para la optimización en la aplicación y explotación en el paciente. Se tendrá, por tanto, que evitar la exposición propia a dichos aspectos condicionantes y disponer al paciente para aumentar la repercusión sobre el ejercicio de su esgrima. La evolución en el condicionamiento de un tirador, que es expuesto a la superioridad del opositor, posee un orden concreto. En un principio, un tirador resulta opositor, con cierto pudor de ofensa. Tras ello el tirador pierde el pudor de ofensa ante la obvia oposición y necesidad de conservar su integridad. En un siguiente lugar, conforme la oposición lo supera, el tirador comienza a desesperar, ante la aparente incapacidad para superar las dificultades. Por último, el tirador termina por desistir en el empeño de opositar, pues se entiende en total y absoluta desventaja y sin posibilidad alguna de superar la oposición. Es en este último estado del paciente donde el instinto le dicta que es más eficiente la colaboración que la resistencia. Oposición con pudor – Oposición sin pudor – Desesperación – Desesperanza Será la sublimación emocional del paciente el máximo exponente del uso consciente de estos condicionantes psicológicos, que tendrá una especial relevancia en duelo. Sublimación emocional paciente: “La sublimación emocional paciente es el fenómeno psicológico producido en un individuo paciente, que ante la soberanía y superioridad de su opositor agente, lleva su estado psicológico de no tener condicionamiento notable a ser directa y profundamente condicionado por la desesperanza, sin pasar por un estado intermedio de desesperación.” Explicado de otra manera, la sublimación emocional es el fenómeno que se produce en un tirador que pretende la oposición, con o sin pudor de ofensa, que al entender una superioridad inabarcable en su opositor, genera un condicionamiento psicológico y emocional de desesperanza, directamente, sin transitar por la desesperación, producto de su percecpción subjetiva y de la desestimación de la posibilidad de éxito. La sublimación emocional tendrá lugar cuando un agente se muestre u obre de una manera claramente superior ante su opositor paciente, haciéndole entender a este su incapacidad estadística de obtener la victoria del duelo. “El génesis de la sublimación emocional radicará en la existencia de un alto contraste entre lo esperado y lo observado, quedando como recurso fundamental la manifestación de la soberanía agente como evento inesperado para el paciente, pretendiendo la sublimación de este último.” La sublimación emocional puede ocurrir en el primer momento de un asalto inicial, dejando clara el predominio agente. No obstante, también puede tener lugar en un momento del duelo en que el paciente note un cambio brusco y un alto contraste, entre el comportamiento del agente presentado hasta ese punto y el subsiguiente. Esto producirá a un discordancia que hará que un paciente, que está poco o nada condicionado por la presión propia del duelo, pase instantáneamente a una posición de total indefensión ante un opositor agente obviamente superior y plenamente decidido y determinado a resultar implacable, que no se había revelado como tal, y que por tanto, resulta sorpresivamente soberano, no dando la oportunidad de concienciarse de ese hecho. El agente que pretende la sublimación del opositor, habrá de ser un tirador altamente experimentado y diestro, poseyendo de esta manera una herramienta para evitar la reacción del paciente al notarse TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 809 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA condicionado. Pues dicho paciente, si nota paulatinamente el crecimiento del rendimiento de su opositor agente, podrá ser consciente de su condicionamiento en el duelo y evitarlo, o por otro lado, no ser consciente de él y que así le afecte en una menor medida. También podrá ser que un agente falle en sublimar a su paciente, dando con ello lugar a la desesperación de este último, haciendo que se convierta en un opositor impredecible. “Únicamente se deberá pretender la sublimación del paciente cuando se tenga certeza del éxito, de lo contrario, se podrá crear una oposición más compleja de enfrentar.” Conforme un paciente está inmerso en un duelo en que ha sublimado, se acomodará a esta situación, y progresivamente recuperará el instinto de prevalecer. Esto hará que el efecto total de la sublimación tenga una duración limitada, que será proporcional y quedará dependiente de la resiliencia del paciente, haciendo que a mayor resiliencia, menor tiempo de adaptación precisará un sujeto paciente para acondicionarse a su sublimación. Cuando el paciente resulte ser un sujeto profano, la sublimación será considerablemente más compleja, pues el agente tendrá que recurrir a efectismo y recursos ajenos a la disciplina esgrimística para afectar a la percepción que el paciente tiene de él. Esto se debe a la incapacidad del paciente profano para entender, detectar o comprender la profundidad y peligrosidad de los elementos técnicos esgrimísticos que un agente podría usar, para demostrarse realmente superior en un asalto o duelo. Lingüística aplicada: El ser humano se caracteriza por disponer de una compleja estructura encefálica, con áreas muy desarrolladas de su cerebro, en comparación a otros cordados, que están específicamente destinadas al uso del lenguaje y comunicación, independientemente de la forma en la que lleve a cabo esta, con especial énfasis en la verbal. Tanto es así, que existe el actual debate científico sobre si la cognición y el potencial intelectual se debe, en parte, a la capacidad que le otorga el lenguaje para organizar ideas, conjugarlas, sintetizarlas y proyectarlas. Según la primigenia idea de Immanuel Kant, la capacidad de conocer, propia de los seres humanos, acaba siendo un elemento lingüístico. Los individuos recibirían de su contexto la información empírica, que traducirían a una lengua abstracta compuesta por las experiencias vividas, y que posteriormente quedará traducida a una lengua hablada, con pretensión de extender lo comprendido a otros individuos ajenos a nuestra mente. Así se establecen las bases de la gramática generativa. Noam Chomsky, plantea que los humanos tenemos una gramática establecida en la mente de manera innata y relativamente común. Es por ello, que individuos de origen distinto y desarrollados en ambientes variados, tendrían el mismo potencial de expresión verbal, y por encima de ello, oral. Se sustenta en esto mismo, el hecho de que la lengua materna establece el sustrato sobre el que otras lenguas se adquieren como habilidad. De esta manera, cuanta más lenguas hable un sujeto y más cercanas estén estas a ser entendidas como materna, por ser aprendidas en su niñez, mayor facilidad tendrá de adquirir lenguas nuevas. Así mismo, queda postulado y en evidencia empírica, que esto afecta a la fluidez y exactitud en la traducción, pues la estructura mental que subyace a las lenguas es relativamente paralela y/o similar. Por medio de la configuración y concepción de la esgrima como un lenguaje, con sus conceptos estructurales ordenados como semánticos, sintácticos e idiomáticos, se facilitará la comprensión espontánea de sus elementos subyacentes a la biomecánica, que son conformados por la intención, la comprensión del opositor, las dinámicas implícitas en la obra, la geometría que sustenta la hipótesis de la obra, entre otro muchos elementos. “Entender la esgrima como un lenguaje agilizará su comprensión, desarrollo y aplicación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 810 - Aprovechando esto para la optimización y profundización en los aspectos presentes en la psicología de un tirador, la Esgrima Láser hace uso del potencial residente en esas áreas del cerebro destinadas a la comunicación, por ser de las más relevantes y potentes de las que dispone el Homo sapiens, trasfiriendo la labor y esfuerzo de conjugación de los elementos aislados a un ámbito en el que esta especie es especialmente hábil, optimizando de esa forma la manera en la que se organizan, se adquieren, se practican y usan las ideas. “Al entenderse la esgrima como un lenguaje, se aumenta el potencial cognitivo disponible para coordinar los eventos.” De esta manera, los aspectos universales encontrados en la obra esgrimística, son ordenados según una jerarquía lingüística, en la que cada uno de los elementos que constituyen la intención del agente y el análisis del paciente, se ubican en su ámbito concreto. Esto dará como resultado la concepción de la frase de armas agente como un elemento destinado a comunicar la ejecución al paciente, enfrentándose así a dificultades particulares, propias y comunes del lenguaje: - Se habrá de poseer la idiomática, los términos, expresiones o conceptos correctos y básicos, compatibles entre ambos tiradores, sea por repertorio léxico o por el idioma usado. - Se ordenará por medio de la sintaxis los elementos idiomáticos para crear coherencia a un mayor nivel, en la que interaccionen las acciones y obras propias con las del opositor. - Se enfrentará, con la semántica y la concordancia de lo expuesto, las dificultades impuestas por la perspectiva ajena del interlocutor, y en ocasiones la falta de interés de este en una opinión distinta. En síntesis: Por medio del uso de la esgrima como un lenguaje, pretendiendo hacer uso marcial del potencial cognitivo destinado a la comunicación, se aumentará la velocidad de los procesos que intervienen en la observación, en la comprensión de lo observado, en la decisión de la reacción y en la aplicación de la técnica esgrimística. “Entender como conceptos lingüísticos a las obras, el orden, la intención y el contexto de estas, facilitará la subdivisión de los procesos cognitivos, aumentando el potencial para procesar la información, agilizando el aprendizaje y haciendo más eficiente la aplicación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 811 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Comprensión lingüística de la obra: Tal y como ocurre en la comunicación oral y escrita de un idioma, las frases de armas han de tener una jerarquización ordenada de sus distintos estratos, pues será cada uno de estos los que le atribuirán la función final de obtener el éxito en la transmisión de ideas. Cada uno de esos niveles y/o estratos que configuran la comunicación son: la idiomática, la sintaxis y la semántica. Aportarán, cada uno de ellos, un sustrato digno de estudio, pues al igual que en la comunicación por medio de una lengua, en la esgrima también existen como elementos funcionales: Idiomática: La idiomática es aquel repertorio de elementos básicos a usar, su geometría y su dinámica, de manera independiente u organizada entre sí. Sintaxis: La sintaxis es la forma de ordenar los elementos, que aportará matices al la función particular de cada uno de ellos. Semántica: La semántica es el conjunto de la intención y propósito a conseguir. Gracias a la comprensión ligüistica de lo acontecido en el asalto, se podrá entender la eficiencia o ineficiencia de lo obrado. Así será que para la expresión funcional y eficiente de una semántica determinada, se deberán de hacer uso de una serie de recursos concretos en un orden determinado. “La máxima eficiencia en lo obrado quedará establecida como unos recursos idiomáticos, que adquieren potencia en base a su orden y articulación, para obtener una coherencia total con la intención del agente.” O sea que, teniendo en cuenta su estructura lingüística: “La obra más eficiente será aquella que, con el mínimo de elementos, ordenados en el orden coherente, obtienen el éxito en lo pretendido.” De esta manera, se puede entender que la técnica esgrimística es un lenguaje, que con una organización sintáctica de unos elementos idiomáticos, pretende hacer entender la intención ejecutiva del agente a un paciente que se opone a tal hecho. “La esgrima es un lenguaje, eficiente en su intención de comunicar la intención ejecutiva, minimizando la exposición del usuario.” Idiomática: “La idiomática, también concebida en su estudio académico lingüístico como “morfología”, circunscribe y da nombre al conjunto instrumental de recursos de los que dispone un tirador, que previamente ha aprendido, automatizado, adaptado y conjugado, independientemente de la naturaleza de estos.” A nivel lingüístico, la idiomática hace referencia a los elementos y partículas, habitualmente llamados palabras, fonemas o sonidos aislados, que dan lugar a unidades de significado independientes y completas, que podrán ser posteriormente organizadas para complementarse. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 812 - Esta capacidad está estrechamente relacionada con la actividad neuronal en el área de Broca, en la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo del encéfalo humano, que aparenta ser la encargada, junto a otras áreas, de atribuirle al sujeto la capacidad de ordenar fonemas para crear palabras, y posteriormente, oraciones. Esto es conjugable y aplicable a la esgrima, desde una perspectiva en la que se entiendan las obras y acciones implicadas en una frase de armas, como fonemas o palabras que la constituyen, y que apelarán a un significado concreto dentro de esta, configurando entre ellas un todo, llamado obra. “La idiomática comprende los aspectos biomecánicos, geométricos y dinámicos de los que se compone una obra.” De este modo, un tirador con un amplio repertorio idiomático, tendrá herramientas técnicas, geométricas, psicomotrices y cognitivas para la resolución y instintiva de la mayoría de los eventos emergentes. De este modo, gracias al repertorio idiomático, el ciclo OODA se verá agilizado, haciendo más fluido el proceso cognitivo entre la fase de decisión y acción. A su vez, el repertorio técnico esgrimido y dispuesto en el asalto arrojará luz sobre la intención y carácter del usuario. Se dará lugar así a que un agente pueda hacer un estudio profundo psicológico y técnico de su paciente, por medio de la recopilación de información asociada a su repertorio técnico. Esto a su vez, influirá sobre la comprensión de lo observado, haciendo más rápida la fase de orientación de la cognición. No obstante, estos recursos idiomáticos habrán de tener un orden concreto, que aportará o magnificará el poder de hacer al elemento idiomático coherente con la semántica. Este orden será la sintaxis. Sintaxis: “La sintaxis es la forma de ordenar los elementos con la pretensión de que cumplan con la intención.” La sintaxis hace referencia a la capacidad técnica de un tirador para ordenar los módulos, acciones y obras de una frase de armas, de manera eficiente y que resulte coherente con su intención semántica, así como para obrar, teniendo en cuenta la concordancia psicomotriz entre aquello pretendido o llevado a cabo. Un tirador con gran soltura sintáctica entenderá sus recursos idiomáticos y será capaz de obrarlos en el tiempo exacto, en el orden necesario y en la disposición correcta para obtener la mayor eficiencia posible, así como para mantener la potencia de obra. Es así que la sintaxis ofrece la capacidad de interaccionar con el opositor paciente, ordenadamente y a favor del propósito propio, atendiendo a sus acciones y obras, haciendo coherente la elección de recursos por parte del agente. “La sintaxis posibilita la coherencia de lo obrado por el agente con lo obrado por el paciente.” La sintaxis, por medio del uso de unas reglas anteriormente conocidas, al igual que en un lenguaje o lengua concreta, atribuye un sentido u otro a un conjunto de fonemas o palabras, en este caso partículas, acciones u obras, las cuales ya tenían sentido de forma independiente, y que gracias al uso de las herramientas sintácticas, pueden ser combinadas para nuevos usos. “La viabilidad de un recurso obrado sin sintaxis con el opositor será dependiente de factores ajenos e incontrolados.” El sujeto que no disponga de una sintaxis sólida, sufrirá de la incapacidad de obrar con previsión, de responder de forma eficiente a la obra paciente y/o tendrá dificultades para la continuación de la obra propia. “Será la coherente sintaxis de los elementos idiomáticos aquella que dará lugar a la semántica de la obra.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 813 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Semántica: “La semántica, implícita en la Esgrima Láser, hace referencia a la capacidad técnica y/o cognitiva agente, de obtener la coherencia, entre las frases de armas, obras y acciones, con el sentido intencional que pretende darles.” Este fenómeno parte del área encefálica llamada circunvolución angular o área 39 de Broadmann, que experimentalmente parece ser la responsable y destinada a organizar la memoria episódica y semántica, sobre todo, en el desarrollo y ejercicio de la abstracción matemática, lectoescritura, así como en la atención y concepción espacial. Un tirador con gran capacidad semántica, obrará sus acciones teniendo claro cual será la función de estas dentro del asalto o frase de armas, entendiendo los pormenores dimensionales y las consecuencias, pues tendrá control del potencial residente en cada una de ellas, comprendiendo las implicaciones de su uso. “Una misma acción u obra, con una misma geometría y dinámica, podrá adquirir una semántica distinta dependiendo de su sintaxis.” Esto también ofrecerá la posibilidad de leer al paciente en su intención y en su disposición, entendiendo si posee interés en mantenerse defensivo, dispositivo o resultar ejecutivo, pese a no ser evidente dicha actitud. “La concreción de la semántica de la obra propia y ajena será necesaria para la elección de los elementos idiomáticos y establecer su orden.” El individuo que posea una escasa resolución semántica obrará de forma desmedida, sin coherencia con su intención propia, con un alto compromiso técnico implícito y al margen de la expresión paciente. La semántica ordena el asalto y establece así una estratificación respecto a los elementos usados en él. Ejemplo de esto es que una frase de armas se genera con obras de un agente contra un paciente, respuestas de este paciente al agente, y cierra con un lance ejecutivo como punto y final. La semántica atribuirá sentido y finalidad a una obra determinada, a través de su caso, siendo este el rasgo del que dependerá el propósito de lo obrado. El debate esgrimístico y su paralelismo con la dialéctica: El debate esgrimístico recibe su nombre del momento en que los tiradores disputan la propiedad de un medio, habitualmente el proporcional en su zona de sombra, a través el uso de la técnica esgrimística aplicada dispositivamente al control de la obra paciente. “Entendiendo la esgrima como un lenguaje, el debate emergerá del interés de ambos tiradores por comunicar al opositor su intención ejecutiva mientras pretenden quedar a salvo.” Ambos tiradores pretenden obtener la propiedad del medio debatido, intentando no exponerse a la ejecución del opositor, concibiendo y haciendo uso idiomático de frases de armas y obras, que contraponen sintácticamente la disposición y pretensión del otro, dando lugar con ello, a un constante flujo de obras y respuestas, que resultan en creación y concatenación de frases de armas, con intenciones semánticas varias. “El debate esgrimístico tendrá lugar con el proceso de tesis, antítesis y síntesis.” En el debate, el agente obrará como tesis de su éxito, mientras el paciente pretenderá la antítesis de ello, ya sea para inhabilitar la obra agente o para usarla a su favor. Tras ello, la síntesis de lo ocurrido será el éxito o el fracaso, proveyendo esto de datos, información y conclusiones que asistirán a ambos tiradores en obras o asaltos futuros. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 814 - El debate esgrimístico se compondrá de: Tesis: Argumentos agentes contra el paciente. Antítesis: Argumentos paciente contra la tesis agente. Síntesis: Conclusiones de lo acontecido, que posibilitarán el aprendizaje y crecimiento de los implicados. Dentro del debate, cada uno de los recursos semánticos, sintácticos o idiomáticos serán denominados argumentos, quedando así el verbo “argumentar” como símil contextualizado del esfuerzo proactivo por ser coherente con la intención de la obra, sea esta la de mantenerse defensivo, dispositivo u ofender al paciente con la ejecución o supresión. Dichos argumentos estarán siempre al servicio de la lógica y la razón, sujetos a la eficiencia del desarrollo técnico esgrimístico, pues de otra forma, no darían lugar a una obra coherente a la intención. Es claramente evidente el paralelismo entre un asalto esgrimístico entendido como dialéctico y una discusión argumentativa y crítica por medio del lenguaje oral. De esta manera el análisis de aquello acontecido será más amplio, profundo y familiar, ampliando así los límites del análisis táctico, únicamente fundamentado en conceptos estrictamente técnicos, que no hacen referencia al estado o disposición psicológica del tirador. “El ejercicio esgrimístico entendido como debate dialéctico hará más eficiente la adquisición de conocimiento de sus intervinientes.” Haciendo un paralelismo entre la dialéctica en el contexto del debate, el intercambio de ideas enfrentadas y el ejercicio esgrimístico, se puede entender que la intención dispositiva será la más eficiente, siendo esta un paralelismo con la interrogación en un debate. En dicho debate, la pregunta agente hacia el paciente, expondrá a este último a responder, por lo que tendrá que dar una respuesta coherente, exponiéndose a la posibilidad de no conocer la respuesta o a errar en expresión. Esa pregunta, una vez formulada por el agente, no expondrá a este, pues simplemente habrá puesto en desventaja a su paciente, cosa que el agente podrá aprovechar para imponer su argumento ante la debilidad paciente. “El debate, eficientemente sostenido y dominado, es aquel en que un agente genera unas preguntas, basadas en la curiosidad genuina, que conducen al paciente a verbalizar sus argumentos, recapacitar sobre ellos y entender sus carencias, y que con ello, quedará expuesto y a merced de una conclusión agente.” En esencia, un debate esgrimístico, habrá de ser elegantemente concluido a favor del agente, por medio únicamente de su intención y obra dispositiva, culminada como ejecutiva. Esta intención dispositiva agente, debidamente conducida y conjugada con el contexto, deberá conseguir que el paciente quede sometido y amenazado por su propia comprensión de lo acontecido, quedando de manifiesto su capacidad o incapacidad para obrar de forma segura, en contra del agente. También, el paciente podrá actuar de manera incoherente con lo propuesto dispositivamente por el agente, llevado por su intención ejecutiva o estrictamente defensiva, lo que le expondrá y someterá a la voluntad del agente, que mantendrá la iniciativa. Por tanto: “El debate esgrimístico, eficientemente sostenido y dominado, es aquel en que un agente genera una sucesión de obras dispositivas, coherentes con su intención, que forzarán al paciente a obrar en consecuencia, quedando potencialmente expuesto a la ejecución agente.” En caso de que un agente presente durante el debate argumentos sin una lógica asociada que los sostengan, serán considerados como falacias técnicas. No obstante, estos recursos técnicos esgrimidos TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 815 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA podrán tener su utilidad, mas no cabrán en una obra elegante, pues el éxito generado por su uso será producto del demérito técnico del paciente, y no de la superioridad agente. Por ende, la eficacia de estas falacias estará sujeta a factores ajenos al control de aquel que las obre. Simplificación de la dialéctica esgrimística para la fácil comprensión y aplicación práctica: - Se entenderá el éxito ejecutivo agente como una información que transmitir y demostrar al paciente. - La dicha información la pretenderá transmitir el agente, por medio del uso semántico de unas obras, que adquirirán un sentido determinado, dependiendo de la intención y orden con la que estén llevadas a cabo y del contexto concreto respecto a la interacción con el paciente. - La interacción coherente entre obras agentes y pacientes compondrán la frase de armas, teniendo lugar un debate, sostenido en la intención de comunicar y demostrar el éxito ejecutivo. - Las obras agentes, serán las unidades de información que compondrán el argumento a usar, para obtener el éxito en la comunicación. - Las obras pacientes, serán las unidades de información que compondrán el contraargumento del paciente. - Las obras ejecutivas serán entendidas como intentos de conclusión e imposición de la idea. - Las obras dispositivas serán entendidas como preguntas formuladas. - Las obras defensivas serán entendidas como recursos con los que un paciente pretende extender o demorar el debate sin obtener una conclusión. - Las acciones, partículas y módulos, serán las unidades mínimas que configurarán las obras, quedando como los elementos con los que generar la comunicación, y que sin ser organizados y dispuestos con una intención, carecen de sentido. En síntesis: “Se pretenderá comunicar o demostrar al paciente el éxito ejecutivo agente, por medio del uso de argumentos, generados por la semántica que adquirirán unas obras, compuestas a su vez de elementos idiomáticos y ordenadas con una sintaxis. Dichos argumentos podrán ser contraargumentados por el paciente, que también podrá tener su propio mensaje que comunicar al agente.” La neurolingüística aplicada: En un entorno esgrimístico práctico, es preciso mantener la atención generalizada y no enfocada a un determinado concepto, situación o patrón identificable. Así pues, desde el punto de vista lingüístico, conocer y estudiar psicológicamente las distintas capas de cognición de las que se compone la obra, proporciona una mayor velocidad en el proceso de lo acontecido. Por ende, la percepción de los eventos, es automáticamente complementada por la línea de pensamiento propio, que facilitará la adaptación a aquello que rodea al tirador. Aplicación semántica: La semántica hará al tirador agente entender la primera capa de cognición presente en su intención y lo asistirá en el proceso de estudio y práctica, para la identificación de patrones presentes en la decisión de la obra propia y en la reacción a la obra paciente, posibilitando de esta manera, el rápido reconocimiento de eventos, que le habilitarán a responder antes de tiempo o a tiempo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 816 - “Conocer la semántica facilitará la expresión propia y facilitará el acceso a la comprensión de la expresión ajena.” Testigos semánticos de ejemplo: - Proyección de planta, afirmación o rectitud característica, que presentará recurrentemente un tirador con una determinada intención. - Lectura de las acciones previas y posteriores a contactos, que posibilitarán a un agente a conocer los límites y modos de interactuación de su paciente. - Estudio de los casos de la obra y los testigos que alertan de ellos, tanto desde el punto de vista propio como ajeno, ya sea para evitar ofrecer la faz real o para entender la faz ofrecida por el paciente. Aplicación sintáctica: La sintaxis proveerá al tirador de una herramienta fundamental para entender los procesos propios que le llevan a actuar, instintiva o conscientemente, de una determinada manera ante estímulos ofrecidos por su paciente. Tendrá una repercusión profunda, al momento de la preparación y estudio, en la reparación de aspectos no comprendidos o interiorizados, resultando en una mayor capacidad de llevar a la obra a un estado en que sea más compatible con las acciones subsiguientes o anteriores. La sintaxis mejorará significativamente, por ende, la capacidad de entender las limitaciones del paciente, desde el punto de vista de la previsión de la obra y la continuación de esta. Además, se hará más instintiva la respuesta a tras tiempo ante lo sucedido, pues se tendrá familiaridad con los mecanismos de corrección, reparo o aborto de obras que están siendo actuadas. “Conocer la sintaxis y tenerla presente en el momento de obrar hará aumentar la coherencia entre la obra paciente y la obra agente, magnificando la velocidad en los procesos deductivos y electivos dentro del asalto.” Testigos sintácticos de ejemplo: - Capacidad agente o paciente de mantener una obra de moción constante y previsión de su trazada. - Capacidad de corrección, reparo o adaptación de las acciones llevadas a cabo. - Distribución eficiente de la lógica detrás del movimiento del arma previo y posterior al desplazamiento agente, que dará a entender la coherencia en su uso. Aplicación idiomática: Será la idiomática, entendida como morfología de la obra, la que determinará el repertorio de recursos disponibles para un tirador, la capacidad de llevarlos a cabo y la velocidad y eficiencia en su adaptación. Por ende, aplicado a la lectura de un paciente, arrojarán luz sobre su preparación técnica previa al contacto, precisión de movimiento y entendimiento de sus rasgos biomecánicos propios. La comprensión de la idiomática facilitará la separación de conceptos aparentemente unidos, y proveerá al agente de una más eficiente lectura paciente, basada en que no es lo mismo actuar de forma adecuada que con los medios adecuados. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 817 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Será así como se diferenciará, obrar recursos perfectamente aprendidos o controlados, de escoger correctamente el momento de llevarlos a la obra. Cosa que, en perfecta consonancia, determinará dramáticamente la utilidad de los recursos dispuestos. “La idiomática permite el conocimiento de la geometría y dinámica propia de cada obra, haciendo más eficiente su disposición.” Testigos idiomáticos de ejemplo: - Afirmación o defensa correctamente adaptada y medida. - Acción del arma propia eficiente en su energía impuesta, movimiento y trazada. - Obra de compases ceñidos a la mayor elegancia biomecánica. La especificidad del vocabulario académico: En la Esgrima Láser, se usa una nomenclatura densa y proporcionadamente específica. Esto tiene como base la percepción humana y la capacidad de comprensión de su entorno gracias al lenguaje, con sustento en los estudios de E. F. Loftus y J. C. Palmer, centrados estos en la compresión de cómo se ve afectada la memoria y predicción humana por el significante y su significado aparejado. Se da lugar así a un conjunto de términos que delimitan marcadamente el significado de cada uno de ellos, dejando clara la diferencia entre matices implícitos en lo descrito. Esta lógica de aplicar un término para cada concepto, gracias a la dinámica cognitiva humana, aporta la capacidad de captar detalles a aquel que comprende y conoce la terminología, que para un profano, quedarán total o parcialmente fuera de su percepción o comprensión. “Un concepto será más sencillo de identificar una vez disponga de un nombre específico.” Así mismo, es crucial el significante para el significado que se le atribuye a un concepto concreto. De esta forma, el receptor de un mensaje es propenso a alterar o matizar la información implícita según las palabras usadas en ello. Atenderá esto a la preconcepción y particularidades que se le atribuya a cada significante por la experiencia personal o por el uso habitual de las palabras. De esta forma, cuando se usa en la Esgrima Láser terminología clásica, se hace con la intención de atribuir matices a un concepto, en base al uso original de la palabra, que facilitan la catalogación y que pueden ser a su vez comprendidos por esgrimistas ilustrados o por la generalidad de la sociedad. Se puede dar el caso, que un concepto tenga un significado universal, entendido por cualquiera o por un practicante profano, y que tenga matices adicionales para un conocedor del vocabulario específico. “La terminología clásica permite tanto apelar a un concepto como nutrirlo de significado procedente de su etimología.” El proceso por el cual se adquiere la información de lo acontecido en el entorno está fuertemente ligado al conocimiento de este, en el caso que nos atañe, por medio del vocabulario. Por ello, para un conocedor del vocabulario específico de la Esgrima Láser, será mas sencillo apreciar in situ conceptos implícitos, ya sean comunes a otras disciplinas o específicos de esta, pues esos conceptos responderán a los matices atribuidos o diferenciadores de los términos usados. También, gracias a los matices involuntarios que aportan las palabras, se proveerá al conocedor de la nomenclatura de una herramienta para comprender, de forma automática, sutiles diferencias y matices implícitos en aquello que ocurra, dentro del asalto o fuera de él. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 818 - Concretamente en asalto, el hecho de atribuir nombre a una mayoría de los conceptos implícitos y llevados a cabo, hace que el tirador se mantenga activamente analítico con lo que acontece, con su potencial cognitivo consciente dedicado al análisis técnico de aquello que le atañe. Es por esto, que se minimiza la implicación emocional del tirador cuanta mayor fluidez tiene este para identificar los elementos técnicos implícitos, así como cuanto más de ellos sea capaz de comprender. Por tanto, será el uso de una nomenclatura específica y precisa la herramienta ideal para proporcionar esto. “A mayor vocabulario posea un esgrimista, mayor capacidad potencial y velocidad de análisis poseerá.” Así mismo, gracias a un léxico nutrido, se facilitará la adquisición y memorización fiel de lo acontecido, que gracias al vocabulario específico tendrá una mayor resolución, profundidad, solidez y rigor en el tiempo que sea recordado. Por último, se facilitará la comprensión a posteriori de aquello sucedido, pues los términos específicos usados para la descripción serán fácilmente conjugados y extrapolados para facilitar la reflexión o expresión. Será crucial esto para posibilitar una transmisión fiel de los recuerdos, vivencias, lecciones o aspectos técnicos particulares de la disciplina, ya sea en el ámbito informal o académico. “A mayor vocabulario, mayor facilidad para establecer recuerdos fieles de lo acontecido.” El respeto al potencial figurado del arma como fuente de condicionamiento: De manera figurada, el arma láser posee un potencial lesivo y destructivo de una consideración superlativa. Será esto una herramienta fundamental para entender el protocolo de seguridad asociado, que no solo pretenderá evitar la frivolización de la disciplina y su causa instrumental, sino que dotará al usuario de un condicionamiento basado en la interiorización del peligro existente en el contacto con la hoja. “La seguridad del arma láser basada en su potencial figurado facilitará la formación del tirador, el desarrollo de la disciplina y la transmisión de los conocimientos.” Este condicionamiento aparecerá cuando, de manera sistemática, el usuario de un arma láser evite el contacto con la hoja ignita. Se generará un hábito en que, de forma recurrente, aquel que opere el arma comenzará a instalar en su subconsciente un análisis de cuando se produce la ignición. Tras ello, extenderá esa incomodidad a otros instrumentos, más allá de su propio control, entendiendo como incómodo el hecho de percibir la frivolización de la hoja por parte de un ajeno. Así, el diestro laserino evitará todo contacto con la hoja ignita, quedando condicionado ante su mera presencia, facilitando y arraigando esto la reacción subconsciente ante la oposición armada con un arma láser. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 819 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA Seguridad básica literal y figurada para el uso del arma láser: - Constante control de la posición y estado del arma portada, evitando causar daño a esta. - El arma será siempre tratada como si estuviese ignicta, y ello tuviese un potencial lesivo literal. - Se evitará el contacto involuntario de la hoja con cualquier cuerpo u objeto que no resulte un objetivo ejecutivo. - El arma, concretamente su hoja, se mantendrá ensayada mientras no esté desarrollando su función marcial. - Nunca se hará uso del arma bajo los efectos de alcohol u otras drogas. - Se evitará la exhibición del arma fuera de la práctica marcial o estrictamente operativa. Este procedimiento desembocará en un uso medido y controlado del arma, tanto fuera como dentro de un contexto académico y formal. A partir de ahí, el sujeto con atención a este particular, habrá condicionado su acción refleja, y con ello, su reacción ante el contacto con una hoja ignita. Por tanto, el ejercicio de la esgrima estará ahora vinculado a evitar de manera inconsciente e instintiva el tocado. Si este principio de respeto, está unido a una técnica interiorizada, las reacciones del tirador estarán siendo llevadas a cabo de manera automática, descargando su potencial cognitivo consciente y facilitando la elaboración de obras proactivas, que serán más eficientemente adaptadas a la situación emergente. El tirador con un interiorizado respeto y cuidado ante el potencial lesivo del arma: - Poseerá un amplio control sobre su propiocepción, minimizando con ello el peligro de error autoejecutivo. - Evitará con todo el potencial psicomotriz el contacto con la hoja opositora, llevando su desarrollo y ejercicio de la técnica laserina a un plano inconsciente y automatizado, de reacción refleja. - Evitará el error posible en la operación correcta del arma en duelo o cualquier otra dinámica de asalto donde se precise de un protocolo juzgado. “Si se le teme a la hoja ignita, se respetará a su portador.” De la relación con el entorno cotidiano: Desde el punto de vista psicológico, existirán actitudes que generarán patrones de conducta inconscientes y reacciones fisiológicas asociadas con la predisposición para la adquisición de conocimientos. De esta manera, para la optimización del aprendizaje y desarrollo se condicionará la relación del individuo con su entorno. Esto tendrá lugar por medio de seguir unas directrices sencillas, que marcarán su camino de instrucción y optimizarán el proceso, así como habilitarán y prepararán al sujeto para extender el conocimiento más allá de su persona. El respeto: El individuo, siendo estudiante de las armas o cualquier otra figura o grado académico, deberá tender al trato manifiestamente respetuoso hacia todo ser, sin ser necesariamente entendido como viviente. Esto será manifiesto en el caso del Furasshu, como máximo exponente académico de la Esgrima Láser. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 820 - Esto será así por ser cada elemento y cada vida una fuente de conocimiento, de la que cuando se tiene el entendimiento preciso, se podrá llegar a extraer información válida y aplicable, así como comprenderla. Se tendrá un trato especialmente cuidadoso, así como se tenderá a proteger a aquellos de los que posean pruebas empíricas de su experiencia vital. Esto último habilitará, a aquel que pretenda aprender, a disponer en su alrededor a individuos que incrementarán y optimizarán su crecimiento personal y esgrimístico. Cuando se apele a un individuo de probada experiencia, se usarán tratamientos verbales especiales, dependientes de la cultura en la que tenga lugar la relación. Esto tendrá lugar para manifestar este respeto a la persona como entidad de conocimiento, facilitar a terceros la identificación del individuo experimentado y generar un condicionamiento propio que permita y facilite la atención y la reflexión sobre las palabras y actos de este. “El respeto a la existencia será fuente de conocimiento universal.” La caridad: Se tratará siempre de aplicar el respeto en cualquier relación, independientemente de la diferencia entre los conocimientos poseídos o actitud del interlocutor, de forma coherente con el contraste existente. Esto facilitará que aquel que posea un grado de conocimiento considerable, resulte un ejemplo para su entorno. Igualmente y en sentido contrario, convertirá a aquel que no tenga una formación en una figura de la que poder extraer información valiosa. Así pues, se cumplirá con la palabra dada, en la medida en que las circunstancias lo permitan, siendo únicamente la empírica imposibilidad o ineficiencia práctica aquello que pueda hacer a un sujeto desistir de su empeño en realizar lo prometido. “La caridad agente hará que cualquier individuo paciente pueda ser fuente de conocimiento.” La representación: Será preciso dar una impresión pública coherente con la honestidad, respeto y reflexión. Esto facilitará la relación de los individuos profanos con el aquel estudiante de las armas, que haga una representación de sus principios. Se evitará por tanto, la frivolización del arma, el comportamiento irrespetuoso y la manifestación de principios inexistentes en el repertorio realmente atesorado. Esto forzará a la constante revisión epistemológica de lo sabido y lo actuado, proveyendo de herramientas para el control emocional y apertura a estímulos intelectuales. “La expresión coherente, honesta y humilde de la sabiduría y condición propia facilitará la relación con el entorno.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 821 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA La resiliencia como elemento compensatorio y de desarrollo: Resiliencia: “La resiliencia es la capacidad de un individuo para superar circunstancias traumáticas o limitantes.” Cuando un tirador se ve afectado por una eventualidad que desemboca en una condición limitante, se convierte en un individuo dificultado para llevar un desarrollo ajustado a la norma, por medio de los métodos habituales. Esto hará que haya de modificar su rutina, su estudio e incluso su perspectiva para adaptarla a su novedosa y/o diferente condición, proporcionándose así la continuidad y matización de lo ejercitado. Será esto fuente y oportunidad para obtener rasgos particulares, propios y diferenciadores en el ejercicio de la esgrima, antes, durante y después del asalto. Se precisarán, por tanto, de hábitos y usanzas adaptadas a la condición, que puedan soportar la desventaja posible y obtener un rendimiento sobresaliente en otro ámbito. Las adaptaciones y complementos del individuo de cara a minimizar su desventaja o a complementar su potencial se llamarán estrategias compensatorias: “Una estrategia compensatoria es aquel conjunto de recursos que se llevan a cabo para mantener la operatividad, el rendimiento y subsanar carencias.” Entre los resultados de la aplicación de las estrategias compensatorias pueden existir sistematizaciones de recursos de estudio, sobre los que no han reparado otros tiradores no limitados, por su naturalidad, cotidianidad o sencillez inicial. Las estrategias compensatorias darán lugar a una profundización en campos no explorados, que pueden marcar significativamente el crecimiento académico y el entendimiento de la actividad en su conjunto. Igualmente, las estrategias compensatorias, por tener su base en las carencias, darán lugar a la aparición de rasgos de estilo en la expresión del tirador, marcando la manera en la que lleva a la práctica los principios teóricos. “Las particularidades personales serán elementos de los que partirán las ventajas.” Gracias a la aplicación del pensamiento lateral, pueden aparecer soluciones más eficientes a problemas comunes, que por resultar obvios, no están suficientemente optimizados. En el aspecto biomecánico, cada uno de los impedimentos que puedan surgir sobre un individuo capaz, resolutivo y resiliente, tan solo representarán un cambio de perspectiva sobre la dirección y sentido a tomar para su compensación. Se conformará, entonces, un sujeto capaz de adaptar su técnica y disciplina a su condición. Y por tanto, entender los aspectos funcionales y disfuncionales de esta, pues toda condición lleva aparejada unos condicionantes que pueden resultar óptimos en su aplicación precisa y eficiente. “La limitación tan solo es una oportunidad.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 822 - Modelo del aprendizaje de competencia consciente: “El modelo del aprendizaje de competencia consciente, de Martin M. Broadwell, es un esquema que describe lo ocurrido en el proceso entre que un individuo tiene un primer contacto con una disciplina y llega a ser un usuario competente de esta.” Aplicando al contexto esgrimístico el modelo del aprendizaje de competencia consciente, se podrá determinar la manera en que un tirador progresará por cada una de distintas fases, de las cuatro existentes, aumentando la capacidad resolutiva en asalto y fuera de él. En esencia, el modelo describe la forma en que un sujeto, en el momento de su primer contacto, será totalmente ignorante de los factores implícitos de la disciplina que le atañe. Gracias a su desconocimiento, este será inconsciente de su incompetencia, pues no poseerá datos de su capacidad de resolución ni de los retos implícitos, así como carecerá de referencias de su posición en la escala disciplinar. Con el tiempo, debido a la exposición, la experiencia y el entrenamiento, dicho sujeto adquiere perspectiva sobre su situación, pudiendo finalmente alcanzar un nivel de destreza en que será resolutivo y totalmente competente de manera inconsciente, sin necesidad alguna de reparar activamente en lo obrado. Esto es aplicable a cada uno de los elementos que componen una disciplina, dándose recurrentemente el caso de que distintos conceptos aprendidos estén en momentos distintos del aprendizaje. Este modelo será una herramienta fundamental para orientar la autocrítica y facilitar el crecimiento del esgrimista, pues se podrá aplicar a conceptos tanto generales como particulares de la disciplina, auxiliando la comprensión honesta de los elementos disponibles, funcionales o disfuncionales, que habrán de ser determinados, estudiados, entrenados y puestos en práctica, aumentando considerablemente la capacidad resolutiva del usuario. “Entender el proceso del aprendizaje, lo facilitará.” Cada fase del modelo estará determinada, nombradas en base a la competencia en una tarea y la consciencia de ello. Inconscientemente incompetente: Esta fase del aprendizaje referencia a aquel que tiene contacto con una disciplina nueva, sobre la que no tiene conocimiento alguno. Este sujeto ni comprende, ni entiende el método para llevar a cabo algo concerniente a dicho ámbito. Por eso mismo, le resultará especialmente complejo determinar sus carencias propias a ese respecto, entendiéndose capaz de desarrollar la actividad, por no comprender los componentes y elementos necesarios para el éxito en ello. Al inconscientemente incompetente, la ignorancia le dificultará la concepción de los pormenores de la disciplina que desconoce, llegando a entender que resultará tarea sencilla adquirir los conocimientos para alcanzar ciertas metas, que de hecho, tenderán a no ser coherentes con la realidad. El lapso de tiempo que un sujeto permanecerá en esta fase del aprendizaje será determinada por distintos factores. Uno de los más importantes será la necesidad y/u obligatoriedad de aprender, haciendo que aparezca la imposición de observar, pues será dicha observación la que aportará datos para entender la incompetencia propia, haciendo al individuo consciente de ella. Cuanto mayor sea el apuro y la presión para desarrollarse, mayor será la atención prestada a lo observado, así pues, antes se abandonará la ignorancia. “La necesidad hace aprender.” La incompetencia inconsciente es la fase en la que más se tiende a criticar falazmente el trabajo u obra de otro, pues no se tiene conocimiento para entender la técnica, méritos, valor o contexto de aplicación del mismo. Normalmente, los profanos vulgares llanos y legos tenderán a estar en esta fase respecto a la Esgrima Láser, concretamente a la Destreza Sublime. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 823 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA El efecto Dunning-Kruger aparecerá potencialmente en sujetos que transiten por esta fase primaria del conocimiento. Conscientemente incompetente: Un individuo, en su aprendizaje, pasará de ser inconsciente de su ignorancia a ser consciente de ella, alcanzando a comprender la existencia de sus errores y comenzando a determinarlos. Se empezará a dar forma a los elementos disfuncionales de la técnica propia, así como se resaltarán aquellas cuestiones a resolver y se notarán las lagunas de conocimiento existentes. En este momento, se empezará a menoscabar la confianza propia, pues se verá la incapacidad de operar sin exponerse al error. Así pues, esta fase resultará crucial, pues se habrán de superar las dificultades resultantes de entender el esfuerzo necesario para llegar a ser plenamente competente. No obstante, un sujeto con criterio entenderá que el fallo forma parte del proceso de aprendizaje. Por tanto, se expondrá voluntariamente a ayuda cualificada, persiguiendo el conocimiento y pretendiendo llenar con información los huecos de su ignorancia. “La perspectiva de uno mismo aumenta con la exposición al fracaso.” La fase de en la que un sujeto es conscientemente incompetente dará lugar a aquella en la que es conscientemente competente por medio del análisis, desarrollo y/o la adquisición de técnica funcional. Conscientemente competente: La fase, en la que un sujeto es conscientemente competente, es aquella en que resulta ser funcional, pese a necesitar de su atención y concentración para llevar a cabo aquello que pretende. Se puede entender que un individuo conscientemente competente puede subdividir su acción en pasos o partes diferenciadas, enfocándose sobre ellos de manera individualizada, lo que facilitará el estudio, ejercicio y práctica de ello. El competente, que aún precisa de su consciencia y atención para serlo, ya puede considerarse suficientemente funcional en asalto, pese a no ser plenamente eficiente. Esto se debe a que el proceso consciente es significativamente más lento en generar la obra que un proceso inconsciente. Por tanto, el conscientemente competente tendrá una desventaja clara, principalmente en la dimensión temporal, ante un opositor que obre de manera inconsciente con un repertorio funcional, conjugado al contexto. O sea, que se puede decir que durante la fase conscientemente competente, un individuo podrá ser plenamente funcional en de una destreza concreta, si no se tiene en cuenta dimensión temporal, pues será esta la que limitará realmente la capacidad de operativa del sujeto. Esto es así dado que sin el condicionante del tiempo, un individuo podrá llegar a conclusiones o a culminar un trabajo de manera eficaz. No obstante, si el tiempo queda implícito, un individuo conscientemente competente, no cumplirá los lapsos que muy probablemente precise su desempeño. “El conscientemente competente estará en desventaja ante cualquier que obre más rápido que él, independientemente de la coherencia de dicha obra.” Adicionalmente, un sujeto conscientemente competente podrá quedar en desventaja ante un opositor que obre con velocidad suficiente recursos con escasa eficiencia. Esto se deberá a que el opositor tendrá ventaja temporal, dado que obrará ineficientemente, mas con una cadencia superior, lo que hará que el conscientemente competente no tenga tiempo para responder. “Con tiempo, observación y capacidad de proceso, todo tirador resultará funcional.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA PSICOLÓGICA- 824 - Durante el tiempo que un individuo pase en este estado conscientemente competente, estará más expuesto a la experiencia, pues será en gran medida consciente de lo que obra y tiene lugar, así como estará expectante ante los resultados, permitiéndole esto un aprendizaje sostenido. Adicionalmente, esta fase del aprendizaje será la ideal para generar la metodología y desarrollar los contenidos de lo que se pretenda comunicar, pues el sujeto será plenamente consciente de la influencia de cada uno de los condicionantes. En el proceso conscientemente competente será cuando aparecerán las dudas sobre la solidez del conocimiento atesorado, en parte condicionado por estar expuesto aún al aprendizaje activo. De este modo, se podrá dar lugar a desarrollar el síndrome del impostor, en que un sujeto autocrítico no es capaz de atribuirle objetivamente valor a su conocimiento o capacidad, dificultando la exactitud en la estimación de su competencia. Esta fase conscientemente competente dará lugar a la competencia inconsciente, por medio de la práctica y uso de los elementos técnicos en cuestión. Inconscientemente competente: El inconscientemente competente, obra de manera automatizada, manteniendo plena coherencia entre su propósito y los eventos emergentes, sin necesidad de enfocar su potencial cognitivo consciente en lo que lleva a cabo. Esto habrá sido logrado tras un proceso de aprendizaje profundo, en que ha conseguido instalar en su subconsciente respuestas concretas ante estímulos particulares. Además, será capaz de dar lugar a una improvisación adaptada al contexto imprevisto. Un sujeto competente de manera inconsciente podrá enfrentarse a situaciones complejas con una alta cota de presión, en dinámicas cambiantes e incluso con limitaciones considerables, pues dispondrá de estrategias y tácticas compensatorias, profundamente asimiladas, que le ayudarán a adaptarse a las distintas condiciones. Además, este tirador tendrá un control de su arma mayor que cualquier otro que esté en otra fase distinta del aprendizaje, y esto será debido a que el instrumento será concebido de manera similar a su anatomía, teniendo una mayor consciencia posicional sobre él. “La manera más eficiente de obrar será de manera instintiva con plena coherencia con los eventos emergentes.” El sujeto inconscientemente competente tendrá un control pleno de la disciplina en cuestión. Siendo así, obrará de manera espontánea e irreflexiva con una alta eficiencia y una profunda adaptación subconsciente al contexto. Esto le hará tener que volver al proceso conscientemente competente para explicar su metodología y procedimientos, pues no será plenamente consciente de los procesos cognitivos que tienen lugar, dado que se generarán de manera subyacente. Por norma, el sujeto que está en esta última fase del aprendizaje, tendrá cierto grado de tolerancia al estrés, pues la exposición constante al reto le habrá hecho normalizar el desarrollo de su disciplina. En particular, dicho tirador tenderá a ser naturalmente templado en asalto, demostrando una faz serena incluso en contexto de máxima tensión. Cabe destacar que existirán excepciones a esto, siendo posible que durante el proceso inconscientemente competente se den cuadros de estrés y aversión a la disciplina tratada. Estas excepciones pueden tener origen en la ineficiente control y gestión del estrés, generado en el gran volumen de asaltos en que el tirador experimentado haya intervenido. Igualmente y como contrapartida, el sujeto inconscientemente competente puede caer en el error de no entender los límites de su conocimiento, pues podrá descuidar su interacción con el contexto, debido a su solvencia y capacidad. Esto podrá dar lugar a que el sujeto se vuelva inconscientemente incompetente, en áreas ajenas, que él crea dominar sin conocer de su verdadera profundidad, pues se sabe competente en otras, que a priori le resultarían similares, desde su perspectiva de total o parcial profanía. Para resultar idealmente eficiente, un sujeto deberá hacer inconscientemente competente en la adquisición de la información contextual y de su opositor. De esa manera, será sólida la base de la obra, que será la comprensión del contexto, haciendo más sencillos los procesos de orientación, decisión y acción. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 825 -DE LA C AUSA P SICOLÓGICA En lo general del aprendizaje: Para que un sujeto transite por todas las fases del conocimiento, será preciso el entrenamiento constante y la exposición voluntaria al ejercicio de la disciplina. Adicionalmente, dicho proceso se verá aligerado por la figura del docente, que en su ejercicio formal, facilitará el crecimiento y hará más eficiente el desarrollo. “El método para alcanzar la excelencia estará ligado al entrenamiento y la preparación específica, así como la ilustración general y constante del sujeto.” El proceso para alcanzar la fase del inconscientemente competente se verá acelerado gracias a la adquisición de destrezas en otras disciplinas, pues con ello emergerán aspectos comunes y se generará familiaridad con el aprendizaje. Esto es aplicable a la esgrima, pues el tirador se verá auxiliado por cualquier otro conocimiento que pueda complementar lo entendido, llegando al punto de tener pleno control de la génesis del conflicto. “A mayor volumen de habilidades adquiridas, mayor facilidad para aprender otras.” ———— DE LA CAUSA FILOSÓFICA TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 829 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA La esgrima como concepto emergente: Como punto de partida, se entenderá que la esgrima es aquel grupo de conocimientos, que por medio de una metodología deductiva, emerge de la confluencia intencional entre distintas disciplinas y ciencias, orientadas a maximizar la eficiencia en el conflicto y/o asegurar la supervivencia tras él. “La esgrima es el conocimiento y técnica emergente de pretender el éxito ejecutivo manteniendo a salvo la integridad propia.” En la esgrima es requisito sine qua non la prevalencia de la integridad propia. Por ende, se entiende que no hay esgrima en la causa estrictamente ejecutiva, pues sería un acto de entrega absoluta, sin garantías de éxito, al no existir método para controlar aquello ajeno al agente. Igualmente, la defensa absoluta tampoco resulta ser un ejercicio esgrimístico, pues no se ha de desarrollar técnica específica para conjugar la salvaguarda del agente mientras pretende la herida al paciente. “No existirá esgrima en la obra estrictamente ofensiva, ni en aquella que únicamente pretenda la seguridad propia.” De esta manera, la esgrima como elemento técnico, tendrá su génesis en la necesidad de mantenerse seguro ante la obra del opositor paciente, mientras se permite la obra agente para el aprovechamiento de los errores del opositor. Por otro lado, la esgrima como actividad es aquella que tiene función preparatoria, en un contexto doméstico, donde se desarrollan y ponen en práctica las técnicas que emergen de su función. “La esgrima es la actividad doméstica preparatoria de donde emergerá la técnica asociada al uso eficiente de las armas.” La esgrima, como ejercicio doméstico y actividad preparatoria, se sostiene en el pacto implícito entre los tiradores de que cada asalto tendría figuradamente repercusiones potencialmente letales, que en el más ligero de los casos, generarían seguras lesiones a uno de ellos. “La esgrima surge cuando los implicados en la oposición entienden como doméstico el desarrollo y práctica de la técnica de las armas.” Por pretender ser un ejercicio seguro para los intervinientes, la esgrima se vale de instrumentos sin notable potencial lesivo, a los que necesariamente se le habrá de atribuir cualidades figuradas, siendo estas necesariamente entendidas por igual por todos los intervinientes, para resultar premisas sobre las que sostener una técnica que pueda auxiliar el aprendizaje de técnicas aplicables al ámbito no doméstico. “La esgrima se lleva a cabo con instrumentos domésticos específicos, que aumentarán la seguridad en la práctica, a los que se habrá de atribuir potencial figurado para resultar funcionales en el ejercicio común.” De no ser común en los intervinientes la perspectiva sobre los aspectos y potencial figurado del instrumental, la técnica esgrimística dará paso al aprovechamiento de las reglas sin miedo al fracaso, generando que los implicados obren sin pensar en las consecuencias de sus actos, perdiendo la pretensión de salvaguardar su integridad propia y anulando el origen de la esgrima: “Herir sin ser herido.” Por tanto: “La esgrima, es el ejercicio doméstico de las armas.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 830 - Por la intención de conjugar el interés de resultar ejecutivo con la intención de mantearse a salvo del opositor, la esgrima se manifiesta como un recurso que aglutina todos los conocimientos posibles, pues tantos como se puedan poseer serán necesarios y útiles para perfeccionar el método y técnica emergente. La esgrima, tradicionalmente y en el presente, ha sido fuente y depósito de conocimiento sin igual, por ser aquello que ha preparar de forma plenamente funcional para situaciones críticas, con notable riesgo para la supervivencia. Esto ha de ser así tanto en el clímax de la formación, como en el momento más decisivo para la existencia de un individuo, que de forma literal o figurada, se exponga al deceso, lesión u otra repercusión derivara del contacto. Por esto mismo, desde tiempos lejanos, la disciplina marcial, tanto en el contexto militar como civil, ha pretendido la adquisición del máximo de información posible, elevándola al estado de conocimiento, teniendo como base la motivación máxima posible: la supervivencia. “La esgrima deberá estar sustentada y compuesta de todo el conocimiento posible, pues aumentará el potencial preparatorio y funcional de esta.” En el ejercicio esgrimístico formal y académico, se trabajará con la causa instrumental como instrumento destinado para el desarrollo, comprensión, adaptación y aplicación de la técnica. “El arma láser será el instrumento de la Esgrima Láser, que se usará para aumentar el potencial de éxito del académico, dentro y fuera del asalto.” Entendimiento de la Esgrima Láser como disciplina: Tradicionalmente, desde el siglo de oro español, se ha entendido la esgrima como un arte, incluso como una ciencia. Estas son expresiones categóricas acuñadas en su momento desde su perspectiva coetánea, para elevar la disciplina esgrimística de aquel momento a una categoría superior, junto al resto de aspectos que la rodean. Haciendo una reducción y síntesis con pretensión de resultar ilustrativa, se puede decir que, en un principio, la esgrima de la tradición española era parcialmente concebida por el intelectual eminente y el noble, como una expresión física y mundana del enfrentamiento singular. Esto se debía a que, sin dejar de ser estudiada por la nobleza para su aplicación militar y plenamente funcional, era practicada por la gente del pueblo llano, enfocada en su parcela civil, como recurso estrictamente lúdico, o cuanto menos, vulgar, que además era enseñada en plazas y salas de armas en las que primaban aspectos mundanos, sin una conexión directa con la cultura. La esgrima de la tradición vulgar española, en su estado arcaico, quedaba entendida como el ejercicio de la violencia controlada, en la que no existía expresión notable de reflexión, más allá de la justa y necesaria para marcar la diferencia de manera explícita. En “El tesoro de la lengua castellana o española” de Sebastián Covarrubias, edición de 1611, se puede encontrar la definición de esgrima desde el punto de vista académico e ilustrado de la época: “Ensayo y ademanes de reñir con acero, y por ser de burla se llama juego, aunque entre burla y juego se suelen dar muy buenos coscorrones.” Durante la revolución que supuso el renacimiento español, comienza un interés por los practicantes y docentes de elevar la esgrima a ciencia, y con ello a arte. Esto viene dado por la categoría inferior en la que esta disciplina se posicionaba, dado que se concebía como una expresión física, que no intelectual. Sería ahí, que D. Jerónimo de Carranza crea la primera expresión culta e ilustrada de la ciencia de las armas, con su obra “Filosofía de las armas”. Ligeramente más tarde, D. Luis Pacheco de Narváez, extiende su labor al respecto, dando forma y desarrollando profundamente lo que se conocería y conoce formalmente como Verdadera Destreza Española. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 831 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA En toda Europa, tanto antes, a la vez y tras la aportación de Pacheco, se crean otras obras, sostenidas en contextos y armas de otras naturalezas, que dan cuerpo a lo que hoy es la esgrima histórica europea. Concretamente, se puede hacer mención a esta Verdadera Destreza de las armas, como el método de origen español, de probada funcionalidad y eficiencia, que es uno de los primeros en aportar una terminología y parametrización coherente, estudiable y transmisible. Es por esto, que la obra de Pacheco da lugar a una revolución en la forma en la que se entiende el ejercicio de la esgrima, que la acerca a la población culta y la consolida como una ciencia y arte de la época. En ese contexto, haciendo un ejercicio de síntesis superlativa, la concepción de arte estaba centrada en aquella actividad que requería una expresión intelectual con resultados prácticos que no se pudiesen dar sin el esfuerzo mental, es por ello que se consideraban como artes: la pintura, la cetrería, la oratoria o la guerra. Por otro lado, la ciencia coetánea daba nombre a aquel conjunto de conocimientos que eran coherentes entre sí, y por tanto, arrojaban cierta verosimilitud y cohesión a lo observado. Dando lugar esto a la existencia de distintas ciencias, en las que cada una regía sobre un ámbito concreto, sin una conexión única y universal. Queda así recogido en el “Diccionario de autoridades de 1729”: Ciencia: “Conocimiento cierto de alguna cosa por sus causas y principios; por lo cual se llaman así las facultades como la teología, filosofía, jurisprudencia, medicina, y otras”. Esta forma de entender la ciencia es la que hoy comprendemos como la tenida en cuenta por autores del siglo XVII y XVII para elevar a la esgrima a arte, ciencia y/o filosofía. No obstante, durante ese mismo periodo humanístico, diversos autores centrados en el estudio del mundo que les rodea, como Isaac Newton, Francis Bacon, René Descartes y otros, comienzan a dar forma y asentar lo que hoy llamamos “método científico”, que cambia por completo la definición de ciencia y universalizan los conceptos que la componen. En un intento epistemológico presente de lidiar con el problema de la demarcación y categorizacón de la disciplina, haciendo ejercicio de humildad, y para facilitar una determinación tangible de la condición que enmarca a la Esgrima Láser, hemos de obtener una perspectiva de lo que llamamos ciencia o arte en tiempos de la escritura de estas líneas. Así pues, desde la perspectiva del siglo XXI, entendemos que la ciencia es: “La ciencia es aquella herramienta humana que, mediante el método científico, de manera deductiva, aporta una visión precisa, veraz y contrastable del universo en que existimos.” Complementariamente, a día de hoy, desde el punto de vista académico entendemos el arte como: “El arte es la capacidad intrínseca humana de transmitir, voluntaria e intencionalmente, emociones a un receptor ajenas a ellas.” Esta definición precisa y ajustada al contexto vigente, aporta un mayor contraste a los límites de las disciplinas artísticas, definiéndolas como un conjunto de herramientas que permiten la transmisión de las emociones, y por tanto, posibilitan hacer arte. Por otro lado, de manera popular, está generalizado entender a la esgrima como un deporte, pues se supone falazmente que por el hecho de haber oposición, hay competición. Además, existen y se siguen creando disciplinas deportivas donde el ejercicio de la esgrima es el centro de la actividad, creando TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 832 - competiciones donde, dentro de unas reglas determinadas, se opta a la victoria por una determinada puntuación, obtenida por medio de la simulación de la herida. Por ende, es importante tener clara la definición del deporte, para poder entender la naturaleza original de la esgrima. El deporte es: “El deporte es una actividad doméstica, sostenida en unas reglas, donde la competición queda implícita y en el que se busca el triunfo sin repercusiones sobre la integridad propia o ajena.” Es importante entender que la Esgrima Láser, para facilitar el crecimiento general, pretendiendo la profundización en todo el conocimiento que adyace a ella, se mantendrá ajena al ejercicio deportivo, pues será la marcialidad y filosofía tras el arma lo que permitirá el ejercicio esgrimístico coherente, alejado de la competición, focalizando los esfuerzos de los esgrimistas en resultar la más eficiente oposición posible, evitando pretender el éxito a toda costa, exprimiendo las posibilidades de un reglamento. “La Esgrima Láser será entendida como un ejercicio marcial y didáctico, alejado de la depotivización en la aplicación de sus destrezas, pues deberá quedar ajena a la competición para resultar plenamente funcional en la formación integral de los tiradores.” Así pues, una vez comprendida la perspectiva actual de ciencia, de arte y de deporte, se puede concluir que: - La Esgrima Láser no es una ciencia, aunque se vale de ella para ser coherente y plenamente funcional, además de otorgarle una base, perspectiva y nomenclatura universal y sólida. - La Esgrima Láser no es un arte, pese a valerse de la expresión emocional para dotar al tirador de herramientas que, de forma consciente, puedan trasmitir emociones que estén en comunión con su intención, sea esta la de jugar con la intención del opositor o la de expresarse con profundidad en el ejercicio docente. - La Esgrima Láser no es un deporte, pues no implica competición, sino que pretende la oposición basada en aumentar el conocimiento de los implicados, independientemente de quién obtenga el éxito ejecutivo. Por tanto, y al ser el duelo el fin último de la actividad, la Esgrima Láser queda más concretamente definida como una disciplina marcial, pues su aplicación y objetivo es la de aumentar las posibilidades de éxito en un conflicto. De esta forma, la Esgrima Láser queda definida de forma estrictamente práctica como: “La Esgrima Láser es una disciplina marcial, de índole doméstica, centrada el ejercicio didáctico para desarrollar una serie de herramientas que dotarán al tirador de una mayor capacidad de éxito, en cualquier categoría de conflicto asociado al marco racional, particularmente, en el duelo.” De ese modo: “La Esgrima Láser será considerada como una disciplina marcial, y ello la llevará a ser estudiada por la ciencia, entendida por el humano, practicada por el diestro y usada por el sabio.” La Esgrima Láser, como disciplina marcial preparatoria, ha de estar sostenida en mantener la integridad propia en el ejercicio de la oposición. Será sobre esto que se configurará la actividad didáctica, su contenido y objetivo de aplicación. De esa forma, obtener la baja o inhabilitación del opositor habrá de ser un interés accesorio y adicional, que eventualmente podrá ser implementado por la necesidad del contexto, dependiendo de la naturaleza de la intervención, para lo que el tirador también habrá de estar preparado. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 833 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA “La Esgrima Láser pretenderá el éxito agente minimizando los daños, propios o ajenos.” Para aumentar la posibilidad de mantener la integridad propia, la vía más eficiente será evitar la génesis del conflicto, minimizando el contraste en los intereses de los intervinientes. Así se disminuirá la potencia de que el contacto desemboque en el asalto, donde la entropía propia de este hace imposible predecir lo que acontezca en él, mientras que cualquier participante de ello quedará expuesto a la obra del opositor, así como a su propio error. Por ende, se evitará el uso de la fuerza para la conclusión del conflicto, pues esto será siempre ineficiente, dado que las repercusiones de una intervención por la fuerza serán notables, incalculables e incontrolables. “La forma más eficiente de superar el conflicto es evitarlo.” Este rasgo, que resulta diferenciador y central en la Esgrima Láser, justifica la adquisición de conocimiento adyacente a la propia técnica esgrimística, pues para evitar la aparición del conflicto, un agente habrá de ser capaz de tener éxito en muchos escenarios posibles, más allá del propio asalto y del ejercicio de las armas. De esta manera, lo que en un principio es una disciplina particular, destinada al ejercicio doméstico de las armas, se expande para comprender el saber universal como herramienta para el control del conflicto. “La Esgrima Láser junto a todo su conocimiento adyacente dará lugar a la Destreza Sublime.” Destreza Sublime será el término académico y formal, usado para distinguir la excelencia de la disciplina en toda su dimensión, así como para apelar al conjunto de conocimientos que un esgrimista laserino, insigne y superlativo, adquiere y atesora, uniendo el saber de las armas con la comprensión profunda de su contexto. En esta expresión, el término Destreza viene dado por la capacidad de resultar solvente y eficiente en la resolución de adversidades. Por otro lado, el adjetivo Sublime se le otorga a esta disciplina por ser única, universal y absoluta. En conclusión: “La Esgrima Láser es una disciplina marcial que, por medio de un sistema docente basado en la ciencia, ofrece destrezas para aumentar las posibilidades de éxito en un enfrentamiento, entre dos o más individuos opositores armados con armas láser, así como para ser capaz de evitarlo.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 834 - El arma y su técnica operativa y de seguridad: Para determinar, desarrollar, estudiar y aplicar una técnica a un concepto, habrá de tenerse en cuenta la naturaleza más básica de dicho elemento y las implicaciones de ello. De esta manera, se generará una base sólida sobre la que asentar la experiencia, dando lugar a un conocimiento coherente. Así pues, lo primero que hay que conocer, para poder usar y operar un arma, es la cuestión fundamental que la define y sobre la que se sostiene la filosofía que la justifica: “Un arma es un elemento usado para ofender.” Un arma será aquello que un individuo utilice con afán de generar daño en otro ser, manifestándose como arma en el momento preciso en que es usado. Es así que un arma no tiene necesariamente que ser un elemento especialmente creado para la ofender, pues será el uso, el medio y la intención lo que marcará la posibilidades de ofensa y la naturaleza de lo posible. Así pues, será requisito sine qua non que exista la intención de la ofensa, pues sin ella, el daño sufrido por un elemento no estará entendido como ofensa, sino que será un producto circunstancial de la interacción entre el sujeto herido y el elemento hiriente. Si un individuo es herido por su entorno, sin que haya una preparación, condicionamiento o intencionalidad por parte de otro individuo para que eso tenga lugar, dicho evento no será entendido como una ofensa, sino como una contingencia, producto de factores ajenos al control del sujeto paciente. “Será la intención del usuario la que atribuya la condición de arma a un elemento, pues sin dicha intención, el elemento no tendrá potencial ofensivo alguno.” No obstante, existen conceptos y objetos especialmente concebidos para ser usados como arma, posibilitando estos una mayor eficiencia en la ofensa, cuando son operados con la técnica debida. Estos instrumentos podrán ser llamados armas, pues son elementos concebidos para ser usados como tales. Ejemplo de esto serán las armas blancas o las armas de fuego, que son objetos que facilitan la lesión de un ser, cuando son manejados de una manera concreta, pues si no se operan de forma coherente con su concepción o intención, no tendrán más utilidad que cualquier otro objeto. “Un arma asistirá en el éxito de la intención ejecutiva a aquel que la opere con una técnica requerida.” De igual manera, mientras el arma es operada voluntariamente de una forma que le impida desarrollar su potencial lesivo, el elemento u objeto inicialmente concebido para ofender, pasa a ser un ente doméstico, potencialmente inofensivo. “Si un arma es operada con una técnica funcional, especialmente pensada para evitar que desarrolle su potencial lesivo, dicho arma pasará a ser un elemento doméstico.” Un arma láser habrá de entenderse como un arma, tanto para aumentar su potencial lesivo y facilitar el éxito ejecutivo del usuario, como para disminuir dicho potencial, aumentando con ello la seguridad cuando no es usada para su fin ejecutivo. De esta manera se facilitará el uso y control consciente del arma láser. “El arma láser deberá tratarse como un arma, tanto para maximizar como para minimizar su potencial lesivo, en coherencia con la intención del usuario.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 835 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA Existirán dos técnicas distintas para el arma: Técnica operativa: La técnica operativa será aquel conjunto de conocimientos, procedimientos y recursos, que harán al usuario del arma aumentar su posibilidad de éxito en un enfrentamiento en que sea usado el instrumento. Un arma láser, al ser considerada arma, se operará con una técnica operativa que maximizará su potencial lesivo, tanto literal como figurado. Técnica de seguridad: La técnica de seguridad será aquel conjunto de conocimientos, procedimientos y recursos que harán al usuario del arma capaz de minimizar el potencial lesivo del instrumento, a voluntad, llegando a conseguir convertirlo en un objeto absolutamente doméstico. Un arma láser, al ser considerada arma, se operará con una técnica de seguridad, derivada de la seguridad general de las armas, que facilitará la domesticación del instrumento, haciéndolo inofensivo. En síntesis: “La técnica operativa aumentará el potencial ejecutivo del arma, mientras que la técnica de seguridad disminuirá el potencial lesivo de la misma, hasta convertirla en un objeto inofensivo.” Seguridad general de las armas: “La seguridad general de las armas es aquel conjunto de conocimientos, procedimientos y recursos que facilitarán el uso seguro y doméstico de útiles e instrumentos con un elevado potencial lesivo.” “La seguridad general de las armas será el corpus central de la técnica de seguridad de la Esgrima Láser, rigiendo el uso del arma láser.” Estas premisas serán de obligado cumplimiento para cualquier individuo que pretenda elevar el control consciente de las armas más allá de los estándares, pues permitirá la convivencia con instrumentos diversos, sin negligencias que entorpecerían o inhabilitarían su crecimiento como operador de un arma, independientemente de su naturaleza. La seguridad general de las armas ha de ser obligadamente adoptada e integrada en la técnica de todo usuario de un arma, debiendo ser así durante su desarrollo, práctica y ejercicio, desde el primer contacto con el instrumento y hasta la fase de la competencia inconsciente, dado que la seguridad deberá ser la base de toda actividad armada. El usuario de la seguridad general de las armas asegurará la integridad propia y ajena en el uso de cualquier instrumental marcial. “La seguridad es el elemento que posibilitará la orientación del poder ejecutivo del arma, en coherencia con la intención del usuario, evitando la exposición propia o ajena a la lesión involuntaria. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 836 - Decálogo de la seguridad general de las armas: El arma estará en contante control de su dueño. El arma debe ser tratada en todo momento como si tuviese cualquier potencial literal o figurado atribuido. Se evitará la orientación del potencial ejecutivo hacia aquello que no se pretenda herir o dañar. El arma se transportará siempre en una actitud carente de tentativa, asegurada y sin potencia ejecutiva. Nunca se hará uso de un arma condicionado por el efecto de agentes externos. No se banalizará con el uso del arma, ni en público ni en privado. No se facilitará el uso a sujetos no responsables de sus actos, siendo el dueño del arma el responsable último. Siempre se colaborará con las autoridades civiles y/o militares en aquello que acontezca. Será el agente quién exija a su paciente que porte el equipo de seguridad y/o protección en el ejercicio doméstico. Se velará por el estado del arma, manteniéndola siempre operativa y evitando el trato que pueda generar su fallo. “Con las armas no existen los accidentes, tan solo las negligencias.” El uso del arma: El arma láser es la única, en la historia general de la esgrima académica, que desde su inicio ha sido concebida para su uso ofensivo estrictamente en un entorno figurado. Esto ha sido así al no hallarse posibilidad alguna de existir una variante con el potencial lesivo literal que se le atribuye. El contexto original del uso del arma láser, en un inicio era un supuesto ficcional literario y cinematográfico, que con el paso de los años y su asiento en el imaginario colectivo, ha dado lugar a un uso esgrimístico del arma en un contexto formal de estudio. Esto hace al esgrimista laserino un estudiante de las armas, que de manera excepcional, profundiza en ello sin pretender hacer un uso literalmente lesivo de su causa instrumental. “Por su naturaleza literal y figurada, el arma láser pertenece a un tipología de armas propia, notablemente diferente a las armas de proyectil, blancas o negras, que posee una técnica particular.” A diferencia de un arma histórica o moderna, un conjunto láser no tiene como función la de ofender al paciente, defenderse de él o dar fin a la vida de un igual. En este caso nos encontramos con un instrumento que estrictamente asumirá la labor de facilitar el aprendizaje y desarrollo del usuario, más allá de lo meramente esgrimístico. “El arma láser será considerada como herramienta de crecimiento propio o ajeno, nunca como medio de agresión.” Históricamente, han existido armas negras, especialmente pensadas para ser usadas para la instrucción TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 837 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA del esgrimista, que al igual que en la disciplina que nos atañe, precisan de la atribución de unos conceptos figurados para poder ser usadas como si se tratasen de armas con un mayor potencial letal. Antaño, era posible encontrar en espacios y vías públicas, individuos civiles armados, no solo como medio disuasorio o como manifestación de prestigio, sino para sentirse, mostrarse y estar preparados para contender en un más que posible asalto, con otros sujetos igualmente armados. Por ende, el uso del arma histórica está ligado a la funcionalidad práctica, civil o militar, ya sea como instrumento docente ante una amenaza real, o como herramienta de ofensa en un contexto de intervención pactado, en ocasiones, con pretensión lesiva superlativa. Esto convierte al arma láser y a sus usuarios en verdaderos afortunados, al no tener sobre sus hombros la responsabilidad de prepararse para un duelo con repercusiones sobre la vida propia o ajena. No obstante, en el ejercicio del duelo laserino, existen otras repercusiones, en este caso de índole estadística, que apelan al prestigio como tirador de aquel que se vea inmerso en dicha situación. El hecho de que exista el duelo como un ambiente de estudio y monitorización académica y formal, que sea también un entorno donde poner en valor el control emocional y que facilite un contexto donde aplicar conceptos adyacentes al asalto, dará lugar a un uso más formal de la causa instrumental, pues se precisará contención, entendimiento y trabajo para su elegante manejo, tanto en la dimensión técnica como en la ética. Dado el peso de la parte filosófica y su aplicación a la concepción de la naturaleza figurada del arma láser, en todas sus variantes, queda restringido el potencial de todas estas y su uso ejecutivo, a un objetivo que posea rasgos de racionalidad y/o capacidad de comprensión/computación lógica a un nivel que pueda considerarse humano, o superior a ello. “El arma láser será usada únicamente en el contexto de la razón agente y paciente.” De esta manera, las armas láser, por la base filosófica sobre la que se sostienen, y pese a poseer potencial lesivo literal, no estará habilitada para ser usada en contra de otro individuo, que independientemente de sus capacidades cognitivas, no sea capaz de intuir, conocer o comprender las implicaciones de la función ejecutiva de un arma láser. Esto será así basándose en que la función del arma láser ha de ser facilitar la adquisición del conocimiento a su portador, así como proveerlo de herramientas para su posterior uso y divulgación, usándola como causa instrumental junto al saber adquirido, y como catalizador de este. Por ende, la obra sobre cualquier ser que carezca de capacidad inteligible o posibilidad de entender la función del enfrentamiento, será considerada como inerte, ineficiente, o directamente contraproducente, quedando así inhabilitado como objetivo ejecutivo del arma láser y de su portador. Cuando un arma láser sea ceñida, independientemente de la tipología de esta, habrá de hacerse con honestidad y firmeza, dejando clara su presencia, sin recurrir a engaño u ocultación alguna. De esta manera, cualquier sujeto presente, sea académico y diestro, o profano y vulgar, podrá prevenirse y quedará advertido ante el dueño de la hoja, y así, ser parte activa del intercambio de información asociado a la presencia del instrumento. El usuario del arma láser, cuando se exprese como diestro sublime, tendrá en su mano una hoja, que con su luz representará el conocimiento, siendo este el instrumento más potente que la humanidad ha conocido. Así pues, será responsable de todo acto acontecido, pues poseerá el poder de controlar su entorno con su comprensión de este. “El conocimiento es el arma más eficiente que ha existido, existe y existirá.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 838 - Actitud: En el ejercicio de la Esgrima Láser, en el ámbito didáctico, instructivo y/o en duelo, la actitud ha de ser paralela a la encontrada en la cotidianidad diaria ajena a la actividad marcial. Así pues, la determinación a sostener una vida digna de ser conmemorada, será aquello que determine el éxito de la misma. De igual manera, el ejercicio esgrimístico alcanza el éxito cuando se eleva al grado de ser retenido en el recuerdo. Será entonces que la experiencia vital y esgrimística, podrá aportar elementos para una posterior revisión y uso a favor del dueño de la memoria. “El esgrimista laserino trabajará de manera constante para ser ejemplo, para sí y para el resto.” El esgrimista láser mantendrá la alerta constante, en su estado de diestro, independientemente de ser un Furasshu graduado o cualquier otro grado académico. Será el subconsciente el que mantendrá el control de las funciones de la atención, mientras que el consciente se dispondrá para la comprensión de lo acontecido. Así, el cuerpo y sus funciones básicas motoras, quedarán al servicio de la conciencia, alejando la posibilidad de ser condicionado por la fisiología. “El esgrimista laserino atenderá a su entorno y se controlará a sí mismo.” El ánimo, en toda su dinámica, no será expresado dentro de un contexto marcial, pues esto será una cesión a las emociones y a la necesidad fisiológica de interaccionar con individuos más allá de la razón. No obstante, en un ámbito doméstico, la expresión abierta de las emociones ayudará a los sujetos asistentes, y al protagonista mismo, a tener una monitorización de aquello que internamente afecta al diestro, ya sea a favor de la eficiencia o en contra de ella. Esto dará como resultado una forma controlada de transmitir conocimiento acerca de la perspectiva personal de los eventos, así como facilitará el auxilio a un diestro por parte de su círculo social, más no lo lastrará, al estar ceñida la expresión a la razón y a la elección del momento óptimo en que realizarla. “El esgrimista laserino expresará su emociones en el contexto doméstico, de manera racional, facilitando la su comprensión sin caer en la deriva.” En cualquier disciplina marcial, existirá un alto volumen de experiencias ajenas a la comodidad y regocijo de aquel que las experimenta. Para la correcta digestión de estas, se habrá de estar dispuesto a la reflexión previa, a la preparación para su segura vivencia y a la apropiación de la responsabilidad sobre ellas. Será por esto que el esgrimista entenderá a su propia conciencia con condescendencia y caridad, asumiendo que los errores serán cometidos, mas deberán de ser usados para el aprendizaje, pues de lo contrario, el fallo quedará injustificado, así como la situación que ha llevado a él. “El esgrimista laserino será consciente y asumirá la plena responsabilidad de sus actos de manera previa a su obra.” En el contexto duelístico, la actitud habrá de ser honesta, siempre plenamente consciente y pragmática. Esto dará como resultado que la disposición del tirador sea funcional, dejando de lado condicionantes emocionales que harán permear los matices del contexto, impidiendo una expresión plena, y con ello, dificultando una correcta administración de los acontecimientos y sus repercusiones. “El esgrimista laserino quedará sujeto a la razón honesta, ajeno al sesgo de la emoción.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 839 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA Motivación: Todas las armas precisan de una motivación para ser esgrimidas, estudiadas o, simplemente, poseídas. Si esa idea, con la que se justifica su existencia, no está sostenida con peso y seguridad, un arma se convierte en una vulgar herramienta letal. Y si el estímulo para armarse es incoherente con los principios de universal crecimiento, o valores fundamentales humanos de cuidado mutuo, el arma se torna una máquina destinada a borrar y distorsionar el conocimiento. No es esto distinto para las armas láser. “El arma láser obrará a favor del conocimiento, evitando ser usada como elemento que dificulte su expansión o lo extinga.” De esta manera, se entiende que el arma ha de ser un instrumento que catalice y facilite el conocimiento, asistiendo al usuario a su adquisición y posterior difusión. Así pues, el arma láser no deberá resultar un elemento que pueda ir en contra del saber universal suprimiendo fuentes de conocimiento, de cualquier índole, pese a ser estas antagonistas de aspectos particulares del usuario del arma láser. “El arma láser ha de ser poseída, estudiada y esgrimida en base al crecimiento personal y a favor de intereses universales. Estas armas aquí tratadas, desde un punto de vista literal, poseen un potencial lesivo claramente limitado y, por otro lado, tangible y emergente por la sostenida práctica. Aparte, estos instrumentos se muestran principalmente como elementos con los que aprender e interiorizar conceptos aplicables y viables para facilitar, y posiblemente garantizar, la ofensa a un ser vivo. “Pese al potencial lesivo literal existente, el arma láser se sostendrá en su aspectos figurados para ser útil.” Así pues, para que exista razón de ser, se configura parte de la filosofía particular de esta esgrima, que sostiene la creación, el estudio, el manejo y el duelo con armas láser. Esta dicta el hecho de representar con la luz de la hoja, el conocimiento poseído por el dueño del arma, que queda condicionado en color por la condición particular del tirador. Se arroja así un trasfondo por el cual un usuario y/o académico de la Esgrima Láser, sostiene su instrumento, asegurando con su trabajo y estudio, la plena coherencia en su uso y el entendiendo de la totalidad de las implicaciones que esto conlleva. “El fulgor de la hoja encendida, en manos de un Furasshu, iluminará al igual que su palabra, y siempre tras ella.” (El libro del Furasshu) TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 840 - La marcialidad y el uso de la fuerza: El arma, como herramienta destinada a la ofensa a un ser vivo, ha de ser tratada con respeto a la integridad propia, a la ajena y a la particular del instrumento, así como con extremo cuidado de no banalizar con la función marcial de este objeto, pues será este aspecto el que determinará el pleno entendimiento y control de aquello que llamamos arma y fuerza. “El arma resulta ser una interfaz que facilita la imposición de la fuerza, y por tanto, habrá de ser entendía y tratada en consecuencia.” Este concepto determina la forma en que un académico de la Esgrima Láser se comportará con un arma en las manos, esté o no dispuesto para su uso. Así pues, en determinados contextos, fundamentales para el desarrollo y práctica de la esgrima, como son los duelos, se podrá entrever el recato con el que es tratado el arma y otros condicionantes. Es interesante, destilado de lo anterior, destacar el hecho de portar el saya durante el transcurso de los asaltos, siempre que se esté hablando del duelo absoluto. Indiscutiblemente, el trajín con este elemento, el control del mismo y la forma en la que la mano no hábil estará aprestada a él, será determinante para el desarrollo técnico propio de la Esgrima Láser. El conocimiento destilado del respeto al conflicto aportará al conocedor el poder de discernir la viabilidad, pertinencia y resultados de la aplicación de la fuerza. Por otro lado, existirán sujetos que pretenderán el uso de la violencia o el conflicto sin entender las implicaciones de ello, quedando a merced de las circunstancias que ellos no han determinado, entendido o previsto. Y serán estos últimos individuos, sin razón, quienes más recurrirán al uso y aplicación de la fuerza, pues no comprenderán la ineficiencia de ello ni dispondrán de estrategias alternativas. “Ese que entienda los pormenores del conflicto, no recurrirá a él.” Aquel que conoce y controla el fondo marcial de la esgrima, será quien realmente pueda demostrar su intención pacífica ante el conflicto, al escoger no hacer uso de sus conocimientos y posibilidades técnicas, pues pese a tener en su haber herramientas para el éxito en un enfrentamiento, decide evitarlo de manera consciente, para proteger la seguridad y la integridad propia, junto a la de su opositor. El que no tiene el saber necesario para obrar o entender las implicaciones de sus actos, estará invalidado para ejercer y medir la violencia, y por tanto, para escoger entre si hacerlo o no, ya que no tendrá conocimiento de los eventos posiblemente emergentes, garantía técnica de éxito, ni juicio para determinar su idoneidad o conveniencia. En esencia, será el que entienda las implicaciones del uso de la fuerza, quién podrá decidir sobre su aplicación. Por el contrario, quien no conciba dichas implicaciones, no tendrá opciones sobre las que escoger, y por ende, tan solo podrá dejarse llevar por su emoción irracional de oposición, quedando expuesto a un contexto que no comprende. “La capacidad poseída para aplicar la fuerza es lo que atribuye eficiencia a la búsqueda de otras vías de disipar el conflicto.” Esto dará lugar a entender que el único individuo capaz de ser libremente pacífico es aquel que tiene el conocimiento y puede para hacer uso eficiente de la fuerza, pues será su decisión consciente la de aplicarla o no, ya que conoce, entiende y controla sus alternativas. Mientras que quien no posea el conocimiento, no tendrá opciones, y por tanto, no será genuinamente pacífico, sino ignorante, incapaz, ineficaz o inofensivo. Por tanto: “Quien conoce será pacífico. Quien no conoce será inofensivo.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 841 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA El caso particular y ejemplar del Furasshu: Será necesario entender la concordancia y cohesión entre la Academia de Esgrima Láser y la disciplina esgrimística que mana de ella. Así pues, se entenderá que un individuo que pretenda el control de la Esgrima Láser, estará ligado a dicha entidad de una u otra forma. Concretamente, un tirador laserino podrá ser un diestro de gran calado técnico, incluso sin tener graduación académica alguna, pues la exposición a examen público no será requisito para el aprendizaje. No obstante, el hecho de estar graduado será garantía de excelencia, auditada por quien lo requiera y a la luz de un Maestro/ Dekiru. Por tanto, aquel diestro que ostente el grado de Furasshu, seguro dispondrá de una serie de valores filosóficos, que le facilitarán el constante crecimiento y auxilio a aquel que lo pretenda. El Furasshu se esforzará para ser una figura respetada, por su obra y su palabra, que dedicará su vida al conocimiento ya la expansión de este, en volumen y extensión. Como diestro digno de la mayor graduación académica, el Furasshu aglutinará el conocimiento de distintas materias y hará un uso ejemplar de este, resultando una luz que mostrará el camino de otros, así como obrando en coherencia con la autoridad humilde en que sus conocimientos lo convierten. Un Furasshu habrá de estar siempre dispuesto a entregar y sacrificar su tiempo por superar los límites de su ignorancia, asumiendo la imposibilidad ser infalible. El esgrimista laserino académico habrá de entender la plena universalidad del conocimiento. En consecuencia, deberá quedar predispuesto para acceder a la información, independientemente de la naturaleza de la fuente, así como expandir lo aprendido de manera eficiente. Un individuo que espere una repercusión real en su entorno, desde una perspectiva marcial, no pretenderá ser conocido, pues estará expuesto a su seguro error. Por el contrario, pretenderá ser reconocido, pues será el juicio honesto de sus circunstantes la garantía de estar haciendo un papel eficiente y funcional. Igualmente, mantendrá viva la disciplina, en la teoría y en la práctica, en lo humano y lo marcial. Por ello, el Furasshu atenderá siempre a sus mayores, por ser fuente de conocimiento, y entre ellos estarán los Maestros/Dekiru, a los que asistirá y ayudará a extender la disciplina. Haciendo mención a la humildad y sus funciones para con el esgrimista, el Furasshu no pretenderá atesorar volumen de bienes, acentuando notablemente esto al tratarse de caudal proveniente de su actividad marcial, pues podría desembocar en la confusión de sus intereses y en el génesis de una afán recaudatorio, asociado al uso ineficiente de la violencia y sus efectos. Aquel graduado como Furasshu, nunca entenderá que la Esgrima Láser es una disciplina conclusa o estática, así como tampoco la percibirá victoriosa o sobresaliente, pues es obra de hombres y está sujeta al error. “El Furasshu, es un individuo honesto, sabio, consecuente y humilde, que haciendo uso de un pleno entendimiento de la Esgrima Láser, pone sus aptitudes, conocimientos y esfuerzo al servicio del saber universal.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 842 - Del estilo: “El estilo no tiene su origen en los recursos atesorados, sino en la carencia de ellos.” Si un hipotético tirador poseyese todos los conocimientos y recursos como para ser eficiente en cualquier situación que le pueda acontecer, sería neutro en cualquier contexto, adaptándose a la totalidad de las situaciones y obrando siempre de manera óptima. Esto le haría infalible, y por tanto, todas sus obras serían plenamente eficientes. Es obvio que será imposible un escenario en el que un sujeto pueda ser infalible, igualmente será inconcebible que un individuo pueda obrar siempre en perfecta consonancia con su intención y en contra de su opositor. La base de esto estará en que no existirá posibilidad alguna de que un sujeto conozca, comprenda y aplique todas las obras más eficientes en todos los eventos posibles, más si cabe, si lo sucedido resulta ser sorpresivo. Por tanto, serán las diferentes carencias que tiene cada tirador, las que lo condicionarán y le harán único, pues de manera presumible, todos los tiradores pretenderán ser óptimos, mas no podrán por distintos motivos. “El estilo emerge de las carencias.” Acorde a esto, se entenderá que no existen estilos dentro de la Esgrima Láser, pues dos tiradores idealmente óptimos actuarían de igual forma ante un mismo opositor en un mismo contexto. Así, la aplicación técnica precisa y el aprovechamiento exacto de la geometría, genera un único estilo posible, que será aquel que busca la obra más eficiente. No obstante, al no ser posible siempre la obra óptima, cada tirador quedará identificado por aquellos conocimientos que no conozca, que no posea o que no aplique, haciéndose único y distinguiéndose de los demás. Igualmente, las estrategias compensatorias de las carencias particulares perfilarán la manera en la que tiene lugar la expresión esgrimística del individuo, marcando esta y emergiendo el estilo propio. “Serán los recursos que no se conozcan, que no se comprendan o no se apliquen, los que darán lugar a la distinción del estilo de un tirador y, por tanto, a la expresión de su personalidad en el asalto.” Todo esto nos lleva a que un tirador, por su manera de actuar y vivir fuera del entorno esgrimístico, definirá su aprendizaje, su entendimiento y sus posibilidades en la esgrima, lo que interrelacionará al asalto con aquello que acontezca fuera de él. “Un tirador se expresará esgrimísticamente de una forma relativa a como se expresa fuera del asalto.” Así pues, el estudio del tirador y paciente opositor deberá de ser completo, pues el agente no solo recibirá información útil por medio del estudio de su técnica, sino que también facilitará su predicción por medio del sondeo de su vida y obra ajena a la esgrima. “Un esgrimista se define por la técnica en el uso de las armas y por la experiencia vital que condiciona su aplicación.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 843 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA Hipótesis del agente reflejado: La hipótesis del agente reflejado es un recurso filosófico, que tiene su función en asistir a la demostración de la importancia del control sobre los elementos contextuales propios del medio y que influyen sobre él. “Un encuentro entre un agente y un paciente anatómica y psicológicamente idénticos, que atesoren exactamente la misma información justo al inicio del asalto, tan solo quedaría determinado por los elementos contextuales que condicionan los medios.” Si un agente fuese opositor de una versión presente de sí mismo, únicamente serian los determinantes del medio, propios del contexto, aquello que favorecería el éxito de uno u otro opositor. Por lo tanto, serán esos mismos determinantes aquellos que deberán tenerse bajo control en todo momento, pues habrán de usarse a favor de uno mismo frente a cualquier opositor, dado que condicionarán en gran medida la propiedad del medio y el éxito ante cualquier otro individuo. “A mayor igualdad entre la técnica aplicada, mayor relevancia de los elementos contextuales.” Dichos elementos condicionantes normalmente estarán fuera del manejo del agente, y tan solo podrán ser monitorizados por él. Siendo así, se podrán usar a favor, haciendo que pasen a formar parte activa o pasiva de las partículas intervinientes en la intención, así como en la frase de armas u obra. La hipótesis del agente reflejado arroja luz sobre el diferencial del potencial de éxito entre dos individuos virtualmente idénticos, dando lugar con ello a la diferenciación de aquellos elementos que son dependientes o controlables por los implicados y los elementos que son únicamente dependientes del contexto en que se desarrolla el encuentro. Diferencial del potencial de éxito: El diferencial del potencial de éxito es el conjunto de posibilidades de ventaja que tendría un agente si se enfrentase a una versión presente e idéntica de sí mismo. “El diferencial del potencial de éxito dejará ver el valor del contexto. De esta manera, hará que aquel que lo tenga en cuenta y use a su favor adquiera una superioridad táctica notable, siendo siempre complementaria a los recursos semánticos, sintácticos e idiomáticos centrados en la estricta expresión esgrimística y/o táctica.” Diferencias entre el conflicto literal y figurado: El fin que justifica la dedicación a la destreza de las armas es asunto merecedor de rubricar y quedar presente en estas premisas teóricas y filosóficas, no por su repercusión en el desempeño del tirador, sino por su peso en la conciencia de este. Existe la posibilidad ideal, contemporánea a estas líneas, de concretar y centrar el uso de lo aprendido en un contexto lúdico o académico. Claramente, esta forma de entender la esgrima, propone que el tirador se enriquezca para desempeñar una tarea en un entorno doméstico y controlado, sea este, el sparring, el acondicionamiento físico, la exhibición, la docencia, cualquier otro asalto esgrimístico, o el fin último del esgrimista láser, el duelo. Por otro lado también se prevé la posibilidad de pretender y conseguir extender la aplicación del conocimiento obtenido a un plano real, fuera del contexto doméstico y sujeto a las repercusiones tangibles y reales de un conflicto literal. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 844 - “Las destrezas adquiridas con la esgrima tendrán su aplicación en el plano domestico y en el plano no doméstico.” Como elemento fundamental, hay que entender la diferencia entre el combate y la esgrima como disciplina marcial. “La esgrima será un ejercicio doméstico. El combate será un ejercicio no doméstico.” El combate se puede entender como la situación literal en la que se aplica la fuerza por uno o más de los individuos opositores implicados, pretendiendo la repercusión tangible sobre la integridad del antagonista. Sin embargo, la esgrima, no pretende directamente la aplicación de sus destrezas en un contexto literal, pese a poseer el potencial para aumentar las posibilidades de éxito en él. Será por esto, que el asalto de sparring o de duelo, nunca se llamará combate, pues no lo es, quedando diferenciado en intención y consecuencias. Irremediablemente, el sentido que cada persona libre ha de dar a su obra, va a estar teñido y sesgado por sus circunstancias propias, pretéritas y presentes. No obstante, existe un concepto común para todo tirador y usuario de la Esgrima Láser: “[…] La Esgrima Láser ofrece destrezas para afrentar un conflicto, así como para evitarlo. […]” (El libro del Furasshu) Poniendo en contexto la cita, concretamente su última parte, cabe mencionar que los escenarios de aplicación real y literal, de una disciplina marcial, serán tantos como combinaciones existan de los elementos que conforman un determinado conflicto. En ello intervienen la naturaleza del teatro, los eventos detonantes, el tiempo en que se suceden los acontecimientos, los opositores, las circunstancias particulares de aquel que haga frente a la situación, y sobre todo, la ausencia de reglas o límites. Al ser infinito el número de combinaciones que pueden generarse, se debe de entender que no existe un método polivalente y unificado para estudiar, enfrentar o evitar todos los entornos y motivaciones de conflicto posibles. Lo que en determinadas circunstancias, puede dar lugar a inhabilitar determinadas disciplinas, parcial o totalmente. “La ganancia en el potencial de éxito emergente del estudio de una disciplina marcial, dependerá de la naturaleza del contexto de intervención, quedando inhabilitadas aquellas prácticas que no se adapten a un contexto posible.” Un ejemplo de esto es el factor sorpresa o eventos emergentes imprevistos. Estos son un rasgo y/o condicionante típico de una intervención literal sobre cualquier tipo de paciente. Factor que queda totalmente excluido de la mayoría de las disciplinas esgrimísticas, o más en general, marciales. Será que un agente, al abrigo de dicha sorpresa y estupor, no precisará de destrezas esgrimísticas para una certera finalidad ejecutiva literal. Cuestión que también invalidará los conocimientos que el paciente sobrevenido e indefenso pueda poseer o dominar. Así pues, en un contexto literal, existirán recursos y conocimientos marciales mucho más eficientes para la resolución ejecutiva del conflicto que los estrictamente ceñidos a la técnica esgrimística. “Mientras en la esgrima el asalto es pactado, en el combate el asalto será idealmente sorpresivo.” Otra faceta del conflicto real que no se encuentra en un contexto controlado, es el contexto cambiante. En la mayoría de los encuentros entre marcialistas, el asalto tiene lugar en un área totalmente cerrada y donde no existen, o son mínimos, los elementos circunstanciales de disturbio. Dichos elementos pueden TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 845 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA ser de una índole muy variada, incluso impredecibles por este que escribe. Ejemplos de esto podrán ser otros individuos eventualmente intervinientes o la naturaleza cambiante del biotopo, que podrá poner en ventaja o desventaja a uno u otro de los opositores, de manera totalmente asimétrica e imprevista. “En la esgrima, el contexto donde tiene lugar el contacto es relativamente estable, mientras que en un combate se pretende que el contexto cambie a favor de uno de los intervinientes.” Como último caso ilustrativo, podemos tomar la simetría. Una particularidad que solo existe en los supuestos deportivos. En un plano real, nunca existirá parecido entre las circunstancias agentes y pacientes, entre otras cuestiones, por la necesidad implícita en el conflicto de solo afrontarlo si uno se encuentra, o cree encontrarse, en ventaja táctica. “En el combate se busca la mayor ventaja posible del agente sobre el paciente, usando cualquier elemento que pueda aumentar la posibilidad de éxito.” Se comprende, por tanto, que la más eficiente forma de contender con un conflicto real y literal no es afrontarlo, sino, evitar su gestación. Y esto queda justificado por la imposibilidad de predecir o dominar todas las variables posibles que tienen efecto en el resultado y digestión de los eventos. “Se deberá evitar la exposición al combate, pues resulta ser la manifestación literal de un conflicto, con repercusiones imprevistas, reales y contundentes para los intervinientes, que penalizan el mantenimiento del conocimiento y la adquisición futura de este.” Será de esta forma como no se deberá tener contacto con la entropía propia del desarrollo de un combate, que también existirá en menor medida en el asalto esgrimístico, y que dará lugar a la rápida pérdida de control por parte del agente. Algo que siempre se deberá de tener en cuenta, pues lejos un contexto académico, concertado y doméstico, la tendencia al caos en una riña verdadera o combate aumenta más allá de las estimaciones posibles y siempre en grado superlativo. “En el combate la entropía será mayor que en el asalto esgrimístico.” De este modo, el uso literal de las armas queda relegado a un segundo plano, y reservado para contextos donde su disposición en el medio sea la única y más eficiente forma de zanjar un conflicto. “El uso de las armas deberá ser doméstico, para aprender con su ejercicio a mantener el conflicto alejado.” Así es que la Esgrima Láser justifica su alto contenido teórico y filosófico, asociado al diálogo, al debate, al entendimiento y a la humildad, pues ninguna destreza dedicada al conflicto ofrece seguridad plena ante un paciente con veraz intención ejecutiva. “Por mucho conocimiento atesorado que se posea, no se puede garantizar el éxito en el asalto.” Así mismo, las disciplinas adyacentes, no solo confieren una base sólida sobre la que apoyar los conceptos esgrimísticos y elevarlos a ciencia, sino, que aportan herramientas para complementar el ejercicio marcial y gozar de una perspectiva más amplia del conflicto, que otorgará la posibilidad de intuirlo, preverlo, controlarlo y evitarlo. Por tanto: “La forma más eficiente de usar las armas es valerse de ellas para nunca necesitarlas.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA CAUSA FILOSÓFICA- 846 - El duelo: “El duelo es un enfrentamiento de índole singular, pactado entre los participantes, que según unas reglas, pretende resolver una disputa previa o presente.” En el contexto marcial académico de la Esgrima Láser, el duelo tiene lugar como elemento parcialmente doméstico de control del individuo implicado, sustentado en la intención de determinar la capacidad de implementar la técnica adquirida, así como en la pretensión de ofrecer al opositor la posibilidad de comprobar lo mismo. “El duelo posibilitará la orientación del agente respecto a su capacidad de oponerse esgrimísticamente al paciente.” El duelo será un recurso que deberá ser evitado, en la medida de lo posible, pues será resultado de no haber podido resolverse la duda o disputa de una manera más eficiente, ya sea por medio del debate o de la investigación profunda y veraz del tema en cuestión. “El duelo será la expresión del fracaso de los implicados, al no haber poseído el conocimiento y argumentos necesarios para sostener su discurso que aclare una disyuntiva.” Dado que la Esgrima Láser es una disciplina de índole científica, los tiradores académicos habrán de poseer herramientas suficientes como para dirimir las diferencias de sus perspectivas, con métodos más elegantes que la demostración en duelo. Esto hace, por lógica, que el duelo quede restringido a la resolución o alumbramiento de discrepancias concretas del contexto técnico esgrimístico, pues cualquier otra cuestión no podrá ser demostrada con el éxito en un asalto. Por ende, el duelo podrá ser entendido como el intento de imposición por la fuerza, de la perspectiva de uno de los tiradores sobre el otro, cuando tenga lugar para disputar una cuestión diferente de la estrictamente técnica y/o esgrimística. “La celebración del un duelo únicamente quedará justificada por la necesidad de crecimiento técnico de uno o ambos tiradores implicados.” El duelo deberá siempre de estar sujeto a unas reglas mínimas, usadas para determinar la naturaleza del evento en toda su dimensión, recogidas en la tratadística interna de la Academia de Esgrima Láser, como entidad reguladora de la actividad duelística. Según la filosofía marcial propia de la Esgrima Láser, el duelo no tendrá interés deportivo alguno. Por el contrario, ambos opositores serán los encargados de facilitar la comprobación y revisión de la capacidad marcial del otro, de manera recíproca. Para ello, cada uno pretenderá ofrecer la oposición más eficiente y eficaz posible, sobre la que el opositor medirá su capacitación. “En duelo, todo tirador deberá ofrecer la más eficiente oposición que le sea posible.” El duelo será el último recurso al que optar para dirimir una diferencia, pues el resultado tendrá valor únicamente empírico. No obstante, el duelo será el primero de los recursos para justificar la formación técnica esgrimística, pues cualquier tirador académico deberá estar capacitado para defender su integridad frente a un opositor, dándole esto valor a su repertorio y conocimiento técnico. Es por ello que el duelo estará presente, de una u otra forma, en el examen académico público. “El duelo será el motivo por el que el tirador se forme, sin pretender activamente llegar a él.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 847 -DE LA C AUSA F ILOSÓFICA En duelo, juez y tiradores, tendrán en cuenta los aspectos figurados del arma, haciendo cualquier categoría duelística capaz de comprobar la capacidad técnica de un individuo, cuando este estuviese armado con un arma que poseyese literalmente el potencial figurado que se le atribuye. El duelo siempre tendrá un carácter marcial, por tanto, quedará implícito en el riesgo de lesión, para ambos implicados. Así pues, quedarán justificadas las protecciones mínimas, sin poderse garantizar la plena seguridad. “El duelo será el último recurso.” ———— DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 850 - El método científico: El método científico es un sistema destinado a la obtención fidedigna y veraz de información del entorno. Descripción: “El método científico es una consecución ordenada de procedimientos y actos de los que se vale la investigación científica, para observar y aumentar la dimensión de los conocimientos.” Habrá de concebirse el método científico como una estructura o configuración organizada formada por reglas y principios coherentemente concatenados, que propician la adquisición de conocimientos veraces y demostrables, y por tanto, es el primero de los conceptos a conocer antes de comenzar con la profundización en la metodología y desarrollo de la Esgrima Láser y del el resto de las disciplinas adyacentes a esta. Gracias a la universalidad del lenguaje científico, tendrá una menor dificultad la difusión de conocimientos adyacentes y específicos, tangibles o abstractos, y con ello, se permitirá su rápida comprensión y conjugación con distintos ámbitos técnicos. “La ciencia aporta un sistema y nomenclatura universal, precisa y orgánica que facilita el sustrato de la exposición, haciendo posible la transmisión de ideas abstractas más allá de los límites del conocimiento presente.” Por tanto, el método científico es una herramienta fundamental para la evolución del esgrimista láser, así como para la investigación, la creación y la difusión de nueva tratadística, permitiendo esta que posea fundamento empírico, veracidad y sea aplicable a un contexto práctico. “Entender las causas facilita entender las consecuencias.” Ya desde antaño, el uso del pensamiento mushin, definía y facilitaba la escisión de la razón de aquel pensamiento sesgado por las emociones o condicionantes propios. Era de esta manera, que el control emocional, la observación, la experimentación y las conclusiones independientes, se entendían como recurso fundamental para el crecimiento de cualquier figura marcial, independientemente del origen geográfico de esta y de su base filosófica. Pasos del método científico: El método científico está compuesto por una serie de pasos que marcan un protocolo a seguir, para garantizar el rigor de las conclusiones obtenidas. 1º- Necesidad de información: Todo comienza cuando el individuo, el esgrimista, el investigador o el científico, se propone una pregunta sobre un fenómeno observado o sobre aquello que esta investigando: ¿Cómo?, ¿qué?, ¿cuándo?, ¿quién?, ¿qué?, ¿por qué? o ¿dónde? 2º- Observación: Reunión de información que ayude a responder a la cuestión. Las observaciones no pueden ser informales, sino que deberán ser intencionales y recogidas de manera organizada, con la idea funcional de que la información reunida sea objetiva, equidistante y, por ende, válida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 851 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES La recolección sistemática y cuidadosa de mediciones y datos es la principal diferencia entre ciencias arcaicas, pseudociencias y la ciencia formal. Las mediciones pueden realizarse en un entorno controlado y/o doméstico, como un laboratorio, salón, sala o gimnasio, o sobre objetos y conceptos más inaccesibles, intangibles o no manipulables, como estrellas, poblaciones, situaciones de combate o duelo… etc. Las mediciones requieren instrumentos científicos especializados como termómetros, microscopios, aceleradores de partículas, espectroscopios, voltímetros, cámaras fotográficas, de vídeo y otro más sencillos y no por eso menos útiles, como metros, básculas o cualquier sistema que proporcione una información mesurada y estándar sobre lo medido. 3º- Formulación de hipótesis: Una hipótesis es una afirmación que puede usarse para predecir el resultado de futuras observaciones. La hipótesis nula es una explicación sugerida de un fenómeno o una propuesta razonada que sugiere una posible correlación entre un conjunto de fenómenos. Una hipótesis potencialmente útil debe consentir predicciones por razonamiento lógico, incluyendo el razonamiento deductivo. La hipótesis podría predecir el resultado de un experimento en un lugar de experimentación, laboratorio, o la observación de un fenómeno en la naturaleza. La predicción también puede ser estrictamente estadística y tratar sólo con probabilidades. Las predicciones que no son accesibles por la experiencia u observación, así como la hipótesis que no es todavía comprobable, permanecerán en esa instancia no científica. En un momento futuro una nueva investigación podría hacer posible los experimentos y medios necesarios. 4º- Experimentación: La experimentación es el momento en los que los científicos o investigadores realizan los experimentos con actos concretos, en los que se ponen a prueba las hipótesis, recopilando información sobre el proceso y resultado. Las predicciones que proponen las hipótesis pueden comprobarse con experimentación. - Si los resultados obtenidos contradicen o no coinciden con las predicciones, las hipótesis son cuestionadas. - Si los resultados confirman las predicciones de las hipótesis, entonces se entiende que estas son relativamente correctas o acertadas, y pese a ello, pueden estar equivocadas y seguir sujetas a nuevos experimentos. Para evitar el error de observación en experimentos, se utiliza la técnica del “control experimental”. Esta utiliza el contraste entre múltiples muestras u observaciones bajo diferentes condiciones para ver qué cambia o qué sigue siendo lo igual. La experimentación ha de tener lugar aislando lo interviniente en lo experimentado de su entorno, de esa manera se podrá tener un control mayor sobre elementos que puedan afectar a los resultados. 5º- Análisis de datos: Después de la experimentación, se cogen los datos, que pueden tener distinta naturaleza: en forma de números, magnitudes, afirmativo / negativo, presente / ausente, u otras observaciones. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 852 - - Se tendrán siempre en cuenta los datos obtenidos que no se esperaban o que no se deseaban. Este paso implica determinar lo que muestran los resultados del experimento, y así, decidir las próximas acciones a tomar. - Las predicciones de la hipótesis se comparan con las de la hipótesis nula, para determinar cuál es más capaz de explicar los datos. - Si un experimento se repite un gran número de veces, puede ser necesario un análisis estadístico, que establece una dinámica más profunda de análisis, facilitando la posterior predicción. - Si la evidencia ha rechazado la hipótesis, se requiere una nueva hipótesis. Si los datos apoyan la hipótesis, y sin embargo la evidencia no es lo suficientemente fuerte, han de probarse otras predicciones de la hipótesis, con otros experimentos distintos. - Una vez que una hipótesis está fuertemente respaldada por la evidencia, se puede formular una nueva pregunta de investigación, para proporcionar más información sobre el mismo tema. 6º- Conclusiones, aceptar o rechazar la hipótesis: En muchos experimentos, las conclusiones se forman sobre la base de un análisis informal de datos. Con solo preguntar, ¿Los datos encajan en la hipótesis? es una manera acertada de aceptar o rechazar una hipótesis. No obstante, es más eficaz aplicar un análisis estadístico y profundo a los datos, para establecer un grado de «aceptación» o «rechazo» que permita la conclusión sólida. Las matemáticas son útiles para examinar los efectos de los errores de medición y otras incertidumbres en un experimento. - Si la hipótesis es aceptada, no se garantiza que sea la hipótesis correcta. Solo significa que los resultados del experimento apoyan la hipótesis, respecto a las condiciones experimentadas. Cabe la posibilidad de duplicar el experimento y obtener resultados diferentes. También es posible que la hipótesis explique las observaciones, y pese a ello, la explicación sea incorrecta o incompleta. - Si la hipótesis se rechaza, puede finalizar del experimento o puede volver a realizarse. Si se vuelve a ejecutar el proceso, se obtendrán más observaciones y más datos. Si durante la repetición del experimento se producen resultados diferentes, habrá factores ajenos al control establecido que estarán influyendo. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 853 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Aplicación del método científico: En la disciplina de la Esgrima Láser, el método científico, nos proporciona una herramienta inestimable de garantía en cuanto a la efectividad, viabilidad o veracidad de aquello investigado, gracias a su capacidad fielmente predictiva. Cosa que tiene un altísimo valor al tratarse de un contexto donde intervienen armas, variables humanas, un constante crecimiento de la entropía, y donde existe poco espacio o tiempo para la experimentación in situ. Por tanto, el método científico permite la deducción precisa, y con ello concebir, desarrollar y aplicar la técnica esgrimística de una manera en la que se puedan predecir estadísticamente los resultados de lo obrado. De esta manera, se podrán llegar a conclusiones sobre lo que es eficiente o ineficiente sin quedar expuesto a la aplicación previa a la deducción de aquello que será funcional. “El método científico permitirá la concepción, desarrollo y aplicación de la técnica esgrimística minimizando los riesgos para el usuario.” En esencia: “El método científico representa y crea una universal cohesión, que funde todas las disciplinas adyacentes con la esgrima, generando un todo unido por la búsqueda de la funcionalidad a la hora de abordar situaciones emergentes con la mayor eficiencia.” Las disciplinas adyacentes: Haciendo una profundización epistemológica en los aspectos que conforman al individuo abocado al desarrollo propio, se puede concluir que: “Un esgrimista plenamente solvente habrá de conocer, entender y dominar siete disciplinas básicas, de las que se componen los conceptos comprendidos en la esgrima, así como ser capaz y estar predispuesto a ahondar en cada una de ellas con profundidad científica, constituyendo esto la más firme exposición al crecimiento, tanto marcial como personal.” Desde el punto de vista de la filosofía particular de la Esgrima Láser, es requisito sine qua non, complementar los conocimientos marciales específicos con todos aquellos datos que afectan a la cognición de forma paralela. Siendo esto fundamental para favorecer un criterio propio y un pleno control consciente, de la concepción y la aplicación de cada uno de los aspectos que componen el repertorio del esgrimista, así como para facilitar el pensamiento lateral. El pensamiento lateral, propuesto por Edward de Bono en su obra “The use of lateral thinking” en 1967, entrega y abre la puerta académica al uso de una técnica para la resolución de problemas de una manera indirecta, no ortodoxa, carente de dogmas y con una implementación de la creatividad basada en la información atesorada en el momento de la acción. Esto puede hacer que se encuentren soluciones, que al no pertenecer a los métodos existentes, aporten nuevas dimensiones de resolución. La Esgrima Láser ha tenido que valerse del pensamiento lateral para su desarrollo, por la naturaleza moderna de su causa instrumental, nunca antes explorada esgrimísticamente. La técnica laserina ha sido generada sin tener en cuenta la naturaleza de otras armas y su técnica, pues es tal la diferencia, que no tenían potencial de resultar una base sólida para comenzar el desarrollo. Así pues, la Esgrima Láser se ha valido de las disciplinas adyacentes para crear un corpus teórico propio, que en ocasiones y conceptos puntuales coincide con la tratadística clásica, mientras en otras difiere diametralmente, dada la naturaleza dispar de los instrumentos históricos y las armas láser. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 854 - Aplicando el pensamiento lateral a lo particular del asalto, una obra concebida por medio del pensamiento lateral tendrá el potencial acrecentado, gracias a la probable imprevisibilidad de su implementación, pues cabe la posibilidad de que no sea posible su prevención según una lógica adquirida por un método existente. Así pues, para aumentar la potencia y dimensión del pensamiento lateral y ofrecer distintas resoluciones a las situaciones emergentes, será ideal la profundización en distintas materias y disciplinas, que dan base a la Esgrima Láser o que la complementan. “Las disciplinas adyacentes son cada una de las áreas de conocimiento universal que tienen relación directa o indirecta con la esgrima, que no forman parte de su temario específico y que pueden ser usadas para magnificar la dimensión esgrimística del individuo que las estudie.” Las distintas materias y/o disciplinas que conforman y complementan a la Esgrima Láser, entendidas como adyacencias, están unidas por el método científico, que es usado en la comprensión de su funcionamiento y en la aplicación práctica de cada una. Sobre este, y atendida según sus principios, estará la ciencia, a la que pertenecerá cada uno de los argumentos esgrimidos por el tirador, tanto en el transcurso del asalto como en los tiempos previos y posteriores. Esto aportará una base consistente sobre la que sostener lo expuesto, y un recurso útil para comprender y monitorizar aquello ya aprendido, estando siempre esto expuesto a su corrección o sustitución por datos científicos más acercados y capaces de explicar la realidad experimentada. En última instancia, el conocimiento ofrecido por las disciplinas adyacentes será un elemento primordial para poder dar sentido a la última parte de la descripción universal de la Esgrima Láser: “[…] así como para ser capaz de evitarlo.” (En referencia al conflicto.) Por separado, las disciplinas adyacentes son una herramienta básica que permitirá conocer el mundo, entenderlo y usar como ventaja el conocimiento adquirido para cuestiones no necesariamente aparejadas con la esgrima, y por ende, facilitar de manera sólida el hecho de evitar el conflicto, así como de prepararse para él. Será el requerimiento de mantener bajo control el conflicto y sus implicaciones, aquello más complejo de aprender, practicar y sostener por un individuo que pretenda el dominio de la Esgrima Láser. En consecuencia, se hará necesario un volumen indeterminado y superlativo de conocimientos, que provean al agente de herramientas y métodos para hacer frente a tan compleja gesta. “El dominio de las disciplinas adyacentes hará universales a las destrezas específicas de la Esgrima Láser.” “El dominio de las disciplinas adyacentes hará específicas las destrezas universales, complementando a la Esgrima Láser.” Así pues, la profundización sin límite en las disciplinas adyacentes proveerá de información útil, que poniéndola al servicio de la honesta razón, facilitará el control de la tensión, así como el dominio de la situación contextual donde esta se genere, otorgando la posibilidad evitar el conflicto o de entenderlo como una llamada al crecimiento propio y común. “A mayor profundidad del conocimiento adyacente, mayor facilidad para extinguir y/o controlar el conflicto.” En conclusión: “La Esgrima Láser es aquello que florece de la confluencia de las disciplinas adyacentes, cuando al unísono se ponen en servicio del control y uso de las armas láser.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 855 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Arte: El arte es un mecanismo de comunicación, a diversos niveles, por medio de la complementación emocional en la transmisión de ideas. Esta disciplina dotará al usuario de una mayor profundidad en su expresión y comprensión, así como la advertencia de los matices subyacentes en la expresión ajena. Así pues, el arte queda descrito como: “Capacidad intrínseca humana de transmitir emociones, voluntaria e intencionalmente, a un receptor ajenas a ellas.” Dentro de esta disciplina existen varias ramas, todas ellas enfocadas a hacer al tirador un ilustrado y eficaz comunicador, posibilitándole entender y ser entendido por aquellos que le rodean, tanto dentro como fuera del asalto. Las ramas, o disciplinas artísticas de crucial relevancia para el esgrimista láser son: Arte gráfico: El arte gráfico es la creación y/o representación, en un medio bidimensional, de un concepto por medio del juego y contraste entre formas, luces, sombras y color, independientemente de cual sea su técnica y el soporte en que se visualiza. El arte gráfico es de fundamental aprendizaje para un esgrimista, al requerir este de un perfecto entendimiento del plano inferior, de conocer el posicionamiento sobre él, de controlar la perspectiva y de precisar comunicar todo ello sobre un medio bidimensional. Así se facilitará la ilustración de ideas, tanto por medio de la imagen como por la descripción de conceptos en una abstracción en dos dimensiones. Además de ello, es conocido el adelanto que supone controlar la visión y proyección mental de un sujeto, para la visualización correcta de las acciones a obrar, o potencialmente obradas por su oposición. Música: La música es la disciplina que usa la consecución temporal de sonidos y silencios para conseguir un efecto coherente con la exposición del mensaje transmitido. Para un el tirador experto, la música representa un medio de autoconocimiento, de estimulación y de aprendizaje. De ella, de su creación y de su asimilación, el creador y el oyente puede extraer valores, lecciones y fundamentos, tanto concretos como abstractos, profundamente útiles a la hora de generar un crecimiento y condicionamiento esgrimístico, dado que la música servirá para inspirarse y facilitar con ello tanto la toma, la retención y la expresión de la información. Se puede usar la música para hacer un perfeccionamiento psicomotriz, para trabajar la cadencia de movimientos, para entender y aplicar los fundamentos del ritmo, así como para estimularse mientras se estudia, aprende, tira o duela. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 856 - Actuación y danza: La actuación y la danza son unas formas de expresión artística que usan el movimiento y lenguaje gestual, en ocasiones complementado con recursos orales y musicales, para realizar una transmisión de información emocional. Estas vertientes artísticas están fuertemente ligadas a las condiciones contextuales de quien baila, danza o actúa en un papel concreto, y esto condiciona fuertemente los recursos usados en su composición. No obstante, siempre ha estado unido al sentido que se le ha otorgado a las distintas partes del cuerpo y a su movimiento funcional. Esto ha generado distintos tipos de danza durante la historia, así como muchas maneras de expresar emociones que no son genuinas o propias de quién actúa, entre las cuales han existido expresiones cercanas y/o ligadas al desarrollo esgrimístico y marcial. La actuación, como expresión física de una intención, objetivo o emoción, dota al esgrimista de mayor facilidad para comunicar a su opositor intenciones propias, ya sean reales o pretendan el engaño. El control de las expresiones faciales y corporales, hará que el paciente se condicione profunda e instintivamente, de manera que se podrá otorgar potencial a la obra agente, así como enmascarar sus pretensiones reales. Adicionalmente, el dominio de la oratoria, hará más sencilla la capacidad de intercomunicación con otros individuos, facilitando la transmisión de conocimientos y, con ello, el control del medio y del conflicto. Igualmente, con un eficiente control de la expresión verbal y no verbal, se posibilitará el control del foco atendido y de intención del paciente, haciendo posible que el agente oriente a voluntad la observación de su opositor, condicionando su adquisición de información, además de pudiendo conseguir que decrezca o aumente la intención antagonista sobre aquel agente que actúa. La danza aporta al esgrimista una motivación para el acondicionamiento físico, dado su gran exigencia en cientos estilos y géneros. También coopera para generar un perfeccionamiento de la coordinación locomotora, siendo un eficiente vehículo para el aprendizaje y mantenimiento del conjunto de compases estudiados, del equilibrio y de la adaptación anatómica al contexto geométrico ideal, así como de cualquier otro elemento físico o virtual psicomotriz implícito. Igualmente, la danza proporciona una vinculación del aparato locomotor con la consistencia, seguimiento y control de una cadencia rítmica. Este aspecto es fundamental en la esgrima, pues la estructura métrica temporal en la que las acciones y obras tienen lugar, suelen estar ordenadas en patrones rítmicos relativamente diferenciables, consonantes y constantes, que habrán de ser entendidos y controlados. Así pues, se funde la experiencia aportada por el conocimiento de la danza con la aportación realizada por la música. Escultura: La escultura resulta ser la disciplina artística que, por medio del espacio y el volumen, asiste a la expresión emocional del autor. La escultura puede participar de hacer al esgrimista láser un sobresaliente tirador, más consciente del espacio, de sus dimensiones y de las premisas necesarias para desenvolverse en él. También, por las exigencias de conocimientos médicos anatómicos y el gran nivel de trabajo realizado por los artistas de la historia, el tirador que maneje la escultura para la representación TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 857 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES humana, dominará y conocerá la disposición anatómica del cuerpo humano, y eso le será una ventaja para conocerse a sí mismo y a su opositor, desde el plano biomecánico. Literatura: Se suele decir de ella que es el arte de la expresión verbal, lineal y coherente con la intención del autor. Con ello abarca tanto la comunicación escrita como la oral. En esencia la literatura es la disciplina artística que permite la expresión emocional por medio del lenguaje. Es incuestionable el valor que tiene el dominio de este arte, para cualquier sujeto que precise comunicar un mensaje. Más aún para un académico laserino, que centra su labor, entre otras, en ayudar a otros a adquirir conocimiento. Para ello es fundamental saber esquematizar, organizar, plasmar y hacer entender la información. De la misma forma, un esgrimista capaz de hacer una obra sobre sí mismo y su expresión, dará soporte a aquellos que lleguen tras él, de una y mil formas distintas, que incluso él desconocerá. Fotografía: Estricta y formalmente, es el arte de recoger la luz y plasmarla en un soporte inicialmente bidimensional, para su posterior examen o exhibición. Un esgrimista láser ilustrado, con el dominio de la fotografía en su mano, puede verse engrandecido como docente y tirador, al poner este arte al servicio de la luz emitida por su arma. Y con ello registrar su movimiento, su potencial y el valor dramático de un duelo entre tiradores armados con armas láser. Algo interesante para el estudio y pulido de las técnicas aplicadas, así como de la geometría implícita en ellas. También ayudará, en la concepción dimensional de los medios y en la automatización de su estimación, el hecho de estar familiarizado con el uso de focales fijas para la obtención de tomas pretendidas. Además, el académico entenderá con mayor facilidad el potencial de la proyección lumínica literal del arma, al verse abocado a comprender la luz y su comportamiento para trabajar coherentemente con la fotografía. Cine: El cine resulta ser la disciplina que usa la sucesión constante y pautada en el tiempo de imágenes ilustradas o tomas fotográficas, para dar como resultado la ilusión de movimiento, que acompañado por el sonido coherente, generará la sensación de inmersión y la ilusión de acción. Entender, ser capaz de crear, y hacer uso del cine, le proporcionan al esgrimista una herramienta de transmisión de proporciones universales, así como un recurso fundamental para el análisis práctico de lo acontecido. Cabe mencionar que la actividad de la Academia de Esgrima Láser nace de un conjunto de obras de ficción, tanto literarias como cinematográficas, y está ligada a ellas y a su contexto, en ciertos aspectos históricos que explican la existencia de la causa instrumental. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 858 - Videojuegos: La disciplina más joven de entre las artes. Los videojuegos son una disciplina artística, que está centrada en la creación de un contenido audiovisual, que mediante la interacción dará lugar a una experiencia del que el receptor formará parte activa. El uso lúdico de los videojuegos puede resultar un ejercicio mental intenso, que dotará a un tirador de mayor capacidad de discernimiento y que, enfrentándolo a situaciones de estrés, trabajará su percepción y decisión. En el caso de la creación de títulos, se acercará al esgrimista a todas las disciplinas artísticas, pues esta es la última en llegar y, por ende, bebe de profundamente todas las demás. Así pues, la inmersión en un ambiente y contexto de desarrollo de videojuegos, expone al tirador a una información y necesidad de conjugar esta, muy por encima de ninguna otra disciplina artística, y le permitirá con ello alcanzar una altura de conocimiento a la que pocas otras disciplinas llegan. Cabe destacar el valor que tiene conocer lenguajes de programación para generar, de forma inconsciente, una perspectiva más analítica del mundo que nos rodea, pues la lógica que gobierna en el mundo de la computación, también rige el universo en que vivimos y la ciencia con la que lo estudiamos. Será por ello, que la aplicación y uso de los métodos y módulos informáticos de análisis, entendidos algunos como inteligencias artificiales, facilitarán la exploración de límites del conocimiento, a los que la mente humana no puede llegar, al estar sujeta a sus sesgos cognitivos primarios. Matemáticas: Las matemáticas son la herramienta más importante de análisis de la realidad, pues en ellas se sustenta la parametrización de esta. “La profundización en cualquier disciplina será directamente proporcional al volumen de conocimiento matemático aplicado.” Las matemáticas le proporcionan al esgrimista el control sobre los cálculos, y con ello, una más fiel previsión de los eventos. Además de proveerle de posibilidades para optimizar su crecimiento, dando lugar a ideas que no ha sido exploradas en el medio físico. Adicionalmente, el conocimiento de las matemáticas proporciona una metodología eficiente para atacar problemáticas de diversas índoles, facilitando la subdivisión de lo tratado, entre otras. Las ramas o disciplinas matemáticas más relevantes son: Aritmética: La aritmética es la rama de la matemática que tiene como objeto el estudio de los números, así como las operaciones elementales y básicas hechas con ellos: adición, sustracción, multiplicación y división. Representará esta la herramienta más elemental para parametrizar e interactuar en el plano virtual con el contexto y con los elementos inmersos en el análisis del asalto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 859 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Geometría: La geometría es la rama fundamental de la matemática en el análisis y reconocimiento del entorno y contexto esgrimístico. Esta se ocupa específicamente del estudio de las propiedades de las figuras en el plano o el espacio, así como su función aplicada a los distintos ámbitos. Gracias a ella, resulta comprensible y transmisible la práctica totalidad de los elementos funcionales implícitos en la esgrima, así como facilita la identificación de patrones y aspectos elementales de los que obtener conclusiones lógicas. Álgebra: El álgebra es la rama de la matemática que estudia la combinación e interacción de elementos de estructuras abstractas acorde a ciertas reglas. En ella se incluyen el uso de simbología representativa paramétrica, que da lugar a las fórmulas algebraicas. Será gracias al álgebra que el esgrimista podrá determinar valores indeterminados de su análisis, haciendo posible la toma de conclusiones y la exportación de la información obtenida, para la deducción de la no poseída. Análisis: El análisis es la rama de las matemáticas que estudia los conjuntos de números, tanto del punto de vista topológico como algebraico, así como las funciones entre esos conjuntos y construcciones derivadas. Dotará al esgrimista con herramientas para interaccionar con mayor rigor frente a la confluencia dimensional y la concepción de elementos y conceptos abstractos. Estadística: Estudio que reúne, clasifica y recuenta todos los hechos que tienen una determinada característica en común, para poder llegar a conclusiones a partir de los datos numéricos extraídos. Esta rama de las matemáticas será de gran utilidad para proporcionar herramientas válidas, fiables y contrastadas para analizar los datos obtenidos en un determinado estudio, y con ello, sacar conclusiones de índole empírica o científica veraces. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 860 - Física: La física es la parte de la ciencia que se centra en el estudio de la materia, la energía y el tiempo. Así pues, asistida por las matemáticas, explica los fenómenos del universo. Por ello, un esgrimista láser, ha de ser diestro con ella, pues valerse de la física le posibilitará una perspectiva más fiel del mundo que le rodea y le permitirá la obtención y medición fidedigna de aquello que le acontece, así como la predicción y deducción precisa de lo emergente. Las ramas, o disciplinas de la física, más relevantes para el esgrimista láser, son: Mecánica clásica: Es la rama de la física que estudia las leyes del comportamiento de cuerpos físicos macroscópicos, en reposo y a velocidades relativamente bajas respecto a la velocidad de la luz. Será por medio de la mecánica clásica que se analizará la física de la obra, gracias a ser esta rama física una expresión simplificada de los fenómenos realmente implícitos. Física relativista: La física relativista, o relatividad, es la rama de la física que se dedica al estudio de la teoría de la relatividad especial y general, y que con ello, pretende la unificación de la mecánica newtoniana y fundamental con el electromagnetismo. Entender la física relativista aportará al tirador un profundo conocimiento del contexto universal en que está inmerso. Pese a no tener una interacción funcional directa en la práctica de la esgrima, esta rama posee potencial para generar una imagen firme de diversos aspectos implícitos en el asalto, que han tomado su nombre y paralelizado su descripción y función práctica de la astrofísica. Mecánica cuántica: La mecánica cuántica es aquella rama de la física que se centra en el estudio de la interacción de las partículas, tanto en las escalas espaciales atómicas como en las menores que esta. La mecánica cuántica es una herramienta fundamental para entender el funcionamiento elemental del universo, estudiando los aspectos mínimos donde la realidad se manifiesta. En la Esgrima Láser, la mecánica cuántica tiene un papel preponderante en la concepción, comprensión y desarrollo del estudio del arma y su funcionamiento físico, tanto de manera literal como, en mayor medida, figurada. Termodinámica: Se puede definir la termodinámica como aquella rama de la física encargada del estudio de la interacción entre el calor y otras manifestaciones de la energía sobre la materia. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 861 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Su influencia en el control de la temperatura del ardor y la compresión de los efectos figurados de la hoja, así como otros aspectos implicados en la obra, hacen de esta rama de estudio una herramienta fundamental para comprender los fundamentos de la Esgrima Láser. Electromagnetismo: Resulta ser la rama de la física que estudia los fenómenos eléctricos y magnéticos, unificándolos en una sola teoría. Se habrá de tener en cuenta que el electromagnetismo describe la interacción de partículas cargadas con campos eléctricos y magnéticos, así pues la interacción electromagnética es una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo conocido. El conocimiento del electromagnetismo, así como el manejo de la electrotecnia asociada, tendrá una función práctica en la creación y mantenimiento del arma. Además, será en el plano figurado, que el electromagnetismo tendrá una relevancia fundamental para el entendimiento del funcionamiento y efectos del arma. Biología: La biología es la disciplina de la ciencia que estudia el fenómeno que llamamos vida, así como su fin. También se engloba en ella la medicina y el estudio del medio ambiente, por ser disciplinas centradas en el funcionamiento y la interacción entre seres vivos. El tirador laserino deberá estudiar y entender esta disciplina para saber como ayudar al mantenimiento de la vida o, por el contrario, como apagar esa luz de la forma más eficiente posible y atendiendo a las circunstancias contextuales. Las ramas, o disciplinas de la biología más relevantes para el esgrimista láser son: Anatomía: La anatomía es la rama de la biología que se encarga de estudiar la estructura de los seres vivos, es decir, la forma, ubicación, disposición y relación entre los órganos y tejidos que conforman a las formas de vida. Hará al tirador, docto en ella, un más eficiente esgrimista, aumentando el potencial de su obra al posibilitarle una óptima elección de su objetivo ejecutivo. Igualmente, la compresión de la anatomía será necesaria para la comprensión de la biomecánica y otros conceptos implícitos en el desarrollo de la disciplina. Fisiología: La fisiología es la rama de la biología encargada de estudiar el funcionamiento de los órganos de los seres vivos, así como su interacción entre sí, de forma directa o indirecta, en el particular de la Esgrima Láser, desde el punto de vista médico. El conocimiento fisiológico dotará de herramientas al tirador para comprender su propio comportamiento el de su paciente, asociado todo ello a su condición física y a la reacción de esta a su entorno. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 862 - Biomecánica: La biomecánica es la rama de la biología que estudia el movimiento de los organismos vivos. La profundización en esta rama de la biología hará del tirador un conocedor de los potenciales movimientos de su cuerpo, capaces de generar dinámica sobre la geometría propia y de su paciente. Esto le dará la oportunidad de acondicionar su anatomía de manera coherente a su propósito, condición y al contexto emergente, lo que le posibilitará la creación de conocimiento científico adicional, aplicable de manera funcional. Además, en comunión con la anatomía y la fisiología, se obtendrá la posibilidad de generar un seguimiento y tratamiento fisioterapéutico, que aumentará de forma dramática el rendimiento del sujeto estudiado. Biología evolutiva: Esta disciplina, o rama de la biología, estudia los cambios de los seres vivos a través del tiempo, desde la escala cladística. Presta especial atención a las razones y causas de que las formas de vida actuales tengan las características que tienen. Permite también establecer relaciones de parentesco entre los seres vivos. Tendrá una especial relevancia para comprender los aspectos del ser humano y su potencial, tanto aplicados al asalto como a la preparación del esgrimista. Además, facilitará el estudio del paciente, tanto física como psicológicamente. Ecología: La ecología, como parte de la biología, en comunión con otras disciplinas científicas, se encarga de dar explicación a las relaciones que los diferentes seres vivos establecen tanto entre ellos como con el medio que los rodea. De esta manera, un conocimiento detallado del medio natural, que siempre estando implicado en mayor o menor medida, afectará en la obtención de datos antes, durante y después del asalto, dando lugar a una mayor capacidad de adaptación al medio. O sea, que la ecología hará al agente conocedor de su contexto, y con ello, se elevarán sus posibilidades de éxito. Astrobiología: La astrobiología es la rama de la biología encargada de estudiar y plantear hipótesis sobre cuál podría ser el origen, características y morfología de formas de vida lejos del planeta Tierra. Este campo de conocimiento tiene una relevancia estrictamente figurada sobre la Esgrima Láser, pues hasta el momento de la escritura de este volumen, la interacción con organismos vivos, fuera de la biosfera conocida, pertenece únicamente al plano teórico. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 863 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Psicología: La psicología es la disciplina científica enfocada en el estudio de la mente y a su análisis. Esta provee de herramientas para entender a los individuos con los que se interactúa de forma directa o indirecta, en todas las dinámicas. Con un solvente dominio de la psicología, un esgrimista puede conseguir, entre otras, optimizar el proceso de aprendizaje de un alumno, leer las intenciones de un opositor o instalar una determinada idea en la mente del paciente, entre otras cosas. Las ramas, o disciplinas de la psicología más relevantes para el esgrimista láser son: Psicología cognitiva: La psicología cognitiva estudia los procesos internos de la mente humana. Se centrará en el proceso del pensamiento, percepción e interacción con otros individuos. Esta disciplina se puede entender como el estudio y análisis de la inteligencia. El estudio pormenorizado de los procesos que conjugan la información, optimizará la adquisición técnica de conceptos implícitos en los fundamentos de la esgrima. Esto dará como resultado el mayor “entendimiento”, y con ello, la capacidad para realizar un análisis más eficiente de los datos contenidos en la memoria propia. Además, la psicología cognitiva arrojará luz sobre el comportamiento de un opositor paciente, así como de su forma de expresar la esgrima y el resto de conceptos que muestran la disconformidad con los intereses del agente. Psicopedagogía: La psicopedagogía es la disciplina que, combinando distintas ramas de conocimiento, estudia psicológicamente a los sujetos y sus comportamientos en el contexto de la enseñanza y del aprendizaje. El conocimiento de la psicopedagogía posibilitará al tirador tener un mayor control sobre los conceptos compartidos con otro individuo, ya sea de forma consciente o inconsciente, haciendo así más eficiente la relación con su alumno u opositor. Psicolingüística: La psicolingüística es la rama de la psicología centrada en el modo en que la especie humana adquiere el lenguaje, así como en el entendimiento de los mecanismos cognitivos que intervienen en el procesamiento de la información lingüística. Para ello, estudia los factores psicológicos y neurológicos que capacitan a los humanos para la adquisición y acción del lenguaje, uso, comprensión, producción y sus funciones cognitivas y comunicativas. El estudio de los procesos cognitivos asociados a la lengua hará del esgrimista un sujeto con una consciencia mayor de lo acontecido, así como le proporcionarán una herramienta sólida y profunda para comprender los mecanismos que llevan a la obra. En especial, la psicolingüística es la base de la aplicación de la lingüística a la comprensión y conjugación del asalto, haciendo uso del potencial humano para la comunicación verbal, asociándola a la expresión esgrimística. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 864 - Psicología social: La psicología social es aquella rama de la psicología enfocada en estudiar cómo los pensamientos, emociones y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas. El humano, como individuo gregario, tiene desarrolladas una serie de habilidades, tanto para condicionar como para verse condicionado por aquellos que les rodean. El conocimiento firme y sólido de la psicología social aportará un control mayor sobre la impresión ofrecida a los demás, sobre los efectos condicionantes de los demás a uno mismo, y de todo aquello relacionado con la faz y su interpretación durante el asalto. Filosofía: La filosofía es aquello que da nombre a las reflexiones propias y comunes sobre el universo en el que estamos inmersos, sobre las causas y los efectos. Esta disciplina facilita el autoconocimiento, la meditación y la exploración de lo desconocido, haciendo al humano más propenso a crecer como individuo y en otras materias. Así pues, para comprender en su plenitud a la Esgrima Láser, como una disciplina inicialmente humana y basada en la ciencia, hay que hacer una importante mención y distinción al papel de la filosofía implícita en ella. De la ciencia no emerge una ética asociada al uso de las armas y a la motivación para sostenerlas. Esto es debido a la naturaleza universal que rige en sus principios, así como la necesidad de abstraer de la perspectiva subjetiva humana el producto de la investigación. Así pues, será la filosofía aquella disciplina que marcará un horizonte, como producto propio de la cognición humana, reflexiva y ambiciosa. “La filosofía, apelando a la razón y en perfecta comunión con la ciencia, dará cimientos, sentido y dirección a la expresión armada.” Las ramas de la filosofía que, entre otras muchas existentes y catalogables, forman parte del conocimiento funcional del esgrimista son: Ética: La ética es la rama de la filosofía destinada a determinar qué conductas son moralmente aceptadas y cuáles no, así como de estudiar el fenómeno subjetivo de bondad o maldad, que en la Esgrima Láser, se llevará a cabo desde un punto pragmático, neutral y ajeno, basado en la adquisición del conocimiento, su mantenimiento y expansión. Un esgrimista, como sujeto armado y en coherencia con el uso ilustrado de las armas, habrá de tener una plena comprensión de las implicaciones en el uso de estas. Así pues, la ética, alejada de los dogmas y creencias, podrá ofrecer una perspectiva histórica y funcional sobre la confección de un código dinámico de conducta que sea coherente con las circunstancias del usuario. De esta manera, se puede entender que las armas necesitan de una ética que justifique su existencia, así como de un dueño que sea capaz de aplicarla, comprenderla y compartirla. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 865 -DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES Epistemología: La epistemología es la rama de la filosofía que estudia el conocimiento científico, su naturaleza, posibilidad, alcance límites y fundamentos. El pensamiento epistemológico será un concepto que gobernará y monitorizará el volumen de conocimientos contenidos por un individuo y lo posicionará en una perspectiva en la que sea consciente de lo sabido y aquello por aprender. Concretamente, el límite epistemológico particular de la Esgrima Láser queda desdibujado, pues con la correcta contextualización y conjugación, cualquier elemento o partícula de conocimiento veraz es potencialmente aplicado. Lógica: Puede entenderse, desde una perspectiva ajena a la humana, que la lógica es el método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan, de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas. Por tanto, será parte fundamental para comprender la computación así como la interacción del método científico con cualquier ámbito de investigación. Más concretamente, la lógica gobernará la razón del esgrimista, pues sin ella, su expresión será caótica y no le proveerá el éxito en su propósito. Metafísica: La rama de la metafísica está centrada en la pretensión de investigar, razonar y concluir sobre aquello que transciende a la física o a los límites humanos, tanto cognitivos como físicos. Su función estará centrada en la resolución existencial del individuo y en la compresión de este como un ser independiente, parte de un sistema más allá de su razón. Filosofía del conflicto: La filosofía del conflicto de la psicología estrictamente centrada en la interacción y reacción del individuo ante una situación de confrontación, sea esta cognitiva o física. Esta disciplina engloba el conjunto de conocimientos asociados alrededor del conflicto universal. Por ende, su función será la de ofrecer un conocimiento, científico o no científico, sobre la forma en la que existen los contrastes y, con ello, la confrontación de intereses entre las formas de vida. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES- 866 - Historia: La historia es el conjunto de información del pasado que se atesora y comprende. Así pues, un esgrimista, con una amplia perspectiva de lo ocurrido, contará con datos para realizar un análisis más profundo y fiable de la realidad presente. Además de ello, la historia arroja datos centrados en los conflictos acontecidos, pues será de ellos de los que más información se dispondrá, habiendo resultado experiencias límite para sus protagonistas. Así pues, el conflicto y su estudio polemológico se convertirán en una firme guía para conocer los eventos ligados a este, pues será lo que más directamente incida sobre el crecimiento del esgrimista. “El estudio de la historia, en especial de los conflictos acontecidos, proveerá al esgrimista de una experiencia ajena y de una contextualización necesaria, que aumentarán sus posibilidades de éxito en su presente o futuro.” Por ende, la historia esgrimística laserina, alcanza a ser una disciplina, comprendida dentro de la historia universal, compuesta por un conjunto de materias que dan lugar al entendimiento científico del conflicto como fenómeno entre seres, con diferentes intereses, objetivos o perspectivas. Esta disciplina, en el contexto laserino, no tendrá una diferenciación específica entre ramas, pues cualquier ámbito de indagación histórica se valdrá por igual del método científico y la totalidad de las disciplinas adyacentes, para que asistan a la investigación, profundización, compresión y aplicación de la historia. ———— DE LA PROFANÍA TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 869 -DE LA P ROFANÍA El profano: “El profano será aquel individuo que carezca de conocimiento técnico y específico de la Esgrima Láser, o que posea un volumen escueto del mismo.” La figura del profano resultará especialmente relevante en la autoevaluación del tirador diestro, pues a todos los niveles, ofrecerá una oposición o frente de resistencia, sustentado en recursos de índole ajena a los conocidos y naturalizados por el tirador laserino experimentado. Es fundamental para el autoconocimiento del esgrimista entender las motivaciones de los estímulos arrojados por aquellos que son su oposición, tanto dentro como fuera del asalto. La profanía, como eventual y posiblemente caduca circunstancia, posicionará a un profano como sujeto de control en la evolución de la técnica adquirida y de su funcionalidad, concretamente, en la obra de un agente para/con un paciente del que no se posea conocimiento técnico alguno, dada la enorme disparidad de los posibles perfiles etológicos que puede mostrar un profano durante la tensión generada en un contacto, sea este un asalto o un mero intercambio sostenido de ideas. “El profano será un sujeto que por su falta de conocimiento podrá a prueba la capacidad de control del opositor por parte del diestro laserino, tanto dentro como fuera del asalto.” Ha de entenderse y remarcarse que, en asalto, la figura de un profano supone un reto adicional para el esgrimista, pues a su arma se le atribuirán el mismo potencial figurado que a cualquier otra. “La hoja de un vulgar puede herir igual que la de un diestro, e igualmente deberá ser respetada.” En este volumen se hará una profundización en el trato de cualquier figura profana o ajena al contenido de la Esgrima Láser por parte del diestro laserino. Esto será debido al contraste y tensión que potencialmente generarán las posiciones distantes, entre un practicante o diestro de la Esgrima Láser y un sujeto que no conozca o no entienda la existencia o valor de esta. Será de esta manera, que por medio del conocimiento del profano y de su temprana identificación se podrán configurar y disponer estrategias compensatorias que permitan una fluida relación, así como prevenir cualquier atisbo de conflicto, intelectual o práctico que pueda surgir, ya sea en el plano esgrimístico o filosófico de las armas. La Esgrima Láser, por la naturaleza figurada y literal de su causa instrumental, tiene una técnica asociada marcadamente distinta de la existente e históricamente aplicada a las armas blancas. Al ser notables y numerosas las diferencias entre otras esgrimas y la láser, el profano tenderá a generar un prejuicio reduccionista o inquisitivo hacia el esgrimista laserino o su disciplina, pues es una reacción natural ante lo desconocido. Con ello, se podrá dar lugar a la confrontación de ideas, siendo esta la génesis de un potencial conflicto. Sin embargo, el esgrimista laserino deberá cumplir con su filosofía, asistiendo a su eventual opositor, iluminándolo con la información que pueda ser de ayuda para minimizar el conflicto y facilitar la interacción. Se habrá de tener en cuenta, no obstante, que para el profano será un proceso arduo entender, con suficiente profundidad, las justificaciones sobre las que se sostiene la técnica asociada al arma láser, dado que será precisará la abstracción de los conocimientos sobre disciplinas históricas que pueda poseer. Adicionalmente, el profano deberá comprender que la distinta naturaleza entre las armas blancas y la causa instrumental laserina, marcará notablemente todos los aspectos de la Esgrima Láser, quedando esta disciplina notablemente diferenciada de cualquier otra en geometría, biomecánica, filosofía y otros aspectos protagonistas de cualquier disciplina marcial. “El profano tenderá a confrontar al esgrimista laserino, quien deberá minimizar el choque, gestionar el conocimiento y evitar la génesis de un conflicto.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 870 - Tipología del sujeto por su familiaridad con la Esgrima Láser: Dada la natural existencia de personal ajeno al contexto y disciplina laserina, la generalidad podrá quedar enmarcada en tres grandes tipologías informales, que otorgarán la posibilidad de diferenciación entre intereses y actitudes: El vulgar: Será entendido como vulgar, aquel individuo con o sin pretensión de asalto, que sea incoherente, inconsciente o carezca de unos conocimientos sólidos, específicos, técnicos y filosóficos de la esgrima, sea de índole histórica, deportiva o láser, pese a ser practicante de cualquiera de estas, o pretenderlo. Por tanto, se puede entender como vulgar a aquel sujeto que no entienda los aspectos elementales de la esgrima, que son aquellos que dan base y fundamento a esta. Así pues, se podrán diferenciar dos tipologías de vulgar: Vulgar llano: El vulgar llano será aquel neófito que no tiene conocimiento alguno de la esgrima o de la aplicación de sus destrezas. Vulgar ilustrado: Sujeto que posee puntuales y anecdóticos conocimientos técnicos, quizás de otras disciplinas, que no tendrán aplicación alguna de forma directa o que no poseerá entendimiento para hacerlos compatibles y coherentes con la naturaleza del arma láser. El término de vulgar es tomado de aquellos sujetos que antaño practicaban la esgrima sin tener un conocimiento profundo de sus causas, filosofía o base empírica. Así pues, se puede hablar de vulgar ilustrado en referencia a aquellos practicantes de disciplinas distintas, con una causa instrumental parcialmente similar al arma láser, que no sean conocedores profundos de los principios geométricos, biomecánicos y filosóficos que conforman la base de la Esgrima Láser. El lego: Será denominado informalmente como lego, aquel individuo profano, opositor, antagonista y/o kaji, que poseyendo conocimientos de cualquier disciplina esgrimística ajena a la Esgrima Láser y desprovisto de conocimiento probado sobre esta última, ostente una actitud y voluntad antagonista, ya sea en asalto o en el trascurso de una exposición o intercambio dialéctico. Normalmente será un vulgar ilustrado quién adoptará la actitud de “lego”, concretamente atendiendo a que el calificativo se aplica para describir el uso de los conocimientos y no el volumen de estos. El diestro: El diestro es aquel individuo que posee un amplio y cimentado conocimiento, que ha sido demostrado y/o examinado públicamente, ya sea en la esgrima histórica, deportiva, o cualquier otra disciplina culta de las armas, clásicas o contemporáneas. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 871 -DE LA P ROFANÍA Normalmente, gracias o pese a ello, un individuo versado, ajeno al contexto laserino, demostrará apertura, tolerancia e incluso interés por el corpus teórico o la práctica de la Esgrima Láser, sin poseer grado alguno o experiencia demostrada en ella. Esto tendrá su raíz en que un diestro, independientemente de su disciplina, pretenderá y podrá encontrar aspectos comunes y complementarios en la Esgrima Láser, por ser esta producto del saber universal y del método científico. Un tirador probadamente experimentado será llamado así: “diestro”, como referencia histórica y como puesta en valor de sus capacidades demostradas. Por ende, de forma coherente y como aclaración ajena al contexto profano, usar el apelativo de “diestro” tendrá lugar también para dar nombre a aquellos tiradores experimentados y graduados dentro de la Esgrima Láser, siendo estos diestros laserinos. Adicionalmente, los diestros laserinos que resulten referencias insignes de la Esgrima Láser, serán llamados Diestros Sublimes, por la extensión de sus conocimientos y la universalización en la aplicación de estos. El término diestro verdadero será usado como muestra del debido respeto, para apelar a la figura de aquellos diestros académicos que ostenten una graduación, docente o práctica, objetivamente elevada dentro de la escuela española de esgrima, entendida y conocida como “Verdadera Destreza”. En relación a la referencia histórica, ha de quedar patente el mérito implícito atribuido a un diestro, pues será gracias a ellos que la esgrima tuvo, tiene y tendrá, cimientos para elevarse a ciencia, y que en la actualidad existe como ejercicio académico, histórico, así como herramienta de profundización y contextualización arqueológica. Teniendo esta clasificación en cuenta, hay que hacer hincapié en los matices de la diferenciación, pues el vulgar poseerá una visión externa y alejada de los entresijos de la esgrima, lo cual le otorgará un considerable potencial para aportar perspectiva a cualquier interesado en ella, dando una opinión de la disciplina carente de sesgos internos o intereses asociados. Esto es una ventaja a aprovechar, pues cualquier docente valorará siempre el discurso de un profano como un aporte, y nunca como una ofensa, dado que su inmaculada resolución será un recurso de peso para tener una guía de mejora. “Cuanto más llano sea el vulgar, más honestas serán sus impresiones.” Por otro lado, el lego, posicionará su visión personal, fundamentalista y previamente circunscrita de la esgrima, como estandarte sobre el que sostener la validez de sus argumentos, pese a potencialmente ser estos compartidos por otras disciplinas, incluida la láser. Dará lugar esto a que él opte por un prejuicio apresurado, separando al tirador laserino de lo que, subjetivamente, entiende como “esgrimista”. “Cuando más ilustrado sea el vulgar, más rígido será su sesgo, siendo más posible la actitud de lego.” El tirador que, tras el preferible debate, sufra las consecuencias de tal división; dispondrá de una oportunidad para extraer experiencia, motivos y argumentos, que ayuden a aumentar su conocimiento teórico y práctico, para crecer como esgrimista y para poner en valor lo que otros practican, pues una actitud como la mostrada por el lego, tan solo dificultará el sostenimiento de un aprendizaje integral y entorpecerá la coherencia con los principios de la ciencia moderna. “De tener lugar, el debate con el lego deberá ser siempre germen de crecimiento mutuo.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 872 - Cabe mencionar, que el debate con un lego será un ejercicio de dificultad superlativa, pues un individuo que verdaderamente sea merecedor de tal calificación, no pretenderá el intercambio de ideas o el libre flujo de información, sino el demérito de su interlocutor. Añadido a esto, el lego no atenderá al discurso razonado o los argumentos esgrimidos por su opositor, incurriendo incluso en la omisión de la escucha o lectura de estos, por entender con prejuicio que ya es conocedor de su contenido. No obstante, nunca se negará la información a aquel que manifieste su interés por ella, mas se evitarán las artimañas falaces, ajenas y propias, de cara a mantener un debate sustentado en la coherencia y en la argumentación, del que tras su cese, se puedan obtener datos, citas o perspectivas distintas a las inicialmente mostradas por ambos interlocutores. “Se evitará el debate con un individuo que no se disponga genuinamente para ello.” En individuos de marcada experiencia académica, la desconfianza y prejuicio seguirán una proporción inversa con la ilustración, resultando extraño encontrar figuras relevantes que no muestren su aceptación o interés por aquello que presente, en su criterio, potencial práctico o teórico. “Cuanto mayor excelencia en la disciplina propia, mayor apertura a otras que sean fruto de la razón.” El diestro, será siempre un referente académico, incluso de no mostrándose cercano, afín o abierto a la Esgrima Láser y a su método. Esto habrá de ser así, pues su probado conocimiento geométrico y biomecánico arrojará luz, independientemente de su voluntad de hacerlo. Será por ello, que el tratamiento cortés y agradecido a su figura reconocida, siempre estará presente en un tirador de la Esgrima Láser, simbolizándose así el respeto a aquellos que se esforzaron por mantener viva la esgrima, independientemente de cuál fuese su contexto. “Un sujeto con probado conocimiento deberá entenderse como fuente de conocimiento, sin importar su actitud.” El efecto Dunning-Kruger: Un aspecto a remarcar, es la perspectiva superficial de la actividad académica que puede poseer un vulgar, así como así como concretamente de la disciplina marcial y sus bases. El llano, inconscientemente incompetente, por el efecto Dunning-Kruger, estará ajeno a todo el volumen de elementos de conocimiento que desconoce. Por ende, desde su perspectiva, el podrá tener una percepción de absoluto control sobre lo que le atañe, mas no será así. El efecto Dunning-Kruger tiene como base la evidencia empírica de que los sujetos que menos conocen de una determinada agencia, son los que más sobrestiman sus capacidades al respecto. Dejando a aquellos que más información relativa poseen, los que subestiman sus posibilidades de resolución o conocimientos. Esto se debe mayormente a una lógica sencilla aplicada a la percecpción de los eventos, pues serán solo aquellos que sean conscientes de su existencia, los que podrán advertirlos, conjugarlos y darles nombre. Así pues, los ajenos a dichos eventos, desconocerán su potencial, aprovechamiento o función, con lo que no los tendrán en cuenta en sus autoestimación, siendo falsamente conscientes de que todas las variables están bajo su control. Mientras que una más acertada percepción sería la de entender, que solo las variables conocidas están bajo nuestro potencial control. “A mayor conocimiento, mayor entendimiento de la potencia de errar, y por tanto, mayor cautela.” Se detectará así, con facilidad, a aquellos que pese a no conocer la profundidad de la esgrima o las variables implícitas en un asalto, están familiarizados con el estudio y comprensión de otras disciplinas. Serán estos los que no estimarán notablemente por debajo el volumen de información que se maneja en el tratamiento académico de un contacto. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 873 -DE LA P ROFANÍA Por el contrario, el más llano de los vulgares, no solo pretenderá disponer a un diestro a su misma altura, respecto a la temática presente, sino que se dispondrá con facilidad a presentar voluntad de asalto contra él, haciendo ejercicio de total inconsciencia. “A menor conocimiento esgrimístico, mayor pretensión de asalto para demostrar la valía.” Así mismo, el vulgar ajeno a las disciplinas o artes marciales, entenderá toda actividad de contacto o mesura entre individuos como un deporte, despreciando la posibilidad de que, para los ejecutantes y académicos, pueda significar una forma de adquirir conocimiento sin pretender el posicionamiento vertical de las capacidades. De esta misma forma, el vulgar hará gala de una concepción sesgada acerca de la marcialidad implícita en la Esgrima Láser, pues entenderá que es un sistema de reglas destinadas a contextualizar una medición entre tiradores. Esto le llevará ineludiblemente a pretender ser el “ganador” del asalto pretendido, o entender que el fin último de la actividad es ese. Por ende, en caso de dar asalto, se presentará como altamente ejecutivo y desprovisto de destreza alguna, que le permita mantener su integridad por medio de la anteposición de la disposición ante la intención ejecutiva. “Cuanto mayor sea la ignorancia, mayor será la exposición.” El uso léxico del vulgar llano: El vulgar llano, como individuo ajeno al contexto esgrimístico académico laserino y general, usará un léxico y terminología acorde a su condición profana. Su fuente serán obras artísticas, documentales y literarias, de fondo ficcional, de donde tomará conceptos posiblemente incoherentes que posteriormente quedarán caricaturizados y deformados en su memoria. “Se podrá identificar la capacitación técnica teórica por la especificidad del lenguaje usado y la coherencia de este con el contexto.” El vocabulario podrá arrojar luz a un diestro capaz de discernir entre la intención con la que se usa la terminología, pues su empleo puede estar motivado por varias cosas: El uso referencial del léxico: El uso referencial es cuando un determinado concepto es usado de manera genuina para conseguir con eficiencia la transmisión de una idea. El uso referencial del léxico es aquel cometido que le dará un profano a su vocabulario, para hacerse entender o, incluso, digerir conceptos, que tienen una relativa profundidad técnica, y que pueden abrumar su capacidad presente de comprensión. Esta forma el léxico vulgar estará presente también en aquellos diestros o académicos que pretendan desarrollar una labor divulgativa de la actividad marcial, pues serán un elemento de acercamiento al gran público. El usuario vulgar que haga un uso referencial de términos específicos, o lo pretenda con humildad, demostrará un cierto interés por la actividad, ya sea a nivel técnico o sencillamente lúdico, pues su actitud ligada a la necesidad de entendimiento mutuo, denotará una cierta predisposición por adquirir conocimientos, de un modo u otro y con fines diversos. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 874 - El uso demostrativo de léxico: El uso demostrativo del léxico es aquel motivado por la intención de mostrarse poseedor de ciertos conocimientos. Cuando el uso demostrativo tiene lugar desde la ignorancia, llevará a usar términos incoherentes, ajenos, caricaturizados o deformados, que el usuario vulgar entenderá como avanzados, con los que aventará su sesgado conocimiento. La actitud mostrada evidenciará, de forma obvia, un desconocimiento sincero de la disciplina, de su profundidad, y lo que es más importante, de la capacidad técnica del diestro interlocutor, perdiendo o dejando en manos de este último, su oportunidad de ilustrarse. O sea, que un sujeto al pretender elevar el nivel del léxico usado para mostrarse como superior, se estará haciendo notar como ignorante. Proporción entre experiencia e intención: La experiencia de un tirador hará de él un ser templado, ajeno a la necesidad de demostrar su valía, pues estará seguro de poseerla, basado en sus vivencias que, empíricamente demuestran un capacidad. Así pues, un esgrimista experimentado, obtendrá más beneficio técnico de mostrarse dispositivo y conservador en su obra, que de otra manera lo expondría técnicamente de forma innecesaria. Esta lógica se aplica de forma académica como la “proporción entre experiencia e intención”, y une dos conceptos que, inicialmente, podrían parecer aislados. “A mayor experiencia, menor intención ejecutiva involuntaria.” Es preciso definir al inexperto como aquel que no posee un control total o ampliamente mayoritario de los eventos y circunstancias que le acontecen, y que por ende, no es capaz de tener una perspectiva profunda sobre las necesidades de su obra para tener éxito en su propósito. Por otro lado, el experto sería aquel que tiene un conocimiento profundo, que le posibilita la previsión y tanteo estadístico ceñido a un entorno que tiene total o ampliamente controlado. Teniendo en cuenta la experiencia de los implicados, se puede entender la forma en la que se va a desarrollar un asalto ajeno al contexto docente, reduciéndose esquemáticamente a tres tipologías básicas generadas en base a la combinación entre el experto y el inexperto. Identificación y calificación preliminar de asaltos por experiencia de sus participantes: Inexperto - Inexperto: Si ambos tiradores son profanos, vulgares o inexpertos, será previsible y sumamente posible que el asalto se desarrolle desde el medio de proporción, sin llegar a entender este como un elemento definido, invadiendo de manera estrictamente ofensiva la dimensión del medio proporcional del opositor, con acciones exclusivamente ejecutivas, sin semántica definida y sin pretender el control de la hoja opositora. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 875 -DE LA P ROFANÍA Experto - Inexperto: Presumiblemente, si un tirador es vulgar o inexperto y otro es un tirador graduado en la Esgrima Láser y/o experimentado, el inexperto pretenderá la ejecución de forma recurrente, desde medios sin medir. Mientras, el académico, se mantendrá dispositivo y con pleno control y propiedad del medio proporcional, que no dudará en extender hasta volver al de proporción. El tirador experto, alcanzará la ejecución por demérito del inexperto, pues la obra dispositiva eficiente y coherente arroja el potencial ejecutivo sin necesidad de pretender proactivamente la acción. Experto - Experto: Si ambos tiradores son expertos, el medio de proporción será rápidamente identificado como la dimensión y distancia segura a la que posicionarse, dando lugar así a una extendida tratativa, que podrá dar paso a un medio de proporcional profundamente debatido, donde ambos pretenderán la propiedad, buscando la línea abierta en el fallo dispositivo del opositor, sin expresiones explícitas de intención ejecutiva, que de haberlas, quedarán diluidas en el pulso fluido y obra de moción constante. Esta catalogación de los posibles asaltos entre expertos e inexpertos tendrá un interés estrictamente ilustrativo, pues serán numerosos los aspectos que intervendrán en el desarrollo del asalto, siendo la experiencia una representación y síntesis de todos ellos. Concepción vulgar de los medios: El profano, vulgar llano o ilustrado, carecerá de un conocimiento o criterio para concebir la distancia operativa, o para aplicarla correctamente a los medios emergentes del armamento láser. Esto será debido a que su objetivo ejecutivo estará centrado en la cabeza o torso de su paciente, por herencia natural de la metodología ejecutiva de otras armas. Claramente esto le expone a estar inmerso en el medio de proporción de su paciente, en que estará plenamente comprometido o ya habrá cedido su propiedad. Esto será debido a que no concibió la mano de su paciente como el primer objetivo ejecutivo más próximo a él, que además tendrá un total poder para inhabilitar a su paciente, ya sea de supresión o como ejecución sobre dicho límite. “El vulgar tenderá a ceñir el medio por no entender la naturaleza de este emergente de las armas láser.” El vulgar tenderá, por tanto, a transitar e intentar ceñir el medio a la común herida u horizonte de sucesos del medio proporcional. Así pues, la rápida extensión del medio o la disposición de la hoja con potencial ejecutivo por parte del diestro agente, inhabilitará cualquier éxito del paciente vulgar. Además, se le dificultará la comprensión de lo sucedido, pues en la obra del diestro laserino no podrá encontrar las acciones ejecutivas que él considera fundamentales para obtener el tocado. Sosteniendo esto: “El vulgar no entenderá el ejercicio de la esgrima como la conjugación ilustrada de un análisis geométrico de la situación y una respuesta rápida, automática y óptima. Por el contrario, entenderá la esgrima como una actividad basada en el desarrollo estrictamente psicomotriz, al margen de la comprensión de los aspectos matemáticos que parametrizan la realidad que le acontece.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 876 - Así pues, para un vulgar, los medios y la distancia al paciente no resultan ni se llevan a la práctica como una herramienta útil para el vencimiento a favor del asalto. Y por ello, la pretensión vulgar será la de obrar con su arma y no con la posición del cuerpo, afirmación y/o planta. Se podrá concluir sobre el vulgar llano que: La distancia operativa del vulgar no estará delimitada por la máxima distancia en la que estará en potencia de obrar, sino, por la distancia en la que el debate pueda sostener una geometría de hojas agregadas, que esté marcada por una angulación de ataque superlativa. O sea, que el vulgar creerá que el asalto no comenzará a manifestarse hasta estar demasiado cerca de su opositor. El medio de proporción subjetivo del vulgar tendrá una distancia comparable con el medio real de común herida. El medio proporcional del vulgar no existirá, pues desde un punto de vista ilustrado y académico, se podría considerar que lo entiende tan solo como un tránsito hasta el medio proporcionado. Esto es algo coherente con la concepción del proporcional heredada de la Verdadera Destreza, no obstante, la aplicación del medio proporcional a las armas láser y su naturaleza geométrica diferencial habrá de ser distinta para ser consecuente y concordante con su potencial figurado. El medio proporcionado del vulgar estará descrito dentro de un diámetro común ceñido al centro de masas de su paciente, con una extensión de la distancia igual o menor a la mitad de su envergadura sumada a la hoja real y emisor lucido de su arma, y totalmente ajeno a la posibilidad y necesidad de ejecutar sobre la sencillez. Además, un vulgar no será consciente de las distintas naturalezas posibles del medio proporcionado. Cabe destacar que un vulgar ilustrado o un profano diestro, pueden concluir por medio de la lógica sobre la dimensión de los medios, y pese a ser errática su esgrima en principio, comenzará a obrar de una forma marcadamente más eficiente en pocos asaltos. Esto hará que el prejuicio hacia su capacidad haya de ser finamente medido, pues la rápida adaptación al medio real, puede significar un incremento dramático en el potencial de su obra. “Una vez expuesto al asalto, todo paciente vulgar podrá comenzar a entender la naturaleza de los medios, si el diestro agente le da oportunidad.” En caso de precisarse dar fin al asalto de manera ejecutiva, el diestro agente deberá concluir elegantemente, suprimiendo al paciente de la manera más rápida, eficiente y menos lesiva posible, aprovechando la ignorancia de su opositor. Así se evitará que la exposición al asalto pueda aumentar la efectividad del paciente vulgar, que podrá complicar la situación, precisando de una más compleja resolución y extinción del conflicto, lo que aumentaría la exposición agente y quizás haría necesaria una ejecutiva más lesiva para el paciente. “En asalto, el agente diestro no deberá dar oportunidad al paciente vulgar, pues aumentará la exposición de ambos.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 877 -DE LA P ROFANÍA Reconocimiento del vulgar llano por su expresión técnica: Debido a la necesidad de entender al paciente, de comprender sus posibilidades y de hacer un análisis técnico de ello, cabe destacar la utilidad de identificar a un opositor inexperto, diferenciándolo con claridad de aquel que sea poco hábil, desbriado o esté impedido. También será preciso diferenciar al llano de aquel que posea una técnica basada en una aplicación paralela de los elementos geométricos, fruto del pensamiento lateral. El matiz existente entre un inexperto y cualquier otro que posea conocimiento, aunque no lo lleve al plano práctico con destreza, reside en que el inexperto será técnicamente impredecible en mayor medida. Esto es debido a las fuentes de las que bebe su obra, pues al pertenecer al instinto o a la ficción, estarán marcadas por aspectos y sesgos inconexos. “El vulgar será más impredecible que aquel que posea capacitación técnica.” Previa y posteriormente al asalto, se podrá advertir en el vulgar un uso frívolo del arma, así como un constante breado de esta, sin tener en cuenta técnica alguna asociada a la seguridad del arma. El instrumento será usado como bastón, como percha para descargar los hombros o incluso como elemento de sorna o juego, siendo eventualmente manipulada y usada sin hacer uso del fulgor, manteniéndola extinta y sin embargo, pretendiendo su operatividad ejecutiva. Esto remarcará el desconocimiento de la causa instrumental y de su uso teniendo en cuenta los aspectos figurados atribuidos por el académico. “El vulgar banalizará el arma.” En un vulgar no existirá una aplicación biomecánica asociada a la eficiencia y economía del esfuerzo físico. Tobillos y rodillas presentarán tensión estructural constante, sin quedar lis pies coherentemente orientados, y las caderas serán usadas como meros soportes de un cuerpo que se tumba y guiña constantemente para extender un deficientemente entendido extremo y una difusa distancia operativa. Debido a esto, existirá la posibilidad de que en el desplazamiento y tránsito sobre el plano inferior se generen saltos continuados, compases repetitivos y escasos en su extensión, ineficientemente obrados, sin que den lugar a una planta estable. En el tránsito del paciente vulgar habrá los compases tenderán a ser abortados, dejando su guardia pulsada e inestable de manera recurrente. Igualmente, la proyección de la planta tenderá a mostrar angulaciones alejadas del medio recto o recto, tanto por exceso como por defecto, siendo habitual la aparición de plantas con ángulos de oposición, generados por la falta de atención al pie atrasado o de desorganización del pie adelantado. La hoja del vulgar podrá quedar o mantenerse peligrosamente cercana a su cuerpo, y tenderá a realizar trazadas destinadas al reparo y reubicación de la hoja de su agente, con intentos inertes de sacar a esta del medio, remesándola. El paciente vulgar centrará la obra en el cuerpo y cabeza de su opositor, intentando mantener y extender los vectores una vez su hoja esté en vía al tórax o abdomen del agente, quien podrá ocluir con relativa facilidad ante la falacia técnica y paradoja de la estocada recta. Asociado a esto, el profano no concebirá la importancia de ligar la sencillez o guarnición de su opositor como objetivo ejecutivo primario, lo que le inhabilitará para configurar un medio coherente a la naturaleza del arma láser. “La expresión técnica del vulgar se marcará por la ineficiencia biomecánica.” Un paciente profano, con una mínima formación, podrá intuir que la guarnición del agente es el objetivo ejecutivo más eficiente. Esto dará lugar a que su desconocimiento le haga perseguir la mano del agente, con todo su foco, con su obra, con su intención y con su percepción, centrándose en la sencillez del agente por encima de cualquier otra cosa. “Para un vulgar, el foco y su mirada estarán ineficientemente destinados a la mano y arma de su opositor, ignorando cualquier otro aspecto de su disposición geométrica.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 878 - Sin duda alguna, esto será un rasgo a aprovechar por el agente diestro, pues podrá disponer de la orientación del foco del paciente con toda libertad. Entonces, el agente, únicamente con la ubicación radial de su sencillez, estará habilitado para llevar el foco de dicho opositor profano a orientaciones en las que quedará totalmente desfasado, a voluntad y sin que el paciente pueda entender la desventaja en la que se encuentra. Esto mismo podrá ocurrir con la hoja, que al ser un elemento luminoso en movimiento, con potencial ejecutivo atribuido, podrá ser el punto al que el paciente profano dirija su mirada. En definitiva, este individuo inexperimentado entenderá instintivamente que, si es la obra del arma lo que ha de temer, habrá de ser ahí donde haya de dirigir su propósito y atención, sin comprender las implicaciones de ello. Los medios y su concepción, serán desconocidos para el vulgar, y por tanto, no tendrá el concepto de distancias y dimensión. Con ello, le será imposible la diferenciación y aprovechamiento de los eventos emergentes. Esto hará que muestre guardias de una alta exigencia física, en distancias más extensas de la operativa, que albergarán un escaso contenido antagónico. Tampoco entenderá la peligrosidad implícita de transitar por el medio de proporción sin una presentación de guardia con un antagonismo claro, o por el proporcional, en cualquiera de sus estratos, sin control de la hoja de su opositor. Las guardias presentadas por el profano, en numerosas ocasiones, estarán sesgadas por la pretensión estética, despreciando los aspectos técnicos implícitos en cualquier antagonismo posible. Posiblemente, quedarán sus guardias presentadas exponiendo partes del cuerpo, que podrán incluso ser comprendidas por el vulgar como intentos de citación o tentadas. No obstante, normalmente serán intentos simples de aparentar algún atisbo de marcialidad, ligada estilísticamente a la expresión tradicional oriental, en mayor o menor medida, de manera directa o indirecta. El asimento estará centrado en mantener la pinza cercana a la sección del trigger de la guarnición, usando el arma normalmente a dos manos, emparejadas y juntas en la parte medial del heft. Esto le inhabilitará para una aplicación de fuerzas óptima al arma, mostrándose como imposibilitado para controlar la inercia tras cada acción de movimiento, que además no será común que sepa controlar. Además, en caso de disponer de una cultura asociada al arma láser proveniente de las obras de ficción en las que aparece, y tras haber tenido contacto con el arma en contextos profanos, el vulgar posiblemente hará gala de obras y/o floreos de spin como método disuasorio o ejecutivo. Algunas de estas, incluyendo el tránsito de la hoja por la parte posterior del plano vertical, alternando la rectitud de primera para segunda o tercera, con una indisposición cíclica y rítmica de la hoja. El paciente vulgar tenderá a buscar el éxito de una manera insistentemente ejecutiva. Tras el eventual éxito o tocado, repetirá sostenidamente el recurso que él entiende que ha funcionado anteriormente. De esta manera y en ese momento se convertirá en un individuo altamente predecible por un tirador experimentado. En caso de que un vulgar tenga un conocimiento remoto, descontextualizado o incompleto de la tratadística académica de la Esgrima Láser, dicho individuo va a tender a aplicar la técnica de una manera estricta, con atención a ciertos aspectos básicos superficiales, desatendiendo aquellos que con su profundidad enlazan y unen los conceptos. Este sesgo le llevará a entender la disciplina como descompensada entre el estudio de los aspectos teóricos y la aplicación práctica. Por tanto, despreciará el volumen teórico de conocimientos, lo que le llevará a no obtener una perspectiva plenamente funcional de los contenidos más abstractos de la esgrima, que indivisiblemente estarán subyacentes en toda obra elegante. “La teoría es la representación abstracta de la práctica, mientras la práctica es la representación física de la teoría, sin llegar a ser dos elementos distintos, sino dos manifestaciones distintas de la misma técnica.” Es posible encontrar tiradores, estudiantes de la esgrima y con cierto grado de experiencia, que posean un interés ejecutivo desmesurado, superando incluso su pretensión de mantener la seguridad propia. Estos sujetos se llamarán tiradores suicidas. En esencia, su nombre se justifica por ser opositores que generarán TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 879 -DE LA P ROFANÍA obras con un alto compromiso técnico, potencial autolítico o con una alta incidencia del fenómeno de Damocles. Es por ese propósito de éxito tan marcado con el que estos sujetos tienen en superar su oposición, que estos quedan a merced de su mismo ímpetu. Los tiradores suicidas pueden surgir de manera eventual, sin que ese comportamiento sea necesariamente constante en un individuo, pudiendo ser producto de una actitud concreta de un tirador o resultando un rasgo particular de su carácter. No obstante, la profundización en la técnica y la filosofía de la Esgrima Láser hace decrecer paulatinamente esta conducta, conforme el académico se nutre de conocimiento y comprende las implicaciones de sus actos. “El tirador suicida es aquel sujeto que presenta un mayor interés por el aprovechamiento de la oportunidad y por el éxito ejecutivo que por el mantenimiento de la integridad propia.” El agente podrá hacer frente a un tirador suicida de diversas maneras, teniendo en cuenta que la faz de ambos implicados tomará un valor adicional. Desde el punto de vista geométrico, ante el tirador suicida, lo ideal es que la rectitud agente se encuentre recurrentemente en las posiciones radiales. Con ello se forzará al tirador suicida a reorientar su foco, quedando desfasado, haciendo que la línea del diámetro común quede abierta para que el agente pueda aprovecharla, durante la obra impetuosa del opositor suicida. Reconocimiento del profano por su arma: Todo profano, sea vulgar o diestro, que disponga de una arma láser, hará una referencia a ella con una nomenclatura ajena a la académica, por tanto, será complejo entender la naturaleza de su instrumento, o las atribuciones que este le otorga. Tanto así, que en no pocas ocasiones se incurrirá en una idealización y concepción fallida por parte del diestro laserino, haciendo que se le atribuyan cualidades formales a lo que potencialmente tan solo es un objeto pueril y sin capacidad de ser usado como causa instrumental. “El diestro laserino tenderá a creer que cualquier instrumento parecido a su arma debe ser tratado como tal.” Así mismo, una vez sea necesario el examen, inspección o juicio de un sujeto que se presume profano, y por ello, se pretende la atención a su arma, será preciso un entendimiento de aquellos testigos presentes en su instrumento, que faciliten la rápida identificación del usuario, ya sea como tirador experto o como profano. Uno de los rasgos más característicos de un profano, elemental y evidente, será la inexistencia de saya. Esto será debido a la falta de conocimiento acerca de su utilidad o a la simple ignorancia de su existencia. Así mismo, el arma de un profano no presentará necesariamente unas dimensiones ceñidas a una categorización concreta de su arma. Además, en caso de tener una proporción cercana o coincidente con un conjunto láser, es altamente probable que no sea coherente este con el uso que se le pueda atribuir en asalto, con la técnica presentada o con la anatomía del usuario profano. La hoja, podrá presentar un índice pared-diámetro fuera de las necesidades del contexto de intervención. En una mayoría estadística, siendo menor este índice de lo requerido para hacer a la hoja válida. En otras circunstancias, dicha hoja del profano podrá presentar una pared exageradamente gruesa, indisponiéndola para el correcto ejercicio de la esgrima, incluso impidiendo su flexión, exponiendo así a la lesión grave tanto a su eventual opositor como a sí mismo. Otro aspecto fundamental y llamativo acerca de la guarnición de un potencial profano será la silueta, forma y anatomía de la guarnición. Esta podrá resultar una reproducción o réplica de una pieza de origen cinematográfico y/o ficcional, algo que no será coherente con los principios y necesidades ergonómicas del ejercicio esgrimístico. Así mismo, es altamente probable que si la guarnición posee una silueta perteneciente a un universo de ficción, no esté preparada para el asimento de pinza, e incluso, que no sea posible la ubicación de este en la parte distal del emisor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 880 - “Un arma que no tenga una ergonomía o configuración funcional marcará a su usuario como profano.” Producto del movimiento de dicho instrumento, será posible oír o percibir movimiento y holgura en el interior de la guarnición u hoja. Esto será notable tanto en la distancia como resultado del sostenimiento del objeto. Concretamente, este aspecto será algo diferenciador no solo entre un profano y un diestro laserino, sino entre individuos que posean una experiencia notable en el asalto y una alta comprensión de los eventos posibles en él. Un arma con uso garantiza poseer un desgaste marcado, así pues, presentará abrasiones, zonas pulidas en el emisor y resto de su perímetro, así como marcas de trabajo en la hoja y punta de esta. Además podrá disponer de aditamentos como carlancas o estringes, que tendrán como función adaptar con plenitud el arma al asimento del usuario. Por otro lado, un arma con un aspecto inmaculado o excesivamente cuidado denotará dos cosas posibles: el desuso de ella o la inexperiencia de aquel que la esgrime. Entendiendo al profano como un individuo ajeno a la disciplina de la Esgrima Láser, se podrá comprender que no formará parte del elenco de alumnado o personal docente de la Academia de Esgrima Láser, y con ello, su hoja no presentará un color acorde con su experiencia, papel o autopercepción. Así pues, el cromatismo del fulgor distinto al verde, cian o azul, en un sujeto ajeno a la Academia de Esgrima Láser, será un elemento demostrativo de profanía y desconocimiento del método técnico. Posiblemente el arma del profano no disponga de un punto de equilibrio en consonancia con la técnica aplicada por él a su instrumento. Cabe aclarar que no existirá un punto de equilibrio definido como ideal para cualquier tirador, técnica aplicada o contexto de intervención, pues todos los posibles pueden tener una potencial aplicación a unos recursos y circunstancias concretas. Por último, desde un punto de vista estrictamente técnico, existirá una posible, que no constante, correlación entre el ornamento en la guarnición y la experiencia del usuario. Será esto debido a que cualquier ornamento más allá de lo estrictamente funcional supone un elemento potencialmente inconveniente en un contexto práctico. De esta manera, cuando un individuo porte un arma ornamentada con pretensión de ser usada, demostrará una dependencia de su imagen y estatus, que poco o nada le asistirá en su desempeño eficiente. Será así que la agrupación de varios de los rasgos aquí mencionados podrá dar lugar a la identificación clara de un profano, con independencia de su juicio propio o autodenominación. “El arma, al ser el instrumento catalizador de la técnica, expondrá la capacitación de su usuario.” El tratamiento del vulgar y del lego: Se habrá de tener en cuenta siempre, el principio de caridad en el trato con el vulgar. Este fenómeno recibe su nombre por Neil L. Wilson y posteriormente complementado por Willard Van Orman Quine y Donald Davidson. Esto hace posible atribuir una intención neutral a la expresión, independientemente del tono o forma en que se produzca esta por parte del profano, que puede estar motivado y teñido por la incredulidad, suspicacia, desconocimiento… en definitiva, por la propia profanía. Así pues, el diestro laserino ha de interiorizar que el profano no está carente de la capacidad de entender los conceptos de la disciplina, o en otro caso, la técnica particular de la Esgrima Láser. Es sumamente ineficiente comprender y correlacionar que un individuo ajeno a una materia, al expresar desconocimiento de ella, demuestra nulidad o torpeza para adquirir y llevar a la práctica los conceptos. Pues hasta el momento de poder observar esto, tan solo se tienen evidencias de la ignorancia poseída por este, no de la disposición que pueda mostrar a adquirir conocimientos óptimamente presentados. “La profanía no implica incapacidad.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 881 -DE LA P ROFANÍA Así pues, obligadamente, hay que diferenciar entre el vulgar ignorante y aquel que, demostrándose incómodo, se torna un lego. No obstante, ambos deberán ser tratados por igual, poniendo el conocimiento a su servicio y alcance, dejando al margen sus manifestaciones de ignorancia, tengan estas la naturaleza que tengan. Además, se expondrá al opositor a la ilustración de una manera en la que se minimice la incomodidad que esto pueda generar, siendo necesario que el profano pueda acceder al conocimiento sin sentir que está traicionando sus principios originales. Esto está justificado por que tanto un vulgar llano, ilustrado o un lego, no han tenido elección de entenderse errados, hasta el momento del contacto, y será por ello que no se les culpará de su actitud, mas se entenderá como su responsabilidad. “El conocimiento se pondrá a servicio del profano, de manera explícita o implícita, según las necesidades del contexto.” El diestro sublime deberá entender al profano como una oportunidad para poder ahondar en la profundidad de su conocimiento, siendo la sonda su propia capacidad de hacer entender a aquel que desconoce, o de instar a recapacitar a aquel que no desea ser ilustrado. Además, ante el inevitable asalto, el esgrimista laserino experimentado actuará con entusiasmo y entrega, pues será una nueva oportunidad de comprender aspectos particulares de su técnica y repertorio marcial, gracias a la necesidad de interaccionar con un sujeto imprevisible, desde el punto de vista de la técnica particular de la Esgrima Láser. Así también, se podrá comprobar la viabilidad de la técnica laserina, de cara a afrontar asaltos con pacientes carentes de toda expresión de destreza, lo que entregará un firme testigo de su potencial marcial literal. “El vulgar es un medio sumamente eficiente de tener un reflejo de nosotros mismos, sin el sesgo asociado a la experiencia del opositor. Será óptimo usar a esta figura profana para ello, mientras permanezca ajena al conocimiento y mientras se le ofrece.” Al margen de su condición presente en el momento del encuentro, es de suma importancia para el esgrimista láser experto, entender al vulgar como un futuro esgrimista. Esto se sustenta en la necesidad que existe de aplicar, a los argumentos usados y al trato ofrecido, el convencimiento de que tendrán relevancia en el debate. Por tanto, el esgrimista laserino se esforzará por sostener con base sólida aquello que exponga, siendo esto un ejercicio docente que le dispondrá para la reflexión y mesura sobre los conceptos que considera ya aprendidos. Así pues, se puede entender que tratar a un vulgar, o cualquier otro profano, con rectitud, seriedad y formalidad, otorgará una oportunidad para la autoevaluación, tanto práctica como teórica. Además, esto puede desembocar en la ubicación de dicho profano en una vía de crecimiento que le posibilite la adquisición de disciplina esgrimística o filosófica laserina. “Al profano se le tratará e iluminará con respeto a su persona.” Para hacer posible este trato, abierto y conscientemente dispositivo, se habrá de hacer uso de todo el conocimiento atesorado. Así pues, poner al servicio del interlocutor tanta información como se posea, con toda la profundidad posible. No obstante, esa información deberá adaptarse al contexto y al sujeto o público objetivo, por ende, habrá de ser tratada haciendo una distinción entre la labor divulgativa y educativa. Labor divulgativa: La labor divulgativa trata de ofrecer conocimientos, sintetizados y acomodados al interlocutor, para posibilitarle un acercamiento a la disciplina y una posterior profundización en ella. Labor educativa: La labor educativa entrega conocimientos sólidos que complementen la condición de un individuo, ofreciéndole herramientas para aumentar la capacidad de desarrollo de la actividad sobre la que se ilustra. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 882 - Añadido a esto, se habrá de disponer de tantas fuentes como se precise para sostener la información que se expresa, siendo estas referencias a obras externas y/u otros interlocutores con atribuciones de veracidad o confianza. Se tendrá que eliminar el sesgo cognitivo referente a la instintiva percepción de que un profano no podrá entender ciertas aspectos. Este concepto está ligado a la perspectiva de que es únicamente gracias al esfuerzo sostenido que se comprenden ciertos conceptos. Esta lógica de pensamiento será normalmente falaz, pues con una ilustrativa, óptima y articulada explicación, se podrá hacer entender cualquier concepto a un individuo estándar, al menos para dar luz en una determinada parcela de conocimiento, que aporte coherencia al contexto particular en que se genera la necesidad de dicha explicación. De esta manera, se hará más sencilla la transmisión de ideas y la atribución de valor al conocimiento atesorado por un diestro de la Esgrima Láser. “Cualquiera que atienda a la eficiente explicación podrá comprender.” Dentro del espectro de los posibles profanos, existirá siempre aquel que se muestre atraído o abierto al conocimiento, mas también se podrá hallar el polo contrario, que será ese que no tenga predisposición alguna a escuchar argumentos o entenderlos como válidos, lo sean o no. Normalmente, será un lego el que ostente este papel antagonista. Pese a ello, habrá de conocerse que cualquiera, en un momento determinado, puede actuar como tal y rechazar ideas que entienda distintas a las comprendidas. Sin embargo, es posible que una vez madurado el concepto, no se sostenga esa discrepancia, y por tanto, no debe de considerarse al paciente opositor sostenidamente como un lego, más allá del momento puntual en que sea preciso. Por ello, será necesario que tras la exposición de una idea, se le conceda tiempo al interlocutor para deglutir, digerir e interiorizar lo tratado. “Cualquiera puede eventualmente mostrarse como reacio a una idea que le resulte suficientemente contrastada con su consciencia presente, más con el debido tiempo, podrá adaptarse a su nueva condición de conocedor.” Este fenómeno, con el que un sujeto paciente se demuestra opuesto a la intención agente de debatir, será advertido como una intención defensiva. Por tanto, ante la nula disposición o intención de debate, el esgrimista láser experto se demostrará coherente con la intención de su “opositor” y cesará en su empeño de iluminar. Esto se debe a la manifiesta e implícita pretensión del interlocutor profano de mantenerse ajeno a la información. Cosa que ha de ser respetada para afianzar una óptima relación, manteniendo la puerta abierta a la posterior expresión libre entre agente y paciente, que al fin y al cabo, son seres pertenecientes a un mismo sistema social, donde será eficiente la cordialidad y asertividad. “El objetivo del debate será la ilustración, nunca la imposición de la idea propia.” TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 883 -DE LA P ROFANÍA Metodología para la expresión ante el opositor dialéctico: Ante la situación en la que surja el más que deseable intercambio de ideas con un opositor dialéctico, probablemente profano, el diestro sublime habrá tratar de mantenerse coherente, abierto y predispuesto a generar en su interlocutor una experiencia grata, que lo podrá acercar a cualquier disciplina y/o inclinarle a favor de una idea. Para la optimización de esto, será necesaria la aplicación de una metodología concreta, así como su adaptación a las particularidades del interlocutor y contexto. Debatir de manera presente: Idealmente, el debate dialéctico deberá tener lugar de manera directa y con el interlocutor físicamente presente. Esto facilitará notablemente la adquisición de información procedente de gestos y expresiones del opositor. Por tanto, la confluencia de la expresión oral con la expresión no verbal, de manera consciente o inconsciente, aportará mayor amplitud y peso a los argumentos compartidos. Desde el punto de vista del agente, disponer de la noción, reacción y predisposición paciente, aportará ventaja notable, pues se poseerá un mayor control sobre la situación y el medio. Adicionalmente, el agente podrá complementar, dirigir y reorientar eficientemente su discurso gracias al uso de elementos adicionales a su voz. Por otra parte, desde el punto de vista del paciente, se sentirá comodidad y confort al poder acceder con profundidad a la información ofrecida por el agente. Además el paciente se notará seguro al poder entrever las intenciones genuinas de un agente, pues deberá tenerlas. Obviar la acritud o suspicacia: Es posible que un profano, de cualquier naturaleza, siendo condicionado en parte por la procedencia de la causa instrumental láser, exprese sus palabras con cierta suspicacia o disconformidad, o que sean así entendidas por el esgrimista laserino. Esto será un rasgo común en cualquier debate dialéctico, pues es inherente al ser humano implementar emociones dependientes de la presencia de oposición, tanto a su expresión como a su juicio de las palabras del opositor. El agente, como diestro sublime por ser conocedor de la Esgrima Láser y sus disciplinas adyacentes, habrá de obviar la posible discrepancia o la percepción de ello. Será en base a la estructura lógica del discurso de su interlocutor sobre lo que articulará el propio, dejando al margen los condicionantes emocionales que le expondrían en un debate irracional. Esto motivará al profano para mantenerse neutral, racional e incluso agradecido, durante y tras el contacto. En un paralelismo con el desempeño esgrimístico en asalto, se entenderá que obviar la acritud o suspicacia, propia y ajena, será como mantener la serenidad, permitiéndose obrar en perfecta concordancia con aquello que resulte más eficiente, desde la templanza y la lógica. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERDE LA PROFANÍA- 884 - Orientar el foco al interlocutor con claridad: Será crucial orientar el foco al paciente, en su aspecto anatómico, atendido e intencional, y además, hacerlo de manera explícita. Esto hará que dicho interlocutor se sienta escuchado, comprendido y centro del interés del agente. De esa forma, el paciente tendrá una percecpción de tranquilidad, gracias a no sentir la necesidad de retener la atención del agente. En caso de la expresión oral y presente, mantener el contacto ocular induce a la expresión sincera, directa y honesta. Además, aportará autoridad al discurso propio. No obstante, existirán ciertos interlocutores que pueden sentirse incomodados por el sostenimiento del la mirada, hacia los cuales habrá que adaptar esto. En la mayoría de estos casos, bastará con establecer contacto con sus ojos brevemente y asentir ante su discurso. La línea de los hombros agente deberá quedar ligeramente paralela a la línea de los hombros del paciente, entendiendo este que posee la atención plena del agente, sin una marcada posibilidad de notar presión o de ser intimidado. La presión sonora de la voz del agente deberá orientarse al plano de la visión del paciente, posibilitando con ello que este comprenda con claridad las palabras agentes. Pese a que exista un contexto de ruido sonoro ambiental, habrá de evitarse el volumen forzado de la voz, pues se percibirán las palabras en base y condicionadas por el timbre de esta, que cuando posea excesivo volumen, se tenderán a entender como vehementes e incómodas, independientemente del mensaje. Igualmente se evitará acercar u orientar directamente la boca al oído del interlocutor, en una medida dependiente del contexto, pues esto dará lugar a una ruptura del espacio particular del paciente, que podrá notar exceso de interés en el agente o incomodidad por el acercamiento. Así pues, será ideal no establecer debate donde el foco agente no se pueda mostrar amablemente orientado al paciente, o entenderse como tal. Presentar una faz amable: La faz, indudablemente, posibilitará al interlocutor obtener información del agente, y a este le permitirá proyectar la imagen que entienda necesaria para obtener un clima de serenidad, donde el debate tendrá lugar en un contexto racional en lugar de emocional. Por tanto, la faz mostrada habrá de ser honesta y medida, facilitando que el paciente interlocutor quede a merced del agente. La sonrisa natural, cordial, proporcionadamente articulada y sincera, transmitirá al interlocutor una sensación de tranquilidad y confianza, haciéndole sentir en un entorno doméstico, donde por sentirse cómodo, reaccionará con naturalidad y aplicando un cierto principio de caridad sobre el que desechará la percepción ofensiva de los argumentos lógicos. La faz sonriente se obtendrá con la flexión parcial del músculo risorio, del cigomático mayor y en menor medida del músculo elevador del labio superior. Esta expresión facial será complementada de una apertura notable de los ojos y una sutil elevación de los pómulos. Cuando el agente que muestra esta faz, presta atención plena y genuina, también quedará condicionado en su predisposición de entender al paciente, pues de forma inconsciente minimizará el efecto de una posible acritud proveniente de su interlocutor. TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 885 -DE LA P ROFANÍA Igualmente, la configuración anatómica del agente habrá de ser distendida, evitando cruzar los brazos, mostrar tensión muscular o movimientos repetitivos o bruscos. En adición a esto, será ideal que se actúen movimientos y expresiones de aceptación, comprensión y afirmación, concretamente con la cabeza, evitando en todo momento la negación o la expresión de esta, de manera verbal o gestual. Será eficiente también, durante el discurso, usar gestos genuinos y normalmente usados, pues serán aquellos que más naturales se muestren, acrecentando la sensación de comodidad, tanto del paciente interlocutor como del agente que expone. No hacer mención al valor propio: Es importante para todo ser humano sentir que los actos propios tienen valor. Este valor, en la mayoría de los casos, no es percibido como un valor absoluto, sino que se le atribuye peso según el contraste con actos ajenos, lejanos o inmediatos. Así pues, con base en que resulta más carismático un individuo humilde, el sujeto laserino no hará mención a méritos propios, para facilitar la interacción con el profano. No obstante, esto no querrá decir que se deprecie ante el otro, sino que preferiblemente valore aquello que le es externo y mantenga una actitud humilde, honesta y racional con lo propio, a lo que se le atribuirá valor con base a aquello que pueda ser evidente para su interlocutor. Entre otras facilidades, esta mecánica aporta una mayor perspectiva de uno mismo, pues condiciona al usuario a prestar atención a aquel que tiene enfrente, a aprender de ese discurso, y con ello, a estudiar la lógica seguida por su interlocutor. Preguntar y mantenerse dispositivo: Que el agente se mantenga interrogativo es un recurso que hace que el interlocutor paciente pueda sentirse percibido como agradable, que advierta interés genuino, que se sienta escuchado por parte del diestro sublime, y con ello, que entienda a este como alguien confiable o afín. Adicionalmente, la interrogación agente expone al paciente a los fundamentos de su propia respuesta, quedando por tanto, en desventaja ante la posibilidad de errar. De esta manera, el uso de la interrogación será entendido como una obra dispositiva, que manteniendo al agente a salvo, forzará la expresión del opositor, permitiendo al agente aprovechar el error o continuar configurando la desventaja paciente. Esta actitud ayudará a que, por medio de preguntas e invitaciones elegantes a la reflexión, se pueda debatir sin necesidad de que el interlocutor se sienta juzgado o agraviado. Cosa que, junto al resto de mecanismos, templará el contexto conversacional y provocará o facilitará la aceptación de las conclusiones por parte del agente. En esencia, hacer uso de la interrogación genuina, cuando realmente se tenga una duda, aumentará el carisma agente percibido por el interlocutor, y sin embargo, expondrá a este último a su propio conocimiento, que de no existir, quedará en desventaja ante una posible réplica. ———— BIBLIOGRAFÍA TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 889 -BIBLIOGRAFÍA Tratadística y documentación esgrimística: - Johannes Lichtenauer, 1342: Glosas del poema del Maestro Johannes Lichtenauer sobre la espada larga. Traducción al castellano por Eugenio García-Salmones. - Hans “Pfaffen” Döbringer (Hanko Döbringer), 1389: Cod. HS.3227a. 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Pirámide. ———— ÍNDICE TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 897 -ÍNDICE INTRODUCCIÓN Preámbulo 5 De lo aquí expuesto 5 DE LOS MEDIOS Definición universal y sintetizada de los medios 13 El axioma del diámetro común 13 La ejecución sobre el punto más próximo 15 Interacción entre foco y diámetro común 15 Concepción de los medios 17 Símbolos de expresión recurrentes 19 Distancias de los medios 20 Dimensión de los medios 21 Modificador de predicción 22 Modificador de reacción 23 Modificador de la faz 24 Modificador de movimiento 24 El medio de proporción 25 El medio proporcional 28 Estratos del medio proporcional real 31 El medio de común herida 36 El medio particular 38 El medio proporcionado 39 Estratos del medio proporcionado 41 El medio proporcionado según la sintaxis y eventos de la frase de armas 43 Ventaja de medio y ventaja real 44 Modificadores adversarios del medio 45 Inmersión en el medio 46 Actitud previa a la inmersión en el medio de proporción 49 Tránsito entre medios 50 Ganancia y pérdida de medio 52 El arma en el tránsito entre medios 54 El asimento óptimo en los medios 55 Disposición de la hoja propia en el medio 57 Control y propiedad del medio 58 Transferencia de medio 59 Factores de control y propiedad 61 Soberanía de medio 62 Sostenimiento de los medios 63 Movimiento de los medios 64 El medio de comienzo del asalto 65 Retirada de los medios 66 DE LA GEOMETRÍA APLICADA Conceptos generales de la geometría aplicada 71 La importancia de la geometría 73 Ejes y planos de proyección cartesiana 74 Geometría particular y común 77 Diferenciación entre la geometría particular del cuerpo y de la sencillez 78 Planos 79 Geometría fundamental del cuerpo y la sencillez 81 Geometría fundamental particular 83 Geometría fundamental del cuerpo 83 Geometría fundamental de la sencillez 89 Diámetro común de la sencillez 94 Geometría de los planos asociados al cuerpo 97 Plano inferior 99 Plano medio 100 Plano superior 101 Plano coronal 101 Plano vertical 102 Plano sagital 102 Plano de segmentación de planta 103 Plano genual 103 Planos laterales y colaterales 104 Plano de la vista 104 Planos triangulares 104 Geometría de los planos asociados a la sencillez 107 Ítalo o plano del ítalo 109 Plano primario 111 Plano límite 113 Eje de la sencillez 113 Plano de la cruz 114 Plano del horizontal del fundamento 115 Plano vertical del fundamento 115 Plano del extremo 115 DE LA CAUSA TÉCNICA Guardia 119 Función de la guardia 121 La guardia y su composición 121 Antagonismos 123 Antagonismos de intención 124 Antagonismos geométricos 125 Guardia cónica 126 El extremo 128 El extremo remoto como vía de prevención y reacción 130 Planta en proyección 133 Proyección de la planta 135 Geometría de la planta proyectada 135 Área total virtual de planta 137 Posiciones del pie en la distribución de masas 138 Orden de planta 140 Disposición de planta, concordancia con el plano inferior 141 Ángulo de planta o ángulo de los pies 144 Bisectriz de planta 146 Extensión del segmento de planta 150 Interacciones de la geometría de la planta 151 Geometría raíz de la planta 153 Tracción 155 Conceptos generales de la tracción 157 = h Orientación de la tracción 158 Tracción positiva 161 Tracción negativa 161 Tracción para la reubicación del diámetro común 162 Tracción para reubicar el torso 163 La tracción como elemento auxiliar para el movimiento del arma 165 Afirmación 167 Afirmación 169 Afirmación erguida 169 Posiciones y acciones de la afirmación 170 Jerarquía de la mutación de la afirmación 174 Línea de los hombros y segmento superior 175 Afirmaciones según la orientación de la línea de los hombros 176 Centro de masas 178 Centro de masas medio 179 Severidad de la afirmación 180 Línea de las caderas 181 Rectitud 183 Conceptos comunes de la rectitud 185 Orientación de la rectitud 186 Sostenimiento del arma y musculatura implícita 188 Sencillez 191 Rectitud sencilla o sencillez 193 El asimento y la pinza de este 194 Posiciones del asimento dinámico 198 Tipología de las posibles posiciones de la sencillez 201 Posiciones de la sencillez o la rectitud 202 Participios de la sencillez y de la rectitud 206 La mutación de la sencillez en el espacio 207 Sencillez y rectitud ligeramente desviada al lado armado 209 Rumbo del arma 211 Rumbo del arma 213 Rumbos naturales de la sencillez 216 Rectitudes radiales y paralelas 217 Extensión de la rectitud 219 Común de las extensiones 221 Rectitud embebida 222 Rectitud relajada 223 Rectitud extendida 223 Rectitud contraída 224 Asistencia a la reubicación del rumbo 225 Fuerzas implícitas 227 Imposición de fuerzas al arma 229 TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERÍNDICE- 898 - Imposición de la fuerza lineal 232 Imposición de la fuerza par 233 Eficiencia en el movimiento del arma 234 La mano no hábil y/o desarmada 237 Concepto de la mano no hábil 239 Generalidades de la posición de la mano no hábil 239 Mano no hábil contraída 240 Mano no hábil aprestada 242 Mano no hábil opuesta o contrapuesta 244 Mano no hábil largada 244 Mano no hábil tirada 246 Mano no hábil en bandera 246 Mano no hábil entregada 247 Mano no hábil al puño 247 Mano no hábil al pomo 248 Mano no hábil aprestada al shinja 248 Mano no hábil tentando 248 Movimiento y reubicación de la mano no hábil en los desplazamientos y acciones del torso 249 El foco 251 Foco 253 Elementos que componen, orientan y definen el foco del agente 254 Aspectos del foco 257 Orientación direccional del foco 258 La orientación del foco y su jerarquía 259 Amplitud del campo focal 260 Subdivisión teórica de la anatomía 263 Blossen 265 Subdivisión de los blossen 268 Cuadrantes de blossen 269 Blossen capital 270 La anatomía de los blossen 271 Subdivisión de los eventos 275 El tiempo como elemento de ventaja 277 Iniciativa 278 Contacto 280 Asalto 281 Intención o envite 283 Grado 285 Frase de armas 286 Obra 288 Acción 290 Partícula 291 Módulo 293 Relatividad temporal subjetiva 294 Desplazamiento 297 El centro de la masa corporal 299 Los compases y el desplazamiento del centro de masas 301 Jerarquía del desplazamiento 303 Angulación de la planta en la consecución de compases 306 Disposición del peso sobre la proyección de la planta 307 Dirección y sentido de los compases 308 Amplitudes de los compases 310 Extensión de los compases 314 Compás de Pitágoras 317 Compases con participio 318 Compases de intercambio lateral 319 Compás de torsión 320 Compás curvo o circular 320 Compases de sigilo 321 Desplazamiento sobre un plano inferior inclinado 322 Disposición de la planta tras la obra del compás 323 Aborto de compás 324 Desplazamiento preciso y obra de compases para el sostenimiento del diámetro común y la distancia del medio 325 Movimiento del arma previo al desplazamiento agente 327 Angulación condicionante en el desplazamiento transversal 329 El área y sus límites 331 Obra voluntaria del movimiento de los medios 333 Motivaciones para el movimiento de los medios 335 Rasgos de la obra voluntaria del movimiento del medio 336 Metodología para el movimiento de los medios 338 Obras para el movimiento de los medios 338 Factor de masa del medio 344 Puntos de Lagrange del área 348 Órbitas y altura de estas 349 La faz y la mirada 351 Faz 353 Presentación de la faz 354 Mirada 355 Sumisión, igualdad y dominancia 356 La faz en los aspectos particulares de la guardia 358 La obra 363 Aspectos elementales de la obra 365 La obra según su intención original 367 Momentos de la obra 367 Adaptación al contexto emergente 369 Ciclo OODA 371 La obra elegante y factores de eficiencia 374 Potencial de una obra 377 Preparación de la obra 378 Generalidades y definición de la causa libre y sujeta 381 Causa libre u obra libre 382 Optimización de la causa libre 383 Agregación y causa sujeta 385 Predicción de la hoja paciente 387 Coherencia acción-reacción en la obra 389 Recursividad 390 Paradoja de la estocada recta 391 Obra de moción constante 393 Ruido 395 La intención dispositiva como recurso para la obra eficiente y elegante 396 Potencial autoejecutivo 398 Predisposición del cuerpo para la continuación de la obra 399 Continuación de la obra en la frase de armas 401 Preparar y obrar previniendo la respuesta paciente 402 Frente a un paciente con mano hábil y armada distinta a la paciente 404 Casos de la obra por su semántica 405 La obra ejecutiva 413 Lógica ejecutiva 415 Módulos organizativo y ofensivo de la obra ejecutiva 417 Axiomas de la obra ejecutiva proactiva 418 Jerarquía ejecutiva 420 Objetivo ejecutivo 423 Objetivo ejecutivo absoluto y de fortuna 424 Ligadura de la intención al objetivo ejecutivo y virtual 425 Cualidades particulares de un objetivo ejecutivo, que poseerán motivos de ligadura y métodos de desligado 428 Triangulación sobre el plano inferior 431 Medición y cálculo de la triangulación sobre el plano inferior 431 Ángulo de desfase 433 Triangulación ejecutiva 435 Triángulos de la obra ejecutiva 440 Potencial figurado y literal de la obra ejecutiva 441 Potencial de la obra ejecutiva por el contenido anatómico y funcional del objetivo ejecutivo 442 Potencial de la obra ejecutiva por la potencia de obra tras el éxito ejecutivo 443 Potencial de la obra ejecutiva por la potencia de obra tras el fracaso ejecutivo 444 Potencial de la obra ejecutiva por su valor técnico y sintaxis 444 Supresión 446 Ejecución acral 447 Ejecución solar 448 Ejecución capital 449 Respuesta a la obra ejecutiva del paciente 449 Seguridad figurada tras la ejecutiva 451 Fenómeno de Damocles 452 El castigo, su uso y optimización 454 DE LA CAUSA INSTRUMENTAL Generalidades de la causa instrumental 461 El arma láser 463 Concepción geométrica del arma láser 466 Masa del arma láser 467 Similitudes y diferenciación de las armas láser 468 El arma láser según su funcionamiento 470 TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSER- 899 -ÍNDICE Emisión lumínica literal 470 El fulgor y su radiación 473 Tono del fulgor 477 Fuente de energía 480 Ardor 483 La silueta particular de la hoja 485 La hoja, su obsolescencia y vulnerabilidad 486 Diferenciación del potencial lesivo figurado y literal 486 Las protecciones básicas y sus condicionantes 488 Daito 491 El daito 493 Hoja del daito 493 La guarnición del daito 496 Emisor del daito 497 Botonería del daito 500 Los botones y controles del daito 501 Puño del daito 502 Pomo del daito 503 Síntesis a tercios de los grados de la hoja 504 Funcionalidad cinemática 505 Distribución de masas y su implicación en la acción del arma 506 Configuraciones recurrentes de las distribuciones de masas 507 Ergonomía de la guarnición 510 Proporción entre guarnición y hoja 512 Física de la energía al conjunto 513 Puntos de pivote 515 Movimientos resultantes de la aplicación de fuerzas a la hoja 517 Nodos de vibración 522 Armónicos y subdivisión armónica 523 Saya 527 Generalidades del saya 529 Anatomía del saya 531 Kamu 535 DE LA CAUSA PRÁCTICA Guardias 539 Guardia española 541 Variantes de la guardia española 542 Breve 549 Variantes de la guardia breve 551 Ox 558 Variantes de la guardia Ox 559 Flux 560 Variantes de la guardia Flux 560 Tag 563 Variantes de la guardia Tag 564 Impasible 566 Relente 568 Alba 568 Guardia estoica 569 Iai 571 Generalidades del iai 573 Pasos del iai 574 Aurora, iai vertical o preparatorio 576 Iai violento 576 Iai natural 577 Iai accidental 578 Iai reductivo 578 Iai remiso 579 Iai de Montalbán 580 Ensayo invertido 582 Iai estoico 582 Aplicación del iai por su intención original 584 Aplicación del iai por su caso 585 Acciones 589 Herir de estocada 591 Herir de tajo 591 Estocada accidental 592 Estocada natural o recalcada 592 Tajo natural 593 Tajo violento 594 Tajo 595 Revés 595 Medio tajo 596 Medio revés 597 Mandoble interior 598 Mandoble exterior 599 Divertir 599 Resistir 600 Tumbar 600 Humillar 601 Cornear 601 Tornear 602 Encrucijar 602 Desplegar 602 Cinta 602 Empomar el arma y métodos para ello 605 Despomar el arma y métodos para ello 608 Libramientos 613 Generalidades de los libramientos 615 Librar 615 Formar 617 Secar o libramiento secante 618 Libramiento extraño 620 Envolver 621 Encordado simple 625 Encordado simple 627 Tipología de encordados 632 El encordado según sus casos 633 Oclusión 637 El fenómeno de la oclusión 639 La oclusión como elemento de la obra 641 La oclusión respecto a su dinámica 642 Oclusiones respecto a su geometría 643 Fases de la oclusión y su organización temporal 644 Circuncentro de la oclusión 646 Asimentos de la oclusión radial 648 Aspectos generales técnicos de la obra de las oclusiones 649 Oclusión dinámica radial 651 Obra de las oclusiones dinámicas radiales 654 Desplazamientos complementarios de la oclusión dinámica radial 656 Ángulo del arma en la oclusión dinámica radial 657 Preparación de las oclusiones dinámicas radiales 659 Aspectos condicionantes de las rectitudes en la obra de la oclusión dinámica radial 663 Oclusión dinámica radial según su destino 666 Oclusión dinámica paralela 667 Antagonismo geométrico de las rectitudes radiales 670 Oclusión al tajo 672 Oclusión a la empomada 673 Oclusión ejecutiva 675 Atajo 677 El atajo 679 El atajo según la existencia de agregación 681 Naturaleza funcional o disfuncional del atajo 682 El atajo según su dinámica 684 Momentos del atajo 686 Fases del atajo 688 Pulso al tacto 692 Aplicación de fuerzas al atajo real y dinámico 692 Tridimensionalidad del atajo 694 Radialidad del atajo 695 Liberar y transferir 696 Naturaleza operativa del atajo 697 Uso y metodología del atajo en caso inductivo para la inmersión en el medio proporcionado 699 Control del arma paciente por la psicología del atajo y sus casos 701 Coherencia entre oclusión y atajo 703 Generalidades de las concordancias de la oclusión y el atajo 705 Atajo real contra oclusión 707 Desviar la oclusión en el principio 708 Reubicar la oclusión en el final 708 Contra la reubicación de la oclusión 709 Ocluir atajando 710 La línea en cruz 713 Concepción de la línea en cruz 715 Línea en cruz simple 716 Variaciones de la línea en cruz 718 La línea en cruz preparada con ceñida 721 TRATADO GENERAL DE LA ESGRIMA LÁSERÍNDICE- 900 - La garatusa 723 Garatusa 725 La garatusa como recurso para el seguro tránsito sobre el plano inferior 729 Garatusa ejecutiva 730 La garatusa ejecutiva con transferencia de momento 731 Obras opuestas a la garatusa 732 El redondo 735 Redondo 737 El reparo 741 Reparo 743 La denominación y clasificación del reparo 743 Spins 747 Spin 749 Tipos de Spin 750 Acciones de spin 752 Obras compuestas 753 Empomada 755 Ceñida 760 Formar la cruz 764 Enarcada 765 Girata 766 Zambullida 767 Pedrada 769 Falaciata 769 Quiebro 770 Estocada de fondo recto, sagita o flecha 771 Roldana 773 Guerrera o treta del zurdo 774 Expelido ejecutivo afuera sobre transversal 774 Tajo circular simple 775 Velada 775 Revés de muñeca en reducción 776 Supresión de envoltura aguda sobre la transversal no hábil 777 Estática o supresión estática 777 Oclusión trepidante 778 Estocada accidental desde tag 778 Supresión violenta respondida 779 Supresión latero-transversal 779 Supresión latero-transversal de iai 780 Redondo contra línea en cruz 780 Estocada de libramiento contra línea en cruz 781 Treta violenta 782 DE LA CAUSA PSICOLÓGICA De la psicología en la Esgrima Láser 785 La atención 786 La intención proactiva tras la faz defensiva 788 La superación de la igualdad 788 La sorpresa como recurso y obra 789 El reflejo imitación 790 La intención y la tensión de esta como recurso 791 El paso y ángulo de ataque con proporción a la intención ejecutiva 794 El condicionamiento dinámico 795 El estrés 797 El condicionamiento psicológico contextual en duelo 801 El pudor de ofensa 806 La sublimación emocional paciente 808 Lingüística aplicada 809 Comprensión lingüística de la obra 811 Idiomática 811 Sintaxis 812 Semántica 813 El debate esgrimístico y su paralelismo con la dialéctica 813 La neurolingüística aplicada 815 La especificidad del vocabulario académico 817 El respeto al potencial figurado del arma como fuente de condicionamiento 818 De la relación con el entorno cotidiano 819 La resiliencia como elemento compensatorio y de desarrollo 821 Modelo del aprendizaje de competencia consciente 822 DE LA CAUSA FILOSÓFICA La esgrima como concepto emergente 829 Entendimiento de la Esgrima Láser como disciplina 830 El arma y su técnica operativa y de seguridad 834 Seguridad general de las armas 835 El uso del arma 836 Actitud 838 Motivación 839 La marcialidad y el uso de la fuerza 840 El caso particular y ejemplar del Furasshu 841 Del estilo 842 Hipótesis del agente reflejado 843 Diferencias entre el conflicto literal y figurado 843 El duelo 846 DE LAS DISCIPLINAS ADYACENTES El método científico 850 Aplicación del método científico 853 Las disciplinas adyacentes 853 Arte 855 Matemáticas 858 Física 860 Biología 861 Psicología 863 Filosofía 864 Historia 866 DE LA PROFANÍA El profano 869 Tipología del sujeto por su familiaridad con la Esgrima Láser 870 El efecto Dunning-Kruger 872 El uso léxico del vulgar llano 873 Proporción entre experiencia e intención 874 Concepción vulgar de los medios 875 Reconocimiento del vulgar llano por su expresión técnica 877 Reconocimiento del profano por su arma 879 El tratamiento del vulgar y del lego 880 Metodología para la expresión ante el opositor dialéctico 883 BIBLIOGRAFÍA Tratadística y documentación esgrimística 889 Adyacencias 891 — ——— - FIN -